LA POLÍTICA ESCOLAR DE JULIO DE 1936 A ENERO DE 1938...2 ARANZADI, Repertorio cronológico de...

1 G. CÁMARA VILLAR, Nacional-Catolicismo y Escuela. La Socialización Política del Fran-

quismo (1936-1951). Jaén: Editorial Hesperia, 1984, 69.

CAPÍTULO 1

LA POLÍTICA ESCOLAR DE JULIO DE 1936 A ENERO DE 1938

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En el período comprendido entre el Alzamiento y declaración de laguerra civil, en julio de 1936, y la organización central del Estado endepartamentos ministeriales, por Ley de 30 de enero de 1938, los diri-gentes de la zona nacional muestran preocupación e interés por el fun-cionamiento de la enseñanza primaria y la actuación del maestro, y así loreflejan las numerosas disposiciones legislativas que aparecen en el Bole-tín Oficial del Estado. Efectivamente, es claro el interés por mostrar en elexterior la «normalidad» en la vida de los españoles en esta parte de Espa-ña. Una muestra de esta normalidad es el funcionamiento de las escuelasprimarias.

Aunque no se puede hablar de que durante este período se intente laestructuración de un sistema educativo nuevo en toda su amplitud, porqueno lo permitían ni las condiciones bélicas ni el aparato administrativo dis-ponible, sin embargo, sí aprovechan sus potencialidades para ir encauzan-do lo que proyectan como la nueva educación nacional y ésta se empiezaa vislumbrar si se siguen los pasos de la nueva política educativa1. En estecontexto atenderemos especialmente en las páginas que siguen al funcio-namiento de la escuela primaria y a lo que se le pide al maestro respectoa su labor en ella.

2 ARANZADI, Repertorio cronológico de legislación, (1936) 1621.3 A. ALTED VIGIL, Política del Nuevo Estado sobre el Patrimonio Cultural y la Educación

durante la guerra civil española. Madrid: Ministerio de Cultura, 1984, pág. 32.4 G. CÁMARA VILLAR, Nacional-Catolicismo y Escuela…, 70.5 Orden de 28 de agosto de 1936: ARANZADI (1936) 1505.

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LA ESCUELA PRIMARIA Y EL MAGISTERIO EN LOS COMIENZOS DEL FRANQUISMO

1. LA ADMINISTRACIÓN EDUCATIVA

Durante los dos primeros meses de guerra, la Administración educativa–como todo el poder del Estado– depende de la Junta de Defensa Nacio-nal, constituida por Decreto de 24 de julio de 1936.

A partir del mes de octubre, con la nueva estructuración del Estado, porLey de 1 de octubre de 1936, será la Comisión de Cultura y Enseñanza la«que se ocupará de asegurar la continuidad de la vida escolar y universita-ria, reorganización de los centros de enseñanza y estudios de las modifica-ciones necesarias para adaptar ésta a las orientaciones del nuevo Estado.»2

La Comisión de Cultura y Enseñanza estuvo presidida por José MaríaPemán, vinculado al grupo de Acción Española3 y formaban parte de ella,entre otros: Enrique Suñer, como vicepresidente –quien dirigió de hecho laComisión– vinculado a la Federación de Amigos de la Enseñanza; Federi-co Muntaner; Mariano Puigdollers y Romualdo de Toledo, Director Generalde Enseñanza Primaria en los dos primeros ministerios. En conjunto, cabedestacar en la composición de la Comisión, la presencia de destacados ele-mentos católicos y la ausencia de falangistas4.

La Administración educativa se organiza durante todo este período a tra-vés de los distritos universitarios, según aparece en las primeras disposi-ciones legislativas del mes de agosto. Esta manera de organizarse y actuar,que es provisional y excepcional, responde, por una parte, a agilizar laadministración, buscando la eficacia del funcionamiento, y por otra, a ase-gurar la orientación ideológica y política de la educación. De este modo,dependen directamente de cada Rectorado las Inspecciones de primeraenseñanza y las Secciones Administrativas5.

Para precisar más esta organización administrativa, en noviembre de1936 quedan disueltos los Consejos provinciales de primera enseñanza–existentes durante la República– y asumen los Rectores universitarios lasfacultades que les correspondían a éstos. La Comisión de Cultura y Ense-ñanza justifica esta organización educativa provisional a la espera de unaestructuración más idónea con la nueva orientación política:

«La reorganización de la Primera Enseñanza es problema de tal impor-tancia que no debe prejuzgarse ni comprometerse con disposiciones quesupongan una revalidación y reconocimiento de organismos que hasta

6 Orden de 17 de noviembre de 1936: ARANZADI (1936) 1780.7 Ordenes de 19 de agosto y 4 de septiembre de 1936: ARANZADI (1936) 1483 y 1530.8 ARANZADI, 1936 (1483).

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ahora existían y que hayan de ser antes de mucho modificados profunda yradicalmente.»6

Para el funcionamiento de los centros educativos, se pide, además, lacolaboración de los Gobernadores y Alcaldes, quienes deben comunicar alos Rectorados todo lo referente al personal de Instrucción Pública y cui-dar del funcionamiento de la escuela7.

2. LA JUNTA DE DEFENSA NACIONAL

En los dos meses de funcionamiento de la Junta de Defensa Nacional,aparecen ya en el Boletín Oficial del Estado algunos de los temas que, res-pecto a la enseñanza primaria, continuarán y marcarán la orientación edu-cativa durante todo el período que nos ocupa. En esta nueva orientaciónde la enseñanza primaria, dos aspectos hacen referencia a lo que se quie-re eliminar del régimen anterior y los otros dos a lo que se quiere implan-tar:

• Depuración de maestros• Depuración de libros y material escolar• Inclusión de la enseñanza de la Religión en el curriculum escolar• Exaltación del patriotismo en la escuela

2.1. Funcionamiento de la enseñanza primaria y provisión de escuelas

Antes de entrar en el tratamiento de cada uno de los temas, convienedestacar el interés de la Junta de Defensa Nacional porque, a pesar de lasituación de guerra y los asuntos urgentes que se desprenden de ésta, lasescuelas de enseñanza primaria funcionen normalmente. La Orden de 19de agosto de 19368, que dispone la reanudación de las enseñanzas en lasescuelas de instrucción primaria el día 1 de septiembre, expresa claramen-te este interés fundamentado en dos motivaciones explicitadas en su artícu-lo primero:

• el demostrar la normalidad de funcionamiento en las regiones ocu-padas por el ejército nacional y

9 La Orden de 28 de agosto, expresa este objetivo de la Junta de Defensa como «espa-

ñolizar la enseñanza».10 Orden de 19 de agosto de 1936: ARANZADI, (1936) 1483.11 ARANZADI (1936) 1543.

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• la importancia que, para los nuevos dirigentes, tiene la escuela pri-maria en la formación de los niños orientada a la «españolización delas juventudes»9.

Una de las primeras medidas que se adoptan es disponer que los Alcal-des cuiden de esta orientación «de que la enseñanza responda a las con-veniencias nacionales» y «de que los juegos infantiles, obligatorios, tiendana la exaltación del patriotismo sano y entusiasta de la España nueva»10

Para que las escuelas puedan funcionar el día 1 de septiembre, el Alcal-de –y en los casos de capital de provincia, el Inspector de primera ense-ñanza– designará sustitutos, con carácter de interinidad, en aquellasescuelas en las que no se presentara el titular. La Orden de 28 de agosto,aclara que estas designaciones interinas serán provisionales hasta que losRectorados provean plazas vacantes interinamente, especificando «con lamayor rapidez». Esta misma orden organiza la provisión de plazas vacantesteniendo en cuenta el aprovechamiento de recursos económicos, dadas lascircunstancias especiales de guerra:

• En las Escuelas graduadas, el Director se encargará de una Sección yel maestro que quede desplazado ocupará una vacante de la mismalocalidad.

