Lacan y La Mirada

5/26/2018 Lacan y La Mirada

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4/18/14Discurso Freudiano

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Presentacin de Seminarios deJacques Lacan

Diego Velzquez - 24 de junio de 1988Diego Velzquez - 24 de junio de 1988

LAS MENINAS DE VELZQUEZ

EL OBJETO DEL PSICOANALISIS

Presentacin del seminario de Jacques Lacan

OlgaM. de Santesteban

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I n i c i o | C o n t a c t o | N O V E D A D E S

Design estudio womas '08

En el homenaje a Marguerite Duras Jacques Lacan deca:

Mirada es algo que se despliega a pinceladas sobre el lienzo, para hacerlos deponer lavuestra ante la obra del pintor.

Abordaremos en este acto una serie de aportes de Jacques Lacan al tema de la pulsinescpica y su objeto enigmtico, la mirada.En esta ocasin, se ha traducido el seminario El objeto del Psicoanlisis, que nos servirno slo, para asistir a la lectura que realiza Jacques Lacan de la obra de Diego deVelzquez Las Meninas, sino que podremos atrapar el punto en que es posible construirla presencia fantasmtica viniendo de un lugar fuera del cuadro.

El fantasma es aporte de ese espectador que se queda fascinado frente al cuadro peroal mismo tiempo que somos atrapa dos bajamos la mirada como se baja el calzn, as, el

pintor nos hace entrar al cuadro.

1963-1964, es el ao en que Jacques Lacan dedica su interrogacin a Los cuatro con-ceptos fundamentales del psicoanlisis. All diagramar una vez ms el concepto desujeto en relacin a la verdad y su objeto.La verdad del sujeto no est en l, sino en un objeto de naturaleza velada.El sujeto est estructurado a partir de una carencia, que ser nombrada de diferentesformas: abertura infernal, hiancia, hendidura.Carencia que en la traduccin aparece como del orden de lo no realizado.. . ." esa hendi dura por un instante sale a luz y se cierra. . .Este segundo tiempo de cierre da a esta captacin un aspecto desvanecedor. As, lahendidura tiene una estructura acom pasada cuya pulsacin marca esa aper tura y cierre,marcando un tiempo lgico.En esa apertura hay un instante de ver en el que algo siempre es elidido, hasta perdido,donde la captacin del incons ciente no concluye y siempre es una recuperacinengaosa. En ese instante de ver, la imagen especular, presta una articulacin demiradas cuyo efecto es de espejismo y este espejismo es el velamiento de la red de losdiferentes objetos que constituye el fantasma del sujeto.En el captulo la esquizia del ojo y de la mirada, Lacan parte de la preexistencia de unamirada, dice: "No veo ms que desde un punto... pero en mi existencia soy mirado desdetodas partes", a ese ser estoy sometido de una manera original.Esta mirada no se nos presenta ms que bajo la forma de una extraa contingenciasimblica. Una carencia constitutiva, a partir de la cual surgir la angustia de castracin.Esa carencia constitutiva es el objeto "a" en tanto mirada.La mirada llega a simbolizar esa carencia central expresada en el fenmeno de lacastracin.Esa mirada deja al sujeto en la ignorancia de lo que hay ms all de la apariencia. Esamirada como objeto "a" simboliza la carencia central del deseo.Lacan nos introduce as en el campo de la pulsin escpica y dir, el ojo y la mirada, tales para nosotros la esquizia en la que se manifiesta la pulsin al nivel del campoescpico.

Es necesario distinguir la funcin del ojo del de la mirada.Es preciso sealar la preexistencia a lo visto, de un dado - a - ver y all la prdida, perotambin una ganancia, el fantasma y su verdad, el sntoma.De este modo la esquizia entre mirada y visin nos permitir agregar la pulsin escpicaa la lista de las pulsiones.Debemos considerar que lapulsin escpica, ella es la que elude ms completamente eltrmino de la castracin.En el captulo dedicado a La Anamorfosis, se interroga: Qu es la mirada?Dir: El sujeto -por su propia esquizia- est vinculado a lo que lo determin, a saber unobjeto privilegiado, surgido de alguna separacin primitiva de una automutilacininducida por el acceso mismo de lo real, cuyo nombre en nuestra lg bra es objeto "a."Lo real es el lugar que va a quedar constituido entre esa experiencia traumatizante queproduce el goce con el cuerpo del Otro, como soporte de la mirada o de la voz, del seno,de las heces y la fantasa que all se presenta, velando ese real que gobierna ms que
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cua qu er o ra cosa nues ras ac v a es.En la relacin escpica el objeto del que depende la fantasa a la que el sujeto estacolgado en una vacilacin esencial, es la mirada.Desde el momento en que el sujeto in tenta acomodarse a esa mirada, se convierte enese objeto puntiforme, ese punto de ser desvaneciente con el que el sujeto confunde supropio desfallecimiento.Por eso de todos los objetos en los que el sujeto pude reconocer la dependencia en laque esta el registro del deseo, la mirada se especifica como inasequible.La anamorfosis es el ejemplo de como en la pintura no se trata de una reproduccinrealista de las cosas del espacio. (desde determinada posicin se pueden ver elementosque no aparecan en el campo de la visin). Dir: El cuadro es una trampa para lamirada, el cuadro est en mi ojo. Pero estoy en el cuadro. Se pregunta: Qu da el

