Las Partes Del Ensayo Pueden Dividirse en Las Tres Partes Clásicas de Todo Texto

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Las partes del ensayo pueden dividirse en las tres partes clásicas de todo texto

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Las partes del ensayo pueden dividirse en las tres partes clsicas de todo texto: una introduccin, el contenido desarrollado, y una conclusin.Es importante resaltar que elensayono posee una estructura definida y formal deredaccin.Como bien seala el tericoJos Luis Gmez-Martnez"Al decir que el ensayo no posee una estructura rgida, se pretende establecer una distincin entre ste y aquellos escritos, destinados a la comunicacin depositaria, caracterizados precisamente por una rigurosa organizacin tanto formal como de contenido"Esto no quiere decir que no puedan seguir la estructura mencionada, sino ms bien resaltar que la caracterstica del ensayo es la libertad del escritor para organizar el contenido.Introduccin.En la primera parte se realiza una presentacin del tema a desarrollar.El autor, adems puede dar a conocer ya de antemano su opinin o tesis y que ms adelante intentar demostrar.

Desarrollo.Aqu el ensayista presenta sus principales argumentos acerca del tema. Ya depende de l la forma y el estilo que en redactar sus tesis. Generalmente se emplea una gran cantidad de datos, ejemplos, comparaciones, y otros recursos.

Conclusin.En la conclusin se resume la idea o las ideas principales del ensayista. Condensa y reafirma su posicin de una manera clara.Por ejemplo, un ensayo que se exprese en contra de la eutanasia, en la parte conclusiva puede exponer un rpido repaso de los principales argumentos en contra de esa prctica.

ico y movilizaciones socialesMxico paga hoy las consecuencias de una transicin democrtica que nunca dio poder a la sociedad ni rindi cuentas con el pasado. La escasa calidad democrtica tanto de las elecciones presidenciales de 2012 como de los primeros dos aos del gobierno de Enrique Pea Nieto evidencia que existe ms continuidad que cambio con respecto al pasado autoritario. Sin embargo, el surgimiento de nuevos movimientos sociales, como el de los estudiantes y padres de familia de la Escuela Normal Isidro Burgos de Ayotzinapa, genera esperanza con respecto a la posibilidad de que Mxico pueda transitar hacia otro rgimen poltico en el futuro prximo.PorJohn M. AckermanMarzo - Abril 2015 PDF

IntroduccinCasi todos los pases de Amrica Latina han vivido una fuerte transformacin en su clase poltica durante las ltimas dcadas. Lugares tan diferentes como Brasil, El Salvador, Venezuela, Argentina, Per, Bolivia, Nicaragua, Chile y Uruguay han experimentado relevos importantes no solamente en las orientaciones ideolgicas de sus jefes de Estado, sino tambin en las redes de poder poltico que determinan la agenda nacional. Incluso Colombia, uno de los pocos pases que ha evitado la marea rosa de alternancias hacia gobiernos de izquierda, vivi una depuracin de su clase poltica durante los aos 90, con una diversidad de juicios en contra de polticos de alto nivel por sus relaciones con el narcotrfico. Ninguno de estos pases ha logrado consolidar un verdadero Estado democrtico y todos enfrentan enormes retos hacia el futuro, pero Mxico ni siquiera ha iniciado el camino.El pas hoy paga las consecuencias de una transicin democrtica que nunca empoder a la sociedad ni rindi cuentas con el pasado. El retorno al poder del viejo partido de Estado el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 2012 es solamente el indicador ms claro del carcter vaco y estril de este proceso poltico. Pero ms all de los colores y las siglas en el poder, el problema de fondo es que cada da se ensancha ms la amplia brecha entre la clase poltica y la sociedad que ha caracterizado el rgimen mexicano desde hace dcadas.Mxico se encuentra frente a una dis-yuntiva histrica. Seguir el ejemplo de los pases latinoamericanos que han logrado encauzar polticamente el descontento social generado por la corrupcin y las polticas neoliberales de los aos 80 y 90? O, en contraste, seguir el ejemplo de Estados Unidos que, en lugar de llenar los procesos polticos de sentido social, los ha vaciado a tal punto que ya no ponen en juego el sistema de dominacin