Había una vez, una conejita llamada Nicole que, aunque era muy tímida, le gustaba mucho jugar con sus amigos del bosque y saltar por las largas veredas disfrutando del

aroma de las flores; Pero lo que más le gustaba hacer, era comer deliciosos panquesitos de zanahoria que preparaba su mamá coneja.

Un día, Nicole se encontraba jugando cerca del río con su amigo el pato Gigi y notó como él se metía al río y nadaba de un extremo al otro jugueteando con los lindos peces que ahí se encontraban. Entonces, Nicole pensó en lo divertido que sería sí ella pudiera hacer lo mismo. El pato Gigi la invitó a zambullirse con él.

- ¡Ven Nicole, yo te enseñaré a nadar!- dijo el pato.- No podré hacerlo- respondió Nicole y se marchó del lugar.

Al día siguiente, Nicole fue a visitar a sus amigas las ardillas Lulú y Lola, con las que compartió panquesitos de zanahoria que su mamá le había preparado. Luego de comer, Lulú sacó una cuerda de su mochila y comenzó a brincar con ella.

- ¡Es mi turno!- dijo la ardilla Lola y empezó a brincar también.Mientras Nicole observaba como ellas se divertían tanto, e imaginó lo divertido que sería si ella supiera brincar la cuerda una y otra vez como lo hacían sus amigas ardillas.- ¡Vamos Nicole, es tu turno!- dijo Lulú.- No podré hacerlo- respondió Nicole y triste se fue de ahí.

Nicole se dirigía a su casa, cuando de pronto en el camino vio un hermoso papalote que se elevaba muy alto, pronto se dio cuenta que era su amigo Bort el castor quien lo estaba manejando.

- ¡Hola Nicole! ¿quieres volar mi papalote?- dijo Bort.- No podré hacerlo- respondió Nicole muy triste.- ¿Y como sabes que no podrás hacerlo, si aun no lo has intentado?- le dijo el castor. - ¿Intentarlo?- preguntó Nicole.- Sí, ¡intentarlo!, a veces no sabemos hacer cosas como bailar o ¡volar un papalote!, pero si lo intentamos podemos lograr hacerlo. Yo no sabía cómo volarlo pero mi papá me enseñó, lo intenté y pude lograrlo.

- Tienes razón voy a intentarlo- dijo Nicole, muy contenta.Después que el castor le enseñó a Nicole como volar el papalote, Nicole lo intentó una y otra vez hasta lograrlo.

A la mañana siguiente, Nicole se dirigió con el pato Gigi para que la enseñara a nadar…

...y con Lulú y Lola para que le enseñaran como brincar la cuerda.

Nicole, ¡estaba dispuesta a intentarlo!

Con cariño para Hannyen su cumpleaños no.4Recuerda que si lo intentas....

¡ P o d r a s l o g r a r l o !