pintor al que est ante su cuadro? Se podra resumir as:Quieres mirar? Pues bien, v eso!

Entrega algo como alimento al ojo, pero invita a aquel a quien se presenta el cuadro adeponer ah su mirada, al igual que se deponen las armas. Este es el efecto purificador,se da algo al ojo, algo que implica abandono depsito de la mirada.Este es el efecto engaoso.Hay un triunfo de la mirada sobre el ojo. En general, la relacin de la mirada con lo quese quiere ver es una relacin de seuelo.El sujeto se presenta como otro que no es, y lo que se le da a ver no es lo que quierever.La mirada es presencia del Otro como tal.Jacques Lacan crtica a Jean Paul Sartre, quien dice que es la mirada del otro la que mesorprende, Lacan dir no es la mirada vista sino una mirada por m imaginada en elCampo del Otro.En el campo de la mirada que es diferente a la visin, aparece la carencia, esto es, eldeseo y el fantasma que tienen por funcin velar, esto da un efecto de espejismo.Al interrogar, Qu es un cuadro? seal que en el campo escpico la mirada estafuera, soy mirado - es decir soy cuadro. Lo que me determina fundamentalmente en !ovisible es la mirada que esta afuera.Por la mirada entro en la luz y de la mirada recibo su efecto. Por la mirada soyfotografiado. En un cuadro siempre hay algo cuya ausencia podemos notar, al contrariode lo que ocurre en la percepcin. Cuando el cuadro entra en relacin con el deseo, ellugar de una pantalla siempre est marcado y es por ello por lo que ante el cuadro,estoy elidido como sujeto del plano geometral.En la pintura se trata de una especie de deseo al Otro - en cuyo final est el dar -a - ver.Ese dar - a - ver, sosiega.El deseo de contemplar encuentra en el cuadro un sosiego.Hay un apetito, hay voracidad del ojo en el que mira, y este apetito del ojo es lo quehay que alimentar y que proporciona el valor de encanto de la pintura. Seala el poderdel ojo: como ejemplo de ese poder da el mal de ojoHay un registro del ojo separado de la mirada.La Mirada introduce la fascinacin.En la pulsin escpica, la mirada es ese objeto perdido y de repente reencontrado, en laconflagracin de la vergenza por la introduccin del Otro. El objeto del deseo, o es unafantasa que en realidad es el sostn del deseo - o es un seuelo.

Los orificios del cuerpo estn ligados a la apertura - cierrede la hiancia del inconsciente,la libido liga al inconsciente la pulsin llamada oral - anal, a la que aade la pulsinescpica y la invocante (voz) que tiene el privilegio de no poder cerrarse.Se trata de un ver - hacerse ver!.. De un or - hacerse or.Pasar ahora a presentarles el Seminario El objeto del PsicoanlisisEs el Seminario N 13 de Jacques Lacan dictado en el ao 1965/66 y contina lasarticulaciones que les he plantado del Seminario Los cuatro conceptos fundamentalesdel psicoanlisis y de Problemas cruciales para el psicoanlisis que es el N 12, el 14es La lgica del fantasmaMi agradecimiento a Susana Drut y Beatriz Rajlin que han trabajado en este Seminarioaportando ciertos tramos de la traduccin que giran alrededor del momento en queLacan aborda la obra de Velzquez Las Meninas. Seleccionar algunos puntos de los quehe ofrecido en la noche de las Veladas de Arte y Psicoanlisis.Observando el cuadro de Las MeninasLacan explica a su auditorio:El cuadro muestra que estamos tomados y atrapados en su espacio. El cuadro tiene elefecto de meternos dentro del cuadro.Este efecto hace emerger la pregunta de lo dado a ver, en una frase: "a ver'.Siendo un cuadro considerado como de las miradas que se cruzan, no hay all dosmiradas que se enganchen. Hay diferentes posiciones: el que ya ha visto y demasiadoluego se retira. El que desea ver... y lo que aparece en la tela misma y por este efectode metemos en el cuadro es la posicin del que soporta la mirada en tanto sujetomirante. El espectador aporta este fantasma del sujeto mirando, en unin a ese espaciodelante del cuadro, esta presentificacin de la ventana en la mirada de Velazquez.Lacan plantea que el marco de la ventana se constituye cuando abrimos los ojos.

