libró la batalla por la verdadcnh.gob.ve/images/MDV55.pdf · 2018. 6. 26. · t/ redacciÓn-MdV U...

27
55 1818 EDICIÓN CONMEMORATIVA 2018 Se cumplen 200 años de la fundación en Angostura del periódico con el que Bolívar le dio a la República una voz propia y una de sus armas más poderosas LIBRÓ LA BATALLA POR LA VERDAD

Transcript of libró la batalla por la verdadcnh.gob.ve/images/MDV55.pdf · 2018. 6. 26. · t/ redacciÓn-MdV U...

  • correo del orinocoEspecial

    551818 ediciÓn conmemorativa 2018

    Se cumplen 200 años de la fundación en angostura del periódico con el que Bolívar le dio a la república una voz propia y una de sus armas más poderosas

    libró la batalla por la verdad

  • JUNIO2018 MEMORIASDEVENEZUELA 1

    editorial

    CORREO ELECTRÓNICO [email protected] [email protected] PÁGINA WEB www.cnh.gob.ve TWITTER @Memoriasvzla | @cnh_ven FACEBOOK Memorias de Venezuela Centro Nacional de Historia TELÉFONO (0212) 509.58.32

    Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno / Centro Nacional de Historia Final Avenida Panteón, Foro Libertador, Edificio Archivo General de la Nación, PB. ISSN 1856-8432 Depósito Legal N.° PP200702DC2753

    Ganar la batalla de las ideas para tener patria

    MÁS que un órgano de información y contrain-formación, el Correo del Orinoco fue un medio para ganar la guerra en la conciencia de la gente. Bolívar entendió que la opresión colonial se tradu-cía en un férreo sistema de dominación espiritual. Y contra esa prisión mental e ideológica había que luchar. Por eso consideraba que la imprenta era “tan útil en la guerra como los pertrechos”.

    Cuando salió a la luz su primer número comenzó una ofensiva ideológica y cultural que hizo valer el periodismo como una forma de luchar por la liber-tad. Pero lejos de hacer propaganda, el Correo del Orinoco recurrió al arma más poderosa: la verdad. Sus redactores hicieron el esfuerzo para darles al pueblo y al mundo información oportuna y veraz, convencidos de que la propaganda realista nada podía hacer ante eso.

    La historia les dio la razón: cuando dijeron “so-mos libres, escribimos en un país libre y no nos proponemos engañar al público”, estaban dejando en claro que la liberación de la conciencia les daba la seguridad de que tenían una patria y no tenían por qué torcer la verdad para defenderla.

    portada: Composición basada en un paisaje del Orinoco de Ferdinand Bellermann y el retrato de Bolívar de M. N. Bate.

    AGRADECIMIENTOS Instituto Autónomo Biblioteca Nacional (Archivo Audiovisual, Colección Bibliográfica, Colección Antigua, Hemeroteca); Galería de Arte Nacional (Cinap), Museo Bolivariano, Archivo General de La Nación IMPRESIÓN: Imprenta Municipal

    RECONOCIMIENTOS Mención Honorífica del Premio Municipal de Comunicación Social 2009 · Premio Nacional de Periodismo 2010 · VII Premio Nacional del Libro de Venezuela 2010-2011, mención Revista · Premio Municipal 2011 Periodismo Científico, Diseño y Diagramación Premio Municipal de Periodismo Willian Lara 2012

    MeMorias de VeneZUela n.º 54 abril-mayo 2018EDITOR Carlos Ortiz COORDINADORA Noelis Moreno REDACCIÓN Jeylú Pereda · Carlos Ortiz · Mauricio Vilas ICONOGRAFÍA Y DOCUMENTOS Osman Hernández · Daniel HerreraDISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Javier Véliz. EQUIPO DE TRABAJO Pedro Calzadilla · Alejandro López · Simón Sánchez · Rosario Soto · Coro Ortiz · Andrés E. Burgos · Luis Pellicer Jesús Peña · Neller Ochoa · Carlos Franco · Néstor Rivero · Javier Escala · Romer Viera

    Contenido

    Escritorio de Campaña que perteneció al Libertador Simón Bolívar. Colección Museo Bolivariano.

    2 Efemérides

    4 Hace 200 años Bolívar libró la batalla de las ideas con el Correo del Orinoco

    8 El mundo pudo ver que la independencia era la causa de todo un continente

    12 La República incunable hizo suya la palabra impresa

    18 La prensa siempre fue un arma poderosa para el Libertador

    21 La carta de Bolívar que desmintió a Morillo

    25 El Correo del Orinoco reseñó el avance de la ciencia y tecnología de su tiempo

    28 Avisos del Correo del Orinoco muestran la vida cotidia-na y administrativa

    29 Mujeres y niños en tiempos de guerra: la versión del bando patriota

    31 El Correo publicó cartas que revelaban la desespera-ción de los leales al Rey

    36 La poesía contó en el Correo las atrocidades cometi-das por los realistas

    38 El Correo del Orinoco divulgó las principales medidas económicas de los patriotas en Guayana

    43 El Correo del Orinoco le mostró al mundo que Angos-tura era un Estado que legislaba

    47 “Somos libres, escribimos en un país libre, y no nos proponemos engañar al Público”

  • MEMORIASDEVENEZUELA JUNIO20182 JUNIO2018 MEMORIASDEVENEZUELA 3

    M

    M

    M

    efeMérides Junio

    efeMérides Junio

    asesinato en berrUecosEl Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, insigne venezolano, político, militar y diplomático, héroe de la independencia en Hispanoamérica, fue asesinado el 4 de junio de 1830 en Berruecos, al sur de la actual Colombia. Fue víctima de una conspiración orquestada por enemigos del Libertador Simón Bolívar, quienes se oponían a sus políticas y al poder que ejercía Sucre como su representante.

    El poeta de la prosa insomneEl poeta José Antonio Ramos Sucre, pione-ro venezolano de la poesía en prosa, nació en Cumaná el 9 de junio de 1890. Luego de pasar su vida luchando contra el insom-nio crónico, el día en que cumplió 40 años intentó suicidarse con una sobredosis de somníferos; falleció a los pocos días en Gi-nebra, Suiza, el 13 de junio de 1930.

    El terremoto de San BernabéCaracas y La Guaira fueron afectadas, el 11 de junio de 1641, por el primer movimiento sísmico reportado en la ciudad capital, co-nocido como terremoto de San Bernabé. Cuentan las crónicas que “el loco” de la ciudad, días antes del suceso, clamaba que Caracas “bailaría como un trompo”, y canta-ba este estribillo: “¡Que triste está la ciudad/perdida ya de su fe/ pero destruida será/ el día de San Bernabé/ quien viviere así verá!”.

    Inauguración del Teatro NacionalEl Teatro Nacional se inauguró en la parro-quia Santa Teresa, en Caracas, el 11 de ju-nio de 1910, con la puesta en escena de la zarzuela El Relámpago. La construcción del teatro estuvo a cargo del arquitecto Alejan-dro Chataing. Tras una profunda restaura-ción se reinauguró en junio de 2011.

    Un narrador polifacéticoSalvador Garmendia, narrador, comprome-tido cronista, guionista de radio y televisión nació en Barquisimeto el 11 de junio de 1928. Fue miembro de El Techo de la Balle-na, movimiento que en los años 60 se rebeló contra la represión política del Gobierno de Rómulo Betancourt. Impulsó la telenovela cultural; escribió cuentos infantiles, novelas, ensayos y crónicas.

    Son acuñadas las primeras monedas en territorio venezolano Mediante decreto del 12 de junio de 1802, se estableció la acuñación de las primeras monedas en el territorio venezolano. Esta disposición del capitán general Manuel Guevara Vasconcelos tuvo como objeti-vo eliminar las fichas que circulaban en la Provincia de Venezuela y afianzar el control económico de la administración colonial.

    Creación de Canaima y YacambúMediante los decretos 770 y 771, del 12 de junio de 1962, se crearon respectivamente el Parque Nacional Canaima, que compren-de la Sierra de Lema, la Gran Sabana, el Au-yantepui y la laguna de Canaima, y el Par-que Nacional Yacambú, que protege parte de la cuenca del río homónimo.

    Un revolucionario integralErnesto Guevara (El Che) fue un médico, político, militar, escritor, periodista y revolu-cionario. Nació el 14 de junio de 1928 en la ciudad argentina de Rosario, provincia de Santa Fe. Es considerado por los movimien-tos de izquierda como un ejemplo de ética revolucionaria, tanto por su labor activa en la política latinoamericanista como por su pen-samiento, registrado en sus cartas, diarios, artículos de prensa y notas de viaje.

    Las Malvinas: un conflicto postergadoEl general Mario Benjamín Menéndez firmó la rendición argentina en la Guerra de las Malvinas el 14 de junio de 1982, luego de violentos combates contra el ejército colo-nial de Gran Bretaña por la recuperación de las islas. El desenlace del conflicto contribu-yó en la caída de la Junta Militar argentina.

    decreto de GUerra a MUerteSimón Bolívar proclamó el Decreto de Guerra a Muerte el 15 de junio de 1813, a raíz de los crímenes perpetrados por Domingo de Monteverde y otros jefes realistas luego de la caída de la Primera República. La proclama finaliza: “...Españoles y canarios, contad con la muerte, aun siendo indiferentes, si no obráis activamente en obsequio de la libertad de Venezuela. Americanos, contad con la vida, aun cuando seáis culpables”.

    El Protocolo de Puerto EspañaPor orden del presidente Rafael Caldera, el 18 de junio de 1970 el canciller Arísti-des Calvani firmó el Protocolo de Puerto España, con la finalidad de resolver el con-flicto limítrofe en la Guayana Esequiba. El documento fue firmado por comisionados del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.

    Ruptura con Estados UnidosEl conflicto entre las empresas norteame-ricanas y el gobierno de Cipriano Castro produjo, el 20 de junio de 1908, la rup-tura de las relaciones diplomáticas entre Venezuela y Estados Unidos. La decisión fue tomada por el gobierno venezolano ante la constante incursión del gobierno norteamericano en los asuntos internos de Venezuela y su negativa influencia en las actividades económicas del país.

    Instalación del Congreso Anfictiónico de PanamáDelegaciones de Nueva Granada, Venezuela, Ecuador, México, Perú y de las Provincias Unidas de Centroamérica se reunieron el 22 de junio de 1826 con el propósito de afianzar la integración de los países en pro de la unidad del continente.

    El final de la dominación españolaEl arte militar de Simón Bolívar y la bravura de combatientes como José Antonio Páez y Pedro Camejo se combinaron sagazmen-te en Carabobo, el 24 de junio de 1821. Mediante un avance frontal y una maniobra desbordante lograron desconcertar al ejérci-to monárquico. El desorden se apoderó de las filas realistas y en menos de dos horas se desencadenó el repliegue masivo y defi-nitivo de las tropas realistas comandas por el Mariscal de Campo Miguel de la Torre.

    Efemérides

  • MEMORIASDEVENEZUELA JUNIO20184 JUNIO2018 MEMORIASDEVENEZUELA 5

    correo del orinocoEspecial

    correo del orinocoEspecial

    Hace 200 años bolívar libró la batalla de las ideas con el correo del orinoco

    vencido, y así lo confirmaba con fre-cuencia, de que la mejor arma de la revolución era que el pueblo tomara conciencia de la verdad”. Es digna de memoria su afirmación en Angostura, en 1819: “Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza”.