• Los maestros que tengan su plaza en la zona republicana desempe-ñarán provisionalmente las vacantes.

• También ocuparán provisionalmente vacantes los maestros del gradoprofesional que estén realizando o hayan finalizado las prácticas.

• Por último, los Rectorados recibirán solicitudes y realizarán nombra-mientos de interinidades para las restantes plazas vacantes.

A pesar del interés de la Junta de Defensa Nacional por el funciona-miento normal de las escuelas desde comienzos del mes de septiembre, lascircunstancias especiales de la guerra y estas medidas provisionales, en lasque se reconoce el escaso conocimiento de la realidad escolar de quien lasredacta, hacen necesario que durante todo el mes de septiembre se suce-dan en el Boletín normativas regularizadoras de la provisión de plazasvacantes, matizando las anteriores y atendiendo a circunstancias de funcio-namiento que no se habían tenido en cuenta.

Así, la Orden de 5 de septiembre11 dispone que no se curse ninguna peti-ción de excedencia, renuncia o sustitución hasta que los Rectorados hayan

12 ARANZADI (1936) 1558.13 ARANZADI (1936) 1569.14 Estos son los que, según el Plan de estudios de Magisterio de 1931, están realizando

los dos cursos de prácticas previstos en el mismo.15 Estos cursillos, convocados un año antes con el fin de adjudicar plazas de maestros

en las escuelas públicas y dar acceso al escalafón, se estaban celebrando en 1936 y habían

quedado en suspenso por Orden de 11 de agosto de 1936. ARANZADI (1936) 1468.

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hecho los nombramientos de interinos. Mediante otra Orden, ésta de 12 deseptiembre12, se dictan normas más precisas para aclarar y poder cumplir lodispuesto por Orden de 28 de agosto, en relación a las Escuelas graduadas.Al ocupar el Director una sección y quedar desplazado un maestro del cen-tro, normaliza qué orden se debe seguir entre los méritos profesionalesalcanzados por los maestros, para designar al que queda desplazado y pasaa ocupar provisionalmente una vacante de la misma localidad.

Por último, la Circular aparecida en el Boletín Oficial del Estado el 19de septiembre13 aclara lo legislado hasta el momento y dicta normas másconcretas que posibiliten el nombramiento formal de maestros provisiona-les e interinos para las escuelas que estén vacantes. Para el orden a seguiren los nombramientos se tienen en cuenta los principios señalados en dis-posiciones anteriores –el aprovechamiento de los recursos económicos y la«españolización de la enseñanza»– y así se dispone que:

• En primer lugar, se designe provisionalmente a los maestros titularesde escuelas situadas en localidades de la zona republicana. La acep-tación es obligatoria como prueba de patriotismo.

• A continuación, que se nombre a los Maestros de grado profesional14

que estén recibiendo haberes «y sobre los cuales no existiere informedesfavorable».

• Después los que hayan aprobado en el Cursillo convocado en 193515.• Y por último, los maestros que soliciten una interinidad.

A pesar de todo, la propia Junta de Defensa Nacional considera que estanormativa provisional no es suficiente y prevé un estudio de bases que nor-malice el nombramiento para sustituciones e interinidades, según quedaexpresado en la misma Circular:

«Como estas designaciones son provisionales, verdaderas sustitucionesaccidentales, encaminadas a la normalización de la vida escolar, han de pre-sentar problemas relacionados con la situación de los Maestros en filas omilicias militarizadas, se procederá por la Comisión de Instrucción Públicaal estudio de las bases a que ha de sujetarse el nombramiento de Maestrosinterinos, así como el traslado de Maestros incompatibles con sus pueblos,

16 Resulta llamativo el que en esta disposición se utilice la expresión «criminal guerra

civil», cuando ya en el ambiente se habla de «cruzada». Ver V. PALACIO ATARD, Cinco historias

de la República y de la guerra. Madrid: Editora Nacional, 1973, 65-66. Para este autor, desde

la primera semana de la contienda, se puso en circulación el concepto de «cruzada» de mane-

ra espontánea y en la prensa de ciudades distintas aparece el término con reiteración. Apa-

rece también, unos días más tarde que la publicación de esta Circular, en la pastoral del

obispo de Salamanca, Pla y Deniel, de 30 de septiembre.17 ARANZADI (1936) 1692.18 ARANZADI (1936) 1565.

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como consecuencia de la criminal guerra civil16 a que nos ha conducido elGobierno del Frente Popular.»

Será la Comisión de Cultura y Enseñanza de la Junta Técnica del Estadola que estudiará y redactará esta bases que aparecen sólo un mes más tardeen la Orden de 30 de octubre de 193617.

Parece claro que la pretensión de que las escuelas de enseñanza pri-maria funcionen normalmente desde el comienzo de curso escolar no lesresultó fácil a los nuevos dirigentes. La situación de la guerra civil no faci-lita la provisión de vacantes que se producen constantemente debido a:

• la incorporación de maestros al Ejército y a las milicias voluntarias,• la separación del ejercicio profesional debido a las medidas de depu-

ración,• el encontrarse maestros titulares e interinos de escuelas en la zona

republicana.

Por último, otra de las medidas adoptadas en estos dos primeros meseses la Orden de 13 de septiembre. Pretende un doble objetivo:

• que las escuelas de enseñanza primaria funcionen con normalidad enla zona nacional y

• evitar que se produzcan vacantes por otros motivos consideradosmenos urgentes en ese momento.

Por eso se acuerda que queden caducadas y sin efecto todas las comi-siones, agregaciones y licencias de maestros que no respondan a causas deenfermedad, incorporación al Ejército y milicias voluntarias o estar enpoblaciones de la zona republicana18.

2.2. Depuración de maestros

Junto a estas medidas extraordinarias, dirigidas a posibilitar el funciona-miento de la enseñanza primaria, se dictan otras, no menos extraordinarias

19 Sobre la depuración del Magisterio ya se había hablado unos años antes. En El Deba-

te del 31 de octubre de 1934, que comenta los sucesos de Asturias, se pide una acción del

Gobierno que depure la clase del Magisterio. Cfr. M. PÉREZ GALÁN, La enseñanza en la Segun-

da República española. Madrid: Edicusa, 2ª ed., 1977, 235.20 Casi al mismo tiempo se dictan las primeras depuraciones del profesorado del Minis-

terio de Instrucción Pública de la zona republicana. Cfr. L. ESTEBAN MATEO, Evolución de los

objetivos de formación de profesores. Concreción de un caso: objetivos de formación magiste-

rial durante el período bélico (1936-39) en VII CONGRESO NACIONAL DE PEDAGOGÍA, La investi-

gación pedagógica y la formación de los profesores. Vol. I. Madrid: S.E.P. Instituto San José de

Calasanz, 1980, 81.21 El artículo segundo de esta Orden especifica «la conducta conveniente»: «que la ense-

ñanza responda a las conveniencias nacionales» y que «los juegos infantiles, obligatorios, tien-

dan a la exaltación del patriotismo sano y entusiasta de la España nueva». ARANZADI (1936)

1483.

