Lección 19 Las tres grandes fiestas judías

El plan de Dios revelado

En el libro de Deuteronomio 16:16 se dice:

Tres veces cada año aparecerá todo varóntuyo delante de Jehová tu Dios en el lugar queél escogiere.

Estas tres veces fueron: la fiesta de lapascua, la fiesta del pentecostés y la fiesta delos tabernáculos. (Estas tres fiestas fueronllamadas con distintos nombres en diferenteslugares de las Santas Escrituras. Cada unode los nombres de estas fiestas serán consi-derados en su respectiva sección abajo).

Conforme a nuestro calendario, estas tresfiestas se celebraban como sigue:

La pascua en marzo - abril (Abib).

El pentecostés en mayo - junio (Siván).

Los tabernáculos en septiembre - octubre (Tisri).

Observamos que se exigía que todo “varón”fuese a estas fiestas. Hubo ocasiones, como enel caso de Jesús y su madre (Lucas 2:41-43),en que iba toda la familia, aunque según la leyno era obligatorio que asistiese toda la familia.También notamos que si bien la primerapascua (observada en Egipto a propósito de ladécima plaga) fue celebrada en los hogares(Éxodo 12:21-23), la ley dada por medio deMoisés unas cuantas semanas más tarde,estableció que la pascua y demás fiestas delos judíos se observaran en “el lugar queJehová vuestro Dios escogiere.” Ese “lugar”era donde el tabernáculo (más tarde donde eltemplo) estuviera. Después de la conquista deCanaán, fue Silo el lugar donde fue ubicadotemporalmente el tabernáculo (Josué 18:1; 1ºde Samuel 1:3). Más tarde, el tabernáculo fuereemplazado por el templo de Jerusalén. Poreso es que los padres de Jesús fueron a“Jerusalén” a celebrar la fiesta de la pascua.

Además de las tres fiestas mencionadasarriba, también hubo otras fiestas judías,aunque no fue expresamente ordenado quetodo varón viajara a Silo o a Jerusalén paracelebrarlas. Hubo la fiesta de las trompetas(Números 29:1-6). Los judíos tenían doscalendarios: el calendario sagrado y el calen-dario civil. La fiesta de la pascua se encon-traba en el primer mes de su calendariosagrado. Seis meses después, el mismo mesen que caía la fiesta de los tabernáculos,empezaba su año civil (al igual que empieza enotoño el actual año civil judío). La fiesta de lastrompetas fue su forma de celebrar la llegadadel nuevo año civil. También tuvieron la fiestade Purim (Ester 9:20-32) instituida en los díasde Ester para conmemorar la salvación de losjudíos de sus enemigos en su época. La fiestade la dedicación, respecto a la cual leemos enJuan 10:22, fue una fiesta que surgió duranteel período de los cuatrocientos años entreMalaquías y Mateo para conmemorar la rede-dicación del templo por judíos devotosdespués de haber sido profanado por el gober-nante griego Antíoco Epífanes, cuyo cruel odiocontra los judíos fue llevado a su máximainsultante expresión de quemar una marranaen el altar del templo.

Pero, por interesantes que sean las múlti-ples fiestas de los judíos, no debemos darnosel lujo de alejarnos demasiado en esta intro-ducción de la consideración principal de estalección, a saber, las tres principales fiestasanunciadas para este estudio.

I. La fiesta de la pascua.

A. La Primera Fiesta De La Pascua FueCelebrada En Egipto.

Éxodo capítulo 12 habla del propósito deDios de castigar con muerte a todos los

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Lección 19Las tres grandes fiestas judías

Las tres grandes fiestas judías

primogénitos de Egipto. Dios no necesitabauna exhibición de sangre en cada casa de loshebreos para saber cuáles casas eran de loshebreos, pero por razones representativas yquizá para probar la obediencia de todos loshebreos, él les instruyó a preparar y comerun cordero con pan sin levadura y hierbasamargas dentro del lugar donde habíanpuesto la sangre del cordero. Se cumplió lapromesa de que vivirían todos los primogéni-tos de las casas dondequiera que se encon-trara la señal de la sangre, pero la muertevisitó la casa de cada familia egipcia esainolvidable noche. En aquel entonces Dios lesinformó que tal fiesta sería una parte perma-nente de su vida religiosa. En el monte Sinaí,al darles las demás leyes por medio deMoisés, Dios dio instrucciones permanentessobre la observancia de esta fiesta. Lamayoría de las instrucciones dadas por mediode Moisés eran paralelas a la observanciaoriginal en Egipto.

B. Instrucciones tocante a cómo obser-varían la pascua los judíos.

Como hemos visto, hubo un lugar determi-nado para la celebración de esta fiesta: mien-tras existió el tabernáculo, se observó encualquier parte que éste se encontró; y al serreemplazado por el templo, el lugar fueJerusalén.

Dios hizo el calendario sagrado para elpueblo hebreo, principiando su año con suliberación de Egipto. Cuando se estabanhaciendo los preparativos para la décimaplaga y la celebración de la primera pascua,Dios dijo a Moisés y a Aarón:

Este mes os será principio de los meses; paravosotros será éste el primero en los meses delaño (Éxodo 12:2).

En esa primera pascua, tomaron suscorderos desde el día diez de ese mes, losmataron a la puesta del sol del día catorce ylos comieron esa noche, para ellos habría sidoel día 15 del mes (Éxodo 12:3-10). En esaocasión, Dios les indicó que debían comer

pan sin levadura durante una semana (Éxodo12:14-20). De ese modo, la fiesta de la pascuatambién se menciona comúnmente en lasEscrituras como la fiesta de los panes sinlevadura (Lucas 22:1; Deuteronomio 16:16 ymuchas otras citas). De allí en adelante, losisraelitas comenzaban la celebración de supascua el día catorce del primer mes(Números 9:3-5; Josué 5:10). Para los que poralguna razón aceptable a Dios estaban cere-monialmente inmundos, se les permitió cele-brar la pascua un mes después (Números9:6-11). Sin embargo, cualquiera que serehusara a celebrar la pascua debía sercortado del pueblo de Israel (Números 9:13).

En la ocasión de la institución de lapascua, Moisés dijo al pueblo:

Y cuando entréis en la tierra que Jehová osdará, como prometió, guardaréis este rito. Ycuando os dijeren vuestros hijos: ¿Qué es esterito vuestro?, vosotros responderéis: Es lavíctima de la pascua de Jehová, el cual pasópor encima de las casas de los hijos de Israelen Egipto, cuando hirió a los egipcios, y librónuestras casas. Entonces el pueblo se inclinóy adoró (Éxodo 12:25-27).

Al estudiar este tema, es importanteobservar que la palabra “pascua” a veces seusaba en lo que respecta a ese breve períodode tiempo en el que el cordero era matado ycomido; otras ocasiones se usaba conrespecto a toda la fiesta; sin embargo otrasocasiones, sólo se refiere al cordero mismo(tal como cuando menciona “sacrificad lapascua”). A menos que uno tenga en cuentaesta cuidadosa distinción, la última mitad delevangelio de Juan será muy confusa.

C. Cristo es nuestro cordero pascual.

1ª a los Corintios 5:7 dice:

. . . porque nuestra pascua, que es Cristo, yafue sacrificada por nosotros.

¡Qué apropiado! Todos los que estuvieronbajo la sangre del cordero pascual en Egipto

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fueron salvos. Todos los que no se protegieronbajo ella fueron destruidos. Así, todos los quese cubren con la sangre de Jesús tienen lasalvación; todos los que no están bajo esasangre serán destruidos. En realidad elcordero pascual murió en lugar de losprimogénitos, a saber, cualquier familia queno hubiera sacrificado un cordero habríaperdido a su primogénito. Realmente Jesúsmurió en nuestro lugar. De allí en adelanteDios consideró suyo al primogénito. De igualforma, los que hemos sido redimidos delpecado por la sangre de Jesús somos consi-derados propiedad de Dios (Hechos 20:28; 1ªa los Corintios 6:19-20). Al participar de lafiesta de Cristo, nuestra pascua, debemosdesechar la levadura de pecado y de maliciaasí como los hebreos tuvieron que sacar desus casas toda cosa leudada para participarde su fiesta de la pascua (1ª a los Corintios5:7-8).

II. La fiesta de pentecostés.

A. El tiempo de esta fiesta.

Muchos han escuchado que el día depentecostés, en el año que la iglesia fueestablecida, llegó cincuenta días después dela resurrección de Jesús. Eso es correcto, yaunque muchos saben la conclusión, sólounos cuantos pueden realmente probarlo.Veamos cómo se estima la fecha.

Los primeros frutos de sus cultivos estabanempezando a madurar en los días de pascua.Cuando ellos acudían a la fiesta de la pascua,debían traer algo de los primeros granosmaduros. Durante la semana de la pascua,naturalmente habría un día de reposo. SegúnLevítico 23:11-13, al día siguiente de ese díade reposo, el sacerdote debía mecer aquellosprimeros frutos delante de Jehová que todavíaestaban en sus gavillas, debía ofrecerse enholocausto un cordero, se debía ofrecer unaofrenda de harina y también una ofrenda debebida o libación. En Levítico 23:15-16 sedice:

Y contaréis desde el día que sigue al día dereposo, desde el día en que ofrecisteis lagavilla de la ofrenda mecida; siete semanascumplidas serán. Hasta el día siguiente delséptimo día de reposo contaréis cincuentadías; entonces ofreceréis el nuevo grano aJehová.

Si debían empezar a contar cincuenta días,principiando con el día después del reposo dela semana pascual, ellos empezaron con elprimer día de la semana como día númerouno. El siguiente día de reposo sería 7; elsiguiente reposo 14; el siguiente (o tercerreposo) sería 21; el cuarto reposo era 28; elquinto día de reposo, 35; el sexto día dereposo, 42; y el séptimo día de reposo, 49. Porconsiguiente, el quincuagésimo día sería otroprimer día de la semana. Este era el día delpentecostés (que en griego quiere decir “quin-cuagésimo”). Usted también puede ver por quéesa fiesta a veces era llamada “día de las pri-micias de la siega” (Éxodo 34:22; Números28:26), a veces “la fiesta de la siega” (Éxodo23:16) y algunas veces la “fiesta de lassemanas” (Éxodo 34:22).

En vista de que el Señor Jesús resucitó aldía siguiente del día del reposo de la semanade la pascua, que fue día número uno en lacuenta, es evidente por qué los maestros enBiblia han enseñado que el día de pentecostéstanto llegó el primer día de la semana (siem-pre ha sido así) como cincuenta días despuésde la resurrección de Jesús (porque élresucitó el día que se empezaron a contar loscincuenta días).

B. El propósito de esta fiesta anual.

Cuando hubiesen recogido sus cosechas,debían de tener dos cosas en particular porlas cuales tenían que estar agradecidos: porla cosecha misma y porque ya no estabanesclavos en Egipto, sino que ahora teníantierra propia donde trabajar para obtener elfruto de su propio trabajo. Por lo que, estafiesta era de alegría y de acción de gracias aDios, como se describe en Deuteronomio16:10-12:

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Y harás la fiesta solemne de las semanas aJehová tu Dios; de la abundancia voluntariade tu mano será lo que dieres, según Jehovátu Dios te hubiere bendecido. Y te alegrarásdelante de Jehová tu Dios, tú, tu hijo, tu hija,tu siervo, tu sierva, el levita que habitare entus ciudades, y el extranjero, el huérfano y laviuda que estuvieren en medio de ti, en ellugar que Jehová tu Dios hubiere escogidopara poner allí su nombre. Y acuérdate de quefuiste siervo en Egipto; por tanto, guardarás ycumplirás estos estatutos.

La razón por la que asimismo el extran-jero, el huérfano y la viuda se regocijarían eraporque antes de la fiesta se le ordenó alhebreo, que no segara hasta el último rincónde sus campos sino que los dejara para lospobres y los extranjeros (Levítico 23:22).

Muchos también ven un cumplimientosimbólico de las cosas de esta fiesta en elcomienzo del cristianismo. Fue la resurrecciónde Jesús la que realmente obtuvo en formapermanente y por la eternidad los primerosíntegros creyentes en la absoluta deidad deJesús. En estos primeros creyentes se encon-trarían las mujeres que fueron a ver al sepul-cro, los dos hombres a quienes se aparecióJesús yendo a Emaús y los diez apóstoles:todos el día de su resurrección. Estos fueron“los primeros frutos maduros” profetizados dela verdadera cosecha que muy pronto seríarecogida. Luego, cincuenta días después,cuando los judíos estuvieron trayendo susprimeros granos segados a Jehová, losverdaderos primeros frutos de la cosecha delevangelio (tres mil almas - Hechos 2:41) estu-vieron siendo presentados a Dios. Si el razo-namiento arriba es correcto, hay una asom-brosa analogía entre la fiesta de pentecostés yel comienzo del cristianismo del año 30 de laera cristiana.

III. La fiesta de los tabernáculos.

A. El tiempo de esta fiesta.

La norma tocante a esta fiesta segúnLevítico 23:34 indicó el tiempo exacto y laduración de la misma:

A los quince días de este mes séptimo será lafiesta solemne de los tabernáculos a Jehovápor siete días.

La pascua se celebraba el primer mes.Siendo la fiesta de los tabernáculos alséptimo mes, por consiguiente, era seis mesesdespués de la pascua y a la vez eran seismeses antes de la siguiente pascua.

B. El propósito de esta fiesta.

El propósito de esta fiesta era doble. Fueuna fiesta de acción de gracias por las cose-chas del año y también conmemoraba losaños que sus ancestros pasaron en el desiertoviviendo en tiendas o tabernáculos.

Como esta fiesta se celebraba en otoño, yahabían recogido las uvas, los higos, ya sehabía procesado la aceituna y los granos yahabían sido almacenados. Es por eso que sellamaba la “fiesta de la cosecha” a la salidadel año (Éxodo 23:16). En Deuteronomio16:13-15 está implícito el elemento de acciónde gracias:

La fiesta solemne de los tabernáculos haráspor siete días, cuando hayas hecho la cosechade tu era y de tu lagar. Y te alegrarás en tusfiestas solemnes, tú, tu hijo, tu hija, tu siervo,tu sierva, y el levita, el extranjero, el huérfanoy la viuda que viven en tus poblaciones. Sietedías celebrarás fiesta solemne a Jehová tuDios en el lugar que Jehová escogiere; porquete habrá bendecido Jehová tu Dios en todostus frutos, y en toda la obra de tus manos, yestarás verdaderamente alegre.

En conmemoración del peregrinaje de susantepasados por el desierto, ellos habitaronen chozas o cabañas (de allí el nombre “fiestade los tabernáculos”) durante la fiesta:

Y tomaréis el primer día ramas con fruto deárbol hermoso, ramas de palmeras, ramas deárboles frondosos, y sauces de los arroyos, yos regocijaréis delante de Jehová vuestro Diospor siete días. . . En tabernáculos habitaréissiete días; todo natural de Israel habitará entabernáculos, para que sepan vuestros

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descendientes que en tabernáculos hice yohabitar a los hijos de Israel cuando los saquéde la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios(Levítico 23:40, 42-43).

C. En esta fiesta hubo abundantessacrificios.

De las tres fiestas, ésta era acompañadade más sacrificios que las otras. El primer díade la fiesta se ofrecían en holocausto aJehová trece becerros, dos carneros y catorcecorderos (Números 29:13). En el segundo día,la ofrenda por el pecado consistía de docebecerros (uno menos que en el primer día),pero la cantidad de carneros (dos) y decorderos (catorce) era la misma (Números29:17). Cada día de la fiesta, la cantidad decarneros ofrecidos fue dos y de corderosfueron catorce, pero la cantidad de becerrosdisminuía uno por día hasta llegar al últimodía (Números 29:20-32). El octavo día que erael último, se ofrecía un becerro, un carnero ysiete corderos (Números 29:35-36).

Un cuidadoso estudio del capítulo arribacitado (Números 29) también nos dará lainformación en cuanto a las distintas ofren-das de harina y ofrendas por el pecado ofreci-das cada día.

Al estudiar el Nuevo Testamento,numerosas veces nos topamos con las tresfiestas arriba mencionadas. Ya nos hemosreferido al hecho de que los padres de Jesúsiban todos los años a la pascua (Lucas 2:41).Fue en pascua que Jesús a la edad de doceaños, estando en el templo en Jerusalén, dejóperplejos y maravillados a los doctores de laley confundiendo la sabiduría de los hombresy afirmando que en los negocios de su Padrele era necesario estar (Lucas 2:41-49). En laprimera pascua de su ministerio, purificó eltemplo y con eso enfureció a los líderes judíos(Juan 2:13-18). En otra fiesta (sin duda enotra pascua), sanó a un paralítico en elestanque de Betesda y por haberlo hecho endía de reposo, resultó envuelto en una contro-versia con los judíos (Juan 5:1-16). Juancapítulo 7 nos habla de Jesús y sus discípu-

los asistiendo a la fiesta de los tabernáculos.Fue en pascua cuando Jesús fue crucificado(Lucas 22:1—23:33). Fue en la fiesta depentecostés, cuando judíos de todo el mundoconocido en ese entonces estaban juntos enJerusalén, que Jesús proclamó el evangelio einició la iglesia (Hechos 2:1-47). A veces Pablose propuso estar en Jerusalén en alguna deestas fiestas.

Hay muchas cosas muy interesantes sobreestas fiestas. Desempeñaron una parte muyimportante en la vida religiosa de la nación. Ano ser por la continua fiesta sobre cosasespirituales que tenemos los cristianos (notenemos que ir a Jerusalén para adorar—Juan 4:19-24), la única fiesta que tenemos esla celebración de la cena del Señor, pero enlugar de celebrarla una o tres veces al año, secelebra cada día del Señor. Seamos fieles aDios, comiendo y bebiendo a su mesa en sureino (Lucas 22:29-30).

PREGUNTAS

1. Mencione el nombre y dé las fechas delas tres grandes fiestas de los hebreos.

2. ¿En qué lugar debían observarse estasfiestas?

3. Discuta los nombres y la forma deobservarse de las demás fiestas.

4. ¿Dónde fue observada la primerapascua?

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5. ¿Con qué otros nombres se conoce ala pascua?

6. ¿Qué excepciones fueron hechas encuanto a su observancia?

7. Enumere tres maneras en que se usóel término “pascua.”

8. ¿Cómo explica la palabra griega parapentecostés el tiempo en que fue observadaesta fiesta?

9. Enumere otros nombres de esta fiesta.

10. ¿Cuál fue el propósito de la fiesta delpentecostés?

11. ¿Cuál fue el doble propósito de lafiesta de los tabernáculos?

12. ¿Qué otro nombre tiene la fiesta de lostabernáculos?

13. Mencione varios eventos en la vida deJesús que ocurrieron en pascua.

14. Aprender de memoria Lucas 22:29-30.

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Lección 20Israel condenado en el desierto

Dios tuvo en mente una doble bendiciónpara su pueblo. Los libertaría de la esclavitudegipcia y les daría un hogar (una tierra dondefluía leche y miel). Hasta esta parte denuestros estudios, ellos sólo han recibido lamitad de la bendición prometida: habían sidolibrados de la esclavitud egipcia. Podríamosdecir en términos generales que la misericor-dia se puso de manifiesto al librarlos de suaflicción y opresión en Egipto y su bondad

trató de darles la maravillosa tierra deCanaán como hogar.

Al detenerse en el monte Sinaí para recibirla ley, construir y levantar el tabernáculo yhabérseles consagrado un sacerdocio, fueronconducidos directamente a Canaán. EnCades, donde asentaron su campamento,estaban a sólo 80.450 kilómetros deBeerseba, la entrada sur a Canaán. En este


lugar fue donde las cosas dieron un definitivosesgo para ellos.

I. El envío y retorno de los espías.

A. Dios ordenó a Moisés que enviaraespías a reconocer la tierra.

Dios no necesitaba información sobre latierra y sus habitantes. Él sabía todo tocantea Canaán. Evidentemente él quería probar lafe de su pueblo antes de seguir con el cursode acción. Por lo que dijo a Moisés:

Envía tú hombres que reconozcan la tierra deCanaán, la cual yo doy a los hijos de Israel; decada tribu de sus padres enviaréis un varón,cada uno príncipe entre ellos (Números 13:2).

Los doce espías fueron Samúa, Safat,Caleb, Igal, Oseas (también conocido comoJosué), Palti, Gadiel, Gadi, Amiel, Setur,Nahbi y Geuel (Números 13:4-16).

B. Las instrucciones que Moisés les dio.

A estos doce varones Moisés les dio lassiguientes instrucciones:

. . . Subid de aquí al Neguev, y subid al monte,y observad la tierra cómo es, y el pueblo quela habita, si es fuerte o débil, si poco onumeroso; cómo es la tierra habitada, si soncampamentos o plazas fortificadas; y cómo esel terreno, si es fértil o estéril, si en él hayárboles o no; y esforzaos, y tomad del frutodel país. Y era el tiempo de las primeras uvas(Números 13:17-20).

C. Entran a la tierra.

Cuando ellos entraron a la tierra, estabanentrando a la tierra de sus antepasadosAbraham, Isaac y Jacob. ¡Qué afecto y adhe-sión debieron de haberle tenido a esa tierra!Se llevaron cuarenta días recorriendo la tierra(Números 13:25). Era temporada de lasprimeras uvas (Números 13:20). Junto alarroyo de Escol cortaron un sarmiento con unracimo de uvas, cuyo tamaño tiene que estar

indicado en cierto modo por el hecho que lotuvieron que cargar entre dos personas en unpalo (Números 13:23). Ellos también cortarongranadas e higos (Números 13:23). Hallaronla tierra exactamente como Dios se las habíaprometido cuando aún estaban en Egipto(Éxodo 13:5).

