Liturgia II Parcial - Resumen Completo

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Parte Tercera El AÑO LITÚRGICO INTRODUCCIÓN 1. Generalidades El año litúrgico es el tiempo que media entre las primeras vísperas de adviento y la hora nona de la última semana del tiempo ordinario, durante el cual la Iglesia celebra el entero misterio de Cristo, desde su nacimiento hasta su última y definitiva venida. La Iglesia celebra el misterio de Cristo en el temporal, y el misterio de María y de los santos en santoral. El temporal comprende el Adviento, Navidad Epifanía, la Cuaresma, el Triduo Sacro, la Cincuentena Pascual y el tiempo Ordinario. El santoral comprende las solemnidades, fiestas y memorias de María y de los santos. Dentro del temporal los más importante es la Pascua del Señor que es núcleo de todo el año litúrgico, siendo el domingo la cumbre de la semana y el Triduo Sacro la cumbre del año litúrgico. El Misterio Pascual de Cristo es el eje de la historia de salvación y el punto al que siempre remite cualquier acción cultual, por ello, el año litúrgico es no una unidad temporal sino salvífica. 2. Ritmo diario, semanal y anual. A) Ritmo diario. Cada uno de los días se santifica con las celebraciones litúrgicas del Pueblo de Dios , principalmente por medio del Sacrificio Eucarístico y el Oficio Divino. Actualmente la Liturgia de las Horas da preponderancia a los Laudes, que recuerdan la resurrección y las vísperas que invitan a dar gracias por los beneficios recibidos y ver a Cristo como luz que no tiene ocaso. B) Ritmo semanal. La semana cristiana siempre se moverá en torno al domingo y la Iglesia nunca permitirá que se rompa esa unidad de siete días en torno al día del Señor. Dentro de la semana cristiana también adquirieron importancia los días miércoles y viernes, que eran días penitenciales y los segundos en contar con una Eucaristía. Aunque las semanas del año litúrgico coinciden con las del año civil, la liturgia no sigue un orden lineal, sino más bien concéntrico, que se rige por e orden de los domingos y de los tiempos litúrgicos.

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El AO LITRGICO

Parte Tercera

El AO LITRGICO

INTRODUCCIN

1. Generalidades

El ao litrgico es el tiempo que media entre las primeras vsperas de adviento y la hora nona de la ltima semana del tiempo ordinario, durante el cual la Iglesia celebra el entero misterio de Cristo, desde su nacimiento hasta su ltima y definitiva venida. La Iglesia celebra el misterio de Cristo en el temporal, y el misterio de Mara y de los santos en santoral.

El temporal comprende el Adviento, Navidad Epifana, la Cuaresma, el Triduo Sacro, la Cincuentena Pascual y el tiempo Ordinario. El santoral comprende las solemnidades, fiestas y memorias de Mara y de los santos. Dentro del temporal los ms importante es la Pascua del Seor que es ncleo de todo el ao litrgico, siendo el domingo la cumbre de la semana y el Triduo Sacro la cumbre del ao litrgico. El Misterio Pascual de Cristo es el eje de la historia de salvacin y el punto al que siempre remite cualquier accin cultual, por ello, el ao litrgico es no una unidad temporal sino salvfica.

2. Ritmo diario, semanal y anual.

A) Ritmo diario.

Cada uno de los das se santifica con las celebraciones litrgicas del Pueblo de Dios , principalmente por medio del Sacrificio Eucarstico y el Oficio Divino. Actualmente la Liturgia de las Horas da preponderancia a los Laudes, que recuerdan la resurreccin y las vsperas que invitan a dar gracias por los beneficios recibidos y ver a Cristo como luz que no tiene ocaso.

B) Ritmo semanal.

La semana cristiana siempre se mover en torno al domingo y la Iglesia nunca permitir que se rompa esa unidad de siete das en torno al da del Seor. Dentro de la semana cristiana tambin adquirieron importancia los das mircoles y viernes, que eran das penitenciales y los segundos en contar con una Eucarista. Aunque las semanas del ao litrgico coinciden con las del ao civil, la liturgia no sigue un orden lineal, sino ms bien concntrico, que se rige por e orden de los domingos y de los tiempos litrgicos.

C) Ritmo anual.

El ao litrgico coincide con el civil en cuanto a duracin, pero tiene su estructura propia, consistente en la articulacin de fiestas, unas fijas y otras mviles. El ao litrgico empieza el primer domingo de Adviento.

Captulo I

EL DOMINGO

1. Desde los orgenes hasta el siglo IV

El domingo es, desde el punto de vista histrico, la primera fiesta cristiana.

A) Nomenclatura.

El da del Seor comporta la idea de que Jess, por su resurreccin ha sido constituido Seor y est en la gloria a la derecha del Padre. El domingo como da primero, significa que Cristo inaugura una nueva creacin. El domingo como da octavo, sobre todo, anuncia que el da no tendr fin. En fin el domingo es del da que se celebra la resurreccin.

B) Los orgenes:

La constitucin Sacrosanctum Concilium resume muy bien el origen y el significado pascual del domingo: "La Iglesia celebra el misterio pascual en virtud de una tradicin apostlica que se remonta al mismo da de la resurreccin de Cristo, cada ocho da. A este da se le llama el da del Seor o domingo (n. 106)."

C) Elementos Especficos:

La celebracin de la Eucarista es el eje dominical. Posee una tensin escatolgica, resultante de unir la celebracin Eucarstica con su ltima y definitiva venida. El Domingo incluye la lectura de la Palabra de Dios, que inclua un comentario actualizado, es decir la homila y un tercer elemento que fue la convivencia en unidad donde se expresaban los vnculos fraternos, ese reunirse en comn era muy importante.

D) El trabajo:

El descanso dominical entr en la praxis de la Iglesia hasta que Constantino lo impuso como obligatorio dentro de la Iglesia.

2. Evolucin posterior

A partir del siglo IV el domingo sufri una evolucin gracias a los siguientes factores: la ley descanso, el desarrollo del ao litrgico, el entibiamiento del fervor primitivo y la sobrevaloracin de las fiestas de los santos.

A) El descanso dominical:

La legislacin de Constantino fue muy bien acogida por la Iglesia e incluso trataron de justificar el descanso teolgicamente, y se lamentaba que muchos cristianos no asistiesen a las asambleas por dedicarse a los negocios, al circo o al teatro en ese da.B) Desarrollo del ao litrgico:

En los siglos V-VI si bien es cierto se introdujeron muchas fiestas, esto tambin provoc la prdida del sentido pascual del domingo y su relevancia pascual.

