Libros y juegos - UNICEF · PDF filedo subjetivo de los niños, el enriquecimiento de su...

Libros y juegosde acá para alláLa palabra es sonido y con las palabras se canta,

La palabra es un juguete y con las palabras se juega,

La palabra es memoria y con las palabras se cuenta,

La palabra es alivio y con las palabras se calma y se entretiene,

de acá para allá...

de allá para acá...

de allá para acá...

de acá para allá...

Libros y juegosde acá para allá

Libros y juegos de acá para alláen emergencias naturales

COORDINACIÓN GENERAL

María del Carmen Morasso

AUTORA

María Inés Bogomolny

LECTURA Y APORTES

Cecilia Betti, María De Cristóforis,Fabio Deganutti, Ángeles Larcada Posse

COORDINACIÓN EDITORIAL

Unicef - Oficina de ArgentinaJunín 1940, Planta Baja (C1113AAX) Ciudad de Buenos Aires

ISBN: 000-0000-00-0

DISEÑO DE CUBIERTA E INTERIORES

as-estudio / ana sirinian

ILUSTRACIONES

Tania De Cristóforis

Octubre de 2005

Índice

07 . . . . . Prólogo

11 . . . . . Para acompañar y compartir

13 . . . . . En emergencia13 . . . . . La gota que rebalsa el vaso

14 . . . . . ¿Qué les pasa a los adultos afectados por una catástrofe?

15 . . . . . ¿Qué les pasa a los chicos?

16 . . . . . ¿Qué podemos hacer?

17 . . . . . ¿Para qué Libros y juegos de acá para allá?

21 . . . . . Las mochilas, los libros y los juegos21 . . . . . Un mundo para explorar y descubrir

21 . . . . . Cuatro mochilas, cuatro colores

22 . . . . . ¿Qué hay en cada mochila?

25 . . . . . ¿Quién puede ser “mochilero”?

29 . . . . . ¿Qué hacer con los libros y los juegos?29 . . . . . Espacio, clima y normas

30 . . . . . Rutinas

31 . . . . . Para empezar

32 . . . . . La alfombra mágica

34 . . . . . Conocernos: la importancia del nombre

34 . . . . . Otras formas de comenzar

37 . . . . . Momento de lectura o de juego

38 . . . . . ¿Qué hacer con los libros?

45 . . . . . ¿Qué hacer con los juegos?

55 . . . . . Para terminar

56 . . . . . Guardar los libros y los juegos

57 . . . . . Ronda de comentarios

58 . . . . . Despedida

58 . . . . . Diario de bitácora

61 . . . . . Un final abierto

63 . . . . . Bibliografía

Libros y juegos de acá para allá, en emergencias naturales6

Prólogo

Esta publicación viajará dentro de una mochila, rodeada de libros y juegos, en lasespaldas de una voluntaria o de un voluntario que ha elegido por vocación trabajarcon niños y con sus familias en emergencias naturales. Contiene algunas claves paracomprender la importancia de brindar la máxima protección, contención y cuidadoa las niñas y los niños pequeños en aquellas situaciones en las que todo cambia degolpe y la dura realidad amenaza a grandes y chicos. También es una guía para orga-nizar actividades significativas en esos contextos de desamparo, en los que los niñossufren especialmente.

¿Cómo nace Libros y juegos de acá para allá? En virtud de su mandato, Unicef debeprestar ayuda humanitaria en las emergencias. Su función es proteger a los niños,las niñas y las mujeres asegurando que todos sus derechos estén garantizados, asícomo proporcionarles asistencia. En este amplio marco de protección, desde Uniceftratamos de brindar espacios seguros en los que los niños y sus familias puedan reci-bir contención y apoyo psicosocial. Libros y juegos de acá para allá es una propuestaque responde a la necesidad de contar con herramientas para la recreación del mun-do subjetivo de los niños, el enriquecimiento de su imaginario y el establecimientode vínculos significativos, especialmente en contextos de crisis. Fue diseñada porUnicef durante la emergencia hídrica de la ciudad de Santa Fe en el año 2003. Fueen esa oportunidad, y a medida que las necesidades de comida y refugio se iban ga-rantizando para miles de familias, que vimos la necesidad imperiosa de hacer algo quepudiera ampliar el horizonte de protección a la que los más pequeños tienen derecho.

Cooperamos con aliados en cada país para que esa asistencia sea responsable, eficazy llegue a tiempo. Cáritas Argentina y Unicef llevan adelante una iniciativa conjuntapara capacitar a su red de voluntarios de emergencias en el trabajo específico conniños y sus familias, en las provincias del Litoral y del Noreste, con el objetivo deintervenir adecuadamente en caso de que una emergencia ocurra. Llevamos mesesde trabajo mancomunado realizando talleres intensivos los fines de semana, fortale-ciendo la red, realizando prácticas cotidianas de juego y lectura en espacios comuni-tarios y evaluando sus resultados. Fue en este tiempo que esta guía se enriqueció conlos aportes de quienes llevaron a cabo la iniciativa en sus comunidades, yendo alencuentro de los niños y de sus familias en espacios habituales. Esa es la idea quesustenta esta propuesta: ir hacia los niños y sus familias con cuentos, cantos, librosy juegos, creando un espacio creativo y recreativo en el que se sientan contenidos ya la vez activos y participantes.

Prólogo 7

9

Esperamos que quienes utilicen esta guía la encuentren útil durante su propia capa-citación y se sientan motivados para continuar, recrear y hacer crecer esta propuestacada vez que la pongan en práctica.

Quisiéramos tanto como ustedes que no ocurran emergencias naturales, pero sabe-mos que en algún momento será necesario ir “de acá para allá” por una inundación,una nevada, o un derrumbe que requiera evacuar a las familias y trasladarlas a lugaresmás seguros. En esas situaciones, confiamos que una vez más los voluntarios organi-zados en red lleguen a los niños para protegerlos y promover su desarrollo integral.

María del Carmen MorassoOficial de Salud y Desarrollo Infantil

Unicef - Oficina de Argentina

L i b ros y juegos de acá para allá, en emergencias natura l e s8

En las situaciones más difíciles

cada uno de nosotros puede ser

un puente tendido hacia los demás

para atravesar una y otra vez

el camino de la reconstrucción

de un buen momento compartido,

de un vínculo significativo

que acompañe y sostenga,

mientras esperamos y hacemos

que las cosas mejoren.

Para acompañar y compartir

L i b ros y juegos de acá para allá es una propuesta para que las palabras, los juegos, laimaginación y los libros circulen y se compartan en rueda con la familia y los vecinosque están en una situación de emergencia. Es una propuesta para que, incluso fuerade las situaciones de emergencia climática, circule por los lugares donde estos niñosy sus familias estén: jardines, comedores, centros comunitarios o culturales, biblio-tecas del barrio...

L i b ros y juegos de acá para allá es una propuesta itinerante para voluntarios quequieran ofrecer espacios de lectura, juego y contención para niños pequeños y susfamilias, e implica la participación previa en un proceso de capacitación.

Pensamos en los niños que leen a su manera, antes de leer como los grandes. Pen-samos en los niños que juegan desde el inicio de la vida. Pensamos en los jóvenesy adultos que disfrutan de jugar con un niño como si fuera su igual. Pensamos enlos adultos que pueden acompañar, escuchando muy atentamente lo que necesitany quieren los niños. Pensamos en los adultos que ven a los niños como personasdiferentes pero completas, que necesitan más protección y cuidados por ser másp e q u e ñ a s .

Así como lo hacían los juglares, que iban de pueblo en pueblo llevando historias,cantos y malabares, es posible hacer crecer la imaginación, el pensamiento y la memo-ria de todos, aliviar las penas, devolver sonrisas olvidadas y fortalecer el sentido delhumor a través del juego y los libros compartidos.

Libros y juegos de acá para allá es como la mochila para los mochileros que se van deviaje por el mundo, o como la caja de herramientas para el carpintero. Elementoso herramientas para plantar lugares de encuentro y de participación. Herramientasy elementos para devolver la palabra, poblar el imaginario, proteger y resguardarel espacio interior de cada uno, para transitar lo inesperado y abrir el camino dela reconstrucción, para hacer frente al dolor de las pérdidas. Herramientas y ele-mentos que pueden ser muy útiles si van de la mano de la sensibilidad, la creativi-dad, la curiosidad y el acento puesto en los vínculos humanos.

Para acompañar y compartir 11L i b ros y juegos de acá para allá, en emergencias natura l e s

Libros y juegos de acá para allá:distintas propuestas para que los chicos,

a c o m p a ñ a d o s ,puedan conocer, disfrutar y compartir.

Un espacio donde el juego y la lecturaabran mundos imaginarios a todos los que participen,

padres, hermanos, vecinos...que puedan compartir

un momento con los chicos:jugar juntosleer juntose s c u c h a rc o n v e r s a r

o p i n a re l e g i r

a c o m p a ñ a r s e .

Abrir las puertasde la imaginación y la fantasía...

Abrir la puerta para ir a jugar,para entrar en sí mismos,

habitar otros mundos posiblesy ampliar así el estrecho mundo

de tristeza y preocupacionesde quienes sufren una catástrofe.

La gota que rebalsa el va s o

El exceso de lluvias y el desbordamiento de los ríos no ocurren porque sí. Nuestropaís tiene una triste y larga historia de inundaciones, es decir, de desastres originadosen desbordes de la naturaleza, pero facilitados por los abusos, los descuidos, la faltade previsión y los intereses económicos.

Sabemos que estas situaciones se repiten con cierta periodicidad: cada tanto, muchaspersonas se encuentran literalmente con el agua al cuello y todos nos enfrentamos,una vez más, a una emergencia. Lo cierto es que no es precisamente la gente que seahoga en un vaso de agua la que sufre las peores consecuencias, porque los barriosmás castigados son los que vienen remando contra la corriente desde el inicio desus vidas. Esta situación es, precisamente, la gota que rebalsa el vaso lleno ya de pro-b l em a s de desocupación, pobreza, violencia.

¿Qué sentimos muchos de nosotros?

Cuando se produce una catástrofe, el impacto es fuerte y la primera sensación es dehorror por las pérdidas y por el sufrimiento de las familias que quedan a la intem-perie, deambulando con una mano detrás y otra delante.

A través de los diarios y la televisión, las imágenes de cada inundación recorren elmundo y nos recorren uno a uno. Cerramos los ojos y volvemos a ver a los que sequedan hasta último momento para proteger su casa y sus cosas, a las familias quese buscan y que buscan refugio, los ojos de los niños que nos preguntan en silencio“¿por qué...?”.

En emergencia 13L i b ros y juegos de acá para allá, en emergencias natura l e s12

En emerg e n c i a

Sin embargo, en medio de una emergencia también aparece la otra cara de la mone-da: muchísimas manos que se tienden para ayudar, para acercarse, para dar alivio,para hacer algo frente al dolor y el sufrimiento. Todas las personas con sensibilidadsocial, todos aquellos que pueden ponerse en el lugar de otros, necesitan hacer algopor los demás. Por eso, frente al impacto de un desastre aparece la fuerza de quienes–ya sean afectados o testigos– pueden hacer algo para reconstruir y reconstruirse,para renacer de las cenizas como el ave fénix, aunque en este caso se trate de rena-c e r de las aguas, nacer de nuevo.

