La Tregua de Navidad de 1914

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La tregua de navidad de 1914: Cuando la Navidad venció a la guerra 03 Septiembre 2012 Ing. Juan Jorge Roesch Hits: 912 INTRODUCCIÓN Durante la Primera Guerra Mundial, ocurrió un hecho que muy pocos conocemos y que sucedió concretamente en Navidad del año 1914 y al cual se le llama la “Tregua (no oficial) de Navidad”, entre los soldados alemanes e ingleses. Arthur Conan Doyle no dudó en referirse estos encuentros como «un espectáculo asombroso, un episodio humano en medio de las atrocidades». NARRACIÓN DE LOS HECHOS Imagínense por un momento la escena. Primera Guerra Mundial. Este trágico acontecimiento, una de las mayores y peores crueldades que ha cometido el ser humano, ha sido reconocida entre otras formas por “la guerra de las trincheras”. Efectivamente, existían kilómetros y kilómetros de soldados protegidos por trincheras, unos enfrente de otros, disparándose todo lo que tenían durante meses y meses, con muy poco resultado real, porque no había avances demasiado significativos. Era una guerra de desgaste, tanto físico como psicológico. Las condiciones sanitarias en las mismas eran precarias, la penicilina no se había descubierto, y las muertes en las mismas eran por las enfermedades derivadas de las heridas más que por las heridas mismas. Por otro lado, enterrar a los muertos era un lujo que difícilmente podían permitirse, y los cadáveres solían estar en las zonas de tierra de nadie hasta que las líneas se movían: y para entonces, los cuerpos estaban irreconocibles… En ese ambiente irrespirable y cruel, el día de Nochebuena de 1914 sucedió algo extraño. Los disparos fueron disminuyendo lentamente, hasta que pararon por completo: primero los alemanes, luego los aliados. En ese silencio extraño, las fuerzas británicas y francesas se mantuvieron vigilantes, puesto que habían sido avisados de un posible ataque por parte de las tropas alemanas. Y, efectivamente, comenzaron a ver algo… extraño. Decenas de lucecitas empezaron a iluminar las posiciones alemanas. Al principio, sus oponentes pensaron que el ataque anunciado estaba en marcha… hasta que comenzaron a oír como los alemanes empezaban a cantar.

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La tregua de navidad de 1914: Cuando la Navidad venció a la guerra

03 Septiembre 2012 Ing. Juan Jorge Roesch Hits: 912

INTRODUCCIÓN

Durante la Primera Guerra Mundial, ocurrió un hecho que muy pocos conocemos y que sucedió concretamente en Navidad del año 1914 y al cual se le llama la “Tregua (no oficial) de Navidad”, entre los soldados alemanes e ingleses. Arthur Conan Doyle no dudó en referirse estos encuentros como «un espectáculo asombroso, un episodio humano en medio de las atrocidades».

 

NARRACIÓN DE LOS HECHOS

Imagínense por un momento la escena. Primera Guerra Mundial. Este trágico acontecimiento, una de las mayores y peores crueldades que ha cometido el ser humano, ha sido reconocida entre otras formas por “la guerra de las trincheras”. Efectivamente, existían kilómetros y kilómetros de soldados protegidos por trincheras, unos enfrente de otros, disparándose todo lo que tenían durante meses y meses, con muy poco resultado real, porque no había avances demasiado significativos.

Era una guerra de desgaste, tanto físico como psicológico. Las condiciones sanitarias en las mismas eran precarias, la penicilina no se había descubierto, y las muertes en las mismas eran por las enfermedades derivadas de las heridas más que por las heridas mismas. Por otro lado, enterrar a los muertos era un lujo que difícilmente podían permitirse, y los cadáveres solían estar en las zonas de tierra de nadie hasta que las líneas se movían: y para entonces, los cuerpos estaban irreconocibles…

En ese ambiente irrespirable y cruel, el día de Nochebuena de 1914 sucedió algo extraño. Los disparos fueron disminuyendo lentamente, hasta que pararon por completo: primero los alemanes, luego los aliados. En ese silencio extraño, las fuerzas británicas y francesas se mantuvieron vigilantes, puesto que habían sido avisados de un posible ataque por parte de las tropas alemanas. Y, efectivamente, comenzaron a ver algo… extraño. Decenas de lucecitas empezaron a iluminar las posiciones alemanas. Al principio, sus oponentes pensaron que el ataque anunciado estaba en marcha… hasta que comenzaron a oír como los alemanes empezaban a cantar.