C) Decaimiento del fervor y obligatoriedad de la misa dominical:

Con la paz de Constantino entr una masa en la Iglesia y nunca falt cristianos tibios que participaran sin fervor en la misa, los padres de la Iglesia reaccionaron duramente contra esto, pero jams hablaron de pecado grave, ser Cesreo de Arles quien diga que es un pecado grave contra Dios faltar a la misa dominical. En la edad media el Papa Clemente VIII hablara de la necesidad de or misa entera todos y cada uno de los domingos.

D) Celebracin de los santos en domingo:

Durante la edad media no se valor bien la primaca del misterio de Cristo, el domingo fue desplazado con frecuencia por la celebracin de un santo o una misa votiva.

3. El domingo en el momento actual

A) Orientacin doctrinal del Vaticano II:

El domingo es la fiesta primordial, que debe presentarse e inculcarse la piedad de modo que sea tambin da de alegra y de liberacin del trabajo. No se le anteponga otras solemnidades, a no ser que sean de verdad de suma importancia, puesto que el domingo es el ncleo de todo el ao litrgico.

B) El nuevo Cdigo de Derecho Cannico:

Las mayores novedades del cdigo son que el domingo: celebra el misterio pascual, es de origen apostlico, es la fiesta principal de la Iglesia, es del da de la alegra cristiana y el da en que la comunidad cristiana celebra la Eucarista.

C) Naturaleza y sentido del domingo

El domingo fiesta primordial cristiana: Cuando los cristianos celebran la Pascua del Seor, celebran lo que es su fiesta primordial; ms an, su nica fiesta. Desde los orgenes la Iglesia ha celebrado con especial solemnidad el domingo.

El domingo da de la Eucarista: Entre el da del Seor y el misterio Eucarstico, en cuanto a actualizacin de la Pascua de Cristo, existe identidad teolgica; por ello celebracin eucarstica y domingo son realidades inseparables.

El domingo da de descanso: los cristianos liberndose del trabajo en domingo, celebran el nuevo descanso instaurado por la Resurreccin de Cristo, participando as en primicia del definitivo descanso del cielo. El domingo, da de la comunidad cristiana: el domingo es el da en que la comunidad cristiana, como tal comunidad, se rene para celebrar comunitariamente el misterio pascual.

El domingo da de la alegra cristiana: conviene precisar que la alegra dominical es especficamente cristiana, pues brota del misterio pascual, del hecho de saberse salvados y destinados a la alegra imperecedera y completa de la Jerusaln celeste.

El domingo, ncleo del ao litrgico: desde el punto de vista teolgico, el ao litrgico no es ms que un domingo continuamente actualizado, puesto que la Eucarista, ncleo del domingo, resume y contiene todos los mritos y frutos de la redencin.

Un peligro a evitar, la neosabatizacin del domingo: lo que se pretende es que no se cometan los errores que los judos cometieron con el sbado, llenndole de ritualimo y de esa forma cayendo en el formalismo. Por otro lado se corre el peligro de subvalorar el domingo y hacerlo un da de descanso y lo que es an peor, vivirlo externamente.

Un problema a resolver; la suplencia de la misa dominical: hasta el momento esta ha sido suplida por las celebraciones de la Palabra, con comunin al final, no es el medio ideal, pero hasta ahora es el mejor que se ha visto para llegar a aquellos lugares donde, por escasez de clero, los curas no pueden llegar.

Capitulo IICICLO PASCUAL

1. Sntesis histrica

A) Ncleo primitivo: Vigilia Pascual

Es tambin opinin comn que la pascua naci de Pesa prescripta por la ley, pero con la finalidad de celebrar solamente la muerte y resurreccin de Cristo, de tal modo que la pascua de los cuatordercimanos y no cuatordecimanos tenan el mismo contenido, aunque con diversas acentuacin: memoria de la pasin, experiencia sacramental de la resurreccin y espera total del retorno definitivo del seor.

La mayora en cambio, opina que en los Origenes solo existi la conmemoracin semanal del misterio pascual (domingo), y que en el siglo II cuando surge la celebracin anual de la muerte y resurreccin de Cristo en el da de Nisn, en la noche del sbado al domingo siguiente a esa fecha.

B) Cincuentena y Triduo Pascual

Este ncleo embrionario no tardo en sufrir ampliaciones, de hecho Tertuliano(s. II in fines) habla ya de un ayuno previo de dos das, que en la didascalia (s. III) dura una semana. Tambin el alargamiento previo de la vigilia del que habla Tertuliano, tambin comprenda en la tradicin Apostlica el viernes y sbados precedente.

C) La Semana Santa

La peregrina Eteria ofrece testimonios de la semana santa tal y como fue programndose posteriormente.

D) La Cuaresma

Hacia el 332 Eusebio habla de una preparacin pascual de cuarenta das; en Roma la preparacin pascual comprenda tres semanas hacia finales del siglo III, en ellas se ayunaba rigurosamente, excepto los sbados y domingos.

E) La precuaresma

El proceso de ampliacin prepascual de ampliacin se amplio a cincuenta das (s. VI), a sesenta (s. VI in fines- s. VII), y finalmente a setenta (s. VII).

F) Variacin en la Cincuentena

Tambin la cincuentena fue objeto de ampliacin y retoques, en efecto, la primitiva unidad de este periodo comenz a resquebrajarse durante el siglo IV mediante la acentuacin del ultimo da y despus del cuadragsimo; esta fragmentacin se acentu al solemnizarse la octava de pascua (finales del s. IV- principio del s. V) y crearse la de Pentecosts (VII-VIII).

2. El ciclo pascual segn el nuevo Calendario Romana

Segn el calendario Romano reformado la celebracin de la pascua comprende:

El triduo sacro, cuyo centro es la vigilia pascual y se extiende desde la misa vespertina del jueves santos hasta las segundas vsperas del domingo de Resurreccin.

La cuaresma inicia el mircoles de Ceniza y concluye antes de la misa In Coena Domini.

La cincuentena pascual comprende el domingo de Resurreccin y Pentecosts.

As los ochos primeros das pascuales forman la octava de pascua.

3. Celebracin del Ciclo Pascual segn la liturgia actual

A) Preparacin: La cuaresma

Desde finales del siglo II existen testimonios de una preparacin pascual de dos das, en el cual se hacia un ayuno, por la ausencia del esposo; la Didascalia habla de una preparacin que dura una semana. En Roma a finales del siglo III exista una preparacin de tres semanas, en las que se ayunaba diariamente, excepto los sbados y domingos. El nacimiento de la cuaresma tiene lugar durante el siglo IV, segn el testimonio de Eusebio, en el ao 385 la preparacin de la pascua se alargo a seis semanas con ayunos diarios, de los que quedaban excluidos el viernes y sbado ltimo.

