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407 [1] La población navarra a comienzos del siglo XVI: el Recuento de casas de 1514 PEIO J. MONTEANO A lgunas veces –no muchas– el paciente trabajo del historiador se ve re- compensado por el hallazgo de algún documento importante, descono- cido hasta entonces y que arroja algo de luz sobre aspectos oscuros de nues- tro pasado. Este es el caso del feliz descubrimiento del “Recuento de casas” realizado en 1514 simultáneamente a una indagación ordenada por la recién implantada administración castellana. Navarra es seguramente el territorio peninsular que cuenta con mejores fuentes documentales –todas ellas de naturaleza fiscal– a la hora de estudiar su población bajomedieval y altomoderna. Para el siglo XIV tenemos los par- ciales Libros del monedaje (1330, 1350 y 1353), el Liber redecime (1363), el Li- bro de fuegos (1366) y el Censo de Baja Navarra (hacia 1389). La escasez de fuentes para la siguiente centuria se ve compensada en parte por la riqueza informativa de los Libros de fuegos (1427-1428) pero también agudizada por el mal llamado Libro de fuegos (1478). El Recuento de fuegos (1501) ordenado por los últimos reyes privativos ha llegado a nosotros muy mutilado y sólo con el Apeo de fuegos (1553) realizado medio siglo después por orden del vi- rrey teníamos hasta ahora el primer recuento demográfico completo en casi dos siglos. El poco aprovechable Censo de los obispos (1587) y el dificultoso Apeo de vecinos (1601-1612) venían a completar el afortunado panorama na- varro en el campo de la demografía histórica. Con todo, la irregular distribución en el tiempo y calidad de estas fuen- tes dejaba un largo periodo sin documentar: el siglo y cuarto que discurre en- tre el fogaje de 1427-1428 y el apeo de fuegos de 1553. Una sombra dema- siado prolongada –y apenas iluminada por el muy incompleto fogaje de 1501– que nos ocultaba tanto el momento en el que la población navarra al- canzó su punto más bajo como toda la fase de recuperación que habría cul- minado en las décadas centrales del quinientos.

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La población navarra acomienzos del siglo XVI:

el Recuento de casas de 1514PEIO J. MONTEANO

Algunas veces –no muchas– el paciente trabajo del historiador se ve re-compensado por el hallazgo de algún documento importante, descono-

cido hasta entonces y que arroja algo de luz sobre aspectos oscuros de nues-tro pasado. Este es el caso del feliz descubrimiento del “Recuento de casas”realizado en 1514 simultáneamente a una indagación ordenada por la reciénimplantada administración castellana.

Navarra es seguramente el territorio peninsular que cuenta con mejoresfuentes documentales –todas ellas de naturaleza fiscal– a la hora de estudiarsu población bajomedieval y altomoderna. Para el siglo XIV tenemos los par-ciales Libros del monedaje (1330, 1350 y 1353), el Liber redecime (1363), el Li-bro de fuegos (1366) y el Censo de Baja Navarra (hacia 1389). La escasez defuentes para la siguiente centuria se ve compensada en parte por la riquezainformativa de los Libros de fuegos (1427-1428) pero también agudizada porel mal llamado Libro de fuegos (1478). El Recuento de fuegos (1501) ordenadopor los últimos reyes privativos ha llegado a nosotros muy mutilado y sólocon el Apeo de fuegos (1553) realizado medio siglo después por orden del vi-rrey teníamos hasta ahora el primer recuento demográfico completo en casidos siglos. El poco aprovechable Censo de los obispos (1587) y el dificultosoApeo de vecinos (1601-1612) venían a completar el afortunado panorama na-varro en el campo de la demografía histórica.

Con todo, la irregular distribución en el tiempo y calidad de estas fuen-tes dejaba un largo periodo sin documentar: el siglo y cuarto que discurre en-tre el fogaje de 1427-1428 y el apeo de fuegos de 1553. Una sombra dema-siado prolongada –y apenas iluminada por el muy incompleto fogaje de1501– que nos ocultaba tanto el momento en el que la población navarra al-canzó su punto más bajo como toda la fase de recuperación que habría cul-minado en las décadas centrales del quinientos.

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De ahí la importancia del hallazgo del Recuento de casas elaborado en1514, hallazgo producido en el transcurso de la sistemática revisión de losfondos del Archivo General de Navarra que llevamos a cabo para la realiza-ción de nuestra tesis doctoral1. Se trata de una información recabada por elbeaumontés señor de Góngora para conocer el importe de los cuarteles y al-cabalas que pagaba cada localidad del reino en los últimos años del estado na-varro. La documentación generada –177 folios de papel, algunos de ellos enblanco– fue encuadernada sin atender a su orden cronológico a finales del si-glo XVIII en un tomo de 30 por 22 cm que actualmente figura en la subsec-ción de Registros de Comptos con el número 552.

¿Por qué ha pasado desapercibida hasta ahora? Sin duda varias circuns-tancias han contribuido a ello. En primer lugar, el escaso interés que tradi-cionalmente ha habido en la historiografía navarra por el siglo XVI a pesar dela importancia de esta centuria en la gestación de la Navarra moderna tantoen el terreno político como en el social. También ha debido contribuir a sudesconocimiento el hecho de que el lomo del registro se halle deteriorado, nopudiendo leerse sino los quarteres que se pagaban en el Reyno. T. (roto)2. Porello, incluso el reciente catálogo del Archivo General de Navarra, que sin du-da viene a llenar un importante vacío, lo recoge sin fecha y con el poco es-clarecedor título “De los cuarteles que se pagan en el Reino”2. Por si todo ellofuera poco, la misma redacción del documento contribuye a ocultar el datodemográfico al referirse casi en su integridad a aspectos fiscales –importes delos cuarteles y alcabalas, remisiones– y dedicando apenas una frase al núme-ro de casas que poseía cada localidad.

El hallazgo del Recuento de casas de 1514 viene, pues, a incrementar la yade por sí rica colección de fuentes que permiten un aprovechamiento demo-gráfico para estudiar el devenir de la población navarra durante estos siglos.Pero su importancia se ve realzada por otra serie de circunstancias. En primerlugar, no se trata tan sólo de una fuente más, pues su información sirve parallenar ese gran vacío que se extiende entre los recuentos de 1427-1428 y 1553,periodo en el que, como ya hemos dicho, se encuentran tanto el mínimo de-mográfico bajomedieval como las raíces de la recuperación del Quinientos. Setrata, además, de una fuente muy completa, pues nos proporciona informa-ción acerca de prácticamente todo el reino como no se hacía desde 1366. Eneste sentido debe destacarse que está incluida la mayor parte de la Tierra deUltrapuertos, zona de la que poseemos datos demográficos por primera y úl-tima vez desde 1389.

El desorden tributario, un problema heredadoEfectivamente, el motivo por el que en 1514 fueron contadas las casas de

cada localidad vuelve a ser de naturaleza económica. En este caso, la necesi-dad que tienen las nuevas autoridades castellanas de conocer el importe exac-

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1 La tesis doctoral, titulada El mundo rural navarro en los siglos XV y XVI, fue defendida en la Uni-versidad Pública de Navarra-Nafarroako Unibertsitate Publikoa el 5 de febrero de 1999.

2 Juan José MARTINENA, Guía del Archivo General de Navarra, Pamplona, Gobierno de Navarra,1997, p. 112. Agradezco sinceramente a su autor, director del AGN, el que me facilitara el contenidode su obra aun antes de ser editada.

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to que cada pueblo debía pagar en concepto de dos impuestos extraordina-rios en su origen pero que se habían convertido en ordinarios en la práctica,constituyendo la principal fuente de recursos de la corona navarra. Nos refe-rimos a los cuarteles y las alcabalas, que integrarían el “servicio” otorgado porlas Cortes a partir de 1513.

