Lectura módulo 2 opinión pública

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1 2. Democracia y Opinión Pública 2. a. Introducción En la siguiente unidad, retomaremos algunos conceptos que hemos planteado previamente, pero aquí los desarrollaremos con mayor profundidad. En primer lugar, discutiremos el concepto de democracia de opinión, analizando las implicancias que la videopolítica le plantea a la forma en la cual entendemos, comprendemos y nos involucramos a la vida política. Partiremos del análisis que realiza Giovanni Sartori en su obra “El Homovidens” para posteriormente ir incorporando otras reflexiones sobre el fenómeno. En una segunda instancia, nos abocaremos a analizar el uso de los ritos y rituales en nuestra sociedad contemporánea. Por medio de estos mecanismos, se logra transmitir desde la política todo un mundo de percepciones compartidas en torno al lugar que la política ocupa en nuestra sociedad. La irrupción de los medios masivos de comunicación significó un cambio en el impacto de dichos rituales. Un cambio que no significa la extinción de los viejos rituales políticos, con los que los políticos se vinculaban con la ciudadanía, y esta con las mitologías que sustentan el ejercicio del poder, sino una modificación en el alcance y en las formas de la misma. Antes que disminuir su impacto en las percepciones del público, estos cambios han contribuido a profundizarlo. Posteriormente nos centraremos en el concepto de imagen que desarrolla Jean Luc Parodi. Este autor pone en discusión la idea de una comunicación de corto plazo, marcado por el ritmo de las campañas de marketing. Por el contrario, señala que en la política la competencia se da entre bloques gravosos de recuerdos que se van sedimentando en el largo plazo. El marketing y la comercialización de la imagen de los políticos solo puede operar en el extremo más reciente, pero siempre apoyándose sobre las construcciones pasadas. Esto nos permitirá adentrarnos al concepto de comunicación política. Este espacio es entendido como un juego abierto en el que tanto los políticos, como los medios de comunicación y la opinión pública tienen legitimidad para intervenir y expresarse. En dicho juego abierto puede haber estrategias de cooperación, de cooptación o de conflicto y las características que adopte dicho relacionamiento serán centrales para comprender el espacio de comunicación política de una sociedad. En este punto seguiremos los planteos de Dominique Wolton. En cuarto lugar, repasaremos la teoría de la espiral del silencio de Elisabeth Noelle Neumann. En el capitulo anterior hemos reflexionado en torno a la evolución teórica de las ideas que le dan sustento al planteo de científica alemana, pero no hemos entado en el núcleo central de su teoría. Esta será nuestra oportunidad de hacerlo. El planteo de Elisabeth Noelle Neumann se basa en un fuerte estudio experimental y cuantitativo empírico. Las encuestas han sido el insumo más importante para analizar el comportamiento y la conducta del electorado alemán en los períodos de campaña electoral y su posterior conducta de voto. En contraste, Pierre Bourdie plantea desde una posición crítica, la inexistencia de la opinión pública y la imposibilidad de abordar dicho objeto de estudio desde la demoscopía. Según el sociólogo francés, las encuestas no hacen más que responder a los intereses de quienes las pagan para hacerlas. Es decir, los políticos, que de esa manera influyen en las preferencias del electorado. Bourdie plantea una serie de críticas interesantes entorno a cierta deformación profesional que se ha dado en algunas encuestas de medición de opiniones. Y señala la existencia de una opinión pública que el resultado de un juego de fuerzas entre distintos grupos de poder. Por último, abandonando la línea sociológica de Bourdie, plantearemos algunas reflexiones en torno a la concepción de opinión pública y espacio público de Jurgen Habermas. Desde un planteo filosófico, tributario del pensamiento de Hannah Arendt, el filósofo alemán vincula la forma en la cual entendemos actualmente a la opinión

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2. Democracia y Opinión Pública 2. a. Introducción En la siguiente unidad, retomaremos algunos conceptos que hemos planteado previamente, pero aquí los desarrollaremos con mayor profundidad. En primer lugar, discutiremos el concepto de democracia de opinión, analizando las implicancias que la videopolítica le plantea a la forma en la cual entendemos, comprendemos y nos involucramos a la vida política. Partiremos del análisis que realiza Giovanni Sartori en su obra “El Homovidens” para posteriormente ir incorporando otras reflexiones sobre el fenómeno. En una segunda instancia, nos abocaremos a analizar el uso de los ritos y rituales en nuestra sociedad contemporánea. Por medio de estos mecanismos, se logra transmitir desde la política todo un mundo de percepciones compartidas en torno al lugar que la política ocupa en nuestra sociedad. La irrupción de los medios masivos de comunicación significó un cambio en el impacto de dichos rituales. Un cambio que no significa la extinción de los viejos rituales políticos, con los que los políticos se vinculaban con la ciudadanía, y esta con las mitologías que sustentan el ejercicio del poder, sino una modificación en el alcance y en las formas de la misma. Antes que disminuir su impacto en las percepciones del público, estos cambios han contribuido a profundizarlo. Posteriormente nos centraremos en el concepto de imagen que desarrolla Jean Luc Parodi. Este autor pone en discusión la idea de una comunicación de corto plazo, marcado por el ritmo de las campañas de marketing. Por el contrario, señala que en la política la competencia se da entre bloques gravosos de recuerdos que se van sedimentando en el largo plazo. El marketing y la comercialización de la imagen de los políticos solo puede operar en el extremo más reciente, pero siempre apoyándose sobre las construcciones pasadas. Esto nos permitirá adentrarnos al concepto de comunicación política. Este espacio es entendido como un juego abierto en el que tanto los políticos, como los medios de comunicación y la opinión pública tienen legitimidad para intervenir y expresarse. En dicho juego abierto puede haber estrategias de cooperación, de cooptación o de conflicto y las características que adopte dicho relacionamiento serán centrales para comprender el espacio de comunicación política de una sociedad. En este punto seguiremos los planteos de Dominique Wolton. En cuarto lugar, repasaremos la teoría de la espiral del silencio de Elisabeth Noelle – Neumann. En el capitulo anterior hemos reflexionado en torno a la evolución teórica de las ideas que le dan sustento al planteo de científica alemana, pero no hemos entado en el núcleo central de su teoría. Esta será nuestra oportunidad de hacerlo. El planteo de Elisabeth Noelle Neumann se basa en un fuerte estudio experimental y cuantitativo empírico. Las encuestas han sido el insumo más importante para analizar el comportamiento y la conducta del electorado alemán en los períodos de campaña electoral y su posterior conducta de voto. En contraste, Pierre Bourdie plantea desde una posición crítica, la inexistencia de la opinión pública y la imposibilidad de abordar dicho objeto de estudio desde la demoscopía. Según el sociólogo francés, las encuestas no hacen más que responder a los intereses de quienes las pagan para hacerlas. Es decir, los políticos, que de esa manera influyen en las preferencias del electorado. Bourdie plantea una serie de críticas interesantes entorno a cierta deformación profesional que se ha dado en algunas encuestas de medición de opiniones. Y señala la existencia de una opinión pública que el resultado de un juego de fuerzas entre distintos grupos de poder. Por último, abandonando la línea sociológica de Bourdie, plantearemos algunas reflexiones en torno a la concepción de opinión pública y espacio público de Jurgen Habermas. Desde un planteo filosófico, tributario del pensamiento de Hannah Arendt, el filósofo alemán vincula la forma en la cual entendemos actualmente a la opinión

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pública con la evolución histórica que existió desde la Grecia clásica hasta nuestros días, del límite entre lo público y lo privado. 2. b. La democracia de opinión Giovanni Sartori apelando a la definición de Cassier sobre el homo sapiens, señala que éste es ante todo un animal simbólico que tiene la capacidad de comunicarse mediante una articulación de sonidos y de signos significantes. Estos sonidos y signos se encuentran provistos de significado. Por eso el hombre es un animal que habla. Posee el “lenguaje-palabra”, por lo cual es capaz de hablar de sí mismo con ese lenguaje. Como lo explica Cassier:

―El hombre no vive en un universo puramente físico sino en un universo simbólico. Lengua, mito, arte y religión (…) son los diversos hilos que componen el tejido simbólico (…). Cualquier progreso humano en el campo del pensamiento y de la experiencia refuerza este tejido (…). La definición del hombre como animal racional no ha perdido nada de su valor (…) pero es fácil observar que esta definición es una parte del total. Porque al lado del lenguaje conceptual hay un lenguaje del sentimiento, al lado del lenguaje lógico o científico está el lenguaje de la imaginación poética. Al principio, el lenguaje no expresa pensamientos o ideas, sino sentimientos y afectos.‖

El homo sapiens es un animal simbólico y racional. Animal symbolicum porque comprende toda la vida cultural del hombre. Su capacidad simbólica se expresa por medio del lenguaje, por su capacidad de comunicación mediante sonidos y signos con un significado. Es un animal simbólico por el lenguaje-palabra; por lo que se puede decir que es un animal parlante, animal loquax, que continuamente esta hablando consigo mismo. Los avances tecnológicos comienzan a darse poco a poco, con la imprenta, el telégrafo, el teléfono, la radio. La radio fue el primer gran difusor de comunicaciones. Estos avances técnicos suponían una amplificación cuantitativa, porque posibilitan extender la cantidad de personas que intervenían en el proceso. La imprenta, el telégrafo, el teléfono y la radio permitieron una ampliación cuantitativa de elementos portadores de comunicación lingüística. Por lo cual, la difusión se seguía dando a través de las palabras. La irrupción de la televisión planteó un nuevo desafío. Este nuevo instrumento del progreso de las tecnologías de la información suponía el desplazamiento de la palabra hacia la imagen. La misma palabra “Televisión”, significa “ver desde lejos”. En la Televisión lo relevante es lo que se ve, e incluso la palabra está al servicio de la imagen. Mientras que la radio significa esencialmente escuchar un discurso, en la televisión lo importante es ver una imagen. Es por ello que el telespectador es un animal vidente antes que un animal simbólico. El progreso tecnológico ha generado históricamente una serie de debates y ha dado lugar a detractores y críticos. La maquina industrial fue el invento mas rechazado, ya que se pensaba que sustituiría al hombre. Algo similar pasó con la gran enciclopedia de Diderot, que fue prohibida por que se creía que era una conspiración para destruir la religión y debilitar la autoridad del estado. Sin embargo, en general, las nuevas invenciones que permitieron el progreso de las comunicaciones (telégrafo, radio, teléfono) fueron bien recibidas como difusoras de información. A pesar de ello, muchos de sus efectos no fueron previstos y las críticas que se le formularon se referían más a su contenido que al instrumento en sí mismo. La radio ha sido mucho más perjudicial en la manipulación de las grandes masas (por ejemplo el fenómeno del nazismo no es posible imaginarlo sin la ayuda de la radio) que las perdidas de puestos de trabajo generadas por las máquinas industriales. Esto nos plantea la inquietud sobre lo que entendemos por “progreso”. El concepto de progresión no es en sí mismo ni positivo, ni negativo. Un progreso cuantitativo no mejora nada si no va acompañado de un progreso cualitativo (progreso sustancial en sentido positivo).

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Se plantea, entonces, Sartori un segundo interrogante: ¿Es la TV progresiva? Esta pregunta no tiene una única respuesta concluyente. La TV no debe ser exaltada en forma completa, ni condenada en bloque. Es necesario poder diferenciar los contenidos que se transmiten por este medio. Una cosa es la “televisión-espectáculo” que entretiene al homo ludens y otra cosa es la televisión que “espectaculariza” todo y empobrece la capacidad de entender del hombre. La televisión modifica la naturaleza misma de la comunicación. La traslada del contexto de la palabra al de la imagen. La imagen es pura y simple representación visual. Es lo que se ve. La televisión produce una metamorfosis en la naturaleza del homo sapiens. El hombre sapiens es remplazado por el homo videns. El lenguaje conceptual es sustituido por el lenguaje perceptivo. El perceptivo es más pobre, no solo en cuanto a palabras sino a la riqueza de significado. El lenguaje conceptual permite adquirir cultura, desarrollar las capacidades de entender, mientras que el perceptivo solo permite el entretenimiento pasajero y disminuye la capacidad connotativa del lenguaje-palabra del hombre. La televisión no es solo un instrumento de comunicación; es también paideía. Es decir, un instrumento antropogenético que genera un nuevo anthropos, un nuevo tipo de ser humano. Sartori nos describe al vide-niño. Un niño que ha crecido frente a un televisor. Un niño que un día se convertirá en un hombre adulto carente del valor y del sentido de importancia de la lectura y del saber transmitido por la cultura escrita, ya que solo se ha dedicado a estímulos audiovisuales. Se convertirá en un adulto con atrofia cultural. Una persona con pobreza cultural. Cultura es sinónimo de saber, una persona culta es una persona que sabe. El video-niño que llega un día a ser adulto, sigue sordo de por vida a los estímulos de la lectura y del saber transmitidos por la cultura escrita. Los estímulos ante los que responde son exclusivamente audio-visuales. Sartori concluye que el video-niño no crece mucho más, sigue siendo un infante con sus capacidades cognitivas atrofiadas en un cuerpo de hombre. El Homo sapiens tiene la capacidad de abstracción y pensamiento conceptual. Es decir, que el saber se desarrolla en la esfera de conceptos y concepciones mentales. El mundo sensible se encuadra y adquiere sentido en las ideas conceptuales. Por el contrario, el Homo videns es un regreso al puro y simple acto de ver. La televisión produce imágenes y anula los conceptos. Atrofia la capacidad de abstracción y la capacidad de entender. El lenguaje perceptivo (concreto) sustituye al lenguaje conceptual (abstracto). Sartori comprende lo problemático de su planteo y su fuerte crítica a los medios audiovisuales, por ello advierte: “La acusación es grave. Y uno de mis intentos de exponerla en toda su gravedad es ver de qué modo los acusadores – sean video-defensores o multimedialistas – las saben rebatir. La respuesta ritual es que todo hallazgo tecnológico se ha topado con inquisidores que siempre se han equivocado”. Por ello Sartori rechaza cuatro posibles respuestas que podríamos ofrecer si quisiéramos rechazar su hipótesis. Ellas son:

1. Siempre ha habido “satanizadores” 2. Hay que aceptar lo inevitable 3. Palabra e imagen no se contraponen, sino que producen una suma positiva. 4. El empobrecimiento del entendimiento está compensado con la accesibilidad

de la mayoría a la difusión del mensaje televisivo. Luego de analizar el impacto antropológico de la cultura audiovisual, realiza un estudio sobre las consecuencias de la televisión en la vida social y política de los hombres. La videopolítica constituye uno de los múltiples aspectos del poder del video. La televisión incide en los procesos políticos y transforma de modo radical el cómo “ser políticos” y de cómo “gestionar la política”. Modifica el modo de “ser políticos” alterando la forma en la cual se desarrollan los procesos electorales, la elección de los candidatos y del modo de plantear la batalla

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electoral. La forma en la cual la política se presenta en los medios establece una ayuda para el vencedor y un perjuicio para el perdedor. Por otro lado, también altera la forma de “gestionar la política”, ya que la televisión condiciona las decisiones del gobierno, lo que puede o no hacer. Sartori reniega de la idea de que en la actualidad exista una opinión pública autónoma de los medios. El pueblo “opina” en función de cómo la TV lo induce a opinar. De esta manera, el poder de la imagen se coloca en el centro de todos los procesos de la política contemporánea. Para Sartori, la opinión pública son en realidad “opiniones generalizadas, frágiles y variables, del público, opiniones endógenas, las cuales son del publico en el sentido de que el público es el sujeto principal” A diferencia de los medios basados en el discurrir lingüístico como la radio, la televisión elimina a los líderes intermedios de opinión y la multiplicidad de autoridades cognitivas como podría ser un intelectual o un científico o experto. Como en el planteo de Beatriz Sarlo, Sartori señala que en la televisión la autoridad es la visión en sí misma antes que el saber específico de cada campo del conocimiento. Todos son re-jerarquizados ante la mera visualidad. La videocracia fabrica una opinión sólidamente hetero-dirigida (no autónoma) que aparentemente refuerza, pero que en sustancia vacía, la democracia del gobierno de opinión. La televisión se exhibe como portavoz de la opinión pública cuando en realidad es el eco de regreso de su propia voz. También critica el uso de los sondeos y lo asimila a un instrumento de manipulación. Para Sartori, la mayoría de las opiniones recogidas en los sondeos son opiniones:

Débiles (no expresan opiniones intensas y/o profundas)

Volátiles

Inventadas en ese momento para decir algo

Produce un efecto reflectante, un rebote de lo que sostienen los medios de comunicación.