Durante los siglos VI-VII vari el computo, se paso de una Cuadragsima, a una Quincuagsima, y de esta a una Sexagsima, y esta a una Septuagsima; esta evolucin cuantitativa se extendi tambin a las celebraciones, as la cuaresma ms antigua de Roma los tenia como das litrgicos los mircoles y viernes. En tiempo de san Len se aadieron los lunes, posteriormente los martes y los sbados; el jueves vendra a completar la semana durante el pontificado de Gregorio II.

b) El sentido tradicional de la cuaresma Romana

La Cuaresma Romana tiene un triple componente: La preparacin pascual de la comunidad cristiana, el catecumenado y la penitencia cannica.

Preparacin de la comunidad cristiana a la pascua: Segn san Len, la cuaresma es un retiro colectivo de cuarenta das, se trata por tanto de un tiempo, en el que la comunidad cristiana se esforzaba en realizar una profunda renovacin interior.

El catecumenado: Segn la tradicin Apostlica, el catecumenado comprenda de tres aos, el grupo de los elegidos se sometan a una serie de ritos litrgicos, a principio del siglo VI desapareci el catecumenado simple, el cual provoc una reorganizacin prebautismal, en el cual al principio haban tres escrutinios, y en la segunda mitad del siglo VI haban ya siete.

La penitencia cannica: La reconciliacin de los penitentes sometidos a las penitencias cannicas se asocio al jueves santos, los penitentes se inscriban el domingo primero de cuaresma, su itinerario era de severas penitencias corporales y oraciones muy intensas; la comunidad cristiana les acompaa con sus oraciones y ayunos; as la imposicin de las ceniza es, por ejemplo, uno esos testimonio penitenciales de la liturgia cuaresmal.

c) El sentido de la cuaresma actual

La constitucin Sacrosanctum Concilium considera a la Cuaresma como el tiempo litrgico en el que los cristianos se preparan a celebrar el misterio pascual; as la celebracin de la pascua es la meta a la que tiende toda la cuaresma, del cual no se trata de preparar una celebracin histrica o meramente ritual de la pascua, sino de disponerse a participar en su ministerio.

d) Los contenidos de la celebracin eucarstica

1- El leccionario: El leccionario cuaresmal de la misa es doble: el dominical y el ferial; el primero tiene tres ciclos A, B, C; el ferial repite todos los aos las mismas lecturas.

El leccionario dominical: Las lecturas estn distribuidas en los domingos primero y segundo, de las cuales se han conservado las narraciones de las tentaciones y de la transfiguracin.

En los domingos siguientes el ciclo A, los domingos de la samaritana, el ciego de nacimiento y de la resurreccin de Lzaro; en el B algunos de San Juan relacionados con la futura glorificacin de Jess por su cruz y su resurreccin; en el C ciertos textos lucanos sobre la conversin.

El domingo de Ramos se recoge la procesin o la solemne entrada del Seor en Jerusaln, en el cual se usa el relato de la pasin del Seor segn San Juan.

Las lecturas veterotestamentarias se refieren a la historia de la salvacin, en el cual los textos varan cada ao; las lecturas del Apstol han sido seleccionadas y que estn relacionadas con las del evangelio y las del antiguo testamento.

Explicacin del leccionario dominical

Ciclo A: el leccionario dominical del ciclo A presenta una teologa unitaria, como son: las tentaciones( I domingo), la transfiguracin (II domingo), el agua viva(III domingo), la luz (IV domingo) y la vida del resucitado (V domingo), no aparecen como hechos pasados sino como realidad presente. La primer lectura esta muy relacionado con el evangelio, grandes temas de la salvacin: la creacin (I dgo), la vocacin de Abrahn (II dgo), el agua del desierto (III dgo), la eleccin y consagracin de David (IV dgo) y la visin de la resurreccin de Daniel (V dgo). La segunda lectura aporta una conversin y el camino hacia el misterio pascual.

Ciclo B: el ciclo B no esta bien estructurado, pero ofrece una buena catequesis sacramental, el evangelio del primer domingo relata la tentacin de Cristo, donde pone el acento en la presencia del reino, que exige una conversin: la buena noticia se dirige a nosotros (I dgo), elegido el camino de la conversin somos llevados, como Cristo a la transfiguracin (II dgo); el anuncio de la muerte y resurreccin es proclamada por el mismo Seor desde el tercer domingo, el cuarto domingo presenta un tema sacramental de la serpiente de bronce, signo de Cristo en la cruz.

La primer lectura presenta: la alianza con No (I dgo) y la alianza con Abrahn (II dgo), luego en don de la ley, sobre todo en la ley del amor (III dgo); el don divino de la ley debe corresponder el pueblo, aceptando su palabra y cumpliendo su mensaje (IV dgo); as la alianza a de ser aceptada sobre todo en el corazn, Yo ser su Dios y ellos sern mi pueblo(V dgo).

Ciclo C: este domingo es, aparentemente de tipo moralista, pero no es as; al igual que los ciclos A y B los domingos I y II presentan la tentacin de Cristo y su transfiguracin, as los otros tres domingo desarrollan el tema de la paciencia y el perdn de Dios: el Seor es paciente y sabe esperar (III dgo), aguarda nuestro retorno con el mismo anhelo y actitudes que el padre del hijo prodigo (IV dgo) y nos acoge si nos arrepentimos, basta que nos arrepintamos y dejemos de pecar (V dgo, Cristo y la mujer adultera). Todos estos domingo estn orientados por tanto en la misma direccin: la conversin, la paciencia divina y el perdn.

As el Seor nos salva si elevamos a l nuestros gritos (primera lectura del I dgo), que es el grito de la fe (segunda lectura I dgo). Como l quiere salvarnos toma la iniciativa de la alianza con los hombres (primera lectura del II dgo), con tal perfeccin somos ciudadanos del cielo y aguardamos la transformacin de nuestros cuerpos a semejanza del suyo (seg., Let., II dgo) y para realizar la salvacin Dios quiere estar presente en medio de su pueblo y manifestarse a moiss (Prim. Let. III dgo), pero esta presencia es insuficiente y se requiere una respuesta de fe y fidelidad (Seg. Lect. III dgo). El pueblo de Dios celebra la pascua en la tierra prometida (Prim. Lect. IV dgo), tambin el bautismo se encuentra en una tierra prometida, redimida por la muerte y resurreccin de Cristo (Seg. Lect. IV dgo); sin embargo mientras dura su peregrinacin en el desierto de este mundo(Prim. Lect. V dgo), el bautismo ha sentir, con profunda intensidad, la fuerza de la resurreccin de Cristo (Seg. Lect. V dgo).

