La Problemática de La Salud en Venezuela

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La problemática de la salud en Venezuela Existe una creciente preocupación de la sociedad venezolana sobre la situación de la salud en nuestro país. Y no puede sino serlo: la salud es la angustia existencial primordial del ser humano. Numerosos reportajes, entrevistas y comunicados dan cuenta del aumento en la incidencia deenfermedades infecciosas tales como el dengue, paludismo, enfermedad de Chagas, y tuberculosis, entre otras, que en el pasado habían sido reducidas a niveles internacionalmente aceptables. Las seriasdeficiencias del sistema de salud se manifiestan en falta de una atención apropiada y oportuna, largos tiempos de espera, y altos costos, al tanto que se sufren las consecuencias de la insuficiente dotaciónde equipos y medicinas en los hospitales, y la pérdida de capital humano en el sector salud por la emigración de profesionales de la medicina a otros países. Todas nuestras constituciones han consagrado el derecho a la salud y han sido innumerables los intentos que se han hecho en Venezuela por resolver los déficit crónicos de atención y elevar su calidad de manera consistente. Sin embargo, hasta ahora no se ha logrado revertir la situación. La salud pública ha sufrido las consecuencias de políticas carentes de una visión integral, la discontinuidad en los criterios y esfuerzos, la improvisación de soluciones parciales, sistemas deficientes de selección de los beneficiarios, un diseño institucional excesivamente centralista, la ausencia de mecanismos que aseguren la transparencia, evaluación, control y seguimiento del desempeño de los entes responsables, una gerencia deficiente, y un gasto apreciable, probablemente insostenible, que es canalizado a través de una multiplicidad de instituciones y termina en un gran despilfarro. El mejor sistema de salud es aquel que ofrezca la mejor asistencia individual a la población, y la política de salud debe orientarse a modernizar nuestro sistema de salud a fin de garantizar el acceso a servicios de salud de calidad, independientemente de la condición económica, social o laboral de los ciudadanos. Es preciso cubrir apropiadamente las tres fases de la atención médica: prevención, curación y rehabilitación. La prevención incluye campañaseducativas permanentes dirigidas a toda la población,vacunaciones, control materno-infantil, controlesde higiene ambiental, prevención de accidentes. Laprevención debe promoverse en los ámbitoslaborales, educativos y medios de comunicación. Eldinero invertido en prevención permite ahorros significativos en la fase de curación y rehabilitación,liberando recursos que pueden destinarse a la atención de pacientes con patologías no prevenibles. Son muy difíciles las condiciones en las cuales los profesionales y trabajadores de la salud les toca cumplir su misión y dar respuestas a los problemas de salud que confrontan los venezolanos: escasez, inflación, inseguridad incluso dentro de los centros de atención médica y el deterioro de nuestros ambulatorios y hospitales. Pese a ser un país con muchos recursos, Venezuela en los últimos años ha retrocedido. Los viejos problemas se han agravado y problemas nuevos han surgido. Y en campos donde éramos ejemplo, como el dengue y la malaria, el retroceso es tal que el número de casos reportados de dengue en 2013 superó los 60.000 y de malaria los 70.000 casos, 50% de

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La problemática de la salud en Venezuela

Existe una creciente preocupación de la sociedad venezolana sobre la situación de la salud en nuestro país. Y no puede sino serlo: la salud es la angustia existencial primordial del ser humano.

Numerosos reportajes, entrevistas y comunicados dan cuenta del aumento en la incidencia deenfermedades infecciosas tales como el dengue, paludismo, enfermedad de Chagas, y tuberculosis, entre otras, que en el pasado habían sido reducidas a niveles internacionalmente aceptables. Las seriasdeficiencias del sistema de salud se manifiestan en falta de una atención apropiada y oportuna, largos tiempos de espera, y altos costos, al tanto que se sufren las consecuencias de la insuficiente dotaciónde equipos y medicinas en los hospitales, y la pérdida de capital humano en el sector salud por la emigración de profesionales de la medicina a otros países.

