Las Fuentes Del Derecho Internacional en La Era de La Globalización. Un Comentario
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~ LAS FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL ~
EN LA ERA DE LA GLOBALIZACIÓN
COMPILADORA
MÓNICA PINTO
AUTOflES
Lucxs E. BARRElflOS
FEDEfllcO LAvoPA
MÓNICA PINTO
LUCIANA T. RJCAflT
ALEJANono TUflYN
mudeba
Las fuentes del derecho internacional en la era de la globalización / compiladopor Mónica Pinto. - la ed. - Buenos Aires: Eudeba, 2009.192 p.; 16x23 cm. - (Derecho)
ISBN 978-950-23-1664-2
1. Derecho Institucional. 1. Pinto, Mónica, comp.CDD340.9
EudebaUniversidad de Buenos Aires
Primera edición: mayo de 2009
© 2009Editorial Universitaria de Buenos AiresSociedad de Economía MixtaAv. Rivadavia 1571/73 (l033) Ciudad de Buenos AiresTd: 4383-8025 / Fax: 4383-2202www.eudeba.com.ar
Diseño de tapa: Troop Designers
Impreso en la ArgentinaHecho el depósito que establece la ley 11.723
No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni sualmacenamiento en un sistema informático, ni su transmisión en cualquierforma o por cualquier medio, electrónico, mecánico, fotocopia u otros métodos,sin el permiso previo del editor.
-1:1 íN D [CE ¡;¡.-
Introducción , 9
Capítulo I. Las fuentes del derecho internacional en la era de la globalizaciónUn comentario ., 13
Mónica Pinto
Capítulo Il. El derecho internacional contemporáneo y el problema .de la soberanía. Un intento de reconciliación 31
Lucas E Barreiros
Capítulo IIl. La delgada línea entre los "sujetos" y los "actores" del derechointernacional público en tiempos de globalización. El caso de la alianzatransnacional de empresarios en la negociación del Acuerdo sobre AspectosRelacionados con el Comercio dela Propiedad Intelectual (ADPICS) 91
Federico Lavopa
Capítulo IV ¿Constituye un deber ejercer la protección diplomática?Un análisis de la "ficción vatteliana" a la luz del Proyecto de Artículossobre Protección Diplomática de la CDI y algunas decisiones recientesdel Tribunal Europeo de Primera Instancia 121
Luciana T Ricart
Capítulo V Comentarios sobre las fuentes del derecho internacionalen la protección de inversiones extranjeras 149
Alejandro Turyn
Bibliografía general 169
Sobre los autores .. 185
-.¡o{ CAPÍTULO 1 ~
LAS FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL
EN LA ERA DE LA GLOBALlZACIÓN. UN COMENTARIO
Mónica Pinto
1. Existe consenso en el mundo jurídico y en el de la historiografia jurí
dica en cuanto a que la Paz de Westfalia, en 1648, luego de la Guerra deTreinta Años cierra la etapa medioeval para dar lugar a un sistema de unida
des políticas, Estados, de algún modo embrionario del actual. En ese contex
to, el derecho internacional surge como el conjunto de pautas de conducta
mutuamente aceptadas por los Estados para regir sus relaciones.La idea del derecho internacional es contemporánea con, y función de, la
idea de Estado. Se trata de un producto histórico, surge de la necesidad de
los Estados de relacionarse y su vigencia está asegurada por esa misma necesidad. Ello así, el Estado como entidad precede al derecho internacional.
Ese esquema normativo se aplica a una sociedad en la que los Estados
se relacionan para satisfacer necesidades pero en la que dependen casi conexclusividad de su propio poderío. En todo caso, algunas notas definitorias de ese primer modelo son la licitud del uso de la fuerza para la solu
ción de controversias y una noción de soberanía muy exacerbada que se
extiende a la inmunidad de jurisdicción, la igualdad de los Estados y lano-intervención.
La necesidad de relacionarse de los Estados propicia las normas sobrecelebración y conclusión de tratados y las relativas a agentes diplomáti
cos y en misión especial como prácticas generalmente aceptadas comoderecho.
13
!I
I
Ccrnno I
El uso de la fuerza, la guerra, para la solución de conflictos es lo usual en
la etapa westfaliana. La noción de mar territorial como zona adyacente al
territorio terrestre y parte de este surge con fines de defensa ~no en vano) en
la época de las guerras napoleónicas, su anchura será la del alcauce de la bala
de cañón- y, por oposición, surgirá el mar libre o alta mar de la argumenta
ción de Hugo Gratius, jurista holandés considerado el Padre del DerechoInternacional.
2. El modelo westfaliano es un mundo de pocos Estados, todos ellos
ubicados en lo que hoy conocemos como la parte occidental de Europa, que
configuran una sociedad horizontal -soberanías yuxtapuestas, de idéntico
valor- y altamente descentralizada; bastante homogénea, la integran Estados
monárquicos, absolutistas. cristianos. Las capacidades, potencialidades y re
cursos de cada Estado determinan su presente y su futuro.
En ese contexto es razonable pensar en el derecho internacional como elconjunto de normas jurídicas que regulan las relaciones entre los Estados
soberanos. La homogeneidad del modelo conduce a una sinonimia entre
Estado y sujeto de derecho internacional. La personalidad internacional se
deduce ya que solo uno es el modelo de sujeto que se conoce y acepta. Cual
quier intento de edificar un centro de imputación normativa en entes distin
tos del Estado será un fracaso.
El siglo XIX aportará a las formas "anómalas" de personalidad en función
de las necesidades e intereses de los Estados. Las comisiones administradoras
de los ríos internacionales, las uniones administrativas y otras plantearán una
subjetividad en ciernes con mayores datos de permanencia que la comunidad
beligerante o la levée en masse. En todo caso, la secuencia de conferencias perió
dicas, con temario previamente acordado, permitirá buscar los arreglos admi
nistrativos para que la reunión pueda realizarse. De la conferencia internacio
nal a la organización intergubernamental es el recorrido que lleva a la instala
ción de la Sociedad de Naciones (SDN) en el Tratado de Paz de Versailles de
1919, piedra angular del derecho internacional clásico.