Y lo que cantaban era, nada más y nada menos, que el “Stille Nacht, heilige nacht“, es decir, “Noche de Paz”.

Y las lucecitas que veían en el frente, eran los arbolitos que, precariamente, habían colocado por las trincheras para celebrar la Navidad. Desde el otro lado de la trinchera guardaron un silencio emocionado y asombrado, y rompieron a aplaudir en cuanto los alemanes acabaron la canción… para, seguidamente, comenzar ellos a cantar su “The first Noel, the angel did say“.

Al final, los dos bandos cantaron conjuntamente el “Adeste fideles”, entre otros villancicos. Debía ser un espectáculo increíble observar a dos bandos que hasta hacía unas horas habían estado intentando matarse cantar villancicos entre las trincheras. Pero no acabó ahí la cosa: durante ese día de Navidad, las treguas se sucedieron a lo largo de todo el frente. Grupos de alemanes, franceses y británicos se citaban en terreno de nadie para hablar, intercambiar cigarrillos, bebida, y comentar como iba la guerra.

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Incluso hay una historia, que nunca se ha confirmado fehacientemente, que cuenta que en algún lugar del frente se llegó a jugar un partido de futbol entre los dos bandos. Concretamente, se habría realizado entre los soldados del Scottish Seaforth Highlanders y fuerzas alemanas en un lugar indeterminado. Y es motivo de orgullo para Alemania que, cuando los oficiales pararon aquella “locura”, iban ganando por un marcador de tres goles a dos…

Por otro lado, se aprovechó la tregua para recoger a los muertos de los dos bandos y darles sepultura, muchas veces ayudados por soldados del lado contrario.

Toda esta “fiesta” acabó cuando los oficiales al mando, (ellos no estaban en las trincheras), ordenaron que se acabaran las muestras de confraternización con el enemigo, y amenazaron con tribunales de guerra para el que desobedeciera … No fuera a ser que se les acabaran las ganas de matarse…

Los comandantes británicos John French y Sir Horace Smith-Dorrien juraron que una tregua así nunca volvería a permitirse. En los años subsiguientes se ordenaron bombardeos de artillería en la víspera de la festividad para asegurarse de que no hubiera más reblandecimientos en medio del combate. Asimismo, las tropas eran rotadas por varios sectores del frente para evitar que se familiaricen demasiado con el enemigo. A pesar de esas medidas hubo encuentros amigables entre soldados, pero en una escala mucho menor que la de los encuentros del año anterior.

 

TESTIMONIALES Y REMEBRANZAS

Algunos de estos hechos quedaron recogidos en el libro: “Las batallas de Flandes y de Artois 1914-1918″ de Yves Buffetaut:

El Sargento C. Lightfoot de la Compañía C, Regimiento 1ero de North Staffordshire escribió: El día de Navidad vimos algo fuera de toda imaginación. Los alemanes dejaron sus trincheras y nosotros hicimos lo mismo. Nos encontramos a mitad de camino y deberías habernos visto estrechando sus manos, cambiando direcciones, souvenirs, etc. Nos llenaron de cigarros y tabaco. No hubo ni un disparo en todo el día de Navidad. Uno de nuestros hombres tocó una melodía y los alemanes bailaron y nos cantaron una muy buena canción