Después del primer momento de caos y sorpresa, la respuesta no se hace esperar. Laayuda solidaria llega hasta los centros de evacuados que se han establecido en escue-las, carpas, antiguas estaciones de ferrocarril. Llega para aliviar las necesidades másurgentes ligadas a la supervivencia: abrigo, alimento, colchones, medicamentos. Enesos momentos se trata de organizar, en medio del caos y lejos de casa, la vida coti-diana, mientras se espera que las condiciones climáticas permitan a los evacuadosregresar a sus hogares, al menos a quienes puedan recuperarlos.

Frente a la ola de desamparo y sufrimiento se abre una oportunidad para que el acom-pañamiento de los voluntarios ayude a dar sentido a lo que ocurre, a encontrar unaidea de futuro, a descubrir las redes que puedan sostener a quienes sufren. To d o sestamos sostenidos por los vínculos y por la posibilidad de encontrar con otrosalgunas certidumbres, aun en medio de las mayores incertidumbres.

¿ Qué les pasa a los adultos afe ctados por una cat á s t ro fe ?

Las primeras sensaciones frente a una catástrofe son de angustia e impotencia. ¿ P o rqué ocurrió? ¿Qué hacemos ahora? ¿Cómo sigue esto? Estas y otras preguntas reco-rren a las personas afectadas por una catástrofe, después de ese primer momentode decisión entre salvar sus vidas y las de sus niños, o salvar las pocas cosas mate-riales que les ha costado tanto conseguir. Desalojados de sus hogares por un tiempo,cada día se presenta como un desafío para enfrentar, como la búsqueda constante desoluciones a múltiples problemas, sin poder pensar en el futuro.

Los adultos se sienten perdidos y desorganizados frente a la irrupción de lo ines-perado, atontados por la magnitud de las pérdidas. Se agravan así sus sentimientosde exclusión, de desamparo, de confusión, de miedo e incertidumbre. Preocupadospor sobrevivir, sienten que ya no son los que eran con sus rutinas cotidianas, suscasas y sus cosas, sus vecinos, su barrio. Todo se desarticula y la angustia manda.Junto al desborde de los ríos, las personas se sienten desbordadas por la situación.

Sin embargo, frente a la adversidad, no todos reaccionan de la misma manera. Deacuerdo con los recursos personales y la propia historia, hay quienes ponen en juegouna capacidad de respuesta inmediata: pueden ponerse a hacer cosas por sí mismosy por los demás, organizan o colaboran en la organización del caos, reparten espe-ranza y humor. Otras personas se paralizan, se deprimen o se desconectan de su alre-dedor y necesitan que otros hagan todo por ellos.

¿ Qué les pasa a los chico s ?

El efecto emocional en los niños es muy grande, especialmente cuando sus padres nohan tenido tiempo para reponerse de sus propias emociones y no pueden hacersecargo del impacto que el desastre ha producido en sus hijos.

15En emergenciaL i b ros y juegos de acá para allá, en emergencias natura l e s14

En forma inmediata, miles y mi-les de personas reaccionan antela desgracia ajena, como una olas o l i d a r i a . Aparecen los volunta-rios –entre ellos muchos jóvenes–que se acercan brindando su co-razón, su tiempo, sus ideas y susbrazos. En esos momentos, las re-des de sostén e intercambio sonfundamentales en la construc-ción de estrategias colectivas pa-ra hacerle frente a la tormenta.

“La casita” es un dibujo que hacen todos los niños, pobres o ricos, representandosu lugar en el mundo, junto a su familia. Y los niños evacuados la recuerdan, laextrañan. Su vida cotidiana se interrumpe sin aviso y esto les produce miedo, penay desconcierto. Si estas sensaciones abrumadoras no tienen oportunidad de expre-sarse, los niños pueden presentar síntomas muy variados:

falta de apetito;

miedo a la oscuridad;

i n s o m n i o ;

pesadillas;

ira, expresada a travésde “pataletas” o caprichos;

pérdida de estabilidad;

pérdida de confianza en sí mismos;

excitación;

orinarse en la cama;

chuparse el dedo;

apego excesivo a los padres;

los niños normalmente comunicativospueden volverse callados.

Las reacciones emocionales varían en intensidad de un niño a otro, según las expe-riencias previas, el temperamento, la personalidad y también según la medida en queel suceso los haya afectado. En todos los casos, es importante saber que estas reaccio-nes pueden darse y los adultos de la familia deben estar informados para que los chi-cos encuentren comprensión de parte de todos y no se agreguen retos innecesarios.

¿ Qué podemos hace r ?

En las situaciones de emergencia lo primero es atender a los niños para que no sufranpeligros físicos. Por eso, la evacuación de las familias en riesgo permite que esténa resguardo del avance de las aguas. Enseguida, se trata de darles abrigo y alimentoporque con el apuro todos salen con lo puesto. Una vez organizados en los lugaresdispuestos para la evacuación, es importante ocuparse de la salud de los niños,incluida la vacunación.

Es importante que los mochileros de L i b ros y juegos de acá para allá estén atentosa estas cuestiones y vinculados con otros voluntarios que colaboren especialmentepara que estos derechos de seguridad, nutrición, salud y vacunación se cumplan.

Mientras todo esto ocurre y durante los momentos de juego y lectura, hay que tenerpresente otros derechos que también tienen los niños en estas situaciones, comoel derecho a recibir contención emocional, palabras y actitudes de los adultos queles transmitan tranquilidad y seguridad.

Por eso, para los niños resulta de gran ayuda:

Hablar de lo que pasó y de lo que pasa en el presente,confirmándoles que eso no va a ser siempre así yayudándolos a imaginar un futuro posible.

Identificar los sentimientos que dan lugar a sus reaccionesy ponerles palabras, como por ejemplo “sé que estás tristepor lo que pasa” o “estás enojado por lo que te pasa”.

Transmitirles contención, aunque no siempre es fácil saberqué decir en momentos difíciles. También el acerc a m i e n t oy la contención pueden darse con un abrazo o un mimo.

Respetar su manera de manifestar el dolor y protegerlos. No hay quenegar la gravedad de la situación y es muy importante permitirles e x p r e s a rlo que sienten como puedan –llorar o enojarse quizás– pero lo fundamentales ayudar a los niños a que el enojo no los lastime más ni lastime a otros.

Brindar espacios de conversación para que los niños puedan hacersus preguntas y construir un relato de lo sucedido.

Compartir estas ideas con los padres u otras personas de la familia,en toda ocasión en que sea posible.

¿ Pa ra qué L i b ros y juegos de acá para allá?

Para construir un espacio de vitalidad y no quedar capturados por el sufrimiento.

Para aliviar tensiones, favorecer el humor, la expresión de sentimientosy la salud psíquica.

Para facilitar la integración de los niños y sus familias dentro de una situaciónde convivencia obligada con otros.

Para que los chicos con menos posibilidades puedan accedera libros y juegos de calidad.

El centro de evacuados o los lugares que cumplen esa función son espacios descono-cidos, no habituales ni elegidos, donde reina un clima de dolor y preocupación. Loschicos, arrancados de su ambiente familiar y de sus actividades cotidianas, sus juegos,sus amigos y su escuela, no entienden qué es lo que pasa.


¿Cómo aportar al bienestar dentro de esta situación? ¿Cómo ocupar su tiempo? Setrata de “humanizar” el ambiente a través de la atención, la palabra, el juego, los li-b r o s . Para los niños, poder jugar y hablar acerca de historias, escucharlas o leerlas,identificarse con personajes, reírse o emocionarse con los relatos y las imágenes queles proponen los libros es defender o inaugurar un espacio imaginario donde puedepasar de todo, aunque no se muevan del lugar.

L i b ros y juegos de acá para allá se propone habilitar espacios para compartir juegosy libros. Aunque permite muchos aprendizajes, no está pensado como un espacioescolar para enseñar a leer. Se trata de animar a las familias a compartir con los chi-cos un momento de tranquilidad, conversación y disfrute que beneficie a todos y quesea un recreo en medio de las preocupaciones.

Si bien el juego y la lectura son terapéuticos en sí mismos, esta actividad tampocopretende ocupar el lugar de atención psicológica que quizás algunos niños y familiasnecesiten. Si los síntomas mencionados anteriormente no son pasajeros o encon-tramos niños muy aislados que no logran interesarse en los juegos o los libros, seránecesario comunicarlo a los profesionales que atiendan puntualmente estas cues-tiones dentro de la red de contención.

L e e r, contar historias y jugar amplía el mundo de los niños siempre, pero especial-mente en una situación de emergencia. Amplía sus recursos, su universo intelectualy sensible y su formación como lectores. Permite que la alegría ingrese y que en unasituación tan despersonalizada se resguarde el mundo interno, personal, el espaciode los sueños y la fantasía. Permite que el niño siga siendo él mismo, ya que el “mo-chilero” le presenta opciones para que pueda elegir. Así se despierta su interés, sefavorece el acompañamiento y también la concentración frente a tanta dispersión.En síntesis, se trata de dar espacio a las emociones, el juego y las palabras para pasarmomentos placenteros.

El humor es una buena herramienta que sirve para transformar el sufrimiento, pararecuperar la sonrisa y pasar un momento agradable. Sirve para descubrir o adquirirrecursos propios que permitan enfrentar las agresiones de la vida y poder superarmomentos difíciles.

Trabajar en la reconstrucción y en proyectos de vida centrados enlos vínculos es fundamental y necesario, especialmente para losniños, ya que ellos son los que menos entienden qué está pasando,qué va a pasar y si podrán volver a sus casas.

Brindar experiencias con continuidad, confianza y acompañamiento es nuestroobjetivo. Las vivencias y emociones de los niños necesitan un espacio para expre-sarse y personas que las contengan. L i b ros y juegos de acá para allá permite jugary leer con los niños para poder habitar de otra manera el espacio desconocido yamenazante, tanto en la realidad como en la fantasía.

F r e n t e . . .al desborde, ofrecer c o n t e n c i ó n,

al descuido, oponer c u i d a d o,al desorden, buscar un o r d e n,

al susto, la angustia, el miedo, ofrecer acompañamiento,frente al desequilibrio encontrar nuevas formas de equilibrio.

Transformar el desamparo en a m p a r o, apostar a la e s p e r a n z a,

proponer la r e c o n s t r u c c i ó n.

J u g a r, leer y conversar ayuda a los niños a manejar sus emociones. Incluir a losjóvenes y adultos de sus familias en estos espacios lúdicos puede ayudarlos a estable-cer mejores vínculos entre ellos y a recobrar el dominio de sus propias vidas paraencontrar un nuevo equilibrio, dentro de espacios de confianza y contención. En estesentido, la organización de rutinas diarias contribuye a restablecer el sentido deseguridad y bienestar.

El tejido social, constituido en este caso por los voluntarios y los jóvenes y adultosevacuados que puedan sumarse “dando a jugar y leer” a los niños, puede ofrecer unasalida aun para los niños cuyos padres no puedan acompañarlos. Así podrán sentirque siempre hay alguien que cuida, canta, protege, habla… alguien a quien recurrir.

