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  • 7/23/2019 Leta Hollingworth

    1/4

    ,37-c

    te

    t

    OL XLV

    .4

    Q U I N C E N A M A R Z O

    1961

    eM.

    13 1

    Problemas pedaggicos

    de la educacin

    de los bien dotados

    La palabra diferencial es un trmino que abun-

    da mucho en los libros de Sicologa y Pedagoga.

    Ambas disciplinas suelen dividirse en una parte ge-

    neral

    y

    otra diferencial . En lo que se refiere a la

    Pedagoga, lo general estudia los principios y co-

    nocimientos generales aplicables al hombre en abs-

    tracto, mientras que lo diferencial trata de acomo-

    dar estos mismos principios al hombre en concreto

    y particular, basndose en el conocimiento de sus

    diferencias y peculiaridades.

    La Sicologa ha esclarecido y puesto de manifiesto

    las diferencias squicas, en general, e intelectuales,

    en particular, entre los hombres. La Pedagoga, a su

    vez, apoyndose en la Sicologa, ha lanzado el postu-

    lado fundamental de que la educacin, para ser efi-

    caz, requiere ser adecuada a las especiales condicio-

    nes squicas e intelectuales del educando. As van

    surgiendo los conceptos de educacin masculina, edu-

    cacin femenina, educacin fundamental, educacin

    de anormales, etc.

    Esta ltima, que es la que a nosotros nos importa,

    se ha tomado casi siempre en un sentido unilateral.

    Los anormales, en sentido estricto, pueden serio po-

    sitiva o negativamente. La Sicologa, al tomar al nio

    como sujeto de estudio, evidenci que en lo intelec-

    tual, junto a una mayora de tipo normal o corriente,

    se daban dos minoras de tipo anormal: los infranor-

    males y los supranormales.

    Para los primeros no tard en propugnarse una

    educacin especial, pues, dadas sus condiciones, no

    era aconsejable que fueran educados en promiscui-

    dad con los normales. Se llev a cabo una gran cam-

    paa en pro del deficiente mental, aduciendo razones

    de toda ndole y apelando al sentimiento humanitario

    de las gentes para instituir centros donde pudiera

    recibir un cuidado especial y una enseanza que ele-

    vara al mximo su menguado caudal espiritual.

    2

    Argumentos que se esgriman? Fundamentalmen-

    te el de que por su escasa capacidad intelectual no

    podan seguir la marcha normal de la clase, sacando

    un provecho nulo de las explicaciones del maestro y

    siendo un estorbo para el resto de los alumnos.

    Actualmente no creo haya nadie que se oponga

    seriamente a una educacin especial para los retra-

    sados mentales. Existen gran nmero de institucio-

    nes, principalmente en el extranjero, que se dedican

    nica y exclusivamente a la educacin de deficien-

    tes. Y hay que reconocer que la labor por ellas reali-

    zada es en extremo meritoria bajo todos los puntos

    de vista.

    La educacin de los nios superdotadog

    f.por el

    contrario, ha recibido y recibe muy poca atencin.

    Por qu ?... Indudablemente es ste un problema

    con muchas facetas. Nosotros nos limitaremos en lo

    posible a las estrictamente pedaggicas. Las sociales,

    con ser muy importantes, quedan un poco al mar-

    gen de nuestro propsito.

    1

    Como dice Terman (1), los maestros, aun cuan-

    do tengan conocimiento de la existencia de los bien

    dotados, no suelen mostrarse propicios a considerar-

    los como casos que constituyan un problema educa-

    tivo especial. 2, No est el nio ya adelantado y rea-

    liza un trabajo completamente satisfactorio ? Qu

    ms se puede pedir de nosotros?,

    es el argumento

    cien veces repetido por los educadores...

    En parecidos trminos se expresa el P. Ayala al

    afirmar: Es notable el hecho de que, siendo tan ex-

    traordinaria la trascendencia de la formacin de los

    hombres de mrito, sean tan contados los que se con-

    sagran a ella. Las causas de esta conducta, a nues-

    tro parecer, son dos: que no se reflexiona suficiente-

    mente sobre este problema y que es ms difcil for-

    mar sobresalientes que educar vulgares... (2).

    Ser, s, si

    se quiere,

    ms dificil, pero no menos im-

    portante.

    Las mismas razones que tenemos en propugnar

    una educacin especial para deficientes mentales

    abogan en pro de una educacin para superdotados

    si al postulado de la escuela a la medida nos ate-

    nemos, con la particularidad de que el fruto que lo-

    gremos en la primera ser siempre incierto y men-

    guado, mientras que por la segunda los resultados

    estarn probablemente a la altura de nuestros deseos.