social vigente?Plantear esta pregunta como el dilema central rompe con la perspectiva dominante en el extranjero sobre la situacin poltica en Mxico. La visin externa parte del supuesto de que en el ao 2000 Mxico vivi una exitosa transicin democrtica con la llegada a la Presidencia de la Repblica de Vicente Fox, candidato del Partido Accin Nacional (PAN). Asimismo, este enfoque normalmente presenta las reformas neoliberales del nuevo presidente, Enrique Pea Nieto, como ejemplos de una segunda transicin complementaria, ahora en el mbito econmico, hacia una economa supuestamente ms libre y competitiva.El problema con esta perspectiva es que presupone que Mxico ya ha transitado hacia otro rgimen, supuestamente de libertades polticas y econmicas, y ha dejado atrs el viejo sistema corrupto y autoritario. En contraste, argumentaremos que hoy existe ms continuidad que cambio con respecto al pasado. Especficamente, examinaremos la calidad democrtica tanto de las elecciones de 2012 como de los primeros dos aos del gobierno de Pea Nieto.La pregunta clave con respeto al estado de la poltica en Mxico no sera entonces cmo perfeccionar o consolidar una transicin democrtica ya iniciada, sino cul es la naturaleza del escenario que se prepara para una eventual transicin futura. En principio, todo parece indicar que el pas avanza firmemente hacia la consolidacin de una democracia administrada al estilo estadounidense. Sin embargo, tambin han surgido importantes iniciativas y movilizaciones sociales, como la de los estudiantes y padres de familia de la Escuela Normal Isidro Burgos de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero, que indican que an podra existir la posibilidad de caminar hacia una democracia ms vigorosa, al estilo latinoamericano. El desenlace final depender del comportamiento tanto de la clase poltica como de los actores sociales durante los prximos aos.La transicin fallida y las elecciones de 2012Desde hace siglo y medio, la celebracin de elecciones populares ha sido la norma en Mxico. El hecho de que el sistema autoritario siempre recurriera a las elecciones populares como una va para legitimar el ejercicio del poder le imprime un sentido diferente a la dinmica poltica de la transicin democrtica en Mxico en comparacin con otros pases. Especficamente, lo importante para el caso mexicano no sera la mera celebracin de elecciones populares sino la calidad y la autenticidad de las mismas. Otros pases cuentan con la ventaja de ubicar ms claramente el momento de su transicin a partir de la entrega del poder, o del derrocamiento, de una dictadura militar o unipersonal. En este contexto, la celebracin de elecciones constituye un hito histrico innegable que inaugura una nueva forma de hacer poltica. Sin embargo, en Mxico la situacin es mucho ms compleja y desafiante.Por ejemplo, el simple hecho de que en el ao 2000 el PAN finalmente hubiera desplazado de la Presidencia de la Repblica al PRI no necesariamente implica la existencia de una verdadera transicin en el pas. A lo largo del siglo XX, tambin hubo una clara alternancia de ideologas y grupos polticos en el poder bajo el cobijo del mismo PRI y sus antecesores.Los dos indicadores ms comnmente utilizados para demostrar la existencia de una transicin democrtica en un pas, la celebracin de elecciones populares y la alternancia en el poder, son entonces de poca utilidad en el caso mexicano. En consecuencia, resulta necesario plantear la hiptesis de que tanto la victoria presidencial del PAN en 2000 como el retorno del PRI en 2012 podran ser solamente dos ejemplos ms del mismo proceso de alternancia autoritaria de siempre. En ese caso, sera un error hablar de una transicin mexicana, y mucho ms de una consolidacin democrtica, ya que estaramos todava dentro del mismo sistema poltico autoritario que ha controlado el pas desde 1929.Pero nuestra conclusin no puede depender solamente de una evaluacin de la identidad partidista y poltica de quien haya ganado la ltima eleccin presidencial. Tambin es necesario evaluar la calidad democrtica del proceso por medio del cual se ha realizado el relevo en el poder. Especficamente: la eleccin presidencial de 2012 fue libre y autntica?Los datos disponibles sugieren que no fue el caso, lo cual confirmara