LICENCIATURA EN CIENCIA POLÍTICA
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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
LICENCIATURA EN CIENCIA POLÍTICA
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
“El Partido Verde Ecologista de México y la transición democrática”
T E S I S
QUE PARA OBTENER EL GRADO ACADÉMICO DE
LICENCIADO EN CIENCIA POLÍTICA Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA, OPCIÓN CIENCIA POLÍTICA
P R E S E N T A
MARIO RENÉ CHÁVEZ ALVAREZ
ASESOR DE TESIS: MTO. MARCO LEOPOLDO ARELLANO TOLEDO
MÉXICO, D.F., FEBRERO DE 2013
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A mis padres Lola y César, por su amor que no conoce de condiciones y
por su incansable lucha por delimitar el camino del bien.
A mis hermanos, César, Carlos y Julio, por los momentos de diversión y aprendizaje,
por ser los mejores amigos que cualquiera quisiera tener.
A Alexa por su amor y por atreverse a algo que parecía imposible.
A mis abuelos, Mago, Toña, Agustín y Kiko, por enseñarme lo que no se aprende en un salón de clases.
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ÍNDICE TESIS: “El Partido Verde Ecologista de México y la transición
democrática”
Agradecimientos 3
Introducción 4
Capítulo 1. Algunas precisiones teóricas sobre los partidos políticos 16
1.1. Los estudios sobre los partidos políticos 16 1.2. ¿Por qué existen los partidos políticos? 19 1.3. Tipos y funciones de partidos 30 1.4. El modelo originario de Angelo Panebianco 37
Capítulo 2. Caracterizando al Partido Verde Ecologista de México 45
2.1. Historia institucional del Partido Verde Ecologista de México, una breve semblanza 46
2.2. La construcción de la organización 47 2.3. El tipo de patrocinio 50 2.4. ¿Carisma en el Partido? 56 2.5. Institucionalización 59 2.6. Tipo y funciones del partido 67
Capítulo 3. Comportamiento y crecimiento electoral del Partido Verde Ecologista de México en su historia 70
3.1. Transformación del sistema de partidos en México en el contexto de la transición a la democrática 71
3.2. Los resultados electorales del PVEM 79 3.3. Casos exitosos de representación política 92
Capítulo 4. Partido Verde Ecologista de México en el primer gobierno de alternancia 98
4.1. Marco teórico-legal de las coaliciones electorales 99 4.2. Historia de la Alianza por el Cambio 105 4.3. Plataformas y proyectos compartidos 110 4.4. Haciendo un gobierno de alternancia 118 4.5. La ruptura 121
Conclusiones 125
Fuentes Consultadas 135
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Agradecimientos
Agradezco a la noble Universidad Nacional Autónoma de México y a los
profesores de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, por formarme
profesionalmente y brindarme los conocimientos en Ciencia Política.
A mi asesor de tesis y amigo Marco Arellano, por el entusiasmo mostrado en el
desarrollo de este trabajo y por sus consejos y recomendaciones que
enriquecieron esta investigación.
A mis sinodales, Rosa María Mirón Lince, German Rebolledo, Miguel Ángel
Granados Atlaco y Javier González Ayerdi, por sus importantes aportaciones,
correcciones y consejos que dotaron de mayor calidad este trabajo.
A mi Tío Manuel Morales, por su inagotable impulso y motivación para terminar
mis estudios de licenciatura.
A mis familiares y amigos, que con su compañía y cariño han hecho de mí una
mejor persona a lo largo de mi desarrollo personal y profesional, ellos saben
quienes son.
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Introducción
A lo largo de los últimos 15 años, México se ha visto inmerso en escenarios no
conocidos hasta antes de 1997, si bien se puede establecer que el tránsito hacia
una vida democrática en el país comenzó ese año con la Reforma Política
impulsada por el presidente José López Portillo, no se puede negar el hecho de
que en materia político electoral, el cambio hacia un régimen de apertura y
competencia se dio precisamente en 1997, año en que por primera vez, el partido
en el poder perdió la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados a nivel Federal.
El mencionado cambio hacia un sistema electoral competitivo se dio desde
el propio gobierno y por lo tanto desde el partido que tuvo el mando presidencial
por más de 70 años, con un afán de auto legitimar su actuar antidemocrático,
permitieron cambios paulatinos principalmente en materia electoral, sin quererlo y
probablemente sin saberlo, desembocarían en la pérdida del poder y con ello en la
transformación del sistema electoral mexicano.
Si bien dicha transformación se originó por iniciativa del gobierno, los
cambios fueron producidos por factores de presión social, y por grupos que
lucharon por un reconocimiento y por la apertura democrática del régimen que
dominó el rumbo del país, por décadas.
Ahora bien, el proceso de transformación del sistema político mexicano, se
conoce como transición a la democracia, dicho cambio por simple analogía,
sugiere un sistema netamente antidemocrático. Si bien es cierto que con
anterioridad el sistema estaba dotado de características democráticas como
elecciones periódicas, voto universal, etcétera, también lo es que eso no
aseguraba un régimen democrático, ni mucho menos el hecho de contar con una
apertura verdadera a otras opciones políticas en el país.
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Muestra de lo anterior, es lo sucedido en la elección presidencial de 1976,
en la cual sólo contendió un candidato presidencial, José López Portillo, situación
generadora de fuertes cuestionamientos y una crisis de legitimidad del sistema
político de aquel entonces, y con ello, el inicio del proceso de transición
democrática, con la promulgación de la Ley Federal de Organizaciones Políticas y
Procesos Electorales (LFOPPE) en 1977.
Respecto del inicio de la transición democrática en México, existe consenso
en señalar como fecha de partida 1977,cuando se promulgó la LFOPPE, sin
embargo no se puede hacer la misma aseveración respecto de si el sistema
político mexicano en la actualidad continua experimentando dicha transformación
o si se trata de un proceso concluido.1 Lo anterior es un tema en el cual se tienen
elementos para sostener cualquiera de las dos afirmaciones, sin embargo, se
comparte la idea de que la mexicana es una democracia incipiente, en la cual se
necesitan de constantes cambios para su consolidación.
Decir que con la competencia electoral efectiva se asegura un México
democrático, sería desafortunado2, como es bien sabido, un Estado se considera
democrático cuando se cumplen ciertas características, más allá de la esfera
electoral, sin embargo, es innegable que uno de los requisitos indispensables para
la vida democrática en un país, es contar con un sistema electoral confiable,
permitiendo, entre otras cosas, la competencia en las elecciones y asegurando la
voluntad de la mayoría de los votantes.
1 Autores como José Woldenberg, Pedro Salazar y Ricardo Becerra, sostienen que con la
implementación de elecciones libres, competidas y limpias, en donde se asegure que el ganador fue el que obtuvo la mayoría de la preferencia electorales y en donde se cuenta con un árbitro imparcial, y que bajo esas condiciones se pudo concretar la alternancia en el poder en 2000, quedó concluido el proceso de transición democrática. Por otro lado, Mauricio Merino, menciona que el contar con instituciones y elecciones confiables, solo representa una parte o requisito para que un sistema político se pueda considerar democrático, por lo tanto el proceso de transición no se puede considerar como concluido. 2 Cuando la idea democrática se limita al ámbito netamente electora, se está inmerso en la
denominada democracia procedimental, como el término lo indica se refiere a cumplir con el requisito de llevar a cabo elecciones, la única vía para llegar al poder. En tal sentido, se pudiera asegurar un México democrático desde que se comenzaron a respetar los resultados electorales.
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Si bien, en las elecciones presidenciales de 2006 y 2012, se ha puesto en
cuestionamiento el actuar de la principal institución en materia electoral Mexicana,
la cual funciona como el garante de las elecciones, es indiscutible que el Instituto
Federal Electoral (IFE), cuenta con todo el sustento legal para considerarse una
institución autónoma y confiable, asegurando por lo menos el tema de las
elecciones en el país. Ello no se traduce, necesariamente, en una democracia
terminada, por el contrario aun quedan pendientes temas importantes por regular
en materia electoral, como pueden ser, por mencionar algunos, las candidaturas
independientes; considerar la segunda vuelta en los comicios definidos por poco
margen, estableciendo como factor de legitimación la obtención de mas del 50%
de las preferencias electorales; la relección de diputados y presidentes
municipales; la disminución en el número de representantes en el Congreso de la
Unión; la regulación de las campañas negativas; etcétera.
Otro aspecto importante, por no decir el de más trascendencia en una
democracia, es el tema del sistema de representación en el país, desde el punto
de vista etimológico, la democracia significa “el poder del pueblo” (demos-pueblo,
krátos-poder), sin embargo, esta acepción solo se puede considerar viable bajo un
sistema de representación.
Cuando se habla de representación, en sentido estricto, se habla del hecho
de actuar a nombre de otro o de otros, cuando llevamos esa idea al ámbito
político, resulta que los representantes son los que llevan las demandas de un
grupo de personas a las cuales representan, a la esfera más alta del gobierno.
Con esta visión, se puede entender el surgimiento y el actuar de la sociedad
civil, concebida como aquellos grupos de personas organizadas con un fin y
demandas comunes para ser escuchados por él o los gobernantes, para después
dar lugar a otras instituciones. Para autores como Seymour Lipset, son parte
fundamental para la existencia y desarrollo de las democracias modernas, los
partidos políticos, "la democracia en una sociedad compleja puede definirse como
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un sistema político que provee de oportunidades constitucionales regulares para
cambiar a los oficiales que gobiernan, y de un mecanismo social que permite a la
porción más grande posible de la población influir en las decisiones trascendentes
al elegir entre los que compiten por los puestos políticos: es decir, a través de los
partidos políticos”3.
A diferencia de aquellos grupos que se organizan con un fin común, los
partidos políticos buscan el poder para implementar las ideas de los sus
representados con una visión colectiva, así pues estas organizaciones se
convierten en los acumuladores de demandas de un grupo de la sociedad y
buscan ampliar su espectro hacia grupos más grandes, con el objetivo de obtener
la mayoría de la preferencia y con ello la posibilidad para gobernar.
Al ser los partidos políticos el único medio por el cual se puede acceder a
los puestos de gobierno y representación en México, el tema de la representación
toma mayor relevancia e importancia, recordando que la legislación actual, no
considera algún otro medio para hacerlo.
Sin embargo, y a pesar de la importancia de los partidos políticos en la vida
democrática de un país, de acuerdo al informe de 2011 de Latinobarómetro4,
desde 1996 la institución con menor nivel de confianza o en sentido contrario las
de mayor desconfianza, son precisamente los partidos políticos. Las encuestas
realizadas por Latinobarómetro se hacen en todos los países de Latinoamérica,
por lo cual el tema de la desconfianza hacia dichas organizaciones no es un
problema exclusivo de México.
Estudiar la desconfianza de los partidos políticos hacia la sociedad podría
ser un tema de investigación por sí sólo, sin embargo para este trabajo, se
estudiará sólo un partido político integrante del sistema de partidos en México, y
3 SEYMOUR Martin, Lipset, La necesidad de los partidos políticos, en Letras Libres, febrero 2000,
http://www.letraslibres.com/revista/convivio/la-necesidad-de-los-partidos-politicos 4 http://www.latinobarometro.org/latino/latinobarometro.jsp
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cuyo caso podrá ayudar a desentramar un poco de la razón de la desconfianza en
este tipo de instituciones.
El tema principal de éste trabajo, se centrará en el Partido Verde Ecologista
de México (PVEM), considerado uno de los partidos minoritarios del país, él cual
ha sido testigo y actor de la transición a la democracia y por lo tanto de la
transformación del sistema de partidos mexicano, pasando de ser un sistema de
partido hegemónico, no competitivo, a un sistema multipartidista y competitivo, en
donde el PVEM se ha constituido en los últimos años como la cuarta fuerza
política del país, con escasa fuerza.
De igual forma, no se puede entender la existencia y desarrollo del PVEM
sin hacer una revisión de la transición democrática en el país, en consecuencia, en
el desarrollo del presente trabajo, se estudiará el proceso democratizador
experimentado en México, lo cual, dio cabida a la aparición de nuevas opciones de
representación política, tanto para participar en las elecciones, como para contar
con representantes en ambas cámaras del Poder Legislativo.
Así, el nacimiento y el desarrollo del Partido Verde, se vieron beneficiados
por la transición democrática desde varios escenarios estudiados durante el
desarrollo del trabajo, como puede ser el caso de las constantes reformas
electorales que permitieron la existencia de diputados y senadores elegidos por el
principio de representación proporcional, el financiamiento público de los partidos,
la apertura legal para facilitar las alianzas electorales, entre otros.
Entonces, el trabajo de investigación se compone de cuatro capítulos.
Durante el primero de ellos se establecerán algunas precisiones teóricas sobre los
partidos políticos, para ello la estrategia a seguir será, en primer lugar, repasar los
diferentes estudios realizados por los principales teóricos a lo largo de la historia
sobre dichas organizaciones.
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Establecer las bases teóricas en cualquier trabajo de investigación, es
fundamental para obtener los resultados planteados en los objetivos primordiales,
por lo tanto se estudiará el origen y la importancia de la existencia de los partidos
políticos en un régimen democrático como el mexicano.
Otro factor importante estudiado en el primer apartado y que va de la mano
con el aspecto teórico de los partidos políticos es la cuestión de los tipos y
funciones de dichas organizaciones, para lo cual se estudiarán las diferentes
clasificaciones elaboradas sobre este tema lo cual ayudará para una mejor
clasificación del partido político motivo del presente estudio, lo anterior,
considerando tanto teorías clásicas, como contemporáneas, tal es el caso de los
partidos nicho, denominación utilizada en los últimos años para clasificar a los
partidos ecologistas en el mundo, por lo que durante el desarrollo del presente
trabajo se verá si el Partido Verde de México entra en dicha categoría.
Para concluir con el primer capítulo, se retomó el modelo originario de
Ángelo Panebianco. Se estableció como marco teórico principal del presente
trabajo dicho modelo por considerarse el más completo y el de mejor utilidad para
conocer y caracterizar al PVEM.
Para el segundo capítulo, se elaboró la caracterización del PVEM tomando
como marco teórico referencial el modelo originario antes mencionado, aquí será
posible observar cómo y porqué surgió el Partido Verde, cuyo origen se vio
patrocinado por el gobierno de Carlos Salinas de Gortari a través de uno de sus
principales colaboradores y entonces jefe del Departamento del Distrito Federal,
Manuel Camacho Solís.
También se destaca el pasado priista de su fundador y principal dirigente
Jorge González Torres, además de conocer cómo se ha basado su dominio sobre
la organización a más de dos décadas de existencia, estableciéndose en un
partido con tintes netamente antidemocráticos y un manejo “familiar” del mismo,
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situación observada en 2003 por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación, sin contar con un seguimiento a fondo por las instituciones electorales
correspondientes.
En otro sentido y de acuerdo a lo planteado por el mismo Panebianco, el
PVEM se encuentra en vías de institucionalizarse, por un lado si bien domina su
“territorio de caza”, en cuanto al tema de la ecología se refiere y no tiene
competidores en dicho territorio, su condición de partido minoritario no le permite
influir en la modificación delos demás ambientes o entornos que lo rodea, sino
más bien es un partido que se adapta a ellos. Por otro lado, el nivel de dominio del
centro o la dirigencia sobre la periferia de la propia organización es total, debido a
que todas las decisiones de la misma deben de pasar por la aprobación del centro,
lo cual, además de confirmar el carácter antidemocrático, también es una
característica de una institucionalización fuerte, sin llegar a considerarse un
partido completamente institucionalizado.
Para concluir con el segundo apartado, se establecieron el tipo de partido y
las funciones del PVEM, si bien a primera vista, dicho partido cuenta con todas las
características de partido “cártel”, lo cual significa que se encuentra en el rango de
los partidos catch all el cual buscan la obtención de votos para su sobrevivencia,
utilizando para tal efecto los recursos proporcionados por el Estado, es posible
considerar al PVEM como un partido nicho.
Los partidos nicho se identifican por tres aspectos primordiales con los
cuales se puede ver cumple el Verde, en primer lugar, se alejan de la forma
tradicional de hacer política, ello se observar en los constantes cambios de las
alianzas que sostiene, tanto a nivel Federal como a niveles locales, dejando de
lado el tema ideológico, se puede coaligar con uno u otro partido mayoritario.
La segunda característica del partido nicho es desarrollar una temática
política con temas novedosos, como puede ser el propio ecologismo, tema no
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acogido con seriedad por otros partidos antes del surgimiento del PVEM y
recientemente propuestas como la implementación de la pena de muerte y la
entrega de vales de medicina por parte del gobierno.
Como tercera característica, se encuentra la politización de esos temas
novedosos por las organizaciones de este tipo, es decir, a través de sus
representantes, logran insertar en la agenda gubernamental esos tópicos, además
de ser los poseedores de los mismos, dicho en otras palabras se convierten en los
dueños e impulsores de los temas novedosos que antes fueron desarrollados.
Ahora bien de acuerdo a las funciones que persigue dicho partido, se puede
establecer como la principal la obtención de votos, con lo cual la dirigencia busca
mantener su registro como partido político y por lo tanto sus prerrogativas, además
de buscar puestos de representación en el Congreso de la Unión en donde
impulsan los temas novedosos que plantean en sus campañas.
Por otro lado, es importante destacar el hecho de que si bien el PVEM
cuenta con características de ser un partido nicho, también cuenta con elementos
para clasificarlo en otro tipo de partidos, así dicho partido se puede considerar una
organización pragmática, alejada de la ideología, así como un partido oportunista,
en el sentido amplio de la palabra, es decir, busca las mejores oportunidades para
beneficio tanto de la organización como de la coalición dominante de la misma.
Para el tercer apartado se planteó la necesidad de conocer el
comportamiento electoral del PVEM en las diversas elecciones federales en las
que ha participado, así como los puestos dentro de las Cámaras de Diputados y
Senadores alcanzados a lo largo de su existencia.
Se puede observar un crecimiento ascendente por parte de la organización
en cuanto a esos temas se refiere, por lo cual se ha posicionado como la cuarta
fuerza política del país, aunque lejos de las tres primeras a nivel federal, los
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escaños obtenidos dentro del poder legislativo han sido suficientes para tener
importancia dentro de la vida política del país, y contar con lo que Giovanni Sartori
denomina como posibilidad de coalición y de chantaje.
Dicha condición ha posibilitado al PVEM formar parte de coaliciones con
dos de los partidos más importantes del país, además de contribuir al triunfo de
Vicente Fox en las elecciones de 2000, instaurando el primer gobierno de
alternancia en la historia del país y de 2003 a la fecha haya tenido la posibilidad de
conformar alianzas con el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Con lo mencionado en el tercer Capítulo, es posible afirmar que el Partido
Verde se ha visto beneficiado de la transformación del sistema de partidos, al
pasar de ser uno de partido hegemónico no competitivo, a uno multipartidista
competitivo, además de su contribución para la alternancia en el poder en México,
vivida en el año 2000, ello con independencia de su cuestionada forma de hacer
política por parte de su dirigencia.
Con el crecimiento electoral del PVEM iniciando en 1997, con una
preferencia cercana al 8% en el Distrito Federal y casi el 4% en el ámbito federal,
se creó la expectativa para otros partidos de que en una elección cerrada podría
ser el Partido Verde el que decidiera la elección, bajo esta lógica para la elección
presidencial de 2000, se dio la Alianza por el Cambio entre el Partido Acción
Nacional (PAN) y el Verde, y es precisamente la historia de dicha alianza de lo que
se trata el cuarto y último apartado.
Con la revisión del cuarto Capítulo se podrá observar la historia y los
acuerdos alcanzados entre el PVEM y el PAN, permitiendo la coalición que
lograría la alternancia en el poder después de 70 años, además del débil sustento
ideológico en el establecimiento de la alianza entre ambos partidos, en donde
dominó, sin lugar a dudas el pragmatismo de ambas organizaciones sobre la
ideología y los fines que persigue cada una.
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Muestra de lo anterior, es que apenas un año después de las elecciones de
2000, se dio la ruptura entre ambas organizaciones, desacuerdo que tuvo lugar
por la nula existencia de representantes del PVEM en el primer gobierno de
alternancia de Vicente Fox, cuestión corroborada en el mismo apartado.
La importancia de elaborar un trabajo de investigación de un partido
minoritario como lo es el PVEM, recae en que la mayoría de los estudios
realizados sobre los partidos políticos en México se ocupan de los tres partidos
con mayor presencia en el país, sin embargo poco se puede encontrar de los
partidos minoritarios los cuales en ocasiones actúan como pequeños negocios
familiares y poco o nada, representan los fines que enarbolan en sus principios y
además juegan un importante papel en las decisiones de la agenda política del
país, sobre todo a nivel legislativo.
De igual forma es importante conocer el origen del partido que en los
últimos 15 años se ha conformado como la cuarta fuerza política del país, con una
forma de hacer política muy alejada de la tradicional, en donde lo más importante
es el resultado electoral, y por otro lado recibe importantes prerrogativas por parte
del gobierno, por dar un ejemplo, para la elección de 2000, según el convenio de
colaboración entre el PAN y el PVEM, éste último recibió $114’531,291.685.
Con respecto a la delimitación temporal del trabajo, éste se realizará
tomando como punto de partida la fundación del partido político motivo del
presente estudio, situación que tuvo verificativo en 1989, y concluirá con el análisis
del rompimiento entre los partidos coaligados en la Alianza por el Cambio, durante
el primer informe de gobierno del entonces Presidente de la República, Vicente
Fox Quesada, además de analizar las condiciones de la posterior alianza con el
5 Según el convenio de coalición de la Alianza por el Cambio, mismo que se puede consultar en la
siguiente dirección electrónica: http://www.ife.org.mx/documentos/PPP/docs_pdf/Alianza_por_el_Cambio.pdf
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Partido Revolucionario Institucional, y el crecimiento que le trajo la misma hasta la
elección federal de 2012.
Resulta preponderante conocer el por qué es importante realizar el
recorrido planteado en estas primeras páginas, las preguntas a responder con
dicho recorrido son, en primer lugar, si el PVEM en su condición de partido
minoritario, con una forma tan cuestionada de hacer política, fue un factor esencial
para la alternancia en el poder en México, y su función como partido “bisagra” fue
fundamental para que en el 2000, Vicente Fox ganará la Presidencia de la
República, o fueron otros factores los que influyeron en mayor medida en dicho
triunfo.
En segundo lugar, es importante establecer si el PVEM se encuentra
sobrerrepresentado en el Congreso de la Unión, debido a los puestos que ha
obtenido por participar en sendas coaliciones con dos de los partidos más
importantes de México, lo que le ha dado la posibilidad de chantaje tanto en las
alianzas para competir en las elecciones, federales y locales, como en el ámbito
legislativo.
Por lo antes mencionado, se sostiene la hipótesis de que si bien, el PVEM,
fue uno de los factores importantes para que se diera la alternancia en el poder en
el 2000, de ninguna manera se puede decir que fue el determinante para que esta
se diera.
Sin embargo, no se puede negar la contribución que tuvo para que Vicente
Fox contara con una mayor diferencia de votos respecto de su más cercano
competidor, lo cual dotó el triunfo de mayor legitimidad, situación que coincide con
la elección de 2012 y el triunfo de Enrique Peña Nieto candidato de la coalición
entre el PRI y el PVEM y contrasta con la cuestionada elección de 2006, en donde
Felipe Calderón gana la Presidencia con un mínimo margen de diferencia y como
consecuencia, de poca o nula legitimidad.
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Por esa razón se considera que la contribución que el Partido Verde tuvo en
la primera alternancia en el poder en México, fue de dotar, con su contribución
electoral, de un mayor margen de diferencia respecto de su más cercano
competidor y con ello de mayor legitimidad para que sin mayores contratiempos
tomara el poder Vicente Fox.
Por otra parte, se considera que la representación del Partido Verde en
ambas cámaras del Poder Legislativo, es producto de los acuerdos obtenidos de
las coaliciones en las que ha formado parte y no por el voto de los ciudadanos que
se sienten representados por las propuestas enarboladas por la organización,
sobrerrepresentación que le ha redituado en seguir contando con la capacidad de
coalición y chantaje que lejos de disminuir su representación la ha incrementado.
Es importante destacar que paralelamente a lo planteado con anterioridad,
se realiza una revisión general de las reformas que se han dado en materia
electoral en México desde 1977 a la fecha, por lo que es otro elemento interesante
que el lector deberá tomar en cuenta al hacer el recorrido por el presente trabajo,
cuestión que agradezco.
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Capítulo 1. Algunas precisiones teóricas sobre los partidos políticos
1.1 Los estudios sobre los partidos políticos
Antes de abordar el origen de los partidos políticos, es necesario dar una revisión
a los estudios realizados alrededor de este tema a lo largo de la historia, lo
anterior con el fin de dejar sentadas las bases con las que se trabajará más
adelante.
Sin lugar a dudas, la tarea antes planteada, sugieren una labor, que bien
podría considerarse como un tema de investigación específico, pero no es el
objetivo de este trabajo, por lo tanto únicamente se hará una revisión de cómo ha
evolucionado el estudio de los partidos políticos a lo largo de los años. Como
mencionan Montero y Gunther 6 , la bibliografía sobre los partidos políticos es
amplia y vasta, dichas organizaciones fueron los objetos principales de análisis,
con el desarrollo de la Ciencia Política moderna, sería prácticamente imposible
nombrar y analizar cada uno de los tratados.
Por su parte Víctor Hugo Martínez7, realiza un interesante repaso a los
estudios elaborados alrededor de los partidos políticos, dividiéndolos a través del
tiempo en dos etapas; la primera, denominada “la lección de los clásicos”,
abarcando los trabajos realizados entre 1902 y 1982; y, la segunda etapa,
denominada “la revisión de los clásicos” la cual abarca el periodo comprendido
entre 1983 a 2003.
Dentro de la primera etapa, Víctor Hugo Martínez, establece la aparición de
cinco escuelas analíticas, mencionando a los autores identificándolos con cada
una de ellas y se indican a continuación:
6 MONTERO, José Ramón, y GUNTHER, Richard, Los estudios sobre los partidos políticos: una
revisión crítica, Pág. 3 7 MARTÍNEZ, Víctor Hugo, Partidos políticos: caleidoscopio de temas y problemas teóricos 1983-
2003: el debate por su institucionalización, Informe final del concurso: Partidos, movimientos y alternativas políticas en América Latina y el Caribe.
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7
1) Escuela organizativa, en esta escuela es en donde se encuentran los
autores más significativos, iniciando con Moisei Ostrogorski, Robert Michels
y Max Weber, con ellos, “la vía organizativa sería pionera en investigar
partidos”8, ellos entienden a los partidos como una forma organizada de
alcanzar el poder. Esta escuela encontrará su etapa medular con Maurice
Duverger, quien piensa a la lucha electoral no como un fin de los partidos,
sino como uno de los medios para alcanzar sus fines. En esta escuela se
encuentra también Ángelo Panebianco, quién entiende a la organización del
partido político de acuerdo al ambiente en el cual se desarrolla.
2) Escuela ideológica, la teoría de los clásicos identificada con esta escuela,
está encaminada a ver a los partidos políticos como organizaciones
ideológicas o como los identificarían Max Weber y Sigmund Neumann,
“partidos de doctrina”. Los autores más significativos de esta escuela,
según Víctor Hugo Martínez, son Burke y el más representativo, Klaus von
Beyme para quien “los partidos son sobre todo organizaciones ideológicas
establecidas a lo largo de conflictos diversos sobre el dogma” (…) dicha
hipótesis edificará un esquema de “familias espirituales de partidos”
surgidas a partir de una posición frente al mundo”9, dicha posición debe
estar identificada con el contenido en una doctrina ideológica.
3) Escuela funcionalista, esta escuela estudia a los partidos de acuerdo a la
función que desempeñan en el entramado político, es decir, intentan
contestar las preguntas ¿para qué sirven? y ¿cuáles son sus fines? Los
autores característicos de esta escuela, para Víctor Hugo Martínez son,
Gabriel Almond y Bingham Powell, David Apter, Joseph Lapalombara y
Myron Weiner y del lado europeo Kay Lawson y Geovanni Sartori.
8 MARTÍNEZ, Víctor Hugo, Op. Cit. Pág. 4
9 Ibídem, Pág. 4
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8
4) Escuela racional, en esta escuela autores como Vladimir Key, Joseph
Schumpeter, Anthony Downs, Joseph Schlesinger y David Mayhew,
entienden a los partidos, a diferencia de la escuela organizativa, como
organizaciones cuyo fin primordial es ganar elecciones y competir por
cargos.
5) Escuela comparativa, como su nombre lo indica, esta escuela define sus
estudios de acuerdo a la comparación de los partidos políticos en diferentes
países, su autor más significativo, nos dice Víctor Hugo Martínez, es
Kenneth Janda, quién es seguido por otros autores como William Wrigth,
Kay Lawson y Peter Merkl.
Ahora bien, la segunda etapa, comprende a los autores que desarrollaron sus
teorías entre 1983 y 2003, Víctor Hugo Martínez denomina a este período “La
revisión de los clásicos”, dentro del mismo se encuentran los siguientes:
Dentro de la escuela organizativa destacan principalmente los trabajos
realizados por Richard Katz y Peter Mair.
Por lo que se refiere a la escuela ideológica, el principal autor es Roland
Inglehart.
De acuerdo al enfoque funcionalista, los autores “post-clásico” más
representativos son Richard Gunther y Larry Diamond, Richard Katz y
Manuel Alcántara.
En la escuela racional, es en donde más auge han tenido los trabajos
respecto de los partidos políticos en la etapa post-clásica, los autores más
relevantes son Ola Listhag, Stuart MacDonald y George Rabinowitz, Steve
Brams y Joseph Schlesinger.
Por último, en la era post-clásica, los trabajos comparativos han tomado
auge, en donde destacan de nueva cuenta Richard Katz y Peter Mair,
Herbert Kitschelt, con estudios comparados de los partidos comunistas
europeos, Peter Mair y Hans Daalder, quienes hacen una revisión del
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9
trabajo realizado por Martin Lipset y Stein Rokkan respecto del origen de
los partidos políticos, entre otros.
