La paradoja del músculo - Diagonal

5
La paradoja del músculo Publicado en Periódico Diagonal (https://www.diagonalperiodico.net) La paradoja del músculo Enviado por fernán el Vie, 11/20/2015 - 00:27 Foto portada: Página 1 de 5

Transcript of La paradoja del músculo - Diagonal

Page 1: La paradoja del músculo - Diagonal

La paradoja del músculoPublicado en Periódico Diagonal (https://www.diagonalperiodico.net)

La paradoja del músculoEnviado por fernán el Vie, 11/20/2015 - 00:27 Foto portada:

Página 1 de 5

Page 2: La paradoja del músculo - Diagonal

La paradoja del músculoPublicado en Periódico Diagonal (https://www.diagonalperiodico.net)

Autoría: Colectivo La VorágineInfo de la autoría: Santander. Fundación de los Comunes.

Texto del colectivo La Vorágine

El municipalismo es una apuesta que germina con más lentitud allá donde no hay músculo socialque lo encarame, primero, y lo soporte y fiscalice, después. Pero es difícil que ese músculo socialsea vigoroso sin una apuesta claramente municipalista en las instituciones que rompa elbucle de la 'delegación incondicional' de la política en los partidos y que genere un ecosistemaamable para que las iniciativas sociales, políticas, económicas y culturales nacidas desde abajopuedan nacer, crecer, entretejer (se) y jugar un papel determinante en sus territorios. Esta paradoja,a veces capaz de ‘congelar’ la realidad –y siempre precisada de ser agrietada–, es más evidente enterritorios pequeños, fragmentados, despolitizados, desencadenados de las corrientes estatales. Hayalgunos elementos que explican la dificultad:

La economía de servicios. Los municipios que han sido volcados a la economía de servicios son unterritorio hostil, en principio, a la generación de redes político-sociales sólidas. Un panal decomercios y servicios atomizados, con muy pocos empleados en cada cual, es un espacio hostil parala agrupación de las iguales que, fragmentadas, individualizadas y precarizadas, luchan solas para,apenas, sobrevivir.

El carácter rural-conservador. El mito de la urbanización del Estado hace pensar que pequeñosmunicipios con aspecto urbano realmente lo son. Estos municipios son herederos de una tradiciónrural-conservadora de fuerte arraigo. Los barrios de aluvión creados en los años 60 y 70 del siglopasado están conformados por población rural migrante que trajo con ella el apego a ciertas formasde ser-en-la-ciudad que, al tiempo, supone la perpetuación de las formas de silencio-activo delfranquismo –ese al que hizo alusión sin desconocimiento de causa Mariano Rajoy–, la delegación detodo poder en las 'autoridades' reconocidas, el brutal peso cotidiano de la iglesia católica, y ciertaquerencia por la idea de 'orden' en contraposición del 'caos' del gobierno popular.

Página 2 de 5

Page 3: La paradoja del músculo - Diagonal

La paradoja del músculoPublicado en Periódico Diagonal (https://www.diagonalperiodico.net)

Las instituciones en estos municipios suelen jugar a ser la salvaguarda de los 'valores'conservadores: el brutal peso cotidiano de la iglesia...

Instituciones y cultura. Las instituciones en estos municipios suelen jugar a ser la salvaguarda deesos 'valores' conservadores. “Somos así”, “esta es nuestra forma de ser”… esas ideas inmovilistasno son ni casuales, ni se sostienen por sí solas. Todo un entramado cultural y político las potencia ylas reproduce. El tejido de asociaciones de vecinos al servicio de 'las convivencia ciudadana', lacultura 'espectáculo', la ciudad como espacio aspiracional de la modernidad ilustrada occidental-capitalista… La continuidad de los conciertos educativos de carácter religioso, las fiestas municipales–con la triada virgen-toros-borrachera–, la desmemoria histórica… todo juega a favor de ladesarticulación social y la 'felicidad' familiar resignada.