Esto da como resultado ese efecto de captura que el cuadro produce sobre nosotros. Hayverdaderamente un surco de pasaje de esta presencia fantasmtica del pintor en tantomira y cuya vibracin se desplaza a los otros personajes que no miran.Todas las miradas estn perdidas sobre algn punto invisible. . . captados por el pintorTal como planteaba en el Seminario, Los Cuatro Conceptos Fundamentales delPsicoanlisis, al introducir la pulsin escpica plantea que todo cuadro es una trampade miradas, se trata de captar al espectador. En Las Meninas hay un esfuerzo del cuadro


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Somos atrapados y bajamos la mirada como se baja el calzn . As nos hace entrar alcuadro.En respuesta al "a ver" nos dice: "T no me ves desde donde te miro".Frmula fundamental para ver como este cuadro nos inscribe la perspectiva en lasrelaciones de la mirada con el fantasma.El artista, como cualquiera de nosotros, renuncia a la ventana (su propio fantasma)para tener su cuadro, y ah radica la ambigedad del fantasma.El fantasma es el estatuto del ser del sujeto y la palabra fantasma implica ese deseo dever proyectarse el fantasma. El fantasma puede ser llamado a aparecer en el cuadro.Y este fantasma se monta sobre la hendidura que en este caso esta dado por la niita, lagirl. Este es el "objeto a.

En 1975 en su seminario RSI, aludiendo all tambin a su comentario sobre las Meninas ycercando el concepto de abertura infernal, de agujero, dir:

Les har esta confidencia de decirles que el deseo del hombre, es el infierno, en cuantoque es el infierno lo que le falta. Desde entonces, es eso que l aspira.

Y ese mismo ao en la respuesta de Marcel Ritter dir: Se trata del unerrkannt, loimposible de reconocer, no puede ni decirse, ni escribirse. Hay una imposibilidad deconocer lo concerniente al sexo, de esto tenemos solo, la marca en el sueo mismo.Esta es la audacia de Freud, decir que el parlte se encuentra excludo de su propioorigen, pero se tiene la marca en algn lado... de ese lmite, de ese puntoinfranqueable.

LA OBRA de DIEGO de VELZQUEZ

Profesora Brbara Bustamante

En esta Velada contamos con la participacin de Brbara Bustamante, profesora deHistoria de las Artes, quien nos habl desde su campo especfico manifestando a la vezsu inters en el aporte del psicoanlisis respecto a la mirada y el campo escpico.La exposicin de Brbara Bustamante est dirigida a responder, a la pregunta Cul es lamirada de Velzquez en "Las Meninas"?. Para hablarnos de la respuesta que ha ido cons-truyendo ubicar en primer trmino al autor en su poca y har luego una breve reseade su obra. A continuacin se transcribe una sntesis de la exposicin; sntesis que fuerealizada pensando en que podra ser un aporte para la lectura del Seminario El objetodel psicoanlisis.Brbara Bustamante nos presenta a Diego de Velzquez como a un sevillano que nace enla culminacin del primer siglo de Oro de Espaa, un pintor, que en tanto tal, habla enun lenguaje de luz, color, lnea, materia y espacio.

Pintor realista y tenebrista. Comparte estas caractersticas con Zurbarn que es uno desus colegas espaoles. Los dos tomarn caminos diferentes. Zurbarn transitar por lostemas religiosos atendiendo los mandatos de las rdenes y Velzquez pasar de Sevilla a

Madrid para trabajar como pintor de la corte espaola durante el reinado de Felipe IV,durante la primera poca de pintor, la que transcurre en Sevilla en el taller de Pacheco,que es su maestro, cuando tena entre veinte y treinta aos, realiza "Los Borrachos", enla que es muy particular la figura de Baco.