Lo asentado con anterioridad, de ninguna manera sugiere que se hayan
revisado, ni que formarán parte del presente trabajo, los estudios realizados por
los autores antes mencionados, si bien todos tienen su valor y trascendencia,
también lo es que no será necesario hacer la revisión de todos aquellos tratados
para lograr el objetivo del presente estudio. Aclarado lo anterior, es posible
adentrarse al tema primordial de este primer apartado.
2.1 ¿Por qué existen los partidos políticos?
La extensa literatura existente sobre el tema del surgimiento de los partidos
políticos sugiere que es un tópico abordado con mucha profundidad, por lo mismo,
sería demasiado pretencioso intentar descifrarlo en unas cuantas cuartillas del
primer capítulo de este trabajo, sin embargo como marco de referencia es
adecuado dejar en claro algunos puntos importantes de cómo y porqué surgieron
los partidos políticos.
El primer autor en abordar de forma vanguardista el tema del origen de los
partidos y el pionero en el tema es Maurice Duverger, quien en su tratado sobre
“Los Partidos Políticos”, ya en sus primeras páginas menciona que “el desarrollo
de los partidos políticos parece ligado al de la democracia, es decir, a la extensión
del sufragio popular y de las prerrogativas parlamentarias”10, aquí nos da la idea
de democracia entendiéndola con dos elementos fundamentales, por una parte, la
idea de elecciones en donde participa la sociedad y por la otra, la idea de
representación de los ciudadanos en un parlamento y los recursos con los que
trabajan esos representantes.
10
DUVERGER, Maurice, Los partidos políticos, FCE, Pág. 15
Pág
ina2
0
Es importante distinguir y no pasar por alto que una cosa es el desarrollo de
los partidos políticos y otra diferente el origen como tal, si bien como menciona
Duverger, el desarrollo de estas organizaciones no se ve sino con el de la
democracia representativa, el origen como tal no sólo se puede ligar a esta última.
Atendiendo lo que señala Robert Michels11, estas organizaciones pueden
tener a sus antecesores en la conformación de grupos en contra de la monarquía,
es decir, cuando esos grupos de la sociedad se organizaban para realizar
demandas al monarca, por lo general eran de gente adinerada los cuales
formaban clubes y estaban en contra del régimen monárquico, en donde una
persona mandaba sobre todos.
Según Duverger, se debe realizar una adecuada distinción entre los
partidos políticos y los clubes populares, asociaciones de pensamiento, grupos
parlamentarios, etc. lo cual sugiere que los partidos políticos vinieron a sustituir a
aquellos grupos, por analogía se puede establecer el origen, dicho desde su
amplio espectro, se debe a esos grupos de la sociedad que se organizaron para
obtener ciertos fines. O dicho en otras palabras, las demandas de la sociedad
fueron formando grupos con intereses homogéneos organizados, detonando en el
surgimiento de organizaciones que una vez cumpliendo con ciertas características
organizativas, las cuales se verán más adelante, conformaron a los partidos
políticos.
Ahora bien, el origen de la palabra “partido”, según Giovanni Sartori,
proviene del latín, del verbo partire, que significa dividir, sin embargo y como lo
explica el propio Sartori, esta palabra no entra significativamente en el vocabulario
de la política sino hasta el siglo XVII, por lo tanto no se puede tomar el significado
etimológico de la palabra. Para entender la palabra partido, es necesario llevarla a
un ámbito más flexible del etimológico, por lo cual se debe relacionar con la idea
de parte, “cuando la palabra parte se convierte en partido, disponemos pues, de
11
MICHELS, Robert, Los partidos políticos, Amorrortu, Buenos Aires, Pág. 67
Pág
ina2
1
un término que está sometido a dos atracciones semánticas opuestas: por una
parte, la derivación de partire, dividir, y por la otra, la asociación con participar y,
en consecuencia con compartir12.
Así pues, los partidos políticos deben de ser entendidos como un segmento
de la totalidad de la sociedad, que al formar parte de ella surgen como una
manifestación de la sociedad para ser escuchada, la importancia de los partidos
radica en que son el vínculo entre la sociedad y el Estado.
Por otro lado, para entender el origen de los partidos, es importante
diferenciar entre estos y las facciones, como establecen Duverger y Sartori, son
precisamente los partidos políticos los que “sustituyen” a las facciones. “La
analogía de las palabras no debe conducir a errores. Se llama igualmente
‘partidos’ a las facciones que dividían a las repúblicas antiguas, a los clanes que
se agrupaban alrededor de un condotiero en la Italia del Renacimiento, a los
clubes donde se reunían los diputados de las asambleas revolucionarias, a los
comités que preparaban las elecciones censatarias (…) Pero vemos, a pesar de
todo, que no se trata de la misma cosa”13
Por su parte, Sartori, establece que el término de partido fue sustituyendo
paulatinamente al de facción, señalando la idea de facción desde su origen
etimológico no se puede considerar lo mismo al del partido, “se deriva del verbo
latino facere (hacer, actuar), y la palabra factio pronto llega a indicar, para los
autores que escriben en latín, un grupo político dedicado a un facere perturbador y
nocivo, a “actos siniestros”,14 se considera a la facción como los grupos que
privilegian los intereses personales, por ello de ninguna manera se puede
considerar a los partidos políticos como lo mismo, como señala Sartori citando a
Burke, “un partido es un cuerpo de hombres unidos para promover mediante su
labor conjunta, el interés nacional sobre la base de algún principio particular
12
SARTORI, Giovanni, Partidos y sistemas de partidos, Alianza, Madrid 2000, Pág.19 13
Ibíd., Pág. 15 14
Ibíd., Pág. 18.
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2
acerca del cual todos están de acuerdo (…) Esta generosa ambición de poder…
(la del partido) se distinguirá fácilmente de la lucha mezquina e interesada por
obtener puestos y emolumentos (la de la facción)”,15 en general, se considera el
término “facción” como algo malo, a diferencia del termino de partido, considerado,
como el medio para llegar a ciertos fines por parte de los diferentes grupos
sociales.
Una vez asentado el tema tanto del concepto como del origen de los
partidos políticos, y retomando el del desarrollo de los mismos, al igual que lo hace
Duverger, Jean Charlot aborda el tema de la evolución ligándolo con el de la
democracia, al indicar que “los partidos de creación electoral y parlamentaria
fueron los primeros en aparecer –por el establecimiento de una unión permanente
entre los grupos parlamentarios de una parte y los comités electorales,
generalmente más tardíos, de otra”16, entonces se puede entender a los partidos
políticos como el pilar fundamental de la democracia en cuanto a las elecciones y
la representación se refiere.
Por su parte, Michels, coincide con la idea de entender el desarrollo de la
democracia, ligándolo con la existencia de una organización al señalar que “es
inconcebible la democracia sin organización (…) la organización es el arma de los
débiles en su lucha contra los fuertes (…) la organización ha llegado a ser un
principio vital de la clase trabajadora, pues sin ella el triunfo es imposible”.17
Ahora bien, con lo expuesto por Michels y retomando a Duverger y Charlot,
se puede establecer, como premisa inicial lo siguiente, los partidos políticos ven su 15
Giovanni Sartori, elabora una interesante comparación entre los estudios realizados por tres autores, Bolingbroke, Hume y Burke, el primero de ellos, establece que mientras los partidos políticos son un mal político, o dicho en otras palabras, un mal necesario, las facciones son los peores de todos los partidos, a consideración de Sartori, el trabajo de Bolinbroke se queda corto debido a su animadversión por los partidos y las facciones; respecto del estudio de Hume, se establece como el puente entre Bolinbroke y Burke, acercándose sin lograrlo del todo a la diferenciación entre un partido y una facción, igualmente llama a las facciones partidos y viceversa; para terminar con Burke quien a juicio de Sartori es el primero en hacer una diferenciación entre un partido y una facción. SARTORI, Op. Cit. Pág. 17-32. 16
CHARLOT, Jean, Los Partidos Políticos, Hispánica, México 1991, Pág. 10 17
MICHELS, Robert, Op. Cit., Pág. 69
Pág
ina2
3
desarrollo como consecuencia de la ola democratizadora en los gobiernos, como
respuesta a la necesidad de organización y representación de los sectores
sociales, tanto en las elecciones como en los parlamentos, se establece una
relación bilateral, por lo cual no se puede entender a la democracia sin estas
organizaciones, como tampoco se pueden entender el avance de los partidos
políticos sin el surgimiento de un sistema en que se maneje como regla general el
escrutinio popular y por lo consiguiente la representación parlamentaria de
aquellos estratos políticos y sociales, o en palabras de Duverger, “el nacimiento de
los partidos está ligado, pues, al de los grupos parlamentarios y los comités
electorales”18.
En consecuencia, sí se toma en cuenta la evolución de los partidos políticos
ligada al desarrollo de la democracia como forma de gobierno adoptada por los
Estados, primordialmente occidentales, se puede deducir, como lo hace Duverger,
que los partidos políticos modernos, como los conocemos, no tienen más de un
siglo de existencia “en 1850, ningún país del mundo (con excepción de los
Estados Unidos) conocía partidos políticos en el sentido moderno de la palabra
(…) en 1950, éstos funcionan en la mayoría de las naciones civilizadas”19, o en
palabras de Charlot, “Los partidos no solo tienen poca influencia antes del
segundo cuarto del siglo XIX, más bien no existen, o si se prefiere, en los que
existen, la realidad que recubre tal palabra no tiene más que lejanas relaciones
con los partidos tal como los conocemos ahora”.20
Es necesario retomar la teoría de Maurice Duverger, en donde realiza una
dicotomía sobre las dos formas de origen de los partidos políticos, así, por una
parte tenemos el “origen electoral y parlamentario” y por la otra, “el origen exterior
de los partidos”.
18
DUVERGER, Maurice, Op. Cit. Pág.16 19
Ibíd. Pág. 15 20
CHARLOT, Jean, Op. Cit., Pág.
Pág
ina2
4
En primer término, el origen electoral y parlamentario de los partidos
sugiere una fórmula aparentemente sencilla, dice Duverger, para que se cumpla el
tipo de origen mencionado con anterioridad, necesariamente se debe dar la
“creación de grupos parlamentarios, en primer lugar; en segundo lugar, aparición
de comités electorales; y, finalmente, establecimiento de una relación permanente
entre estos dos elementos”21, por un lado, tenemos el surgimiento de los grupos
parlamentarios antes de los comités electorales, mientras tanto el nacimiento de
estos últimos está necesariamente ligado a la implementación del sufragio
universal.
Se tienen entonces dos elementos fundamentales o como los denominaría
Duverger, dos células madre, “basta con que una organización permanente se
establezca entre éstos (grupos parlamentarios) y que lazos regulares los unan a
aquellos (comités electorales), para que nos encontremos frente a un verdadero
partido”22, así, los lazos que deberán entrelazar las dos “células madres”, deben
de alejarse del interés personal de los integrantes de los grupos parlamentarios y
trasladarse a un plano institucional con lo cual se permite el nacimiento de manera
oficial el partido político.
El otro tipo de origen que explica Duverger es el que se da del exterior, es
decir, no nace de la necesidad de organizar a los grupos parlamentarios y los
comités electorales, como ya se vio en el modelo anterior, esta vez, los partidos
ven su creación por la demanda de grupos sociales,23 por una necesidad legítima
de representación, esta forma de creación, explica Duverger, se da principalmente
por la influencia de los sindicatos, es decir, de una organización ya existente, se
genera un partido político, con el fin de pelear en las elecciones por escaños de
representación en el parlamento, “sólo mediante una combinación que los lleve a
21
DUVERGER, Maurice, Op. Cit., Pág. 16 22
Ibíd., Pág. 21 23
Los grupos sociales u organismos del exterior pueden ser, según Duverger, sociedades de pensamiento, clubes
populares, sindicatos, iglesias y las asociaciones de antiguos combatientes, dentro de estos grupos, también se encuentran
los grupos industriales y comerciales, como bancos, grandes empresas, sin embargo estos grupos se manejan con gran
discrecionalidad. (DUVERGER, Op. Cit.,Pág. 22-26.)
Pág
ina2
5
construir un conglomerado estructural, los proletarios podrán adquirir la facultad de
resistencia política y alcanzar dignidad social (…) El principio de organización es
condición absolutamente esencial para la lucha política de las masas”,24 así es
como se da el origen desde el exterior, dicho sea de paso, es la forma más común
como nacen los partidos.
En palabras de Charlot, el origen exterior de los partidos políticos, “queda
esencialmente establecido por una institución prexistente, en el que la actividad
propia se sitúa independientemente de las elecciones y del parlamento”.25
En resumen, el desarrollo de los partidos políticos va de la mano con el de
la democracia y nacen como respuesta a la necesidad de contar con
organizaciones que construyan los lazos entre los organismos parlamentarios y los
comités electorales, por un lado; y, como resultado de la demanda de los grupos
externos de la sociedad, por ser representados en los parlamentos y participar
activamente en las elecciones, por el otro.
Otra propuesta interesante sobre el origen de los partidos políticos es la
desarrollada por Seymour Lipset y Stein Rokkan26, quienes explican el surgimiento
de los partidos y el desarrollo de los sistemas electorales a través de cleavages, el
término entendido como fracturas o divisiones sociales duraderas, traerán como
consecuencia la divisiones entre miembros de una comunidad formando sub-
grupos sociales distintos. Sin duda los claevages pueden ser muchos, a lo largo
de la historia, sin embargo para ser de relevancia estos deben de generar cambios
significativos entre los grupos de la sociedad, es decir, la fractura debe de dejar
importantes diferencias políticas entre aquellos grupos divididos.
24
MICHELS, Robert, Op. Cit., Pág. 70 25
CHARLOT, Jean, Op. Cit., Pág. 31 26
LIPSET, Seymour y ROKKAN, Stein, Estructuras de división, sistemas de partidos y alineamientos electorales, traducción en español en Diez textos básicos de ciencia política, Ariel, Barcelona 2001. Págs. 231-273
Pág
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6
Según Lipset y Rokkan, han existido cuatro cleavages en la historia, sin
dejar de lado que el estudio está realizado principalmente en Europa Occidental,
las cuales fueron causadas por dos revoluciones, las dos primeras por la
“Revolución nacional: el conflicto entre la cultura central que constituye la nación y
la resistencia creciente de las poblaciones sometidas de las provincias y las
periferias, étnicas, lingüísticas o religiosamente diferenciadas” 27 , pensada
principalmente en la Revolución Francesa y, las dos subsecuentes por la
Revolución Industrial, provocando las divisiones entre terratenientes y empresarios
por un lado; y, patrones y obreros por el otro. A continuación se enlistarán los
cuatro cleavages:
1) Cleavage centro-periferia: surge como consecuencia del empuje de las
poblaciones con diferencias étnicas, lingüísticas, económicas y religiosas,
desarrolladas en la periferia, en contra de las élites políticas que ejercían el
poder desde el centro.
2) Cleavage Estado-iglesia: surge por la necesidad de los Estados de generar
vínculos con los ciudadanos dejando a un lado, y por lo tanto, amenazando
la posición de la iglesia, quien hasta ese entonces tenía el control de la
sociedad, de esta fractura nacen los partidos de índole religioso.
3) Cleavage campo-ciudad: como ya se mencionó tiene su origen en la
Revolución Industrial y está ligado a la división entre los que poseían las
tierras y los empresarios surgidos a partir de la industria, con esta fractura
se explica el origen de los partidos agrarios y campesinos.
4) Cleavage trabajo asalariado-capital: es la división entre los trabajadores de
la industria recién creada o entre los proletarios y patrones dueños de
dichas industrias, de esta fractura se originaron, en primera instancia los
movimientos obreros sindicales y en segunda los partidos del mismo tipo.28
27
Ibíd., Pág. 245 28
La clasificación de los cleavages se apoyó de la realizada por Marco Arellano en su artículo, Las fracturas sociales como detonantes del cambio partidista.
Pág
ina2
7
La teoría de Lipset y Rokkan no escapa de la crítica, para algunos autores
como Peter Mair,29 el modelo de los cleavages se puede entender en sistemas con
estructuras y divisiones bien establecidas, además de considerar la existencia de
otras fracturas a tomar en cuenta como originadoras de partidos políticos.
En cuanto al Partido Verde Ecologista de México (PVEM), tema de este
estudio, su surgimiento, se verá en el apartado correspondiente, no fue causado
por ninguna fractura de las antes mencionadas, sin embargo, era necesario
asentar como principio, que los partidos políticos pueden surgir y modificarse a
partir de divisiones o fracturas sociales importantes, por lo cual se debe considerar
que la vida de un partido, tanto al interior como al exterior, se puede ver afectada y
generar cambios importantes en la organización, dependiendo de las situaciones
que se den en el exterior y como se adaptan al ambiente.
Joseph Lapalombara y Myron Weiner,30 propone el estudio sobre el origen
de los partidos políticos basándose en tres teorías, 1) las institucionales, va de la
mano con el origen interno de los partidos planteada por Duverger, acerca de que
los partidos nacen a partir de instituciones existentes, estas son dos, los
parlamentos y las creadas a partir del juego electoral; 2) las de la crisis, supone la
creación de los partidos como consecuencia de diversas crisis históricas
estructurales, estos movimientos van relacionados con la pérdida de legitimidad de
los regímenes monárquicos o imperiales, sustituidos por nuevos Estados; y, 3) las
de la modernización, estas teorías manejan el origen de los partidos basándose en
cambios sociales profundos, el Estado debe de hacer frente a dichos cambios
generando instituciones nuevas, entre ellas los partidos. Considerando al Estado
como un espacio institucional de representación política.
29
MAIR, Peter, Cleavages, en KATZ, Richards and CROTTY, William, Handbook of Party Politics, Sage London 2006. 30
LAPALOMBARA, Joseph y WEINER, Myron, The origin and Development of Political Parties, en Political parties and political development, Princeton 1966, Pág. 7.
Pág
ina2
8
En este recorrido, no se puede pasar por alto a otro teórico de los partidos
políticos, Sigmund Neumann quien a través de su exhaustivo estudio comparado,
encumbra la importancia de dichas organizaciones, tanto para el ámbito nacional
como para el panorama internacional, “los partidos nacionales se han convertido
cada vez más en factores cruciales de los acontecimientos que se suceden en
lejanos frentes internacionales y al mismo tiempo afectan nuestras actividades
más personales, a parte de las funciones que ejercen respecto a la orientación
política de los Estados”,31 además Neumann considera a los partidos políticos
como la obra viva de la política moderna, en donde no se puede estudiar al
sistema político sin considerar a los partidos como instituciones fundamentales del
mismo.
Además desde una visión general, define al partido político, “como una
organización articulada de los agentes activos de la sociedad, de aquellos que se
interesan por hacerse con el poder del Gobierno y que rivalizan por obtener el
apoyo popular (…) por su naturaleza es el gran intermediario que une a las
fuerzas e ideologías de la sociedad con las instituciones oficiales del Gobierno”,32
con lo anterior, se sustenta la idea de que sin las organizaciones partidarias no
sería posible la comunicación entre gobierno y gobernados.
Por encima de todo, menciona Sartori, los partidos deben de ser medios de
representación “los partidos se convirtieron en medios de expresión a lo largo del
proceso de democratización de la política” 33 en virtud de ser estos los que
expresan el sentir y las demandas del pueblo a los gobiernos. Por lo tanto, los
partidos buscan llevar a cabo las propuestas de la sociedad a la cual representan
intentando llegar al poder, es en ese momento cuando entran al juego de las
elecciones.
31
NEUMANN, Sigmund, Partidos políticos modernos, iniciación al estudio comparativo de los sistemas políticos, Madrid 1965, Pág. 19. 32
Ibíd., Pág. 597 33
SARTORI, Giovanni, Op. Cit., Pág. 55
Pág
ina2
9
Una vez señalado el cómo surgieron los partidos políticos, es necesario
enfocarse en el porqué de su existencia, para esto es importante reconocer el
lugar de los partidos políticos dentro de la vida democrática de un país. Sin el afán
de dar una extensa definición del concepto de democracia, lo cual nos desviaría
del objetivo primordial de este trabajo, podemos establecer como premisa muy
general una definición clásica de dicho concepto, la democracia es el “gobierno del
pueblo por el pueblo”34, nos encontramos pues ante una idea que sólo se puede
concebir en la imaginación, un gobierno de tal magnitud no es posible de
realizarse, si no es por medio de la representación, la cual se elegirá a través del
sufragio universal y es aquí donde a muy grandes rasgos se encuentra la razón de
ser de los partidos políticos.
En otro sentido, como ya se mencionó, los partidos se deben de entender
como organizaciones políticas, para Francisco Reveles, “inicialmente los partidos
(como organizaciones políticas) son representantes de la sociedad: pretenden que
la mayor parte de ella se convenza de sus principios ideológicos y conozca y
asuma como propias sus propuestas particulares”35, lo anterior refuerza la idea de
entender a los partidos como instrumentos de representación de la sociedad ante
el gobierno.
En consecuencia, se debe considerar a los partidos políticos como
organizaciones fundamentales dentro del sistema político de los países modernos,
al fungir como representantes de los grupos sociales ante los gobiernos, así como
entes fundamentales en la toma de decisiones tanto en el ámbito nacional como
en el internacional.
Los partidos son parte esencial en la vida democrática de los Estados,
debido a que no se puede considerar un Estado democrático si no cuenta con las
34
Con el objetivo de no adentrarnos en una discusión acerca de lo que es la democracia, lo cual desviaría la atención sobre el objetivo principal del apartado, se da una definición clásica de democracia, tomada de Duverger, Op. Cit., Pág. 450 35
REVELES, Francisco, Partidos políticos en México, apuntes teóricos, UNAM México 2008, Pág. 15
Pág
ina3
0
organizaciones encargadas de llevar al territorio gubernamental las demandas de
la sociedad a la cual representan, además de participar en las elecciones con el fin
de implementar las políticas públicas consideradas por su dirigencia como las
mejores para el bien común, “los partidos son conductos de mediación porque
ponen en contacto a los ciudadanos con las instituciones estatales; son elementos
organizativos que logran revertir el aislamiento de la vida social y a través de ellos
se expresa la contienda entre los diversos diagnósticos y propuestas que existen
en la sociedad”36.
A manera de conclusión, se puede asumir como válida la idea de
independientemente de la teoría para explicar el origen de los partidos políticos, al
final todas deben de coincidir en establecer el surgimiento de las organizaciones
partidistas a partir de la necesidad de ciertos grupos de la sociedad que se unieron
con el fin de llevar al ámbito gubernamental sus demandas, por lo tanto, se
pueden entender a los partidos políticos como canalizadores de demandas de la
sociedad, los cuales ven su desarrollo y crecimiento a partir de la postura
democrática adoptada por los Estados alrededor del mundo. Su importancia radica
en ser la vía de comunicación entre el Estado y la sociedad.
3.1 Tipos y funciones de partidos
Una vez analizado el surgimiento de los partidos políticos, así como su
importancia, el siguiente paso, es dar una revisión a los tipos y funciones de
partidos, tarea complicada debido a la diversidad de estudios realizados a través
de la historia.
Mientras para Sartori, el estudio de los partidos políticos se debe de realizar
de acuerdo al sistema de partidos al cual pertenece cada uno, para Neumann,
resulta indispensable estudiar la estructura de los partidos de acuerdo al contexto
real al que pertenece cada uno “el problema del planteamiento adecuado para 36
WOLDENBERG, José, Los partidos políticos y las elecciones de los Estados Unidos Mexicanos, México, Pág. 10
Pág
ina3
1
llegar a una verdadera y profunda teoría de la estructura de los partidos políticos
constituye realmente un dilema (…) sólo puede sintetizarse conceptualmente a
través del empleo ordenado de un marco ideológico (…) los partidos políticos son
los principales agentes de la vida política. Por esta misma razón han de ser
analizados dentro del marco de su propio sistema gubernamental”37. La idea de
Neumann sugiere el no poder realizar una clasificación abarcando a todos los
partidos políticos, como consecuencia de ello, se tendría que estudiar el contexto
de cada uno de las organizaciones, lo cual se hará en el tercer capítulo de este
trabajo, cuando se trate el caso particular del Partido Verde Ecologista de México.
Sin embargo hay autores que se han dado a la tarea de intentar
esquematizar los tipos y funciones de las organizaciones, el caso más significativo
es el de Duverger, quien plantea, en principio de cuentas la existencia de dos tipos
de estructuras, la directa, aquellos partidos cuyos miembros “han firmado una
papeleta de adhesión”; y, la indirecta, cuyos partidos se han formado por la
existencia de una organización externa (sindicatos, cooperativas, grupos de
intelectuales, etc.).
De acuerdo a sus miembros, señala Duverger, los partidos políticos se
deben de clasificar en partidos de cuadros y partidos de masas, dicha distinción
“no descansa en su dimensión, en el número de sus miembros: no se trata de una
diferencia de tamaño, sino de estructura”38, mientras para el primero de ellos el
número de adherentes no es tan importante, prefieren la calidad que la cantidad;
para el segundo, lo realmente importante es el número de adherentes, la distinción
entre estos dos tipos de partidos “corresponde igualmente, más o menos, a la de
derechas e izquierdas, partidos “burgueses” y partidos “proletarios”39.
37
NEUMANN, Sigmund, Op. Cit., Pág. 21-22 38
DUVERGER, Maurice, Op. Cit. Pág. 93 39
Ibíd., Pág. 97
Pág
ina3
2
Con la clasificación de Duverger se tienen los primeros dos tipos de
partidos, los de cuadros o de élites y los de masas, mismos que serán retomados
más adelante.
Por su parte Joseph Lapalombara y Myron Weiner,40 elaboran su tipología
de los partidos basándose en el sistema de partidos predominantes en cada país,
esto es, en sistemas competitivos y sistemas no competitivos. En el primer
sistema sugieren dos tipos de competencia, la hegemónica, en donde un partido
mantiene el control del gobierno ya sea sólo o a base de una coalición, y el de
alternancia en donde son posibles los cambios en el partido en el gobierno, de
esta distinción se derivan cuatro tipos de partidos 1)hegemónico-ideológico;
2)hegemónico-pragmático; 3)alternante-ideológico; y, 4)alternante-pragmático, en
este sistema, la competencia y los cambios se pueden dar desde la práctica
política y por razones de índole doctrinal.
En cuanto a los sistemas no competitivos propuestos por Lapalombara y
Weiner, la distinción de los partidos se da de acuerdo al régimen no democrático
identificado para cada gobierno, así puede haber tres tipos de partidos, 1)
unipartidista-autoritario; 2) unipartidista-pluralista; y, 3) unipartidista-totalitario. Las
distinciones que realizan los autores señalados están basadas en partidos de
masas.
Otro estudio interesante respecto de los tipos y funciones de los partidos es
el realizado por Gunther y Diamond, 41 quienes “ofrecen una tipología para el
análisis de los partidos centrada en tres criterios; (el organizacional, el de las
funciones o bien el de las bases sociales)” 42 , de aquí nacen cinco tipos de
40
LAPALOMBARA, Joseph y WEINER, Myron, Op. Cit., Princeton 1966, Pág. 21-42. 41
DIAMOND, Larry y GUNTHER, Richard, Types and Functions of Parties, en Gunther, Richard, Montero, José Ramón y Linz, Juan, (eds), Political Parties: Old Concepts and New Challenges, Oxford 2000. 42
Según estos autores, dice Reveles, basan su tipología en tres criterios, 1) El tamaño de la organización formal y la amplitud de funciones que realiza; 2) si, de acuerdo con sus objetivos, el partido es tolerante y pluralista o bien, si cuenta con una estrategia “protohegemónica”; y, 3) si se
Pág
ina3
3
partidos, 1) los elitistas, que vendría siendo lo equivalente a los partidos de
cuadros según Duverger, y se caracterizan por contar con una estructura mínima
basada en élites; 2) los de masas, en donde se encuentran los partidos socialistas,
nacionalistas o religiosos, por un lado, y los funcionales en un sistema
democrático, por el otro; 3) los étnicos, se pueden diferenciar de los de masas
únicamente porque su fin último es promover los intereses de los grupos étnicos;
4) los electorales, centran su actuación de acuerdo a las elecciones y pueden ser
considerados según Gunther y Diamond, como el mejor ejemplo de partidos catch-
all o atrapa todo; y, 5) los movimiento, los cuales a su vez se dividen en los de
izquierda libertaria y los de extrema derecha postindustrial, mientras los primeros
se caracterizan por rechazar el predominio de los temas económicos, los
segundos por buscar que prevalezca el orden, la tradición, la identidad y la
seguridad.
Con la clasificación realizada por estos dos autores, surge un nuevo tipo de
partido, el catch-all o atrapa todo, éste tipo de organización, a su vez deriva de los
partidos de masas, quien ha logrado desarrollar de mejor manera la teoría de los
partidos que se alejan de su plataforma ideológica para convertirse en
maquinarias electorales fue Otto Kirchheimer43, según su teoría, los partidos de
masas se tornan hacia la competencia electoral “renuncia a los intentos de
incorporar moral y espiritualmente a las masas y dirige su atención ante todo hacia
el electorado; sacrifica, por tanto, una penetración ideológica más profunda a una
irradiación más amplia y a un éxito electoral más rápido”44.
La transformación del partido de masas al partido catch-all, tiene lugar
principalmente según Kirchheimer, por la división social menos marcada, la cual
sugiere que al debilitarse dichas divisiones, es más fácil para los partidos penetrar
caracteriza por adoptar y pugnar por compromisos programáticos o ideológicos.REVELES, Francisco, Op. Cit., Pág. 29. 43
KIRCHHEIMER, Otto, The Transformation of the Western European Party System, en Lapalombara y Weiner (eds.), Political Parties and Political Development, Princeton 1966, Pág. 177-200. 44
KIRCHHEIMER, Otto, El camino hacia el partido de todo el mundo, en Lenk, Kurt y Neumann, Franz (eds.), Teoría y sociología críticas de los partidos políticos, Anagrama Barcelona, Pág. 331.
Pág
ina3
4
a los otros estratos sociales en donde antes no lo hacía. Otros factores
determinantes de dicha transformación fueron el económico y el surgimiento de los
Estados de bienestar.
El partido catch-all sugiere un abandono de la plataforma ideológica de los
partidos de masas, por lo tanto el vínculo entre los líderes y los miembros del
partido se desdibuja y ahora es más importante la relación entre los líderes y los
votantes y los grupos que le permitan a los primeros financiar las organizaciones.