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y más radicales, sobre la depuración del magisterio19, con el fin de lograreficazmente y en el espacio de tiempo más corto posible, la «españoliza-ción de la enseñanza» y evitar de modo definitivo que existan en las escue-las de la zona nacional las orientaciones educativas marcadas durante laRepública.

En la misma Orden de 19 de agosto de 1936, que disponía el comienzodel curso escolar, aparecen las primeras normas de depuración de maes-tros20 que estaban en activo al producirse el Alzamiento. Responde a unanormativa todavía muy genérica y sin matizar, pero urgente, disponiendoque los Alcaldes o delegados designados por éstos cuiden:

«De poner en conocimiento del Rectorado respectivo toda manifestaciónde debilidad u orientación opuesta a la sana y patriótica actitud del Ejércitoy pueblo español, que siente la España grande y única, desligada de con-ceptos antiespañolistas que sólo conducen a la barbarie.

(…)Antes del día 30 del corriente mes, los Alcaldes informarán al Rectorado

del Distrito Universitario respecto a si la conducta observada por los Maes-tros, propietarios o interinos, que desempeñaban las escuelas respectivas, hasido la conveniente en orden a las finalidades de esta disposición21, o si, porel contrario han mostrado aquéllos, en el ejercicio de su cargo, ideario per-turbador de las conciencias infantiles, así en el aspecto patriótico como enel moral. En este último caso, los Rectores ordenarán con toda urgencia lasustitución de dichos Maestros en la forma anteriormente expuesta»

En este primer momento, para llevar a cabo la depuración de maestros,los informes deben llegar a los Rectorados y corresponde a las autoridadesciviles y militares hacerles llegar estos datos. Esta organización de la Admi-nistración educativa (Alcaldes - Rectores), responde a la realidad del con-trol político e ideológico de la función de la escuela y del papel delmaestro en ella.

22 ARANZADI (1936) 1505.

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Para que este cambio sea efectivo en la escuela, no es suficiente la sepa-ración del servicio de aquellos maestros cuya ideología no coincida con losdirigentes de la España nacional. A los maestros que ocupen de modo pro-visional o interino plazas vacantes se les va a exigir condiciones semejan-tes a las impuestas para la depuración de los maestros propietarios. Así laOrden de 28 de agosto que, como se ha visto anteriormente, dicta normaspara la provisión de escuelas, en su artículo quinto aclara:

«Se sobreentiende que en todos los casos deberán concurrir en los inte-resados las circunstancias de no poseer los informes desfavorables (…) emi-tidos por la autoridad correspondiente, o los hubieren podido obtener losRectorados por otros conductos oficiales.»22

Una normativa más concreta, pero todavía con criterios subjetivos y difí-cilmente objetivables, para que los Rectorados realicen esta depuración delos maestros que pueden entorpecer, y no son convenientes para las nue-vas orientaciones ideológicas y educativas, se regula mediante la Circularaparecida en el Boletín Oficial del Estado el 19 de septiembre, que, consi-dera al menos distintos niveles y, por tanto, distinto tipo de sanción:

«… los Rectores clasificarán los informes recibidos de los Alcaldes en tresgrupos:

Primero. Los Maestros cuyos informes sean totalmente desfavorables porsus actuaciones anteriores, no sólo en su aspecto perturbador de las con-ciencias infantiles, sino por su conducta amoral o antipatriótica, serán inme-diatamente suspendidos de empleo y sueldo y se publicará en los ‘BoletinesOficiales’ de la provincia respectiva.

Segundo. Maestros de conducta no bien definida en el informe de losAlcaldes, o que, por organizaciones o personalidades solventes, fueren deactuación dudosa. Los Rectores consultarán a cuantos organismos o perso-nalidades crean pueden aclarar las dudas. Si, de los datos recibidos, mere-cieren ser incluidos en el apartado primero, quedarán suspendidos deempleo y sueldo. Si no resultaren acreedores a esta medida radical, pero porsu indiferencia en cultivar las inteligencias, conducta discutible, abandonode sus servicios, etc. apreciaren los Rectores que merecen alguna sanción demenor importancia, los suspenderán de uno a tres meses de empleo y suel-do o hasta seis meses de empleo y medio sueldo.

Tercero. Los Maestros cuyos informes dados por los Alcaldes fueren favo-rables y no hubieren llegado a los Rectorados otros desfavorables emitidospor organizaciones de solvencia moral y patriótica, quedan ratificados en sucargo. Los Rectores en estos casos se asesorarán de la Junta de Decanos.»

Cabe esperar que la aplicación de estas normativas no fuera ni eficaz niobjetiva y, por supuesto, difícilmente sería llevada a cabo de la misma mane-

23 J. CRESPO REDONDO y otros, Purga de Maestros en la Guerra Civil. La depuración del

magisterio nacional de la provincia de Burgos. Valladolid: Ámbito, 1987, 14.24 ARANZADI (1936) 1534.

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ra en las distintas localidades. Para Crespo Redondo y otros su «aplicación,al menos en la provincia de Burgos, fue bastante desacertada y no logró elprincipal objetivo buscado, que indudablemente era la expulsión de losmaestros republicanos y de izquierdas. Hubo alcaldes que informaron favo-rablemente sobre destacados maestros izquierdistas, quizá por entender quesu ideología no había influido en el desarrollo de la enseñanza, o bien por-que, estando el pueblo contento con su trabajo, quisieron protegerlos. Otrosalcaldes, sin embargo, informaron desfavorablemente sobre maestros apolí-ticos o conservadores. No contando con otras informaciones, los rectoresdebieron equivocarse bastantes veces al decidir las suspensiones de maes-tros.»23

Es posible también que, en estos primeros momentos en que la normati-va es poco precisa, se aplicara con distintos criterios y existiera entre los alcal-des y rectores valoraciones diversas sobre las «actuaciones antipatrióticas».

2.3. Depuración de libros y material escolar

La nueva orientación de la educación y de la enseñanza primaria, tandistinta en aspectos ideológicos a la que se había llevado hasta el momen-to de producirse el Alzamiento, requiere, junto a la depuración de los quellevan a cabo la labor educativa, los maestros, la retirada de buena partedel material pedagógico y escolar utilizado durante el período republicano.

Esta depuración de los libros y materiales escolares comienza tambiénen este primer período con la Orden de 4 de septiembre de 193624 por laque se dispone que sean retiradas de las escuelas «cuantas obras de matizsocialista o comunista» se hallen en ellas. Los encargados de realizar estastareas serán las mismas autoridades políticas a las que se les encarga ladepuración del personal docente: los gobernadores, alcaldes y delegadosgubernativos, que contarán con la colaboración de los inspectores de ense-ñanza. A estos últimos se les responsabiliza de que las obras que se utili-cen en las escuelas respondan «a los sanos principios de la Religión y de laMoral cristiana, y que exalten con sus ejemplos el patriotismo de la niñez.»

El cambio de rumbo ideológico en las escuelas, como última motivaciónpara llevar a cabo la depuración del material pedagógico, queda suficien-temente claro en el preámbulo de esta misma orden:

25 ARANZADI (1936) 1584.

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«La gestión del Ministerio de Instrucción pública, y especialmente de laDirección General de Primera Enseñanza, en los últimos años, no ha podi-do ser más perturbadora para la infancia. Cubriéndola con un falso amor ala Cultura, ha apoyado la publicación de obras de carácter marxista o comu-nista, con las que ha organizado bibliotecas ambulantes y de las que hainundado las Escuelas, a costa del Tesoro Público, constituyendo una laborfunesta para la educación de la niñez.