la hiptesis de la inexistencia de una transicin democrtica en Mxico. De acuerdo con organizaciones de la sociedad civil, en 2012 se implement el operativo de compra y coaccin del voto ms grande de la historia de Mxico. Por lo menos 28% de los electores fueron presionados ilegalmente para votar a favor de un candidato en particular, 71% de ellos al candidato del PRI, Pea Nieto. Asimismo, en ms de 20% de las casillas electorales se habra violado la secreca del voto. Y el da despus de la eleccin, miles de personas inundaron supermercados a lo largo y ancho del pas, y sobre todo en el estado de Mxico, donde Pea Nieto haba sido gobernador, para utilizar las tarjetas de dbito que haban recibido a cambio de sus votos el da anterior.La presencia de prcticas de manipulacin y fraude en un nmero tan grande de casillas electorales tiene una enorme importancia, sobre todo cuando se toma en cuenta que la diferencia entre el primero y el segundo lugar en la contienda fue de solo seis puntos porcentuales. Pea Nieto recibi 38% de la votacin, frente a 32% de Andrs Manuel Lpez Obrador, en aquel entonces todava perteneciente al Partido de la Revolucin Democrtica (PRD).Posteriormente, una comisin especial de la Cmara de Diputados revelara que Pea Nieto gast 12 veces ms dinero que el lmite de gasto permitido por la ley. Erog 4.500 millones de pesos (casi 300 millones de dlares), cuando el tope de gasto de campaa era solamente 336 millones de pesos (aproximadamente 26 millones de dlares). Aparentemente, las tarjetas de dbito de supermercados no fueron los nicos incentivos ilegales que utiliz Pea Nieto para conseguir votos. Su campaa tambin reparti tarjetas de un banco desconocido, Monex, para financiar a sus operadores polticos en todo el pas. Y los fondos para estas tarjetas se obtuvieron utilizando un esquema de triangulacin financiera que cubrira cualquier huella tanto de los montos reales manejados como de los orgenes del financiamiento. Fue un esquema de financiamiento ilegal muy similar al que utiliza el crimen organizado para lavar dinero sucio.Adicionalmente, el monitoreo de la cobertura televisiva realizado por el Instituto Federal Electoral (IFE), as como importantes filtraciones periodsticas y estudios independientes revelaron que, efectivamente, hubo un contubernio entre las principales televisoras del pas, en particular Televisa, y la campaa de Pea Nieto. Grandes cantidades de dinero pblico y privado se canalizaron a las televisoras a cambio de la promocin ilegal del candidato del PRI por medio de constantes menciones positivas, supuestamente dentro del contexto de reportajes y anlisis imparciales.Las instituciones electorales, en teora autnomas, tambin tuvieron un comportamiento abiertamente parcial hacia el candidato del PRI. Por ejemplo, en su informe sobre las elecciones de 2012, una comisin de observacin electoral de la Unin Europea critic duramente al IFE por su inaccin frente a la compra y coaccin del voto. Este mismo informe tambin seala numerosas deficiencias en el monitoreo de los medios de comunicacin llevado a cabo por el IFE. Y en un estudio reciente, se ha documentado el comportamiento parcial tanto del IFE como del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federacin (TEPJF) con respecto a la regulacin de la equidad de las campaas electorales en los medios de comunicacin. El IFE y el TEPJF se negaron asimismo a llegar al fondo de las mltiples denuncias con respecto tanto al rebase del tope de campaa como de la posible utilizacin de recursos ilcitos en las elecciones. Con mucha razn, entonces, una gran parte de la poblacin mexicana simplemente no dio crdito a los resultados electorales del 1 de julio de 2012. Los estudios de opinin pblica ms confiables demuestran que al menos 40% de la poblacin estaba convencida de que la eleccin de Pea Nieto no haba sido ni libre ni limpia. Y durante el primer fin de semana despus de las elecciones, decenas de miles de jvenes tomaron las calles para protestar en contra de la imposicin de un candidato a la Presidencia. En contraste, absolutamente nadie sali a las calles para celebrar la victoria de Pea Nieto despus de que anunciaron los resultados la noche del 1 de julio.Es importante recordar que formalmente Mxico cuenta con un