Aun en las situaciones más difíciles hay una oportunidad para hacer que la realidadsea otra. Mediante la imaginación y la fantasía se puede llegar hasta otra realidad.El poder de la palabra y el juego es muy grande para abrir los espacios imaginarios,para poder pensar en otra cosa, para tener la libertad de expresar, preguntar,e s c u c h a r, contar, compartir.


Un mundo para ex p l o rar y descubrir

Los libros y juegos de acá para allá son viajeros que van en busca de encuentros, aven-turas y descubrimientos que siempre ocurren cuando se juega y se lee, se lee y se juega.Por eso viajan en mochilas. Los mochileros son exploradores de la naturaleza, des-cubridores de nuevos paisajes y caminos, sensaciones y vivencias. Llevan en pocoespacio y cómodamente, cargado en la espalda como un caracol, todo lo necesariopara su vida en situaciones inesperadas y alejadas de su casa.

Esta propuesta está dirigida a lograr la ampliación del mundode los niños y las niñas, a colaborar en el desarrollo de suimaginación y de su capacidad de intercambio con los otrosmediante la circulación de libros y juegos. Se trata de ofrecerun espacio de recreación e intercambio, no de enseñanza.

La propuesta está pensada para que cada pareja de voluntarios o voluntarias –acom-pañados por los adultos disponibles (de la familia o vecinos)– cuente con un equipopersonal para ofrecer un espacio de juego y lectura para niños pequeños, para tenercon qué “dar a leer y jugar”. Es conveniente que cada mochila esté a cargo de dosvoluntarios porque eso les permite interc a m b i a r, complementarse, sostener la acti-vidad y los vínculos, pensando juntos las dificultades y compartiendo los descubri-mientos. También es conveniente que los voluntarios se capaciten para conocery ampliar los recursos propios y brindarlos de la mejor manera posible a los niños.

Cu at ro mochilas, cuat ro co l o res

Cada mochila original contiene 25 libros y 8 juegos. Los cuatro coloresde mochilas nos permiten contar con 88 libros y 20 juegos diferentes.Todas contienen varios libros de una misma colección y juegos delmismo tipo, seleccionados con los mismos criterios pero con títulos,formatos y estéticas diferentes. Ocho voluntarios conforman unequipo de “mochileros”: una pareja por cada color de mochila.

Las mochilas, los libros y los juegos 21

Las mochilas,los libros y los juegos

Los juegos y los libros ofrecen la oportunidad de encontrar sentidos diferentes ys i m b o l i z a r, es decir representar una cosa con otra, que es el mejor camino para ela-borar las situaciones más difíciles que nos toca vivir. Les permiten a los niños expe-rimentar situaciones nuevas de acuerdo con los deseos de cada uno o repetir, todolo que sea necesario, aquellas escenas que los inquietan y que no pueden “digerir”.

La posibilidad de expresarse, crear e inventar con otros permite descubrir novedosasformas de ser y hacer, aun en las circunstancias más difíciles. Se trata de aliviar ten-siones, proponer la ternura frente a la agresividad y el desconcierto, transformar loextraño en maravilloso: se trata de sentirse incluidos en medio de la exclusión yacompañados en el sufrimiento. La literatura y el juego nos dicen que se puede viajarcon el pensamiento y la imaginación, que pueden ponerse en juego las emocionessin ningún riesgo, que otros mundos posibles se pueden descubrir y conquistar.


Ocho juegos diferentes seleccionados de acuerdo con los siguientes criterios:

variedad de tipos de juegos que incluyan a los niños y niñas más pequeños(con imágenes para “leer”, antes de leer convencionalmente, antes de leercomo leen los grandes);

juegos seleccionados por su calidad plástica (diseño e ilustración);

juegos abiertos que propongan distintas maneras de jugarlos, aprenderde otros, colaborar, esperar su turno;

juegos que pongan en juego la observación, la memoria, la asociaciónde ideas, el descubrimiento de distintas maneras de jugar, como el dominó,la lotería, los juegos de memoria y asociación;

juegos de construcción, de dramatización y juegos reglados pero no cerrados,es decir que ofrezcan distintas posibilidades;

diversidad de envases: lata, caja, bolsa;

diversidad de materiales y texturas: tela, cartón, metal, imán, plástico;

juegos con imágenes de animales, personas y cosas.

Tres libros, tres juegos y varias colecciones de libros se repiten en todas las mochilas.Esto contribuye a la identificación colectiva y a un mayor sentimiento de seguridadde todos los que participen de la propuesta. Además, facilita el reconocimiento de laigualdad y la diversidad, presentes en todo momento en el mundo que nos rodea,como pasa con las personas, los paisajes, los haceres: nos reconocemos en lo que tene-mos de iguales y de diferentes, donde se mezcla lo familiar y lo extraño, donde hayidentificación y diferenciación.

¿Para qué y por qué libros diferentes?

Para que cada uno encuentre algún libro que responda a susintereses personales de ese momento, al mundo de sus emocionesy a su sed de descubrimientos.

Para poder leer entre todos, en pequeños grupos, en parejas o solos.

Para ampliar el universo de lo conocido y acceder, así, a diversidadde puntos de vista y maneras de ver el mundo.

Porque la diversidad permite desarrollar la capacidadde elegir por uno mismo.

Las mochilas, los libros y los juegos 23

¿Por qué cuatro mochilas de cuatro colores?

Porque si los voluntarios o las mochilas rotan, los mismos chicos y adultosse encuentran con algo conocido y con algo nuevo.

Porque si en un centro se juntan mochilas de diferente color, los chicostienen acceso a variedad de libros y juegos y no sólo a cantidad. Por esoes importante no llevar mochilas del mismo color a un mismo centro.

Porque si las parejas de voluntarios tienen espaciosde intercambio, “hablan un mismo idioma”.Fácilmente podrán encontrar similitudes y dife-rencias en su tarea para compartir experiencias.

Porque las parejas pueden, al cabo de un tiempo,intercambiarse las mochilas de colores diferentes si esque lo desean, para explorar y conocer más libros y juegos.

¿ Qué hay en cada mochila?

Una alfombra para poder generar un espacio contenedor, cálido y confortable.

Veinticinco libros diferentes seleccionados de acuerdo con los siguientes criterios:

libros para niños y niñas que saben leer convencionalmente pero tambiénpara los que leen a su manera, antes de leer como los grandes;

libros seleccionados por su calidad literaria y plástica (diseño e ilustración);

libros que permitan el encuentro con las emociones, las ideas, el relato,donde las historias plantean conflictos y resoluciones, identificacionesy vínculos, juego y descubrimiento;

variedad de autores argentinos y extranjeros de literatura para niños;

variedad de estilos literarios y de ilustración;

variedad de materiales y texturas: libros de tela, plástico, cartón y papel;

variedad de géneros literarios: cuento, poesía, juego con las palabras,i n f o r m a c i ó n ;

cuentos clásicos conocidos por todos, que se transmiten oralmentede generación en generación;

libros de una misma colección;

libros con texto e ilustraciones;

libros sin texto escrito, con ilustraciones que cuentan una historia;

libros cuyos protagonistas pueden ser animales, personas o...


Para poder brindar un espacio de contención en una situación de emergencia, lavoluntad no alcanza. Por eso es necesario pensar qué características hay que poneren juego para llevar a cabo esta tarea.

La primera condición de un facilitador o animador es que tenga facilidad para re l a-cionarse con los niños, que pueda ponerse en el lugar del otro. También es necesarioque tenga paciencia y capacidad de escucha, que disfrute con ellos leyendo un libro,contándoles una historia o una anécdota, escuchando con seriedad sus preguntas ycomentarios.

Pueden ser personas de cualquier edad siempre que “sepan abrir la puerta para ira jugar”, como dice la canción del arroz con leche. O que se sientan atraídos, en suvida de todos los días, por los libros, las historias o el arte, para poder compartireste interés propio con los niños.

Es necesario que por lo menos la mitad de los voluntarios tenga experiencia de trabajocon grupos de niños, porque leer y jugar con chicos en situación de emergencia no eslo mismo que cuidar a uno solo o a un grupo en situaciones cotidianas. En ese sen-tido, hay que tener esto en cuenta a la hora de formar las parejas de trabajo para quesean complementarias: si uno no tiene experiencia de trabajo en grupos, la adquirirác e rca de otro que sí la tiene. De esta manera se protege a todos, pero fundamental-mente a los niños que necesitan especial atención en estas circunstancias.

Como cualquier actividad que se realiza con chicos, pero sobre todo por las caracte-rísticas de la situación de emergencia que se vive en un centro de evacuados, casasde familia que cumplan ese fin u otros espacios similares, es necesario q u e rer y sabercontener a los niños. Se necesitan actitudes y capacidades relacionadas con el sosténde los vínculos. Esta es una disposición que tienen muchas personas, pero no todas.El juego o la lectura compartidos son de por sí propuestas contenedoras para losniños, pero también lo son un mimo, un “upa”, una palabra justa en el momentoadecuado, una mirada, una caricia y, por sobre todo, saber escucharlos con atencióny estar alertas a otras señales que expresen sus necesidades.

¿Quién puede ser “mochilero”? 25

¿Para qué juegos diferentes?

Para ampliar el universo de lo conocido y acceder, así, a tipos de juegosque vienen de muy lejos y que responden a necesidades emocionales,de conocimiento y aprendizaje comunes a todos los seres humanos.

Para que cada niño y niña encuentre algún juego que responda a losintereses personales del momento, al mundo de sus emociones y a sused de descubrimientos.

Para poder jugar entre todos, en pequeños grupos, en parejas o solos,como un pequeño universo de posibilidades y formas de hacer y de estar,aprendizajes necesarios para la vida.

Los libros y juegos de acá para allá no tienen edad. Son para que los disfruten tantolos chicos como los jóvenes y los adultos (voluntarios, madres, padres, tíos, abuelos,hermanos mayores, vecinos...), incluso los bebés que están en la panza de sus mamás.Porque si una mamá juega y lee cuando está embarazada, tendrá una experiencia dejuego y lectura para el hijo o hija que espera, desde el inicio de la vida.


¿Quién puede ser “m o c h i l e ro” ?

En síntesis, un facilitador o animadorde L i b ros y juegos de acá para allá. . .

Tiene que tener:

facilidad para establecer un buen vínculo con los chicos;

facilidad para establecer vínculos con jóvenes y adultos;

capacidad de escucha;

capacidad de juego;

deseo de jugar y leer con niños;

conocimiento de la propuesta y los materiales;

interés y disposición para capacitarse.

Tiene que saber:

leer y escribir.

Tiene que poder:

c o n t e n e r ;

identificar no sólo necesidades sino también posibilidades;

“leer” situaciones grupales;

tener flexibilidad ante la falta de condiciones óptimas;

trabajar con chicos en grupo.

Como decíamos antes, dado que es muy difícil que todas las características necesariasse encuentren en una sola persona, es importante conformar parejas de trabajoque se potencien y se complementen.