El leccionario ferial: visin en conjunto

Las lecturas del evangelio y del Antiguo testamento se han relacionados de modo que tengan una mutua relacin; en las que tratan una serie de temas propios de catequesis cuaresmal acomodados al significado espiritual de este tiempo, a partir del lunes de la cuarta semana se lee de forma continua el evangelio de San Juan donde aparecen los textos de este evangelio que mejor responden a las peculiaridades de la cuaresma.

Explicitacin del leccionario ferial

Las lecturas ferial son menos sistemticas que las dominicales, pero contienen una enseanza teolgica-catequtica, cuyo ncleo se puede sintetizar en esta palabras: es una teologa que apoya y enriquece la tipologa bautismal de las lecturas dominical. Junto a esta tipologa bautismal (bautismo, fe, pascua), se inserta la penitencia, pues la accin de Dios exige la cooperacin del hombre.

Las oraciones

La estructura oracional de la cuaresma actual es bastante distinta de las que presenta el misal Romano, ya que hay muchas oraciones nuevas y otras han sufrido un retoque, correcciones u otros cambios; pero la mayor parte de las oraciones proceden de fuentes antiqusimas (los sacramentarios Veronense y Gelasianos antiguos), hay tambin un grupo de 18 textos procedente de los domingos despus de Epifana y Pentecosts del misal de Po V, los cual insiste en la necesidad que tiene el hombre de Dios.

Los prefacios

El nuevo misal contiene 9 prefacios cuaresmales: cinco para cada uno de los dos domingos y cuatros que se usan dispercionalmente durante los das friales, pero el ms rico y completo doctrinalmente es el primero, que presenta una sntesis completa de la cuaresma, de la cual es preparacin a la pascua por medio de la purificacin en la alegra del espritu, que la convierte por ello en tiempo asctico fuerte- caracterizado por la oracin y la caridad.

La estructura

En la cuaresma puede distinguirse las siguientes partes: el mircoles de ceniza, los domingos I-II y III-V, las ferias de las semanas I-V, el domingo VI, las ferias II-IV de la semana santa y las misas crismales.

El mircoles de ceniza

Al desaparecer la imposicin de las cenizas como rito de entrada en la penitencia cannica, vemos que el rito no desapareci sino que se hizo extensiva y a partir del siglo XI obligatorio a todas las comunidades cristianas; se conservo la fecha tradicional, es decir, el mircoles anterior al primer domingo de cuaresma, en el cual se vio que era el da mas adecuado para inaugurar el gran ayuno cuaresmal, de este modo, el mircoles de ceniza se convirti en un da de especial intensidad y significado en la vida de la comunidad cristiana.

En la liturgia renovada a instancia del vaticano II, el mircoles de ceniza sigue conservando sus elementos tradicionales: la imposicin de las ceniza y el ayuno riguroso, as como el comienzo solemne de la cuaresma

B) La Semana Santa

El Domingo de Ramos

a) Sntesis histrica

Desde el siglo V el ltimo domingo de Cuaresma encontr en Roma su forma definitiva: el domingo de la Pasin aunque todava no se le designase as. La pasin del Seor ser el nico tema de este domingo hasta el siglo V. A diferencia de Roma, otros ritos elaboraron una liturgia cuyo ncleo central era la entrada triunfal de Cristo en Jerusaln. Segn el testimonio de Eteria, as suceda en Jerusaln a finales del siglo IV.

Durante los siglos IX-X se difundi la procesin por todo el Imperio Carolingio, entrando tambin en Roma, que antes conmemoraba el hecho, pero sin procesin, el lunes santo.

Durante la Edad Media la procesin adquiri un carcter dramtico y se revisti de cantos, bendiciones y expresiones plsticas, como la talla de Cristo, el asnillo, etc. En 1955 Po XII simplific los ritos de la procesin, aproximndola ms a la praxis primitiva de Jerusaln. En esa lnea se ha ratificado la reforma litrgica realizada despus del Concilio Vaticano II.

b) La liturgia

a) La liturgia del Misal de San Po V

La liturgia de la Dominica in Palmis constaba de cinco partes: a) la bendicin de los ramos, que tena lugar en una extenssima celebracin estructurada como una misa; b) distribucin de los ramos; c) procesin; d) rito ante las puertas cerradas de la iglesia y al final se abran las puertas, despus de unos golpes dados por el subdicono, y entraba el cortejo; y e) celebracin de la antigua Misa Romana de Pasin.

b) La reforma de Po XII

Po XII hizo una reforma profunda dejando dos partes bien delimitadas: la procesin solemne en honor de Cristo Rey y la Misa de Pasin. Suprimi la primera parte y la extraa ceremonia ante las puertas cerradas.

c) La liturgia del Misal de Pablo VI

En la liturgia de la Dominica in Palmis de Passione Domini no existen ya dos celebraciones cerrada y yuxtapuestas. Es verdad que existen la procesin y la misa, pero ya no son dos partes independientes sino elementos de un todo. De hecho, ni la procesin tiene un final ni la misa tiene un principio, pues la procesin desemboca en la misa y sta no tiene un rito de entrada distinto de la procesin. Se han integrado as dos tradiciones: la jerosolimitada y la romana..

Procesin. Comienza el rito con la bendicin de los ramos; sigue la lectura del Evangelio que relata la entrada de Cristo en la Ciudad Santa y termina con la procesin (1 frmula) o con una entrada solemne (2 frmula).

La Eucarista. La procesin tiene como meta, ritual y mistrica, la celebracin de la Eucarista, ya que en ella se reactualiza el sacrificio de Cristo. La liturgia de la misa insiste en los aspectos de Pasin y Pascua.

El Domingo de Ramos en la Pasin del Seor inicia la Semana Santa. sta se inaugura con una entrada de la Iglesia peregrina, acompaando a Cristo que va a padecer; y termina con otra entrada: el paso de la muerte a la vida, que acontece durante la Vigilia Pascual.

b) Lunes, martes y mircoles santos

En tiempos de san Len Magno, el Mircoles Santo slo posea una celebracin litrgica sin misa; sta se introdujo segn parece, en el pontificado de Hilario I (461-468). La misa tena dos lecturas y la pasin de san Lucas. El Lunes y Martes Santo tenan misa. El Martes se lea el lavatorio de los pies, que ms tarde pas al Jueves Santo.