D. El informe que dieron.

Cuando regresaron, ellos presentaron elsiguiente informe a Moisés, a Aarón y a todoel pueblo:

Nosotros llegamos a la tierra a la cual nosenviaste, la que ciertamente fluye leche y miel;y este es el fruto de ella. Mas el pueblo quehabita aquella tierra es fuerte, y las ciudadesmuy grandes y fortificadas; y también vimosallí a los hijos de Anac. Amalec habita elNeguev, y el heteo, el jebuseo y el amorreohabitan en el monte, y el cananeo habita juntoal mar, y a la ribera del Jordán (Números13:27-29).

E. Caleb no logra convencerlos.

Caleb, el espía enviado de la tribu deJudá, reconoció que los que moraban aquellatierra eran fuertes, pero comprendía perfecta-mente bien que Dios les había prometido esatierra. Por lo que insistió en que subieran atomar la tierra:

Subamos luego, y tomemos posesión de ella;porque más podremos nosotros que ellos(Números 13:30).

Pero todos los demás espías, exceptoJosué, arguyeron que no podían tomar latierra. Los obstáculos aparentemente mássobresalientes eran los gigantes en la tierra:

No podremos subir contra aquel pueblo,porque es más fuerte que nosotros. Y hablaronmal entre los hijos de Israel, de la tierra quehabían reconocido, diciendo: La tierra pordonde pasamos para reconocerla, es tierraque traga a sus moradores; y todo el puebloque vimos en medio de ella son hombres degrande estatura. También vimos allí gigantes,

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Israel condenado en el desierto

hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramosnosotros, a nuestro parecer, como langostas; yasí les parecíamos a ellos. (Números 13:31-33).

F. La congregación llora y se queja contraMoisés.

El pueblo se desanimó. Todas sus espe-ranzas parecían desvanecerse por los suelosen un solo día. Como de costumbre, cuandolas cosas no salían como querían, se queja-ban contra Moisés:

Y se quejaron contra Moisés y contra Aaróntodos los hijos de Israel; y les dijo toda lamultitud: ¡Ojalá muriéramos en la tierra deEgipto; o en este desierto ojalá muriéramos! ¿Ypor qué nos trae Jehová a esta tierra paracaer a espada, y que nuestras mujeres ynuestros niños sean por presa? ¿No nos seríamejor volvernos a Egipto? Y decían el uno alotro: Designemos un capitán, y volvámonos aEgipto (Números 14:2-4).

G. Casi apedrean a Caleb y a Josué.

A juicio de este escritor, uno de losmejores discursos registrados en la Biblia eséste que se dirigió a esos quejumbrososisraelitas, a los israelitas incrédulos, porJosué y Caleb los dos espías fieles, que sóloes de dos versículos y medio. Escuchémoslo:

La tierra por donde pasamos para reconocerla,es tierra en gran manera buena. Si Jehová seagradare de nosotros, él nos llevará a estatierra, y nos la entregará; tierra que fluyeleche y miel. Por tanto, no seáis rebeldescontra Jehová, ni temáis al pueblo de estatierra, porque nosotros los comeremos comopan; su amparo se ha apartado de ellos, y connosotros está Jehová; no los temáis Números 14:7-9).

¡Qué fe! “Si Jehová se agradare denosotros, él nos la dará.” ¡Qué fe! “Ni temáis alpueblo de esta tierra, porque nosotros loscomeremos como pan; su amparo se haapartado de ellos.” ¡Qué fe! “Con nosotros estáJehová; no los temáis.” Cuarenta años más

tarde, cuando la generación que les siguió aellos entró a la tierra, se probó ser cierto loque Caleb y Josué habían dicho en estaocasión. Sí, ellos tuvieron una gran fe; susoyentes no (la multitud habló de apedrearlos).Ya que ellos tuvieron fe, se les permitió entrara la tierra a pesar de los rebeldes a quieneshablaron, y porque la gente no tuvo fe, fueroncondenados, como veremos en la siguientesección de este estudio.

II. Esa generación fue condenadaa morir en el desierto.

A. Se insultó a Dios.

Dios estaba atestiguando todo lo queestaba pasando y dolorosamente no se agradóde ello. Dijo a Moisés:

¿Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo?¿Hasta cuándo no me creerán, con todas lasseñales que he hecho en medio de ellos? Yolos heriré de mortandad y los destruiré, y a tite pondré sobre gente más grande y másfuerte que ellos (Números 14:11-12).

¡Cuán terrible pecado es la incredulidad!Tantísima gente tiene la idea de que la únicaforma que una persona puede pecar es me-diante alguna acción impía, pero alguienpuede pecar al no creer lo que Dios ha dicho.En esto está el peligro de no creer quenuestros pecados están perdonados cuandose han obedecido los términos para obtener elperdón. En esto se encuentra el peligro de nocreer que Dios contesta las oraciones de sushijos. En esto se halla el peligro de no creerque Dios suplirá las provisiones materialescuando nos entregamos totalmente a lascosas espirituales. ¡Ah, cuán comúnmenteocurre la incredulidad hoy día! De verdad quemuy pocos han escapado totalmente de suefecto paralizador. Cuando venga el Hijo delHombre, ¿hallará fe en la tierra? (Lucas 18:8).

B. Moisés rogó a Dios que no losdestruyera.

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Moisés, bien seguro de lo que Dios sentía,le suplicó como sigue:

Lo oirán luego los egipcios, porque de enmedio de ellos sacaste a este pueblo con tupoder; y lo dirán a los habitantes de estatierra, los cuales han oído que tú, oh Jehová,estabas en medio de este pueblo, que cara acara aparecías tú, oh Jehová, y que tu nubeestaba sobre ellos, y que de día ibas delantede ellos en columna de nube, y de noche encolumna de fuego; y que has hecho morir aeste pueblo como a un solo hombre y lasgentes que hubieren oído tu fama hablarán,diciendo: Por cuanto no pudo Jehová metereste pueblo en la tierra de la cual les habíajurado, los mató en el desierto. Ahora, pues,yo te ruego que sea magnificado el poder delSeñor, como lo hablaste, diciendo: Jehová,tardo para la ira y grande en misericordia, queperdona la iniquidad y la rebelión, aunque deningún modo tendrá por inocente al culpable;que visita la maldad de los padres sobre loshijos hasta los terceros y hasta los cuartos.Perdona ahora la iniquidad de este pueblosegún la grandeza de tu misericordia, y comohas perdonado a este pueblo desde Egiptohasta aquí (Números 14:13-19).

Aunque esta súplica incluía el futuro delpueblo, era Dios quien le preocupaba particu-larmente a Moisés. ¿Qué le sucedería al grannombre de Dios? Esta es la voz de losverdaderos adoradores. Siempre, no es tanto“¿qué hay en cuanto a nosotros?” sino, “¿yqué en cuanto a Dios?” ¡Ah, que la gente seentregara tanto a Dios y a su obra hoy queavanzaría a grandes pasos! Pero muchosestán tan contentos y tranquilos con el“simple hecho que son salvos.” ¡Qué actitudtan falta de espiritualidad! ¡Tan distinto deMoisés! Sí, es muy probable que en el día deljuicio se verá qué tan lejos de la salvaciónestán por falta de una actitud espiritual.

C. En cierta forma Dios fue instado.

Dios escuchó el ruego de Moisés. Dios noquiso desatenderlo totalmente. Pero no se lecerraron todas las salidas para que decidieraentre destruir a todo el pueblo o compadecerse

de todos y de todos modos darles las tierras deCanaán. Estaba decidido que los que habíanpecado serían castigados por su pecado yaunque no iba a aniquilar a toda la nación, noperdonaría a nadie que no había creído que élpodía cumplir sus promesas a los hijos deIsrael. En consecuencia, le dijo a Moisés:

Yo lo he perdonado conforme a tu dicho. Mastan ciertamente como vivo yo, y mi gloria llenatoda la tierra, todos los que vieron mi gloria ymis señales que he hecho en Egipto y en eldesierto, y me han tentado ya diez veces, y nohan oído mi voz, no verán la tierra de la cualjuré a sus padres; no, ninguno de los que mehan irritado la verá. Pero a mi siervo Caleb,por cuanto hubo en él otro espíritu, y decidió iren pos de mí, yo le meteré en la tierra dondeentró, y su descendencia la tendrá enposesión (Números 14:20-24).

Luego dijo a Moisés y a Aarón que entre-garan el siguiente mensaje a la congregación:

Vivo yo, dice Jehová, que según habéishablado a mis oídos, así haré yo con vosotros.En este desierto caerán vuestros cuerpos, todoel número de los que fueron contados de entrevosotros, de veinte años arriba, los cuales hanmurmurado contra mí. Vosotros a la verdad noentraréis en la tierra, por la cual alcé mi manoy juré que os haría habitar en ella; excep-tuando a Caleb hijo de Jefone, y a Josué hijode Nun. Pero a vuestros niños, de los cualesdijisteis que serían por presa, yo los intro-duciré, y ellos conocerán la tierra que vosotrosdespreciasteis. En cuanto a vosotros, vuestroscuerpos caerán en este desierto. Y vuestroshijos andarán pastoreando en el desiertocuarenta años, y ellos llevarán vuestrasrebeldías, hasta que vuestros cuerpos seanconsumidos en el desierto. Conforme alnúmero de los días, de los cuarenta días enque reconocisteis la tierra, llevaréis vuestrasiniquidades cuarenta años, un año por cadadía; y conoceréis mi castigo. Yo Jehová hehablado; así haré a toda esta multitudperversa que se ha juntado contra mí; en estedesierto serán consumidos, y ahí morirán(Números 14:28-35).

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Israel condenado en el desierto

Dios lo dijo y habló en serio. Todo lo quedijo se realizó.

Cuando Dios se hizo cargo de esto y matócon una plaga a los diez espías incrédulos(Números 14:36-37), el pueblo pudo ver quese habían equivocado. En consecuencia, selevantaron a la mañana siguiente dispuestosa continuar hacia Canaán. Dijeron:

Henos aquí para subir al lugar del cual hahablado Jehová; porque hemos pecado(Números 14:40).

¡Cuán infantiles! ¡Cuán ligeros o fútiles!Evidentemente pensaron que podíanpersuadir a Dios que les mostrara más miseri-cordia. Ya que él los había aguantado antes,pensaron que la misericordia de él todavía eragrande hacia ellos. Pero no era así. Dios habíajurado que ellos no entrarían a la tierra y él nocambiaría su decreto. Además, él vigilaría queellos no entraran. En consecuencia, cuandoellos hicieron caso omiso de lo que Moisés lesdijo que no subieran al monte porque Dios noestaba con ellos (Números 14:42), fueroncruelmente derrotados por los amalecitas y loscananeos (Números 14:43-45). Razonaron queno irían a la guerra cuando Dios estaba conellos, sino que irían al ataque ahora que él sehabía apartado de ellos.

III. El Nuevo Testamento emplea estahistoria para exhortarnos.

A. Necesita corregirse el razonamiento dealgunas personas.

Hay personas que enseñan que el cristianono puede perderse no importa lo que haga.Estas personas dicen que si alguien fue unavez hijo de Dios, no hay ningún peligro posi-ble de que él llegue a perderse. Pero tal razo-namiento no puede sostenerse al estudiar 1ªa los Corintios 10:1-12 y Hebreos 3 y 4(además de otros pasajes bien conocidos delas Escrituras). Para corregir tal idea,Hebreos 3 y 4 usa la mismísima narraciónanalizada en esta lección. Veámosla.

B. Consideración de Hebreos 3 y 4.

Al hablar de los israelitas en el desierto, elescritor de Hebreos señaló:

A causa de lo cual me disgusté contra esageneración, y dije: Siempre andan vagando ensu corazón, y no han conocido mis caminos.Por tanto, juré en mi ira: No entrarán en mireposo (Hebreos 3:10-11).

Precisamente los siguientes versículoscontinúan con una advertencia basada en lode arriba:

Mirad, hermanos (nótese que está escribiendoa cristianos), que no haya en ninguno devosotros corazón malo de incredulidad paraapartarse del Dios vivo; antes exhortaos losunos a los otros cada día, entre tanto que sedice: Hoy; para que ninguno de vosotros seendurezca por el engaño del pecado. Porquesomos hechos participantes de Cristo, con talque retengamos firme hasta el fin nuestraconfianza del principio (Hebreos 3:12-14).

Al recordar a aquellos israelitas, el escritorde Hebreos continuó:

¿Y con quiénes estuvo él disgustado cuarentaaños? ¿No fue con los que pecaron, cuyoscuerpos cayeron en el desierto? ¿Y a quiénesjuró que no entrarían en su reposo, sino aaquellos que desobedecieron? Y vemos que nopudieron entrar a causa de incredulidad(Hebreos 3:17-19).

Ahora préstese atención cómo empieza elsiguiente capítulo:

Temamos (los cristianos hoy), pues, no seaque permaneciendo aún la promesa de entraren su reposo (lo que se nos ha prometido),alguno de vosotros parezca no haberlo alcan-zado (Hebreos 4:1).

Había el peligro de que muchos cristianoshebreos, por apartarse de su fe en el Mesíasde Dios, se estaban perdiendo las buenasnuevas del reposo celestial que Dios le habíaprometido. El escritor los estaba instando conexhortación tras exhortación. ¡Qué inútil si

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perdían su herencia celestial por recaer y pordesobediencia o incredulidad. A manera decierre de este pensamiento, nótese lo que dijoen Hebreos 4:11:

Procuremos, pues, entrar en aquel reposo,para que ninguno caiga en semejante ejemplode desobediencia.

Dios los sacó de Egipto, pero no los intro-dujo a Canaán. El Nuevo Testamento muestraque él puede salvarnos de nuestra pasadaesclavitud en el pecado, pero si no perseve-ramos en verdad y fidelidad en Cristo, nuncaentraremos al cielo (el antitipo de Canaánpara los hebreos).

PREGUNTAS

1. ¿De qué lugar envió Moisés los espíasa Canaán?

2. ¿Cuántos espías fueron enviados?

3. ¿Cómo fueron escogidos los espías?

4. ¿Por qué fueron enviados?

5. ¿Cuánto tiempo se demoraron en latierra de Canaán?

6. ¿Qué informaron a su regreso?

7. Narre la reacción del pueblo al oír elinforme de los espías.

8. ¿Qué le respondieron a la gente Caleby Josué?

9. Dé la esencia del castigo que Diosimpuso por la incredulidad de su pueblo.

10. ¿Qué fue lo que dio lugar a queMoisés revelara su preocupación?

11. ¿Qué contestó Dios al ruego deMoisés?

12. ¿Cuál gente iba a entrar a Canaán?

13. ¿Cómo determinó Dios el tiempo fijadopara que el pueblo anduviera en el desierto?

14. ¿Qué le ocurrió a los diez espías incré-dulos?

15. Después de esto, ¿qué hizo el puebloque nuevamente la ira de Dios cayera sobreellos?

16. Dé las referencias en el NuevoTestamento relacionadas con la posibilidad deque caigamos de la gracia de Dios como lohizo Israel.

17. Aprender de memoria Hebreos 3:12-13.

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La conquista al mando de Josué

Ocurrieron muchos incidentes intere-santes y angustiosos durante los cuarentaaños en sus peregrinaciones en el desierto. Ellibro de Números (así titulado porque en suprimera parte contiene la cantidad de genera-ciones que salieron de Egipto y el capítulo 26contiene la cifra de la nueva generación queentraría a Canaán) nos proporciona lo queaconteció durante esos cuarenta años. Lapaciencia tanto de Dios como de Moisésfueron sumamente probadas en múltiplesocasiones en esos años. Fastidiado de loscontinuos quejumbres de los israelitas, enuna ocasión Moisés se refirió a ellos comobebés que maman a quienes hay que llevaren su seno (Números 11:10-12). El composi-tor del canto “Debo Decirle A Cristo” seinspiró en las siguientes palabras de Moisés:

No puedo yo solo soportar a todo este pueblo,que me es pesado en demasía (Números11:14).

Indudablemente ellos no fueron más difí-ciles contra Moisés que contra Dios. Cada vezmás durante esos cuarenta años, Dios tuvotoda la razón en confirmar la rectitud de sujuramento de excluir a esa generación deCanaán. Qué apropiada descripción tocante aellos da Hebreos 3:10:

Siempre andan vagando en su corazón, y nohan conocido mis caminos.

El presente estudio empieza en algunaparte de la última mitad de este período en eldesierto.

I. Preparándose para la conquista.

A. Josué escogido para suceder a Moisésen el liderazgo.

En una de esas ocasiones cuando secolmó la paciencia de Moisés, él (y Aarón conél) cometió un grave pecado. Pero toda injus-ticia es pecado (1ª de Juan 5:17) ya sea quese lleve a cabo en momentos de debilidad o sehaga deliberadamente. Apenas habían sepul-tado a su hermana María cuando la gente sejuntó contra él y contra Aarón porque notenían agua. En un arrebato de cólera,Moisés golpeó la peña dos veces, y dijo:

¡Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemos de hacersalir aguas de esta peña? (Números 20:10).

Aunque el incidente se narra en sólo unascuantas oraciones, dejando en nuestrasmentes algunas preguntas, sabemos queMoisés y Aarón (quien necesariamente fueenvuelto, según el registro) no creyeron y setraslimitaron no dando la gloria debida a Diospor la salida del agua de la peña. En conse-cuencia Dios dijo a ambos:

Por cuanto no creísteis en mí, para santifi-carme delante de los hijos de Israel, por tanto,no meteréis esta congregación en la tierra queles he dado (Números 20:12).

Sin duda que Dios no ve la posición social,económica, política o religiosa de las personas,es decir, él no hace acepción de personas.Cuando un justo peca, Dios toma nota y tratacon tal persona como corresponde (Ezequiel18:24). Aunque Moisés había sido tan buenoen todo desde el principio, Dios no le pasó poralto el error cometido en la peña en Cades.¡Cuán descorazonados debieron haber estadoMoisés y Aarón! ¡Cuán cabisbajos y abatidos!Pero Dios no cambiaría su decisión. Moisés lecontó a la nueva generación lo mismo que lehabía dicho a Dios en la referida ocasión:

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Lección 21La conquista al mando de Josué


Señor Jehová, tú has comenzado a mostrar atu siervo tu grandeza, y tu mano poderosa;porque ¿qué Dios hay en el cielo ni en la tierraque haga obras y proezas como las tuyas?Pase yo, te ruego, y vea aquella tierra buenaque está más allá del Jordán, aquel buenmonte, y el Líbano (Deuteronomio 3:24-25).

Es evidente que Moisés suplicó así variasveces a Jehová, porque Dios le dijo:

Basta, no me hables más de este asunto(Deuteronomio 3:26).

En vez de que Moisés liderease al pueblo ala tierra, Dios escogió a Josué. Dios le dijo aMoisés:

Y manda a Josué, y anímalo, y fortalécelo;porque él ha de pasar delante de este pueblo,y él les hará heredar la tierra que verás(Deuteronomio 3:28).

Este Josué había sido su comandantemilitar (Éxodo 17:9), había estado con Moisésen el monte cuando se les dio la ley (Éxodo24:13) y fue uno de los dos espías fieles(Números 13:8, 16).

B. Las instrucciones de Moisés a la nuevageneración.

La palabra “Deuteronomio” se forma de“deuteros” (segundo). y “nomos” (ley). El librode Deuteronomio ha sido denominado asíporque contiene un registro de la repeticiónque Moisés hizo de muchas leyes a la nuevageneración que se disponía a entrar aCanaán. Muchos capítulos del libro estánconsumidos con esta repetición de la ley. Estoexplica por qué hay dos relatos de los diezmandamientos en el Antiguo Testamento(Éxodo 20 y Deuteronomio 5).

En Deuteronomio, Moisés también lescontó la historia de sus antepasados,recordándoles por qué les había negado Diosa sus padres darles la entrada a Canaán. Alrecordarles la bondad de Dios sobre ellos,Moisés incluyó la interesante información que

Dios no había permitido que sus vestidos segastaran durante esos cuarenta años(Deuteronomio 8:4).

Moisés les mandó que cuando tomaranposesión de la tierra no emparentaran con losque allí moraban, sino que los destruyerandel todo a ellos y a sus ídolos (Deuteronomio7:1-5). También les instruyó a que escribieranlas leyes de Dios en piedras revocadas concal, las cuales debían levantar en el monteEbal (Deuteronomio 27:2-4).

Moisés también les dio las siguientesadvertencias apropiadas:

Cuando Jehová tu Dios te haya introducido enla tierra que juró a tus padres Abraham, Isaacy Jacob que te daría, en ciudades grandes ybuenas que tú no edificaste, y casas llenas detodo bien, que tú no llenaste, y cisternascavadas que tú no cavaste, viñas y olivaresque no plantaste, y luego que comas y tesacies, cuídate de no olvidarte de Jehová, quete sacó de la tierra de Egipto, de casa deservidumbre (Deuteronomio 6:10-12).

C. Moisés vio de lejos la tierra y murió.

El último capítulo de Deuteronomioempieza con estas palabras:

Subió Moisés de los campos de Moab al monteNebo, a la cumbre de Pisga, que está enfrentede Jericó; y le mostró Jehová toda la tierra deGalaad hasta Dan, todo Neftalí, y la tierra deEfraín y de Manasés, toda la tierra de Judáhasta el mar occidental; el Neguev y lallanura, la vega de Jericó, ciudad de laspalmeras, hasta Zoar. Y le dijo Jehová: Estaes la tierra que juré a Abraham, a Isaac y aJacob, diciendo: A tu descendencia la daré. Tehe permitido verla con tus ojos, mas nopasarás allá (Deuteronomio 34:1-4).