    Bolívar consideraba que “la artillería del pensamiento” era la herramienta precisa para promover la correspon-sabilidad ciudadana, la cultura co-lectiva y la contraloría de lo público. Por lo que el Libertador no dudó en convertir en un hecho la edición del primer periódico difusor y promotor de las ideas revolucionarias de la In-dependencia.

    El Correo del Orinoco nació con objetivos precisos, uno era contra-rrestar “la desinformación y las falsas noticias” propagadas por la Gaceta

    de Caracas, periódico que en ese momento se encontraba en manos de los realistas.

    No solo se buscaba demostrar las manipulaciones comunicacionales de los realistas. También se procuraba informar a la opinión internacional acerca del “derecho de soberanía de los venezolanos y los de la América Meridional toda: anteponer la Repú-blica a la Monarquía”.

    Esto dio lugar a un combate entre ambos medios, que no solo se des-mentían mutuamente, sino que dispara-ban epítetos y descalificaciones contra los propios redactores. José Domingo Díaz, director y redactor de la Gaceta, atacaba a Bolívar “por todos los flancos, tildándolo de tirano, de dictador, revol-toso, insurgente, asesino”, comenta Ja-vier Escala, investigador del CNH.

    “la artillería del pensamiento” fue clave para el proceso independentista

    t/ redacciÓn-MdV

    UNA imprenta, un instrumento “tan útil como los pertrechos”, fue lo que Simón Bolívar –en septiembre de 1817– solicitó a su consejero, Fernando Peñalver. Este, que se encontraba en Trinidad, lo-gró cumplir con la encomienda en poco tiempo. El 27 de junio de 1818 el Libertador logró fusionar la tinta, el papel y las ideas en un periódico: el Correo del Orinoco.

    Las inmediaciones del río Orinoco fueron el lugar de desembarco de la imprenta, que llegó desde Trinidad en octubre de 1817, a bordo de la goleta María. El taller de impresión se estableció en la casa del señor

    José Luis Cornieles. Según Pedro Grases, la modesta máquina pronto se convirtió en una pieza clave “para alcanzar los altos fines de liberación del continente”.

    La historiadora Iliana Galea Ca-rrasco cuenta que casi de inmediato a la activación del taller –que estaba bajo la responsabilidad de Andrés Roderick– comenzaron a salir diver-sos boletines, documentos y oficios para informar a la gente sobre las ac-ciones políticas, económicas, socia-les y militares promovidas dentro de las filas republicanas. Pero muchos de esos papeles, señala Grases, se extraviaron. Del Correo del Orinoco, en cambio, se preservan las 128 edi-ciones que se publicaron.

    Lucha informativa y combate iDeoLÓGicoLa publicación del Correo del Orinoco se desarrolló en unos años que fueron claves para el proceso independen-tista (1818-1822). Luego de concre-tar la Campaña de Guayana de 1817, la causa patriótica tenía ganado un vasto territorio. Y Bolívar lideraba el reto de refundar la República.

    El Libertador sabía muy bien que para lograr tal empresa no era sufi-ciente el combate cuerpo a cuerpo de los ejércitos. También era funda-mental obtener la victoria en el cam-po ideológico, llevar adelante la bata-lla de las ideas.

    De acuerdo con el historiador Omar Galíndez, el Libertador “estaba con-

    Soldados, armas, municiones y una imprenta

    Desde mucho antes de la creación del Correo del Orinoco, los principales gestores de nuestra emancipación consideraron a la prensa como un arma de suma importan-cia, por ser esta un medio por el que podían informar a la población sobre los acon-tecimientos a medida que avanzaban hacia la liberación continental. En el caso de Venezuela, en relación con la importancia del medio gráfico destacan Francisco de Miranda y el mismo Bolívar, los cuales, conjuntamente con sus soldados, armas, municiones y demás materiales bélicos, contaban con una imprenta de campaña. En ellas lograron emitir boletines, partes, manifiestos, oficios, órdenes y recomen-daciones a sus oficiales para su mejor desempeño en el campo de batalla.

    Iliana Galea Carrasco, “La prensa escrita, tan útil como un pertrecho. Correo del Orinoco como arma para en el combate”, en: Correo del Orinoco 1818-1822. Relectura de un periódico revoluciona-rio. Caracas, CNH, 2018.

    M

    Directores En sus 12 primeros núme-ros, hasta el 10 de octubre de 1818, Francisco Antonio Zea dirigió el Correo del Orinoco. Zea explicó en una carta que se había visto obligado a dejar el periódico por “su general in-dolencia y el trabajo de lidiar con un impresor achacoso, y luego las fiebres tercianas (producto de la malaria) que lo atacaron”. Dejó la dirección a Juan Germán Roscio, quien había sido su colaborador. A este le siguieron en la direc-ción Carlos Soublette, Manuel Palacio Fajardo y José Rafael Revenga, aunque es ambiguo el cargo que cada uno de ellos ocupó, pues variaba entre re-dactores y jefes administrati-vos del periódico.

    A su vez, agrega Escala, Manuel Peréz Vila asegura que Bolívar se valía del seudónimo J. Trimiño para combatir a Díaz en las páginas del Correo, “llamándolo despectivamen-te el gacetero de Caracas, el hijo ex-pósito, pardo y servil al despotismo porque apoyaba al rey”.

    Un dato que destaca Escala es que Díaz se veía a sí mismo como patrio-ta y consideraba antipatriotas a los republicanos: “Él consideraba que Venezuela era su patria porque ha-bía nacido aquí, pero la república era para él una idea pérfida, que atacaba todas las instituciones morales y tra-dicionales que tenía el país, que esta-ban amparada bajo la figura del rey”.

    Afirmado en esa convicción, Díaz se convierte en “el gran protagonista de la contención del republicanismo

    Litografía de Henrique Neun, Ciudad Bolívar, 1886, en Museo Venezolano, Caracas, Bolet Hnos Editores, 1866.

  • MEMORIASDEVENEZUELA JUNIO20186 JUNIO2018 MEMORIASDEVENEZUELA 7

    correo del orinocoEspecial

    correo del orinocoEspecial

    M

    y de las ideas patriotas”, acota An-drés Eloy Burgos, historiador y editor del fondo de publicaciones del CNH. “Él se encargó de disminuir los logros patriotas, de destacar los avances que los realistas estaban teniendo en ese proceso de la guerra de indepen-dencia y de hacer, sobre todo, lo que podríamos llamar una guerra propa-gandística”.

    “En el contexto de esa guerra, don-de todo se vale, la idea era frenar desde un punto de vista simbólico el avance patriota”, añade Burgos, quien subraya que además de “es-cribir sátiras y desmentir todo lo que publicara el semanario”, Díaz “se de-dicó a levantar documentos que eran apócrifos, documentos falsos” que sustentaban las peores acusaciones contra el bando republicano.

    En opinión de Burgos, “ambos ban-dos hicieron una guerra carente de éti-ca, tanto en el Correo del Orinoco como en la Gazeta”. Eso se debe “al clima de la época, al sentido del uso de la pren-sa en la época. Hay que entender que la prensa se ejercía prácticamente sin ningún control y que era un mecanismo que estaba naciendo en Venezuela”.

    “El periodismo era, de alguna ma-nera, una actividad discrecional”. Esto no quiere decir “que no hubiera ciertas regulaciones, pero su función quedaba muy al criterio de los edito-res y de los que tuvieran el poder”, agrega Burgos, y precisa que “la prensa era una actividad que no tenía ni dos décadas funcionando cuando se inició la guerra de independencia”, pues “nació en 1808 con la llegada de la imprenta”.

    tribuna De una revoLuciÓn continentaL La primera edición del Correo del Orinoco circuló en español, francés e inglés. La misión fundamental era expandir dentro y fuera de Venezuela la causa de la Emancipación.

    El filósofo Nelson Guzmán explica

    que la publicación de los patriotas “fue un vehículo comunicacional que permitía informar a las naciones her-manas lo que ocurría en América”. El Correo del Orinoco obedecía al ideal de que “todo hay que debatirlo y ha-cer conocer al mundo los proyectos emancipadores”.

    La influencia que tuvo el Correo del Orinoco en el proceso de emancipa-ción en América del Sur fue clara y notoria: “Formó las opiniones de un proceso que necesitaba visibilización y difusión internacional. El buen sen-tido y la experiencia indicaban que la vía era instituir la República e instau-rar un mundo que rompiese con el servilismo, el despotismo y la prepon-derancia de una Europa monárquica que solo buscaba las riquezas mate-riales de América”, escribió Guzmán.

    La comunicación con el mundo iba más allá de la formación de un clima de opinión favorable a la indepen-dencia venezolana.

    El historiador Pedro Calzadilla sos-tiene que Bolívar se planteó mos-trarles a las naciones europeas y a Estados Unidos de América que la gesta de independencia era una lu-cha continental.

    Los pueblos ya no aceptaban ser provincias de ninguna potencia ex-tranjera y peleaban como países soberanos –no solo con armas sino con leyes e instituciones– contra la tiranía de la monarquía española. Por eso, en las páginas del semana-rio abunda la información sobre los acontecimientos que van abriendo el camino a la libertad desde el Río de la Plata hasta México.

    La prensa política en tiempos de guerra “El leitmotiv de la prensa política en la guerra de independencia venezolana fue la destrucción a toda costa de la figura enemiga, atacar a los contrarios valiéndose de todos los recursos informativos, periodísticos y propagandísticos para ganar la guerra en el reino de la opinión conquistando el corazón y las mentes de los gobiernos y los pueblos. No desdeñaron en ello el uso del terror, chantaje y la ma-nipulación, a pesar de que declarasen en sus primeros números la intención de ser imparciales en la presentación de las noticias. En esto se empeñaron los dos principales periódicos que estaban al servicio de los bandos en pugna: la Gaceta de Caracas y el Correo del Orinoco”.

    Andrés Eloy Burgos, “Boves en el Correo del Orinoco. Usos y abusos de un lugar de memoria”, en: Correo del Orinoco 1818-1822. Relectura de un periódico revolucionario. Caracas, CNH, 2018.

    ¿Cómo era la imprenta del correo del orinoco?

    Bartolomé Tavera Acosta la describe así: “El tamaño, verticalmente, es de 180 centímetros de alto por 79 de ancho horizontal. El largo de la plataforma: en el cen-tro tiene 69 centímetros y 75 en los ángulos; el ancho, en las extremidades, 53, y en el centro, 54; el espesor era de uno y medio. La platina mide 64 x 49. En el arco superior, que une las columnas posteriores, hay un ró-tulo en relieve que dice: The Washington Press. El carro tiene de largo 144 x 30. Poseía varias fuentes de tipos: long primer y small pica, con sus respectivas itálicas y letras blancas para títulos o epígrafes”.