sistema muy avanzado de regulacin en materia electoral. Tanto la Constitucin como las leyes electorales lo establecen, y prohben cualquier intervencin en las campaas polticas de parte del sector privado, de las instituciones gubernamentales o de los medios de comunicacin. El marco regulatorio para las elecciones en Mxico es mucho ms cercano al sistema francs que al sistema estadounidense, ya que busca proteger el espacio poltico-electoral como una esfera autnoma y de debate autntico.La Constitucin tambin prohbe cualquier intervencin de los funcionarios pblicos o la utilizacin de recursos pblicos en las campaas electorales. La imposibilidad de la reeleccin inmediata para el mismo cargo facilita la aplicacin de estas prohibiciones. Y si un funcionario pblico o legislador busca competir para otro puesto, debe renunciar primero a su cargo actual.Los actos anticipados de campaa, antes del inicio formal del proceso electoral, tambin estn prohibidos. Y para evitar el abuso de los cargos pblicos con este fin, est prohibido incluir la imagen o la voz del presidente municipal o el gobernador de turno en la difusin de las obras de gobierno. Estas ltimas disposiciones legales tambin fueron violadas de manera consistente por Pea Nieto durante su periodo como gobernador del estado de Mxico entre 2005 y 2011.Pero aun en este contexto de elecciones fuertemente sesgadas a su favor, Pea Nieto solo obtuvo 38,2% de la votacin popular. Un indicador de la reducida legitimidad del nuevo presidente fueron las fuertes manifestaciones juveniles en su contra, tanto durante la campaa como durante el periodo entre la eleccin del 1 de julio de 2012 y la toma de posesin en diciembre.Los primeros dos aos de Pea NietoPea Nieto enfrentaba tres grandes retos al llegar a la Presidencia el 1 de diciembre de 2012. Primero, cumplir sus compromisos respecto de la consolidacin del modelo de desarrollo neoliberal iniciado por su mentor poltico, el ex-presidente Carlos Salinas, durante el sexenio 1988-1994. El asunto clave en esta materia sera la privatizacin de la industria energtica, y en particular la petrolera, para abrir nuevas oportunidades de negocios para las empresas transnacionales. Segundo, acabar con la enorme desconfianza ciudadana en su persona, en su partido y en la calidad democrtica del pas. Y tercero, resolver de alguna manera la grave crisis de seguridad pblica heredada del sexenio de Felipe Caldern, que sum ms de 80.000 muertos y casi 20.000 desaparecidos durante su gestin entre 2006 y 2012.Pea Nieto no solo opt por priorizar el primer reto, sino que decidi subordinar completamente los ltimos dos a l. Orient todos los esfuerzos de su gobierno hacia las llamadas reformas estructurales necesarias para completar la transicin econmica iniciada en 1988. En contraste, con respecto a la legitimidad de su gobierno y la crisis de seguridad pblica, su principales innovaciones fueron estrictamente mediticas y propagandsticas. Modific el discurso gubernamental, al hablar de pragmatismo ideolgico con respecto a la poltica nacional y un nuevo enfoque ms humanista con respecto a la seguridad pblica. Sin embargo, mantuvo la misma lejana de la clase poltica respecto de la sociedad civil y la misma guerra militarizada en contra de la sociedad mexicana que su predecesor.Era previsible entonces que, al no recibir la atencin requerida, tarde o temprano resurgiran los dos asuntos aplazados. Esto es precisamente lo que ocurri durante el otoo de 2014 con las amplias movilizaciones sociales en respuesta al asesinato de seis personas y la desaparicin de 43 estudiantes ms en la ciudad de Iguala, Guerrero, el 26 de septiembre de 2014. Menos de dos meses despus de la promulgacin de las leyes secundarias de la reforma energtica, el 11 de agosto de 2014, tanto la crisis de legitimidad como la crisis de seguridad pblica irrumpieron con fuerza en la escena pblica. Esta doble irrupcin fue particularmente fuerte ya que implic la emergencia de una fuerza que se haba acumulado a lo largo de dos aos.Desde los primeros das de su gobierno, Pea Nieto implement una estrategia doble con el fin de apaciguar y controlar la movilizacin social en su contra. Por un lado, recurri a la cooptacin y la domesticacin de lderes de la oposicin poltica. Esta