Los versículos que siguen dicen queMoisés murió allí y que Jehová lo enterró enun lugar desconocido hasta hoy; siendoMoisés en ese entonces de 120 años de edad,tenía su vista todavía en buen estado y noperdió su vigor. En el versículo 9 de la carta

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de Judas se hace una extraña referencia aque el arcángel Miguel disputó con el diablopor el cuerpo de Moisés. La Biblia no nosilumina más sobre esta disputa, pues estebreve pasaje en Judas es la única referenciasobre eso. El hecho de que Moisés apareció“en gloria” con Jesús en el monte de la trans-figuración (Lucas 9:28-31) parecería indicarque Dios cumplió su palabra de no introducira Moisés a Canaán, pero que en el transcursoentre el pecado de Moisés en la peña y sumuerte posiblemente sí se puso en paz conDios de modo que su no admisión a Canaánno necesariamente signifique que no tengaadmisión en el cielo. La inesperada muertesúbita tal vez sea física y mentalmentedeseable, pero estar enterado de la aproxi-mación de la muerte tiene algunas ventajasespirituales, de las cuales Moisés probable-mente echó mano para su salvación final.

D. Dos espías enviados a la tierra.

Josué envió dos espías al otro lado del ríoJordán a la ciudad de Jericó para reconocerlao escudriñarla. Esta era la primera ciudadque sería conquistada. Rahab, frecuente-mente mencionada como la ramera, escondiódel rey de Jericó a los espías, quien losbuscaba, porque ella creyó que Dios habíadado su ciudad al pueblo de Israel:

Sé que Jehová os ha dado esta tierra; porqueel temor de vosotros ha caído sobre nosotros,y todos los moradores del país ya handesmayado por causa de vosotros (Josué 2:9).

Su temor hacia el pueblo de Israel sebasaba en la forma en que Dios había secadoel Mar Rojo delante de ellos y cómo los habíalibrado de las manos de otros pueblos (Josué2:10-11). ¡Qué equivocados habían estado losespías incrédulos! Ellos se atemorizaron delos moradores de la tierra, pero en realidadera la gente de la tierra la que temía a Israel.Por esconder a los espías, la ramera pidiómisericordia para su familia cuando ellosdestruyeran la ciudad (Josué 2:12-13). Losespías accedieron a ello si ella amarraba sucordón de grana [color rojo] en su ventana

(probablemente para identificar la casa ytambién es posible que pudo haber unsímbolo envuelto en él) con toda su familiareunida dentro para cuando ellos atacaran(Josué 2:14-19). Cuando estos espías regre-saron a Josué, le dijeron que todos losmoradores del país estaban impresionadísi-mos de temor hacia ellos, así que Josué sedispuso a entrar a conquistar la tierra.

II. La conquista en sí.

A. Los israelitas pasan el Río Jordán.

Era tiempo en que el Jordán se desbor-daba (Josué 3:15; 4:18). Los sacerdotes ibandelante, llevando el arca del pacto. Al tocarsus pies el agua, Dios detuvo las aguas quevenían arriba, apilándolas como en unmontón. Los sacerdotes se pararon en mediodel lecho del río mientras el pueblo mar-chaba en fila hacia el otro lado. Un hombrede cada una de las doce tribus tomó unapiedra de en medio del Jordán, del lugardonde estuvieron firmes los pies de los sacer-dotes mientras los hijos de Israel cruzaban elrío. Estas piedras se usaron para levantar unmonumento al oeste del Jordán en Gilgal,para que cuando las futuras generacionespreguntaran sobre el significado de estaspiedras, se les dijera del milagroso paso delJordán por el pueblo de Israel. TambiénJosué levantó doce piedras en medio dellecho del río donde los sacerdotes estuvieronparados. Luego que los sacerdotes subierondel río, las aguas del Jordán se volvieron asu lugar, corriendo como antes sobre todoslos bordes. Los hechos arriba narrados seencuentran en Josué capítulos 3 y 4.

B. El maná cesó.

Durante sus años en el desierto, losisraelitas no podían hacer mucho en cuanto aabastecerse de sus propios alimentos. Así queDios hizo por ellos lo que ellos no podíanhacer por sí mismos. Les dio maná para quese alimentaran. Pero ahora que ya se encon-traban en una tierra de abundancia, todo fue

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diferente. Dios les retiró el maná (Josué 5:12).Les había prometido esta tierra y si ellos nosalían a conquistarla con la ayuda de Dios,sería culpa de ellos si se morían de hambre.

C. La captura de Jericó.

Dios volvió a asegurarle a Josué su pre-sencia y su asistencia cuando hizo que se leapareciera el Príncipe del ejército de Jehová(Josué 5:13-15). En esos días totalmentellenos de terror, todo Jericó permaneciódentro de los muros de la ciudad (Josué 6:1).Para tomar la ciudad se empleó una estrate-gia militar totalmente inusual. Sin duda, estoera para asegurarle a la gente que era Diosquien hacía posible la victoria y no su propiométodo o avance militar. La estrategia era quecada guerrero marchara alrededor de laciudad una vez al día durante seis días. Peroel séptimo día, iban a darle vuelta a la ciudadsiete veces. Los siete sacerdotes que ibandelante del arca del pacto tocarían entoncessus trompetas y todo el pueblo habría degritar. El muro se derrumbaría y todos debíanavanzar sobre esos muros destruidos. Lasórdenes fueron que mataran a todas laspersonas con todos los animales, excepto aRahab la ramera con su familia que estuvieraen casa con ella, pero la plata, el oro y losutensilios de bronce y de hierro seconsagrarían a Jehová. Nadie debía tomarnada para sí. Todo lo anterior se nos dice enJosué capítulo 6. Todo resultó de acuerdo alas órdenes y tal cual se prometió. Es intere-sante notar que Rahab la ramera llegó aformar parte del pueblo de Israel (Josué 6:25)y llegó a ser una antepasada de Jesús(Hebreos 11:31; Santiago 2:25; Mateo 1:5, 6).

Los incrédulos han procurado demostrarque la Biblia está en un error sobre la base deque sería imposible que un pueblo rodee sieteveces a pie una ciudad en un día. Si biensería cierto respecto de nuestras ciudadesmodernas, pero la arqueología ha descubiertoque los muros de Jericó sólo encerraban unasuperficie como de tres hectáreas. Esta exten-sión era mucho más chica que nuestros

pueblitos. La ciudad era una fortaleza militaren la que el pueblo se apiñaba para prote-gerse. Así que no cubrió una área muyextensa. Por eso fue del todo posible que lossoldados la rodearan siete veces en un día.

Además de lo anterior, la arqueología harevelado por las ruinas de los muros quehubo una parte del muro que no cayó: la casade Rahab. Las Escrituras también afirmanque consumieron con fuego la ciudad (Josué6:24). John Garstang, quien excavó lasruinas de Jericó a principios de los añostreinta de este siglo (XX), encontró unaprofunda capa de escombros quemados,restos mortales del fuego que le pusieronJosué y sus hombres.

Josué pronunció maldición contracualquiera que reconstruyera la ciudad:

Maldito delante de Jehová el hombre que selevantare y reedificare esta ciudad de Jericó.Sobre su primogénito eche los cimientos deella, y sobre su hijo menor asiente sus puertas(Josué 6:26).

Alrededor de quinientos años más tarde,un hombre llamado Hiel de Bet-el reedificó aJericó. A precio de la vida de Abiram suprimogénito echó el cimiento, y a precio de lavida de Segub su hijo menor puso sus puer-tas, tal cual lo había hablado Josué (1º deReyes 16:34).

D. El ejército huye delante de Hai y elpueblo de israel desfallece.

La ciudad de Hai era mucho más pequeñaque Jericó. Sólo un reducido ejército fue en-viado para tomarla. Pero los hombres de Haise levantaron y sorprendieron a los israelitascon una asombrosa derrota. ¿Qué estabamal? Josué acudió en oración a Dios sobreeste asunto. Dios le dijo que había pecado enel campamento. Dios lo envió a buscar alpecador. El culpable resultó ser un hombrellamado Acán; y su pecado consistía en queeste hombre había tomado y escondido unmanto babilónico muy bueno, y doscientos

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siclos de plata, y un lingote de oro de peso decincuenta siclos en la batalla contra Jericó.Todo esto debía estar dedicado a Jehová. Diosestaba disgustado con tal ambición y su irano se apartaría del pueblo hasta que no sehubiesen deshecho del pecador. Esta era otralección que Israel necesitaba conocer y recor-dar. En consecuencia, Acán fue apedreadocon toda su familia y quemados con todassus pertenencias. Josué capítulo 7 enumeralos diversos detalles de la derrota sufrida enla batalla contra los de Hai. El capítulo ochonos da un interesante relato de la victoria deIsrael sobre Hai en su siguiente intento.

E. Josué conquistó hasta donde pudohacerlo.

Los capítulos 9 al 12 de Josué registranlas demás conquistas de Josué. CuandoJosué hubo envejecido, todavía quedabamucha tierra por poseer (Josué 13:1).Durante todos sus años de liderato Josuéhabía sido fiel a las instrucciones de Dios encuanto a la conquista (Josué 11:15). Cuandola conquista había llegado hasta donde lasfuerzas del liderazgo de Josué lo habíanlogrado, la tierra de Canaán fue repartidaconforme al número de tribus (capítulos 13—22 de Josué). De allí en adelante, cada tribudebía conquistar su propio territorio en loparticular (vea Jueces capítulo 1). Casi todaslas Biblias tienen un mapa de cómo se repar-tió la tierra de Canaán entre las tribus.Observe en el mapa de su Biblia que Rubén,Gad y Manasés se asentaron al oriente del ríoJordán. (En realidad sólo media tribu deManasés fue asentada al oriente del Jordán.Nótese la otra superficie dotada a Manasés alponiente del río Jordán). Las dos tribus ymedia le habían pedido a Moisés que les dieraen heredad esa parte de la tierra al orienteporque esa tierra de Galaad tenía muy buenapastura (Números 32:1-5). Moisés les habíaprometido dárselas siempre y cuando ellosfueran delante en la conquista de Canaán(Números 32:20-22). Ellos habían sido fieles ala palabra que le habían dado a Moisés. Enconsecuencia, cuando Josué repartió la

tierra, les dio Galaad (Josué 13:15-32). Siobserva un mapa, verá que a la tribu de Levíno se le dotó de tierras. Esto fue conforme alas instrucciones que Dios le dio a Moisés quelos levitas no tendrían parte en el reparto dela tierra, sino que iban a recibir la décimaparte de todo lo que las demás tribus produ-jeran, por su servicio sacerdotal en beneficiode ellas (Números 18:20-22).

Josué fue un gran líder, sumamenteobediente a Dios, que vivió una vida extraor-dinaria. Murió a la edad de 110 años y fuesepultado en los límites de su heredad (Josué24:29-30). La influencia de su vida santa seevidencia en estas palabras de despedida encuanto a él:

Y sirvió Israel a Jehová todo el tiempo deJosué, y todo el tiempo de los ancianos quesobrevivieron a Josué y que sabían todas lasobras que Jehová había hecho por Israel(Josué 24:31).

Había sido fiel a todas las órdenes inicialesque Dios le dio cuando murió Moisés:

Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, leván-tate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo,a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel.Yo os he entregado, como lo había dicho aMoisés, todo lugar que pisare la planta devuestro pie. Desde el desierto y el Líbano hastael gran río Eufrates, toda la tierra de los heteoshasta el gran mar donde se pone el sol, serávuestro territorio. Nadie te podrá hacer frenteen todos los días de tu vida; como estuve conMoisés, estaré contigo; no te dejaré, ni tedesampararé. Esfuérzate y sé valiente; porquetú repartirás a este pueblo por heredad la tierrade la cual juré a sus padres que la daría aellos. Solamente esfuérzate y sé muy valiente,para cuidar de hacer conforme a toda la ley quemi siervo Moisés te mandó; no te apartes deella ni a diestra ni a siniestra, para que seasprosperado en todas las cosas que emprendas.Nunca se apartará de tu boca este libro de laley, sino que de día y de noche meditarás en él,para que guardes y hagas conforme a todo loque en él está escrito; porque entonces harásprosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Miraque te mando que te esfuerces y seas valiente;

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no temas ni desmayes, porque Jehová tu Diosestará contigo en dondequiera que vayas(Josué 1:2-9).

¡Que Dios multiplique la tribu de Josué!

PREGUNTAS

1. ¿Por qué se llama así el libro deNúmeros?

2. ¿Por qué fue escogido un nuevo líderpara el pueblo de Dios?

3. ¿A quién se escogió?

4. Mencione algunas asociaciones ante-riores de este líder con los israelitas y Moisés.

5. Descomponiendo la palabra“Deuteronomio”, dé su significado.

6. Además de las leyes, ¿qué más seincluye en el libro de Deuteronomio?

7. Enumere las instrucciones finales deMoisés al pueblo.

8. ¿Dónde murió Moisés?

9. Relate brevemente la entrada de losdos espías a Jericó.

10. Describa el paso del río Jordán.

11. ¿Qué importante provisión de Dios lesfue retirada después que el pueblo de Israelpasó el río Jordán? ¿Por qué?

12. Dé pruebas contra los argumentos delos incrédulos en cuanto a la imposibilidad dela captura de Jericó.

13. Dé las razones de los arqueólogos dela ruina de los muros e incendio después queJericó fue tomado.

14. ¿Qué evidencia tenemos confirmandola autoridad de Dios en cuanto a la recon-strucción de Jericó?

15. ¿Por qué no pudo capturar inicial-mente el pueblo de Israel a Hai?

16. ¿Cómo se repartió la tierra en la vejezde Josué?

17. ¿De qué edad murió Josué?

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La época de los Jueces

Moisés había guiado a los hijos de Israeldurante los primeros cuarenta años de suhistoria nacional. Josué fue llamado paraguiarlos luego de la muerte de Moisés. Deesta manera, desde la salida de Egipto hastala muerte de Josué, tuvieron un líder quetrabajó para mantener unida a la nación. Larepartición de la tierra entre las tribus sólocontribuyó a desorganizar al pueblo ya quecada uno tomó su propio camino para ir aposeer la heredad que se le había asignado,cuya única cosa central representativa fue elsitio de su tabernáculo en Silo al cual ibanpara celebrar las fiestas durante el año.

Sin embargo, de lo antes dicho no debeconcluirse que el pueblo de Israel se hayaquedado totalmente desprovisto de algúnplan por parte de Dios. Si ellos hubiesencumplido con la voluntad de Dios, se leshabría cuidado tan adecuadamente, cadatribu morando feliz y santamente con supropia posesión que el pueblo de Israel habíaobtenido bajo Moisés y Josué. Pero ellos noobedecieron a la voluntad de Dios y la mismatriste historia tocante al pecado, que tanto hacaracterizado a los hombres y a las nacionesa través de los anales del tiempo, se repitióuna vez más para pesar, sufrimiento yconsternación del pueblo.

I. El mandamiento queel pueblo de Israel no obedeció.

A. El mandamiento de Dios sobre la genteen Canaán.

Moisés le dijo a la nueva generación:

y Jehová tu Dios las haya entregado delantede ti, y las hayas derrotado, las destruirás deltodo; no harás con ellas alianza, ni tendrás deellas misericordia (Deuteronomio 7:2).

Este mandamiento de destruir a toda lagente de esas naciones fue repetido una yotra vez.

B. La espantosa religión de los cananeos.

Algunas personas se han propuestocriticar el mandamiento de destruir a esospueblos, pero al considerarse la depravaciónde la religión de ellos y que Dios quiso evitarleal pueblo de Israel que se enredara en ella, noes de extrañarse que Dios mandara que todaesa gente fuese destruida sin misericordia. El“Compendio Manual de la Biblia” por HenryH. Halley nos da ciertos datos valiosos encuanto a la religión de los cananeos: “Baal erasu dios principal, y su esposa Astoret la prin-cipal diosa. Esta era la personificación delprincipio reproductivo en la naturaleza. Istarera su nombre babilónico; Astarté su nombregriego y romano. Baalim, plural de Baal, eranimágenes de Baal y Astarot el plural deAstoret. El símbolo de Asera [traducido‘bosque’ en la antigua versión de Reina-Valera]era un poste o vara sagrada, tronco de árbol ocono de piedra que representaba a la diosa.Los templos de Baal y de Astoret generalmentese hallaban juntos. Las sacerdotisas eranprostitutas de los templos. Los sodomitas eranprostitutos de los templos. La adoración deBaal, Astoret y demás dioses cananeosconsistía de las más extravagantes orgías; sustemplos eran centros de vicio . . . En lasexcavaciones hechas en 1904-1909 en Gezer,Macalister del Fondo para la Exploración dePalestina, halló en el estrato cananeo, quehabía precedido a la ocupación israelitaalrededor del año 1500 a. de C., las ruinas deun ‘lugar alto’ que había sido un templo endonde se adoraba al dios Baal y a la diosaAstoret (Astarté). Era un recinto de 45.00metros por 36.00 metros, circuido de un murosin techo, donde los moradores celebraban

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Lección 22La época de los jueces


sus fiestas religiosas. Dentro de los muroshabía diez columnas rústicas de piedra de1.50 metros hasta 3.30 metros de altura,delante de las cuales se ofrecían los sacrifi-cios. Debajo de los escombros de este ‘lugaralto’, Macalister halló gran cantidad de urnasque contenían los restos de niños que habíansido sacrificados a Baal. Todo el recinto enteroresultó ser un cementerio de niños reciénnacidos. Otra horrenda costumbre era la delos ‘sacrificios de los cimientos.’ Cuando habíaque construir una casa, se sacrificaba a unniño cuyo cuerpo era sepultado entre las pare-des, para traer buena suerte al resto de lafamilia. Muchos de estos sacrificios sehallaron en Gezer. También han sido encon-trados en Meguido, Jericó y otros lugares . . .Debajo de los escombros de este ‘lugar alto’,Macalister también encontró enormes canti-dades de imágenes y placas de Astoret, con losórganos sexuales groseramente exageradospara incitar a las emociones sensuales. Deesta manera adoraban los cananeos come-tiendo excesos inmorales en presencia de susdioses, y luego asesinaban a sus primogénitoscomo sacrificio a estos mismos dioses. Pareceque en gran medida, la tierra de Canaán habíallegado a ser una especie de Sodoma yGomorra en escala nacional. ¿Todavía nospreguntamos por qué mandó Dios a Israel queexterminara a los cananeos? ¿Tenía derecho aseguir viviendo una civilización de semejanteinmundicia y brutalidad? Canaán es uno delos ejemplos de la historia, de la ira de Dioscontra la maldad de las naciones. Los arqueó-logos que cavan en las ruinas de las ciudadescananeas se preguntan por qué Dios no lasdestruyó mucho antes de lo que él dijo.”

C. Israel hizo el bien bajo Josué, pero noterminó el trabajo.

En nuestra anterior lección hicimos notarque durante los años que Josué vivió y tuvoel poder de guiar al pueblo, no se sometió aalgún compromiso con aquellas naciones sinoque las sitió y destruyó con todo su podermilitar (Josué 11:15-20). Fue después de ladistribución de la tierra y de la muerte de

Josué que las diversas tribus dejaron dellevar adelante su misión. Lo que abajo estáregistrado tocante a Manasés también seencuentra registrado de las demás tribus enel primer capítulo del libro de Jueces:

Tampoco Manasés arrojó a los de Bet-seán, nia los de sus aldeas, ni a los de Taanac y susaldeas, ni a los de Dor y sus aldeas, ni a loshabitantes de Ibleam y sus aldeas, ni a losque habitan en Meguido y en sus aldeas; y elcananeo persistía en habitar en aquella tierra.Pero cuando Israel se sintió fuerte hizo alcananeo tributario, mas no lo arrojó (Jueces1:27-28).

II. Lo que acarreó esta desobediencia.

A. Lo que Dios predijo que traería consigoesa desobediencia.

Dios les prohibió expresamente hacercualquier alianza con aquellas naciones(Deuteronomio 7:2) o emparentar con ellos(Deuteronomio 7:3). Les ordenó destruir susaltares y sus imágenes (Deuteronomio 7:5).Dios sabía que unirse por matrimonio conaquellas naciones y una política hacia ellosde “vivir y dejar vivir” resultaría en que Israelllegaría a ser idólatra igual que ellos:

Porque desviará a tu hijo de en pos de mí, yservirán a dioses ajenos; y el furor de Jehováse encenderá sobre vosotros, y te destruirápronto (Deuteronomio 7:4).

Desde el momento de darse la ley pormedio de Moisés, Dios había dicho:

En tu tierra no habitarán, no sea que te haganpecar contra mí sirviendo a sus dioses, porquete será tropiezo (Éxodo 23:33).

B. Esto es exactamente lo que sucedió:

La gente de aquel entonces debió dehaberse parecido mucho a la de hoy: teníansus propias ideas e hicieron lo que más lesgustó en vez de hacer lo que Dios les habíaordenado. Pero la verdad de la palabra de

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Dios se mostró ampliamente en los resultadosque siguieron. Jueces 3:5-7 dice:

Así los hijos de Israel habitaban entre loscananeos, heteos, amorreos, ferezeos, heveosy jebuseos. Y tomaron de sus hijas pormujeres, y dieron sus hijas a los hijos de ellos,y sirvieron a sus dioses. Hicieron, pues, loshijos de Israel lo malo ante los ojos de Jehová,y olvidaron a Jehová su Dios, y sirvieron a losbaales y a las imágenes de Asera.

C. Por su idolatría, Dios los entregó enmanos de sus enemigos.

Jueces 2:14-15 dice:

Y se encendió contra Israel el furor de Jehová,el cual los entregó en manos de robadores quelos despojaron, y los vendió en mano de susenemigos de alrededor; y no pudieron yahacer frente a sus enemigos. Por dondequieraque salían, la mano de Jehová estaba contraellos para mal, como Jehová había dicho, ycomo Jehová se lo había jurado; y tuvierongran aflicción.

Entonces, cuánto deseaban haber obede-cido a Dios en primer término. Comohumanos, desobedecían descuidadamente,pero se arrepentían amargamente.

