La verdad oculta - Ayaxia Ediciones · 2019-12-16 · La verdad oculta Speculum Raquel Montiel...

24
La verdad oculta Speculum Raquel Montiel Núñez Speculum

Transcript of La verdad oculta - Ayaxia Ediciones · 2019-12-16 · La verdad oculta Speculum Raquel Montiel...

Page 1: La verdad oculta - Ayaxia Ediciones · 2019-12-16 · La verdad oculta Speculum Raquel Montiel Núñez Tu planeta ha sido arrasado por los taraníes, y tu familia asesinada ante tus

La verdad oculta

Speculum

Raquel Montiel Núñez

Tu planeta ha sido arrasado por los taraníes, y tu familia asesinada ante tus ojos sin compasión. Por eso ahora vives encerrado en una base militar en la otra punta del universo.

Los enemigos están ahí fuera, y tú tienes que conformarte con vigilar a los prisioneros. ¿Por qué te habrán dejado relegado en este maldito puesto? Aunque no todo son inconvenientes... Ahora que la líder de la rebelión ha sido capturada y está a tu

alcance, por fi n tienes tu oportunidad.

¿Quieres venganza? Niels también.

Bienvenido a casa, soldado.

La Tierra ha sido destruida.

Speculum es tu nuevo hogar.

I

Sp

ec

ul

um

La

ve

rd

ad

oc

ul

taR

aq

ue

l M

on

tie

l N

úñ

ez

www.ayaxiaediciones.com

Finalista I Premio Novela Juvenil Corta 2018

Page 2: La verdad oculta - Ayaxia Ediciones · 2019-12-16 · La verdad oculta Speculum Raquel Montiel Núñez Tu planeta ha sido arrasado por los taraníes, y tu familia asesinada ante tus
Page 3: La verdad oculta - Ayaxia Ediciones · 2019-12-16 · La verdad oculta Speculum Raquel Montiel Núñez Tu planeta ha sido arrasado por los taraníes, y tu familia asesinada ante tus

© 2018, Raquel Montiel Núñez© Ilustración de cubierta: Raquel Montiel NúñezCorrección: Ana EscuderoPrimera edición: mayo 2018

Derechos de edición en español reservados para todo el mundo.

© 2018, Ayaxia Ediciones www.ayaxiaediciones.com

ISBN: 978-84-947717-6-7

Depósito Legal: M-14047-2018

Impreso en España.

Queda rigurosamente prohibida, sin autorización por escrito del editor, cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra, que será sometida a las sanciones establecidas por la ley. Pueden dirigirse a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesitan fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47).

Page 4: La verdad oculta - Ayaxia Ediciones · 2019-12-16 · La verdad oculta Speculum Raquel Montiel Núñez Tu planeta ha sido arrasado por los taraníes, y tu familia asesinada ante tus

A mis padres y a mi marido, que siempre me animan a seguir adelante.

Page 5: La verdad oculta - Ayaxia Ediciones · 2019-12-16 · La verdad oculta Speculum Raquel Montiel Núñez Tu planeta ha sido arrasado por los taraníes, y tu familia asesinada ante tus

«Cuídate de los espejos con mucha sed de imagen».El fantasma de Canterville, Oscar Wilde

«No soy un Ave Fénix, sino una mujer con una fuerzabrutal que logró salir de los infiernos».

Chavela Vargas

Page 6: La verdad oculta - Ayaxia Ediciones · 2019-12-16 · La verdad oculta Speculum Raquel Montiel Núñez Tu planeta ha sido arrasado por los taraníes, y tu familia asesinada ante tus

6

La verdusca luz de los rayos solares que alcanzaban aquel plane-ta comenzó a asomarse por su ventana. Niels Petersen llevaba un rato despierto y observaba aquel extraño fenómeno que para él ya era lo normal. Unos quince años atrás, la Tierra había sido atacada por soldados de Taranis, un planeta con características muy pare-cidas al suyo, salvo por el sol esmeralda, las numerosas lunas que rotaban por la noche a su alrededor y ciertos seres vivos.

La Tierra había quedado totalmente devastada después del ataque de los taraníes, y la única opción de los habitantes que aún quedaban en ella fue asaltar Taranis para tener un sitio don-de vivir. La lucha había sido cruenta pero, contra todo pronóstico, los humanos habían conseguido doblegar a los taraníes y ahora tenían un lugar en el que vivir. Sin embargo, en los últimos años había surgido una resistencia, y eso era algo que tenían que erra-dicar. Al menos eso pensaba Niels cuando, un año antes, se había alistado en el Frente de la Justicia, que se dedicaba a mantener la paz y a los taraníes en su lugar.

―¡Petersen! Se requieren tus servicios en el edificio Iustitia. Más vale que estés allí en menos de quince minutos si no quieres que te pase como a tu compañero ―tronó la voz de su capitán des-de la puerta haciendo que diese un respingo.

1

Page 7: La verdad oculta - Ayaxia Ediciones · 2019-12-16 · La verdad oculta Speculum Raquel Montiel Núñez Tu planeta ha sido arrasado por los taraníes, y tu familia asesinada ante tus

La verdad oculta

7

―Enseguida, señor ―contestó Niels de forma automática, po-niéndose en pie y cuadrándose.