La SDN será la primera gran organización internacional en el sentido
moderno del término. Con el establecimiento de las Naciones Unidas y
con la determinación de sus objetivos -uuerecedores ellos mismos de una
constante interpretación dinámica, actualizada, integradora-, el fenómeno
de las organizaciones internacionales se instala irreversiblemente en las re
laciones internacionales. Toda la política internacional desde la segunda
14
LAs FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL EN lA ERA DE lA GLOBALlZACION
posguerra asume el escenario institucional que proveen estas organizacio
nes. Su carácter de sujeto de derecho internacional, con capacidad acotada
a sus metas y a la luz de sus capacidades -como es la regla general respecto
de las personas jurídicas en todos los ámbitos- queda definitivamente asen
tado en 1948. La contribución de la Corte Internacional de Justicia en este
punto consiste en aportar una nueva lectura de la subjetividad internacio
nal, un nuevo método. El punto de partida del análisis del Tribunal consis
te en sostener que, en un sistema jurídico, los sujetos de derecho no son
necesariamente idénticos en cuanto a su naturaleza o la extensión de sus
derechos. De allí a manifestar que existen distintos sujetos con distintas
capacidades hay solo un pequefio trecho.
La Corte analiza con detalle la Carta y constata que ella ha conferido a la
ONU derechos y obligaciones distintos de los de los Estados miembros. Su
braya la importante misión política confiada a las Naciones Unidas, el mante
nimiento de la paz y la seguridad internacionales, y llega a la conclusión de que
la organización no podría actuar tal como lo prevé la Carta si no gozara de
personalidad internacional. El Tribunal aclara que el hecho de que la ONU sea
una persona jurídica no equivale a decir que sea un Estado ni menos aún que
sea un súper-Estado. Ello significa que la organización es un sujeto de derecho
internacional, que tiene capacidad para adquirir derechos y contraer obligacio
nes internacionales y que tiene competencia para prevalerse de sus derechos
por la vía de la reclamación internacional.Este método inductivo para determinar la subjetividad internacional se
condice con la admisión a priori de la existencia posible de distintos sujetos
con distintas capacidades. Ello le permite sostener que en tanto el ente pue
da adquirir algún derecho o contraer alguna obligación en el orden jurídico
internacional, será sujeto de derecho internacional.
El segundo punto importante en el análisis de la Corte es la consratación
de la vinculación entre subjetividad y responsabilidad.
La aplicación de las ensefianzas de la CIJ (Corte Internacional de Justi
cia) al planteo de subjetividad internacional en general y a la del individuo
en especial, como se verá más adelante, es esclarecedora.Este esquema de sujetos de derecho internacional, esto es, de centros de
imputación normativa, coexiste con otro más amplio de actores del derecho in
ternacional, conformado por entes no estatales de activa participación en el que
hacer internacional aun cuando no puedan adquirir un derecho ni contraer una
obligación en forma directa del orden jurídico internacional.
15
CAl'fTUIDI
De esta suerte, aunque todos los sujetos serán actores, estos no serán
necesariamente sujetos.
3. La Segunda Guerra Mundial marca un corre drástico con todo el or
den vigente hasta entonces. Durante su transcurso, algunas potencias se de
dican a diseñar el orden jurídico-político de la posguerra que va a encontrar
su eje en la Organización de las Naciones Unidas, que institucionaliza la
comunidad internacional.
La puesta en común de una serie de temas que configuran la agenda de los
Estados supone no solo adoptar objetivos -los prop6sitos de las Naciones Uni
das son el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, el fomento
de las relaciones de amistad entre las naciones, la solución de problemas inter
nacionales de carácter económico, social, cultural o humanitario, y el desarro
llo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamen
tales de todos sin discriminación así como servir de foro internacional- sino
también fijar métodos, y convenir y aceptar principios de conducta.
Así, el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales exige de
un sistema de seguridad colectiva eficaz para prevenir y eliminar amenazas a
la paz, y para suprimir actos de agresión u Otros quebrantamientos de la paz
y de un sistema de ajuste o arreglo pacífico de controversias o situaciones
internacionales susceptibles de conducir a quebrantamientos de la paz, de
conformidad con los principios de la justicia y del derecho internacional;
las relaciones de amistad suponen el respeto al principio de la igualdad de
derechos y al de la libre determinación de los pueblos y de otras medidas
adecuadas para fortalecer la paz universal y las cuestiones económicas, so
ciales, culturales, humanitarias y de derechos humanos exigen de la coope
ración internacional.
Con referencia a los principios, los Estados se comprometen a respetar su
igualdad soberana, la buena fe en el cumplimiento de las obligaciones interna
cionales, la abstención del uso de la fuerza en las relaciones internacionales y por
consiguiente, la solución pacífica de las controversias internacionales, la coopera
ción internacional y la no-intervención en los asuntos esencialmente de la juris
dicci6n interna de los Estados.
La política onusiana por antonomasia será la cooperación internacional.
Ella exige, por su misma esencia, un actuar de consuno 'entre no menos de
dos actores, de donde se sigue que la pluralidad de grandes potencias es uno
de los datos de la comunidad internacional surgida luego de la segunda posguerra.
16
LxsFUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAt EN lA ERA DE LA GLOBALlZAClÚN
La modalidad de tratamiento será, inevitablemente, el multilareralismo y elfenómeno de la organización internacional -multiplicado "n" veces- ayudará
a su realización.
En este contexto, algunos datos son reveladores de la nueva etapa y, al
mismo tiempo, determinantes de las modificaciones o adaptaciones a futuro,
convirtiéndose en puntos de referencia insoslayables de nuevas propuestas
normativas y políticas.
