laincomunicación familiar o · torno a la unidad familiar caricaturi-zada por la misma...

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e(!!- 3 j 9 '? ! - la incomunicación familiar o .¡, '.¡, t·. ,••••. .. . ,. . .. l.'·. '.. . ..... t••••.• ~•• _ •• • A_ ••• ' ._' !•. Por JULIO c. SUAREZ (Profesor de l. N.B. de Pala de Lena) Con este comentario del «Espíritu de la colmena» plasti- tice de alguna manera Julio Concepción un problema que a todos, padres, educadores o hijos nos atañe: la incomuni- cación adulto-joven, padre-hijo o educador-discente. ¿Dos mundos distintos? Un tema importante y una importante bibliografía. En una de las sesiones recientes del Cine-Club Brañavalera se proyectó la película de Victor Erice premiada en el Festival de Cine de San Sebastián. El coloquio final dio lugar a componer en- tre todos los participantes el posible o los posibles sentidos que surgen de la conexión de los diferentes símbolos que forman la estructura de la película. En efecto, ya desde el mismo título el espectador queda enmarcado ante el entorno simbólico que para cualquiera supone una colmena. El espectador va comprobando desde las primeras es- cenas familiares (y aun conyugales) que la comunicación por la palabra es sustituida por el gesto, la imagen cine- matográfica oportuna o por la simple expresión y comprensión de los ojos de la niña Ana. No existen en cambio conversaciones ni diálogos trabados al modo usual de las relaciones familia- res convencionales establecidas. Este mismo contenido temático (la incomunicación en general), si bien desde otras perspectivas, está siendo tratado en los más diversos procedi- mientos artísticos que van desde la ;:) pintura y las artes plásticas hasta los !: planteamientos exclusivamente teóri- E cos o osicoanallticos. Interesan de ~ modo especial películas de Buñuel ~ como «El ángel exterminador» o «Viri- ¡ diana», «Belle de jour», etc.; de Carlos ~ Saura, como «Peppermínt frappé». .lJ «La prima' Angélica», y otra serie de l8 filmes como «Muerte de un burócrata». Expreso de medianoche», «La guerra de papá», «La balada de Cable Hou- gue»... Una serie de obras literarias dan formaal mismo contenido de la inco- municación social: «El túnel», de E. Sábato; «Parábola de un náufrago». de M. Delibes; «El mono gramático», «Libertad bajo palabra». de Octavio Paz; «Belarmino y Apolonio», de Pérez de Ayala, y un largo etcétera. A niveles teóricos, destacan las críticas obser- vaciones de Castilla del Pino o de J. L. Aranguren, que no son del caso ahora. En la obra el espectador. se enfrenta con una unidad familiar en una crítica situación ,decadente en los años de posguerra, de manera que al final.de la película queda en el vacío la misma existencia de la familia como marco adecuado para la educación de unos niños en la más radical soledad e inco- municación, que aquí bien se podría llamar antisocial. Se enfrentan desde el comienzo de la película dos campos incomunicados en el conjunto familiar: los padres (amigos y resto de la sociedad sólo connotados)' y Ana, una niña que desde la escuela comienza a sufrir los efectos de la ficción comunicativa en la que se autoengañan dentro de su casa. Esta niña {más aislada aún, si cabe, en cuanto que tampoco se puede comunicar con su hermana en una

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e(!!- 3 j 9 '?!-la incomunicación familiar o

.¡, '.¡,t·. ,••••... .,. ... l.'·.'.. ......t••••.• ~•• _ ••• A_ ••• ' ._' !•.

Por JULIO c. SUAREZ(Profesor de l. N.B. de Pala de Lena)

Con este comentario del «Espíritu de la colmena» plasti-tice de alguna manera Julio Concepción un problema que atodos, padres, educadores o hijos nos atañe: la incomuni-cación adulto-joven, padre-hijo o educador-discente. ¿Dosmundos distintos? Un tema importante y una importantebibliografía.