Al mismo tiempo, la diversidad entre las cuatro parejas de un equipo permite quecada una se complete con las otras tres. Por eso sería interesante plantear espaciosde encuentro e intercambio formal o informal entre los ocho voluntarios que con-forman un equipo de “mochileros”, mientras dura la emergencia. Así, al interc a m-biarse anécdotas, actividades realizadas, palabras y sentimientos de los chicos y losadultos, se compartirá la experiencia de cada pareja. A su vez, estos espacios serviránde contención al propio grupo, que podrá de este modo contener mejor a los chicosy sus familias.

Es necesario que quien coordine el equipo de mochileros genere el tiempo y el espa-cio para estos encuentros. Puede ser que en el centro de evacuados, al terminar lajornada, entre mate y mate se realice este intercambio o se establezcan momentosde encuentro fuera de ese lugar.

¿Quién puede ser “mochilero”?

Además, es importante que el facilitador o animador pueda comprender la situaciónque están atravesando los chicos y los adultos del centro de evacuados e i d e n t i f i c a rno sólo las necesidades sino también las posibilidades de los otro s .

Es necesario que el voluntario observe y escuche a las personas con las quese relaciona para poder generar propuestas que las incluyan como sujetosplenos de derecho y no como objetos de compasión.

Plantear situaciones de juego y lectura con niños requiere del voluntario una p o s i-bilidad de flexibilidad y adaptación, ya que se sabe de antemano que las condicionesde trabajo no serán las óptimas sino las posibles. Es necesario conocer la propuestay los materiales, así como poner en juego la creatividad para enriquecer la activi-dad con los elementos y los espacios de los que se disponga en cada momento. Porejemplo, puede suceder que en una jornada se trabaje en un espacio, pero al regre-sar al otro día ya no esté disponible, por lo que será necesario encontrar un nuevolugar y adaptar lo que se tenía pensado hacer ese día en función de ese nuevo espa-cio. También puede ocurrir que se llegue al centro con una actividad planeada yque al escuchar a los chicos, al “leer” su estado de ánimo y sus deseos, sea nece-sario cambiarla.

Por otro lado, un voluntario que realice estas tareas tiene que saber leer y escribir con-v e n c i o n a l m e n t e. Pero también tiene que tener el deseo de poner en juego ese saber p a r apoder leerles a los demás y jugar con ellos, en un clima de seguridad y confianza.

Para que esta propuesta se enriquezca, es necesario que los voluntarios tengan interésy disposición para capacitarse en libros y juegos para niños.

L i b ros y juegos de acá para allá, en emergencias natura l e s26 27

L i b ros y juegos de acá para allá es una oportunidad para descubrir cosas nuevas,encontrarse con algo positivo, sumar gente. Se trata de recuperar el habla y la posibi-lidad de imaginar, proteger un espacio íntimo, hacer un recreo en medio del drama.Se trata de convertir una situación de tránsito en un espacio habitable que potencieun hacer creativo y liberador.

En este sentido, los voluntarios tienen la tarea de sostener encuentros con una fre-cuencia establecida –la mayor posible– de juego, lectura y contención para los chicosy sus familias. Al mismo tiempo, se trata de descubrir a aquellas personas del centrode evacuados que puedan integrarse a ese espacio cotidiano para hacerse cargo dela mochila para el resto del día. Es decir que, si es posible, es importante que losjuegos y los libros queden a disposición de los niños la mayor parte del tiempo,con adultos o jóvenes que se hagan responsables de distribuir, cuidar y guardar elmaterial cuando los voluntarios no están.

Lo ideal es que los libros y los juegos lleguen para quedarse. Si no es posible encon-trar referentes que puedan hacerse cargo de las mochilas, los voluntarios deberánofrecer continuidad y la mayor frecuencia posible de encuentros, porque eso permiteestablecer vínculos de confianza y contención en una relación de cuidado.

E s p a c i o, clima y normas

Para el momento del encuentro grupal es necesario ubicar un espacio por donde nopase todo el mundo: puede ser adentro o afuera, de acuerdo con las posibilidades decada lugar. Habrá que elegir el lugar más seguro y limpio. Es importante garantizarun espacio en el que se pueda respetar a los demás, cuidar los materiales y atender alo que cada uno está haciendo con ellos. Un espacio donde cada uno se sienta cui-dado y respetado en sus sentimientos, sus necesidades y su forma de ser.

Es necesario tener paciencia, plantear normas claras para que la confusión no impidadisfrutar, y crear un clima de contención, seguridad y confianza.

¿Qué hacer con los libros y los juegos? 29L i b ros y juegos de acá para allá, en emergencias natura l e s28

¿Qué hacer con los libro sy los juegos?

¿Qué ayuda a crear un buen clima?

Escuchar: es importante desarrollar una “buena oreja”.

Informar con claridad y en pocas palabras de qué se trata la actividad.

No pretender decir todo al principio; a medida que se presenten situaciones concretas, es conveniente aclarar, ampliar, señalar posibilidades.

Acompañar sin dirigir.

Facilitar la exploración.

Dar espacio para que los demás elijan, opinen, propongan.

P r e g u n t a r.

Ofrecer información nueva sobre lo que se está proponiendo.

Alentar a los que prueban, subrayando los aportes de cada uno.

Dar lugar a los demás para que prueben, se equivoquen, aporten ideas,sin ocupar el lugar central del que hace todo, piensa todo, resuelve todo.

Dar respuestas que abran nuevas preguntas.

Dar ideas sin h a c e r en lugar del otro o por el otro.

Empezar algo y dejar que los demás lo sigan.

Tener apertura para que no haya una sola manera de hacer algo.

Establecer claras rutinas o rituales de encuentro.

Rutinas

Las rutinas o rituales crean un clima de confianza y seguridad.Permiten anticipar lo que va a ocurrir. Por eso, todo encuentrodebe tener tres momentos claros:

1) Para empezar2) Momento de juego o lectura3) Para terminar


Hay mil y tantas formas de p resentar la alfombra mágica:

Presentarla enrollada e ir desenrollándola entre todos, hasta que esté totalmentedesplegada, abierta, lista para sentarnos en ella. Esto permite un primercontacto, una tarea en común, un pequeño proyecto: desenrollar la alfombra.

Presentarla doblada en cuatro, y mientras se cuenta entre todos “1... 2...3... 4...”, ir desdoblando cada parte hasta que quede toda extendida.

Acordar entre todos que para “entrar” a este espacio, chicos y grandesdeben sacarse los zapatos. Si esto es posible, es un buen recurso, ya quepredispone a todos a este espacio, permite mayor libertad con el cuerpo,protege la alfombra de las suelas sucias.

Una vez que la alfombra está extendida y disponible se pueden proponerdistintos juegos de reconocimiento para apropiarse del espacio:

Se puede recorrer la alfombra por el borde, para un lado y para el otro,y al cambio de señal variar el modo de recorrerla (por ejemplo: al aplaudirdos veces todos se dan vuelta y cambian la dirección; si se aplaude unasola vez, se para la ronda y cada uno queda quieto en su lugar). Los chicostambién pueden dirigir el juego, turnándose para aplaudir una vez queconocen las reglas propuestas, o pueden proponer otras reglas.

También se puede, una vez extendida la alfombra, levantarla entre todosy colocarla en el espacio elegido. Se puede dramatizar que “entre todos lapegamos al piso, cada uno con su ‘plasticola’ imaginaria”, o que “la clavamoscon martillos y clavitos imaginarios...”

Se la puede tomar por el borde (todos parados alrededor de la alfombrapero fuera de ella) y jugar a levantarla alto bien despacito y bajarlarápidamente. La segunda vuelta puede ser al revés.

Se puede “entrar” a la alfombra descalzos, inventando una puerta imaginaria:uno de los animadores se para con las piernas abiertas y todos deben pasarpor esa “puerta”. La puerta también se puede dibujar en el aire, el animadorla abre e invita a pasar por turno a cada uno de los chicos. O puede seruna ventana imaginaria: un adulto se coloca en cuatro patas en uno de losbordes y los chicos deben “abrir la ventana” y pasar por arriba de la espaldadel adulto.

Y se pueden proponer distintos modos de sentarse:

con las piernas c r u z a d a s ;

haciéndonos un bollito;

arrodillándonos primero para sentarnos

luego sobre nuestros propios pies;

como le resulte más cómodo a cada uno.

Para empezar 33

Es muy importante que los niños conozcan y reconozcan el espacio donde se va arealizar la actividad, para poder apropiarse de él. Para esto es conveniente empezarcon juegos que creen un buen clima. Esta actividad inicial les permitirá, por unlado, identificar el lugar y el momento como un espacio para ellos, aunque en otrosmomentos pueda dársele a ese espacio físico un uso diferente. Por otro lado, ayudaráa que los niños sientan seguridad y contención. Es importante lograr la atención delos chicos a través de la actividad y no sólo de las palabras.

Dentro de este primer momento “para comenzar”, se presenta la alfombra que con-tiene cada mochila.

La alfo m b ra mági c a

La alfombra anuncia un espacio mágico de juego o de lectura. Allí sucederán tantascosas como nuestra imaginación lo permita. Por otro lado, la alfombra es en sí unespacio de contención, con límites bien claros. En la alfombra pueden estar todos,si el tamaño del grupo lo permite, o se pondrán sobre ella los juegos o los librospara poder explorar, elegir, hacer: jugar y leer, leer y jugar.

La alfombra es como el telón de un teatro. Cuando se despliega indica que empieza lafunción. Por eso es la primera actividad que los coordinadores del encuentro dejuego o lectura realizan, junto con los chicos.

En la alfombra se puede viajar...de una esquina a otra,

de sector en sector...porque tal vez no siempre se pueda

desenrollarla en el mismo lugar.

El espacio podrá recrearse donde sea para iniciar otros viajes por nuevas historias,fantasías, sensaciones, juegos... un buen rato compartido.


PA RA EMPEZA R

(Si ese día se va a jugar, se puede ir contando los juegosque se ponen imaginariamente en la mochila: el dominó,la lotería, el memotest, los bloques, los animalitos...).

“Así, la mochila quedó gordita, gordita, y me la cargué ala espalda (hace que coloca la mochila sobre su espalda).¡Cómo pesa! –me dije. Y casi decidí dejar la sorpresa encasa para que no pesara tanto pero… al final no saquénada. Guardé el mate, la yerba (abre y cierra puertitasde un armario imaginario, acomodando cada cosa) y mevine caminando despacito. Pensé que iba a llegar cansado(o cansada) pero… ¡no saben lo que pasó! Cuandoempecé a caminar, la mochila era cada vez más liviana,no pesaba nada. Parecía llena de plumas. No sé cómofue, ni qué pasó pero caminé tranquilo y no me cansé niun poquito. Y bueno, acá estamos, la mochila y yo, paradisfrutar de este momento con ustedes.”

Se puede realizar “El juego de acá para allá” (se trata de una variante de“El juego del hospital”), así: se hace una ronda donde queda claramente unlugar vacío. El coordinador inventa una historia de la que participan todoslos chicos, llamados por sus nombres. Cada vez que se nombra a alguno, éstecambia de lugar y se traslada al lugar vacío. Se pueden repetir nombres, perohay que atender a nombrarlos a todos por lo menos una vez, para que nadiequede fuera del juego.

