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La presencia del mito griego en nuestro tiempo JOSE LASSO DE LA VEGA «Desde el mito al logos» es la divisa que ostenta un libro de Wilhelm Nestle que, acaso por estar pensado con un entusiasmo parejo de su buen estilo, hallé buena acogida hace casi medio siglo. Como tantas otras cosas en mi formación, debo el conocimiento critico de ese libro a uno de los inolvidables cursos universitarios de mi maestro don Santiago Montero Díaz. lecciones que yo. muchacho entonces de dieciocho años, le oía em- belesado, sin saber qué admirar más, si su mente clara y sistemática o su erudición de primer orden y su memoria prodigiosa o su palabra rigurosa. certera y. al tiempo, bella, en una conjunción que en nadie he visto reali- zarse como en él: aunque pienso que. todavía por encima de esas dotes que hacían de Montero uno de los espíritus de más alta calidad intelectual que yo he conocido, más he admirado yo en él su espíritu libre y original, su carácter independiente, ~suculto de la amistad. Del maestro aprendí el inte- rés por los mitos griegos como modo de pensar y como fenómeno religioso y también como fuente inagotable de una tradición literaria y de pensa- miento. un interés que no me ha abandonado nunca. De Montero aprendí que la tesis «del mito al logos» responde a una simplificación extrema: mito y logos, como dos hermanos enemigos. La verdad es. sin embargo. que el pensamiento mítico pertenece constitutivamente a la estructura de la mente humana. El «animal simbólico» que es el hombre ha necesitado, en todos los ángulos de la cronología humana, de un depósito de imágenes míticas y. para nuestra cultura, la mitología griega ha sido precisamente. Von, Msíha, zun> Logos. Stuttgart. 1940. cr K. HUJBNER. Die Wa/,rheh des Mvihos. Mu- ních. 1985. . 4neios dc Cerión. II . 1989. Edit. Univcrsidad Compíníense. Madrid.

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La presenciadelmito griego en nuestro tiempo

JOSE LASSO DE LA VEGA

«Desdeel mito al logos» es la divisa queostentaun libro de WilhelmNestle que,acasoporestarpensadoconun entusiasmoparejode subuenestilo,hallé buenaacogidahacecasimedio siglo. Comotantasotrascosasen mi formación,deboel conocimientocritico de ese libro a uno de losinolvidablescursosuniversitariosde mi maestrodon SantiagoMonteroDíaz. leccionesqueyo. muchachoentoncesde dieciochoaños,le oía em-belesado,sin saberquéadmirarmás,si su menteclara y sistemáticao suerudiciónde primerordeny su memoriaprodigiosao supalabrarigurosa.certeray. al tiempo,bella, en unaconjunciónqueen nadiehe visto reali-zarsecomoen él: aunquepiensoque.todavíapor encimadeesasdotesquehacíande Monterounode los espíritusdemásaltacalidadintelectualqueyo he conocido,máshe admiradoyo en él su espíritu libre y original, sucarácterindependiente,~suculto de la amistad.Del maestroaprendíel inte-résporlos mitos griegoscomomodo depensary comofenómenoreligiosoy tambiéncomo fuente inagotablede una tradición literaria y de pensa-miento.un interésqueno me ha abandonadonunca.De Monteroaprendíque la tesis«del mito al logos» respondea una simplificación extrema:mito y logos, como dos hermanosenemigos.La verdades. sin embargo.queel pensamientomítico pertenececonstitutivamentea la estructuradela mentehumana.El «animalsimbólico»quees el hombreha necesitado,en todoslosángulosde la cronologíahumana,de un depósitode imágenesmíticasy. para nuestracultura,la mitología griegaha sido precisamente.

Von, Msíha, zun> Logos. Stuttgart. 1940. cr K. HUJBNER. Die Wa/,rheh des Mvihos. Mu-ních. 1985.

.4neios dc Cerión. II . 1989. Edit. Univcrsidad Compíníense. Madrid.

íoo José Lasso de la Vega

por suenergíacreadora.esetesorode símbolosdecisivos.¿Losiguesiendoactualmente?He aquíel tema, sobreel cual me propongohacerahoraalgunasreflexionesenestaspáginasde homenajey gratitudhaciael maes-tro desaparecido.

Estoylejosde compartirla posturade RolandBarthes2, cuandodesca-lifica globalmenteel mito, como«sistemasemiológicosegundo»con rela-ciónal lenguajey consideraquelos elementossimbólicosde las «mitolo-gías»modernasdebenevaluarsenegativamente.Comparto.en cambio,laactitudde principio de ErnestoCassirert cuandoasumequeel mito porsuvalorcognoscitivo,suoriginalidadhistóricay su vitalidad (vitaminasdetodaslas letras)enla esferadel espíritu,siguesiendounaintuición precio-sa de la vida en un tiempo dominadopor la razóndesacralizaday relati-vista.

Pararecordarquela concepciónmítica del universono es algo demo-dadoen los tiemposquecorremos,tenemosa manomúltiplesejemplosdelo que llamada«remitificación»de nuestraimagendel mundopor partede bastanteshombresde ciencia y filósofos de la historia, sensiblesa lospeligrosquedesdeunahegemoníaabsolutade la técnicase ciernensobrela vida humanay sobrenuestratierra, el suelo que la sustenta.Viejosmitos, latentesmuchísimotiempo, se reactivany conviertenen símbolosdeproblemasactuales.Sonredescubiertosespontáneamente,casisiemprecon independenciade la línea literaria de recepciónde los mitos. Pense-mos,en díastan ecologistas,en la repristinacióndela imagenmíticamuí-timilenariade la «tierramadre»:la tierra es nuestramadrey lo quea ellasucede,sucédelea sus hijos; cuandolos hombres—amonestaun dichoindio americano—escupena la tierra,se escupena sí propios.Otro ejem-plo: paradenunciarla ambiguedaddel progresocientífico atómicot elsabiosuizoMax Thúrkauftitula un libro suyo,publicadoen 1973.La cajade Pandora de la ciencia ~, unanuevaaplicacióndelsímbolomítico quehayqueañadira las colegidasen el concienzudoestudiode los Panofskysobrela tradición de la míticacaja de la Eva griegaque. al abrirse,trajoconsigo la destruccióny la muerte.Otrocasosignificativo: en el volumencuarto de la celebradaobra de ToynbeeEstudiodela historia 6, encontra-mosuna sección,de másde 300páginas,titulada«La némesisdela fuerza

2 Myihologies. París,1958.Philosophie der syrnbolischen Formen ¡1: Das >nyíhische Denken. repr. Darmstad. 1977’ y

«Dic Dialektik des mythischen Bewusstsein» en eí vol, col., (Edit. K. Kerényi). Die Eroffnungdes Zugangs zum Mythos, Darmstadt, 1976 2

Pandorabúchsen der Wissenschaft, Friburgo Br., 1976. Idéntico uso de este símbolo míticohace el autor de una resefia. que acabo de ver. al libro de R. RHODES The Making ihe AíoniicBomb: E GODEO. «La caja de Pandora nuclear», Saber leer. núm. 17. 1988. pp. 8-9. Vid, otrascitas pertinentes de 1<. JASPER5 y A. PORTMAN. en A. LESKY, pp. 439 de «Da Mythos ini Vers-tAndnis der Antikes,, Oesammelíe Scltr<fien. Berna-Munich. 1966. Pp. 422-439.

