LIDO - La Guerra Mediatica

26

Transcript of LIDO - La Guerra Mediatica

  • La guerra meditica

    contra Venezuela

    desde el diario

    espaol El Pas

  • La guerra meditica contra Venezuela desde el diario espaol El Pas

    Ministerio del Poder Popular para la Comunicacin y la Informacin Av. Universidad, esq. El Chorro, Torre Ministerial, pisos 9 y 10. Caracas-Venezuela.www.minci.gob.ve / [email protected]

    Directorio

    Ministro del Poder Popular para la Comunicacin y la InformacinAndrs Izarra

    Viceministro de Estrategia Comunicacional Freddy Fernndez

    Viceministro de Gestin Comunicacional Mauricio Rodrguez

    Direccin de Publicaciones Gabriel Gonzlez

    Diseo de Portada y diagramacin Nataly Tucci

    CorreccinJos Daniel Cuevas

    Agosto, 2008.Impreso en la Imprenta Nacional.Depsito Legal: lf87120083022120

  • Introduccin

    El Pas, el peridico no deportivo con mayor difusin en Espaa, con una tirada diaria de 450 mil ejemplares y que puede llegar a 750 mil los fines de semana, ha tomado una lnea editorial claramente contraria a los gobiernos de izquierda que en los ltimos aos han surgido por Am-rica Latina, pese a considerarse como un diario de orientacin socialdemcrata1.

    En el caso concreto de Venezuela, El Pas utiliza sus artculos de opinin, reporta-jes, editoriales y hasta noticias como un mecanismo de desprestigio del Gobierno Bolivariano, violando con frecuencia las reglas deontolgicas del periodismo y el propio libro de estilo del peridico.

    Es importante destacar que detrs del sesgo meditico del diario espaol en su cobertura sobre Venezuela se esconden los intereses comerciales y polticos de su dueo: el Gru-po Prisa, el holding meditico que ocupa el

    1. El ao de publicacin de los artculos de El Pas que se

    citan a lo largo del texto es 2008.

  • 8 9

    primer puesto en Espaa en comunicacin, educacin, cultura y entretenimiento. En 2007 Prisa factur 3.696 millones de euros y tuvo un beneficio antes de im-puestos de 289 millones de euros, 73% ms en relacin con el ao anterior, segn el propio balance de la empresa. Prisa tie-ne presencia en 22 pases y ms de 13 mil empleados repartidos entre Europa y Amrica, siendo especialmente importan-te su peso en Amrica Latina. En el rea editorial el grupo controla Santillana, due-a de los sellos Alfaguara, Altea, Aguilar, Taurus, El Pas-Aguilar, Punto de Lectura y Suma, adems de otras en pases como Portugal y Brasil. En radio posee ms de 1.200 emisoras entre propias y asociadas distribuidas por Espaa, Estados Unidos, Mxico, Colombia, Costa Rica, Panam, Argentina y Chile. El listado de medios audiovisuales bajo control de Prisa es igual-mente bastante largo.

    En Venezuela Prisa tiene fuertes lazos con el magnate meditico Gustavo Cisneros. Cisneros tiene una parte de acciones de Va Digital, que forma parte de una de las empresas del Grupo Prisa, Sogecable. Es

    tambin uno de los socios estratgicos del grupo empresarial Valores Bavaria, a travs del cual tiene presencia en el Grupo Latino de Radio, el holding en el que, con 87% de acciones, Prisa agrupa toda su actividad radiofnica fuera de Espaa. Ba-varia reaparece en Caracol Radio, cadena lder de Colombia donde Prisa posee 19% de acciones.2

    Adems, Prisa se relaciona de manera muy estrecha con otras empresas espaolas que operan en Suramrica. Los medios de comunicacin del grupo ganan millones de euros por ao gracias a la publicidad de Repsol-YPF. 20% de las acciones de Sogecable pertenecen al gigante espaol Telefnica. Prisa tiene tambin vnculos con BBVA y BSCH, muy presentes en el sector financiero latinoamericano. En con-secuencia, se puede hablar de una red de confluencias entre las grandes empre-sas espaolas de los sectores financiero, energtico y comunicativo.3

    2. Vase una investigacin sobre el tema del peridico espaol Diagonal: Los intereses empresariales marcan el

    rechazo de Prisa a los gobiernos de Venezuela y Bolivia,

    http://diagonalperiodico.net/spip.php?article1145

    3. Ibidem

  • 10 11

    De todo lo hasta ahora sealado se desprende que el diario El Pas es tan slo una de las cabezas de la Hidra de Prisa, aunque especialmente venenosa, que defiende, con sus desproporciona-das crticas al gobierno bolivariano, los intereses econmicos de quienes se ven amenazados con las polticas econmicas de recorte de beneficios de las grandes corporaciones y distribucin de riqueza que se estn poniendo en prctica.

    Tratamiento de Venezuela en El Pas

    El Pas public, entre el 15 de enero y el 15 de marzo, 142 artculos sobre Venezuela, es decir, una media de 2,4 artculos por da. Esto demuestra la gran atencin que Venezuela atrae en este peridico.

    Como veremos a continuacin, la mayor parte de los artculos fueron escritos de manera parcial y desde una ptica muy cr-tica, hasta el punto de que la mayor parte de las noticias tienen un impacto negativo

    en el lector, y los artculos de opinin y editoriales suelen ser simplemente un panfleto en contra del presidente Chvez y su gobierno.

    Matrices de opinin en los artculos publicados sobre Venezuela en el

    diario El Pas entre el 15 de enero y el 15 de marzo

    Negativas o muy negativas 64%

    Positivas 07%

    Neutrales 29%

  • 12 13

    Del total de 142 artculos que se publica-ron entre el 15 de enero y el 15 de marzo, 91 fueron negativos o muy negativos, es decir 64%, y tan slo 10 positivos, es decir: 7%; el resto fueron publicaciones neutrales.