Odiaba aquel sitio, pero no podía desobedecer órdenes. De-bía mentalizarse de que aquel sería otro asqueroso día metido en aquella prisión rodeado de asquerosos taraníes.

Hubiera preferido hacer tareas de limpieza a aquello, pero era lo que había. Por alguna razón, desde que se había alistado lo tenían relegado a tareas de lo más aburridas dentro de la base, a pesar de sobresalir en muchos campos, sobre todo en el de la estrategia.

Un quejido hizo que Niels desviase su atención a la cama de su compañero mientras se ponía las botas.

―Deberías haber hecho caso al cabo Piers, Axe ―dijo Niels son-riendo maliciosamente.

Axe había sido su amigo desde que tenía memoria. Era muy escéptico y parecía tener alergia a las normas. Siempre estaba me-tido en algún lío por no obedecer órdenes. La última vez había sido la noche anterior en el comedor.

El chico abrió sus intensos ojos azules, se pasó la mano por su enmarañado pelo rubio y sonrió mostrando unos dientes torcidos. Era delgado y parecía poca cosa, pero tenía una mente privilegiada y más músculos de los que aparentaba.

―¿Y haberme privado de repetir postre? Ni hablar, ese bizco-cho trufado merecía eso y más ―respondió Axe sonriendo estúpi-damente mientras se retorcía de dolor.

―¿Cuatrocientas flexiones? ―inquirió Niels, divertido, levantándose.

―Y doscientos abdominales ―contestó orgulloso.Niels sonrió a su vez sin entender a su amigo. Cogió su gorra y

se la puso mirándose en el pequeño espejo que tenían en el cuarto. Para ser un chico de diecinueve años aparentaba muchos más. Tal vez era la cicatriz que adornaba de forma sinuosa su mejilla, rega-

Page 8: La verdad oculta - Ayaxia Ediciones · 2019-12-16 · La verdad oculta Speculum Raquel Montiel Núñez Tu planeta ha sido arrasado por los taraníes, y tu familia asesinada ante tus

Raquel Montiel Núñez

8

lo de uno de esos malditos taraníes, o esos ojos oscuros que siem-pre lo observaban todo de forma severa, o tal vez su pelo castaño cortado de forma militar. Aunque, sin duda, el tener un cuerpo tan desarrollado y musculado ayudaba.

―Me voy. Hoy me toca día aburrido. ¿Sabes lo que más odio de tener guardia en el Iustitia? El tener tan cerca a esos desgraciados y no poder hacerles lo que les hicieron a mis padres ―sentenció Niels conteniendo su rabia mientras cogía su arma y la colocaba en la funda de su cintura.

―Ten cuidado, tío, la venganza nunca trae nada bueno. Ya sa-bes: ‹‹ojo por ojo y el mundo se quedará ciego›› ―respondió Axe incorporándose.

―Ya, ya. Pareces un disco rayado. Me largo. Nos vemos por la noche, ¿de acuerdo? Y no te metas en más líos ―se despidió, cho-cando su puño con el de su compañero.

―No te preocupes, hoy seré un santito ―respondió burlón.Niels salió la residencia militar y respiró el aroma matutino

que inundaba la calle, una mezcla de flores y golosinas que prove-nía de una extraña planta que solo crecía allí. Levantó la vista ha-cia el verde cielo, plagado de nubes moradas aquel día. Esperaba que no lloviese, porque eso era lo que auguraban aquellas nubes. Estaban conformadas por unos gases que cambiaban de color en función de la temperatura, y solo con ver su color se podía saber si iba a hacer buen o mal tiempo.

No tenía tiempo para volver a por un paraguas. Aligeró el paso, y en menos de diez minutos estaba en la puerta de Iustitia. La base no era muy grande. Desde donde estaban los dormitorios podían divisarse tres edificios: el comedor a la derecha, que también fun-cionaba como zona de recreo; a la izquierda estaba la escuela mi-litar, donde además había un gimnasio y una piscina. Entre am-bos edificios estaban las dependencias oficiales. Allí era donde se tejían todas las estrategias para capturar a los taraníes que aún

Page 9: La verdad oculta - Ayaxia Ediciones · 2019-12-16 · La verdad oculta Speculum Raquel Montiel Núñez Tu planeta ha sido arrasado por los taraníes, y tu familia asesinada ante tus

La verdad oculta

9

quedaban libres. También era donde pasaba los días el general Aren, el más alto cargo de la base, quien daba órdenes y quien los había salvado a todos llevándolos allí y luchando contra los tara-níes para conseguir un nuevo hogar. Tras ellos estaba Iustitia, la prisión. Para protegerse de posibles ataques, se había construido un enorme muro alrededor de la base que no permitía ver el ex-terior. Habían bautizado a todo lo que había dentro de aquella enorme pared como Speculum, porque intentaban que fuese un reflejo de su extinta sociedad.

―Buenos días, Petersen. Hoy va a ser un gran día, ¿verdad? ―le saludó Daven, el jefe de Iustitia, un hombre regordete y encanta-dor que siempre estaba alegre. Era lo único bueno que tenía que le destinasen allí. Él había sido uno de los que había luchado mano con mano con Aren. Era el mejor pilotando naves de guerra, o al menos eso decía siempre.