    M

    Dimensiones Todas las ediciones del Co-rreo del Orinoco constaban de cuatro páginas en papel Lino de fibra vegetal húme-da, que se secaba para ser hilada. Pero mientras los 11 primeros números me-dían 31 x 22 cm y estaban impresos a dos columnas, a partir del número 12 las di-mensiones de la publicación pasaron a ser de 36 cm x 24 cm. Una nueva modificación ocurrió a partir del número 74, del 5 de agosto de 1820. La letra del título redujo su tamaño y pasó a tener un es-tilo más elaborado. El tama-ño de la letra de los textos cambiaba constantemente, de acuerdo con la extensión de los artículos.

    Imprenta Washington. En: John Lossing, Enciclopedia de Harper de la Historia de Estados Unidos, Nueva York, Harper and Brothers, 1912.

  • MEMORIASDEVENEZUELA JUNIO20188 JUNIO2018 MEMORIASDEVENEZUELA 9

    correo del orinocoEspecial

    correo del orinocoEspecial

    t/ Jeylú pereda

    Una proclama de Simón Bolívar a los habitantes del Río de la Pla-ta, publicada en la primera edi-ción del Correo del Orinoco, es una de las evidencias del alcance continental que el Libertador le otorgó desde el comienzo a este periódico.

    En el texto Bolívar expresa la her-mandad y el apoyo desde Venezuela a “la gloriosa carrera que desde el 19 de Abril de 1810 ha hecho recobrar

    à la América la existencia política de que la habían privado los Tiranos de España”. Y ratifica la disposición de avanzar hacia una sola sociedad “para que nuestra Divisa sea UNIDAD en la América Meridional”.

    La proclama está precedida de la respuesta de Bolívar a dos cartas del “Supremo Director de las Provincias Unidas del Río de La Plata”, Juan Martín de Pueyrredón, a quien le ex-presa que los ciudadanos argentinos “no solo serán tratados y recibidos

    aquí como miembros de una Repú-blica amiga, sino como miembros de nuestra sociedad venezolana”.

    Que estos textos ocupen página y media en un periódico de cuatro pá-ginas da una clara idea del valor que tenía esa información para el proyec-to periodístico de Bolívar. El objetivo era comunicar al mundo el alcance continental del proceso emancipador. Así lo sostiene Pedro Calzadilla, his-toriador y presidente del Centro Na-cional de Historia.

    pedro calzadilla: el correo del orinoco fue la prueba de que no estábamos solos en la lucha

    El mundo pudo ver que la independencia era la causa de todo un continente

    “Uno puede pensar que la lucha por la Independencia en ese mo-mento era solo en Venezuela, que era algo que se había inventado Bo-lívar aquí, que era un hecho aislado. Pero fue un proceso continental, y el Libertador tenía eso muy claro”, ex-plica Calzadilla.

    no eStÁbamoS SoLoS La idea de la patria grande no era solo un discurso, sino una realidad. Calza-dilla afirma que el Correo del Orinoco fue capaz de articular eso y de trans-mitirlo en sus páginas. Y esa tarea fue llevada a cabo no solo a través de la divulgación de las informaciones so-bre el avance de la guerra. El semanario de los patriotas también sirvió como lugar de encuentro para las grandes ideas independentistas de América: era la prueba de que “no es-tábamos solos”.

    La otra verSiÓn El Correo del Orinoco también fue fun-damental para elevar la moral de las tropas. Así como para contrarrestar las informaciones falsas que busca-ban desacreditar la lucha republicana en América. Calzadilla indica que a Bolívar se le acusó de haber sembra-

    do la sublevación sin encontrar eco más allá de su entorno, por lo que el periódico contribuyó a desmontar esa visión de que lo que ocurría en Venezuela era un hecho aislado.

    La publicación de los patriotas se metió en los grandes temas del mo-mento: “Refutaba, era la otra versión de los hechos, exponía la otra cara de la historia”. Y confrontaba a la Gazeta de Caracas, que fue el periódico usa-do por los realistas para propagar in-formaciones falsas, apunta el profesor.

    Aunque el Correo del Orinoco era el medio de divulgación de los decretos y decisiones de la República, también fue un espacio para publicar la infor-mación de los realistas. Calzadilla ase-gura que “esa estrategia era suficiente para desmontar las mentiras de ellos”.

    reinvinDicÓ aL LÍDer Durante este período el Libertador

    es el líder constituyente, es el hom-bre que gobierna, administra y dirige el proyecto republicano. Eso queda plasmado en el Correo del Orinoco para desmontar la imagen negativa de Bolívar que promovía el bando contrario.

    La historiadora Diana Pérez coincide en este aspecto con Calzadilla. A su

    México“Por más que los Españoles se han empe-ñado en hacer creer que con la prisión y el asesinato solemne del célebre General MINA se había calmado la revolución de México, hay testimonios imparciales de todo lo contrario. Baste citar el siguiente extracto de una carta de un Oficial Inglés en Vera-Cruz à 20 de Octubre, que se halla en la Gazeta Norte-Américana La Aurora :

    “Esta Ciudad (Vera Cruz) (…)En una palabra todo México se halla en un estado completo de revolución, y nada impide la Independencia total y la expulsión de las tropas realistas, sino la falta de armas y municiones, y de algunos hombres que co-noscan, la organización y la policía militar para poner à un tiempo las guerrillas en movimiento y subordinación” (Morning Chrónicle.)

    Esta descripción del estado de la revo-lución en México viene perfectamente à la Nueva-Granada, que serà completamente libre el dia en que tenga armas y municio-nes, y las tendrà muy pronto sin que nadie pueda impedirlo. Venezuela no cesarà de hacer exfuersos y sacrificios por la Inde-pendencia de Colombia mientras haya un palmo de tierra en el Continente, domina-do por los Españoles”. Correo del Orinoco, n.º 4, 18 de julio de 1818.

    “Carta de la República de Colombia dividida por departamentos”, en: Agustín Codazzi, Atlas físico y político de la República de Venezuela, París, Thierry Freres, 1840.

    Jesús María Zamora, Marcha del Libertador Bolívar y Santander en la Campaña de los Llanos, 1915. Colección Museo Nacional de Colombia.

  • MEMORIASDEVENEZUELA JUNIO201810 JUNIO2018 MEMORIASDEVENEZUELA 11

    correo del orinocoEspecial

    correo del orinocoEspecial

    juicio, el Correo del Orinoco permitió reivindicar la autoridad de Bolívar; “so-bre todo porque él venía de unos años muy difíciles”. Sin embargo, en la nue-va etapa que comienza en Angostura, “se consolida como el líder de la causa independentista venezolana”.

    La reSiStencia eS veneZoLana No obstante, no solo es la ima-gen de Bolívar la que se revitali-za con la publicación del Correo, agrega Pérez, sino la del pueblo venezolano en general. Cita como ejemplo el oficio de Pablo Morillo al Secretario de Estado en la Cor-te de Madrid, que se publicó en el segundo número del periódico (4 de julio de 1818).

    En el texto Morillo señala a los venezolanos como los líderes y enconados protagonistas de la resistencia:

    España Gazeta Trinidad, 1819: “La noticia de la entra-da del General Bolívar en Santafé ha llegado aqui por via de San Tomás, y ha hecho una impresión muy viva en favor de la causa. Se halla también en circulación la noticia de no haberse verificado el tratado de las Floridas igualmente que la de la imposibilidad de dar a vela de Cádiz la expedición: En cuya conse-qüencia y de las ventajas que esta haciendo el Coronel Melchor en la Estremadura, los pa-triotas no tendrán más oposición de parte de España”. Correo del Orinoco, n.º 48, 1 de enero de 1820.

    cartagEna“El Teniente Corral, situado en Majagual con 60 hombres, fué atacado por una columna enemiga de más de ciento, y algunos buques de guerra al mando de los Comandantes, Ca-pitán Campo y Teniente Coronel Guerrero: Se retiró cumpliendo sus instrucciones hasta la boca de la Mojána en donde fué atacado, é hizo una defensa vigorosa, y de honor para las armas de la República. El enemigo fue derrotado, quedando prisioneros los Coman-dantes Campo y Guerrero, el Teniente Càrlos Ferrer, y el Subteniente Manuel Puerta, con 60 hombres de sargento abajo: Se tomaron 68 fusiles, fornituras, una corneta y municio-nes. Tal es el parte, que dà desde la boca de Nechí, con fecha 27 de Mayo el Comandante General José María Córdova”.

    Correo del Orinoco, n.º 76, 19 de agosto de 1820.

    (Trinidad Gazette Febrero 3, N.º 45.)“En Jamaica se han recibido recientes noti-cias de la Costa-Firme, y por el istmo del Da-rién de los mares del Sur. - El Lord Cochrane ha sido nombrado Almirante. El Almirante Blanco toma colocación en el exercito. Su se-ñoría ha tomado la ciudad de Lima después de una tremenda resistencia. Quatro de sus buques fueron echados à pique. La esquadra se componía de 20 velas por todo. Se dice que Panamá ha declarado la Independencia à con-sequencia de los sucesos del Lord Cochrane. Todo el Reyno de Quito ha sacudido decidi-damente el yugo Español, y las Potencias de Colombia parecen adquirir diariamente más fuerza y estabilidad de lo que podría haberse esperado”. Correo del Orinoco, n.º 96, 17 de fe-brero de 1821.

    Quizà no hubieran presentado una obs-

    tinada resistencia los habitantes de este

    virreynato, si no hubiese Venezolanos.

    Cartagena se resistió hasta lo imposible

    por los Venezolanos. En la derecha del

    Magdalena se han dado ya varias batallas

    à tropas organizadas por Venezolanos; en

    la fragosa y estéril Provincia de Antioquia

    han declarado ya dos veces la guerra à

    muerte y tienen los pasos fortificados con

    inteligencia por Venezolanos:— Santa Fé

    fué sometida y recibió las ideas sangrien-

    tas por los mismos que habían logrado

    partido con Emisarios que enviaron de

    Caracas.

    Todo Excmo. Sr. es obra de los Vene-

    zolanos.

    El jefe realista afirma en sus líneas que los venezolanos “en su terreno

    aMérica dEl sur“Excmo. Señor –La causa que defiende Chile, es la misma en que se hallan comprometidos Buenos-Ayres, la Nueva Granada, México, y Venezuela, ó mejor diríamos, es la de todo el Continente de Colombia. Separados es-tos países unos de otros, harían más difícil ó retardarían el fin de una contienda de que pende la felicidad ó la humillación de veinte millones de habitantes. La comunicación de Chile con Venezuela y aun la combinación de las grandes operaciones entre los dos Esta-dos, aunque un poco difícil, no es de ningún modo impracticable. Las armas de Chile y Buenos Ayres pronto daràn libertad al Perú, y la Esquadra de este que se compone ahora de dos navíos, tres fragatas, una corbeta, tres bergantines y dos goletas, puede franquear las comunicaciones con la Nueva Granada y Venezuela por el Chocó y Panamà, y ayudar à los Patriotas de esos países. El Gobierno de Chile espera que V.E. se prestarà à la propo-sición que hago de entablar una correspon-dencia que podrà producir grandes ventajas à nuestra causa.

    Dios guarde à V.E. muchos años. Santiago de Chile Noviembre 8 de 1818.

