La Participación en Salud

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1 La Participación en Salud Vivir el derecho a la salud como un proceso democrático Jorge Luis Olivares 1 Introducción La participación constituye un derecho de todas las personas reconocido en la Constitución venezolana y en diversos pactos y tratados internacionales en materia de derechos humanos 2 . Hace referencia a la facultad de intervenir en todo proceso que afecte la vida privada, social y política, y como tal debe ser respetada, protegida y atendida por el Estado. La participación implica vivir en un contexto politico e institucional de libertades y de pluralidad, así como de garantías de pleno acceso a la información, a mecanismos para intervenir en la formulación, ejecución y evaluación de políticas; y a la plena disponibilidad de recursos administrativos y judiciales para proteger y defender derechos. En salud, la participación está explícitamente garantizada en la Constitución. Sea como destinatarios de políticas y medidas sanitarias o como sujetos activos de procesos individuales y sociales, la participación es un requisito indispensable en la salud, puesto que implica decisiones y acciones que pueden afectar directamente la vida de las personas. Desde la ubicación de una fábrica y la seguridad de las actividades económicas, hasta el acceso a fuentes de agua y de alimentos, las condiciones de vivienda, el control y la atención médica desde el embarazo y a lo largo de los años, los hábitos personales, así como los valores, creencias y normas sociales y culturales son algunos aspectos determinantes de la salud, sobre los cuales ninguna persona puede estar exenta o impedida de conocimiento, decisión y acción. De esta manera, todas las personas deben poseer libertad y efectivos medios para participar en los asuntos de salud, y principalmente las comunidades, los usuarios, los profesionales y trabajadores de la salud. A pesar de existir un amplio marco normativo en Venezuela favorable a la participación en salud, es todavía muy débil su ejercicio. Entre otras razones, porque hasta el presente no se ha creado una arquitectura institucional para que estos sujetos participen efectivamente en las decisiones públicas locales, nacionales e internacionales; porque son graves las restricciones de acceso a la información; y porque las organizaciones e instancias creadas han sido desviadas de su función y sometidas al control de factores de concentración de poder provenientes del Estado. 1 Politólogo, con Diploma de Postítulo en Derechos Humanos y Procesos de Democratización de la Universidad de Chile, cursa estudios en la Maestría en Gerencia de Programas Sociales de la UCAB. Promotor de la Iniciativa Venezolana Contra la Discriminación.Este documento también recibió aportes de María Esperanza Hermida. Coordinadora del Programa de Exigibilidad de Derechos Humanos de Provea. 2 Declaración Universal de Derechos Humanos, Art. 21; Pacto de Derechos Civiles y Políticos, Art. 25; Declaración sobre el Derecho al Desarrollo, Art. 8; Declaración sobre el Progreso y el Desarrollo en lo Social, Art. 5; Convención Americana de Derechos Humanos, Art. 14.

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La Participación en Salud Vivir el derecho a la salud como un proceso democrático 

Jorge Luis Olivares1 

Introducción 

La  participación  constituye  un  derecho  de  todas  las  personas  reconocido  en  la Constitución venezolana y en diversos pactos y tratados internacionales en materia de derechos humanos2. Hace referencia a la facultad de intervenir en todo proceso que afecte la vida privada, social y política, y como tal debe ser respetada, protegida y  atendida por  el  Estado.  La  participación  implica  vivir  en un  contexto politico  e institucional de libertades y de pluralidad, así como de garantías de pleno acceso a la  información,  a  mecanismos  para  intervenir  en  la  formulación,  ejecución  y evaluación de políticas;  y  a  la  plena disponibilidad de  recursos  administrativos y judiciales para proteger y defender derechos. 

En  salud,  la  participación  está  explícitamente  garantizada  en  la  Constitución.  Sea como  destinatarios  de  políticas  y  medidas  sanitarias  o  como  sujetos  activos  de procesos individuales y sociales, la participación es un requisito indispensable en la salud, puesto que implica decisiones y acciones que pueden afectar directamente la vida  de  las  personas.  Desde  la  ubicación  de  una  fábrica  y  la  seguridad  de  las actividades  económicas,  hasta  el  acceso  a  fuentes  de  agua  y  de  alimentos,  las condiciones de vivienda, el control y  la atención médica desde  el embarazo y a  lo largo de los años, los hábitos personales, así como los valores, creencias y normas sociales  y  culturales  son  algunos  aspectos  determinantes  de  la  salud,  sobre  los cuales ninguna persona puede estar exenta o impedida de conocimiento, decisión y acción. 

De esta manera, todas las personas deben poseer libertad y efectivos medios para participar en los asuntos de salud, y principalmente las comunidades, los usuarios, los  profesionales  y  trabajadores  de  la  salud.  A  pesar  de  existir  un  amplio marco normativo en Venezuela favorable a la participación en salud, es todavía muy débil su  ejercicio.  Entre  otras  razones,  porque  hasta  el  presente  no  se  ha  creado  una arquitectura  institucional  para  que  estos  sujetos  participen  efectivamente  en  las decisiones  públicas  locales,  nacionales  e  internacionales;  porque  son  graves  las restricciones de acceso a  la  información; y porque  las organizaciones e  instancias creadas  han  sido  desviadas  de  su  función  y  sometidas  al  control  de  factores  de concentración de poder provenientes del Estado.                                                                              1 Politólogo, con Diploma de Postítulo en Derechos Humanos y Procesos de Democratización de la Universidad de Chile, cursa estudios en la Maestría en Gerencia de Programas Sociales de la UCAB. Promotor de la Iniciativa Venezolana Contra la Discriminación.Este documento también recibió aportes de María Esperanza Hermida. Coordinadora del Programa de Exigibilidad de Derechos Humanos de Provea. 2 Declaración Universal de Derechos Humanos, Art. 21; Pacto de Derechos Civiles y Políticos, Art. 25; Declaración sobre el Derecho al Desarrollo, Art. 8; Declaración sobre el Progreso y el Desarrollo en lo Social, Art. 5; Convención Americana de Derechos Humanos, Art. 14. 

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La participación en el derecho a la salud 

Diversos  instrumentos  y  declaraciones  consagran  la participación como un principio fundamental del derecho a la  salud.  El  Comité  de  Derechos  Económicos,  Sociales  y  Culturales  de  Naciones Unidas  ha  expresado  en  sus  observaciones  generales  que  el  derecho  a  la  salud abarca  “la  participación  de  la  población  en  todo  el  proceso  de  adopción  de decisiones  sobre  las  cuestiones  relacionadas  con  la  salud  en  los  planos comunitarios, nacional e internacional”3.  

Esto supone, de acuerdo a las recomendaciones del Comité, la mejora y el fomento de la participación en la prestación de servicios médicos preventivos y curativos, la organización del sector salud, el sistema de seguros y, en particular, las decisiones políticas relativas al derecho a la salud4. Los Estados deben abstenerse de impedir la  participación  del  pueblo  en  los  asuntos  relacionados  con  la  salud5.  En  este sentido, “un factor integrante de toda política, programa o estrategia con miras al cumplimiento  de  las  obligaciones  gubernamentales  (…)  es  el  derecho  de  los particulares  y  grupos  a  participar  en  el  proceso  de  adopción  de  decisiones  que puedan afectar su desarrollo”6.  

La Declaración de Alma Ata (1978) referida a la Atención Primaria en Salud en su apartado IV expresa: “El pueblo tiene el derecho y el deber de participar individual y colectivamente en la planificación y aplicación de la atención en salud”, asimismo, la  Carta  de  Otawa  (1986)  estableció  que:  “La  promoción  de  salud  radica  en  la participación efectiva y concreta de  la comunidad…”, porque “La fuerza motriz de este  proceso  proviene  del  poder  real  de  las  comunidades,  de  la  posesión  y  del control que tengan sobre sus propios empeños y destinos”. Ello “requiere un total y constante acceso a la  información y a  la  instrucción sanitaria, así como a la ayuda financiera”.  

En el ámbito del derecho a  la salud,  la participación requiere  un  involucramiento activo y  constante de  los  individuos,  las  comunidades y  las organizaciones en  los procesos  que  van  desde  la  toma  de  decisiones,  hasta  la  ejecución  y  puesta  en práctica de políticas relacionadas con la salud, de conformidad a lo reconocido por el  Derecho  Internacional  de  los  Derechos  Humanos.  Esto  representa,  en  primer lugar, una garantía para hacer valer las obligaciones que corresponden al Estado y las  prioridades  que  éste  debe  atender  para  dar  respuesta  a  los  problemas  que puedan afectar o estén afectando el ejercicio, goce o disfrute del derecho a la salud. En segundo lugar,  la participación contribuye a  la generación de soluciones y a  la adopción de  compromisos y  acciones  relativas  a  la  práctica  y  la  promoción de  la salud.  