Inconsistentes.

No implican que un determinado comportamiento acompañen esas opiniones. Los sondeos son una expresión del poder de los medios de comunicación sobre el pueblo; y su influencia bloquea frecuentemente decisiones útiles y necesarias, o bien lleva a tomar decisiones equivocadas sostenidas por simple “rumores”, por opiniones débiles, deformadas, manipuladas, e incluso desinformadas. El sondeo-dirigido, que no es más que la expresión estadística del video-niño, se deja engañar en la falsedad por la falsedad. Por otro lado, la televisión, no forma ciudadanos capaces y reflexivos. La información y las noticias que los medios transmiten no significan que puedan ser entendidas por el público. La importancia de las informaciones es variable y existen fuertes procesos de subinformación y de desinformación. La televisión modifica el criterio de selección de la información. Solo es noticia aquello que se puede mostrar y ver, por más que aquello que se pueda ver no constituya verdadera información. Solo importa lo que se puede mostrar estando en el lugar de los hechos, o bien inventando hechos que puedan ser captados por la cámara. La televisión genera pseudo-acontecimientos, es decir, un evento fabricado por y para la televisión. Por otro lado, la obligación de “mostrar”, genera el deseo o la exigencia de “mostrarse”. Solo se adquiere sentido ante la visibilidad de las cámaras y la pantalla. Sartori señala la diferencia entre “informar” y transmitir un bit de información de la siguiente manera:

―Mi teoría es que informar es comunicar un contenido, decir algo. Pero en la jerga de la confusión mediática, información es solamente un bit, porque el bit es el contenido de sí mismo. Es decir, en la red, información es todo lo que circula. Por tanto, información, desinformación, verdadero, falso, todo es uno y lo mismo. Incluso un rumor, una vez que ha pasado la red,

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se convierte en información. Así pues, el problema se resuelve vaporizando la noción de información y diluyéndola sin residuo en un comunicar que es solamente ―contacto‖.

La imagen nunca es transparente. Opera sobre ella siempre un montaje, montaje que la obliga a ser mentirosa, porque excluye del encuadre información que podría altera la significación de su mensaje. Ilustra Sartori: “Para falsear un acontecimiento narrado por medio de imágenes son suficientes unas tijeras”. Como dice John B. Thompson, lo visible es aquello que puede ser visto, lo que es perceptible por el sentido de la vista, mientras que lo invisible es lo que no puede ser visto, o está oculto a la mirada. La visibilidad está vinculada a dos factores: a las capacidades físicas de nuestro sentido de la vista y a las propiedades temporales y espaciales de las circunstancias en las que nos encontramos nosotros mismos. Sin embargo, el desarrollo de los medios de comunicación liberó a la visibilidad de las propiedades espaciales y temporales del presente. Es decir, de la existencia de un escenario común. “El campo de visión se alarga en el espacio y puede alargarse también en el tiempo”. Estas nuevas formas de visibilidad están formadas por las técnicas constitutivas de cada medio, como los enfoques fotográficos, las editorializaciones, las prioridades de agenda, el framing, etc. En cada caso, se requiere un análisis pormenorizado del proceso de construcción del evento noticioso o del newsmaking. La idea de la naturalización de la mediación y la visibilidad es ampliamente criticada por Kari Andén-Papadopoulos y Kristina Widestedt1, quienes afirman que es un error de Thompson suponer una transparencia y linealidad entre la visibilidad y la mediatización. Según las autoras, Thompson asimila el concepto de visibilidad con el de mediatización. Supone la transparencia de los medios de comunicación en la presentación de las imágenes. Thompson cabalgaría sobre el mito de la transparencia de la fotografía. Sin embargo, desde la crítica que le formulan Kari Andén-Papadopoulos y Kristina Widestedt, “el rol constitutivo de los media no es tanto colocar la evidencia visual a la mirada pública, sino construir un evento narrativo en un drama preelaborado con roles definidos, para los actores involucrados”2

(…) De todos modos, él no provee una clara definición de su concepto central, y lo usa de una manera ambigua. (...) Él lo emplea en el sentido literal del término, constatando que la mediatización modera de la política es definida por la ―visibilidad en el sentido estricto del término‖ (esto es, la capacidad de poder ser visualizado por los ojos). Esta perspectiva tiende a simplificar el complejo proceso de la mediatización a la ―pura visión‖, y por ello cae en la falacia de un ―esencialismo visual‖, que ha afectado tanto a la cultura escrita como a la visual. (...) Esta perspectiva tiende a descalificar cualquier intento de distinguir entre los códigos significantes y las convenciones de las imágenes visuales de otras formas de mediación. Thompson preserva el mito de la transparencia fotográfica. (...) En el vocabulario de Thompson, el medio ―revela‖, ―abre‖, hace ―visible‖ las acciones de los políticos, como si los medios solamente removieran el velo del secreto y dieran publicidad a los eventos, de una forma más o menos transparente.

1Kari Andén-Papadopoulos y Kristina Widestedt; The Mediated Visibility of Political Scandal: How a

crayfish party turned a Swedish minister into a poodle; Paper presentado en la Internacional Communication Association Conference en Dresden 2006. 2 Kari Andén-Papadopoulos y Kristina Widestedt; The Mediated Visibility of Political Scandal: How a

crayfish party turned a Swedish minister into a poodle; Paper presentado en la Internacional Communication Association Conference en Dresden 2006.

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(…) Por ello el problema de la mediatización sigue sin ser problematizado, oscurecido por la presunción de la inmediatez visual3.

Todo proceso de mediación va a significar un proceso de construcción de una narrativa que utilizará a la visibilidad como metáfora de un relato que excede a las mismas imágenes. Un relato sobre el bien y el mal dramatizado y espectacularizado al límite de perder sus vínculos con la realidad que le da sustento. Sin embargo, la larga crítica formulada a Thompson por Andén-Papadopoulos y Widestedt es infundada. El autor tuvo en cuenta los cambios narrativos que implica la mediatización. En el paper publicado en el 2005, un año antes del trabajo de Andén-Papadopoulos y Widestedt, dice explícitamente sobre este punto:

―(..) En la mayor parte de los medios de comunicación, lo visual no es una dimensión sensorial aislada, sino que usualmente va acompañada por la palabra escrita o hablada —es decir, lo audio-visual o lo visualtextual—. La visión no es nunca una «pura visión», no es nunca un asunto de abrir los ojos simplemente y captar un objeto o suceso. Por el contrario, la visión está siempre formada por un conjunto más amplio de consideraciones culturales y marcos de referencia y por indicaciones escritas o habladas que, por lo general, acompañan a la imagen visual y conforman la manera en la que las imágenes son vistas y entendidas.‖

Es esta capacidad narrativa y discursiva de los medios o de los periodistas lo que implica un grave riesgo para la democracia. Los políticos en lo particular y el sistema político en general estarían a merced del relato dramático generado por los medios con la finalidad de vender más diarios, tener más audiencia, o aumentar el rating. Agravando aún más el cuadro, Sartori señala que el video-dependiente tiene menos sentido crítico que quien es aún un animal simbólico adiestrado en la utilización de los símbolos abstractos. Al perder la capacidad de abstracción perdemos también la capacidad de distinguir ente lo verdadero y lo falso. Sin embargo la televisión no opera en abstracto. Su influencia se ejerce sobre individuos que no solamente “ven” televisión, sino que también escuchan las opiniones de amigos, de referentes, que participan en centros comunitarios, en asociaciones barriales, en centros de estudio, que leen el diario, etc. Por ello, la televisión influye menos cuanto mayor son las fuerzas contrarias en juego, y especialmente cuanto más fuerte es el periódico, o cuanto más presencia tiene la canalización partidaria institucional de la opinión pública. A diferencia de una vida política en la cual los partidos y las políticas se fortalecen, en la televisión todo se personaliza. En la pantalla no vemos programas, ni partidos, ni discursos; sino solo personas, rostros, candidatos individuales despojados de su identificaciones partidarias e ideológicas.

3 “However, he (refiriéndose a Thompson) does not provide a clear definition of this central concept, but

uses it in a rather ambiguous way. (…) he employs it in a literal sense, stating that modern mediated politics is defined by „visibility in the narrow sense of vision (the capacity to be seen with the eyes). This view tends to reduce the complex processes of mediation to „pure vision‟, and thus drifts into the fallacy of „visual essentialism‟ that has afflicted much writing on visual culture. (…)This view tends to disqualify any attempt at distinguishing the signifying codes and conventions of visual images from other forms of mediation. Ultimately, the flaw in Thompson‟s vague employment of „mediated visibility‟ is that he bereaves this key concept of its theoretical stringency, and even more importantly, that it preserves the myth of photographic transparency. (…) In Thompson‟s vocabulary, the media „reveal‟, „disclose‟, and „make visible‟ the actions of politicians – as if the media primarily just removed a veil of secrecy and publicized events in a more or less transparent way. While developing a convincing theoretical analysis of the phenomenon of political scandal, Thompson does not pay much attention to actual news images and the manifold ways in which they help to construct and define mediated scandal. (…) Mediation as such thereby remains unproblematized, obscured by the presumption of visual immediacy. Kari Andén-Papadopoulos y Kristina Widestedt; The Mediated Visibility of Political Scandal: How a crayfish party turned a Swedish minister into a poodle; Paper presentado en la Internacional Communication Association Conference en Dresden 2006.

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El video-lider en lugar de transmitir un mensaje es el mismo el mensaje.

Lo mismo ocurre en las campañas electorales. Lo esencial es el espectáculo antes que la información fidedigna sobre programas de gobierno e ideas programáticas.

El partido de masas es sustituido por un “partido ligero” que asegure mediatización. 2. c. Rituales y discursos políticos Marc Abélès inicia su análisis sobre el uso de las rituales en la comunicación política a partir de dos acepciones posibles de la noción de “rito”. La primera lo considera “actos fundamentalmente repetitivos que subrayan ciertos momentos de la actividad privada o pública”. Estos actos repetitivos generan un proceso de formalización de la actividad social. En la actividad política observamos claramente este fenómeno en la presencia de los Jefes de protocolo, verdaderos responsables y guardianes de la repetición de las convenciones sociales. La segunda acepción se refiere a la “escenificación de la interferencia entre lo político y lo sagrado” como podría ser la asunción de un nuevo presidente, o la formalidad en la sanción de las leyes. Opera una formalización de la actividad social; pero teniendo en cuenta el alcance simbólico de los encadenamientos de actos y palabras en un contexto más general. El poder se presenta como un elemento inseparable del orden sagrado o sobrenatural, del cual deriva cierta legitimidad. Desde la Ilustración hasta nuestros días existe un proceso constante de disociación de la Política de lo Sagrado. El poder de mandar no deriva de Dios, sino de los acuerdos sociales y los consensos que tienen su traducción legal en los documentos constitucionales del Estado. Por otro lado, la aparición de los medios de comunicación ha modificado el ámbito de la “esfera pública política” radicalmente. Lo político como espacio de consumo (Política-Espectáculo: mercado en que se proponen al público productos según las mejores tradiciones comerciales y publicitarias) supone un desafío al mundo fundado en jerarquías estables.

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Abélès señala esta contradicción: ―Cuando la comunicación toma la delantera de la escena, se le da una prima a la innovación: hay que renovar continuamente, a falta de mensaje, el soporte del mensaje. En cambio, el rito siempre emplea la tradición y cobra relieve por referencia explícita o implícita a la tradición.‖

A modo de síntesis, en el siguiente cuadro se sintetizan y comparan las deferencias entre la comunicación política moderna signada por la presencia de los medios de comunicación, con los rituales de las sociedades tradicionales:

¿Cuál es, entonces, el lugar de los rituales en este nuevo contexto de comunicación política? La aparición de nuevas formas de comunicación política no implica la mecánica desaparición de prácticas vinculadas con toda una concepción tradicional de la vida pública. En lugar de una antinomia entre trabajo ritual y usos de los medios, éstos favorecen el surgimiento de nuevas formas que combinan los viejos referentes con los procedimientos modernos. Existen 2 procedimientos que caracterizan a los rituales (Lévi-Strauss 1971): La fragmentación: La acción se halla disgregada en una multiplicidad de secuencias. La repetición: Existe un esquema invariable que no se modifica en lo esencial. Son figuras impuestas de la secuencia ritual. El rito es una trampa del pensamiento: todo se vuelve aceptable porque en el momento ritual, cada cual sólo quiere creer en eso. (P. Smith) El ritual político está asociado a un concepto global de la representatividad, que echa ancla en el territorio. No es casual ni caprichoso que el concepto de representatividad se vincule al suelo de nacimiento o de residencia de aquel que pretende encarnar la voluntad de los habitantes de un determinado territorio. Señala Abélès: “El elegido es,

CCoommuunniiccaacciióónn PPoollííttiiccaa

MMooddeerrnnaa

Innovación: hay que renovar continuamente, a falta de mensaje, el sopote del mensaje

Tradición: El rito cobra relieve por referencia implícita o explícita a la tradición

Individualidad: Importa el rostro, la voz, el tono del líder

Colectivo: La persona deja lugar a los símbolos que se inscriben en un sistema de valores que lo supera y en razón de una historia colectiva más abarcadora.

Desterritorialización: No hacen falta multitudes. El mensaje político llega a cualquier sillón del planeta.

Territorialización de las prácticas

Sacralidad Medios, Consumo, Espectáculo

RRiittuuaalleess ddee llaass ssoocciieeddaaddeess

ttrraaddiicciioonnaalleess

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en primer lugar, un elegido del suelo. El arraigo es una cualidad que designa. Por la misma razón, es necesario reactivar los ritos que recurren a lo local y a su memoria”. Existen en la política actual dos tipos de ritos: los ritos consensuales y los de enfrentamiento. Gran parte de la agenda diaria de un político está conformada por rituales de tipo consensuales. Incluso ante los cambios de gobierno, de ideologías políticas, de tipo de políticas públicas implementadas, etc.; gran parte de los rituales permanecen en el tiempo, inalterables. Por poner dos ejemplos: Las inauguraciones (la clásica foto del corte de cintas de una nueva obra) y las conmemoraciones (como depositar coronas de flores ante el monumentos de caídos en la guerra de Malvinas) son dos versiones modernas de los ritos propiciatorios y de los ritos expiatorios. En los ritos de enfrentamiento se manifiestas los conflictos que atraviesan a una sociedad, y no los consensos. En dichas manifestaciones se enarbolan los símbolos del antagonismo: el pueblo en las calles, las banderas, los cánticos, los insultos. Aquí se denuncia, se interpela al otro, distinto, por eso hay siempre un fondo de violencia. Incluso la improvisación, cuando la manifestación “se sale de los carriles esperables”, se inserta dentro de un protocolo de acción que no podría faltar a las reglas generales colectivamente admitidas. Ahora, ¿De qué manera los ritos republicanos se resignifican en la comunicación política moderna? Para Marc Abélès, el poder de los medios de comunicación no ha hecho caer en desuso a ninguno de los rituales más tradicionales del repertorio republicano. Ni los ritos de consenso, ni los ritos de enfrentamientos, pero los ha transformado profundamente en sus prácticas. Los ritos deben insertarse en lo medios para lograr amplitud y llegar a un publico más amplio que aquel que solo estaba confinado al territorio del político que pretendía la representatividad o el reclamo circunscripto a un determinado lugar. Así como la presencia de los medios masivos de comunicación no ha eliminado la presencia de los ritos tradicionales, si han alterado la forma en la cual estos se expresan. Estos cambios operan de forma desigual en los ritos de tipo consensuales y en los de conflicto. Analicemos en primer lugar el impacto de los Medios de comunicación social en los rituales de consenso. El ritual político no solo reactualiza la relación entre el protagonista político y la población local, sino que también es una instancia en la que el celebrante se dirige a todo el foro, al gran público de la opinión pública. La intención del político no es persuadir a las personas que están presentes físicamente en el evento, sino la de generar una “relación mediada” con la gran opinión pública. El evento esta organizado en torno a las cámaras de televisión y el objetivo es llegar al asiento del living de aquel que esta mirándolo desde la televisión. Estas declaraciones se vuelven, entonces, material para la prensa y circula por los medios de comunicación. Constituyen el núcleo central de las informaciones noticiosas, de los programas de interés general y de cultura. Gran parte de este material es realizado para completar las grillas de programación de los canales de televisión y radio. Desde los MECOS, los rituales garantizan la escenificación mínima que permiten presentarle a público acontecimientos noticiosos. Es una forma que tienen los políticos de lograr que sus mensajes puedan estar insertos en la agenda de medios. Suelen ser una oportunidad para transmitir aquellos mensajes que tienen un interés público y cubren una necesidad política del dirigente que realiza y es protagonista del ritual consensual. El triunfo de los rituales consensuales no esta dado por el cumplimiento irrestricto de los pasos que componen al mismo, sino que es un “éxito” que se mide en términos de los medios de comunicación. Es decir en la televisividad que generan, o rating de consumo, o influencia en la agenda de los medios o en repercusión en los medios.