    Matrices de opinin en editoriales del diario El Pas sobre Venezuela

    Muy Negativas 100%

    Los cinco editoriales escritos en El Pas sobre Venezuela durante los dos meses en los que se centra la presente investi-gacin fueron muy negativos. Cabe des-tacar que es muy inusual y sospechoso que se dediquen tantos editoriales y tan parciales a un pas extranjero de tamao medio, sobre todo si lo comparamos con el hecho que de sobre Brasil, un pas mu-cho ms grande y poblado de la regin, al que en Europa se suele llamar el motor econmico de Amrica Latina, no se le haya dedicado ni un solo editorial.

    Valga nombrar ahora algunos ejemplos ilustrativos de la mencionada parcialidad demostrada en los editoriales de El Pas que muestran la orientacin del peridico y su hostilidad hacia Venezuela. En un edi-torial del 11 de marzo llamado Tregua para Colombia4, se afirma que al venezolano [presidente Chvez] no le conviene que Bogot siga escarbando en el ordenador de Reyes. Es bastante asombroso que El Pas d por ciertos los datos encon-trados en la supuesta computadora de

    4. http://www.elpais.com/articulo/opinion/Tregua/Colombia/

    elpepiopi/20080311elpepiopi_2/Tes

  • 14 15

    Reyes, antes de que se hubiera siquiera iniciado una investigacin o contrastado los resultados por un ente que no fuera el propio gobierno colombiano.

    El 4 de marzo, bajo el ttulo Crisis a tres bandas5, el editorial de El Pas anuncia acerca de la tensin entre Colombia, Ecua-dor y Venezuela: Porque una vez ms la sobreactuacin viene del lder venezolano, que ha insultado chulescamente a su ho-mlogo colombiano y utilizado un lenguaje blico inadmisible en quien no es parte perjudicada. La querencia de Chvez por las FARC para quienes pide sin rebozo el estatuto de ejrcito combatiente arra-sa la decencia mnima exigible a un jefe de Estado. Pero tan importante como esta grave afinidad es el hecho de que nece-sita un chivo expiatorio para galvanizar a los suyos tras la derrota en las urnas de diciembre y los estragos del desabaste-cimiento venezolano. El Pas, haciendo uso de una subjetividad que sobrepasa lo admisible en un medio que se considera serio, toma total partido por la causa

    5. http://www.elpais.com/articulo/opinion/Crisis/bandas/

    elpepiopi/20080304elpepiopi_2/Tes

    de Colombia, pas al que coloca en una posicin de vctima, mientras que Chvez es mostrado como el agresor que arrasa la decencia por solicitar el otorgamiento de estatus de beligerancia a las FARC, es decir, la aplicacin del derecho internacio-nal humanitario en el conflicto colombiano, algo que han planteado desde la ONG internacional Amnista Internacional hasta familiares de Ingrid Betancourt.

    El 14 de febrero, en otro editorial titulado Chvez lo tiene crudo6, se escribe: El lder venezolano utiliza el conflicto con Exxon para combatir la cada de popu-laridad. Y se agrega: El Gobierno del presidente Hugo Chvez nada, o mejor dicho se ahoga, en divisas porque, pese a ese man inagotable, la ciudadana hace colas como en la mejor poca de la Unin Sovitica: no hay leche ni para un reme-dio y el precio de los artculos de primera necesidad, subsidiados y controlados, es un himno a la inflacin. [] La Venezuela de Chvez se est convirtiendo en uno de los mejores clientes de medio mundo,

    6. http://www.elpais.com/articulo/opinion/Chavez/tiene/

    crudo/elpepiopi/20080214elpepiopi_2/Tes

  • 16 17

    porque parece aspirar a comprarlo todo y a producir cada vez menos tambin de todo, excepto de crudo. Pero ese mono-cultivo exige honradez y competencia en el negocio, valores de los que no parece andar sobrada Caracas. Este editorial simplemente recuerda a un panfleto de la oposicin. Sealar que el conflicto con Exxon lo provoc precisamente Exxon y la jugada no le sali nada bien, por cierto, pues los tribunales britnicos le dieron la razn al gobierno venezolano. Por otro lado, la comparacin entre Venezuela y la mejor poca de la Unin Sovitica donde no hay leche ni para un remedio es una grave distorsin de la realidad. El reciente desabastecimiento en Venezuela, que se enmarca dentro de una crisis alimentaria global, tiene muchas aristas, como el acaparamiento, la especulacin An as, todos los alimentos siempre estuvie-ron y estn al alcance de los ciudadanos gracias a iniciativas del gobierno como la Misin Mercal, donde los alimentos de la cesta bsica se venden a precios sub-vencionados. Por ltimo, es tambin muy desafortunada la afirmacin de que Vene-zuela produce cada vez menos de todo,

    pues la produccin agrcola de Venezuela ha subido de 15,8 a 19,6 millones de to-neladas durante los ltimos seis aos, es decir que subi en 24%, por poner slo un ejemplo.