III. Lugar en que encajan los jueces.

A. El pueblo clamaba a Dios porliberación.

No siempre (Apocalipsis 9:19-21; 16:8-11),pero en muchas ocasiones los hombres sevolverán a Dios en tiempos de calamidad,desgracia o castigo. En aquellos períodos desevero cautiverio o servidumbre por mano desus vecinos enemigos, el gravamen contra losisraelitas llegaba a ser tan pesado que clama-ban a Dios por liberación (Jueces 3:8-9, 15;4:3; etc.)

B. Cada vez que clamaban, Dios leslevantaba un libertador.

En esto vemos la misericordia de Dioshacia su pueblo. El salmista dijo que Dios “nocontenderá para siempre, ni para siempreguardará el enojo” (Salmo 103:9). Cuando elclamor de ellos llegaba ante él, les levantabalibertadores llamados “jueces.” Estos juecesno eran judiciales como comúnmenteempleamos nosotros el término, sino que eranlíderes militares y algunas veces reformadoresreligiosos.

C. Los distintos jueces.

En suma hubo quince distintos jueces.Respaldando sus esfuerzos con las referen-cias de las Escrituras, fueron como sigue:

Otoniel (Jueces 3:5-11)

Aod (Jueces 3:12-30)

Samgar (Jueces 3:31)

Débora y Barac (Jueces 4:1—5:31)

Gedeón [Jerobaal] (Jueces 6:11—8:32)

Tola (Jueces 10:1-2)

Jair (Jueces 10:3-5)

Jefté (Jueces 11:1—12:7)

Ibzán (Jueces 12:8-10)

Elón (Jueces 12:11-12)

Abdón (Jueces 12:13-15)

Sansón (Jueces 13:2—16:31)

Elí (Jueces 17:1—1º de Samuel 4:18)

Samuel (1º de Samuel 3:1—25:1), aunque Samuel intentó poner a Joel y Abías, sus dos hijos, como jueces sobre Israel (1º de Samuel 8:1-3).

D. Estos fueron famosos por susgrandiosas proezas de valentía.

Otoniel subyugó a los mesopotamios. Aodmató personalmente al rey de Moab y losacaudilló a un gran triunfo contra losmoabitas. Samgar mató 600 filisteos con unaaguijada de bueyes. Débora y Barac lograronuna extraordinaria victoria contra Sísara ysus hombres. Las victorias de Gedeón contralos madianitas son historias de gran fe y

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valor. Jefté estuvo al frente de una victoriacontra los filisteos. De todas las victorias delos jueces tal vez las más conocidas sean lasadmirables hazañas de valentía llevadas acabo por Sansón contra los filisteos. Sólo eltiempo y el espacio no permitieron que elescritor de la carta a los Hebreos detallaraalgunas de sus grandiosas victorias en su“capítulo de la fe” (Hebreos 11:32-34).

E. El espacio de tiempo de los juecescubrió un período mucho más largo de lo quela mayoría de la gente considera.

A raíz del triunfo de Otoniel contra losmesopotamios, Jueces 3:11 dice que ellostuvieron reposo cuarenta años. Después de lamatanza de los moabitas que Aod dirigió,Jueces 3:30 dice que la tierra reposó ochentaaños. Estos fueron sólo los primeros dosjueces. Así que es evidente que este períodode la historia en el Antiguo Testamento,comúnmente mencionado como el “período delos jueces”, cubrió un considerable espacio detiempo. Hechos 13:20 afirma:

Después, como por cuatrocientos cincuentaaños, les dio jueces hasta el profeta Samuel.

De este modo resulta ser éste uno de losperíodos más largos de la historia del AntiguoTestamento.

IV. Una importante cuestióncasi a finales de este período.

A. El pueblo quiso rey.

Cuando Samuel ya era viejo, algunoshombres prominentes de Israel vinieron a élcon la siguiente petición:

He aquí tú has envejecido, y tus hijos noandan en tus caminos; por tanto,constitúyenos ahora un rey que nos juzgue,como tienen todas las naciones (1º de Samuel8:5).

He aquí el mismo viejo problema de Israel:querían ser como las naciones que los rodea-

ban. Dios los había llamado para ser distin-tos. Eran su “pueblo” especial. Les dijo pormedio de Moisés:

Porque tú eres pueblo santo para Jehová tuDios; Jehová tu Dios te ha escogido para serleun pueblo especial, más que todos los pueblosque están sobre la tierra . . . Guarda, portanto, los mandamientos, estatutos y decretosque yo te mando hoy que cumplas . . . Benditoserás más que todos los pueblos(Deuteronomio 7:6, 11, 14).

Pero Israel no aceptó que fuese así. Cuánparecido a la gente de hoy, que en lugar deser el pueblo de Dios llevando su palabra, sonconsumidos con la manía de ser como susvecinos religiosos y de esa manera compro-meter cualquier principio o doctrina del evan-gelio. Las congregaciones están plagadas depersonas así. Son ellos los que detienen a“Israel.”

B. Lo que indicaba la petición de ellos.

Samuel creía que ellos habían rechazadosu liderazgo. Pero Dios dijo: “a mí me handesechado.” Y les permitió tener un rey:

Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan;porque no te han desechado a ti, sino a mí mehan desechado, para que no reine sobre ellos(1º de Samuel 8:7).

Dios había amado a Israel. Los habíaalimentado. Los había guiado. Les había dadola tierra. Les había dado victorias en suscombates. ¿Qué más rey podían haberdeseado ellos? Nunca olvidó Dios este insulto,y más tarde hasta lo mencionó como unpecado (1º de Samuel 10:19; 12:12, 16-19;Oseas 13:9-11).

C. Anticipándose Dios al tiempo cuandose presentara esta petición, había dadoinstrucciones tocante a cualquier rey que ellospudiesen tener.

A través de Moisés, Dios había dicho:

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Cuando hayas entrado en la tierra que Jehovátu Dios te da, y tomes posesión de ella y lahabites, y digas: Pondré un rey sobre mí, comotodas las naciones que están en mis alrede-dores; ciertamente pondrás por rey sobre ti alque Jehová tu Dios escogiere; de entre tushermanos pondrás rey sobre ti; no podrásponer sobre ti a hombre extranjero, que no seatu hermano. Pero él no aumentará para sícaballos, ni hará volver al pueblo a Egipto conel fin de aumentar caballos; porque Jehová osha dicho: No volváis nunca por este camino. Nitomará para sí muchas mujeres, para que sucorazón no se desvíe; ni plata ni oro amon-tonará para sí en abundancia. Y cuando sesiente sobre el trono de su reino, entoncesescribirá para sí en un libro una copia de estaley, del original que está al cuidado de lossacerdotes levitas; y lo tendrá consigo, y leeráen él todos los días de su vida, para queaprenda a temer a Jehová su Dios, paraguardar todas las palabras de esta ley y estosestatutos, para ponerlos por obra; para que nose eleve su corazón sobre sus hermanos, ni seaparte del mandamiento a diestra ni a sinies-tra; a fin de que prolongue sus días en sureino, él y sus hijos, en medio de Israel(Deuteronomio 17:14-20).

D. Dios les concedió sus deseos para suspropios lamentos.

En las Escrituras se ve tan frecuentementeque Dios les concedió sus deseos a la gentedesobediente para su propia pesadumbre yarrepentimiento más tarde. Deseos pedidosprecipitada e imprudentemente en momentosde cólera, irritación o impaciencia acabaronrealizándose, en gran manera para pesar deaquellos que los expresaron. Querían un rey.Se decidieron a tener un rey. Dios les dio unrey, pero no sin asegurarles las afliccionesque les sobrevendrían a causa del rey:

Así hará el rey que reinará sobre vosotros:Tomará vuestros hijos, y los pondrá en suscarros y en su gente de a caballo, para quecorran delante de su carro; y nombrará parasí jefes de miles y jefes de cincuentenas; lospondrá asimismo a que aren sus campos ysieguen sus mieses, y a que hagan sus armasde guerra y los pertrechos de sus carros.

Tomará también a vuestras hijas para quesean perfumadoras, cocineras y amasadoras.Asimismo tomará lo mejor de vuestras tierras,de vuestras viñas y de vuestros olivares, y losdará a sus siervos. Diezmará vuestro grano yvuestras viñas, para dar a sus oficiales y asus siervos. Tomará vuestros siervos y vues-tras siervas, vuestros mejores jóvenes, yvuestros asnos, y con ellos hará sus obras.Diezmará también vuestros rebaños, y seréissus siervos. Y clamaréis aquel día a causa devuestro rey que os habréis elegido, masJehová no os responderá en aquel día (1º deSamuel 8:11-18).

Pero el pueblo tampoco quiso prestar aten-ción a estas palabras (1º de Samuel 8:19-20).Ellos todavía querían un rey. A mucha genteno se le puede persuadir con palabras, tienenque probarlo para descubrirlo. Como quiendice, a ellos se les demostró muy bien. Deveras que sí les costó enormemente manteneral rey, su palacio, su corte y su ejército. Parael tiempo que Salomón había concluido sumandato sobre ellos (apenas el tercer rey),estaban demandando aligeramiento de tansevera contribución de impuestos. Sus reyeslos condujeron a la idolatría que les acarreósu ruina nacional bajo la castigadora manode Dios. Sus constantes guerras (porque eranuna nación con rey y habían asumido el acos-tumbrado papel de una nación con rey) losdebilitaba grandemente cada vez más.

¡Cuánta razón no tenía Dios! ¡Cuán equi-vocados estaban ellos! De ese modo, con lallegada de los reyes se puso fin al período delos jueces. A la muerte de Samuel, Israelhubo tenido su último juez.

PREGUNTAS

1. ¿Qué mandamiento no obedeció elpueblo de Israel?

2. ¿Cuando principió su rebelión contraeste mandamiento?

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3. ¿Qué hizo Dios para castigar alpueblo?

4. ¿Cómo llegó el gobierno de los jueces atener un lugar en el plan de Dios?

5. ¿Cuántos jueces hubo?

6. ¿Qué clase de hombres fueron ellos?

7. ¿Durante cuánto tiempo gobernaronellos?

8. ¿Qué importante petición se hizo alfinal de este período?

9. ¿Por qué sucedió esto?

10. ¿Qué indicó esta petición?

11. ¿Qué hizo Dios?

12. ¿En qué forma le acarreó pesar olamento esta petición?

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Lección 23Los tres primeros reyes de Israel

El pueblo de Israel creía que tener un reyterrenal sería un avance hacia adelante; Diosles dijo que sería todo lo contrario. Si bien laverdad de Dios siempre se manifestaráandando el tiempo, aun así, mientras tanto lavoluntad del hombre también se esforzará enser ejercida. Sólo porque Dios les haya permi-tido a los israelitas tener un rey no quieredecir que él haya aprobado tal idea. A veces élpermite que algunas cosas se lleven a cabopor motivos de disciplina. Este fue el caso alpedir rey.

En esta lección tocante a los primeros tresreyes de Israel, consideraremos un período detiempo de su historia que cubrió 100 años.Cada uno de estos reyes reinó 40 años: Saúl(Hechos 13:21), David (2º de Samuel 5:4) ySalomón (1º de Reyes 11:42). Consideremoscada reinado.

I. El reinado de Saúl.

A. Su ungimiento.

Los tres primeros reyes de Israel

Cuando el joven benjamita Saúl, salió abuscar las asnas de su padre, se halló tanperdido como las asnas. Él y el siervo que leacompañaba fueron al profeta Samuel enespera de que pudiese orientarlos y encami-narlos de regreso a casa. Antes que ellosllegasen, Dios le informó a Samuel que dentrode un día estaría en su presencia el que élhabía elegido para que fuese el primer rey deIsrael. Cuando Saúl llegó, Dios le dijo aSamuel que éste era el varón del cual le habíahablado (1º de Samuel 9:17), y Samuel loungió antes que Saúl partiese (1º de Samuel10:1).

B. La humildad de Saúl al principio.

Cuando Samuel habló con él, Saúlrespondió:

¿No soy yo hijo de Benjamín, de las máspequeñas de las tribus de Israel? Y mi familia¿no es la más pequeña de todas las familiasde la tribu de Benjamín? ¿Por qué, pues, mehas dicho cosa semejante? (1º de Samuel9:21).

Cuando el tío de Saúl le pidió que ledeclarara qué le había dicho Samuel, 1º deSamuel 10:16 dice:

Nos declaró expresamente que las asnashabían sido halladas. Mas del asunto delreino, de que Samuel le había hablado, no ledescubrió nada.

Cuando Samuel convocó a todo Israel conel propósito de poner a Saúl como rey sobreellos, lo hizo haciéndolos venir delante de élpor tribus. Cuando ellos se acercaron, fuetomada la tribu de Benjamín. De la tribu deBenjamín fue tomada la familia de Matri. Dela familia de Matri fue tomado Saúl hijo deCis. Ahora leamos 1º de Samuel 10:21-23:

Y le buscaron (a Saúl), pero no fue hallado.Preguntaron, pues, otra vez a Jehová si aúnno había venido allí aquel varón. Y respondióJehová: He aquí que él está escondido entre elbagaje. Entonces corrieron y lo trajeron de allí;y puesto en medio del pueblo, desde los

hombros arriba era más alto que todo elpueblo.

Cuando Saúl estuvo en medio del pueblo,Samuel lo proclamó rey y todo el puebloclamó lo que ha llegado a ser célebre enInglaterra en cuanto a sus reyes:

¡Viva el rey! (1º de Samuel 10:24).

Cuando Saúl se fue a su casa, huboalgunos perversos (mencionados como “loshijos de Belial”) que lo menospreciaron. PeroSaúl era tan manso como Moisés:

Pero algunos perversos [los hijos de Belial]dijeron: ¿Cómo nos ha de salvar éste? Y letuvieron en poco, y no le trajeron presente;mas él disimuló (1º de Samuel 10:27).

Más tarde, cuando el pueblo pidió a taleshombres para matarlos, Saúl se negó a talpetición (1º de Samuel 11:12-13). Si Saúlhubiese conservado siempre ese espíritu dehumildad ante Dios y su mansedumbre antelos hombres, su vida habría sido uno de losmás maravillosos registros en el SantoEscrito.

C. Su primera batalla.

De parte de los de Jabes de Galaad, loshombres de Gabaa (1º de Samuel 11:4-5)solicitaron ayuda a Saúl contra los amonitas.Los israelitas no estaban dispuestos aayudarlos, pero el Espíritu de Dios vino sobreSaúl y lo siguiente se registra en lasEscrituras:

Al oír Saúl estas palabras, el Espíritu de Diosvino sobre él con poder; y él se encendió en iraen gran manera. Y tomando un par de bueyes,los cortó en trozos y los envió por todo el terri-torio de Israel por medio de mensajeros,diciendo: Así se hará con los bueyes del queno saliere en pos de Saúl y en pos de Samuel.Y cayó temor de Jehová sobre el pueblo, ysalieron como un solo hombre (1º de Samuel11:6-7).

Así es como Israel se dio cuenta que Saúl

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hablaba en serio. Los amonitas fuerondolorosamente derrotados por Saúl y sushombres. En batallas posteriores contra losfilisteos, moabitas, amonitas, edomitas, los deSoba y otros más, Saúl fue confirmado comohombre esforzado y de gran poderío.

D. Su desobediencia.

En una ocasión los 3,000 guerreros de Saúlse enfrentaron contra 30,000 carros, 6,000hombres de a caballo y pueblo numeroso comola arena que está a la orilla del mar de los filis-teos. Con gran temor los israelitas seescondieron en cuevas, en fosos, en peñascos,en rocas y en cisternas, es decir, simplementedonde pudieron hacerlo (1º de Samuel 13:6-7).Saúl mismo esperó siete días en Gilgalconforme al plazo que había seña-lado conSamuel. Pero cuando tuvo miedo de queSamuel no fuese a llegar, él mismo ofrecióholocausto para que Jehová lo librase de losfilisteos. Cuando él acababa de ofrecer el holo-causto, Samuel se dejó ver y lo reprendió. Saúltrató de disculparse dando explicaciones sobresu acción, pero Samuel no perdonó a Saúl pordesobedecer a Dios al ofrecer este sacrificio:

Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente hashecho; no guardaste el mandamiento deJehová tu Dios que él te había ordenado; puesahora Jehová hubiera confirmado tu reinosobre Israel para siempre. Mas ahora tu reinono será duradero. Jehová se ha buscado unvarón conforme a su corazón al cual Jehováha designado para que sea príncipe sobre supueblo, por cuanto tú no has guardado lo queJehová te mandó (1º de Samuel 13:13-14).

En otra ocasión, Dios mandó a Saúl quefuese a herir a los amalecitas. Le dijo quedebía destruirlos totalmente, sin dejar serhumano ni bestia. Saúl marchó contra losamalecitas matándolos con grande estrago.Pero en vez de destruir todas las cosas contodas las personas como se le había ordenadoque hiciera, él perdonó lo mejor del ganadovacuno y de las ovejas para sacrificarlos, ytrajo vivo al rey. Saúl regresó con la idea quehabía obedecido a Dios. Basta decir que él se

acercó mucho más en obedecer elmandamiento de Dios de destruir a losamalecitas que la mayor parte de la religión lohace en obedecer los mandamientos de Dioshoy. Pero lo que él dejó de hacer, Dios loconsideró desobediencia. Cuando Samuel locensuró por su acción, él se defendió quehabía destruido todo, pero que el rey y losanimales los iban a sacrificar a Jehová Dios,a lo que Samuel contestó:

¿Se complace Jehová tanto en los holocaustosy víctimas, como en que se obedezca a laspalabras de Jehová? Ciertamente el obedeceres mejor que los sacrificios, y el prestar aten-ción que la grosura de los carneros. Porquecomo pecado de adivinación es la rebelión, ycomo ídolos e idolatría la obstinación. Porcuanto tú desechaste la palabra de Jehová, éltambién te ha desechado para que no seasrey (1º de Samuel 15:22-23).

El capítulo 16 nos informa que Dios envióa Samuel, sin conocimiento de Saúl, a ungiral joven David como el siguiente rey.

E. Su enojo por celos.

Sin entrar en pormenores del relato, esbien conocida la historia del jovencito Davidmatando al gigante Goliat en presencia deSaúl y su ejército (1º de Samuel 17). Despuésde esto, Saúl puso a David sobre su gente deguerra (1º de Samuel 18:5). Todo iba bienhasta que un día cuando David volvía de laguerra contra los filisteos, las mujeres detodas las ciudades de Israel salieroncantando y danzando con cánticos de alegríaa Saúl y a David como sigue:

Saúl hirió a sus miles, y David a sus diezmiles (1º de Samuel 18:7).

Esto no le pareció del todo bien a Saúl,pues 1º de Samuel 18:8-9 dice:

Y se enojó Saúl en gran manera, y ledesagradó este dicho, y dijo: a David dierondiez miles, y a mí miles; no le falta más que elreino. Y desde aquel día Saúl no miró conbuenos ojos a David.

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Por los siguientes trece capítulos se de-sarrolla paso a paso la historia de suenconado rencor contra David, a veces hastapersiguiéndolo como el perro que persigue aun conejo. Cuán cruel fue Saúl hacia David,en cambio, cuán misericordioso fue Davidpara con Saúl. Al final, cuando la batallaarreció contra él y sus hijos ya muertos encombate, Saúl se echó sobre su propiaespada en suicidio miserable. Así llegó a sutérmino el reinado del primer rey de Israel.

II. El reinado de David.

A. Su ungimiento.

1º de Samuel capítulo 16 nos informa deSamuel ungiendo al hijo menor de Isaí paraque fuese el siguiente rey. En ese entonces,David era tan sólo un pastor de ovejas. LaEscritura lo describe que era rubio, hermosode ojos, y de buen parecer (1º de Samuel16:12). Así que cuando David tocaba el arpaante Saúl para tranquilizarlo (1º de Samuel16:14-23) y cuando mató a Goliat (1º deSamuel 17), ya había sido ungido paraocupar el puesto después de Saúl, aunqueestamos seguros que nunca reveló nada enabsoluto de ello a Saúl.

B. Los primeros años del reinado deDavid.

Después de la muerte de Saúl, Abner,general del ejército de Saúl, proclamó rey aIs-boset hijo de Saúl, y aunque esto leocasionó considerable dificultad a David alprincipio, la totalidad de la amenaza fuedominada y David fue reconocido rey de Israel(2º de Samuel 2:1—5:10). Los primeros sieteaños reinó en Hebrón sobre Judá, una ciudadal sur de Jerusalén. Después atacó y derrotóa los jebuseos que todavía moraban en latierra donde actualmente se encuentraJerusalén. Hay cierta indefinición tocante alorigen del nombre “Jerusalén”; pero es posi-ble que “Jerusalén” signifique “Salem de losJebusitas”, siendo su verdadera forma“Jebusalén”, cambiándosele la “b” por la “r”

por la eufonía. Aunque las SagradasEscrituras simplemente registran queJerusalén era “Jebús” (1º de Crónicas 11:4,5). Se piensa que esta “Salem” fue la ciudadde Melquisedec (Génesis 14:18). La ubicaciónde la “Salem” de Melquisedec está en armoníacon esta ciudad. Así es como entra en escenaen el tiempo de David la ciudad que llegó aser la principal ciudad del registro bíblico.Fue también en estos primeros años de sureinado que David derrotó notablemente a losfilisteos que le habían causado tantos proble-mas a Saúl (2º de Samuel 5:17-25).