  

                                                        3 CDESC. Observación General N° 14, párrafo 11. 4 Idem. párrafo 17. 5 Idem. párrafo 34. 6 Idem. párrafo 54. 

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Garantías para ejercer el derecho a  la participación en salud 

En el caso venezolano, el derecho a la participación en salud se haya recogido en la Constitución Nacional en el artículo 83, “Todas las personas tienen  derecho  a  la  protección  de  la  salud,  así  como  el  deber  de  participar activamente en su promoción y defensa…” y en el artículo 84:  “Para garantizar el derecho  a  la  salud,  el  Estado  creará,  ejercerá  la  rectoría  y  gestionará  un  sistema público  nacional  de  salud,  de  carácter  intersectorial,  descentralizado  y participativo…”.  Su  garantía  también  está  contemplada  en  derechos constitucionales como el derecho al pleno desarrollo de  la personalidad y a  la no discriminación,  a  las  libertades  de  expresión  e  información,  de  reunion  y  de asociación, y a la justicia, para hacerlo valer ante el propio Estado y ante terceros. 

Pese  a  estar  consagrados  en  el  marco  jurídico  con  rango  constitucional,  en  la práctica se presentan grandes retrocesos o se carece de los mecanismos necesarios para hacer efectivo el derecho a la participación en salud. En primer lugar, porque hasta  la  fecha  no  se  ha  promulgado  una  Ley  Orgánica  de  Salud,  hecho  que  trae como consecuencia que los principios esbozados en la Constitución carezcan en la práctica de mecanismos efectivos para su cumplimiento. De acuerdo al diagnóstico de la Federación Médica Venezolana (FMV), el gobierno venezolano: 

…abortó en 2004 la aprobación del primer Proyecto de Ley Orgánica de Salud aprobado  en  2002,  instrumento  jurídico  indispensable  para  garantizar  el derecho a la salud, que había alcanzado suficiente consenso luego de más de 4 años de discusión  y no pudo avanzar mediante un  segundo proyecto de  ley, autoritario, centralizador y regresivo, lleno de contradicciones y errores7.  

Es de conocimiento público que existen varias versiones de Ley Orgánica de Salud. Sin embargo hasta  la  fecha,  la última versión del proyecto de  ley no se encuentra disponible en el sitio web de la Asamblea Nacional. También en este sentido, varias organizaciones  de  la  sociedad  civil  (Provea,  Accsi,  Acsol,  Convite  y  Fundación Reflejos) introdujeron en el año 2009 una demanda judicial por omisión legislativa en el derecho a la salud, que un año después fue admitida, sin ninguna acción hasta ahora  que  haya  reparado  la  falta8.  En  la  práctica,  esto  constituye  uno  de  los principales factores que vulnera el derecho a la participación en salud, ya que al no existir un marco legal que desarrolle los principios constitucionales, las personas y las organizaciones carecen de mecanismos y procedimientos efectivos para ejercer su derecho. 

En  segundo  lugar,  durante  los  últimos  años  se  ha  avanzado  en  el  país  en  la adopción de medidas que, por un lado, vulneran el derecho a la participación de las personas en el ámbito de la salud y por otro constituyen medidas regresivas para el ejercicio,  goce  y  disfrute  del  derecho.  Es  así  como  en  el  año  2008,  el  Ejecutivo 

                                                        7 Federación Médica Venezolana (2008). Diagnóstico del sector salud en Venezuela. Estudios de las enfermedades emergentes y remergentes, ponencia presentada en el marco de  la  LXIII Reunión Ordinaria de  la Asamblea, Punto Fijo.  P.31 Disponible  en  línea:  http://www.ovsalud.org/doc/ponencia‐central.pdf. Al  respecto véase. Provea (2011). Informe sobre la Situación de los Derechos Humanos en Venezuela, Cap. El Derecho a la Salud. 8 Al respecto véase. Provea (2011). Informe sobre la Situación de los Derechos Humanos en Venezuela, Cap. El Derecho a la Salud. 

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Nacional  ordenó  vía  decreto  la  recentralización  de  los sistemas de salud adscritos a la Gobernación de Miranda9 y  al  Distrito  Metropolitano  de  Caracas10  con  la  aparente intención de crear un Sistema Metropolitano de Salud11, sin efecto  hasta  el  día  de  hoy,  desconociéndose  el  carácter  concurrente  de  las competencias  en  materia  de  salud  y  de  un  Sistema  Público  Nacional  de  Salud descentralizado. Tal medida vulneró el derecho a la participación, porque el acceso a  instancias  de  efectiva  decisión  es  parte  de  una  arquitectura  institucional  que garantiza realmente a las personas y comunidades intervenir en normas y políticas. La descentralización reduce las distancias entre decisores y ciudadanos, tiene como base  la  autonomía  para  fijar  el  rumbo  de  las  decisiones  y  permite  que  los resultados tengan una mayor estabilidad, adecuación y continuidad en el tiempo.  

Por  otra  parte,  aunque  se  ha  legislado  en  materias  específicas  de  la  salud12,  la mayoría  de  los  proyectos  de  leyes  aprobados  no  han  sido  consultados  con  las comunidades y el personal de salud. Al respecto, la FMV ha expresado: 

“Lamentablemente,  la  promulgación  de  estas  leyes  no  ha  contado  con  la suficiente consulta con los especialistas en el área de la salud, y esto ha traído como  consecuencia  errores  de  interpretación  y  de  calificación  de  ciertas decisiones  y  actos médicos;  es  el  caso  de  los  actos  de  Violencia  Obstétrica, considerada en el artículo 51, del Capítulo VI, de  los delitos, de  la última  ley mencionada [Ley Orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia], donde enumera actos constitutivos de violencia relacionados con la atención de las emergencias obstétricas, la postura supina del parto, el apego presos  del  niño,  las  técnicas  de  aceleración  del  parto,  el  parto  mediante cesárea,  y  la aplicación de procedimiento diferentes a  los  establecidos  en  la Ley del Ejercicio de la Medicina vigente”13. 

Los sujetos de la participación en salud 

Las comunidades, los usuarios y sus organizaciones 

En  Venezuela,  la  participación  de  las  comunidades  en  la  salud  tiene  rango constitucional.  El  artículo  84,  establece  que  la  comunidad  organizada  tiene  el derecho  y  el  deber  de  participar  en  la  toma de  decisiones  sobre  la  planificación, ejecución  y  control  de  la  política  en  las  instituciones  públicas  de  salud.  Pero,  la participación  en  salud  no  es  un  asunto  nuevo.  Las  experiencias  de  participación comunitaria  en  salud  datan  de  los  años  setenta14,  cuando  comenzaron  a promoverse  las primeras iniciativas,  la mayoría de ellas auspiciadas por el propio Ministerio de Salud. 

                                                        9 Decreto 6.543 en Gaceta Oficial 39.072 de fecha 12 de diciembre de 2008. 10 Decreto 5.836 en Gaceta oficial 38.596 del 28 de enero de 2008 y Decreto 6201 en Gaceta Oficial 38.976 del 18 de julio de 2008. 11 Provea (2009). Situación del Derecho a la Salud en Venezuela en Informe Anual sobre la Situación de los Derechos Humanos, editado por Provea, Caracas, P. XIX. 12 Ley Orgánica de Prevención, Condiciones  y Medio Ambiente de Trabajo  (2006), Ley para  las Personas Discapacidad  (2007); Ley Orgánica para  la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (2007); Ley de Promoción y Protección de la Lactancia Materna (2007); Ley sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia (2007), Ley de la Actividad Aseguradora (2010), Ley de Transplante de Órganos (2011); Reforma a la Ley del Ejercicio de la Medicina (2011). 13 Federación Médica Venezolana (2008). Diagnóstico del sector salud en Venezuela. Estudios de las enfermedades emergentes y remergentes, ponencia presentada en el marco de la LXIII Reunión Ordinaria de la Asamblea, Punto Fijo. P.36 Disponible en línea: http://www.ovsalud.org/doc/ponencia‐central.pdf. 14  Sifontes,  Yaritza  (2007).  Elementos  para  la  participación  comunitaria  en  nutrición  en  Venezuela  en  Anales  Venezolanos  de  Nutrición  Vol  20(1),  Editado  por  la Fundación Bengoa, Caracas, Pp:33. 

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Sin  embargo,  “es en  los años 80  cuando por  iniciativa de las  direcciones  regionales  de  salud  se  inicia  la conformación de comités de salud, enmarcados dentro de la medicina comunitaria bajo  la Dirección de Bienestar Social y conformados por los distritos sanitarios”15.  

Estas  primeras  iniciativas  tenían  un  carácter  preventivo  y  de  apoyo  a  los  censos sanitarios o a las campañas de vacunación. Para los años 90, 

“…nuevamente  el Ministerio de  Salud  lideriza  la  conformación de  las  Juntas sociosanitarias  y  sociohospitalarias,  con  representantes  del  Ministerio,  las gobernaciones y de estructuras de la comunidad cuyo propósito era promover los aportes y controlar su uso adecuado”16. 

Entre el año 1994 y 1995 se crearon los Núcleos de Atención Primaria (NAPIS) y en estos, 

“…la  comunidad  se  organizaba,  participaba  en  la  obtención  del  local  y  los recursos  básicos  y  en  los  programas  de  salud;  la  atención  era  de  tipo preventivo­curativa con énfasis en el grupo materno infantil, la comunidad se reservaba  la potestad de  renovación de  la  contratación de personal  y debía vincularse aproximadamente a 2500 habitantes, su principal debilidad  fue  la falta de articulación con el resto de la red ambulatoria”17. 