    En el mismo espacio de tiempo se puede tallar

    una piedra y un diamante; el resultado sera muy

    diverso. Entre la educacin de un

    rey y

    la de un

    labriego hay una diferencia en cuanto al efecto de

    la accin educadora nos dice Ayala, prosiguiendo

    despus: No significa esto que se menosprecien

    las masas; es al contrario; se forman los selectos

    en orden a ellas (3).

    Lo mismo puede decirse respecto de la educacin

    de los deficientes

    y

    de los bien dotados. Y si bien no

    es el propsito de nadie cerrar el camino a la educa-

    cin de aqullos, no falta quien opina que la educa-

    cin de superdotados debera anteponerse a la de

    los deficientes.

    Ya Feijoo, en el siglo XVIII, se mostraba partida-

    rio de una mayor preocupacin por los capacitados

    aunque fuera en detrimento de los zotes como l

    los llama. Y as nos dice en su Teatro Crtico: Mas

    ya que esto (segregar a los zotes) no est en manos

    de los maestros, no acorten el aprovechamiento de

    los hbiles por atender a los estpidos... Extender

    tanto la doctrina en la forma para drsela, como di-

    cen, mascada a los rudos, es escasearla con miseria

    1)

    Ten-flan

    y B. S. Burks :

    El nio bien dotado.

    M ur chison :

    Manuel de Sicologa del

    nio. Barcelona, 1935,

    pgina. 990.

    2)

    P. Angel Ayala, S. I.:

    Formacin de selectos. To-

    mo I de las Obras Completas. Madrid, 1947, pg. 68.

    3)

    P. Angel Ayala: Ob. dt., pg. 68.

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    2/4

    50

    (282)CURSO 1960-61

    EVIST DE EDUC CINESTUDIOS

    OL.

    xLv

    mlim. -131

    a los ingeniosos, los cuales se ven indigna y volun-

    tariamente detenidos a esperar el paso de los tardos;

    y pudiendo seguir la carrera de la ciencia con la agi-

    lidad de los ciervos, los atan a caminar con las tor-

    tugas, de donde viene necesariamente que apenas en

    un ario adelanten lo que pudieran adelantar en un

    mes (4).

    Esteban Pinto, profesor de la Normal de Pernam-

    buco, se muestra tambin escptico en cuanto a los

    resultados de la educacin de deficientes y se incli-

    na abiertamente a la de los superdotados: Como los

    retardados producen poco y representan, por tanto,

    un valor social insignificante, el problema de la edu-

    cacin de los bien dotados deber sobreponerse al de

    los deficientes (5). Juicio ste un poco arriesgado

    y nada caritativo al que no nos atreveramos a sus-

    cribir en todos sus trminos. Para sustentar su tesis

    se respalda el Sr. Pinto en palabras de S. L. Pressey:

    Un director, en vez de buscar alumnos subnormales,

    hara mucho mejor con investigar aquellos de sus

    alumnos que fuesen superdotados. Y despus obrar

    de manera que stos puedan acelerar el ritmo de sus

    estudios.

    Una y otra educacin, la del deficiente y la del

    superdotado, no se contraponen, sino que pueden y

    deben convivir. No tratamos de valorarlas. Si las

    estudiamos paralelamente es con el nico fin de mos-

    trar dos facetas de un mismo problema y hacer ver

    que si hay razones que abogan por la creacin de

    clases especiales para deficientes mentales, tambin

    las hay para las de bien dotados y que si aqullas

    estn ya en un perodo que podramos llamar de casi

    madurez, cientficamente no hay motivo para que

    stas sigan siendo objeto de trabas y objeciones que

    dificultan su libre desarrollo y expansin.

    2

    De lo que llevamos dicho se desprende que si

    una Pedagoga integral exige una educacin dife-

    renciada de los deficientes mentales, exige tambin,

    y no menos perentoriamente, una educacin especial

    de bien dotados.

    Pero 2, qu argumentos se aducen o pueden adu-

    cirse en la exigencia de esta educacin ?

    2

    Necesita

    realmente el bien dotado una educacin distinta de

    la que recibe en las escuelas ordinarias ? En qu

    radica esta necesidad? 2, Qu se persigue con ella?

    Dnde y cmo realizarla?