Todas nuestras constituciones han consagrado el derecho a la salud y han sido innumerables los intentos que se han hecho en Venezuela por resolver los déficit crónicos de atención y elevar su calidad de manera consistente. Sin embargo, hasta ahora no se ha logrado revertir la situación.

La salud pública ha sufrido las consecuencias de políticas carentes de una visión integral, la discontinuidad en los criterios y esfuerzos, la improvisación de soluciones parciales, sistemas deficientes de selección de los beneficiarios, un diseño institucional excesivamente centralista, la ausencia de mecanismos que aseguren la transparencia, evaluación, control y seguimiento del desempeño de los entes responsables, una gerencia deficiente, y un gasto apreciable, probablemente insostenible, que es canalizado a través de una multiplicidad de instituciones y termina en un gran despilfarro.

El mejor sistema de salud es aquel que ofrezca la mejor asistencia individual a la población, y la política de salud debe orientarse a modernizar nuestro sistema de salud a fin de garantizar el acceso a servicios de salud de calidad, independientemente de la condición económica, social o laboral de los ciudadanos.

Es preciso cubrir apropiadamente las tres fases de la atención médica: prevención, curación y rehabilitación. La prevención incluye campañaseducativas permanentes dirigidas a toda la población,vacunaciones, control materno-infantil, controlesde higiene ambiental, prevención de accidentes. Laprevención debe promoverse en los ámbitoslaborales, educativos y medios de comunicación. Eldinero invertido en prevención permite ahorros significativos en la fase de curación y rehabilitación,liberando recursos que pueden destinarse a la atención de pacientes con patologías no prevenibles.

Son muy difíciles las condiciones en las cuales los profesionales y trabajadores de la salud les toca cumplir su misión y dar respuestas a los problemas de salud que confrontan los venezolanos: escasez, inflación, inseguridad incluso dentro de los centros de atención médica y el deterioro de nuestros ambulatorios y hospitales.

Pese a ser un país con muchos recursos, Venezuela en los últimos años ha retrocedido. Los viejos problemas se han agravado y problemas nuevos han surgido. Y en campos donde éramos ejemplo, como el dengue y la malaria, el retroceso es tal que el número de casos reportados de dengue en 2013 superó los 60.000 y de malaria los 70.000 casos, 50% de aumento con respecto al 2012. Las deficiencias en el tratamiento de los pacientes con cáncer resultan de la carencia de medicamentos, equipos y materiales para radioterapia y estudios diagnósticos, que se traduce en menor esperanza de vida de los pacientes. Pacientes con VIH, hemofílicos, nefrópatas, trasplantados, y otros, sufren por la falta o irregularidad en el suministro de medicamentos y tratamientos.

A nivel hospitalario la situación es de franco deterioro de instalaciones y equipamientos. El gobierno ha tenido que reconocerlo, pero no ha sido capaz de corregirlo, aunque se repiten promesas y se anuncian planes. Un estimado de 50% de las camas de hospitales no está operativo. El promedio de espera para una cirugía electiva en la mayor parte del país supera los 6 meses. En el área de Cuidados Intensivos la situación es crítica; la escasez de recurso humano especializado afecta la calidad de la atención que se presta. La baja remuneración de médicos venezolanos y, en general, del personal del sistema público de salud hace que, lamentablemente, muchos de nuestros profesionales emigren en búsqueda de mejores condiciones laborales. El cerco económico a las universidades nacionales solo permite pagar sueldos míseros a los docentes, no hay recursos para la investigación, ni para laboratorios, tampoco los materiales y equipos para funcionar regularmente.

La Mesa de la Unidad Democrática se une al clamor de médicos, trabajadores de la salud y de Venezuela toda que exige al gobierno soluciones reales y efectivas, sin demagogia a la crisis de la salud pública.