En  el  año  2001,  el  Ministerio  de  Salud  contemplaba  relanzar  los  NAPIS  como modelo de atención primaria dentro de un proceso de reorganización del sistema público de salud. Pero,  la coyuntura electoral de  los años 2003‐2004 modificaron este propósito trayendo consigo la creación de la Misión Barrio Adentro en el año 2003  bajo  un modelo  de  atención  de  la medicina  cubana,  con  la  que  se  crearon 8.500 consultorios en casas de la comunidad, reapareciendo los Comités de Salud, pero desde la dirección de unos 14.000 médicos cubanos.  

Estos  Comités  fueron  adoptando  gran  cantidad  de  funciones:  apoyo  al  médico cubano  y  resguardo  de  los  puestos  o  consultorios,  censos  y  visitas  en  terreno, gestión de insumos y equipos ante las autoridades, y jornadas de prevención en las comunidades. 

“Los  comités  han  sido  hasta  el  presente  una  figura  de  participación cogestionada.  Se  crearon  para  el  apoyo  a  las  actividades  del  consultorio  y fueron formalizados por el Ministerio de Salud como contrapartes nacionales en la gestión de los centros” 18. 

“…integrados  en  su mayoría por mujeres,  fueron  organizados  y  capacitados por  los médicos/as  cubanos/as  (…). Muchas de  estas mujeres  ya  tienen una 

                                                        15 Ídem. 16 Ídem. 17 Ídem. 18  Convite  (2007).  Informe  sobre  el Derecho  a  la  Salud  en Venezuela  2007:  Situación  del Derecho  a  la  Atención  Sanitaria,  editado  por  la  Asociación  Civil  Convite, Caracas, P: 118. 

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larga  historia  de  trabajo  comunitario.  Las mujeres  de los  Comités  de  Salud  participan  también  en  otras misiones,  por  ejemplo,  se  encargan  de  los  comedores populares o boticas populares de la Misión Mercal; estudian o  dan  clases  en  las Misiones Robinson  II  y Ribas. También  participan  o  son miembros de organizaciones  sociales  como  los Comité de Tierras Urbanas  y Mesas  técnicas  de  Agua  o  de  organizaciones  políticas  como  los  Círculos Bolivarianos  o  las  Unidades  de  Batalla  Endógena  (UBE).  Incluso,  algunas trabajan en actividades sociales y comunitarias dentro de organismos públicos regionales o  locales. La  instalación, habilitación y gestión de  los consultorios ha implicado enormes esfuerzos e inversion de energías para estas mujeres…” 19.  

Cuando los consultorios dejaron de funcionar en casas de la comunidad y pasaron a ser módulos, y además bajaron  las visitas de  terreno, el nivel  de participación de los  Comités  de  Salud  disminuyó  e  incluso  muchos  desaparecieron.  Perdieron  la mayoría  de  sus  miembros  y  los  que  continuaron  asumieron  progresivamente funciones  públicas,  al  punto  que  llegaron  a  estar  bajo  una  relación  directa  de autoridad  con  el  Ministerio  de  Salud  que  estableció  normas  para  su  registro  y comportamiento, dictó programas de capacitación y carnetizó a sus integrantes. Un 65%  de  los  consultorios  en  casas  no  se  convirtieron  en  módulos  por  diversas razones  (inexistencia  de  terrenos  aptos  para  la  construcción,  falta  de  recursos  e inseguridad).  En  el  2009,  el  Presidente  de  la  República  admitió  que  50%  de  los módulos  de  Barrio  Adentro  estaban  “abandonados”  y  que  otro  25%  trabajaba  a medio turno20.  

Hasta  la  fecha no  existen datos  actualizados  de  cuántos  Comités  de  Salud  siguen activos y cuántos se han desmembrado, mucho menos hay estudios  que midan el impacto de su acción en el  fortalecimiento del Sistema Público Nacional de Salud. En un estudio realizado por el Observatorio Comunitario por el Derecho a la Salud en  11  comunidades  de  4  estados  del  país  durante  los  años  2006  y  2007,  se encontró  que  33%  de  las  personas  entrevistadas  había  prticipado  en  alguna organización  comunitaria  vinculada  a  la  salud  y,  de  las  solicitudes  hechas  a  las autoridades,  apenas  22%  había  sido  respondida21.  Las  fallas  de  los  Comités  de Salud detectadas en este estudio fueron: 

1. Su constitución como única forma de organización comunitaria válida para tratar  los  asuntos  de  salud,  delante  de  las  autoridades  y  las  propias comunidades. 

2. La transferencia a sus integrantes de responsabilidades públicas de las que deben  encargarse  las  autoridades  locales  o  el  Ministerio,  debido  al impedimento que tienen estos organismos para interferir en la actividad del personal cubano dentro de los consultorios. 

                                                        19  ILDIS (2006). Las Misiones Sociales: una aproximación a su análisis y comprensión. Caracas, P: 128. 20  Chávez  declaró  en  emergencia  la  salud  en  Venezuela.  El  Universal,  20/09/09.  En:  http://www.eluniversal.com/2009/09/20/pol_art_chavez‐declaro‐en‐em_1574464.shtml 21 Convite (2007). P: 118‐119. 

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3. La  dedicación  diaria  e  intensiva  de  los/as voluntarios/as  a  las  actividades  del  consultorio, sin  ninguna  retribución  establecida  ni  facultades para tomar decisiones.  

La experiencia de estas figuras muestra que la participación se debilita cuando es convocada e inducida desde el Estado con fines instrumentales, es decir, cuando el esfuerzo voluntario es usado para cubrir deficiencias institucionales existentes que termina  siendo  un  medio  para  ejercer  control  sobre  las  iniciativas  y  prácticas comunitarias  y  deja  estrecho  margen  de  autonomía  a  la  deliberación  sobre problemas  y  soluciones,  y  a  las  exigencias  ante  el  Estado.  Teniendo  estas características,  los  resultados  indican  que  la  manera  en  que  se  ha  manejado  la participación  limita  la  práctica  del  derecho  y  las  oportunidades  para  desarrollar experiencias reales de incidencia en las decisiones.  

Con  la  creación  de  los  Consejos  Comunales  en  el  2006,  las  actividades  que realizaban  los Comités de Salud  fueron practicamente absorbidas por voceros de salud de estos Consejos22. A fines de 2008, el Ministerio de Salud presentó el Plan Nacional  de  Salud  2009‐2013  elaborado  bajo  los  lineamientos  del  Primer  Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007‐2013. En dicho plan, los Comités de Salud volvieron a aparecer con el objetivo de conformar una “Red Comunal”  al  interior  de  Áreas  de  Salud  Integral  Comunitaria  (ASIC)  –unidades territoriales  de  salud  pública‐  constituidas  por  centros  asistenciales  de  Barrio Adentro, que hasta ahora no ha llegado a constituirse. 

Respecto a los usuarios, son inexistentes las instancias para su participación en las decisiones públicas referidas a servicios de salud. Por el contrario, los usuarios en Venezuela  han  constituido  sus  propias  organizaciones  y  han  sido  principales canales  de  voz  y  de  movilización  ciudadana  para  la  influencia  en  decisiones públicas.  Destacan  en  este  sentido,  las  organizaciones  de  personas  afectadas  por problemas crónicos, en especial VIH/Sida y Cáncer, cuya acción en las décadas de los noventa y dos mil, lograron sentencias judiciales a favor del derecho a la salud y el  enfrentamiento  de  severas  crisis  del  sistema  público  en  lo  que  respecta  al suministro de medicamentos23. A pesar del esfuerzo de estas organizaciones y del conocimiento  que  tienen  sobre  la  realidad  de  las  personas  afectadas,  todavía  no existen mecanismos para su participación en políticas y medidas relacionadas con ellas24. 

 “La participación de  los ciudadanos en  la salud ha avanzado poco, más allá del  discurso  oficial,  encuentra  serios  obstáculos  en  su  libre  organización,  se encuentra cada vez más tutelada y dependiente política y financieramente del 

                                                        22 Ley de los Consejos Comunales, Artículo 9. 23  Al  respecto  ver  las  experiencias  de  más  de  90  organizaciones  de  VIH/Sida  y  los  esfuerzos  de  la  Coalición  CODEVIDA  en  Informe  sobre  el  Derecho  a  la  No Discriminación por VIH, elaborado en 8 estados del país por Acción Solidaria y  la organizaciones Aciva, Agvid, Amavida, Fundación Gran Familia de la Salud, Mavid, Proyecto de Vida y Stop VIH. 24 De acuerdo a denuncias realizadas por organizaciones no gubernamentales, durante  la elaboración del Plan Estratégico Nacional en materia de VIH‐SIDA (2012‐2015) fueron pocas las organizaciones convocadas por el Ministerio de Salud “[…] de 90 organizaciones de base comunitaria y organizaciones gubernamentales que existen, tan sólo fueron convocadas dos por la red, las cuales a su vez están integradas por las asociaciones regionales. De esta forma, se limitan los aportes que puedan dar todos los involucrados, al ser ellos quienes conocen de cerca las necesidades existentes en sus localidades y los riesgos que padecen los pacientes que asisten, de acuerdo  a  la  zona  en  la  que  viven”  Vid.  Denuncian  exclusión  en  plan  nacional  de  VIH  [Documento  en  PDF]  Disponible  en :http://www.contextotmt.net/base/sanitasvenezuela/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=12261 

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Poder  Ejecutivo  y  de  sus  intereses  ideológicos  y proselitistas.  Razón  esta  que  desvía  la  misión  de  la participación ciudadana cuyo objetivo debe  ser  la  salud de las personas, de las familias y de las comunidades”25.  