    No es obvio para todo el mundo que el bien dotado

    necesite una educacin distinta de la que se da en

    nuestras escuelas. Sin ella hemos vivido tranquila-

    mente muchos arios, desenvolvindose la sociedad y

    la civilizacin de un modo normal y corriente. Sin

    ella ha habido a lo largo de la historia personalida-

    des notables y eminentes, que sin haber recibido en

    su infancia una educacin especial han asombrado

    posteriormente al mundo con sus creaciones porten-

    tosas.

    Realmente ello es as y no estamos autorizados a

    creer, ni lo pretendemos siquiera, que sin tal educacin

    especial se malogren fatalmente todos los hombres

    4)

    T. Feijoo:

    Antologa. Breviarios del pensamiento

    espaol.

    Tomo VIII:

    Teatro critico

    pg. 42.

    5)

    Esteban Pinto: Las

    seleccin de los bien dotados.

    Madrid, 1933, pgs. 19 y 68.

    de talento. Pero no cabe duda de que si se llevara a

    cabo podran derivarse pinges beneficios para la so-

    ciedad, la ciencia y el individuo en particular.

    Sin educacin especial no han faltado en el mundo

    grandes hombres de talento que con sus magistrales

    teoras

    descubrimientos han impulsado poderosa-

    mente el progreso y la civilizvin. Pero no es me-

    nos cierto que de haberlos reconocido en la infancia,

    educndoles y orientndoles adecuadamente, su n-

    mero y aportaciones fuera quiz muy superior.

    La provisin de genios del mundo es probable-

    mente muy superior a lo que pudiera creerse juzgan-

    do slo por los que dan frutos reconocidos. Esta pro-

    visin es el resultado de la herencia, una propiedad

    de la naturaleza que ninguna clase o cuanta de edu-

    cacin o influencia del medio puede suplir; pero el

    que este material bruto, suministrado por la heren-

    cia, llegue a realizar las potencialidades de que est

    dotado, depende de los factores del medio sobre los

    que el hombre tiene el control, por lo menos terica-

    mente. El descubrimiento y cultivo de los talentos y

    genios ocultos aparece as a nuestros ojos como una

    de las funciones ms importantes de una sociedad or-

    ganizada (6).

    La educacin de superdotados no pretende fabri-

    car genios; nicamente evitar que se malogren por

    descuido o negligencia.

    La Historia est repleta de casos de hombres que

    prometan llegar muy alto y al final se quedaron en

    vulgares medianas. Con una educacin eficaz les ha-

    bramos ayudado, con toda probabilidad, a alcanzar

    aquello que prometan.

    3

    El fracaso frecuente de los nios superdotados

    que no llegan a desarrollar sus capacidades hasta el

    lmite es, de este modo, un potente argumento en

    favor de la institucin de planes educativos especia-

    les para esta clase de sujetos.

    Pero con l no queda agotada la materia. Los ar-

    gumentos y razones que abogan por la necesidad de

    organizar una educacin especial para bien dotados,

    son muchos e importantes. Nosotros expondremos so-

    lamente algunos de los que a nuestro juicio revisten

    un mayor inters.

    El bien dotado es, intelectualmente, superior al

    nio normal. Uno de los requisitos indispensables

    para que puedan ser considerados como tales es, se-

    gn el parecer de la mayora de los autores, que

    su C.

    I.

    sea igual o superior a 130.

    Esta mayor capacidad intelectual se exterioriza en

    una superior facultad de aprendizaje y en una cu-

    riosidad ms despierta por las cosas del espritu. El

    bien dotado aprende ms y mejor y en

    menos tiem-

    po que el nio normal.

    Por diversas experiencias se ha comprobado que

    sus conocimientos son superiores en calidad y en

    cantidad a la de los nios de la misma edad. Hay

    por lo mismo una estrecha correlacin entre el nivel

    intelectual y el grado de conocimientos. Sin embar-

    go, no es sta lo elevada que sera de esperar.

    Como puso de relieve Zaragoz en su experiencia

    sobre los bien dotados de Valencia, el C. P. de los

    6) Terman y B. S. Burks: Ob. cit., pg.

    9 8

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    V 4 LV

    izNeeti. 131

    PROBLEM S PED GGICOS DE

    L A E D U C A C I N

    1 283)

    e

    tiempo se vuelven normales a la

    fuerz pot

    e

    tante

    opresin del ambiente escolar.

    4r

    nilsrnos

    oscilaba de

    8 0

    a

    100, asignativo al

    77

    por

    100

    de los sujetos, al de

    120, representativo solamente

    del

    0,8

    por

    100 7).