―Claro que sí, señor ―respondió Niels saludándole con la mano.

―¿Cuántas veces tengo que decirte que me llames Daven? ―dijo fingiéndose ofendido.

―Lo siento, se… Daven.―Déjalo. Toma, ve a la Sección 8 ―le ordenó Daven, sonriendo,

acercándole un dosier. ―¿A la ocho? ―inquirió sorprendido cogiendo la documenta-

ción. Hacía mucho que no metían a nadie en esa sección. Era el área de máxima seguridad de aquella cárcel.

―Sí, hoy nos traerán a un pez gordo, ya me entiendes. Al pa-recer ayer cogieron a uno de los líderes de la rebelión. Ahora lo están interrogando, y en cuanto acaben nos lo traerán directo a la Sección 8 ―contestó guiñándole un ojo.

Page 10: La verdad oculta - Ayaxia Ediciones · 2019-12-16 · La verdad oculta Speculum Raquel Montiel Núñez Tu planeta ha sido arrasado por los taraníes, y tu familia asesinada ante tus

Raquel Montiel Núñez

10

El aburrimiento comenzaba a hacer mella en Niels. Llevaba más de medio día allí solo, en la Sección 8, sin compañía y sin nada con lo que entretenerse. Se cercioró por centésima vez de que la celda a la que llevarían a aquel asqueroso ser estaba en perfectas condiciones. Aquello no era como había pensado que sería su vida al alistarse. Él quería estar fuera, cazando a esos desgraciados, y no allí, ni limpiando, ni en la cocina. Su capitán le decía que tuvie-ra paciencia, que todo llegaría, pero la de Niels estaba a punto de agotarse.

Un estridente pitido le dio el aviso de que alguien le pedía paso. Con el corazón acelerado se dirigió a la puerta de entrada. Apretó el interruptor que le permitía ver lo que había tras ella. Dos agen-tes de localización sostenían en sus brazos el cuerpo de uno de aquellos seres al que habían tapado la cabeza con una especie de saco. Uno de los soldados, al que identificó como Sammuel Brie, sacó una placa y la puso frente al visor a la vez que decía:

―Abre de una vez, cadete.Niels abrió de mala gana. Odiaba a aquel tío. Se habían alista-

do juntos y él estaba por ahí fuera mientras a él le daban tareas de lo más triviales. Era mucho más grande que él y muchas veces bromeaba con Axe sobre sus músculos, tan hinchados que daba

2

Page 11: La verdad oculta - Ayaxia Ediciones · 2019-12-16 · La verdad oculta Speculum Raquel Montiel Núñez Tu planeta ha sido arrasado por los taraníes, y tu familia asesinada ante tus

La verdad oculta

11

la sensación de que si los pinchabas con una aguja explotarían. Era moreno y con cara de bruto, con las facciones muy marcadas. Le encantaba alardear de sus hazañas y de su valentía, y eso ha-bía sido suficiente para colocarle en un puesto que no se merecía, pero todo aquello no era más que fachada.

―¡Niels Petersen! Benditos los ojos. Hacía tanto que no te veía que pensaba que lo habías dejado ―se mofó Sammuel al verlo.

El primer impulso de Niels habría sido pegarle un puñetazo. Aquel tío se lo merecía, pero eso no le serviría más que para que lo mantuvieran en aislamiento un par de días y para que aquella mole le pegase una paliza de muerte, aunque eso era lo que menos

le preocupaba. Sammuel no le asustaba. Como Axe y él solían decir, mucho músculo y poco cerebro.

―Pues ya ves que no, Sammuel. ¿Eso es una calva? Supongo que será del estrés del trabajo. Traedlo por aquí, por favor ―con-testó encaminándose a la celda que tenía preparada desde prime-ra hora de la mañana.

Sammuel le fulminó con la mirada, pero no contestó. A él tam-poco le convenía entrar en una guerra abierta con Niels. Además, si hubieran acabado frente a Aren, habría tenido todas las de per-der. Por alguna razón, el general tenía predilección por Niels, a pesar de que lo mantuviese al margen de todo; o tal vez por eso mismo lo mantenía al margen. Con ayuda de su compañero, igual de musculado que él, arrastraron a aquel ser, que parecía frágil y estaba sin conocimiento, hasta la celda que Niels les indicaba. Allí lo tiraron a su interior sin miramientos y sin preocuparse siquiera en quitarle el saco de la cabeza.

―Pues nada, Petersen, ya nos veremos cuando volvamos por aquí, o cuando tenga que ir al baño. Prometo no ensuciarlo mucho ―dijo Sammuel cobrándose la mofa anterior mientras reía estú-pidamente. Niels apretó los puños, controlándose para no hacer

Page 12: La verdad oculta - Ayaxia Ediciones · 2019-12-16 · La verdad oculta Speculum Raquel Montiel Núñez Tu planeta ha sido arrasado por los taraníes, y tu familia asesinada ante tus

Raquel Montiel Núñez

12

algo fuera de lugar, y volvió a su puesto, donde anotó la entrada de aquel ser que, por los documentos de Daven, se llamaba Danah.