Como ya he tenido ocasión de exponer en otro lugar3, la alcabala fue ini-cialmente un impuesto indirecto conocido en Navarra como “imposición”que gravaba las transacciones comerciales y que ya a finales del siglo XV esta-ba tasado en cantidades fijas. Lo mismo ocurría con los “cuarteles”, impues-to originariamente universal que recaía sobre el patrimonio familiar y que sehallaba fijado desde 1462 en la mitad de las tasaciones establecidas en 1428(cuarteles moderados). La importancia de esta última carga radica en su fun-damento demográfico, es decir, en que en su tasación y reparto se toma co-mo base el “fuego” o familia.

Aunque la tasación vigente fuese en esencia la realizada casi un siglo an-tes, las cantidades que en realidad se ingresaban eran muy distintas debido ala multitud de gracias y remisiones que los reyes habían concedido, en espe-cial durante la prolongada guerra civil. Así las cosas, cuando la administra-ción castellana, tras invadir el reino en el verano de 1512 y rechazar la con-traofensiva legitimista del otoño siguiente, trate de consolidar la conquista,se verá obligada a recabar información sobre la principal fuente de financia-ción del hasta entonces estado navarro.

Hay que recordar que el 24 de marzo de 1513 las Cortes beaumontesashabían concedido la alcabala de ese año y veinticinco cuarteles moderados,con todas las gracias e franquezas, ferias y mercados y con la expresa condiciónde que nadie debiera pagar más de lo que había abonado en 1512. La alca-bala se cobraría en cuatro tandas trimestrales, mientras que los cuarteles de-berían satisfacerse en los meses de abril (2 cuarteles), mayo (2), junio (2), ju-lio (2), agosto (3), septiembre (4), octubre (4), noviembre (3) y diciembre (3).Como se ve, la tributación se adaptaba a las posibilidades económicas de laeconomía campesina.

Poco después, a la hora de rendir cuentas de la recaudación del serviciode 1513, el nuevo tesorero se refería al desorden tributario existente en el rei-no. Decía Luis Sánchez que las dichas receptas se an fallado fuera de todo asien-to y desordenadas en parte por no ser dadas qontinuadas las cuentas. Et tanbienmas por las guerras y dubladas mutaciones que ha houido en ellas de su primeroassiento et tassas, assi por baxas, gracias y mercedes4. La administración castella-na se encontraba así ante el mismo problema que apenas una década antestrataron de solucionar los reyes Catalina I de Foix y Juan III de Labrit. Ya en1504 los propios oidores (jueces auditores) de la Cámara de Comptos se la-mentaban del desorden producido en los cuarteles y alcabalas por el estadode guerra civil que vivía el reino en el último medio siglo. Según decían, ha-bían sido tantas las reformas, gracias y costumbres introducidas y la negativade los concejos a pagar más, que les era imposible saber verdaderamente lo

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3 Peio J. MONTEANO, Los navarros ante el hambre, la peste, la guerra y la fiscalidad, Pamplona/Iru-ña, Universidad Pública de Navarra, 1999, pp. 271-348.

4 AGN. Comptos. Registro 559, ff. 4-6.

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que correspondía a cada localidad5. Una herencia que legarían a los conquis-tadores.

El 18 de febrero de 1514 las Cortes beaumontesas volvían a otorgar a Fer-nando el Católico un servicio similar al del año anterior. No mucho después,por un mandamiento real, el señor de Góngora era nombrado comisario en-cargado de recabar información sobre el importe de los cuarteles y alcabalasque correspondía pagar a cada localidad del reino.

El señor de Góngora y su obraCharles de Góngora, señor de las localidades de Góngora y de Ziordia,

era un noble navarro fervientemente beaumontés que en las hostilidades de1512 había destacado en la colaboración con las tropas castellanas, muy es-pecialmente en la defensa de Pamplona ante el ejército franco-navarro y enla posterior persecución cuando éste se batió en retirada. Su hazaña más re-nombrada había sido la captura cerca de Aoiz de medio millar de gascones ybearneses, al frente de los cuales entró en la capital el 4 de diciembre de eseaño. Poco después, a finales de enero, había sido nombrado alcaide del casti-llo de Monreal, cargo que desempeñaría hasta su demolición en 1521. En1515 sería nombrado maestre de sala de la casa real, recibiendo diversas ren-tas monetarias hasta su muerte, que debió de tener lugar hacia 1530, año enque dejó de representar a su linaje en las Cortes.

Charles de Gongora inició su encuesta a mediados de mayo de 1514 y lohizo llamando a su castillo de Monreal a los representantes de esta villa y dela de Tiebas y de los valles cercanos (Unciti, Izagaondoa y Elorz). Una sema-na más tarde comenzó sus desplazamientos acompañado de un notario y contoda seguridad de una escolta armada. El procedimiento era siempre el mis-mo. Personado en una localidad central de cada jurisdicción –generalmenteuna villa–, el señor de Góngora comunicaba el motivo de su comisión y em-plazaba a los concejos para que comparecieran ante él. Así, por ejemplo, losrepresentantes de los valles de La Solana, Allín, Lana, Améscoa, Ega y Ma-ñeru debieron acudir a Estella, las cendeas de la Cuenca a Pamplona y los va-lles de Aezkoa y Arce a Oroz Betelu. Una vez en su presencia y ante el nota-rio, eran interrogados bajo juramento acerca de: 1) importe del cuartel mo-derado en que estaban tasados, 2) importe pagado en 1513, 3) importe de laalcabala, 4) número de casas que había en cada localidad, 5) relación e im-portes deducidos por los remisionados y 6) si éstos estaban bien tasados.

A modo de ejemplo incluimos la declaración que hizo la villa de Mendi-gorría el 21 de agosto de 1514 con la que da comienzo el registro:

La Merindad de Olit. Ayno Mil VC y XIIII a XXI dias del mes de agos-to por llamamiento del Señor de Gongora, comissario diputado por elRey nuestro señor les fizo plegar a los alcalde y jurados de la villa de Men-digorria en la dicha villa y les qonsto (?) de dezir verdat de las cosas queél les demandaria y para poder azer ésto les intimo una comision y man-damiento que del Rey nuestro señor tenia en presencia del notario infraes-cripto.

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5 AGN. Comptos. Papeles sueltos, primera serie. Leg. 20, carp. 23. Fecha 9.V.1504.

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Demandado por el Señor de Gongora quoanto monta un coarter mode-rado que paga la dicha villa dixieron todos que xxxvii libras uno de los xxvque paga la dicha villa y que tanto pagaron el año pasado que hera de VC

y XIII a Charles de Bergara, recebidor de Olit. De la alcabala dixieron quepagaban al recebidor de la merindat de la ciudat de Pomplona y que pa-gaban la dicha villa por una paga XI libras V sueldos.

Mendigorria. Johan Martiniz alcalde, Pero Escribano y Johan Lorenz, al-calde y jurados, dixieron que pagaba en la dicha villa por coarter XXVII li-bras los quoales pagan a Carles de Vergara. De la alcabala dixieron paga-ba la dicha villa por una paga XI libras V sueldos los quoales pagan a Ro-drigo de Echarri. Y demandado quoantas casas abia dixieron LXXIX.

Rebatese de la sobredicha suma del coarter por los remissionados por Jo-han Marques XVIIIº sueldos. Parescio y dixo que esta bien tasado. MiguelPeriz X sueldos.

Por Johan Periz de Muruçabal I libra XVI sueldos. Dixieron alcalde y jura-dos que esta en sobrepuya de X sueldos.