C) El Triduo Sacro

a) Jueves Santo

a) Sntesis histrica

La institucin de la Eucarista es celebrada ya el ao 380, en algunos lugares, el Jueves Santo a la hora de nona. En tiempo de san Agustn se celebraban en frica dos misas: la primera para poner fin al ayuno, y la segunda para conmemorar la institucin de la Eucarista.

Al principio del siglo VI en Roma slo exista la reconciliacin de los penitentes. A finales de este siglo ya exista una celebracin eucarstica para conmemorar la Cena del Seor. En el siglo VII se celebraban dos misas: una por la maana, con la reconciliacin de los penitentes, y otra por la tarde, conmemorando la institucin de la Eucarista. Exista, adems, una tercera misa, que celebraba el Papa en san Juan de Letrn, en la que consagraba los leos que se empleaban en los sacramentos de la iniciacin cristiana durante la Vigilia Pascual. En el siglo VIII desapareci la misa de la maana y con ella la reconciliacin de los penitentes. En el siglo XVI la misa vespertina se traslad a la maana. Po XII, en la reforma de 1955, la restituy a su lugar primitivo, lugar en que la ha confirmado la reciente reforma.

Actualmente se celebran dos misas en este da: la Misa Crismal y la llamada In Coena Domini.

b) La Liturgia del Jueves Santo

El Jueves Santo conmemora un triple misterio: la institucin de la Sagrada Eucarista, la institucin del sacerdocio y el amor fraterno. La Eucarista es el centro y raz de los otros misterios, puesto que les origina y exige. A este triple misterio responde la celebracin de la Santa Misa, la adoracin del Santsimo en el monumento y el lavatorio de los pies.

b) El Viernes Santo

El Viernes Santo conmemora la Pasin y muerte del Seor; de ah el nombre con que le designa la liturgia actual Viernes Santo en la pasin del Seor.

La solemne liturgia de este da tiene tres partes:

a) Liturgia de la Palabra

Las lecturas tradicionales son tres: la 1 (Os 6,1-6) que se refiere a la Pasin, Muerte y Resurreccin de Cristo y presenta la unitariedad del misterio pascual, como misterio de muerte y resurreccin; la 2 (Ex 12,1-11) habla de la institucin de la Pascua juda y es tipo de la nueva Pascua, en la que Cristo, Cordero Pascua conducido al matadero por los pecados de los hombres; la 3 (Pasin segn san Juan) contempla a Cristo como Cordero Pascual inmolado.

La nueva ordenacin de las lecturas ha permutado el texto de Oseas por el de Is 52,13-53,11, que habla del Siervo de Yahv expiando con su sacrificio de los pecados de todos y dando la salvacin a todos; y la del xodo, por Hb 4,14-16; 5,7-9, que contempla a Cristo como Sumo Sacerdote y Mediador entre Dios y los hombres, gracias a su Sangre redentora.

Las lecturas van precedidas de una oracin, que resalta la misericordia de Dios en el Misterio Pascual de Cristo y la contraposicin entre el pecado de Adn y la obra redentora de Cristo. Los cantos interleccionales son una oracin de splica confiada en la tribulacin (Sl 30) y el himno de la humillacin del Seor (Fl 2,8-9).

b) La adoracin de la Cruz

Esta parte es muy posterior a la primera y fue introducida en Roma en el s. VII, incorporndola de la liturgia de Jerusaln, donde ya exista en tiempo de Eteria, que segn su testimonio, estaba estructurada de la siguiente manera: el obispo expona en la capilla del Glgota una reliquia de la Vera-Cruz, y cada fiel la besaba despus de haberla tocado con la frente y los ojos. En roma se conserv esta simplicidad; el Papa llevaba en procesin una reliquia de la Vera-Cruz desde san Juan de Letrn hasta la baslica de la Santa Cruz, donde se la veneraba.

c) La comunin

La comunin se introdujo en roma contemporneamente a la adoracin de la Cruz, inspirndose en la liturgia de los presantificados, consistente en distribuir la sagrada comunin despus de una liturgia de la Palabra. Desde el siglo XII se elimin la comunin de los fieles y se reserv slo al sacerdote, siendo restablecida la praxis primitiva por Po XII en 1955 y confirmada por Pablo VI a aprobar la liturgia reformada.

c) Vigilia Pascual

La Vigilia Pascual sigue este esquema:

a) La liturgia de la luz

El lucernario actual consta de las siguientes partes:

Bendicin del fuego. El sacerdote usa una oracin que hace referencia a la Muerte y Resurreccin de Cristo, como portadoras del fuego de la luz de Dios. El simbolismo de este rito es el de Cristo-Luz.

Bendicin del cirio. El cirio no es considerado como un objeto sino como una persona. Es encendido del fuego para simbolizar la nube luminosa del xodo y el Cuerpo Glorioso de Cristo. En l se graban la fecha del ao en curso y una alfa y una omega que, segn el texto que acompaa las inscripciones, significa que Cristo atraviesa todo el tiempo, desde el principio hasta el fin. Los granos de incienso, que se incrustan despus, significan las llagas de Cristo, smbolos de la luz. La Cruz que se graba es smbolo de la humanidad de Cristo, pues es el signo de su muerte; el alfa y la omega equivalen a la naturaleza divina; el ao expresa el tiempo que han transcurrido desde el primer suceso pascual; el cirio encendido con el fuego simboliza a Cristo resucitado que disipa las tinieblas del corazn y del espritu.

La procesin. Durante ella, se canta la antfona Luz de Cristo, y se encienden los cirios de los asistentes. Esta procesin recuerda la de los hebreos siguiendo a la nube en la primera pascua. Los cirios encendidos manifiestan que los cristianos son hijos de la luz, y que esa luz viene de Cristo.

Pregn pascual. Es una composicin de alabanza al Cirio Pascual y de accin de gracias por el beneficio de la luz. Con un estilo literario y a travs de imgenes poticas, se describe el significado espiritual de la luz en la noche iluminada por la Resurreccin de Jesucristo, aludiendo a las grandes etapas salvficas, desde el principio hasta hoy.

b) La liturgia de la Palabra

En ella se le 9 lecturas: 7 del AT y 2 del NT, aunque por motivos pastorales se puede reducirlas.

