LA PIRÁMIDE DEL PUÑAY Y SU INTERPRETACIÓN ARQUEOLÓGICA SOCIAL

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“ARQUEOLOGÍA SOCIAL DEL ÁREA CULTURAL RECOLOMBINA DE LA PIRÁMIDE ESCALONADA DEL MONTE PUÑAY” 1. Contextualización del área arqueológica del monte Puñay Uno de los sitios místicos revelados en el Ecuador es la Pirámide Escalonada del Puñay, ya que esta pirámide se encuentra construida en la cumbre del monte Puñay, mismo que se halla ubicado en el cantón Chunchi, específicamente en el vértice inicial de la microcuenca del río Chanchan, la cual forma parte a su vez de la macrocuenca del río Guayas. Este monte tiene la particularidad geológica y geográfica de levantarse aisladamente y solitariamente como un estrato volcán, lo cual permite visualizar desde su cima dos tipologías de paisajes: la llanura costeña hacia el oeste y la escarpada serranía ecuatoriana en dirección oriental. Arqueológicamente se encuentra localizada en el área de desarrollo social de las culturas precolombinas: Narrío (1800 a.C.- 500a.C) y Cañari (500 a.C. 1500 d.C). Foto #1. Monte Puñay visto desde el cantón Chunchi Fuente: Grupo Inti Quilla. 2003 1.1. Contextualización histórica La primera noticia etnohistórica de los habitantes nativos que ocuparon este lugar se fecha a los cuatro días del mes de mayo de 1582, año en el cual, el clérigo presbítero Martín de Gaviria hace mención sobre la presencia de los indios kañaris en el pueblo de Chunchi. Este presbítero realiza una descripción etnográfica breve pero clave sobre éstos kañaris, detallando singularidades de su modo de vida en los siguientes ámbitos:

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Christiam Aguirre Merino

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“ARQUEOLOGÍA SOCIAL DEL ÁREA CULTURAL RECOLOMBINA DE LA PIRÁMIDE ESCALONADA

DEL MONTE PUÑAY”

1. Contextualización del área arqueológica del monte Puñay

Uno de los sitios místicos revelados en el Ecuador es la Pirámide Escalonada del Puñay,

ya que esta pirámide se encuentra construida en la cumbre del monte Puñay, mismo que se halla

ubicado en el cantón Chunchi, específicamente en el vértice inicial de la microcuenca del río

Chanchan, la cual forma parte a su vez de la macrocuenca del río Guayas.

Este monte tiene la particularidad geológica y geográfica de levantarse aisladamente y

solitariamente como un estrato volcán, lo cual permite visualizar desde su cima dos tipologías de

paisajes: la llanura costeña hacia el oeste y la escarpada serranía ecuatoriana en dirección

oriental. Arqueológicamente se encuentra localizada en el área de desarrollo social de las

culturas precolombinas: Narrío (1800 a.C.- 500a.C) y Cañari (500 a.C. – 1500 d.C).

Foto #1. Monte Puñay visto desde el cantón Chunchi

Fuente: Grupo Inti – Quilla. 2003

1.1. Contextualización histórica

La primera noticia etnohistórica de los habitantes nativos que ocuparon este lugar se

fecha a los cuatro días del mes de mayo de 1582, año en el cual, el clérigo presbítero Martín de

Gaviria hace mención sobre la presencia de los indios kañaris en el pueblo de Chunchi. Este

presbítero realiza una descripción etnográfica breve pero clave sobre éstos kañaris, detallando

singularidades de su modo de vida en los siguientes ámbitos:

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Hablan la lengua general quichua del Inga; los más la lengua particular de ellos, que es el

cañar de la provincia de Cuenca, y en partes revuelta con la de los purguays de la provincia de