Es un acto de salud pública hacer desaparecer todas esas publicacio-nes…»

2.4. Enseñanza de la religión y formación patriótica en la escuela

Sobre el contenido de las enseñanzas en las escuelas, además de lasorientaciones generales que marcan ya una línea clara, en contra de laescuela laica, la Orden de 21 de septiembre25 «aclara explícitamente que lasenseñanzas de la Religión y la Historia Sagrada son obligatorias y formanparte de la labor escolar.»

Las orientaciones sobre la formación patriótica, aunque de un modotodavía muy genérico, aparecen ya con claridad en las primeras disposi-ciones de agosto de 1936: la educación de la escuela primaria orientada ala «españolización de las juventudes» y la exaltación del «patriotismo sano yentusiasta de la España nueva». Pero será en marzo de 1938 cuando elMinisterio de Educación Nacional dicte normas más concretas para la ense-ñanza primaria en este aspecto.

3. LA COMISIÓN DE CULTURA Y ENSEÑANZA

A partir del 1 de octubre de 1936 se inicia una nueva organización delEstado con la creación de la Junta Técnica del Estado. Dentro de ella, conlas funciones de Ministerio, se establece como órgano competente para elámbito educativo, la Comisión de Cultura y Enseñanza. Permanecen la líneaideológica y los valores que habían presidido las actuaciones de la Juntade Defensa Nacional, desde agosto de 1936. Siguen inalterados el interéspor el papel del maestro y la valoración de la enseñanza primaria desde elprimer momento en que se hacen cargo de la administración educativa losnuevos dirigentes.

26 ARANZADI (1936) 1672.27 La Orden de 13 de septiembre había considerado el estar en las milicias voluntarias

como una de las excepciones para la concesión de licencias a los maestros.

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Pero, a partir de este momento, los distintos aspectos educativos cobranmayor formalización que en la etapa anterior, el aparato administrativo seestructura más y las normativas en materia educativa son, en conjunto, másprecisas y relativamente complejas.

Y vuelven a sorprender, dadas las circunstancias bélicas del momento,las medidas tomadas para llevar a cabo esta prioridad. La Orden de 23 deoctubre de 193626, muy pocos días después de constituirse la Junta Técni-ca del Estado, dispone la incorporación a sus escuelas de aquellos maes-tros que están en las milicias voluntarias, considerando más importante sufunción en las escuelas que junto al ejército. Cabe también pensar que bus-can solución al grave problema con el que se encuentran: poder ocupar lasnumerosas vacantes que se producen en las escuelas:

«Es deber primordial de la Junta Técnica velar por la normalización delos servicios del Estado, y muy especialmente por lo que a Instrucción públi-ca se refiere y por aquellos Maestros que conscientes de su misión, estabanapartados de las luchas políticas, pero muchos de ellos sintiendo el amorpatrio y el deseo de coadyudar a este movimiento Nacional liberador deEspaña, se alistaron en las milicias voluntarias.

Considera esta Junta que, aunque son muy valiosos los servicios queprestan estos Maestros al lado del Ejército, son aún más necesarios losque aquéllos puedan realizar al frente de sus Escuelas para bien de la Patria.

En atención a las consideraciones expuestas y oído el parecer de laComisión de Cultura y Enseñanza

Esta Presidencia ha tenido a bien disponer: que se reintegren a sus des-tinos, en el término de cinco días todos aquellos Maestros que, sirviendoEscuelas en zonas sometidas a nuestro Ejército no lo hayan efectuado porencontrarse prestando servicios en las milicias voluntarias, con excepción delos que se encuentran en primera línea de los distintos frentes de batalla,quienes deberán hacerlo en el plazo improrrogable de un mes, acreditandoque se hallaban en dicho puesto con certificación expedida por el Jefe dela respectiva unidad.»27

3.1. Provisión de Escuelas

Con el fin de formalizar la normativa que solucione el problema plan-teado y en cumplimiento de lo dispuesto por la Junta de Defensa Nacionalen la Circular de 19 de septiembre, la Comisión de Cultura y Enseñanza

28 ARANZADI (1936) 1692.29 ARANZADI (1936) 1779.30 Sólo en esta ocasión se señala la fecha de 19 de julio, en disposiciones posteriores se

tendrá siempre como punto de referencia el 18 de julio.

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dicta normas por Orden de 30 de octubre de 193628 para regular el nom-bramiento de interinos en las escuelas. Estas bases son consideradas toda-vía provisionales «hasta que el Gobierno Nacional determine la forma deprovisión definitiva».

Esta nueva normativa, teniendo en cuenta los mismos criterios anterio-res, proporciona a la administración una mayor estructuración y formaliza-ción del procedimiento a seguir en la provisión de plazas vacantes.Establece que aparezcan publicadas las escuelas que se encuentran vacan-tes y que se incluyan entre ellas las que se ocuparon de modo provisionalcon sustitutos nombrados por los alcaldes e inspectores. Se señalan plazosy se especifica la documentación que deben presentar los que las soliciten,tanto en lo relativo a aspectos profesionales, como a las certificacionesnecesarias para la depuración.

A pesar de este intento, la normalización administrativa en el nombra-miento de maestros no es fácil de conseguir y continúan apareciendo nue-vas incidencias que hay que considerar de nuevo, dadas las circunstanciassociales y políticas tan especiales. En la Orden de 16 de noviembre29 seexpresa esta dificultad:

«Son tantas las consultas que se elevan a esta Junta Técnica sobre losdiferentes casos que plantea la anormalidad de las presentes circunstanciasal personal del Magisterio, que recomienda se dicte una disposición decarácter general que señale a las Secciones Administrativas la norma aseguir. El criterio fundamental en todos los casos es el no perjudicar en loposible al personal del Magisterio, que por su actuación anterior al 19 delpasado julio30 se le puede considerar afecto al ideario del movimiento nacio-nal.»

y señala excepciones a lo regulado quince días antes:

• los Maestros propietarios que tienen su plaza en la zona republicanay se han presentado antes del 7 de noviembre, podrán percibir sushaberes devengados y los futuros si acreditan haber solicitado unaescuela provisional y –con independencia de la Orden de 30 de octu-bre– se les destinará a una escuela vacante.

• los maestros de zonas peligrosas de guerra pueden no permanecer ensus destinos y ser asignados para otra vacante.

31 ARANZADI (1936) 1796.32 ARANZADI (1937) 818.33 Orden de 31 de agosto de 1937 ARANZADI (1937) 915.

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• los que no tengan en su poder la documentación, por tener su domi-cilio en la otra zona, pueden acudir a los concursos con una declara-ción jurada.

La dificultad para establecer una normativa única que resultase eficaz ensituaciones tan complejas y diversas, ocasiona que la Orden de 21 denoviembre –la última de este curso escolar referente al personal de ense-ñanza primaria para la provisión de escuelas– venga a delegar en los rec-tores la interpretación en cada caso de la normativa vigente:

«Dada la compleja situación de la vida nacional, se concede amplia facul-tad a los Rectores para amoldar las normas del concurso a las circunstanciasde su distrito, inspirándose siempre en que el servicio sufra el menor entor-pecimiento. En casos especiales, por ejemplo, zonas limítrofes con territoriono liberado, podrá, incluso, suspenderlo, dando cuenta a la superioridad.»31

Queda, de este modo, centralizado en los rectores el desarrollo del con-curso para provisión de plazas que debería finalizar el 8 de enero de 1937con la incorporación de los maestros a las escuelas que estaban vacantes.