Cuando se da el surgimiento del partido catch-all, Ángelo Panebianco
propone el nacimiento de otro tipo de partido que tiene lugar debido a la
profesionalización de la burocracia partidista encargada de estrechar los lazos
entre los líderes del partido y el electorado, esta idea sugiere cuando se da esta
profesionalización, el partido de masas catch-all se desarrolla para convertirse en
partido profesional-electoral, “la distinción entre burócratas y profesionales puede
servirnos como criterio principal para distinguir dos tipos ideales de partido: el
partido burocrático de masas y el partido profesional-electoral.45
Por último, Richard Katz y Peter Mair,46 proponen un nuevo tipo de partido:
el partido cártel, sustituyendo al partido catch-all y al partido profesional-electoral,
el partido cártel, sugieren los autores, en primer término se origina como
consecuencia de la distribución de los recursos financieros por parte del Estado,
es decir, si anteriormente los partidos de masas se financiaban por las
aportaciones de los afiliados, el desinterés de la población ha ocasionado que los
partidos no cuenten con ese financiamiento y por eso son ahora los Estados los
suministradores de los recursos.
45
PANEBIANCO, Ángelo, Modelos de partidos, Alianza, Madrid 1990, Pág. 491. 46
KATZ, Richard y MAIR, Peter, La supremacía del partido en las instituciones públicas: el cambio organizativo de los partidos en las democracias contemporáneas, en Gunther, Richard, Montero, José Ramón y Linz, Juan, Partidos políticos: viejos conceptos y nuevos retos, Trotta, Madrid 2007.
Pág
ina3
5
Los partidos políticos en México han contado con el financiamiento por
parte del Estado a lo largo de la historia, por lo cual la clasificación del partido
cártel podría adecuarse a cualquiera de las organizaciones mexicanas.
Otro aspecto rescatable para explicar el surgimiento de los partidos cártel,
es el crecimiento de las organizaciones por dentro de los mismos, cada vez más
se da un aumento de personal laborando para la organización. El último aspecto
que señalan Katz y Mair, coadyuvante para el nacimiento de los partidos cártel, es
el hecho de que los partidos importantes ya han gozado de periodos en el
gobierno, por lo cual cada vez más, la preocupación va encaminada a ocupar
cargos gubernamentales, como consecuencia de ello se da un perdida de
cohesión entre el electorado y los líderes de las organización.
Por lo antes mencionado, al ser el Estado el mayor proveedor de los
recursos para el funcionamiento de los partidos políticos, éstos últimos dejan de
formar parte de la sociedad para pasar a ser parte del Estado, como lo menciona
Marco Arellano, “los partidos: ya no serían intermediarios entre el Estado y la
sociedad, sino que el Estado se habría transformado en nexo entre la sociedad y
los partidos. En consecuencia, los partidos son hoy más fuertes, pero más
remotos; tienen mayor control, pero menos poder; gozan de más privilegios, pero
de menos legitimidad”.47
Las diferentes teorías señaladas sobre los tipos de partidos políticos,
sugieren una evolución y cambios transformando a las organizaciones partidistas
al pasar el tiempo, por eso no se puede suponer que los tipos de partidos en la
actualidad se tengan que alinear con los mencionados anteriormente, sin embargo
era necesario dejar precedente de las teorías que han intentado clasificar a los
partidos políticos.
47
ARELLANO, Marco, tesis para aprobar el grado de maestría, El cambio en los partidos políticos, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM Pág. 59.
Pág
ina3
6
Ahora bien, en cuanto a las funciones de los partidos se refiere, se pueden
establecer a lo largo de la historia en las siguientes, según menciona Reveles
citando el estudio realizado por Gunther y Diamond:
1) La postulación de candidatos.
2) La movilización electoral.
3) La estructuración de temas de debate público
4) La representación social.
5) La agregación de intereses.
6) La formación y el sostenimiento de gobiernos.
7) La integración social.48
Por su parte Manuel Alcántara 49 divide a las funciones de los partidos
políticos en seis, mismas que a continuación se desarrollan:
a) Las funciones de socialización: en primer lugar se refiere en reforzar
la cultura política de la organización, en segundo al cambio
significativo sufrida por la cultura, esta función debe de estar
encaminada a establecer los cimientos, en la medida en que la
socialización sea fuerte, se asegura la existencia del partido político.
b) Las funciones de movilización: es a través de esta función mediante
la cual, un grupo pasa de ser un conjunto pasivo para convertirse en
uno activo, principalmente en la vida política, esta movilización se da
primordialmente al inicio de la vida de un partido, cuando éste se
afianza en la vida política, la necesidad de movilización desaparece
paulatinamente. Esta función invita a los ciudadanos a incorporarse
al proceso político.
c) Las funciones de participación: las funciones de actividad
participativa se constriñen al voto y se refiere a aquellas actividades
48
Ibíd., Pág. 29 49
ALCÁNTARA, Manuel, Las tipologías y funciones de los partidos políticos, en Mella, Manuel (ed.), Curso de partidos políticos, Akal, Madrid 2003.
Pág
ina3
7
partidistas dadas tanto en las elecciones como en la vida diaria del
partido.
d) Las funciones de legitimación: esta función va a encaminada a
articular el apoyo y la confianza de la gente, la función de
legitimación es en donde desencadenan las tres funciones
mencionadas con anterioridad en virtud de que las tres van
encaminadas a formar legitimidad.
e) Las funciones de representación: esta función va ligada con el
desarrollo de la democracia representativa, sin esta condición no se
puede dar la función de representación, es con ella como los partidos
políticos fungen como representantes de la sociedad.
f) Las funciones de operatividad del régimen político: en esta función,
los partidos políticos son formadores de los militantes que ocuparan
cargos dentro de las instituciones gubernamentales, por lo tanto los
partidos son parte fundamental de los Estados.
Con lo anterior, quedan establecidos los criterios para conocer los tipos y
las funciones de los partidos políticos. Sin embargo, un estudio que amerita ser
analizado en un apartado específico, es el realizado por Ángelo Panebianco y su
modelo de partidos.
4.1 El modelo originario de Ángelo Panebianco
En el desarrollo de este primer apartado, como se pudo observar, se revisaron los
estudios realizados sobre los partidos políticos de acuerdo a sendas escuelas de
pensamiento, se estudió el surgimiento de los partidos y la importancia de contar
con estas organizaciones en el sistema político, posteriormente se analizaron los
diferentes tipos de partidos así como sus funciones. Todo lo anterior con la
finalidad de desarrollar el tema principal de este trabajo con una base teórica
sólida.
Pág
ina3
8
De la revisión de las diferentes teorías clasificadoras de los partidos
políticos y tomando en cuenta la dificultad que a primera vista representa el
estudio desde un marco teórico del PVEM, la mejor para hacer frente a ésta tarea,
es la elaborada por Ángelo Panebianco, bien construye su modelo tomando como
base a los partidos políticos de Europa Occidental, se puede prestar para analizar
el surgimiento y desarrollo del partido objeto de estudio.
Como menciona Marco Arellano, “para Panebianco, la distinción entre
origen interno y origen externo –que es la base de la teoría de Duverger-, no
puede construir “el eje básico” de la diferenciación entre los partidos si
observamos su nacimiento. El proceso de formación de un partido, según el
italiano (Panebianco), en la mayoría de los casos, es un proceso complejo y
consiste a menudo en la aglutinación de una pluralidad de grupos políticos”50.
Panebianco estructura su modelo originario poniendo mayor énfasis en el
estudio del origen y la evolución del partido político, elementos, según el propio
teórico más característico, la condición de organización.
Para esto, indica Panebianco, el desarrollo de cualquier partido se debe de
dar entre cuatro dilemas organizativos:
Dilema I: modelo racional contra modelo natural, el primero sugiere el
nacimiento del partido a partir de fines bien determinados, mientras en el
segundo, los fines se pueden modificar de acuerdo a tendencias de
supervivencia y auto conservación, es decir, los fines pueden ser modificados
de acuerdo a las necesidades del propio partido;
Dilema II: incentivos colectivos contra incentivos selectivos, como también
menciona Duverger, para todo partido es necesario repartir incentivos entre
50
ARELLANO, Marco, De la Estructura y Coyuntura en los Partidos Políticos. Estudio de los Partidos Políticos por Dentro, tesis de licenciatura presentada en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, 2005. Pág. 15
Pág
ina3
9
sus miembros, mientras los primeros de ellos representan beneficios o
promesas de beneficios para todos los participantes en la misma medida, los
segundos se reparten de forma desigual y sólo entre algunos miembros. Los
incentivos colectivos dentro de la organización, son identidad, solidaridad e
ideología, mientras los selectivos son poder, estatus e incentivos materiales;
Dilema III: adaptación al ambiente contra predominio, en este dilema
Panebianco distingue entre las organizaciones dominantes del entorno y las
que se adaptan al ambiente de su alrededor, por si sola, la distinción
representa la idea de pensar en partidos fuertes o dominantes (predominio) y
partidos débiles (adaptación al ambiente); y,
Dilema IV: libertad de acción contra constricciones organizativas, se refiere a la
libertad con la cual cuentan los líderes de las organizaciones, mientras en el
primer caso los líderes del partido tienen libertad de acción, en los segundos la
libertad viene determinada desde adentro de la propia organización y por el
entorno que los rodea.51
Una vez establecidos los cuatro dilemas organizativos por los cuales
cualquier partido debe transitar, Panebianco menciona que estas organizaciones
deben de evolucionar pasando por los puntos antes señalados, el elemento
determinante de la evolución de cualquier partido político es el nivel de
institucionalización, la cual será el puente entre la fase de nacimiento y la fase de
madurez de toda organización.
Otro punto fundamental en el trabajo de Panebianco, es el concepto de la
coalición dominante, entendida como el círculo o grupo de personas que
mantienen el poder dentro del partido político, este elemento es fundamental,
debido a “la fisonomía de la coalición dominante es lo que distingue la estructura
organizativa de un partido de otro. Construir por tanto, una tipología de las
51
PANEBIANCO, Ángelo, Op. Cit., Págs. 34-51
Pág
ina4
0
coaliciones dominantes en los partidos políticos equivale a identificar los diferentes
tipos de organización de los partidos”.52
Adentrándonos al modelo originario de Panebianco, para entender el
entramado organizativo de un partido político es necesario estudiarlo por dos
vertientes, la primera es su nacimiento y la segunda su institucionalización. Sobre
la primera señala que todas las organizaciones estarán marcadas de origen por su
historia, de cómo nació y se consolidó, “toda organización lleva sobre sí la huella
de las peculiaridades que se dieron en su formación y de las decisiones político-
administrativas más importantes adoptadas por sus fundadores”.53
Entonces de acuerdo a la fundación Panebianco sugiere tres factores
fundamentales a tomar en cuenta para la definición del modelo originario de
cualquier partido, los cuales se explicarán cuando se elabore la caracterización del
PVEM, en el siguiente capítulo, por lo tanto únicamente se mencionarán a
continuación:
La construcción de la organización,
Tipo de patrocinio del partido político,
Carácter carismático o no del partido,
El segundo factor esencial a considerar para el estudio de estas
organizaciones, es el nivel de institucionalización con el que cuentan, tomando en
consideración los siguientes parámetros.
El proceso de institucionalización de todo partido político, explica
Panebianco, es en donde los líderes establecen los fines e incorporan los valores
a seguir en la organización, es por ello que es un proceso fundamental en la vida
del partido, se puede decir que la durabilidad de un partido depende del nivel de
institucionalización al momento de su nacimiento. 52
PANEBIANCO, Ángelo, Op. Cit., Pág. 92. 53
Ibíd., Pág. 109
Pág
ina4
1
Tenemos, según Panebianco, dos procesos incitadores de la
institucionalización, 1) el desarrollo de intereses en el mantenimiento de la
organización, es decir, la distribución de “incentivos selectivos”, dirigidos a algunos
de sus miembros y se traducen en cargos o posibilidades de crecimiento dentro de
la pirámide organizativa; y, 2) Desarrollo y difusión de lealtades organizativas, en
otras palabra, “incentivos colectivos”, otorgados tanto a los miembros del partido
como a los externos, lo cual genera identidad.
Por otra parte, distingue entre los niveles de institucionalización dentro de
cualquier partidos político, este sentido se puede medir de acuerdo a dos factores,
1) el grado de autonomía respecto al ambiente, por un lado; y, 2) el grado de
sistematización de interdependencia, por el otro.
El primer concepto se refiere al grado de actuación respecto de su entorno,
que tan dependiente o no es del ambiente de su alrededor, si bien todos los
partidos dependen de su entorno, el grado del mismo va a determinar su
independencia respecto del ambiente, por lo tanto, los partidos que sean más
independientes ejercerán mayor influencia sobre el entorno, mientras los más
dependientes tendrán por analogía menos influencia por lo cual buscarán
adaptarse al medio.
El segundo concepto, el del grado de sistematización de interdependencias,
se puede explicar como la autonomía o no dentro de la organización de los
subsistemas integrantes de la misma, cuanto más autónomas son las unidades
internas del partido, menor será el grado de sistematización de la organización, de
igual forma, mientras menor sea el nivel de autonomía, es decir cuando se de una
mayor interdependencia entre las partes y mayor sea el control “centralizado”
dentro del partido, mayor será el grado de sistematización del mismo.
Ahora bien, las dos dimensiones de institucionalización están
Pág
ina4
2
intrínsecamente relacionadas, “en el sentido de que un bajo nivel de
sistematización organizativa, implica a menudo una débil autonomía respecto del
ambiente” 54 y viceversa, lo que se puede entender en niveles de
institucionalización, ya sea débil o fuerte.
Por último, Panebianco elabora la siguiente aseveración: los partidos con
un elevado nivel de institucionalización, son rígidos, los cambios son lentos y por
lo general son antidemocráticos, mientras los que su nivel de institucionalización
es débil, los cambios suelen ser rápidos al contar con una autonomía de los
actores integrantes, por lo cual se consideran progresistas.
A manera de conclusión y con la finalidad de resumir lo visto en éste
apartado, en primer término se realizó una revisión de los estudios y las escuelas
encargadas de estudiar a los partidos políticos a través de la historia.
Por otra parte, se analizó el origen y el desarrollo de los partidos políticos,
estableciendo que dichas organizaciones vieron su nacimiento, en aquellos grupos
de la sociedad organizados con la finalidad de realizar demandas al monarca, es
decir, por una necesidad de los grupos de la sociedad por ser escuchados por el
poder soberano; y, el desarrollo de estas organizaciones se vio ligado al de la
democracia, en el sentido de que los partidos fungen como el instrumento de
representación de la sociedad ante el gobierno.
Después se trató el tema de la evolución de los partidos, considerando el
estudio realizado por Lipset y Rokkan, quienes estudian en el surgimiento y
desarrollo de las organizaciones a través de cleavages o fracturas o divisiones
sociales.
Más adelante se trataron los tipos de partidos políticos que han surgido a lo
largo del tiempo, considerando que los primeros fueron los partidos de cuadros y
54
Ibíd., Pág. 122
Pág
ina4
3
los de masa, pasando después para conformar los partidos catch-all, derivación de
los partidos de masas, por último, de los partidos atrapa todo, surgen primero el
partido profesional-electoral y más adelante el partido cártel.
Por último, se desarrolló el marco teórico por medio del cual se estudiará el
partido político tema de éste estudio, es decir, el modelo originario, planteado por
Ángelo Panebianco, quien en términos generales menciona que para conocer o
clasificar cualquier partido político, se debe de estudiar respecto de dos criterios,
uno es su origen o nacimiento y el segundo es su nivel de institucionalización.
Respecto de su fundación hay tres factores a analizar, la construcción
organizativa, el tipo de patrocinio del partido y el carácter carismático o no del
partido; referente al nivel de institucionalización del partido, éste se debe
determinar por dos conceptos, el primero es el nivel de dependencia de la
organización respecto del ambiente y el segundo es la sistematización de
interdependencia, es decir, el grado de dependencia de las subunidades al interior
del partido político.
A manera de conclusión, los partidos políticos son organizaciones
indispensables para cualquier Estado democrático, así, ellos surgen y se
modifican en relación al tipo de Estado y sistema político al cual pertenecen, a su
vez, las funciones que ellos desempeñen ayudarán a moldear y dinamizar el
sistema político, por lo cual existe una dinámica institucional en donde el sistema
determina a los partidos políticos y estos a su vez moldean a dicho sistema.
Dentro del sistema político mexicano, los partidos políticos han jugado un
papel fundamental en la transformación del mismo, es así como surgen y se
desarrollan partidos minoritarios, pero no por ello sin importancia, tal es el caso del
PVEM, organización beneficiada por la transformación del sistema político al
permitir la competencia multipartidista tanto en el espacio electoral como en el
gubernamental.
Pág
ina4
4
Con lo analizado en el presente apartado han quedado establecidas las
bases teóricas por las cuales deberá transitar el desarrollo de los siguientes
capítulos.
Ahora ya se puede abordar con mayor precisión el estudio del PVEM,
analizando la organización por dentro, su origen y el papel jugado en el entorno
que le rodea, lo anterior en base al modelo originario planteado por Panebianco.
¿Cómo surgió el Partido Verde Ecologista de México?, ¿con que tipo de
organización se identifica?, ¿qué características tienen sus líderes?, son algunas
de las preguntas a las que se puede hacer frente en el siguiente apartado.
Pág
ina4
5
Capítulo 2. Caracterizando al Partido Verde Ecologista de México
El presente trabajo se elaboró tomando como base teórica el “modelo originario”
planteado por Ángelo Panebianco, quien señala, que el sistema organizativo de un
partido político se debe de estudiar, a partir de las características de su fundación
y del nivel de institucionalización alcanzado por la organización partidista, por ello
es necesario, en primera instancia, desentramar el origen del PVEM.
Pocos son los estudios realizados alrededor del PVEM, la literatura
existente para investigar el origen de dicha organización, es por un lado, la
información oficial del mismo partido, referente a la declaración de principios, los
estatutos, la plataforma electoral; y por el otro, los artículos publicados en
periódicos y en revistas, así como trabajos académicos que han estudiado a los
partidos minoritarios en México.
Lo anterior, en principio de cuentas, plantea una problemática seria, no se
puede sustentar una investigación sobre el origen de un partido político basándose
en los documentos oficiales de la misma organización, debido a la subjetividad de
la información surgida del interior de la misma. Sin embargo, lo anterior de
ninguna forma sugiere que no se deba de tomar en cuenta, sobre todo, las normas
estatutarias, las cuales, para Panebianco guiarán para conocer el grado de
institucionalización de la organización.
Por otro lado, con la información contenida en los artículos de revistas y
periódicos, así como los estudios académicos que han tocado el tema de los
partidos minoritarios en México, es posible establecer los criterios necesarios que
ayudarán a conocer el origen y el desarrollo del partido que nos ocupa, al contar
con este tipo de información y al realizar un comparativo con la obtenida de la
propia organización, será posible elaborar una adecuada caracterización del
PVEM.
Pág
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6
2.1. Historia institucional del Partido Verde Ecologista de
México, una breve semblanza.
De acuerdo a lo establecido por el propio partido,55 el PVEM, tiene sus orígenes
en 1979, cuando habitantes del sur de la ciudad de México, se reunieron para
colaborar en el desarrollo de su comunidad, congregándose en la zona conocida
como “los pedregales de Coyoacán”, de esta agrupación surge en primera
instancia la Organización No Gubernamental (ONG) denominada “Brigadas de
Trabajo de los Pedregales, Democracia y Justicia Social”. Para 1980, con el
objetivo de combatir el deterioro ambiental y desarrollar la conciencia ecologista,
llevó a los brigadistas a conformar una nueva ONG, denominada “Alianza
Ecologista Nacional” misma “que trabajó durante seis años, partiendo desde Santa
Úrsula Coapa hasta extenderse en el ámbito nacional”56.
Para 1986, los integrantes de la Alianza Ecológica Nacional, en conjunto
con otra organizaciones no gubernamentales, conformaron el Partido Verde
Mexicano (PVM), es éste el primer antecedente político del PVEM, dicho
surgimiento se dio con el fin de participar en las elecciones presidenciales de
1988, sin embargo al no lograr su registro, los integrantes se unieron al Frente
Democrático Nacional (FDN), en apoyo la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas
Solórzano.
No es sino hasta el 9 de febrero de 1991, cuando el Tribunal Federal
Electoral le otorga al Partido Verde Mexicano el registro condicionado, al
establecer que las actividades realizadas por dicha organización orientadas a la
ecología, se debían considerar actividades de sustento político.
No obstante la decisión tomada por el Tribunal Federal Electoral, acerca del
otorgamiento del registro, el entonces Instituto Federal Electoral condicionó la
55
PVEM, Partido Verde Ecologista de México, Historia de la fundación, en Naturaleza, Edición Especial 2001, Volumen 1 No. 6, México 2001. 56
PVEM, Op. Cit., Pág. 7.
Pág
ina4
7
decisión de dicho Tribunal al cambio de nombre y de emblema, por lo tanto se
constituyó como Partido Ecologista de México (PEM).
Ya como PEM participó y perdió su registro en las elecciones federales de
1991, al no poder alcanzar el mínimo de 1.5%57 de la votación nacional, requisito
indispensable establecido en el artículo 35 del Código Federal de Instituciones y
Procedimientos Electorales (COFIPE), vigente para esa época.
A pesar de haber perdido su registro en 1991, para el 13 de enero 1993,
después de realizar 167 Asambleas Constitutivas notariadas en toda la República
Mexicana y al presentar la constancia de 86 mil afiliados, recuperó su registro
condicionado. Apenas cuatro meses después, el 14 de mayo la Asamblea
Nacional dispuso cambiar el nombre y el emblema, denominándose a partir de
entonces Partido Verde Ecologista de México.58
Los fines que persigue la organización según su propia declaración de
principios de 199359, los cuales continúan vigente hasta la fecha, son: el “amor”, la
“justicia” y la “libertad”. Asimismo, establecen a la ecología como su tendencia
política, se auto nombra como una organización política interesada
primordialmente en el cuidado, conservación de la naturaleza y del medio
ambiente.
2.2. La construcción de la organización.
Como ya se mencionó, el planteamiento de Ángelo Panebianco para estudiar el
proceso fundacional de un partido político, deben de estar establecidos tres
criterios básicos, 1) la construcción de la organización; 2) el tipo de patrocinio del
57
Ibídem., Pág. 7. 58
Ibíd., Pág. 8. 59
PVEM, Declaración de principios, programa de acción, estatutos, pronunciamiento verde y plataforma electoral, México 1993.
Pág
ina4
8
partido; y, 3) el carácter carismático o no de la organización. Por lo cual se
establecerán dichos criterios acoplándolos al PVEM.
La construcción de la organización para Panebianco, se puede dar de dos
formas, por penetración territorial y por difusión territorial, la primera de ellas,
supone un grupo dominante en el centro, extendiendo su influencia hacia el
exterior posicionándose en la periferia, en donde la presencia de los grupos es
débil o nula, la idea de grupo central está concebida como un conjunto de líderes
con fuerza y con la capacidad de influir sobre el exterior. Por lo general en este
tipo de creación la periferia se encuentra subordinada a la dirigencia central.
Por su parte, la difusión territorial, para Panebianco, sugiere la existencia de
diversos grupos posicionados en la periferia, con fuerte influencia en su región, y
en el centro no existe un grupo fuerte dominante, en éste caso, la formación de la
organización se da de la periferia hacia el centro, a diferencia de la creación por
penetración territorial, los líderes de cada uno de los grupos del exterior tienen
aspiraciones de dirigir la organización a nivel nacional, por ello, la competencia
interna una vez conformado el partido, suele ser mucho más peleada, por lo tanto,
es posible que los conflictos hacia el interior de la organización, sean más
comunes a comparación de los partidos originados por penetración.
En México es difícil pensar en un partido cuya construcción se haya dado
por difusión territorial, debido a la condición de tener presencia de grupos fuertes
en la periferia y que además no se encuentren sólidamente dominados por un
grupo central, el caso de la primera fundación del Partido Revolucionario
Institucional (PRI), es decir, el Partido Nacional Revolucionario (PNR), sería el
único caso de una creación por difusión, “el PRI es producto de un proceso de
integración vertical de múltiples partidos locales y nacionales (…) esto significó
Pág
ina4
9
que en los hechos, tales organizaciones se constituyeran como las bases
organizativas del partido”60
Por lo tanto, en el caso del partido político motivo del presente estudio, la
adaptación al modelo originario, en cuanto a la construcción de la organización se
refiere, no es complicada, si consideramos al PVEM como un partido minoritario y
con una débil presencia a nivel nacional aun en la actualidad,61 no sería adecuado
pensar en una creación por difusión territorial, en consecuencia al hablar del
origen del PVEM se puede afirmar que su creación se dio por penetración
territorial.
Como muestra, desde su origen como ONG, el PVEM tuvo como punta de
partida los grupos organizados en la ciudad de México, y fue desde el centro en
donde comenzó a extenderse a la periferia. Además, no se puede pasar por alto
que en las primeras elecciones federales de dicho partido político fueron las de
1991, “con una votación importante en la capital del país con poco más de 5% de
votos, que le permite conformar un grupo legislativo, aunque por un pequeño
margen no obtiene 1.5% de los sufragios a nivel nacional, por lo que pierde su
registro”,62 lo cual sugiere presencia a nivel local, pero escasa o casi nula a nivel
federal.
Así lo demuestra la estadística electoral para la elección federal de
diputados para 1991, en donde el entonces PEM, únicamente en el Distrito
Federal, Estado de México, Jalisco, Puebla y Veracruz, sobrepasó los diez mil
60
REVELES, Francisco, Una revisión del “modelo Panebianco” a partir de un caso excepcional: el Partido Revolucionario Institucional, en El PRI: ajustes internos y estrategias electorales, Conacyt, Pág. 156. 61
Según la página oficial del PVEM http://www.partidoverde.org.mx, actualmente se cuenta con representación legislativa en 20 de las 32 entidades federativas que conforman en territorio nacional. 62
HERNÁNDEZ, AGUILAR Y CAPORAL, Negocios familiares y oportunismo político, en revista Vértigo 29 de febrero de 2004, México, Pág. 13
Pág
ina5
0
votos, estados en los que obtuvo 142,476, 79,226, 20,214, 12,989 y 12,091,
respectivamente.63
Considerando el total de la votación obtenida en la elección federal de
1991, por el PEM fue de 329,714 votos, el sufragio logrado en el Distrito Federal y
el Estado de México, representa el 67% del total nacional, lo cual demuestra el
predominio del centro, sobre la periferia.
Por lo tanto, al no haber presencia de grupos al exterior, automáticamente
se descarta la idea de pensar en el origen de la organización por difusión
territorial, por ello es posible asegurar que la creación del PVEM, según el modelo
originario, se ha dado gracias a la presencia de un grupo fuerte desde el centro, el
cual fue permeando hacia el exterior conformando grupos dominados por la
dirigencia central fuerte.
En otras palabras, la construcción del PVEM, se dio gracias a la presencia
de un grupo fuerte, que logró posicionarse primeramente en la capital del país,
para después permear hacia el exterior, dicha cuestión no se puede considerar
como un proceso terminado aun en la actualidad, debido a su continuo crecimiento
hacia todo el territorio nacional.
2.3. El tipo de patrocinio
El segundo criterio que establece Panebianco, es el tipo de patrocinio de la
organización, para eso, el autor italiano menciona dos tipos: el primero de ellos
sugieren la existencia de una institución externa patrocinadora del nacimiento del
partido, a la cual los líderes guardan cierta lealtad, inclusive es posible que los
miembros del partido así como su electorado, le tengan más lealtad a la institución
patrocinadora a costa del propio partido.
63
RODRÍGUEZ Araujo, Octavio y SIRVENT, Carlos, Instituciones electorales y partidos políticos en México, Jorales Editores, México 2005, Págs. 226-227.
Pág
ina5
1
El segundo tipo de patrocinio, según Panebianco, se da cuando el
nacimiento del partido no se encuentra “patrocinado” por ninguna institución
externa, el liderazgo de la organización es consecuencia de la propia dinámica
interna del partido.
En principio, si se toma en cuenta el antecedente del PVEM como
organización que compitió en las elecciones en 1991, con el nombre de Partido
Ecologista de México, se debe considerar que el nacimiento de la organización
tuvo lugar en un sistema de partidos no competitivo con la existencia de un partido
hegemónico, en donde los cambios hacia un régimen democrático tuvieron lugar
principalmente desde el propio gobierno, es decir, la apertura hacia una
competencia electoral se propicio con la anuencia de la autoridad dominante y
muchas veces a costa del propio partido hegemónico.
Los principales indicios de la apertura dada por parte del gobierno, a la
competencia electoral tuvieron lugar con la Reforma Política de 1977, bajo el
gobierno del Presidente José López Portillo, quien impulsó dicha reforma por la
necesidad de legitimar su gobierno, luego de haber sido electo en las elecciones
de 1976, como el único candidato participante. En el tema de los partidos políticos,
con la reforma, “existía la intención, no muy abierta, de proporcionarle registro a
partidos que representan nuevas opciones para los electores”,64 sin embargo, es
hasta la elección de 1988, en donde el sistema del partido hegemónico, cae en
crisis, cuando Carlos Salinas de Gortari, es electo presidente, bajo la sospecha de
un fraude electoral.65
Con la crisis de legitimidad, con la cual inició su sexenio, Carlos Salinas, se
vio obligado a buscar mecanismos de una verdadera apertura hacia la
competencia electoral, ello tiene sustento con las tres reformas electorales (la
64
RODRÍGUEZ Araujo, Octavio y SIRVENT, Carlos, Op. Cit., Pág. 48 65 Para mejor referencia sobre la ilegitimidad de la elección de Carlos Salinas de Gortari, se puede consultar DEL VILLAR. Samuel, El voto que cuajó tarde, en BIZBERG, Ilán y MEYER, Lorenzo, Unahistoria contemporánea de México, Océano. Tomo 2 actores, México D.F. 2005, Págs. 71-82.
Pág
ina5
2
primera fue en 1989-1990, la segunda en 1993 y la última en 1994), bajo su
mandato, entre los temas destacados están la creación del COFIPE, del Instituto
Federal Electoral (IFE) y del Tribunal Federal Electoral, además se dio la apertura
para el surgimiento de partidos políticos, situación ha recordar para lo que se
tratará más adelante.