Los sindicatos de salud

Entre los derechos laborales de trabajadores públicos y privados consagrados en la Constitución y suscritos en Convenios Internacionales, de carácter irrenunciable y progresivos, se encuentran el derecho a la sindicalización, sin previa autorización, la libertad de afiliarse o no a organizaciones sindicales, la no discriminación por ningún motivo y la libertad de pensamiento. De ello depende en buena medida los derechos a la contratación colectiva, la realización de asambleas, la huelga y la autonomía, con la finalidad de obtener la mejor defensa de sus reivindicaciones e intereses en material de salario y prestaciones sociales, jornadas de trabajo, seguridad laboral y seguridad social, entre otros26.

En este sentido, debe rechazarse todo intento de aminorar o menoscabar la libertad sindical, la que comprende: constituirse y escoger libremente a sus representantes, organizar su administración y actividades, formular su programa de acciones y no estar sujetas a intervención, suspensión o disolución administrative por parte de patronos o del Estado. El Convenio 87 de la OIT, ratificado por Venezuela en 1982, establece que “…las autoridades públicas deberán abstenerse de toda intervención que tienda a limitar ese derecho o a entorpecer su ejercicio legal. El soporte de este convenio internacional obliga a las autoridades públicas a mantenerse al margen del sistema organizativo sindical…”27.

En Venezuela, sin embargo, la tasa de sindicalización ha disminuido sustancialmente a menos de un 10% sobre un universo de 13 millones de trabajadores y trabajadoras integrantes de la población económicamente activa (PEA), al tiempo que se ha mantenido en la última década, por encima del 50%, el segmento de personas laborando en el denominado sector informal de la economía28. Esta situación del mercado laboral, ha incidido en la tendencia a la baja en la afiliación sindical, pero no es la única razón.

De acuerdo a las cifras del Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos (PROVEA), en la actualidad “…La mayor parte de la PEA del 2011 se encuentra ocupada. De acuerdo con el INE, 12.040.363 personas realizan alguna labor, mientras que 1.092.886 venezolanos se encuentran fuera del mercado laboral. En agosto de 2011, el desempleo se ubicó en 8,3%, de modo que se evidenció una disminución de la tasa de desempleo, considerando que en el mismo mes de 2010 alcanzaba a 9,6%, tras dos años de subida. El repunte a 9,6% en el octavo mes del 2010 significó el nivel máximo en cuatro años.

                                                        25 Sitio web de la Red de Sociedades Científicas Médicas. En: http://www.rscmv.org.ve/index.aspx 26 Perdomo, Juan Rafael. Panorama Actual del Derecho Colectivo del Trabajo en la república Bolivariana de Venezuela. Trabajo presentado ante la International Society for Labour Law and Social Securiti, Estocolmo, 4‐6 Septiembre 2002. 27 Ibid. 28 Según cifra de PROVEA en su Informe Annual 2004‐2005, Capítulo Derechos Laborales …”El sector formal de la economía continuó siendo el principal empleador, llegando a 53,2% de la PEA en julio de 2005, mientras que en el período 2004‐2005 se ubicó en 51,3% Sin embargo, el anterior dato debe ser contrastado con el tipo de sector empleador, donde encontramos que para julio de 2005 el sector público vinculaba al 15,7% de la PEA, mientras que para julio de 2005, vinculaba al 17,3%; es decir, hubo un aumento en la nómina del sector público de 1,6%, mientras que en el sector privado la tendencia fue contraria: para septiembre del 2004, empleaba al 84,3% mientras que para julio de 2005, empleaba el 82,7% , lo cual representa una variación negativa de 1,6%. 

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Provea también señala que “El INE indicó en su reporte mensual que la tasa de desempleo de los jóvenes entre 15 y 24 años de edad cerró en 20,2% para ese mes, el nivel más alto de los últimos cinco años”29. El 2011 inició con un repunte del desempleo que se ubicó para enero en 10,4%. A partir de febrero, los niveles de desocupación se han mantenido levemente por encima del 8%. Para agosto de 2011, de cada 12 personas empleadas, 7 eran hombres y 4 mujeres30. Según el INE, la población ocupada en el sector formal31 en agosto de 2011 fue de 6.764.515 personas (56,2%) mientras que en el mismo mes de 2010 alcanzó las 6.762.769 personas (56,6%), de modo que hubo mayor inserción en el sector formal de la economía.

Esto no impidió el incremento de la economía informal, pues la población ocupada en el sector informal aumentó32. En agosto de 2011, eran 5.275.848 personas (43,8%). En el mismo mes del 2010, fue de 5.181.553 personas (43,4%), de modo que hubo un incremento de 94 mil 295 venezolanos en la informalidad. Dentro de las categorías del sector informal, destaca el aumento de los trabajadores informales en las categorías de trabajadores por cuenta propia no profesionales, y patrones o empleadores. Entre agosto de 2000 e igual mes de 2010, la nómina del sector público se incrementó 79,2%, de modo que 1.024.595 trabajadores ingresaron al aparato estatal33. En contraste, la nómina del sector privado creció 27,5%34.

Analizando el contexto socio político donde se movilizan las cifras de las personas que trabajan en el país, resalta que en la última década, los sindicatos han sido las organizaciones sociales más golpeadas por la ingerencia del Estado y la violación de las libertades sindicales y los derechos de contratación colectiva, además de las prácticas discriminatorias y de la violencia. Más del 40% de las protestas en Venezuela provienen del sector de los trabajadores en defensa de sus derechos.

Las tasas más elevadas de sindicalización están en el sector público, que representa 20% de los ocupados, dado que allí es donde hay mayor número de trabajadores con empleos formales, aunque en la última década creció significativamente la tercerización. Es también en el sector público donde se observa mayor conflictividad y debilidad sindical. Aunque en estos ultimos años se duplicaron los sindicatos en el país, algunos de sus dirigentes expresan que esto no significa mayor número de trabajadores sindicalizados, sino una mayor división sindical debido a las políticas de control obrero practicadas por el Estado35.

“La división del movimiento obrero beneficia a los enemigos del trabajador y de sus derechos (…) la lucha por la vigencia de la libertad sindical debe centrarse en la unidad de sus trabajadores (…). Quienes más conocen del proceso

                                                        29 Suhelis Tejero Puntes : Desempleo alcanzó nivel máximo en cuatro años al cerrar en 9,6%. El Universal. 07.10.10. 30 «La disminución de la desocupación desde el punto de vista del género fue generalizado, la tasa de desempleo femenino pasó de 11,2 por ciento en el año 2010, a 10,1 por ciento en el año 2011, lo que equivale a una disminución de 1,1 puntos porcentuales, en tanto que el desempleo masculino pasó de 8,5 por ciento en el año  2010, a 7,2 por ciento en el año 2011, disminuyendo 1,3 puntos porcentuales, indica el proyecto de Ley de presupuesto 2012. 31 Según el INE, se considera que una persona está ocupada en el sector formal cuando labora en empresas que tienen cinco personas empleadas o más, tanto del sector público como del sector privado. También se incluye a los trabajadores por cuenta propia profesionales universitarios. 32 De acuerdo con el  INE,  los  trabajadores del sector informal son aquellas personas que laboran en empresas con menos de cinco personas empleadas (incluido el patrono), servicio doméstico, trabajadores por cuenta propia no profesionales (tales como vendedores, artesanos, conductores, pintores, carpinteros, buhoneros, etc.) y ayudantes o auxiliares que no son remunerados y que trabajan 15 horas o más semanalmente. 33 Suhelis Tejero Puntes: Nómina estatal se ha abultado 79% en la última década. El Universal. 10.10.10. 34 Informe PROVEA 2010 – 2011 Capítulo Derechos Laborales. 35 Tal Cual. Desorganización Sindical. Patricia Torres Uribe y Alejandro Hinds. Economía Lunes 02 de Mayo de 2005. 

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productivo son los técnicos, los trabajadores (…). Ahora bien, esta cooperación sólo se obtiene en un clima de confianza, de libertad, de unidad, un clima no discriminatorio. Ahora se utiliza el conflicto como medio político de cambio extraconstitucional. (…). La ingerencia de factores extraños a la organización sindical ha desvirtuado por completo, en algunos casos, la función o el papel de los Sindicatos y es por esto que no han desarrollado una política propia…”36.

“La clase trabajadora venezolana, su movimiento sindical, se encuentra atomizado, disperso, desarticulado, disminuido en fuerzas, es decir en su peor crisis política. (…). Luego de los eventos de desestabilización del 2002-2003 (…) se crea la UNT (Unión Nacional de Trabajadores/as). ¿Como se conforma esta central? En primer lugar no es una idea que sale de las bases del movimiento obrero sino que es el gobierno quien hace este planteamiento (…). En segundo lugar, esta central (UNT) nace igual que la CTV, es decir bajo la sombra de un sistema político en desarrollo que busca alinear toda expresión organizada de las masas bajo sus interés o proyecto político de país (…) y lo más lamentable es que ha venido perdiendo el carácter clasista y revolucionario”37.