Como hemos dicho, los distintos pliegos en los que se recogieron las de-claraciones se encuadernaron en su día de forma desordenada. No obstante,gracias a las fechas que se hicieron constar, es posible reconstruir el recorridoque siguió el señor de Góngora. Sabemos así que desde mediados de mayo amitades de junio recopiló la información por los valles y villas de la merin-dad de Sangüesa. El resto del mes lo empleó en recorrer las de Olite y Tude-la, mientras que la primera semana de agosto estuvo en el valle de Erro y enDonibane-Garazi (Saint-Jean-Pied-Port), villa en la que recibió las declara-ciones de las localidades de Baja Navarra. A mediados de agosto le tocó elturno a las localidades de Tierra Estella y finalmente, desde mediados de sep-tiembre hasta el 23 de octubre –fecha de la última relación, la de Villava/Ata-rrabia–, el señor de Góngora recopiló la información en la merindad de LasMontañas.

La información. Virtudes y defectos

Como puede verse en el ejemplo de Mendigorría, la información –sobretodo la que permite un aprovechamiento demográfico– es mucho más su-cinta que la de otras fuentes del mismo tipo. Se refiere a aspectos puramen-te fiscales, que son los que la motivan. De hecho, de no ser por la breve re-ferencia al número de casas, esta fuente poco aportaría a la información pro-porcionada por el propio registro de cuarteles y alcabalas elaborado por elnuevo tesorero general.

Así, lo primero que declaran los alcaldes, jurados, palacianos o señores dellugar es el importe en que están tasados el cuartel moderado y la alcabala enlas respectivas localidades, importes que, salvo en el caso de Viana, se expre-san en moneda de cuenta (florines, libras, sueldos y dineros), aunque se hi-cieran efectivos en la variedad de monedas reales que caracteriza a la época.Lo mismo ocurre con los pagos que se hacen efectivos, una vez aplicadas lasdeducciones que tienen, bien por privilegio real, bien por los vecinos que sehallaban remisionados (eximidos del pago o con importe reducido). Curio-samente, también se incluye la opinión de los informantes acerca de lo acer-tado de la tasación de algunos de ellos.

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Los importes abonados a los recaudadores se refieren a los cuarteles de1513 ya que, como hemos dicho, la concesión del servicio se hizo con la ex-presa condición de no pagar más que durante el reinado de los monarcas des-tronados. Desde el punto de vista demográfico, este dato –que ocupa la ma-yoría de la declaración y que ya conocíamos por las cuentas de la recaudaciónde esos impuestos en 1513– no tiene más interés que el de informarnos depor qué algunas localidades que, lo sabemos, no estaban despobladas noconstan en los registros de cuarteles. Así, los de Berriozar –un pueblo quenunca aparece relacionado– explicaban que no pagaban cuarteles porqueeran pecheros de Miguel de Donamaria, y los de Oitz porque lo eran del Se-ñor de Arbizu6. Por fortuna, algunos de los pueblos que declaran también nopagar cuarteles –Unzarán, Pedriz, Fontellas, Murillo las Limas y Barillas, en-tre otros– facilitan en cambio el número de casas que hay en ellos.

Por tratarse de fechas cercanas a su expulsión en 1516, resultan intere-santes las informaciones suministradas sobre el número de familias musul-manas que habitaban en algunas localidades riberas. De este modo, Mur-chante y Fontellas decían que no pagaban cuarteles porque toda su poblaciónera musulmana. En Cortes, aunque había 33 familias cristianas, la poblaciónmorisca era mayoritaria, al contrario que en Valtierra donde, junto a 67 ca-sas cristianas, tan sólo habitaban 7 musulmanas. Dos años más tarde, en ma-yo de 1516, cuatro de ellas evitarían la expulsión abjurando de su religión7.No obstante, faltan datos sobre el principal núcleo de población mudéjar, laciudad de Tudela.

Con todo, a pesar de que son 719 las localidades para las que se nos faci-lita el número de casas, esta fuente contiene importantes vacíos de informa-ción. Dejando a un lado el conjunto disperso de pequeños pueblos, faltan da-tos para la Tierra de Amikuze (Micxa), los valles de Roncal, Oláibar, San Es-teban y Yerri, así como de la Sonsierra, de la mayor parte de las villas de laRibera Estellesa y del Piedemonte de Tafalla-Olite. No menos importanciatiene, por ser las mayores localidades del reino, la ausencia de datos paraPamplona y Tudela.

Las causas de estas omisiones son muy variadas. Apoyándonos en la in-formación recogida en las cuentas de los cuarteles de 1513, hemos podidoprecisar algunas de ellas que pasamos a exponer a continuación.

En Baja Navarra, la ausencia de datos para la Tierra de Amikuze –dondese hallaban importantes poblaciones como Labastida-Clairenza, Donapaleuy Garruze– se debe al dificultoso control militar que las tropas castellanas,encastilladas en Donibane-Garazi, ejercieron sobre la parte más septentrionaldel reino. Sabemos que el año anterior los habitantes de esta zona se habíannegado a pagar las 2.233 libras de sus cuarteles excusándose en la exenciónsupuestamente concedida por los reyes destronados. Poco antes de la indaga-

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6 AGN. Comptos. Registro 542, fol. 68 vº (Berriozar), que no pagaban coarter, que son pecheros deMiguel de Donamaría, y fol. 57 (Oitz), porque son del Señor de Arbizu y del Palacio de Oyz, que es de Jo-han de Ursua.

7 AGN. Comptos. Registro 542, fol. 148 vº (Murchante), porque es de moros; fol. 150 (Fontellas),porque son moros; fol. 151 vº (Cortes), dixieron que XXXIII casas de cristianos y de moros XLIIIIº casas; fol.145 (Valtierra), dixieron que LXVII casas que contribuyen y pagan los derechos reales sin VII casas que ay demoros que ayudan a pagar la alcabala. Sobre el bautismo de algunas de éstas, Archivo Diocesano dePamplona, Registros Parroquiales, Valtierra, microfilm núm. 400, fol. 3 vº- 4.

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ción, los de Iholdi y Armendaritze se unían a los de Amikuze y Arbela (Ar-beloa) en su pretensión de no pagar y desafiaban al comisario pro-castellanoBernart de Haranburu8. Tratando de recaudar los cuarteles y las alcabalas delaño anterior, un portero real resultó asesinado y el propio colector, Saubat deGaray, fue acuchillado por el mismísimo señor de Lukuze, noble beaumon-tés partidario de los reyes Catalina I y Juan III. Cuando su sustituto, un talTristán de Clau, trató de continuar con la colecta fue apresado y encerradoen Tartas (Bearne). No es de extrañar, pues, que los representantes de algu-nas de estas tierras no comparecieran a la citación que les haría el señor deGóngora cuando a principios de agosto se presentó en la capital de la Tierrade Ultrapuertos. También falta el número de casas de Monjolose, que habíasido quemada durante las hostilidades de 15129.

La ausencia de datos para el Valle de Roncal puede deberse, en cambio, ala exención del pago de cuarteles que obtuvo por su posición estratégica enla frontera. Así, en 1513 se le conmutaba el pago durante todo el tiempo quedurase la guerra con Francia y el Bearne10. También a la exención de cuarte-les cabe atribuir el que determinadas localidades como Gollano, Beire, Piti-llas, Murillo el Cuende y San Martín de Unx no faciliten el número de ca-sas11.

