La muñeca

5
La muñeca es una de las siete novelas de la puertorriqueña Carmela Eulate Sanjurjo. Esta novela fue publicada por primera vez en el año 1895 en Ponce; cuando ella tenía veinticuatro años. Con este lanzamiento se dio a conocer en la escena literaria de la isla. Recientemente, La muñeca fue re-editada por las editoriales del Instituto de Cultura y la Universidad de Puerto Rico. La edición reseñada es la de 1987, que forma parte de una colección de “obras fundamentales” de la tradición escrita puertorriqueña. Los directores de esta edición de La muñeca, aseguran que la misma está enfocada para que “quede enmarcada críticamente en nuestra época por especialistas, con un mínimo de anotaciones que aclaren su sentido en lo fundamental.” Dicha edición, cuenta con la participación del Dr. Ángel M. Aguirre, quien anotó el texto y redactó una introducción crítica. Contiene un boceto biográfico preparado por la Dra. Loreina Santos Silva, ya que se entiende que es importante dar a conocer un poco más sobre esta escritora sanjuanera. Además, incluye el prólogo que escribió Manuel Zeno Gandía para la primera edición. Este último, hace un interesante análisis comparativo entre la obra de ella con la de Hoffmann; destacando que la obra de la puertorriqueña parte de un “mecanismo psicológico para el convencimiento de un hombre” y el cuento de Hoffmann va detrás de un “mecanismo físico para engañar al pueblo.” Asimismo, elogia la labor de Eulate Sanjurjo como novelista. En relación directa al texto, la protagonista, Rosario se casa por interés y es ella la que destruye el matrimonio rompiendo con todos los paradigmas sociales estipulados. Se caracteriza por ser una mujer superficial, materialista y por derrochar sin límites el dinero que tantas horas de trabajo le costaba a Julián, su marido; convirtiéndose éste en su víctima. Es él quien sufre la aguda enfermedad moral que lo lleva a la desesperación y posteriormente como personaje pulverizado llega al suicidio. Eulate Sanjurjo, en este sentido, usó hábilmente la técnica de causa y efecto. La autora logró escapar de la tradicional forma de ver al hombre como el macho fuerte; el hombre que comanda el hogar, el casi déspota; no obstante, sí es Julián quien continúa llevando el sustento, aunque no la voz fuerte. En el personaje de Rosario también se trae a colación las consecuencias de una mala imposición de valores educacionales y

