) \{; JENOFONTE

tz :. ,En cualQuiei, cáso;. C¡itobulo;. sincérate con noso-tros, ya que los presentes somos tus amigos: ¿hay alguiena cüien confíes asuntos rnás impor{.antes que a tu mujer?

- Nadie.-v hay r tgrr ie- .nn 6"r ien hables menos i l l re con r .u

mujer?le hih.- tos ra : i l : , :n,-rchCr. :c. ;ncnClj .

, ' . . . - : hrn t^ .4 q.rst f f1r ^r t - . : f i - - j - Sól f Cf l t ; : : n i i ¡ . ,

había ' i514¡ 1, cíCc lo menos pcslble?- Desde luege.- Fi t t r l lcct sfrá rn,¡chl

- : ¡ i - t r : que sepa dc: ; r c ha.

cer lo dlhiCn ^r t t r e l que 5F eqr l i r ' ¡g¡ . ¡ ¡ .

i¿ - Pcr i ; i tqucl lcs qrre scgún i j n i ismo dices, Sócrates,t : r t " r r .n , j r r ' . ¡ re i '¿! f n, ¿ias -=drtr :aron el los misrnos?

" " l r l id: r i le j : j r que inv:si igar i ' - r Pero voy a Fresent?.r f :. Aspa: ia -o que poclrá: i r¡ ferrrnarte con mayor conocirnien-lo ql le ) ' ' l tobre todo el asunto.

t5 -- Yo,:r , )o que si la niujer e.s buena colaboradora enla hacienda, conrr ibrrye tanto como el marido a su prospe-

r idad. El d inero entra en general en la casa gracias al t ra-

bajo del hornhre, pero se gasta la mayoría de las veces

mediante la arJministración de la mujer. Si esta administra-cron es buena, la hacrencla aurnenta, sr es mala, la hacren-

ro da se arruina. Creo también que te podría informar sobrelos que destacan de manera notable en cada uno de los

demás saberes, s i piensas que lo necesitas.

rv - ¿Pero qué necesidad hay de mostrármelos todos, Só-crates?, di jo Critobulo. Porque ni es fáci l tener en todoslos of ic ios t rabajadores,como es debido, ni"es posible l le-

e Es el mejor ejemplo al que puede acudir Jenofonte para defendcrla igualdad de sexos, aquí y en el Bonquete.

ECONiMICO

i" a ser=xperto en ,éllosi En.cám,bi,o; te ruego que rne

diques los oficios que',parecen másr:'nóbles yimási Onve-

l lar¡ iados ntanualcs, sobre todo, no dejan t iempo l ibre pa-

ra ocuparse de los amigos y de la ciudad, de modo que

practiquemos?- ¿Acaso, di jo Sócrates, debemos avergonzarnos de

imitar al rey de los persas? Dicen, en efecto, que éste, con-

derando la agricultura y el arte de la guerra como dosde las actividades más noblé y nécesarias, se dedica a am-bas con el mayor entusiasmo

Al oír esto, Critobulo exclamó:

Pá álgo de la agricultura, Sócrates?

effi

Á)))ni,intes para Qué yo los:,practiqü€:¡:asÍ cómo quienés"los

ffi¡: ' . j . i .en, y ayúciame en lo que puedas con tus enseñanzas,'.- "

"* Ticnes razón, Critobulo, pues los l lamados oficios z@ ,r,unr-*'.1,u" ;;;;.;;**t t,

'¿t'."*.^i.,-t¡.t.n *ut

. , , . . lnala lanra en nucsiras c iuda,Jes, ya que dañan el cuerpo* '

r je Ic¡s i rabajadctcs y of ic ia les, obl igándoles a permanecer

**, . ger. i tados y a pasar todo el día a la sombra, y alguno de

*6* ,QJlc,s incluso a estar siempre junto al fuego. Y al afeminarsew

il, .u.rpus, se d.ebii ita.n también los.espÍr1lut to:.,oficios ¡

ta les obreros t ienen mala fama en el t rato con sus amigosy como ciefensores de su patria. Incluso en algunas ciuda-ji::j":,: á;;l;;;;';i;;;." r., q". ii.^.n rama de tericosas, no

" . . permite a ningún ciudadano ejercer of ic ios manuaies.

f,"rc -

',1 ; ' * T.l vez podríamos averiguar si se ocupa algo de ellal

ffi: C¡,ou.ulo, inveif,igánd'ol6-de iá''guienié,ifiiá- . Réc''ó¡cemos, que ,el , .y f r.rt t un. gtun átención a ias actividadesmil i tares, puesto que en todas las provincias de las querecibe tr ibuto ha dado órdenes a cada gobernador paraque mantenga un número de j inetes, arqueros, honderos