    BERNARDO O’HIGGINS. S. D. Simón Bolí-var, Gefe Supremo de las Provincias de Vene-zuela”. Correo del Orinoco, n° 32, 22 de mayo de 1819.

    son unas fieras resueltas, y que si llegan à ser bien mandados daràn que hacer por largo tiempo y cos-tarà mucha sangre y muchos teso-ros su reducción”.

    Según Pérez, esa carta describe la importancia de los venezolanos en la independencia. “Es una evi-dencia del carácter contestatario de nuestro pueblo” aseveró.

    El Correo del Orinoco, indicó la historiadora, logró impulsar la bata-lla de las ideas. También contribuyó con la trascendencia del proyecto bolivariano en el continente: “Cuan-do uno revisa el Correo constata la importancia de Venezuela en todo ese proceso emancipador”.

    El caribEExtracto de una Carta de San Tomás, fechada el 24 de noviembre de 1820.

    “Por los buques que han llegado hoy del Cabo sabemos que el General Boyer ha sido plenamente reconocido como Presidente de todo Hayti, y que se establecerá un sistema de Gobierno muy liberal. Los dos jóvenes Príncipes, hijos de Cristóbal fueron víctimas de la rabia popular, antes que el Edecán del General Boyer llegara al Cabo en tiempo de salvarlos(...). Los Buques Franceses han obte-nido permiso para comerciar con Hayti à con-dición de no enarbolar el Pabellón Francés. El reconocimiento de su Independencia de parte de la Francia es la sine qua non para remover esta dificultad. Probablemente el Comercio ha de florecer mucho en toda aquella República baxo unas leyes suaves, y la sabia administra-ción del actual gefe.-Trinidad Gazette”, Correo del Orinoco, n.º 95, 10 de febrero de 1821.

    aMérica dEl sur Extracto de la Gazeta de Nueva York que a su vez lo tomó de las noticias de Bue-nos Aires:

    “Buenos-Ayres, Abril 17 de 1818: Por otro correo hemos recibido un Ofi-cio posterior, aunque de la misma fe-cha, que dice como sigue: ‘Excmo. Sr: El exército del enemigo ya no existe, todos los que no han sido muertos, han sido prisioneros. Artillería, 160 Oficiales, y todos sus Generales, excepto Osorio, estàn en nuestro poder, y espero que este me serà trahido hoy. La acción del 19 ha sido vengada con usura, en una palabra, ya no hay enemigos en Chile. Dios guarde à V. E. muchos años. Quar-tel-general en el Campo de Maypo, Abril 5 de 1818.=José de San Martín”.

    Correo del Orinoco, n.º 9, sábado 22 de agosto de 1818.

    Anónimo, Batalla de Maypo, siglo XIX, Colección Mario López Olaciregui, Buenos Aires, Argentina.

    José María Espinosa, La batalla de Boyacá, Colombia, 1840. Colección Museo Nacional de Colombia

  • MEMORIASDEVENEZUELA JUNIO201812 JUNIO2018 MEMORIASDEVENEZUELA 13

    correo del orinocoEspecial

    correo del orinocoEspecial

    Mla república incunable hizo suya la palabra impresa

    t/ carlos ortiz

    VENEzUELA probablemente sea el único país cuya primera Constitución es un incunable. Y como con esa Carta Magna nació el Estado independiente que rompió con España, Venezuela vendría a ser, ella misma, una República incunable.

    Hija de la conspiración y la rebelión, el verbo impreso de esa república es polémico, incendiario, partidario. Y también inestable: la Gazeta de Caracas, el único periódico que se mantiene más allá de 1812, cambia

    de manos una y otra vez: un día es realista y otro republicano. Hasta su nombre muda de Gazeta a Gaceta.

    Ese ir y venir expresa la propia ines-tabilidad del proyecto independentis-ta, que necesita de un periódico tanto como de un ejército. Al ejército logra-rán sostenerlo y recomponerlo, aun en condiciones de supervivencia que lle-garon a ser insólitas. Tan insólitas como el hecho de que tener un medio infor-mativo se demorara más que organizar una robusta fuerza de combate.

    En el peor momento de la guerra, entre finales de 1814 y comienzos de 1817, la causa republicana no tenía

    cómo propagar y hacer sentir su dis-curso a una escala mayor. Incluso lle-ga a expresarse en lengua extranjera antes que en castellano: la Carta de Jamaica, por ejemplo, no se publica sino hasta 1818 –tres años después de haber sido escrita– y en inglés.

    No es desdeñable el dato de que el parque de imprentas instalado en Caracas, Cumaná y Valencia no solo era precario, sino que a partir de 1814 quedó a la orden de las fuerzas mo-nárquicas que controlaban esas pla-zas. Y si se hubiese podido contar con algún otro mecanismo de impre-sión, aun rudimentario, habría sido di-

    Orinoco, un territorio separado de las ciudades tanto por inmensas dis-tancias como por la propia dinámica de la supervivencia.

    La dinámica de la supervivencia propicia una suerte de economía mo-ral que va dando lugar a un espíritu

    de cuerpo basado en parte en una fraternidad de cómplices y el reparto del botín, y en parte en una comuni-dad militar de resistencia. Al llano van a parar hampones, desadaptados y marginales, cimarrones, desertores y campesinos desplazados, lo mismo

    ¿Qué es un incunable?Incunable es el nombre que se les da a los impresos producidos entre 1453 –año de lanzamiento de la imprenta en Europa– hasta 1500. La palabra se deriva del vocablo incunabula, que quiere decir “en la cuna” o “en pañales”.

    De acuerdo con este criterio en Venezuela no habría incunables, debido a que la imprenta no se estableció sino hasta 1808. Sin embargo, por iniciativa del his-toriador y bibliógrafo Manuel Segundo Sánchez, se adoptó esta denominación para los impresos producidos en Venezuela entre 1808 y 1821, año del triunfo de Carabobo y consolidación de la República, que, por así decirlo, sale de la cuna y comienza a caminar por sus propios medios.

    El historiador Pedro Grases, en su libro Historia de la imprenta en Venezuela, defendió la idea de Sánchez con el argumento de que esos impresos “tienen los dos rasgos fundamentales que inspiraron la formación del vocablo derivado del latín incunabula, ‘cuna’, referido naturalmente a las obras primitivas en el origen, los pa-ñales de la imprenta, que además son de extrema rareza. Es decir: por primitivos y por raros se les ha dado tal designación”.

    El primer incunable viene a ser la Biblia, impresa por Gutenberg a partir de 1453, aunque antes ya se había impreso un misal a modo de prueba. En Venezuela se considera como primer libro incunable el Calendario manual y guía universal de forasteros en Venezuela para el año de 1810, cuya redacción se atribuye a Andrés Bello. Antes, en 1808, se comenzó a imprimir la Gazeta de Caracas, de la que Bello también fue el redactor.

    La Constitución Federal de los Estados de Venezuela se aprobó en diciembre de 1811 y se imprimió al año siguiente. La República recién nacida vio la luz en los talleres de una imprenta en pañales, a cargo de Juan Baillío.

    25 mulas por media imprenta De acuerdo con Enrique Santos Molano, la imprenta en la cual se publicaba el periódico fue enviada por Fernando Peñalver a Bolívar desde Londres, en octubre de 1817, junto con el prensista inglés Andrés Roderick para manejarla. Sin em-bargo, autores como Antonio Cacua Prada, Pedro Grases y José Ratto concuerdan en que la imprenta fue efectivamente solicitada a Peñal-ver, pero él se encontraba en la isla de Trinidad y no pudo enviarla. Por esta razón, José Miguel Istúriz, en-viado a Jamaica con el mismo pro-pósito, regresó a finales de 1817 con la imprenta.El artefacto costó 2.200 pesos, y la mitad fue pagada con “25 mulas, a 45 pesos cada una, que embarca en la Goleta María su capitán Juan (francés)”. Bolívar avisó a las autori-dades de la República que permitie-ran el embarque. La imprenta pasó luego por distintas manos. Luego de que Roderick no pudiera trasladarla a Cúcuta, fue desechada, reconstrui-da y actualmente se encuentra en el Museo de Ciudad Bolívar.

    fícil sacar a la luz más que alguna hoja suelta clandestina. Como lo dijo el propio Bolívar en la Carta de Jamaica, la situación en Venezuela llegó a ser tan desesperada que casi había sido reducida a “una absoluta indigencia, y a una soledad espantosa” en medio de la cual los tiranos gobernaban un desierto y oprimían “a tristes restos que, escapados de la muerte, alimen-tan una precaria existencia”.

    aL marGen De La ciuDaD En ese desierto del que hablaba Bolívar se mantenían en comba-te varios focos guerrilleros. La casi totalidad de estos grupos operaba entre lo profundo de los llanos ane-gados por el Apure y la cuenca del

    Maqueta de la imprenta del Correo del Orinoco (detalle) realizada por el artista venezolano Rafael Santana. Colección Museo Caracas, Concejo Municipal.

  • MEMORIASDEVENEZUELA JUNIO201814 JUNIO2018 MEMORIASDEVENEZUELA 15

    correo del orinocoEspecial

    correo del orinocoEspecial

    que funcionarios, militares y aristó-cratas republicanos en fuga. Hasta Francisco de Paula Santander co-mandó guerrillas en la región.

    De modo que en lo que nos hemos acostumbrado a ver como montone-ra de guerreros naturales se expresa también un realismo político, no por pragmático falto de visión. Bajo una realidad flexible hace lo que está al alcance, a la escala y con la inten-sidad que permitan el terreno y la oportunidad. Y no es que no haya rutas para ensayar un avance hacia la costa, sino que no tiene sentido hacerlo en tales condiciones.

    Estas guerrillas realmente aspiran a vencer a las fuerzas enemigas y saben que eso implica ampliar su radio de acción y tomar control de las plazas donde se asienta el po-der. Mientras tanto, sin una opción clara de victoria, se impone el replie-gue hacia el terreno más hostil. Pero siempre lo más cerca posible del río, cuyo curso traza la ruta hacia Angos-tura, a donde finalmente llegarán en-tre la primera y la segunda semana de agosto de 1817, poco después de la entrada de las tropas guiadas por José Francisco Bermúdez, que venían desde Barcelona.

    un periÓDico en La ciuDaD eStaDoAl fin cuentan los patriotas con una plaza estable que se erige en ciudad Estado, independiente, beligerante y legisladora. Ese es el escenario idó-neo para emplazar la nueva pieza de artillería: la imprenta, que abre fuego el 27 de junio de 1818 con el Correo del Orinoco.

    Los redactores deciden darle prio-ridad a la información sobre cuatro asuntos: el avance de la guerra, las noticias sobre la rebelión en el conti-nente, las relaciones internacionales y los actos legislativos y administra-tivos.

    Esa orientación editorial explica por qué el primer número del semanario sabatino dedica tres de sus cuatro páginas a dos boletines sobre accio-nes militares exitosas –uno firmado por Francisco de Paula Santander y el otro por Carlos Soublette– y al intercambio de cartas y proclamas

    entre Simón Bolívar y el prócer argen-tino Juan Martín de Pueyrredón.

    A estas noticias les sigue un decreto del Libertador que prohíbe la circula-ción fuera de Barinas de una moneda que “el señor General Páez, privado de recursos… aislado y sin un signo de convención para el comercio” se vio obligado a acuñar. En total, de las ocho columnas que componen la edición, esta información ocupa siete columnas y un tercio.