La regla de la prohibición de la amenaza y del uso de fuerza armada por
los Estados en sus relaciones internacionales y su única excepción relativa al
derecho inmanente a la legítima defensa individual o colectiva ante el ataque
armado marca la "revolución" que aporta la Carta de las Nacíones Unidas.
Desde el 24 de octubre de 1945, esa regla y su excepción servirán para me
dir, por las vías institucionales previstas, la ilegalidad internacional. Su carác
ter de referente será incluso más claro cuando se soslayen los mecanismos
institucionales ya que la opinión pública, las asociaciones políticas y, final
mente. los ciudadanos del mundo se expresarán.
La construcción de los derechos humanos que lleva a cabo la Carta al empla
zar el respeto de la dignidad y de la libertad de todas las personas en condiciones
de igualdad y sin discriminación con alcance universal en la agenda internacional
es el otro logro del nuevo orden jurídico-político instaurado en la segunda pos
guerra. La cooperación es aquí la política y también el deber jurídico. Los Esta
dos se comprometen con el respeto universal de los derechos humanos y las
libertades fundamentales de todos sin discriminación y con su efectividad, y
asumen el compromiso de adoptar medidas a esos fines. Un esquema normativo
-cconvencicnal, 'consuetudinario y 50ft fau;- y un conjunto de instancias interna
cionales -regionales y universales- coadyuvan 'a este logro. Al igual que con el
tema del uso de fuerza, el discurso es también aquí universal.
La subjetividad internacional del individuo queda planteada. Siguiendo
el método de la CI], parece claro que el individuo puede adquirir algún
derecho y contraer ciertas obligaciones en virtud del orden jurídico interna
cional y que, en ciertas condiciones, puede prevalerse de sus derechos ante
instancias internacionales, jurisdiccionales y no jurisdiccionales. Este aserto
no implica asumir que la naturaleza y los derechos del individuo como sujeto
de derecho internacional sean iguales a los de otros sujetos. Así, el Estado y la
organización internacional gozan de ius tractum, de ius legationes, y el indivi
duo no. La capacidad del individuo en derecho internacional es restringida,
en la medida en que no es agente generador de norma jurídica internacional,
17
CAP[TULO 1
los derechos que adquiere y las obligaciones que contrae son determinadas
por los Estados.La descolonización implementada por la voluntad política mayoritaria
en conformidad con el principio de la igualdad de derechos y la libre deter
minación de los pueblos produce una de las experiencias políticas más inten
sas de todos los pueblos y, en definitiva, de la humanidad. La mitad del
Inundo, que se encontraba bajo dominio colonial en el momento de la crea
ción de las Naciones Unidas el 24 de octubre de 1945, decide libremente su
forma de organización. La membresía onusiana se cuadruplica; la sociedad
internacional sigue siendo comunidad al tiempo que deviene cada vez más
heterogénea en cultura, nacionalidad, idiosincrasia.La organización política se resuelve con la autodeterminación pero la
económica y la cultural no consiguen sustraerse a los vínculos de depen
dencia. La cuestión del desarrollo domina buena parre de la segunda mitad
del siglo XX y genera esquemas interesantes de cooperación. La cuestión
de los modos de adopción de decisiones, de establecimiento de obligacio
nes internacionales en este terreno conduce al tema de las fuentes del dere
cho internacional.El establecimiento de reglas claras en materia de comercio internacional
-luego del frustrado nacimiento de la Organización Internacional del Co
mercio por el tratado de La Habana de 1948- permitió pensar que la Confe
rencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) podía
ser un ámbito propicio. Celebrada en Ginebra en 1964 y conducida por
Raúl Prebisch, la primera UNCTAD dejó varias contribuciones en el haber
del derecho internacional de la posguerra. La mayoría automática de los paí
ses en desarrollo -congregados en el Grupo de los 77- en el proceso de
adopción de resoluciones no resultó fructífera; por ello las decisiones fueron
tomadas por consenso, consagrando así la ausencia de objeción pero tam
bién, lo que es un dato mayor, la ausencia de abstención.La búsqueda de modos de vinculación, sustancialmente respecto del
mundo desarrollado, para establecer criterios que permitan superar el grado
de subdesarrollo de más de la mitad del mundo es uno de los grandes temas
de la época.La Asamblea General de las Naciones Unidas, el ámbito democrático por
excelencia en el contexto de las relaciones internacionales, sirve de contexto
para la declaración de Décadas del Desarrollo que luego se articularán en
Estrategias Internacionales para el Desarrollo. Esta plataforma inicial
18
LAs FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL EN lA ERA DE I.A GLOBALlZAC¡6N
encontrará en la propuesta del presidente Echeverría de México el camino
hacia la Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados. La pro
puesta de un Nuevo Orden Económico Internacional (NOEl) no tarda y
dos sesiones especiales de la Asamblea General producirán resoluciones que
plasmarán el consenso logrado.
Una trama de resoluciones del órgano plenario de la ONU, adoptadas
por consenso, expondrá las características de un orden a gestarse en el que
cada uno de los Estados debe actuar solidariamente respecto de los demás.
Solidaridad y equidad son las notas. El valor jurídico de las resoluciones es el
tema en debate.
El consenso de los Estados reiterado en más de una ocasión respecto de
principios de acción debería, en principio, conducir a una legitimación de polí
ticas públicas que obrarían de artífices de las nuevas normas consuetudinarias
internacionales. Una suerte de efectividad conducente debería emerger de esas
resoluciones a través de su práctica por parte de los Estados.
El nuevo orden económico internacional resultó malogrado en su misma
concepción, aunque el tiempo se encargaría de demostrar que los principios
propuestos no carecían de razonabilidad y que, reformulados y con marbetes
nuevos, acompañarían una voluntad política -que faltó en el caso del NOEI
deseosa de comprender a todos los Estados de modo de proteger adecuada
mente el medio ambiente global.