Con toda seguridad, el que no poseamos el dato demográfico referido alas dos mayores poblaciones del reino también se debe a la exención de quedisfrutaban. Fernando el Católico había liberado a Pamplona del pago decuarteles durante cinco años, todo ello en compensación de los daños pro-ducidos durante el cerco del ejército franco-navarro en el otoño de 1512. Másdifícil le fue imponer a Tudela, ciudad convencidamente agramontesa y últi-ma plaza navarra en rendirse a los conquistadores, el privilegio concedido porJuan II en 1468 a cambio de mantener medio centenar de jinetes para de-fender la ciudad12. Ante el señor de Góngora, no obstante, la capital ribera secomprometió a averiguar el número de casas que en ella había, dato que, sise recogió, no ha llegado a nosotros.

La ocupación que Castilla ejercía sobre las villas y aldeas del sur de Tie-rra Estella desde 1461 –y que culminarían con la integración de la Sonsierranavarra en Álava y La Rioja– es la causa de que no poseamos datos para La-guardia, San Vicente de Sonsierra, Los Arcos, Labraza, El Busto, Melgar, To-rres, Armañanzas y Sansol.

El resto de omisiones se debe a que muchas de las localidades del sur delreino pagaban sus cuarteles a los grandes señores navarros. Así, el conde deLerín, líder del partido beaumontés, recibía los del valle de San Esteban, Sa-da, Eslava, Arruazu, Ochovi, Berbinzana, Larraga, Cárcar, Lerín, Artajona ySesma, además de otras pequeñas localidades. El marqués de Falces, por suparte, recibía los de Falces, Funes, Peralta, Marcilla y Azagra. Otras localida-

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8 AGN. Comptos. Cajón 168, 39, IV y VII. En carta enviada el 27.III.1514 exponían los hidalgosde Iholdi y Armendaritze que su disposición a pagar los cuarteles era la misma que los de Amikutze yArbela.

9 AGN. Comptos. Registro 559, fol. 85 vº.10 AGN. Comptos. Registro 559, fol. 63.11 AGN. Comptos. Registro 542, fol. 138 vº.12 AGN. Comptos. Registro 559, fol. 14 (Pamplona) y 47 (Tudela). Para la capital ribera también

el Registro 542, ff. 143 y 143 vº.

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des también pagaban a nobles –Genevilla lo hacía al duque de Nájera y Are-llano al conde de Aguilar– e incluso a órdenes religiosas –Fitero al monaste-rio homónimo, Pedriz a la orden de San Juan–.

Un último grupo de localidades se encontraban “secuestradas” o en ter-cería, en manos de la Corona, en tanto los tribunales no decidiesen a qué no-ble pertenecían. Así ocurría con las que se disputaba el poderoso conde deLerín con el conde de Nieva (Miranda), con el marqués de Falces (Andosi-lla) y con Pedro Jiménez (San Adrián).

Pero aún nos queda un pequeño grupo de poblaciones para las que des-conocemos la causa de que no se nos proporcione información. Al margende algunos pequeños pueblos –que no sobrepasarían en ningún caso de me-dia docena de fuegos–, carecemos de datos para la totalidad de los valles deOláibar y Yerri, así como para localidades de cierta importancia como Goi-zueta, Ezkurra, Arano, Alkotz, Ostiz, Muskitz y Ultzurrun.

Un problema menor lo constituyen algunos datos que no se nos dan des-glosados por pueblos. Es el caso de las tierras bajonavarras de Orzaize (Osés)y Arbela y del valle de Ayechu, respecto a los que el comisario sólo nos faci-lita el número global de casas. Y lo mismo ocurre con Viana y sus aldeas deBargota, Lazagurría y Aras, recientemente convertidas en barrios de la villa13.En la misma balanza de los defectos cabría incluir los datos proporcionadospara algunas villas de la Navarra cantábrica (Bortziriak), cuyo número de ca-sas resulta sospechosamente redondo. De hecho, la sucinta información so-bre ciertas localidades baztanesas las proporciona el señor de Arretxea, de Eli-zondo, quien ya advierte de lo aproximado de su cuantificación14.

Con el fin de paliar en lo posible estas carencias, hemos recurrido a dosfuentes relativamente cercanas. Se trata de la Relación de rentas del Condesta-ble de Navarra (1495)15 y del Recuento de fuegos de 1501 ordenado por Catali-na I y Juan III16, aunque a excepción del Roncal en ambos casos se cuantificael número de fuegos.

El valor demográfico de la “casa”Que lo tiene viene probado por su misma inclusión en una fuente de in-

dudable naturaleza fiscal. Porque, ¿qué utilidad económica podía tener el co-nocer el número de casas que había en cada localidad?

En primer lugar hemos de aclarar que en esta fuente, y en otras de simi-lar naturaleza, el concepto de “casa” no hace referencia a un edificio en su as-pecto material sino que tiene un sentido muy similar al que hoy día aún semantiene en la Montaña navarra: la “casa” entendida como la vivienda y elconjunto de la explotación familiar, pero también como concepto antropo-lógico, es decir, como el grupo doméstico que la habita y le aporta su fuerzade trabajo. En esta época la familia es, como ahora, una unidad de consumo,pero también de producción. Y es precisamente en su condición de “empre-

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13 AGN. Comptos. Legajo 542, fol. 3: Entiendese las dichas XXVº libras que paga la villa con la al-dea de Bargota, que es barrio de la villa. Otrossi dizen los dichos de la villa que Laçaguria es conpra de lavilla y que los drechos de coarteres y alcabala son a la villa por que dizen que tienen pribilegio et conpra.

14 AGN. Comptos. Registro 542, ff. 46-48, insertados en la relación de Juslapeña con el título delas casas dixo Ximon que avia poco mas o menos.

15 AGN. Guerra. Legajo 1, carpeta 27.16 AGN. Comptos. Cajón 179, carpetas 13, 14 y 15.

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sa” por lo que interesa a la administración conocer el número de casas queexisten en cada localidad. Es sin duda una forma de calibrar su potencial eco-nómico y, en consecuencia, su capacidad de tributación.

Con este dato, pues, la nueva administración castellana trata de conocersi las tasaciones realizadas hacía más de un siglo, en unas circunstancias muydiferentes, respondían o no a la realidad económica de 1514. Por lo que sa-bemos, gracias a las reducciones obtenidas durante más de un siglo y al cre-cimiento demográfico que muestra el recuento de casas, el pago de los cuar-teles y alcabalas ya no suponía para las poblaciones navarras la pesada cargaque llegó a suponer antaño.

El concepto de “casa” que nos presenta el recuento de 1514 es similar,por tanto, al de “fuego” que nos proporcionan las fuentes anteriores y quese utilizaba tanto en la tasación como en el reparto del impuesto de cuar-teles.

En cuanto a los antecedentes hemos de recordar que el Censo de BajaNavarra (hacia 1389) es en realidad un mero recuento de casas. También enlos Libros de Fuegos realizados en 1427-1428 –que precisamente sirvieronpara la tasación de los pueblos– se equiparaban ambos conceptos. Efecti-vamente, entre otras cuestiones, los comisarios reales encargados de hacerla encuesta recibieron el encargo de interrogar a los testigos sobre el nú-mero de fuegos que habían desaparecido en los últimos treinta años. Puesbien, todas las localidades contestaron a esta pregunta cuantificando el nú-mero de “casas” que habían cerrado. Los de Villava/Atarrabia, por ejemplo,declaraban que son faillescidos et diminuydos por mortaldades XIIIº casas17. Ya lo largo de todo el siglo XV son multitud los documentos de remisión decuarteles en los que la disminución demográfica se cuantifica en casas ce-rradas.