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Se establecen, entonces, auténticas competencias por la amplificación de los actos consensuales en los medios. Incluso en muchos casos, se pueden dar superposición de actos rituales consensuales, casi al límite de la confrontación. El objetivo siempre es ganar al contrincante político en la amplificación mediática del ritual. El triunfo del resultado se mide en el impacto generado en los medios de comunicación. Existe una competencia ente los elegidos que pretenden el liderazgo local para conseguir, con la mayor frecuencia posible, su foto en el diario. Veamos un ejemplo de la escenificación de actos rituales y de la competencia que se establece en los medios: El sábado 4 de agosto de 2007, se realizaron dos inauguraciones en el mismo día en la ciudad de Córdoba. Mientras la provincia, al mando del gobernador De la Sota daba apertura al Paseo del Buen Pastor junto a la presencia de la candidata a Presidente por el Frente para la Victoria, Cristina Fernández de Kirchner, Luís Juez, el intendente de la ciudad de Córdoba, inauguraba un paso de nivel en la Avenida Monseñor Pablo Cabrera. La disputa y confrontación permanente entre el gobernador por el PJ y el intendente del Partido Nuevo había sido una constante a lo largo de esos últimos cuatro años de gobierno y estaban muy próximas las elecciones del 2 de septiembre en la que se elegían nuevos mandatarios provinciales y municipales. Ambas inauguraciones habían generado expectativas, pero sin embargo, el Paseo del Buen Pastor había acaparado la atención dada la centralidad de la obra en la ciudad y la magnitud de la inversión. Ambas obras fueron inauguradas el mismo día.

Competencia por la amplificación mediática de un acto ritual (inauguración)

Las inauguraciones son el típico ejemplo de rituales de consenso propiciatorios, que hunden sus raíces en prácticas tradicionales de larga data, pero que sin embargo siguen teniendo plena vigencia en nuestros días. Lo importante ahora es el uso de los medios para lograr la amplificación y llegar al gran público y por lo tanto a la opinión pública. El diario La Voz del Interior es el diario más leído en Córdoba y sin dudas es el principal actor en la fijación de la agenda de medios de la ciudad y de la provincia. Por lo cual resulta relevante observar la tapa del día siguiente a las inauguraciones.

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En la tapa figura la inauguración del Buen Pastor y una foto del gobernador De la Sota junto a la candidata presidencial del Frente para la Victoria, Cristina Fernández de Kirchner. La inauguración de las obras de la Avenida Monseñor Pablo Cabrera no aparece más que en las hojas internas del diario. Por otro lado, hay que recordar que a menos de un mes de las elecciones, una tapa del día domingo es algo muy relevante para el proceso de la campaña política. Más si la noticia incluye foto. Sin dudas, la competencia entre actos rituales consensuales fue ganada en esa oportunidad por el Gobernador De la Sota en detrimento del candidato a gobernador provincial Luís Juez. Se incorpora a continuación la tapa del diario para que pueda ser observada:

Los rituales de conflicto tienen una repercusión distinta en los medios de comunicación. Y los cambios operados en dichos rituales son quizás más significativos. Durante gran parte del siglo XX la relevancia de los actos rituales de conflicto, como una huelga o una protesta, se medían por la capacidad de movilización, de reunión de grandes cantidades de personas que marchaban juntas. Sin embargo, con la aparición de los medios de comunicación, lo relevante es poder estar siendo filmados por la cámara de televisión y poder llegar así, al resto de la opinión pública. La presencia de grandes masas puede asegurar esa repercusión, pero no necesariamente. En muchos casos, pequeños grupos organizados con capacidad de generar un entretenimiento visual y televisivo pueden lograr una mayor repercusión. Se busca realizar una dramatización del conflicto, una teatralización colorida y simple que logre despertar la atención de los medios y del público. La huelga y las manifestaciones masivas dan lugar a formas novedosas y excéntricas de puestas en escenas para las cámaras. Son necesarios los colores, las máscaras,

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los disfraces. Se busca desencadenar impresiones sensitivas, a través de la manipulación de símbolos apropiados antes que mediante los discursos reivindicativos que lograr despertar la atención del público. El acto político sirve como escenificación para los medios de un espectáculo. Se incorpora la utilización de luces, de música, y bandas invitadas, que en muchos casos, logran despertar más el interés que la causa misma de la convocatoria. La lucha toma tintes espectaculares y revisteriles como en el teatro de candilejas. Esto no significa que le contenido de la manifestación o la protesta cambie. Es solo que para transmitir el menaje es necesario ajustarlo a los requerimientos de noticiabilidad de los medios. A continuación se puede observar algunos rituales de enfrentamiento a lo largo del mundo. Como se observará, el color, las caricaturizaciones, las máscaras, las teatralizaciones, el impacto etc., están presentes en estos ritos de enfrentamiento. De esta manera, los manifestantes se aseguran poder llegar a la opinión pública y tratar de inducir algún tipo de reacción en ella.

De estos ritos de enfrentamientos nos centraremos en un caso que ocurrió en la Argentina hace ya algunos años y que llega hasta nuestros días. Analizaremos brevemente el caso de las protestas de los manifestantes de la Asamblea de Gualeguaychú en torno a la instalación de las papeleras en Fray bentos (Uruguay). Con el propósito de poder analizar el tipo de acciones comunicativas que llevó a cabo la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú (ACAG) vamos a proceder a describir y detallar las acciones más relevantes en términos simbólicos y comunicativos que dicho movimiento realizó y que le permitieron adquirir una repercusión en la opinión pública nacional e internacional. Es importante recordar que la acción de organizaciones ambientalistas no es nueva en Argentina. Desde hace varios años se han sucedido las protestas de alto impacto mediático por parte de pequeños grupos de militantes, en particular de Greenpeace4.

4 Cotarelo, María Celia; Recursos naturales y conflicto social en la Argentina actual; Rev. Osal; Año 6 Nro.

17; Mayo – Agosto 2005.

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Pero más recientemente se han producido protestas masivas protagonizadas por pobladores de distintos lugares del país en defensa del ambiente y las reservas naturales. Pero sin dudas, el fuerte movimiento y la gran movilización y repercusión, incluso internacional, que logró la lucha de la ACAG significaron un quiebre en la relevancia asignada a la temática desde los ámbitos estatales. Por primera vez, (salvo el caso del Riachuelo), una temática ambiental estuvo en el centro del debate público, y si bien “contaminado” por ciertos temas anexos que nada tienen que ver con la cuestión, como el nacionalismo o el modo de protesta basado en el piquete; han logrado generar cierta conciencia ambiental en toda la ciudadanía y modificado y posibilitado nuevos lineamientos en las políticas públicas. En el cuadro que sigue, se sintetizan los principales eventos y las acciones llevadas a cabo por el movimiento. Se pretende que, con estos ejemplos, se logre comprender la naturaleza intrínsecamente mediática de muchos de los rituales de enfrentamiento que llevó a cabo este movimiento. El repaso no es exhaustivo y solo se han seleccionado aquellas acciones que pueden ser analizadas a partir del concepto de rituales de enfrentamiento (especialmente aquellas que se encuentran de color verde).

Fecha Evento Descripción del evento 1998 - 2001 Primeras protestas ambientalistas

llevadas a cabo en Uruguay exclusivamente.

Entre 1998 y 2001 la coalición de izquierda Frente Amplio, junto a la central sindical uruguaya, el PIT-CNT, la organización ambiental Grupo Guayubira y Greenpeace criticaron la instalación de las plantas de celulosa y se opusieron a la misma invocando razones de contaminación ambiental.

2003 4 de octubre Uruguayos y argentinos realizaron el

primer acto conjunto sobre el puente internacional para oponerse a la construcción de las plantas.

El VIII Congreso de la central sindical uruguaya PIT-CNT resolvió convocar a la movilización contra la instalación de las plantas de celulosa.

2005 30 de abril Se crea la Asamblea Ciudadana

Ambiental de Gualeguaychú. Recién a finales del 2005 se convirtió en ONG. Durante el año 2005, se ocupó de informar a la ciudad de Gualeguaychú sobre el problema que podrían llegar a traer las pasteras.

30 de Abril Marcha multitudinaria contra las papeleras

En el puente internacional cerca de 40 mil comerciantes, docentes, empleados y obreros se movilizaron respondiendo a la convocatoria de la ACAG contra la instalación de las plantas de pasta celulósica sobre la costa del río Uruguay. La gigantesca movilización sacudió a los gobiernos argentino y uruguayo y el conflicto tomó relevancia nacional e internacional.

18 de junio La ACAG entrega volantes a quienes cruzan el puente San Martín

Vecinos de Gualeguaychú acamparon a la vera de la ruta nacional 136 y continuaban en una campaña de concientización de los turistas. Aparecen volantes y pancartas con la consigna "Sí a la vida. No a las papeleras".

24 de Julio Un plan para crear conciencia

Integrantes de la ACAG instalaron un escenario en el kilómetro 20 de la ruta 136, con la idea es "distribuir información para concientizar sobre cómo afectarán la vida de todos las fábricas de papel", explicaron.

25 de Julio Cortes de ruta de los Ambientalistas en Gualeguaychú

La Asamblea Ambiental Ciudadana de Gualeguaychú había convocado a una reunión en la ruta nacional 136 para evaluar la marcha de las negociaciones entre las cancillerías de ambos países. Pero la llegada de más simpatizantes que lo esperado terminó por interrumpir el tránsito.

15 de agosto Otra marcha contra las papeleras

Vecinos enrolados en una asamblea ambientalista anunciaron una movilización hacia

la ruta internacional 136. 23 de agosto Kirchner se reúne en la Casa Rosada con

vecinos de Gualeguaychú El presidente Kirchner recibió a 10 miembros de la ACAG. La entrevista, es fruto de la acción directa de uno de los ciudadanos.

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27 de septiembre “Grito banco por la vida” contra las papeleras

Alumnos de diferentes escuelas (aproximadamente 20 mil personas) realizaron una marcha en rechazo a la instalación de las plantas. Bajo la consigna "Grito blanco por la vida".

7 de octubre Nuevo corte de ruta en contra de las papeleras

Volantes: "Si se instalan las papeleras, la cosa se pone fiera", "Finlandia y España terroristas del medio ambiente", "Sí a la vida", "Tabaré, la historia te juzgará" y "Pingüino ayudanos".

7 de diciembre Protesta frente a la embajada de Uruguay Casi 1000 personas protestaron ayer frente a la embajada de Uruguay, en esta ciudad, por la instalación de dos plantas papeleras.

17 de diciembre "Caravana de la Resistencia" y corte de los tres puentes internacionales

Mañana cortarán los tres puentes internacionales que unen la provincia de Entre Ríos con el país vecino La movilización consiste en una marcha lenta de automóviles por la ruta internacional 136.

A parir del 30 de diciembre

Bloqueo de los tres puentes internacionales a Gualeguaychú

Para colocar a Uruguay en situación de cuasi-bloqueo.

2006 5 de enero La ACAG decide cortar rutas en todos los

recambios de quincena y llevar la queja contra las papeleras al Corsódromo local

La protesta de vecinos y grupos ecologistas contra la instalación de las fábricas se traslada al Corsódromo local, donde cada verano más de 250.000 turistas presencian los desfiles de carrozas, que hacen de esta ciudad la capital del carnaval. La ACAG empieza a preparar una carroza con temas alegóricos a la contaminación y a las papeleras.

8 de enero La protesta llegó al Carnaval

El reclamo de los vecinos inauguró la popular fiesta de Gualeguaychú. Con una bandera que dice "No a la papelera tóxica. No maten el futuro de nuestro litoral", cientos de vecinos e integrantes de movimientos juveniles y ambientalistas participaron de la inauguración del Carnaval de Gualeguaychú. Los adolescentes y jóvenes de la Asamblea Juvenil prepararon volantes, carteles y pancartas con consignas contra las papeleras

16 de enero Segunda "Caravana de la resistencia"

Cientos de autos varados en la ruta 136. Aunque formalmente la marcha no había sido planeada como un corte de ruta, en los hechos obstaculizó el paso de los autos.

21 de enero Protesta en Buquebus Unos 50 manifestantes de la ACAG, acompañados por miembros de la FAA, protestaron frente a la Terminal de Buquebus. Entregaron folletos en los que se leía: "Sí a la vida, no a las papeleras".

27 de enero Protesta en Buquebús y anuncio de corte indeterminado

Miembros de asambleas vecinales y de organizaciones ecologistas protestaron en Buquebús. Los manifestantes, que llevaban máscaras antigás y barbijos, repartieron naranjas entre los turistas que viajaban a Uruguay, bajo la consigna "pruébelas ahora, antes de que las contaminen las fábricas de celulosa". Distribuyeron folletos que informaban sobre los posibles riesgos en la salud. Corte indeterminado en Gualeguaychú; mientras continúa el piquete en Colón a los camiones que transportan materiales para las papeleras

30 de enero Caravana de la Resistencia No se trató de un corte de tránsito, pero igual se hizo sentir. Partió desde el centro de la ciudad y recorrió a paso lento los casi 30 kilómetros hasta la cabecera del puente internacional.

26 de febrero El corte cumplió 24 días y se realizó un "Grito argentino contra las papeleras" contra las papeleras

Al cumplirse 24 jornadas del corte de la ruta nacional 136, se llevó a cabo ayer una protesta coordinada en las ciudades de Gualeguaychú, Colón, Paraná, Buenos Aires y otras de todo el país, denominada "grito argentino contra las papeleras". La manifestación consistió en coordinar en distintos puntos del país "gritos masivos" en rechazo a la instalación de las plantas. En Buenos Aires, el acto tuvo lugar frente a la embajada de Uruguay. En Gualeguaychú, los

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vecinos recibieron a tres jóvenes raidistas que navegaron en kayak el río Uruguay desde sus nacientes, durante todo enero y febrero, por la misma causa ambientalista.

21 de marzo Un buque de Greenpeace protestó ante Botnia La Prefectura evitó el desembarco

Aunque la prefectura uruguaya impidió al Arctic Sunrise anclar en el canal navegable del río, justo frente a la planta de la papelera finlandesa Botnia, los ecologistas de todas maneras realizaron su protesta.

28 de marzo Apagón y cacerolazo en Gualeguaychú Con el objetivo de "mantener vivo el estado de movilización" contra la instalación de las plantas, la ACAG organizó un apagón y un cacerolazo.

30 de abril Nueva marcha al puente Internacional General San Martín organizada por la ACAG

Según los organizadores concurrieron más de 80.000 personas.

5 de Mayo Acto en Gualeguaychú con a presencia de Kirchner

“No es una cuestión que atañe sólo a Entre Ríos o a Gualeguaychú. Es una cuestión ambiental que atañe a todo el país”, enfatizó Kirchner.

12 de mayo La imagen de la reina del carnaval: Evangelina Carrozzo da la vuelta al mundo al irrumpir en la Cumbre de Viena con un cartel contra las papeleras

La insólita protesta por las papeleras conmocionó a Viena. Evangelina Carrozo logró un golpe de efecto contra las fábricas. En Viena, el gobierno argentino, expresó la sorpresa por el episodio, dijo desconocer cómo llegó la joven al recinto y desligó cualquier responsabilidad. "No sabemos nada de la chica. No lo calificamos [al hecho], son prototípicos de estas cumbres", explicó Fernández. Carozo tuvo un premio extra: un casual encuentro con el presidente Néstor Kirchner. "Me saludó, me felicitó, me dijo que había sido muy valiente y que le gustó la forma de protesta que tuvimos", contó.

17 de mayo Protestas frente a las embajadas de Finlandia y Suecia en Buenos Aires

Batucada, baile y carnaval. Esa fue la forma con la que los vecinos de Gualeguyachú reclamaron contra las plantas de fabricación de pasta celulosa en Fray Bentos frente a las embajadas de Finlandia y Suecia, en Buenos Aires. Encabezados por Evangelina Carrozo, los ambientalistas entregaron su reclamo, mediante un petitorio, en ambas embajadas.

28 de mayo Jornada de oración para unir las dos orillas

En iglesias de la Argentina y Uruguay. La Red Solidaria, estimó que unas 100.000 personas participaron a lo largo del día de la oración conjunta.

13 de Junio “Gran Banderazo” desde Gualeguaychú La ACAG apoyó la presentación nacional ante la Corte de La Haya con una marcha y un banderazo.