Consignas del juego: “Todos se sientan en ronda dejando un lugar vacío. Lesvoy a contar una historia y cada vez que nombro a alguien, tiene que cambiarde lugar e ir a sentarse al lugar que está vacío en la ronda. Cada vez que digo‘Lucía’, por ejemplo, Lucía tiene que levantarse y sentarse donde no hay nadie.Cuando digo ‘de acá para allá’, todos se cambian de lugar.”

EJEMPLO DE UN RELATO (aunque se pueden inventarotros con el mismo mecanismo de juego)

“Estamos todos en una plaza. Cada vez que un chicosube a la trepadora de la plaza, las hamacas comienzana moverse de acá para allá.

Al principio, sólo Martina se da cuenta porque ellamira toda la plaza desde la sombra de un árbolmientras piensa ‘me subo o no me subo...’.

Para empezar 35

Conocernos: la importancia del nombre

Ser nombrado y reconocido por el nombre propio favorece el establecimiento delvínculo afectivo del niño con el adulto y de los niños entre sí. El nombre es algopersonal, que nos identifica y que no se pierde, aun en las situaciones más difíciles.Ayuda a conocerse y reconocerse, a conocer y reconocer a los otros. El nombre con-firma que cada uno es una persona única, a diferencia de “nene”, “nena” o “vos”,ya que todos son nenes, nenas o “vos”. Aprender el nombre de los demás es unamanera de reconocer a los otros para poder establecer vínculos. Una actividad parainiciar es comenzar diciendo: “Yo soy...” e ir recorriendo la ronda para que cada unodiga su nombre, así nos presentamos y nos reconocemos.

Al principio, recordar quién es quién puede ser difícil, por eso se puede escribir uncartelito con el nombre de cada chico y de cada adulto y pegarlo con cinta sobre laropa. Además de útil puede ser una actividad divertida.

Otras formas de comenzar

El mochilero puede narrar un breve relato contando lo que hizo antes dellegar al lugar de encuentro con los chicos, describiendo acciones sencillasy cotidianas.

EJEMPLO DE UN RELATO “Hoy temprano me desperté (se despereza sentado enuna cama imaginaria y se levanta) pensando en quevenía para acá a encontrarme con ustedes. Me vestírapidísimo (hace que se pone la ropa). Me lavé la caracon agua helada (hace gesto de tirarse agua con lasmanos y pone cara de frío), me cepillé los dientes (tomaun cepillo imaginario y hace el movimiento de cepillarse) ytraté de peinarme (toma un peine y se pelea con su pelo).Como mis pelos no me hacían caso, los dejé así comome ven y me preparé unos mates. Entre mate y mate(hace que está tomando mate), fui preparando lamochila: cargué la alfombra, cinco libros que a míme encantan, dos libros de ... para los que quieran leersobre ..., dos libros de ... para los que prefieran ...(si es que ese día se va a leer). O esto para jugar yesto también y... ¡ah! esto tan especial que va a serla sorpresa de hoy, pensé, y también lo puse en lamochila (toma una mochila imaginaria y, a medida queva nombrando cada cosa, hace que la coloca adentro).”


Las hamacas se mueven de acá para allá más quenunca. Hacía rato que nadie jugaba con ellas porqueRoberto estaba ya en la punta de la trepadora y todoslos chicos hacían fila para seguirlo.

Lucía fue a convencer a Martina para que subieraa las hamacas y allí se enteró de su descubrimiento.

Enseguida lo supo Juan y le contó a Martín quele contó a Ramiro que le contó a Julieta.

De acá para allá iban las hamacas...

A Pablo no le gustó nada eso de que las hamacasse hamacaran solas y le propuso a María esperar elturno para la trepadora hamacándose, porque ¡quées eso de una trepadora que a-ca-pa-ra (esta palabrase puede decir lentamente para amagar que se va adecir “acá para allá”) a todos los chicos!

Todos estaban aca...lorados entre hamacas y subidas.Bueno, basta y pará acá, dijo Laura moviendo la cabezade acá para allá.”


Un libro nos llama la atención porque nos recuerda algo muy conocido o, al con-trario, porque nos despierta la curiosidad de lo nuevo. Lo mejor es que el libro tengauna buena mezcla de ambas cosas. En este sentido, es importante trabajar la aper-tura hacia lo nuevo, hacia lo desconocido: se trata de poder ver cosas que antes noveíamos, ya sea porque las descubrimos solos o ayudados por la mirada de los demás.El intercambio ayuda a mirar y a leer.

En los libros hay muchas cosas para mirar, descubrir, disfrutar. Nuestro contactocon ellos se parece al que tenemos con las personas a quienes vamos conociendo dea poco. Primero alguien nos cae bien, nos gusta lo que dice o cómo es, nos atrae.Con el tiempo, con la charla, con el mate, uno va compartiendo la risa y los proble-mas. Con el tiempo uno se va haciendo amigo de los otros, cuando los conoce más.Con los libros pasa lo mismo. Pero primero hay que estar dispuesto a conocerlos paradescubrir y disfrutar el placer de leer.

Momento de presentación

Lo primero que hay que hacer con los libros es presentarlos, es decir poner todosellos a disposición de los chicos para que puedan conocerlos. Para este momentose puede elegir una de estas dos posibilidades:

Hacer una ronda de libros sobre la alfombra, disponiendo sobre ella todoslos libros de la mochila de manera que se vean sus tapas y que los librosmiren a los cuatro puntos cardinales (no ponerlos todos para un mismolado). De esta manera se podrá recorrer la alfombra para mirar, tocar y leertodo lo que hay.

Ir sacando los libros de la mochila, uno por uno, mientras se los presenta.Así se irá mostrando la tapa de cada uno, dando pistas claras pero con unadosis de misterio sobre lo que puede encontrarse en él. Por ejemplo:

contar cómo se llama el libro. Podríamos decir: “Este libro se llama¿Quién se sentó sobre mi dedo?” (así como cada uno de nosotros tieneun nombre, los libros también los tienen: son sus títulos);

hacer preguntas de anticipación, como: “¿De qué hablará este libro?”(no se trata de que los chicos adivinen sino de que vayan imaginandoa partir de la tapa –de su ilustración y título– distintas posibilidades queluego se confirmarán o no con la lectura);

dar algunas pistas de la historia, generar las ganas de ver como sigue...(nunca contar toda la historia ni adelantar el final, para sembrar lasganas de leerlo o de que se los lean);

Momento de lectura o de juego 39

¿ Qué hacer con los libros?

El placer de leer está en relación con algo previo: una actitud lectora de curiosidadante la vida que es independiente de saber leer y escribir, pero sin la cual no es posi-b l e acceder a los libros y a la lectura.

Todos los niños son curiosos y tienden a tocar, preguntar, probar... si se les permite,si se los alienta. Se trata de mirar un libro, pasar sus hojas, ir y volver. De acá para alláy de allá para acá se descubren personajes, situaciones, detalles, conflictos, historias.¡ Tantas formas de resolverlas, tantas interpretaciones como lectores haya!

Explorar un libro libremente permite desarrollar habilidades, destrezas y distintasformas de leer, pero por sobre todo permite amar los libros, encontrar el que nosinteresa, el que nos hace tanto bien porque nos sigue acompañando con sus imá-genes en el pensamiento, aun cuando ya no estamos con él.

Un libro permite conectarnos con el placer ancestral que produce quealguien nos cuente una historia o nos proponga un juego con las pala-bras. Un libro permite encontrar la palabra de los otros y la propia alconstruir el sentido junto con los demás, siempre y cuando ese librotenga una propuesta interesante, coherente y, en especial, abierta aencontrar múltiples sentidos. Es decir:

Un libro que pregunte o permita preguntarse.

Un libro que emocione o permita emocionarse.

Un libro que argumente, para que el lectorpueda estar de acuerdo o disentir.

Un libro que ayude a “ejercitar el músculode la imaginación, porque si no se usase atrofia”, como decía Graciela Montes.

Un libro que permita la construcciónde sentido que se da cuando uno puedeencontrarse con otros puntos de vistay ampliar así el universo conocido.


M O M E N TO DE LECT U RA O DE JUEGO

Durante este momento de exploración puede ocurrir que algunos miren varios librosa la vez, que algunos tomen un libro y lo exploren solos y muy concentrados, queotros vayan cambiando de libro rápidamente. Cada uno se encuentra con los libroscomo quiere y como puede.

Es importante estar atentos a aquellos chicos o adultos que son muy tímidos o máspasivos, ya sea porque no tuvieron experiencia con libros o porque temen a lo nuevoo a los libros. En estos casos, la actitud del mochilero puede cambiar las cosas si losayuda a mirar, a leer, si les lee una parte, si les cuenta algo sobre un libro, si los entu-siasma. Si el animador o facilitador ve que finalmente se enganchan o que algúnadulto u otro chico que está cerca imita la conducta de acompañarlos en la lectura,puede dejarles el libro para que lo sigan leyendo solos, avisándoles que volverá enun ratito. De este modo se genera autonomía y confianza lectora por un lado y, porotro, el animador se puede ocupar de otros chicos y adultos que estén en la mismasituación. Siempre hay quienes necesitan más acompañamiento, aunque hay quecuidar de no hacer todo por ellos sino de dar lugar a la actividad autónoma. Si unoconoce los libros porque los leyó, si conoce sus historias, sus diferencias, es fácilhacer este acompañamiento a través de preguntas, comentarios, mostrando algúndetalle curioso...

Momento de leer

Imaginemos varias escenas que pueden ocurrir simultáneamente o en distintosmomentos durante el encuentro con los libros: los chicos pueden leer solos, leer dea dos o con otros, y pueden leer a otros. Veamos una por una estas situaciones.

L E E R S O LO S

Es importante animar a los niños a que exploren los libros solos, diciéndoles: “Puedenelegir el libro que más les llame la atención y buscar un lugar donde estén cómodospara mirarlo, para leerlo. Quien quiera que se lo lea, me lo pide”.

Habrá chicos que elijan un libro que les llame la atención y se queden un rato –largoo corto, según las necesidades y posibilidades de cada uno– leyendo ese libro solos,muy concentrados, cualquiera sea su edad. Otros, en el mismo tiempo cambiaránlos libros una y otra vez. Habrá quienes pidan que se los lean.

En este sentido, hay que tener en cuenta que todos los chicos “leen” aunque no lohagan convencionalmente. Algunos lo hacen en silencio, otros cuentan la historiacomo si la leyesen aunque la están inventando a partir de las ilustraciones, mientraspasan las hojas. Pero lo cierto es que todos leen, incluso los que hacen como si l e y e r a n .


mostrar que no todos son cuentos: también hay libros de poesía, comoZoo loco, Versos del pozo re d o n d o, Coplas de la humedad... A los libros de poesíase los puede abrir al azar, en cualquier parte, y leer el poema que hay en esapágina. A la manera de un juego, también se le puede dar el libro cerrado auno de los chicos y pedirle que lo abra en cualquier parte: el mochilero omochilera lee para todos esa página, para hacerles conocer que no sólo hayhistorias en los libros, para jugar con las palabras, para escuchar y disfrutar;

contar que en los libros también hay adivinanzas y juegos de palabras,mostrando libros como Muchas patas o El que silba sin boca. Para presentarloslo mejor es jugar con ellos. Se puede decir que estos libros también, comolos libros de poemas, se pueden leer por cualquier parte, que son juegos paraentretenerse, para pensar, para imaginar, para encontrar pistas y resolver entretodos. Como son textos fáciles de recordar, los chicos los podrán llevar de acápara allá, proponiéndoselos a quien esté dispuesto a escucharlos y jugar un rato;

mostrar que hay libros que dan información sobre animales c o m o ,por ejemplo, D i n o s a u r i o s o P á j a ro s. No son cuentos sino que dicen cómo sonestos animales, qué comen, donde viven. Dan información sobre sus formasde vida, tal como ha sido estudiado por científicos.