Ahora bien, retomando el tema central, al hablar del PVEM, es necesario
enfocarse en su principal líder y fundador Jorge González Torres, quien inició su
vida política en el Partido Revolucionario Institucional, encontró en la ecología el
elemento que ningún partido parecía representar, por lo tanto, con la ayuda del
gobierno decidió conformar el primer partido verde en México, “A principios de los
noventas, como parte de una estrategia para atraer a ciudadanos que no se
sentían representados por los partidos tradicionales, el entonces priista Jorge
González Torres funda el Partido Ecologista con el apoyo del Departamento del
Distrito Federal”.66
Humberto Musacchio,67 confirma el origen priista del fundador del PVEM,
señalándolo como el presidente del 22 Distrito Electoral en el Distrito Federal,
además de trabajar en el Instituto de Estudios Políticos, Económicos y Sociales
del propio PRI.
Varios analistas68 coinciden en el origen priista de Jorge González Torres,
así como de la influencia del entonces regente capitalino Manuel Camacho Solís
para la creación del PVEM, sin embargo los antecedentes políticos del fundador
del partido no son suficientes para determinar sí el gobierno de Carlos Salinas
fungió como institución patrocinadora para la creación de la organización.
66
HERNÁNDEZ, AGUILAR Y CAPORAL, Op. Cit., Pág. 13 67
MUSACCHIO, Humberto, Quién es quién en la política mexicana, diccionario, Plaza Janes, México 2002, Pág. 183 68
SÁNCHEZ, Mauricio, El PVEM, una empresa familiar, en 7Cambio No. 176, Pág. 13. HERNÁNDEZ, AGUILAR Y CAPORAL, Negocios familiares y oportunismo político, en Vértigo, 29 de febrero de 2004, Pág. 12. RODRÍGUEZ, Esteban David, Pequeñas transas de los chiquipartidos, en Mira 371, junio 1997, Pág. 14. Además de dos artículos publicados en la revistas Proceso y Enfoque, de julio de 2009 y julio de 1994, respectivamente.
Pág
ina5
3
Pero si es suficiente indicio la relación de Jorge González Torres con
Manuel Camacho Solís, quien fuera hombre de confianza del presidente de la
República, como lo menciona Esteban David Rodríguez, “Jorge González Torres,
ex priista, ex dirigente distrital del tricolor en el Distrito Federal (…) miembro,
primero, del Movimiento Ecologista Mexicano, se asciende en 1989 para fundar el
Partido Verde Ecologista Mexicano, auspiciado, se dice, por el entonces regente
capitalino Manuel Camacho Solís”.69
Según el propio Esteban David Rodríguez, en 1991, con el fin de cumplir
con los requisitos establecidos en aquel entonces en el Cofipe, “10 “delegados
especiales” enviados por (la Secretaría de) Gobernación, procedieron a organizar
la documentación para los registros de candidaturas, y hasta incluir candidatos en
los lugares faltantes… de no ser por esos enviados, el partido no hubiera podido
satisfacer los requisitos que la ley demandaba para aquel propósito”. 70 Sin la
intervención de Gobernación, difícilmente se hubiera podido tener los requisitos
solicitados para el registro del partido, dicha intromisión por parte del Gobierno
Federal, deja de manifiesto su interés para conformar el PVEM.71
De igual forma, Daniela Pastrana menciona lo siguiente, “el ex regente
capitalino Manuel Camacho Solís reconoció en una entrevista que había ayudado
a González Torres en la formación de su partido (Unomásuno, 20/12/98)”72, lo
cuales prueba irrestricta del patrocinio del Gobierno Federal para la fundación del
PVEM.
69
RODRÏGUEZ, Esteban David, Op. Cit., Pág. 14 70
VILLAMIL Rodríguez, Jenaro, Una franquicia rentable, en Proceso 1707, 19 de julio de 2009, Pág. 34 71
En el artículo publicado en la revista Enfoque el 10 de julio de 1994, se cita una nota elaborada por Jorge Fernández Menéndez en la cual se narra la intervención del Partido Ecologista Mexicano, por parte de diez delegados especiales enviados por la Secretaría de Gobernación a petición de Jorge González Torres, con el fin de realizar las maniobras necesarias para cumplir con el Cofipe y después de las elecciones de expulsar a los auténticos ecologistas opositores al liderazgo de su principal fundador. 72PASTRANA, Daniela, Radiografía del (partido) Verde, en Masiosare No. 356, 17 de octubre de
2004, Pág. 4
Pág
ina5
4
En la misma publicación de Unomásuno, del 20 de noviembre de 1998, en
donde Camacho Solís acepta haber ayudado a la conformación del PVEM, una
nota periodística deja ver el testimonio de Martha Delgado, quien fuera dirigente
del grupo de Participación Ciudadana del Partido, señalando que “el Partido Verde
se crea con el apoyo de Camacho Solís. En 1991 no juntábamos cien gentes.
Pero milagrosamente en el 92 se realizan 180 asambleas con 300 personas para
volver a obtener el registro. Ahí se vio la mano mágica de Camacho”.73
La pregunta resultante de lo antes mencionado, es cuál sería el interés del
presidente Carlos Salinas de conformar un nuevo partido político, la respuesta
natural es la necesidad de legitimación de su gobierno por las dudas que generó
su elección, además de intentar dividir la fuerza electoral de años atrás
representada por el Frente Democrático Nacional (FDN), contando en 1988 con el
apoyo del entonces Partido Verde Mexicano (PVM), como se dijo con anterioridad.
Como lo menciona Marco Rascón, “desde su primera participación con
registro en las elecciones de 1991, para combatir las fuerzas del cardenismo y al
naciente PRD, el registro legal del Partido Verde nació como una decisión del
poder”,74ello confirma por una parte el intento de disminuir la creciente fuerza de la
principal oposición que se dio en 1988 y por el otro, el origen de la organización
auspiciado desde el gobierno.
Por su parte Denise Dresser, 75 manifiesta que uno de las principales
obligaciones para ser miembro del PVEM es, entre otras, respetar a su fundador
Carlos Salinas de Gortari, lo cual refuerza el argumento de la injerencia del
Presidente, en el origen del Partido.
73
Artículo publicado en Unomásuno del 20 de diciembre de 1998, Pág. 6 74
RASCÓN Marco, Partido Verde paramilitar, en Milenio, 25 de abril de 2012, http://www.milenio.com/cdb/doc/impreso/9145605?quicktabs_1=1 75
DRESSER, Denisse, 18 razones para no votar por el Verde, en Proceso.com.mx, http://www.proceso.com.mx/?p=303834
Pág
ina5
5
Otra organización beneficiada por el patrocinio del gobierno, fue el Partido
del Trabajo (PT), cuya fundación se dio en los mismos tiempos que el PVEM, de
igual forma le fue otorgado su registro para competir en las elecciones de 1994,
después de haberlo perdido en las intermedias de 1991. Para tal caso, Octavio
Rodríguez Araujo menciona que “el gobierno de Salinas, apoyó de diversas
maneras la formación de un nuevo partido con tintes izquierdistas y que,
presumiblemente, le quitaría votos al PRD. Este nuevo partido fue el PT, formado
por antiguos amigos de Carlos y Raúl Salinas de Gortari”, 76una vez más se
reafirma el interés del entonces presidente por la formación de nuevos partidos
políticos.
Otro dato a destacable se dio en 1993, año en que se le otorgó por segunda
cuenta el registro tanto al PVEM como al PT, el entonces Consejo General del
Instituto Federal Electoral, era presidido por el Secretario de Gobernación. El 13
de enero de 1993, el mismo día cuando el entonces secretario de gobernación,
Patrocinio González Blanco Garrido, tomo posesión como Presidente del Consejo
General del IFE, dicho organismo le otorgó el registro a tres partidos “nuevos”,
PVEM, PT y Partido Demócrata Mexicano (PDM), lo cual fue señalado por
dirigentes del PAN y del PRD, como de permitir el registro a nuevos partidos con
requisitos mínimos.77
Ahora bien, la creación del PVEM no sólo contó con el apoyo o patrocinio
del gobierno federal, “al principio, el Verde recibió el apoyo del sacerdote Enrique
González Torres (hermano de Jorge González Torres), quien fue rector de la
Universidad Iberoamericana (…) también fue presidente de la Fundación de
Acción Comunitaria (FAC)”,78para muestra, en las elecciones de 1991, el 40% de
los candidatos del PEM provenían del FAC. Por lo cual es posible que tanto la
iglesia como la FAC, hayan colaborado como instituciones patrocinadoras para la
creación del PEM.
76
RODRÍGUEZ Araujo, Octavio y SIRVENT, Carlos, “Op. Cit.”, Pág. 67 77
Véase Excélsior del 14 de enero de 1993, Pág. 26-A 78
VILLAMIL Rodríguez, Jenaro, “Op. Cit.”, Pág. 34.
Pág
ina5
6
En resumen, se posible considerar el nacimiento del PVEM, o mejor dicho
de su antecesor PEM, tuvo como institución patrocinadora al mismo gobierno y un
sector de la iglesia a través de la Fundación de Acción Comunitaria, sin embargo,
como lo menciona Francisco Reveles79 , Panebianco no reconoce al gobierno
como una posible institución patrocinadora de la fundación de un partido, lo cual
puede tener explicación en el hecho de que no consideró en su estudio la creación
de un partido político como el “Verde”, auspiciado por el propio gobierno, con el fin
de legitimar el sistema de partidos no competitivo, con el predominio de un partido
hegemónico.
2.4. ¿Carisma en el Partido?
El tercer y último criterio que señala Panebianco para conocer el origen de un
partido político es la existencia de un líder que controla y determina el desarrollo
de la organización, por lo cual es necesario distinguir entre dos tipos de carismas,
el “de situación” y el “puro”. El primero de ellos es un concepto rescatado por
Panebianco de Robert Tucker, quien entiende al líder carismático de situación a la
persona sin tendencias mesiánicas y por el contrario, “suscita una respuesta
carismática simplemente porque ofrece, en momentos de agudo malestar, un
liderazgo que se percibe como un recurso o medio de salvación del malestar”80.
En segundo lugar, el líder carismático “puro”, se refiere al indiscutible de la
organización y por lo tanto aparece como la figura atractiva para el electorado, por
ello, no se puede considerar que el partido tenga una autonomía del líder, es difícil
imaginar la vida de un partido sin la presencia de su líder carismático cuando este
se considera “puro”, en pocas palabras el desarrollo y la vida de la organización
quedan a merced de él.
79
REVELES, Francisco, “Op. Cit.” 80
PANEBIANCO, Ángelo, “Op. Cit.”, Pág. 113
Pág
ina5
7
Según el propio Panebianco, los partidos políticos con un líder carismático
“puro” son muy raros y suelen ser partidos pequeños quedando al margen del
juego político, en el caso del PVEM, en su vida ha tenido únicamente dos
presidentes, Jorge González Torres y Jorge Emilio González Martínez (padre e
hijo) y según los estatutos vigentes hasta 200381 la vida interna de la organización,
todas las decisiones de la Asamblea Nacional, pueden ser vetadas por su
presidente, entonces es posible asegurar que el PVEM cuenta con todas las
características señaladas por Panebianco para ser considerado un partido político
con la presencia de un líder carismático “puro”.
Sin embargo, la presencia o no de un líder carismático, dentro de una
organización no se debe determinar por el control ejercido por el líder en la misma
organización, sino “se trata del hecho de que el partido sea la creación de un líder
que aparece como el creador e intérprete indiscutido de un conjunto de símbolos
políticos (las metas ideológicas originarias del partido) que llegan a ser
inseparables de su persona”82, tal podría ser el caso de Cuauhtémoc Cárdenas,
cuando surgió como figura carismática del FDN y posteriormente del PRD.83
Para el caso del PVEM, si bien la presencia de su fundador como figura
carismática no fue la respuesta a los problemas ecológicos con los que se vieron
identificados sus electores, los cuales no veían satisfechas sus demandas por
ningún otro partido, es decir, la figura de su principal líder no fue la salvación al
estado de stress establecido por Panebianco, sino más bien fue la propia
81
En el año de 2003, el Consejo General del Instituto Federal Electoral, ordenó al PVEM, modificar sus estatutos por considerarlos antidemocráticos, por lo que no cumplían con las características señaladas por el Cofipe. 82
PANEBIANCO, Ángelo, Op. Cit., Pág. 113 83
Como referencia acerca del PRD y su liderazgo carismático, se pueden consultar los siguientes textos: RIVERA Serafín, Óscar, El Partido (partido) de la Revolución ¿Democrática? La dominación carismática en el PRD, en Espacios Públicos, vol. 14 No. 32, septiembre-diciembre 2011, UAEM Pág. 152-182; EPEJEL Espinoza, Alberto, Ni buenos ni malos: Juego sucio en los procesos de elección de dirigencia nacional en el Partido de la Revolución Democrática (1999-2008), tesis de Maestría, Flacso México, julio 2010, en http://flacsoandes.org/dspace/bitstream/10469/2779/1/01.%20Ni%20buenos%20ni%20malos...%20Alberto%20Espejel%20Espinoza.pdf; y, BORJAS Benavente, Adriana, Liderazgos carismáticos e institucionalización política: el caso del Partido de la Revolución Democrática, en CONfines 1/1, enero-junio 2005, en http://confines.mty.itesm.mx/articulos1/BorjasA.pdf
Pág
ina5
8
organización y los fines perseguidos lo que hizo la identificación de electorado con
el líder. Por lo tanto, es posible sustentar que el origen del PVEM no tuvo la
presencia de un líder carismático.
A manera de resumen, con lo establecido en los puntos anteriores, es
posible determinar que de acuerdo a los criterios mencionados en el modelo
originario de Ángelo Panebianco, el origen del PVEM, tuvo su creación por
penetración territorial, motivado por un grupo central fuerte y una débil, por no
decir nula, presencia nacional, por lo tanto la organización contó con una
dirigencia dominante en el centro, grupo controlador de todos los movimientos de
la organización hacia el exterior.
En cuando al tipo de patrocinio se refiere, el origen del Partido Verde, tuvo
como institución patrocinadora, el propio gobierno del entonces presidente Carlos
Salinas, quien se vio en la necesidad de legitimar su gobierno y debilitar a la
oposición más representativa, posibilitando el surgimiento de nuevos partidos
políticos; de igual forma, la iglesia, a través de la Fundación de Acción
Comunitaria (FAC), presidida en aquel entonces por el hermano del principal líder
y fundador del PVEM, Enrique González Torres.
Respecto de la presencia o no de un líder carismático dentro de la
organización, el PVEM, si bien cuenta con un líder y fundador, no fue la
personalidad de éste la que dio respuesta al descontento de la sociedad no
representada por los otros partidos, es posible sostener el hecho de que
independientemente del líder fundador, este hubiera obtenido los mismos
resultados que Jorge González Torres.
Pág
ina5
9
CRITERIOS DEL MODELO ORIGINARIO
Criterios Tipos El caso del PVEM
Construcción de la
organización
Penetración territorial Penetración territorial, un grupo dominante al centro y escasa o nula presencia en el exterior.
Difusión territorial
Tipo de patrocino
Institución externa Externa, el propio gobierno y la iglesia a través de la Fundación de Acción Comunitaria (FAC)
Institución interna
Carácter carismático
o no de la
organización
Carisma Puro Sin líder carismático
Carisma de situación
Fuente: Elaboración propia a partir del modelo originario de Panebianco.
2.5. Institucionalización
Una vez planteadas las características de la fundación del PVEM, el segundo paso
a seguir, como condición fundamental planteada por Panebianco, es establecer el
nivel de institucionalización alcanzada por la organización, según el autor italiano,
en la fase de gestación del partido los líderes plantean los objetivos y las metas
ideológicas a alcanzar y seleccionan la base social de la misma, es en esta fase
en la cual los líderes deben de establecer los valores y crear una estructura social
incorporándolos, la ideología será el factor que relacione a simpatizantes y
militantes.
Entonces si la fase de gestación es cuando los líderes establecen las metas
ideológicas y los objetivos que dirigirán los destinos de la propia organización, se
debe entender la institucionalización como el proceso mediante el cual dichos
fines y objetivos se incorporan a la organización, para que esta última deje de ser
un simple instrumento o medio para alcanzar los fines planteados por los
dirigentes y alcance un nivel de madurez permitiéndole la sobrevivencia, en
palabras de Panebianco, “si el proceso de institucionalización llega a buen puerto,
la organización pierde poco a poco el carácter de instrumento valorado no por sí
Pág
ina6
0
mismo sino solo en función de los fines organizativos: adquiere un valor en sí
misma, los fines se incorporan a la organización y se convierten en inseparables y
a menudo indistinguibles.”84
Ahora bien, los procesos detonadores para la institucionalización de la
organización, son dos, por un lado el desarrollo de intereses en el mantenimiento
de la organización, traducidos como los incentivos selectivos, los cuales se
otorgan a algunos de los miembros del partido, dichos incentivos pueden ser
cargos otorgando cierto estatus y ayudando al desarrollo de las élites y de los
cuadros dirigentes; y, por el otro la difusión de lealtades organizativas, traducidas
como incentivos colectivos formadores de identidad, y se otorgan tanto a los
miembros del partido como a los miembros externos (electorado). “El
establecimiento de un sistema de incentivos tanto selectivos como colectivos está
pues estrechamente ligado a la institucionalización de la organización”.85
En el caso del Partido Verde, su fuerte dirigencia se ha encargado de
otorgar los incentivos selectivos asegurando la supervivencia tanto de la
organización como de la misma élite dominante, es común leer y escuchar que el
PVEM se maneja como una “empresa familiar”, en donde la dirigencia del partido
es la que postula y decide sobre la lista de candidatos afines a los dirigentes, y en
donde la participación de los miembros del partido es prácticamente nula “la
antidemocracia fue demostrada, porque de acuerdo a los magistrados del Tribunal
Electoral, la participación directa de los militantes no existe (…) es la dirigencia del
partido la que postula y decide quiénes deben ser los candidatos a los diversos
puestos de elección popular”86
Muestra de lo anterior han sido las dos fracturas sufridas en el seno del
PVEM, la primer de ellas tuvo lugar en 1991, en donde el partido obtuvo un
porcentaje de votos importante tanto en el Distrito Federal como en el Estado de
84
PANEBIANCO, Ángelo, Op. Cit., Pág. 115 85
Ibíd., Pág. 117 86
SOSA Lara, Gamaliel, El partido Verde antidemocrático, en Líder No. 14, octubre 2003, Pág. 7
Pág
ina6
1
México, dos dirigentes de aquel entonces Gabriel Sánchez Díaz y León Konik,
fueron expulsados de las filas del partido por González Torres en la Asamblea
Nacional poco después de las elecciones. La segunda disidencia se dio a diez
años de la fundación del PVEM cuando el diputado federal por el Partido Verde
Miguel Ángel Garza Vázquez “alzó la voz para denunciar que en dicho partido no
hay justicia y sólo se trata de un negocio familiar”87.
Por lo antes mencionado y retomando el marco teórico de Panebianco, es
posible mencionar que la repartición de incentivos selectivos dentro del PVEM, se
ha dado dentro de la misma dirigencia, lo cual ha tenido como consecuencia tanto
la supervivencia de la organización como el fortalecimiento de lo que el autor
italiano denomina “coalición dominante”. Sin embargo, la escasa participación
tanto de los miembros del partido como del electorado, entendida como los
incentivos colectivos, no ha generado la formación de una identidad partidista.
Si bien, menciona Panebianco, todas las organizaciones tienden a
institucionalizarse de cierta manera, el grado de institucionalización puede variar
entre unas y otras, lo cual trae como consecuencia el surgimiento de instituciones
débiles y fuertes de acuerdo al nivel que hayan alcanzado en el proceso antes
mencionado.
Para conocer el nivel de institucionalización de una organización,
Panebianco plantea dos vertientes, 1) el nivel de autonomía de la organización
respecto del ambiente; y, 2) el grado de sistematización, de interdependencia
entre las distintas partes de la organización.
El primero de ellos sugiere que una organización es autónoma del ambiente
cuando tiene la capacidad de controlar de forma directa la relación con el entorno,
por el contrario, una organización con poca autonomía es aquella que no tiene la
capacidad de influir sobre los cambios en el exterior además de depender de los 87
GUEVARA Philippe, Julio, Protestan miembros del PVEM por la manera en que González Torres maneja el partido, en 7Cambio No. 178, diciembre 1999, Pág. 33
Pág
ina6
2
recursos obtenidos del exterior para su funcionamiento y lejos de controlar su
entorno se adapta a él para su sobrevivencia.
Bajo esta última perspectiva, económicamente hablando, todos los partidos
políticos en México son dependientes del ambiente, si consideramos que los
recursos obtenidos para su funcionamiento son otorgados por el gobierno, sin
embargo, por ambiente no solo se debe considerar el aspecto económico, por el
contrario también influyen en él factores como el sistema electoral y político, por lo
anterior, hay partidos que ejercen más influencia sobre el entorno que otros,
inclusive que tienen la capacidad de modificar las reglas del ambiente para
beneficiarse.
Ahora bien, respecto del ambiente, es preciso mencionar que éste, por su
propia naturaleza, cuenta con muchos aspectos o “territorios de caza”, como lo
denomina Panebianco, de los cuales una organización puede ser dominante, en
otras palabras, un partido político, sin importar su tamaño, puede ser dominante
de un determinado territorio de caza, al grado de aun cuando forma parte de un
sistema de partidos competitivo, no cuenta con un partido que compita en su
propio territorio de caza.
Sin lugar a dudas, habrá partidos políticos que dominarán o competirán con
otros por el superioridad de varios territorios de caza, cuestión complicada para los
partidos minoritarios con características de partido nicho, quienes, como ya se
mencionó, tienden a hacer suyos pocos temas, por lo general polémicos, mismos
que logran politizar generando su propio territorio de caza.
En el caso del PVEM, ha logrado hacerse del control de lo que se puede
denominar como el territorio de caza del tema ecológico, además de controlar y
ser distintivo de la ideología de sus dirigentes, aunque es discutible si en verdad el
tema ecológico es el tema primordial para la coalición dominante del partido, lo
Pág
ina6
3
que si escapa a la discusión es que ningún otro partido compite con el PVEM por
ese territorio, por lo tanto el dominio sobre él es notorio.
Por otra parte, si bien la organización no cuenta con la posibilidad de
controlar o dominar uno de los temas más importantes dentro del sistema político,
como es el ámbito electoral, también es un hecho, ya pesar de todas las reformas
en la materia, el PVEM ha logrado no solo mantener su fuerza legislativa, la ha
aumentado, cuestión que se analizará más adelante, por tanto es una
demostración de su adaptación a ese factor trascendente del ambiente siendo
favorable para el mismo.
El segundo aspecto a considerar para conocer el grado de
institucionalización de un partido político es, como ya se mencionó, el grado de
sistematización de interdependencia en el interior de la organización, dicho en
otras palabras, el grado de sistematización es la forma como se relacionan los
órganos internos dentro de la propia organización, es decir, la interrelación interna
de las subunidades del partido. Se habla de un nivel de sistematización bajo,
cuando las subunidades cuentan con autonomía respecto del centro de la propia
organización. Por el contrario, se habla de un nivel de sistematización alto cuando
el centro controla a las subunidades, en consecuencia la dependencia de las
últimas con el centro es fuerte.
En consecuencia, menciona Panebianco, cuando el nivel de sistematización
de la organización es bajo, desemboca en una fuerte heterogeneidad organizativa,
es decir, las subunidades se diferencian entre sí; al contrario, cuando el nivel de
sistematización es fuerte, el efecto será una homogeneidad organizativa entre las
subunidades.
Entonces, siguiendo con el teórico, las dos dimensiones de la
institucionalización, es decir, el grado de autonomía respecto del ambiente como
el grado de sistematización de interdependencia, “tienden a estar ligadas entre sí:
Pág
ina6
4
en el sentido de que un bajo nivel de sistematización organizativa, implica a
menudo una débil autonomía respecto del ambiente. Y viceversa…”88, Haciendo
coincidente para el PVEM, por un lado, cuenta con el dominio de una parte del
ambiente o territorio de caza, al no tener partidos competidores en el mismo nicho,
y por otro lado, ha sabido adaptarse a los cambios en otros ámbitos del ambiente.
Además tiene un alto nivel de sistematización al estar controlados las subunidades
del partido a un centro o dirigencia dominante.
Por lo tanto, el PVEM, es un partido que si bien no está institucionalizado, si
está en vías de estarlo, por un lado cumple con las características planteadas por
Panebianco respecto de las organizaciones fuertemente institucionalizadas, es
decir, “es un partido en el que los cambios son lentos, limitados, penosos; es una
organización (con muchas posibilidades de) romperse, por su excesiva rigidez”89,
además de ser la antidemocracia en su interior una de sus características, y por
otro, aunque controla su territorio de caza, aun tiende más a adaptarse a los
cambios en otros territorios que a dominarlos.
Tipo de dimensión PVEM
Autonomía del ambiente Medio: Controla su territorio de caza al no
tener competidores en el mismo, pero se
adapta a los cambios en otros aspectos del
ambiente.
Sistematización de interdependencia Fuerte: las subunidades están controladas
por el centro, no hay autonomía entre
estas y el centro.
Fuente: Elaboración propia a partir del modelo originario de Panebianco.
Por otra parte, para conocer el grado de institucionalización de una
organización Panebianco enlista cinco indicadores, enunciados a continuación:
1) Burocracia desarrollada dentro de la organización: Respecto del PVEM
aunque es pequeño, su aparato burocrático interno es fuerte y se ha
88
PANEBIANCO, Ángelo, Op. Cit., Pág. 121 89
Ibíd., Pág. 122
Pág
ina6
5
desarrollado, por lo tanto cuenta con el control de las subunidades, además
la burocracia dentro de la organización se encuentra subordinada a la
esfera de poder del propio partido, todas las decisiones deben de pasar por
la aprobación del presidente del partido, así como la repartición de
incentivos selectivos se deciden desde la dirigencia. (Nivel de
institucionalización: alto).
2) Homogeneidad de las subunidades internas de la organización: Para el
caso del PVEM, es difícil pensar que las subunidades de la organización
tengan autonomía y puedan tener un tipo de organización diferente, debido
a su alta dependencia del centro, es factible que actúen de la misma forma
en que lo hace este último. Como se mencionó con anterioridad, las
decisiones tomadas por el partido en su Asamblea Nacional, deben de estar
aprobadas por su presidente, por lo cual las unidades internas de la
organización de ninguna manera se pueden pensar como autónomas a la
unidad central. (Nivel de institucionalización: alto).
3) Modalidades de financiamiento: El tema del financiamiento de los
partidos en México ha cambiado constantemente, para ejemplificarlo, en la
reforma de 1990, se establecieron cuatro formas de financiamiento; por
actividad electoral, por actividades generales, por aportaciones de los
legisladores del propio partido y por actividades específicas; a su vez para
1993, se establecieron cinco formas, el público, el de la militancia, de los
simpatizantes, autofinanciamiento y rendimientos financieros; y, por último
en la reforma electoral de 1996, se establece que el financiamiento público
debe de prevalecer sobre el privado, por lo tanto, para el caso del PVEM, el
financiamiento proviene principalmente de una sola fuente, el gobierno.
(Nivel de institucionalización: bajo).
4) Relación con las organizaciones cercanas al partido: Como se pudo
observar, el PVEM no ejerce influencia sobre las organizaciones
circundantes, sino más bien se adapta a ellas de acuerdo a su propia
necesidad de sobrevivencia, muestra de ello son las alianzas establecidas
en las tres últimas elecciones presidenciales, en 2000 con el PAN y en
Pág
ina6
6
2006 y 2012, con el PRI, más que influir sobre otras organizaciones, se
adapta y pacta con ellas. (Nivel de institucionalización: bajo).
5) Grado de correspondencia entre las normas estatutarias y la
constitución material del partido: referente al Partido Verde, los estatutos
están elaborados para favorecer a la coalición dominante, reconociendo
expresamente su influencia y su posición de dominación. Prueba de ello es
la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación de
fecha 3 de septiembre de 2003, en donde obliga al PVEM a modificar sus
estatutos por considerarlos antidemocráticos, como ejemplo basta revisar el
artículo 12 de los anteriores estatutos, ahí se establecía entre otras cosas
que las Asambleas Nacionales, deberán de ser convocadas por el
presidente del partido; para ser válida la Asamblea, debía de estar presente
el presidente del partido, además de dotarlo con facultad de veto para
cualquier resolución de la Asamblea; y, lo que es digno de mención, los
estatutos no consideraban el tiempo que debía de durar el presidente en su
puesto90. (Nivel de institucionalización: alto).
Con los indicadores hasta aquí expuestos, el PVEM cuenta con
características de ambos niveles o grados de institucionalización, por lo tanto se
reafirma la idea de ser un partido en vías de institucionalizarse. Aunado a lo
planteada por Panebianco, al asentar que una institución que se encuentra en un
nivel de institucionalización alto, se caracteriza por ser antidemocrática, la cual
sufre pocos cambios y estos son lentos, todas ellas características del PVEM.
A manera de conclusión, el PVEM es una organización que vio su
nacimiento y desarrollo por penetración territorial, a su vez contó con una
institución patrocinadora externa, fue el propio gobierno y en menor medida la
90
En noviembre de 2001, después de 10 años al frente del PVEM, Jorge González Torres decidió ceder el cargo. Organizó entonces una asamblea en la que sólo fueron convocados 39 delegados. El presidente del partido les había anunciado a todos ellos su interés de que su sucesor fuera su hijo, Jorge Emilio. Pero aun así quiso asegurarse. El 16 de noviembre, en Palenque, Chiapas, los delegados depositaron su voto en una urna transparente, frente a la cual se instaló González Torres para conocer el sentidos de cada voto. (PASTRANA, Daniela, Op. Cit., Pág. 4.). Véase también, El Universal, de 17 de noviembre de 2001, Pág. A9
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7
iglesia a través de la Fundación de Acción Comunitaria (FAC) y no contó con la
presencia de un líder carismático. Lo anterior respecto al origen del partido según
lo planteado por Panebianco en su modelo originario.