    Si tenemos en cuenta que su C. I.

    mnimo era de

    130, podemos apreciar claramente este

    contraste paradjico.

    Estos resultados estn en armona con las conclu-

    siones de

    Termany

    Witty,

    los cuales hallaron que

    el adelanto escolar medio de los bien dotados era

    igual solamente al

    14 o al

    16,

    mientras que la ace-

    leracin del desarrollo mental de estos mismos ni

    ros era del

    50

    por 1

    aproximadamente.

    A

    qu atribuir esta desproporcin entre el C. I.

    y el C. P.? La mayora de los autores creen que es

    debido al hecho de mantener a los bien dotados en

    las mismas clases que los dems alumnos. El ritmo

    de las clases no se adapta a sus capacidades y se

    ven constreidos en su desarrollo. Los nios bien do-

    tados son generalmente los ms aventajados de la

    clase. Aprende y asimilan fcil y rpidamente lo que

    se les ensea.

    us

    conocimientos son superiores a

    los de los dems, pero inferiores en mucho a los que

    seran capaces de adquirir si se les proporcionasen.

    Conclusin lgica de todo ello sera que ni la escuela

    corriente ni las enseanzas que en ella se dan res-

    ponden a las posibilidades del bien dotado.

    Otto

    Lipmann

    formulaba el

    derecho bsico a la

    educacin

    en los siguientes trminos: Todo hombre

    tiene en todo momento de su vida un derecho a aque-

    lla cantidad y a aquel gnero de educacin que co-

    rresponden a sus capacidades. Con la satisfaccin

    de esta aspiracin se sirve, a la vez, del mejor modo

    posible a la comunidad (8).

    W.

    Stern,

    a su vez, rebatiendo a los que se opo-

    nen a la educacin especial de bien dotados por juz-

    gar que de ella puede derivarse la gnesis de una

    separacin de clases, afirma

    taxativamente

    que el

    postulado verazmente moral slo puede consistir en

    que se d a todos los hombres la misma posibilidad

    para desarrollarse a su modo particular, segn su

    naturaleza

    y

    conforme a sus capacidades (9).

    El bien dotado tiene derecho a una cantidad y g-

    nero de educacin que no encuentra en las escuelas

    ordinarias.

    Al educarlos juntamente con los normales, el su-

    perdotado no puede emplearse a fondo. Todo le re-

    sulta excesivamente fcil y sencillo, y con el tiempo

    se vuelve holgazn, indisciplinado. Durante arios y

    aos van adquiriendo conocimientos que serian capa-

    ces de asimilar en unos meses. Pudiendo seguir la

    carrera de la ciencia con la agilidad de los ciervos

    como deca

    Feijoo--

    los atan a caminar con las

    tortugas. La escuela, la comunidad escolar, en vez

    de ayudarle le perjudica.

    Suspira el bien dotado por un horizonte ms am-

    plio, ms despejado, en el que pueda moverse con

    desenvoltura y libertad, poniendo a contribucin las

    dotes y capacidades con que tan prdigamente le ha

    dotado la naturaleza. Su labor es estril y con el

    (7)

    J. Zaragoza:

    El problema de los bien dotados

    y

    atencin en Valencia.

    Rev.

    de

    Sicologa y Pedagoga

    Aplicadas , vol. II, nm.

    3.

    Valencia,

    1951,

    pg.

    2 7

    3

    Otto Lipnaann:

    Sobre la teora de seleccin de los

    ilLS

    aptos.

    Rey. de Pedagoga , nm.

    53,

    ao

    1926,

    p -

    gina 2 1 5 .

    (9) W Stern:

    L e a

    seleccin

    de los alumnos

    Madrid,

    i ;

    5 .

    Binet,

    citado por Esteban Pinto,

    reco>bde_cas0-'

    curioso de capacidad brillante que no puede desarro-

    llarse libremente en el medio escolar ordinario: Des-

    graciada es la situacin de un escolar bien dotado

    en

    un medio melanclicamente mediocre. Es perfec-

    tamente consciente de su posicin ventajosa en la

    clase. Sabe que est en primera fila. No se esfuerza,

    no adquiere hbitos de estudio, porque se siente capaz

    de realizar con la mxima comodidad y en poco

    tiempo lo que los dems compaeros consiguen con

    mucho trabajo. Es naturalmente holgazn, resbala

    poco a poco hasta la inaccin. Apesar de todo, nin-

    gn alumno le iguala. Ocupa un lugar inaccesible.