    Está claro que el Correo del Orino-co buscaba moralizar a la ciudad al informarle de primera mano que las fuerzas patriotas van ganando terre-no y que Venezuela no está sola en su lucha por la libertad. Desde un pa-raje tan remoto como Buenos Aires, el dignatario de otro país en rebeldía contra España envía parabienes y manifiesta que la causa argentina es la misma causa venezolana porque son una misma patria.

    Pero no solo eso: ambos coman-dantes manifiestan su intención de darle carácter práctico a esa unidad mediante acciones concretas, de tipo militar y diplomático. Los realistas han

    logrado ocultarlo hasta ahora, pero la prensa libre les revela a los venezola-nos que España está atrapada, solo es cuestión de tiempo para que las dos muelas de la tenaza insurrec-cional la aplastaran. “Llegará el día en que, coronado de laureles, vayan a unirse nuestras armas triunfan-tes, llevando desde los extremos del Continente Austral al centro, donde obscuro mora, como en sus últimas trincheras, el despotismo agonizan-te, la paz, la fraternidad y la libertad”, anuncia Pueyrredón.

    “Quando el triunfo de las Armas de Venezuela complete la obra de su Independencia, o que circuns-tancias más favorables nos permitan comunicaciones más frecuentes, y relaciones más estrechas, nosotros nos apresuraremos con el más vivo interés a entablar por nuestra parte el Pacto Americano, que formando todas nuestras Repúblicas un solo cuerpo político presente la América al mundo con un aspecto de magestad y grandeza sin exemplo en las Nacio-nes antiguas”, promete Bolívar.

    A los ojos de los lectores dos jefes

    Periódico por suscripciónLa suscripción al Correo del Orinoco podía realizarse en la imprenta o en la Casa de la Capitanía del Puerto en Angostura, pagando un peso por adelantado para recibir los ejem-plares de un mes. En las provincias la suscripción se realizaba por 3 meses, por un costo de 30 reales, dejando la dirección para remitir el periódico por medio de los correos. En Angostura los suscriptores te-nían acceso a la publicación en su domicilio, antes de salir a la luz en otros lugares. A partir del 27 de enero de 1821 el impresor disminuye el precio de la suscripción a 6 pesos por todo el año y 1 ½ reales por cada periódico.

    Rafael del Villar, Juan Martín de Pueyrredón, s/f. Colección Museo Histórico Nacional.

    Martín Tovar y Tovar, General Francisco de Paula Santander, 1874. Colección Palacio Federal Legislativo. Fotografía: Alfredo Padrón.

    Félix de Azara, Voyages dans l’Amerique Meridionale, París, Dentu, 1809. Colección Libros Raros de la Biblioteca Nacional.

  • MEMORIASDEVENEZUELA JUNIO201816 JUNIO2018 MEMORIASDEVENEZUELA 17

    correo del orinocoEspecial

    correo del orinocoEspecial

    M

    de Estado están trabando una alian-za y prefigurando una redefinición del escenario geopolítico.

    Hay que tener en cuenta que, en un enclave como Angostura, una parte de los lectores son extranjeros de di-versa índole, desde aventureros, ex-ploradores, agitadores, activistas, pa-sando por mercenarios y mercaderes, hasta informantes y especuladores.

    Esa gama de gente trashumante coincide con el caótico y poco uni-forme universo de los venezolanos. Un universo en el que coexisten los lugareños, los ocupantes militares con sus acompañantes y los foraste-ros por efecto de la guerra, ya sean desplazados forzosos u oportunistas.

    Se trata de una multitud mayoritaria-mente analfabeta entre la cual no hay unanimidad en favor de la República,

    y que tiene una opinión de la guerra basada tanto en su experiencia directa como en las versiones que pasan de boca en boca, de tumulto en tumulto, del pulpero al arriero y de este al cam-pesino que se junta con el esclavo que ha escuchado la verdad de labios de la madre del amo que se reúne con el cura que sabe lo que pasa porque nadie guarda secretos y cuenta todo lo contrario de lo que el pulpero le escuchó al funcionario que recibió al francés llegado de fuera y que trae in-formación de lo que un desertor que llegó a Curazao contó que escuchó de un parte secreto que le entregó a un oficial que se lo leyó a su superior an-tes de quemarlo y mandar a un orde-nanza llevar un mensaje a una posta que tenía que llevárselo a Bolívar pero no pudo porque lo capturaron y le qui-

    taron los papeles que llevaba…En ese contexto, adquiere especial

    relevancia lo que publique un perió-dico formalmente constituido por un cuerpo de notables que se erigen en voceros de la República. Es cier-to que no contamos con un registro directo de la percepción que del Co-rreo del Orinoco hayan podido tener las personas no lectoras en su mo-mento. Pero sabemos que la pala-bra impresa, avalada por una firma, organizada y presentada de acuerdo con un criterio editorial, se reviste de un aura de autoridad que le confiere poder prescriptivo. Especialmente en una sociedad en la que el acceso a la lectura no está masificado y en la que aún se asocia con una condición social privilegiada, o en todo caso con un tipo de oficio o empleo que

    depende de una educación de la que la mayoría no puede beneficiarse.

    una repúbLica con voZ propia La palabra impresa, además, está arraigada en una tradición cultural y de poder que la exalta como fuente de verdad. Hay una predisposición a creer en las fuentes escritas, propiciada y re-forzada por siglos de rituales en torno a la lectura en voz alta de textos sagra-dos. Pero incluso fuera de la influencia de esa tradición, la página que sale de la prensa hacia la calle es un elemen-to de estabilidad. El periódico ofrece la seguridad de que lo que se decidió, lo que se acordó, lo que se afirmó o se negó en un determinado momento está registrado, es público y se puede conservar y volver a leer o escuchar sin la deformación del boca a boca.

    Desde 1810 los discursos, debates y pregones fueron la fuente de la infor-mación que mantenía incendiadas las calles. Personajes como Juan Germán Roscio, Miguel José Sanz y el propio Bolívar eran oradores de gran influencia. Pero sus palabras, cuando no se las lle-vaba el viento, se iban diluyendo o des-dibujando en la memoria de quienes las

    escuchaban y repetían una y otra vez. Al perder dos veces el control de Caracas, el registro de la voz de los republicanos quedó en manos del médico y periodis-ta José Domingo Díaz, redactor de la Gazeta de Caracas y enemigo del movi-miento independentista.

    Díaz puso sentimientos, pensamien-tos y palabras en el corazón y la boca de sus rivales que el público antirrepu-blicano, indeciso o apático, daba por ciertas. Pero también el público patriota ha debido de acusar el golpe. Muchos habrán rechazado a priori la informa-ción de la Gazeta, pero seguramente a otros se les habrá sembrado la duda.

    La Gaceta nació como un órgano al servicio del régimen realista. Al estilo de la entonces ya más que centenaria Ga-ceta de Londres, divulgaba información oficial para contrarrestar los rumores o noticias tendenciosas que pudieran llegar desde el Caribe e incluso de Eu-ropa. En ese sentido, intentaba poner orden en la opinión, así como la admi-nistración ponía orden en la política, la Universidad en las ideas y la Iglesia en las conciencias.

    Con la aparición del Correo, por fin había una contraparte equivalente. El

    verbo de la República incunable po-día hacerse sentir con una elocuencia y una autoridad similares. Y lo más importante: ofrecía una verdad escri-ta, documental, letrada, comenzaba a ganar una voz adulta, forjada en el mismo molde en que el mundo mo-derno, liberal e ilustrado le daba for-ma al pensamiento.

    Un imperio asediado por dos gemelasEn el intercambio de correspondencia entre Bolívar y Puey-rredón hay algo más significativo que su valor político y pro-pagandístico. Las cartas del argentino son de noviembre de 1816. Desde entonces y hasta el día de aparición del Correo del Orinoco media un tiempo en el que el Libertador no ha dejado de recibir cartas de gran interés, tal vez incluso más oportunas. Pero estas de Pueyrredón hablan de una nación que se mantiene firme y tiene por capital una ciudad a orillas de un inmenso río que la comunica con el Atlántico.

    Sin necesidad de agregar nada, el naciente periódico le está diciendo a la gente que la experiencia de Angostura ya ha sido exitosa. Y los venezolanos pueden constatarlo con solo leer la noticia de lo que ocurre a más de 6.000 kilómetros.

    A la perspectiva geopolítica y a la hermandad espiritual y política se le suma una cierta simetría de gran carga simbóli-ca. Estas dos ciudades capitanean el norte y el sur del conti-nente: son puntos cardinales de una lucha. Las aguas que las bañan se mueven hacia un delta que abre una vía de encuen-tro con el resto del orbe. Ambas están asentadas donde sus portentosos ríos se angostan, del mismo modo que se reduce la distancia que los separaba gracias al Correo del Orinoco.

    Estilos y temas variadosEn el prospecto inaugural se anun-ció que en el periódico se publica-rían decretos y actas del gobierno, boletines del ejército y “noticias de los jefes militares y gobernadores de las provincias” o su correspondencia particular. También se incluirían avi-sos comerciales y extractos de perió-dicos políticos y literarios extranje-ros, unidos a noticias de variedades, discursos políticos y económicos y anécdotas que, según los redacto-res, merecen conocerse, “unos por la admiración y otros por el horror y la indignación que inspiran”.

    Amérique Méridionale: divisa ne foui principali Stati. 1778, Venecia, Antonio Zetta e Hijo. Colección Mapoteca de la Biblioteca Nacional.

  • MEMORIASDEVENEZUELA JUNIO201818 JUNIO2018 MEMORIASDEVENEZUELA 19

    correo del orinocoEspecial

    correo del orinocoEspecial

    t/ Jeylú pereda

    LA prensa escrita es uno de los tantos terrenos donde se pue-de hallar la impronta de Simón Bolívar. En 1818 creó el Correo del Orinoco, y su estrategia editorial re-presenta un hito fundamental en la historia del periodismo venezolano y latinoamericano.

    En agosto de 1982 la vigencia de Bolívar en el periodismo venezolano fue el tema central de la IV Conven-ción Nacional del Colegio Nacional de Periodistas. En ese escenario el periodista e historiador Ramón J. Ve-lásquez aseveró que para los liberta-dores la prensa siempre fue valorada como “un arma de gran importancia”.

    Tanto Miranda como Bolívar, recor-dó, hicieron de la imprenta una de sus principales herramientas de lucha. Para el Libertador era “la artillería del pensa-miento”: “Es decir, un arma ofensiva, el arma de conquista de su época”.

    Hasta “su gran enemigo”, el perio-dista José Domingo Díaz –editor de la Gazeta de Caracas–, decía: “La im-prenta es la primera arma de Simón Bolívar, de ella ha salido el incendio que devora a América, y por ella se ha comunicado con el extranjero”.

    Saber uSar LoS inStrumentoS Para Velásquez el Libertador fue un hombre que supo usar los instru-mentos de su época. Una prueba de ello está en la manera como planeó el Correo del Orinoco. Su habilidad para la segmentación –”lo que hoy ha venido a llamarse cuerpos”– y la jerarquización de las informaciones está probada.