Riobamba. […] En tiempo de su gentilidad y antes que viniera el Inga, en cada un pueblo había

un cacique, y este señor natural a quien estaban sujetos sus indios, acúdanle con camarico de leña

y paja y le hacían sus labranzas y casas y le daban servicio, sin darle otro tributo, como lo hacen

de presente. Adoraban al sol, porque decían, que así como daba claridad y luz al mundo, criaba y

producía a todas las cosas. Usaban de los hechiceros y agoreros. Y después que el Inga vino,

fueron ensenados en las idolatrías, adoración en las piedras, volcanes, cerros, juntas de ríos, en la

tierra, haciéndoles sacrificar en estas partes ovejas de la tierra, niños y niñas, oro, plata, ropa y

otras cosas. […] Traían camisetas de algodón o cabuya, que daban a media pierna, sin mantas, y

los cabellos largos, […] los cabellos, cortados a raíz de las orejas, hechos coletas; y los caciques e

indios de algún posible, traen sombrero, zapatos, alpargates, zaragüelles y algunos camisetas y

mantas de paño, seda y ruan. Tenían para el sustento maíz, frijoles, quinua; y de raíces: papas,

ocas, mellocos, mashuas, racachas, yucas, camotes y achiras; y de presente tienen de todo esto

suficientemente. […] Este y los demás pueblos están en sierra, en laderas y altos lugares, tierra

descubierta de montaña. La tierra no es muy sana, por causa de que los llanos de Guayaquil y

otros calientes están muy cerca, que de un cuarto de legua hasta los mismos llanos, que habrá

doce leguas, poco más o menos, todo es cálido; y de estas partes, el invierno, con las aguas, se

levantan muchas nieblas de los vapores de la tierra y suben a esta sierra; y como entonces los

aires no tienen tanta fuerza que puedan trasponerlas de las sierras, se quedan en estas partes, y

estas causan humedad. […] En obra de una legua hay tres ríos grandes, que se pasan por puentes,

que bajan de la sierra por los lados de este pueblo, a distancia los dos de media legua, y el otro un

tiro de arcabuz; y en algunas vegas que hay, siembran los indios maíz, yucas, camotes, coca,

algodón, ají, pepinos y otras cosas en poca cantidad; y gran suma de calabazas, que llamen

mates, de que se hacen vasijas para beber y vajilla; y de estos se proveen y llevan a muchas

partes. Hay en estas vegas naranjos y limas y limones; que se dan bien; y otros árboles de

guabas, una fruta que se da en unas vainas. Las higueras no dan muy bien. Los demás árboles no

se han puesto. Semillas de la tierra tienen pocas; comen de algunas yerbas, que se crían entre los

maizales, de poca sustancia. . […] En los altos de la sierra hay venados y conejos, y en todos los

pueblos, en los asientos de ellos, hay palomas, tórtolas y otros pájaros, halcones neblíes y otras

aves de rapiña. […] En algunas quebradas hay vetas de tierra colorada, leonada, amarilla, azul y

blanca, colores de buena apariencia. Provéanse de sal de las salinas de Guayaquil. Los edificios

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de las casas son de bahareque y algunos de adobes cubiertos de paja. La madera gruesa y larga la

tienen a siete leguas, y la nogal, a tres1.

Cieza de León por su parte, señaló puntualmente a los Yungas como los habitantes

naturales del área geográfica de la microcuenca del río Chanchan.

1.2. Contextualización arqueológica

La pirámide escalonada del Puñay alcanza los 420 m. de largo, 134 m. de ancho (bloque

principal) y 45 m. de altura. Esta se ubica en dirección noroeste-suroeste y se halla construida a

partir de los 3.220 m.s.n.m. hasta los 3.265 m.s.n.m. El bloque principal de la pirámide está

situado en el último piso de la misma y está constituido por dos plataformas elípticas, a las cuales

se puede acceder a través de seis pisos o terrazas situadas a cada lado de las mismas, estas

terrazas obedecen a un diseño semicircular y sus dimensiones varían entre ellos.2