El objetivo, marcado desde el mes de agosto, de que las escuelas deenseñanza primaria funcionaran normalmente durante el curso 1936-1937,chocó con dificultades en muchos casos, tal y como hemos podido obser-var a través de la continua promulgación de normativas que se sucedendurante los primeros meses del curso escolar.

El tema de la provisión de escuelas no vuelve a aparecer en el Boletínhasta el 7 de agosto de 1937 en que aparece la Orden32 que dispone laconstitución de unas comisiones provinciales cuya función consiste enaprobar la lista de aspirantes y comprobar los nombramientos que realizacada sección administrativa. Cada comisión la integraba el Inspector jefe deenseñanza primaria, el director de la Escuela Normal y el jefe de la secciónadministrativa, dependiendo directamente del Rectorado respectivo, quetenía la facultad de renovar los cargos.

Con la creación de estas comisiones, se pretende solventar la situacióndel curso anterior y agilizar los trámites de nombramiento de maestros: sedeben reunir tres veces al mes para aprobar listas y adjudicar escuelas pro-visionalmente, pueden pedir toda clase de informes para realizar su labor,pero han de ultimar las decisiones, en caso de duda, antes de la sesióninmediata. Los alcaldes, por su parte, tienen que comunicar las vacantesque se produzcan dentro de las 24 horas a la inspección, al jefe de la sec-ción administrativa y al rectorado33.

34 ARANZADI (1938) 71.

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La Orden de 7 de agosto establece, además, el orden de prioridad parael nombramiento de maestros interinos. En él pasa por delante de los méri-tos meramente profesionales el haber tomado partido abiertamente por elbando nacional en la contienda:

• mutilado de guerra, sin imposibilidad física• haber prestado servicio militar como combatiente• ser familiar de un muerto o mutilado en la campaña nacional• haber «sufrido graves quebrantos por actuación de la barbarie roja»• haber prestado servicios como interino (por orden de mayor tiempo

de servicio)• por antigüedad de la fecha de terminación de la carrera de magisterio

En esta misma Orden aparece por primera vez uno de los rasgos queidentifican el enfoque educativo del nuevo régimen: al quedar suspendidoel régimen de coeducación en las escuelas vigente en la etapa republica-na, para la asignación de plazas provisionales e interinas las comisionesdeben elaborar dos listas, una para maestros y otra para maestras. Aunqueen este aspecto también se toman medidas de excepción y provisionales:todas las escuelas mixtas –y este caso es muy habitual en las zonas rura-les– se cubrirán con personal femenino.

Por último, para agilizar los trámites, se dispone la obligatoriedad paralos aspirantes a aceptar el destino que les corresponda.

Cabe pensar que esta normativa, más estructurada que la anterior, res-pondió con más eficacia a las necesidades del momento. Aunque la nece-sidad de cubrir plazas vacantes, que se producían constantemente, y laescasez de maestros para cubrir el servicio educativo de la primera ense-ñanza se alarga durante todo el período. La Orden de 22 de enero de193834 abre un nuevo plazo con el fin de que los maestros que hubieranperdido el derecho a ingresar o reingresar, por causas no graves, puedanrecobrarlo.

3.2. Depuración de maestros

La labor de depuración de todo el personal docente, que había comen-zado desde el primer momento la Junta de Defensa Nacional, continúaentre los primeros objetivos de la Junta Técnica del Estado y con la consti-tución de la Comisión de Cultura y Enseñanza «se hará de forma más cui-dadosa y afinada, acudiendo a un conjunto de normas precisas y

35 J. CRESPO REDONDO, y otros, Purga de Maestros…, 15.36 ARANZADI (1936) 1671.37 ARANZADI (1936) 1692.

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relativamente complejas que rigieron el proceso de depuración propia-mente dicho.»35 Los motivos de sanción se concretan de modo más preciso–haber pertenecido o haber simpatizado con alguno de los partidos delFrente Popular– y se perfila la organización para llevar a cabo esta depu-ración.

Conscientes de que hasta ese momento la depuración se había realiza-do de modo apresurado y poco fiable, las sanciones impuestas por los rec-tores se consideraron provisionales y debían ser sometidas de nuevo arevisión.

Esta nueva consideración del tema no implica, en absoluto, una flexibili-dad en los principios, ni tampoco medidas menos radicales. La Orden de 24de octubre de 193636, con el fin de evitar que maestros merecedores de san-ción cobren los haberes correspondientes al período de vacaciones, dispone«que se acrediten los haberes correspondientes al período de vacaciones atodos los maestros que se encuentran en zonas sometidas y que no hayanpodido reintegrarse a sus escuelas por hallarse éstas en localidades no ocu-padas por nuestro Ejército», si se han presentado para ocupar vacantes y siacreditan «documentalmente, a juicio de los Rectores respectivos, no habercolaborado o simpatizado con anterioridad al 19 del pasado julio, con lospartidos revolucionarios que integran el llamado Frente Popular.»

El preámbulo de esta Orden expresa claramente la gravedad con que esconsiderada esta condición para continuar en el ejercicio del magisterio:

«… resultaría monstruoso que Maestros que han podido contribuir consus enseñanzas a la creación del ambiente que ha provocado cruenta gue-rra civil que hoy asola muchas regiones españolas, por el mero hecho deestar de vacaciones, perciban sus haberes de estos últimos meses a cargodel Tesoro Nacional para más tarde ser debidamente sancionados como reosde gravísimas faltas para con España.»

Estas medidas se adoptan también con los maestros que solicitan unaescuela provisional o interina. La Orden de 30 de octubre de 193637 espe-cifica la documentación que deben presentar los maestros para acreditarque no estuvieron vinculados a los partidos que formaban parte del Fren-te Popular, y especificar sus antecedentes morales, religiosos y patrióticos.A partir de este momento, junto a los alcaldes, también se les piden infor-mes al párroco y al jefe del puesto de la guardia civil:

«Todos los solicitantes deberán acompañar certificaciones, extendidas enpapel común por el Alcalde, Cura Párroco y Jefe del puesto de la Guardia

38 ARANZADI (1936) 1742.39 Del mismo modo en la zona republicana se constituyen Comisiones depuradoras y se

reiteran con frecuencia las cesantías y depuraciones en la mayoría de las disposiciones de la

Gaceta en 1937 continuando hasta el final de la guerra. Entre los profesores e inspectores

depurados por el Ministerio de Instrucción Pública figuran Antonio J. Onieva, Francisca Bohi-

gas, Isidro Almazán, Josefina Carbonell, Pedro Sainz Rodríguez y Mariano Puigdollers. Todos

ellos tendrán un papel significativo, aunque a distintos niveles, en la educación de la España

Nacional. Cfr. L. ESTEBAN MATEO, Evolución de los objetivos de formación de profesores..., 81.40 En normativas posteriores se mencionará a la Institución Libre de Enseñanza como la

responsable de lo que se considera una desviación de la política educativa y de la orienta-

ción pedagógica en la etapa anterior.

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civil del lugar donde hubieran desempeñado la última Escuela, si esta estu-viera en territorio liberado, acreditativas de que no han pertenecido a nin-gún partido político de los que integraban el llamado ‘Frente Popular’, niNacionalista y que en su actuación al frente de la Escuela no han mostradoideario perturbador de las conciencias así en el aspecto patriótico como enel moral y religioso, y en todo caso, certificación expedida así mismo porlas Autoridades antes mencionadas del lugar donde hubiesen tenido su resi-dencia habitual en los últimos seis meses, en que se acredite su conducta eideario antes del Movimiento Nacional y al producirse el mismo.»