    El 27 de enero aparece un editorial titulado Operacin Balboa7 , cuyo subttulo alega: Hugo Chvez recurre ya sin ningn freno al improperio contra todo lo que le disgus-ta, y contina: El presidente venezolano, Hugo Chvez, parece haberse extendido a s mismo un cheque en blanco para decir lo que le d la gana, cuando le d la gana y contra quien le d la gana. Pero este fin de semana el autoproclamado lder bolivariano ha superado la barrera de la demagogia para formular una acusacin tan absurda como grave: Bogot est fabricando con la desconocida Operacin Balboa un casus belli para que Washing-ton inicie acciones de guerra, con la pre-sumible colaboracin colombiana, contra Caracas. Se concluye hablando de un Chvez que por momentos deja de ser un mero engorro diplomtico para convertir-se progresivamente en un peligro pblico

    7. http://www.elpais.com/archivo/buscando.html

  • 18 19

    latinoamericano. Una posible Operacin Balboa no parece una idea descabellada, sobre todo a la luz de lo que ha sido la his-toria reciente de Amrica Latina, plagada de invasiones del ejrcito estadounidense o golpes apoyados directamente por la Casa Blanca. Al afirmarse que Chvez se est convirtiendo en un peligro pblico latinoamericano lo que s se est hacien-do es reconocer la importante influencia que el mandatario venezolano ejerce en el continente, y claro est que para los intereses econmicos que El Pas repre-senta, esto es un peligro.

    El editorial Un milln de voces8, del 5 de febrero, dice que el hecho de que Hugo Chvez se ha convertido en el nico canal por el que las FARC van liberando rehe-nes con cuentagotas lo hace todo an ms inmanejable en Colombia. Este es un comentario de nuevo muy desatinado, pues incluso entre los medios de comu-nicacin adversos a todo lo que ocurre en Venezuela se reconoce el fundamental papel que Chvez ha jugado y sigue

    8. http://www.elpais.com/articulo/opinion/millon/voces/

    elpepiopi/20080206elpepiopi_2/Tes

    jugando en la liberacin de rehenes y el proceso de paz. Chvez ha sido el nico interlocutor, junto a Piedad Crdoba, en el que confiaban las FARC, y por esta razn le entregaron seis rehenes. De hecho, el 9 de diciembre de 2007, despus de que el presidente lvaro Uribe diera por terminada la mediacin de Chvez, Yolan-da Pulecio, madre de la secuestrada ex candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt, expres: nosotros los fami-liares de Ingrid le pedimos al presidente Chvez que siga interviniendo, que no se vaya a retirar [de la negociacin], que contine con nosotros, y posteriormente, el 15 de enero afirm que Venezuela es la esperanza y la solucin, lo que repiti en muchas ocasiones en meses posteriores.

  • 20 21

    Matrices en artculos de opinion sobre Venezuela en el diario El Pas entre el

    15 de enero y el 15 de marzo

    Negativos 24%

    Muy negativos 76%

    De un total de 21 artculos de opinin, 16 fueron muy negativos y 5 negativos, es decir, 76 y 24%, respectivamente. No hubo ningn artculo de opinin positivo, o ni siquiera neutro, acerca de Venezuela publicado en El Pas.

    Los datos aportados arriba se correspon-den con el lapso de tiempo entre el 15 de enero y 15 de marzo de 2008. Cabe destacar que durante el ao 2007, El Pas vincul a Chvez con el calificativo au-toritario 34 veces, diez veces dictador, siete totalitario, ms un sinnmero de veces caudillo y populista.

    Los trminos autoritario, totalitario y dictador no dan lugar a la interpretacin o ambigedad, por lo que su uso no pue-de adjudicarse a una persona al menos que exista una base jurdica sobre la que sustentar el argumento. Venezuela es una democracia, eso no tiene discusin, razn por la que los apelativos usados en contra del presidente de Venezuela son falsos y constituyen calumnias.

    LGRealce

    LGRealce

    LGRealce

  • 22 23

    Temas recientes presentados de manera

    sesgada

    Acabamos de ver la gran cantidad de artculos que se producen en el diario El Pas sobre Venezuela y que la mayora son muy negativos. En la seccin que a conti-nuacin iniciamos, vamos a analizar cmo ha sido el tratamiento de los temas ms abordados por el peridico recientemente en relacin a Venezuela.

    Cabe destacar, a modo de introduccin, que la realidad venezolana reflejada en El Pas es muy limitada, los temas suelen centrarse en la imagen del presidente Chvez y en algunas de las decisiones de su gobierno. En el olvido suelen quedar, salvo contadas excepciones, como el xito de la Orquesta Sinfnica Juvenil, logros y avances de la sociedad venezolana que constituyen fundamentales elementos de la realidad para entender el pas, como la organizacin en el mbito comunitario, los lo-gros de los programas sociales, la ecologa, la cultura popular o las comunidades indgenas, entre otros.

    Los supuestos vnculos de Chvez con las

    FARC y el canje humanitario

    Desde el inicio de las gestiones del pre-sidente Hugo Chvez, su objetivo como mediador en el conflicto interno que sufre Colombia no ha sido otro que conseguir la paz. Hasta ahora sus gestiones han sido muy fructferas, habiendo conseguido la liberacin de seis rehenes en manos de las Farc y expresando la disponibilidad del gobierno venezolano para continuar con los esfuerzos para la liberacin de otros, entre ellos, Ingrid Betancourt.

    El 16 de diciembre de 2007, se public en El Pas un reportaje de John Carlin bajo el nombre El narcosantuario de las Farc9. Sin prueba alguna, Carlin presenta gravsimas acusaciones de que existe una extensa y sistemtica cooperacin en Venezuela con la narcoguerrilla en cuanto al transporte de la

    9. El reportaje entero se puede leer aqu:

    http://www.elpais.com/articulo/reportajes/narcosantuario/

    FARC/elpepusocdmg/ 20071216elpdmgrep_1/Tes

  • 24 25

    droga por aire, tierra y mar; al suministro de armas y la proteccin sobre el terreno que reciben de sectores de las fuerzas armadas; y a la inmunidad legal de facto que les con-ceden elementos del Estado. Carlin dice que lo ha escuchado de fuentes annimas as que, convenientemente para l, no hay manera de comprobar sus revelaciones o ms bien rumores.

