La Mirada de los Gallinazos. Introducción
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LA MIRADA DE LOS GALLINAZOS
CUERPO, FIESTA, MERCANCÍA
EN EL IMAGINARIO SOBRE LIMA (1640-1895)
Presentación
Agradecimiento
Introducción
I. La ciudad de los gallinazos
1.1. Los orígenes de la nostalgia
1.2. Las formas de la hipérbole: utopía y sátira
1.3. La ley y la sangre
1.4. Cuerpo, fiesta y mercancía
II. El Diario de Lima (1640-1694) o la ciudad como espectáculo
2.1. Las limitaciones de la subjetividad colonial criolla
2.2. La fiesta religiosa o la cruz de la sociabilidad
2.3. El transporte, la muralla y las comunicaciones
2.4. El control social y los castigos corporales
2.5. Los conflictos por el prestigio social
III. Las promesas de la escritura en la ciudad ilustrada
y sus irradiaciones
3.1. Las pasiones de la Ilustración
3.1.1. Revelar, describir, clasificar y comparar
3.1.2. El Mercurio Peruano: el escritor ilustrado como héroe
3.2. La Independencia: fiestas cívicas y promesas frustradas
3.3. Las quimeras de la civilización
3.3.1. El proceso de la civilización y sus enemigos
3.3.2. La Guía del viajero en Lima o el espacio codificado
IV. Biotecnologías letradas y cuerpos urbanos descontrolados
4.1 La tapada, el jugador y el travesti desde los ojos ilustrados,
la lengua satírica y la prosa de los viajeros extranjeros
4.2 El Reglamento de Policía (1839): animales en la ciudad
4.3 Los escritores costumbristas: poéticas, público lector
y cuerpos urbanos peligrosos
4.3.1. Felipe Pardo y sus monstruos
4.3.2. Manuel A. Segura; las tribulaciones del periodista
y la beata chismosa
4.3.3. Ramón Rojas y Cañas y la palabra pervertida
4.3.4. El Murciélago y el cuerpo homosexual
V. La ciudad novelada: utopía política, sexualidades y capitalismo
5.1. La novela de folletín, modernidad política y modernización social
en los circuitos de la lectura
5.2. Lima de aquí a cien años (1843): ¿la ciudad del futuro?
5.3. Imágenes de la lectura: política sentimental y sentimientos políticos
5.4. Los amores de Lima (1872): mujer adúltera y ciudad envilecedora
5.5. Herencia (1895): cuerpos, sexualidades y mercancías
VI. Los umbrales de la nueva ciudad: modernización sin visiones modernas
6.1. Las razas de Lima o los signos de la piel
6.1.1. La prensa cursi, la mujer y las burlas a la escritura
6.1.2. El mercado, la prensa capitalista y los avisos comerciales
6.1.3. Clemente Palma o las rutas del racialismo limeño
6.2. Modernidades anacrónicas: Ricardo Palma y Manuel González Prada
6.2.1. El tiempo agitado e inmóvil de Palma
y la zamba vieja de González Prada
6.2.2. La mujer limeña: el cuerpo divino y la reina del Infierno
6.2.3. El cuerpo popular. Negros e indios
Bibliografía
INTRODUCCIÓN
Este libro reúne seis ensayos sobre la producción y el significado de los
imaginarios que fueron instituyendo la ciudad de Lima entre mediados del siglo
XVII y finales del XIX. No es una investigación exhaustiva, sino exploratoria de
discursos, miradas y sentidos que han ido recortando este particular objeto
urbano. Estas creencias e imágenes, multitemporales y heterogéneas, han
cumplido dos funciones: a) actuaron como un sistema ideológico que legitimó el
poder material de la elite y su dominación racial/sexual; b) integraron el proceso
general de construcción de significados sociales por diferentes grupos, con sus
consiguientes tensiones y conflictos.
El significante Lima y su red de significados no puede ser comprendido
desde parámetros locales; por ello, el libro ha tratado de colocar a este signo
en una cartografía global. Las narraciones bíblicas, las utopías renacentistas,
las políticas culturales del barroco imperial, el horizonte ilustrado y su afán de
describir y clasificar, los viajeros occidentales y su mirada codificada, las
promesas del progreso y civilización, las novelas de folletín, el comercio
capitalista y la ciencia racialista anudan tramas que atraviesan sociedades y
continentes.
He elegido algunos autores y, sobre todo, ciertos textos que considero
fundamentales porque expresan no solo los mecanismos de producción de los
significados urbanísticos, sino constituyen ellos mismos productos de dicho
proceso. En esa tarea, he puesto énfasis en aquellos poemas, diarios, revistas,
guías, artículos de costumbres, novelas, tradiciones, ensayos, dibujos, avisos
publicitarios poco conocidos o insuficientemente analizados. Antes que
emplearlos para ejemplificar ideas preconcebidas o como mera materia al
servicio de formas discursivas académicas, he preferido tratar con ellos,
hacerlos hablar directamente, aquí y ahora, para tratar de comprender sus
desplazamientos semánticos y pragmáticos. He intentado volver a escuchar
sus voces, dinámicas y desafiantes, en el archivo urbanístico del barroco, la
Ilustración y la civilización republicana.