Al cabo de una hora el timbre le sobresaltó de nuevo. Julia traía la comida para el preso en una especie de carrito. Niels sonrió al verla. Era una mujer corpulenta, de mediana edad, y lo más cerca-no que había tenido a una madre.

―¡Julia! ¿Qué tal el día? ¡Qué bien que huele eso! ¡No me digas que no hay nada para mí! ―dijo tratando de engatusarla.

―Hola, mi niño. Claro que sí, cómo iba a venir aquí a ver a mi chico preferido sin traerle un buen trozo de bizcocho ―dijo sacan-do un paquetito del bolsillo de su delantal y ofreciéndoselo a Niels, que se lo acercó a la nariz.

―¡Muchas gracias! ¡Qué bien huele! ¡No me digas que es de vainilla!

―Y con pepitas de chocolate ―añadió ella guiñándole un ojo―. También te traigo un poco de sopa ―dijo sacando un bol y dándo-selo―. ¿Y dónde tengo que llevar esto?

―A la B58, pero según las indicaciones de Daven, nadie salvo yo puede ir a llevarle la comida, así que no te preocupes, ahora mismo se la llevo. Aunque por mí dejaría que ese asqueroso taraní se muriese de hambre ―contestó Niels.

―No digas esas cosas, mi niño. Todos en este universo merece-mos vivir y ser respetados, que no se te olvide nunca ―le reprochó poniéndose seria―. Bueno, me vuelvo a la cocina, que la cena no va a hacerse sola. Cuídate mucho, mi niño ―se despidió sonriendo.

―Tú también, Julia, y muchas gracias por el bizcocho y la sopa ―dijo dándole un bocado al dulce con cara de satisfacción.

Hasta que no se terminó de comer el bizcocho, con el que se de-leitó en cada bocado, y la sopa, no fue a llevarle la comida al preso. Y lo hizo porque era su deber, no porque quisiera hacerlo. Al lle-gar a la celda se llevó la sorpresa de su vida. No se trataba de un preso sino de una presa, aunque debía de haberlo imaginado por

Page 13: La verdad oculta - Ayaxia Ediciones · 2019-12-16 · La verdad oculta Speculum Raquel Montiel Núñez Tu planeta ha sido arrasado por los taraníes, y tu familia asesinada ante tus

La verdad oculta

13

el nombre. Era una taraní de pelo corto y oscuro, y unos profundos ojos de un color verde brillante que lo observaban con desconfian-za desde un rincón de la celda. Era lo único que los diferenciaba de los humanos: los ojos. Podían ser verdes, violetas o azules, pero de una intensidad imposible. Niels se sorprendió ante la fiereza que su rostro, surcado de magulladuras, seguramente de golpes infligi-dos durante el interrogatorio, desprendía. Era menuda y no tenía pinta de ser la líder de ninguna rebelión.

―Aquí tienes tu comida ―dijo en tono cortante, pasando la ban-deja a través de una ranura que había a media altura de la puerta.

―Si queréis vivir, deberíais dejarme morir ―dijo con una voz melodiosa, pero llena de odio y rabia.

―No creas que no me gustaría dejarte morir de hambre a ti y a toda tu maldita especie, pero eso no está en mis manos ―res-pondió a su vez Niels, dándose la vuelta y dando por zanjada la conversación.

Una estruendosa risa surgió de la celda. Niels se paró extraña-do y se dio la vuelta. ¿De qué se estaba riendo?

―¿Qué te hace tanta gracia? ―inquirió molesto.―Os jactáis de traer la libertad, de ser una especie de liberado-

res cuando, en realidad, estáis más encarcelados que yo por vues-tros iguales ―respondió de forma enigmática.

―Tenemos normas que…―No me refiero a las normas. Todos tenemos normas, pero

vosotros vivís una mentira. Pensáis que este planeta es de vues-tra propiedad, que podéis hacer lo que os plazca, cuando lo cierto es que la mayoría ni habéis salido de aquí ―dijo acercándose a la puerta de la celda con esa voz melodiosa que parecía intentar hipnotizarle.

Niels iba a contestarle alguna palabra malsonante cuando el sonido del timbre los interrumpió. Salió de allí rojo de furia. No

Page 14: La verdad oculta - Ayaxia Ediciones · 2019-12-16 · La verdad oculta Speculum Raquel Montiel Núñez Tu planeta ha sido arrasado por los taraníes, y tu familia asesinada ante tus

Raquel Montiel Núñez

14

tenía que entrar en su juego, por algo se recomendaba no hablar con ellos.

Al otro lado de la puerta, Axe sonreía mientras sostenía un par de bocadillos envueltos en papel.

―¡Han llegado los refuerzos! ―gritó alegre agitando la comida delante del visor. Niels rio antes de abrir a su amigo y compañero, que parecía tener mejor aspecto que por la mañana.

―¡No me digas que te han pasado a ti el marrón! Te digo yo que nos tienen manía ―dijo aceptando de buen grado el bocadillo que seguramente le había facilitado Julia.

―No sé por qué te molesta tanto, estamos siendo útiles sin te-ner que mancharnos las manos… demasiado ―contestó dando un buen bocado a su comida.

