SEGUNDA SESIÓN – 14 DE ABRIL DE 2011

HOJA DE AYUDA #9

REGLAS DEL LIDERAZGO1

1. Carácter e integridad

Las mujeres normalmente obtienen altas calificaciones en carácter. Es importante que ese avance se mantenga. La manera positiva en la que el público ve el carácter de las mujeres es una ventaja para los partidos y para el gobierno. Las mujeres pueden buscar y alcanzar el papel de personas que están “al frente” para proyectarles a los ciudadanos una imagen positiva y un mensaje de éxito, logro, paciencia y llamado a la responsabilidad personal.

El carácter y la integridad se demuestran a través de cualidades clave: Cumple tu palabra. Tus acciones deben coincidir con tus palabras. La lealtad es profunda. Sé leal a tus subordinados, electores o colegas y la mayoría te lo

corresponderá. Sé desleal y también así te corresponderán. Crea un ambiente seguro para que la gente trabaje y participe. Decir chismes o quejarse

públicamente sobre otras personas permite que los demás hagan lo mismo. También crea desconfianza.

2. Crear visión

La gente ayuda y participa porque cree en el resultado. La ciudadanía se dará tiempo para asumir responsabilidades extra si cree en la dirección que lleva la lideresa. Pero si se les pide que asuman nuevas responsabilidades o tareas sólo por un “trabajo” o proyecto, a la mayoría de la gente se le hará difícil entender por qué no usar ese tiempo para mejorar la vida de su familia en lugar de quitarle tiempo a sus obligaciones familiares.

Los valores son la conexión entre tu visión y la del público. Asegúrate de que la ciudadanía pueda ver esos valores. La ciudadanía luchará por lo que cree. Ciudadanas y ciudadanos lucharán para defender lo que han creado. Ellas y ellos crean los resultados de las elecciones; construyen sobre lo que han creado.

1 Tomado del Manual de capacitación sobre el aumento de oportunidades para las mujeres en la política y los partidos políticos. NDI. 2004.

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3. Mantener la visión a la vista de todas y todos

Claramente, es un gran reto mantener a todas y todos en línea una vez que se ha creado una coalición. Las diferentes personalidades e intereses personales pueden nublar la visión original. La lideresa es quien ayuda a mantener a todas y todos conscientes de la meta original. El debate sobre cómo implementar la visión es positivo y debe alentarse. Es la manera en la que todas y todos pueden apropiarse de la visión. La flexibilidad sobre cómo hacer que el trabajo se cumpla permite cambios en las y los participantes y los factores externos. Pero el debate y la necesidad de ser flexibles no deberían permitirse para ofuscar la meta o visión original.

La visión original es una herramienta para mantener a todas y todos concentradas/os. La meta original debería usarse para mantener a todas y todos trabajando juntas/os cuando existe una tendencia natural a pelear por los detalles. Con mucha frecuencia, el debate sobre los detalles dividirá a las y los participantes en facciones. Una lideresa utiliza la visión para mantener a todas y todos unidas/os. “Una casa dividida no puede permanecer en pie.” —Abraham Lincoln.

4. Crear nuevos líderes

Existe una escuela de liderazgo que promueve la idea de que la lideresa o el líder tiene todo el poder y las y los subordinados simplemente acatan órdenes. Otra escuela de liderazgo, que las mujeres practicaron por necesidad durante mucho tiempo y que ahora es el estilo de liderazgo que se promueve entre las y los líderes corporativos modernos, dice que el poder que se les da a las y los demás le otorga al líder un poder mayor.

Como lideresa, tu tarea es fungir como mentora nuevas lideresas y líderes. La visión nunca estará completa hasta que haya muchas personas con la capacidad de liderar en cada nivel del proyecto. El liderazgo mediante el estímulo en lugar de la crítica es más exitoso. El liderazgo que se enfoca en resolver problemas en lugar de asignar culpas o dar crédito es más exitoso. El liderazgo es responsable de colocar el talento en las capacidades que mejor se adapten a las habilidades y personalidades de cada persona.

5. Fomentar el desacuerdo

Con frecuencia lideresas y líderes prefieren tener a su alrededor gente que diga “sí” a todo. Personas que sigan la corriente, sin hacer preguntas, en todo lo que la lideresa o el líder sugiera o recomiende. Permitir que las y los demás debatan entre ellas y ellos o cuestionen las ideas ofrece un ambiente en el que se generan las ideas más creativas y les da la facultad a las personas para que piensen constructivamente acerca de las tareas o tácticas necesarias para alcanzar la visión.

La lideresa debe mantener a la gente enfocada en la meta general cuando el debate se vuelve improductivo. La lideresa debe marcar el tono para garantizar que el debate sea sobre principios, no

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personas. La lideresa protege al grupo de un debate de “nosotras/os contra ellas/os” o de una discusión sobre “quién tiene la razón y quién no”.