description

La adquisición de la escritura como proceso cognitivo

Transcript of La muñeca

La muecaes una de las siete novelas de la puertorriquea Carmela Eulate Sanjurjo. Esta novela fue publicada por primera vez en el ao 1895 en Ponce; cuando ella tena veinticuatro aos. Con este lanzamiento se dio a conocer en la escena literaria de la isla. Recientemente,La muecafue re-editada por las editoriales del Instituto de Cultura y la Universidad de Puerto Rico. La edicin reseada es la de 1987, que forma parte de una coleccin de obras fundamentales de la tradicin escrita puertorriquea.Los directores de esta edicin deLa mueca, aseguran que la misma est enfocada para que quede enmarcada crticamente en nuestra poca por especialistas, con un mnimo de anotaciones que aclaren su sentido en lo fundamental.Dicha edicin, cuenta con la participacin del Dr. ngel M. Aguirre, quien anot el texto y redact una introduccin crtica. Contiene un boceto biogrfico preparado por la Dra. Loreina Santos Silva, ya que se entiende que es importante dar a conocer un poco ms sobre esta escritora sanjuanera. Adems, incluye el prlogo que escribi Manuel Zeno Gandapara la primera edicin. Este ltimo, hace un interesante anlisis comparativo entre la obra de ella con la de Hoffmann; destacando que la obra de la puertorriquea parte de un mecanismo psicolgico para el convencimiento de un hombre y el cuento de Hoffmann va detrs de un mecanismo fsico para engaar al pueblo.Asimismo, elogia la labor de Eulate Sanjurjo como novelista.En relacin directa al texto, la protagonista, Rosario se casa por inters y es ella la que destruye el matrimonio rompiendo con todos los paradigmas sociales estipulados. Se caracteriza por ser una mujer superficial, materialista y por derrochar sin lmites el dinero que tantas horas de trabajo le costaba a Julin, su marido; convirtindose ste en su vctima. Es l quien sufre la aguda enfermedad moral que lo lleva a la desesperacin y posteriormente como personaje pulverizado llega al suicidio. Eulate Sanjurjo, en este sentido, us hbilmente la tcnica de causa y efecto. La autora logr escapar de la tradicional forma de ver al hombre como el macho fuerte; el hombre que comanda el hogar, el casi dspota; no obstante, s es Julin quien contina llevando el sustento, aunque no la voz fuerte.En el personaje de Rosario tambin se trae a colacin las consecuencias de una mala imposicin de valores educacionales y los patrones enfermizos que deterioran y asechan hoy da la sociedad puertorriquea. Sin embargo, el carcter insaciable y la voracidad econmica de Rosario se mantienen uniforme a lo largo de la novela. La protagonista tampoco es castigada por ser una nia mimada, una mueca engreda, un juguete de ella misma, sino que pasa todo lo contrario: ella resulta triunfante. Finalmente, Rosario queda en una mejor posicin social que al principio de la historia y sin ningn signo de arrepentimiento por lo sucedido. Esto en mi opinin representa un signo de una crtica social por parte de Eulate Sanjurjo, una queja frente a los que intentan escalar socialmente y a las devoradoras de fortuna.La autora tambin logra apartarse totalmente de la posibilidad inicial que ofrece el primer captulo de convertir el texto en una novela rosa quitndole al personaje protagnico masculino la posibilidad de una muerte en compaa.Eulate Sanjurjo plasma temas histrico-sociales, poltico-culturales y hasta personales. Basta con leerLa mueca,para percatarse cmo la mujer de esa poca estaba inmersa en un destino del cual fcilmente no se poda escapar: el matrimonio, y como ste al mismo tiempo, estaba establecido como un contrato que trascenda en beneficios socio-econmicos para los involucrados. Vase, por ejemplo en el texto cuando se dice que Rosario ambicionaba un viaje a Pars, con el fin de obtener una buena posicin social que slo se lograba en aquella poca a travs del matrimonio.Por otro lado, la novela plantea la desintegracin del matrimonio donde los intereses del marido estn fundamentados en actitudes tradicionales con respecto a las normas aceptadas por la sociedad decimonnica puertorriquea, aunque s bien se perfila en el protagonista masculino las ideas liberales. Inclusive, en un momento se alegra de no tener hijos con Rosario porque considera que ella es una irresponsable.Con esta accin, se rompe con la visin de la mujer como dadora de vida y el fin acostumbrado del matrimonio: procrear.Intrnsecamente a esa prosa delicada, saba y contina; de ademanes irnicos y pardicos yrica en comas,est inmerso el sello distintivo del estilo narrativo de Eulate Sanjurjo. De la misma forma, sta se caracteriza por su agilidad, as pues, introduce la metfora de la femme fatale, pero una versin criolla que sin duda est ntimamente relacionada con los temas de modernidad.El personaje protagnico de Rosario reta la metfora de la mujer decimonona sumisa y hogarea, ya que las tareas del hogar para ella eran una maldicin. A Rosario s se le retrata como una mujer