El modelo de propiedad. En el caso de Cantabria, y probablemente en buena parte del norte de lapenínsula, el modelo de propiedad de la tierra también coadyuga a esta situación. No hablamos delos latifundios del sur, sino de pequeños propietarios, en muchos casos precarios, que, como tales,no se consideran 'de abajo'. La propiedad como ancla social y como realidad económico y social esun tema clave para entender la desarticulación social en municipios de entre 5.000 y 20.000habitantes.El migrante empobrecido que llega a la ciudad queda con su tierra en el pueblo y, portanto, con la 'esperanza' de recuperar un estatus que quizá nunca tuvo. El trabajador de lafábrica en uno de los municipios intermedios tenía tierra y ganado con el que complementar susalario. Esa realidad de pequeños propietarios consolidó una cultura individualista, antiestatalista,núcleos autosuficientes que nunca recibieron nada del sistema público y que, por lo tanto, tampocoestán dispuestos a aportar tiempo o recursos para consolidarlo. Lo común entendido como la sumade lo privado.

En Cantabria, si somos sinceras, no hay apuestas municipalistas puras, pero sí hay pequeños ymedianos asaltos municipales

La izquierda involucionista. Este 'congelamiento' histórico real camuflado de ‘modernidad’ –laepidermis del desarrollismo– también afecta a las izquierdas organizadas locales, ancladas endiscursos y en prácticas que sitúan la acción política en la oposición a lo que hay pero sin incursionaren la construcción de alternativas reales a estas vidas precarias y simuladas. Las disputas en elterritorio tienen que ver con el reparto de una posición de ‘prestigio’ político y no con la posibilidadde una acción transformadora real. El municipalismo requiere de la consolidación demovimientos horizontales que muestran alternativas capaces de ilusionar y de incorporara la ciudadanía: los diagnósticos –por reiterados– no tienen ese poder. En los últimos años, almenos, dos hechos son evidentes. Por un lado, el 15M y su seducción movimentista no pasó de seren algunos territorios una performance social con poca capacidad de incidencia en un tejido precariocontrolado por movimientos u organizaciones políticas tradicionales. Por el otro, la falta de bases, lapoca formación política de las mismas y el envejecimiento de los cuadros organizados ha colaboradopara frenar el leve impulso rupturista del 15M y sus goteras.

En Cantabria, si somos sinceras, no hay apuestas municipalistas puras, pero sí hay pequeños ymedianos asaltos municipales. La oportunidad está en aprovechar esa pequeña palanca paraabrir las grietas y generar músculo –contrapoder– mientras se trabaja en la construcción detejido municipalista. La paradoja se resuelve así con un trabajo difícil, pero imprescindible: asaltarcreando, crear mientras se asalta, despegar(nos) de los caminos conocidos para transitar una rutapedregosa pero imprescindible. Compartir los elementos estructurales que hacen tan compleja lacoyuntura en territorios como el nuestro no es para desistir del reto o para desanimarnos con otrodiagnóstico derrotista. Estas piedras deben servirnos para conocer la dimensión del desafío, lacomplejidad del mismo, para no desanimarnos en los pasos atrás y para no crecernos en lospequeños pasos adelante.

Sin músculo social no hay apuesta municipalista posible pero sin los pequeños espaciosconquistados no tendríamos las aliadas necesarias para cuidar los gérmenes de la revuelta.Las paradojas están ahí, como los nudos, para deshacerlas. Y se pueden deshacer con nuevasmiradas –feministas, ecologistas, cooperativistas, pedagógicas– y viejas disciplinas –formación,

Página 3 de 5

Page 4: La paradoja del músculo - Diagonal

La paradoja del músculoPublicado en Periódico Diagonal (https://www.diagonalperiodico.net)

asamblearismo, conspiración organizada, construcción de comunidad, autogestión…–. Miradas ydisciplinas puestas al servicio de alternativas que 'merezcan la pena ser vividas' y que movilicen anuestras iguales del incómodo 'espacio de confort' que les ofrecen nuestros municipios –precariado+ fuegos artificiales– para arriesgarse a un territorio desconocido pero más real que la realidadsimulada cotidiana.

Foto:

Página 4 de 5

Page 5: La paradoja del músculo - Diagonal

La paradoja del músculoPublicado en Periódico Diagonal (https://www.diagonalperiodico.net)

Pie de foto: Movilización en Santander contra una expropiación, en agosto de 2014.Artículos relacionados: Convertir la apuesta municipalista en palanca democratizadoraEdición impresa:

Sección principal: La PlazaPosición Media: Cuerpo del artículoAutoría foto: Joaquín Gómez Sastre / Diso PressCompartir:

Formato imagen portada: grande

Página 5 de 5