A medida que se presenta cada libro, se lo coloca sobre la alfombra para que al finalqueden todos los libros a disposición de los chicos, de manera que miren a loscuatro puntos cardinales, como en la primera forma de presentación.

Momento de exploración de los libros

En este momento, es importante aclararles a los chicos y a los grandesque participen del encuentro todo lo que pueden hacer con los libros:

recorrer la alfombra para mirar todo lo que hay;

levantar el que más les llame la atención;

tocarlos, hojearlos, olerlos;

leerlos, cada uno a su manera: de atrás para adelante,de adelante para atrás –es decir de acá para allá y de allápara acá– o abrirlos por donde tengan ganas;

mirarlos y leerlos, solos o con quienes quieran;

comentarlos con las personas que tengan cerc a ;

p r e g u n t a r ;

descubrirlos para compartir después con los demás;

pedir a quien quieran que les lean, si tienen ganas…


después ganas de volver a ese libro para encontrarse con algo que les gustó, con algoque les llamó la atención, para recuperar un momento placentero.

Si observamos cuando los chicos leen solos, vamos a ver que muchas veces vuelvenpara atrás, para recordar algo, para pescar una información que necesitan para avan-z a r, para releer las partes que más les gustan, o también, cuando llegan al final,vuelven a empezar. Es el disfrute de volver sobre lo conocido para recuperar lasemociones que eso nos produjo y también para seguir descubriendo novedades yconstruir sentido.

Releer es una actividad muy importante para comprender lo que se lee y ampliarel sentido. Cada vez que regresamos a una parte ya leída, se descubren otras cosas,es un asunto de nunca acabar. Puede ocurrir que los chicos le pidan a quien estáleyendo que vuelva a leer porque les gusta el libro, porque les dio risa, porque quie-ren volver a disfrutarlo. Pero también hay que m o s t r a r el valor de releer. Ante unapregunta de alguno de los chicos o una discusión sobre si pasó esto o lo otro, volvera leer esa parte es muy esclarecedor.

Es importante propiciar en los espacios de juego y de lectura la participación de adul-tos o jóvenes con disposición para leer con los chicos, leerles a los chicos o leer solosmientras ellos hacen lo mismo. Es decir, se trata de que los chicos sepan que puedenpedirle a quien ellos quieran que les lea, o pueden preguntar lo que se les ocurra, demanera que disfruten juntos ese momento de descubrimiento y conversación.


Cada uno lee a su manera,aun antes de leer comolos grandes.

Los más chicos juegan a leer, imitan lo que ven o vieron hacer a quienes leen o a quie-nes les leyeron. Es muy importante que estemos convencidos de que se lee inclusoantes de leer convencionalmente y les confirmemos a los pequeños lectores que todolo que hacen con el libro es leer. Es decir, debemos reconocer que no hay una solamanera de leer.

Aun a los bebés les gusta “leer” y que les lean. Muestran mucha curiosidad y realizanactividades de exploración con los libros: pasan sus hojas como pueden, miran yescuchan atentamente cuando les leen y muestran un libro, los chupan, los muerden,como intentando devorarlos. Y esto es lo que se dice de alguien que lee mucho: “sedevora los libros...”. Así que un bebé que ya tiene un libro entre sus manos y a quiense le cuenta lo que el libro dice, podrá ser, cuando crezca, un lector. Es decir alguienque ama los libros, que no les tiene miedo y que puede ir a su encuentro.

Para los bebés, es bueno elegir los libros de tela, plástico o cartón duro que están enla mochila, ya que son los más adecuados para que ellos los exploren sin peligrode romperlos o dañarlos.

L E E R D E A D O S, L E E R CO N OT R O S

“¿Quién quiere leer un libro con otro?” Un adulto y un chico o dos chicos leyendojuntos se acompañan en la aventura de descubrir un libro. Miran juntos el libroelegido, comentan lo que van descubriendo, se detienen en una ilustración o en algu-n a página que los convoca. Charlan, leen, miran juntos.

También pueden organizarse pequeños grupos para leer entre varios. Esto puedeocurrir espontáneamente, porque el facilitador se lo proponga o porque alguno delos jóvenes o adultos –animadores o no– que participan en la actividad se acerquencon un libro a aquel que no se anima.

L E E R A OT R O S

Es muy importante que en cada encuentro haya un momento en que alguien quelo desee les lea a todos los chicos un libro elegido por él o uno que los chicos pidan.Escuchar diferentes maneras de leer les permitirá a los chicos, seguramente, tener


¿ Qué hacer con los juegos?

Es importante aclararles a los chicos y a los grandes que participende cada encuentro de juego qué es lo que se puede hacer en este momento:

I m i t a r, tomar sugerencias de otros o inventar distintas manerasde jugar con los mismos materiales.

Compartir el juego con otros, jugando juntos.

Compartir el juego con otros, turnándose.

Colaborar con otros.

Pedir ayuda a los adultos y/o a otros niños.

Divertirse juntos.

P r e g u n t a r.

Si estoy por enojarme, pedir ayuda.

Si no entiendo cómo se juega o cómo es la propuesta,pedir que vuelvan a explicarla.

Cuidar el material para que dure mucho tiempo, guardar los juegosen sus cajas, o en su lata, o en su bolsa al terminar de jugar.

En principio, es conveniente presentar y explorar los juegos de a uno. Una vez quelos chicos y algunos adultos los conozcan pueden organizarse dos o más espaciosde juego diferentes y simultáneos: memotest, lotería, dominó, bloques, animali-tos, títeres... Al rato, los grupos pueden cambiar los juegos. Esto tiene que surgircomo iniciativa de los chicos. El tiempo lo manejan ellos y no los adultos.

Hay que cuidar que la variedad no dé lugar a querer todo, a “picotear acá y allá”,sin jugar a nada, sin profundizar. La idea es más bien poner los materiales a dis-posición para que los chicos, por propia iniciativa, combinen, propongan, tomen,usen, transformen. Veamos ahora, en detalle, algunos juegos.

Juegos de dramatización

Poner el cuerpo,prestar la voz,

dar vida a distintos personajes.

Ponen en escenasituaciones cotidianas,

conflictos, emociones.


Momento para compartir vivencias

Después de un tiempo de leer como cada uno quiere, en un clima tranquilo y pla-centero, es conveniente volver a reunirse con el grupo grande para comentar lo quecada uno descubrió. Este espacio de intercambio y conversación después de un mo-mento de exploración y lectura solos o en pequeños grupos es muy importante. Enprincipio, lo que tienen que tener en cuenta los animadores es escuchar los comen-tarios espontáneos de los chicos para conversar entre todos sobre lo que cada unoaporta. Para alentar la conversación, se puede preguntar:

¿Quién quiere comentar algo sobre los libros que estuvieron leyendo?

Entre todos los libros, ¿hubo alguno que los llamó más que otros,que les guiñó un ojo...? ¿Cuál fue? ¿Por qué será?

¿Qué descubrieron en los libros que estuvieron mirando y leyendo?

¿Qué les llamó la atención?

¿Qué les gustó más de este rato compartido? ¿Por qué?

¿Hubo algo que no les gustó? ¿Por qué?

Este es un momento tanto para conversar sobre generalidades de los libros como paraadentrarse en alguna historia, situación o personaje que comenten los chicos. Setrata de intentar poner en palabras las emociones, así como de ampliar alguna infor-mación que aparezca.

Préstamo de libros

En la medida en que los chicos se familiarizan con los libros y de acuerdo a la fre-cuencia con que se instale el espacio de lectura (lo ideal es no menos de media horapor día), se puede ofrecer la posibilidad de elegir un libro para quedarse con él y com-partirlo con la familia, con el compromiso de devolverlo en el próximo encuentro.


En las distintas propuestas, se da tiempo para que los niños observen, hagan comen-tarios espontáneos, participen y se involucren en el juego. Es importante mostraralgunas posibilidades (cambios de voz y movimientos) del títere: habla, mira, ex-plora distintos movimientos y gestos posibles. El títere hace y habla, toma algo consu boca, dialoga, cuenta una historia a partir de las preguntas que invita a hacer alos chicos, hace un chiste o genera una situación divertida...

I n t e rvenciones de los animadores

Criterios y sugerencias

El títere juega con los chicos, les hace preguntas y los invita a preguntar.Promueve el diálogo acercando a los niños a la situación, los suma aljuego invitando y sugiriendo. Ayuda a crear un buen clima, a entraren el territorio de la imaginación.

Después de la presentación, los títeres quedan, como todos los juegos,a disposición de los chicos para que puedan explorarlos y jugar conellos como quieran.

¿Cómo abrir el juego? Después de jugar libremente con los títeres, sepuede organizar un teatro de títeres casero con dos sillas y una sábana ouna tela que cuelgue entre ambas. Detrás de éste escenario improvisado seubican quienes manejan los títeres, que se asoman por arriba de la tela.Se puede ensayar un poco antes de mostrarlo, mientras los demás juegancon otros juegos de la mochila.

Juegos de construcción

B LO Q U E S

El que juega con bloques.... ..construye, prueba,

saca o agrega,tira todo abajo para volver a empezar.

Cualquier cosa puede pasarporque es un juego,

un espacio seguro.


El juego simbólico es el juego de la imaginación, que surge espontáneamente apartir de cualquier objeto cotidiano que los chicos tengan a mano. Dos sillas se pue-den convertir en un colectivo, una casa o un río que hay que saltar. Ellos recrean ensus juegos todo lo que ven a su alrededor y les llama más la atención o les preocupa.

También “manejan” o animan elementos cotidianos (cucharas y cucharitas, unc o l a d o r, piedritas o fósforos usados) y juguetes, transformándolos en distintos per-sonajes y desarrollando escenas con ellos. Por eso se han incluido en las mochilasjuegos de construcción, animalitos de plástico y títeres.

Las construcciones y escenas que crean los niños con estos elementos les permitetanto comprender situaciones nuevas como aceptar aquellas que los inquietan. Laimportancia de estos juegos está en el hacer, en transformar, desarrollar diversosargumentos con otros. Empiezan y terminan y vuelven a empezar, sin otra finalidadque expresarse.

T Í T E R E S

Para presentar, crear un vínculo, sumar un amigo imaginario.Para poder jugar libremente, haya o no espectadores.

P r e s e n t a c i ó n

El adulto se calza uno de los títeres (uno es un guante, otro una manopla) y le dauna voz: saluda a cada uno de los nenes, tocándolo en la mano, la cara, el pelo...mientras le dice algo:


– ¡Hola! (El títere le da un beso y le hace mimitos enla cara.)

– Tengo muchas ganas de jugar con vos.

– A ver… (el títere mira a los niños) ¿Y quiénes son todos estos chicos?