El siglo XX cierra manteniendo el orden jurfdico-polftico concebido en
1945. Sin embargo, la pluralidad de potencias ha desaparecido permitiendo
el surgimien~o de un unilateralisrno importante por parte de los Estados
Unidos. Este dato es más definitorio política que jurídicamente.
4. En este siglo XXI, el esquema del orden jurídico-político de la segun
da posguerra está en revisión. Nada es sustancialmente nuevo, sin embargo
se da un reposicionamiento de temas y protagonistas, y se integran mecanis
mos que no habían logrado tanto afianzamiento en etapas anteriores.
Dos tendencias son evidentes en este panorama de la comunidad interna
cional: la judicialización de las relaciones en determinados ámbitos, superando
los modos pacíficos no jurisdiccionales de solución de controversias, y la rele
vancia de la sociedad civil como actor privilegiado en más de un contexto.
La globalización ha acercado los conflicros y ha permitido que la in
mediatez de todo cuanto sucede nos afecte. En alguna medida, la interre
lación de lo interno y lo internacional explica la decisión de tener instancias
19
CAl'fruLOI
jurisdiccionales o casi-jurisdiccionales para solucionar problemas inter
nacionales.
Sucede que el orden jurídico-político diseñado luego de la segunda pos
guerra ha ampliado tanto sus objetos que se ha visto obligado a concebir
modos de arreglo para las disputas que se suscitan en relación con cada uno
de ellos. En este orden de ideas, se da un incremento importante de instan
cias y tribunales internacionales que, con características más o menos seme
jantes, permiten verificar una tendencia a la judicialización de las controver
sias en la comunidad internacional. Paradójicamente, este fenómeno es con
temporáneo al de los modos alternativos [a la jurisdicción] que se da en los
ámbitos nacionales en los que la mediación de conflictos es, incluso, etapa
obligatoria previa al depósito de la demanda.
Así, en el contexto del derecho internacional general actúan la Corte
Internacional de Justicia, la Corre Permanente de Arbitraje, el Tribunal In
ternacional para el Derecho del Mar, la Corte de Conciliación y Arbitraje de
la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa.
En el ámbito del comercio internacional y de las inversiones se cuenta elSistema de Solución de Controversias de la Organización Mundial del Co
mercio, el Centro Internacional para el Arreglo de Disputas sobre Inversio
nes (CIADI), la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio
Internacional.
Los derechos humanos aportan varias instancias casi-jurisdiccionales como
el Comité de Derechos Humanos del Pacto Internacional de Derechos Civi
les y Políticos, el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de
la Convención internacional sobre el mismo tema, el Comité contra la Tortura de la Convención Internacional contra la Tortura y otros Tratos o Penas
Crueles, Inhumanos o Degradantes, los sistemas de denuncias internaciona
les de la Organización Internacional del Trabajo, la Corte Europea de Dere
chos Humanos, la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Huma
nos, la Comisión y la Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos
y el sistema de queja colectiva de la Carta Social Europea. Existen también
tres tribunales penales internacionales: el de la Antigua Yugoslavia, el de
Rwanda y la Corte Penal Internacional.
Los bancos internacionales tienen sus "paneles" de inspección: el del Ban
co Mundial, el del BID Yel del Banco Asiático de Desarrollo. En el campo de la
integración y de las asociaciones de libre comercio: la Corte Justicia de la Unión
Europea, la Corte de la Asociación Europea de Libre Comercio, la Corte de
20
LAs mENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL EN lA ERA DE lA GLOBALlZAClON
Justicia de la Comunidad Andina, la Corte de Justicia de Centroamérica, la
Corte de Justicia del Mercado Común para el este y el sur de África y el
procedimieuto de solución de controversias del ALCA.
Todas estas son instancias internacionales de procedimiento reglado, que
resuelven con fundamento en derecho internacional las controversias que las
partes les planteen. El valor jurídico de sus decisiones es diverso -en algunos
casos los textos que las rigen emplean el término "recomendaciones"-. mas,
en todo caso, toda vez que ellas ejercen su competencia por decisión libre -y
soberana- de los Estados, debe asumirse que ellos han aceptado las reglas de
juego, cuando "ganan" y también cuando "pierden". Por otro lado, la opi
nión pública ha comenzado a hacer suya la cuestión de la observancia de las
decisiones adoptadas. Los denominados procedimientos o mecanismos de
seguimiento o follow-up son la respuesta institucional de los últimos 15 o 20
años a esa preocupación.
En esa tarea, el hacer de la sociedad civil ha sido relevante. Esta expre
sión, cuyo significado primario puede ser, simplemente, el de identificar a
todo el sector que no es gobierno, encuentra hoy revalorizada su actuación.
Una parte de esa sociedad civil son los ciudadanos comunes, considerados de
manera aislada; otra, las instituciones no estatales o autónomas que tradicio
nalmente han tenido una expresión social y de lo social; me refiero a las
iglesias, las universidades, los sindicatos, las asociaciones profesionales, el
mundo de la cultura. En los últimos años se ha geueralizado la terminología
"organización no gubernamental)) (ONG) para identificar a una serie de ins
tituciones que ,en ocasiones representan víctimas o consumidores pero que
luego superan ese único estadio para transformarse en agentes que propician
el interés público.Estas ONG como formas representativas de la sociedad civil tienen un
espacio importante en la mayoría de los temas de lo social -ello incluye
derechos humanos, medioambiente, consumidores- y propician el interés
público a través de la elaboración participada de normas, de la interposición
de acciones judiciales tendientes a buscar un pronunciamiento judicial que
zanje una situación y cree una nueva doctrina. Son un grupo de presión
importante y con legitimación para actuar en más de un campo.