19 de Julio El Gobierno nacional propone a los asambleístas participar en la recolección de pruebas judiciales para probar la contaminación

Taiana y Busti acordaron que los asambleístas participen del reclamo judicial. Con la estrategia de buscar canales que permitan contener las ansias en Gualeguaychú se acordó convocar a los asambleístas a participar activamente en la recopilación de las pruebas para la segunda presentación clave que la Argentina debe hacer ante los tribunales internacionales.

21 de Julio La ACAG protestaron con bombos y carteles en Córdoba y entregaron una carta con sus reclamos al canciller Taiana

Unas 200 personas -alrededor de 150 que llegaron en tres micros desde Gualeguaychú, desplegaron carteles, hicieron sonar bombos y repartieron volantes a unos 500 metros del predio ferial en el que sesionaron los presidentes. Uno de los carteles mostraba una foto de Tabará Vázquez con la leyenda “Buscado”. Al No a las papeleras se sumó el "No a las mineras", en rechazo a los emprendimientos en San Juan.

3 de agosto La ACAG decide comenzar un operativo publicitario para boicotear el turismo a Uruguay.

Se busca poner en evidencia la incoherencia del slogan turístico “Uruguay Natural”

24 de agosto Protestas con trajes típicos frente a las embajadas de Finlandia y Ururguay y las oficinas del Mercado Común Europeo contra las papeleras

Los asambleístas se manifestaron en las embajadas de Finlandia y Uruguay; esta vez optaron por mostrar con trajes típicos a las comunidades que eligieron vivir en Gualeguaychú. "Vinimos con representantes de las comunidades italiana, alemana, española, israelita y árabe. Queremos demostrar que

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también a estas familias que eligieron Gualeguaychú como su lugar en el mundo para vivir los afecta todo esto", explicó Javier Villanueva, uno de los asambleístas.

12 de octubre Segundo “Grito Blanco” contra las papeleras.

Cono preludio de los cortes de ruta, estudiantes protagonizaron el 2do. Grito Blanco una movilización de jóvenes con guardapolvos blancos en rechazo a las papeleras. Se contó con la presencia de una estatua viviente que representó al río Uruguay y el arrojo de flores al curso de agua.

24 de octubre La ACAG resuelve redactar y enviar una carta al presidente de Uruguay Tabaré Vázquez

4 de noviembre La ACAG levantó sobre la ruta un muro contra las papeleras, reunieron 12.000 firmas para iniciativa popular prohibiendo exportación de madera. Invitaron a la gente de la otra orilla para que pasado mañana derribe simbólicamente este muro.

La cita era con un ladrillo en la mano. Muchos aportaron lo suyo y hasta un camión mezclador de cemento llevó el material para la construcción de la barricada. Y aparecieron Kirchner y Vázquez. Al menos en las caretas de vecinos que hicieron un show de protesta ante las risas generales.

30 de noviembre El Washington Post que alerta sobre bombas humanas.

El diario norteamericano publicó un artículo en el que relata que una mujer ofreció inmularse en Botnia.

11 de diciembre Se da a conocer una encuesta en la que el 82% de la gente apoya los cortes indefinidos en Gualeguaychú

Un 22% de los ciudadanos de Gualeguaychú cree que la asamblea ambiental está conducida "por los sectores más radicalizados" (interpretación que es rechazada por el 38%). Apenas un 18% negó haberse mantenido completamente al margen de los cortes. El 52% dijo que una sola vez había concurrido a los bloqueos en la ruta. El 30% restante dijo que va "cada vez que puede". El 40% dijo que participa habitualmente de las reuniones de la ACAG. Y el 36% dijo que si puede concurrirá a la movilización de mañana a la Plaza de Mayo.

12 de diciembre La ACAG y movimientos ambientalistas realizan la Primera Marcha Ambientalista a Plaza de Mayo

35 colectivos (además de decenas de combis y autos particulares) transportaron a unos 5000 manifestantes desde distintos puntos de la provincia hasta la Capital.

14 de diciembre Actos simultáneos en los dos países, con más de 500 personalidades de Uruguay y la Argentina, en los que leerán un documento que exhorta al diálogo.

Documento, suscripto -entre otros- por Estela Carlotto, León Gieco, Juan Carr, Gastón Pauls, Ricardo Darín, Nelson Castro, Víctor Hugo Morales, Natalia Oreiro y China Zorrilla.

25 de diciembre Los ambientalistas pasan Noche Buena y Navidad en las rutas

Cientos de vecinos pasaron la Nochebuena en el piquete. Más de un centenar de vecinos de Gualeguaychú sirvieron mesas en el paraje junto al arroyo Verde, donde mantienen el bloqueo de la ruta a Uruguay desde hace 25 días, y esperaron allí la Navidad.

2007 2 de enero Se anuncian cortes sorpresivos en

Buquebús

7 de enero El "Carnaval del país" abrió con un desfile de jóvenes integrantes de la ACAG.

Camisetas, sandalias y gorras, todas estampadas con el "No a las papeleras", fueron parte de los artículos más buscados por el público, a quienes se les repartió gratuitamente folletos y calcomanías alusivos a la lucha contra la contaminación.

24 de enero Capital Federal amanece con carteles contra Botnia y Finlandia

"Son terroristas ambientales", consignan los carteles firmados por asambleístas de San Telmo; destacan la hermandad con Uruguay Uno de los afiches señala: "Hagan lo que hagan, Botnia y Finlandia son saqueadores y terroristas ambientales", en llamativa tipografía, y añade: "íExigimos ruptura con Finlandia ya!"

25 de enero Manifestantes porteños y de Gualeguaychú reclamaron en la embajada de Finlandia; escenificaron el presunto daño ambiental con piletas y peces.

Los manifestantes, llevaron su reclamo a las puertas de la embajada de Finlandia. Los manifestantes portaron pancartas con leyendas contrarias a Botnia y otros llegaron disfrazados como "la parca". Realizaron un montaje teatral para representar los daños ambientales: El armado

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incluyó dos piletas tipo pelopincho: una con agua limpia, peces de colores y niños jugando dentro, y otra con agua maloliente, manchas de aceite y peces muertos.

4 de febrero Piquete náutico y teatralización de bloqueo en aguas del río Uruguay.

En una operación secreta, asambleístas de Gualeguaychú desafiaron a las fuerzas de seguridad de Uruguay y de la Argentina con el tendido de un boyado, en un simulacro de bloqueo del río, al sur de Fray Bentos. Más de un centenar de gualeguaychuenses, en 30 embarcaciones, protagonizaron una marcha por el río Uruguay, con la imagen de la Virgen Stella Maris, patrona de los navegantes. Entonaron canciones religiosas y cánticos contra la pastera Botnia. Al quedar frente a la avanzada construcción, lanzaron flores al agua y alabaron la imagen que colocaron flotando en el río. Al mediodía, terminaron con esta singular protesta. Por la madrugada, un grupo se las había ingeniado para lanzar al agua numerosos toneles flotantes ligados por cabos, y dos cámaras de camiones que sostenían una bandera de Finlandia y otra negra con la imagen de una calavera.

7 de febrero Protesta con murgas y comparsas frente a la embajada de Finlandia en repudio a la expulsión de ambientalistas de Uruguay.

Asambleístas porteños acompañados por murgas reclamaron contra Botnia con un corte en Santa Fe al 800.

7 de abril El asambleísta De Angeli propone que, si contamina, se derribe la planta como el Muro de Berlín.

"Si Botnia se pone en marcha, en mi opinión personal tenemos que pasar el puente y, entre los argentinos y los uruguayos, voltear la pastera como cayó el muro de Berlín, sin violencia", dijo Alfredo De Angeli, cuando se recuperaba de los golpes que recibió en Puerto Madero.

23 de abril Protesta con suelta de gallinas frente a la Embajada de Finlandia y escrache al stand de Finlandia en la Feria del Libro

Asambleístas soltaron unas 100 gallinas en las calles en repudio contra el "daño ambiental" que aseguran provocará la planta Botnia. Unas 200 personas encabezaron la manifestación frente a la Embajada de Finlandia, en la que soltaron unas 100 gallinas en la calle. Las gallinas fueron regaladas a la gente, con un cartel que decía: "Gallinas de Entre Ríos. Comame ahora antes de que Botnia me envenene". Un grupo de manifestantes irrumpió ayer en la Feria del libro y realizó un ruidoso escrache frente al stand de Finlandia.

30 de abril Masivo acto en Gualeguaychú convoca a más de 130.000 personas. Abrazo simbólico al río Uruguay.

En la mayor movilización de la que se tenga memoria en la historia de esta ciudad, unas 130.000 personas manifestaron con su presencia un contundente y renovado rechazo a la instalación de la pastera Botnia en la vecina Fray Bentos, mediante un abrazo simbólico al río Uruguay. Al término de las lecturas, hubo un festival de música al aire libre con bandas en vivo.

16 de mayo La ACAG otorgó un voto de confianza a los vecinos para realizar "actos sorpresivos", secretos y pacíficos contra la pastera.

Después de más de dos horas de debate, los asambleístas de Gueleguaychú acordaron anoche en una asamblea otorgar un voto de confianza a los vecinos para realizar acciones secretas contra la pastera Botnia.

25 de mayo Ambientalistas vestidos de la época de la colonia reclamaron frente al Cabildo

Protestaron frente al Cabildo con carteles que consignaban "Fuera Botnia, viva la Patria" y bloquearon los pasos a Uruguay. Mujeres con vestidos con miriñaque y puntilla, peinados con peineta y hombres caracterizados como los de principios de 1800. "Fuera Botnia, viva la Patria", consignaba la gran bandera instalada frente al tradicional edificio.

1 de octubre Asambleístas queman un muñeco con el rostro de Guillermo Gustavino (vicegobernador kirchnerista)

7 de octubre Se crea la Asamblea Regional Ambiental del Río Uruguay

300 ambientalistas uruguayos y argentinos crearon en la ciudad de Nueva Palmira (Uruguay) la Asamblea Regional que coordinará sus movilizaciones contra la construcción de la papelera.

26 de octubre Cacerolazo simultáneo en Capital Asambleístas entrerrianos y porteños realizaron

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Federal y Gualeguaychú contra la visita de integrantes de la Unión Europea a la planta de Botnia.

esta tarde un "cacerolazo" simultáneo en Gualeguaychú y Capital Federal "en repudio al apoyo de la Unión Europea a la pastera Botnia". Realizaron también una marcha náutica en el río Uruguay, encabezados por un "barco insignia" con una bandera mitad "pirata" y mitad de Finlandia, unos 20 motonautas que llegó hasta el límite argentino del río Uruguay.

El extenso ejemplo, nos permite reflexionar en torno a la capacidad de llegada a los medios que presentaron estos rituales de enfrentamiento. El uso de la creatividad y el conocimiento sobre el interés de los medios de comunicación, les permitió a esta organización plantear sus demandas e interpelar a la opinión pública, no solo a la de la ciudad de Gualeguaychú, sino de toda la Argentina e incluso del mundo. Planteamos entonces como conclusión las tres siguientes observaciones:

Existe un conjunto de rituales que marcan la vida política y ocupan un puesto en las prácticas de los gobiernos y de los ciudadanos. Estos ritos deben reinscribirse en el contexto gral. de la simbólica republicana.

El desarrollo de las tecnologías mediáticas y el empleo de la comunicación moderna han modificado las prácticas rituales. Si bien los ritos de enfrentamiento se han transformado profundamente en su forma y su contenido, los ritos consensuales perduran y hallan en los medios de comunicación masiva una prolongación, una cámara de resonancia.

Surgen nuevos ritos que combinan tradición y dimensión religiosa con estrategia de comunicación. Podemos preguntarnos si, finamente, uno de los factores de éxito de los hombres públicos acaso no resida en su capacidad para inventar esos ritos sincréticos.

Un último comentario, sobre el sincretismo cultural presente en muchos de estos rituales que les permitirá analizar con mejor comprensión el análisis que realiza Marc Abélès sobre la peregrinación a Solutré que realizaba Francois Mitterand los lunes de Pentecostés. Los dirigentes políticos saben que en el arte de instalar nuevos tipos ritualísticos reside gran parte de su capital político ante la opinión pública. Ya que si la instalación del ritual resulta exitosa, no solo repercute en la imagen del político, sino que también puede llegar a convertirse en un ritual de tipo tradicional que sea continuado por sus sucesores. El sincretismo cultural se refiere al proceso de transculturación y mestizaje entre distintas culturas. El sincretismo cultural puede presentar aspectos positivos, cuando le da coherencia y fortalece a las distintas culturas y prácticas sociales de una sociedad; o negativos cuando en el entrecruzamiento una de las culturas más fuertes se impone por sobre las otras. En la política el sincretismo cultural se observa en el cruce entre ciertas tradiciones europeas o norteamericanas en torno de la democracia y la república y el folcklore local, no solo de América Latina, sino incluso en las particularidades de los argentinos. Al interior de nuestro país también observamos también ejemplos de sincretismo cultural en las distintas provincias con sus propias particularidades. Observemos algunos ejemplos de ello. SINCRETISMO CULTURAL Y NUEVOS RITUALES

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En el presente cuadrante hay cuatro ejemplos distintos de rituales políticos que se encuentran atravesados por un fuerte sincretismo cultural. En el primero de ellos, a la derecha, vemos al ex gobernador del Chaco, Ángel Rozas, realizando una de las tantas “Cabalgatas de la Fe”. Estas cabalgatas eran encabezadas por el gobernador y se realizaban en el interior provincial. Como durante los años en los que fue gobernador, Ángel Rozas de la UCR, tenía un gran apoyo en las poblaciones del interior, se organizaron estas cabalgatas que mezclaban la fe con la política. En cabalgatas de miles de personas a caballo, el gobernador las dirigía en peregrinación por varios kilómetros como actividad religiosa. Un segundo ejemplo tenemos en las múltiples actividades ritualísticas que realizó Carlos Menem. Pero sin dudas, una de las más excéntricas ha sido su cruce de los Andes a caballo desde la capital riojana cuando era gobernador. En esa oportunidad Carlos Menem invito a un grupo nutrido de periodistas que cubrieron el pase a mula por la cordillera de los Andes. A ello tenemos que agregar el gran parecido que el entonces gobernador tenía con el mítico caudillo Facundo Quiroga. Menem se había ocupado de potenciar ese parecido e incluso solía relatar que en sus estadías en la montaña y solitario, se le solía aparecer Facundo Quiroga, con quien mantenía un diálogo. Otros dos ritos consensuales que aparecen en el cuadro es el inicio de mandato del presidente. En el caso de Argentina nos encontramos con el paso de bastón de Duhalde a Néstor Kirchner. El momento de traspaso de mando se representa ritualísticamente por medio del paso del bastón presidencial. Existen unas series de procedimientos estandarizados para dicha acción que los actores deben respetar. Cuando ocurrió dicha foto, lo que fue muy comentado por la opinión pública y los medios fue el hecho de la “falta de protocolo” de los personajes. Es decir, los políticos habían actuado de una forma no esperada para el momento del paso del bastón presidencial. Se había alterado una de las formas secuenciales de dicho rito. Sin embargo, la validez del ritual sigue estando presente, ya que las acciones que componen la secuencia estuvieron allí, solo que levemente modificadas. Distinto fue el caso de la asunción de Evo Morales como el presidente de Bolivia. En dicha oportunidad se realizaron dos actos rituales, que pusieron de manifiesto la ausencia de un sincretismo cultural estable. Por el contrario, se hicieron dos rituales.

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Uno de tipo republicano tradicional, siguiendo la tradición de las viejas colonias americanas y las posteriores repúblicas independientes que abrevaron de la tradición europea. Y otra, de tipo indigenista, siguiendo el ritual de entronización del cacique. No existió una mezcla de rituales, sino que uno fue realizado en un momento distinto del otro. Fueron dos rituales, que pusieron de manifiesto el quiebre que presenta la cultura y la sociedad boliviana, dividida entre los indígenas nativos y la población blanca o mestiza, mejor posicionada económicamente. “Lo que eres dice tanto de ti que ya no se escucha lo que dices” A continuación reflexionaremos en torno al planteo que realiza Jean-Luc Parodi sobre el equilibrio real entre la acción política y la comercialización de la apariencia en la decisión electoral. Este análisis resulta muy relevante para poner a crítica el supuesto instalado desde el marketing electoral, de que todo candidato puede ser “vendido” como un jabón en polvo. Muchas de las decisiones políticas que adoptamos como electores o como meros ciudadanos no siempre están influenciadas por el marketing. Por el contrario, cuando las campañas de marketing electoral no se sustentan en el conocimiento previo y las imágenes que la gente tiene formada sobre los líderes políticos, muchas veces no llegan a buen resultado. Por el contrario, pueden fallar estrepitosamente si no son tenidas a las marcas o estigmas que porta la visibilidad de un político. Esos estigmas terminan convirtiéndose en aglomerados de recuerdos que pertenecen a la opinión publica y que ya han sido elaborados e incorporados al “saber popular”. En primer lugar, Jean-Luc Parodi reseña cuales con los elementos necesarios para la teoría de la comunicación electoral, que él intenta bosquejar:

1) La comunicación política es un fluir continuo, y no un intercambio a corto plazo. Por lo cual, la decisión electoral no se recoge en el momento sino que se construye con el tiempo.