―Ese es el problema, que a mí me gustaría mancharme las ma-nos ―respondió Niels mirando con tristeza su bocadillo.

Axe lo observó poniendo los ojos en blanco. No entendía aque-lla obsesión de su compañero con destruir a los taraníes. A pesar de que él también había perdido a su familia, no les guardaba ren-cor. Una guerra es una guerra. No hay buenos ni malos, solo horror.

Cambiaron el tema de conversación hasta que un pitido que provenía de la celda de la presa los sobresaltó.

―¿Qué querrá?Ambos se dirigieron a la B58. Danah los observaba desde el

otro lado de los barrotes con una extraña sonrisilla en los labios.―Bueno, bueno, veo que te has buscado ayuda. ¿Tan difícil es tu

trabajo? ―dijo desafiante y, sin dejarle contestar, continuó―, tengo sed.

―Eso deberías haberlo pensado antes de haberte bebido toda el agua de la comida ―contestó irritado Niels.

―No le hagas caso. Mi compañero es un cascarrabias, pero es buena persona ―dijo Axe cogiendo el vaso de la bandeja de comi-da y llenándola con agua de un grifo que había allí cerca.

Page 15: La verdad oculta - Ayaxia Ediciones · 2019-12-16 · La verdad oculta Speculum Raquel Montiel Núñez Tu planeta ha sido arrasado por los taraníes, y tu familia asesinada ante tus

La verdad oculta

15

―Pero ¿qué estás haciendo? ―inquirió Niels entre molesto y desconcertado.

―Que sea nuestra prisionera no significa que tengamos que torturarla.

«Pero ¿qué pasa con Axe?», se preguntó su amigo. «Ha sufrido tanto o más que yo y aún le quedan ganas de portarse bien con esta escoria».

―Aquí tienes. ―Axe quitó la bandeja de la ranura de la puerta y dejó allí el vaso.

―Gracias ―titubeó Danah, que parecía estar tan sorprendida como Niels de la amabilidad de Axe.

―Esos golpes tienen mala pinta ―comentó un tanto preocupa-do―. Podría curártelo, si no te importa que lo haga a través de los barrotes, claro ―dijo sonriendo.

―Axe, creo que deberíamos dejar a la presa tranquila ―soltó Niels sin comprender qué se proponía su compañero.

«¿Qué será lo siguiente? ¿Un masaje? ¿Una copa de champagne?».

Axe le ignoró y cogió el botiquín de emergencia que había en un pequeño armario que solía haber al lado de las celdas.

―¡Axe! ―le reprendió Niels mientras Danah no era capaz de reprimir una débil sonrisa.

―Acércate, esto hará que no te queden marcas. Eres muy gua-pa, ¿lo sabías? ―«¿Y ahora está ligando?». Niels no podía creer lo que estaba viendo―. No tengas miedo, no voy a hacerte daño.

―Creo que eres tú quien debería tener miedo. No sabes con quién estás hablando ―contestó Danah, incrédula ante el compor-tamiento de aquel humano.

―Seguramente, pero ya te habrás dado cuenta de que el ser hu-mano es bastante inconsciente, además de tonto y fácil de engañar.

Danah dudó un segundo. Era la primera vez que un humano la trataba con bondad, y no sabía si sería una trampa. Sin embargo,

Page 16: La verdad oculta - Ayaxia Ediciones · 2019-12-16 · La verdad oculta Speculum Raquel Montiel Núñez Tu planeta ha sido arrasado por los taraníes, y tu familia asesinada ante tus

Raquel Montiel Núñez

16

la sonrisa sincera de aquel chico la convenció. Tal vez podría apro-vecharse de eso para escapar de allí. Se acercó con paso vacilante y acercó la cabeza a los barrotes. Axe empezó a untarle una especie de gelatina transparente en las pequeñas heridas que los golpes habían dejado en el rostro de la muchacha.

―Esto te cicatrizará las heridas sin que te queden marcas y hará que baje antes la inflamación ―dijo apartándose un poco una vez le hubo aplicado el ungüento.

―Gracias ―respondió Danah sorprendida ante la gentileza del humano.

―¿Te das cuenta del lío en el que nos vas a meter si se dan cuenta de que… de que…? ―Niels estaba tan irritado que no era capaz de acabar la frase.

―¿De que hemos sido amables? No te preocupes, Niels, si se enteran yo mismo les diré que fui yo quien lo hizo. Ya sabemos to-dos que la amabilidad no es lo tuyo y que lo mío es estar siempre metido en líos ―contestó Axe molesto.

―¿A qué viene eso? ―inquirió Niels, sorprendido.―Viene a que odias sin saber a quién, quieres venganza y no

sabes por qué. Te recuerdo que yo también perdí a mi familia, pero los habitantes de Taranis no salieron mejor parados. Seguro que ella también perdió a su familia a causa de los nuestros, ¿a que no te lo has planteado? La venganza nunca trae nada bueno. Te lo re-pito cada día, pero tú no pareces querer comprenderlo ―respon-dió Axe, harto del comportamiento de su amigo.

Tanto Niels como Danah lo miraban sorprendidos, pero solo uno de ellos entendió sus palabras.