También son actores no estatales los grupos armados -guerrilleros, terro
ristas- y las empresas transnacionales. Si los primeros pueden plantear lacuestión de su capacidad para devenir centros de imputación normativa, esto
es sujetos de derecho internacional, lo que, sin duda, sucede respecto de los
21
Corrcio I
grupos armados en relación con el derecho internacional humanitario, los
segundos parecen ser cabeza de los grupos de presión y no tener apuro algu
no para cambiar su estatuto.
5. Como se ha planteado, el derecho internacional es el producto de lanecesidad de los Estados de relacionarse. Surge con el sistema de Estados, yno antes de él.
Los Estados -sujetos primarios y necesarios del derecho internacional
son también agentes generadores de normas jurídicas internacionales. Su
conducta dará lugar a los tratados -acuerdos de voluntad destinados a crear,
modificar o extinguir derechos y obligaciones internacionales, cualquiera sea
su denominación- y a la costumbre internacional -práctica uniforme, cons
tante y reiterada de actos u omisiones de poder público llevada a cabo con la
convicción de su obligatoriedad-o De esta suerte, por la vía expresa del trata
do o la eventualmente tácita de la costumbre -la aquiescencia es, en este
campo de derecho público, una manifestación de voluntad- los Esrados dan
origen a normas jurídicas que les son aplicables.
También las normas producidas por los parlamentos nacionales entran a
jugar en el campo internacional a través de los principios generales de dere
cho, es decir los criterios o guías que cada sistema jurídico tiene a disposición
para colmar las lagunas del derecho e incluso para interpretar sus normas.
En estas circunstancias, se ha señalado, con alguna dosis de razón, que el
principio de la autonomía de la voluntad se ha enseñoreado en el ámbito
internacional y que de resultas de su aplicación, los Estados moldean el dere
cho a la medida de sus intereses y el orden jurídico, en lugar de estar dotado
de las características de permanencia y objetividad de los derechos naciona
les, es un conjunto de normas que se modifican a voluntad.
No puede negarse que hay un cierto imperio de la autonomía de la vo
luntad. Sin embargo, ello se da también en los ámbitos locales. ¿Cómo expli
car, de lo contrario, las diferencias para fijar la mayoría de edad en distintas
sociedades, o la exclusión de las mujeres de la herencia, o el papel de la
costumbre como fuente creadora de derechos?
La voluntad de los Estados es determinante en la creación normativa
internacional pero ello no autoriza a sostener que el producto de su activi
dad sea un conjunto informe y maleable de reglas. La voluntad concurre
para crear una norma y durante el proceso de creación las alternativas
son, eventualmente, infinitas. Mas una vez cristalizada la norma, ella se
22
LAs FUENTES oEL DERECHO INTERNACIONAL EN LA ERA DE LA GLOBALlZACION
desprende de la voluntad de los Estados, queda objetivada. De esta suerre, la
conducta estatal que no se acomode a la norma expresará su inobservancia o
violación. Ello es así también en las relaciones entre quienes ejercen el Poder
Legislativo en representación del pueblo y en ese hacer generan normas a las
que se sujetarán.
Es, también, verdadero que en el momento de creación normativa, los
agentes generadores de normas expresan sus intereses. Ello es válido en todos
los ámbitos. En ocasiones ese interés es identificable con facilidad con las
propias pretensiones -como cuando los Estados latinoamericanos de la costa
pacifica propusieron un mar territorial de 200 millas desde las líneas de
base, porque ello les permitía capturar los cardúmenes que aportaba la co
rriente de Humboldt-, mas en otras responde a objetivos que se pretenden
preservar para mejorar la calidad de la convivencia o de la sociedad en la que
se interactúa como, por ejemplo, cuando se adoptan normas desnuclearizan
do territorios que ya estaban libres de armas nucleares, tal el caso del Tratado
para la proscripción de las armas nucleares en la América Latina o Tratado de
Tlarelolco.De esta manera puede convenirse en que en el ámbito internacional se da
una marcada descentralización en la elaboración de normas de alcance general.
Una característica propia del conjunto normativo del derecho interna
cional es la pluralidad de fuentes de una misma norma. Así, un derecho o
una obligación puede alegarse respecto de más de un sujeto a título de dis
tintas fuentes de derecho; lo que para unos será una costumbre internacio
nal, para otro,s consistirá en una estipulación de un tratado en vigor entre
ellos y, eventualmente, para otros será un principio general de derecho.
Esta explicación sería incompleta si no se reparara en que desde que lasociedad internacional devino comunidad, el multilateralismo se ha impues
to como política y como técnica y se ha abierto el espacio para procesos
amplios de adopción normativa bajo los auspicios de las organizaciones in
ternacionales.Así, las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos o la
Organización para la Unidad Africana, la Organización Internacional de la Ener
gía Atómica o la Organización Panamericana para la Salud brindan acogida a,conferencias internacionales en las que se da el debate y la propuesta norma
tiva en un modo, de alguna manera, parecido al que tiene lugar en los parla
mentos nacionales. Estos procesos tienden a asegurar un mejor equilibrio de
fuerzas, ya que las reglas de juego se fijan antes de comenzar el partido, además
23
CAP[TULO 1
de hacer espacio a la actuación de especialistas técnicos y políticos. Por otra
parte, desde hace años ya incorporan como valor atendible la voz de la socie
dad civil organizada a través de las ONG.En todo caso, vale la pena subrayar la importancia cualitativa de estas ca
racterísticas aunque deba sostenerse que -en cuanto a su resultado- el proceso
no ha cambiado: sigue siendo necesaria la convergencia de voluntades para
crear norma y esas voluntades son sustancialmente estatales.