C. Promesa que resultó de la intenciónque David tuvo de erigir el templo.

Después de que Dios le hubo dado paz yreposo de sus enemigos a David, éste sepropuso construirle un espléndido templo,pero Dios rechazó la idea de que David fueseel constructor por cuanto él lo había usadocomo hombre de guerra (1º de Crónicas 22:7-8). Más bien dijo Dios que sería su hijo elconstructor (1º de Crónicas 22:9-10). PeroDavid, el hombre conforme al corazón deDios, no se iría sin ninguna bendición, y labendición que Dios le prometió en estaocasión no tenía nada que ver con la gloria dela edificación del templo. Préstese atención aestas palabras de Dios a David:

Yo te tomé del redil, de detrás de las ovejas,para que fueses príncipe sobre mi pueblo,sobre Israel; y he estado contigo en todocuanto has andado, y delante de ti he destru-ido a todos tus enemigos, y te he dado nombregrande, como el nombre de los grandes quehay en la tierra. Además, yo fijaré lugar a mipueblo Israel y lo plantaré, para que habite ensu lugar y nunca más sea removido, ni losinicuos le aflijan más, como al principio, desdeel día en que puse jueces sobre mi puebloIsrael; y a ti te daré descanso de todos tusenemigos. Asimismo Jehová te hace saber queél te hará casa. Y cuando tus días seancumplidos, y duermas con tus padres, yolevantaré después de ti a uno de tu linaje, elcual procederá de tus entrañas, y afirmaré sureino. El edificará casa a mi nombre, y yo afir-maré para siempre el trono de su reino. Yo le

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seré a él padre, y él me será a mí hijo. Y si élhiciere mal, yo le castigaré con vara dehombres, y con azotes de hijos de hombres;pero mi misericordia no se apartará de él comola aparté de Saúl, al cual quité de delante deti. Y será afirmada tu casa y tu reino parasiempre delante de tu rostro, y tu trono seráestable eternamente (2º de Samuel 7:8-16).

Dios nunca perdió de vista esta promesade establecer el trono de David. Encontramosextraordinarias referencias sobre eso enSalmos, Amós, Isaías, Jeremías, Zacarías yen otras partes. La Biblia enseña que esapromesa se cumplió en Cristo, quien naciódel linaje de David (Lucas 1:30-33; Hechos2:29-36; y muchos otros pasajes). Al igualque reinó David sobre el pueblo de Dios delAntiguo Testamento, así reina Cristo hoysobre su pueblo del Nuevo Testamento.

D. El pecado de David y las dificultadesque resultaron.

Para cualquier lector de la Biblia son bienconocidos el acto adúltero de David con lamujer de Urías heteo y el asesinato de suesposo (2º de Samuel 11). Al igual que unagota de aceite que cae en una bellísima túnicablanca así fue este triste evento en la inmacu-lada vida de David. Aunque Dios lo perdonó,le dictó esta terrible sentencia:

Por lo cual ahora no se apartará jamás de tucasa la espada, por cuanto me menospreci-aste, y tomaste la mujer de Urías heteo paraque fuese tu mujer. Así ha dicho Jehová: Heaquí yo haré levantar el mal sobre ti de tumisma casa, y tomaré tus mujeres delante detus ojos, y las daré a tu prójimo, el cual yacerácon tus mujeres a la vista del sol. Porque tú lohiciste en secreto; mas yo haré esto delante detodo Israel y a pleno sol (2º de Samuel 12:10-12).

El pecado de David contra Urías habíasido tanto adulterio como asesinato y Davidiba a ver ocurrir precisamente lo mismodentro de su casa. Y él lo vio. Su hija Tamarfue forzada por su hijo Amnón (2º de Samuel13:1-19). Por causa de esto, Absalón hijo de

David mató a Amnón (2º de Samuel 13:20-37). Absalón se llegó a las concubinas deDavid (2º de Samuel 16:21-22) cuandoencabezó la rebelión contra su padre en unintento por ocupar el trono, lo cual terminóen la muerte de Absalón a manos de Joab (2ºde Samuel 15:1 — 18:17). ¡Qué dolor no lecausó esta muerte a David! Son bien conoci-das sus palabras cuando lloró por la muertede su hijo Absalón:

¡Hijo mío Absalón, hijo mío, hijo mío Absalón!¡Quién me diera que muriera yo en lugar de ti,Absalón, hijo mío, hijo mío! (2º de Samuel18:33).

Otro caso de anarquía contra David,aunque no dentro de su propia familia, fue lasublevación de Seba; y aun cuando tambiéneste caso finalizó con buen éxito para David(2º de Samuel 20:1-22), no debemos pasarpor alto las penas que le causaron estas dife-rentes rebeliones.

III. El reinado de Salomón.

A. Salomón escogido para suceder aDavid.

Salomón no era el mayor de los hijos deDavid y, por lo tanto, naturalmente no era elcandidato para ocupar el trono. Pero poralguna razón lo escogió Dios para ser el suce-sor de David (1º de Crónicas 22:7-10). Con laya muy próxima muerte de David, Adonías,otro de sus hijos, trató de llegar a ser el si-guiente rey (1º de Reyes 1:5-7). Con Amnón yAbsalón muertos ambos y posiblemente conQuiliab también muerto, era probable que elúnico hijo más grande de David que quedabaera Adonías. Pero su intento de llegar al tronoquedó frustrado cuando la mamá de Salomóny el profeta Natán obtuvieron mandato deDavid mismo que Salomón reinaría (1º deReyes 1:11-49). Aunque Salomón le mostrómisericordia a Adonías (1º de Reyes 1:50-53),más tarde lo ejecutó porque de nuevo intentóocupar el trono (1º de Reyes 2:13-25).

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B. Su célebre elección.

Una noche se le apareció Jehová ensueños a Salomón y le dijo que pidiera unabendición especial. Salomón dijo:

Tú hiciste gran misericordia a tu siervo Davidmi padre, porque él anduvo delante de ti enverdad, en justicia, y con rectitud de corazónpara contigo; y tú le has reservado esta tugran misericordia, en que le diste hijo que sesentase en su trono, como sucede en este día.Ahora pues, Jehová Dios mío, tú me haspuesto a mí tu siervo por rey en lugar deDavid mi padre; y yo soy joven, y no sé cómoentrar ni salir. Y tu siervo está en medio de tupueblo al cual tú escogiste; un pueblo grande,que no se puede contar ni numerar por sumultitud. Da, pues, a tu siervo corazón enten-dido para juzgar a tu pueblo, y para discernirentre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrágobernar este tu pueblo tan grande? (1º deReyes 3:6-9).

Dios se complació grandemente con estapetición, considerando que Salomón pudohaber pedido una vida larga, riquezas o lavida de sus enemigos (1º de Reyes 3:10-11).Por tanto, además de concederle sabiduría, leprometió darle tanto riquezas como gloria ylarga vida si vivía piadosamente (1º de Reyes3:12-14). ¡Cuán maravillosamente se cum-plieron estas promesas en la vida deSalomón! A su debido tiempo su fama llegóhasta el extranjero, haciendo venir a la reinade Sabá para probarle con preguntas difíciles.Cuando ella hubo oído su sabiduría y hubovisto la suntuosidad de sus habitaciones, elnúmero, el estado y el vestido de sus siervos yoficiales, y la comida sobre su mesa; ella sequedó asombrada y le dijo:

Verdad es lo que oí en mi tierra de tus cosas yde tu sabiduría; pero yo no lo creía, hasta quehe venido, y mis ojos han visto que ni aun seme dijo la mitad; es mayor tu sabiduría y bien,que la fama que yo había oído (1º de Reyes10:6-7).

Todo el resto del capítulo 10 de 1º deReyes nos informa de su gran sabiduría y

riquezas con cuantiosos detalles. El versículo23 afirma:

Así excedía el rey Salomón a todos los reyesde la tierra en riqueza y en sabiduría.

Salomón alcanzó la reputación de ser elhombre más sabio del mundo, pero Jesús fuemás que Salomón (Mateo 12:42). Él se vistiócon lo más fino que humanamente era posi-ble, pero Jesús dijo que los lirios del campoque Dios vestía estaban más magníficamentevestidos que Salomón con toda su gloria(Mateo 6:28-29).

C. El templo edificado en Jerusalén.

Una de las obras más grandes de Salomónfue la edificación del templo en Jerusalén.Dios le había dado a David los planos deldiseño del templo, quien a su vez los entregóa Salomón (1º de Crónicas 28:11-19). Davidya había reunido algunos materiales para eltemplo (1º de Crónicas 22:14). El templo fuehecho de piedras costosísimas, con muchaobra de cedro y se empleó abundante oro entodo. Los famosos cedros del Líbano fueronadquiridos del rey de Tiro quien tambiénproporcionó artesanos muy hábiles (2º deCrónicas 2). Tomó en total siete años para seracabada la construcción (1º de Reyes 6:38) y,al concluirse, fue dedicado por Salomón eIsrael con la máxima solemnidad posible (1ºde Reyes 8). Fue construido en la extremaorilla de Jerusalén sobre el monte Moriah, enel mismo lugar donde David había edificadoun altar cuando Jehová visitó a Jerusaléncon una gran plaga por el pecado de David alcensar a Israel (2º de Crónicas 3:1; 1º deCrónicas 21:14-30), y tal vez en la mismacolina a donde Abraham fue para ofrecer enholocausto a Isaac aproximadamente 1,050años antes (Génesis 22). Alrededor de cuatro-cientos años después de su erección, fuedestruido por los babilonios bajo el reinadode Nabucodonosor (2º de Reyes 25). Hubo dostemplos erigidos más tarde en el mismo lugar:el templo de Zorobabel cuando regresaron delcautiverio babilónico, y el templo de Herodes,en el que enseñó Jesús. El templo de Herodes

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fue destruido por los romanos como cuarentaaños después de la crucifixión de Jesús, talcomo lo había predicho Jesús (Mateo 24:1-28). Un santuario musulmán llamado laCúpula de la Roca ocupa hoy el área dondeantes estuvieron estos templos.

D. En su vejez Salomón se apartó de Dios.

Después de una vida de prosperidad inau-dita, es triste leer que en sus últimos años elcorazón de Salomón se descarrió de Dios. Elque había sido conocido por su gransabiduría ciertamente no la empleó al casarsecon tantísimas mujeres. En total tuvo sete-cientas mujeres reinas y trescientas concubi-nas (1º de Reyes 11:3). Muchas de estasesposas eran mujeres de otras naciones delas cuales Dios expresamente había dicho queno se llegaran a ellas (1º de Reyes 11:1-2). Aldar esa ley (Deuteronomio 7:3-4), Dios habíaadvertido que si emparentaban con gentefuera de Israel, serían desviados hacia la ido-latría de sus esposas. Esto es exactamente loque le sucedió a Salomón:

Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeresinclinaron su corazón tras dioses ajenos, y sucorazón no era perfecto con Jehová su Dios,como el corazón de su padre David. PorqueSalomón siguió a Astoret, diosa de los sido-nios, y a Milcom, ídolo abominable de losamonitas (1º de Reyes 11:4-5).

1º de Reyes 11:6-8 dice que Salomónedificó lugares altos y altares para los diosesde sus mujeres extranjeras, por lo que Diosse enojó con él y le dijo:

. . . Por cuanto ha habido esto en ti, y no hasguardado mi pacto y mis estatutos que yo temandé, romperé de ti el reino, y lo entregaré atu siervo. Sin embargo, no lo haré en tus díaspor amor a David tu padre; lo romperé de lamano de tu hijo. Pero no romperé todo el reino,sino que daré una tribu a tu hijo, por amor aDavid mi siervo, y por amor a Jerusalén, lacual yo he elegido (1º de Reyes 11:11-13).

Nuestra siguiente lección mostrará queesto es exactamente lo que pasó.

De esta forma se iba poniendo el sol de laedad de oro de Israel. Israel había alcanzadobajo David el apogeo de su poderío militar, ybajo Salomón la cumbre de su prosperidad yfelicidad. Pero el pecado iba a introducir elreino de decadencia. De este modo llegaron yse esfumaron los primeros tres reyes deIsrael: Saúl, David y Salomón.

PREGUNTAS

1. Mencione los primeros tres reyes deIsrael.

2. ¿Cuánto tiempo reinó cada uno deestos reyes?

3. ¿De qué tribu fue Saúl?

4. ¿Qué buena característica resaltóSaúl en su juventud?

5. ¿Cuál fue su primera batalla?

6. ¿Qué fue lo que lo condujo a su caída?

7. ¿Qué sabemos de la juventud deDavid?

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El reino después que se dividió

8. Indique algunas cosas sobresalientessobre el reinado de David.

9. Mencione el terrible pecado de David yel mal que le acarreó eso.

10. ¿Por qué Salomón no era el candidatopara el trono?

11. ¿Cuál fue su célebre elección?

12. Enumere las importantes cosasbuenas y malas sobre su reinado.

Lección 24El reino después que se dividió.

Apenas le había comunicado Dios aSalomón su intención de quitarle la mayorparte del reino de manos de su hijo, cuandolos problemas empezaron hasta con el propioSalomón. Primero suscitó Dios a Hadad deEdom (1º de Reyes 11:14). En seguida levantóa Rezón rey de Siria (1º de Reyes 11:23-25).El tercero y más poderoso adversario deSalomón fue Jeroboam. Era uno de los capi-tanes del ejército de Salomón. Cierto díacuando iba saliendo de Jerusalén le encontróen el camino el profeta Ahías, y éste cortó sucapa nueva en doce pedazos, y le dio diezpedazos a Jeroboam y le dijo:

Toma para ti los diez pedazos; porque así dijoJehová Dios de Israel: He aquí que yo rompoel reino de la mano de Salomón, y a ti te darédiez tribus (1º de Reyes 11:31).

Seguro así de la voluntad de Dios de darleel reino, sin perder tiempo, y en vista de estarJeroboam tan fortalecido contra Salomón,éste procuró matarlo, pero él huyó a Egipto alrey Sisac quien amablemente lo recibió hastala muerte de Salomón (1º de Reyes 11:26-40).Es probable que Jeroboam le haya hablado aSisac de las riquezas del templo de Jerusalény haya despertado el egoísta apetito del rey

egipcio de hacerse de los tesoros del temploporque poco después de la división del reino,al poco tiempo de estar gobernando el rey delreino del sur, subió Sisac contra Jerusalén ytomó los tesoros tanto del templo como de lacasa real (1º de Reyes 14:25-26). El versículo26 hace hincapié en que Sisac se llevó todoslos escudos de oro que Salomón había hecho.He aquí un dato interesante. En 1,938 losarqueólogos encontraron la momia de Sisacen un sarcófago cubierto de oro, que proba-blemente fue algo del oro que Salomón poseyóen Jerusalén.

Después de la muerte de Salomón,Jeroboam y toda la congregación de Israelvinieron a Roboam y le pidieron que les ali-gerase la dura carga de servicio que les habíaimpuesto Salomón y, de ser así, ellos leservirían (1º de Reyes 12:1-4). Roboamconsultó con los jóvenes y ellos le aconsejaronque hiciera mucho más pesadas las cargas(1º de Reyes 12:8-11). Al aceptar Roboam elconsejo de los jóvenes, la mayoría de lastribus se apartaron e hicieron su rey aJeroboam dejándole a Roboam solo las tribusde Benjamín y Judá (1º de Reyes 12:16-24).De este modo se dividió realmente el reino tal

cual lo había predicho Dios: las diez tribusdel norte bajo Jeroboam y sus sucesoressiendo conocidos como “Israel”, y las dostribus del sur bajo Roboam y sus sucesoresconocidos como “Judá.” Esta división ocurriócasi mil años antes de la llegada del Cristo.

I. Las diez tribus del norte.

A. Jeroboam implanta la adoración dedecerros de oro.

Había una cosa en particular que preocu-paba a Jeroboam. ¿Qué hacer para resolver lode las fiestas anuales de todos los israelitasen Jerusalén? Temía que los de su reino alsubir a Jerusalén tan frecuentemente habríala tendencia de reunirse todos al rey deJerusalén (1º de Reyes 12:26-30). Así quehizo dos becerros de oro; puso uno en Betelpara los que habitaban en el sur de su reino yel otro en Dan para los que moraban en laparte norte de su reino, llamándoles la aten-ción de esta manera:

Bastante habéis subido a Jerusalén; he aquítus dioses, oh Israel, los cuales te hicieronsubir de la tierra de Egipto (1º de Reyes12:28).

La inherente debilidad de Israel hacia laidolatría desde los más de cuatrocientos añosque pasaron en la idólatra Egipto, donde seadoraba especialmente al becerro, una vezmás se dejó ver cuando el reino del norteaceptó estos becerros de oro. Pero este impru-dente hecho de la parte norte no quedaría sincastigo por parte de Dios. 1º de Reyes capí-tulo 13 señala que Dios envió un jovenprofeta sin nombre a Bet-el para clamarcontra la idolatría de Jeroboam:

Altar, altar, así ha dicho Jehová: He aquí quea la casa de David nacerá un hijo llamadoJosías, el cual sacrificará sobre ti a los sacer-dotes de los lugares altos que queman sobre tiincienso, y sobre ti quemarán huesos dehombres (1º de Reyes 13:2).

Cuando el rey Jeroboam escuchó esto,extendió su mano indicando que prendieranal joven profeta, pero su mano se le secó y nopudo enderezarla (1º de Reyes 13:4). Tambiénel altar se rompió y se derramó la ceniza. Enmedio de tales desgracias, Jeroboam le pidióal profeta que rogase para que se lerestaurase la mano (1º de Reyes 12:6), el cuallo hizo así. Rechazando la recompensa y lainvitación del rey de ir a comer con él a sucasa, el joven profeta se dirigió a casaconforme a las instrucciones de Dios de nocomer o beber en el lugar maldecido (1º deReyes 13:7-10).

Alrededor de ciento cincuenta añosdespués, hubo un rey del linaje de David quese llamó Josías que dirigió una ampliacampaña en contra de la idolatría y quiencumplió la predicción del joven profeta de loque le ocurriría a los sacerdotes que ministra-ban ante el idólatra altar de Bet-el:

Igualmente el altar que estaba en Bet-el, y ellugar alto que había hecho Jeroboam hijo deNabat, el que hizo pecar a Israel; aquel altar yel lugar alto destruyó, y lo quemó, y lo hizopolvo, y puso fuego a la imagen de Asera. Y sevolvió Josías, y viendo los sepulcros que esta-ban allí en el monte, envió y sacó los huesosde los sepulcros, y los quemó sobre el altarpara contaminarlo, conforme a la palabra deJehová que había profetizado el varón deDios, el cual había anunciado esto (2º deReyes 23:15-16).

La adoración del becerro que Jeroboamintrodujo nunca se apartó de las tribus delnorte. La Biblia expresamente registra que losreyes que siguieron en el trono del reino delnorte nunca se apartaron del pecado deJeroboam, quien hizo pecar a Israel (1º deReyes 15:25-26, 34; 16:25-26; etc.)

B. Jezabel introdujo la adoración de Baal.

Si Acab, séptimo rey del norte, tal vez pudohaber sido buen gobernante, toda esperanzade ello se desvaneció cuando se casó conJezabel una hija cruel, inescrupulosa y

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tiránica de Et-baal rey de los sidonios, quienera un devoto adorador de Baal (una religióndesvergonzada y perversa, ya descrita en lalección “La conquista al mando de Josué”).Cuando Jezabel entró en la vida de Israel,llevó consigo el culto a Baal, y el resultado deello se narra en 1º de Reyes 16:32-33:

E hizo (Acab) altar a Baal, en el templo deBaal que él edificó en Samaria (la capital delreino del norte). Hizo también Acab unaimagen de Asera, haciendo así Acab más quetodos los reyes de Israel que reinaron antesque él, para provocar la ira de Jehová Dios deIsrael.

Además de introducir la adoración a Baal,Jezabel mató a muchos de los profetas deDios (1º de Reyes 18:4).

En medio de tal corrupción se levantó elprofeta Elías para decirle a Acab que seavecinaba una terrrible sequía sobre toda latierra (1º de Reyes 17:1). Habiendo profeti-zado así, se refugió en el arroyo de Queritdonde lo alimentaron los cuervos mientrashubo agua en el arroyo (1º de Reyes 17:3-7).Al acabarse el agua allí, Elías se fue a Sareptadonde una viuda y su hijo lo alimentaron deuna tinaja de harina y un poco de aceite enuna vasija que estuvo siendo abastecido mila-grosamente (1º de Reyes 17:9-16). Despuésde tres años sin lluvia, Elías se dejó ver.Cuando Acab lo vio, dijo:

¿Eres tú el que turbas a Israel? (1º de Reyes18:17).

Elías lo corrigió, diciendo:

Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa detu padre, dejando los mandamientos deJehová, y siguiendo a los baales (1º de Reyes18:18).

Elías retó a los profetas de Baal acontender en el monte Carmelo para probarquien era el verdadero Dios. La contiendaterminó a favor del verdadero Dios, quienrespondió con fuego (1º de Reyes 18:20-39).

Después de esto Elías degolló a todos losprofetas de Baal en el arroyo de Cisón (1º deReyes 18:40) lo cual enfureció a Jezabel alsaber todo esto, de modo que quiso matar aElías (1º de Reyes 19:1-2), quien huyó parasalvar su vida.

Acab murió tal cual lo predijeron Elías yMicaías. La predicción de Elías contra Acab,quien había tomado la viña de Nabot despuésde haberlo matado, fue:

En el mismo lugar donde lamieron los perrosla sangre de Nabot, los perros lamerántambién tu sangre, tu misma sangre (1º deReyes 21:19).

La predicción de Micaías profetizó labatalla en la que Acab encontraría su muerte(1º de Reyes 22:1-28). 1º de Reyes 22:29-38contiene el cumplimiento de las prediccionesde ambos profetas.

Aunque fue Jehú y no Elías a quien Dioslevantó para exterminar de Israel el culto aBaal. En el ungimiento de Jehú para ser rey,se pronunció esta profecía:

Herirás la casa de Acab tu señor, para que yovengue la sangre de mis siervos los profetas, yla sangre de todos los siervos de Jehová, de lamano de Jezabel. Y perecerá toda la casa deAcab, y destruiré de Acab todo varón, así alsiervo como al libre en Israel. Y pondré la casade Acab como la casa de Jeroboam hijo deNabat, y como la casa de Baasa hijo de Ahías.Y a Jezabel la comerán los perros en el campode Jezreel, y no habrá quien la sepulte (2º deReyes 9:7-10).