– ¡Uy! Mirá, allá sentada con las piernas cruzadas está María; ese de pantalón verde es Robertito; la de colitases Susana… (A medida que nombra a los distintos niños,el títere los va mirando uno a uno. Puede darles un besoo hacerles una caricia.)

– ¡Hola! ¿Cómo te llamás?

– ¿A qué te gusta jugar. . . ?

¿Y qué se puede hacer entre todos? Se pueden colocar todos los bloquesjuntos en el centro nuevamente y sugerir a los niños que vayan tomandolos bloques que necesitan del montón para construir algo juntos.

Algunas formas de jugar:

armar algo entre todos;

jugar en grupos;

mirar lo que armó otro grupo y decir qué es;

agregar los animalitos (otro juego que estáen la mochila) a ese espacio de construcción.

Se puede proponer que los que quieranjueguen con los bloques y después agreguenlos animalitos, o al revés. También suelen“usar” los animalitos, jugar con ellos en elespacio donde construyeron, imaginando einventando distintas situaciones o historias,moviéndolos, haciéndolos hablar.



Mientras los niños juegan, es importante que los adultos estén cerc a ,animando a los que no se animan, a los más tímidos. Si los chicos seorganizan solos y disfrutan con su juego, no es conveniente interv e n i rsalvo que los chicos lo pidan.

Cuando los chicos o grupos son más pasivos –es decir, con más dificultadpara jugar libremente– o cuando hay conflictos entre ellos, convieneintervenir acercando una pieza, una pregunta, una idea para sumarla a laconstrucción que están realizando, sugiriendo agregar otra, construyendojunto a quienes no pueden hacerlo solos.

Al finalizar el juego se pueden compartir las distintas construccionesy charlar sobre ellas.

Los animadores pueden comentar algunas actitudes de los chicos duranteel juego, sin individualizarlas, para ayudar a pensar en las posibilidadesy dificultades de la construcción y la reconstrucción. Por ejemplo, “hubochicos que justito cuando estaban terminando de armar algo, se les cayótodo y volvieron a empezar. . . ” .


Con los bloques en el centro de la alfombra y en una rondaque facilite miradas, la exploración permitirá conocerlos.

Cualquier forma para explorarlos está permitida:con los ojos

con los piescon las manos

con un dedo...

Para averiguar qué olor tiene

qué ruido hacees como...

¿qué puedo hacer...?¿y qué?,

¿y qué?, ¿y qué más...?

Lo importante es brindar pistas, escuchar ideas, comentarlas en grupo para seguirpensando juntos, lo que amplía y valora la mirada de los chicos. Las posibilidadesde este juego son muchas, por eso es importante acompañar a los chicos en subúsqueda, escuchar sus propuestas, brindar un punto de partida, sumar ideas.


Uno de los adultos presenta los bloques y los coloca en el centro de modo que todospuedan verlos, y pregunta: “¿qué es esto?”. Dará a cada niño uno o dos bloques,de acuerdo a cuántos chicos sean (hay 56 bloques en total).

Para el momento de conocimiento del material, puede ser el animador quien guíeuna primera exploración: “lo pongo entre mis manos, lo acaricio con toda la mano,con un dedo, lo recorro, lo paso por mi cara, por mi mejilla... ¿cómo es?”. Si nadiedice nada, se puede preguntar: “¿es duro?”, “¿es blando?”, “choco dos bloques entresí, uno con el otro...”.

Luego, el animador propondrá cambiar el bloque que cada uno tiene con el de sucompañero de al lado para ver si es igual o distinto: “¿tienen el mismo color?, ¿tie-nen el mismo olor?, ¿es más blando o más duro?, ¿es más grande o más chico? Elmío es un... perrito que ladra... ¿y el tuyo...? ¿y el tuyo...? ¿y el tuyo...?”. De estaforma, el adulto acompaña al niño en su exploración, facilita, da pistas, amplía lamirada. Ayuda a mirar, a comparar, a imaginar.


A continuación, se pueden repartir las fichas entre los niños y proponerles quelas miren y las toquen para ver de qué están hechas: ¿papel, ¿cartón?, ¿plástico,¿imán?... El adulto puede acercar la tapa de la lata a la ficha de uno de los niñospara descubrir que se quedan pegadas. Puede proponerles que se fijen juntos si atodas las fichas les pasa lo mismo. Pueden ir pasando la tapa por un lado y la latapor otro para que cada niño explore con el imán. Luego el adulto sugiere que todoscuenten qué pasó con su ficha, para favorecer la conversación y acordar que en latapa todas se pegan, que no se pegan siempre, que se pegan de un lado sí y del otrono, que no se caen, que no se separan...

Si los chicos no lo dijeron antes, el coordinador puede explicar que de un ladotienen imán, que es un material que se pega al metal. Si el lugar lo permite, se lespuede proponer que prueben a qué otras cosas se pega una ficha: un marco, untacho metálico...

Explicación de las reglas del juego

Para una primera situación:

Con todos sentados en ronda, se colocan las fichasboca arriba, distribuidas en el centro de la alfombrasin que se encimen.

Por turnos, cada niño levanta una fichay el compañero siguiente debe buscar la ficha igual.

Al formar el par, se muestran las fichas iguales atodos los participantes y se comenta qué representan.

Se continúa de la misma forma hasta haber formadotodos los pares posibles, para asegurarse así deque todos los niños conozcan todas las imágenesy pares que pueden armarse.

A continuación, se puede comenzar otra ronda de juegoen grupo, complejizándolo:

Se colocan todas las fichas en el centro –esta vez boca abajo– bien mezcladas.

Por turnos, cada jugador da vuelta una ficha y luego intenta ubicar la que esigual. Todos colaboran aportando sugerencias. Es importante que las fichas queno hayan encontrado su par se vuelvan a poner boca abajo en el mismo lugar,para facilitar el ejercicio de la memoria.

A medida que avanza el juego y se van revelando algunas fichas, surgiráncomentarios y “pistas” más certeras que ayuden a ubicar los distintos pares.


Juegos de mesa, juegos reglados

Habrá que alcanzar un objetivo...... el que está escrito u otro.

Habrá que pensar estrategias...... las más conocidas u otras maneras de hacer.

Habrá que seguir las reglas... ... las que establece el juego o

las que se inventen de común acuerdo.

M E M OT E S T E N LATA

El juego de la memoria, con fichas imantadas.


Uno de los coordinadores presenta la lata al grupo de modo que todos puedan verla,y pregunta: “¿qué les parece que podemos guardar en una lata vacía?”, “¿qué cosasconocen que vienen en lata?”, “¿qué habrá en esta lata...?”.

Luego de este primer momento, cuando se da lugar a que los chicos imaginen y secrea expectativa y suspenso, se puede plantear un contacto sensorial con el mate-rial (sacudir la latita, escuchar el sonido, pasársela uno a otro sin abrirla). El adultopuede guiar la lectura de indicios presentes en el envase, antes de abrirlo y mostrar sucontenido: “¿qué dibujos tiene?”, “¿qué dirá aquí?”, “voy a leer esta partecita, escu-chen para ver qué dice...”, “esto con letras grandes es el nombre del juego, se llama...”.

Se abre la lata y se colocan las fichas boca arriba, en el centro. Se da tiempo parao b s e rvar y hacer comentarios espontáneos. Se puede interv e n i r, por ejemplo: “mirena quién encontré acá: ¡hola Caperucita!”, “encontré una Caperucita; me parece quehay otra... ¿quién se anima a encontrarla?”, “¿qué encontraste vos?, ¿alguien puedeencontrar una igual a la de … (nombrando a una nene o nena)?”. Así se van recono-ciendo las figuras de las distintas fichas: “me parece que esa que estás buscandoestá por aquel lado…”.

De esta forma, el adulto acompaña a los niños en su búsqueda y en el conocimientodel juego, facilitando y dando pistas a quienes precisen un marco de mayor seguri-dad y sostén, permitiéndoles en todos los casos una búsqueda con sentido. Al pre-sentar el juego, el adulto ayuda a mirar y a aprender cómo se juega.




Mientras se juega, los coordinadores deben ir estableciendo claramente ciertaspautas de juego para mantener un buen clima y ayudar así a aprender lasreglas propias del juego. Por ejemplo, indican que cada jugador debe tener untiempo para pensar y levantar sus fichas, de modo que nadie lo apure; comentancómo hicieron ellos u otros niños para encontrar dos fichas iguales; incentivanla colaboración de los niños para ayudarse entre sí, etc.

Se puede volver a jugar pero en forma individual, y mantener, o no, laposibilidad de contar con pistas o ayuda de los compañeros según cómose observe que se manejan los niños en torno al juego.

Si llega alguien nuevo, los chicos que ya saben jugar pueden explicarle entretodos cómo es el juego. Se puede comenzar nuevamente colocando las fichasboca arriba. Los niños pueden jugar solos o en parejas.

Se puede recordar al grupo que para este juego hay determinadas reglas queindican cómo se juega y qué se puede hacer. Se propone entonces volver a jugarpero preparando el material como indican las reglas y desarrollando el juegode manera convencional. Uno de los animadores puede leer las reglas deljuego, es decir las instrucciones que traen todos los juegos de mesa. A medidaque va leyendo las instrucciones, el otro facilitador va disponiendo el materialcomo se indica, es decir, mostrando lo que el otro lee, “lo que hay que hacer”.Así, se pueden ir ejemplificando los distintos pasos y reglas: mientras uno loslee, el otro los va mostrando.


Otras formas de jugar

Las reglas pueden variarse y pueden inventarse otras formas de jugar.Por ejemplo:

Jugar en pequeños grupos o en parejas, distribuyendo las fichas dea pares y la misma cantidad para todos. Así, cada grupo o pareja juegacon menos fichas que cuando se juega con el grupo completo.

Inventar entre todos, niños y adultos, una historia con personajes delas fichas para crear un relato entretenido e interesante y que se vayaconstruyendo con el aporte y la discusión de todos.

Repartir las fichas al azar en dos grupos de niños. Cada grupo inventauna historia que luego contará al otro. Así habrá tres momentos para cadagrupo: inventar una historia, contarla y escuchar el relato creado porlos otros chicos.

Usar las fichas como las cartas de un mazo para jugar a “La casita robada”:se colocan algunas fichas boca arriba en el centro y se reparten tres fichasa cada jugador. Por turnos, cada uno busca “levantar”, con alguna de sustres fichas, una de las que están en el centro. Si puede armar un par, se llevaesas dos fichas y arma un montoncito, una pila, es su “casita”. Si no puedearmar un par, descarta una de sus fichas colocándola boca arriba en el centro,junto a las otras. Al terminar el juego, se cuentan las fichas de cada jugador;

Usar las fichas, si en el espacio hay una ventana o puerta metálica, paraarmar distintos diseños, modelos de guardas, etc.


Para un mejor control y cuidado de los materiales, es conveniente que setenga un cuaderno a mano, con el listado de lo que se llevó en la mochilaese día. Así se puede leer para todos y chequear que se haya guardado todoel material.

Ronda de comentarios

Una vez que los juegos o los libros se guardaron entre todos, todos vuelven a ubicarseen la ronda. Es muy importante el momento de cierre porque entonces se compartecómo vivió cada uno el encuentro. Este momento de charla permite escuchar otrasopiniones, distintos modos de hacer, de sentir, de pensar; aporta diferentes puntosde vista que enriquecen el propio hacer, sentir y pensar.