Se ha apuntado también que órganos deliberativos y plenarios corno la
Asamblea General de las Naciones Unidas, en la que están representados
todos los Estados miembros y cada uno de ellos dispone de un voto en con
diciones jurídicas de igualdad, permiten la adopción de resoluciones que son
una suerte de legislación universal.La primera cuestión a considerar aquí es que se incurre en error si se cree
que cada vez que un Estado vota en esos ámbitos lo hace con la convicción de
estar creando derecho. Por el contrario, se trata de un acto político que fija una
posición, que seriamente adoptada tendrá en cuenta los intereses de ese Estado
y sus implicancias en el derecho. En todo caso, se ha señalado con razón que las
opiniones de corte "legislativo" de órganos plenarios como la Asamblea Gene
ral de las Naciones Unidas, y en su caso la de organismos regionales, como es el
caso de la Asamblea General de la OEA, son reveladoras del estado de madura
ción de la comunidad internacional respecto de un tema.
Ello es especialmente así cuando se reserva para el instrumento en cuestión
la denominación de "declaración" y se persigue que su adopción sea fruto del
consenso de los Estados. Es el caso, por ejemplo, de las declaraciones de dere
chos humanos -la Declaración de los Derechos del Niño de 1959, de la De
claración sobre la Protección de todas las Personas contra la Tortura de 1975,
entre otras- que, en general, han servido para expresar la convicción de la
comunidad de Estados sobre los lineamientos de un tema -y, en esa medida,
permiten cristalizar una costumbre internacional- al tiempo que han dado
lugar a la adopción posterior de instrumentos vinculantes por naturaleza
como los tratados.
En Otros casos la urgencia de la situación de anomia ha permitido con
sensuar el "deber ser" para echarlo a andar tras una práctica estatal de modo
de lograr los dos elementos de la costumbre internacional. La Declaración
Universal de Derechos Humanos del 10 de diciembre de 1948 es particular
mente sabia en este sentido: en su texto se presenta como "el ideal común
por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto
LA'> FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL EN lA ERA DE LAGLOBALlZAClÓN
los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella,
promuevan mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos dere
chos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional
e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos...".
En el mismo sentido, la Declaración de Estocolmo sobre el Medio Huma
no de 1982 expresa lo que la comunidad internacional entendió en ese
momento que debía ser la conducta de los Estados en materia de medio
ambiente.
Finalmente, y he aquí una de las cuestiones medulares del planteo, en los
derechos nacionales la autonomía de la voluntad encuentra límites en nocio
nes tales como el orden público. Se trata de un concepto que no es ajeno al
derecho internacional que rige desde la segunda posguerra mundial.
En efecto, la puesta en común de una serie de objetivos supuso transfor
mar la sociedad en una comunidad. En ese hacer, algunas conductas resulta
ron descalificadas por atentar contra ese orden público recientemente dise
ñado. Así, la prohibición del uso de fuerza por los Estados en sus relaciones
internacionales -enunciado en el artículo 2, párrafo 4, de la Carta de las
Naciones Unidas como un principio que rige la conducta de los Estados
miembros- origina un pronunciamiento, de carácter constitutivo, del Con
sejo de Seguridad en representación de la comunidad internacional institu
cionalizada en las Naciones Unidas, de conformidad con el artículo 39 de la
Carta. La capacidad reconocida al Consejo para declarar la existencia de una
amenaza a la paz, un quebrantamiento de la paz, un acto de agresión impor
ta una descalificación de esas conductas por oponerse a un estado de cosas
que Se estima superior a intereses individuales.
Trátase, en definitiva, de normas imperativas y no meramente dispositi
vas, implica entonces que no pueden ser dejadas de lado por acuerdo de
partes. Solo en 1969, en ocasión de codificar las normas relativas a la elabo
ración, interpretación y demás reglas sobre tratados, se logró coincidir en un
concepto de orden público internacional o ius cogens como norma de derecho
internacional general -es decir, una costumbre internacional de validez uni
versal- aceptada y reconocida por la comunidad de Estados en su conjunto
como norma que no admite acuerdo en contrario y que solo puede ser modi
ficada por una norma posterior del mismo carácter.
Si lograr la definición de lo que se entiende por orden público interna
cional requirió la inversión de un tiempo considerable, asignar contenidos
específicos a la noción es un tema abierto. En todo caso, la proscripción del
25
CAPíTULO 1
uso de fuerza en las relaciones internacionales ha sido, por mucho tiempo, elúnico contenido respecto del cual existiera consenso como norma imperati
va, aun cuando la Corte Internacional de Justicia no se haya pronunciado al
respecto como sí lo hizo en relación con la prohibición del genocidio.
Hacia 1970, cuando e! fenómeno de los derechos humanos comenzaba un
ascenso casi vertiginoso, la Corte Internacional de Justicia aportó lo suyo al
tema, señalando la diferencia entre las obligaciones que un Estado asume res
pecto de otro u otros y aquellas que tiene respecto de la comunidad internacio
nal en su conjunto u obligaciones erga omnes (respecto de todos), por ejemplo
la descalificación jurídica de los actos de agresión y de genocidio así como la
obligación de respetar los derechos fundamentales de la persona humana, in
cluidas la protección contra la esclavitud y la discriminación racial.
Todo esto permite sostener que la carencia de un órgano específico para
la elaboración normativa es solo una nota que distingue al derecho interna
cional de (algunos) derechos internos, pero en modo alguno autoriza a afir
mar que se carece de modos 'válidos de creación normativa. La actuación de
los sujetos de derecho internacional -en especial de los Estados y de los
organismos internacionales- está regulada por el mismo derecho internacio
nal a los fines de determinar cómo se crea el derecho. Se trata de un proceso
descentralizado, pero claro y conocido por todos.
6. En contextos en los que el cambio tiene un ritmo que hace imposible
pensar en "prácticas inmemoriales", para usar la terminología de la Corte
Permanente de Justicia Internacional, el derecho internacional ha demostra
do flexibilidad. Ha sabido adaptarse a los cambios contextuales aunque ha
mantenido la efectividad como criterio excluyente, lo que resalta la búsqueda
de la coherencia en las actitudes estatales.