En este tiempo Joram el hijo de Acabtodavía se encontraba gobernando, pero Diosdirigió a Jehú en contra de él en un carro decombate que resultó en la muerte de Joram(2º de Reyes 9:16-26). Jehú se dirigió a laciudad donde estaba Jezabel, quien se pintólos ojos con antimonio en un intento porseducirlo a él, pero cuando ella se asomó auna ventana para atraerlo, él no iba a fiarse.El preguntó quién estaba de su lado, y lerespondieron dos o tres aterrados eunucos a

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quienes les ordenó él que echaran abajo aJezabel. Ella fue arrojada, y su sangre salpicóen la pared y ellos pasaron sobre ella una yotra vez hasta que su cuerpo quedó desga-rrado y desfigurado. Luego vinieron los perrosy se la comieron toda excepto la calavera, lospies y las palmas de las manos (2º de Reyes9:30-37). De esta forma murió el rey Joramadorador de Baal, y así ocurrió con Jezabel lainstigadora del culto a Baal en Israel. Perohabían quedado setenta hijos de Acab másmuchísimos adoradores de Baal por todoIsrael. En seguida arremetió Jehú contra laciudad de Samaria, donde criaban y cuidabana los setenta hijos de Acab. La única condi-ción que Jehú puso para desistir de hacerledaño a Samaria fue que dentro de un día letrajeran a Jezreel las cabezas de los hijos deAcab. Aunque los de Samaria estaban muyrenuentes a hacer esto, no había nada másqué hacer. Así fue exterminada toda la casade Acab (2º de Reyes 10:1-11). El últimotrabajo de Jehú fue exterminar a todos losadoradores de Baal. Para consumar esto sefingió un convertido a Baal. Le dijo a todo elpueblo:

. . . Acab sirvió poco a Baal, más Jehú loservirá mucho. Llamadme, pues, luego a todoslos profetas de Baal, a todos sus siervos y atodos sus sacerdotes; que no falte uno, porquetengo un gran sacrificio para Baal; cualquieraque faltare no vivirá. Esto hacía Jehú conastucia, para exterminar a los que honraban aBaal (2º de Reyes 10:18-19).

Todos los adoradores de Baal se congre-garon, no hubo ninguno que no viniese a laasamblea. Jehú había dado órdenes a sushombres que todo adorador de Baal debía serdegollado en pleno culto, advirtiéndoles que sidejaban escapar a alguno, el guardia que lodejara escapar habría de pagar con su propiavida (2º de Reyes 10:23-24). Al mandato deJehú, he aquí lo que pasó:

. . . Entrad, y matadlos; que no escapeninguno. Y los mataron a espada, y losdejaron tendidos los de la guardia y los capi-tanes. Y fueron hasta el Lugar Santo del

templo de Baal, y sacaron las estatuas deltemplo de Baal, y las quemaron. Y quebraronla estatua de Baal, y derribaron el templo deBaal, y lo convirtieron en letrinas hasta hoy.Así exterminó Jehú a Baal de Israel (2º deReyes 10:25-28).

Aunque Jehú mismo retuvo los becerrosde oro de Jeroboam durante todo su reinado,Dios le prometió que su descendenciagobernaría a Israel por cuatro generacionespor cuanto exterminó la adoración a Baal (2ºde Reyes 10:29-30).

C. Los últimos años de Israel.

Después de la muerte de Jeroboam II,hubo sólo un rey de Israel (Manahem) quemurió de muerte natural. Durante aquelloscerca de cincuenta años desde la muerte deJeroboam II hasta la caída del reino del norte,hubo cuatro reyes asesinados. Zacarías fueasesinado tras reinar sólo seis meses, Salumdespués de reinar no más que un mes, Pekaíadespués de reinar solamente dos años y Pekaal cabo de veinte años de reinado. Tal era unsigno del espíritu de anarquía y debilita-miento que persistía en el reino. Estosmismos años también fueron marcados por elconstante ascenso de la potencia mundialasiria (2º de Reyes 15:8 — 17:41). Los profe-tas Oseas y Amós profetizaron la caída de lastribus del norte debido a sus pecados (Oseas10:1 — 11:6; Amós 3:9; 5:1-2). Pero no lesprestaron atención. Como consecuencia, enlos días del reinado de Peka, Tiglat-pileser reyde Asiria vino contra las tribus del norte y sellevó cautivo parte del pueblo a Asiria (2º deReyes 15:27-30). En el reinado de Oseas si-guiente rey de Israel, subió Salmanasar otrorey asirio contra ellos e hizo tributarias deAsiria a todas las tribus del norte (2º de Reyes17:3), pero cuando el rey Oseas envió a pedirayuda a Egipto contra Salmanasar y se negóa pagar más tributos a Asiria como sesuponía que debía hacer, una vez más entróSalmanasar a la tierra de Israel y, aunque fueuna penosa y larga lucha, al cabo de tresaños todo el reino del norte fue invadido porlos asirios (2º de Reyes 17:4-6). Salmanasar

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murió en aquellos tres años de sitio, peroSargón su sucesor completó el trabajo lleván-dose a Israel a la cautividad asiria y final-mente a la dispersión de las diez tribus delnorte alrededor de doscientos años despuésde la coronación de su primer rey.

D. Un sumario de todos sus reyes.

Nombre Reino Calificación

Jeroboam 22 años malo

Nadab 2 años malo

Baasa 24 años malo

Ela 2 años malo

Zimri siete días malo

Omri 12 años muy malo

Acab 22 años el peor

Ocozías 2 años malo

Joram 12 años mayormente malo

Jehú 28 años mayormente malo

Joacaz 17 años malo

Joás 16 años malo

Jeroboam II 41 años malo

Zacarías seis meses malo

Salum un mes malo

Manahem 10 años malo

Pekaía 2 años malo

Peka 20 años malo

Oseas 9 años malo

II. Las dos tribus del sur.

A. Su relación de vaivén con la idolatría.

Muchos reyes del sur también fueronidólatras, aunque por lo regular no tantocomo los reyes del norte. Hubo algunos reyesdel sur que los guiaron a grandes restaura-ciones de la religión al Dios verdaderooponiéndose a la idolatría.

En los días de Roboam, todo el reinoestaba inmerso en la idolatría (1º de Reyes14:21-24) que fue perpetuada por su hijo

Abiam (1º de Reyes 15:1-3). Asa, siguiente reye hijo de Abiam, guió a una maravillosarestauración de la adoración a Dios y estuvoen contra de la idolatría (2º de Crónicas 15).La restauración se continuó y completó bajoJosafat hijo de Asa, quien también envió portodo su reino sus príncipes, levitas y sacer-dotes para que enseñasen al pueblo la ley deDios (2º de Crónicas 17:1-9). El siguiente reyse casó con una hija de Acab y Jezabel (esamalvada pareja del reino del norte) y, comoconsecuencia, una vez más surgió la idolatríaen el sur (2º de Crónicas 21:5-6). Su hijoOcozías siguió la misma idolatría (2º deCrónicas 22:1-4) como lo hizo la usurpadoraAtalía, quien sucedió en el trono a Ocozías.Joás fue un rey piadoso mientras que vivió elsacerdote Joiada. En su reinado, se llevaron acabo grandes reformas después que fueejecutada Atalía (2º de Crónicas 24:1-14),pero apostató en sus últimos años (2º deCrónicas 24:17-19). Amasías el siguiente rey,fue relativamente un buen rey (2º de Crónicas25:1-2). Uzías fue un magnífico rey (2º deCrónicas 26:3-5), aunque erró al intentarofrecer incienso no siendo sacerdote, por locual fue cubierto de lepra hasta el día de sumuerte (2º de Crónicas 26:16-21). Jotam hijode Uzías, aunque la gente era corrupta (2º deCrónicas 27:1-2), fue un buen rey. Acaz suhijo, regresó a la idolatría del reino del norte yde las naciones vecinas (2º de Crónicas 28:1-4). Ezequías que le sucedió a Acaz en el trono,fue uno de los mejores reyes del reino del sur.2º de Crónicas 29:3—31:21 nos informa de lagran restauración que llevó adelante en sureinado. Isaías vivió en sus días y trabajó conél en esta gran reforma. Poco después de lacaída del reino del norte, también el reino delsur habría caído ante los asirios de no habersido por la gran fe de Ezequías quien pidióliberación de parte de Dios, que causó ladestrucción del poderoso ejército asirio me-diante el ángel de Jehová (2º de Reyes 19:35;2º de Crónicas 32:1-22). Al principio delreinado de Manasés, fue todo lo contrario aEzequías su padre, volviendo a la idolatría (2ºde Crónicas 33:1-10), pero cuando Dios loentregó en mano de sus enemigos, se arrepin-

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tió y regresó a Dios y Dios lo restauró a sutrono en Jerusalén y, a partir de allí, fue unbuen rey (2º de Crónicas 33:11-16). Amón suhijo, fue un gobernante idólatra (2º deCrónicas 33:21-23). Josías hijo de Amón,posiblemente fue un rey tan bueno como lohabía sido Ezequías. Su gran reforma seencuentra registrada en 2º de Crónicas34:3—35:19. Su buen reinado ayudó en granmanera a la profetización de Jeremías, quiendirigió grandes lamentaciones por él cuandoencontró su inoportuna y prematura muerte(2º de Crónicas 35:25). Jeremías pudo haberlamentado muy bien su pasado porqueninguno de los subsecuentes reyes de Judáfue favorable a su profetización, que incluía alos malvados reyes Joacaz, Joacim, Joaquín ySedequías. El reino cayó durante el reinadode Sedequías.

B. Un sumario de todos sus reyes.

Personaje Reino Calificación

Roboam 17 años malo

Abiam 3 años mayormente malo

Asa 41 años bueno

Josafat 25 años bueno

Joram 8 años malo

Ocozías 1 año malo

Atalía 6 años malvadísima

Joás 40 años mayormente bueno

Amasías 29 años bueno

Uzías 52 años bueno

Jotam 16 años bueno

Acaz 16 años malo

Ezequías 29 años bueno

Manasés 55 años malo y bueno

Amón 2 años malo

Josías 31 años bueno

Joacaz tres meses malo

Joacim 11 años malo

Joaquín tres meses malo

Sedequías 11 años malo

C. Se levantó gran cantidad de profetasen un esfuerzo por salvar el reino del sur.

Los siguientes profetas le profetizaron alreino del sur antes de su caída: Isaías,Jeremías, Joel, Miqueas, Habacuc y Sofonías.De muchas maneras, el más admirable deéstos para estudiar respecto a la caída delreino es Jeremías. En sus 52 capítulos sepuede ver la terrible idolatría y el fruto de lamaldad de ellos que los condujo a su destruc-ción así como a la verdadera caída del reinoque sucedió exactamente como él lo predijo.En todo su libro acusó a Judá de dos peca-dos: olvidarse del Dios verdadero y servir alos ídolos (Jeremías 1:16; 2:13, 26-28; etc.).En su libro claramente se contrasta al Diosverdadero con la futilidad de los ídolos(Jeremías 10:3-10). Culpó mucho más alreino del sur que al del norte, porque el surdebió de haber aprendido de las amargasexperiencias del norte, pero no lo hizo(Jeremías 3:6-11). Aunque su vida estuvo enconstante peligro y algunas veces hasta llegóa desesperarse, predijo fielmente la caída deJudá a mano de los babilonios (Jeremías25:1-11; 32:1-5).

D. La caída del reino del sur.

Después de la muerte de Josías, se deshizola fortaleza de las tribus del sur. Joacaz, suce-sor de Josías, fue derrotado por el rey deEgipto quien se lo llevó cautivo a ese lugar ypuso a Joacim sobre el reino del sur (2º deCrónicas 36:2-4). Nabucodonosor de Babiloniasubió contra Joacim (Eliaquim) y se lo llevócautivo junto con algunos de los utensilios deltemplo (2º de Crónicas 36:5-7). Joaquín susucesor quien sólo reinó tres meses y diez díasen Jerusalén, a la vuelta del año el reyNabucodonosor envió y lo hizo llevar aBabilonia junto con más objetos preciosos deltemplo (2º de Crónicas 36:9-10). Sedequías susucesor, era un gobernante débil y vacilante,quien a veces a duras penas sabía si entrabao salía. Jeremías lo instó a que se entregarapacíficamente a Nabucodonosor para que Diosperdonara al sur de una terrible destrucción

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(Jeremías 27:12-15); pero él escuchó a otrosconsejeros que le decían que se rebelaracontra Babilonia, por lo cual Nabucodonosorvino contra Jerusalén, destruyó la ciudad y eltemplo, degolló a los hijos de Sedequías enpresencia de él antes de sacarle sus ojos, y sellevó cautiva a la mayoría de la gente del reinodel sur a una larga noche de amargo cautive-rio en Babilonia (2º de Reyes 25:1-21). Estefue el juicio de Dios (él hasta llamó aNabucodonosor "mi siervo" - Jeremías 25:9)contra las tribus del sur por su idolatría y pornegarse a escuchar las amonestaciones de susprofetas.

Así llegó a su fin el reino del sur despuésde alrededor de unos cuatrocientos años deexistencia.

En verdad que en este entonces los israeli-tas se dieron cuenta cuán tonto había sidohaber rechazado a Dios como su rey y haberpedido a Samuel que les pusiera un rey comolo tenían las demás naciones. Israel floreciópor un rato bajo sus reyes (al igual que losdemás imperios), pero se desmoronó y fuederrotado (al igual que los demás imperiospoderosos). ¿Cuándo empezará a vivir elhombre de toda palabra que sale de la bocade Dios? ¿Cuándo comenzará a darse cuentael hombre que la santidad es útil para todo yque el camino del transgresor es duro?

PREGUNTAS

1. ¿Quién fue Jeroboam?

2. ¿Qué "cosa le fue presentada comolección" a Jeroboam?

3. ¿Qué hizo Jeroboam que le trajo pro-blemas al reino?

4. ¿Cómo llegó a ser rey Jeroboam?

5. ¿Por qué estableció Jeroboam laadoración idólatra en el norte?

6. ¿Qué aconteció con la adoración idóla-tra?

7. ¿Quién más indujo a la rápida decli-nación del reino de Israel? ¿Cómo?

8. ¿Qué siervo de Dios fue enviado paracensurar y combatir estas cosas?

9. ¿Qué profeta destruyó realmente laadoración a Baal?

10. ¿Cómo fue llevado a cabo esto?

11. ¿Cuáles dos varones profetizaron quecaería el reino del norte?

12. ¿Qué ocurrió con el reino del surdespués de caer el reino del norte?

13. ¿Qué profeta lamentó la muerte deJosías?

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14. ¿Qué rey gobernaba cuando cayó elreino del sur?

15. Haga una lista de los que le profeti-zaron al reino del sur antes de su caída.

16. Describa la caída del reino del sur.

17. ¿Cuánto tiempo tenía de existencia elreino del sur?

Lección 25El período de restauración

El pueblo trabajó como esclavo enBabilonia cuando el reino del sur fue llevadoa la cautividad babilónica. Especialmente aDaniel y también a sus tres amigos, por laespecial providencia de Dios les fueronconferidos puestos de autoridad bajo losreyes Nabucodonosor y Belsasar. CuandoBabilonia cayó ante los medos y persas (comolo predijo Daniel en el gran banquete deBelsasar - Daniel 5:22-28), Daniel gozó de lamisma distinción bajo Darío el medo y Ciro elpersa. Hablando en forma general, losprimeros seis capítulos de Daniel hablan deDaniel bajo los reyes babilónicos y los últimosseis capítulos bajo los medos y persas.

Con la entronización de los últimos reyes,terminó la servidumbre que había estadosobre los israelitas. Uno de los factores queindudablemente participó en hacer másplacentera esta condición fue que en laspropias Escrituras de los judíos, más deciento cincuenta años antes de la llegada deCiro al trono, Dios había dicho cómo iba adespertar a Ciro (hasta lo llamó por sunombre) para ejecutar su buena voluntad(Isaías 44:24-28; 45:1-4, 13). Desde luego queesto complacería en gran manera a Ciro y almismo tiempo lo haría reverenciar al Dios delos judíos. Él fue el más cordial hacia los

judíos y Dios lo bendijo mucho por ello. Deesta forma los últimos años del exilio de losjudíos fueron mucho más placenteros quesus primeros años en Babilonia.

En esta lección, con las reflexiones dearriba como información básica, vamos aconsiderar el período del regreso del exilio.

I. El cautiverio curó para siemprede su idolatría a los judíos.

A. La realidad de la idolatría.

Como hemos visto en lecciones anteriores,la esclavitud de los hebreos en Egipto losmetió a la idolatría que afloraba en cadaoportunidad. ¡Qué altibajos, oscilaciones,fluctuaciones y vaivenes de relación con laidolatría tuvieron ellos durante la época delos jueces y de los reyes! entrando y saliendode ella con tanta frecuencia. Como ya hemosestudiado, fue por causa de la idolatría queellos fueron arrancados de su tierra: el nortefue llevado a Asiria y luego se dispersó, y elsur fue conducido a Babilonia. Es un hechohistórico que cuando ellos regresaron deBabilonia a Jerusalén, nunca jamás hanvuelto a ser idólatras los judíos. Un escribade los tiempos de Jesús declaró muy bien la

El período de restauración

actitud de los judíos después del cautiveriobabilónico, al aprobar las palabras de Jesústocante al primer mandamiento de todos:

Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno esDios, y no hay otro fuera de él (Marcos 12:32).

En los tiempos apostólicos, la idolatríaplagaba el mundo gentil, y los apóstolestuvieron que enfrentarla a dondequiera quefueron (Hechos 14:11-16; 15:19-20; 17:16).Pero tan extraño como parezca, los judíos delos tiempos apostólicos estaban tan aferradosa la ley de Moisés de la cual constantementese apartaron sus padres en los días de lahistoria del Antiguo Testamento, que el pro-blema que los apóstoles enfrentaron fue cómolograr que los judíos aceptaran a Cristo y elcristianismo en vez de su antigua religiónmosaica. Hasta hoy, la adoración deimágenes es muy extraña para los judíos auncuando han transcurrido ya más de dos milaños desde que sus antepasados retornarondel cautiverio babilónico.

B. ¿Qué los curó de su idolatría?

Previo a la caída del reino del sur, la genteprestó atención a los falsos profetas en lugarde a los verdaderos profetas de Dios. Losprofetas de Dios estuvieron prediciendo lascalamidades que azotarían a la nación porcausa de la idolatría, pero todos los profetasfalsos estaban profetizando paz y prosperidadpara el futuro. Por esto es que toda la gentehablaba bien de los falsos profetas (Lucas6:26). Rechazaban al profeta verdadero porno profetizarles “cosas halagüeñas” (Isaías30:9-10). Con cada profeta de Dios profeti-zando tan ciertamente sobre la destrucciónvenidera, aunque la gente no aceptaba suspredicciones, no podían olvidarlos. Elloshasta se burlaban de los profetas, todo locual les ayudaba a recordar exactamente loque los profetas habían predicho. Los profe-tas tenían un refugio: el futuro. Ellos decíanque llegaría el tiempo cuando sabrían queJehová era Dios y no Baal, Moloc o cualquierotro ídolo.

Escuche la forma tan efectiva en que lodeclaró Ezequiel:

Y dirás: Montes de Israel, oíd palabra deJehová el Señor: Así ha dicho Jehová el Señora los montes y a los collados, a los arroyos y alos valles: He aquí que yo, yo haré venir sobrevosotros espada, y destruiré vuestros lugaresaltos. Vuestros altares serán asolados, yvuestras imágenes del sol serán quebradas; yharé que caigan vuestros muertos delante devuestros ídolos. Y pondré los cuerpos muertosde los hijos de Israel delante de sus ídolos, yvuestros huesos esparciré en derredor devuestros altares. Dondequiera que habitéis,serán desiertas las ciudades, y los lugaresaltos serán asolados, para que sean asoladosy se hagan desiertos vuestros altares; yvuestros ídolos serán quebrados y acabarán,vuestras imágenes del sol serán destruidas, yvuestras obras serán desechas. Y los muertoscaerán en medio de vosotros; y SABRÉIS QUEYO SOY JEHOVÁ (Ezequiel 6:3-7).

Continuando su citación sobre los queescaparían de la espada en el día de lamatanza en Jerusalén, Ezequiel dijo:

Mas dejaré un resto, de modo que tengáisentre las naciones algunos que escapen de laespada, cuando seáis esparcidos por las tie-rras. Y los que de vosotros escaparen se acor-darán de mí entre las naciones en las cualesserán cautivos; porque yo me quebranté acausa de su corazón fornicario que se apartóde mí, y a causa de sus ojos que fornicarontras sus ídolos; y se avergonzarán de símismos, a causa de los males que hicieron entodas sus abominaciones. Y SABRÁN QUE YOSOY JEHOVÁ; no en vano dije que les habíade hacer este mal (Ezequiel 6:8-10).

Cuando los “halagos”, palabras suaves,lisonjeras y mentirosas de sus falsos profetasles fallaron y llegaron a ocurrir los mensajesde los profetas verdaderos, de veras estu-vieron dispuestos a aceptar que Jehová era elúnico Dios. Aunque se echó mano de lacorrección más amarga para hacerlos entraren razón, el castigo dio resultado. Cuando lagente no quiere aprender de otra forma, Dioslos enseñará con una mano correctora, pero¡oh cuán amarga!

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II. Dios regresó las tribus del sur a su tierra.