Los temas que desarrollan son stos: la creacin (1), el sacrificio de Abrahn (2), el paso del Mar Rojo (3), la nueva Jerusaln (4), la salvacin gratuita y universal (5), la fuente de la sabidura (6), el corazn y espritu nuevos (7), el Bautismo como sacramento pascual (8), y el relato del suceso pascual segn los Sinpticos (9).

c) La liturgia bautismal

Desde finales del siglo II o inicio del III, despus de las lecturas tena lugar el bautismo de los catecmenos y de otras personas. Cuando desapareci el catecumenado y se generaliz el bautismo de los neonatos, como consecuencia de la universalidad fctica de la Iglesia, cay en desuso la prctica de bautizar durante la Vigilia Pascual. La reforma que realiz Po XII en 1955 instaba a restaurar la praxis definitiva. El Ritual del Bautismo de nios encarece la celebracin del sacramento en la Vigilia Pascual (RBE, n.46) y el Ritual de la Iniciacin cristiana de adultos est concebido de tal modo que, como norma general, los sacramentos de la iniciacin cristiana se celebran en la Vigilia Pascual (RICA, n.49)

Haya o no Bautismo, la Vigilia Pascual tiene siempre una liturgia bautismal.

d) La liturgia eucarstica

Finalizada la liturgia bautismal, la Vigilia Pascual alcanza lo que siempre fue su punto culminante; la celebracin de la Eucarista, mxima expresin del Misterio Pascual, en cuanto que renueva la Muerte y Resurreccin de Jesucristo.

D) La Cincuentena Pascual

Segn el actual Calendario Romano los cincuenta das desde el domingo de resurreccin hasta el domingo de Pentecosts de celebran (...) como un solo da de fiesta e incluso como el gran domingo (n.22).

a) La octava de Pascua, domingo y ferias

La Octava de Pascua es una evocacin continuada de la Resurreccin del Seor, a travs de la lectura de las apariciones, narradas por los cuatro evangelistas.

Hay dos libros de lectura que destacan notablemente: los Hechos y el evangelio de san Juan. En todos los domingos de Pascua excepto en el tercero, que tiene como lectura a Lc 24, donde se narra la aparicin a los discpulos de Emas y a los Once.

La temtica de los domingos pascuales es la siguiente: en el primer domingo, el tema dominante son las apariciones; en el segundo gira en torno de la fe y de los signos de la Resurreccin; en el tercer es la teologa del Resucitado, pero desde la perspectiva del cumplimiento de las Escrituras; en el cuarto domingo recoge el tema del Buen Pastor, en la Iglesia; el quinto se centra en las actividades de la Iglesia hasta el retorno definitivo de su Seor, destacando la caridad fraterna; en sexto domingo domina el tema del Espritu Santo; y el sptimo domingo gira en torno a la presencia-ausencia de Cristo.

b) Ascensin-Pentecosts

a) Sntesis histrica

Durante los siglos II-III, la Cincuentena Pascual fue un espacio de cincuenta das en el que ninguno era privilegiado. Era una especie de gran domingo repetido durante cincuenta das. A partir del siglo IV comienza la quiebra de la unidad. El primer paso consisti en atribuir un carcter especial al da quincuagsimo. Al principio no se trat de una fiesta, en sentido estricto, sino de una clausura solemne, con la intencin de hacer frente, segn parece, a un error que acababa de nacer, el cual haca concluir Pentecosts el da cuadragsimo.

Una evolucin posterior trajo consigo la introduccin de un ayuno despus de la Ascensin, las letanas o rogativas y la octava de Pentecosts. El ayuno se introdujo por considerar a la Ascensin como da de la marcha del Esposo, que recordaba, por contraste, las palabras del Evangelio, segn las cuales no se puede ayunar mientras est presente el Esposo; con l se rompa el carcter festivo de la cincuentena. A partir de 1960 se desligaron estos das de rogativas de la fiesta de la Ascensin, concedindose a los obispos la facultad de trasladarlos a otras fechas.

La octava de Pentecosts (S. VII-VIII) es la ltima evolucin sufrida por la Cincuentena Pascual. Ciertamente, con su introduccin desaparece incluso el espacio fsico de cincuenta das, aunque algunos sostienen que los siete das de esta semana son todos un nico hoy del da quinquagsimo. Esta octava ha sido suprimida por el Calendario Romano actual (que no reconoce ms octavas que la de Navidad y Pascua) y ya no aparece en los libros litrgicos actuales.

b) Liturgia de la Ascensin

La solemnidad litrgica de la Ascensin tiene un esquema muy simple: el dato bblico del acontecimiento histrico proyectado en una doble perspectiva: cristolgica, en cuanto exaltacin de Cristo, y eclesiolgica, en cuanto que la gloria, alcanzada ya por la Cabeza, es participada por el Cuerpo.

c) Liturgia de Pentecosts

La liturgia de Pentecosts desarrolla dos grandes ideas: el cumplimiento definitivo de la Nueva Alianza entre Dios y los hombres por medio de Jesucristo y en el Espritu Santo; y la manifestacin de la Iglesia ante el mundo, fundada con la Palabra y la Sangre de Cristo, y garantizada por el testimonio del Espritu Santo.

a) Misa de la Vigilia

La primera colecta se refiere al Espritu Santo como vnculo de comunin entre los pueblos divididos por el odio y el pecado; la segunda colecta alude al Bautismo. La oracin sobre las ofrendas se refiere al amor, como atributo caracterstico del Espritu Santo.

Las lecturas presentan una cierta novedad, al proponerse cuatro textos para la primera lectura: Gn 11,1-9; Ex 19,3-8.16-20; Ex 37,1-4; Jl 2,28-32. La segunda y tercera lecturas hablan del Espritu Santo como fruto del Bautismo (Jn 7,37-39 y de su accin en el alma cristiana y en la Iglesia (Rm 8,22-27).

b) Misa del da

La coleta se refiere a la accin santificadora del Espritu sobre la Iglesia y a Pentecosts como realidad que se actualiza ininterrumpidamente en la Iglesia. La oracin sobre las ofrendas habla de la accin del Espritu Santo en el conocimiento pleno de la doctrina de Cristo. En la poscomunin aparece la ntima relacin existente entre la accin del Espritu Santo y la vida cristiana, y entre el Espritu Santo y la Eucarista.

El prefacio glosa el misterio de Pentecosts. En la primera parte da gracias por la concesin del Espritu Santo a los que han sido hechos hijos de adopcin por el Bautismo; la segunda se refiere a la accin del Espritu Santo en la plantacin primera de la Iglesia y en la restauracin de la unidad rota por el pecado.

La secuencia contempla al Espritu Santo como luz, distribuidor de dones, husped del alma, perdonador y fortaleza de nuestra debilidad. Las lecturas tambin se centran en el dinamismo de Pentecosts.