    Contradiciendo las aseveraciones de Carlin en El Pas, Venezuela logr capturar en 2007, igual que en 2006 y 2005, la tercera mayor cantidad de cocana en el mundo esto segn el recin publicado Informe de la ONU sobre la Droga (World Drug Report 2007).

    En otro reportaje del 11 de marzo, titulado Colombia acorrala a la guerrilla10, Maite Rico habla una vez ms de acusaciones gravsimas como si fuesen hechos: el apoyo logstico y poltico prestado a la guerrilla por Ecuador y Venezuela (que ha enviado armas y dinero) puede dificultar el empeo de Colombia de poner fin a casi cuatro dcadas de horror.

    10. http://www.elpais.com/articulo/internacional/Colom-

    bia/acorrala/guerrilla/elpepiint/20080311elpepiint_12/Tes

    El 16 de enero, Joaqun Villalobos escribi en El Pas el artculo Legitimidad a cambio de rehenes maltratados11 , donde el autor alega que Chvez con el reconocimiento poltico a las FARC, reaviva la violencia colombiana, le abre las puertas de su pas a la cocana y lo convierte en protector de unos crueles narcoterroristas.

    El 17 de enero, se public en El Pas un editorial del Washington Post titulado Chvez aliado de las FARC12, donde de manera muy irresponsable se afirma que Chvez promociona abiertamente a gru-pos de narcotraficantes y secuestradores.

    El 23 de enero, M.. Bastenier, en un ar-tculo de opinin llama a Chvez garrulo y lo acusa de bucear en el absurdo de pedir a la comunidad internacional que retirara a las FARC de la lista de organiza-ciones terroristas.

    11. http://www.elpais.com/articulo/opinion/

    Legitimidad/cambio/rehenes/maltratados/

    elpepiopi/20080116elpepiopi_5/Tes

    12. http://www.elpais.com/articulo/internacional/Chavez/

    aliado/FARC/elpepuint/20080117elpepuint_7/Tes

    LGRealce

  • 26 27

    Estos ataques se produjeron despus de que el presidente Chvez hubiera planteado que para lograr la solucin del conflicto habra que dejar de tildar a los grupos guerrilleros (FARC y ELN) como terroristas, siempre y cuando el proceder de estos grupos se ajuste a los Convenios de Ginebra que regulan el Derecho Inter-nacional Humanitario. Como ya hemos subrayado, esto ha sido igualmente suge-rido por Amnista Internacional y familiares de los rehenes, por nombrar slo algunos de quienes apoyan esta postura.

    En conclusin, El Pas est, por medio de sus artculos y editoriales, lanzando acusaciones muy graves sin base alguna en la verdad y claramente tendenciosas, que no slo perjudican la reputacin y opinin sobre Venezuela y su gobierno, sino que dificultan la posibilidad de avan-zar en el de por s difcil camino de llegar a la paz en Colombia.

    Cobertura sesgada del caso Exxon

    Mientras Exxon-Mobil intent congelar ac-tivos de Pdvsa en tribunales extranjeros, El Pas present a Venezuela como agresor que arremete contra la empresa petrolera y la acusa de intentar desestabilizar al pas.13 El medio lleg a acusar al presi-dente Chvez de provocar el conflicto con Exxon-Mobil para desviar la atencin de una supuesta crisis interna en Venezuela.14 En algunas noticias, como por ejemplo Exxon logra el bloqueo de 8.400 millones de Pdvsa15, del 8 de febrero, se habl de expropiacin sin mencionar indemnizacio-nes. En la noticia EEUU dice que respalda

    13. As pasa por ejemplo en la noticia Caracas

    niega la congelacin de activos de PDVSA y arremete

    contra ExxonMobil del 8 de febrero: http://www.

    elpais.com/articulo/internacional/Caracas/niega/

    congelacion/activos/PDVSA/arremete/ExxonMobil/

    elpepuint/20080208elpepuint_22/Tes

    14. Un ejemplo de esta matriz se puede ver en

    el editorial Chvez lo tiene crudo: http://www.

    elpais.com/articulo/opinion/Chavez/tiene/crudo/

    elpepiopi/20080214elpepiopi_2/Tes

    15. http://www.elpais.com/articulo/economia/

    Exxon/logra/bloqueo/8400/millones/PDVSA/

    elpepieco/20080208elpepieco_9/Tes

  • 28 29

    a Exxon en su pelea contra Venezuela16, del 13 de febrero, se aleg que Exxon busca una compensacin justa por la confiscacin de activos. El Pas difundi la matriz de que Exxon tena la razn en estar en desacuerdo con las nuevas con-diciones impuestas por Venezuela, y que son las petroleras que se quedaron en Venezuela que hicieron la vista gorda de la ilegalidad de las nuevas normas. Afirm adems que los inversores estadouniden-ses lo tienen difcil en Venezuela por ser Chvez muy crtico con EEUU.17

    16. http://www.elpais.com/articulo/internacional/

    EE/UU/dice/respalda/Exxon/pelea/Venezuela/

    elpepuint/20080213elpepuint_18/Tes

    17. Vase la noticia del 9 de febrero Exxon Mobil

    pone en aprietos a Chvez. http://www.elpais.com/

    articulo/internacional/Exxon/Mobil/pone/aprietos/chavez/

    elpepiint/20080209elpepiint_2/Tes

    El caso de Los Simpsons: otra

    campaa ms para mostrar Venezuela como pas donde

    no existe libertad de expresin

    Despus de la decisin de Conatel de que Los Simpsons no deberan de ser mostra-dos en la franja horaria infantil, El Pas es-cribi cuatro artculos sobre el tema entre el 9 y el 16 de abril de 2008: Los Simpson, prohibidos para los nios en Venezuela18, Hugo contra Bart19, Chvez contra Los Simpson20 y Dictadores21. Todos estos artculos intentan vincular la decisin con la persona del presidente Chvez y asociarla con la censura meditica. Los dos ltimos