Foto # 2 y 3: Vista frontal y lateral de las terrazas de la Pirámide del Puñay

Fuente: Ministerio de Turismo, 2007 / Grupo Inti Quilla, 2003

En el área cultural de la Pirámide del Puñay se evidencia los siguientes sitios

arqueológicos:

En la comunidad de Nizag cita dos tolas, una de 7m.y la otra de 20 m. […] En

el cerro Nariz del Diablo señala la presencia de estructuras con muros deteriorados,

empedrados y plantas rectangulares. […] Otros sitios son Chinipata, Loma Pucará,

Patarate, caracterizados por su aterrazamiento y muros de piedra que delimitan la

1 Jiménez De La Espada Marcos, Relaciones Geográficas de Indias, Perú, Tomo 2, 1965, p. 234 - 236

2Aguirre Christiam, Ruta Arqueológica de los Andes del Ecuador, Ministerio de Turismo, Riobamba, 2010, p.53

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superficie, este último sitio se lo define especialmente por la simetría de sus terrazas. […]

El sitio Danas o Gradas Loma, es caracterizado por la presencia de terrazas y dos

montículos con plataformas terraplenadas. […] En Pagma señala la evidencia de varias

tolas de diámetros variables entre 15 a 40m. y 10 m. de altura.. […] Sobre Nantza Chico

describe la presencia de un pukará, al que lo describe como un montículo con muros

circulares y terrazas que circunvalaban el sitio. El sitio Caramante se lo puntualiza como

una continuación del monte Puñay, como una colina baja con una serie de terrazas.

En el año 2010 el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural del Ecuador realizó un

estudio de prospección arqueológica en la Pirámide del Puñay y en sitios contiguos a la misma,

concluyendo en el estudio que:

1) El cerro Puñay, fue ocupado sucesivamente por la cultura Narrío perteneciente al

formativo tardío, luego durante el periodo de integración por los Cañaris y finalmente por la

cultura Inca.; 2) La cima del cerro Puñay fue notoriamente modificada, en ella se adecuaron tres

espacios de mayor altura que los hemos denominado pirámides, así como veinte y dos terrazas

presumiblemente de función agrícola y tres rampas de acceso. La pirámide central expuso una

sobresaliente cantidad de cerámica de uso utilitario sugiriendo que en ese espacio ocurrió una

mayor dinámica cultural. Desde la pirámide oeste se disfruta de una excelente visibilidad y

control de los espacios de la región caliente. La pirámide situada al Este del sitio posee una

modificación diferenciada caracterizada por su forma elíptica construida presumiblemente para

un quehacer distinto; 3) Asimismo la presencia de estos dos tipos de cerámica (Narrío y Cañari)

cimentaría el hecho de que las dos culturas representan no ocupaciones separadas, sino la vía de

desarrollo cultural de un solo pueblo, que probablemente fueron los indios Cañaris, tal como lo

concluye Collier y Murra (2007:130); y 4). La parte oeste del cerro presenta un suelo de relleno

caracterizado por acumulaciones de lítica natural, que abarca aproximadamente 1,22 m. de

profundidad, posiblemente para afianzar o nivelar alguna zona importante. En ellos se puede

distinguir un conglomerado de piedras que da la apariencia de un empedrado similar a la técnica

“aparejo ensamblado”.3

3 Jadán Mary, Proyecto estudio de la segunda etapa de investigación arqueológica del cerro Puñay, provincia de

Chimborazo, Riobamba, Informe I.N.P.C. No: CDC- INPC-R3-07-2010, 2010, p. 120-121

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2. Arqueología social del área cultural de la Pirámide del Puñay

A partir de las evidencias e indicadores arqueológicos encontrados en el área de estudio se

puede determinar que el tipo de sociedades que habitaron esta área cultural pertenecen al tipo

de “Sociedades Cacicales Agrícolas”, la misma que se puede considerar como la fase superior

de las sociedades tribales.