CAPTULO III

CICLO NAVIDEO

Comienza a organizarse en torno a la memoria de la Encarnacin y manifestacin de Dios entre los hombres. En Occidente se crea la memoria del nacimiento de Jesucristo el 25 de diciembre, sustituyendo la fiesta pagana del solo naciente, que se celebraba ese da. En Oriente la misma memoria se establece el 6 de enero, por ese el da en que los paganos honraban en aquellos lugares al dios sol.

1. Adviento

A) Sntesis histrica.

Surgi en Espaa-Galias a finales del s. VI, como respuesta al deseo all sentido de dedicar unos das a preparar las fiestas de Navidad y Epifana, tuvo pues un origen asctico, penitencial hasta el extremo de ser considerado en Espaa y las Galias con una semicuaresma. La Liturgia Romana, adopt una posicin muy distinta pues lo concibi como un tiempo de gozo y esperanza ante la venida del Seor.

Durante algn tiempo, fue objeto de una doble interpretacin: das que preparan a la manifestacin histrica de Cristo o etapa que resalta la expectacin de la ltima venida del Seor al fin de los tiempos. Segn el Calendario Romano, Adviento se presenta como tiempo de la gozosa y devota expectativa.

B) Sentido actual del Adviento.

El hecho de que se abra con la esperanza escatolgica, explica la presencia de textos apocalpticos relacionados con los ltimos tiempos, que reclaman la vigilancia. La esperanza escatolgica no queda invalidada ni menguada por la presencia permanente de Cristo en su Iglesia y entre nosotros, para potenciar esta espera mesinica definitiva, la liturgia deja or la voz de algunos personajes que la han encarnado y proclamado con especial fuerza: Isaas, Juan el Bautista y Mara.

Por tanto, el tiempo que partiendo del hecho y a ocurrido de la primera venida histrica de Cristo orienta a la venida ltima y definitiva y a la venida sacramental en la liturgia de Navidad; donde se actualiza, en el misterio, la venida histrica y se realiza, tambin mistricamente, el anticipo de la ultima y definitiva venida.

C) Liturgia del Adviento actual.

Las oraciones. No se cierran en el hecho histrico del nacimiento del Seor sino que manifiestan la ntima unidad del misterio de Cristo como misterio de salvacin. Las colectas insisten en la Encarnacin del Verbo en el sen virginal de Nuestra Seora, quedando asociada al misterio de la Encarnacin y, a travs de l, al entero misterio de Cristo.

Las lecturas. Se agrupan en torno a los domingos y las ferias; stas, a su vez tienen dos series: hasta el 16 de diciembre y desde el 17 al 24 de diciembre. Las lecturas feriales insisten el Adviento como preparacin a la venida natalicia de Cristo.

Los prefacios. La liturgia tiene dos prefacios. El primeo una composicin en base a dos antiguos prefacios del Veronense , trata de la doble venida de Cristo: la primera en la humildad de nuestra carne y la definitiva, cuando venga de nuevo en la majestad de su gloria. El segundo, dividido en dos partes: Cristo anunciado por los profetas y los sentimientos que deben caracterizar la celebracin litrgica de ese suceso.

2. Navidad-epifana.

A) Sntesis histrica de la Navidad.

Existen dos hiptesis, una se tratara de la cristianizacin de una fiesta solar, para otros, estara relacionada con la fecha de la muerte de Cristo. Al principio Navidad conmemor un hecho histrico, el Natale Domini (el nacimiento del Seor), que suplantaba al natale del sol invicto pagano. Ms tarde a consecuencia de las disputas de Arrio y Nestorio, deviene fiesta del misterio de la unin hiposttica; secundariamente es tambin la fiesta del misterio nupcial de Cristo y la Iglesia, sin embargo, Navidad fue siempre una fiesta en la que la comunidad cristiana celebraba la apparitio Domini in carne, en expresin de San Agustn.

B) Sntesis histrica de la Epifana.

Segn unos, es la cristianizacin de una fiesta pagana. Para otros, es la fecha de un antiguo solsticio de invierno. Un tercer grupo la relaciona con el nacimiento de Jess. Finalmente algunos creen poder relacionarla con la fecha de la Pascua.

As como Oriente incorpor la fiesta occidental de Navidad, tambin Occidente acogi la fiesta oriental de Epifana. Esto sucedi en las Galias, hacia el 361; de all pas a las liturgias romanas e hispnica, con el nombre de Aparicin o Epifana. El contenido que la tradicin occidental asign a la fiesta, se centraba en estos tres misterios la adoracin de los magos, el bautismo de Jess y las bodas de Canan. En las Galias al principio celebraban al nacimiento de Cristo; en Espaa se conmemoraba la adoracin de los magos.

C) Celebracin litrgica navidea.

Misa de medianoche. El tema central se encuentra en el alleluia que precede al evangelio.

Misa de la aurora. Insiste sobre la alegra y la iluminacin.

Misa del da. Polarizada en torno a estas palabras del canto de entrada: un nio nos ha nacido, un Hijo se nos ha dado.

Fiesta de la Sagrada Familia. Se centra en las virtudes domsticas de la familia de Nazaret, como ideal de las familias cristianas.

Solemnidad de Santa Mara, Madre de Dios. Festividad litrgica mariana ms antigua en Occidente, la maternidad divina de Mara ocupa el centro; los textos insisten en la maternidad divina y virginal de Santa Mara, que es contemplada menos como un privilegio que como manifestacin del papel privilegiado que ocupa Nuestra Seora en la obra de la salvacin.

Domingo II de Navidad. Contemplacin del misterio de la Encarnacin.

D) Celebracin litrgica de la Epifana.

La celebracin gira en torno a la universalidad de la salvacin realizada en Cristo. La sntesis teolgico-litrgica se encuentra en el prefacio: Hoy has revelado en Cristo... el verdadero misterio de nuestra salvacin; pues al manifestarse Cristo en nuestra carne mortal, nos hiciste partcipes de la gloria de su inmortalidad.

E) Fiesta del Bautismo del Seor.

El Bautismo de Cristo en el Jordn revela:

El sentido del nuevo Bautismo.

La presencia de la Palabra en el mundo.

La mesianidad de Jesucristo.

Por tanto hay tres grandes misterios: la divinidad de Jesucristo, la manifestacin de la salvacin realizada por l y su uncin mesinica de Dios, por tanto se trata de una fiesta muy relacionada con la Epifana.

Captulo IV

TIEMPO ORDINARIO.

Comprende las 33 34 semanas que discurren entre el lunes siguiente al domingo despus del 6 de enero y el martes anterior al mircoles de ceniza. Por una parte; y el lunes despus de Pentecosts hasta las primeras vsperas de Adviento.