El sargento Mayor Frank Naden contaba en su diario: En el día de Navidad uno alemán salió de las trincheras con las manos en alto. Nuestros compañeros inmediatamente salieron de sus trincheras y los alemanes de ellas y nos encontramos en el medio y por el resto del día fraternizamos, cambiamos comida, cigarrillos y souvenirs. Los alemanes nos dieron algunas de sus salchichas y nosotros le dimos algunas de nuestras cosas. Los escoceses comenzaron a tocar sus gaitas y compartimos una rara alearía que incluyó un partido de futbol con los alemanes. Los alemanes nos dijeron estar cansados de la guerra y deseaban que terminara. Al día siguiente recibimos la orden de que toda comunicación e intercambio amistoso con el enemigo debía cesar, pero nosotros no disparamos en todo el día y los alemanes no nos dispararon a nosotros.

El soldado W. Pentelow de la 1era Brigada de Rifles escribió a su hermana: Tuvimos calma en Navidad y no hubo disparos. Las trincheras se llenaron de villancicos y canciones en Nochebuena. A veces los alemanes nos acompañaban y también nos aplaudían. Ellos tenían unos pocos instrumentos y nos tocaron algunas melodías […] Ellos gritaron: Vengan Ingleses, nos encontraremos en el medio… Bueno, en Navidad salimos de nuestras trincheras, los encontramos en el medio del campo y los saludamos e intercambiamos cigarros. Tengo siete cigarros y varios cigarrillos de ellos. También les di a algunos de ellos mi dirección de casa.

En 1999, el grupo llamado "Khaki Chums" (oficialmente: The Association for Military Remembrance) visitó una región de Flandes y recreó la Tregua de Navidad. Vivían como habían vivido los soldados británicos de la I Guerra Mundial, sin comodidades modernas.

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La tregua se llevó a la pantalla en la película francesa de 2005 'Joyeux Noel' (Feliz Navidad). (La película fue nominada al Oscar en la categoría de "Mejor Película de lengua extranjera" en su 78ª edición.) Sobre la historia del tenor alemán Walter Kirchhoff. La Tregua de Navidad fue también retratada en la película de Richard Attenborough Oh What a Lovely War.

Se han escrito libros sobre la Tregua de Navidad, incluyendo la obra de Stanley Weintraub Silent Night: The Story of the World War I Christmas Truce, en el que relata este suceso del que él mismo fue testigo.

La tregua fue también recordada en el video de Paul McCartney Pipes of Peace (1983).

En el episodio final de Blackadder Goes Forth, los protagonistas discuten sucesos del pasado que les llevaron a su situación actual, incluyendo la Tregua de Navidad. El Capitán Blackadder añadió cínicamente que "Ambos bandos avanzaron más lejos una visita a la trinchera enemiga durante la tregua de Navidad de lo que lo hicieron en los dos años y medio de guerra siguientes".

De la tregua de Navidad se ha dicho que fue el último vestigio del siglo XIX: el último momento en el que, en la guerra, ambos bandos se trataron mutuamente con respeto, cuando se saludaron unos a otros con amabilidad demostrando que —a pesar de los hechos horribles que habían sucedido— aún eran respetuosos soldados.

En 1990, el grupo británico The Farm grabó una canción que habla de este suceso: 'All Together Now', la cual se ha convertido en un himno futbolístico.

El 21 de noviembre de 2005, el último veterano de guerra aliado superviviente de la tregua, Alfred Anderson, murió en Newtyle, Escocia, a los 109 años.

 

CONCLUSIÓN

Desde entonces, este acontecimiento ha sido celebrado como una muestra de que la paz y los buenos sentimientos son posibles, aun a pesar de las peores circunstancias.

Muren: a nuestro alrededor hay millones de motivos para sentirse realmente mal… pero SIEMPRE HAY MOTIVOS PARA LA ESPERANZA… ¡SIEMPRE!

 

“El mago hizo un gesto y desapareció el hambre, hizo otro gesto y desapareció la injusticia, hizo otro gesto y se acabo la guerra. El político hizo un gesto y desapareció el mago”.

Woody Allen

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