estrategia lleg al extremo, por ejemplo, de anular el Congreso de la Unin como un espacio de debate plural y de contrapeso al Poder Ejecutivo. Por otro lado, recurri a la represin, el control y la infiltracin sistemtica de los movimientos sociales y de los medios de comunicacin.El llamado Pacto por Mxico fue la estrategia principal de Pea Nieto con respecto a la oposicin poltica. Este pacto traslad los principales debates y negociaciones polticas del Congreso a las oficinas de la Secretara de Gobernacin. Ya no iban a ser los diputados y senadores quienes decidieran de manera transparente y pblica las reformas y las polticas pblicas, sino los lderes clientelares de los partidos polticos detrs de puertas cerradas.Esta estrategia de contencin de la oposicin y de opacidad en las negociaciones clientelares fue precisamente la manera de operar durante dcadas del rgimen del partido de Estado entre 1929 y 2000. En lugar de someter sus propuestas o iniciativas para que pudieran ser debatidas por el Congreso de la Unin, los presidentes autoritarios del PRI se limitaban a entablar consultas con los sectores del partido: el sector campesino, el sector obrero y el sector popular, dentro de un contexto de absoluta opacidad y control desde arriba sobre estas organizaciones sociales.Una de las pocas transformaciones institucionales democrticas ocurridas entre 1997 y 2012 fue precisamente el empoderamiento del Congreso de la Unin como contrapeso del Poder Ejecutivo. Durante ese periodo se aprob una serie de reformas histricas en materia de derechos humanos, transparencia, elecciones, combate a la corrupcin y justicia penal. Asimismo, por primera vez en dcadas, el Congreso interpelaba al presidente durante sus informes y empez a intervenir de manera significativa en la modificacin y la elaboracin del presupuesto federal.El Pacto por Mxico acab con este pequeo pero importante avance democrtico al cancelar en los hechos la funcin democrtica del Congreso. La estrategia fue tan exitosa que la reforma de los histricos artculos 25, 27 y 28 de la Constitucin, que modificara radicalmente la poltica energtica desarrollada durante ms de 70 aos, fue aprobada en diciembre de 2013 por una mayora calificada en ambas cmaras del Congreso as como en la mayora de los 31 congresos locales en un total de solamente diez das y casi sin debate alguno. Algunos congresos aprobaron la propuesta de reforma constitucional en apenas unos segundos.Como contrapartida de la cooptacin de la oposicin poltica, el gobierno de Pea Nieto, junto con sus aliados en los gobiernos estatales y locales, desat una agresiva y violenta campaa en contra de los activistas sociales. Durante su toma de posesin, el 1 de diciembre de 2012, centenares de jvenes fueron brutalmente reprimidos por la fuerza pblica y dos activistas pacficos, Uriel Sandoval y Juan Francisco Kuykendall, resultaron gravemente lesionados. Sandoval perdi un ojo. Kuykendall entr inmediatamente en coma y muri un ao despus como resultado de las heridas sufridas durante la represin policial. Despus de dos relevos de poder presidencial pacficos, en 2000 y 2006, Mxico retorn en 2012 a los relevos sangrientos del poder de antao.Durante los primeros dos aos del gobierno de Pea Nieto, empeor de manera significativa la ya trgica situacin con respecto a los derechos humanos en el pas. Despus de dcadas en las que los mexicanos haban salido a las calles libremente para demostrar su descontento y exigir soluciones a sus problemas, de pronto las marchas callejeras fueron sistemticamente infiltradas por supuestos anarquistas violentos y casi siempre reprimidas por la fuerza pblica. Asimismo, la cantidad de presos polticos aument de manera significativa. Tres casos particularmente llamativos son los de Nestora Salgado en Guerrero, Jos Manuel Mireles en Michoacn y Mario Luna en Sonora. La violencia contra los periodistas tambin aument, con asesinatos y desapariciones de comunicadores. Mltiples estudios internacionales y nacionales han documentado esta grave problemtica.En suma, en lugar de reconocer humildemente el apoyo social minoritario a su gobierno y a sus iniciativas de reforma y jugar con las reglas democrticas, Pea Nieto decidi retornar a las viejas formas de cooptacin y represin