Respecto del grado de institucionalización, el PVEM es una organización en
camino de institucionalizarse, lo cual hace del partido una institución rígida, poco
democrática y con cambios lentos y en donde los incentivos selectivos se reparten
entre un grupo reducido de miembros y los incentivos colectivos, formadores de la
ideología, prácticamente no existen.
Por último, al hacer referencia de los cinco indicadores de
institucionalización señalados por Panebianco, se puede decir que tres de ellos
(una burocracia desarrollada; la homogeneidad de las subunidades respecto del
centro dominante; y el grado de correspondencia entre las normas estatutarias y la
constitución material del partido), son características del PVEM para poderlo
considerar como institucionalizado.
2.6. Tipo y funciones del partido
Para finalizar este segundo apartado es importante clasificar al PVEM dentro de
alguno de los tipos de partidos y las funciones principales que persigue. De los
tipos señalados en el primer apartado, el partido cártel sería el más adecuado para
clasificar al Partido Verde, como ya se mencionó, es una combinación entre
partido catch-all planteado por Otto Kirchheimer y el partido profesional-electoral
que plantea Ángelo Panebianco.
Las características del partido cártel, para Richard Katz y Peter Mair, es
aquel que recibe recursos por parte del gobierno, el crecimiento de la burocracia
interna del partido y el interés primordial por la sobrevivencia del partido, son las
mejores características para clasificar al PVEM.
Pág
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8
Sin embargo hay otro tipo de partido que sirve para clasificar a los partidos
verdes en el mundo y el representante mexicano no escapa a las características
planteadas por sus autores, Meguid y Adams, según lo expuesto por Margarita
Gómez-Reino Cachafeiro91, establecen un nuevo término de partido nicho para
nombrar a los partidos de familias verdes en el mundo principalmente, y cuyas
formas de actuar o características son las siguientes:
En primer lugar se conducen con una política alejada de la forma
tradicional, la segunda y tercera característica van de la mano, primero establecen
temas novedosos en la agenda política y en sus plataformas electorales, para
después politizarlos en un restringido número de temas.
Al parecer el PVEM puede cumplir perfectamente con los tres puntos
planteados con anterioridad, la forma alejada de la tradición de hacer política se
puede constatar con las alianzas establecidas lo mismo con el PRI y con el PAN,
dejando a un lado la ideología que persiguen, otro aspecto demostrativo de lo
anterior son los spots publicitarios que en 2009 le causaron al partido la tercera
sanción más fuerte impuesta por el IFE, por contratar actores de Televisa para
hacer proselitismo ilegal, la multa ascendió a 194 millones de pesos.
En cuanto a los temas novedosos y la politización de los mismos, su tema
principal es la ecología, bandera utilizada como sustento de su política y de su
actuar, sin embargo se puede recordar algunos de los temas propuestos en
campaña, por ejemplo la “pena de muerte a secuestradores y asesinos”, “el bono
educativo” o “los vales de medicina”, sin entrar en discusión sobre el contenido de
las propuestas, resulta factible asegurar que son temas novedosos y que el PVEM
ha logrado politizar.
Por ello, se puede clasificar al partido verde como un partido nicho él cual
se ha desarrollado y mantenido, dentro de las nuevas reglas del sistema político 91
GÓMEZ-REINO Cachafeiro, Margarita, El nacionalismo minoritario, de la marginidad al gobierno: la trayectoria del Bloque Nacionalista Galego, en Papers 92, 2009, Pág. 121.
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9
mexicano, con discutibles decisiones acerca del abandono de su ideología e
interés por la ecología, al conformar alianzas lo mismo con el PAN que con el PRI,
siempre con el fin de mantener su registro y sus puestos de representación que lo
han ubicado como la cuarta fuerza política del país y jugando un papel importante
en la alternancia en el poder.
Por otro lado es importante señalar que las principales funciones
perseguidas por el PVEM, son sin duda, la obtención de votos y el fortalecimiento
de la coalición dominante del partido, a partir de ganar puestos de representación,
asegurando la sobrevivencia y el establecimiento de demandas en la agenda
política del país.
El hecho de mantener el registro del partido a través de la obtención de
votos es lo que mueve a la organización y como consecuencia le permite actuar
con el pragmatismo característica del mismo a lo largo de su historia y por otro
lado el conseguir puestos parlamentarios para fortalecer su dirigencia es otra
función distintiva de la organización.
Ahora bien, el hecho de clasificar al Partido Verde dentro de un tipo de
partido semejante, no sugiere encasillarlo en él, por el contrario, al clasificarlo
como un partido nicho, va implícito el hecho de ser un partido pragmático, y
oportunista, en el sentido estricto de la palabra, es decir, una organización
beneficiada por las actividades de otras, obteniendo beneficios sin hacer mucho
por lograrlos. Además, esa forma de actuar, oportunista y pragmáticamente, tiene
beneficios personales para algunos miembros de la organización, no así para el
electorado que representan.
Es relevante preguntarse ¿Cómo ha sido el crecimiento de la organización?
y ¿cómo ha influido en el juego electoral el PVEM, respecto de su comportamiento
electoral?, será cuestión para desentrañar en el próximo apartado de este trabajo
de investigación.
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0
Capítulo 3. Comportamiento y crecimiento electoral del Partido Verde
Ecologista de México en su historia
Una vez establecida la caracterización del PVEM, de acuerdo al modelo originario
planteado por Ángelo Panebianco e identificado el tipo y las funciones perseguidas
por dicha organización, es momento de situar al partido en el ambiente en donde
se desarrolla, es decir, cómo ha sido su trayectoria a través de la historia en la
competencia electoral y cuál ha sido su contribución en la formación y
consolidación de un nuevo sistema de partidos en México.
Con lo anterior, se intentará demostrar que debido al crecimiento del PVEM
en el ámbito electoral, a lo largo de las elecciones federales en las que ha
competido, es como se ha establecido en muy poco tiempo, y a pesar de ser
considerado un partido minoritario, en una opción importante para los partidos
mayoritarios, para conformar alianzas, es decir, contar con la posibilidad de
coalición y chantaje.
En primer lugar, es importante establecer el periodo de tiempo contemplado
para analizar los resultados electorales obtenidos por el PVEM, dicho periodo
comprende las elecciones federales realizadas entre 1994 y 2012, si bien, como
se mencionó con anterioridad, la primera elección en la cual participó dicha
organización fue la de 1991, debido a los resultados obtenidos en la misma, en
donde no logró conservar su registro, ésta elección carece de importancia para los
fines de éste apartado.
En otro sentido, el análisis de los resultados hasta la elección de 2012,
permitirá observar de mejor manera la trayectoria electoral del PVEM y por lo
tanto, conocer el papel desempeñado en la transformación del sistema de partidos
en México, recordando que en 2003 se dio la primera alianza parcial con el PRI92,
92
En las elecciones federales de 2003, efectuadas para renovar la Cámara de Diputados, el PVEM y el PRI, se coaligaron para competir en 97 de los 300 distritos electorales. Fuente: Instituto Federal Electoral.
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1
y en 2012, en coalición con este último se logró de nueva cuenta la alternancia en
el poder presidencial.
Por otra parte, el indicador más importante para analizar los resultados
electorales para un partido minoritario, es la obtención de puestos dentro del
congreso a partir de los resultados de cada elección, por tanto, se retomarán los
resultados para diputados federales y senadores. En el caso de la elección
presidencial, se debe considerar que la única en la que el PVEM compitió de
forma independiente, fue la de 1994, y en las últimas tres elecciones se coaligó al
PAN en 2000 y al PRI en 2006 y 2012.
Para el final del apartado, se analizarán aquellos casos exitosos de
representación política a nivel municipal y de gobiernos estatales en el que el
PVEM ha logrado posiciones a nivel ejecutivo.
3.1. Transformación del sistema de partidos en México en el
contexto de la transición a la democracia.
Antes de adentrarse en el análisis de los resultados electorales, es de suma
importancia conocer el contexto de la evolución del PVEM, no sería posible
concebir el origen y el desarrollo de ésta organización sin considerar primero la
transformación del sistema de partidos en México, en el marco de la transición
democrática en el país.
Para Guillermo O’Donnell y Philippe Schmitter, se debe de entender la
transición, como el intervalo de tiempo entre un régimen político y otro, así, “las
transiciones están delimitadas, de un lado, por el inicio del proceso de disolución
del régimen autoritario, y el otro, por el establecimiento de alguna forma de
democracia (…). Lo característico de la transición es que en su transcurso las
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2
reglas del juego político no están definidas.” 93 De igual forma, los autores
establecen que la transición hacia un régimen democrático va cargada de dos
aspectos principales, la liberalización y la democratización.
Para el caso mexicano, el proceso de liberalización conlleva al
reconocimiento de derechos y libertades fundamentales para los ciudadanos, si
bien, constitucionalmente se reconocían esos derechos, en la práctica, no se daba
dicha protección, en consecuencia el camino hacia un régimen democrático
incluyó cambios legales para asegurar la defensa de esas garantías del ser
humano.
En cuanto a la democratización se refiere, los cambios se dan en el ámbito
electoral, garantizando la apertura hacia nuevas opciones de representación
política, en la cual se incluyan todos los intereses de los ciudadanos, en tal
sentido, en el sistema político mexicano, en el contexto de la transición
democrática sufrió adecuaciones sustanciales, de las que se vieron beneficiados
los ciudadanos y organizaciones políticas, como es el caso del PVEM.
Por lo antes mencionado, el sistema electoral mexicano ha sufrido una
paulatina pero importante transformación en la últimas tres décadas, en palabras
de Lorenzo Córdova, “la transición a la democracia en México sólo puede ser
comprendida cabalmente si se le entiende como un proceso gradual en el que los
cambios fueron presentándose parcialmente”94, así, la reforma política de 1977 fue
el punto de partida de la transformación del sistema político-electoral en México.
Al considerar que la última gran reforma sufrida en el sistema electoral
mexicano fue en 2007-2008, al inicio del sexenio de Felipe Calderón, entonces, el
proceso democrático ha transcurrido a lo largo de 30 años, en donde han pasado
93
O’DONNELL, Guillermo y SCHMITTER, Philippe, Transiciones desde un gobierno autoritario. Conclusiones tentativas sobre las democracias internas, Paidós, Buenos Aires 1988, Pág. 19. 94
CÓRDOVA, Lorenzo, La reforma electoral y el cambio político en México, Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, www.jurídicas.unam.mx, Pág. 654
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3
por la presidencia de la República 6 diferentes mandatarios y se han concretado
siete reformas electorales95, por ello existe desacuerdo en pensar si la transición
democrática es un proceso terminado o si se continua en vías de democratizar el
sistema político mexicano.
El estudio elaborado por José Woldenberg, Pedro Salazar y Ricardo
Becerra, sostiene la idea de que México ya transitó a la democracia, “porque hoy
tienen vigencia instrumentos democráticos para la adopción de las decisiones
colectivas que antes no operaban dado que las decisiones se adoptaban
autocráticamente”,96 y la idea plasmada de mecánica del cambio se refiere a
diversos sucesos interrelacionados con el fin último de tener elecciones
competitivas y creíbles a partir de partidos políticos fuertes, al asegurar esos
factores se podía pensar en el tránsito a la democracia como un proceso
terminado.
El riesgo de enfocarnos en la mecánica del cambio para asegurar que en
México ya se transitó a la democracia, se debe a que únicamente se toma en
cuenta los factores electorales, dejando de lado los institucionales y sociales.
Mauricio Merino, por ejemplo, menciona que la transición en México, lejos de ser
una transición pactada, lo cual supone una ruptura con el régimen gobernante y la
generación de nuevas instituciones, ha sido un proceso denominado una
transición votada, basada en una apertura gradual desde el propio gobierno, la
cual ha rediseñado las instituciones, “la transición mexicana todavía debe afrontar
su consolidación pero sin perder de vista aquellos rasgos de origen: su énfasis en
la materia electoral; su sentido de pluralidad política incluyente y su origen en las
instituciones políticas que ya existían antes.”97
95
CORDOVA, Lorenzo, “Op. Cit.”, Pág. 655, establece que las siete reformas electorales federales han sido la de 1977, la de 1986, la de 1989-1990, la de 1993, la de 1994, la de 1996 y la de 2007. 96
WOLDENBERG, José, SALAZAR, Pedro y BECERRA, Ricardo, La mecánica del cambio político en México, Ediciones Cal y Arena, México 2011, Pág. 559. 97
MERINO, Mauricio, México: la transición votada, en América Latina Hoy, Salamanca 2003, Pág. 66, http://redalyc.uaemex.mx/pdf/308/30803304.pdf.
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4
Por lo previamente mencionado, se puede confirmar el sentido de la
transición basada en la transformación del sistema electoral mexicano, “se trata de
un proceso en el que cada cambio a los procedimientos electorales ha reforzado a
los partidos, y éstos, a su vez, han empujado por nuevas mudanzas en el sistema
electoral”,98 lo que no necesariamente significa que el tránsito a la democracia
esté concluido.
Como se puede observar, existen elementos para sostener cualquiera de
las dos hipótesis acerca de la transición democrática en México, no obstante, es
preferible establecer que México cuenta con una democracia incipiente, la cual,
como cualquier otra democracia, requiere de cambios y mejoras constantes, con la
finalidad de acercarse al ideal de sistema democrático. De lo contrario, debido al
mismo dinamismo representado por el concepto de democracia, estaríamos en
riesgo de nunca terminar el proceso de transición.
Ahora bien, para entender dicha transformación, es importante conocer el
sistema de partidos Mexicano antes del inicio de la transición. De acuerdo con la
clasificación elaborada por Giovanni Sartori, el caso mexicano era un sistema no
competitivo con la presencia de un partido hegemónico, es decir, en donde un
partido cuenta más que los demás y “que permite la existencia de otros partidos
únicamente como ‘satélites’, o, en todo caso, como partidos subordinados” 99 ,
nadie puede negar esta condición en el caso estudiado, el PRI mantuvo (hasta la
elección federal de 1997, cuando pierde por primera vez la mayoría absoluta en la
cámara de diputados), el control del sistema político-electoral del país, permitiendo
la existencia de distintos partidos políticos, pero controlados por el mismo sistema.
El PRI ejercía el control de todo el sistema a través de la figura del
presidente, la propia organización reconocía al presidente como su jefe máximo,
en consecuencia era a partir de él como se tomaban todas las decisiones de
gobierno y de posiciones tanto al interior del Ejecutivo como en el Legislativo y el 98
Ibídem, Pág.66 99
SARTORI, Giovanni, “Op. Cit.”, Pág.160
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5
Judicial, por lo tanto, México contaba con un régimen presidencial, dicha condición
se da cuando el poder Ejecutivo predomina sobre los otros dos poderes,
primordialmente sobre el Legislativo.
En ese sentido, el Dr. Jorge Carpizo McGregor identifica siete características
que definen y distinguen un sistema presidencial, enumeradas a continuación:
a) “El Poder Ejecutivo es unitario. Está depositado en un Presidente quien es,
al mismo tiempo, jefe de Estado y jefe de Gobierno.
b) El Presidente es electo por el pueblo y no por el Poder Legislativo, lo cual le
da independencia frente a éste.
c) El Presidente generalmente nombra y remueve libremente a los secretarios
de Estado.
d) Ni el Presidente ni los Secretarios de Estado son políticamente
responsables ante el Congreso.
e) Ni el Presidente ni los secretarios de Estado, como regla general, pueden
ser miembros del Congreso.
f) El Presidente puede estar afiliado a un partido político diferente al de la
mayoría del Congreso.
g) El Presidente no puede disolver el Congreso, pero éste no puede darle un
voto de censura.”100
Lo anterior no debe de ser visto como reglas obligatorias para un régimen
presidencial, sin embargo si dan una pauta importante que caracterizan a éste, a
simple vista, el caso mexicano cumple con la mayoría de ellas, con algunas
peculiaridades susceptibles de analizar.
Según Benito Nacif, el origen del presidencialismo en México, “no se
encuentra en la Constitución misma, sino en factores extra constitucionales que
100
CARPIZO, Jorge, El presidencialismo mexicano, México, Siglo Veintiuno Editores, 2002, Págs. 13-14
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6
hicieron posible la subordinación del Congreso a la iniciativa presidencial” 101 ,
según el propio autor, las tres condiciones para el presidencialismo fueron las
siguientes: 1) la existencia de un gobierno unificado, es decir, un mismo partido,
en este caso el PRI, tuviera el control al mismo tiempo de la presidencia y del
Congreso; 2) la disciplina partidaria, es decir, los grupos parlamentarios tanto en la
Cámara de Diputados como en el Senado, votaban en el mismo sentido, de forma
coherente y cohesionada; y, 3) liderazgo presidencial sobre el partido, el
presidente tenía la capacidad de definir la posición del partido como de los
instrumentos para que las fracciones parlamentarias las acataran.
Si el presidencialismo no estaba sustentado de origen en la Constitución y
tenía lugar gracias a las condiciones antes señaladas, es posible pensar que en
cuanto se dejara de dar cualquiera de ellas, el equilibrio se perdería. Lo cual
ocurrió en 1997, cuando el PRI perdió la mayoría absoluta en la Cámara de
Diputados y en 2000, cuando perdió la Presidencia de la República, “además,
mientras que en el periodo 1997-2000 el partido del presidente sin tener la
mayoría era la minoría más grande en la Cámara de Diputados y la mayoría
absoluta en la de Senadores, en el periodo 2000-2003 el partido del presidente no
logró la primera minoría en ninguna de las dos cámaras”.102
Pero cómo se dio la apertura paulatina hasta llegar a la alternancia en el
poder en el año 2000. Como se mencionó al principio de este apartado, la
transformación del sistema comenzó en 1977, situación que orilló al régimen a
establecer una nueva ley en materia electoral y permitir la competencia de nuevas
fuerzas políticas; la crisis de legitimidad causó que para las elecciones
presidenciales de 1976, el único candidato registrado haya sido José López
Portillo, trayendo como consecuencia la búsqueda de nuevas opciones de
legitimidad y con ello el principio de la transición a la democracia en México.
101
NACIF, Benito, Las relaciones entre los poderes ejecutivo y legislativo tras el fin del presidencialismo en México, en Política y gobierno, Vol. XI, No. 1, primer semestre de 2004, México, Pág. 11-12 102
CASAR, Ma. Amparo, Los gobiernos sin mayoría en México: 1997-2006, en Contenido, Volumen XV, No. 2, segundo semestre de 2008, Pág. 226.
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7
Después de 1977, la siguiente crisis de legitimidad importante sufrida por el
régimen presidencial tuvo lugar en 1988, los cuestionamientos de legalidad en la
elección de Carlos Salinas de Gortari trajeron como resultados nuevas reformas
en materia electoral y por consiguiente, una apertura más significativa hacia la
competencia y creación de nuevos partidos políticos.
Como se mencionó en el apartado anterior, el origen del PVEM se derivó
del interés del propio régimen y por lo tanto, del partido hegemónico, de
legitimarse a partir de la competencia electoral.
Con la creación posterior del Instituto Federal Electoral y del Tribunal
Electoral del Poder Judicial de la Federación, en 1991 y en 1996, respectivamente,
quedaron sentadas las bases para un nuevo sistema electoral, independiente del
Poder Ejecutivo, ello aunado a una verdadera competencia electoral y las derrotas
del PRI en los espacios tanto en el ámbito de gobierno como parlamentario,
hicieron que el sistema de partido hegemónico no competitivo se transformara en
un sistema competitivo con tres partidos preponderantes.
Aunque el PVEM, no está considerado dentro de los tres partidos
importantes, es indudable su crecimiento dentro de la esfera electoral, además de
que se ha aliado en diferentes momentos a dos de los tres partidos con mayor
influencia en México, con el PAN contribuyó para la alternancia en la presidencia
en 2000 y con el PRI tres años después de ese acontecimiento.
El sistema de partidos en México se ha convertido a lo largo de los últimos
30 años en un sistema competitivo y multipartidista predominando la fuerza de tres
principales partidos, el PRI, PAN y Partido de la Revolución Democrática, y en la
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8
actualidad, cuatro partidos minoritarios, PVEM, PT, Partido Movimiento Ciudadano
(antes Convergencia) y Partido Nueva Alianza.103
Para Giovanni Sartori, aunque es importante el número de partidos en un
sistema, debido a que por sí sólo, el número demuestra el tipo de sistema, lo
relevante, en cambio, es conocer el número de partidos “importantes” o cuanta
“fuerza” tiene cada uno de ellos, traducida ésta última como fuerza electoral, lo
cual a su vez se transforma en “fuerza en escaños”, de ahí debe de surgir la
importancia de los partidos “pequeños”, considerando por la fuerza de sus
escaños en el Congreso los siguientes criterios:
1) “Se puede no tener en cuenta por no ser importante a un partido
pequeño siempre que a lo largo de un cierto periodo de tiempo siga
siendo superfluo en el sentido de que no es necesario ni se lo utiliza
para ninguna mayoría de coalición viable. A la inversa, debe
tenerse en cuenta a un partido, por pequeño que sea, si se halla en
posición de determinar a lo largo de un período de tiempo y en
algún momento como mínimo una de las posibles mayorías
gubernamentales.”
2) “Un partido cuenta como importante siempre que su existencia, o su
aparición, afecta a la táctica de la competencia entre los partidos y
en especial cuando se altera la dirección de la competencia (…) de
los partidos orientados hacia el gobierno.”104
103
Para mejor referencia del proceso de evolución del sistema de partidos en México, se pueden consultar los siguientes textos: CRESPO, José Antonio, La evolución del sistema de partidos en México, en: http://codex.colmex.mx:8991/exlibris/aleph/a18_1/apache_media/P2VBA3H5GJRDILMGELRKX7HS271AUV.pdf. Págs., 599-622; REYES DEL CAMPILLO, Juan, El sistema de partidos en la transición mexicana, UAM-Xochimilco, en: http://lasa.international.pitt.edu/LASA97/reyesdelcampillo.pdf; MENDEZ de Hoyos, Irma, El sistema de Partidos en México: fragmentación y consolidación, en Perfiles Latinoamericanos, enero-junio No. 029: http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=11502901. 104
SARTORI, Giovanni, “Op. Cit.”, Pág.154-155
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9
Con lo anterior, un partido es importante cuando cuenta con “posibilidad de
coalición” (en el primero de los puntos) y “posibilidad de chantaje” (en el segundo
caso). No se debe de considerar a la posibilidad de coalición en el sentido
netamente de competencia electoral, sino en la posibilidad de conformar un bloque
en coalición con otros partidos, con el fin de tener mayoría en el Congreso.
Por otra parte, en relación a la posibilidad de chantaje de un partido, Sartori
se refiere a la capacidad de un partido de aliarse a otro el cual también sea de
oposición (Sartori lo llama antisistema), con el fin de tener la posibilidad de veto,
respecto de las leyes promulgadas.
Con lo antes expuesto, es momento de analizar los resultados obtenidos
por el PVEM a lo largo de su historia, con lo cual será posible determinar el papel
que ha jugado en la transformación del sistema de partidos, hasta llegar a ser uno
multipartidista competitivo.
De igual forma, con el análisis de los mencionados resultados electorales,
se podrá establecer el motivo por el cual en los últimos años dicha organización ha
contado con la posibilidad de coaligarse a dos de los partidos políticos
mayoritarios en México, además de establecerse como la cuarta fuerza política del
país, y tener la capacidad de chantaje y coalición, tanto a nivel electoral como en
el trabajo legislativo.
3.2. Los resultados electorales del PVEM
Uno de los cambios más significativos consecuencia de las reformas
electorales,105 fue sin lugar a dudas, el establecimiento de los diputados por el
principio de representación proporcional, el primer cambio en esta materia se dio
105
Para mejor referencia sobre las reformas electorales que se dieron en México, se puede consultar el siguiente texto: PESCHARD, Jacqueline, De la conducción gubernamental al control parlamentario: 30 años de reformas electorales, en LOAEZA, Soledad y PRUD’HOMME, Jean-François (Coords.), Los grandes problemas de México, Instituciones y procesos políticos, el Colegio de México, 2000, Págs. 355-403
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0
precisamente con la reforma de 1977, en la cual se estableció que además de los
300 diputados electos por el principio de mayoría relativa, la Cámara de Diputados
estaría conformada por 100 diputados de representación proporcional.
Para la reforma de 1986, el número de diputados elegidos por el segundo
de los principios antes mencionados, aumentarían a 200 para quedar conformada
la Cámara con 500 diputados por ambos principios, además de establecer que el
partido con el 60% o más de la votación total, no podía acceder a la repartición de
los diputados de representación proporcional o plurinominales, como
posteriormente se les denominó, mecanismo conocido como “cláusula de
gobernabilidad”.
Para la transformación de la ley electoral de 1989-1990, se cambió dicha
cláusula, estableciendo que el partido que obtuviera el 35% de la votación total, se
le repartirían tantos diputados de representación proporcional como fuera
necesario hasta alcanzar el 50% más uno de los 500 diputados federales,
además, por cada punto porcentual obtenido por el partido después del 35%, le
corresponderían 2 diputados más, fijándose un máximo de 350 diputados por
ambos principios.
Fue hasta 1996 cuando se modificó el número máximo de diputados por
partido político en la Cámara, fijándose el tope máximo en 300 diputados por
ambos principios.
En la reforma electoral de 1993, se cambió la legislación concerniente a la
Cámara de Senadores, fue en dicha reforma en donde se duplicó el número de
senadores que debían de conformar la Cámara, pasando de 64 a 128, mismos
que debían ser elegidos 4 por cada uno de los 32 estados de la República
Mexicana, a su vez se legisló que 3 de esos 4 senadores se le otorgarían al
partido con la mayoría relativa, mientras que el 1 restante sería del partido con el
segundo lugar de la votación.
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1
Para la reforma de 1996, si bien no se cambió el número de senadores
(quedando en 128), sí se modificó el mecanismo de elección, integrados de la
siguiente manera: 2 de los 4 senadores electos por cada estado, se otorgarían al
partido político con la mayoría relativa, mientras que de los 2 restantes, uno sería
para la primera minoría y el otro sería repartido de acuerdo al principio de
representación proporcional.
Fue con el principio de representación proporcional como se dio la apertura
y la pluralidad en la integración del Congreso en México, asegurando a los
partidos que mantuvieran su registro en las elecciones federales, tener escaños
parlamentarios y representación.
Dicho lo anterior, se procederá a analizar los resultados obtenidos por el
PVEM en las elecciones comprendidas entre 1994 y 2012.106
Después de lograr su registro como partido político en 1993, el Partido
Verde, participó en las elecciones presidenciales de 1994, postulando como
candidato a la presidencia de la República a su líder y fundador Jorge González
Torres; en aquella ocasión, los resultados obtenidos no fueron nada alentadores
puesto que únicamente obtuvo el 0.93% de la votación total, es decir, 327,313
votos. En cuanto a la elección de diputados federales, el PVEM consiguió el 1.36%
de la votación total (470,951).
Sin lugar a dudas, el resultado más importante en aquel año, lo consiguió
en la capital del país, al obtener el 3.79% de la votación total, es decir, 166,079
votos, lo que le valió para tener 2 representantes en la Asamblea de
106
Todos los datos estadísticos señalados en este apartado, se obtuvieron de la página de internet del Instituto Federal Electoral www.ife.org.mx en el link de Estadísticas y Resultados Electorales y de la Cámara de Diputados y Senadores en sus páginas de internet www.diputados.gob.mx y www.senado.gob.mx, respectivamente.
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2
Representantes del Distrito Federal, lo cual fue el primer antecedente de obtención
de puestos de elección popular del partido.
Fue en las elecciones federales intermedias de 1997, en donde el PVEM
logró obtener sus primeros representantes en el Congreso de la Unión, en la
elección extraordinaria para renovar una tercera parte de la Cámara de
Senadores, el PVEM obtuvo 1’180,804 (4.03%) de la votación, resultado que le
ayudó para obtener su primer representante en la mencionada Cámara.
En cuanto a la elección de Diputados Federales, el Partido Verde logró
1’116,463 votos, equivalente al 3.83% del total nacional, producto de ello, dicha
organización conquistó 8 curules dentro de la Cámara de Diputados, además de
colocarse como la cuarta fuerza en el país, aunque muy distante de los tres
partidos mayoritarios.
Para la elección presidencial de 2000, el PVEM se alió al PAN, postulando
a Vicente Fox como candidato a la presidencia de la República, quien a la postre
sería el presidente electo. No es posible conocer el resultado que obtuvo el Partido
Verde de manera individual, razón por la cual se tendrá que manejar el resultado
de la Alianza por el Cambio en su totalidad.
El acuerdo entre los dos partidos establecía que de obtener un porcentaje
menor al 35.5% de la votación total, el 4.5% de la misma sería para el PVEM y
que por cada punto porcentual superior al 35.5% se le otorgaría al Verde 0.3%
extra, en esa elección, Vicente Fox obtuvo 15’989,636 de votos, equivalentes al
42.52%, lo cual se tradujo para el PVEM, de acuerdo al propio convenio, en poco
más del 6.6% de la votación federal.
En la elección de Senadores, la alianza obtuvo 14’198,073 votos,
representando un 38.11% de la votación total nacional, y se convirtió en la
obtención de 5 escaños dentro del Senado de la República para el PVEM.
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3
Para la elección de diputados federales, el PAN y el PVEM consiguieron
14’212,032 votos, es decir, el 38.24% de la votación total nacional, de los 223
curules en la Cámara de Diputados que logró la alianza, al Partido Verde le
correspondieron 17, de los cuales 6 de ellos fueron electos por el principio de
mayoría relativa y los 11 restantes por representación proporcional.
Con los resultados obtenidos por la Alianza por el Cambio, la coalición
favoreció al partido minoritario para colocarse, esta vez, con un margen mayor de
distancia respecto de los demás partidos minoritarios107 como la cuarta fuerza en
el país en cuanto a los puestos de representación que ocuparía dicho partido en
ambas cámaras.