De repente, empezaron a sonar cientos de sirenas; aquello solo podía significar que estaban siendo atacados. Niels y Axe corrie-ron al puesto de mando.

―Aquí Niels Petersen, ¿qué está ocurriendo? ―preguntó apre-tando el botón que le ponía en contacto con Daven.

Page 17: La verdad oculta - Ayaxia Ediciones · 2019-12-16 · La verdad oculta Speculum Raquel Montiel Núñez Tu planeta ha sido arrasado por los taraníes, y tu familia asesinada ante tus

La verdad oculta

17

―Alguien o algo ha conseguido atravesar nuestro perímetro de seguridad ―contestó Daven con mucha calma, quitándole impor-tancia al asunto―. Seguramente sea algún animalillo o algo así.

Sin embargo, Niels sentía que algo iba mal. Sí que era cierto que algunos animalillos hacían sonar de vez en cuando las alar-mas, pero…

―¿Y si vienen a por ella? ―inquirió mirando a Axe, que parecía igual de intranquilo que él―. Esta mañana me dijiste que esa presa era alguien importante, tal vez…

―No digas tonterías, Niels, y cálmate. Esto siempre son falsas alarmas. ―Pero Niels cada vez estaba más nervioso y seguro de que venían a por ella.

―Aun así, solo por seguridad deberíamos… ―empezó a decir Niels, pero un horrible sonido surgió de los altavoces haciendo que ambos tuviesen que taparse los oídos.

Cuando el sonido cesó ambos se miraron con cara de horror. No, eso no era una falsa alarma.

―Danah… ―susurró Axe.Niels trató de activar las defensas del módulo en el que se en-

contraban, sin éxito. Estaban dentro. Quien quiera que les estuvie-se atacando estaba ya en la prisión.

Axe fue el primero en reaccionar. Corrió como alma que lleva el diablo hasta la celda B58, seguido de Niels.

Un taraní enorme había arrancado la puerta de la celda. Era alto, de por lo menos dos metros, y musculoso. El cabello lo tenía oscuro como Danah, pero sus ojos eran de un intenso color violeta. Del techo asomaba la cabeza de una taraní rubia: habían entrado por los conductos del aire.

―¡Alto! ―gritó Niels sacando su arma de su funda.Pero aquella chica rubia fue más rápida y disparó a ambos con

un extraño aparato antes de que ninguno de los dos pudiera hacer nada.

Page 18: La verdad oculta - Ayaxia Ediciones · 2019-12-16 · La verdad oculta Speculum Raquel Montiel Núñez Tu planeta ha sido arrasado por los taraníes, y tu familia asesinada ante tus

18

El aroma a algo parecido a crema de calabaza lo despertó. Tenía un dolor de cabeza horrible y oía voces a su alrededor que retumba-ban en su cavidad craneal haciendo que el dolor aumentase. Nota-ba calor que le llegaba de uno de los lados; debía de estar en una habitación. Abrió los ojos poco a poco. Axe estaba sentado en el suelo al lado de una especie de chimenea junto a una chica rubia. ¿Dónde estaban? Se incorporó lentamente. Ya no le dolía tanto la cabeza, pero notó que se mareaba.

―¡Ey! Bello durmiente. ¿Cómo te encuentras? ―le preguntó Axe acercándose a él junto a la chica.

Iba a contestarle cuando vio los ojos azulísimos de ella. Instin-tivamente se llevó las manos a donde debería estar su arma, pero allí no había nada.

―Niels, tranquilo. No va a hacernos nada ―dijo Axe tratando de calmar a su amigo, pero Niels, lejos de hacerle caso, hizo un movimiento para escapar que provocó que cayese de espaldas al suelo―. Tío, calma. En serio, no quieren hacernos daño ―repitió acercándose a su amigo.

―¿Qué ocurre? ―preguntó una melodiosa voz que reconoció enseguida.

3

Page 19: La verdad oculta - Ayaxia Ediciones · 2019-12-16 · La verdad oculta Speculum Raquel Montiel Núñez Tu planeta ha sido arrasado por los taraníes, y tu familia asesinada ante tus

La verdad oculta

19

Danah entró junto con el tipo enorme que la había ayudado a escapar de Iustitia. Niels no lo pensó ni un segundo. Echó a correr hacia donde se encontraban y con un grácil movimiento consiguió salir de aquella habitación al exterior. Ni Danah ni el otro taraní hicieron nada para impedirlo. Era de noche, pero las tres lunas ro-sadas que paseaban por el cielo taraní estaban llenas, por lo que había bastante claridad. Se quedó sin aliento al ver el lugar en el que se encontraba: parecía una especie de asentamiento. Había cientos de pequeñas casitas, como de la que acababa de salir. Oyó a su amigo llamándole con preocupación. Tenían que haberle la-vado el cerebro, ¿qué hacía hablando con uno de ellos? Los habían raptado y eran sus prisioneros, aunque él no lo sería por mucho tiempo. Comenzó a correr como alma que lleva el diablo, tratando de escapar de allí.

―¡Niels! ¡Para! ―Escuchó que gritaba Axe a su espalda―. ¡No sigas corriendo hacia allí!