Intervenciones de los animadores


Generar nuevamente un clima tranquiloy de escucha, cantando una canción mientraslos niños se van sentando en ronda.

Proponer una ronda de mimos: cada unoacaricia al compañero de al lado, por ejemplo,en las manos, en los pies, en el pelo...

Compartir entre todos lo vivido a partir de preguntas que invitena la charla, permitiendo y escuchando los comentarios espontáneos:

! “¿Qué es lo que más les gustó de lo que hicieron?”

! “¿Qué es lo que menos les gustó?” o “¿Hubo algo que no les gustó?”

! “¿A qué jugaron?” o “¿Qué libro leyeron?”

! “¿Con quién o quiénes jugó cada uno?” o “¿Con quiénes leyeron?”

! “¿Les resultó fácil o difícil?”

Proponer a los chicos que intenten, sin palabras, poner la cara quetenían mientras jugaban. Es decir, expresar con el cuerpo, con la carao con una mueca, cómo se sintieron.

Charlar con los chicos a partir de preguntas concretas permite volver sobre lo que aca-ban de hacer y compartir. Así se puede escuchar y ser escuchado, expresar lo que acada uno le gusta y lo que no le gusta. De esta manera, se favorece que cada unoescuche a otros, que conozca lo que pasó en otros grupos y a otros chicos, que sepa

Para terminar 57

Este momento tiene tres etapas: en primer lugar, guardar los libros o los juegos uti-lizados. Luego, la ronda de comentarios y finalmente la despedida.

Guardar los libros y los juegos

El cuidado del material y el orden del espacio involucra tanto a los adultos como a losniños que han participado y requiere de un momento específico. Este momento debehaber sido anunciado desde el principio, cuando se les contó a los chicos qué era loque iban a hacer entre todos: conocer el espacio y conocerse o reconocerse (si no esel primer encuentro), jugar o leer y, antes de irse, es importante ordenar y guardar losmateriales. Es decir, volver a hacer la mochila para que vaya y vuelva otro día, o paraque se quede con los niños si es que existen personas responsables que se hagan cargo.

Proponer a los niños ordenar y guardar el material juntos permitirá que éste se con-serve mejor y que los chicos aprendan a cuidarlo. Por otro lado, los prepara paraterminar el momento compartido y despedirse hasta el próximo encuentro. Es impor-tante explicar a los chicos el sentido de este orden y cuidado: se trata de poder volvera usar los libros y los juegos y disfrutarlos muchas veces. Favorecer en los niños lacapacidad para ordenar con este sentido los ayuda a organizarse internamente, esti-mula el desarrollo de la responsabilidad compartida y la autonomía en el juego.

Compartir esta tarea con los adultos y con otros niños la hace más llevadera y eficaz.Además, continúa proponiendo que los chicos sean participantes, los pone en unlugar activo hasta el final y les permite aprender que algo termina para volvera empezar otro día.

“Todos jugamos y la pasamos bien, todos tenemos que cuidar el material para seguirjugando, todos podemos hacerlo y aprendemos a hacerlo junto con los demás.” Deesta manera hacemos futuro, mañana..., después... Hay algo que esperar.

Intervenciones de los animadores


En el envase de cada juego figura la cantidad de elementos que contiene. Esimportante leerlos y asegurarse de que estén todos. En muchos casos, los mate-riales de un juego deben guardarse en su propio envase de un modo determina-do. Por ejemplo: las fichas del juego de la memoria se guardan dentro de unabolsita y luego dentro de la lata. Explicitar y comentar esto con los niños per-mite que ellos participen de manera más eficaz.


PARA TERMINAR

Norte, sur, este y oeste: los cuatro puntos cardinales y una aguja imantada quesiempre marca el norte, la brújula permite e a los navegantes y mochileros orien-tarse aun en noches o días nublados.

Como el diario de bitácora, se puede llevar el “diario del mochilero”. En este cua-derno, como registro y memoria de lo que va sucediendo en cada encuentro deLibros y juegos de acá para allá, se podrán escribir anécdotas, descubrimientos, sensa-ciones, emociones, palabras textuales de los chicos... Todo esto servirá para com-p a r t i r, intercambiar y reflexionar con el resto.

¿Qué se escucha entre libros y juegos?

Es muy interesante registrar las actitudes y palabras o frases textuales de los chicos,anotar los comentarios, los diálogos que se producen, las preguntas o situacionesque llaman más la atención. Esto permite poner mayor atención en los niños queen las actividades en sí, descubrir sus posibilidades y riquezas, asombrarnos de loque a lo mejor ni imaginábamos: se trata de convertirnos en exploradores del pen-samiento y el sentir de los niños. Mientras tanto, iremos desarrollando nuestracapacidad de observación, de escucha y de memoria.

Después de la actividad, estos registros ayudarán a recuperar esos momentos y podercompartirlos con la pareja de trabajo y con los demás mochileros para reflexionar,pensar juntos y enriquecer la construcción de este espacio que recién comienza.

Para terminar 59

a qué jugaron, o qué leyeron y cómo se sintieron. Así los chicos acceden a otras opi-niones, otras formas de sentir, otras miradas. Esta actividad ayuda a compartir y adiferenciar los comportamientos, actitudes, sentimientos y sensaciones propios delos de los demás.

Por otra parte, esta ronda de comentarios les permitirá a los coordinadores prepararel próximo encuentro, a partir de las opiniones de los chicos y de sus propias obser-vaciones. A medida que se hace, se aprende. Cada vez saldrán mejor las cosas, se nosocurrirán otras ideas y se podrá mejorar la calidad de los encuentros.

Despedida

Hacia el final del encuentro, es importante aclarar que éste se va a repetir y brindartoda la información que se tenga al respecto, como los días, los horarios, etc.: B u e n o ,ya charlamos, ya guardamos todo en la mochila, nos vamos a volver a ver el día ... Siencuentran algún juego en su memoria o alguna historia que quieran compart i r, guár-denla bien y la traen para el próximo encuentro .

Diario de bitáco ra

Cuando todavía no existían los viajes aéreos ni espaciales, la tierra y el mar eranlos caminos posibles para descubrir, para conocer, para interc a m b i a r. De estos dos,el mar fue el que más desafíos presentó, porque no permitía poner los pies sobre latierra, porque sus habitantes eran diferentes de los conocidos, porque las tormen-tas hacían sentir a los hombres que navegaban en una cáscara de nuez. Como todoterreno desconocido, el mar fue un espacio fértil para que el miedo imaginara mons-truos. En esos tiempos, el ingenio y el acompañamiento eran fundamentales parapoder sobrevivir a los peligros que se presentaban, inventar soluciones y comuni-carlas a los que venían detrás.

La creatividad humana fue desarrollando medios de transporte de mayor comple-jidad y alcance, así como instrumentos que fueron verdaderas ayudas para la orien-tación en el espacio, el tiempo y las comunicaciones. Entre estos instrumentos, labrújula, inventada por los chinos muchos siglos atrás, permitía asegurarse el rumboo reencontrarlo si es que la embarcación se desviaba del camino o lo perdía por mo-mentos. Como era de tanta utilidad, los navegantes debían tenerla lo más a manoposible para seguir o para corregir el rumbo de la embarcación. Por eso, la guarda-ban en un armario que estaba muy cerca del timón, al que llamaban “bitácora”.En el cuaderno de bitácora, el capitán del barco escribía, día a día, el relato de losucedido durante el viaje: anécdotas, estados de ánimo, novedades, inconvenientesy soluciones.


Esta historia no termina acá, tal como pasa en los libros y en las películas. Al termi-nar de leer esta guía, todo recién comienza. Es probable que, como decíamos antes,ustedes vuelvan a leer las partes que más les llamaron la atención o aquellas que pa-saron por alto en un principio.

¿Qué tal si releemos esta guía con otros para pensar cuáles de todas las cosas quese proponen podemos hacer efectivamente, cómo, con quién o quiénes? ¿A quiénesles podría interesar leer y hacer esto porque ya lo vienen haciendo? ¿Qué preguntasnos hacemos a partir de la lectura de esta guía? ¿Podríamos anotarlas para compar-tirlas en los talleres de capacitación y ver si podemos responderlas entre todos?

Las emergencias climáticas van y vienen, pero los chicos quedan. Libros y juegos deacá para allá es una propuesta para los distintos centros o casas de evacuados, paracuando se esté “con el agua al cuello”. Pero antes y después de la emergencia, es deesperar que los libros y los juegos sigan rodando por comedores, sociedades de fo-mento, parroquias, escuelas –fuera de su horario de clase–, plazas... Es decir, espaciospúblicos o comunitarios donde se convoque a niños pequeños y a sus familias paracompartir libros y lecturas, narraciones, conversaciones, juegos.

Sería muy lindo que cada persona del barrio que tenga un juego para enseñar, uncuento para contar, una anécdota del lugar donde vive para compartir, lo enseñe,lo cuente, lo comparta. Entre todos, harán crecer esta mochila imaginaria de maneranunca vista, o verán cómo cada uno de los chicos, jóvenes y adultos que participande un encuentro de este tipo se va con una mochila imaginaria llena... de todo loque cada uno encontró entre los libros y los juegos, junto a los demás.

Un final abierto... 61Libros y juegos de acá para allá, en emergencias naturales60

Un final abierto


BibliografíaPara descubrir, ampliar y seguir pensando

Algunos de estos libros van a integrar una biblioteca circulante a disposición de losmochileros. Otros habrá que buscarlos en las bibliotecas de cada provincia o muni-cipio. Si no están, será una buena oportunidad para pedir que se consigan.

BORDELOIS, Ivonne. La palabra amenazada.Libros del Zorzal. Buenos Aires, 2004.

FERREIRO, Emilia. Pasado y presente de los verbosleer y escribir. Serie “Breves”. Fondo de CulturaEconómica. Buenos Aires, 2003.

MONTES, Graciela. La frontera indómita.Colección “Espacios para la lectura”. Fondode Cultura Económica. México, 1999.

PELEGRÍN, Ana. La aventura de oír. Colección“Expresión y escuela”. Editorial Cincel.Bogotá, 1984.

PELEGRÍN, Ana. Cada cual atiende su juego.Colección “Expresión y escuela”. Editorial Cincel.Bogotá, 1984.

PETIT, Michèle. Nuevos acercamientos a los jóvenesy la lectura. Colección “Espacios para la lectura”.Fondo de Cultura Económica. México, 1999.

PETIT, Michèle. Lecturas: del espacio íntimoal espacio público. Colección “Espacios parala lectura”. Fondo de Cultura Económica.México, 2001.

REZENDE, Valeria. Los ritmos de la vida.Editorial Nueva Tierra. Buenos Aires, 2005.

RODARI, Gianni. Gramática de la fantasía.Ediciones Colihue. Buenos Aires, 2005.

TONUCCI, Francesco. Con ojos de niño.Editorial Losada. Buenos Aires, 2005.

Bibliografía 63

Libros y juegos - UNICEF · PDF filedo subjetivo de los niños, el enriquecimiento de su...

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