Trad. esp. Barcelona. 1915.6 Esíadio de la Historia, vol. IV trad. esp. Buenos Aires. 1955.

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creadora»,que se divide en cuatro epígrafes:pleonexía(deseode tenersiempremás),kóros (saciedaddel queestálleno de si mismo).hybris (enva-necimientoque se le salepor todaspartes.desmedidaautoestimación)y.finalmente.ó¿e (cegueray desgracia).y queda la casualidadqueson lasmismísimasetapas,a travésde las cualesun escritor«mitohistórico»comoHeródotoplasmala ley del vivir histórico en un itinerario ejemplar,queímplica todauna moral devotade griego arcaico.

Una vueltapatentehacialo mitico y lo «mitoide»se evidenciatambiénen los «mitos de cada día» utilizados en la propaganday el reclamo.Representanunaforma hadocruda de la recepcióndel mito: perotam-bién muyinteresante,al ponerde manifiestoquelos signosmíticos,porsucapacidadde sugestiónparaun público amplio, resultanmuy adecuadoscomo señalesparafines de mercadoy venta. El tema«mito y reclamo»requeriría,por sí solo, un tratamientoexclusivo: peroqueaquíno es delcaso~. El maestrode primeras letras clásicasconoce bien la reaccióndel escolarque, por primeravez, encuentraen las páginasde su libro deejerciciosnombrescomoÁyax o Pégaso.El nombredel héroeiliádico. tanexquisitoensu honrilla homéricaque,cuandoen circunstanciasquetodosconocenquedainfamadoy publicadopor loco, toma tan a pechoel me-noscabode suhonraque,paralimpiar la mancha,abandonala vida porpropiodesignio,ha sugeridoal inventorde la marcala asociaciónsemán-tica «lavara fondo y duraderamente»,quizáparacompetiren el mercadocon aquellaotra, verbigracia,que, sobreel «slogan»:«másblanco no sepuede».evoca la figura celestial de Ariel, con blancurade luz alba. Encuantoa Pégaso(quepronuncianPegaso,conmedianaprosodia),el nom-bre del máticocaballoaladosirvede reclamoparaunamarcadecamionesquevuelan comoel viento.

En elcasoextremode suutilización como reclamos,nosdamoscuentade que los signosmíticos pertenecenal planometalingoistico.son mcta-lenguaje~. Suutilización abusiva(abusio)estápresupuestade antemano,porquees lo propio del signometalingúísticoponerseal servicio de algoparalo queprimariamenteno sirve. Del pelícano,ave mítica, se decíaque,luego dellorarportresdíasa los hijos quele nacenmuertos,picándoseenel propio pecho,con la sangrederramadasobrelos polluelos (sanguinesuperpullos cifuso)lesvolvía de muerteavida. Poreso,los cristianosprimi-tivos puedendecir de Cristo que es pius pelicanus.Pero hoy en día elpelícano,en virtud de una curiosasustituciónde «sangre»(la roja y laazul, segúnparece)por «tinta»,es la marcamuy populardeunatinta para

Con este título, (Myíhen des Allíags). se ha traducido al alemán (Frankfurt, 1964) el librode ROLAND BARTHES. que citamos en nuestra nota 2.

Cf Uno FRINGs. en Pp. 109-121 de «Rezeptionsspielarlen-Zur Mythendeutung ini Anti-ke und Moderne>’. Der ahsprachliche Unterrichí. XXIII, 2, 1980, Pp. 96-121.

‘ Cf H. G. HEIL. «Mythos als Gegenstuad der Sprachreflexion». Der alísprachliche Unie-rrichi XXIII 2,1980, pp. 26-42.

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estilográfica.La estrella.queconducepor el buencaminoa lostres Magosde Oriente,se asociaconla de la marcade automóviles«Mercedes»(«Labuenaestrellaen todoslos caminos».pregonael «spot» publicitario). Yejemplomáscuriosotodavía,la «concha»,imagenmítica henchida,entreotras,de sugestioneslúbricas,se ha utilizado, en su forma vernáculaingle-sa «shell».como emblemade una marcade lubricante, la gasolinaasírotulada.La asociación,conformeal designiode su inventor,es completa-mentearbitraria y puedeilustrar la tesisde De Saussuresobreel carácterarbitrariodel signolingúístico.

Los industrialesdel reclamo. reclamándosedel crédito que todavíaposeenlos nombresmiticos paralas personascultasdeculturageneral.losutilizan como arsenaldeetiquetasy marcascomerciales.Paralas personaslaicas literariamenteesosnombres,en todocaso,suenana susorejasenformasclarasy eufónicas,tienenviento fonético.Me viene a la memoriatodoun elencode productoscertificadoscon nombremítico griego comosabrosollamativo queautorizala mercancíay convida a adquirirla.