Pero no hace falta irse tan lejos. También en la información sobre el es-tado de las rentas reales ordenada en 1501 los diputados interrogaban a lostestigos por el número de los vecinos o fuegos de la tal villa o lugar18. Puesbien, de las escasas relaciones conservadas las de los valles de Ibargoiti, Ar-ce, Salazar y Roncal contienen el número de casas que había en cada unode sus pueblos con la relación de los “chandios” (etxeandiak) u hombres ti-tulares de las casas. Los aezkotarras fueron especialmente explícitos alequiparar los conceptos de casa y fuego en el encabezamiento de su rela-ción19.

Pese a lo que pueda parecer, no se trata de una identificación sólo válidaen la zona norte del reino. En el mismo documento de 1514 existe un testi-monio referido a Tudela que abunda en la misma equivalencia refiriéndose alnúmero de las casas o fuegos que en ella había. Y algo parecido ocurrirá en la

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17 AGN. Libro de Fuegos de la merindad de Sangüesa. Fol. 211.18 AGN. Papeles sueltos, primera serie. Legajo 7, carpeta 44.19 AGN. Comptos. Cajón 179, nº 15 (Izalzu): Item ultra los dichos chandias en el dicho lugar ay

hombres sen casa; (Ochagavía): Suman los honbres a huna con los sobredichos chandias de Ochagauia IIc

XXXVII; (Aezkoa): Este es el numero de los fuegos e nombres de los senyores e dueynos de las casas de la Tie-rra de Aezquoa.

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capital ribera en el Recuento de fuegos de 1553, al término del cual el reci-bidor de la merindad dirá haberlo realizado por casas y fuegos20.

La misma distinción de la tipología de casas haciendo referencia a su ca-pacidad económica es un claro indicio de la equivalencia entre fuego y ca-sa. Aunque en la mayoría de los casos los declarantes se limitan a facilitarsu número, en algunas localidades se distinguen entre casas “principales” o“mayores” de un lado y casas “comunes”, “menores”, “pobres” o “casi deso-ladas”, de otro. El mejor ejemplo de esta categorización de casas –que equi-vale a la de los fuegos– lo encontramos en Puente la Reina, villa que de-clara tener 107 casas principales, 18 casas de viudas y 25 casas de caseros ypobres. También en el valle de Araitz se distinguen en cada localidad las ca-sas de menor capacidad económica y así se nos dice que en Uztegi hay 16casas y otras 8 casas que son pobres. En Baja Navarra, por su particular or-ganización social, es donde más sistemáticamente se hace esta distinción.En la Tierra de Orzaize se declaran un total de 71 casas sin incluir las pe-queñas, que –dicen– pueden ser unas 25. En Irisarri se distinguen casas ma-yores (61) y menores (5), en Iholdi-Armendaritze principales (47) y simples(16), además de otras trece de pecheros del señor de Armendaritze. EnSuhuskune se va más lejos al distinguir las casas de labradores (15), mediascasas (5) e infanzones (17). El mayor problema de esta distinción lo supo-ne, precisamente, el que en algunas circunscripciones bajonavarras como laTierra de Arbela, Gamarte o Aintzila no se nos facilite más que el númerode casas principales y se omita el resto21.

Pero no sólo existen datos documentales. Para comprobar si el número de“casas” podría equipararse al de “fuego” que usan el resto de fuentes demo-gráficas –o lo que es igual, si incluye a vecinos, habitantes, viudas, pobres, ca-seros, moros, etc.– hemos recurrido a comparar los fuegos declarados en 1514con las casas de 1501 en las 243 localidades para las que poseemos ambos da-tos. Ha de tenerse en cuenta que las dos fuentes se hallan separadas por uncorto espacio de tiempo y que, de arrojar diferencias considerables, cabríaatribuir estos desfases más que a las variaciones demográficas producidas a la

PEIO J. MONTEANO

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20 AGN. Comptos. Registro 542, fol. 142: En quanto al numero de las casas o fuegos que en ladicha ciudat ay poner sea diligencia en saber la verdat y sauida dar sea la respuesta de las que fuere.AGN. Fuegos del siglo XVI. En 1553, Pedro de Agramont afirmaba: Doy también relación que he to-mado la dicha nómina por casas y fuegos porque en la dicha Merindat de Tudela a todos los que habi-tan en la ciudat y lugares de aquella hechan repartimiento de todas las echas concejiles y de los quarte-res...

21 AGN. Comptos. Registro 542, fol. 19 vº (Puente la Reina): ... y demandando quoantas casasabia dixieron que C y VII principales y de las viudas XVIIIº y de los caseros y pobres XXVº que son en nu-mero CL casas, y fol. 44-44 vº (Uztegi): ... dixo que XVI y sin ocho casas que son casa desoladas pobres;fol. 160 (Tierra de Orzaize): Y demandado quoantas casas abia dixieron que LXXI casas sin las casas pe-queinas que aqui no se nombran, que pueden ser poquo mas o menos XXV o XXX; fol. 160 vº (Irisarri): di-xieron que LXI maiores Vº casas menores; fol. 170vº-171 (Iholdi-Armendaritze): dixieron que XLVIIº ca-sas principales y XVI de las casas sinples, sin las que pagan al Señor de Armendariz coarter, que son XIIIe

casas que son sus pecheros; fol. 164 vº (Suhuskune): Y demandado quoantas casas abia de casas que ayXVe de los labradores y otras Vº que son medias casas. Y demandado quoantas casas abia de casas in-fançones que ay XVII; fol. 163 vº (Gamarte): que ay XVIII casas principales y de (blanco); fol. 166 (Aint-zila): dixieron que XX sin las casas simples; fol. 170 (Tierra de Arbela): sin las casas pequeñas, las quoa-les no se ponen aqui.

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utilización de conceptos diferentes. El resultado de lo antedicho lo resumi-mos en la siguiente tabla:

Variación entre los recuentos de 1501 y 1514

Zona natural Localidades Fuegos Casas Variacióncomparadas 1501 1514 (%)

Valles pirenaicos 92 1.297 1.314 + 1Cuencas prepirenaicas 106 1.268 1.275 + 9Navarra media oriental 42 1.200 1.308 + 4Ribera estellesa 1 76 79 + 1Ribera tudelana 2 150 166 + 11Total 243 3.391 4.142 + 4

Como se puede comprobar, la variación global es pequeña y supone quelos pueblos comparados –pertenecientes a las merindades de Sangüesa y Oli-te– registraron un incremento global del 4% entre 1501 y 1514, algo acepta-ble aun si tenemos en cuenta que han mediado un ataque de peste (1504-1507) y la primera fase de la conquista (1512). Aunque no se han conserva-do todas las relaciones, sabemos –porque así se nos dice en la fuente– que enel recuento de 1501 el total de la merindad de Sangüesa ascendió a 4.622 fue-gos22. Pues bien, el de 1514, incrementado con los datos que faltan (y que he-mos estimado), arrojaría un total de 4.628 casas. Es decir, obtenemos un pa-norama muy similar al descrito.

Podemos concluir, pues, diciendo que el uso de la casa como forma de ca-librar la capacidad demográfica (y, por lo tanto, económica) de los pueblosse deriva de un concepto que aparece repetidamente mencionado en los re-cuentos medievales: la “casa fuego manteniente”, es decir, la casa habitadapor una célula familiar. La dimensión demográfica de ésta –el número demiembros que la integran– variará lógicamente dependiendo de las zonas ylas clases sociales. En este sentido, parece estar fuera de toda duda que los fue-gos o casas de la Montaña tienen más miembros que las del sur, sobre todopor las limitaciones que impone el sistema de heredero único que a lo largodel cuatrocientos se extiende por los valles norteños junto con las hidalguíascolectivas: Roncal (1413), Arbela (1435), Baztan (1440), Aezkoa (1466) y Sa-lazar (1469). También puede afirmarse que, en general, los fuegos rurales se-rían más nutridos que los urbanos.