2) La comunicación política es filtrada. Este filtro se da por la red de interpretaciones de los receptores (es decir, por la forma en la cual la opinión pública construye sus representaciones) y por la competencia de “ruidos” que lanzan los emisores (los políticos). Por otro lado, como señala Parodi, carecemos desde la investigación en comunicación de una teoría de los ruidos.

3) Existen actos políticos duros, que plantean los actores políticos durante su carrera. Estos actos duros son más capaces que otros de obtener “repercusión”, y por lo tanto de ser oídos y recordados por la opinión pública.

4) Para que un acto sea duro, al menos tiene que ser evocador, clasificador o diferenciador. Cuando hablamos de “evocador” nos referimos a que es capaz de referirse a una profunda dimensión de la vida política (como la guerra o el conflicto, etc.); por “clasificador” se entienden aquellos actos que permiten diferenciar los instrumentos de percepción de la vida política y de los ejes de ordenamiento dominante, como el sistema de partidos o el eje ideológico izquierda – derecha (Podríamos decir que la entrega de la ESMA por parte de Kirchner a las organizaciones de derechos humanos o el retiro del cuadro de Videla son esa clase de actos clasificadores que identifican claramente a un político con una determinada tendencia ideológica: en ese caso, la izquierda.); y “diferenciador” porque es un acto excéntrico, distinto, que sobresale, que constituye una desviación respecto de la costumbre o de lo esperable. Es un factor distintivo y por lo tanto susceptible de ser escuchado por la opinión pública.

5) La memorización de un acto duro depende de la continuidad de sus derivados. Es decir que para que el recuerdo del acto duro se mantenga en el tiempo es necesario que haya una serie de actos derivados que se desprendan del primero y que le den actualidad. Por otro lado, no debe aparecer un nuevo acto duro que disminuya la percepción y el recuerdo del anterior.

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6) Cada acto duro es prolongadamente formador de imagen. La percepción del actor político resulta estructurado por el conglomerado de recuerdos de actos gravosos realizados por el actor en momentos previos.

7) Este conglomerado de recuerdos difiere según las generaciones políticas. Cuanto más politizados y adultos sean los electores, más completo será el cuadro de memoria de actos duros de los políticos. Por el contrario, cuanto más jóvenes, y menos politizados, más desigual e imperfecto será el cuadro de la memoria.

8) La competición entre actores es, en primer lugar, una competición entre conglomerados de recuerdos de actos gravosos.

9) En relación a la pesadez de estos conglomerados de recuerdos, la comercialización de la apariencia sólo puede actuar en el límite extremo. Es decir, el marketing político no puede alterar todo el recuerdo de actos gravosos, sino que solo operará sobre los actos duros más recientes y la memoria que se haya establecido en torno a ellos. Por eso, los dirigentes outsider, o aquellos que son “nuevos” en el juego electoral deben construir esos actos duros, pero no tiene la necesidad de resignificar (o intentar hacerlo) los actos duros previos que constituyen la biografía de ese político.

El “Ser” político de un actor está estructurado de un modo tan vigoroso por los actos graves que ha acumulado durante su carrera, que éstos pueden hacer inaudible el “discurso” cotidiano que emite: “Lo que eres habla tan a las claras que ya no se oye lo que dices”. La opinión pública ya tiene formada una clara opinión con respecto a esa persona, y por más que modifique su discurso no va a lograr que la gente lo escuche. En muchos casos, pareciera ser que lo que haces es más importante que lo que dices. Jean-Luc Parodi nos ilustra esta teorización a partir del caso francés (ver paginas 249 a 255 del texto “Lo que eres dice tanto de ti que ya no se escucha lo que dices”). En el enfrentamiento electoral entre Chirac y Mitterrand los cambios en el electorado se había producido varios meses antes de los comicios, esto obedeció al ajuste de comportamientos gravosos de parte de Mitterrand, que los argumentos de cambio disminuyeron. “El ser” mitterrrandiano se ha ido enriqueciendo con un nuevo reparto de cartas: del acto de nombramiento como jefe de gobierno de su principal adversario, de la aceptación de sus equipos y de su programa nace una nueva imagen, al menos para los electores dubitativos de centro y de centroderecha, imagen de un líder demócrata, imagen de una presidencia distinta, imagen de un presidente árbitro, imagen de una personalidad que dispensaba a los franceses de un conflicto temido. Esos actos duros de Mitterrand habían sido la aceptación del gobierno de convivencia y lo que se llamó sumisión tribunicia. Estos ejemplos de convivencia democrática se pueden dar en Francia dado su sistema de semi-presidencialismo (para una mejor comprensión de los sistemas semi-presidenciales se recomienda la lectura de Sartori, Giovanni (2003) Ingeniería Constitucional Comparada. Una investigación de Estructuras, Incentivos y Resultados; México; Fondo de Cultura Económica.). Sin embargo, un acto político gravoso sólo ve perdurar sus efectos siempre que no se lo contradiga, ni se lo interprete de manera unilateral, ni se lo borre. Pero la presencia de actos duros en el espacio de la comunicación política no es algo que solo responda a la intención, experticia o fortuna de un solo candidato. En realidad se estableces una fuerte competencia entre distintos tipos de actos duros y gravosos. Durante una campaña electoral, la comunicación electoral de los candidatos no es nunca la comunicación monopolística de un solo actor con la opinión. Nunca es solo uno el que habla y establece actos gravosos. En realidad, existe una polifonía marcada por la competencia. Es, por lo tanto una “comunicación competitiva” y, en esa competencia, también otros actores intentan presentar actos de peso, para que la opinión pública le asigne distintos valores. Y esos valores repercutan posteriormente en el desempeño electoral de los candidatos.

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Volviendo al ejemplo anterior, que nos ofrecía Parodi, no solo Mitterrand establecía actos gravosos, también lo hacía Jacques Chirac. El candidato conservador marcó dos actos gravosos de relevancia que le permitieron sortear el apoyo del electorado. Ellos son los siguientes:

RICOS vs. POBRES: Eliminación del impuesto a las grandes fortunas. (lepenomitterranitas)

AUTORIDAD vs. LIBERTAD: Imagen “autoritaria” de Chirac formada desde sus primeros años en política y recordados en la convivencia política (barromitterranistas – Balladur - / lepenomitterranistas)

Se recomienda la lectura de las páginas 253 a 255 del texto de Jean Luc Parodi. Si pensáramos en casos argentinos, seguramente se nos ocurrirían bastantes ejemplos. De hecho, la imagen que tenemos de los políticos está construida a partir de estos actos duros. Pensemos por un momento en el impacto que tuvo en la imagen del entonces presidente Fernando De la Rúa su presencia en el programa de Marcelo Tinelli. La acción de desconcierto, la apariencia de desorientación del entonces presidente fue estruendosa. Se convirtió en una síntesis perfecta para la memoria colectiva del tipo de liderazgo del presidente aliancista. Esa simple presencia televisada confirmaba las presunciones de muchos del público y convertía en un acto duro toda aquella densa red de percepciones que se iban construyendo en torno al Presidente. Lo mismo podríamos decir del conflicto del campo y del comportamiento del vicepresidente Julio Cobos. Al momento de la votación en el Senado desempató en forma contraria a la que había votado el gobierno del cual formaba parte. Este acto de naturaleza excéntrica, ya que no era el comportamiento esperable para un vicepresidente que había sido votado como integrante de una fórmula de gobierno, le permitió capitalizar en su imagen un acto duro. Gran parte de su capital político actual deriva de ese único acto duro, ya que previamente era muy poco lo que la opinión pública conocía acerca de él. Incluso muchos de sus actos derivados estuvieron y están vinculados a ese comportamiento. Los desplantes de la Presidente posteriores han sido interpretados a partir de dicho prisma perceptivo.

Como conclusión podríamos decir que Jean Luc Parodi5 habla de actos políticos duros para referirse a aquellos actos comunicativos de los actores políticos durante su exposición pública. Estos actos duros son más capaces que otros de tener “repercusión”, y por lo tanto de ser percibidos y retenidos por los públicos. Estos actos duros son evocadores, clasificadores y/o diferenciadores. Evocador de una dimensión profunda de la política (como la corrupción o el abuso e poder),

5 PARODI, Jean-Luc; “Lo que eres dice tanto de ti que ya no se escucha lo que comercialización de la

apariencia en la decisión electoral; en VARIOS; El Nuevo espacio público; Editorial Gedisa; Barcelona; 1998.

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clasificador de los instrumentos de percepción de la política y clasificador de los ejes de ordenamiento dominante (honesto, corrupto; izquierda, derecha; gestor eficiente, gestor ineficiente), y diferenciador, porque la desviación respecto de la costumbre o de la experiencia es un factor distintivo y de escucha (el rompimiento de las normas del servicio público). Cuando estos actos duros generan actos derivados que le dan continuidad, terminan fijándose en la memoria de la opinión pública y constituyen la imagen pública de los actores políticos. Por lo cual, la competición entre los actores políticos es una competición entre conglomerados de recuerdos gravosos y no de discursos acotados a un específico tiempo, desfasados de las historias de las imágenes públicas. Como concluye Parodi: “El “ser” político de un actor está estructurado de un modo tan vigoroso por los actos graves que ha acumulado durante su carrera, que éstos pueden hacer inaudible el “discurso” cotidiano que emite: “Lo que eres habla tan a las claras que ya no se oye lo que dices”. 2.d. El espacio de la Comunicación Política La comunicación política está en el centro del debate en torno de la política. Es por medio de la palabra que nos informamos de las posiciones políticas de los distintos líderes y es por medio de los discursos que se establecen los marcos de legitimidad de las distintas políticas públicas que se llevan a cabo. Sin embargo parecieran existir ciertos prejuicios sobre el discurso político como una forma corrosiva de hacer política, distinta a la genuina voluntad de realizar hechos concretos. Como señala Dominique Wolton:

―Tal valoración ente la acción y la palabra, acompañada de una intensa valorización de aquélla y de una desconfianza respecto de ésta, caracteriza desde hace tiempo la política y resulta, tal vez del hecho de que el discurso político remite a las mentiras, promesas e ideologías que son la otra cara de la política. (…) Esta valorización de la comunicación, en especial con el surgimiento de la comunicación política, es contemporánea de la sociedad y de la democracia de masas, caracterizadas ambas por el sufragio universal igualitario, el reino de los medios de comunicación masiva y el de las encuestas. (…) La democracia de masas – como el sufragio universal, los sondeos e incluso la televisión – en definitiva han logrado comprar sus cartas de nobleza; la comunicación política continúa suscitando reservas. Tiene ―mal cartel‖, pues condensa todo lo que se le puede reprochar a la política moderna.‖

Existieron muchas formas de entender la comunicación política. Sin embargo, todas ellas, reniegan implícitamente de la riqueza conceptual que encierra dicho espacio de intercambio. Veamos entonces lo que no significa la comunicación política, para después centrarnos en el concepto que ofrece Dominique Wolton y las fortalezas de dicha conceptualización. La comunicación política no es:

a) El estudio de la comunicación de gobierno para con el electorado. b) El intercambio entre discursos de los políticos en el poder y en la oposición. c) El papel de los medios de comunicación masiva en la formación de la opinión

pública. d) La influencia de los sondeos en la vida política. e) Toda comunicación que tiene por objeto la política.

Es cierto que los aspectos señalados previamente forman parte de la comunicación política, pero no se agota en ellos el concepto. Por le contrario, el modelo de Wolton se posiciona en una perspectiva contraria a la Sartori y a la de todos los estudios que presuponen de antemano, ya que en las investigaciones empíricas tal hipótesis no fue corroborada, de que el público es frágil, fácilmente manipulable y manejable. La hipótesis de Dominique Wolton plantea que:

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―La comunicación política es un cambio tan importante en el orden político como lo han sido los medios de comunicación masiva en el de la era de la información y los sondeos, y en el de la opinión pública.‖

La comunicación política no significa la degradación de la política, sino que constituye la única posibilidad de funcionamiento de nuestro espacio político ensanchado por la democracia de masas y la masificación de los medios de comunicación. Gracias a la comunicación política es posible la democracia masiva. Definimos entonces a la comunicación política, como lo adelantamos en el bloque anterior como:

―El espacio en que se intercambian los discursos contradictorios de los tres actores que tienen legitimidad para expresarse públicamente sobre política y que son los políticos, los periodistas y la opinión pública a través de los sondeos‖.

A continuación se introduce un esquema en el cual se puede analizar la dinámica del espacio de la comunicación política. Más adelante desarrollaremos cuales son las características de este espacio:

La confrontación de los discursos alternativos y opuestos es una característica esencial del espacio político comunicativo. En esta confrontación discursiva entre los actos de habla legitimados para expresarse en la esfera pública, la oposición no solo se da entre los actores a los que menciona Wolton; sino que incluso al interior de los sectores la confrontación debe estar presente.

Medios de

comunicación

Políticos

Opinión

Pública

COMUNICACIÓN POLÍTICA

Estrategias de cooperación y

de confrontación

Estrategias de cooperación y de

confrontación al interior de cada grupo

Cada grupo tiene una legitimidad distinta y diferentes formas de expresarse. Pero todos tiene una autonomía del otro y las cooptaciones son inestables y volátiles (Dominique Wolton)

¿La opinión pública solo se expresa por los sondeos? ¿Qué es para Bourdie la O.P.? ¿Tiene la autonomía que le asigna Wolton?

¿Los medios de comunicación tienen un único discurso o hay pluralidad? ¿Cuáles son los intereses de los medios?

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En el discurso político, la confrontación se da con la presencia simultánea de por lo menos dos grupos antagónicos que tengan una interpretación diferenciada de los hechos. En la opinión pública, la tendencia a apoyar a un bando o al otro es traducida en porcentajes, expresados en encuestas de opinión. Por medio de las encuestas de opiniones se manifiestan las caídas o los crecimientos de positividad de las imágenes tanto de la institución, el grupo, o el político. Elizabeth Noelle-Neumann se refiere al estudio de Margaret Mead sobre los procesos de opinión pública que se encuentran en los pueblos primitivos. Mead había comprobado que “la opinión pública era eficaz cuando alguien violaba las leyes, cuando había dudas sobre la interpretación de las mismas y cuando surgía un conflicto y había que tomar una decisión sobre el comportamiento futuro o cuestiones de procedimiento” . Los mecanismos de la opinión pública eran necesarios para alcanzar esos consensos en la comunidad. Por otro lado, la opinión pública también se expresa por medio de los discursos de los grupos de presión, los movimientos sociales o de las reacciones espontáneas de la ciudadanía. Por último, los medios de comunicación juegan un papel clave. Los medios tienen una función clave en la articulación de los discursos. Como comprueba Noelle-Neumann: “Los medios de comunicación suministran a la gente las palabras y las frases que pueden utilizar para defender un punto de vista. Si la gente no encuentra expresiones habituales, repetidas con frecuencia, a favor de su punto de vista, cae en el silencio; se vuelven mudas” . La prensa se convierte en una especie de faro social, que con su luz mediática hace visibles hechos y eventos, que de otra manera permanecerían ocultos a las audiencias. Las reflexiones de Noelle-Neumann siguen la tradición iniciada por Walter Lippmann, para quien el periódico es “el resultado de toda una serie de selecciones en cuanto a cuáles ítems debe imprimirse, en qué posición se los debe publicar, cuánto espacio debe ocupar, y qué énfasis se le debe dar a cada uno” . Para Lippman el periodismo “no es un sustituto de las instituciones. Es como el haz de un reflector que se mueve por todas partes, sacando a un episodio tras otro de la oscuridad y llevándolo a la visión” . La importancia de los medios en el establecimiento de la agenda política está vinculado también, según Jerry Palmer, con la falta de lealtad a los partidos políticos y la falta de consistencia en el comportamiento del voto. Esta desideologización de la política hace que los medios y las caracterizaciones mediatizadas que estos llevan a cabo ocupen la centralidad que antes estaban destinadas a los partidos políticos y a los militantes partidarios . Por otro lado, la necesidad de mediación comunicacional entre los actores en las democracias liberales ensanchadas (o amplificadas), implica que muchas de las lógicas propias de los medios de comunicación (o las técnicas constitutivas de cada uno según cual sea el caso: radio, televisión, marketing, diarios, Internet) deben ser incorporados al “modo mismo de hacer política”. La definición que ofrece Dominique Wolton ofrece una serie de ventajas. Ellas son:

a) Amplía la perspectiva clásica. Existe una amplitud de estudio que abarcan a uno de los actores o a la relación entre dos de ellos, pero no a los tres en forma sistémica. Como señala Wolton: “Lo constitutivo de la comunicación política es su interacción, si se define a aquella más como el espacio de “confrontación” de puntos de vista contradictorios que como un espacio de “comunicación”.”

b) Señala la originalidad de la comunicación política. La novedad reside en que el espacio de la comunicación política se constituye en el lugar de expresión y de enfrentamiento de legitimidades distintas y que sin embargo forman parte del concepto de democracia como lo entendemos actualmente. Plantea una nueva realidad, tanto en el plano funcional como en el teórico.