“…se repite en cada informe: la fragmentación de los sindicatos, la pérdida de autonomía y la crisis de liderazgo: tales características facilitan las agresiones y vulneraciones a los derechos colectivos de los trabajadores por parte de patrones públicos y privados, mientras se prioriza el debate ideológico… ”; “…el diálogo social en el terreno de los derechos laborales se ha reducido a la canalización de los reclamos vía organización sindical vinculada al partido de gobierno (PSUV), aunque estos sindicatos ni siquiera son consultados a la hora de fijar el salario mínimo o emitirse disposición del Ejecutivo Nacional que toque los intereses de la masa trabajadora” 38.

Esta situación se expresa igualmente en los sindicatos de la salud. Los trabajadores de la salud, que suman unos 400.000, no discuten su convención colectiva desde 1992, por lo menos en el caso de los obreros agrupados en FETRA-SALUD. En el resto de los segmentos laborales del sector, tales como Médicos, Enfermeras, Técnicos Radiólogos y Empleados Administrativos adscritos al Ministerio del ramo, tienen más de 10 años sin discutir contrato colectivo. Tampoco en el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) se ha cumplido con los derechos laborales en materia de negociación contractual colectiva de condiciones de trabajo. De acuerdo con la dirigencia sindical del sector, las normativas laborales y actas convenios que se han acordado, sólo contemplan esquemas de nivelación salarial que equiparan las remuneraciones más bajas a los montos que por concepto de salario mínimo han venido siendo incrementados por el Ejecutivo Nacional, pero no se han establecido reivindicaciones nuevas ni mejoras sustanciales a las condiciones de trabajo.

                                                        36 Idem. 37 Sandy Martínez / Johan Rivas CSR – CIT Venezuela ¿Como se encuentra el Movimiento Sindical en Venezuela hoy?. 10 Años De Revolución Bolivariana. 12/03/09. En: http://www.aporrea.org/trabajadores/a74116.html 38 Provea. 2010. Pág. 117. 

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La Federación Nacional de Trabajadores del Sector Público (FENTRASEP), dirigida por Franklin Rondón, adscrita a la central sindical oficialistas UNT y ahora nucleado en la también oficialista Central Socialista de Trabajadores (CSTT), ha pretendido extender al sector salud las especificaciones contenidas en el denominado “contrato marco de la administración pública nacional”, suscrito en el año 2002 y reconducido en el año 2006. No obstante, ni siquiera el Ministerio del Trabajo y menos aún el de Salud, ha autorizado la extensión de este contrato colectivo para beneficiar con sus condiciones favorables a los trabajadores y trababajadoras de la salud. Así se evidencia de manera más reciente cuando en el mes de noviembre de 2011, diversas organizaciones laborales del sector salud consignaron junto con la corriente sindical oficialista organizada al seno de la UNT dirigida por Marcela Máspero, otro proyecto de “contrato marco” con el objetivo de cubrir a todos los trabajadores sin excepción, incluyendo fijos y contratados, de entes centralizados y descentralizados, y los de Barrio Adentro39. Las razones de haber llegado a esta situación han sido expresadas de la siguiente manera:

“Compañeros y Compañeras Trabajadores(as) del Sector Salud y de Administración Publica en General, nuestro país atraviesa actualmente por una situación política altamente compleja y complicada. La actual polarización política, nos coloca en una trampa y nos alinea en dos (2) bandos políticos en disputa (…). De allí la necesidad de organizarnos independiente de los patrones, y burócratas, para hacer valer nuestros derechos, los cuales vienen siendo violados descaradamente por las instituciones gubernamentales de salud (INN, IVSS, INAGER, IPASME, BARRIO ADENTRO): tercerizando la mano de obra de los(as) trabajadores(as), despidos injustificados, congelando la discusión de la normativa laboral, cancelando las prestaciones sociales de los trabajadores cuando a ellos mejor les parezca, acosando y criminalizando políticamente y judicialmente a los que intenta levantar su voz de protesta…”40.

“Los trabajadores de la salud, son victimas de una estructura tremendamente antidemocrática y piramidal, sufren un maltrato histórico reflejado en condiciones socioeconómicas miserables (…)”. (Existe) Imposibilidad de que los trabajadores de la salud participen como actores de los procesos institucionales y políticos con propósitos transformadores, por que dichas instituciones no son permeables a recibir las opiniones de estos (…). El surgimiento de “nuevas” estructuras sindicales “bolivarianas” creo algunas expectativas, pero las mismas terminaron sucumbiendo (…). Los principales signos de descomposición de este sindicalismo son: clientelismo, subordinación a la patronal (al punto de que su presidente es un patrón de la salud); obtención de prebendas y beneficios para los “lideres” sindicales, burocratismo y corrupción sindical41.

                                                        39  Prensa  UNETE  –  CTR.  Sindicatos  de  salud  consignan  ante  el  Ministerio  del  Trabajo  proyecto  de  contrato  marco.  13/11/11.  En: http://www.aporrea.org/trabajadores/n192781.html 40  Socialismo Revolucionario‐Venezuela.  SR, Periódico  “A Luchar”, Comité Por Una  Internacional de  los Trabajadores. CIT. Organicémonos  en un Frente Amplio de Trabajadores y Trabajadoras de la Salud. Junio, 2011. En: http://sectorsaludvenezuela.blogspot.com/2011/06/organicemonos‐en‐un‐frente‐amplio‐de.html 41 Sirtrasalud Dtto.Capital. Algunas consideraciones sobre la actual problemática de salud. 21/10/09. Ponencia presentada en el evento “La Salud desde la perspectiva de las Trabajadoras y Trabajadores”. En: http://www.aporrea.org/trabajadores/a88483.html 

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Entre las principales peticiones que han hecho los sindicatos y trabajadores de la salud se encuentran:

1. La democratización de las organizaciones sindicales a través de elecciones democráticas, autónomas e independientes de la intervención gubernamental.

2. Un proyecto de contrato colectivo digno, discutido desde las bases en asamblea de trabajadores, que refleje las necesidades socio-reivindicativas de los trabajadores.

3. Cese de despidos y reenganche de todos los trabajadores despedidos, así como detener la política de terciarización y pagar las prestaciones sociales a todos los jubilados.

4. Participar en las decisiones y en la constitución del Sistema Público Nacional de Salud, además de ejercer contraloría social para acabar con la corrupción, el burocratismo, la ineficacia, la ineficiencia, el clientelismo, la manipulación y el desvío de fondos.

5. Solidaridad y unidad en las luchas, contando con el apoyo y respaldo de trabajadores, estudiantes de medicina y comunidades.

Los gremios de la salud

La crisis de los sindicatos en salud tiene su origen en el denominado referendum sindical del año 2000, ordenado por el Ejecutivo Nacional argumentando la relegitimación de las autoridades gremiales y sindicales del país. De esta forma FETRASALUD, los sindicatos de empleados (profesionales y técnicos) del IVSS y del Ministerio de Salud, así como las Federaciones de Colegios Profesionales de Enfermeras y de Médicos que discutían actas convenio y contrataciones colectivas, fueron progresivamente desmantelados y debilitados organizativamente. La mayoría de las organizaciones laborales del sector solicitaron la autorización respectiva ante el CNE y realizaron oportunamente las correspondientes elecciones de sus autoridades, sin lograr obtener del ente rector del Poder Electoral el reconocimiento requerido por el Ministerio del Trabajo y contar con la cualidad necesaria para negociar y convenir condiciones colectivas de trabajo para sus afiliados y afiliadas. Esta situación conllevó al desconocimiento gubernamental hacia estas organizaciones (algunas con más de 70 años de fundación en el país). Tal desplazamiento de la clase trabajadora organizada ha socavado la posibilidad de ejercer su derecho a participar en los asuntos de salud de la población venezolana y a discutir las condiciones de trabajo del personal sanitario.