    Lejos de ser una “masa informe de noticias y comunicados”, para Bolívar un periódico implicaba estructura de jerarquización con base en determi-nados objetivos.

    En el Correo del Orinoco, explicó, esa disposición de informaciones se iniciaba con los comunicados oficiales, luego seguía la política internacional –“de la que siempre estuvo pendiente” Bolívar–, después los problemas del país y los problemas económicos.

    Pero además, el Libertador “tenía un gran interés por lo que él llama lo curioso, lo anecdótico; es decir, la crónica y el reportaje, para usar los términos de nuestra época”.

    pubLicar coSaS útiLeS La técnica y la utilidad de los conteni-dos eran otros aspectos por los cuales velaba Bolívar. Velásquez lo describió

    como un hombre que permanente-mente “insistía en la necesidad de que el periódico no sea de tonterías”.

    En una oportunidad, refiriéndose al Correo de Bogotá, el Libertador le dijo al general Santander: “Hay que publicar cosas útiles, que hay mu-chas, y las que usted publica son insípidas… Parece qe un buho dirige ese periódico”.

    Bolívar, contó el historiador, era también riguroso con la titulación de los textos publicados. Incluso al mis-mo Santander le hizo varias sugeren-cias: “Hasta cuando publique usted remitidos como cartas, búsquele a esos remitidos novedad en lugar de esos `carta al Director´, titúlelos, atrai-

    la hizo una herramienta al servicio de la revolución política y cultural

    La prensa siempre fue un arma poderosa para el Libertador Bolívar sabía la importancia de “multiplicar la imprenta para multiplicar las luces”

    Periódico por suscripciónEl Correo del Orinoco se publicaba una vez por semana, el día sábado, aunque fue interrumpido en varias ocasiones.La primera suspensión se dio entre el número 11, del 5 de septiembre de 1818, y el número 12, del 10 de octubre del mismo año, debido a que el impresor, Andrés Roderick, se encontraba enfermo. A partir de entonces el periódico amplió el ta-maño del papel en que se imprimía. La siguiente interrupción ocurrió entre el 24 de octubre de 1818 y el 21 de noviembre de 1818, y desde ese día hasta el 30 de enero de 1819, nuevamente por el delicado estado de salud del impresor. La publicación es retomada gracias a la llegada del colaborador inglés Thomas Taverner y a Juan José Pé-rez, a quienes el propio Roderick pa-gaba honorarios, aunque solicitaba insistentemente al Estado asumir dicho gastos. La última suspensión temporal del Correo del Orinoco se dio entre el 9 de marzo de 1821 y el 31 de ese mismo mes, pues el gobierno fue trasladado de Angostura a Villa del Rosario-Cúcuta.

    Maqueta de la imprenta del Correo del Orinoco (detalle) realizada por el artista venezolano Rafael Santana. Colección Museo Caracas, Concejo Municipal.

  • MEMORIASDEVENEZUELA JUNIO201820 JUNIO2018 MEMORIASDEVENEZUELA 21

    correo del orinocoEspecial

    correo del orinocoEspecial

    ga con la materia, señale qué tiene esa carta al Director, con el título”.

    un maeStro DeL iDioma En su ponencia de 1982, Ramón J. Velásquez también aseveró que Bolívar “era un hombre de un estilo para la re-dacción de los documentos, de las car-tas, de increíble elegancia, pureza”. Lo valoró como “un maestro del idioma”.

    Al leer las cartas del Libertador, comentó, se encuentran “los juicios más relampagueantes, por lo certero, por lo agudo, por lo profundo sobre la realidad internacional, sobre la rea-lidad del mundo”.

    Por eso es natural que el lenguaje periodístico fuese también evaluado por Bolívar. Para el Libertador el pe-riodista debía alejarse del estilo alti-sonante, retórico. Su verbo debía ser sencillo, directo.

    Otra maniobra que Velásquez seña-la como parte del talento del Liberta-dor es la doble edición. Por una parte hacía un periódico lleno de “mentiras para confundir al enemigo: creaba batallas que no existían, muertes que

    no existían, avances que no existían”. Y en paralelo de esa versión, “editaba la versión real, la verdadera”.

    un comunicaDor El periodista Francisco J. Ávila, otro de los ponentes de la conferencia de 1982, compartió la idea de que “Bolívar fue un gran periodista”. Su argumento exhorta a abandonar los conceptos “empresarial y profesional capitalista” del periodismo, para re-tomar el de comunicador.

    “Podríamos estudiarlo desde el punto de vista de los instrumentos que utilizó para ser un comunicador y, lo más importante, desde el punto de vista de la filosofía comunicacio-nal, de la gran visión que él tuvo o, como él decía, que adelantaba sus sentimientos de futuro”, planteó Ávila.

    Tanto se adelantó Bolívar, que él mis-mo llegó a hacer lo que actualmente se conoce como encuesta de opinión. Según Ávila, se ha dicho que cuando el Libertador llegaba a un pueblo, él o sus secretarios le preguntaban a la gente qué necesidades tenían, qué requerían

    ANTE la posibilidad de que cir-cularan noticias falsas que perjudicaran la lucha de los patriotas, el Correo del Orinoco se vio en la necesidad de mostrar la verdad a través de la contrainformación. Su estrategia fue publicar el material in-formativo confiscado a los realistas (cartas, relaciones, boletines, etc.) y las noticias divulgadas en otros pe-riódicos pero, acompañadas con

    comentarios críticos y materiales que desmintieran al enemigo.

    El sábado 5 de septiembre de 1818, los lectores del periódico pu-dieron leer un alarmante boletín de Morillo que el mismo Simón Bolívar tuvo que desmentir.

    “En la Gazeta de la Barbada (Bar-bados Mercury) del 18 de Julio últi-mo se ha insertado de órden supe-rior el siguiente Despacho y Boletin que el General Morillo ha dirigido a

    los Excmos. S. S. Gobernadores de las Antillas Britanicas, en todas las quales tenemos noticia de haberse igualmente publicado:

    «Excmo, Señor: Persuadido del in-terés que V. E. se toma en la pacifica-cion de este Continente y felicidad de las armas de S.M.C. como General de la Nacion Britanica, fiel aliada de la Española, tengo el honor de parti-cipar à V.E. las victorias con seguidas por las tropas de S. M. que estàn à

    LA CARtA dE BoLívAR quE dESMintió A MoRiLLo

    El Correo del Orinoco publicaba frecuentemente boletines sobre la situación de la guerra para mantener al día a sus seguidores y desmentir cualquier información falsa

    fue publicada por el correo del orinoco como táctica de contrainformacióndel gobierno, cuáles eran sus quejas. Y “eso es algo que tiene que hacer todo buen periodista”.

    un revoLucionarioJesús Sanoja Hernández fue otra de las voces de la conferencia de perio-distas de 1982. En su intervención consideró que Bolívar no fue un pro-fesional del periodismo, mas sí tenía un gran sentido utilitario de este.

    El oficio, la profesión de Bolívar y la de los miembros de su generación, sostuvo, fue la revolución: “Eran re-volucionarios profesionales. Todo lo que les sirviera en el entorno”, o den-tro de “del país que estaban crean-do, para empujar esta empresa, era digno de ser tomado en cuenta y de ser impulsado, dirigido, teorizado y aplicado de una manera verdadera-mente inteligente”.

    un eDucaDorEse espíritu revolucionario es el que hizo de la educación otro de los es-labones del Correo del Orinoco. Ig-nacio de la Cruz, en el libro Bolívar y su concepción del periodismo, afirma que “si algún periódico ha realizado penetrante obra de cultura y practi-cado el magisterio en su más alta acepción, ese ha sido el Correo del Orinoco”.

    Para entonces, señala De la Cruz, el periódico se concibe también como un educador de masas. Cita como ejemplo la edición número 109, en la que se publicó: “Nosotros los con-juramos a que no estén en silencio: que escriban, que difundan las luces e instruyan a sus compatriotas. Los invitamos a formar un periódico dedi-cado a la ilustración pública”.

    Bolívar tenía claridad sobre la im-portancia de “multiplicar la imprenta para multiplicar las luces”. A eso se sumaba, lo que, según O´Leary, el Li-bertador consideraba otro deber de la prensa: Actuar “como fiscal de la mo-ral pública y freno de las pasiones”.

    De acuerdo con De la Cruz, la prensa guiada por el pensamiento de Bolívar “cumplía con este cometido de crítica a la administración republi-cana”. Incluso “en los momentos más duros de la guerra”.

    Pedro José Figueroa, Simón Bolívar: Libertador de Colombia, 1820. Colección Museo Nacional de Colombia.

    M. N. Bate, Retrato de Simón Bolívar, 1819. Colección Museo Bolivariano. Anónimo, Pablo Morillo, s. XIX. Colección Museo Naval, Madrid. Reproducción: Colección Archivo Audiovisual de la Biblioteca Nacional

  • MEMORIASDEVENEZUELA JUNIO201822 JUNIO2018 MEMORIASDEVENEZUELA 23

    correo del orinocoEspecial

    correo del orinocoEspecial

    mis órdenes componiendo el exército expedicionario de Costa-Firme.

    «Los traydores Bolivar y Paez que por consequencia de la occupacion de Guayana pudieron reunir sus fuer-zas, sobre la Villa de San Fernando, penetraron por Calabozo hasta el interior de estas Provincias, orgullo-sos con las ventajas que obtuvieron sobre algunas pequeñas partidas de nuestras tropas que encontraron à su paso, y han sido succesivamente batidos en 7 brillantes jornadas en los sitios del Sombrero , Maracay, la Puerta, Rincon de los Toros, San Câr-los, y Sabanas de Cogede, habiendo perdido la mayor parte de sus tropas, Gefes, y Oficiales.

    «El resultado de estas victorias ha sido quedar en el campo de batalla y en poder de las armas de S.M. mas de 3500 hombres muertos ó prisio-neros, 2500 fusiles, 12 banderas, 4 cañones, 200 cargas de municiones, 40 caxas de guerra, 3000 caballos, 1000 mulas, todos sus parques, ar-merias y quantos efectos conduxe-ron de Guayana. La Secretaria y el

    Estado mayor de Bolivar con un gran número de oficiales, entre ellos varios extrangeros que habian venido de Europa engañados por los rebeldes, han quedado en nuestro poder».

    «Yo he sido atravesado de un lan-zazo en la batalla de la Puerta, y me hallo ya perfectamente curado».

    «Cuyas plausibles noticias tengo la satisfaccion de comunicar à V.E. para su inteligencia, y à fin de que se sir-va tener la dignacion de mandarlas publicar en las Colonias de su man-do, para que sepan sus habitantes el verdadero estado de la guerra en este Continente; y qual es la suerte que cabe à todos los enemigos de la Monarquia que tantos males han acarreado con la guerra civil de este desgraciado suelo».

    «Dios guarde à V.E. muchos años.—Quartel-general de Guatapa-ro 8 de Mayo de 1818.= Excmo. Se-ñor.- Pablo Morillo».

    El siguiente Despacho fué recibido con el anterior—.