Pero no le hizo caso. Continuó corriendo hasta que empezó a divisar una zona en la que ya no había más viviendas. Aceleró, son-riendo. Iba a conseguir escapar, aunque empezó a parecerle algo raro que nadie, salvo Axe, lo persiguiese. Algunos taraníes salían de sus casas para ver de dónde venía todo aquel jaleo y, al verlo, sonreían, pero no impedían que siguiese escapando. Ni siquiera Danah ni su compañero, que lo observaban a lo lejos de brazos cruzados. Cuando había recorrido unos metros fuera de aquel po-blado entendió por qué. Aquel maldito pueblucho estaba situado en una enorme plataforma cincelada en una montaña; un enorme abismo esperaba a todo aquel que quisiera escapar. Por fortuna, fue capaz de parar antes de precipitarse al vacío.

―¡Niels! ¡Deja de comportarte como un idiota! Ellos no quieren hacernos daño, solo buscan ayuda ―gritó Axe sin aliento a su es-palda―. En serio, abre un poco la mente y deja de ser tan cabezota.

Page 20: La verdad oculta - Ayaxia Ediciones · 2019-12-16 · La verdad oculta Speculum Raquel Montiel Núñez Tu planeta ha sido arrasado por los taraníes, y tu familia asesinada ante tus

Raquel Montiel Núñez

20

―¿Que abra la mente? ¡Estamos rodeados de asesinos y me pi-des que abra la mente! ―vociferó Niels dándose la vuelta―. Qué fácilmente has dejado que te laven el cerebro.

―¡A mí no me han lavado nada, muy al contrario que a ti, y no han sido ellos quienes lo han hecho! Te recuerdo que todo depende del prisma con el que se miren las cosas y el nuestro estaba incompleto ―continuó diciendo Axe a modo de acertijo―. ¿Sabes qué? Paso. Nunca me escuchas, nunca me has escuchado y nunca me escucharás. Pensaba que eras mi amigo, pero ya veo que fue otra absurda ilusión. ¿Quieres largarte de aquí? Pues ya sabes lo que tienes que hacer ―soltó dándose la vuelta. Niels no tenía remedio.

Aquellas palabras le dolieron profundamente a Niels. ¿Tan mal amigo era? Se dio la vuelta dispuesto a decir algo conciliador cuan-do perdió el equilibrio.

―¡Axe! ―gritó antes de precipitarse al vacío.―¿Niels? ―inquirió Axe dándose la vuelta sin comprender a

qué venía aquel grito ―. ¡Niels!―Será idiota ―dijo Danah, que se acercaba tranquilamente jun-

to al tipo enorme y la chica rubia.Danah emitió un sonoro silbido con sus dedos, y un extraño

ser semejante a un rottweiler gigante, con dos enormes alas y un pelaje largo y de brillante color azul, apareció a su lado.

―Shash, ve a por él, chico ―le ordenó acariciando su enorme cabeza.

El animal se precipitó a una velocidad vertiginosa precipicio abajo tras la estela de Niels. En un par de segundos, aquel animal había alcanzado al muchacho, lo depositaba a los pies de Danah y comenzaba a lamerlo en la cara.

―Solo te lo voy a decir una vez. Si os quisiéramos muertos ya lo estaríais, pero nosotros no somos así. Si no fuera porque estoy segura de que si te dejo marchar nos delatarías, no tendría ningún

Page 21: La verdad oculta - Ayaxia Ediciones · 2019-12-16 · La verdad oculta Speculum Raquel Montiel Núñez Tu planeta ha sido arrasado por los taraníes, y tu familia asesinada ante tus

La verdad oculta

21

problema en que te fueras y no volver a verte nunca jamás ―dijo Danah mientras llamaba a su mascota y le daba un premio que el animal aceptó encantado, dejando en paz al que ya consideraba su nuevo amigo.

Niels estaba rojo de furia y de vergüenza, pero no contestó. Mantuvo la cabeza baja mientras todos, salvo Axe, se alejaban de allí.

―¿Te encuentras bien? ―preguntó Axe acercándose a su amigo e intentando ayudarlo, aunque este rechazó su mano.

―Perdón ―dijo una suave y delicada voz que desvió la atención de ambos.

Se trataba de la taraní más hermosa que Niels había visto. Tam-bién era cierto que no había visto a muchas. Su cabello era more-no, largo y con unos preciosos bucles que enmarcaban su delicada cara. Sus ojos eran de un intenso color violeta que le daban aspec-to de ninfa, o al menos eso pensó Niels. Era de la misma estatura que Danah pero con un poco más de curvas, que se adivinaban bajo el vestido de color azul pálido que llevaba y que llegaba hasta el suelo tapando sus pies.

―He pensado que tal vez hoy no os apetezca cenar con to-dos nosotros. El aturdidor de Viggo es muy efectivo, y sus efectos suelen dejar agotados a aquellos que los sufren. Por eso he pen-sado que tal vez prefiráis cenar tranquilamente en vuestro dom ―comentó acercando a Axe un recipiente tapado con un paño blanco―. Espero que os gusten, y si os quedáis con hambre no dudéis en pedirme más ―dijo sonriendo y mostrando unos her-mosos dientes blanquísimos.