6. Asumir la responsabilidad de la decisión final

Estar abiertas a las ideas de las y los demás, estar abiertas a la discusión y el debate y alentarlos son elementos críticos del liderazgo. Otro elemento crítico es la capacidad de tomar la decisión final y asumir la responsabilidad final de la decisión.

Una decisión es mejor que ninguna decisión o que una decisión que se toma bruscamente por las circunstancias porque la investigación y el debate nunca terminaron. Una lideresa asume la responsabilidad final de la decisión, independientemente del resultado. Una lideresa comparte el crédito cuando el resultado es exitoso. Una lideresa acepta la culpa, de manera absoluta, cuando el resultado no es exitoso.

7. Mantenerse alejada de los conflictos personales entre colegas y subordinadas/os

Una lideresa que tiene a todas las partes concentradas en la visión puede permitir que las personas dentro de la organización estén en desacuerdo y que simplemente no se agraden. Pero la lideresa que tiene el carácter y la integridad para respetar a todas y todos dentro de la organización, crea la visión para que todas y todos la vean y estén de acuerdo con ella, y mantiene un ambiente en donde los principios, no las personas, son los temas de debate y no hay necesidad de participar ni de involucrarse en discusiones ni problemas personales.

8. Tener un plan, pero ser flexible y adaptarse a los cambios

Las personas participarán con base en la visión. El trabajo se cumplirá cuando haya un plan para implementar la visión. “Si no puedes ponerlo por escrito, no puede hacerse.” La disciplina del proceso de planeación logra varias metas:

Les permite a todas y todos interesarse en el proceso. Ya sea que estén de acuerdo o en desacuerdo con la decisión final, las y los participantes sabrán que sus voces fueron escuchadas.

Ofrece la oportunidad de que se consideren oportunidades y retos importantes, así como posibles obstáculos.

Pone por escrito el tiempo, el personal y las finanzas necesarios para terminar la tarea.

Una lideresa crea un plan que establece tanto los objetivos como los detalles para que el plan pueda ser flexible cuando las circunstancias cambien. Una lideresa permite la flexibilidad personal para cambiar con base en las circunstancias. En algunas circunstancias, una buena lideresa debe estar preparada para dar un paso atrás y dejar que otras u otros dirijan; en otras ocasiones una buena lideresa tiene que ser parte de la “tripulación” para motivar a las personas a que sigan adelante.

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9. Poder comunicarse de manera clara, concisa y articulada

“No todos los lectores son líderes, pero todos los líderes son lectores.” —Harry S. Truman

La habilidad de comunicar se fundamenta en la literatura. Lideresas y líderes amplían su visión de la naturaleza humana, su sentido de lo que funcionará ahora y en el futuro debido a su conocimiento de la historia, a su habilidad de escribir con claridad y con un lenguaje que facilita la comprensión debido a los libros que han leído.

Las habilidades de comunicación bien desarrolladas son indispensables en una lideresa. Las mejores ideas y la visión del mundo no son de ayuda si una lideresa no puede transmitírselas a la gente que las llevará a cabo. Las instrucciones para las y los participantes o subordinadas/os y los reportes a las y los superiores deben ser tan claros, directos y concisos como sea posible.

Cuando sea posible, las comunicaciones deben ser articuladas, con palabras y frases memorables. Desarrolla buenos hábitos de concentración y memoria para enfocarte en la tarea a realizar. Escucha cuidadosamente cuando otros debatan y cuestiona las ideas y los programas. Al hacerlo, la lideresa recibe una reflexión del trasfondo de los argumentos y sentimientos del individuo. También ofrece una interesante reflexión en cuanto a cuál es la mejor manera de comunicarse con cada individuo. Las comunicaciones deben motivar, además de instruir.

10. Usar todas las herramientas y tecnología disponibles Pon las herramientas y la tecnología a disposición de aquellas personas a quienes les pidas que realicen la tarea.

Desafortunadamente, la guerra es la mejor prueba para las nuevas tecnologías de comunicación. Incluso los orígenes de la Internet se basan en las necesidades militares durante la Guerra Fría. A través de la historia, el comandante del ejército que por voluntad propia usaba la tecnología de comunicaciones más nueva y se aseguraba de que sus tenientes tuvieran acceso a ella, también resultaba vencedor. Las lideresas tienen que conocer y entender las herramientas de comunicaciones y hacerlas trabajar para el éxito. Igual de importante es que las lideresas proporcionen las herramientas adecuadas para realizar las tareas delegadas.

Las lideresas se adaptan a los tiempos en lugar de esperar que los tiempos se adapten a ellas. Las lideresas deben entender qué recursos están disponibles y crear el plan para asignar dichos recursos.

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