En la Queja ejercida contra la República Bolivariana de Venezuela, reseñada en el 348º Informe del Comité de Libertad Sindical de la Organización Internacional del Trabajo, se evidencia la violación a la libertad sindical en el sector salud, instrumentada a través de la revocatoria de permisos sindicales a miembros del Sindicato Único Nacional de Empleados Públicos, Profesionales, Técnicos y Administrativos del Ministerio de Salud y Desarrollo Social (Sunep-SAS), así como la suspensión de salarios y la apertura de procedimientos a algunos de los integrantes de su Junta Directiva. El Comité de Libertad

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Sindical de la OIT destacó la gravedad de los alegatos planteados por la Orgaización sindical y conminó al Gobierno a poner fin “a los actos de discriminación en contra de Sunep-SAS y sus dirigentes y que garantice sus derechos a permisos sindicales, a negociar colectivamente, a no verse privado de sus locales sindicales y a que sus dirigentes no sean despedidos o perjudicados por razones vinculadas al ejercicio de los derechos sindicales”42. Esta recomendación del organismo internacional, no fue acatada por el Estado venezolano, lo que trajo como consecuencia que los trabajadores y trabajadoras del sector continúen sin contratación colectiva, su organización sindical desmantelada y sus condiciones laborales en una grave situación de incumplimiento a las normas mínimas en materia laboral, agravadas por el consabido riesgo biológico que comportan algunas operaciones en diferentes puesto de trabajo. Por su parte, el gremio de Profesionales de la Enfermería, cuya Federación de Colegios ha sufrido los embates del desconocimiento institucional del Ministerio del Poder Popular para la Salud, como consecuencia de la intervención del CNE en la legitimación de sus autoridades por una parte, y por la otra, debido a la más absoluta indolencia frente a las características de las remuneraciones percibidas. Las acciones de reclamo alcanzaron en el año 2011 uno de sus límites más dramáticos, al presentarse de manera generalizada una huelga de hambre nacional combinada con acciones colectivas de paralización de actividades en diversos Hospitales del país, al tiempo que se implementó el doloroso mecanismo de la denominada “huelga de sangre”. Más de 20 días trascurrieron para que la Ministra de Salud se pronuciara sobre el conflicto. Sin embargo su opinión, aparte de tardía, fue igualmente descalificadora de las motivaciones del gremio para implementar las acciones colectivas de protesta y movilización. Un decreto presidencial, dictado en las cercanías del 1 de Mayo de 2011, elevando el monto del salario básico de las enfermeras y enfermeros del país, fue el mecanismo del Ejecutivo Nacional para alcanzar el cese de la huelga. No obstante, el reconocimiento a los Colegios de Enfermeras y a la Federación de Colegios de Enfermeras de Venezuela sigue pendiente, como también está por el momento pospuesta la posibilidad de discutir una convención colectiva en el sector. En el caso de los 23.000 médicos que ejercen la profesión en servicios públicos de salud, no hay discusión formal de la contratación colectiva desde el año 2003, manteniéndose congeladas las condiciones de trabajo desde entonces. En aquella oportunidad el convenio colectivo de trabajo estuvo precedido de una importante huelga que logró finalmente que el Estado aprobara incrementos salariales. La imposibilidad de ajustar salarios y condiciones laborales periódicamente a través del mecanismo de la contratación colectiva, ha contribuido durante los últimos años, al éxodo o migración de aproximadamente 30% de estos profesionales de la salud hacia el sector privado o al exterior. La razón fundamental para este estancamiento laboral es el desconocimiento a la Federación Médica Venezolana como interlocutor en el sector, bajo el argumento de que sus autoridades se encuentran en “mora electoral” (no se han efectuado los comicios). Sin embargo, el CNE obstruye el libre y democrático ejercicio de la agremiación y del sindicalismo de los médicos. Esta situación generó en el año 2005 la

                                                        42 Provea, Informe Anual 2007‐2008 Capítulo Derechos Laborales 

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Queja No. 2.428 por violación del derecho a la contratación colectiva, ejercida ante el Comité de Libertad Sindical de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) por parte de la Federación Médica Venezolana contra la República Bolivariana de Venezuela. “El Comité recomendó al Gobierno que “mientras no se modifique la ley de ejercicio de la medicina, promueva la negociación colectiva entre la Federación Médica Venezolana y los colegios médicos con los entes empleadores del sector médico, incluidos el Ministerio de Salud y Desarrollo Social, el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales y el Instituto de Previsión y Asistencia para el personal del Ministerio de Educación”43 Sin embargo, esta recomendación tampoco fue acatada por el Esado venezolano y los médicos permanecieron sin contratación colectiva. La realidad sindical y gremial del sector sanitario, caracterizada en la actualidad por la nula incidencia de las organizaciones que históricamente desarrollaban peticiones, discutían condiciones colectivas de trabajo y se involucraban en la evaluación de los aciertos y limitaciones del servicio de salud, imposibilita la participación democrática de los trabajadores y trabajadoras en la contraloría social y limita de manera fundamental la factibilidad de presentar propuestas vinculadas a elevar la calidad del servicio prestado a la población de usuarios y usuarias. La FMV ha expresado que la ingerencia ideológica y las prácticas discriminatorias ejercidas por el Estado son las principales causales de la imposibilidad de diálogo con las autoridades de salud.

Las sociedades científicas y médicas

Las sociedades científicas y médicas, las más antiguas organizaciones del sector salud ligadas al quehacer académico y científico, con vida activa en hospitales y centros de salud públicos y privados, y génesis de la actividad gremial así como de las normas del ejercicio de la medicina en Venezuela, tuvieron un nuevo protagonismo en los últimos años, saliendo de sus círculos para afrontar la grave situación de crisis de la salud pública caracterizada por la pérdida de rectoría, el déficit de médicos, la falta de recursos y una severa reducción de la capacidad operativa de los hospitales, junto con un creciente deterioro de las condiciones laborales del personal de salud. Sin embargo, la Red de Sociedades Científicas Médicas, fundada en el año 1998 y la cual reune a 41 sociedades del país, reconocidas por la FMV y con postgrados universitarios reconocidos legalmente, destacaba en su balance sobre la situación de la salud en el 2011 lo siguiente:

“…se ha producido la exclusión de otros actores sociales, no gubernamentales del sector salud, que no son ideológicamente afines al gobierno y simultáneamente se toman de decisiones y se formulan políticas impuestas sin consulta, estas son las reglas de juego prevalentes, que conducen a un camino errado de precaria gobernanza del sistema de salud. Todos estos errores y fallas han sido profusamente identificados y documentados en los últimos 11 años y su evolución, a pesar de las críticas y observaciones que se han hecho públicas por

                                                        43 Provea, Informe Anal 2005‐2006 Capítulo Derechos Laborales 

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parte de diversos sectores, nos indica la ausencia de voluntad política para conciliar o de corregir deficiencias por parte de las autoridades de salud” 44.

De acuerdo con este balance, la Red ha afirmado que, en vez de fortalecer el sistema de salud público, las decisiones de gobierno han estado dirigidas a la creación de un sistema paralelo sobre la base de la experiencia de la Misión Barrio Adentro y la asesoría del gobierno de Cuba. Desde el año 2005, el gobierno ha venido insistiendo en formar a nuevos profesionales médicos a través de programas diseñados e implementados por el Ministerio de Salud cubano. Entre los años 2004 y 2005 se reclutaron unos 2.000 jóvenes para este fin; y, en el marco del proyecto socialista conducido por el Presidente de la República desde el año 2006, nuevamente se inscribieron en el 2008 unos 8.000 jóvenes venezolanos en un programa de medicina integral comunitaria dictado por profesores cubanos. Ninguno de sus contenidos ha sido consultado ni acreditado por la academia ni los gremios de salud venezolanos.

Después de 6 años sin mejoras laborales, los médicos convocaron desde sus bases a un paro nacional de hospitales públicos en el año 2011, en cuyo contexto se logró constituir una Mesa de Diálogo donde participaron representantes de las Sociedades Médicas de varios Hospitales del país y funcionarios de los organismos estatales del sector sald, después de 8 años sin relación formal:

“Ante un paro de hospitales públicos que duró 77 días, convocado por la Federación. Gremios y Sociedades Médicas, en agosto de 2011 se constituyó una Comisión de alto nivel, presidida por el Vicepresidente y el Canciller de la República, e integrada por varios ministros, incluida la Ministra de Salud, para inspeccionar directamente la situación de los hospitales en Caracas. En dichas inspecciones, por primera vez en 8 años, los representantes del Ejecutivo dialogaron con las asambleas de médicos, sobre los problemas de estos centros y los que afectan al personal desde el punto de vista de la atención y las condiciones laborales. Como primer paso para suspender temporalmente el paro, se acordó instalar el 13.09.11 una Mesa de Diálogo entre el Ejecutivo y representantes de las Sociedades Médicas en la sede de la Cancillería para tratar los temas de infraestructura y dotación médica-quirúrgica, seguridad hospitalaria, déficit de recursos humanos, incluyendo la discusión de deudas, salarios y homologaciones del personal, contratación colectiva y elecciones gremiales”45.

En el 2011, la Asamblea Nacional reformó la Ley del Ejercicio de la Medicina46, mediante la cual se suma la figura del médico integral comunitario47 a la de los profesionales legalmente autorizados para el ejercicio de la medicina, como lo son los doctores en Ciencias Médicas y los Médicos Cirujanos; y se elimina la incripción obligatoria en los Colegios de Médicos para ejercer la profesión en territorio nacional. La reforma de esta ley se hizo sin la participación de los distintos actores involucrados

                                                        44 Sitio web de la Red de Sociedades Científicas Médicas. En: http://www.rscmv.org.ve/index.aspx 45 Provea. Informe Anual 2010‐2011. 46 Publicada en Gaceta Oficial N° 39.823 de fecha 19 de diciembre de 2011. 47 El programa de Medicina Integral Comunitaria (MIC) fue adoptado a mediados del año 2005, como una iniciativa del Ejecutivo Nacional en el marco del acuerdo existente entre Venezuela y Cuba para llevar adelante la Misión Barrio Adentro. 