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Wolton plantea un interrogante que ha estado implícito a lo largo de estas dos lecturas: ¿Por qué comparar comunicación con opinión pública?. Este interrogante es central para comprender nuestro objeto de estudio. Desde la capacidad analítica que plantea su modelo, Wolton nos ofrece una respuesta:

―En primer lugar, porque no hay democracia masiva sin consideración de la opinión pública y porque ésta es inseparable de un proceso comunicacional, tanto en su constitución como en su expresión. En efecto, la opinión pública no existe de por sí, pero resulta de un proceso social permanente de construcción/destrucción, en relación con el modo como ciertos temas surgen o no en el campo de lo social y político y son objeto de interés político. Por eso, es inseparable de una interacción social que de alguna manera la constituye. Pero además no existe y no cobra sentido sino a través de la comunicación de los sondeos que son su megáfono y que le aseguran su publicidad en el espacio público, sin lo cual ―no existe‖. Históricamente, pues, la más reciente lógica es la de la opinión pública y de la comunicación, pero hoy en día las tres características son inseparables.‖

c) Solo los discursos confrontativos y polémicos pertenecen al espacio de la comunicación. No todos los discursos políticos de un determinado momento están en la comunicación. Ese es un espacio de confrontación, ya que son múltiples siempre las miradas sobre los asuntos públicos. Aquello sobre lo que hay un acuerdo absoluto no plantea espacio para el intercambio y el diálogo ente los actores.

d) Revaloriza la política respecto de la comunicación. En realidad no subordina la política a la lógica de la comunicación, como en el fenómeno de la videopolítica, sino que muestra que ambas están intrínsecamente ligadas, al mismo tiempo que mantienen sus diferencias constitutivas y de legitimidad. Como sintetiza magistralmente Dominique Wolton: “La comunicación no ha “digerido” a la política, es más bien la política la que en la actualidad se presenta en un estilo comunicacional”.

e) Incluye al público en la interacción. Generalmente los conceptos que s ofrecían sobre comunicación política solo incluían los discursos de los políticos y de los periodistas, dejando afuera del espacio la irrupción de la opinión pública como actor. Esta puede expresarse por medio de los sondeos, pero también, y en esto marco una distancia personal con el autor, también puede hacerlo por medio de ritos de enfrentamiento como podría ser una movilización e incluso, puede expresarse por medio de los líderes sociales que forman parte de sectores de la sociedad civil organizada, como podría ser una ONG. Lo importante aquí es la “publicidad” que logran de sus demandas, en el sentido habermasiano del término. Incluso un sondeo, que no lograra ser publicitado por los medios de comunicación no formaría parte del espacio de la comunicación política.

Un tema que había quedado pendiente de reflexión es porqué estos tres actores son los únicos que están habilitados para expresarse sobre la política en el espacio de la comunicación política. Los países de América Latina han tenido una larga tradición e historia en lo que a golpes militares se refiere. Es decir, durante las décadas del ´60 y ´70 existía la idea, ahora abandonada, de que los militares estaban legitimados para expresarse sobre política. En realidad, esto no es así. Los militares intervenían sin ningún tipo de legitimidad, sino por la fuerza de las armas. De allí la naturaleza no democrática de sus acciones. La legitimidad de estos tres actores deviene del mismo proceso democrático. Es en ese tipo de régimen donde encuentran su fundamento. Surge entonces una segunda pregunta: ¿De dónde provienen las legitimidades de los tres discursos habilitados para

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expresarse de política?. En el cuadro que sigue, se señalan las fuentes de legitimidad de los tres discursos:

Actores Fuente de legitimidad Características

Políticos Apoyo electoral manifestado en las elecciones.

La comunicación se asimila a una estrategia de convicción para hacer adherir a los demás, políticos, periodistas o electorados.

Periodistas y Medios de comunicación

Información Buscan presentar bajo una apariencia de neutralidad la información que siempre es fácil y manipulable. Ejercen sobre la misma, procesos de ficcionalización dentro del cual manifiestan sus propias posiciones políticas.

Opinión Pública

Orden científico y técnico aplicado a los sondeos

El objetivo es reflejar lo mejor posible una realidad que no tiene existencia objetiva sino a través de la elaboración que de ella hacen. La política constituye la principal causa de su éxito, por la anticipación que a veces brindan a las conductas del cuerpo electoral.

La principal función de la comunicación política es “evitar la reclusión del debate político en sí mismo integrando los temas de toda índole que se convierten en envite político y, al facilitar el proceso permanente d selección, jerarquización y eliminación, brindar elasticidad suficiente al sistema político.” Es decir, que en función del sistema de fuerzas que cada momento presenten los políticos, los medios de comunicación y/o la opinión pública, los temas que definen la agenda política del espacio de la comunicación pueden sufrir distintas alteraciones. De esta manera el sistema democrático garantiza que el contenido de la comunicación política no sea solo un atributo del gobierno o una “dictadura de los medios” en la cual solo ellos fijan la agenda. El modelo planteado por Wolton es abierto y aleatorio en sus resultados. Por medio de tres funciones, la comunicación política dirige esta doble función de apertura y cierre:

a) Contribuye a identificar los problemas nuevos que surgen. Los políticos y los medios de comunicación juegan un rol fundamental.

b) Favorece la integración de los debates políticos del momento, al dotarlos d legitimidad. El papel de los sondeos y de los políticos es el más relevante aquí.

c) Facilita la exclusión d temas que han dejado de ser objeto de conflicto o respecto de los cuales existe un consenso temporáneo. L rol de los medios es el más relevante en esta función.

A su vez existen tres momentos diferenciados de la comunicación política en los cuales los distintos actores cumplen roles preeminentes y específicos: a) Las elecciones: Durante estos períodos los sondeos son cada vez más relevantes. Como señala Dominique Wolton:

―En períodos de elecciones, las encuestas desempeñan un papel importante, puesto que cada uno trata de saber por anticipado cuál podrá ser el resultado, al ser momentáneamente el único instrumento representativo que permite una aproximación semejante. En cada campaña se comprueba esa preeminencia de los sondeos, cada vez más abundantes y cada vez con más frecuencia dirigidos y publicados por los medios. Poco más o menos, tienden a convertirse en agenda de la campaña, con lo que dificultan aún más la

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necesidad de preservar – respecto de los políticos – una lógica de análisis distinta de la proveniente de la simple interpretación de los sondeos.‖

b) las situaciones de normalidad: Período comprendido entre dos elecciones, en la que los medios son los responsables de motorizar la comunicación política, reconstruyendo los problemas y los acontecimientos que el medio político ignora. Señala Wolton:

―(los medios de comunicación) Aseguran en este caso una función de ―víspera democrática‖, que en cierto modo se transforma en el cordón umbilical que comunica a la clase política, inevitablemente replegada en sí misma, con el resto de la sociedad. (…) Los medios, al informar, en realidad son los principales factores de aliento y de renovación de una comunicación política que tiende naturalmente a replegarse en sí misma‖.

c) Las situaciones de crisis política interna o externa: los políticos son los responsables de conducir la comunicación durante dichos períodos. Explica Wolton:

―La urgencia de la situación, la importancia de la acción y de las decisiones que se han de tomar colocan al político en el centro de la comunicación política. El ritmo de los acontecimientos y su carácter inesperado disminuyen de momento temporáneo el papel de la opinión pública y la importancia de los sondeos, pues la responsabilidad de los actores en tales situaciones raras veces consiste en actuar conforme a la opinión pública. Si bien en tales situaciones los políticos no garantizan este dominio de la comunicación política, el riesgo está en que sean los medios los que lo hagan, según suele verse en situaciones de crisis‖.

Por último, y concluyendo con Dominique Wolton, una reflexión en torno a la capacidad teórica y empírica de esta perspectiva desde la teoría de la democracia de las sociedades de masas. Son cinco las implicancias teóricas más fuertes de este concepto de comunicación política:

1) No hay antagonismo estructural entre los grupos sociales. A diferencia de otros planteos de tipo crítico, como los que veremos más delante de Pierre Bourdie o de Jugen Habermas, aquí, la comunicación política garantiza el funcionamiento del espacio público expandido. La denuncia de la degradación y manipulación que la sociedad actual presenta por medio de los sondeos y de los medios de comunicación encuentra, desde esta perspectiva, una respuesta negativa. Ya que en el reconocimiento del otro como adversario radica el motor del funcionamiento de la comunicación política.

2) Necesidad de encontrar la importancia de los actores detrás de los discursos. 3) Mostrar la autonomía de las tres lógicas de la política, la información y la

comunicación. Como señala Wolton: “Tal autonomía tiene una consecuencia importante desde el punto de vista de la democracia: recuerda la separación que se ha producido entre la lógica de la información de los medios y la lógica de la comunicación de la opinión pública. Hemos visto que, históricamente, ambas estaban relacionadas, pero en la actualidad, sobretodo a través del crecimiento del sector de la información y de la industria de los sondeos, aparecen diferencias constitutivas entre estos dos tipos de información. Los medios de comunicación masiva más que nunca hallan su legitimidad en el valor de la información en relación con el proyecto democrático político, a la vez que la opinión pública está vinculada con la legitimidad de la comunicación y de la representatividad”.

4) Ofrecer una concepción dinámica de la comunicación política. La tensión entre los tres actores es más bien permanente y los momentos de equilibrio son breves. Nuevos desacuerdos y factores coyunturas introducen nuevos temas, nuevas alianzas y estrategias de cooptación entre los actores.

5) Asignar a la política el papel fundamental de la comunicación política. Y no relegar a la política a la lógica de la comunicación. Como resume Dominique Wolton, la esencia de su planeo teórico: “La comunicación no sustituye a la política sino que le permite existir, y hasta se puede emitir la hipótesis de que el

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funcionamiento de la comunicación política es signo de un buen funcionamiento de la democracia y de cierta madurez política, en el sentido de que necesariamente contradictoria de los intereses se aceptan los parámetros complementarios de la comunicación y de la política”.

2.e. Analizando la espiral del silencio Elisabeth Noelle Neumann fue la desarrolladora de este modelo. Nació en 1916 y estudió periodismo, historia y filosofía en Alemania y amplió sus estudios sobre periodismo en Estados Unidos. Precisamente la espiral del silencio es considerado su principal aporte en el terreno intelectual. El largo repaso de las ideas políticas y clásicas en torno a la opinión publica que hemos realizado en la lectura anterior, siguiendo los lineamientos planteados por Elisabeth Noelle Neumann, nos permitió observar que la opinión pública actúa como un mecanismo de presión hacia la libertad individual haciendo que los hombres y mujeres adopten los patrones de conducta esperables y no se desvíen de cierta “normalidad” siempre cultural y socialmente delimitada. Por ello, Elisabeth Noelle Neumann define a la opinión pública como:

―Aquella opinión que puede ser expresada en público sin riesgo de sanciones y en la cual puede fundarse la acción llevada adelante por el público; la opinión dominante que impone una postura y una conducta de sumisión, que amenaza al individuo rebelde‖.

Expresar la opinión opuesta y efectuar un acción pública en su nombre significa correr peligro de encontrarse aislado. En otras palabras, podemos describir la opinión pública como la opinión dominante que impone una postura y una conducta de sumisión, a la vez que amenaza con aislamiento al individuo rebelde y al político, con un pérdida de apoyo popular. Por eso, el papel activado de iniciador de un proceso de formación de la opinión queda reservado para cualquiera que pueda resistir a la amenaza de aislamiento.6 A este concepto llega la investigadora alemana luego de un análisis minucioso y empíricamente fundado de sus hipótesis centrales. Y estudiando el caso de las elecciones alemanas y el comportamiento de la opinión pública en dichos momentos. Asimismo Elisabeth Noelle Neumann realiza un profundo análisis sobre el impacto de los medios de comunicación en la conformación de las opiniones públicas. Se recomienda a los alumnos realizar una lectura atenta de toda la investigación de Neumann e ir apuntando cada uno de los pasos que fue siguiendo la investigadora para comprobar su teoría. Es decir, sería muy valioso que pudieran registrar cada una de las investigaciones empíricas que utilizó la autora, no solamente en la dimensión exploratoria de la investigación, sino también las instancias de control y puesta a prueba de sus hipótesis. ¿Cuál es entonces, la teoría que subyace tras el análisis del estudio del caso de las elecciones alemanas?7 La teoría de la espiral del silencio se apoya en el supuesto de que la sociedad – y no solo los grupos en que los miembros se conocen mutuamente – amenaza con el aislamiento y la exclusión a los individuos que se desvían del consenso. Los individuos, por su parte, tienen un miedo en gran medida subconsciente al aislamiento, probablemente determinado genéticamente. Este miedo al aislamiento hace que la gente intente comprobar constantemente qué opiniones y modos de comportamiento son aprobados o desaprobados en su medio, y que opiniones y formas de comportamiento están ganado o perdiendo fuerza. La teoría postula la existencia de un sentido cuasi estadístico que permite realizar estas estimaciones. Los resultados de

6 Noelle-Neumann, Elisabeth; La espiral del silencio. Una teoría de la opinión pública; en Varios; El Nuevo

espacio público; Editorial Gedisa; Barcelona; 1998. 7 El resumen se corresponde con las páginas 259 y 260 del libro “La espiral del silencio. Hacia una teoría

de la opinión pública”, de lectura obligatoria para la materia.

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sus estimaciones influyen en la inclinación de la gente a expresarse, así como su comportamiento en general. Si la gente cree que su opinión forma parte de un consenso, se expresa con confianza en conversaciones públicas y privadas, manifestando sus convicciones con pins y pegatinas, por ejemplo, pero también mediante la ropa que visten y otros símbolos públicamente perceptibles. Y a la inversa, cuando la gente se siente en minoría se vuelve precavida y silenciosa, reforzando así la impresión de debilidad, hasta que el bando aparentemente más débil desaparece, quedando sólo un núcleo duro que se aferra a sus valores anteriores, o hasta que la opinión se convierta en tabú. La teoría se basa en cinco supuestos diferentes:

1) La sociedad amenaza a los individuos desviados con el aislamiento. 2) Los individuos experimentan un continuo miedo al aislamiento. 3) Este miedo al aislamiento hace que los individuos intenten evaluar

continuamente el clima de opinión. 4) Los resultados de esta evaluación influyen en el comportamiento en público,

especialmente en la expresión pública o el ocultamiento de opiniones. 5) Las anteriores hipótesis están relacionadas entre sí, lo que proporciona una

explicación de la formación, el mantenimiento y la modificación de la opinión pública.

Los antecedentes teóricos de los planteos de Elisabeth Noelel Neumann loas encontramos en la teoría de la “interacción simbólica” descrita por George Herbert Mead, de la Universidad de Chicago. La “interacción simbólica” se refiere al pensamiento sobre lo que los demás podrían pensar o cómo podrían reaccionar, influye en los individuos como si fuera real. La teoría busca comprobar una serie de hipótesis que le permiten a la investigadora sostener la idea de la opinión pública como una instancia de control social según cuales sean los consensos mayoritarios de una sociedad en un momento determinado. Esas cuatro hipótesis son las siguientes:

1) A través de la observación de los individuos del entorno en el que viven, se forman una idea de cuáles son las opiniones que cobran fuerza y cuáles son aquellas que decaen.

2) La disposición de los individuos de exponer en público sus puntos de vista varía según considere que su propia opinión es y seguirá siendo dominante, o si empieza a expandirse con fuerza.