Para el 2003, se llevaron a cabo elecciones para renovar la Cámara de
Diputados, como ya se mencionó, en éstas elecciones el PVEM participó en
coalición con el PRI (Alianza para Todos), en 97 de los 300 distritos electorales, es
decir, una alianza parcial, por ello resulta importante analizar los resultados
tomando en cuenta dos variantes, los votos obtenidos en coalición y de forma
independiente. De acuerdo con el anexo 3 de la Resolución del Consejo General
del IFE CG39/2003, en el convenio de colaboración entre el PRI y el PVEM, de la
votación total emitida en los 97 distritos electorales en los que fueron coaligados,
el 5% de la votación total correspondería al partido minoritario.108
En los distritos en donde el PVEM no participó en coalición con el PRI, el
primero de ellos obtuvo 1’063,741 votos, lo cual representa 3.99% del total
nacional, en cuanto a los 97 distritos en los que fue coaligado, la Alianza por
107
En las elecciones de 2000 los demás partidos minoritarios obtuvieron el siguiente número de representantes en la Cámara de Diputados, destacando que ninguno logró tener representación en la Cámara de Senadores: PT, 8 diputados; Convergencia por la Democracia Partido Político Nacional (CDPPN) 3 diputados; Partido de la Sociedad Nacionalista (PSN) 3 diputados; y, Partido Alianza Social (PAS) 2 diputados (todos estos partidos políticos conformaron, junto con el PRD la Alianza por México). 108
El convenio de colaboración se puede consultar en la página de internet del IFE, www.ife.org.mx
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ina8
4
Todos logró 3’637,685 sufragios, lo cual se traduce en el 13.65% del total, además
de conquistar 46 de los 97 distritos en los que participó.
Es de destacar el porcentaje obtenido por el partido en aquellos distritos en
los que participó sin ir aliado con el PRI, esta a una centésima de punto de
conseguir el 4% de la votación nacional, es un dato alto, para un partido
minoritario y da la idea de una consolidación de su estructura nacional.
Todos esos votos al final se convirtieron para que el PVEM conservara su
fuerza parlamentaria de 17 diputados, 3 de ellos electos por el principio de
mayoría relativa (acuerdo al que se llegó en el PRI) y los 14 restantes por
representación proporcional. Una vez más el PVEM se mantuvo como la cuarta
fuerza a nivel nacional, con un distante margen respecto de los demás partidos
minoritarios109.
Para la elección presidencial de 2006, el PRI y el PVEM decidieron
contender en coalición, esta vez, el acuerdo fue total, es decir, debieron ir
coaligados para competir tanto para la presidencia de la República, como para
renovar las Cámaras de Diputados y Senadores. El Convenio de coalición entre
ambas organizaciones110, para la elección de Presidente, establecía que si el
porcentaje de la votación total fuera igual o menor al 30%, al PVEM le
correspondía el 6.6%. En la mencionada elección, el candidato de la Alianza por
México, Roberto Madrazo Pintado, obtuvo el 22.26% de las preferencias
(9’301,441 votos), en consecuencia el PVEM mantuvo el porcentaje del 6.6% de la
votación nacional.
En cuanto a la elección de senadores, la coalición logró obtener la
preferencia de 11’622,012 votantes, representando el 28.07%, lo que se tradujo en
109
Para la LIX Legislatura, únicamente el PT con 6 diputados y CDPPN con 5, lograron obtener representación en la Cámara de Diputados. 110
Para mejor referencia, el convenio de coalición de la Alianza por México, que sostuvieron el PRI y el PVEM en 2006, se puede consultar en la siguiente dirección electrónica: http://www.ife.org.mx/documentos/PPP/docs_pdf/Alianza_por_Mexico.pdf
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ina8
5
una cifra histórica de escaños para el PVEM, al conseguir por primera ocasión
cuatro senadores por el principio de mayoría relativa y seis, por el de
representación proporcional, para un total de diez legisladores.
Para renovar la Cámara de Diputados, la Alianza por México, obtuvo el
28.21% de la votación nacional, es decir, 11’619,679 votos, en esta ocasión dicho
porcentaje se tradujo en 17 curules para el PVEM, todos ellos obtenidos por el
principio de representación proporcional. Con ese resultado el Partido Verde logró
conservar la fuerza en dicha Cámara obtenida tres años antes.
Es de destacar el hecho de que aun cuando la coalición PRI-PVEM, se
colocó en el tercer lugar de las preferencias electorales en 2006, el partido
minoritario logró mantener su fuerza en la Cámara de Diputados, e incluso
aumentarla en la de Senadores, con lo cual se consolidó tanto la capacidad de
coalición como la de chantaje, tanto en el ámbito parlamentario como en el
electoral.
En 2009, nuevamente se llevaron a cabo elecciones para renovar la
Cámara de Diputados, en esa ocasión, el PRI y el PVEM decidieron coaligarse
para competir en 63 de los 300 distritos electorales, de acuerdo al convenio de
coalición111, al Partido Verde sólo le correspondió postular candidatos en 6 de los
63 distritos motivo de la alianza.
En dichos distritos, la coalición Primero México, obtuvo 126,879 votos,
representando el 0.36% respecto del total, con relación a los 237 distritos
restantes en los que el PVEM compitió de forma individual, logró la preferencia de
2’254,716 votantes, es decir, el 6.5% del electorado, sin lugar a dudas, esta última
cifra consolida al partido como la cuarta fuerza política del país, ya que con los
111
Para mejor referencia, el convenio de coalición de la Alianza por México, que sostuvieron el PRI y el PVEM en 2009, se puede consultar en la siguiente dirección electrónica: http://www.ife.org.mx/docs/IFE-v2/DEPPP/DEPPP-ConveniosCoalicion/alianzas_DEPPP/alianzas_DEPPP-pdf/2009/PRIMEROMEXICO.pdf
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ina8
6
resultados mencionados, obtuvo cuatro diputados por el principio de mayoría
relativa y dieciocho, por el de representación proporcional, para un total de
veintidós curules.
Para concluir con el análisis de los resultados electorales del PVEM, es
necesario retomar los de la última elección presidencial del 1 de julio de 2012,
para dicha elección, se dio la peculiaridad de que el porcentaje de la votación
nacional obtenido por cada partido cuando hubiera una alianza, no dependería del
convenio de coalición acordado por la dirigencia de cada uno de ellos, sino de la
votación real obtenida, debido a que el ciudadano tendría la opción de votar por un
solo de los partidos o por el total de los mismos, lo cual permitiría conocer un
resultado más veraz.
Otra característica del proceso electoral de 2012, fue la siguiente, aquellos
partidos políticos que decidieran conformar una alianza para contender por la
presidencia de la República, no se verían obligados a coaligarse en la totalidad de
los demás puestos de la elección federal, como consecuencia el PRI y el PVEM
decidieron postular al mismo candidato para la elección de Presidente, pero su
convenio sólo fue para impulsar las candidaturas de Senadores en diez estados
de la República y de Diputados en 199 de los 300 distritos electorales.
Dicho lo anterior, los resultados del PVEM para la pasada elección de 2012,
se explicarán en el siguiente cuadro:
Resultados electorales del PVEM en 2012
Tipo de elección PVEM PRI/PVEM* Total
Presidente 960,799 3’703,079 2’812,338
1.91% 7.36% 5.59%
Senadores 2’065,967 1’609,746 2’870,840
4.14% 3.22% 5.75%
Diputados 2’020,799 2’054,852 3’048,225
4.06% 4.12% 6.12% * Los votos obtenidos por ambos partidos se deben dividir en partes iguales.
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del Instituto Federal Electoral en www.ife.org.mx
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7
De los resultados obtenidos por el PVEM en las elecciones de 2012, se
puede observar que a pesar de los cambios en las reglas para la conformación de
coaliciones,112 dicha organización logró mantenerse como la cuarta fuerza del
país, no sólo al contribuir con una nueva alternancia en el poder presidencial, sino
aumentar el número de diputados de su grupo parlamentario a veintinueve,
catorce de ellos obtenidos por el principio de mayoría relativa y quince por el de
representación proporcional.
De igual forma, con los resultados mencionados, obtuvo nueve escaños en
la Cámara de Senadores, dos de ellos por el principio de representación
proporcional, cinco por el de mayoría relativa y dos más por el principio de primera
minoría.
La siguiente tabla demuestra el crecimiento de los partidos políticos
minoritarios más importantes en las legislaturas comprendidas de 1997 a 2012 en
la Cámara de Diputados:
112
En la reforma electoral de 2007-2008, se estableció que con independencia del tipo de elección y el convenio de coalición entre los partidos políticos coaligados, estos aparecerían de forma independiente en la boleta electoral, por tanto los votos favorecerán al candidato postulado en forma conjunta pero contabilizarán para cada uno de los partidos. Otro punto destacable de la mencionada reforma en materia de coaliciones, fue que los partidos políticos únicamente podían presentar candidaturas conjuntas para diputados y senadores por el principio de mayoría relativa, por lo cual cada una de las organizaciones deberían de conformar de forma independiente las listas para elegir a los legisladores de ambas cámaras por el principio de representación proporcional, los cuales serán repartidos de acuerdo a la votación obtenida de forma individual. Para mayor referencia de la reforma electoral mencionada se puede consultar la siguiente página electrónica: http://www.ife.org.mx/documentos/Reforma_Electoral/docs/AC_RefElect0708.pdf
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8
DIPUTADOS
Partido LVII (1997-2000)
LVIII (2000-2003)
LIX (2003-2006)
LX (2006-2009)
LXI (2009-2012)
LXII (2012-2015)
PVEM 8 17 17 17 22 29
PT 6 8 6 11 14 15
CDPPN/ MC
- 3 5 18 6 16
Nueva Alianza
- - - 9 8 10
Fuente: Elaboración propia con información de la Cámara de Diputados en www.diputados.gob.mx
De igual forma, el comportamiento de los partidos minoritarios más
importantes en la Cámara de Senadores se puede observar en el siguiente
cuadro, considerando las legislaturas comprendidas de 1997 a 2012:
SENADORES
Partido LVII (1997-2000)
LVIII-LIX (2000-2006)
LX-LXI (2006-2012)
LXII-LXIII (2012-2018)
PVEM 1 5 10 9
PT 1 1* 6 5
CDPPN/MC - 1 11 1
Nueva Alianza - - 1
* El Senador electo por el PT, se integró al Grupo Parlamentario del PRD
Fuente: Elaboración propia con información de la Cámara de Senadores en www.senado.gob.mx
Por otra parte, en la siguiente gráfica, se puede observar de mejor manera
el crecimiento que ha tenido el PVEM a lo largo de su historia en cuanto a la
representación en el Congreso de la unión se refiere.
Fuente: elaboración propia
0
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30
8
17 17 17 22
29
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10 9
DIPUTADOS
SENADORES
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9
Con los resultados electorales obtenidos por el PVEM y revisados en los
párrafos anteriores, queda demostrada su importancia en la transformación del
sistema de partidos en México, al mantenerse como la cuarta fuerza política del
país, en todas las legislaturas con excepción de 2006, en donde el entonces
partido Convergencia logrará un legislador más que el Partido Verde en ambas
cámaras.
Al mismo tiempo, es destacable la capacidad de adaptación de la
organización a los constantes cambios de la ley en materia electoral, lo cual le ha
permitido no sólo sobrevivir en la esfera política, sino incrementar su fuerza y con
ello hacerse cada vez con más firmeza en su capacidad de coalición y de
chantaje, entrando a una especie de círculo virtuoso, en el cual a mayor número
de representantes en ambas cámaras del Poder Legislativo, mayor capacidad
para formar alianzas, tanto en el ámbito electoral como en el legislativo, trayendo
como consecuencia incrementar o por lo menos mantener el número de
representantes elección tras elección.
Ahora bien, retomando las dos condiciones planteadas por Sartori respecto
de la capacidad de coalición y de chantaje, con lo visto hasta aquí, la importancia
del PVEM en el sistema de partidos mexicano queda comprobada, por lo menos
en cuanto al sistema electoral se refiere, sin embargo, no se puede pasar por alto
que de igual manera, ambas posibilidades se deben de tomar en cuenta para el
trabajo legislativo, en consecuencia es necesario revisar los números en el
Congreso de la Unión para conocer en qué medida el Partido Verde ha podido
contar con las capacidades antes mencionadas.
Al respecto, un estudio de Ma. Amparo Casar113, resalta la importancia del
PVEM en el trabajo legislativo dentro del mismo periodo de tiempo, al señalar que
en las legislaturas LVII (1997-2000), LVIII (2000-2003) y LVIX (2003-2006), existen
113
CASAR, Ma. Amparo, Los gobiernos sin mayoría en México: 1997-2006, en Política y gobierno, volumen XV, No. 2, II semestre de 2008, México.
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ina9
0
diversas combinaciones de coaliciones entre partidos políticos, en las cuales se a
la organización que se estudia, con el fin de llevar a cabo reformas
constitucionales y ordinarias, incluyendo entre dichas coaliciones parlamentarias
tanto al partido en el poder como a los partidos opositores, en la legislatura LIX, el
PVEM en coalición con el PRI, el PRD y los demás partidos minoritarios, podían
alcanzar los votos suficientes para tener mayoría absoluta y poder realizar
reformas constitucionales, tal como se demuestra en el siguiente cuadro:
Coaliciones posibles114
Legislatura Coalición No. de
diputados Reforma
constitucional* Reforma
ordinaria**
LVII
(1997-2000) PAN+PRD+PVEM 255 No Sí
LVIII
(2000-2003) PAN+PRD+PVEM 273 No Sí
LIX
(2003-2006)
PRI+PRD+PVEM 337 SÍ SÍ
PAN+PRD+PVEM 265 No Sí
LX
(2006-2009)
PAN+PRD+PVEM 348 SÍ SÍ
PAN+PRI+PVEM 329 NO SÍ
LXI
(2009-2012)
PRI+PVEM 264 NO SÍ
PRI+PRD+PVEM 327 NO SÍ
LXII
(2012-2015)
PRI+PAN+PVEM 355 SÍ SÍ
PRI+PRD+PVEM 345 SÍ SÍ
* Para llevar a cabo reformas constitucionales se requiere del voto de las dos terceras partes de la Cámara de Diputados, es decir 333 diputados.
** Para llevar a cabo reformas ordinarias se requiere del voto de la mayoría calificada, es decir 251 diputados.
Fuente: elaboración propia con información obtenida en CASAR, Ma. Amparo, Los gobiernos sin mayoría en México: 1997-2006, en Política y gobierno, volumen XV, No. 2, II semestre de 2008,
México.
Con lo anterior, se refuerza el argumento de la importancia del Partido
Verde al cumplir con los criterios de posibilidad de coalición y de chantaje, por lo
114
Número de diputados en cada legislatura por partido político: LVII: PRI 239, PAN 122, PRD 125, PVEM 8; LVIII: PRI 211, PAN 206, PRD 50, PVEM 17; LIX: PRI 224, PAN 152, PRD 96, PVEM 17; LX: PAN 206, PRD 125, PRI 106, PVEM 17; LXI: PRI 242, PAN 142, PRD 63, PVEM 22; y, LXII: PRI 212, PAN 114, PRD 104, PVEM 29.
Pág
ina9
1
tanto, queda demostrada su contribución a la transformación del sistema de
partidos mexicano, al convertirse en un sistema multipartidista competitivo.
Sobre todo en las tres últimas legislaturas, el PVEM ha aumentado esa
posibilidad de coaligarse con los partidos mayoritarios con el fin de impulsar
reformas tanto constitucionales como ordinarias, sin lugar a dudas, ese alcance lo
ha consolidado en el sistema político mexicano, permitiéndole entrar en ese
círculo virtuoso mencionado con anterioridad, ya que a mayor número de
representantes en el Poder Legislativo, mayor capacidad de chantaje y coalición
mantiene con las otras fuerzas políticas, ya sea en el ámbito legislativo (para
impulsar las iniciativas de ley que mejor le convengan) como en la esfera electoral
(asegurando su registro y los diferentes puestos, elección tras elección).
No debe pasar por alto que a la fecha no es posible determinar cuál es la
fuerza electoral real del PVEM, debido a las coaliciones a las cuales ha
pertenecido desde la elección presidencial de 2000.
Mención aparte, merece el caso del abandono de la ideología y el
hegemonía del pragmatismo político predominante en la dirigencia del Partido
Verde, en donde, se observa el interés de obtener votos y como consecuencia,
recursos económicos, sobre los objetivos y fines característico de la organización,
con ello se refuerza la idea de pensar a dicha organización como un partido
pragmático y oportunista (en sentido estricto de la palabra).
Lo mismo le da a su dirigencia aliarse a un partido de derecha que a uno de
centro-izquierda, con tal de aumentar su posicionamiento en el congreso y los
recursos públicos otorgados por el Estado. Da igual para sus dirigentes, proponer
la pena de muerte (siendo un partido que por simple analogía debería de estar a
favor de la vida), la cadena perpetua o vales de medicinas, y abandona las
propuestas en materia de ecología, lo cual debería de predominar en la plataforma
político-electoral de cualquier organización verde-ecologista en el mundo.
Pág
ina9
2
Aunque es un tema ha analizará en el cuarto apartado, es importante
señalar que después del rompimiento en 2001 entre el PAN y el PVEM, este
último negoció aliarse tanto con el PRI como con el PRD, en palabras del
entonces dirigente Jorge Emilio González Torres, dejando claro que la posibilidad
de aliarse con uno u otro estaba abierta “hay que ver que tan viable es
electoralmente cada uno; por eso nos vamos a encuestar con el PRI y el PRD. Si
la encuesta nos pone en una posición de poder ganar la mayoría en la Cámara de
Diputados, ese es un factor que vamos a tomar en cuenta para entrar a una
alianza”.115
Se refuerza entonces, la afirmación de que la ideología queda subordinada
ante la obtención de escaños en el congreso, por lo cual triunfa el pragmatismo.
3.3. Casos exitosos de representación política
En México, el ejercicio de gobierno se divide en tres niveles, el federal, el estatal y
el municipal, en el primero de los casos, únicamente dos partidos políticos han
logrado ejercer el poder presidencial, el PRI y el PAN, mientras en el segundo
nivel, el estatal, sólo los tres partidos más grandes han podido tener acceso a
esos gobierno, mientras tanto los partidos minoritarios, sólo han podido acceder a
esos puestos mediante alianzas electorales con los partidos mayoritarios. Un
ejemplo destacable de ello, es la última elección para gobernador en el estado de
Chiapas, en donde por primera ocasión, un candidato identificado plenamente con
el PVEM, obtuvo el triunfo gracias a la coalición entre su partido y el PRI.
Por lo antes mencionado, el ámbito de gobierno en el cual los partidos
minoritarios tienen más posibilidades de acceder al poder es el municipal; en la
actualidad, el territorio mexicano se encuentra dividido en 32 entidades
federativas, a su vez se divididas en municipios o delegaciones, en el caso del 115
LELO DE LARREA, Alejandro, Todos quieren al PVEM: la hora de las alianzas, en Enfoque, No. 464, enero 2003, Pág. 12.
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ina9
3
Distrito Federal, existen 2,445 municipios repartidos en todo el país, lo cual genera
una mayor posibilidad para los partidos minoritarios de acceder al ejercicio de
gobierno por medio de la figura del municipio.
El PVEM logró ganar su primera elección municipal en 1996, para 2003, ya
gobernaba en un total de 26 cabeceras municipales en todo el país, para 2009, el
número fue de 28 posiciones, siendo 2004 el año en el que más municipios han
conquistado, con 33 sitios. 116 En la siguiente gráfica se puede observar el
comportamiento del Partido Verde en cuanto a municipios gobernados:
Municipios gobernados por el PVEM de 1996 a 2009
En el periodo que comprende de 2009 a 2015, el PVEM tiene asegurado
gobernar 17 municipios en todo el país, el dato relevante en este sentido es que
para el mismo lapso de tiempo, en coalición con algún otro partido político, ya sea
federal como local, contribuirá a gobernar 409 municipios.117
El caso más significativo de los municipios gobernados por el PVEM es el
de Benito Juárez en Cancún, Quintana Roo, fue en 2002, cuando dicho partido
logró ganar la presidencia municipal, postulando a Juan Ignacio García Zalvidea
116
Fuente: www.e-local.gob.mx 117
Ibídem
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5
10
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15
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28 30
27 25
28
No. de municipiosgobernados
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4
conocido como “El Chacho”, de este caso exitoso de representación por parte del
PVEM también tuvo lugar uno de los conflictos más significativos tanto al interior
como al exterior de dicha organización, cuando en 2006, todavía bajo el gobierno
de Zalvidea, se difundieron los video escándalos en donde se puede observar a
Jorge Emilio González Torres en una negociación con falsos empresarios que
buscaban obtener permisos para construir en zona protegida.
Estudiar dicho caso no es el objetivo del presente trabajo, por lo cual
únicamente se mencionará de manera anecdótica y servirá para reconocer el
crecimiento del PVEM en la esfera de las elecciones.
Como ya se mencionó, el caso más reciente de éxito en cuanto a la
representación política del PVEM, es el triunfo del candidato a gobernador por el
estado de Chiapas Manuel Velasco Coello, quien si bien fue postulado
conjuntamente por el PRI y el Verde, había realizado toda su carrera política como
legislador del segundo partido mencionado, y es identificado como un militante
verde ecologista, por lo cual es el primer caso de un miembro de éste partido
gobernando uno de los estados de la República Mexicana.
A manera de conclusión, se puede decir que con el desarrollo de este tercer
apartado quedó fundamentado el papel que jugó el PVEM en la transformación del
sistema de partidos mexicano, gracias a una apertura gradual por parte del propio
régimen, dicho sistema pasó por una evolución lenta, pero continua, de ser uno no
competitivo con un partido hegemónico, a ser uno competitivo multipartidista, sin
pasar por alto que dicha apertura si bien se dio desde el propio gobierno, ésta fue
en respuesta a la presión de los grupos opositores al gobierno los cuales
demandaban auténticos espacios para la participación, es decir, una transición
democrática, teniendo como principal componente reformas electorales de gran
calado, permitiendo la apertura del régimen autoritario, transformándose
gradualmente hacia un sistema más democrático.
Pág
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5
Por otro lado, y de acuerdo a uno de los ejes principales del presente
trabajo, con los resultados obtenidos en las elecciones federales comprendidas
entre 1994 a la más reciente de 2012, el PVEM se ha consolidado como la cuarta
fuerza política del país, logrando hacerse de la posibilidad de coalición y chantaje,
lo cual a su vez le ha servido para lograr mejores resultados en las elecciones
tanto de diputados como de senadores.
Ambas posibilidades, se han visto reflejadas en la esfera electoral y en la
legislativa, ya que los puestos de representación en el Poder Legislativo le han
dotado a la organización de la capacidad de negociación con los partidos
mayoritarios con el fin de impulsar reformas constitucionales y ordinarias. En el
mismo sentido, la idea sustentada de ser la cuarta fuerza política le ha funcionado
en las negociaciones para la alianzas con el PRI en las últimas tres elecciones
federales, una vez más se trata de la posibilidad de coalición.
Ello se traduce en dos vertientes principales, por un lado, el hecho de que el
PVEM se posicione como la cuarta fuerza política del país, supone la
conformación de un sistema electoral el cual goza de equilibrios y en donde se
asegura la competencia electoral y con la inclusión de los partidos minoritarios
pudiendo ser parte de decisiones importantes tanto a nivel electoral como
legislativo, se asegura la representación de sectores de la población no
identificados con las tres fuerzas políticas principales del país.
La segunda vertiente planteada va intrínsecamente relacionada con la
primera, con el hecho de contar con un sistema electoral competitivo y en donde
se permite la representación de distintos sectores de la población, se puede decir
que uno de los principales objetivos de la transición democrática se ha cumplido.
Otro aspecto destacable del análisis de los resultados en las elecciones por
parte del PVEM es que ha logrado adaptarse de forma eficaz a los constantes
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6
cambios en las reglas en materia electoral sufridos por el sistema político en
México, sin que los mismos le afecten de forma considerable.
Aun cuando la transición a la democracia facilitó el surgimiento de nuevas
organizaciones partidistas e implementó mecanismos permitiendo el acceso a
puestos de representación política para aquellas organizaciones que obtuvieran su
registro elección tras elección, no todos los partidos políticos lograron afianzarse
como el Partido Verde, quienes han logrado afianzar un electorado fiel,
permitiéndole adaptarse a los cambios normativos en materia electoral.
El hecho de contar con una base electoral sólida, se debe más a que el
territorio de caza que ha logrado “monopolizar”, como es el caso de la ecología y
el medio ambiente, son temas de los cuales la sociedad cada día se preocupa
mas, y no por el polémico actuar de su dirigencia, más preocupada por la
obtención de puestos de representación para repartir como incentivos selectivos,
que por los temas que dicen representar.
Por otro lado, las críticas hechas a la dirigencia del partido en razón de su
intempestivo cambio de bandera al pasar de una alianza con el PAN a formar
parte de una coalición con el PRI, en menos de tres años, dan razón de que los
líderes han sabido entrar al “juego” electoral, aprovechando las posibilidades
otorgadas por la misma ley, para no sólo mantener el registro como partido político
sino para ocupar un papel importante en la vida política-electoral del país.
Dicho posicionamiento le ha valido al PVEM, para inclusive, tener casos
exitosos de representación política, como muestra ha tenido la mayoría de la
preferencia del electorado en algunos municipios del país, lo cual para un partido
minoritario no es poca cosa, además, por primera vez en su historia, un Estado de
la República será gobernado por un militante del Partido Verde, un caso aun más
destacable.
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7
En este contexto, se debe señalar que de acuerdo con los casos exitosos
de representación política logrados por el Partido Verde a lo largo de su
trayectoria, siendo el principal de ellos el hecho de que el próximo gobernador de
Chiapas sea de militancia Verde Ecologista, no se puede descartar la idea de que
en un futuro dicha organización logre impulsar a un candidato de su extracción
para obtener la presidencia de la República, lo cual representaría una toma del
poder desde abajo, un caso hasta ahora no conocido por el sistema político
mexicano.
Por lo expuesto en este tercer apartado, se puede sostener la afirmación
que el PVEM ha sido un actor en el cambio político de México, pero sobre todo, la
coalición dominante de la organización ha sido beneficiada de la transición y con
ello de la apertura democrática del país.
Lo que resta por ahora, es conocer cómo se dio la alianza entre el PAN y el
PVEM, y tanto las condiciones como él marco ideológico como fue construida,
trayendo como consecuencia la primera alternancia en el poder y con ello un paso
más en la transición a la democracia en México, tema tratado en el cuarto y último
apartado.
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8
Capítulo 4. Partido Verde Ecologista de México en el primer gobierno de
alternancia
El año 2000 marcó un parte aguas en la historia política de México, no sólo por el
acontecimiento de que el partido político en el poder presidencial durante más de
70 años lo perdiera, sino porque es a partir de éste hecho, como el sistema
político-electoral mexicano se puede considerar competitivo.
Otra situación a destacar, es que por primera ocasión, en el 2000
contendieron en la elección federal, dos coaliciones conformadas por partidos de
oposición al régimen, la Alianza por el Cambio entre el PAN y PVEM y la Alianza
por México entre el PRD, PT, CDPPN, PAS y PSN. Si bien, se tuvo el antecedente
de una alianza en la elección de 1988 en donde participó el FDN, impulsando la
candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas, en aquel ejercicio electoral tanto el PRI
como el PAN compitieron solos.
La apertura hacia la transición a la democracia, también tocó el tema de las
coaliciones entre partidos políticos, por ello, las reformas electorales sufrieron
cambios importantes en esta materia, hasta permitir en 2000 la conformación de
sendas coaliciones. Por lo dicho, para este apartado, será importante establecer
los cambios en el marco legal dados en el tránsito de las reformas electorales, en
cuanto a las coaliciones se refiere, para sentar las bases legales en las que se dio
la Alianza por el Cambio.
Posterior al marco teórico-legal, se procederá a establecer la historia de la
Alianza por el Cambio, cómo y por qué se dio dicha coalición entre esos dos
partidos y cuál fue la plataforma electoral y proyectos compartidos entre ambas
organizaciones políticas, serán los aspectos medulares por los cuales se llevarán
a cabo el transcurso de este capítulo.
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ina9
9
Para la parte final, se estudiará la contribución del PVEM en el primer
gobierno de alternancia en la historia del país así como los motivos que
propiciaron la ruptura entre ambos partidos, apenas un año después de la toma de
protesta de Vicente Fox como Presidente de la República.
4.1. Marco teórico-legal de las coaliciones electorales.
Antes de adentrarse en el desarrollo de este apartado, es importante establecer el
marco teórico referente el término alianza o coalición electoral, para poder tener
claro a que nos referimos cuando se trate el tema de la coalición conformada por
el PVEM y el PAN en el año 2000.
El Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE),
reconoce el término de coalición para referirse a la figura de unión de dos o más
partidos políticos con fines electorales, sin embargo autores como Duverger
prefieren hacer la distinción entre coalición y alianza, estableciendo que la primera
de ellas se utiliza para aquellas uniones o acuerdos ocasionales, mientras en el
segundo concepto a las uniones durables; para este estudio, será indistinto utilizar
cualquiera de los dos términos.
Para Duverger118, es importante distinguir entre dos tipos de alianzas, las
que se dan con fines puramente electorales, las cuales por lo general son
desorganizadas y poco duraderas y las más duraderas y con una carga más
importante, por encima de la simple consecución de votos.
Por otra parte, para el autor francés, es significativo estudiar las alianzas
entre partidos, partiendo de dos vertientes o factores, el primero de ellos es el
número de partidos existentes en el sistema de partidos, mientras el segundo se
refiere al tipo de elección llevada a cabo, es decir, si se contemplan dos vueltas de
votaciones o sólo una.
118
DUVERGER, Maurice, “Op. Cit.”, Pág. 349-376
Pág
ina1
00
Ahora bien, mientras en los sistemas bipartidistas las alianzas electorales
suelen ser excepcionales, en un sistema multipartidista, como el mexicano, las
coaliciones suelen ser más comunes; en el segundo aspecto, el del tipo de
elección, dice Duverger, cuando existen dos vueltas electorales, las alianzas
suelen ser obligatorias para la segunda ronda de comicios, aunque no suelen ser
formales, dicho en otras palabras, cuando los candidatos de ciertos partidos no
obtienen el número de votos requeridos en la primera ronda, para tener la
posibilidad de competir en la segunda, es probable que llamen a sus electores a
votar por algún partido que si haya logrado los votos necesarios, por lo cual no se
puede hablar de alianzas formales.