    «El Brigadier Don Ramon Correa sorprendió el dia 15 del corriente en

    hacer inclinar en su favor la balanza del criterio publico? La verdad no ne-cesita mas(…) , y semejantes esfuer-zos solo sirven para manifestar que el General Morillo quiere hacer creer lo que no cree él mismo. No ha hecho mas que revelarnos su secreto (…)”.

    Esto fue lo que dijo Simón Bolívar del boletín de Morillo:

    “El Gefe Supremo ha dirigido a los Gobernadores y Capitanes Generales de las Antillas la carta siguientes— Quartel-general de Angostura à 1º de Setiembre de 1818. 8º.

    SIMON BOLIVAR, Gefe Supremo de la Republica de Venezuela, Capi-tan-General de sus Exércitos y los de la Nueva Granada.

    AL EXCELENTISIMO SEÑOR CA-PITAN-GENERAL DE LA ISLA DE BARBADA Tengo el honor de dirigir-me à V.E. con el objeto de informarle del verdadero estado militar de Vene-zuela, que no es ciertamente el que ha informado à V.E. el General Morillo desde el quartel-general de Guatapa-ro el 8 de Mayo del corriente año. Me es muy sensible tener que desmentir

    à presencia de V.E. y del mundo en-tero à un General, que por su propio decoro, y por el respeto debido à los Gefes Britânicos, à quienes se dirige, no deberia haber abusado de la ver-dad tan escandalosamente.

    El General participa à V E. que ha triunfado de las armas de Venezuela en el Sombrero Maracay, La Puerta, Rincon de los Toros, San Carlos y Sabana de Cogede, y que en conse-qüencia de estas victorias habiamos pérdido 3500 muertos, heridos y pri-sioneros, 2500 fusiles, 200 cargas de municiones, 2000 caballos, 1000 mulas, mi Estado-mayor.

    Quando el General Morillo fué bati-do en la ciudad de Calabozo dixo en su parte oficial que nuestro Exército se componia de 2000 caballos y 1500 infantes, y debemos confesar que es la primera vez que se conforma con la verdad. Por conseqüencia no es cierto que hayamos perdido 3500 hombres ni 2500 fusiles; por que en el primer caso habriamos pérdido todo nuestro exército, y en el segun-do habriamos perdido mil fusiles mas

    el sitio del Palmar al caudillo Paez—de cuyas resultas mordieron el polvo de 350 à 400 enemigos, y han sido cogidos otros tantos prisioneros que se han conducido à San Carlos, y 20 madrinas de caballos. El expresado Gefe sigue los restos profugos hacia el Apure por San Antonio».

    «El Brigadier D. Francisco Tomas Morales tomó posesion de Calabozo el dia 14 y dexandolo bien guarnecido marchó à San Fernando. Por noticias de sugetos fidedignos se renueva la muerte de Bolivar de resultas de las heridas que le dieron en la accion que tuvo con el Coronel Don Rafael Lo-pez.—Publiquese &c.—Cumanà 25 de Mayo de 1818.=.Firmado=Cires. =Al Comandante de Guyria».

    Ante esos boletines el editor del Correo comentó lo siguiente:

    “¿A que vendra este empeño del General Morillo en querer que a fuer-zas de notas oficiales se crean las victorias fantasticas que ha hecho Publicar en su famosa Gazeta de Ca-racas? ¿Piensa acaso que su nom-bre, como la espada de Breno, ha de

    Estilos y temas variadosEn el prospecto inaugural se anunció que en el periódico se publicarían decretos y actas del gobierno, boletines del ejército y “noticias de los jefes militares y gobernadores de las provincias” o su correspondencia particu-lar. También se incluirían avi-sos comerciales y extractos de periódicos políticos y literarios extranjeros, unidos a noticias de variedades, discursos políticos y económicos y anécdotas que, se-gún los redactores, merecen co-nocerse, “unos por la admiración y otros por el horror y la indigna-ción que inspiran”.

    Dibujo de César Prieto, en: Caupolicán Ovalles, El general Páez, el llano y los llaneros, Caracas, Concejo Municipal del Distrito Federal, 1973.“Mapa de Venezuela y parte de la Nueva Granada para servir a la historia de las campañas de la guerra de independencia en los años 1818 y parte de 1819”, en: Agustín Codazzi, Atlas físico y político de la República de Venezuela, París, Thierry Freres, 1840.

  • MEMORIASDEVENEZUELA JUNIO201824 JUNIO2018 MEMORIASDEVENEZUELA 25

    correo del orinocoEspecial

    correo del orinocoEspecial

    de los que realmente teniamos. Des-graciadamente hasta ahora hemos carecido de armas y municion, y por esta causa no es cierto que hayamos perdido los 2500 fusiles, 200 cargas de pertrechos, quatro cañones, y mucho menos los caballos y las mu-las de que habla el Señor Morillo.

    Puedo asegurar à V.E. sin la menor exageracion que el exército Español de Venezuela ha sido batido en Cala-bozo, el Sombrero, San Fernando, La Puerta, Ortiz, y Cogede.— Por con-sequencia de estas derrotas ha que-dado reducido aquel exército a un mi-serable esqueleto. En estas acciones han perdido nuestros enemigos mas de cinco mil hombres entre muertos, heridos, y prisioneros. El General Mo-rillo, y su segundo Latorre, han sido gravemente heridos; y los Coroneles Lopez, Gonzales Villa, Navas, Ara-gonés, Quero y otros muchos Gefes han sido muertos.

    Si el General Morillo hubiese obte-

    nido las victorias, de que se jacta, ha-bria reocupado el inmenso pais que ha perdido en esta última campaña desde el un extremo al otro de Vene-zuela. y no estaria reducido a las mas triste defensiva, y à conservar las gar-gantas de los montes que conducen à la Capital de Caracas. Si el General Morillo existe aun en Venezuela, debe esta precaria fortuna a la carencia por nuestra parte de elementos militares. Pero ya los tenemos, y bien pronto no hechará de Venezuela sus menti-rosos despachos.

    Permitame V E. que me tome la libertad de molestar su atencion con estos detalles que he creido de mi deber poner en conocimiento de V.E., para que no es inducido à error por las falsas relaciones de nuestros enemigos.

    Tengo el honor de ser con la mas alta consideracion de V.E. el mas atento adicto servidor,”“S. BOLIVAR”.

    t/ leopoldo lópez-noelis Moreno

    EL Correo del Orinoco no solo fue un arma de pro-paganda político-militar de la Independencia, también rese-ñó los avances tecnológicos del mundo de su tiempo. El sábado 5 de febrero de 1820 apareció una noticia que probablemente dejó a unos cuantos con la boca abierta, porque anunció un nuevo diluvio y el fin de la tierra:

    Segun los cálculos del sábio astróno-mo de Bremen, M. Olbers, despues que hayan trascurrido 88,000 años se acercará un Cometa à la tierra tanto como la Luna: à los 4,000,000 años, el mismo Cometa se acercará à solo la distancia de 7,700 millas geográfi-cas; y entónces si su atraccion igua-la à la de la tierra, las aguas del mar se elevarán 13,000 pies, y necesa-riamente se seguirá un diluvio: à los 320,000,000 años, el mismo Cometa chocará contra la tierra.

    En ese mismo número, bajo la eti-queta de variedades, fue publicada otra noticia sobre unas aguas miste-riosas:

    El célebre viagero Italiano M. Belzoni ha visitado últimamente los desiertos de la Libia para examinar las ruinas del templo de Jupiter Ammón. Estuvo en ellos cinquenta dias: vio varias rui-nas, diversos templos, y otros objetos notables. Ninguno descubrió sin em-bargo mas digno de atencion que un

    El Correo del Orinoco reseñó el avance de la ciencia y tecnología de su tiempo

    Arturo Michelena, Las Queseras del Medio, 1885. Colección Galería de Arte Nacional.

    In August and September of 1853, Parisians were able to observe traces of a comet that had previously been spotted throughout Europe. Colección Brown University Library.

  • MEMORIASDEVENEZUELA JUNIO201826 JUNIO2018 MEMORIASDEVENEZUELA 27

    correo del orinocoEspecial

    correo del orinocoEspecial

    arroyo de agua, de que habla Herodo-to, que està caliente à mañana y tarde, fria al medio dia, é hirviendo à la media noche. Belzoni llevó à Europa alguna de esta agua, para analizarla.

    Este tipo de noticias mostraban los avances científicos y los hallazgos de los viajeros, aunque la Iglesia católica estuviera en desacuerdo.

    Durante la época del Correo del Orinoco se desataron varias epide-mias, una de las más fuertes fue la de viruela. En una noticia se reseñó un invento científico reciente: las va-cunas. La nota apareció en la edición n.° 24 del sábado 27 de marzo de 1819:

    Nos complacemos de recordar la me-moria de este descubrimiento debido a las observaciones de un Físico Ingles en el Condado de Glocester. El nombre del Doctor Jenner será pronunciado con admiración y gratitud; en fama no tendrá otro rival que la Viruela, desquiciada en su funesto imperio por el fluido de la Vacuna: descubierto en 1797, fué desde entonces

    el mejor preservativo de aquella plaga de-soladora (…) Si Venezuela hubiese sido independiente y libre desde 1797 en que formaba el proyecto de su emancipacion y libertad, ella habria gozado menos tarde del beneficio de la Vacuna.

    Guayana fue una de las zonas más afectadas, por ese motivo en varias ediciones del Correo del Orinoco se publicó información re-lativa a la vacuna contra la viruela y el problema de su aplicación por cuestiones religiosas:

    Comunica aquel Comandante que la mortandad que habia sido ocasiona-da en ellos por la viruela, habia cesado con el pus de la Vacuna, que se le re-mitió. Causa espanto ver los estragos causados por aquel azote del género humano, aún despues que ya se ha-bian experimentado en nuestro suelo los beneficos efectos del descubri-miento de Jenner. Si faltasen motivos para detestar al imbecil Gobierno ene-migo, para quien nada hay sagrado, bastaria la criminal negligencia que ha

    sido necesaria para dejar perder aquel precioso antídoto (...).

    Correo del Orinoco, n.º 56.

    La edición n.º 66, del sábado 10 de junio de 1820, reproduce una noticia publicada originalmente en la Gazeta de Dublín (5 de febrero de 1820). En ella se anuncia un viaje previsto para el 1 de marzo de aquel año por Irlanda:

    ...partirá de la Posada Moira, á las 7 y 20 minutos de la mañana un coche de nueva invencion impelido por la fuerza elàstica del vapor que llevará pasaje-ros para Belfast, adonde llegará a las dos de la tarde: permanecerá allí 40 minutos, y volverá a Dublin á las nueve de la noche. La velocidad de su movi-miento será igual a trece millas irlande-sas por hora (…).

    En aquellos días en Venezuela y en el mundo el transporte habitual era de tracción animal, lo que incluía con frecuencia la fuerza de los mismos pies. La inserción de esta noticia en el Correo del Orinoco da pie para for-mular algunas preguntas: ¿cómo fue imaginado este vehículo por perso-nas que nunca habían leído u oído de algo similar?, ¿cuántos no se habrán

    reído de este invento y pensado que no tendría ningún futuro?

