8/19/2019 La Triste Mansión de Mi Tío

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LA TRISTE MANSION DE MI TIO

Una tarde de otoño Fernando recibió una extraña y penosa noticia, su tío Abel

un rico y malgeniado anciano con el que no tenía buenas relaciones por su

actitud déspota y malgeniada había muerto tras sufrir una larga y penosa

enfermedad que mantenía en secreto.

Abel, al ser Fernando su nico familiar !i!o, decidió antes de morir de"ar su

fortuna a su sobrino y con ella su m#s preciada posesión, su inmensa mansión

en la solitaria región de $onte Alto, lugar donde el %nado Abel residió por tantos

años. &egado que le traería grandes sorpresas al desdichado Fernando.

&a mañana siguiente 'l (r. )oris abogado y albacea de la familia, se reunió conFernando para leer los términos del testamento que Abel había dictado desde su

lecho de enfermo, * +(e"ó odo el dinero de mis cuentas en los bancos

nacionales y extran"eros, así como mis empresas constructoras de la capital y

haciendas en pro!incia a mi sobrino Fernando, sin embargo nicamente el

podr# go-ar de todos mis bienes a su entera y libre disposición si y solo si

acepta !i!ir permanentemente en mi mansión de $onte Alto, así como cumplir

con mi ltima !oluntad que es la de mantener mi habitación ubicada en el fondo

del segundo pasillo del / piso del ala sur, intacta y sin cambio alguno para lo

cual ordeno que la puerta de ingreso y !entanas de esta habitación sean

tapiadas inmediatamente después de mi muerte, para siempre y sin posibilidad

de remo!er el tapiado por ningn moti!o, ya que si no se cumpliera mi !oluntad

o si algo le pasara a mi sobrino Abel, toda mi fortuna pasaría a manos de mi

querido amigo y albacea )oris.0

1orprendido 2o!en Fernando, créame que yo m#s que usted, exclamo )oris, sin

embargo debo admitir que la idea de también tomar parte de la fortuna de don

Abel me seduce, claro si usted desistiera de cumplir sus excéntricas condiciones

. 'xclamo frot#ndose las manos con a!ide-.

34o5 (r. )oris lamentablemente debo desilusionarlo por ahora+ Acepto los

términos de mi ío. 'xclamo.

&uego de las %rmas y tr#mites legales correspondientes Fernando tomo

posesión de su herencia y también de la mansión, y cumpliendo la !oluntad de

su tío salió a tomar posesión de esta.

6or la noche llego con las pocas pertenencias que tenía en su pequeño y

antiguo departamento en los suburbios de la ciudad, lugar en donde residía por

tantos años. &uego de un par de horas Fernando llegó a la inmensa mansión.

'sta era tan grande y tenía tantas habitaciones que le daba lo mismo instalarse

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en cualquier habitación ayudado por la 1ra. (olores, una anciana ama de lla!es

y nico personal de ser!icio que se quedo después de la extraña renuncia

masi!a de todo el personal de la mansión tras la extraña muerte del !ie"o Abel.

Fernando, ya instalado en la casa, decidió recorrer esta hasta llegar al umbral

del cuarto tapiado de su %nado tío, paso la mano por el frio concreto y sintió un

intenso escalofrió que como una descarga eléctrica le recorrió todo el cuerpo, el

sentía como si alguien lo espiaba desde algn oscuro recodo de la inmensa

mansión, como si !igilaran su presencia y como si al !oltear repentinamente

una sombra se cru-aría repentinamente. 7on algo de temor por la soledad

decidió retornar a su habitación, de pronto al cru-ar por el extenso pasillo una

fuerte r#faga de !iento que entro por una gran !entana abierta apago el candil

que lle!aba en sus manos, sumiéndose en una profunda oscuridad.

7on temor pero sacando fuer-as de su interior regreso a tientas a su habitaciónsin embargo el trayecto hacia su cuarto le pareció una eternidad, los ruidos

repentinos de algn animal del exterior así como las formas de las esculturas y

cuadro que habían en la casa conformaban un ambiente lgubre y tétrico que

debió sortear.

1e tiró sobre la cama, en la que daba muchas !ueltas y se tapaba con las %nas y

mullidas almohadas a %n de conciliar el sueño pero era como si alguien

estu!iera en espíritu presente al lado de su cama, sentía un ambiente pesado y

continuamente lo despertaba algn ruido extraño pro!eniente de algn lugar de

la casa.

(os años duro esta pesadilla, Fernando ba"o alarmantemente de peso, pese a

los cuidados de la 1ra. (olores la sorprendentemente %el ama de lla!es. 7on

unas enormes o"eras y un cuerpo cada!érico, sentía que sus fuer-as no

resistirían m#s y haciendo uso de la esca-a ra-ón y lucide- que an mantenía

decidió descubrir el extraño secreto que guardaba el cuarto tapiado de su tío,

aunque esto le cueste su fortuna. (ecidió hacerlo solo y en secreto para no

le!antar sospecha alguna y mantener su plan en secreto, adem#s notaba lago

extraño en la 1ra. (olores, su actitud retraída y solitaria, aunque también la

extrañe-a del porqué de su negati!a abandonar la casa sobre todo después de

la renuncia masi!a de los 89 traba"adores que "unto a ella traba"aban en la casa.