Mientras tanto, cuando sólo se contempla una vuelta electoral, y ésta tiene
lugar en un sistema multipartidista como el mexicano, “va a tender al
establecimiento de alianzas muy sólidas, incomparablemente más estrechas que
las alianzas de la segunda vuelta”119, con el cual el sistema electoral en México,
en principio, es propicio para la formación de alianzas, cuestión confirmada si se
toma en cuenta las últimas dos elecciones presidenciales, en donde en cada una
de ellas compitieron dos coaliciones, pero se deben tener reservas con el término
de sólidas, por lo menos en el caso de la alianza entre el PAN y el PVEM, en
donde la solidez no fue precisamente una característica.
Siguiendo con Duverger, cuando las alianzas tienen lugar en sistemas
como el mexicano, éstas requieren de acuerdos más completos entre las
organizaciones, debido a que es antes de la elección, en donde deben quedar
establecidas las reglas del juego entre los miembros de la coalición.
Hasta este punto, únicamente se ha tocado el tema de las alianzas a nivel
electoral, lo cual contribuirá para el desarrollo del trabajo, sin embargo, es esencial
conocer que dichas coaliciones también pueden darse en los niveles tanto
119
Ibíd., Pág. 353
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01
parlamentario como gubernamental, de esta forma, es importante asentar que los
acuerdos entre partidos políticos también se puede dar a esos dos niveles. Sin
embargo, ambos campos por lo general van de la mano, cuando dos
organizaciones deciden coaligarse para competir en alguna elección, se puede
pensar que es para lograr la mayoría de las preferencias y con ello impulsar desde
un puesto de representación las demandas de su electorado, por ello debe
suponer acuerdos previos en puntos fundamentales para los dos o más partidos.
En cuanto a las coaliciones o alianzas en el campo legislativo, de igual
forma se pueden conformar por un interés común de impulsar ciertas reformas
beneficiando al electorado al cual representan, en esta esfera, las alianzas suelen
ser sobre temas más específicos, pudiéndose dar acuerdos entre partidos
ideológicamente opuestos.
Toda alianza electoral en cualquiera de los sistemas de partidos en donde
se desempeñe, deberá de estar regulada por un marco legal, en México, la ley
electoral en materia de coaliciones, también ha sufrido cambios importantes, así
como avances y retrocesos significativos en materia de regulación de
conformación de coaliciones electorales.
Retomando el antecedente histórico de 1977, punto de partida de la
transición a la democracia en México, como consecuencia de los primeros intentos
de apertura política electoral, se promulgó la Ley Federal de Organizaciones
Políticas y Procedimientos Electorales, mejor conocida como LFOPPE, dicho
ordenamiento, en el tema específico de las coaliciones electorales, establecía dos
candados importantes, el primero de ellos, era que aquellos partidos políticos
coaligados, debían de decidir con anticipación a cuál de ellos se le debían de
computar los votos obtenidos, esto con la finalidad de que únicamente a esa
organización se le mantendría el registro en caso de obtener la votación mínima
establecida para tal caso, por tanto, los otros partidos perderían su registro.
Pág
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02
El segundo obstáculo contemplado por la LFOPPE en materia de
coaliciones, lo cual se podía interpretar como una opción que evitara a los partidos
a decantarse por uno solo a costa de su propio registro (cuestión de por sí difícil
de pensar), era que aquellos partidos que decidieran participar en coalición debían
de conformar un partido nuevo, lo cual lejos de ser una opción, representa un
inhibidor mayor para conformar coaliciones.
Para la reforma de 1987, que culminó con la publicación de una nueva ley
electoral, es decir, el Código Federal Electoral, eliminó los dos candados
contemplados por la LFOPPE para la conformación de coaliciones, en
consecuencia, el único requisito era que antes de la elección debían presentar una
Plataforma Electoral de la coalición, además de que los partidos coaligados
conservarían su registro siempre y cuando la votación obtenida fuera suficiente
para repartir a cada uno de los partidos el 1.5% requerido para mantenerlo.
Con la reforma de 1987, por primera ocasión se sentaron las bases reales
permitiendo la conformación de coaliciones electorales, una de las consecuencias
más conocidas de esta reforma, fue la alianza formada por los partidos llamados
de izquierda para conformar el Frente Democrático Nacional, el cual en 1988,
postularía a Cuauhtémoc Cárdenas como candidato presidencial, aunque dicho
Frente, no aprovechó del todo las nuevas bondades establecidas en la ley, al no
postular en todos los puestos de elección popular candidatos.
Para 1990, ya con el mandato presidencial de Carlos Salinas De Gortari,
una vez más sufrieron reformas las leyes electorales en México, consecuencia de
ello fue la promulgación del Código Federal de Instituciones y Procedimientos
Electorales (COFIPE), en dicho ordenamiento, el tema de la conformación de
coaliciones electorales, también sufrió modificaciones, en esta ocasión los efectos
de dicha coalición cuando se decidiera postular el mismo candidato a la
presidencia, tendría repercusiones en los 300 distrito electorales y como
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03
consecuencia, se tendría que participar en la repartición de diputados elegidos por
el principio de representación proporcional.
Otra modificación importante, dejaban a elección de los partidos coaligados
la decisión de participar con el emblema de uno solo de los partidos o un emblema
conformado por todos los partidos participantes.
Una vez más, en 1996, el Código sufrió cambios, el más trascendental, para
el caso de las alianzas, fue que se incorporó la posibilidad de formar coaliciones
en la elección de 32 senadores por el principio de representación proporcional,
figura incorporada en el mismo año para la conformación de dicha Cámara.
Después de las reformas antes mencionadas, en 2003, tuvo lugar la
incorporación de una prohibición importante para aquellos partidos de reciente
creación que pretendieran participar en coalición con alguna otra organización, al
establecerse que ningún partido político se podría coaligar en la primera elección,
por lo cual, obligatoriamente debía obtener el mínimo del porcentaje establecido
para mantener su registro por lo menos en su primera elección.120
Dentro del texto vigente del COFIPE, destaca la posibilidad de las
Agrupaciones Políticas Nacionales para participar en coalición con algún partido
político, cuestión antes prohibida.121 Otro cambio significativo es que los partidos
coaligados únicamente podrán participar en las elecciones para Presidente de la
República; para Diputados y Senadores por el principio de mayoría relativa, en
otras palabras, para la elección por el principio de representación proporcional no
se les permite participar en alianza.
120
El artículo 56, numeral 4 del COFIPE, se reformó en el 2003 para quedar de la siguiente manera: “No podrán realizar un frente, coalición o fusionarse lo partidos políticos nacionales durante su primera elección federal inmediata posterior a su registro como partido político nacional”. 121
El artículo 95, numeral 7 del COFIPE, establece; “el convenio de coalición podrá celebrarse por dos o más partidos políticos, podrán participar en la coalición una o más agrupaciones políticas nacionales”.
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04
Así es como a grandes rasgos ha sido modificada la ley electoral en el caso
específico de las coaliciones electorales, como se puede observar, en este tema,
la apertura hacia un sistema más competitivo también ha sido de forma gradual,
partiendo con una ley que lejos de incentivar las alianzas las inhibía, hasta lograr
que dicha figura de alianzas se extendiera inclusive a las agrupaciones políticas.
La importancia de las coaliciones tomó mayor relevancia en el 2000, cuando se
dio la alternancia en el poder resultando vencedora una coalición entre dos
partidos políticos, por lo cual es pertinente analizar la historia y las circunstancias
que propiciaron el acuerdo entre ambas organizaciones y al mismo tiempo
conocer los motivos de la ruptura entre ambos partidos un año después de la
histórica elección de 2000.
Si bien en el desarrollo de este trabajo se ha dejado ver que los cambios en
el sistema político se han dado principalmente desde el propio gobierno, esto no
se debe de interpretar como que fue por la voluntad consiente e intención
democratizadora de los entonces dirigentes de los destinos del país.
Cada cambio fue propiciado tanto por un afán legitimador de los gobiernos
priistas buscando mantener el poder a través de una “democracia” disfrazada,
como por presión de grupos que lucharon por la apertura democrática del país, así
como por ser admitidos como una oposición más crítica de la entonces
representada por el PAN.
Así fue como se dio la apertura paulatina del sistema hacia una
participación más activa de los grupos opositores al régimen y al partido
hegemónico, dicha transformación se materializó en constantes reformas
electorales, que en ocasiones propiciaban y en otras limitaban la participación
democrática, pero al final, desencadenó en la alternancia en el poder en el 2000.
Como ya se mencionó, parte de los cambios a los ordenamientos
electorales fue la posibilidad de conformar coaliciones entre partidos políticos,
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05
cuestión reflejada precisamente en la elección de 2000, en donde por primera
ocasión en la historia de México participaron dos coaliciones conformadas cada
una, por uno de los tres partidos más importantes del país, ganando la presidencia
de la República la integrada por el PAN y PVEM.
4.2. Historia de la Alianza por el Cambio
Para abordar el tema planteado, es necesario conocer el contexto en el que
se dio el acuerdo entre el PAN y PVEM para competir en las elecciones
presidenciales de 2000, en consecuencia es importante asentar que las elecciones
intermedias de 1997, marcaron un importante antecedente en la vida política de
México y un adelanto de lo que podía ocurrir tres años posteriores.
Fue en esa elección en donde el PRI, por primera vez en su historia, perdió
la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, además de ser las primeras
elecciones en donde se eligió al Jefe de Gobierno del Distrito Federal, en donde el
PRD obtuvo la mayoría de las preferencias electorales, lo cual también significó
una importante derrota para el PRI, ambas circunstancias aunadas a las victorias
de la oposición tanto en las gubernaturas como en los municipios de algunos
estados de la República, generaron un ambiente de competencia verdadera y la
idea, ahora si bien fundada, de que para las elecciones de 2000 se podía dar la
alternancia en el poder.
A partir de 1997, México contó con gobiernos divididos, en donde el
presidente y por lo tanto su partido, no contarían con la mayoría en el Congreso de
la Unión, por ello se hacía obligada la negociación política con los partidos de
oposición para poder legislar, “con la transformación del sistema de partidos que
ocurrió entre 1988 y 1997 se alteró el equilibrio constitucional de poderes. Durante
este periodo, el PRI perdió paulatinamente su posición hegemónica y se desarrollo
un sistema electoral competitivo”.122
122
NACIF, Benito, “Op. Cit.”, Pág. 15
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06
Bajo ese ambiente se instauró la LVII legislatura en la Cámara de
Diputados, inclusive antes de la toma de posesión, los coordinadores de las
bancadas del PAN, PRD, PT y PVEM, firmaron un acuerdo de colaboración, el
pacto destacado fue “que la Comisión de Régimen Interno y Concertación Política,
se integre con alguno de los jefes de las bancadas, lo que imposibilita al PRI
imponer sus criterios en la Cámara de Diputados (…) la presidencia de esta
comisión estaría a cargo por vez primera de un partido distinto al Revolucionario
Institucional”123, dicho acuerdo opositor sentaría las bases para que durante los
tres años posteriores a la elección de 1997, se hablara de la posibilidad de
conformar una alianza entre el PAN y el PRD, para enfrentar al PRI en las
elecciones de 2000, como se sabe, esa coalición no logró conformarse, pero es
importante conocer que desde ese momento el tema de los acuerdos políticos
entre partidos, formaban parte de la agenda de las organizaciones de oposición,
en contra del predominio del PRI.
Otro dato interesante, es el hecho de que un año antes de la elección
presidencial de 2000, cuatro partidos de oposición, presentaron una iniciativa de
reforma electoral la cual incluía seis puntos principales, destacando el de
establecer las condiciones adecuadas para formar coaliciones entre partidos, así
como las candidaturas comunes, “en el Pleno de la Cámara de Diputados será
presentada una iniciativa de reforma y adiciones al Cofipe. Va con la firma de los
262 (diputados que integran las fracciones de la oposición, incluidos los del
PVEM), (…) ¿se abrirá la puerta para que haya una gran alianza opositora en
noviembre?”124. De esa manera, queda confirmada la intención de los partidos por
participar en alianza conjunta para el 2000.
123
MAYOLO López, Fernando, Aliados hasta el 2000, en Enfoque, 17 de agosto de 1997, México, Pág. 3 124
AGUIRRE, Alberto, La reforma electoral de la oposición, en Masiosare, domingo 18 de abril de 1999, Pág.3
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07
Sin embargo, una vez acercadas las definiciones de los candidatos a la
presidencia, los personajes más importantes y probables candidatos del PAN y
PRD, Vicente Fox y Cuauhtémoc Cárdenas, respectivamente, no lograron los
acuerdos necesarios, por consiguiente, no se concretó la alianza opositora; es
probable que la decisión final sobre conformar la coalición recayera en Cárdenas,
debido a que las encuestas de aquel entonces ponían a Fox y al PAN muy por
encima del PRD, por tanto, el líder de este último partido no quiso arriesgar su
candidatura en un ejercicio de elección del candidato de la alianza opositora, de tal
forma que al final pesó más el pragmatismo que la ideología, así como el interés
por conformar un bloque para competir en contra del PRI.
Consecuentemente, decidieron participar de forma independiente, pero no
solos, cada uno conformó su propia coalición para competir en las elecciones, así
el PAN llegó a un acuerdo con el PVEM y se conformó la Alianza por el Cambio,
mientras tanto el PRD se alió al PT y tres partidos de reciente creación, CDPPN,
PAS y PSN, en la Alianza por México.
Entonces, qué fue lo que motivó la creación de una alianza entre el PAN y
el PVEM, qué beneficios podían obtener ambas organizaciones participando de
forma conjunta en las elecciones de 2000. Si retomamos los resultados del PVEM
en las elección intermedia de 1997 y de 2003, en aquellos distritos en los que no
participó en coalición con el PRI, en ninguna de ellos logró alcanzar el 4% de la
votación nacional, pero en una elección cerrada como, los votos del PVEM, podían
ser la diferencia necesaria para PAN con la finalidad de obtener la Presidencia de
la República.
En cambio el PVEM, además de asegurar su registro y por lo tanto sus
prerrogativas, por lo menos por tres años más, buscó tener más representación en
ambas cámaras del Poder Legislativo, ello refuerza la idea de pensar al PVEM en
su acepción de partido minoritario. Lo relativo a la plataforma y proyectos
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08
compartidos por ambas organizaciones que conformaron la Alianza por el Cambio
se analizará más adelante.
Así pues, el 8 de diciembre de 1999, dichos partidos presentaron ante el
Instituto Federal Electoral (IFE), su solicitud de registro de la coalición para
postular a Fox a la presidencia de la República, dicho convenio incluía, la
participación de forma conjunta para las elecciones de diputados y senadores por
ambos principios125.
Lo destacable de la resolución del Consejo General del IFE, para este tema,
es precisamente el acuerdo entre el PAN y el PVEM en cuanto a la repartición de
los votos se refiere, quedando de la siguiente manera:
Acuerdo para la distribución del porcentaje de la votación total Nacional en la Alianza por el Cambio
Condición Partido Verde Ecologista de México
Partido Acción Nacional
Si el porcentaje de la votación es igual o menor a 35.5%
4.5% El remanente
Si el porcentaje de la votación es mayor a 35.5%
0.3% más por cada punto porcentual adicional
0.7% más por cada punto porcentual adicional
Fuente: elaboración propia con base en la información del IFE
De lo anterior, se desprende que con el acuerdo alcanzado con el PAN, el
PVEM además de asegurar obtener los mejores resultados de su historia con el
4.5% de la votación nacional, tenía la posibilidad de contar con una mayor
representación en el Congreso de la Unión, lo cual se vio reflejado con la
obtención de 17 diputados y 5 senadores una vez concluidas las elecciones,
dichos número se consideraron una sobrerrepresentación “en 2000 (el PVEM),
tuvo mucho más de lo que le correspondía. Las encuestas dicen que fue el voto
125
La resolución del Consejo General del IFE se encuentra registrada con el número CG161/99, dicho instrumento se puede consultar en la página electrónica del IFE en www.ife.org.mx.
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09
útil, que venía de la izquierda o del PRD, el que realmente le dio a Vicente Fox los
puntos que necesitaba para ganarle al PRI”126
Por lo antes mencionado, el PVEM, además de consolidarse como la cuarta
fuerza política del país, se vio recompensado con una mayor posibilidad de
coalición y de chantaje, eso le ayudó a conformar posteriormente las alianzas con
el PRI, aunque por lo visto, los resultados que obtuvo como consecuencia de la
Alianza por el Cambio, fue una falsa percepción de la realidad.
De un análisis posterior de la situación y considerando el rompimiento entre
las dos organizaciones después del año de la elección presidencial de Fox, se
puede asegurar que en la conformación de la alianza predominó el carácter
pragmático de los dos partidos políticos, en donde el PAN se vio beneficiado por
los votos del PVEM y en donde este último fue el más beneficiado, “prácticamente
sin campaña, poca presencia en los medios, sin candidatos conocidos (…) el
PVEM se colocó como uno de los principales partidos a nivel nacional”.127
Es así como se conformó la coalición que logró la alternancia en la
presidencia en México, lo cual trajo como consecuencia, la consolidación del
PVEM como la cuarta fuerza política del país, posición que en la actualidad, lejos
de abandonar, ha mantenido y fortalecido con la alianza que desde 2003 ha tenido
con el PRI.
Esa nueva forma de competir en política, le ha acarreado innumerables
críticas al PVEM, se puede tachar de ser un partido pragmático y venderse al
mejor postor; lo que sin duda le ha redituado en beneficios, no sólo en el ámbito
de representación parlamentaria, si no en las prerrogativas recibidas para cada
ejercicio electoral, también como consecuencia de su sobrerrepresentación.
126
Entrevista al investigador del Centro de Investigaciones y Docencia Económica (CIDE), José Antonio Crespo, publicada en PASTRANA, Daniela, Radiografía del (partido) Verde, en Masiosare, No. 356, 17 de octubre de 2004, Pág.3 127
MANDUJANO Sandoval, Enrique, El PVEM y Jorge González Torres, los verdaderos ganadores en las elecciones, en 7Cambio, No. 186, agosto 2000, Pág. 28
Pág
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10
Análisis aparte se necesitaría para conocer qué tanto le ha redituado al país el
PVEM en materia ambiental, lo cual es la bandera que enarbola su dirigencia.
4.3. Plataformas y proyectos compartidos
El registro de la plataforma electoral de una coalición de partidos que tiene como
fin participar de forma conjunta en una elección, es uno de los requisitos para los
partidos políticos que deben cumplir antes del inicio de la misma, sin embargo, por
lo general, es un documento dotado de poca importancia y por tanto, no suele ser
motivo de estudio, en teoría, dicho documento debería establecer los principios
motivadores de la alianza y los proyectos en común que tienen los partidos
participantes en la misma, en México, este documento es un mero trámite.
Por ello, el Cofipe en su artículo 98, inciso d), establece que “se deberá
acompañar la plataforma electoral y, en su caso, el programa de gobierno que
sostendrá su candidato a Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, así como
los documentos en que conste la aprobación de los órganos partidistas
correspondientes” 128 , así, la presentación de una plataforma conjunta de los
partidos integrantes de la alianza es un documento obligatorio, pero no siempre
importante.
El Convenio de coalición de la Alianza por el Cambio contenía la fórmula de
selección de los candidatos a diputados y senadores por ambos principios, los
montos de las prerrogativas que cada uno de los partidos proporcionaría para la
campaña electoral del candidato a la presidencia de la República, así como la
fórmula mediante la cual se repartiría la votación total obtenida por la alianza.
En relación de las candidaturas para diputados por el principio de mayoría
relativa, por ejemplo, se establecía que al PVEM le correspondían los diputados,
en caso de resultar ganadores de los distritos I, III, XVIII y XXV del Distrito 128
Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales consultado en http://info4.juridicas.unam.mx/ijure/tcfed/4.htm
Pág
ina1
11
Federal; XII, XIII y XXXI del Estado de México; VI de Puebla; I y XVIII de Veracruz,
etc., lo mismo se pacta para los diputados por el principio de representación
proporcional y los senadores por ambos principios129.
Para el caso de las prerrogativas, se acordó que ambos partidos deberían
de contribuir con el 100% del dinero otorgado por el IFE para la elección Federal
de 2000, entonces el PAN contribuyó con $328'832,456.02, mientras el PVEM lo
hizo con $114'531,291.68.
Con relación al Convenio por el cual se debía de repartir el porcentaje total
de la votación nacional obtenida por la coalición, como ya se mencionó, se pactó
una fórmula en la cual el PVEM obtendría el 4.5%, siempre y cuando el porcentaje
total de la alianza fuera igual o menor al 36.5% y 0.3% adicional por cada punto
porcentual cuando se rebasara el límite antes mencionado.
Respecto del contenido de la plataforma electoral establecida por la Alianza
por el Cambio, se cumplió con el trámite, al presentar ante el Consejo General del
IFE, la plataforma del PAN adoptada por el PVEM y a la cual se le incluyó un
compromiso en materia ecológica, el cual contenía los siguientes puntos:
Gobierno comprometido con la naturaleza;
Conservar y desarrollar los recursos naturales;
Generación de beneficios para las comunidades; y,
Aprovechamiento sustentable de los recursos naturales.130
A su vez, la Alianza por el Cambio proponía seis puntos de acción para
lograr los compromisos antes mencionados:
129
El Convenio de coalición entre el PAN y el PVEM, se puede consultar en http://www.ife.org.mx/documentos/PPP/docs_pdf/Alianza_por_el_Cambio.pdf 130
Instituto Federal Electoral, Plataformas Electorales Federales del año 2000, Alianza por el Cambio, Págs. 16-17
Pág
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12
Un nuevo marco institucional para el desarrollo sustentable: ampliar a todos
los ámbitos de gobierno el esfuerzo por el medio ambiente, es decir,
ampliar el espectro de acción en materia ecológica;
Medio ambiente y Reforma Fiscal: una reforma enfocada a incentivar la
utilización de energía renovable y no contaminante;
Manejo sustentable de bosques y selvas y la protección de ecosistemas y la
biodiversidad: a través de programas y medidas de gobierno tendientes a
reducir la contaminación;
Contaminación del aire: reducir los contaminantes del aire con mecanismos
y tecnologías que reduzcan las emisiones;
Industria responsable y limpia: promover mecanismos que permitan la
compatibilidad entre el desarrollo económico, la generación de empleos y el
medio ambiente.; y,
Una nueva cultura ambiental y de coparticipación: campañas a través de
gobierno para modificar patrones de consumo hacia productos que sean
compatibles con el medio ambiente.131
Los puntos anteriores no representan una propuesta de gobierno en forma,
más bien pareciera una lista de asuntos que cualquier otro partido podría postular
como su plataforma o proyecto en materia ambiental, lo cual representa un lugar
común en materia ecológica para cualquier organización.
En una coalición en donde participa un partido ecologista, se podría pensar
que el tema ambiental sería el punto nodal sobre el cual se construya la coalición,
así como pactar puestos en el gobierno federal en donde se podría llevar a cabo
los programas específicos en materia ambiental, en caso de resultar ganadora la
alianza.
En el caso mexicano eso no sucedió así, en una entrevista, el líder del
PVEM, Jorge González Torres, manifestó que en 2000 “veían muy difícil una
131 Ibídem, Págs. 16-17
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13
transición pacífica hacia la democracia, tanto que no plantearon la posibilidad de
obtener puestos claves en el foxismo (…) por eso en las alianzas que hagamos en
adelante, seremos muy puntuales en acordar, ahora sí, una participación del
Verde en las posiciones de gobierno que tengan que ver con ecología” 132, lo
mencionado comprueba el pragmatismo mediante el cual se construyó la Alianza
por el Cambio, al ocuparse en primer lugar del tema de la obtención de votos para
ganar la elección y dejando al último o “para próximas alianzas”, el tema principal
que interesa al electorado que representan.
Otro aspecto demostrativo de la poca solidez con la cual fue construida la
Alianza por el Cambio, es el hecho de la pronta ruptura entre ambos partidos, lo
que deja de manifiesto la debilidad de los acuerdos entre las organizaciones, no
se tuvo la capacidad de resistir al primer desacuerdo entre las partes actoras.
La ideología, como se mencionó con anterioridad, pasó a un nivel
secundario, no se sustentó la alianza sobre los fines últimos de la declaración de
principio del partido minoritario, lo cual en teoría debería de prevalecer como el
interés único para conformar esta coalición, el desinterés por parte de los líderes
por plantear como premisa fundamental la implementación de políticas públicas
con carácter ecologista de salir triunfadores en el las elecciones, simplemente no
preocupó a los líderes del PVEM, prueba de ello fue el rompimiento entre Fox y
Jorge González Torres, apenas un año después de la elección de 2000.
De igual manera, se reafirma la consideración de ver al PVEM como un
partido “nicho”, minoritario y oportunista, al practicar una nueva forma de hacer
política sin importar las criticas que ésta pueda acarrearle a la dirigencia,
asegurando la sobrevivencia de la organización y manteniendo su fuerza de
representación en el Congreso de la Unión.
132
SOTO Páez, Ernesto, Ecologizamos la campaña, en Bucareli8, No. 184 febrero 2001, Pág. 21.
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14
El siguiente cuestionamiento a plantear, es acerca de cuanto se benefició el
PAN y con ello Fox de la alianza con el PVEM, y si ésta fue un factor determinante
para lograr la alternancia en la presidencia de la República; para dar respuesta a
ello, se deben de considerar varios factores, como es el caso del resultado de la
elección, el acuerdo de coalición entre ambos partidos, así como la estimación del
voto “duro” del Partido Verde.
El resultado de la elección presidencial del año 2000, según el IFE, se dio
de la siguiente manera: la Alianza por el Cambio obtuvo 15’989,636 votos,
representando el 42.52%; el PRI contó con el apoyo de 13’579,718 votos,
traducido en el 36.11% de la votación; mientras tanto la Alianza por México logró
6’256,780 votos, es decir, el 16.64%. Habrá muchas formas de analizar los
resultados de esa elección, sin embargo, con el fin de obtener un análisis apegado
a la realidad, se deben de considerar dos vertientes:
a) En un análisis cuantitativo de los resultados electorales, se puede decir que
la diferencia de poco más de 6 puntos porcentuales, pudo darse por la
contribución de un partido minoritario como el PVEM, si se considerar el
acuerdo de coalición entre éste y el PAN, pactando el 4.5% de la votación,
se puede estimar dicho porcentaje como una proyección del voto que
tendría el PVEM. Si se toma como cierta esta afirmación, es sostenible la
idea de que si el Partido Verde se hubiera aliado al PRI en lugar del PAN, el
primero hubiera conservado la presidencia de la República, en
consecuencia se debía considerar, al partido minoritario, como un factor
determinante para lograr la alternancia en 2000.
b) Con el fin de elaborar un análisis más certero de la situación planteada, es
necesario retomar los resultados de la elección tanto para Diputados
Federales, como Senadores, los cuales se muestran en el siguiente cuadro:
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15
Partido o Coalición Diputados Senadores Presidente
Alianza por el Cambio 38.24% 38.11% 42.52%
PRI 36.92% 36.75% 36.11%
Alianza por México 18.68% 18.85% 16.64%
Fuente: elaboración propia a partir de los datos proporcionados por el
IFE en www.ife.org.mx
De los datos anteriores se pueden destacar algunas consideraciones importantes:
Existe una diferencia de poco mas de 4 puntos porcentuales entre los
resultados obtenidos por la Alianza por el Cambio para Presidente de la
República y para Diputados y Senadores, lo que se puede interpretar
como voto útil que favoreció a Fox;
En el caso del PRI no se observa una variación considerable en los tres
campos señalados.
Respecto de la Alianza por México se puede observar una variación
superior de 2 puntos porcentuales, para la elección de Diputados y
Senadores respecto de la presidencial, eso hace suponer que parte del
voto útil que favoreció a Fox, provino de la izquierda o del PRD.
Con los resultados anteriores, una vez más pareciera que el PVEM fue un
factor determinante en la alternancia en el poder presidencial, con lo visto, se
puede interpretar que el voto útil fue únicamente de 4 puntos porcentuales.
No obstante, hay datos que no son posibles de analizar con el simple
resultado electoral, tal es el caso del porcentaje del llamado voto útil a favor de la
Alianza por el Cambio, el cual se diferenció entre las elecciones para Presidente,
Diputados y Senadores.
Otro factor importante, es el hecho de que el resultado obtenido por el PRI
en la elección de 2000 fue el más bajo en la historia del partido, sólo en la elección
presidencial de 1994 dicho partido obtuvo, según resultados oficiales
proporcionados por el IFE, el 48.69% de la preferencia. De tal manera, otro factor
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16
importante en favor de la candidatura de Fox fue el voto de castigo para el
entonces partido en el poder, o en otras palabras, el voto útil a favor de la
alternancia no solo provino de la izquierda sino del mismo PRI.
Sobre el particular, si bien la alianza con el PVEM fue una factor importante
para el PAN en su aspiración por conseguir la presidencia, no fue determinante en
el rumbo de la elección, consecuentemente no se debe considerar que sin la
alianza con éste partido no hubiera sido posible la alternancia en el poder.
No obstante lo anterior, se debe analizar otro factor muy importante en el
cual el PVEM pudo haber jugado un papel trascendental para la alternancia en el
poder en 2000. La legitimidad es un elemento con el que un gobierno debe de
contar para el ejercicio del poder, “la legitimidad es un principio intrínseco en la
composición de los Estados nacionales, sin legitimidad no hay reconocimiento de
poder, sin poder no hay ejercicio de gobierno. La legitimidad se adscribe al
principio de dominación en el que se basan todas las relaciones de poder
organizadas y estructuradas en las que descansa los propios Estados
modernos.”133
Para Frank Bealey, la legitimidad es un concepto difícil de representar,
reside en las mentes de lo que él llama el ciudadano medio y no en las élites, y lo
basa en la capacidad de los gobiernos por ser obedecidos “un régimen político es
legítimo cuando los ciudadanos aceptan obedecerlo porque es justo y
conveniente.”134
Al depender de la percepción, la legitimidad también es variable, un
gobierno puede ser legítimo o no, dependiendo de sus acciones, y del nivel de
estabilidad que él mismo desee para su régimen, por consiguiente, existen ciertos
133
ARELLANO, Marco, “La legitimidad en tiempos de Calderón”, en Escrutinio, No. 63, febrero 2011, http://www.escrutinio.com.mx/revista/politica/63/la-legitimidad-en-tiempos-de-caldern.html 134
BEALEY, Frank, Diccionario de Ciencia Política, Istmo, Madrid 2003, Pág. 248
Pág
ina1
17
elementos que pueden hacer a un gobierno más o menos legítimo, uno de ellos, la
forma como llegaron al poder.