Los que no puedan obtener las primeras certificaciones, porque laescuela en la que ejercían está en la otra zona, deberán presentar unadeclaración jurada en la que quede igualmente manifestado no haber per-tenecido a ningún partido del Frente Popular ni Nacionalista.

Mediante el Decreto de 8 de noviembre de 193638 queda establecida laorganización administrativa que se va a encargar de la depuración del per-sonal docente con la creación de comisiones que desempeñarán esta fun-ción en los distintos niveles educativos39. La explicitación de los motivosviene a completar lo que se ha dicho hasta este momento, dejando muchomás claro cuál es la postura en planteamientos educativos y pedagógicosde los nuevos dirigentes: deshacer la labor ideológica realizada en la edu-cación por la Institución Libre de Enseñanza, aunque, sin nombrarla en estemomento40, queda suficientemente claro en el preámbulo del Decreto:

«La atención que merecen los problemas de enseñanza, tan vitales parael progreso de los pueblos, quedaría esterilizada si previamente no se efec-tuase una labor depuradora en el personal que tiene a su cargo una misióntan importante como la pedagógica.

El hecho de que durante varias décadas el Magisterio en todos sus gra-dos y cada vez con más raras excepciones haya estado influido y casi mono-polizado por ideologías e instituciones disolventes, en abierta oposición conel genio y tradición nacional, hace preciso que en los solemnes momentosporque atravesamos se lleve a cabo una revisión total y profunda en el per-sonal de Instrucción pública, trámite previo a una reorganización radical y

41 La Confederación Nacional de Padres de Familia, que había nacido en 1931, agrupa-

ba a varias Asociaciones que existían en España. Era una institución vinculada a la Acción

Católica y en ella trabajaban numerosos miembros de la Asociación Católica Nacional de Pro-

pagandistas. Ver M. MONTERO, Historia de la Asociación Católica Nacional de Propagandis-

tas. La construcción del Estado Confesional (1936-1945). Pamplona: Eunsa, 1993, 50-51.42 Ver J. CRESPO REDONDO, y otros, Purga de Maestros…, 81.43 ARANZADI (1936) 1855.

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definitiva de la enseñanza, extirpando así de raíz esas falsas doctrinas quecon sus apóstoles han sido los principales factores de la trágica situación aque fué llevada nuestra Patria.»

Las comisiones que tienen encomendada la depuración del magisteriose constituyen, una en cada provincia, formando parte de ellas: un directorde Instituto de segunda enseñanza, un inspector de primera enseñanza, elpresidente de la Asociación de Padres de Familia41 y dos personas «demáximo arraigo y solvencia moral y técnica». Los componentes de la comi-sión son nombrados por el Presidente de la Junta Técnica de Enseñanza ylos cargos son irrenunciables.

Quedan constituidas así las comisiones provinciales para la depuracióndel magisterio: dos profesionales de la educación, una persona de una aso-ciación católica y dos personas de confianza. Estas comisiones mantendránsu función durante bastante tiempo y varios años después de finalizar laguerra civil todavía seguirán con expedientes sin resolver.

Con el fin de que la depuración sea completa y fiable, con un controlideológico y político total, los miembros de la comisión que son profesio-nales de la educación, a su vez, deben ser depurados por otra comisiónprovincial presidida por el gobernador civil. En algunos casos, la aplicaciónde normativas anteriores afecta a los componentes de la comisión, como esel caso de Burgos en el que el presidente, muy poco tiempo después deconstituirse, debe abandonar la comisión, ya que se le aplica una disposi-ción de 4 de septiembre en la que se facultaba a la autoridad militar aremover de sus cargos a los directores de Institutos de Segunda enseñanzaque no merecían total confianza por su conducta anterior42.

Con posterioridad al Decreto de 8 de noviembre de 1936 son numero-sas las disposiciones y normas que aparecen para regular lo dispuesto, esta-bleciendo procedimientos, tipos de sanción, etc. A la vez se matizan máslos motivos de la depuración. La Orden de 7 de diciembre43 manifiesta ensu preámbulo la importancia y el carácter de la depuración:

«Innecesario resulta hacer presente a los señores Vocales de las Comi-siones depuradoras del personal docente la transcendencia de la sagradamisión que hoy tienen en sus manos. Con pensar que la perspectiva del

44 Es la primera vez que se alude a la pertenencia a la Masonería como motivo de san-

ción. Es conocida la adscripción masónica de algunos de los políticos responsables de la edu-

cación en la Segunda República, entre ellos, Rodolfo Llopis, Director General de Primera

Enseñanza durante los dos primeros años de régimen republicano. Cfr. J. I. CRUZ, , Masone-

ría y Educación en la II República española. Alicante: Instituto de Cultura «Juan Gil-Albert»,

1993, 121-138. En 1933 se promovió la Liga de la Educación y Enseñanza (LEYE), organismo

impulsado por la Gran Logia General del Centro. Uno de sus principales objetivos era la

defensa de la enseñanza laica y tuvo como presidente a Rodolfo Llopis. Ibídem, 165-178. Cfr.,

también, M. D. GÓMEZ MOLLEDA, La Masonería en la crisis española del siglo XX. Madrid: Tau-

rus, 1986, 475-477.

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resurgir de una España mejor de la que hemos venido contemplando estosaños, está en razón directa de la justicia y escrupulosidad que ponga en ladepuración del Magisterio en todos sus grados, está dicho todo.

El carácter de la depuración que hoy se persigue no es sólo punitivo,sino también preventivo. Es necesario garantizar a los españoles, que conlas armas en la mano y sin regateos de sacrificios y sangre salvan la causade la civilización, que no se volverá a tolerar, ni menos a proteger y sub-vencionar a los envenenadores del alma popular primeros y mayores res-ponsables de todos los crímenes y destrucciones y que sobrecogen almundo y han sembrado de duelo la mayoría de los hogares honrados deEspaña.»

Aclara cuál es la función de las comisiones depuradoras. Sin confundir-se con los Tribunales de Justicia, es competencia suya:

«…proponer la separación inexorable de sus funciones magistrales decuantos directa o indirectamente han contribuido a sostener y propagar a lospartidos, ideario e instituciones del llamado Frente Popular.»

Si en el Decreto de 8 de noviembre sólo se aludía a la Institución Librede Enseñanza, en esta Orden se la nombra expresamente y se la conside-ra la causante de muchos de los males que sufre España en ese momento:

«Los individuos que integran esas hordas revolucionarias, cuyos desma-nes tanto espanto causan, son sencillamente, los hijos espirituales de cate-dráticos y profesores que, a través de instituciones como la llamada ‘Librede Enseñanza’, forjaron generaciones incrédulas y anárquicas.»

Las comisiones depuradoras, después de estudiar los expedientes, pue-den proponer dos tipos de sanción:

• traslado para los que hayan simpatizado con los partidos nacionalis-tas y

• separación definitiva para los que hayan militado en los partidos delFrente Popular o sociedades secretas44 «y de un modo general, los queperteneciendo o no a estas agrupaciones hayan simpatizado con ellas

45 ARANZADI (1937) 26.46 ARANZADI (1937) 107.

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y orientado su enseñanza o actuación profesional en el mismo senti-do disolvente que las informa».

