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La primavera democrática de 1946 A partir del 27 de julio de 1946 se puso en marcha un gobierno de coalición conformado por fuerzas políticas del Partido Colorado, de la Concentración Revolucionaria Febrerista y por miembros de las Fuerzas Armadas institucionalistas. La apertura democrática, bajo la presidencia de Morínigo, se presentaba con un guiño de ironía. El dictador —con quien todas las fuerzas democráticas se nega- ban a pactar— emergió de pronto como el presidente «prisionero de un gabinete democrático», al decir del político e historiador colorado Hipólito Sánchez Quell. Si bien la apertura democrática im- plicó el retorno al país de políticos exiliados —así llegaron el comunista Óscar Creydt, el liberal José P. Guggiari y el febrerista Rafael Franco—, esto no supuso un gobierno paritario. El Gobierno estuvo controlado por los colorados y febreristas que trabajaron con los militares por una apertura demo- crática tutelada. En este contexto, se planteaba un cronograma de trabajos para llegar a depurar los padrones electorales y garantizar la libertad política a todos los actores políticos, para acceder a una nueva convención constituyente que revea la carta política autoritaria de 1940. © Mgtr. Carlos Gómez Florentín (autor) Autorizado por el autor para su publicación y difusión en línea como material complementario al libro impreso de Historia del Paraguay.

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La primavera democrática de 1946A partir del 27 de julio de 1946 se puso en marcha un gobierno de coalición conformado por fuerzas políticas del Partido Colorado, de la Concentración Revolucionaria Febrerista y por miembros de las Fuerzas Armadas institucionalistas. La apertura democrática, bajo la presidencia de Morínigo, se presentaba con un guiño de ironía. El dictador —con quien todas las fuerzas democráticas se nega-ban a pactar— emergió de pronto como el presidente «prisionero de un gabinete democrático», al decir del político e historiador colorado Hipólito Sánchez Quell. Si bien la apertura democrática im-plicó el retorno al país de políticos exiliados —así llegaron el comunista Óscar Creydt, el liberal José P. Guggiari y el febrerista Rafael Franco—, esto no supuso un gobierno paritario. El Gobierno estuvo controlado por los colorados y febreristas que trabajaron con los militares por una apertura demo-crática tutelada. En este contexto, se planteaba un cronograma de trabajos para llegar a depurar los padrones electorales y garantizar la libertad política a todos los actores políticos, para acceder a una nueva convención constituyente que revea la carta política autoritaria de 1940.

© Mgtr. Carlos Gómez Florentín (autor)Autorizado por el autor para su publicación y difusión en línea

como material complementario al libro impreso de Historia del Paraguay.