―Muchas gracias… ―agradeció Axe.―Kaira, me llamo Kaira ―Sonrió de nuevo.―Muchas gracias, Kaira ―repitió Axe, sonriendo a su vez.Niels la observaba hipnotizado y no fue capaz de decir ni una

palabra. Se la había quedado mirando con la boca abierta.

Page 22: La verdad oculta - Ayaxia Ediciones · 2019-12-16 · La verdad oculta Speculum Raquel Montiel Núñez Tu planeta ha sido arrasado por los taraníes, y tu familia asesinada ante tus

Raquel Montiel Núñez

22

―Cierra la boca que te van a entrar liberis ―dijo Axe, refirién-dose a un bicho parecido a una mosca que habitaba en aquel pla-neta―. Me parece que ya no tienes tantas ganas de escaparte, ¿eh? ―se burló sacándole la lengua.

―¿Eh? ―fue todo el sonido que fue capaz de articular, pues no podía quitar los ojos de aquella taraní que se alejaba con paso de-licado, como si caminase sobre una nube, como si fuera un ángel.

―Vamos, seguramente después de comer te encuentres mejor ―comentó Axe ayudándolo a levantarse del suelo.

Axe le guio a una de aquellas casas, o doms, como lo había lla-mado Kaira. Eran estructuras cuadrangulares no muy grandes formadas por una sola habitación en la que el salón y las camas estaban en el mismo sitio; no tenían cocina ni baño. Axe dejó el recipiente que le había dado Kaira sobre una mesa pequeña que había cerca de una chimenea encendida y lo destapó. Había como siete u ocho panecillos que olían fenomenal.

―Madre mía, esto huele muy bien, ¿quieres uno? ―preguntó Axe lanzándole uno a Niels.

Este lo cogió al vuelo, lo olió y lo partió por la mitad. Era una especie de pan relleno de algún tipo de carne y verduras. Su estó-mago rugió deseando que aquella delicia estuviese en su interior.

―Mmmmm, ¡está riquísimo! ―exclamó Axe con la boca llena.―¿Qué ha pasado? ―inquirió Niels dando un bocado a aquel

panecillo y sentándose al lado de Axe―. Te despertaste antes que yo y estabas hablando de algo con esa, esa…

―¿Con Krista? ―completó Axe poniendo cara de bobo―. ¿A que es preciosa? ―Niels lo miró con cara de fastidio―. Me conta-ba cómo habían acabado aquí. Los que viven en este poblado son los únicos que no fueron apresados y convertidos en esclavos, ¿lo sabías?

―Eso es mentira ―soltó Niels cogiendo otro pan―. Cuentan que hay cientos de miles de ellos escondidos en diversas partes de

Page 23: La verdad oculta - Ayaxia Ediciones · 2019-12-16 · La verdad oculta Speculum Raquel Montiel Núñez Tu planeta ha sido arrasado por los taraníes, y tu familia asesinada ante tus

La verdad oculta

23

Taranis esperando el mejor momento para atacarnos y echarnos de aquí.

―¿Y tú te lo crees? Llevas los mismos años que yo alistado y los que hacen misiones de reconocimiento vuelven siempre con las manos vacías. Siempre. Salvo el día que trajeron a Danah ―replicó Axe―. ¿No te parece eso extraño?

―Están bien escondidos, eso es todo, ¿y tú por qué los defien-des? Ellos nos atacaron primero, destruyeron nuestro planeta, asesinaron a nuestros padres…

―¿Y tú crees que es cierto? ¿Después de todas las cosas raras que pasan en la base? ¿Recuerdas a Yuri?

―Yuri estaba loco ―sentenció Niels empezando a perder la paciencia.

―¿Seguro? Pues a mí me pareció muy raro que cuando empezó a trabajar en la sección de telecomunicaciones y nos contó que creía que la Tierra seguía intacta, que le habían llegado señales de ella, lo quitaron de en medio. ¿Has vuelto a verle tú? Y luego está el hecho de que la gran mayoría de los que llegamos aquí éramos militares o familia de militares. ¿Eso tampoco te parece extraño?

―Tío, estás paranoico ―respondió Niels notando un nudo en el estómago. Sí, todo lo que decía Axe era cierto, pero había estado tan ciego odiando a los taraníes que había pasado todo aquello por alto o había preferido ignorarlo.

―Y tampoco es extraño que nos insten a que no hablemos con ellos y que nos mantengamos lo más alejados posible de ellos ―concluyó Axe cruzándose de brazos―. Entiendo que es mucho más fácil vivir siguiendo las normas que nos han impuesto para no te-ner problemas, pero algo falla. En todo esto hay algo raro y creo que tú también lo piensas, aunque intentas olvidar estos detalles cuanto antes.

―Bueno, lo tuyo no es seguir normas ―contestó Niels con un tono más relajado, incluso jocoso.

Page 24: La verdad oculta - Ayaxia Ediciones · 2019-12-16 · La verdad oculta Speculum Raquel Montiel Núñez Tu planeta ha sido arrasado por los taraníes, y tu familia asesinada ante tus

Raquel Montiel Núñez

24

―No, no lo es, pero la cuestión es: ¿tú quieres seguir viviendo bajo unas estúpidas normas o ver dónde nos lleva esto?