Una marcade jabónse llama Diana. la beldaddivina, que, desnudamientrasse bañaba,fue vista por Acteón.Una «olla-pronto»se etiqueta«Prometeo»:aludeal fuego y suple las funcionesde la antiguaprevisoraamadecasa.Argo. el de los mil ojos~, es el nombrede unaagenciade inves-tigacionesprivadas.Hermes.seguromensajerocon alas al tobillo, es elnombrede unacompañíade segurosy también,de unaagenciade viajes.quecasinosofreceelvuelo por losespaciosintersiderales.Otraagenciadelo mismo se llama Calipso. nombrequenos invita a embarcarnos~.comoUlises.en elbajel de la aventuray. despuésde atravesarla maralterada,arendirviaje,en mansióndespaciada.en la gruta de una n{nfa. Una marcagriegadecementolleva el nombrede Heraclescomogarantíade construc-cionesqueserán,en verdad,un trabajodigno de Hércules.Ateneadcazu-lencapupila. la diosa virgen y erudita. patronizacon su nombreinfinitasAcademiasde piso quedeben de ser. a juzgar por el rótulo, pozosdesabiduría.Venuso Helena.la distraídaesposade Menelao.son marcasdeexquisitecesde la cosméticafemenilquegarantizansueficaciacomocepode amor o dardo venusino.Posidónes la marcade una camisetaparamarinerosy Marte.la deunaszapatillasdeportivas.El Olimpo enterosirvede reclamode los objetosdeseablesque disparanlos afanesadquisidoresde la joven quinceañeraparaemperejilarseo del varónmaduroinsatisfe-cho.yesoquetalesproductosno siemprese venden(comomuchospolíti-cos)a preciosmódicos. «Eusinessbecoínespoeíics».quedecíaLeo Spit-zer. Esteahuso(pero.a veces,divertido) de los símbolosmíticos. tan lejosen ocasionesde la jurisdicción filológica, pues no tiene nada,o poco másquenada.quever con la prestigiosaprogeniede los mismos.lastimasusentidohistórico y enoja.acaso.al amantede la cultura clásica.Pero,anuestrosefectosde ahora,la utilización de los nombresmíticoso bienporcombinacionesbasadasen sucontenidotemático(Prometeo.Pégaso).o yapor asociacionespresumibles(Ayax. detergente).o ya vaya usteda saber

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por qué(la conchade la Shell), nos resultaun buenpuntode partidaparaaproximarnosal fenómeno«mito», aunquesea tomandoel problemaensuszonassuperficiales.El mito usurpado,el abusodel mito, la abusio,es elcasolímite de la recepcióndel mito. Pero,inclusoen esteestadiodegenera-tivo, quedapatentela flexibilidad y polivalenciadel mito griego.El casoEdipo y su fatalidad ineludible,y va de ejemploprivilegiado,proveeunamuestradeesadispareficacia.Ha facilitado a Freudel máspopularde susdescubrimientos,el del «complejode Edipo».Pero,porotra parte.al soció-logo K. R. Popper10, le ha procuradola baseparael llamado«efectodeEdipo».estoes.el descubrimientode queel pronósticopuedeinfluir deci-sivamentesobreel sucesopronosticado.En la encrucijadade trescaminosEdipo mataa supadre,a quien nuncaanteshabíavisto, y estoes la conse-cuenciainmediatadel vaticinio, quemovieraasu padreadeshacersede él,puespredichoestabaqueel hijo acarrearíael infortunio de su padre. ElnombredeEdipo sirve paranombrarun complejopsíquicoo un principiosociológico(la profecíaquese realiza a sí misma)y sus respectivosinven-tores acudenal mismo paradigmamítico paraexponersus ideascon ladeseadaeficacia y para soliviantarel interésdel público oculto.

Cuando los nombresmáticos se patentancon fines comerciales,sealcanzael grado másbajo de una«depotenciaciónde los mitos», reduci-dos atan modestasproporciones.Usandode una terminologíafamiliar alos lingoistas.peroqueno sé si hallarábuenaacogidaentrelos no lingílis-tas,un crítico juicioso.K. Stierle ‘‘, afirmaque,en el reclamo,nostropeza-mos con el «grado reducido(cuasi-cero),peculiarmentemoderno,de lamitologíaclásica».Así dice en un trabajosuyosobre«El mito comobrico-lage»,título tomadodeunacomparaciónlevistrosiana,queha tenidogran-de fortuna:el «bricoleur»quedescomponeenpiezasun conjuntoy recom-poneluegoa susaborlos elementosqueha dislocado.sirviéndosede elloscomo de piezasparanuevasconstrucciones.

Ami ver, se trataen efectode unatendenciamuy a lo del día. Notamosfenómenosparalelosen otroscampos.En buenamedida,es otro ejemplode la llamadaestéticadel malgusto(Kitsch): la reproducciónde un cuadrocélebrecomoreclamode un productovulgar; la novelafamosadetal suer-te retocadaquedesciendea no másquemelodramadeserialradiofónicootelevisivo; el «lied» schubertianodeprimido a bandasonorade unapelí-cula cursilona.Aunque,por otra parte.no sobrarecordarque, ya en laAntiguedadclásica(Homeroe himnoshoméricos,la comediaaristofanes-ca o la de Epicarmo.etc.) 12, asistimosa unadepotenciacióndel mito, enformade parodiao de travestismo.distorsiónburlescaque,preservandola

lO K. R. POPPFR.DasElend des Hisiorizismus. Tubinga, ¡965. p. II.

K. 5TIERLE. en PP. 465 de «Mythos als ‘bricolage und zwei Endstufen des Prome-theusmythos» en el vol. col. (Edil. M. Fuhrmann). Terror und SpieL ProblemederMyíhenrezep-pon, Munich. 1971).

2 Cf W. B. NESTLE. op. éL, en nuestra nola 1. PP. 120-152.

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forma,trivializa elcontenido,o ala inversa.Bienes verdadqueno siempretal deformaciónsignifica trivialización.reduccióndel paradigmaa meroepisodioy juegoy, a veces,a lo sin sentido,excéntricoo provocativo.Bienmirado,tambiénpuedeserunapruebade la vitalidad y dela fuerza inque-brantabledel mito (casode Aristófanes.por ejemplo).

En otra latitud y alzada se mueve normalmentela recepciónde losmitos en la másseriatradición literaria.Los mitos hantenidooriginaria-mente,como sueledecirse,su«sitio en la vida»; pero,a medidaquepier-densu conexióncon el culto y la sociedad,hansido utilizadosliteraria-mente.Al tiempo mismo,la literaturizaciónlos hacemáslibres, másuni-versales.

Advierto, desdeluego, que la fórmula «del mito a la literatura» debe-mos manejarlacon prudencia,primeroporquetambiénel mito ha tenidounafunción literaria (o preliteraria),ya que. ademásde dar expresiónaunaciertaestructuraciónde la realidady de lasociedad,tambiéndespierta(como la lecturao lacontemplaciónde la obraliteraria)en el hombreunadistensiónliberadora,cuandoel éxito o fracasodel héroemítico resuelve,como representanteejemplarde la Humanidad,conflictos elevadosa unplanosobrehumano.Y. en segundolugar.porque.en la Antiguedadclási-ca,mito y literatura(nuestrovehículocasiexclusivode accesoa los mitos)no se puedendistinguir fácilmente:unatragediaclásica,verbigracia,es,porunaparte algopróximoa la literatura en el sentidomodernodel tér-mino (es un productoartístico,puestopor escrito, leído, citado,y suscitaesparcimientoy diversión);peroes tambiénunaforma religiosa,vinculadaa la fiestadivina y al culto y tiene funcionesde aclaracióndel mundo,deintegraciónsocial y de purificación emocional;en ella se patentizanlostrescomponentesdel «comportamientomítico». si bienhayla diferenciadequela vivenciadel tiempomático(la supresióndel tiempocotidianoy elolvido de unomismodurantela representación)consisteen una identifi-caciónvirtual contemplativa(atravésdel actorrepresentante),queya no esla identificaciónreal en el desenfrenodela fiestaprimitiva, quedementayhacercaeren éxtasisal participante.y todavíano es la merasatisfacciónimaginativao participaciónemocionaldel lector o espectadormodernodurantela lecturao la representaciónteatral.