La amplia mayoría de estos textos pertenecen a las elites letradas y
muestran desembozadamente su anhelo de regular y ordenar la ciudad, y de
controlar los cuerpos populares y femeninos. Además, ocultan y normalizan su
propio lugar de enunciación marcado por el ejercicio de la violencia simbólica,
la dominación y lo masculino. Estos discursos fueron resistidos y enfrentados
por otros actores (mujeres, indios, homosexuales, afrolimeños), pero estos
ensayos no se enfocan en esas valientes prácticas que combinan la
beligerancia y la negociación, sino en la conflictiva historia cultural de textos e
imágenes que gradualmente van habitando en la ciudad y demuestran las
articulaciones entre el proceso social material, la conciencia y los discursos.
A la Lima tradicional, la del río, el puente y la Alameda –que tan bien
describió Raúl Porras Barrenechea–, le he añadido la ambivalente figura del
gallinazo. Esta ave enseñoreada sobre los cielos y las calles se distingue por
alimentarse de las excrecencias, de los suplementos de sentido que la ciudad
ya no puede albergar. Los cuerpos muertos, los desechos, los restos de Lima
terminan en el vientre insaciable de los gallinazos. Hoy que construimos
nuestra comunidad imaginada alrededor de la comida, vale la pena volver a
mirarnos en los ojos de esta ave sombría que devora todo sin control. Por otro
lado, los gallinazos se han desempeñado como observadores de esa compleja
maraña de relaciones sociales que por comodidad llamamos ciudad y como
anatomistas urbanos han desgarrado la interioridad de los seres que la habitan.
Esa combinación entre la visión desde lo alto de la totalidad y la penetración en
los pliegues interiores traza una analogía perturbadora con los afanes del
ensayo.
Para orientarme en el mar de textos e imágenes consultados, identifique
tres variables transversales: cuerpo, fiesta y mercancía asociados a una Lima
sensual, festiva y opulenta. Este trío de imágenes que seduce y espanta a las
escrituras sobre la ciudad mantiene una notable constancia a través del tiempo.
Sin embargo, las formas de representarlas varían significativamente.
Comprometen desde la exaltación del cuerpo político-religioso del barroco
hasta la mirada penetrante en lo interior del cuerpo humano del proyecto
ilustrado; desde la complacencia por la transversal fiesta popular articulada a la
maquinaria del poder colonial hasta el rechazo a ella por su capacidad de
contaminar el proyecto civilizatorio o impedir la emergencia de la distinción
burguesa; desde las condenas morales o económicas al gasto excesivo en
bienes suntuarios hasta la utopía comercial novelada que sueña con convertir a
Lima en un puerto comercial global.
Nombrar el cuerpo del otro implica reducirlo a un conjunto de signos
regulares y estables, fijarlo en estructuras narrativas y visuales que combaten
sus excesos y singularidades. Mediante el empleo de biotecnologías cada vez
más sofisticadas se busca inscribir a los cuerpos anómalos y peligrosos, al
monstruo humano en un orden simbólico regido por las instituciones del poder
estatal. No es casual que la tapada, emblema de la ciudad, oculte su cuerpo y
su identidad para escapar a la palabra de la ley. La figura de un cuerpo
inmanente que goza comiendo en abundancia, bebiendo sin control y
copulando desenfrenadamente deja profundas huellas en los discursos e
imágenes que tratan de contenerlo.
La procesión religiosa barroca, el Paseo de Amancaes, Juan de la Coba,
los carnavales, las farsas donde el pueblo, principalmente el afrolimeño,
expresó una cultura cómico popular y la distancia irónica del mundo al revés
distinguieron a Lima por siglos. Gradualmente, esas fiestas que constituían
espacios públicos de encuentro y comunicación entre diferentes grupos
sociales se convierten en el blanco del discurso civilizatorio de las elites. Ellas
se regulan legalmente y, así se busca impedir, muchas veces en vano, el
contacto entre culturas y grupos étnicos que se perciben no solo como
diferentes, sino como desiguales. En el XIX, la fiesta cívico-patriótica arremete
contra las festividades tradicionales, pero no puede desprenderse de su
maquinaria de significación.
La Lima tradicional es aniquilada por la mercancía capitalista y sus
dinámicas de modernización: la tapada se rinde ante la moda europea y el
gallinazo se repliega ante la ciencia racialista e higienista. La prensa registra la
formación de un cada vez más extenso mercado de bienes y servicios; los
avisos comerciales proclaman el triunfo de la lógica mercantil que confunde
deliberadamente ciudadanos con consumidores. Las mejores novelas del
periodo revelan en poderosas imágenes esa modernización asimétrica y sus
dilemas morales; en tanto, los ensayos más lúcidos denunciarán esta nueva
forma de deshumanización. Sin embargo, ni siquiera los mejores escritores
alcanzaron la conjugación entre una visión moderna comprehensiva y la
energía de la modernización. Ese pórtico insuficiente, abre, no obstante,
nuestro camino al siglo XX.
En síntesis, La mirada de los gallinazos es una invitación a enfrentar con
las armas del ensayo cultural las conjuras del poder y sus estrategias
simbólicas de legitimación y dominación en la ciudad que nos habita.