3) Si su apreciación sobre el reparto de opiniones es muy diferente a la distribución real de opiniones, es porque la opinión cuya fuerza sobrevalora es la que con más fuerza se exhibe en público.

4) Si a una opinión se la considera dominante, es altamente probable que lo siga siendo en el futuro y viceversa. Sin embargo cuanto más débil es esta opinión más se involucra la opinión pública en un proceso de cambio. Ya que es más fácil que deje de ser la opinión dominante.

Entre las previsiones mas importantes que plantea en su teoría Elisabeth Noelle Neumann, se encuentran las siguientes:

1) Si una mayoría se considera minoría, tenderá a declinar en el futuro y viceversa, si una minoría es vista como mayoritaria, irá en aumento.

2) Los miembros de una mayoría que prevean no poder mantenerse en el futuro en tal posición fracasarán. A la inversa, si prevén una evolución favorable tardarán mucho en cambiar de opinión.

3) Si aumenta la inseguridad en cuanto a lo que es la opinión dominante, o lo que será, es porque está ocurriendo un cambio profundo en la opinión dominante.

4) Entre dos facciones que expresan en público opiniones opuestas, tenderá a predominar en el futuro la que manifieste mayor predisposición a hacer pública su postura.

En situaciones de inestabilidad o de crisis políticas, el individuo es testigo de una lucha entre posiciones opuestas y debe tomar partido. Puede estar de acuerdo con el punto

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de vista dominante, lo cual refuerza su confianza en sí mismo y le permite expresarse sin reticencias y sin correr el riesgo de quedar aislado frente a los que sostienen puntos de vista diferentes. Por el contrario, puede advertir que sus convicciones pierden terreno; cuanto más suceda esto, menos seguro estará de sí mismo y menos propenso estará a expresar sus opiniones. No hablamos de ese 20% de los sujetos de la experiencia de Ash (leer desde página 59 a 61 del libro “La espiral del silencio. Opinión publica: nuestra piel social” incluido en la literatura obligatoria) cuyas convicciones siguen inquebrantables, sino del 80% restante. Estas conductas remiten, pues, a la imagen cuasi estadística que se forma el individuo de su entorno social en términos de reparto de opiniones. La opinión dividida se afirma cada vez con más frecuencia y con más seguridad; al otro se lo escucha cada vez menos. Los individuos perciben estas tendencias y adaptan sus convicciones en consecuencia. Uno de los dos campos presentes acrecienta su ventaja mientras el otro retrocede. La tendencia a expresarse en un caso, y a guardar silencio en el otro, engendra un proceso en espiral que en forma gradual va instalando una opinión dominante.8 La teoría de la espiral del silencio tiene múltiples aplicaciones y usos. Entre ellos podemos reseñan los siguientes usos:

Investigación y estudios sobre la opinión pública

Estudios empíricos y estadísticos.

Estudios sobre la percepción sensorial y sobre cómo la gente detecta los cambios en la opinión pública.

Investigación sobre el impacto de los medios de comunicación en la formación de la opinión pública.

El planteo teórico de Elisabeth Noelle – Neumann tiene muchas fortalezas y beneficios para la investigación social. En primer lugar, permite definir porqué la gente no está dispuesta a expresar su opinión si ella está en minoría. En segundo lugar, nos permite entender porque la gente prefiere reservar sus verdaderas convicciones y opiniones en lugar de tomar el riesgo de quedar aislados. En tercer lugar es un modelo útil para relacionar los efectos de los medios de comunicación masivos sobre la opinión pública. Por ultimo, es un análisis que nos permite comprender los procesos de la opinión pública que mantienen unida a una sociedad. En cierta medida, el proceso de espiral del silencio permite solucionar los distintos conflictos que pueden amenazar la cohesión de una sociedad, si ellos llegaran a permanecer por mucho tiempo sin resolverse. 2.f. Las posiciones críticas sobre la opinión pública. A diferencia de lo que veníamos sosteniendo, a propósito del planteo teórico de Dominique Wolton, existen distintas teorías y revisiones críticas a la esta idea de autonomía de la opinión pública con respecto a los medios de comunicación y a los políticos. Pierre Bourdie se plantea justamente eso, denunciar a los sondeos de opinión y criticar la autonomía de la opinión pública. Como él mismo lo señala: “Quisiera especificar primero que mi objetivo no es denunciar de forma mecánica y fácil los sondeos de opinión, sino proceder a un análisis riguroso de su funcionamiento y sus funciones.” Esto implica en primer lugar poner en tela de juicio los tres supuestos implícitos sobre los que se asientan los sondeos de opinión.

1) Que todo el mundo puede tener una opinión; o en otras palabras que la producción de una opinión esta al alcance de todos.

2) Se supone que todas las opiniones tienen el mismo valor. La suposición de que todas las opiniones valen lo mismo llega a generar artefactos que no tienen sentido.

8 Noelle-Neumann, Elisabeth; La espiral del silencio. Una teoría de la opinión pública; en Varios; El Nuevo

espacio público; Editorial Gedisa; Barcelona; 1998.

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3) Se supone que existe un consenso previo sobre cuáles son los problemas. O en otras palabras, que hay un acuerdo sobre las preguntas que merecen la pena hacer.

Estos tres supuestos son equivocados por más que las encuestas, en términos metodológicos y de recolección y análisis de los datos fueran correctamente realizados. Pero incluso, Bourdie no subestima tampoco las deficiencias técnicas que muchos análisis demoscópicos puedan tener. Incluso resalta que muchas de dichas críticas tienen fundamento. Entre los reproches que se les suele endilgar a los sondeos nos encontramos con los siguientes:

La representatividad de la muestra

Hacer preguntas falseadas

Inducir la respuesta por la forma de hacer la pregunta.

Se redactan las mismas opciones de distinta manera o se omite un determinado abanico de opciones.

Muchas encuestas son realizadas por las preocupaciones políticas del “personal político”, antes que por ser demandas reales de la opinión publica.

Así como en el modelo de Dominique Wolton observábamos que los tres actores (políticos, periodistas y opinión pública) legitimados para expresarse públicamente de política, tenían distintos grados de autonomía y de legitimidad. Para Bourdie la opinión pública no existe y es solo el reflejo de los intereses de los medios de comunicación, pero sobretodo de los políticos. Como explícitamente lo señala el sociólogo francés:

―Las problemáticas que proponen los sondeos de opinión están subordinadas a intereses políticos, y ello determina con fuerza a la vez el significado de las respuestas y el significado que se atribuye a la publicación de los resultados. Tal como están las cosas actualmente, el sondeo de opinión es un instrumento de acción política; su función más importante consiste quizás en impone la ilusión de que existe una opinión pública como mera suma de opiniones individuales; debe imponer la idea de que existe algo que sería una especie de media de las opiniones o la opinión media. La ―opinión pública que se manifiesta en las primeras páginas de periódicos en forma de porcentajes es un artefacto puro y simple (…).‖

Para Bourdie la expresión como porcentaje en realidad no hace más que ocultar el verdadero juego de fuerzas de una sociedad. Enmascara la real contienda entre grupos sociales reduciendo toda esta vasta riqueza de demandas y opiniones en porcentajes. De allí, que en realidad, para él, la “opinión pública” publicitada (en el sentido habermasiano del término) por los medios de comunicación es un mero artefacto sociológico. En enfoque estructuralista de Bourdie lo lleva a considerar a la opinión pública como aquellas opiniones que en un determinado momento son la resultante de un sistema de fuerzas y de tensiones sociales. En las situaciones reales, las opiniones son fuerzas y las relaciones de opiniones son conflictos de fuerza entre grupos. Todo ejercicio de fuerza está acompañado de un discurso que le otorga visibilidad y que busca legitimar la fuerza de aquel que la ejerce. Solo posee toda su fuerza cuando disimula su fuerza como tal por medio de un discurso que lo legitima. Como sintetiza Bourdie:

―Para decirlo sencillamente, el político es aquel que dice ―Dios esta con nosotros‖. El equivalente de ―Dios esta con nosotros‖ es hoy en día ―la opinión pública está con nosotros‖. Este es el efecto fundamental de la encuesta de opinión: se trata de constituir la idea de que existe una opinión pública unánime, y así legitimar una política y reforzar las relaciones de fuerza que la fundan o la hacen posible‖.

Ese proceso se logra por medio de lo que Bourdie denomina “efecto de consenso”. Este efecto se logra por medio de las siguientes operaciones:

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a) Ignorar las no respuestas (En realidad se aplica la filosofía implícita de las convocatorias electorales en una encuesta de opinión).

b) Existen preguntas que ponen en evidencia la asimetría en las no respuestas de determinados sectores sociales en función del género o del nivel de escolaridad.

c) No hay pregunta que no se reinterprete en función de los intereses de las personas a quienes se les hace, y el primer imperativo es preguntarse a que pregunta creyeron contestar las diferentes categorías de personas encuestadas.

d) Apura a la gente a responde preguntas que no se plantean. La gente consultada genera las repuestas en función de dos efectos que intervienen en la elaboración individual de la respuesta. Ellos son:

La competencia política: esta competencia no está universalmente repartida. Varía a grandes rasgos igual que el nivel de escolaridad. La probabilidad de tener una opinión sobre todas las cuestiones que suponen un sabe político se puede comparar con la posibilidad de visitar un museo. La competencia se mide, entre otras cosas, por el grado de delicadeza de la percepción (lo mismo ocurre con la estética, pues algunos pueden distinguir cinco o seis estilos sucesivos en un mismo pintor).

El ethos de case (ética de clase): un sistema de valores implícitos que las personas han interiorizado desde la infancia y a partir del cual engendran respuestas para problemas muy diferentes. Gran cantidad de respuestas que se consideran como respuestas políticas se producen en realidad a partir del ethos de clase, y por ello mismo, pueden revestir un significado totalmente diferente cuando se interpretan en el terreno político.

Se les solicita a los alumnos que indaguen en el supuesto planteado en varios estudios norteamericanos sobre el conservadurismo y el autoritarismo de las clases populares, iniciados por Lipset (en páginas 141 y 142 del texto BOURDIE, Pierre; La opinión pública no existe; Revista "Voces y culturas"; Nro. 10; 2do. Semestre; Barcelona; 1996.). Es importante que se comprenda el planteo y se analice dicho ejemplo a partir del concepto de ethos de clase. Otro de los efectos que generan la publicidad de las encuestas de opinión que buscan ocultar el verdadero sentido de la confrontación y el conflicto latente entre grupos sociales de una sociedad, es el “efecto de imposición”. Este efecto proviene del hecho de que las preguntas que se hacen en una encuesta de opinión no son las que se hacen de manera natural todas las personas interrogadas y que las repuestas no se interpretan en función de la problemática en relación con la cual han respondido las diferentes categorías de encuestados. La forma en la cual se generan las preguntas en una encuesta es totalmente artificial y no se corresponde con la forma en la cual la gente se plantea estas cuestiones. Se suelen generar preguntas de tipo “neutrales” para dar mayo libertad de respuesta, acercándose así al ideal de “objetividad”. Sin embargo, para Bourdie: “la encuesta de opinión estaría mas cerca de lo que ocurre en la realidad si trasgrediera completamente las reglas de la “objetividad” y otorgara a la gente los medios para situarse como se sitúa realmente en la práctica real”. Plantea aquí el sociólogo francés que lo mejor sería plantear esquemas de “tomas de posición” a partir de frases elaboradas y construidas en función de los discursos vigentes. El ultimo efecto que critica Bourdie es el “efecto de politización”, según el cual las encuestas aprehenden las opiniones en situaciones totalmente artificiales. En las situaciones de crisis, la gente se encuentra ante opiniones constituidas, opiniones que son sostenidas y defendidas por determinados grupos, de manera que cuando una persona elige determinada argumentación, opinión o discurso, en realidad está eligiendo un determinado grupo político. Como concluye Bourdie:

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―La encuesta de opinión tradicional ignora tanto a los grupos de presión como las disposiciones virtuales que pueden no expresarse en forma de discurso explícito. Esta es la razón por la cual es incapaz de engendrar la menor previsión razonable sobre lo que ocurrirá en una situación de crisis.‖

2.g. El pensamiento de Habermas sobre la Opinión Pública El pensamiento de Habermas sobre la opinión pública también se inscribe en una perspectiva crítica de los sondeos como mecanismo de expresión de la misma. En realidad son considerados artefactos que esconden la verdadera naturaleza de la opinión pública. La originalidad de un pensamiento está dada por la capacidad de engendrar nuevas categorías, por ello, las reflexiones de Habermas requerirán que volvamos a poner en discusión determinados conceptos que hasta el momento veníamos dándolos por hecho. Allí radica el valor de su aporte al pensamiento sobre la opinión pública. En primer lugar, señalaremos que Habermas se ha ocupado en varias oportunidades de reflexionar sobre el concepto de opinión pública y de su evolución histórica. Entre los textos más relevantes sobre la materia y que pueden servir de consulta a los alumnos más interesados en la cuestión, nos encontramos con los siguientes: En 1962 escribe “Historia y crítica de la Opinión Pública”. Esta obra capital realiza un largo recorrido histórico por la evolución del concepto y realiza un encuadre teórico de sus principales conceptos. Entre 1970 y 1980 desarrolla su “Teoría de la acción comunicativa”, donde plantea que la discusión pública, a través de la búsqueda de consensos que permitan el acuerdo y la cooperación a pesar de los disensos, es la única posibilidad de superar los conflictos sociales. En 1992 escribe “Facticidad y validez”. Esta obra es una investigación en la que aborda la cuestión referida a la relación entre los hechos sociales, la normatividad y la política democrática. La opinión pública se refiere a una diversidad de fenómenos imbricados con el poder y con los procesos políticos que no puede ser educida a un mero porcentaje de una encuesta de opinión. Las intenciones de reducir la opinión pública a categorías observables y cuantificables no hace más que confundir e “invisibilizar” la amplia y densa trama del espacio público y los intercambios que se dan en él. El filósofo alemán pare de una distinción de la lengua germana entre “Öffentlichkeit” que significa “espacio público” y öffentliche Meinung u “opinión pública”. El espacio público es el lugar de surgimiento de la opinión pública, que puede ser manipulada y deformada, pero que constituye el eje de la cohesión social, de la construcción y legitimación política. Las libertades individuales dependen de la dinámica que se suscite en dicho espacio. El espacio público es el ámbito de nuestra vida social, en el que se puede construir algo así como una opinión pública. La entrada esta fundamentalmente abierta a todos los ciudadanos. En cada conversación en la que los individuos privados se reúnen como público se constituye una porción de espacio público. (…) Los ciudadanos se comportan como público, cuando se reúnen y conciertan libremente, sin presiones y con la garantía de poder manifestar y publicar libremente su opinión, sobre las oportunidades de actuar según intereses generales. En los casos de un público amplio, esta comunicación requiere medios precisos de transferencia e influencia: periódicos y revistas, radio y televisión son hoy tales medios del espacio público. Habermas realiza una diferenciación entre “espacio público” y “espacio público político”, similar a la que vimos previamente en Dominique Wolton. El “espacio público político” es aquel en el que las discusiones públicas tienen que ver con objetos que dependen de la praxis del Estado. El poder del Estado es también el contratante del espacio público político, pero no su parte. Ciertamente rige como “poder público”, pero ante todo necesita el atributo de la publicidad para su tarea, lo público, es decir, cuidar del bien general de todos los sujetos de derecho. Cuando el

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ejercicio del dominio político se subordina efectivamente a la demanda pública democrática, logra el espacio público político una influencia institucional en el gobierno por la vía del cuerpo legislativo. El título “opinión pública” tiene que ver con tareas de crítica y de control, que el público de los ciudadanos de un estado ejercen de manera informal (y también de manera formal en las elecciones periódicas) frente al dominio estatalmente organizado. Habermas parte del análisis que realizó Hannah Arendt, otra filósofa política alemana que emigró a Estados Unidos a raíz del fenómeno y tragedia del nazismo. Arendt diferencia dos momentos analíticamente distintos en lo que a la relación entre lo público y lo político se refiere. En la Grecia Clásica, lo público es lo político, el espacio común de trascendencia histórica, compartida por los hombres libres; y lo privado se concibe referido a un dueño y señor, que tiene su espacio vital particular, habitado por seres (cosas, animales, personas) que dependen de él y que están “privados” tanto de derechos políticos como de proyección social. Los esclavos entraban en esta categoría de propiedad privada. Sin embargo, en la época moderna, los derechos políticos se han universalizado y la perspectiva social penetra en todos los ámbitos de la vida; surge asimismo un nuevo concepto de privacidad, restringido a la intimidad, que se contrapone no solo a la esfera de la publicidad, sino también a la esfera social. Es decir, lo político avanzó sobre múltiples esferas de lo social, pensemos por ejemplo en el rol inédito que adquirió el estado en la formación de los Estados de Bienestar, momento en el que escribe Arendt. Y solo la “intimidad” es lo que restringe a lo privado de no ser politizado. Esta distinción le permite a la filósofa alemana plantear sus famosas tesis arendtianas. Ellas son las siguientes:

1. La época moderna lleva a cabo la extinción de las esferas pública y privada, en sus delimitaciones tradicionales, y las subsume en la esfera de lo social.