Hayun tipo derecepciónmítica, quellamariamosafirmativo. Hayotropolémico-negativo.Entre ambos penduleael tratamiento literario, ennuestrosdías,de los mitosgriegos.Dosejemplos,citadosal pasar.me ven-drán muy bien parailustrar la tendenciaprovocativay polémica queavecesse alargahastala anulacióndel mito, casolímite de su depotencia-clon. Y conun tercerejemploilustraré la apropiaciónafirmativay produc-tiva de un mito griego desdelas condicionesde recepciónpropiasde laépocaquecorre.

Una muestrade laquehe llamadoactitudpolémicanosla ofreceEzraPounden su tratamientode la figura de Ulises en los Cantospisanos.Elcursomismodel relato,elordenexpositivo,secontraponeyade entradaal

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tradicional de la Odisea. Los cantos comienzancon la visita de Ulisesal reino delos muertos.El cambiode procedimientoen el relato se corres-pondecon unavisión de Ulises que. en cienomodo,es la inversióndelhéroehomérico.Es un héroenegativoqueadquiriósu fama,la «gloria clá-sica» prerrogativadel héroe,acostadel infortunio de suscamaradas;Lasgestasde Ulises y sus tumbos mil se revelancomo unagloria negativa.como la de suscamaradasque finalmenteacabanen el fondodel mar en«carnesaladadeApolo» (fórmulachocantey surrealista:«carnesaladadeApolo. diez cajasen unalancha»).Ahorabien,estavisión de Ulisesvienemuydeatrás.empalmaconunatradiciónantiodiseica‘~ antiguaque,en elpoemahomérico,se contienesólo como negación;peroqueel poetamo-dernoexplotahastael final, quizáespontáneamentey sin conoceraquéllatradición. Porqueen esteUlises rehechoper negationemPoundrefleja supropioyo. Y susinquietudesdel momentoapareceny danluz de sí: «YosoyNadie.Mi nombrees Nadie»,repitejugandoconel doblesentidode lacélebrefrase de Ulises, quetambiénpuededeclararse,a la moderna:«yosoy que no es nadie»,

En cambio, no ya una derivación(por modificación de sus mitemas,por intrusión de episodiosadventicioso de otrasvariablesen los mitemasinvariantesque lo definen), sino unacompletadepotenciacióndel mito.queconsumasu evaporaciónen unaliquidaciónradical,es lo queencon-tramosen la obrade Gide ‘t Prometeomalencadenado(añode 1899, fechaquees todo un símbolo).No se trata ni solo ni tanto de la irreverencia,elfrío sarcasmo,el remedorisible, rasgosen los que este Prometeodejatamañitosa todoslos Prometeoshabidosen la largatradición literaria dellema,y hansido los taleslegión.Se tratade quelos mitemasque,siglo trassiglo, desdehaceveintitantos,handefinidoel mito dePrometeodesapare-cenuno trasotroy, al final, nosdamoscuentade quehemosasistidoa unadesintegracióntotal del mito. Talesmitemas(«pequeñasunidadessemán-ticas en quees segmentableel discursomítico») son cinco 15, Primero, lanaturalezatitánica de Prometeoy su intervenciónen la titanomaquia,poniéndosede partede Zeus.Segundo,la desobedienciaastuta(con ma-ñasy picardías,«tecnológica»)alnuevoamodel mundo.Tercero,el casti-go divino, endurandocon talantemásculoPrometeoel supliciovulturino(enotrasversiones,en lugarde buitre,tenemoságuila).Cuarto,y de mayorsustancia:Prometeopadrede la Humanidad,queél protegepor la chispade su inteligencia,razónporlacual es victimado porZeus.El quinto pun-

“ Cf W. B. STANFORD, The Ulysses fleme, Oxford, 1968 ~. pp. 90-158, aunque rio mencio-na a Pound.

‘~ En general. he tratado de la relación de Gide con el mundo griego en mi libro. Lostemas griegos en el teatro francés contemporáneo; Cocíeau. Gide. Anouilh, Murcia, 1982, pp. 85-132.

“ Cf O. DuRAN, «Perennité, dérivations et usure du mythe’>. en Pp. 28 y 43-47, dcl vol.col. Pi-obMmes du myíhe ¿i son interpreíarion, París. Les Reiles Lettres. 1978. Pp. 27-50.