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22 AGN. Comptos. Cajón 167, carpeta 13, pliego final: Montan el numero de las casas de la Me-rindad de Sanguessa IIIIM D C XXXII syn ochenta casas que fueron quemadas en Vurgui. Los datos conser-vados suman algo menos, 4.138 fuegos, debido a que faltan las relaciones de los 39 pueblos del valle deUrraúl, de Noáin y Guenduláin (Elorz), Biskarreta (Erro) y de algunas pequeñas aldeas de los valles deIbargoiti, Aibar y Egüés.

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La recuperación demográfica de NavarraConcluiremos diciendo, por tanto, que el Recuento de casas de 1514 es

una fuente fundamental para conocer el volumen de población con la quecontaba Navarra a comienzos del siglo XVI. Nuestra aproximación se realiza,una vez más, a través de conceptos fiscales, en este caso la “casa” –equipara-ble, como hemos dicho, al “fuego”–, concepto que como todos los utiliza-dos en época pre-estadística plantea numerosos problemas a la hora de suconversión en habitantes. Porque ¿cuántas personas supone una casa? Lacuestión es similar, pues, a la planteada por el coeficiente aplicable al “fue-go fiscal”.

No es aquí el lugar más apropiado para entrar en este espinoso tema.Podemos afirmar, eso sí, que, con los datos proporcionados por el Recuen-to de casas de 1514 y estimando las omisiones que presenta la fuente si-guiendo un procedimiento explicado en otro lugar23, la población de Na-varra ascendería a unos 23.000-24.000 fuegos o casas. Si tenemos en cuen-ta que el fogaje de 1427-1428 reconstruido de la misma forma nos situabaentorno a los 18.000-19.000 fuegos, queda acreditado el que la recupera-ción demográfica del reino –más tardía que en otras regiones peninsulares–se habría iniciado bastante antes de la conquista castellana, posiblementeen la década de 1470-1480. Suponiendo que, como parece probable, el mí-nimo demográfico se hubiera alcanzado entre 1450 y 1465, coincidiendocon la fase más aguda de la guerra civil, ello supone que el crecimiento sehabría producido a un ritmo notable de entre el 0,6 y 1% anual. Y si com-paramos los datos de 1501 con los de 1514 (periodo en el que observába-mos un crecimiento global del +4%) podemos concluir que, contra lo quese venía creyendo, dicha recuperación demográfica se hallaba ya consolida-da a finales del siglo XV, aunque sin ninguna duda los mayores crecimien-tos se alcanzarían a partir de 1530.

Por otro lado, la fuente nos permite esbozar una distribución geográficade la población hacia 1514 que se aproximaría bastante a la mostrada por elmapa adjunto:

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23 Peio J. MONTEANO, “Navarra de 1366 a 1428: población y poblamiento”, Príncipe de Viana, 208(1996), Pamplona, Gobierno de Navarra, pp. 307-343.

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Para terminar, incluimos a continuación el número de casas facilitado pa-ra cada localidad en el Recuento de 1514 que venimos analizando. Los datosse han organizado, como ya es habitual en nuestros estudios, por zonas na-turales y con la grafía de sus nombres oficiales actuales. Como podrá obser-varse, en algunas de ellas hemos procedido a insertar el número de fuegosproporcionado por fuentes más o menos coetáneas (Relación de las rentas delCondestable de Navarra de 1495 y el Recuento de fuegos de 1501) con el fin deconocer su tamaño aproximado. Por otro lado, las circunscripciones para lasque los datos se facilitan sin desglosar por pueblos figuran en negrita.

RESUMEN

El Recuento de casas realizado por el señor de Góngora en 1514 constituyeuna fuente que viene a enriquecer el ya de por sí privilegiado panorama defuentes fiscales cuantitativas que permiten el estudio de la población navarra.El gran número de localidades de las cuales suministra el número de casas quelas componían –concepto similar al de “fuegos” o familias– permite iluminarel largo espacio de tiempo comprendido entre el Libro de Fuegos de 1427-1428 y el Apeo de Fuegos de 1553 para el que, hasta ahora, apenas contába-mos con información demográfica. Del análisis de estos datos se deduce que

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la recuperación de la población de Navarra –más tardía que la de otros terri-torios europeos– se hallaba plenamente consolidada antes de la conquista cas-tellana, aunque sería en las décadas siguientes cuando, sin duda, alcanzaría susritmos más acelerados.

ABSTRACT

The finding of the Survey of houses the Lord of Góngora achieved, with fi-nancial aim, enriches the privileged outlook of quantitative sources that ma-ke the study of the navarrese population possible. This provides us the num-ber of “houses” (comparable to the concept of “families”) of a lot of localities,what enlightens the large period that goes from the recounts in 1427-1428 tothe one in 1553, which we lack information about, until today. Likewise,from the study of these data we can infer that, population would have rea-ched 22.000-23.000 houses in 1514, and also that besides what it has beenconsidered until today, the demographic recovery of the kingdom was plentyconsolidated some time before the castilian conquest (1512-1524).

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Recuento de casas de 1514

BAJA NAVARRA

Cuenca Errobia 680

Ahatsa-S Julian-Garategi 9Aintzila 20Altzieta 13Anhauze 22Anitze 10Ayneta 22Azkarate 20Baigorri 13Bazkazane 11BehorlegiBuztintze 8Duzunaritze 20Eiheralarre-Saint Michel 14Gamarte 18GermietaHiriberri (Garazi) 10Irisarri 66Irulegi 17Izpura 17Jatsu 15Lakarra 18Lasa 24Leizpartz 20Lekunberri-LatarceMendibe 5MonjoloseOkoz 18Orzaize, tierra de 101Otikoren 21Saratsketa 14Soroeta 12Suhuskune 37Uharte-garazi 26Urdoz 20Urrutia-Sant JohanZalbaza-Saint Jean 19Zaro 20

Donibane-Garazi 131

Cuenca Bidouze 461

Aiziritze

AltzumartaAmenduzeAmorotzeArbela, tierra de 190ArberatzeArbotiArhantsusi 10Arroze 11ArrutaAzme 24Bastida-ClairenzaBehaskaneBehauzeBizkaiBunuze 14DonapaleuGabadiGamueGarruzeHozta 18Ibarla 18Ibarre-Donaixti 8Iholdi-Armendaritze 76IlharreIzuraJutsi 40LabetzeLandibarreLaphizketaLarribarreLarzabale 32MartxutaMithiriñaOragarreOstankoaSarrikotaUharte-HiriUnasoZibitze 20ZilhekoaZohaztiZohotaZokotze

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Navarra Húmeda del Noroeste

Bortziriak 510Arantza 40Bera 150Etxalar 100Igantzi 20Lesaka 200

Baztan 444Almandoz 15Amaiur 18Aniz 10Arizkun 50Arraioz 16Azpilkueta-Urrasun 24Berroeta-Zozaia 21Elbete 20Elizondo 67Erratzu 60Gartzain 27Irurita 39Lekaroz 26Oronoz 16Ziga 24Zugarramurdi-Urdazubi 11

Basaburua Menor 85Beintza-Labaien 50Eratsun 20EzkurraSaldias 15

Araitz 170Arribe 25Atallu 20Azkarate 34Betelu 26Gaintza 20Intza 21Uztegi 24

Ultzama 134AlkotzArraitz-Orkin 17Auza 10Berroeta-Lozen 8Eltso-Larrazpe 10EltzaburuGerendiain 7Gorrontz-Olano 7