    18. http://www.elpais.com/articulo/gente/simpson/prohibidos/

    ninos/venezuela/elpepugen/20080409elpepuage_1/Tes

    19. http://www.elpais.com/articulo/pantallas/hugo/bart/

    elpepirtv/20080410elpepirtv_6/tes

    20. http://www.elpais.com/articulo/opinion/Chavez/

    Simpson/elpepiopi/20080411elpepiopi_3/Tes

    21. http://www.elpais.com/articulo/Pantallas/Dictadores/

    elpepirtv/20080416elpepirtv_4/Tes

  • 30 31

    son artculos de opinin extremadamente negativos. Chvez contra los Simpsons divulga no slo opiniones sesgadas sino tambin mentiras y datos confusos que muestran la formacin y virulencia con la que escriben los periodistas de este dia-rio, como es afirmar que se le ha quitado la concesin a Globovisin: La medida constituye otra seal de autoritarismo y de puritanismo cultural por parte del rgimen de Chvez, que parece usar Conatel como su mando a distancia sobre la televisin en Venezuela, que us tambin contra Globovisin, la cadena ms crtica, que se ha pasado al satlite. El autor del artculo Dictadores llama al Presidente Chvez payaso, caudillo y dictador en pocas lneas y afirma que sus mandados han ordenado suspender Los Simpsons.

    Es menester recordar que la decisin que tom Conatel no censur ningn programa, sino que nicamente se oblig al canal pri-vado Televen, uno de los muchos canales privados que existen con seal abierta en Venezuela, a cambiar el horario de Los Simpsons para no mostrar este programa en el denominado horario infantil. Se trat

    de hacer respetar el horario para todo pblico, que establece la llamada Ley de Responsabilidad en Radio y Televisin entre las 7:00 am y las 7:00 pm. Efectivamente, Los Simpsons volvieron a ser retransmitidos das despus, pero en vez de estar desde las 11 am, se transmiti a las 7 pm, justo cuando termina el horario apto para todo pblico.

    Fuera de Venezuela, la cobertura de este hecho noticioso, en principio sin impor-tancia internacional, fue exagerada. Algu-nos medios, como El Pas, presentaron la noticia como una prohibicin absoluta por parte del gobierno venezolano contra la produccin televisiva estadounidense y como una medida de censura motivada tambin en que Los Simpsons constituan una amenaza y crtica contra Chvez, algo intolerable para el rgimen, distorsionan-do completamente la verdad del asunto y las motivaciones reales.

  • 32 33

    Encuestas usadas para demostrar la supuesta baja de la popularidad

    de Chvez y alegar fallas en el sistema

    democrtico venezolano

    En el editorial Chvez lo tiene crudo, del 14 de febrero, El Pas escribe que una firma encuestadora venezolana registra en unos meses una cada de la popularidad del lder bolivariano de 65% a 38%. Tomando en cuenta la fecha de la publicacin del artculo y los datos citados, se sabe que se trata de la encuesta de Keller y Asociados, la misma empresa que en las elecciones presidencia-les de 2006 prevea que Chvez perdera por 24,7 puntos porcentuales, mientras que en realidad triunf con 62,87% frente a Manuel Rosales, con 36,88%. Cabe destacar que la encuesta de Datanlisis, del mismo perodo que la de Keller, dio al presidente 52% de popularidad.

    A pesar de que los datos citados por el editorial fueron rebatidos en una rplica del

    embajador venezolano en Madrid, Alfredo Toro Hardy22, El Pas volvi a publicar el 16 de abril encuestas de dudosa legitimidad. Bajo ttulo Un 60% de los venezolanos rechaza las polticas de Chvez23, El Pas cit encuestas de Consultores 21 e Hinter-laces, que no especificaban la ficha tcnica del sondeo ni su metodologa. Estas dos encuestadoras tienen muy poca credibili-dad debido a sus conocidos vnculos con partidos de la oposicin venezolana, y sus previsiones erradas en el pasado. Recorde-mos que a pocos das de las elecciones presidenciales de 2 de diciembre de 2006, Hinterlaces daba a Chvez tan slo 45%; un error de 17 puntos porcentuales. Segn Consultores 21, Chvez obtena 53% y Rosales 40%, de ah que la empresa redujo la diferencia porcentual entre los dos can-didatos a 13 puntos frente a los 26 puntos que finalmente result ser.

    Segn una encuesta del Instituto Vene-zolano de Anlisis de Datos, publicada a

    22. http://www.elpais.com/articulo/opinion/Precisiones/

    elpepiopi/20080219elpepiopi_9/Tes

    23. http://www.elpais.com/articulo/interna-

    cional/venezolanos/rechaza/politicas/Chavez/

    elpepuint/20080416elpepuint_10/Tes

  • 34 35

    principios de abril de 2008, en las mis-mas fechas que las de Consultores 21 e Hinterlaces, 66,5% de los venezolanos aprueba la gestin de Chvez, frente a 31% que la rechaza.