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en el país con la formación y ejercicio de la medicina48 (academia, universidades, gremios y colegios de médicos), lo cual constituye un acto lesivo a la colegiación y a la existencia misma de la FMV y de los Colegios Médicos. En rechazo a estas medidas se han pronunciado todas las Facultades de Medicina de las Universidades Nacionales y la Academia Nacional de Medicina, sin que hasta el momento hayan sido escuchados por las autoridades:

“…este asunto ha provocado gran intranquilidad en las autoridades de los consejos universitarios, de consejos de las facultades de medicina de las universidades autónomas, de los profesores y de los estudiantes de todas las carreras médicas (…) ya que son esas instituciones las que han llevado a cabo una excepcional labor en la formación de los profesionales de la salud en el contexto de las normas universalmente establecidas, basadas en el paradigma de que la verdadera responsabilidad social de las instituciones formadoras de profesionales y técnicos en salud es, asegurar que la práctica que llevará a cabo este personal esté enmarcada en los estándares internacionales para la educación médica de pregrado, que exige alto compromiso en la formación del médico en la que deben combinarse, la excelencia en la atención de la salud de la persona, de servicio a la comunidad, de sensibilidad humana y equidad en todos los estratos sociales”49.

“Ha surgido una situación de crear nuevas Escuelas de Medicina por el gobierno con un patrón totalmente diferente a las existentes. El Gobierno Nacional dentro de su esquema político, ha creado una carrera universitaria médica paralela, en la cual las Universidades Autónomas ni las Experimentales han sido consultadas para establecer los Pensa de su carrera y, en consecuencia, desconociendo sus objetivos y el perfil del egresado, otorgan el título Universitario de Médico Integral Comunitario (M.I.C.), a diferencia del egresado de las Universidades de Educación Tradicional, al cual se le confiere el título de Médico Cirujano (…) No es creando carreras paralelas a las que existen lo que va a dar solución a los múltiples problemas, es fortaleciendo las ya presentes lo que va a tener éxito”50.

                                                        48 ¿Médicos a la altura? Diario Tal Cual de fecha 02‐11‐2011 http://www.talcualdigital.com/Nota/visor.aspx?id=61132&tipo=AVA,  Federación  Médica  rechazó  reforma  de  la  Ley  del  Ejercicio  de  la  Medicina  Noticias  24  http://www.noticias24.com/venezuela/noticia/28248/federacion‐medica‐venezolana‐rechazo‐reforma‐de‐la‐ley‐de‐medicina/ 49 Señalan impericia de alumnos de Medicina. Analítica. 22/06/2010. En: http://www.analitica.com/va/politica/opinion/2799761.asp 50  Academia Nacional  de Medicina:  El  Estado  Actual  de  la  Salud  en  Venezuela.  P:13‐14).  En:  http://www.anm.org.ve/FTPANM/online/2010/pdf/ALANAM‐CHILE‐2010.pdf 

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El acceso a la información en salud 

El  acceso  a  la  información  constituye  uno  de  los elementos esenciales para hacer posible la participación de las personas, comunidades y organizaciones en el ámbito de la salud. El acceso a la información  ha  sido  considerado  como  un  derecho  asociado  a  la  libertad  de expresión  y  comprende  “el  derecho  y  la  libertad  [para  todo  ciudadano/a]  de buscar, recibir y difundir información e ideas de toda índole”51.  

La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de  Derechos  Humanos,  ha  establecido  que  el  acceso  a  la  información  pública constituye un principio fundamental para  la participación y para el ejercicio de la democracia por parte de los ciudadanos. Al respecto, ha señalado: 

“El  derecho  de  acceso  a  la  información  es  una  herramienta  crítica  para  la participación  democrática,  el  control  del  funcionamiento  del  Estado  y  la gestión pública, y el control de la corrupción. En los sistemas democráticos, en los  cuales  la  actuación  del  Estado  se  rige  por  los  principios  de  publicidad  y transparencia, el derecho de acceso a la información en poder del Estado es un requisito  fundamental  para  garantizar  la  participación  democrática,  la transparencia y buena gestión pública, y el control del gobierno y la gestión de las autoridades por la opinión pública, ya que habilita a la sociedad civil para ejercer un escrutinio a las acciones de las autoridades.  

El  libre  acceso  a  la  información  es  un  medio  para  que,  en  un  sistema democrático representativo y participativo,  la ciudadanía ejerza sus derechos políticos; en efecto, el pleno ejercicio del derecho de acceso a la información es necesario  para  evitar  abusos  de  los  funcionarios  públicos,  promover  la rendición de cuentas y la transparencia en gestión estatal y permitir un debate público sólido e informado que asegure la garantía de recursos efectivos contra los abusos gubernamentales y prevenga la corrupción. Sólo a través del acceso a  la  información  (…)  es  que  los  ciudadanos  pueden  cuestionar,  indagar  y considerar si se está dando cumplimiento adecuado a las funciones públicas”52.  

En el ámbito de la salud implica que: 

“La  población  debe  conocer  los  servicios  que  se  le  ofrecen,  sus  derechos  en cuanto a los servicios de salud, los mecanismos por los cuales pude interactuar con  el  sistemas,  los  precios  y  la  calidad  de  los  servicios  (en  los  sistemas  que favorecen  la  competencia  entre múltiples proveedores)  y  los paquetes que  se ofrecen  y  su  precio  relativo  (en  las  situaciones  de  competencia  entre aseguradoras).  Es  necesario  que  se  facilite  la  información  suficiente  al individuo  y  la  colectividad  sobre  la  actuación  de  los  servicios  de  salud  y  las posibles acciones para poder determinar cuándo, cómo y quién ha de actuar”53. 

                                                        51 CIDH (2009). El derecho al Acceso a la Información Pública en Informe de la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión. Organización de Estados Americanos. Párrafo 2. 52 CIDH (2009). Párrafo 5. 53 CIDH (2009). Párrafo 2. 

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En el contexto venezolano, desde hace ya varios años se avanza  en  una  práctica  sistemática  de  vulneración  del derecho de acceso a la información pública en el ámbito de salud,  según  lo  han  venido  reflejando  los  informes  de  las organizaciones  de  derechos  humanos54.    En  este  sentido,  las  principales dificultades que se reportan son55: 

1. Los registros demográficos presentan vacíos. 

2. Las cifras de mortalidad se publican con 2 años de retraso. 

3. Las cifras de morbilidad presentan graves problemas de subregistro. 

4. No  existen  censos  actualizados  del  número  y  las  características  de  los establecimientos y del personal de salud. 

5. El sector privado no reporta  información al Ministerio con competencia en el área. 

6. Se  han  creado  muy  pocos  sistemas  de  vigilancia  epidemiológica  que  den cuenta  del  comportamiento  de  epidemias  y  enfermedades  crónicas  o afecciones como el VIH/Sida, Malaria o Tuberculosis.  

Por  otra  parte,  en  lo  referente  al  convenio  de  cooperación  entre  la  República  de Cuba y la República Bolivariana de Venezuela que da paso a la creación de la Misión Barrio Adentro, también subsisten dificultades para conocer sobre las actividades, resultados e impactos que este tipo de programas ha tenido sobre la población de venezolana56. De acuerdo a los expertos: 

“…la  información  acerca  de  las  actividades  y  resultados  de  la Misión Barrio Adentro  no  se  encuentra  disponible  para  los  ciudadanos  y  es  escasamente conocida  por  el  propio Ministerio  de  Salud. Esta  información  es  reportada  y procesada dentro de la misma Misión Médica Cubana y entregada al Ministerio en forma de informes semanales donde se presentan datos generales que no se explican57. 

Tampoco se permiten entrevistas en los centros de salud, ni mucho menos acceso a los medios de comunicación social58, “[…] en el caso de los médicos/as cubanos/as, 

                                                        54 Provea (2009). Situación del Derecho a la Salud en Venezuela en Informe Anual sobre la Situación de los Derechos Humanos, editado por Provea, Caracas, Pp: I‐XL; Provea (2010). El Derecho a la Salud en  Informe Anual sobre la Situación de los Derechos Humanos, editado por Provea, Caracas, Pp: 155‐157. 55 Provea (2009). Situación del Derecho a la Salud en Venezuela en Informe Anual sobre la Situación de los Derechos Humanos, editado por Provea, Caracas, Pp: XXXIII 56 Según lo reporta Provea en su informe 2011 “En atención primaria, el esfuerzo para ampliar la oferta de servicios hacia los sectores de menores recursos a través de la Misión Barrio Adentro I quedó incompleto después de llevar a cabo un extenso operativo de atención prestada por 14.000 médicos cubanos traídos al país por tres años,  quienes  trabajaron  de manera  paralela  y  separada  de  los  servicios  públicos  existentes,  con  apoyo  de  las  comunidades,  entre  2003  y  2005.  La  cobertura  de atención  prestada  por  estos  médicos  cayó  significativamente  a  partir  de  2006,  hecho  admitido  por  el  Presidente  de  la  República  el  04.10.09,  cuando  informó públicamente que, según informe de la Misión Médica Cubana, se habían detectado 2.149 Módulos de Barrio Adentro sin médicos y otros 1.199 funcionando a medio turno, sobre un total de 4.298 disponibles” (p.164). 57 Idem, P.XXXIV 58 Un hospital en emergencia. Tal Cual de fecha 29/08/2011 http://www.talcualdigital.com/nota/visor.aspx?id=57687 Según relatan los galenos, en varias ocasiones los pacientes han referido que las paredes y baldosas crujen. “Sonidos escalofriantes se escuchaban por las noches cuando todo estaba en silencio”, refiere una de las residentes que acompañó a TalCual en un recorrido de incógnito, porque no está permitido el ingreso de los medios de comunicación social privados a los hospitales públicos 

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está prohibido  sostener  conversaciones  con  ellos a no  ser que haya autorización escrita por parte de la coordinación de la Misión Médica Cubana”59. 