Esto permitiría afirmar que las sociedades que desarrollaron su dinámica social en el área del

Puñay son sociedades jerárquicas que se distinguen por no presentar una división social en

clases, con una economía productiva basada en la agricultura, sin que ello agote las

posibilidades existentes.4

De esta manera el cacicazgo se define como una sociedad de tendencia hacia la centralización

con una figura política que, sin embargo, no cuenta con una fuerza y apoyo institucionales

comparables al estado, por lo que tiene que mantener su posición con ayuda del grupo de

parentesco y de un prestigio político y religioso5.

Es así, que dentro de la estimación de los indicadores arqueológicos, se asume como

principales elementos integradores de las sociedades cacicales los siguientes:

a) Control e intensificación productiva = vegetales domesticados, terrazas, canales de riego y

calendarios.

b) Especialización del trabajo = mayor variabilidad, cantidad y calidad de artefactos (cerámica,

concha, metales, etc.)

c) Centros ceremoniales principales =sitios pequeños rodeando a uno más grande con mayor

número de construcciones ceremoniales.

d) Actividad religiosa = mayor cantidad de representaciones divinas.

e) Diferentes posiciones de prestigio social y jerárquica = diferente calidad y magnitud en

construcciones mortuorias y ofrendas.

4 Sarmiento Griselda, La sociedad cacical agrícola: Hipótesis y uso de indicadores arqueológicos, Boletín de

antropología americana, 1986, p.33 5 Bate Felipe, Clases del Módulo Arqueología Social, Maestría en Arqueología del Neotrópico, 2013

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f) Intercambio = distribución desigual de artefactos suntuarios u objetos en materiales

alóctonos.6

Ahora bien, las sociedades cacicales agrícolas, como un periodo de desarrollo histórico dentro

de la Teoría Social, es vista como una categoría clasificatoria que define un conjunto de

sociedades que tienen las mismas características fundamentales, independientemente de los

rasgos particulares que tengan cada una según la región en la que se encuentre. Es así que a

continuación se detallan las características de estas sociedades que habitaron el área cultural

de la Pirámide Escalonada del Puñay, fundamentados en los conceptos teóricos básicos

planteados por Felipe Bate.

a. Modo de producción

Se entiende por modo de producción a la “unidad orgánica de los procesos económicos de

producción, distribución, cambio y consumo, siendo determinante de esa totalidad la calidad de

la correspondencia entre el contenido del desarrollo de las fuerzas productivas y la forma del

sistema de relaciones sociales de producción, que se establece en torno al proceso

fundamental de la producción.”7

Las sociedades que ocuparon el área cultural del Puñay se fundamentaban en una producción

agrícola, produciendo: maíz, frijoles, quinua, papas, ocas, mellocos, mashuas, racachas, yucas,

camotes, coca, algodón, ají, pepinos y calabazas. Lo cual implica a deducir que estas sociedades

poseían los recursos técnicos suficientes para controlar la reproducción de uno o varios

recursos, este particular es testificado por la presencia de terrazas agrícolas y canales de riego

en el área de estudio. La distribución estaba sustentada en tributos al cacique ya que en cada

un pueblo había esta autoridad, a quien estaban sujetos los habitantes, brindando servicios y

labrando sus tierras. En cuanto a la distribución es importante señalar que los Yumbos

(habitantes del lugar) comercializaban productos como: la oca, papa y otros, con la región de

Guayaquil a cambio de sal.

6 Sarmiento Griselda, 1986, p.54

7 Bate Felipe, s.f. Propuestas para la Arqueología. p. 138

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Las fuerzas productivas son el conjunto de elementos materiales necesarios para que exista la

producción: el hombre, como fuerza de trabajo, y los medios de producción, que incluye

instrumentos de trabajo y objetos de trabajo.