Una tarde con la excusa de comprar pro!isiones para la casa Fernando mando a

(oña (olores a compra pro!isiones al pueblo m#s cercano. 'ra un !ia"e de casi

8 horas y medio, las mismas que emplearía en dar rienda suelta a su plan.

Apro!echando de la salida de (olores, Fernando se dirigió a la antigua

habitación del "ardinero de la casa de donde tomo una comba y una pala que

metió a un !ie"o saco. Al 1alir miro con curiosidad la habitación de (oña dolores

que estaba al frente suyo, no sé porque pero sintió una fuerte cora-onada de

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que algo raro escondía la anciana mu"er, ya que siempre de día o de noche

cerraba con lla!e su habitación colg#ndose esta en el cinto.

Fernando for-ó la puerta pero estaba cerrada y tomando un alambre del cuarto

del "ardinero palanqueo la cerradura hasta lograr abrirla. :rande fue su sorpresa

y estupor al !er el macabro cuadro que obser!o. &a habitación se había

con!ertido en un espacio de culto a su %nado tío, sus ropas estaban

diseminadas por toda la habitación y al lado de su cama había un maniquí 

!estido con las ropas de su tío de los pies a la cabe-a. Frente suyo sobre un

espe"o unas !elas encendidas y el retrato de su tío sobre el cual había gran

inscripción hecha con un ro"o carmín con la frase *siempre te amé y al %n eres

mío0.

Fernando cerro la habitación nue!amente y salió despa!orido hasta su cuarto

lle!ando sobre su hombro el saco con las herramientas que había tomado.

'sa noche no pudo pegar los o"os, %ngiendo amabilidad con (oña dolores le

pedía que le alcan-ase algunas infusiones y alimento durante el día, a %n de

actuar con naturalidad y no de"ar notar que sabía su secreto+

&a mañana siguiente Fernando mando nue!amente a (oña (olores a comprar

un martillo, cla!os y algunos materiales m#s para reparar el te"ado de un

pequeño depósito que se encontraba en uno de los "ardines interiores de la

mansión. &as 8 horas y medio hacia el pueblo era tiempo su%ciente para

culminar su obra y !er qué extraño secreto que guardaba el cuarto de su tío. 1edirigió con %rme-a hacia la habitación y con ayuda de las herramientas que

tenía sobre sus hombros descargo fuertes golpes de comba y pala sobre el

grueso muro iniciando así su traba"o. ras casi 8 horas de intenso traba"o pudo

hacer un forado por donde poder ingresar %nalmente, al hacerlo sintió un olor

nauseabundo que despedía la habitación, tap#ndose la boca y nari- con un

pañuelo ingreso al cuarto y al acercarse a la cama obser!o con horror el cuerpo

descompuesto de su tío y sobre sus manos una nota que decía * Fernando si

est#s aquí es porque no cumpliste mi !oluntad, te sorprender# lo extraño de mi

decisión, esta casa es mía y deseo habitarla aunque sea en espíritu toda la !ida,

con ayuda de un pobre albañil que soborne muy bien y de mi %el amada (olores

me extra"eron de mi tumba de retorno a casa para cumplir mi !erdadera ltima

!oluntad+0.

Asustado y tembloroso Fernando no pudo resistir seguir contemplando el

cad#!er de su retorcido tío y raudamente trato de salir despa!orido de la

habitación, sin embargo al asomar la cabe-a por el forado recibió un fuerte

golpe de martillo, lo que hi-o que perdiera el conocimiento, luego de unas horas

Fernando maniatado y amarrado al lado del cad#!er de su tío despertó

escuchando la !o- de su demente ama de lla!es doña dolores que le decía * hay "o!en Fernando si solo hubiera hecho caso la !oluntad de su tío, nada de esto

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hubiera pasado sin embargo sé que conoce también mi secreto y no puedo

permitir que me separen de mi amado Abel, &o siento mucho+0 . ;ol!ió a

golpear fuertemente en la cabe-a al desdichado "o!en Fernando y dirigiéndose a

la salida, !ol!ió a tapiar el forado que Fernando había reali-ado.

(el 2o!en Fernando no se supo nunca m#s, (olores intento "usti%car su ausencia

por siempre, diciendo a todos que estaba de !ia"e, contestando sus correos y

también corriendo la fama ante todos que el 2o!en se había ale"ado del mundo

para !i!ir su soledad que lo había !uelto huraño, a!aro y déspota como su tío.

 

<Fin<