Para evitar –como pensamos que debió suceder en muchas ocasionesen los meses de la Junta de Defensa Nacional– que, precisamente por pedirinformes a personas conocidas y próximas, sobre todo en localidadespequeñas, se oculten datos, se toman medidas con orientaciones precisasa las comisiones depuradoras:

«Las Comisiones depuradoras, al dirigirse a cualquier autoridad o particu -lar en demanda de informes, deberán hacerles presente la gravísima res-ponsabilidad en que incurren ocultando determinados extremos, cuando no,llegando a falsear los hechos, valiéndose de reprobables reservas mentaleso sentimentalismos extemporáneos. También se ha de combatir y de hacerpúblico, para perpetua vergüenza del que en tal falta de ciudadanía incurra,el nombre de quienes aleguen indebidamente desconocer los hechos o laspersonas sobre las que se interesen informes.»

Un aviso de 4 de enero de 193745 tiene que aclarar que los miembrosde las comisiones depuradoras pueden pedir informes directamente a losGobernadores civiles, rectores, presidentes de audiencia y alcaldes. El tra-bajo de estas comisiones debió ser abundante y se retrasaban en sus estu-dios, por lo que se necesitan nuevas disposiciones que dispongan normassobre el funcionamiento de éstas. Así la Orden de 28 de enero de 193746

dispone que se dé preferencia a los expedientes de los que se encuentranen suspensión de empleo y sueldo y sean merecedores de absolución, conel fin de «disminuir en lo posible, los perjuicios causados al provisional-mente sancionado.»

Los expedientes se multiplicaban con el avance de la guerra, ya que, alanexionar un nuevo territorio, automáticamente quedaban todos los maes-tros suspendidos provisionalmente de empleo y sueldo, hasta que eranrevisados sus expedientes. La labor de las comisiones debió ser enorme, apesar de que se intentaba agilizar el funcionamiento. La Orden de 3 de juliode 1937 hace referencia al personal de Instrucción Pública de Vizcaya alincorporarse esta provincia a la zona nacional:

«Quedan suspensos provisionalmente de empleo todos los funcionariosde enseñanza en Vizcaya.»

«En el término de veinte días (…) deberán solicitar sus reingresos todosaquellos funcionarios que lo deseen (…) detallando cargos que han desem-peñado, toma de ingreso, agrupaciones sociales y partidos políticos a quehan pertenecido durante los últimos años y actuación concreta desde la

47 ARANZADI (1937) 662.48 ARANZADI (1937) 901 y 1130.49 ARANZADI (1937) 891.50 ARANZADI (1938) 64.51 ARANZADI (1937) 1192.

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fecha en que se produjo el Movimiento Nacional; indicando nombres depersonas de absoluta garantía que puedan aseverar sobre los anterioresextremos.»47

Otras disposiciones similares van regulando la incorporación de losmaestros de las distintas provincias, como las Órdenes de 1 de septiembrey 10 de noviembre para depurar el personal de Instrucción Pública de lasprovincias de Santander y Oviedo, respectivamente48; y siguen proporcio-nando normativas para formalizar los procedimientos de sanciones leves.La Orden de 30 de agosto de 193749 dispone cómo se ha de realizar el tras-lado de los maestros a los que se les ha impuesto éste como sanción. Estalabor no debió resultar fácil a las comisiones, si además tenemos en cuen-ta lo dificultoso que estaba resultando el nombramiento de maestros pro-visionales e interinos, con el fin de no dejar escuelas vacantes, tal y comoveíamos en el epígrafe anterior. Quizá éste fuera el motivo por el que sepermitió que el Ayuntamiento pudiera «pedir la permanencia en sus resi-dencias, excepto en el caso de los maestros con ideología separatista.»50

En noviembre de 1937, ya se tienen cifras oficiales del alcance de estaactuación depuradora del magisterio primario: según Orden de 27 de esemes51 más de 50.000 maestros han sido depurados. La cifra le debió pare-cer excesiva a la Comisión de Cultura y Enseñanza –además de producirgraves problemas para la provisión de escuelas– y se recomienda a lascomisiones depuradoras que se limite la separación definitiva a los casosestrictamente necesarios. Así parece deducirse de las líneas enviadas porEnrique Suñer al presidente de la comisión depuradora de Burgos:

«…en el deseo de dar término cuanto antes a la depuración del Magis-terio y ante la imposibilidad de estudiar individualmente cada uno de losexpedientes con la rapidez necesaria, se pensó en salvar dicha dificultadaceptando íntegramente las propuestas de las comisiones depuradoras pro-vinciales. Ahora bien, es tal el número de propuestas de separación defini-tiva, que su acuerdo nos preocupa seriamente por los graves problemas quehan de plantearse por ello para el porvenir, y teniendo en cuenta criteriossuperiores, desearíamos limitar dichas separaciones a las estrictamente pre-cisas. Por todo ello, le ruego que, reservadamente y previos los informesparticulares que usted estime preciso adquirir, me remita una relación de losmaestros de esa provincia respecto de los cuales crea deba acordarse de unamanera indiscutible su separación por considerarse persona peligrosa y

52 Citado por J. CRESPO REDONDO, y otros, Purga de Maestros…, 24.53 ARANZADI (1937) 226.54 ARANZADI (1937) 348.55 ARANZADI (1937) 959.

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pedir unánimemente la opinión pública su cese, a fin de que nos sirva deelemento de juicio para resolver los expedientes de la provincia…»52

Con todo, será el Ministerio de Educación Nacional, a partir de febrerode 1938, el que utilice unas formas de actuación más unificadas y estables,que hagan posible el irse acercando al funcionamiento normal de lasescuelas de enseñanza primaria, como se verá en el capítulo siguiente.

3.3. El curriculum escolar

En el período de la Comisión de Cultura y Enseñanza no se realiza toda-vía un plan organizado para el curriculum de las escuelas de la enseñanzaprimaria: ni la situación de guerra ni la organización administrativa provi-sional lo permiten. En cambio se promulgan algunas disposiciones aisladasque dan la impresión de improvisadas. A pesar de todo, las líneas marca-das en estas disposiciones son claras y continúan las ya iniciadas y defen-didas desde el primer momento: formación religiosa y patriótica.

La Circular de 1 de marzo de 193753 encarga a los rectores que dispon-gan, «sin pérdida de tiempo», en sus distritos el modo en que sea posible«la enseñanza de la Doctrina Cristiana a los niños, reuniéndoles a este finen la Iglesia» para que los párrocos lleven a cabo esta enseñanza duranteel tiempo de Cuaresma.

Otra Circular, la de 9 de abril de 193754, –igual que en la anterior, elmotivo es mantener vivas las tradiciones– dispone que en todas las escue-las figure una imagen de la Virgen, ante la que «los maestros harán con susalumnos el ejercicio del mes de María» y todos los días «a la salida y entra-da, los niños saludarán, como hacían nuestro mayores, con la salutación‘Ave María Purísima’, contestando el Maestro, ‘Sin pecado concebida’».

Para la formación patriótica se comienza en esta etapa un proyectomucho más estructurado, que tiene como objetivo el dotar, «con carácterobligatorio a todas las Escuelas de España de un mismo libro de lecturaque, con el título de ‘Libro de España’ sea guía y orientación de la ense-ñanza patriótica que el Maestro ha de transmitir al alumno». La Orden de21 de septiembre de 193755, convoca un concurso para premiar al autor eilustrador del libro. Éste se concibe como un compendio sobre España, suhistoria, su carácter y sus costumbres y debe ser una obra atractiva, con unaexposición clara y sencilla adecuada a los niños.