En otro orden de ideas, también se debe analizar el elemento de la
legalidad, sin duda va de la mano con la legitimidad, pero a diferencia de éste
último, la legalidad se debe considerar como un concepto objetivo, en México, un
gobierno se puede considerar legal cuando así lo determinan el IFE y el Tribunal
Electoral del Poder Judicial de la Federación, con la calificación de la elección,
mientras esto no suceda, ningún gobierno se puede considerar como legal. Por su
parte, la legitimidad permite cualquier tipo de elementos subjetivos, puesto que
depende directamente de la percepción.
Ahora bien, al retomar los resultados de las últimas tres elecciones
presidenciales, se puede observar que Vicente Fox, ganó la presidencia con un
margen del 6.41%; la diferencia con la que Felipe Calderón obtuvo la mayoría de
las preferencias para ser presidente fue de apenas el 0.56%; mientras tanto, en la
más reciente elección presidencial, Enrique Peña Nieto, logró la mayoría con un
6.62% respecto de su más cercano competidor.
Al realizar un ejercicio de diversos escenarios y pensando en que el PVEM
no contribuyera en las elecciones presidenciales de Fox y de Peña y si lo hubiera
hecho con Calderón, es probable pensar que este último no se hubiera enfrentado
a mayores problemas de legitimidad, en cambio qué hubiera pasado en la elección
de 2012, si en lugar de que la diferencia entre Peña y Andrés Manuel López
Obrador en lugar de ser de más de seis puntos porcentuales, se hubiera reducido
a un punto. Muy probablemente el gobierno de Peña sufriría una crisis de
legitimidad mayor que la del propio Calderón.
De lo antes mencionado, se destaca la contribución del PVEM en las dos
alternancias que ha vivido México, más por ser considerado como el factor
determinante del rumbo de la elección, por ayudar tanto a Vicente Fox en 2000,
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como a Peña Nieto en 2012, para obtener la mayoría de la preferencia electoral
con un margen más amplio respecto de su más cercano competidor, y con ello,
comenzaran su gobierno con un grado más alto de legitimidad.
4.4. Haciendo un gobierno de alternancia
Una vez concluida la elección presidencial de 2000 y consumada la alternancia en
el poder con la victoria de la Alianza por el Cambio, la pregunta inminente era de
qué forma se conformaría el gabinete durante el primer gobierno de alternancia.
Mucho se habló por parte del Presidente recién electo sobre la conformación de
un gabinete incluyente, el cual estaría conformado por los mejores prospectos.
Tanto fue el interés de Fox por conformar un gabinete con los mejores
hombres, que contrató una empresa de head hunters (cazatalentos), quien se
encargaría de conformar las ternas de los mejores candidatos para ocupar los
puestos dentro de su gabinete, “una compañía estadounidense –Korn Ferry
International- será la que haga, en consecuencia, la lista con las ternas de los
mexicanos más capaces que serán llamados a colaborar con el nuevo
gobierno”135.
Aunque resulta poco creíble la idea de que Fox se sometería a las opciones
proporcionadas por la empresa de cazatalentos, lo que sí es sostenible fue el
hecho de que el presidente electo pretendía dejar en claro, por un lado, que su
gabinete estaría conformado por los “mejores” y por el otro, su intención de no
comprometerse o por lo menos de repartir la responsabilidad acerca de los
nombramientos.
Dentro de todo ese ambiente generado alrededor de la formación del primer
gabinete de alternancia, una cosa parecía segura, si el PAN había competido en
coalición con el PVEM, uno de los acuerdos del convenio entre ambas
135
HIRIART, Pablo, Cazatalentos, en Etcétera, No. 389, 13 de julio de 2000, Pág. 4
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organizaciones sería que en caso de ganar la elección, la Secretaría del Medio
Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), debía de ser ocupada por algún
miembro del partido cuya bandera ideológica y electoral es el tema de la ecología.
Cuestión considerada como parte de las ganancias por parte del PVEM obtenidas
de la alianza con el PAN136.
En una entrevista realizada a Jorge González Torres, se le preguntó sobre
si se mantendría la alianza con el PAN en caso de que Fox nombrara a otra
persona para ocupar la SEMARNAT, el líder del PVEM, contestó: “Absolutamente.
La alianza está firme y sólida, porque es una alianza por México, por la ecología,
no por un partido”137, lo anterior, reafirma la idea de pensar en la inclusión del líder
y fundador del PVEM en el gabinete de Fox, como algo seguro.
Sin embargo, cuando Fox dio a conocer a los miembros del gabinete del
primer gobierno de alternancia en la historia del país, no solo no nombró a Jorge
González Torres como titular de la SEMARNAT, designando a Víctor Lichtinger
para ese puesto, sino que ningún miembro del PVEM fue incluido en el equipo
encargado de gobernaría al país durante los siguientes 6 años.
En un gabinete caracterizado por su carácter empresarial, “hay dos datos
reveladores: sólo 13 de los funcionarios (26 por ciento) declararon tener una
filiación partidista: 10 del PAN y 3 del PRI (…), y sólo 12 han tenido un puesto de
elección popular: 9 por el PAN, 2 por el PRI y uno independiente”, 138
consecuentemente, el PVEM quedó fuera de los puestos de gobierno para aquel
sexenio, lo cual refuerza la idea planteada con anterioridad sobre la debilidad de la
136
MANDUJANO Sandoval, Enrique, “Op. Cit.”, Pág. 26, dentro de los logros obtenidos por el PVEM dentro de la elección, destaca que quedó como la tercera fuerza en la Asamblea del Distrito Federal, 17 diputados federales, 5 senadores y la posibilidad de su líder, Jorge González Torres ocupara la cartera de la SEMARNAT. También se puede revisar el siguiente artículo: PATIÑO Villalobos, Verónica, Como parte de las ganancias, González Torres pretende ser secretario de Ecología, en 7Cambio, No. 186, agosto de 2000, Págs. 29-30. 137
PASTRANA, Daniela, “Op. Cit.”, Pág.5 138
ZUCKERMANN Behar, Leo, Un modelo explosivo, en Enfoque, 3 de diciembre de 2000, Págs. 5-6.
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construcción de la Alianza por el Cambio, basada principalmente en ganar una
elección, más que en elementos ideológicos y de proyecto de gobierno.
Con ello, también quedó demostrado el poco interés del PVEM por impulsar
los temas trascendentales de sus principios ecológicos que dice representar, no
fue un tema primordial en el acuerdo de coalición con el PAN en caso de ganar la
Presidencia de la República, esa es teóricamente la mejor posición para cualquier
partido minoritario con el fin de impulsar los principios rectores de la organización
y las demandas de los grupos de la sociedad a la cual representan, con la
finalidad de traducirlos en políticas públicas con el apoyo del Ejecutivo Federal, sin
embargo, como ya se indicó, para el partido objeto de este trabajo no fue
importante acordar esos temas antes de la elección de 2000.
De esa manera, se puede establecer que mientras para el PVEM la
coalición fue con un interés meramente de sobrevivencia y para la obtención de
puestos de representación, para el PAN y particularmente para Fox, la alianza se
dio únicamente con el fin de obtener más votos y con ello, la Presidencia de la
República, ambas organizaciones privilegiaron el fin, dejando de lado la ideología.
Mientras el primero no se preocupó por asegurar puestos claves en el gobierno
federal para impulsar desde esa plataforma las políticas en materia de ecología y
medio ambiente (que en teoría debió de haber sido el interés de su dirigencia para
coaligarse con cualquier otro partido para competir en las elecciones
presidenciales), el segundo, una vez obtenida la Presidencia, dejó a un lado los
intereses del partido que lo ayudó a obtener el triunfo.
Asimismo, es importante reafirmar el carácter de partido nicho del PVEM,
escapando totalmente de la forma tradicional de hacer política, y teniendo como
principal objetivo el mantener su registro como partido político nacional y los
puestos en el Congreso de la Unión que le ayuden a mantener su fuerza política.
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De igual forma, también es cuestionable la posición ocupada por el
Presidente Fox respecto de esta situación, al no incluir a ningún miembro del
partido que lo ayudó a ganar la presidencia, quedo al descubierto el pragmatismo
que también lo caracteriza, al verse beneficiado por la alianza con el Verde pero
sin incluir en su grupo de trabajo a personajes de este partido. Mismo
pragmatismo y oportunismo demostrado en la última elección presidencial cuando
llamó a la sociedad a apoyar a Enrique Peña Nieto, acción que le podría costar la
expulsión de las filas del PAN.139
4.5. La ruptura
Una vez consumada la alternancia en el poder, lo cual significó dar un paso
trascendental en la transición a la democracia en México, la coalición entre el PAN
y el PVEM, tuvo una ruptura prácticamente inmediata, apenas dos meses y medio
después de la toma de posesión de Vicente Fox, el líder del PVEM, Jorge
González Torres, en una entrevista, daba a conocer la distancia entre él y el
presidente, a la pregunta expresa para saber cómo era su relación con el
mandatario, González Torres mencionó, “no hay mucha comunicación, pero sí una
relación cordial, una relación respetuosa, pero nada más”,140 con ello, queda clara
la distancia entre ambos.
En la misma entrevista, se aprecia que cuando se conformó la alianza entre
los partidos, no se acordaron puestos dentro del gobierno en caso de resultar
vencedores, aunque era lógico pensar en estar en el ejercicio del poder después
de haber logrado al cambio.
Queda claro, entonces, la principal razón del distanciamiento entre las
partes, fue la no inclusión en los puestos de gobierno de los miembros del PVEM,
aunque meses antes al anuncio del primer gabinete de Fox, Jorge González
139
GARCÍA, Denisse, Apoyo a EPN para terminar con la “terrible fragmentación” social: Fox, en Crónica, junio de 2012, http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=666831 140
SOTO Páez, Ernesto, “Op. Cit.”, Pág. 21
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Torres anunciara que la alianza continuaría a pesar de no obtener la titularidad de
la SEMARNAT, resulta comprensible que esa fuera la circunstancia principal para
el rompimiento entre ambos partidos.
Ahora bien, aunque el distanciamiento se dio desde principios de 2001 y por
lo tanto, dentro de los primeros meses de gobierno foxista, la ruptura oficial, se dio
en el marco del primer informe de gobierno del Presidente, en donde Jorge Emilio
González Martínez, hijo de González Torres y en aquel entonces líder de la
bancada del PVEM en la Cámara de Diputados, en uso de la tribuna del Congreso
de la Unión, anunciara la separación del Verde con el Gobierno Federal.
Un día después, Jorge González Torres confirmaría la ruptura, aseverando
que no era un distanciamiento con el PAN, sino con el gobierno del presidente
Fox, dando como razón principal que no se cumplieron con los acuerdos pactados
en la coalición y el saldo negativo del gobierno en materia ambiental, así como al
hecho de que en nueve meses de gobierno no se han tratado programas en
materia ecológica.141
Con lo expresado anteriormente, quedó concluida la alianza electoral
mantenida con débiles sustentos ideológicos y bajo principios pragmáticos,
buscando primordialmente el triunfo en las urnas, lo cual concuerda con el tipo de
alianza establecida por Duverger como poco organizadas y consecuentemente,
poco duraderas.
La contribución del PVEM, para conformar un sistema de partidos
competitivo y para que se diera la alternancia en el poder en México, quedó de
manifiesto con su actuar dentro del juego electoral en las elecciones federales
aquí analizadas. No obstante, de igual manera queda sustentado el actuar
pragmático, oportunista pero altamente eficaz para su grupo dirigente de la
institución, en el sentido de privilegiar la obtención de resultados electorales y con 141
Para mayor referencia véase El Universal de fecha 3 de septiembre de 2001, en http://www2.eluniversal.com.mx/pls/impreso/noticia.html?id_nota=65677&tabla=nacion
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ello puestos en el Congreso, argumento con el cual se justifican las alianzas con
poco o nulo sustento ideológico. Por esta razón, la clasificación del PVEM como
un partido nicho, queda plasmada con la idea de ser un partido con una nueva
forma de actuar en política, que lo mismo se alía con un partido político que con
otro.
El PVEM, es un actor más del largo proceso de transición democrática
experimentado en México, actuando como un partido que logró representar las
demandas de diversos grupos de la sociedad preocupados por los temas
ambientales, si bien, se puede asegurar con lo visto en el desarrollo de este
trabajo, la transición en México se hubiera dado con o sin el PVEM, la existencia
de dicho partido ha tenido más costos que beneficios para el país, no ha logrado
impulsar las demandas que representa aun cuando ha tenido las posiciones
políticas para hacerlo.
El pragmatismo y oportunismo de su dirigencia, es otro aspecto que debe
quedar asentado, las criticadas alianzas electorales tanto con el PRI como con el
PAN dejan de manifiesto la insignia principal de los líderes de la organización, así
como la adopción de temas encaminados a mantener los negocios familiares
(como es el caso de la propuesta de los vales de medicinas pagados por el
gobierno), que por establecer las políticas públicas sobre los temas representados
por ellos.
De igual forma, si bien es cierto que el PVEM fue un factor decisivo para
que se diera la alternancia en el poder, también lo es que no fue el actor
determinante, es decir, no es posible sustentar el papel de “bisagra” en la elección
de 2000 jugada por el Partido Verde, como se mencionó en el capítulo respectivo,
en dicha elección existieron diversos factores que contribuyeron en mayor forma
para ha dicho acontecimiento. Igualmente, queda de manifiesto que con el mismo
pragmatismo con el que actuó el Partido Verde para conformar la Alianza para el
Cambio, actuó Fox al dejar fuera del ejercicio de gobierno a los miembros del
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PVEM, lo cual quedó de manifiesto con el rompimiento entre ambas
organizaciones poco tiempo después de la elección.
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Conclusiones
En el desarrollo de este trabajo de investigación, se ha podido constatar, en primer
lugar, la importancia para todo régimen democrático y más para el mexicano, de
los partidos políticos, al fungir como la única vía de representación de los grupos
de la sociedad que requieren que sus demandas tengan un lugar en la agenda del
gobierno.
En la actualidad uno de los principales temas de la nueva reforma electoral
es el hecho de que se permitan las candidaturas independientes, no obstante lo
anterior, mientras estas no sean consideradas en la ley, el único medio para
acceder a puestos de representación seguirán siendo los partidos políticos, de ahí
la importancia de estas organizaciones.
Del mismo modo, se pudieron revisar los diferentes tipos y funciones de
partidos que existen, partiendo de la clasificación elaborada por Duverger, quien
diferencia entre los partidos de cuadros o élites y los de masas. De estos dos tipos
de organizaciones, devienen las siguientes clasificaciones, así, por ejemplo, es
como Lapalombara y Weiner elaboran su tipología considerando el tipo de sistema
de partidos que predomina en cualquier régimen. En México, la transición a la
democracia ha permitido la transformación partiendo de tener un sistema no
competitivo con un partido dominante, a ser uno competitivo multipartidista.
A otros autores como Kirchheimer, le debemos el concepto de los partidos
catch-all, ello sugiere la transformación de los partidos de masas, los cuales dejan
sólo de representar a esos grandes grupos de la sociedad que les dan razón de
ser, para penetrar en otros estratos de la sociedad con el fin de buscar más
adeptos, con lo cual se da un alejamiento de la ideología. Con la
profesionalización de la burocracia de los partidos, Panebianco sugiere otro tipo
de partidos, el profesional-electoral, lo anterior sugiere la existencia de un partido
catch-all mas especializado.
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Por otra parte, Katz y Mair proponen el surgimiento del partido cártel el cual
surge con la distribución de los recursos económicos por parte del Estado, una
nueva forma de financiamiento de los partidos políticos. Por esa simple
característica, todos los partidos políticos en México serían partidos cártel.
Con ese recorrido, se llegó a un tipo de partido más reciente que permite
clasificar al PVEM como un partido nicho, este tipo de partido sirve principalmente
para clasificar aquellas organizaciones con las siguientes características, 1) una
forma de hacer política alejada de lo tradicional; 2) predominio sobre diversos
temas novedosos; y, 3) politización de esos temas, es decir, logran que estos
formen parte de la agenda política del país.
Como se pudo observar, el PVEM cuenta con las tres características antes
mencionadas, al alejarse de la forma tradicional de hacer política (alianzas tanto
con el PAN como con el PRI) y con temas novedosos que después politizaron,
como es el de la propia ecología o más recientemente los vales de medicina
pagados por el gobierno. Por ello, se puede considerar al Partido Verde como un
partido nicho.
El hecho de ser un partido nicho, le dan al Partido Verde otras
características singulares, al desempeñarse como un partido pragmático, con
flexibilidad ideológica, una focalización electoral eficaz (le reditúa de buena
manera alejarse de la ideología y buscar los beneficios para el partido) y actuar
como una organización oportunista, siempre vista, esta característica desde el
sentido estricto de la palabra.
Continuando con el marco teórico del presente trabajo, se procedió a
elaborar la caracterización del PVEM, tomando como base el modelo originario de
Ángelo Panebianco, de acuerdo al nacimiento de la organización, el partido surgió
por difusión territorial, es decir, con una organización central que posteriormente
permeo a la periferia. De acuerdo al tipo de patrocinio del partido, el Verde contó
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con dos instituciones patrocinadoras principalmente, por un lado el propio
Gobierno Federal de Carlos Salinas de Gortari, quien buscó legitimar su gobierno
dando apertura a nuevos grupos los cuales pretendían incursionar en la política
mexicana, y en menor medida, un sector de la iglesia a través de la Fundación de
Acción Comunitaria.
De acuerdo al carácter carismático de la organización, el PVEM si bien,
tuvo un líder carismático en la figura de Jorge González Torres, éste no fue un
líder mesiánico o de situación, por tal razón, no se puede considerar que su origen
se deba a un líder carismático.
Ahora bien, respecto del nivel de institucionalización, segunda vertiente
para caracterizar a un partido político de acuerdo con Panebianco, se definió que
el Partido Verde se encuentra en vías de institucionalizarse, por un lado cuenta
con características de una fuerte institucionalización, como es el hecho de que la
dirigencia central mantiene un fuerte dominio sobre la periferia, además, los
cambios en la organización son lentos y tiene tintes antidemocráticos. Por otro
lado, sin embargo, de acuerdo a la dominación del ambiente, el PVEM, logra el
dominio sobre su “territorio de caza”, y no cuenta con partidos competidores en
ese tenor dentro del sistema de partidos mexicano, pero de acuerdo a los demás
territorios, el citado partido ha logrado adaptarse a los cambios y consolidarse
como la cuarta fuerza política del país, con una todavía débil presencia nacional.
Tanto el surgimiento como el desarrollo del Partido Verde, no se pueden
explicar ni entender, si no va aparejado con el estudio de la transición democrática
experimentada por el sistema político en México desde 1977. Dicha transición se
dio gracias a paulatinos cambios, principalmente en la normatividad electoral,
desde el mismo gobierno, en respuesta a fuertes y constantes demandas por parte
de grupos de la sociedad quienes exigían una apertura del propio sistema el cual
permitiera la competencia real y la representación de aquellos sectores opositores
al régimen que predominaba.
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Así, las constantes reformas electorales que comenzaron con la de 1977,
fueron encaminadas a permitir el surgimiento de nuevas opciones partidarias y el
acceso a puestos de representación política para aquellas organizaciones que
lograran una votación que les permitiera conservar su registro. De igual forma, los
cambios se tradujeron en la conformación de instituciones electorales
independientes al gobierno federal, como es el caso del Instituto Federal Electoral
y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Con ello, partidos políticos como el Verde Ecologista de México, se vieron
beneficiados por la transición democrática y a su vez sentó las bases para que el
sistema de partidos se transformara, en uno competitivo y multipartidista, en
donde si bien existen tres fuerzas políticas principales, ha permitido que surjan y
se establezcan partidos minoritarios los cuales cuentan con un números de
representantes dotándolos da la capacidad de chantaje y de coalición en los
niveles legislativo y electoral.
Por lo tanto, el PVEM a la vez que ha sido un actor en la transición
democrática, se ha visto beneficiado de ella consolidándose como la cuarta fuerza
política del país y contribuyendo con su aportación electoral en dos alternancias
en el poder en los últimos doce años, dotando tanto a Vicente Fox como a Enrique
Peña, de un mayor nivel de legitimidad para iniciar sus gobiernos.
Asimismo, con el estudio de la evolución del Partido Verde, se pudo
observar que si bien es un actor en la transición democrática, en el mismo sentido
se vio beneficiado de ella, fungiendo también como un factor que permitió el
apalancamiento de la competitividad dentro del sistema electoral en México,
cuestión que se debe garantizar en cualquier democracia moderna.
Una de las hipótesis planteadas, fue el hecho de conocer si el PVEM
contaba o no con la capacidad de coalición y chantaje, de acuerdo a los resultados
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electorales conseguidos, y del análisis de los mismos se pudo observar que en
primer lugar, la organización ha tenido un crecimiento constante a lo largo de las
elecciones, logrando importantes números de representantes principalmente en el
Congreso de la Unión, estableciéndose como la cuarta fuerza política del país y
como el partido minoritario más importante.
Su capacidad de coalición y de chantaje ha quedado de manifiesto al poder
conformar alianzas con dos de los partidos más importantes del país, en 2000 con
el PAN y de 2003 a 2012 con el PRI, eso en el ámbito electoral, no obstante,
ambas capacidades también se manifestaron en el trabajo legislativo, debido a su
número de representantes en la Cámara de Diputados, lo cual le ha permitido
conformar alianzas para impulsar reformas tanto constitucionales como ordinarias,
principalmente en las últimas dos legislaturas.
Al mismo tiempo, el PVEM ha logrado conquistar un importante número de
presidencias municipales, ya sea de forma individual o en coalición con otros
partidos, y en la elección de 2012, consiguió por primera vez en su historia, que
uno de sus militantes consiguiera el triunfo para la gubernatura del estado de
Chiapas, cuestión muy importante para un partido minoritario, aunque la
mencionada candidatura haya sido apoyada por el PRI.
La segunda hipótesis planteada, fue el hecho de establecer si la
participación del PVEM en la elección presidencial de 2000, fue fundamental para
la alternancia en el poder, en otras palabras, si dicho partido fue el factor que
determinó, con su contribución, la pérdida de la Presidencia para el PRI después
de 70 años de hegemonía.
Del análisis elaborado en el último apartado, se puede considerar que si
bien el PVEM contribuyó en gran medida a que Fox ganara la elección de 2000,
siendo un factor decisivo, no fue el factor determinante para dicho acontecimiento.
Así, Vicente Fox se vio favorecido por otros factores que le permitieron contar con
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la mayoría de las preferencias del electorado, tal es el caso del voto útil
proveniente primordialmente de la izquierda, así como del voto de castigo en
contra del propio PRI.
No obstante lo señalado, la contribución del Partido Verde tanto en la
alternancia de 2000 como en la de 2012, fue primordialmente como legitimador de
los gobiernos de Fox y Peña, respectivamente, permitiéndoles obtener el triunfo
con un mayor margen respecto del segundo lugar, y con ello, de dotarlos de mayor
legitimidad y margen de maniobra, situación que se hubiera dificultado para los
partidos mayoritarios de no haberse coaligado con el PVEM. Ello se pudo
comprobar con la elección de Felipe Calderón en 2006, quien al ganar con una
mínima diferencia, se vio inmerso en una crisis importante de legitimidad, de la
cual nunca se pudo recuperar.
Con lo visto en el desarrollo del trabajo, no se puede negar la contribución
que el partido verde tuvo en la alternancia en el poder en México, así como en la
transformación del sistema de partidos en el país, sin embargo, queda la
sensación de que la representación obtenida por su participación dentro de las
alianzas electorales con el PAN y con el PRI dentro de ambas Cámaras del Poder
Legislativo, no corresponde con el electorado al cual representan, más aun si
consideramos que tanto en la Alianza por el Cambio, primero, y la coalición con el
PRI después, el tema de la ecología, principal bandera de cualquier Partido Verde
en el mundo, ha quedado marginado a un segundo plano, por ese motivo, grupos
ecologistas como el Movimiento Ecologista Mexicano y Greenpeace en México no
se sienten representados por el PVEM.142
El sistema político electoral en México se ha transformado y el país transitó
durante muchos años hacia una democracia, en consecuencia ahora se cuenta
con una democracia incipiente la cual, junto con los partidos políticos (instituciones
fundamentales del sistema político de cualquier régimen democrático), aún
142
Véase PATIÑO Villalobos, Verónica, “Op. Cit.”, Págs. 29-30
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requiere de resolver pendientes en la legislación electoral, para regular la vida y el
actuar de aquellos partidos como el Verde Ecologista de México, que tienen un
sistema interno antidemocrático, con un manejo familiar y sobre todo, no
representan los intereses de los grupos o electorado identificados con su ideología
y además obtienen importantes recursos gubernamentales para sustentar sus
actividades electorales, las cuales pocas veces resultan benéficos para la
sociedad.
Como en todo cambio, es necesario un tiempo de adaptación e
implementación de nuevos mecanismos que guiarán hacia buen destino la
democracia del país, sin lugar a dudas, este período de reacomodo en México no
se ha terminado y requiere, a pesar de lo lento que ha sido el caminar hacia un
sistema democrático, de reglas más claras para la competencia.
De qué sirve contar con un sistema multipartidista en donde al parecer
quedan representados todos los grupos de la sociedad, si en la realidad dichas
organizaciones no son lo que dicen ser y en el juego electoral lo mismo les da
aliarse con el PRI, con el PAN o con el PRD, con el objetivo primordial de
mantener las prerrogativas y los puestos de representación para los líderes.
Otro aspecto ha considerar con mayor fuerza es la posibilidad de contar con
un sistema que posibilite la representación independientemente a los partidos
políticos, actualmente se discute en la agenda política del país, la posibilidad de
permitir las candidaturas independientes para futuras elecciones, no obstante, el
tema de la representación va mucho más allá de la cuestión electoral, el tema
primordial es contar con los mecanismos adecuados para que se vuelva a confiar
en las instituciones de gobierno y de representación.
No es apropiado pensar que con las candidaturas independientes se
resolverá la situación de desconfianza de la sociedad en las instituciones
gubernamentales; en consecuencia, será una mejor opción sentar las bases
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legales para que los partidos políticos figuren como verdaderos representantes de
los sectores de la sociedad que los respaldan, así como hacer valer los derechos
de los ciudadanos para obligar a esas organizaciones se apeguen a una
verdadera transparencia y rendición de cuentas y en consecuencia actúen como
auténticos entes de interés público respondiendo a los intereses de la sociedad y
no sólo de su dirigencia.
Igualmente, las futuras reformas políticas deben ir encaminadas a que los
partidos políticos cuenten con auténticos estatutos y reglas democráticas en su
interior, para evitar, en la manera de lo posible, aquellas organizaciones cuyo
funcionamiento se da como auténticos negocios familiares, aprovechando el
financiamiento público y los puestos de representación política para beneficio de
unos cuantos miembros de sus dirigencia.
Desde el inicio de la transición democrática, el sistema electoral mexicano
se ha visto inmerso en una especie de práctica “ensayo y error”, en el cual cada
reforma pareciera ser la última y definitiva, sin embargo, en cada elección federal,
surgen nuevos cuestionamientos para la legislación actual. Por tal motivo, se
confirma que en México la democracia es un proceso inacabado, debiéndose
esperar nuevos y profundos cambios.
Las últimas dos elecciones presidenciales (2006 y 2012) han puesto en
predicamentos a la incipiente democracia mexicana, no obstante los conflictos
post-electorales, han sido resueltos conforme a la ley y por la vía institucional,
ahora resulta preponderante continuar perfeccionando el sistema político
mexicano y con ello recobrar la confianza de la sociedad tanto para la democracia
como para los partidos políticos.
Una revisión profunda a los partidos políticos actuales, en términos de
fiscalización y estructura orgánica interna, debería de ser un primer paso para que
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la sociedad vuelva a mirar con buenos ojos a esas instituciones fundamentales en
la vida democrática de cualquier país.
Si se considera que en el mundo no se ha podido encontrar otro sistema de
representación el cual no sea a través de los partidos políticos, será de vital
importancia reforzar a esas organizaciones para poder contar con bases sólidas
para el Estado democrático anhelado por la sociedad mexicana.
El sistema de representación partidista está en crisis de credibilidad y
mucho se debe al tipo de prácticas en el interior propio sistema, por esa razón se
debe resaltar la importancia de contar con nuevos mecanismos de regulación
dentro del sistema político electoral el cual incluya a los partidos políticos y permita
acercarse cada vez más a un ideal democrático.
Es precisamente en el tema de los partidos políticos en donde se debe
analizar la eficiencia de contar con un sistema multipartidista que incluya actores
como el PVEM, del cual se tiene la percepción de que fue el factor que determinó
la alternancia en México, pero como se pudo observar sólo fue un factor más que
jugó a favor de dicho acontecimiento. Respecto a su participación en la transición
democrática mexicana, no se puede negar su actuación dentro de la misma, sin
embargo, ésta se hubiera dado con o sin él, su rol ha sido más bien adaptarse a
los cambios que generarlos, debido también a su posición de partido minoritario.
Para concluir, es importante plantear la pregunta sobre si México necesita
de partidos como el Verde Ecologista, transitando en la vida política del país sin
ningún tipo de ideología y sobre todo, sin impulsar los principios que dice
representar, no sería benéfico para la democracia mexicana contar con tres
fuerzas políticas principales, y que las demandas sociales, como pueden ser las
ecológicas, sean impulsadas mediante otros mecanismos y reconocidas por los
gobiernos independientemente del partido en el poder y así ahorrarle a la sociedad
los costos de tener partidos políticos cuyo actuar poco o nada le benefician a la
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sociedad, son preguntas que deberían de ser analizadas por quienes guían los
rumbos del país.
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35
Fuentes consultadas
Bibliográficas
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