Ilarregi 11Iraizotz 14Larraintzar 16Lizaso 14Suarbe 5Urritzola-Galain 12Zenotz 3

Anue 113Aritzu 7Burutain 11Egozkue 21Etsain 14Etulain 3Lantz 31Leazkue 4Olague 22

Atez 51Arostegui 8Berasain 8Beunza 16Beunza-Larrea 1Ciganda 4Eguaras 8EguillorErice 6

Imotz 70Eraso 7Etxaleku 20Goldaratz 10Latasa 5MuskitzOskotz 22Urritza 4Zarrantz 2

Burunda 295Altsasu 73Bakaiku 33Iturmendi 30Olazti 63Urdiain 56Ziordia 40

Urumea 0AranoGoizueta

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LA POBLACIÓN NAVARRA A COMIENZOS DEL SIGLO XVI: EL RECUENTO DE CASAS DE 1514

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Navarra Húmeda del Noroeste

Arrarats 7Beramendi-Udabe 13Beruete 30Erbiti 7Gartzarun 10IgoaIhaben 8Itsaso 13Jauntsarats 3Orokieta 9

Odieta 49Anocibar 8Ciaurriz 11Gascue 8Guelbenzu 5Latasa 7OstizRipa-Guendulain 10

Arakil 396Aizkorbe-Laturlegi 7Arruazu 30Egiarreta 19Ekai 14Errotz 10Etxarren 13Hiriberri 21Ihabar 24Irañeta 32Irurtzun-Etxeberri 30Izurdiaga 13Lakuntza 60Satrustegi 16Uharte Arakil 90Urritzola 9Zuhatzu 8

Arantzaldea 190Arbizu 30Dorrao 24Etxarri-Aranatz 70Lizarraga 43Unanu 23

Bertizarana 50Legasa 16Narbarte 23Oieregi 11

Malerreka 209Artze 7Doneztebe 60Elgorriaga 16Gaztelu 6Igurin-Askarraga-Donamaria 18Ituren 36Oitz 7Oteitza 3Sunbilla 30Urrotz 10Zubieta 16

Leitzaran 122Areso 38Leitza 84

Larraun 233Albiasu 4Aldatz 28Alli 10Arruitz 15Astitz 7Azpirotz 25Baraibar 14Errazkin 18Etxarri 15Gorriti 17Iribas 18Lekunberri 25Madotz 7Mugiro 8Oderitz 6Uitzi 16

Basaburua mayor 100Aizarotz

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VALLES PIRENAICOS

Esteribar 177Agorreta-Saigots 9Akerreta 7Antxoritz 6Arleta 1Asiturri 1Beltzunegi 1EkiaErrea 5Eugi 15Gendulain 4IdoiIlarratz-Ezkirotz 8Ilurdotz 10InbuluzketaIragi 6Irotz 4Irure 5Larrasoaña 19Leranotz-Gurbindo 5Olloki 4Osteritz 9Sarasibar 13Setoain 5Tirapegi 3Urdaitz 9Urtasun 6Usetxi 5Zabaldika 9Zai 2ZubiriZuriain 6

Aezkoa 245Abaurreak 69Aribe-Aria 23Garaioa 29Garralda 45Hiriberri 40Orbaitzeta 23Orbara 16

Salazar 473Esparza 24Ezcaroz 60Gallues 6Güesa 8Ibilcieta 12

Iciz 12Igal 18Izal 20Izalzu 21Jaurrieta 70Ochagavia 169Oronz 18Ripalda 1Sarries 15Uscarres 19

Erro 170Aintzioa-Loizu 8ArdaitzAuritz / Burguete 40Auzberri / Espinal 28Bizkarreta-Gerendiain 12Erro-Zilbeti 17Esnotz 10Gurbizar 2Landa 1Larraingoa 1Lintzoain 12Luzaide/Valcarlos 17Mezkiritz 11Orondritz 10Ureta 1

Arce 131ArceArrieta 7Artozqui 10Azparren 6Equiza 3Espoz 2Gorraiz 4Gurpegui 3Imizcoz 4Iriberri 4Lacabe 4Lusarreta 4Muniain 2Nagore 16Oroz-Betelu 24Osa 5Saragueta 5Uli Alto-Arizcuren 4Urdiroz 2Uriz 12Usoz 3Zandueta 2Zazpe 5

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LA POBLACIÓN NAVARRA A COMIENZOS DEL SIGLO XVI: EL RECUENTO DE CASAS DE 1514

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VALLES PIRENAICOS

Roncal año 1501Burgui 82Garde 118Isaba 180Navarzato 1Roncal 90Urzainqui 76Uztarroz 95Vidangoz 73

Navascues 126Aspurz 15Castillo-Nuevo 17Cerrencano 1Navascues 67Racas Alto 1Racas BajoUstes 25

CUENCAS PREPIRENAICAS

Belascoain 20Bidaurreta 17Ciriza 18Echarri 12Elio 2Etxauri 37OtazuUbani 10Zabalza 17

Zizur 134Acella o LacellaAstrain 16Barañain 8ErieteGazolaz 16Guendulain 20Larraya 8Muru-Astrain 10Paternain 7Sagues 8Undiano 13Zariquiegui 6Zizur Mayor 14Zizur Menor 8

Egues 205Alzuza 5Ardanaz 13Azpa 8Badostain 18Burlada<>Burlata 13Echalaz 3Egues 13Elcano 17Elia 5Eransus 2

Goñi 128Aizpun 11Azanza 24Goñi 24Munarriz 50Urdanoz 19

Ollo 95Arteta 18Egillor-Beasoain 14Iltzarbe 13Ollo 23Saldise-Anotz 15Senosiain 12Ultzurrun

Iza 144Aguinaga 8Aldaba 11AldazAriz 4Atondo 15Cia 12Erice 11Gulina 7Iza 6Larumbe-Larrainziz 27Lete 6OchoviOrderiz 5Sarasa 14Sarasate 10Zuasti 8

Etxauri 153Arraiza 20

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PEIO J. MONTEANO

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CUENCAS PREPIRENAICAS

Gorraiz 4Huarte<>Uharte 38Ibiricu 11Olaz 10Sagaseta 4Sarriguren 4Ustarroz 3Villava<>Atarrabia 34

Aranguren 73Aranguren 5Gongora 4Ilundain 4Labiano 16Laquidain 4Mutilva Alta 4Mutilva Baja 7Tajonar 17Zolina 12

Izagaondoa 91Ardanaz 14Beroiz 1GuerguitiainIdoate 6Indurain 11Iriso 6Lizarraga 12Reta 13Turrillas 9Urbicain 10Zuazu 9

Ibargoiti 162Abinzano 7Celigueta 1Equisoain 4Idocin 11Izco 11Lecaun 1Monreal 98Salinas 22Sengariz 4Zabalza 3

Longuida 218Aoiz/Agoitz 104Aos 10Artajo 10Ayanz 1

Ecay 5Erdozain 9Ezcay 3Gorriz 2Itoiz 4Javerri 6Larrangoz 1Meoz 14Mugueta 3Murillo 11Olaverri 4Oleta 1Orbaiz 9Rala 2Uli Bajo 4Villanueva 3Villaveta 6Zariquieta 2Zuasti 1Zuza 3

Urraul Bajo 263Aldunate 6Artieda 15Grez 11Lumbier 160Nardues-Aldunate 9Nardues-Andurra 8Ripodas 10San Vicente 14Sansoain 9Tabar 21

Juslapeña 71Aristregui 7Belzunce 4Beorburu 8Garciriain 1Larrayoz 5Marcalain 8Navaz 75uin 6Ollacarizqueta 5Osacar 7Osinaga 3Unzu 65si 4

Ansoain 112Aizoain 15

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LA POBLACIÓN NAVARRA A COMIENZOS DEL SIGLO XVI: EL RECUENTO DE CASAS DE 1514