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to es por lo quemira a la libertad quePrometeopersonificay, en definiti-va, a la inmortalidad queofrece. Puesbien, en Gide no hay ni rastro detitanomaquia.El padrediósZeusse achicaaquíen un banqueroriquísimoque porel dongratuitodeun billetede 500 francosa un desconocido,con-sigue,de un solo tiro, hacerdos desgraciados,Damoclesy Cocles(reso-nanciascaricaturalesdel De uiris illustribus): el mal provienede un capri-cho malvadodel dios y la intervencióndivina equivaleal triunfo del malgratuito.EstePrometeo,animadopor amordel mejoramientohumano,noes un filántropo; dice cosascomoéstas:«no amoal hombre,amolo queledevora».Además,es antiprogresista.todo lo contrariode un Prometeocivilizador. Y. en su rebeldíahacia Zeus,se nos presentacomoresponsa-ble, pero no enteramenteculpable,cual lo ha sido igual en la tradiciónantiguacomoen la románticadel tema:un rebeldea conciencia,indoble-gable,quesostienesin renunciassu plenaresponsabilidadante un Zeusfiero y tonitruante.Evacuándolo,contenazconsecuencia,de susmitemasconstitutivos Gide ha consumadola muerte del mito. Importa muchomenosla pérdidadel decoradomítico. el tonode soma,el argumentillosemibufo,queha dadobastantequereír de estePrometeobarriolatinescoque,cansadode estaren el Caúcaso.desdesucalvariobrincahastaParísybaja,como cualquierpersonajevulgar sin historia.desdeel bulevarde laOperaa la Magdalena:unamanerade humanizacióndelos mitos, envuel-tos en aromadomésticoy cotidiano,a la quedebenuestraliteraturapre-sentealgunasdesusgalasy muchosde sushorrores,en numerosasdesven-turasdramáticas,puesen estepunto se ha exageradobastantela nota,deacuerdocon la lamentablerecetaestética«a mal Cristo. muchasangre».Lo importantees que, si el nombremático se conserva,se ha operadounvaciadoimplacablede su sustanciamitémica,la seriede susmitemascua-litativos y no desperdigados,sino en cierto númeroy alineadosen un con-junto. Gide ha compuestoestapiezaparasustentarsu consabidatesisdequeel hombrees «el animal capazde un acto gratuito».Ha dadoexpre-sión a susfobias irreligiosas.El águila,quedevoraa Prometeo,crecey seembellecesuplumaje,al tiempoquePrometeoenflaquecey enferma:estemotivo Gide lo presentacomoburlade la frasebíblica«menesteres queélcrezcay queyo disminuya».comobefadelclásicotemacristianodel pelí-cano(a queantesaludíamos)y comocrítica del ideal cristianode la vidaque,a costadel dolor,esperaen la felicidadeterna.El águilaquedevoraaPrometeono es el águilade Zeus(curiosamenteZeuses aquíel único queno tieneáguila).«La creenciaenel progresoerasuáguila...La historia delhombrees la historiade laságuilas.señores»,diceal final Prometeoy, actoseguido.se comea su águila; «Desdehacetiempo me comía.He pensadoqueahora me tocabaa mí. ¡A la mesa! ¡Vamos a la mesa,señores!..Lacomidafue másalegrede lo quepuedeaquícontarse.y se encontróqueeláguilaeradeliciosa».Es,en eldesigniodeGide. un símbolode unaHuma-nidadliberadade religiones,quedejade torturarsea símismay deagotar-se en la persecucióndeun ideal falaz —muy real, sin embargo—.la som-

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bra —queno es sombra—deldolor..CiertamenteGide estabaensudere-choparapensary escribirasí,de acuerdoconlas ideasconlasquesimpa-tizaba. Pero del mito de Proxheteo.desustanciado,no ha quedadonadamásqueel nombre,que recubreuna mercancíafalsificada.

Mas no siemprelos mitos parecenasí tergiversadoso deprimidosen lotrivial o en la intrascendenciamáso menoseutrapélica.Hay también,decuandoen vez,unaauténticarevitalizacióndel mito heredadode nuestrosmayoresgriegos.Comoacabamosde hablarde Prometeo,me viene a lamemoriael casode otro personajemático que. por un curiosocambiodeparadigma,ha podidosustituira Prometeoen lo queéste ha simbolizadoen lo antiguoy a lo largo de unatradición ininterrupta.TodavíaparaCar-los Marx. Prometeoera«el santoy mártir másnobleen elcalendariofilo-sófico»(bien seráquerecordemosqueMarx, razonablementeinstruidoenmateriasdeerudiciónclásica.recibiósede doctorconunamemoriasobreEpicuro: del delantalde este libro extraigo precisamentela susomentadasentencia).Alberto Camus.El mitode 514/o. Ensayosobreel absurdo ‘6, hahechode Sísifo tan trocadoen sumodo de serconrelacióna la tradiciónanteriordel tema,noblealcuñadel humanolinaje quevive en un mundocaótico,absurdo;una primera imagendel «hombreabsurdo»,que luegoseguiria perfilando en el drama Calígula (1945) y en la novela La peste(1947).

Sísifo. el más astutode los hombres,llegó a encadenara la muerte.lograndoasíque,durantealgúntiempo, no murieramortal alguno.Casti-gadoa morir, consu astucialogró queel dios de los muertosle diera per-miso parasubir ala tierra,circunstanciaqueaprovechóparano regresaralos infiernos hastamuchosañosdespués.cuandoya era viejo. Su castigoconsisteen arrastrara perpetuidaduna rocapor unamontañapinay cos-tosa,o sea,en cuesta;luego desubirla hastala cima, la rocabaja.siemprede nuevo,por el deslizaderoy la fatiga de Sísifovuelvea empezar:segúnalgunosintérpretes,el castigo teníapor finalidad mantenera tan astutopersonajesiempreocupado,sin punto de vado paraurdir fechorías.Lasfigurasde los precitosen elTántalo,pordelitos contralos dioses,eranparalos griegos figuras de escarmiento.Así las danaides.que llenan ininte-rrumpidamenteunacraterasin fondo y Tántalositibundoy hambriento,peroque.sumergidohastael cuelloen las aguasde un lagoy con árbolescolmadosde fruto sobresucabeza,no puedeni beberni comer,puescadavez que lo intenta,la tierra absorbeel agua,yel viento eleva de repentealos frutales,Pero Camusse apartade la cañadaconveniday cambiaporcompletoel sentidode la lección moral desenlacedel mito. De un Sísifofigura de escarmientohaceunafigura deconfortación.El castigosin senti-do de Sísifo. su tareaiterativaeinútil, lepareceaCamusel símboloilustra-tivo de la extremaabsurdidadde un mundo,en el cual,empero,el hombremanifiestasu libertad.

6 Le mythe de Sisyphe. Essai sur 1 absurde, Paris. Gallimard, 1942.

lOS José Lasso de la Vega

El hombrehodiernosientecon hiperestesiael contradichoinsalvableentresu deseode encontrarleun sentidoa la vida y la imposibilidad dehallárselo:en estacontradicciónconsiste«el absurdo».Pero,a diferenciade Kafkaen El proceso(quesimbolizaqueel hombrese encuentraperdidoen mediode un mundoincomprensibley absurdoque.sinembargo,acep-ta comoalgonatural).Camuspropugnaunaprotesta.unaluchasin pausay sin esperanzacontrael absurdo.El absurdode la existenciahumana,quese patentizasobretodoen la muerte,abreparael hombre,pesea todo.perspectivasinsospechadas.fundamentalaverdaderalibertaddel hombre.En un universo,másallá del cual solo hayrupturay nada,el condenadoamuerteposeela libertadde «su increíbledesinterésfrente a todo, salvo lapura llama de la vida»: ¿eahí extraesu fuerza.