A partir de esto en el área de estudio se puede distinguir:

1) Un proceso de intensificación agrícola a la fase anterior, ya que existe un mayor desarrollo y

control genético de las especies cultivadas, con un aumento de productividad.

2) La innovación en la utilización del suelo, visualizado en las terrazas, canales de riego y uso

de pocllios (vertientes de agua)

3) Poco cambio en los instrumentos agrícolas, pues se sigue teniendo evidencia de hachas

líticas pulidas en toda el área geográfica.

4) Presencia de medios de almacenamiento en objetos muebles como ollas de cerámica.

En lo referente a la participación en la fuerza del trabajo podemos afirmar que la agricultura

desarrollada en esta área cultural obedeció a un proceso de rendimiento no inmediato sino

diferido, por lo que la inversión en la fuerza de trabajo no es continua, sin embargo como la

agricultura es la actividad dominante, esta moviliza la mayor parte de energía en los

productores.

En cuanto al sistema de relaciones de producción se puede distinguir las “clases sociales” a

partir de una especialización económica agrícola que se práctica bajo el marco de “sistema de

propiedad particular”, ya que un grupo social que gira alrededor de la autoridad del cacique es

propietario de la fuerza de trabajo de sus habitantes, tanto para la labranza de sus campos

como para el servicio de su casa. Mientras que el pueblo en general ejercían una “propiedad

colectiva” sobre los objetos del trabajo y los medios de producción. De esta manera se puede

señalar que existió un tipo de relación de dominación de un grupo por otro, debido al derecho

deferencial que tienen los individuos sobre la disposición, uso y goce de los recursos.

Se puede decir entonces, que en esta sociedad la célula productiva no radica en los individuos

sino en el conglomerado de individuos, los cuales conforman las llamadas “unidades

domésticas”, que tienen necesidades específicas en el área cultural del Puñay, como:

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actividades productivas (fundamentalmente agrícolas) y actividades sociales (ceremonias, culto,

e intercambio). Es menester mencionar que estas unidades dependen de un sistema de

reciprocidad con otras unidades, ya sea para el intercambio de bienes alimenticios o no

alimenticios (artesanales).

El sistema de parentesco, en caso de este tipo de sociedades agrícolas está garantizado por un

estrecho lazo de cooperación entre los individuos dentro de un marco de relaciones igualitarias

y recíprocas. Es así que este sistema de parentesco se establece por el principio de

descendencia y por el mismo matrimonio, que a su vez propicia la asociación de linajes bajo un

tipo especial de colaboración, denominado en los pueblos andino como “ayni = ley de

reciprocidad”.

Por los vestigios arqueológicos (tolas, montículos, plataformas y pukaras) encontrados en los

valles y pequeñas mesetas localizadas alrededor de la Pirámide del Puñay, se plantea un tipo

de relaciones de parentesco unilineal, las cuales establecen su filiación por una línea paterna,

integrando linajes o grupos de filiación constituidos sobre la base de la descendencia

demostrable de los individuos a partir de un antepasado común o de ancestros míticos -

divinos, que puede integrar varias unidades domésticas.

El proceso de jerarquización se dio en el interior de los linajes, surgiendo un sector privilegiado

de cada linaje a partir de funciones especializadas que se desataron con seguridad en la

Pirámide Escalonada del Puñay, pues la construcción de este monumento en la cumbre de esta

montaña permitió generar nuevos procesos de trabajos exclusivos y de un liderazgo fortalecido

en cada uno de las unidades domésticas. Esta construcción trajo como consecuencia la

modificación de las relaciones de parentesco y en forma paralela las relaciones sociales de

producción.

En lo referente a la dinámica de las relaciones sociales a nivel del área cultural del Puñay se

pueden evidencias las siguientes dinámicas:

1) Especialización relativa de una comunidad con respecto a otras comunidades, en la

producción e intercambio de determinados productos. Dentro del intercambio podemos

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puntualizar específicamente el truque de la coca a cambio de la sal que venía desde

Guayaquil.