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Tal vez haya recibido influencia del Baco de Caravaggio , pintor italiano, quizs hayallegado el lenguaje tenebrista de Caravaggio a Pacheco y Velzquez lo toma de all,aunque lo rodea inmediatamente de un realismo a la espaola. Hay aqu un trabajo deluz pero con valores, hay un monocromatismo. Estamos en un ocre sometido a valoresaltos y bajos.

Otras obras de este primer perodo son "Una vieja friendo huevos"y "El aguatero deSevilla"


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Son todos temas cotidianos. Trabaja los detalles con un rigor propio del taller clsico quees la lnea cerrada. Utiliza el contraluz, se ve la calidad del detalle en lastransparencias. Aunque Velzquez parte de lo que su maestro le ensea, que es eselenguaje contrastado de valores, poco a poco va apuntando a algo clave que es la luz.

Cuando su mecena, el conde duque de Olivares, le posibilita salir de Sevilla parainstalarse en Madrid como pintor de la corte, recibe la influencia del color de Rubens,pintor flamenco. Comienza a trabajar la luz de una manera diferente. Cambitotalmente su paleta. Abandon el claroscuro. Comienza a trabajar con color y no con

valor. Abri la forma y se va acercando a su obra maestra que es "La Venus del espejo".


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All Cupido est mirando a la espaolita que nos da la espalda. Ella se mira al espejo ynosotros espectadores tendramos que salir reflejados en el espejo, es decir, hay unatensin de miradas que multiplican el espacio, lo abren, lo sugieren. Se abre tanto paraatrs con esa cortina teatral como hacia adelante de la composicin. El soporte es unlienzo plano, bidimensional. El espejo en los flamencos se ve utilizado para multiplicar,para repetir una secuencia.Velzquez en lugar de repetir algo sugiere que puede haber mltiples puntos de vista. Elasunto es dnde nos ubicamos nosotros para tratar de entender cual fue la mirada de len esta obra. Ac lo sugiere. Todava no complic tanto su propia lgica. Haba estudiadoperspectiva, o sea cmo trabajar el espacio. Por primera vez surge un concepto nuevode espacio.

La obra que llega a la complejizacin mxima es "Las hilanderas", que es paralela a "LasMeninas".


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Ambas obras son de 1656. En "Las hilanderas" plantea el movimiento que es retomadopor los futuristas recin en 1909. Este es otro de los inventos de Velzquez para lapintura.Con estos aportes: del claroscuro a la luz cromtica; de la forma cerrada a la forma

abierta, del problema del espacio y de la tensin de las miradas que van multiplicandolas posibilidades del cuadro llega a "Las Meninas", obra que sigue siendo un enigma.Brbara Bustamante nos relat que habiendo visto esta obra varias veces en el Museodel Prado ha tenido la oportunidad de verla restaurada, hecho que le permitiestablecer las comparaciones pertinentes...La restauracin permiti agregar cualidades que Velzquez puso y que por razonesqumicas y de mal mantenimiento de la obra no aparecan. El tiempo haba agregadoelementos que cristalizaban algo que impeda salir en su realidad total, el verdaderolenguaje del autor. La restauracin plantea hasta que punto es posible llegar a losorgenes, la pincelada. Postula como vlida la reordenacin de aquello que el tiempodesorden.En la obra restaurada se observa una luz natural que entra desde la derecha hacia la

obra que l est pintando. Esta es una luz clave porque define la obra, que se " " " "


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de miradas.Hay otras varias luces en la obra: en la cabeza de la infanta Margarita, en la puertadonde est Jos Nieto y la del espejo donde estn pintados los reyes.La obra restaurada muestra una luz cromtica, antes mostraba una luz barrocaclaroscurista correspondiente a una poca anterior del pintor.En la obra hay una composicin piramidal, tpicamente renacentista, clsica dentro de lasecuencia de espacio.Para entrar al cuadro hay algo que frena, que es el bastidor ubicado a la izquierda, esuna oblicua violenta que nos detiene y que corta la perspectiva. Este elemento y la luznatural agregada en la restauracin centran el espacio de Velzquez en espacio depintor. Proyecta hacia la izquierda la tarea, todo est engarzado en una secuencia que seda en primer plano y que es justamente lo que se ve de entrada, que es su paleta. Esteprimer plano es logrado adems con las lneas de fuga que convergen hacia la puerta,donde est en contraluz Jos Nieto

La agradecemos a Brbara Bustamante sus aportes al acompaarnos en esta aventura deintroducirnos en el siglo XVII.

Olga M. de Santesteban - 2008
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