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Las ideas a que debe responder el autor, y que reflejan cómo se conci-be la formación patriótica que se quiere para la escuela primaria, quedanclaramente expuestas en el preámbulo de esta Orden:

«Las Escuelas de la nueva España han de ser continuación ideal de lastrincheras de hoy; han de recoger su espíritu exaltado y juvenil y han deprolongar en el futuro de esta guerra de ahora en la que combaten más queenemigos circunstanciales, poderes siempre vigilantes y permanentes comoel Mal mismo.

A este fin se dota, con carácter obligatorio a todas las Escuelas de Espa-ña de un mismo libro de lectura que, con el título de ‘Libro de España’, seala guía y orientación de la enseñanza patriótica que el Maestro ha de trans-mitir al alumno.

En este libro, con la brevedad y el nervio que su destino requiere, sehabrá de recoger esa chispa sacra de entusiasmo y ese mínimo de ilustra-ción que todo hombre ha de tener sobre su Patria para no ser un extranje-ro en ella. Ha de ser la versión escrita de cuanto de un modo concreto ylírico lleva ahora dentro de sí cada combatiente de esta España que en unosmeses ha andado tan largo camino en su propio conocimiento y estimación.

‘El Libro de España’, ha de ser un compendio atractivo y apologético detodo cuanto de ella deben conocer sus hijos para amarla con vehemencia ylucidez. Su historia, su carácter, sus costumbres: sus Santos, sus Héroes y susLibros han de desfilar por sus páginas que habrán de estar llenas de rapi-dez, entusiasmo y claridad. En la parte histórica ha de atender, especial-mente, a la refutación sencilla y valiente de aquellos pasajes de nuestraHistoria que han sido más tenazmente calumniados por la Leyenda Negra.La Unidad social, política y religiosa forjada por los Reyes Católicos; la Espa-ña Imperial de Carlos V y Felipe II; la Colonización de América; la Inquisi-ción; la Contrarreforma; las Guerras Carlistas, han de ser entregadas a lanueva generación libres de los absurdos tópicos que la desfiguraban; vistasbajo esa nueva y clara luz donde la simple verdad histórica es ya apología.Ha de señalar acentuadamente la no interrumpida contribución de Españaa la civilización universal, y preferentemente, la coincidencia de estos esfuer-zos civilizadores con el actual Movimiento en que se prolonga su historia ysu grandeza, contraponiendo a la absurda tendencia separatista, la ideaexcelsa de unión de todas las regiones dentro de la gran Patria Española.

Enseñará al niño, como características de la raza que debe admirar e imi-tar, la Fe Cristiana, la hidalguía caballerosa, la cortesía exquisita, el valormilitar, la ponderación de juicio.

La forma de exposición ha de ser clara, metódica y sencilla como su des-tino pedagógico requiere. Ha de hablar el libro continuamente a los ojos, hade encantar la imaginación y enamorar el sentimiento.

Un buen conocimiento del alma infantil bastará al autor para inspirarleel mejor modo de cumplir estos fines varios. El niño tiene por naturaleza,instinto proselitista. En sus juegos, en sus conversaciones, en todo tiende atomar bando y partido y adherirse a él con toda la vehemencia de su espí-ritu limpio. No se trata de otra cosa, sino de aprovechar y orientar esa enor-

56 ARANZADI (1939) 385. Ver también Orden de 16 de marzo de 1938: ARANZADI (1938)

264 y Orden de 23 de septiembre de 1938: ARANZADI (1938) 1067.57 Cfr. A. ALTED VIGIL, Política del Nuevo Estado…, 228-229.58 ARANZADI (1937) 753.

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me fuerza, hasta hace poco sacrílegamente desaprovechada, del entusiasmoinfantil. Se trata de hacer que los niños del porvenir tomen, definitivamen-te, partido por España.»

La convocatoria del concurso, con sucesivas prórrogas, se mantienedurante el período ministerial de Sainz Rodríguez. La Orden de 31 demarzo de 1939 acuerda la tercera prórroga hasta el 30 de septiembre, ale-gando el mismo motivo que otras órdenes anteriores: que pudieran con-currir, tanto combatientes como «aquellos que, perfectamente idóneos porsus conocimientos y su acreditada solvencia en el orden patriótico», hanvivido fuera de la zona nacional56.

Después de esta fecha, no aparece ninguna disposición sobre el con-curso ni sobre la imposición de obligatoriedad en las escuelas de este librode lectura que apareció por primera vez en 1943 publicado por EdicionesBruño. No se hacía constar el autor ni el ilustrador57.

3.4. Cursillos de formación para maestros

El fuerte interés manifestado desde un primer momento por el papel delmaestro y su importancia en la construcción de la nueva España, se refle-ja en los propósitos de los dirigentes, no sólo en la labor depuradora. Senecesita además una nueva formación para aquellos que han sido consi-derados idóneos. La Orden de 17 de julio de 193758 dispone la convocato-ria de cursillos de formación para el magisterio durante las vacaciones deverano en cada capital de provincia. En la declaración de motivos del pre-ámbulo, se refleja la idea ya señalada como motivo de depuración: dar unaorientación contraria a la llevada a cabo durante años por la InstituciónLibre de Enseñanza y que va quedando apuntada por las líneas iniciadaspara el curriculum escolar:

«Las fuerzas secretas de la Revolución, adueñadas por completo, estos últi-mos años, del Ministerio de Instrucción Pública, llevaron a cabo la obra deinformación espiritual del Magisterio español, iniciada ya mucho antes, porla Institución Libre de Enseñanza, ejecutora de aquella ‘espantosa liquidacióndel pasado’ –que denunció Menéndez Pelayo– seduciendo con el espejuelode una ‘falsa y postiza cultura’ a la juventud en vez de adiestrarla en el ‘cul-tivo de su propio espíritu, que es lo único que ennoblece y redime a lasrazas’. Con singular eficacia aquella táctica consiguió arrancar del corazón de

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muchos Maestros todo sentimiento de piedad cristiana y de amor a la granPatria Española, a cuyo fin, cautelosa, progresiva y certeramente, fue sem-brando en sus conciencias, con el laicismo y la Leyenda Negra, primero laduda, luego la negación, y, finalmente, el odio a aquellos ideales, únicoscapaces de hacer fecunda la labor docente y de multiplicar con el entusias-mo el esfuerzo, llenando con luz del ideal la obscuridad, incomprensión yabandono en que muchas veces se ve asumida la labor del Maestro.»

Estos cursillos los deben organizar los rectores, seleccionando a cuatroprofesores, que se encargarán de impartirlos, «entre los de más prestigio yconfianza», incluidos catedráticos de universidad. La asistencia es voluntaria,aunque se considerará como mérito profesional. A los inspectores se lesencomienda el desarrollo de los cursillos y la elaboración de una memoriaque deberán enviar a la Comisión de Cultura y Enseñanza. Se desarrollaránen torno a cuatro temas: la Religión, la Patria, el Hombre y el Maestro.

También sobre este tema, como sobre los anteriormente expuestos, enla etapa posterior, ya con la organización administrativa más definitiva yestable que proporciona el Ministerio de Educación Nacional, se propon-drán planes y proyectos más estructurados, pero aquí han quedado líneasmarcadas que continuarán durante todo el período de nuestro estudio.

LA POLÍTICA ESCOLAR DE JULIO DE 1936 A ENERO DE 1938...2 ARANZADI, Repertorio cronológico de...

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