¿Cuál es nuestra realidad parroquial?

Muchos de nuestros

parroquianos

•Muchos delegan la responsabilidad eclesial en el párroco.

•Los grupos de apostolado trabajan cada uno por su cuenta: No hay pastoral de conjunto.

•Las parroquias son comunidades con costumbres religiosas, mas no verdaderas comunidades cristianas.

•La profesión de la fe se ha quedado en el ámbito cultual.

•Y otras…

Esto trae como consecuencia que:

¡¡Estamos llamados a transformar esta realidad !!

RENOVARSE!

¡La Parroquia está llamada a

En América Latina y El Caribe… nos encontramos ante el desafío de revitalizar nuestro modo de ser católico y nuestras opciones personales por el Señor, para que la fe cristiana arraigue más profundamente en el corazón de las personas y los pueblos latinoamericanos como acontecimiento fundante y encuentro vivificante con Cristo.

(DA, 13)

En América Latina y El Caribe… nos encontramos ante el desafío de revitalizar nuestro modo de ser católico y nuestras opciones personales por el Señor, para que la fe cristiana arraigue más profundamente en el corazón de las personas y los pueblos latinoamericanos como acontecimiento fundante y encuentro vivificante con Cristo.

(DA, 13)

¿Qué le pide el Magisterio a las

parroquias?

el CONCILIO PLENARIO DE VENEZUELA:

considera la parroquia como una instancia de comunión y se le exhorta a renovarse para que sea comunidad de comunidades y ministerios y a establecer un tiempo para el primer anuncio misionero (CIV 94; CAT 112. 130; ICM 99. 178-186; ISMR 121-122).

el Documento de APARECIDA, llama a las parroquias

a ser casa y escuela de comunión, a renovarse, para que todos sus miembros se sientan y sean discípulos y misioneros de Jesucristo (DA 170. 172)

¿Qué podemos hacer para ayudar a

transformar nuestras

parroquias?

Propiciando el ENCUENTRO CON JESUCRISTO VIVO, ya que de este encuentro surgen como frutos la conversión y la apertura hacia el prójimo.

Otros medios de sensibilización (dependientes del anterior) son la animación y la formación de los agentes de pastoral (Cf. CVI, 71)

A todos nos toca RECOMENZAR DESDE CRISTO

SENSIBILIZAR A LOS AGENTES DE PASTORAL

“La Iglesia está llamada a reflejar la gloria del amor de Dios que, es

comunión, y así atraer a las personas y a los pueblos hacia Cristo. La Iglesia crece no por proselitismo sino “por ‘atracción’. (…) La Iglesia “atrae”

cuando vive en comunión,

pues los discípulos de Jesús serán reconocidos si se aman los unos a los otros como Él nos amó (cf. Rom. 12, 4-13; Jn. 13, 34; 17, 21-23)” (DA 159)

Encuentro con Cristo

Comunión

Misión

En esta búsqueda de orientación

para la sensibilización de

nuestros parroquianos se presenta el libro

“PARROQUIA MISIONERA”

El libro viene a ser una pequeña

síntesis de la teología

misionera concretada en la

comunidad parroquial

Trata de propiciar

EL ENCUENTRO

PERSONAL

COMUNITARIO CON CRISTO

Que estimule

Conversión personal y pastoral que nos piden

Cristo y su Iglesia

Por ese motivo, apuntamos hacia el ideal que nos ofrece la Sagrada Escritura:

“Eran constantes en escuchar la enseñanza de los apóstoles, en la unión fraterna, en partir el pan y en las oraciones. (…)Todos los creyentes vivían unidos y lo tenían todo en común; vendían las posesiones y haciendas, y las distribuían entre todos, según la necesidad de cada uno. (…) comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios y gozando del favor de todo el pueblo. El Señor añadía cada día al grupo a todos los que entraban por el camino de la salvación.” (Hch. 2, 42-47)

El libro se apoya en este ideal y en la respuesta de la Iglesia ante esta meta, manifestada en la Sagrada Tradición y el Magisterio. Por eso la especulación sólo trata de promover la reflexión personal y comunitaria, con el fin de que toda la comunidad parroquial sea iluminada en su realidad para que responda según sus posibilidades al llamado del Señor

“SOMOS LO QUE COMEMOS”

CAPITULO II: La comunidad se alimenta bien

CAPITULO III: La comunidad vive bien

CAPITULO IV: EL Señor otorga los frutos

El grueso de la reflexión se divide en tres partes:

 Capítulo II: La comunidad se alimenta bien: Comunión con Dios y con el prójimo (kerigma, catequesis, formación permanente, comunión y caridad, liturgia y espiritualidad)

Capítulo III: La comunidad vive bien: El Testimonio Evangélico (testimonio de caridad y comunión de bienes, comunión, cooperación misionera, responsables de la misión y el Espíritu Santo como protagonista de la misión)

Capítulo IV: El Señor otorga los frutos (misión ad gentes, opción por los pobres y promoción humana, la paz y la reconciliación, inculturación, contenido de la evangelización, encuentro con Jesucristo y confianza en Dios)

Finalmente,

El libro es sólo un abreboca que quiere dejar en los fieles por una parte, el gusto por la teología misionera y, por la otra, la inquietud por profundizar en el contenido de este texto.

TOMADO DE LA CONCLUSIÓN DEL LIBRO:

Los Hechos de los Apóstoles nos interpelan, el Magisterio de la Iglesia hace otro tanto. Sin embargo, no caigamos en la tentación del desánimo.

Nuestras parroquias están llamadas a trabajar en unidad para que el Evangelio de Cristo sea acogido por quienes todavía no conocen la Buena Noticia.

Todo esto lleva mucho tiempo. ¡No sucumbamos ante la tentación de

pretender cosechar los frutos inmediatos! Más bien trabajemos

día a día con espíritu de sembradores: eso es lo que somos

(…) No pretendamos la grandeza de nuestros planes y proyectos, no queramos imponerle nuestros

deseos a Dios, más bien seamos dóciles y obedientes al Espíritu

Santo. ¡¡Confiemos en Dios, Él no nos pide

imposibles!!