    El mismo da, 16 de abril, El Pas public tambin un artculo titulado Los pases andinos con mayor nivel de democracia son los que menos creen en ella24, el cual hace referencia a un informe de la Comisin Andina de Juristas (CAJ). Dicho informe afirma, escribe El Pas, que pese a que Venezuela registra la mayor falta de respeto a la democracia de la regin an-dina, un 77% de sus habitantes confa en la democracia y un 59% se muestra satisfecho con la misma. [] Segn el informe, esta aparente contradiccin se debe a que gran parte de la ciudadana andina an relaciona democracia con asistencialismo y no con representacin y divisin de poderes. La CAJ utiliza una ridcula argumentacin al ba-sar el alegato de que los venezolanos estn contentos con su democracia porque con-funden esta palabra con asistencialismo.

    24. http://www.elpais.com/articulo/internacional/

    paises/andinos/mayor/nivel/democracia/creen/

    elpepuint/20080416elpepuint_7/Tes

    Cabe sealar que la CAJ, una organiza-cin de dudosa reputacin financiada por EEUU a travs de la National Endowment for Democracy25, no elabora sus propias investigaciones y encuestas, sino que interpreta subjetivamente las elaboradas por otros, como ha ocurrido en el presen-te caso al manipular datos muy positivos sobre la percepcin de la democracia en Venezuela recogidos por Latinobarmetro. De hecho, el informe de Latinobarmetro, cuyos datos son tergiversados por la CAJ, colocaba a Venezuela como uno de los dos pases de Sudamrica con mayor nivel de satisfaccin con el funcionamien-to de su democracia: 59% frente a una media regional de 37%.

    En conclusin, se puede ver que El Pas publica slo unos pocos estudios sobre el desempeo de la democracia venezolana y unas pocas encuestas sobre el apoyo al gobierno, eligiendo los negativos aunque sean de dudosa calidad y sus autores

    25. Como se puede comprobar en la misma pgina web

    de la NED: donacin de ms de 60 mil dlares a la CAJ

    http://www.ned.org/grants/04programs/grants-lac04.

    html, otra donacin de 45 mil dlares http://www.ned.

    org/grants/02programs/grants-lac.html

  • 36 37

    no gocen de legitimidad alguna. De este modo el diario espaol demuestra una vez ms que no est haciendo periodismo, sino poltica.

    Respuestas a El Pas por su clara parcialidad

    Unos pocos das despus de la publica-cin del reportaje de John Carlin El narco-santuario de las FARC, arriba comentado y que vierte unas gravsimas acusaciones sobre la supuesta cooperacin en el trfico de drogas entre las FARC y las autoridades venezolanas, el embajador de Venezuela en Espaa, Alfredo Toro Hardy, mand al diario una rplica26, donde subraya que El artculo no puede considerarse como un reportaje periodstico serio o responsable, pues no cita una sola fuente debidamente identificada o verificable. Hardy agrega: Sorprende que uno de los elementos recurrentes del texto, la vinculacin en

    26. La rplica titulada Precisiones est accesible en

    la pgina de El Pas: http://www.elpais.com/articulo/

    opinion/Precisiones/elpepiopi/20071222elpepiopi_8/Tes

    materia de trfico de drogas entre fuerzas de seguridad venezolanas y las FARC co-lombianas, en ningn momento haya sido elevado a las consideraciones de la Oficina Nacional Antidrogas de Venezuela (ONA), por parte del Departamento Administrativo de Seguridad colombiano (DAS) o del Drug Enforcement Administration de los Estados Unidos (DEA). Desmiente tam-bin el fragmento del reportaje que dice: El Pas, pese a sus numerosos intentos, no logr obtener hasta el cierre la noche del jueves de esta edicin una reaccin de las autoridades venezolanas a las de-claraciones recogidas en este reportaje, explicando que El periodista formul una imperativa solicitud a esta Embajada por va electrnica, requiriendo una toma de posicin sobre los temas que abordara en su extenso artculo. En la solicitud no slo se inverta la carga de la prueba, sino que, sin proporcionar el texto del artculo, se exiga una respuesta a pocas horas del cierre mismo de la edicin.

    Despus de que el 11 de marzo la co-rresponsal de El Pas en Bogot, Maite Rico, en el ya mencionado reportaje

    LGRealce

  • 38 39

    titulado Colombia acorrala a la guerrilla27 se permitiera dar por ciertos los datos que supuestamente se encontraron en la computadora de Ral Reyes al afirmar la existencia de un apoyo logstico y po-ltico prestado a la guerrilla por Ecuador y Venezuela (que ha enviado armas y dinero); y despus de que el editorial del mismo da aseverase que al venezolano [por el presidente de Venezuela] no le conviene que Bogot siga escarbando en el ordenador personal de Reyes28, el 13 de marzo el Embajador de Venezuela en Espaa replic las dos publicaciones de-nunciando que no se puede dar por cierta una informacin an por comprobarse29. La respuesta de Hardy, como imponen las estrictas reglas de El Pas a toda carta al director, tuvo que ajustarse a la escueta

    27. El artculo completo se puede ver en el siguiente enlace:

    http://www.elpais.com/articulo/internacional/Colombia/acor-

    rala/guerrilla/elpepiint/20080311elpepiint_12/Tes

    28. El Editorial se llama Tregua con Colombia y

    puede encontrarse en la siguiente pgina web: http://

    www.elpais.com/articulo/opinion/Tregua/Colombia/

    elpepiopi/20080311elpepiopi_2/Tes

    29. La respuesta del embajador Hardy puede verse

    en el siguiente enlace: http://www.elpais.com/

    articulo/internacional/FARC/hallan/refugio/Ecuador/

    elpepiint/20080312elpepiint_1/Tes

    cantidad de 1.800 caracteres. Lo justo sera tener la posibilidad de contestar con la misma cantidad de caracteres que utilizaron aquellos que dieron por cierta una informacin tergiversada o no contrastada y utilizaron fuentes de informacin no fiables.