2. Esta esfera social surge de un doble movimiento: “la transformación del interés privado por la propiedad privada en un interés público” y la conversión de lo público en una función de los procesos de creación de riqueza, siendo ésta “el único interés común que queda”.

3. Sin embargo, este interés común no crea espacios de significación vital compartida, sino que sirve al mero incremento de la acumulación de capitales. “lo que hace tan difícil de soportar a la sociedad de masas no es el número de personas (…), sino el hecho de que entre ellas el mundo ha perdido la capacidad de agruparlas, relacionarlas y separarlas”.

4. “El descubrimiento moderno de la intimidad parece un vuelo desde el mundo exterior a la interna subjetividad del individuo, que anteriormente estaba protegido por la esfera privada”

En el siguiente cuadro se ofrece un esquema comparativo en relación a la esfera pública y privada para Hannah Arendt, analícelo siguiendo los lineamientos del texto de Margarita Boladeas Cucrella: “La Opinión pública en Habermas”, de la lectura obligatoria:

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Para los griegos, la propiedad era privada, pero también dicha posesión privada era la puerta de acceso para participar de lo público. El Señor de la casa era el ciudadano de la polis. Y el concepto de ciudadanía incluía a aquellos que eran “Señores” y poseían propiedades privadas. De esta manera, los romanos buscaron la coexitencia y armonización de lo privado y lo público. En la modernidad, opera un cambio sustancial, las nuevas dinámicas monetarias y asociativas, diluyen la diferenciación entre la propiedad y la riqueza. Lo social, por medio de la presencia de la política en la economía y en la administración de los nuevos Estados que se configuraron, penetró en el ámbito privado. Es decir, de la propiedad del antiguo “Señor”. Veamos ahora el análisis de Habermas sobre la Grecia Clásica. En la antigüedad, la organización de la sociedad estado comportaba dos ámbitos separados de actividades humanas. En primer lugar estaba la Polis, que era el ámbito de la actividad política, y que era común a todos los ciudadanos libres. Y en segundo lugar, se encontraba el Oikos, que pertenecía al ámbito de lo privado, de aquello de lo cual cada uno podía de apropiarse aisladamente y hacerlo suyo. Como describe Jurgen Habermas:

―El orden político descansa en una economía esclavista de forma patrimonial. Los ciudadanos están descargados del trabajo productivo, pero la participación en la vida pública depende de su autonomía privada como señores de su casa. (…) La posición de la polis se basa, pues, en la posición del oikodéspota. Bajo la cobertura de su dominio se realiza la reproducción de la vida, el trabajo de los esclavos, el servicio de las mujeres, acontece la vida y la muerte; el reino de la necesidad y de la transitoriedad permanece anclado en las sombras de la esfera privada.

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Frente a ella se alza la publicidad, según la autocomprensión de los griegos, como un reino de la libertad y de la continuidad‖.

La Grecia Clásica se basaba en los principios de la libertad y de la igualdad, pero de una forma distinta a la que la entendemos actualmente. Por “Igualdad” se entendía la situación de igual a igual que regía entre los ciudadanos, en el ámbito de lo público, gracias a su situación social de oikodéspotas. Es decir, que no todos eran “iguales”; solo se encontraban en esa situación, aquellos que tenían propiedades y por lo tanto eran oikodéspotas. El ejercicio de la libertad y de la igualdad, suponía participar de la discusión pública, en la “publicidad” que tiene lugar en el ágora (lugar de encuentro e intercambio de la democracia ateniense) y que se prolonga en la conversación entre ciudadanos, en las deliberaciones, en los encuentros en los cuales los iguales podían intercambiar sus opiniones. El ciudadano definido a partir del lugar de nacimiento y del patrimonio, tenía derechos en el ámbito público que les eran vedados a las personas que dependían de él como su patrimonio privado. Por ello, los esclavos no eran considerados ciudadanos, tampoco las mujeres. La construcción del concepto de ciudadanía se da entonces a partir de la posesión masculina. Avanzada la modernidad empezó a modificarse esta concepción privativa de la ciudadanía. Sin embargo, hoy día, todavía encontramos resabios de dicha concepción machista y materialista de la ciudadanía. En la época medieval, la vinculación laboral con el estado feudal era lo que marcaba la diferencia entre lo público (PUBLICUS / GEMEINLICH) y lo privado (PRIVATUS / SUNDERLICH). Por privado o Privatus se entendían aquellas personas que no tenían oficio público. Es decir, que no ocupar cargo público o tenían posición oficial. Era una persona sin empleo relacionado con los asuntos públicos. Lo privado, era la exclusión de la esfera del aparato estatal. Lo privado se contraponía a lo común y a lo estatal. La oposición entre interés común e interés privado o particular, confería la autoridad al Estado absoluto como garante de aquel interés común. La Publicidad y lo público se circunscribían al ámbito del poder político y de las “personas públicas”, es decir, aquellas que ejercen cargos o empleos públicos; es una “publicidad representativa”. Pasada la Alta Edad Media, aparecieron una serie de factores sociales que modificaron la concepción autoritaria y absolutista que existía de lo público. Esos factores fueron los siguientes:

La Reforma Protestante

El progresivo aumento del intercambio de información como mercadería.

La creación del Publikum como expresión de la opinión de las personas privadas.

El incremento de la información, del conocimiento y del comercio permitió el desarrollo de una incipiente clase burguesa y la aparición de un Publikum (the public; le public) receptor de la “Publicidad” gubernamental, vinculada a la información perteneciente a la estructura de lo público. La idea de “Publicidad” estaba vinculada a la opinión de un público constituido como conjunto de personas privadas, ciudadanos burgueses que, paulatinamente proyectan su racionalidad en diversos aspectos sociales y se afirman como jueces de las decisiones políticas. La publicidad propiamente dicha hay que cargarla al haber del ámbito privado, puesto que se trata de una publicidad de personas privadas. En el seno del ámbito reservado a las personas privadas. Distinguimos, por consiguiente, ente esfera privada y publicidad. Es decir, aquellas opiniones que las personas le otorgan publicidad llevándolas al espacio público. Que en realidad, eran las opiniones referidas a lo político-estatal.

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La esfera privada comprendía a la sociedad burguesa en sentido estricto, esto es, al ámbito del tráfico mercantil y del trabajo social; la familia, con su esfera íntima, discurre también por sus cauces. La publicidad política resulta de la publicidad literaria que surgió en esa época. Y estaba mediando, a través de la opinión pública, ente el Estado y las necesidades de la sociedad burguesa. El antagonismo entre sociedad civil y estructura estatal impulsó una dialéctica en la que la prensa y los medios de comunicación social tenían un papel protagonista, al mismo tiempo que convertían los mensajes en mercancía y la función social de la comunicación, en instrumento de creación de riqueza y de influencia política. En el siglo XVIII se lleva a la práctica política la idea de que la RACIONALIDAD no derivaba de principios abstractos absolutos, sino que se desarrollaba a partir de la contrastación de opiniones sobre la verdad y la justicia. Allí aparecen los aportes de Locke, Kant, y el enciclopedismo como fundamente a la posterior “Declaración de derecho del hombre y del ciudadano de 1789” que se da en Francia junto con la Revolución Burguesa. Frente a la publicidad reglamentada por los poderes públicos (el Estado), surgió la publicidad crítica, que proclamaba la necesidad de enjuiciamiento público de los intereses generales y de las actuaciones gubernamentales. “El pouvoir (poder) como tal es puesto a debate por una publicidad políticamente activa. Ese debate esta encargado de reconducir la volutas a ratio (voluntad a razón), ratio que se elabora en la concurrencia pública de argumentos privados en calidad de consenso acerca de lo prácticamente necesario en el interés universal” La RAZÓN es la capacidad discursiva que surge de las razones de las personas privadas que piensan y expresan sus ideas, es decir, de los sujetos ilustrados, informados, con criterio. La publicidad política, en sentido amplio, forma parte del proceso de la que se dio en llamar “Ilustración”. Las leyes y las decisiones políticas requieren una justificación que sólo pueden encontrar en la razón, una razón que se hace manifiesta en el debate de la opinión pública. El uso político de la razón tiene el poder de la fuerza coactiva de la no coacción. En ese sentido, Kant afirma que “únicamente la razón tiene poder”, porque fuera de ella no hay legitimación ni justificación posible. La concepción ilustrada kantiana se encuentra en las antípodas del principio hobbesiano y en ella el principio de racionalidad vincula necesariamente moral y política. Para Kart Marx, la opinión pública es una falsa conciencia. Ya que ella se oculta a sí misma su carácter de máscara del interés de clase burgués y por lo tanto de manipulación y dominación de las clases proletarias. La discusión parlamentaria tampoco manifiesta la razón de todos los afectados por la legislación, de todos los ciudadanos teóricamente representados, sino la voluntad del grupo o los grupos socialmente dominantes. De esta manera, Marx cuestionaba la legitimidad política del orden burgués. Con la aparición del Estado de Bienestar en el siglo XX aparece un nuevo fenómeno. Siguiendo el planteo tazado por Hannah Arendt, Habermas lo plantea en lo siguientes términos.

―La estatalización de lo público y su amenazante intromisión en todos los ámbitos de la vida del ciudadano se ha apoyado en la transformación paulatina de los medios de comunicación en instrumentos de entretenimiento y dominación de las masas. De la publicidad como información y manifestación de opinión ante un público lector que discute, se ha pasado a una situación en la que el público ―se ha escindido en minorías de especialistas no públicamente racionantes, por un lado, y en la

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gran masa de consumidores receptivos, por el otro. Con ello se ha minado definitivamente la forma de comunicación específica del público‖. ―La publicidad crítica es desplazada por la publicidad manipuladora‖.

La presentación publicística de los intereses privados privilegiados se ha apropiado de la idea de “interés general”. Por ello el consensus fabricado resultante tiene poco en común con la opinión pública como fue concebida en la Ilustración. Para Habermas, la idea de autonomía y voluntad personal del individuo no está garantizada. La dinámica social en la que vivimos presenta rasgos de “refeudalización” de la sociedad. El sujeto político de nuestra sociedad de masas no es el individuo del liberalismo, sino los grupos sociales y las asociaciones que desde los intereses de determinados sectores privados influyen en funciones y decisiones políticas, o, también viceversa, desde las instancias políticas intervienen en el tráfico mercantil y en la dinámica del mundo de la vida, de especial incidencia en el ámbito de la privacidad. Existe, en realidad, una “privatización” de lo público y una politización de lo privado. Es decir, hay una trasgresión múltiple de una delimitación legal y éticamente tipificada ente cada una de las esferas. Sólo la publicidad crítica, del público de personas privadas organizadas, permitirá la expresión de los conflictos reales y la superación de los mismos por la generación de consensos, de voluntad común. Ha de ser el contrapeso necesario a las formas de presión y coacción del poder, que tiende siempre a superponerse opresivamente sobre la realidad social. La publicidad crítica ejercida por la sociedad civil respecto a los aparatos del Estado, sus formas de organización y ejecución, constituyen elementos fundamentales de la vida política democrática. Los discursos no dominan por sí mismos, sino que es su fuerza comunicativa la que influye y permite determinados tipos de legitimación; este poder de la comunicación no puede ser suplantado por acciones instrumentales. En “Facticidad y validez”, Habermas señala que el espacio de la opinión pública tiene una doble finalidad: una explicativa y por otro lado, normativa. La esfera o el espacio de la opinión pública no puede entenderse como institución, ni como organización, ni como sistema; sino como una red para la comunicación de contenidos y tomas de postura, es decir, de opiniones, y en él los flujos de comunicación quedan filtrados y sintetizados de tal suerte que se condensan en opiniones públicas agavilladas en torno a temas específicos. Los ciudadanos son “portadores del espacio público” y en él expresan problemas de los distintos ámbitos d su vida privada. El medio propio es la INTERACCIÓN COMUNICATIVA que se produce a partir de la inteligibilidad general de los lenguajes naturales. Este intercambio comunicativo produce argumentos, influencias y opiniones. El principal riesgo de la opinión pública actual, es la posibilidad de manipulación de la misma. La opinión pública puede manipularse e instrumentalizarse; pero a costa de perder de vista la realidad propia de los individuos; el sentido de sus vidas y su interdependencia dentro de un mundo simbólico compartido; a costa también de sustraerse a la eficacia de una legislación racional. Cuando el espacio de juego no permite la sinceridad en las expresiones y las críticas abiertas, se pierde la capacidad de interacción entre los agentes sociales y la articulación necesaria entre ellos (integración social); la coacción reprime y enmascara, pero no elimina las contradicciones; sino que las incrementa. Señala Habermas: “En el espacio de la opinión pública: se forma influencia y en él se lucha por ejercer influencia.” Los ciudadanos se agrupan como público, como tramas asociativas, generando “interpretaciones públicas para sus intereses sociales y para sus experiencias, ejerciendo así influencia sobre la formación institucionalizada de la opinión y la voluntad políticas”.

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Las formas emancipadas de vida “no pueden producirse por intervenciones administrativas”. Hay un poder que surge de la interacción comunicativa, que posibilita la cooperación y la aparición del poder político; pero el ejercicio de ese poder ya constituido despliega instrumentos normativos y administrativos que deben ser contemplados en su incidencia en los procesos de toma de decisión colectiva. Habermas diferencia dos tipos de poderes vinculados a la dinámica de la opinión pública. Ellos son:

PODER COMUNICATIVO: Posibilidad de producir discursivamente motivaciones y convicciones compartidas, que se concretan en una voluntad común.

PODER POLÍTICO (ADMINISTRATIVO): Pretensión de dominio sobre el sistema político y el empleo del poder administrativo.

El PODER COMUNICATIVO se transforma en PODER ADMINISTRATIVO en la medida que puede promover la creación de leyes. El filósofo alemán propone un tipo de democracia de política deliberativa. Esta puede ser definida como el modelo en el que el libre juego de la opinión pública es el motor de la política democrática. La ―soberanía popular‖ (por ella se entiende la libre formación de opinión y de la voluntad común) ocupa un lugar central en los requisitos procedimentales que deben exigirse para la legitimación de las prácticas y las decisiones políticas. A modo de síntesis final, podemos decir que Habermas critica la instrumentalización de los Medios de comunicación social, pero afirma que no se tiene un conocimiento global sobre su verdadera incidencia. Presenta una perspectiva pragmático-discursiva y utópica-normativa, que ofrece conceptos críticos de la situación presente y permite establecer objetivos futuros realizables (o no) en función del desarrollo concreto de las capacidades discursivas (personales y colectivas) y cooperativas compartidas por los ciudadanos. A modo de integración de las perspectivas de Habermas y de Elisabeth Noelle Neumann se incorpora un cuadro en el que se resumen sus puntos más destacados. Es importante que el alumno constate que comprende cabalmente los conceptos y contenidos en el presente. De ser necesario, repase los textos de los autores trabajados.

Concepción critica e idealista de JURGEN HABERMAS

Concepción realista y psicológica de ELISABETH NOELLE NEUMANN

Crítica y control formal e informal de los ciudadanos frente al dominio del aparato estatal.

Tribunal / Presión social; principio de publicidad de los actos de gobierno – salvaguarda de los abusos de poder / Motor de la política democrática

Opinión Pública Ideal: Crítica, racional, en debate abierto y democrático.

Público: lo que tiene interés general; afecta al ciudadano como miembro de una sociedad.

Espacio Público Crítico: Conexión comunicativa entre personas racionantes.

No restringida a una dimensión política (asuntos políticos). Referida a temas controversiales

No pertenece solamente al público activo. Se refiere a la población en general.

Se reduce a la Aprobación / Desaprobación de los comportamientos públicos observables.

Control social anónimo o censura moral sobre el conjunto de los individuos

La opinión pública crítica o racional sobre el bien común es una invención intelectual.

Público: No referido a una

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Comunicación Pública: Abierta y participativa

Opinión Pública Manipulada: Receptividad / ciudadanos aislados

Público: Reducido al circuito de la prensa.

Comunicación masiva: No permite el debate racional y ampliamente participativo

categoría de temas sino a la esfera en la que operan los procesos de opinión pública.