sencillamente hermosa, sin embargo, siempre se caracteriza por un egocentrismo narcisista, ntese en el texto cuando el personaje se encuentra obsesionado por estar rodeada de espejos.No se observa en Rosario un modelo pasivo de la representacin de la mujer, sino un perfil literario de la mujer como sujeto-activo que experimenta.La muecaes la primera novela que representa un sujeto femenino moderno desde una perspectiva poltica y cultural realista.El trabajo literario de Eulate Sanjurjo enLa muecaes pertinente, ya que retratalos conflictos de la sociedad, y por supuesto, tambin se ataen los impuestos por los preceptos de la Iglesia y los de los mismos grupos sociales en que estn insertos los personajes. Toda esta problemtica se entremezcla creando una ola de restricciones que crean tensiones entre los personajes. Y si nos ubicamos histricamente, recordaremos que las mujeres en esa poca se tenan que conformar con huir imaginariamente de estas normas, no obstante, la protagonista al estar emocional y fsicamente estril logra derrumbar todo este nubarrn, sin imprtale nada ms que sus gustos y ambiciones, escapando de todas estas condiciones pre-establecidas.La portada de esta edicin deLa mueca,muestra un original de Marta Prez titulado:La reina. Consideramos relevante el hecho que la pintora, acostumbra trabajar con los arquetipos y que toda su coleccin est elaborada en un juego de texturas, manipulando las telas y los encajes sin dejar atrs la evidente intencin de revisin historiogrfica respecto a los papeles de la mujer puertorriquea. Tanto es as, que desde hace un tiempo se ha visto un intento por rescatar la obra femenina que haba sido postergada por el canon.En una visin panormica,La reinaen portada, dentro desu composicin ubica el punto focal en la parte superior, justo sobre la lnea que se traza entre los dos puntos ureos superiores, es decir, la horizontal superior del cuadro ureo pasa encima del rostro de la reina, lo cual produce un efecto an ms dramtico. A nivel de color, tambin hay una intencin fuerte por afirmar el carcter de la reina y como notaremos guarda relacin con los retratos de la Reina de Inglaterra, Elizabeth I.El concepto que se tiene de una reina, y que se tena an ms en el Medioevo y en pocas posteriores, es la idealizacin de los reyes llevadosa un estatus cuasi-divino.En cambio, otro elemento que parece no ser ms que un agasajo esttico: el abanico. No obstante, hay una tendencia a la apertura de un "abanico de posibilidades"En este caso, el abanico se abre ante la cara de la reina para comodidad de ella, que es de nuevo, una especie de reafirmacin de la personaper se: de la reina. Y claro, el abanico le da un aire de romanticismo, lo mismo que las flores en su cuello y el rapportde flores que ornamenta los lados de ste. El color de la piel de la reina representada por Prez, responde a una cuestin histrica; durante el Romanticismo esta caracterstica simbolizaba delicadeza y en el Renacimiento, ese color blanco representaba una pureza divina y sacra que era sinnimo de realeza.La composicin deLa reinade Marta Prez, a nivel de lneas especulares, podra decirse que est influenciada por la pintura de Frida Kahlo,Autorretrato con vestido de tehuana,aunque vale la pena aclarar que el contexto histrico es diferente, sin embargo, en ambas piezas hay una especie de aura, las lneas se dirigen hacia la cara y eso hace que el punto focal de la obra sea la cara directamente. Adems, notemos, que las reinas europeas suelen estar ornamentadas con oro, joyas y ese tipo de accesorios; esta reina lo est, pero con flores, lo cual creo que de alguna manera responde al contexto latino. Lo que aparece en la portada es una reina criolla.En general creo que es importante re-evaluar este asunto de percibir a la reina como una divinidad trascendental. En contraste con el resto de la paleta, este factor contribuye en la acentuacin del ego de la reina.En un paralelismo entre texto y obra, es plantearse esa cuestin egotista que tambin se manifiesta en el maniqu esttico: Rosario.Tambin es una reflexin crtica hacia esa adoracin por parte del marido que es la que lo lleva a esa ruina posterior. Sin duda hay una simbiosis a travs de lo pictrico y de literario.Finalmente, vemos cmo Eulate Sanjurjo marca una transicin de la escuela romntica al realismo de mediados del siglo XIX. Estoy de acuerdo con el Dr. ngel M. Aguirre, cuando alega que s se pueden apreciar intertextualidades entreLos cuitas del joven Werther(1774) yLa mueca.El personaje de Julin es la versin criolla de Werther. Inclusive, es curioso que como parte de las pertenencias del matrimonio figuraba una edicin de lujo delQuijotey de La divina comedia, marcando entonces aun ms fuerte la influencia con otros escritores que destaca el Dr. Aguirre.La muecanos transporta a una zona homognea y universal. La novela en s misma establece una forma nueva de auto-explorarse como puertorriqueo. Eso es signo de esperanza de nuevos rumbos literarios.