En su actuación en el cambio, en los finales de! siglo XX en los que, en
general, predominó e! liberalismo económico y político más en la praxis e!
primero y en el discurso el segundo, el derecho internacional se inclinó hacia
los valores. Recreando las reacciones del Tercer Mundo, la práctica generali
zada hizo una lectura pragmática de valores, poco ampulosa pero efectiva.
El mercado exige reglas y comportamientos claros. Las normas internaciona
les honrarán el valor justicia en la instauración de mecanismos de solución de
controversias en cuestiones comerciales -esencialmente inreresraduales- y también
en asuntos financieros y, en ese hacer, los Estados se comprometen a procedimien
tos reglados para asegurar a los inversores extranjeros privados la previsibilidad
26
LesFUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL EN IA ERA DE lA GLOBAlIZACIÓN
su mercado. El panel de solución de controversias de! GATT (General Agree
on Tariffs and Trade - Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles), e!
la OMC (Organización Mundial del Comercio) y los procedimientos de!
CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversio
nes) en e! contexto de! Banco Mundial responden a esas inquietudes.
La práctica de los Estados, su mayor o menor diligencia en el manejo de
las cuestiones económico-financieras, y el eventual desequilibrio desarrollo
subdesarrollo que puedan inferirse de los casos planteados y de las soluciones
logradas no empecen la conclusión anterior. Tampoco la confronta el arsenal
de argumentos jurídicos empleados por las partes en estos litigios. El tiem
po, el trabajo de los conocedores, confirman que se trata, simplemente, deaplicar derecho internacional.
La globalización significa cosas distintas para distinta gente. El fenóme
no dice relación con la virtualidad de las fronteras, el avance informático, en
especial en las comunicaciones. Pero la globalización significó también la
generalización a escala casi planetaria de los derechos humanos.
Los estándares de derechos humanos adquieren con la mundialización
una difusión amplísima y permiten un debate sobre contenidos que, con sus
más o con sus menos, es de una riqueza incalculable para la calidad de vida
cotidiana. En todo casa, vale la pena recordarlo, los derechos humanos de
ben servir para eso, para vivir mejor.
Se trata de la decisión política adoptada por los Estados al cristalizar el
orden jurídico-político de la segunda posguerra, de proteger la dignidad y la
libertad de todas las personas físicas -hombres, mujeres y niños- en condicio
nes de igualdad y sin discriminación, con alcance universal, y de comprome
terse internacionalmente a ello. La noción de derechos humanos es una noción
nueva --el mejor invento de! siglo XX como dijera Carlos Santiago Nino-. e
internacional. A ella subyace la decisión política de que e! trato que e! Estado
dé a sus nacionales y, en general, a todas las personas bajo su jurisdicción es
una cuestión que interesa a la comunidad internacional de Estados.
No es, pues, una internacionalización de nociones e institutos vigentes
en los derechos constitucionales nacionales -Jo que supone una traslación
normativa sin más- sino de una noción cualitativamente distinta que surge
de un consenso mundial y que se apoya en las nociones de dignidad y liber
tad comunes a todas las culturas y civilizaciones.
De este modo, los criterios de mínima de los derechos, de su restricción
permisible, de su suspensión en situación de excepción son objeto de normas
27
CAPITuLar
internacionales, consuetudinarias y convencionales, que consagran derechos
protegidos y, además, disponen de mecanismos de control de las obligacio
nes de respeto y garantía que en cada caso asumen los Estados.
En este contexto internacional de los derechos humanos, el único posi
ble para el encuadre teórico de la noción, la globalización ha acelerado latoma de conciencia de las poblaciones locales respecto del alcance de SllS
derechos y de los mecanismos para reivindicarlos.No se trata de imponer igualdades a nivel mundial sino de todo lo con
trario, de consagrar el derecho a ser diferente como una decisión autónomaque respete la libertad y la dignidad de cada individuo y ello puede darse de
múltiples formas.La protección de libertad y dignidad en condiciones de igualdad, sin
discriminación, con características universales requiere de un conjunto depolíticas de Estado. No se trata simplemente de obligarse por tratados internacionales. En rigor, la búsqueda de la costumbre internacional es en este
campo más que relevante ya que ella permite construir la universalidad.Las normas internacionales de derechos humanos señalan mínimos, ni
veles mínimos de dignidad, que deben implementarse en los ámbitos nacionales y en otros bajo control de los Estados. Hay una necesaria interacciónentre los ámbitos nacionales -en lo político, lo administrativo, lo jurídico- yel internacional. Las normas internacionales, como los programas de computación, deben "descargarse" en el ámbito interno y "ejecutarse" allí.
Los alcances de las normas admiten discrecionalidades que adapten loshíbridos internacionales a las particularidades culturales sin menoscabar lacalidad de nivel mínimo de protección que ellas consagran.
N o hay posibilidades de aproximarse al tema sino desde esta necesariarelación entre lo que en común a todos nos corresponde y lo que en cada casonos garantizan. Como la lluvia, el derecho internacional de los derechos humanos debe "mojar" a todos en todos lados.
Las efectividades en este calnpo se miden en terrenos individuales. ASÍ,
cada Estado afronta las decisiones de los órganos de supervisión competentes -Ios órganos de tratado a nivel universal y regional, las cortes de derechoshumanos regionales, en su caso- y debe implementarlas. Las cuestionesrelativas al valor jurídico de esas decisiones -mormas especiales y derechoderivado del sistema- y a los mecanismos de su aplicación aún no son
pacíficas en todos los contextos.También, la maduración de la conciencia internacional ha permitido avan
ces significativos en este ámbito. De esta forma, la comunidad internacional
28
LAS FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL EN lA ERA DE lA GLOBAUZACJÓN
institucionalizada ha dicho "[basta!" a la impunidad respecto de los más gra
ves crímenes de trascendencia internacional, como los denomina el Estatuto
de Roma de la Corte Penal Internacional. Genocidio, crímenes de guerra y
crímenes de lesa humanidad habilitan la persecución, el procesamiento y lasanción internacional. Consecuentemente, quedan descalificadas las medi
das que acotan las facultades de punir en esos casos como perdones, amnis
tías y otras de la misma naturaleza; existe una obligación de procesar o extra
ditar a las personas prima fitcie responsables; y también un derecho a la ver
dad de lo sucedido.