En un mundosin sentido,en un mundodel trabajosin sentido,la figu-ra míticade un constantehacerabsurdose convierteenmetáforacontem-poráneade la condición humana,muy próxima a nuestrocorazóndehombresde hoy. «Su despreciode los dioses—escribeCamus—. suodiocontrala muertey su amora la vidale hanatraídola tortura indecible,enla quetodoserse fatiga y no consiguenada»y «comolos mitos estánahíparaseranimadospor la fantasía»,nadanos impide imaginarnosa Sísifoen el momentoprecisoen quela roca,llevadahastala cima confatigainfi-nita. se le escapaotra vez de las manosy vuelvea rodarcuestaabajo.Enesemomentode pausa.el momentode la conciencia,el rostrode Sísifo estambiénroqueñocomola roca(«un visagequi peinesi présdespierresestdéjá pierrelui-mémeh>). Desciendedesdela cima otra vez al antro de losdiosesparareanudarsu fatiga. En esemomentoSísifo estápor encimadesu destinoy es másfuerte que su roca. Esemomentoes trágico.porqueelhéroees conscientey estaconcienciaes su victoria. «No haydestinoqueno se venzapor el desprecio»(«II n’ estpasde destin qui ne se surmontepar le mépris»).Sísifo se conviertecasien la roca rodantequearrastradepor vida. Se identifica conella; pero.al mismotiempo. al volverla a subirpor la pendiente—empeñoinútil—, sabereconoceren el nuevocomienzostnsentido,su condiciónhumanay. al tenerconcienciade ella. resultasu-periora la rocaya los diosesquelevictiman. «Sísifo—escribe—nosense-ña la másgrandefidelidad,la queniegaa losdiosesy hacerodar las rocas.Encuentraél que todo es bueno.Esteuniverso,que ya no conoceamoalguno.no se le apareceni comoinfecundo,ni comodesprovistode valor.Cadagrano de arenade esta piedra.cadaastilla de ese monte significaparaél un mundoentero.La luchacontra la cima puedellenarsu corazónde hombre.Debemosimaginarnosa Sísifocomoun hombrefeliz. El gri-to de vencido,porel desdénsin riberas,setornacantodevictoria,comoenel Prometeodel homónimopoemabyroniano. según señalaHighet ~‘.

EsteSísifo. cuyo retratoporCamusnosproducecarnedegallina,es un

“ G. I-IIGHET. La tradición clásica Ji. trad. esp. México-Buenos Aires,. 1954. pr. 342-343.

La presencia del mito griego en nuestro tiempo ¡09

personajeimposible de olvidar. De la figura de escarmiento,paraadver-tenciaejemplarde los hombresen su insania,hélo aquíconvertido enparadigmade la condiciónhumanay en materiaejemplificadorade lahumanaconductadelantedelabsurdo.En suAntropologíaestructural(librode 1958 It) ClaudioLévi-Straussproponeprescindirde la búsquedade la«versiónauténtica»del mito, y en lugar de eso.«definir cadamito por elconjuntode susversiones».Segúnesteenfoque,no vacilaremosen contar,entrelas fuenteslegitimasdel mito de Sísifo, la interpretaciónqueCamusha dado del mismo,prestándolealma de hoy y trasfundiéndolenuestrapropiamitología interior Elmito deSísifo(quesu autorpusobajoel «mot-to» pindárico,sacadode la Pítica tercera(VY 61-62),«almamía, no aspi-res a la vida eterna,sino realiza lo posible»,lematambiéndel Cementeriomarino, de Valéry, y muy citadopor Gabriel Miró) me pareceun textoimportanteparaentenderlo quehoy llamanalgunos«transferenciaexis-tencial»,estoes decir, la traducciónde un mensajeantiguoa nuestralen-guade hoy, a la propia situaciónexistencial.

En las consideracionesquehastaaquíhemostocado,disponiéndolasen unaescalaquevadesdesupresenciasuperficiala sueficaciaenprofun-didad.comprobamosqueel mito griego sigue siendouna forma disponi-ble, sobrela cual descargael hombreactual sus problemas,susexperien-cias,sustraumasíntimos,suspendenciaspolíticas,susensibilidaddiferen-te 19 La críticade la sociedadtardoindustrialretomael uso de imágenesmíticas.Estáde epidémicamodasu explotaciónpasquineraen la propa-ganday el reclamode unasociedadde consumo.Mássignificativaes.des-de luego, la presenciadelmito griegoen la literaturaactual, y no sóloen ladramáticadenuestrotiempo,asuntoque,en mi modestia,yo he tratadoenalgunoslibros publicadosdurantela corrientedeestosúltimos añosy alláremito,paramáspormenor.a la generosacuriosidadde mis lectores20,

Perola presenciadel mito griego en nuestrotiempo no se limita a larecepción,o usurpación,del mismo.Porqueel mito —insisto—pertenececonstitutivamenteal pensamientohumano.No es —huelgadesdecirlo—un episodioen la historia del pensamiento,que se desarrollaríaen línearectilíneadesdeel mito al logos.Todavía,en nuestromundo profano yracional,el pensamientoreposa,en parte,sobreestructurasmíticas.

En suensayo,de 1973,«La actualidaddelmito»,el filósofo polacoLes-zek Kolakowski 21, se interesapor descubrir—y lo hace muy bien— elcomponentemítico en unaseriedeaspectosde los ámbitosno máticosdelpensamientoy la experienciaactuales:conocimiento,valores, lógica,

~ Trad, esp. Buenos Aires. Eudeba. 1968.‘~ Cf P. BARrÉ. «Aspekw des Mythos und unsere Zeir. Versuch einer lhematischen Em-

fuhrung>t Der altsprachliche Unterrichí XXIII. 2, 1980. pp. 5-25.~~Helenismoy literatura contemporánea. Madrid, Prensa Española, 1967: De Sófocl¿~ a

Brecht Barcelona, Planeta, 1976 2: op. cii., en nuestra nota 14.~ La presencia del mito, Trad. esp. Buenos Aires. Amorrortu, 1975.

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amor, libertad. Por su parte. el fenomenólogode las religiones. MirceaEliadeha estudiado,en variostrabajossuyos,los mitos del mundomoder-no. En unodeellos,así intituladoprecisamente22, señalaquetresnotasseadviertenen el «comportamientomitico» del hombre,como rasgoscons-picuose inviolables:

— La imitación de un modelo sobrehumano.— La repeticiónde un «escenarioejemplar».— El traspasodel tiempoprofanoy la inmersiónen la dimensiónmíti-

ca del tiempo. resucitandotodoaquelbuentiempo del «illud tem-pus».puntocerodel timempo.

En efecto,parala buenainteligenciadel fenómenomito es fundamen-tal distinguir dosespeciesde tiempo.Propiedades del tiempoprofanodis-currir linealy progresivamente,seguiradelante,darseunavez y no repettr-se.Porcontra,estasson las señasdel tiempomítico: discurrecíclicamente.periódicamente;hace posibleel eterno retornode lo mismo (uno más,elmismodesiempre)y sincronizaal hombre,quediscurreen tal tiempo. conlo quesucedióin ¡lío tempore. allá en la horagerminaly en el trancecrea-tivo.