A. Los profetas habían predicho esteregreso.

La gente en los tiempos del AntiguoTestamento fue de un corazón tan malo y tanculpables de difamar a los profetas de Dios aligual que lo hace hoy la gente con losmensajeros del evangelio. Aborrecían a loshombres de Dios y sin ninguna vacilación losmataban de la manera más malvada que sepodía. Los veían como mal humorados viejoscascarrabias que no tenían sino sólomensajes de destrucción. Pero en esto noeran del todo exactos. Entre los pronun-ciamientos de los profetas de la venida de laira de Dios, incluyeron predicciones delretorno real a su tierra y una vez que se loshubieron llevado cautivos era tan difícil queellos creyesen que regresarían alguna vez asu tierra como tampoco habían creído que sellevarían a cabo las predicciones de queestarían cautivos. Así fue la incredulidad enaquel entonces y exactamente lo mismoocurre en la actualidad. La gente trabajada,cargada, cansada y deprimida no puedeentender y apoderarse de las promesas de labondad de Dios, porque prevalece eldesaliento. La gente que está disfrutando deuna navegación tranquila no puede conmo-verse con mensajes de advertencias: noesperan juicio contra ellos.

Verdaderamente los profetas de Diostuvieron un mensaje de condenación paraaquellos que estaban reprobados en susmaldades, pero tuvieron un mensaje deconsolación final para aquellos que, aunquemalos en estas circunstancias, más adelantese corregirían hacia el arrepentimiento. Conrespecto a esto, después que Nabucodonosorhabía transportado a algunos cautivos aBabilonia, Jeremías tuvo una visión de doscestas de higos que Dios le mostró delante deltemplo de Jehová. Una cesta sólo tenía higosmuy buenos, pero la otra cesta tenía higostan malos que no se podían comer. Dios

explicó que la visión representaba las dosclases de personas arriba mencionadas:

Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Como aestos higos buenos, así miraré a los trans-portados de Judá, a los cuales eché de estelugar a la tierra de los caldeos, para bien.Porque pondré mis ojos sobre ellos para bien,y los volveré a esta tierra, y los edificaré, y nolos destruiré; los plantaré y no los arrancaré.Y les daré corazón para que me conozcan queyo soy Jehová; y me serán por pueblo, y yo lesseré a ellos por Dios; porque se volverán a míde todo su corazón. Y como los higos malos,que de malos no se pueden comer, así hadicho Jehová, pondré a Sedequías rey deJudá, a sus príncipes y al resto de Jerusalénque quedó en esta tierra, y a los que moran enla tierra de Egipto. Y los daré por escarnio ypor mal a todos los reinos de la tierra; porinfamia, por ejemplo, por refrán y pormaldición a todos los lugares adonde yo losarroje. Y enviaré sobre ellos espada, hambre ypestilencia, hasta que sean exterminados dela tierra que les di a ellos y a sus padres(Jeremías 24:5-10).

Jeremías predijo que los años que losjudíos estarían en Babilonia serían setenta(Jeremías 29:10). Como prueba de su sinceri-dad en el mensaje que predicaba que losjustos serían restaurados a Palestina despuésde setenta años, Jeremías compró unaheredad (Jeremías 32:6-15). Con esto ellospodían ver que él creía en la restauración delos judíos a su tierra.

B. Cuatro libros de la Biblia hablan de suregreso y de las actividades propias de suvuelta.

Los libros históricos de Esdras y Nehemíasy los libros proféticos de Hageo y Zacarías nosaclaran sobre el regreso de los judíos a sutierra y su restablecimiento o restauración enella. Los primeros versículos de Zacaríascontienen gran cantidad de importante verdadcomo él se lo expresó a la gente de su tiempo:

Se enojó Jehová en gran manera contravuestros padres (a quienes castigó con

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cautiverio). Diles, pues: Así ha dicho Jehováde los ejércitos: Volveos (la gente del tiempode Zacarías) a mí . . . y yo me volveré avosotros . . . No seáis como vuestros padres, alos cuales clamaron los primeros profetas(como Isaías, Jeremías y otros), diciendo: . . .Volveos ahora de vuestros malos caminos y devuestras malas obras (mensaje de losprimeros profetas) ; y no atendieron, niescucharon, dice Jehová. Vuestros padres,¿dónde están? (castigados como Dios lo habíapredicho) y los profetas (los falsos profetas),¿han de vivir para siempre? (También elloshabían dejado de existir como lo había predi-cho Jeremías). Pero mis palabras y mis orde-nanzas que mandé a mis siervos los profetas,¿no alcanzaron a vuestros padres? (Claro quese hicieron realidad). Por eso volvieron ellos ydijeron: Como Jehová de los ejércitos pensótratarnos conforme a nuestros caminos, yconforme a nuestras obras, así lo hizo connosotros (Zacarías 1:2-6).

Los cuatro libros mencionados arriba noshablan del regreso de cerca de cincuenta milpersonas bajo Zorobabel para reconstruir eltemplo, luego del regreso de cerca de dos milbajo Esdras casi ocho años después delretorno de los que regresaron con Zorobabel,para reanimar la vida espiritual de la gente, yfinalmente el regreso de Nehemías y sustrabajadores para reedificar el muro deJerusalén.

Cuando Jesús nació entre el pueblo judíoen Palestina, llevaban como quinientos añosde haber regresado a su tierra natal.

C. ¿Por qué los volvió Dios a su tierra?

Indudablemente el propósito de Dios enregresarlos a su tierra al menos era doble.Uno era en reconocimiento de su promesa debondad con la casa de David que, desdeluego, comprendía la venida del Mesías en suverdadero cumplimiento. El otro propósito eraque la gente pudiese comprender que subondad era tan grande con los arrepentidoscomo lo había sido su ira para con los sober-bios. Consideremos brevemente estas dosrazones:

Siempre y cuando Dios sin cejar pudieseser bueno con la tribu de Judá (la tribu deDavid) y con la ciudad de Jerusalén (capitalde la Ciudad de David donde Dios habíapuesto su nombre), él con mucho gusto tratóde hacerlo. Cuando el profeta Ahías rompióen pedazos la capa nueva para Jeroboam y leprometió la mayor parte del reino (1º de Reyes11:26-33), no le dio todas las tribus.Obsérvese la razón:

. . . y él (Salomón mediante su hijo) tendráuna tribu por amor a David mi siervo, y poramor a Jerusalén, ciudad que yo he elegido detodas las tribus de Israel (1º de Reyes 11:32).

Para hacer hincapié en lo que venimosdiciendo, el profeta Ahías afirmó además:

Pero quitaré el reino de la mano de su hijo(hijo de Salomón), y lo daré a ti, las dieztribus. Y a su hijo daré una tribu, para que misiervo David tenga lámpara todos los díasdelante de mí en Jerusalén, ciudad que yo meelegí para poner en ella mi nombre . . . Y yoafligiré a la descendencia de David (el reinodel sur) a causa de esto (la idolatría deSalomón), mas no para siempre (1º de Reyes11:35-36, 39).

Conforme a profecías ya reveladas, Belén(el lugar de nacimiento de Cristo) ya habíasido señalada (Miqueas 5:2) y la prominenciade Jerusalén con relación al nuevo pacto yahabía sido indicada (Isaías 2:2-3 y muchosotros pasajes). Todos estos acontecimientosiban a ocurrir en cumplimiento a las espe-ciales promesas de Dios hacia David. Porejemplo, en el anuncio del ángel a lospastores judíos sobre el nacimiento delSalvador, se les dijo que ese día había nacido“en la ciudad de David” (Lucas 2:11). A éste,dijo el ángel Gabriel, le sería dado “el trono deDavid su padre” (Lucas 1:32).

Ahora consideremos el otro motivo queDios tenía para restaurarlos a su tierra.Cuando Dios le dijo a los malos la forma enque él los iba a castigar, él hablaba en serio yno bromeaba, y quiso que ellos lo supieran.Con todo lo que los amenazó concerniente a

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la llegada de Nabucodonosor y el saqueo de suciudad y de los lamentables resultados que lesseguirían, verdaderamente llegó a ocurrir todoesto. Sucedió así porque ellos merecían sertratados así. Jonás se dio cuenta muy bien dela gran misericordia de Dios (Jonás 4:2). Peroconsideremos el otro lado de Dios: el Dios demisericordia con los arrepentidos. David alabóla multitud de las piedades de Dios (Salmo51:1). Aun intercalada dentro de los diezmandamientos se encuentra una declaracióndirecta de la misericordia de Dios (Éxodo20:6). Dios castigó con el cautiverio babilónicoa la generación idólatra. Sin embargo, a lanueva generación libre de la idolatría de suspadres, Dios iba a tratarla en forma diferente.Hablando Ezequiel específicamente sobre estapregunta, dijo:

¿Qué pensáis vosotros, los que usáis esterefrán sobre la tierra de Israel, que dice: Lospadres comieron las uvas agrias, y los dientesde los hijos tienen la dentera? Vivo yo, diceJehová el Señor, que nunca más tendréis porqué usar este refrán en Israel . . . el alma quepecare, esa morirá . . . Pero si éste (un padre)engendrare hijo, el cual viere todos los peca-dos que su padre hizo, y viéndolos no hicieresegún ellos; no comiere sobre los montes, nialzare sus ojos a los ídolos de la casa deIsrael . . . éste no morirá por la maldad de supadre; de cierto vivirá (Ezequiel 18:2-17).

De esta forma quería Dios que la gentesupiera que él estaba tan dispuesto a mostrarsu bondad con los que fuesen obedientes asícomo habría de mostrar su ira a los quefuesen desobedientes.

III. Las ordenanzas de Moisés fueronreinstaladas en sus vidas religiosas.

A. Había sido mucho tiempo desde quehabían tenido una religión pura.

La mayor grandeza de Israel fue en aquellosdías cuando ellos caminaron de acuerdo a laley revelada de Dios. Dios les había dado leyesconcernientes a los sacrificios, el sacerdocio,las festividades, el matrimonio, el pago del

diezmo, la presentación del primogénito, lamoralidad, la honestidad, guardar el día dereposo, la contaminación y otros innumerablesasuntos de su vida privada y su vida nacional.Pero con reyes de ese tiempo que fueron tanidólatras, es natural que se hubiese olvidado laley de Dios dada por medio de Moisés. Con laley de Moisés hechada a un lado, no es deextrañarse que no se guardaran sus preceptos.Con la gente deportada a tierras lejanas comoocurrió con ellos, sin templo y sin un lugarapropiado para que los sacerdotes oficiaran,hubo muchos ritos mosaicos que no podíanser observados por ellos durante sus años decautiverio en Babilonia. Enteramente así habíapasado mucho tiempo desde que habíanobservado una religión pura. Precisamentecomo ha habido una “edad de oscurantismo oEdad Media” después que fue dado el NuevoTestamento, así tuvieron ellos su “edad deoscurantismo” en tiempos del AntiguoTestamento. Entonces, observando lo quehicieron los israelitas del período de restau-ración con respecto a la ley de Dios bajo lacual debían vivir, nosotros podemos darnoshoy la instrucción divina en cuanto a lo quedebemos hacer respecto a la ley de Dios bajo lacual debemos vivir.

B. Ellos regresaron al plan de Dios que lesfue dado por medio de Moisés.

Reedificaron su templo. Reincorporaron altemplo los utensilios y vasijas queNabucodonosor se había llevado. Celebraronla pascua tal cual había sido instituida.Edificaron el altar y ofrecieron holocaustos enél conforme a las Escrituras. Tuvieron sacer-dotes como lo había ordenado Dios por mediode Moisés. Empezaron a celebrar la fiesta delos tabernáculos como Dios se los había orde-nado. Despidieron a todas sus esposas extran-jeras e hijos nacidos de ellas. Se restableció laobservancia del día de reposo. Los libros deEsdras y Nehemías nos informan sobre estegran retorno al plan de Dios para ellos.

C. Este restablecimiento de las ordenan-zas mosaicas estaba en armonía con elpropósito de Dios al otorgárselas.

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Sólo porque habían pasado como mil añosdesde que había sido dada la ley de Moisés enel monte Sinaí no era razón para que no serestableciera su obediencia y siguieran obede-ciéndola de allí en adelante. Muchos discu-tirían de este modo hoy, opinando que Dios noesperaría que nosotros respetemos la ley delNuevo Testamento dada hace casi XX siglos.Pero no es asunto de cuánto tiempo hace queDios dio determinada ley, sino que todavíaestamos en la misma dispensación para lacual fue dada tal ley. La dispensación mosaicainició en el monte Sinaí alrededor de 1,500años antes de Cristo y continuó hasta lamuerte de él. Las leyes para toda esa dispen-sación de tiempo fueron dadas al inicio de lamisma; pero los que vivieron al final de esadispensación estaban tan obligados a cumplir-las como los que vivieron cuando en efectofueron dadas. Esto es verdad de cualquierdispensación. Cuando Dios da unmandamiento, se mantiene en vigor hasta queDios lo abroga o lo reemplaza por otro. Haytanta gente hoy que no se da cuenta de esto.Debido a eso continúan haciendo lo que hanestado haciendo o lo que hicieron sus padreso lo que la demás gente hace, y “esperan”agradar a Dios, suponiendo que eso es, perono están totalmente seguros de ello. Al mismotiempo, no ven la necesidad de volverse alplan de salvación del Nuevo Testamento, a ladescripción bíblica de una vida cristiana y unhogar cristiano y al modelo divino de la iglesiaque se encuentra revelada en las SagradasEscrituras. De hecho, no sólo dudan de quetal cosa es necesaria, sino que se resisten atodo intento de regenerarse en sus prácticasreligiosas por lo que tiene que encontrarse enla Biblia. O afirman que la Biblia está pasadade moda, o que como se ha traducido muchasveces no podemos estar seguros de lo quedice, o que hay infinidad de diferentes méto-dos y sistemas de interpretación de la misma,o que lo importante es que Dios se interesa enla condición del corazón y no particularmenteen una rigurosa adhesión a preceptos. Huelgadecir que tal forma de pensar paralizacualquier intento de regresar al modelo primi-tivo del cristianismo.

Pero, excepto tocante a la objeción sobrelas abundantes traducciones, todas lasdemás son tal cual las que se pudieron haberpresentado en los tiempos de Esdras yNehemías. El pueblo pudo haber dicho quesu ley era anticuada. La objeción sobre lasnumerosas traducciones del NuevoTestamento no está bien fundada, porquecualquier versión en español sólo es unatraducción del Nuevo Testamento en griego alespañol y nada más. En el tiempo de Esdraspudieron haber lanzado acusaciones encuanto a la dificultad de la interpretación dela ley. El hecho es que es más complicada laley del Antiguo Testamento que la del NuevoTestamento. En el tiempo de Nehemías,pudieron haber afirmado que en todo lo queDios se interesaba era sólo en la condición delcorazón. Pero las grandes reformas en losdías de Esdras y Nehemías, que desde luegotodas fueron aprobadas por Dios, sonrespuestas de la palabra de Dios a las ideasliberales de la gente de hoy.

La verdad es que cuando Dios da una ley,está divinamente puesta en vigor hasta que élmismo la quita. En los días de Jesús, él envióunos leprosos que limpió a que se presen-taran ante la ley de Moisés para quequedaran ceremonialmente limpios (Mateo8:4; Lucas 17:14). El antepenúltimo versículodel Antiguo Testamento dice:

Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cualencargué en Horeb ordenanzas y leyes paratodo Israel (Malaquías 4:4).

En conclusión, notemos que ellos habíansido castigados con deportación a Babiloniapor no guardar la ley de Dios bajo la cualtuvieron que vivir, y fueron regresados a sutierra y fueron bendecidos al obedecer la ley.¡Ojalá aprendamos cada uno de nosotros lalección que Dios tiene para nosotros en elperíodo de restauración de la historia delAntiguo Testamento!

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PREGUNTAS

1. Mencione algunos cautivos de lastribus del sur que estuvieron cautivos enBabilonia.

2. ¿Por qué fueron mejores para losjudíos los últimos años del cautiverio que losprimeros?

3. ¿Qué lección del cautiverio hizo volveren sí a los judíos?

4. ¿Qué fue lo que probablemente loscuró de su idolatría?

5. Dé dos descripciones de profecía refi-riéndose al regreso de los judíos a su tierra.

6. ¿Cuántos libros de la Biblia tratansobre este regreso?

7. Menciónelos.

8. Indique tres personajes importantesque regresaron del cautiverio y el trabajo quedesempeñaron.

9. Dé dos razones, ¿por qué les permitióDios regresar a su tierra?

10. ¿Qué cosas específicas relativas a lasordenanzas mosaicas fueron restablecidas enla vida religiosa del pueblo que regresó?

11. ¿Cuánto tiempo había transcurridodesde que estas ordenanzas fueron dadasinicialmente?

12. ¿Qué hecho muy evidente nos señalael período de restauración?

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Lección 26Los profetas anticiparon la edad mesiánica

Aunque el asunto de predecir el futuroestaba lejos de ser el único trabajo de losprofetas del Antiguo Testamento, sin embargoes innegable el hecho de que la predicción fueuna de sus importantes misiones, que es loque nos interesa a nosotros en el presenteestudio.

Según Edersheim y otras autoridadessobre costumbres y creencias de los judíos,aun los judíos del tiempo de Jesús estabanesperando una “edad” por venir. Por supuestoque sería cuando llegara su Mesías. Habíanformado sus ideas de cómo sería esa épocabasándose en las predicciones encontradas en

Los profetas anticiparon la edad mesiánica

los escritos de sus profetas. Nosotros que vivi-mos casi dos mil años de este lado del Cristonos encontramos en una posición muchomejor que ellos en comprender el significadoexacto de las predicciones de sus profetas. Porlo tanto, en lugar de conceptuar la edadmesiánica como un tiempo cuando el Mesíasviniese, estableciese su trono en Jerusaléncomo rey de los judíos y reinase victoriososobre el resto del mundo como monarca judíobajo el cual los judíos gozaran de la libertadde sus enemigos que los oprimieron tantotiempo, encontramos (si es que entendemos laépoca mesiánica a partir del tiempo cuandovino el Mesías e inició cumpliendo aquellasprofecías) pormenorizadas las prediccionesmesiánicas en aquellas profecías relativas asu primer venida y su vida aquí en la tierra,que le siguió la presente dispensación quecomenzó el día de Pentecostés del año 30 d. deC., que a su vez será seguida por los inter-minables siglos de la eternidad.

Antes de abordar realmente las profecíasdel Antiguo Testamento en sí, nos será impor-tante considerar el hecho de que muchasveces los profetas del Antiguo Testamentohablaron del futuro usando la terminología yfraseología religiosa de su tiempo. Por ejemplo,en el tiempo de Malaquías los judíos estabanofreciendo a Dios ofrendas o sacrificios conta-minados. En contraste a sus despreciablesacciones, Malaquías vio hacia la épocamesiánica e hizo la siguiente predicción:

Porque desde donde el sol nace hasta dondese pone, es grande mi nombre entre lasnaciones; y en todo lugar se ofrece a minombre incienso y ofrenda limpia, porquegrande es mi nombre entre las naciones, diceJehová de los ejércitos (Malaquías 1:11).

Actualmente los católicos, que quemanconstantemente incienso en sus catedrales,templos o recintos religiosos en general,tratan de sacar gran provecho de esteversículo diciendo que Malaquías estabaprediciendo la religión católica. Se deleitan enseñalar que de todas las corporaciones reli-giosas ellos son los únicos que creen en el

ofrecimiento de incienso. Pero Malaquías noestaba prediciendo tal cosa. Él estaba usandola terminología religiosa de su tiempo alhablar de un tiempo futuro. ¿Cómo lo sabe-mos? De diversas formas; pero principal-mente porque el propio Nuevo Testamento haestablecido prohibiciones contra algunos deestos mismos ritos que ese pasaje predijo.Quiero que usted note en este pasaje deMalaquías que el profeta no sólo predijoincienso sino también “ofrenda limpia.” Estaofrenda que fue profetizada ser “limpia”,estaba en total contraste con las ofrendascontaminadas que estaban ofreciendo losjudíos de su tiempo (Malaquías 1:8, 13-14).El profeta estaba hablando de los sacrificiosde animales, sin embargo sabemos que en elcristianismo no se ofrecen sacrificios deanimales. Sería pecaminoso ofrecerle a Diossacrificios de animales hoy, porque esosignificaría que el sacrificio de Jesús el Cristono es suficiente para expiar el pecado.Hacerlo así sería caer de la gracia (Gálatas5:4), en vista de que los sacrificios deanimales fueron parte integral de la justifi-cación mosaica. Observemos dos ejemplosmás de tales predicciones. Romanos 10:15cita Nahum 1:15, un versículo que tambiénhabla de guardar las “fiestas” solemnes ycumplir los “votos” que fueron ordenanzasmosaicas y no cristianas. Un pasaje clásicosobre este tema es Zacarías 14:16-21. Alreferirse a la edad mesiánica, habló deguardar “la fiesta de los tabernáculos” de añoen año así como también las ollas de la casade Jehová serán como “los tazones del altar”en los que todos vendrían y harían “sacrifi-cios” en la casa de Jehová de los ejércitos.

No disponemos de suficiente espacio comoquisiéramos para analizar el principio arribaseñalado, pero es un principio muy impor-tante que debemos tener en cuenta al exami-nar las predicciones de estos varones. Ahoravayamos al triple análisis de sus prediccionestal cual ellos las relacionan con el Mesías y sureino.

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I. Los profetas anticiparonla venida de Jesús a la tierra.

A. Anticiparon la realidad de su venida.

Se ha hecho notar que en el AntiguoTestamento hay más de trescientas predic-ciones tocante a la primera venida del Cristo.Isaías predijo tantas cosas tocante al Cristoque comúnmente se le menciona como el“profeta mesiánico” y “el profeta evangélico.”El Antiguo Testamento rebosa de prediccionesque produjeron una expectativa tocante aAlguien por venir. Por citar un ejemplo,observemos el conocido pasaje de Isaías 9:6-7:

Porque un niño nos es nacido, hijo nos esdado, y el principado sobre su hombro; y sellamará su nombre Admirable, Consejero, Diosfuerte, Padre eterno, Príncipe de Paz. Lodilatado de su imperio y la paz no tendránlímite, sobre el trono de David y sobre sureino, disponiéndolo y confirmándolo en juicioy en justicia desde ahora y para siempre. Elcelo de Jehová de los ejércitos hará esto.