    Un da despus de la anterior publicacin, Maite Rico volvi a la carga y public la noti-cia Las FARC hallan refugio en Ecuador30. El desatino esta vez fue mayor al asegurar Rico, basndose en las declaraciones de un ex guerrillero, que Ecuador se ha con-vertido en un santuario de las FARC. Para reforzar sus planteamientos, la periodista cita a un funcionario de la OEA que constat haberse cruzado en comedores del rea fronteriza [con Colombia] con miembros de las FARC perfectamente pertrechados.

    La respuesta fue contundente en esta ocasin, y desde Ecuador se convoc una rueda de prensa en la que el ministro de Defensa, Wellington Sandoval, denun-ci una campaa de descrdito contra Ecuador sealando la falta de veracidad

    30. La respuesta del embajador Hardy puede verse en el

    siguiente enlace: http://www.elpais.com/articulo/internacional/

    FARC/hallan/refugio/Ecuador/elpepiint/20080312elpepiint_1/Tes

  • 40 41

    de las fuentes utilizadas por El Pas. Esta rueda de prensa no fue mencionada en ninguno de los principales medios de comunicacin espaoles, entre ellos, El Pas31. Sin embargo, el diario espaol s se vio forzado a publicar un par de rplicas en sus pginas por el artculo de Rico, una del embajador de Ecuador en Espaa, Nicols Issa Obando, y otra del Secretario General de la OEA, Jos Miguel Insulza. Mientras que Obando dijo haber recibido con in-dignacin y con sorpresa [] afirmaciones tendenciosas que lesionan la dignidad de todo un pas32, Insulza declar haber ledo con estupor e indignacin el artculo y le espet a la periodista, en relacin a las su-puestas declaraciones del funcionario de la OEA, que vio a guerrilleros de las FARC: estoy en condiciones de asegurar a us-ted que tal afirmacin es absolutamente falsa.33

    31. Para saber ms sobre la rueda de prensa se puede

    consultar la siguiente pgina web: http://www.telesurtv.net/

    secciones/noticias/nota/25441/ecuador-reitera-que-no-tiene-

    vinculos-con-farc-y-condena-campana-mediatica/

    32. La rplica del embajador Obando se puede leer

    en la siguiente enlace: http://www.elpais.com/

    articulo/opinion/Respuesta/Embajada/Ecuador/

    elpepiopi/20080315elpepiopi_8/Tes

    33. La rplica del Secrario de la OEA, Insulza, se puede

    A finales de marzo, el ministro del Poder Popular para la Comunicacin y la Informa-cin, Andrs Izarra, harto del tratamiento de las noticias sobre Venezuela, public una carta dirigida al director de El Pas, Javier Moreno, en la que expona una gran cantidad de casos que mostraban la obvia hostilidad de este diario hacia Ve-nezuela34. Al concluir la carta el ministro escribi: Despus de considerar estos ejemplos podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que el medio que usted di-rige, Sr. Moreno, ha violado los principios establecidos en su propio libro de estilo que asegura la presentacin diariamente de una informacin veraz, la transmisin del periodista a los lectores de noticias comprobadas, y la abstencin de incluir en ellas sus opiniones personales. Finalmen-te, ha violado la norma de acudir siempre a las dos partes en casos conflictivos y la obligacin de contrarrestar la informa-cin con por lo menos dos fuentes. El desprecio de su diario por la verdad y

    leer en el siguiente enlace: http://www.elpais.com/articulo/

    opinion/Respuesta/OEA/elpepiopi/20080315elpepiopi_7/Tes

    34. La carta escrita por el ministro Izarra se puede leer en

    su totalidad en el siguiente enlace: http://www.abn.info.ve/

    go_news5.php?articulo=125942&lee=18

  • 42 43

    la negacin del acceso a la informacin veraz con referencia a Venezuela han sido recurrentes, y evidencia una clara campaa contra el presidente Chvez y su gobierno.

    Unas semanas ms tarde, al ver que los hostiles ataques de El Pas contra Ve-nezuela no cesaban, el ministro Andrs Izarra volvi a mandar una carta al medio, esta vez denunciando tres artculos ten-denciosos sobre Venezuela que en un solo da, el 16 de abril, public el diario espaol. Se trata de los artculos ya co-mentados en esta publicacin: el primero titulado, 60% de venezolanos rechaza polticas de Chvez, que cita encuestas de empresas de muy poca credibilidad y cercanas a la oposicin; el segundo, Los pases andinos con mayor nivel de democracia son los que menos creen en ella, que hace referencia a un informe de la Comisin Andina de Juristas (CAJ), or-ganizacin financiada por EE.UU. a travs de la National Endowment for Democra-cy; por ltimo, dictadores, que llama al Presidente payaso, tirano y dictador, adems de, segn denuncia el ministro,

    divulga informacin falsa al presentar la decisin de la Comisin Nacional de Telecomunicaciones de cambiar la franja horaria de la emisin de Los Simpsons de la infantil a la nocturna, como un acto de censura ordenado por el Presidente. Para Izarra, Esta parcial cobertura de Venezue-la en El Pas desde el inicio del gobierno bolivariano est afectando seriamente la credibilidad del diario.

    De este modo, vemos que en un corto lapso de tiempo El Pas vio en demasiadas ocasio-nes puesta en tela de juicio su cobertura de Venezuela, afectando esto su credibilidad. Sin embargo, slo la minora de sus lectores se da cuenta de la manipulacin de la infor-macin que leen debido a la diferencia de armas con las que cuentan quienes quieren contestar las noticias falsas o tergiversadas que publica este diario.