[21] 427

CUENCAS PREPIRENAICAS

Ansoain 6Añezcar 13Artica 11BallariainBerrioplano 11Berriosuso 14Berriozar 10Elcarte 8Larragueta 11Loza 5Oteiza 8

Olza 124Arazuri 13Artazcoz 10AsiainIbero 28Izcue 8Izu 7Lizasoain 18Olza 12Orcoyen 10Ororbia 18

Ezcabarte 93Anoz 4Arre 15Azoz 8Cildoz 8Eguntzun 1Eusa 8Ezcaba 2Garrues 3Maquirriain 11Naguilz 1Oricain 12Orrio 4Sorauren 16

Olaibar 0BeraizEnderizOlaizOlaveOsacainZandio

Galar 117Arlegui 5

Beriain 20CordovillaEsparza 26Esquiroz 13Galar 14Olaz-Subiza 6Salinas de Pamplona 13Subiza 20

Elorz 101Elorz 14Guereindiain 1Imarcoain 7Muruarte Ederreta 10Noain 14Otano 8Tiebas 17Torres 9Yarnoz 5Zabalegui 6Zulueta 10

Unciti 94Alzorriz 25Artaiz 11Cemborain 14Najurieta 12Unciti 20Zabalceta 7Zoroquiain 5

Lizoain 187Beortegui 5Galduroz 6IlozJanarizLerruz 10LeyunLizoain 15Mendioroz 14Oscariz 10Redin 12Uroz 8UrricelquiUrroz 86Yelz 7Zalba 9Zaldaiz 1Zunzarren 4

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PEIO J. MONTEANO

428 [22]

CUENCAS PREPIRENAICAS

Urraul alto 104Adoain 13Aizcurgui 4Arielz 1Aristu 2Artanga 2Elcoaz 11Eparoz 7Ezcaniz 3Guindano 5Imirizaldu 5Irurozqui 8Larequi 6Ongoz 8Ozcoidi 6Santa Fe 1Ayechu, Valle de 11Zabalza 11

Romanzado 86Adansa 4Arbonies 23Berroya 2Biguezal 19Domeño 9Iso 4Murillo-Berroya 5Napal 7Orradre 5Usun 8

Pamplona<>Iruña

NAVARRA MEDIA OCCIDENTAL

Amescoa 208

Aranarache 20Artaza 13Baquedano 14Barindano 9Ecala 13Eulate 45GollanoLarraona 47San Martin 28Urra 3Zudaire 16

Lana 114

Galbarra 15Gastiain 38Narcue 15Ulibarri 18Viloria 28

Bajo Ega 148

Abaigar 18Ancin 18Etayo 19

Learza 1Legaria 32Mendilibarri 11Murieta 25Oco 13Olejua 11

Allin 172

Amillano 4Aramendia 11Arbeiza 8Artavia 11Arteaga 1Echavarri 15Eulz 12Galdeano 17Ganuza 28Larrion 12Metauten 8Muneta- San MartinOllobarren 12Ollogoyen 8Zubielqui 10Zufia 15

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LA POBLACIÓN NAVARRA A COMIENZOS DEL SIGLO XVI: EL RECUENTO DE CASAS DE 1514

[23] 429

NAVARRA MEDIA OCCIDENTAL

Mañeru 59 año 1495Arguiñariz 14Artazu 2Cirauqui 55Echarren 11Guirguillano 12Mañeru 20

Solana 126Aberin 8Ayegui 15AzquetaIguzquizaLabeagaMorentin 35Muniain 13Oteiza 35Villatuerta 20

Piedem. Montejurra año 1495Allo 81ArellanoArroniz 84BarbarinDicastillo 60LuquinUrbiolaVillamayor 145

Aguilar 192Aguilar de Codes 57Desojo 37Espronceda 38Torralba 60

Berrueza 191Acedo 15Asarta 13Azuelo 18CabregaDesiñana 9Mendaza 20Mirafuentes 18Mues 15Nazar 20Piedramillera 30Sorlada 15Ubago 18

Alto Ega 78

Bernedo y AldeasCabredoGenevillaLapoblacion-Marañon 47Zuñiga 31

Yerri 0

AbarzuzaAlloz-LacarArandigoyenArizala-EzaArizaletaAzconaBearinEraulErendazuGrocinIbiricuIruñelaLacar-AllozLezaunLorca MayorMurilloMuruMurugarrenRiezuUgarVillanuevaZabalZurucuain

Guesalaz 215

Arguiñano 30Arzoz 15Estenoz 8Garisoain 10Guembe 11Irujo 5Irurre 10Iturgoyen 22Izurzu 10Lerate 4Muez 14Muniain 13Muzqui-Oro 7

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PEIO J. MONTEANO

430 [24]

NAVARRA MEDIA OCCIDENTAL

Salinas 30Vidaurre 24Viguria 2

Sotom. Viana-Los Arcos 300

Viana y Aldeas 300Los ArcosEl Busto, Melgar, Torres

Sonsierra 0

LabrazaLaguardia y AldeasSan Vicente y Aldeas

Estella<>Lizarra 450

NAVARRA MEDIA ORIENTAL

Ilzarbe 446Adios 6Añorbe 55Biurrun 18Eneriz 13IriberriLarrain 1Legarda 20Mendigorria 79Muruzabal 19Obanos 37Olcoz 15Puente la Reina<>Gares 150SarriaSotesTirapu 8Ucar 10Uterga-Olendain 15

Orba 247Amatriain 7Amunarrizqueta 5Artariain 10Barasoain-Garinoain 46Benegorri 4Bezquiz 4Echague 9Garinoain 17Iracheta 4Iriberri 1Leoz 6Lepuzain 1Maquirriain 4Mendivil 9Oloriz 6Olleta 14Oricin 7Orisoain 16

Pueyo 25Sansoain 9Sansomain 4Solchaga 14Unzue 25

Aibar 232Aibar 95Ayesa 11Eslava 28Ezprogui 4Leache 28Lerga 19Moriones 6Sada 41

Tierra de Sangüesa 242Cáseda 112Gallipienzo 47JavierLiedena 32Peña 6Rocaforte 18Yesa 27

Piedem. Tafalla-Olite año 1501Artajona 80Beire 32Pitillas 47San Martín de Unx 37Ujue 50

Olite 247

Tafalla 310

Sangüesa<>Zangoza 412

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LA POBLACIÓN NAVARRA A COMIENZOS DEL SIGLO XVI: EL RECUENTO DE CASAS DE 1514

[25] 431

RIEBERA ESTELLESA

Bajo Arga año 1501

Berbinzana 11Falces 133Funes 37Larraga 115Miranda de Arga 146Peralta 179

Bajo Ega año 1495

Carcar 53Lerin 137

Alto Ebro año 1495

Andosilla 66AzagraBaigorriLodosaMendavia 82San Adrián 28Sartaguda 0Sesma 110

RIBERA TUDELANA

Bajo Aragón 473Caparroso 142Carcastillo 50Marcilla (1501) 43Melida 55Milagro 47Murillo el CuendeMurillo el Fruto (1501) 49Santacara 24TraibuenasVillafranca 155

Bajo Queiles 411Ablitas 65Barillas 7Cascante 260Monteagudo 25Murchante 35Murillo las Limas 4Pedriz 10TulebrasUrzante 5

Bajo Ebro 369Arguedas 116Belver 1Buñuel 22Cabanillas 24CadreitaCortes 77Fontellas 10Fustiñana 37Ribaforada 10Valtierra 72

Bajo Alhama 410Cintruénigo 130Corella 230Fitero 50

Tudela