autoritaria para apagar el fuego de la resistencia social. Si bien esta estrategia logr aplazar la respuesta durante un tiempo suficiente como para poder aprobar las reformas, no atendi las races de la problemtica de enorme desconfianza y distancia de la sociedad hacia la clase poltica.La crisis en materia de seguridad pblica se desarroll en un sentido similar. Si bien Pea Nieto inici su sexenio enarbolando en el plano discursivo una nueva visin del combate contra el crimen organizado, en realidad continu con la misma estrategia errada iniciada por Caldern, que haba convertido el pas en un bao de sangre. En lugar de fortalecer las instituciones de procuracin de justicia, atacar la corrupcin y retirar las fuerzas militares de las calles, Pea Nieto mantuvo firmemente la misma estrategia de militarizacin y de decapitacin de los principales carteles de la droga.Con su control sobre los medios de comunicacin del pas y sus buenas relaciones con las grandes empresas transnacionales, el presidente mexicano logr desviar la atencin colectiva de cuestiones de seguridad pblica a temas de reforma econmica. Sin embargo, en realidad, la continuacin de las fallidas polticas de Caldern solo empeor la situacin con respecto a la violencia, el crimen y el narcotrfico en Mxico. De acuerdo con cifras oficiales, la situacin de inseguridad se deterior significativamente entre el ltimo ao de Caldern (2012) y el primer ao del gobierno de Pea Nieto (2013).La masacre y desaparicin de los estudiantes normalistas en Iguala el 26 de septiembre de 2014 fue un detonador social tan poderoso precisamente porque revel en un solo acontecimiento el doble fracaso del gobierno de Pea Nieto, tanto en materia de legitimidad social como de seguridad pblica. Los estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero, fueron secuestrados por policas municipales bajo el mando de dos presidentes municipales, de las ciudades de Iguala y Cocula, plenamente aliados a las bandas del narcotrfico en la zona. Luego fueron acribillados en circunstancias an no aclaradas.Sin embargo, la importancia del acontecimiento no se puede reducir al mbito local, ya que, de acuerdo con el marco jurdico mexicano, las autoridades federales son las responsables de prevenir, investigar y castigar delitos graves como el narcotrfico y el crimen organizado. Asimismo, el estado de Guerrero en particular ha sido una zona ocupada por las fuerzas militares federales desde la dcada de 1970, cuando se desarroll all una fuerte movilizacin guerrillera. Y en aos recientes esta presencia se haba fortalecido con una activa participacin de la Polica Federal dentro del Grupo Coordinacin Guerrero, responsable de la organizacin de todas las acciones de seguridad pblica en el estado.El 27o Batalln de Infantera tiene su sede en la ciudad de Iguala. Sin embargo, los militares dejaron pasar ms de tres horas despus del primer ataque a los estudiantes desarmados antes de aparecer en la escena del crimen. Cuando los soldados finalmente llegaron, en lugar de buscar a los victimarios y auxiliar a las vctimas, detuvieron y amenazaron a los propios normalistas. Asimismo, las autoridades estatales y federales dejaron escapar sin interrogacin alguna al presidente municipal de Iguala, Jos Luis Abarca, antes de que el clamor internacional fuera tan grande que tuvieron que investigar a fondo los acontecimientos.La masacre de Iguala revela la profundidad de la infiltracin del Estado por el narcotrfico y la corrupcin, as como el total fracaso de la estrategia de Pea Nieto para combatir al crimen organizado. Pero tambin revela el recrudecimiento de la represin en contra de los activistas y las organizaciones sociales. Los normalistas de Ayotzinapa haban sido uno de los grupos ms activos en sus protestas en contra de las reformas estructurales de Pea Nieto y el Pacto por Mxico. Ya en dos ocasiones anteriores estudiantes normalistas haban sido asesinados por su participacin en protestas polticas en contra del rgimen sin que nadie hubiera sido llevado a la justicia. El activismo poltico de estos estudiantes se explica tanto por la filosofa de educacin crtica y comunitaria que inspira el proyecto de las normales como por el hecho de que la reforma educativa impulsada por Pea Nieto busca