  • 44 45

    Mecanismos para combatir a El Pas

    y conclusin

    Como hemos visto, el tratamiento de la informacin dada por el diario El Pas en la gran mayora de los artculos que tratan sobre Venezuela, ya sean de opinin, reportajes, entrevistas, editoriales o inclu-so noticias, suponen una tergiversacin grave de la realidad, cuando no simples mentiras. La intencin, como muestra la presente investigacin, es bastante clara: desacreditar al presidente Chvez y al go-bierno bolivariano a escala internacional, para de esta manera restar credibilidad a sus acciones.

    El Pas y los mecanismos legales existen-tes dejan poco espacio para el control de este monstruo meditico. El mismo peridico ofrece el mecanismo de poder escribir cartas al director, que no pueden exceder 30 lneas o 1.800 caracteres, independientemente de la persona que lleve a cabo la rplica o la extensin de las noticias que se quieren rebatir, por lo

    que siempre constituyen un mecanismo en el que el agraviado se encuentra en desventaja, ya que, adems, queda al arbitrio del medio publicar o no la carta.

    Adems, supuestamente, El Pas tiene un defensor del lector a quien se le pueden mandar cartas y ste, si lo considera pertinente por el nmero y relevancia, las contesta y comenta, pero a la vista de su trabajo debera cambirsele el nombre por defensor de El Pas.

  • 46 47

    Este peridico tambin posee un Libro de Estilo35 al que todas sus publicaciones tienen que adaptarse. Por desgracia, como hemos visto, el propio peridico suele abusar de su autoimpuesto cdigo deontolgico.36

    35. http://estudiantes.elpais.es/libroestilo/indice_estilos.htm

    36. Entre las propias normas que El Pas viola con

    frecuencia se encuentran las siguientes:

    1.2. El Pas se esfuerza por presentar diariamente una informa-

    cin veraz, lo ms completa posible, interesante, actual y de alta

    calidad, de manera que ayude al lector a entender la realidad y a

    formarse su propio criterio.

    1.3. El Pas rechazar cualquier presin de personas, partidos

    polticos, grupos econmicos, religiosos o ideolgicos que traten

    de poner la informacin al servicio de sus intereses. Esta indepen-

    dencia y la no manipulacin de las noticias son una garanta para

    los derechos de los lectores, cuya salvaguardia constituye la

    razn ltima del trabajo profesional. La informacin y la opinin

    estarn claramente diferenciadas entre s.

    1.12. El periodista transmite a los lectores noticias comproba-

    das, y se abstiene de incluir en ellas sus opiniones personales.

    1.14 Fuentes. Las informaciones de que dispone un periodista

    slo pueden ser obtenidas por dos vas: su presencia en el

    lugar de los hechos o la narracin por una tercera persona. El

    lector tiene derecho a conocer cul de las dos posibilidades se

    corresponde con la noticia que est leyendo. Para ello, se citar

    siempre una fuente cuando el periodista no haya estado presente

    en la accin que transmite. Si la informacin procede de una sola

    persona, se hablar de fuente en singular.

    A nivel legal, existe el llamado derecho a la rectificacin, basado en el derecho cons-titucional a recibir una informacin veraz, que puede ejercerse ante los tribunales espaoles de manera rpida y sin abo-gado para hacer que un medio rectifique, pero no es sencilla su utilizacin, pues

    1.23. En los casos conflictivos hay que escuchar o acudir siempre

    a las dos partes en litigio. Aquellos dudosos, de cierta trascen-

    dencia o especialmente delicados, han de ser contrastados por al

    menos dos fuentes, independientes entre s, a las que se aludir

    siquiera sea vagamente. Siempre se har constar, en su caso,

    que determinada persona supuestamente perjudicada por una

    informacin no ha sido localizada. Pero se explicar con esta

    frmula o similar: este peridico intent ayer, sin xito, conversar

    con Fulano de Tal para que ofreciera su versin.

    1.24. Si una informacin recoge hechos radicalmente distintos

    segn los narre una fuente o los explique otra enfrentada con la

    anterior, y el peridico no se define en el texto por ninguna de

    ellas, el titular no podr ser adjudicado a una de las dos versiones

    en detrimento de la otra

    Artculo 20.1.d) de la Constitucin espaola.

    La rectificacin aparece regulada en la Ley Orgnica espaola

    2/1984, cuyo artculo primero consta: Toda persona, natural

    o jurdica, tiene derecho a rectificar la informacin difundida,

    por cualquier medio de comunicacin social, de hechos que

    le aludan, que considere inexactos y cuya divulgacin pueda

    causarle perjuicio. Podrn ejercitar el derecho a rectificacin el

    perjudicado aludido o sus representantes y, si hubiese fallecido aqul,

    sus herederos o los representantes de stos. La posibilidad que

    ofrece la rectificacin es de replicar la informacin publicada con una

    extensin similar a la del artculo al cual responde y debe de ejercerse

    en los siete primeros das despus de que se produjo la publicacin.

  • 48 49

    solamente la persona agravada directa-mente puede ejercitarla. Por ejemplo, se-ra difcil reclamar la publicacin de datos falsos que daan la imagen de Venezuela en general.

    Venezuela est realmente sometida a un cerco meditico por parte de medios como El Pas, y ante est situacin, para que el mensaje de lo que realmente est ocurriendo se d a conocer, urge poner nuevas estrategias en accin. Los me-dios comunitarios o la organizacin de foros como el recientemente celebrado en Caracas bajo el nombre Encuentro Latinoamericano contra el Terrorismo Meditico son muy tiles, pero se debe seguir trabajando para acabar con lo que ms le duele a un medio como El Pas, su credibilidad y reputacin, pues con respecto a Venezuela, este renombrado diario espaol tiene muy poca.

    LGRealce