Cuando las tres condicioneso atributos de imitación, repetición eirrupción ocasionalen otra dimensióndel tiempo(atemporalidad.«fueradel tiempo»)concurrenen un nexoo trabazón,le otorgamosa título debi-do el de mítico. En un mundosecularizadoesoscomponentesse dan porseparado.andandesperdigados.Es posible.y aunsospechable.queresi-duossuyosen nuestrotiemposonfenómenoscomoel culto de la persona;la obsesiónpor los símbolosy «slogans»nacionales;la «participaciónmística»de las masasen un partidode fútbol (queresponde,estoypor de-cir, al ritual consagrado:«espera-sugestión-identificacióncon el propioequipo)»;la fetichizacióndelas técnicas,quese constata.porejemplo enla mitificación y la alienación(«el culto del cochesagrado»).en la relaciónhombre-máquina,unarelaciónde afectividadmorbosateñidade«libido»(queha dadotemaparaalgunasnovelasy películas,comounaqueacaba-mos de ver en nuestraspantallas«Cliristine». de JohnCarpenter):tam-bién, el éxito electrizantede ciertos conciertosde música clásica,en nopequeñapartedel auditorio,parecedebersea lamitificación de la «ejecu-ción» y al temor-esperanzade un fracasoposible,peroimprobable.del eje-cutante(cuando este se llama, por ejemplo. Christian ZimmermannoArturo BenedettiMichelangeli.pianistasquealternanlos recitalesclásicosconel «hobby»de mecánicoen lascarrerasdeautomóviles).Gillo Dorfies.en su libro Nuevos ritos, nuevos mitos 23, ha señaladocómo, en nuestrosdías,juntoa un procesode desmitificación.de crisis de lo sacroy de diso-lución de símbolos«consumidos»(pueses una característicadel hoy

22 «Los mitos del mundo moderno» en, Mitos, sueños y misterios. trad. esp. Buenos Aires,1961. pp. 19-36 y también. Aspecis du mythe. Paris. 1963. pp. 197-219.

23 Trad. esp. Barcelona. Lumen. ¡969.

La presencia del mito griego en nuestro tiempo III

maquinistay presuroso,la rapidezdel consumotambiénde los símbolos.su «autodesmitificación»).asistimos,al propio tiempo, a un procesodemitificación o simbolizaciónde nuevoselementos,con análogaeficacia ala que, otrora, tuvieronlos mitos de la Antiguedadétnica.

En último término, tambiénlas grandesideologíasde nuestrotiempoderivande concepcionesmíticas.Eliade no ha sido el primero,ni el soloen aseverarque «el autordel manifiestocomunistarecogey prosigueunode los grandesmitos del mundoasiático-mediterráneo:el mito del papelredentordel justo (ahora,el proletariado,la humanidadjornalera),cuyossufrimientosestánllamadosa cambiarla concepciónontológicadel mun-do 2<», Cosaparecidapudiéramosdecirdel racismo,consu modeloario aimitar pararecuperarla purezaracial, la fuerza,la moral heroicade lostiemposgloriosos.Y de la mafia,pongopor caso.

En el terrenode la experienciaindividual lo mítico emergeen los sue-ñosy nostalgiasdel hombreactual. El retornoal paraísose uneconel de-seode liberarsede la tensióndiaria,deevadirsedelasgarrasfríasdel tiem-po impiadosoy de sumergirnos,al menospor unosdías,en un bañorepa-rador en otro espacio-tiempo.Toda una industria de la vacación y deltiempo libre nos prometeel cumplimientode estossueñosnuestros.

¡Cuántasestructurasmíticassubyacenen las imágenesy pensamientosdel hombrepromedio de nuestrosdías! En el mito de Supermán(sobreestoha escrito Umberto Eco finas páginas,penetrantes25), en la fascina-ciónquepreparaaltaresde respetoa los héroesde la música(Beatles).delcine, la televisión, o el deportese encuentra,a bien mirar, la nostalgiahaciala identificacióncon un modelo sobrehumano,estoes,unaestructu-ra fundamentalde la relaciónmítica.Advirtamosquesi elmito se «historí-za». pierde su caráctersimbólico y asistimosa su agoníay muerte: siMarilyn o Charlot (dosmitos que, en mi primerajuventud,ejercíantantaatracción)se toman«históricos»,se conviertenen «recuerdo»,En el inte-rés. tan extendido,por relatosfantásticosde «cienciaficción» quese de-sarrollanen dimensionesespaciotemporalesabsurdas,verbigracia,en las«máquinasdel tiempo»capacesde transferirnosal pasadoo al futuro, esnotorioquetropezamosconel deseode traspasarel tiempoprofanoy con-seguirel hiperespacioy la reversibilidadcronológica.

No hay holgurade tiempo,no hay huelgo, digo, paraanalizarcómo,hoy en día,el comportamientodel hombrefrenteal tiempo nosdescubrenotablessemejanzasconel comportamientomítico. La evasiónenla lectu-ra deciertaliteraturao en lacontemplacióndecierto teatroo cine presentaanalogíasinteresantescon la función de los mitos,de los quealguienhadicho queson «máquinasparala neutralizacióndel tiempo 26». Perono

24 Mitos, sueños y ,ninerios. p 22 y Aspeas du myihe. p. 222.25 ¡IMito di Superman en el vol, col. (Fdit. E. Casíelíl) Demiíizzazione e Imagine. Padua.

1962. pp. 131-148.26 Cf p, BARIÉ. en pp. 20-25 de op. cit. en nuestra nota núm. 19.

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olvido quesoy profesorde lenguasclásicas.Quisieraporello, concluirconunasbrevesreflexionessobrelapresenciadel mito en la didácticade nues-tra disciplina. Puesdichapresenciala determinaespecíficay distintiva-mente.Es verdadqueel interés,hok en día,por la investigaciónantropoló-gica de la funciónde los mitos en las sociedadesprimitivas ha llegadoalpúblico culto, en buenamedida, a través de algunoslibros fascinantes,como,por altoejemplo,ArgonautasdelPac(ficooccidentaL deMalinowskio,más recientemente,Trópicos tristes, de Claudio Lévi-Strauss,un libro demelancólicapoesíasobrelos indiosdel Brasil. Pero,en el nivel de la ense-ñanza,la literaturagriegay latina (donde el mito es omnipresenteo yacomo contenido,ora como presupuestoo bien como telón de fondo) sereservan,hastaahora,laexclusivadel fenómenomito y suposiblerelevan-cia pedagógica.