Hay muchas indicaciones de que los judíosdel tiempo de Jesús buscaban al Cristo queestaba por venir. Cuando Juan el Bautistaempezó su revolucionario ministerio, ellosdeseaban saber si él no afirmaba ser elCristo. Pero él dijo que no era el Cristo (Juan1:19-25). Jesús mismo les dijo a los judíosque escudriñaran las Escrituras, afirmandoque ellas daban testimonio de él (Juan 5:39).Es digno de atención que aun los samari-tanos, que también tenían partes del AntiguoTestamento, participaban asimismo de lacreencia que había un Mesías que había devenir (Juan 4:25).

B. Predijeron el tiempo de su venida.

Daniel mencionó que iban a transcurrirsetenta semanas proféticas en la historiajudía, parte de las cuales tendrían que vercon la venida del Mesías. No siempre peroalgunas veces en profecía, un día representaun año (Ezequiel 4:6). Ya que una prediccióndebe entenderse a la luz de su cumplimiento,

no hay duda de que cada semana de las“setenta semanas” de la profecía de Danielrepresentó siete años, porque esa es exacta-mente la suma que da. En el tiempo deEsdras, el rey de Persia dio la orden de queJerusalén (que en ese entonces se encontrabaen ruinas) y naturalmente el templo fuesenreedificados. Su decreto fue emitido en el año457 a. de C. Este fue el punto de partida delas setenta semanas:

Sabe, pues, y entiende, que desde la salida dela orden para restaurar y edificar a Jerusalénhasta el Mesías Príncipe, habrá sietesemanas, y sesenta y dos semanas; sevolverá a edificar la plaza y el muro en tiem-pos angustiosos (Daniel 9:25).

¡Sesenta y nueve semanas en totalidaddesde el año 457 a. C. hasta la llegada omanifestación del Mesías! Sesenta y nuevesemanas tendrían cuatrocientos ochenta ytres días. Representando año por día, esosería cuatrocientos ochenta y tres años.Cuatrocientos ochenta y tres años despuésdel 457 a. de C. nos trae al año 26 d. de C.Este fue el mismo año en el que Jesús fuebautizado e inició su ministerio público. ¡Quéprofecía tan extraordinaria! No debe sorpren-dernos que Jesús reconviniese a los judíospor no conocer qué tiempo era proféticamenteel que estaban viviendo.

C. Predijeron el lugar de su nacimiento.

Cuando los magos llegaron a Jerusalénbuscando al niño Jesús, los escribas lesdijeron que debía nacer en Belén, según elprofeta Miqueas (Miqueas 5:2; Mateo 2:1-6).Años más tarde, los judíos manifestaron lamayor ignorancia del hecho que Jesús habíanacido en Belén pues lo rechazaron porqueera de Galilea, diciendo:

Este es el Cristo (Mesías) . . . ¿De Galilea hade venir el Cristo? ¿No dice la Escritura quedel linaje de David, y de la aldea de Belén, dedonde era David, ha de venir el Cristo? (Juan7:41-42).

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D. Predijeron muchos acontecimientos desu vida.

Casi en la parte posterior de cualquierBiblia de Estudio usted puede encontrar unatabla de profecías del Antiguo Testamentocumplidas en la vida del Cristo. Lemencionamos parte de la inclusión en tallista. Para no extendernos demasiado aquí,nos contentaremos con considerar sólo doscapítulos que contienen abundantesalusiones a la crucifixión: Salmos 22 e Isaías53. El Salmos 22 contiene las siguientespredicciones fácilmente reconocidas:

Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desam-parado? . . . Mas yo soy gusano, y no hombre;oprobio de los hombres, y despreciado delpueblo. Todos los que me ven me escarnecen;estiran la boca, menean la cabeza, diciendo:Se encomendó a Jehová; líbrele él; sálvele,puesto que en él se complacía . . . Horadaronmis manos y mis pies . . . Repartieron entre símis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.

Observe las siguientes selecciones deIsaías 53:

Despreciando y desechado entre los hombres,varón de dolores, experimentado en quebranto;y como que escondimos de él el rostro . . .Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, ysufrió nuestros dolores . . . Mas él herido fuepor nuestras rebeliones, molido por nuestrospecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él,y por su llaga fuimos nosotros curados. Todosnosotros nos descarriamos como ovejas, cadacual se apartó por su camino; mas Jehovácargó en él el pecado de todos nosotros.Angustiado él, y afligido, no abrió su boca;como cordero fue llevado al matadero; y comooveja delante de sus trasquiladores, enmude-ció, y no abrió su boca . . . y fue contado conlos pecadores, habiendo él llevado el pecadode muchos, y orado por los transgresores.

Con el Antiguo Testamento siendo tanclaro sobre estas cosas, es natural que enLucas 24:25-27 leamos:

Entonces él (Jesús) les dijo: ¡Oh insensatos, ytardos de corazón para creer todo lo que los

profetas han dicho! ¿No era necesario que elCristo padeciera estas cosas, y que entrara ensu gloria? Y comenzando desde Moisés, ysiguiendo por todos los profetas, les declarabaen todas las Escrituras lo que de él decían.

Jesús hizo lo mismo con los apóstoles(Lucas 24:44-47). Felipe, comenzando conIsaías 53:7-8, le anunció el evangelio deJesús al eunuco etíope, jefe de todos lostesoros de la reina Candace (Hechos 8:26-35).

Para concluir esta parte de nuestro estu-dio, observemos que estas predicciones delAntiguo Testamento fueron como unafotografía del Mesías enviada antes de él me-diante la cual fuese identificable. Hace variosaños me ocurrió una excelente ilustracióncuando llegué en tren a Hampton, Virginiapara predicar. Nunca antes había estado yo enese lugar, pero “LA VOZ DEL EVANGELISMO”se me había adelantado allí. Cuando vi a uncaballero de avanzada edad mirando mi fotopublicada en esa revista que tenía en susmanos y luego mirándome para ver si era yoprecisamente el mismo de la foto, pensé en lafotografía de Jesús (profecías) del AntiguoTestamento enviada antes del tiempo de sullegada para que se le pudiese reconocer.

II. Los profetas predijeronla dispensación cristiana.

A. Predijeron la coronación del Mesías.

Cuando Jesús ascendió a Dios, fue alzadoen una nube (Hechos 1:9). Daniel vio conantelación la ascensión y la coronación deJesús el Cristo como Rey a su llegada hastadonde estaba Dios:

Miraba yo en la visión de la noche, y he aquícon las nubes del cielo venía uno como un hijode hombre, que vino hasta el Anciano de días(Dios), y le (evidentemente los ángeles)hicieron (al hijo de hombre) acercarse delantede él (Dios). Y le fue dado (al hijo de hombre)dominio, gloria y reino, para que todos lospueblos, naciones y lenguas le sirvieran; sudominio es dominio eterno, que nunca pasará,

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y su reino uno que no será destruido (Daniel7:13-14).

Con el Mesías establecido como el Rey delreino cuyo acercamiento había sido anun-ciado por Juan el Bautista, Jesús, los após-toles y los setenta antes de la crucifixión, todoestaba dispuesto para el inicio de la presentedispensación.

B. Predijeron el día de Pentecostés.

El día del Pentecostés del año 30 d. de C.(mismo año en que murió y fue resucitadoJesús) marcó el inicio de la presente dispen-sación. En ese día recibieron los apóstoles elbautismo en el Espíritu Santo que Jesús leshabía prometido (Hechos 1:4-5), el cual losequipó para su trabajo apostólico. Cuandoeste extraordinario acontecimiento se llevó acabo, algunos no entendieron exactamentequé había ocurrido. El apóstol Pedro explicóque era el cumplimiento de la profecía de Joelquien dijo que antes del gran día del juicio deDios sobre los hombres que estaba por venir,Dios derramaría primero su Espíritu. Encuanto al bautismo en el Espíritu Santo enese día de Pentecostés, Pedro dijo:

Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: Y enlos postreros días, dice Dios, derramaré de miEspíritu sobre toda carne, y vuestros hijos yvuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenesverán visiones, y vuestros ancianos soñaránsueños (Hechos 2:16-17).

Zacarías 12:10-14 predijo un gran lloro olamento entre los judíos por haber crucifi-cado al Mesías y dice cómo derramaría Diosel Espíritu de gracia sobre ellos. Los versícu-los que le siguen luego (Zacarías 13:1-6),comienzan:

En aquel tiempo habrá un manantial abiertopara la casa de David y para los habitantesde Jerusalén, para la purificación del pecadoy de la inmundicia.

Sin duda que esto (al igual que la profecíade Joel 2:28-32) empezó a cumplirse el día de

Pentecostés cuando Pedro predicó el perdónde pecados por medio de la sangre de Jesús,a quien habían prendido, crucificado ymatado ellos.

C. Predijeron la institución de un NuevoPacto.

Tan temprano como es el tiempo deJeremías, Dios ya estaba revelando el hechode su nuevo pacto que haría. A propósito,este pacto que en realidad Dios hizo tanto conlos judíos como con los gentiles fue predichoen el lenguaje de aquellos días, es decir, comosi Dios hiciera este pacto con la casa de Israely la casa de Judá. Veamos la predicción deJeremías:

He aquí que vienen días, dice Jehová, en loscuales haré nuevo pacto con la casa de Israely con la casa de Judá. No como el pacto quehice con sus padres el día que tomé su manopara sacarlos de la tierra de Egipto; porqueellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo unmarido para ellos, dice Jehová. Pero este es elpacto que haré con la casa de Israel despuésde aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley ensu mente, y la escribiré en su corazón; y yoseré a ellos por Dios, y ellos me serán porpueblo. Y no enseñará más ninguno a suprójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo:Conoce a Jehová; porque todos me conocerán,desde el más pequeño de ellos hasta el másgrande, dice Jehová; porque perdonaré lamaldad de ellos, y no me acordaré más de supecado (Jeremías 31:31-34).

Que esta era una profecía tocante al NuevoTestamento, véase Hebreos 8:8-12.

D. La conversión de los gentiles.

En cualquier tiempo u ocasión que ustedlea en los profetas del Antiguo Testamentocon respecto a los gentiles adorando a Jehováen forma aceptable, sepa usted que estáleyendo una predicción tocante a los tiemposdel nuevo pacto, porque no fue sino hastaque Cristo comisionó a los apóstoles a quellevaran el evangelio a todas las naciones queencontramos que Dios sí acepta a los gentiles.

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Los profetas del Antiguo Testamento confrecuencia predijeron la aceptación de losgentiles, aunque el prejuicio en la mente delos judíos los abstuvo de comprender estaedad divina.

Nuevamente hablando en la terminologíareligiosa de los judíos, Zacarías 8:22-23predice vívidamente la conversión de losgentiles:

Y vendrán muchos pueblos y fuertes nacionesa buscar a Jehová de los ejércitos enJerusalén, y a implorar el favor de Jehová. Asíha dicho Jehová de los ejércitos: En aquellosdías acontecerá que diez hombres de lasnaciones de toda lengua tomarán del manto aun judío, diciendo: Iremos con vosotros, porquehemos oído que Dios está con vosotros.

Es admirable el hecho que hoy nosotroslos gentiles adoremos a Dios que era el Diossolamente de los judíos en el tiempo deZacarías. Además de otras clarísimas declara-ciones en cuanto a la aceptación de losgentiles (que citaremos en una lección poste-rior), hay un par de esos interesantes tipos dereferencia a esta verdad. Oseas tuvo una hijaa quien se la llamó Lo-ruhama (que signifi-caba “compasión o misericordia no recibida”)y un hijo llamado Lo-ammi (que significa “noson mi pueblo”). Estos hijos en el marcohistórico del tiempo de Oseas querían decirque Dios repudiaría a los idólatras israelitas yya no les mostraría más misericordia. Peroandando el tiempo, sus nombres iban a sercambiados a Ruhama (“compadecida”) yAmmi (“pueblo mío”). En Romanos 9:22-26,Pablo desarrolla un argumento de los hijos deOseas para mostrar que aun los gentiles sonahora pueblo de Dios:

¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira yhacer notorio su poder, soportó con muchapaciencia los vasos de ira preparados paradestrucción, y para hacer notorias lasriquezas de su gloria, las mostró para con losvasos de misericordia que él preparó de ante-mano para gloria, a los cuales también hallamado, esto es, a nosotros, no sólo de losjudíos, sino también de los gentiles? Como

también en Oseas dice: Llamaré pueblo mío(Ammi) al que no era mi pueblo (Lo-ammi), y ala no amada (Lo-ruhama), amada (Ruhama).Y en el lugar donde se les dijo: Vosotros nosois pueblo mío, allí serán llamados hijos delDios viviente.

El templo de Zorobabel (el reedificadodurante el período de restauración parareemplazar el de Salomón que había sidodestruido por Nabucodonosor) fue reedificadopor los que se habían quedado en Palestinadurante el cautiverio y por los que retornaronde la lejana Babilonia. El templo de Zorobabelfue edificado en el tiempo del profetaZacarías. Y Zacarías hizo esta predicciónmesiánica:

Así ha hablado Jehová de los ejércitos,diciendo: He aquí el varón cuyo nombre es ElRENUEVO (título que con frecuencia usaronlos profetas tocante al Mesías venidero), elcual brotará de sus raíces, y edificará eltemplo de Jehová (Zacarías 6:12).

Precisamente cuando los judíos regresaronde la lejana Babilonia para ayudar a re-construir el templo de Zorobabel, aun asíZacarías prosiguió a hacer una predicciónacerca de la edad mesiánica cuando el temploespiritual sería edificado bajo el Mesías:

Y los que están lejos vendrán y ayudarán aedificar el templo de Jehová . . . (Zacarías6:15).

Efesios 2:11-13 pone en claro que los “queestán lejos” son los gentiles.

E. Predijeron el sistema de la justificacióndel Nuevo Testamento.

Repetidas veces los mensajeros del NuevoTestamento predicaron y escribieron quesomos justificados por la fe en Cristo (unaaceptación y seguimiento obediente a él) envez de por la ley de Moisés (Hechos 13:38;Romanos 3:28; y muchos otros pasajes). Esdigno de atención que los inspirados após-toles encontraron el camino de la justicia o lajustificación del Nuevo Testamento predicha

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en la ley y en los profetas:

Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifes-tado la justicia de Dios, TESTIFICADA POR LALEY Y POR LOS PROFETAS (Romanos 3:21).

Hay muchas maneras en que la ley y losprofetas predijeron el sistema de justificaciónen el Nuevo Testamento, pero el profeta tanfrecuentemente citado como el que trazó elcamino de la fe fue Habacuc. En Habacuc2:4, dijo que el justo por la fe vivirá. Observelas siguientes veces que se cita Habacuc 2:4en el Nuevo Testamento: Gálatas 3:11;Romanos 1:16-17 y Hebreos 10:38.

III. Ellos hasta predijeron la eternidad.

A veces se piensa, y erróneamente de esamanera, que toda predicción de los profetasdel Antiguo Testamento se cumplió para eltiempo que Jesús se levantó de la tumba.Pero eso no es así. Ya hemos expuesto que losprofetas predijeron la coronación de Jesús elCristo, el día de Pentecostés y la conversiónde los gentiles. También podríamos mostraren forma abundante que ellos habían dichomucho acerca de la llegada del reino (esto loharemos saber en una lección posterior).Todas estas cosas sucedieron después de laresurrección de Jesús. Pero la verdad es que,con sus predicciones, los profetas del AntiguoTestamento nos llevan derechito a la propiaeternidad. Ya que para los judíos la edadmesiánica empieza con el nacimiento delMesías y continuaría de allí en adelante, lospasajes relativos a la eternidad que citaremosdel Antiguo Testamento serán, por lo tanto,de entre los que ellos clasificaban mesiánicos.Veamos sólo algunos de ellos.

A. Joel profetizó el día de Jehová.

La expresión “el día de Jehová”, significaun tiempo de juicio divino o crisis humanatraída por Dios. Parece tener esta idea: “elhombre ha tenido su día para hacer lo que leplace, pero cuando Dios asume la direcciónde todo, es el día del Señor para hacer todo

cuanto le place con el que ha resistido suvoluntad.” Sin embargo, no concluya quecada vez que usted lea en los profetasrespecto al día del Señor se esté refiriendo alregreso de Cristo y al juicio final. No siemprequiere decir eso, y ni aun en el libro de Joel(un importante libro tocante al constante usode la expresión “el día de Jehová”). Pero yoestoy seguro que Joel 2:31 está hablando delmismo día del Señor que 2ª de Pedro 3:10, esdecir, el regreso del Cristo y el día del juiciofinal. Me he topado con gente que ha inten-tado decir que el día de Jehová mencionadoen Joel 2:31 fue el día de Pentecostés del año30 d. de C. Pero eso no puede ser. Toda lasección de Joel 2:28-31 debe ser consideradajunta. Abra su Biblia a esa parte. Observeque Dios derramaría su Espíritu sobre todacarne antes que viniese el día grande y espan-toso de Jehová. Si ese día del Señor fuese eldía de Pentecostés, ¿fue derramado elEspíritu Santo antes del día de Pentecostés?Entonces el día de Jehová de Joel 2:31 no fueel día de Pentecostés. Además, los estudiososde las Escrituras toman la expresión “todacarne” sobre la cual Dios derramaría suEspíritu refiriéndose tanto a judíos como agentiles. Pero su Espíritu vendría sobre losgentiles antes que viniese el día grande yespantoso de Jehová. Si el espacio lo permi-tiera, podríamos escudriñar más profunda-mente este pasaje para presentar máspensamientos similares a los de arriba paramostrar que tal día no era el día dePentecostés. Además, fue un maravilloso díacuando Dios derramó su Espíritu el día dePentecostés, pero Joel 2:31 está prediciendototalmente otra clase de día, él se refiere a undía “espantoso.” A más de esto, el oscure-cimiento del sol y la luna convirtiéndose ensangre que han de anteceder al día grande yespantoso de Jehová de Joel 2:31 son perfec-tamente paralelos a las profecías del NuevoTestamento en cuanto a lo que ha de ocurrirprevio a la segunda venida del Cristo (Lucas21:25-27; Mateo 24:29-30; y otros pasajes).Con toda honradez hacia el texto, yo creo quedebemos concluir que Joel 2:31 profetiza elcierre o clausura de los asuntos humanos

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relacionado con el regreso del Cristo.Entonces, Joel 2:31 es una grandiosa profecíaque abarca toda la dispensación cristiana, delpunto de vista del tiempo, empezando con lapredicción de la venida del Espíritu Santo queinició esta dispensación y conduciéndonoshasta el día del Señor que le pondrá fin.

B. Daniel profetizó la resurrección.

Daniel 12:2-3 hizo la siguiente importantepredicción que no debemos pasar por alto:

Y muchos de los que duermen en el polvo de latierra serán despertados, unos para vidaeterna, y otros para vergüenza y confusiónperpetua. Los entendidos resplandeceráncomo el resplandor del firmamento; y los queenseñan la justicia a la multitud, como lasestrellas a perpetua eternidad.

Esto todavía no ha ocurrido. Esto todavíaqueda en el futuro. Pero el profeta Daniel lopredijo.

C. Isaías cerró su libro profetizando de laeternidad.

Los últimos tres versículos de Isaías dicen:

Porque como los cielos nuevos y la nuevatierra que yo hago permanecerán delante demí, dice Jehová, así permanecerá vuestradescendencia y vuestro nombre. Y de mes enmes, y de día de reposo en día de reposo,vendrán todos a adorar delante de mí, dijoJehová. Y saldrán, y verán los cadáveres delos hombres que se rebelaron contra mí;porque su gusano nunca morirá, ni su fuego seapagará, y serán abominables a todo hombre(Isaías 66:22-24).

A este pasaje se refiere el apóstol Pedro en2ª de Pedro 3:13 cuando dice que según suspromesas, esperamos cielos nuevos y tierranueva. Una vez más obsérvese que al hablarde mes a mes (lunas nuevas) y días de reposo(sábados), Isaías emplea una terminologíamosaica. Por último, fuera de la ciudad deJerusalén estaba el valle del hijo de Hinom,llamado también Valle de la Matanza donde

se localizaba el valle de Gehenna, lugar en elque tiraban toda la basura de la ciudad quealimentaba constantemente a los gusanos (labasura viviente) y donde el fuego nunca seapagaba (la basura combustible). Jesúsempleó la palabra griega “Gehenna” parahablar del horrible fin que vendría sobre losmalos. Nuestras palabras “infierno de fuego”es traducción de la palabra griega gehenna”,que se usa figurativamente como nombrepara el lugar o estado del castigo eterno.Además, Jesús se refirió directamente a estaúltima parte de Isaías cuando predicó lo quese registra en Marcos 9:43-48. Así finalizaIsaías su libro hablando de los cielos nuevosy la nueva tierra en los que morarán eterna-mente los justos que continuarán laadoración a Dios, y quienes estarán libres detodos aquellos que se han corrompido con elpecado y que sufrirán por ello en elgehenna—fuego del infierno o más específica-mente en el lago de fuego.

Es posible que sólo alguien que imparta elcurso de “Los profetas del AntiguoTestamento,” como una de sus asignacionesregulares, pueda apreciar completamente ladificultad de tratar de decidir qué materialincluir u omitir en tan breve tratado como loes éste. Hay tantas otras cosas que me habríagustado haber presentado y discutido, pero elespacio no me alcanzó, y debo terminar. Quelo que sí se incluyó sea de gran ayuda en suestudio más amplio de la palabra de Dios eneste tan importante campo.

PREGUNTAS

1. ¿A qué período se refieren en realidadlas profecías mesiánicas?

2. ¿Qué hecho es particularmente impor-tante en nuestro estudio y entendimiento dela profecía?

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Lección 19 Las tres grandes fiestas judías

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