    La afirmación con la que cie-rra el artículo: “(…) consideran este modo de impeler un carrua-je como el mas seguro y el mejor que se haya inventado, y ménos expuesto a accidentes, que otro

    Estadísticas“Nacidos y bautizados”, “casados” y “muertos” fueron las categorías publicadas en el Correo del Orinoco a partir del sábado 2 de diciembre de 1820, bajo el título de Estadísticas. En un primer momento se especifi-caba el nombre de cada persona, el estado civil y algún parentesco (pa-dres, esposos…) y la edad. A partir del 30 de diciembre de 1820 se rese-ñaron separando a las personas en-tre hembras y varones y se prescin-dió de los nombres, manteniendo la edad y el estado civil. Hacia finales de 1821 fue desapareciendo el título Estadísticas, pero los datos siguie-ron publicándose en el semanario, en especial cuando hubo mortan-dad asociada a epidemias.

    tirado por caballos.”, y la obser-vación de que este vehículo podía ser manejado con mucha facilidad por un solo hombre fueron pe-queñas ventanas que mostraron a los venezolanos del año 1820 una visión del futuro transporte mundial.

    Prensa de amplia circulaciónAunque no existen datos es-pecíficos de los suscriptores, algunos investigadores han rescatado la amplia circula-ción del periódico. Enrique Santos Molano afirmó que el Correo del Orinoco era leído en Caracas, Santafé, Quito, Lima, Santiago y Buenos Aires, e in-cluso enuncia que “llega a to-dos los rincones de Europa”, basando su afirmación en una comunicación de Antonio Na-riño en la cual dice haber leído la publicación estando en el Peñón de Gibraltar.

    Ernest Board, Edward Jenner realizando su primera vacunación en James Phipps, un niño de 8 años.14 de mayo de 1796, circa 1910.

    Coche a vapor. Siglo XIX

    Andrew Bell y Colin Macfarquhar, “Telescopio de William Herschel” en Enciclopedia Británica, 1797.

  • MEMORIASDEVENEZUELA JUNIO201828 JUNIO2018 MEMORIASDEVENEZUELA 29

    correo del orinocoEspecial

    correo del orinocoEspecial

    REVISAR los avisos del Correo del Orinoco (1818-1822) es asomarse a la vida cotidiana que resistía las vicisitudes de una ciudad en guerra. La nueva repúbli-ca intentaba existir y procurar a sus ciudadanos los mínimos medios eco-nómicos para subsistir. En su primer número se lee: “Los Comerciantes, y cualquiera otras personas, que quie-ran insertar algún Aviso en la Gazeta, deberán remitirlo, quando mas tarde las víspera de su publicación, a la Ofi-cina de la Imprenta casa del Ciudada-no Luis Corniels, inmediata al parque de Artilleria”.

    Pero no solo aparecen en esa sección del periódico temas afines al comercio, sino también asuntos relacionados con el funcionamiento del Estado. Necrologías de algunos

    personajes trascendentales del mo-mento; denuncias de hechos irregu-lares o anuncios de viajes en barco; venta de artículos de distinta índole (lo cual puede dar una idea sobre qué se consumía en ese momento); así como las regulaciones de los juegos de azar y los expendios de bebidas. Es decir, parte de las actividades que sostienen una urbe y su población.

    A lo largo de esta edición de MDV incluimos varios ejemplos, que fue-ron publicados en la sección de avisos, ubicada al final de la cuarta página del semanario: denuncia del escape de cinco esclavizados en el número catorce. Oferta de ciertos artículos importados para su venta en el numero veintiuno. Información sobre el horario de atención para las audiencias con los ministros de Es-

    tado en el número veintitrés. Huida de un tal Samuel Henríquez con una goleta llamada Leona, número veinti-ocho. Oferta de comestibles y mer-cancías y un aviso sobre la desapari-ción de un anillo, en el número treinta y cuatro. Solicitud de uniformes para el ejército, con su respectiva oferta monetaria, por parte del Gobierno, en el número cuarenta y cuatro. Re-mate de manteca de huevos de tor-tuga y venta de un alambique en el número cuarenta y ocho. Oferta de la Constitución Política del Estado de Venezuela –a 10 pesos por ejemplar– en el cincuenta y cinco. En el número ochenta y cuatro el impresor del Co-rreo, Mr. Roderick, ofrece caracteres tipográficos y tinta a la venta. Tal era la naturaleza de los avisos publica-dos en el Correo del Orinoco.

    Avisos del Correo del Orinoco muestran la vida cotidiana y administrativa

    EN plena guerra de independen-cia ser mujer tenía sus riesgos. Esta realidad, que fue reseñada en las páginas del Correo del Ori-noco, fue puesta al servicio de los partidarios de la independencia. En la sección dedicada a la exposición “Mediación entre España y América”, el redactor describió algunas de las peores condiciones a las que fueron expuestas las mujeres y familias pa-triotas en esos tiempos de guerra. La edición número 11, del sábado 15 de septiembre de 1818, registra un pai-saje poco agradable:

    “Los caminos se ven cubiertos de ca-dáveres de mugeres y hombres: unos con los ojos arrancados, otros traspasa-

    dos a lanzadas, y otros manifiestamente arrastrados à la cola de los caballos”.

    toDa La tinta contra moriLLoEran los rastros dejados por la guerra en los distintos pueblos y ciudades. En el periódico se acusaba directa-mente a los realistas. En las líneas de la “Mediación entre España y Améri-ca” hay un episodio que protagoniza-ron las fuerzas realistas lideradas por Morillo en Güiria:

    Fueron después embarcadas en Güi-ria más de cinquenta personas la mayor parte mugeres y niños para ser todos arrojados al mar; pero el executor se contentó con echarlos sin víveres en un islote árido y desierto.

    En el Correo del Orinoco Morillo era presentado como un ser despiadado que atacaba a los más indefensos:

    No se contentaba con degollar à los hombres, era preciso que sus muge-res y sus tiernos hijos perecieran en la indigencia y el desamparo. La con-fiscación seguia à la muerte como el trueno al relámpago, y las fámulas huérfanas, arrojadas de sus casas y desterradas salían de la ciudad como escapadas de un naufragio, a mendi-gar de los pobres labradores el pan que antes les daban ellas.Los patriotas estaban al tanto de

    esta realidad, especialmente por-que sus familias eran víctimas de la guerra. Muchas mujeres lo perdieron

    el correo del orinoco reseñó las penurias de los más vulnerables

    Mujeres y niños en tiempos de guerra: la versión del bando patriota

    Maqueta de la imprenta del Correo del Orinoco realizada por el artista venezolano Rafael Santana. Colección Museo Caracas, Concejo Municipal.

    José María Espinosa, Batalla del Ejido de Pasto, 1814, 1850. Museo Nacional de Colombia.

  • MEMORIASDEVENEZUELA JUNIO201830 JUNIO2018 MEMORIASDEVENEZUELA 31

    correo del orinocoEspecial

    correo del orinocoEspecial

    todo y se vieron obligadas a vivir en la indigencia, mientras que algunos ni-ños terminaron siendo huérfanos.

    eDucaciÓn para huérfanoS patriotaSEn el Correo del Orinoco número 46, del sábado 11 de diciembre de 1819, fue publicado un Decreto Pre-sidencial del 17 de septiembre de ese año que autorizaba la creación de un Colegio de Educación desti-nado a los pobres y huérfanos pro-venientes de familias que apoyaban la causa de los patriotas:

    Considerando que la educación é ins-trucción pública son el principio más seguro de la felicidad general, y la más sólida base de la Libertad de los Pue-blos, y considerando que en la Nueva-Granada existen una multitud de Niños desgraciados, que por haber sido sus virtuosos Padres inmolados en las aras de la Patria por la crueldad Espa-ñola no tienen otro asilo, ni esperanza

    para su subsistencia y educación que la República(...)”.

    En el Correo del Orinoco mujeres y niños aparecían comos los seres más vulnerables en la guerra, espe-cialmente por el nivel de crueldad que mostraban los realistas, los cuales intentaban exterminar a los patrio-tas. Sin embargo, un grupo de mu-jeres demostraron ser todo menos sumisas y vulnerables. Una de ellas fue Policarpa Salavarrieta,  a quien el Correo le dedicó un espacio en el nú-mero 48, del sábado 1 de enero de 1820: “Habría quedado incompleta la historia de las crueldades de Mo-rillo, cometidas en Cundinamarca, si hubiese respetado al bello sexo; pero el sacrificio executado en la persona de Doña Policarpa zalabarrieta, natu-ral de Santafé, ha perfeccionado su obra. Esta Señora fue fusilada en una de aquellas Plazas públicas por ha-bérsele conocido adhesión à la Cau-sa de su Patria”.

    De conservadoras a revolucionariasDurante el siglo XIX las mujeres tenían un rol conserva-dor y subordinado dentro de la sociedad. Dominaba la idea de que eran seres frágiles y su misión más importante era conservar su honor y virtud a través del establecimiento de una familia digna proveniente de un matrimonio exi-toso. En pocas palabras, sus actividades estaban reducidas a las labores domésticas y su educación consistía en for-marse para aceptar y enfrentar ese destino. Esta realidad se puede apreciar en un artículo proveniente de Chile ti-tulado: “Bello Sexo”, de 1819, publicado en el Correo del Orinoco en los números 92 y 93. Allí se escribe sobre el tipo de educación que recibían las mujeres y las costum-bres conservadoras que estas debían seguir:

    “Según el modelo con que se educa generalmente á las mugeres, parece que no se proponen otra cosa que hacer de ellas unos entes que conserven hasta el sepulcro la frivoli-dad, la inconstancia, los caprichos y poco juicio de la infan-cia; olvidándose los hombres de que han sido hechas para contribuir á su felicidad más sólida y duradera, y sin que el gobierno las cuente para nada en la sociedad”.

    Su autor no se limita a criticar la costumbre social que limitaba la vida de las mujeres, sino que las animaba a luchar y a formar hombres para la patria: “Contribuid con vuestro ejemplo a la reforma de esos seres fútiles y holgazanes, que infestan la sociedad; conquistadlos para la Patria, atraedlos a la virtud”. Las invitaba a que alcanzaran su propia felicidad.

    t/ rMV-rebeca padrón

    CUANDO los patriotas llega-ron a la ciudad de Angostura se encontraron con un grupo de personas que apoyaban la causa realista y que rechazaban totalmente las ideas emancipadoras de Simón Bolívar. Esto se podía apreciar en al-gunas cartas personales que fueron confiscadas por los patriotas y que despertaron el interés del editor del Correo del Orinoco en 1819.

    El 30 de enero de 1819 fueron pu-blicadas dos cartas personales en el Correo del Orinoco. La primera esta-ba firmada por “Maroto” y la segun-da fue escrita por “Joseph Manuel a su amigo y señor Don Juan Antonio

    Roxas Queypo”. El editor vio en estas misivas la posibilidad de exponer los ideales de la causa patriota frente a la visión de los vasallos del Rey:

    Por el derecho de la guerra estamos en posesión de varias cartas y pape-les oficiales del enemigo, procedentes de la Guayra y apresados en diferen-tes puntos. Daremos la preferencia en nuestro Correo a dos cartas de otros tantos empleados del Gobierno Es-pañol en Caracas, que desentendien-dose de las fábulas gazetales que allí mismo se publican, confiesan lo que estas procuran ocultar (...).

    La