Por razón, primero, de su proximidad a lo mático; pero también porrazónde los variadosintentosde liberarsede lo mítico por unadesmitifi-cación,seaen la reflexión filosófica, seaen eljuegopoético(parodiay bur-la incluidas),paranosotrosla comprensióndel mito griego es, al mismotiempo, algo próximo y algo distante.Observamos,fascinados,cómo lamitología clásica,en el procesode sus recepciones,contieneen sí mismatambién momentosde su propia disolución; que es ambascosas,algodirecto y algo complicado, ingenuidady reflexión, entregay distancia-miento, incluso terror y juego (con este título certerose ha editado,porManfredFuhrmanen 1971.un bello volumencolectivosobre«Problemasde la recepciónde los mitos 27»),

El hombresigueteniendonecesidaddesímbolosy mitos,y másencon-creto,los jóvenesestánparticularmenteasignadosa lo queMargaretMeadllama «cultura prefigurativa».es decir la quese reclamade modelospre-vios (la culturagriegalo fue esencialmente)y establece,en cadacaso,unarelacióno «transferenciaexistencial»entreel modeloy la propiasituaciónvital. Es claro queno todoslos mitos valen lo mismo a tales efectos.Elmito esencialse reconoceporqueintentaexpresarlo queesuniversalen lasingularidadirrepetibledel sucesomático.Insisto,de nuevo,sobreel carac-ter privilegiado,de derechocomode hecho,hechohistórico, del mito grie-go. No se trataya de mitos australianoso amerindios(cuyo valorejemplaraquíyo no discutoni ligeramentesentencio.descalificándoloscomorazasaúnno biensalidasde la selva),sino, en el marcode unaculturaheleno-céntricacomola nuestra,de los paradigmasmíticosde Prometeo,UlisesoEdipo, Anfitrión y Narciso.Setrata de la recepción,en sentidoestrictd,deestosmitosen nuestraformaciónliteraria e históricay también,en sentidoamplio,de su carácterde «metáforas»de la condiciónhumana.

Lo dice, y lo dice muybien,Ortegaen suensayo(de 1920)«DonQuijo-te en la escuela»:«Yo creo que imágenescomo las de Hétculesy Ulises

27 Cf nuestra nota. núm. II.

La presencia del mito griego en nuestro tiempo 113

seráneternamenteescolares.Gozande una irradiación inmarcesible,ge-neratrizde inagotablesentusiasmos.Un pedagogoprácticistadespreciaráestosmitos y en lugar de tales imágenesfantásticas,procurarádesdeelprimer día implantaren el almadel niño ideasexactasde las cosas.¡He-chos,nadamás quehechos!Parami los hechosdebenser el final de laeducación:primero,mitos; sobretodo, mitos.Los hechosno provocansen-timientos.¿Quéseria,no ya de un niño, sino del hombremássabiode latierra,si súbitamentefueranaventadosde sualmatodoslosmitos eficaces?El mito, la noble imagen fantástica,es una función internasin la cual lavida psíquicase detendríaparalítica.Ciertamentequeno nosproporcio-nanunaadaptaciónintelectuala la realidad...Pero,encambio,suscitanennosotroslas corrientesinducidasde los sentimientosquenutren el pulsovital, mantienena flote nuestroafánde vivir y aumentanla tensiónde losmásprofundosresortesbiológicos.El mho es la hormonapsíquica»28,

El valor educativodel mito auténticose midefácilmentepor compara-ción con el de otras lecturasjuveniles:con los cuentos(con los quesóloformalmentese avecinael mito, que es siempreun decir de diosesy delsentidode la existencia,y no un relatode fingimiento y solaz).De loscuen-tosel niño extraesustanciade placer.En los mitos, encuentraunapuertade accesoa la realidady su ambivalencia,a la problemáticade la propiavida y de sus conflictos inevitables29, Con otras lecturasquepretendenentretenero informaro ambascosasa lavez y que,si sonmásentretenidaso instructivasqueel mito, son muchomenosformativas.En fin, con lostextostriviales queconsumena diario niños y jóvenesy muchosadultossin madurez.Taleshistorietas(desdeMicky-Mouse a los «comics»paramayores)admitenunasolalecturaunidimensional.Les falta la relativiza-ción del hic etnune.Les falta la capacidaddetransformaciónen diferentesmensajesquehanatesoradogeneracióntrasgeneración,por muchasvuel-tasde siglos,siemprecargadosde sentidofuturo. Y además,y acasosobretodo, les falta la «pregnanciasimbólica»,la ambiguedadfructífera desen-tido y simbolismo, la disponibilidad para una lectura siemprenueva yparanuevosintentosde identificaciónconellos del individuo. Y estoquedigovale no sólo paralos mitos en sentidopropio,contrasfondohistóricoen el culto, sinotambiénparalas grandescreacionesmitopoéticasde Pla-tón y otrospensadores.El «mito dela caverna»no es un texto descriptivo,ni un significadodefinitivo, sino un siemprerenovadoin¡erpretandum.

Pues,llegadosaquí,convendráqueavisemosdeun peligro quehayquesortear:el dedestruiro malrotarla riquezapotencialde un texto mítico,supolivalenciay complejidad,cuandose intentaporvía del análisisresiden-ciarel sentidodel mito, supepitade sentido,en un «fábuladocet»unívoco.

28 Obrar completas II. Madrid. Revista de Occidente. 1957 ~. pp. 275-307.“ Se abre aquí, para el educador, la posibilidad interesante de utilizar los temas míticos

en los cuentos infantiles: cf Y. A. BARTON. Pie Shaping of Myth:AnevaluativeStudy ofSelecredVersionsofGreek Mythsadaptedfor Children. Dis. Sthepen E Austín State Univ,, l984.

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Parécelesaalgunosmuy en su puntoajustarel mito al mundode las ver-dadesdiscursivas,conel consiguientecarácterde fijeza y univocidad,Noadviertenqueasí se destruyela eficaciapsicológicadel mito y tambiénsupresenciafuncionalviva, sucapacidadde transferirsea situacionesy cir-cunstanciasanímicas.contribuyendoa nuestraaprehensiónde la «con-dición humana»y a nuestrapropia autorrevelación.

El mito es unaforma de declaraciónque semánticamenteno puede«desambigílizarse»(comocasitoda palabra nueva,reconozcoqueéstaesmalsonante).Querer hacerlo definitivamenteunívoco vale tanto comocondenarnosa fracasaren lo que se pretendeconseguir,descifrarel sen-tido del mensajemático.