eliminar y reducir la importancia de estas escuelas dentro del sistema educativo nacional.La desaparicin de los estudiantes logr entonces unir de un solo golpe a tres importantes grupos sociales indignados: el de las vctimas de la guerra contra las drogas, el de los jvenes que han sido reprimidos por sus protestas en contra de las reformas de Pea Nieto, y el de los maestros que rechazan la reforma educativa. Los tres antecedentes ms importantes fueron el Movimiento por la Paz encabezado por Javier Sicilia durante 2011, el movimiento #YoSoy132 encabezado por los estudiantes de la Universidad Iberoamericana en 2012, y el movimiento de los maestros en 2013. Cada uno de estos movimientos tuvo un impacto importante pero finalmente fue apaciguado o reprimido.A partir de los acontecimientos de Iguala, los tres movimientos anteriores renacieron simultneamente y con una fuerza sin precedentes. En general, el descontento ciudadano que haba estado creciendo durante dos aos sin ninguna salida posible estall de repente con una fuerza que puso todo el sistema poltico en jaque. Esto es lo que explica la increble solidaridad estudiantil, social e internacional con los normalistas, a travs de marchas multitudinarias, paros solidarios en ms de 80 escuelas y facultades en el pas, y protestas en ms de 100 ciudades alrededor del mundo.Escenarios futurosAntes de la explosin social del otoo de 2014, todo pareca indicar que Mxico caminaba tranquilamente hacia la consolidacin de un sistema poltico muy similar al estadounidense. A pesar de las estrictas regulaciones legales en materia electoral en Mxico, a fin de cuentas la eleccin presidencial de Pea Nieto en 2012 se pareci mucho a una para la Presidencia de EEUU. La eleccin no fue decidida por un contraste de ideas o propuestas, sino que fue determinada por los apoyos financieros y las redes de poder poltico y meditico. Y una vez que tom las riendas del poder, el nuevo presidente impuls las reformas solicitadas por los grandes empresarios nacionales e internacionales, sin importar que fueran rechazadas por la mayor parte de la poblacin.Sin embargo, las nuevas movilizaciones a partir de la masacre de Iguala pareceran abonar el camino hacia una transformacin en la clase poltica mexicana al estilo de la mayora de los otros pases de Amrica Latina. El retorno del viejo partido de Estado en Mxico podra generar una respuesta social explosiva que empuje el sistema de regreso a la rbita latino-americana.De acuerdo con el ms recienteLatino-barmetro 2013, solamente 21% de la poblacin mexicana se encuentra satisfecha con el funcionamiento de la democracia. Asimismo, 37% de los encuestados lo que equivale a 43 millones de mexicanos expresa indiferencia entre un rgimen democrtico y uno no democrtico. Esta es, al parecer, la cifra ms elevada que se ha registrado para esta segunda pregunta en cualquiera de los 18 pases incluidos durante los 18 aos de aplicacin de este estudio.Mxico tambin registra la tasa de rechazo a los partidos polticos existentes ms elevada. Un claro indicador de esto mismo es que 45% de la poblacin est convencida de que la democracia puede funcionar sin partidos. Solamente Colombia, Paraguay y Panam se acercan a esta cifra.Algunos analistas lamentan estos datos como indicadores de una supuesta cultura poltica dbil en Mxico. Interpretan la enorme decepcin ciudadana como una seal de indiferencia hacia los procesos democrticos y el repudio generalizado a los partidos como resultado de la ausencia de los valores necesarios para sustentar las instituciones polticas. En realidad, sin embargo, la situacin es precisamente la inversa, y estas cifras son profundamente esperanzadoras. Son reflejo fiel de la sofisticada conciencia crtica y las altas expectativas del pueblo mexicano con respecto al desempeo real del sistema poltico. La mayora de los mexicanos se da cuenta de que efectivamente su democracia no ha generado cambio alguno para las mayoras y aora un nuevo sistema poltico que realmente los tome en cuenta y resuelva sus necesidades bsicas. En medio de tanta simulacin e impunidad, lo preocupante sera que la ciudadana aceptara la realidad tal cual es y confiara ciegamente en la clase poltica, y que no manifestara su insatisfaccin y exigiera un pas mejor.