En una de las sesiones recientes delCine-Club Brañavalera se proyectó lapelícula de Victor Erice premiada en elFestival de Cine de San Sebastián. Elcoloquio final dio lugar a componer en-tre todos los participantes el posible olos posibles sentidos que surgen de laconexión de los diferentes símbolosque forman la estructura de la película.En efecto, ya desde el mismo título elespectador queda enmarcado ante elentorno simbólico que para cualquierasupone una colmena. El espectador vacomprobando desde las primeras es-cenas familiares (y aun conyugales)que la comunicación por la palabra essustituida por el gesto, la imagen cine-matográfica oportuna o por la simpleexpresión y comprensión de los ojosde la niña Ana. No existen en cambioconversaciones ni diálogos trabados almodo usual de las relaciones familia-res convencionales establecidas.

Este mismo contenido temático (laincomunicación en general), si biendesde otras perspectivas, está siendotratado en los más diversos procedi-mientos artísticos que van desde la

;:) pintura y las artes plásticas hasta los!: planteamientos exclusivamente teóri-E cos o osicoanallticos. Interesan de~ modo especial películas de Buñuel~ como «El ángel exterminador» o «Viri-¡diana», «Belle de jour», etc.; de Carlos~ Saura, como «Peppermínt frappé»..lJ «La prima' Angélica», y otra serie del8

filmes como «Muerte de un burócrata».Expreso de medianoche», «La guerrade papá», «La balada de Cable Hou-gue» ...

Una serie de obras literarias danformaal mismo contenido de la inco-municación social: «El túnel», de E.Sábato; «Parábola de un náufrago».de M. Delibes; «El mono gramático»,«Libertad bajo palabra». de OctavioPaz; «Belarmino y Apolonio», de Pérezde Ayala, y un largo etcétera. A nivelesteóricos, destacan las críticas obser-vaciones de Castilla del Pino o de J. L.Aranguren, que no son del caso ahora.

En la obra el espectador. se enfrentacon una unidad familiar en una críticasituación ,decadente en los años deposguerra, de manera que al final.de lapelícula queda en el vacío la mismaexistencia de la familia como marcoadecuado para la educación de unosniños en la más radical soledad e inco-municación, que aquí bien se podríallamar antisocial.Se enfrentan desde el comienzo de

la película dos campos incomunicadosen el conjunto familiar: los padres(amigos y resto de la sociedad sóloconnotados)' y Ana, una niña quedesde la escuela comienza a sufrir losefectos de la ficción comunicativa en laque se autoengañan dentro de sucasa. Esta niña {más aislada aún, sicabe, en cuanto que tampoco se puedecomunicar con su hermana en una

edad muy próxima) busca intensa-mente la comunicación con quien sea.aunque al final de sus intentos sóloencuentre el pozo. símbolo del aisla-miento. la soledad. el rechazo. y endefinitiva. la seguridad de que su ima-gen reflejada tantas veces en lasaguas del fondo nunca va a salir de allímientras ella "exista en esa situación(su lento caminar de nuevo hacia el

pozo no representa sino el miedo aencontrarse una vez más en el fondodel mismo). Sólo sus palabras finales(<<SoyAna») dejan al espectador unaesperanza en el grito de protesta y afir-mación de lo personal frente a lo orga-nizado y usualmente establecido por lafamilia en este caso.

Sería interesante analizar los rasgoscuidadosamente seleccionados por V.Erice en el símbolo «colmena» paraproyectarlos al conjunto «familia» enesta película. Una colmena no es sinoun local artificioso (y en todo casoconstruido mecánicamente) que sirvepara el simple alojamiento. de las abe-jas destinadas al trabajo irreflexivo ymecánico. Un lugar para estar y produ-cir mejor para estar porque producen.De esta forma en la colmena y en elcolmenar no existe otro tipo de relacio-nes que las puramente funcionalespara la coexistencia y productividad.Pero el símbolo nos llevaría muy lejosahora.