La persona, el individuo adquiere preponderancia como actor, sujeto y
destinatario del orden jurídico internacional.
7. En este contexto, la costumbre adquiere una importancia superlativa
en el entramado normativo internacional. Ella es, en mi opinión, la gran
dama de la escena jurídica internacional, al mismo tiempo que guardiana de
la coherencia del orden jurídico-político y de las políticas nacionales.
La cuestión medular radica en la determinación de la existencia de lacostumbre y las dificultades que plantea. En la inmediata posguerra, la Cor
te Internacional de Justicia pudo sostener que los principios que subyacen a
la Convención sobre Genocidio son reconocidos por las naciones civilizadas
como vinculantes para todos los Estados, incluso sin obligación convencio
nal. En efecto, la Corte de La Haya entiende que las disposiciones de laConvención de Genocidio no requieren de un vínculo convencional para
obligar a todos los Estados, significa que han devenido obligatorias para los
Estados por una vía distinta de la del tratado.
En mi opinión, solo cabe pensar que la decisión de la Corte es una genui
na creación de derecho. Sucede que la Corte está dando su lectura moral de
lo que el derecho internacional de la post Segunda Guerra Mundial tiene
previsto como uno de sus pilares. La Corte está integrando los derechos hu
manos que la Carta evoca en su preámbulo. De este modo, la Corte comienza a
construir un derecho consuetudinario y para ello avanza el elemento subjetivo,
el deber ser o la opiniojuris sive necessitatis, y lo pone a la búsqueda de una
práctica. Ya en 1951, la Corte de la Haya va a privilegiar la opinio juris por
sobre la práctica de los Estados.
Luego, un proceso de algún modo análogo se dio en relación con las nor
mas sobre medioambiente. Puede asumirse entonces que la combinación de
los elementos necesarios para producir norma consuetudinaria internacional
29
I!ee!;!j,!
I
CAPfTULoI
variará según los casos, considerando prácticas menos sostenidas en el tiempo
pero más intensas, o ponderando la extrema relevancia de la conciencia de
obligatoriedad en otros casos.Resulta difícil referirse a "nuevas fuentes" del derecho internacionaL En
rigor, no cabe ir más allá de la necesidad de una aprobación expresa o tácita
-consentimiento o consenso- para la generación de pautas de conducta mu
tuamente aceptables. De lo que se trata, tal vez, es de la práctica -más moder
na, quizás- de identificar ese consentimiento y ese consenso en nuevas mani
festaciones. Así, la voluntad de los Estados resulta expresada en arreglos infor
males con capacidad vinculante o en acuerdos no vinculantes. En todo caso, el
tipo de regulación se fija a prioriy, en general, las partes se atienen a ella.
8. En este contexto, vuelve a recrearse la noción de soberanía. Las doc
trinas más resistentes al paso del tiempo, a la modernización, por decirlo
de alguna manera, plantean los límites de la soberanía, sus "cesiones". yello en el entendimiento de que las políticas internacionales actuales -en
especial, la de derechos humanos- suponen una cesión de competencias a
los ámbitos internacionales en desmedro de patrimonios nacionales, cultu
rales y jurídicos.Ello no es así. La soberanía está siendo reformulada, ni acotada ni ensan
chada, sólo actualizada. La soberanía es el fundamento de las decisiones esta
duales en materia de derechos humanos. Hoy, la protección de las personas y
de sus derechos es e! primer objeto de la soberanía.No hay una democratización de la soberanía en el plano internacional
aunque sí se verifica una actuación más decisiva de los individuos y de la
sociedad civil.El Estado sigue siendo la unidad de medida en este escenario internacio
nal en e! que, sin dudas, no es probable sino también posible que su conduc
ta resulte "formateada" por la voluntad popular. Se da, entonces, una resigni
ficación de la soberanía y el derecho internacional cobra total vigencia.
3D
...¡o¡ CAPÍTULO Il ~
EL DERECHO INTERNACIONAL CONTEMPORÁNEO
Y EL PROBLEMA DE LA SOBERANÍA. UN INTENTODE RECONCILIACIÓN
Lucas E. Barreiros*
En elmundo real, no existe tal cosa como la soberanía. En él debería significar
omnipotencia o prima causa; siendo ambos significados aquellos que el concepto de
soberanía asume en realidad cuando se lo utiliza como una característica de Dios... No
hace falta decír que soberanía en este sentido no tiene lugar en el dmbito de la ciencia.
Hans Kelsen 1
I. INTRODUCCIÓN
La noción de soberanía ha constituido desde siempre -y sigue siendo
hoy en día- una de las preocupaciones centrales de! derecho internacional.'
* El autor desea agradecer a la Prof. M6nica Pinto de la Universidad de Buenos Aires y al ProfDavid Kennedy de Harvard Law School, así como a Ady Beitler, Shunkc Rojas y FlorenciaSaulino por su guía, críticas, comentarios y consejos durante el desarrollo de este trabajo, el cual
no habría sido posible sin ellos.
1. Hans Kelsen, Law and Peace in intemational Relations: The OliverWendellHolmesLeccurcs, 19401941 (1942), p. 78. Todos los textos analizados en este trabajo fueron consultados en su versión
en inglés, las traducciones de los fragmentos son propias.
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