A parte de todas estas situaciones, en el año 2007 por orden del Ministerio de Salud se ordenó el retiro y  la suspensión del Boletín Epidemiológico Semanal del portal web  del  ministerio60,  “las  razones  argumentadas  por  el Ministerio  de  Salud  y  la Dirección Nacional de Epidemiología para actuar de esta forma es que la información es usada para alarmar a la población”61  y, no fue sino después de un largo proceso de  movilización  de  las  organizaciones  de  derechos  humanos  que  se  reanudó  su publicación  en  el  año  201062.  Actualmente  sólo  se  encuentra  disponible  en  la página web,  los  reportes  sobre  epidemiología  correspondientes  a  los  años  2011‐201263. 

Este hecho, dado que constituye una violación flagrante al derecho de acceso a  la información  pública  y  además  violenta  los  convenios  y  tratados  internacionales suscritos por el Estado, referidos a  la notificación y reporte de enfermedades que tengan  impacto  en  la  población,  llevo  consigo  a  la  conformación  de  redes ciudadanas para  la  elaboración de un boletín  alternativo  realizado por  la Red de Sociedades  Científica,  y  la  constitución  de  una  Red  por  la  Defensa  de  la Epidemiología64. 

Situación  similar  se  ha  presentado  con  respecto  a  las  “memoria  y  cuenta”  del Ministerio de Salud, las cuales permanecieron inaccesibles en página web hasta el año 2010, hecho que ha impedido evaluar las acciones, los programas, proyectos, la utilización de los recursos y los avances en materia de salud en el país, alimentando la  opacidad  e  impidiendo  la  contraloría  social  sobre  la  gestión  en  materia  de salud65. 

El acceso a la información pública constituye uno de los pilares fundamentales para el ejercicio de la participación en la salud, allí donde las personas, las comunidades y las organizaciones no cuentan con un amplio acceso a la información es imposible la participación. 

Conclusión: Propuestas para fortalecer la participación en salud 

Un  gran  avance  en  materia  de  derechos  económicos,  sociales  y  culturales  en Venezuela fue el reconocimiento constitucional del derecho a la salud y, asociado a este,  la  incorporación del principio de participación como un mecanismo efectivo para posibilitar la incidencia y el involucramiento de las personas, las comunidades y  las organizaciones en el diseño, formulación, ejecución y control de  las políticas 

                                                        59 Ídem. 60 Provea (2009). Situación del Derecho a la Salud en Venezuela en Informe Anual sobre la Situación de los Derechos Humanos, editado por Provea, Caracas, Pp: XXXIV 61 Ídem. 62 Según lo reportado por Provea en su Informe 2010 la Defensoría del Pueblo exigió en el año 2008 reanudar la publicación y en octubre de 2009 Provea introduce una demanda judicial contra el ministerio por negación de estadísticas de salud. Vid. Provea (2010). El Derecho a la Salud en  Informe Anual sobre la Situación de los Derechos Humanos, editado por Provea, Caracas, Pp: 158. 63 Ministerio del Poder Popular para la Salud, Alertas Epidemiológicas: http://www.mpps.gob.ve/index.php?option=com_content&view=article&id=980&Itemid=949 64 Red Defendamos la Epidemiología y Red de Sociedades Científicas Médicas Venezolanas (año 2010)  65Ministerio de Salud subutilizo fondos que se le asignaron.  En.: http://www.contextotmt.net/base/sanitasvenezuela/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=10704 

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sanitarias.  Sin  embargo,  luego  de  casi  12  años  de promulgada  la  Constitución  Nacional  se  mantiene  un esquema que lejos de permitir la participación la coartan. 

El retardo en la promulgación y aprobación de la legislación en materia de salud, el limitado  acceso  a  la  información  pública,  la  recentralización  de  los  servicios,  la vulneración del derecho a la consulta, a la libertad de expresión y manifestación de las organizaciones en el ámbito de  la salud, constituyen una violación flagrante al principio y al derecho humano a la participación, que impiden el logro del derecho a la salud de conformidad a lo expresado por los pactos y tratados internacionales en materia de Derechos Humanos, suscritos por la República. 

En este sentido, en aras de garantizar la participación efectiva de las personas, las comunidades y las organizaciones en el ámbito de la salud, es necesario avanzar en la adopción de las siguientes estrategias: 

1. Promulgar la Ley Orgánica de Salud, como una forma de garantizar el real y efectivo  reconocimiento  de  los  principios  constitucionales  en  materia  de salud. Dicha legislación debe ser el resultado de un amplio debate y consulta  que  involucre  a  los  distintos  sectores  de  la  sociedad,  particularmente comunidades,  usuarios,  sindicatos,  gremios,  sociedades  médicas, organizaciones  de  sociedad  civil  y  autoridades  regionales  y  locales.  Esta legislación  deberá  sentar  las  bases  para  la  consolidación  de  un  Sistema Público de Salud de naturaleza democrático y descentralizado, en el cual se reconozcan  los  principios  de  universalidad,  integralidad,  equidad, integración social, solidaridad y participación.  

2. Acercar los servicios a las personas. En este sentido, es necesario avanzar en el  proceso  de  descentralización  de  los  servicios  sanitarios  desde  el  poder nacional  hacia  los  estados  y  de  éstos  hacia  los  municipios,  como  una garantía  para  el  pleno  involucramiento  en  éstos  de  las  personas,  las comunidades  y  las  organizaciones.  La  descentralización  fomenta  la contraloría social, la transparencia y la rendición de cuenta por parte de las autoridades  regionales  y  locales  como  responsables  directos  de  la administración y funcionamiento de los servicios. Es necesario  involucrar a las comunidades en lo relativo a la vigilancia y veeduría de los servicios y no tanto  en  la  administración  de  los  mismos.  La  voz  de  los  ciudadanos,  las comunidades y  las organizaciones debe hacerse presente  en  las  instancias de  decisión  tanto  a  nivel  de  políticas  de  salud,  como  en  las  distintas instancias de toma de decisiones de los servicios. 

3. Crear  espacios  de  concertación  y  coordinación  interinstitucionales  e interorganizacionales para potenciar  la participación. En el país no existen instancias  que  permitan  el  intercambio  de  experiencia  y  la  coordinación entre  los  distintos  niveles  (nacional,  regional  y  municipal),  así  como  son limitados  los  espacios  para  la  participación  de  las  organizaciones  de  la sociedad civil. Promover la participación implica la adopción de mecanismos 

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que  permitan  en  primer  lugar,  coordinar  las acciones  de  los  distintos  entes  y  organismos  que desarrollan  las  competencias  de  salud  y,  en segundo  lugar,  estos  espacios  y  mecanismos  deben estar  abiertos  a  la  ciudadanía  y  a  las  organizaciones  como  una  expresión legítima del derecho a la participación. 

4. Permitir el acceso a la información. Tal como se expresó, allí donde existen barreras  para  obtener  información  relacionada  con  la  salud,  existen impedimentos  para  la  participación.  Es  necesario  que  se  adopten mecanismos  tendientes  a mejorar el  acceso a  la  información  referida a  las estadísticas  de  salud,  al  funcionamiento,  condiciones  y  calidad  de  los servicios,  al  número  disponibles  de  servicios,  a  la  cantidad  y  calidad  del personal,  a  los  costos,  al  presupuesto  y  a  la  inversión  en  salud,  etc.  En definitiva, debe avanzarse en la consolidación de un sistema de información en salud, de calidad, oportuno y de fácil acceso para los ciudadanos. 

5. Involucrar a los gremios, a la academia, al personal y trabajadores del sector salud,  sin  los  cuales  no  sería  posible  disponer  de  un  sistema  de  salud. Impedir o colocar trabas para su participación y reconocimiento, constituye un  grave  menoscabo  del  derecho  a  la  salud.  Es  necesario  que  el  Estado adopte  medidas  tendientes  a  mejorar  las  condiciones  que  tienen  estos actores  (remuneraciones,  condiciones  de  trabajo,  beneficios,  seguridad social, etc) potenciado su participación en los distintos ámbitos relacionados con la salud. Es positiva la idea de formar nuevo personal de salud, pero esto no debe ir en detrimento de los avances ya alcanzados en el país, en materia de  formación,  de  prácticas,  de  conocimiento  y  tecnología,  así  como  de  las expresiones organizativas que hacen vida en el ámbito de salud. 

6. Reconocer la diversidad y pluralidad de organizaciones. Tradicionalmente la promoción de la participación en salud ha sido una estrategia implementada desde  las  instituciones estadales,  sin embargo,  es necesario  reconocer que en  el  ámbito  de  la  salud  conviven  diversas  iniciativas  de  carácter comunitario  (comités  de  salud)  y  social  (comités  de  usuarios, organizaciones  de  derechos  humanos,  organizaciones  de  personas afectadas) las cuales ameritan que el Estado abra puertas de entradas para que las distintas expresiones tengan cabida dentro del sistema de salud, en condiciones de igualdad. 

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