Estos y otros rasgos de contenido.seleccionados en el símbolo «col-mena». explican la elección del. títulode la película para el funcionamientode la unidad familiar representada ycaricaturizada. Sólo la niña. Ana.rompe (o intenta hacerlo) con eseplanteamiento. y así frente a una casacon todos los signos de comodidad. laniña se escapa y busca algo que nece-sita en un mal refugio en ruinas y aban-donado. Encuentra la comunicación yla estancia confortable para ella conaquel fugitivo. pero todo va a durarmuy poco y de nuevo volverá a entrarpor la puerta primera y salir por la se-gunda camino del mismo pozo. paracomprobar si su imagen sigue (o tieneque seguir) allí en su fondo de nuevo

incomunicada. Este pozo se convierteluego (lo mismo que el caserón) en unasimple pared en ruinas tras dela cualse oculta a las voces de la madre y alos ladridos de los perros que la ras-trean seguidos por sus amos. A todosellos (voz. perros. llamadas) Ana sóloresponde con el silencio y la indiferen-.cia (es significativo que no se inmutecuando tiene los perros encima ha-ciendo muestras cinegéticas de haberencontrado la presa malherida).

Paralelamente a estos dos camposenfrentados existen dos tipos de len-guaje: uno (el de la familia en cuestión)que sólo sirve para la transmisión au-tomática de informaciones y necesida-des de convivencia. con signos esca-sos y de naturaleza casi exclusiva-mente no-verbal (la esposa se apre-sura a tirar desde el balcón el som-brero olvidado por papá. quien sóloresponde con una sonrisa mecánica; ocomo madre coloca con el mismo auto-matismo el desayuno sobre la mesa oel abrigo sobre el esposo. quien ni si-quiera se molesta ya en dormir encama y así se queda dormido indife-rente sobre la mesa y el libro hasta lamañana siguiente).

Este tipo de lenguaje como transmi-sión y recepción exclusiva de informa-ciones se da entre los diferentes com-ponentes que van apareciendo entorno a la unidad familiar caricaturi-zada por la misma distribución de loselementos de la película: el reloj. pon-gamos por caso. es el signo mecánicoque sirve lo mismo para que el padrese convenza de que aquel abrigo delfugitivo le pertenecía a él. que para quea su vez éste informe a la niña de queella tuvo que ser quien ayudó al refu-giado en la caseta abandonada. Enningún caso media un lenguaje verbaltrabado. que se extrema en la rapidezcon la que los amigos se organizanpara la montería improvisada.

Del otro lado está el sencillo len-guaje con el que Ana busca la comuni-cación a todos los niveles. Ya en laescuela había comprendido la impor-tancia de los ojos cuando la maestrapregunta por la parte principal de aquelgran muñeco que estaba recompo-niendo. Los ojos. la mirada. el gesto. laexpresión .... no son empleados porAna para transmitir ningún mensaje. nipara informar. no para informarse si-quiera. sino sólo para establecer unhilo comunicativo totalmente ausenteen las relaciones observadas entre suspadres y ella o su hermana. Así entablauna relación sencilla con el refugiado,a través de un triángulo en el hueco dela pared. o lanza una mirada por en-cima de la taza en aquella mesa desin-tegrada y sin más conexión que un de-sayuno común, o mira comprensiva la

imagen del monstruo reflejada en lasaguas del charco para luego tenderlela mano amistosa. cuando lo esperablesería su huida. En cualquier caso. lamirada, el sistema de comunicación noverbal, le sirve para romper la incomu-nicación. lo que contrasta con todo loque ocurre dentro y con la unidad fami-liar en cuestión.Y con esto entraríamos de golpe ya

en la introspección de lo que está ocu-rriendo a todos los niveles con el fenó-meno de la comunicación social. talvez incomunicación antisocial. De unaparte un lenguaje verbal gastado. ma-nipulado hasta el extremo. vaciado detodo contenidóhumano o simplementesocial. que en el mejor de los casossólo sirve para la información; del otro.unas relaciones sociales sin palabras.con signos no verbales, que no sonsino indicadores de un empobreci-miento radical de la comunicación(verbal o no-verbal) que sólo es posi-ble con un cambio en la jerarquía delos valores establecidos por la normafamiliar; eco esperanzador con el Quese cierra la película: «Soy Ana».