    Consigue las mejores notas. Los temas, las lecciones

    son para l un juego. Entre tanto, no recibe estimu-

    lo, se siente aislado; la clase a que perezosamente

    pertenece va conquistando terreno. Seguirla en su

    avance no le cuesta ningn esfuerzo. De todo lo cual

    se deriva un quebrantamiento de disciplina y buen

    orden... Las escuelas para jvenes de este tipo se-

    rian de una importancia que salta a la vista (10).

    Leta Hollingworth

    nos cuenta el caso de una jo-

    ven

    entremadamente

    inteligente (C. I.

    190)

    que, co-

    locada en una clase de alumnos normales, se torn

    triste y

    distraida

    para luego reanimarse tan pronto

    como fue trasladada a la seccin especial de alum-

    nos bien dotados

    11) .

    Algunos estudios experimentales demuestran que

    los superdotados progresan ms cuando estn sepa-

    rados de los otros y reunidos en grupos de bien dota-

    dos. As lo atestiguan las experiencias de

    Lamson,

    Gray, Holling-worth,

    Dvorak,

    Race

    y

    Danielson,

    en-

    tre otras.

    Race,

    en

    1918 ,

    al examinar una de las primeras

    clases especiales donde la seleccin se basaba en el

    C. I., pudo comprobar que sin esfuerzo excesivo los

    alumnos de la misma recorrieron los estudios pres-

    critos en la mitad del tiempo normal (12).

    Vallejo Njera

    se rebela tambin contra la educa-

    cin de los bien dotados por los mtodos comunes en

    las clases ordinarias. Demuestra la

    inadecuabilidad

    de los mtodos pedaggicos corrientemente emplea-

    dos para la formacin de superdotados que estos ni-

    os tienen puntuaciones muy altas en aquellos tests

    cuyo conocimiento se adquiere fuera de la escuela,

    tales ciencias, idiomas, literatura y arte. Y ms ade-

    lante prosigue : Creemos que el fracaso de los su-

    perdotados espaoles

    dbese

    a que los mtodos no

    se adaptan a sus monstruosas aptitudes, y tambin

    a que el medio ambiente es contrario a la disciplina

    del trabajo. Debe

    emprenderse

    urgentemente la se-

    leccin desde la infancia de los nios de aptitudes

    intelectuales sobresalientes, someterlos a especiales

    mtodos pedaggicos

    y

    sustraerlos a perniciosas in-

    fluencias del medio ambiente al objeto de que no se

    malogren. Es imposible que se eleve el nivel

    intelec-

    1 0) E.

    Pinto:

    Ob.

    cit., pg. 32 .

    1 1 )

    Idem,

    pg.

    30 .

    1 2 )

    d.

    Cox Miles:

    Les bien dous.Carmichael: Ma-

    nuel de Psychologie de l enjant,

    tomo III. P. U.

    F. Paris,

    1952,

    pg. 1 478 .

  • 7/23/2019 Leta Hollingworth

    4/4

    52 284)

    --cURso 1960-61

    EVISTA DE EDUCACINESTUDIOS

    OL.

    X L V

    N er m .

    Al

    tual

    de la raza si se pierden anualmente millares de

    superdotados (13).

    4.

    El problema de los bien dotados es fundamen-

    talmente problema pedaggico, aunque enraizado de

    un modo directo en el campo de lo social.

    El simple hecho de considerar la educacin de los

    bien dotados corno problema es ya un jaln impor-

    tante en el camino de su solucin. El que los bien do-

    tados, educados en promiscuidad con los normales,

    rindan generalmente ms que los alumnos medios, no

    nos exime de seguir considerndolos como problema,

    por cuanto su rendimiento, como hemos visto, es in-

    ferior a lo que sera de esperar dadas sus capacidades

    intelectuales.

    Hay que explotar al mximo las capacidades de

    los alumnos bien dotados en beneficio del propio su-

    jeto y de la comunidad a que pertenece. Para llevar-

    lo a cabo se han propuesto diversas soluciones. En

    esta ocasin nos limitaremos a sealarlas dejando

    para otras el desarrollarlas con un cierto deteni-

    miento. En lneas generales pueden reducirse a las

    siguientes:

    1

    yuda material

    por

    el sistema de becas.

    --Una

    solucin de tipo social con la que se pretende facili-

    tar los estudios a las personas capacitadas que ca-

    recen de recursos materiales.

    2

    nseanza individualizada.Por

    medio de una

    tcnica pedaggica especial, cada alumno avanza en

    sus estudios de acuerdo con sus especiales aptitudes.