2) La presencia de 2 a 3 idiomas (cañari, puruhá y yunga) producto de estas relaciones sociales

y de su posición geográfica privilegiada, al estar en el eje central entre la costa, la sierra y el

austro.

3) La evidencia de fortalezas militares para la delimitación y defensa del territorio.

A nivel de la conciencia social, Felipe Bate distingue el reflejo cognitivo y el reflejo afectivo. El

primero es un efecto generado por las circunstancias de la realidad, que puede o no coincidir

con las propiedades objetivas del ser social. Este se divide a su vez en: conciencia habitual y

conciencia reflexiva. Mientras que el reflejo afectivo son las emociones y sentimientos de los

sujetos que expresan la manera en que los diversos objetos – sujetos afectan al sujeto.

Es así, que se plantea para el área de estudio que la conciencia social a nivel cognitivo se

encendió una vez que se intensificó y se dependió más de la agricultura para la subsistencia de

las unidades domésticas, debido a que se desató procesos de comprensión, interpretación y

explicación de los fenómenos naturales, que sin un análisis cognitivo quedan fuera y sin control

directo del hombre. En este momento es cuando los aspectos naturales y que son vitales para

el desarrollo de las sociedades cacicales, pero cuyo control esta fuera de las posibilidades del

grupo, son atribuidos a seres divinos, a quienes se tratará de convencer o mantener contentos

para obtener, de forma indirecta, aquel control que escapa a sus posibilidades cognitivas

objetivas.

De ahí, la razón de edificar un gran centro ceremonial para re-significar todos los conocimientos

que a nivel cognitivo no se los puede explicar, advertir o prever. Este cacicazgo edificó para esto

la Pirámide del Puñay, templo sagrado construido en la cumbre de una montaña que encierra

todo el misticismo y la divinidad para complacer, mantener y someter espiritualmente los

designios de un ente sobrenatural, que con su gran poder se convierte en divino.

Con esto aparecen los Taytas Yachacs (Amautas: hombres de sabiduría) que se convierten en

intermediarios entra la voluntad divina y las peticiones humanas, y el propósito perseguido se

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lo hace mediante ofrendas para que intercedan beneficio a favor de las comunidades e

individuos.

Proponemos que a partir de la construcción de este sitio sagrado, este cacicazgo agrícola paso a

ser también un cacicazgo teocrático, ya que todos los cultos tuvieron que haber sido dirigidos

por un líder espiritual, quien a su vez era el representante oficial ante la divinidad, ganándose la

distinción por ciertas cualidades y habilidades personales relacionadas con el manejo de los

rituales y el beneficio a las comunidades.

Es menester señalar que el culto a la divinidad genero también la aparición de un grupo social

dominante, el cual debió haber exigido obligaciones al resto de sociedades bajo la forma de un

sistema de relaciones recíprocas, que en el fondo responde a la satisfacción de las necesidades

de subsistencia que a un acto altruista o de fe. Esto se puede explicar debido a que el área

cultural del Puñay no se ha encontrado los bienes arqueológicos que permitan afirmar la

existencia de un culto oficial a la divinidad y/o un sistema de religión correspondiente a un

apoyo institucional.

Por último se puede señalar, que en las sociedades cacicales, el poder del grupo privilegiado

requiere de alianza estratégicas con otras regiones para mantener su incipiente estado, debido

a que tales alianzas le significaran contar con mayor número de individuos que trabajen para su

sociedad que lidera, además de obtener materias primas o bienes para poder distribuir en la

sociedad o para usar como signos representativos de prestigio y autoridad. En el área del Puñay

se ha podido constatar la presencia de concha espondylus traída desde la región de la costa;

cerámica de culturas vecinas como Milagro Quevedo, Puruhá y Cañari; y de metales

importados ya que en el área geográfica de estudio no se han localizado minas de oro o de

plata.