    En la prctica este sistema tropieza con obstculos

    de difcil remocin.

    3 .

    celeracin de los estudios.Cuando

    el alum-

    no es capaz de ello, una organizacin escolar

    flexi.

    ble

    le permite cursar en un solo ario los estudios co-

    rrespondientes a dos o ms cursos.

    4

    nriquecimiento de los programas.Los

    pro-

    gramas para alumnos bien dotados se enriquecen con

    nuevas materias o se profundiza ms en las ya exis-

    tentes. De este modo, aun siguiendo el comps de las

    escuelas ordinarias, los conocimiento de los bien do-

    tados son ms variados y extensos que lo ordinario.

    5

    lases especiales para bien dotados.Se

    se-

    gregan los alumnos bien dotados de las escuelas or-

    dinarias y se les agrupa en escuelas especialmente

    organizadas para ellos.

    Generalmente, en los pases que se han preocupado

    por este problema, han adoptado una solucin de tipo

    mixto, llevando a la prctica simultneamente dos o

    ms de las soluciones anteriormente expuestas. Sin

    embargo, la mayora de los autores apuntan hacia

    el establecimiento de clases especiales para bien do-

    tados, solucin sta que parece la ms adecuada.

    Jost

    COSTA

    RIBAS.

    Inspector de Enseanza

    Primaria.

    (13) Vallejo Nitjera:

    Nios

    y

    jvenes anormales.

    Ma-

    drid, 1941, pgs. 128

    y

    3 2 4 .

    Los Centros de Orientacin

    Didctica y el perfecciona-

    miento del Magisterio*

    PRECISIONES CONCEPTUALES Y TERMINOLGICAS.

    La idea de perfeccionar al magisterio en ejercicio

    es relativamente reciente. Prescindiendo de anticipa-

    ciones tericas carentes de efectividad, podemos de-

    cir que fue una consecuencia de la remocin sicol-

    gica y cultural que origin la Primera Guerra Mun-

    dial. Hasta entonces se crea que bastaba la prepara-

    cin que el maestro adquira en las Escuelas Norma-

    les para afrontar todos los problemas que le plan-

    tease la realidad profesional.

    Todavia

    hoy, existen

    paises donde la conciencia profesional de los docen-

    tes primarios se opone, ms o menos abiertamente,

    a las exigencias de un perfeccionamiento , a pri-

    mera vista procedente de reflexiones que consideran

    *)

    Por su indudable inters

    para

    los problemas

    generales de la educacin primaria espaola damos

    a continuacin el trabajo de nuestro consejero de

    Redaccin D. Adolfo Mallo conocido

    ya fuera de

    Espaa por

    el volumen II

    nmero

    7 del Boletn del

    Proyecto -Principal de Educacin de

    la nesco

    al primario, en cierto modo, como un perpetuo me-

    nor de edad , en los aspectos tcnico y cultural.

    No obstante, cada da es ms patente el fenmeno

    que suele denominarse aceleracin de la historia ,

    consistente en la accin

    confluyente

    de un conjunto

    de cambios sicolgicos, econmicos

    y

    culturales, que

    se suceden con una rapidez antes desconocida y obli-

    gan al hombre a una serie de readaptaciones impres-

    cindibles para no dejar de ser seor de su circuns-

    tancia y

    dueo de s mismo.

    Hay, por otra parte, quienes rechazan el concepto

    mismo de perfeccionamiento atribuyndole una sig-

    nificacin de ndole religiosa, opuesta a la neutra-

    lidad del hecho educativo. Los que as piensan de-

    searan que fuera sustituido por otro alusivo al pro-

    greso en la eficiencia profesional , ms en armona,

    a su entender, con los propsitos y la realidad de la

    tarea docente.

    Carecemos de espacio para razonar nuestra posi-

    cin. Digamos, no obstante, que, en efecto, la idea de

    perfeccionamiento es una hijuela del concepto de

    perfeccin , caracterstico de la asctica cristiana.

    En cuanto a la posibilidad y conveniencia de

    rern-

    pl z rlo

    por el mdulo de la eficiencia (proceso muy

    adelantado ya en el vocabulario pedaggico derivado

    del

    pragmatismo

    norteamericano), se trata de un cri-

    terio que no compartimos, no slo, ni siquiera princi-

    palmente, porque el segundo concepto es ms res-

    tringido y, por consiguiente, ms pobre que el pri-

    mero, sino porque pertenece a la esfera filosfica y