1. Lecturas dominicales.

A) Lecturas evanglicas.A travs de las lecturas evanglicas se logra tambin una cierta armona entre el ao litrgico y cada evangelio. En las postrimeras del ao litrgico se insertan los captulos que preceden al relato de la Pasin, que tratan ese tema con ms o menos amplitud.

B) Lecturas del AT.Las lecturas veterotestamentarias se ha seleccionado de acuerdo con las percopas evanglicas, son breves y sencillas, y frecuentemente, ofrecen textos de sumo inters en la historia de la salvacin, aunque no sigan el orden lgico de su desarrollo.

C) Segunda lectura.De san Pablo y Santiago; ya que las de san Juan y san Pedro se leen en Navidad y Pascua.

2. Lecturas feriales.

Las lecturas evanglicas se repiten todos los aos, en cambio, la primera lectura tiene un doble ciclo: A y B.

A) Lecturas evanglicas.Primero se lee san Marcos, despus san Mateo y por ltimo san Lucas. De san Marcos se toman ntegramente los captulos 1-12, de san Mateo y Lucas se recogen los textos que se encuentran en san Marcos.

B)Primera lectura.Se lee parte de ambos testamentos, las lecturas neotestamentarias ofrecen la sustancia de cada una de las cartas. Las del AT slo contienen algunos de los aspectos ms importantes de cada libro. Al final del ao se leen los libros de Daniel y el Apocalipsis, los cuales se acoplan muy bien con las lecturas lucanas del Sermn apocalptico.

3. Los prefacios.

Existen 8 para los domingos y 6 comunes, que pueden usarse los das feriales, la temtica de los prefacios dominicales es la siguiente:

El misterio pascual ha hecho de nosotros el pueblo nuevo de Dios (I)

El plan salvfico de la salvacin (II)

El hombre salvado por el Hombre Cristo-Jess (III)

Las etapas de la historia de la salvacin en Cristo(IV)

Las maravillas de la creacin (V)

La salvacin; fruto de la obediencia de Cristo (VII)

La Iglesia unificada por virtud y a imagen de la Trinidad (VIII)

Son pues prefacios de corte salvfico. Los comunes contemplan:

El universo restaurado por Cristo (I)

La salvacin por Cristo (II)

La alabanza a Dios que nos ha creado y recreado (III)

Nuestra misma accin de gracias como don de Dios (IV)

La proclamacin del misterio de Cristo (V)

El misterio de la salvacin en Cristo (VI)

Captulo VFIESTAS DE LA SANTSIMA TRINIDAD Y DEL SEOR

1. FIESTA DE LA SANTSIMA TRINIDAD

Entr lentamente en el calendario romano. Se desarroll en los monasterios benedictinos de los siglos IX-XI. En el s. X ya existe una misa votiva y formularios. Cluny la transform en una fiesta tpicamente benedictina. Se celebrar el domingo siguiente a Pentecosts para honrar a la Santsima Trinidad con una fiesta especial.

Tambin tuvo sus opositores, pero esto no fren la devocin. Los franciscanos adoptaron esta fiesta a finales del s. XIII, y fue un papa franciscano Juan XXII que la extendi a toda la Iglesia universal el ao 1334. Siglos ms tarde, Pablo VI la elev a la categora de solemnidad.

Los formularios hablan de que toda gracia o don que se nos da en la Trinidad, se nos concede por el Padre, a travs del Hijo en el Espritu Santo.

2. EL CORPUS CHRISTI

A) Historia de la fiesta

A principios del s. XIII exista un gran enfriamiento espiritual. Es por eso que, para que esta decadencia no afectara al misterio por excelencia, sobre todo por la influencia hertica de las herejas del tiempo.

En 1208, una religiosa, Santa Juliana de Mont-Cornilln, cerca de Lieja, tuvo una visin en donde Dios le quera hacer entender que en el ciclo litrgico faltaba una solemnidad que honrase a la Sagrada Eucarista, ya que el Jueves Santo no responda a las necesidades de los pueblos inquietos por la hereja.

Aos ms tarde, el obispo de Lieja decret la celebracin de esta fiesta situndola el jueves siguiente a la fiesta de la Santsima Trinidad. Este decreto fue confirmado por Hugo de Thierry, legado pontificio en Alemania. Con la subida al trono papal de Urbano IV, a la sazn arcediano de Lieja, instituy para toda la Iglesia Universal la fiesta del Hbeas. Pero ser su sucesor Clemente V quien la confirmara ms tarde en 1312.

Los textos del oficio y de la misa fueron redactados por Santo Toms de Aquino.

B) La procesin del Corpus Christi

No fueron los Papas quienes instituyeron la procesin, sino que la devoci popular fue la que comenz a celebrarla con especial fevor y alegra. Los primeros indicios se dan en Colonia, aos ms tarde aparece en Francia y luego se propaga por Italia y Catalunya.

Al inicio fue una procesin sencilla, muy similar a la del vitico. Pero no tard en evolucionar: se tomaba el copn del sagrario y se le paseaba por la calles acompaado del pueblo que cantaba enfervorizado. Para saciar la curiosidad de los fieles, se introdujo el ostensorio y despus la custodia para que todos la pudieran ver,

Con la llegada de la Reforma Protestante, la procesin fue suprimida en aquellos lugares donde triunf la hereja. En Espaa cobr mucho auge. El Concilio de Trento afirm el culto a la Eucarista.

En Espaa y su imperio de las Indias revisti una fiesta de carcter nacional, en donde confluyeron importantes elementos culturales. Aunque su fecha es el jueves, en muchos pases se ha trasladado al domingo siguiente.

3. EL SAGRADO CORAZN DE JESS

A) Historia de la fiesta

La devocin al Corazn traspasado de Cristo fue muy comn en la Edad Media, sobre todo entre los benedictinos, dominicos y cartujos de Alemania. El culto litrgico al Corazn de Jess fue promovido por San Juan Eudes. A l se debe que el obispo de Rennes diese un decreto concediendo la facultad de celebrar solemnemente cada 31 de agosto esta fiesta en las casas de la Congregacin y usar el formulario litrgico redactado por el santo. Ms tarde, algunas dicesis acogieron en su seno dicha fiesta.

Las apariciones a Santa Margarita Mara de Alacoque dieron el impulso necesario a esta devocin, pero la Santa sede an no daba su visto bueno a la aprobacin de la fiesta. Durante el s. XVIII muchos reyes europeos apelaron a la Santa Sede para su aprobacin, pero fue en 1765 que la S. C. de Ritos aprob la fiesta del Sagrado Corazn de Jess para el reino de Polonia, los reinos catlicos de Espaa y las cofradas de dicho nombre. Se redactaron misas y oraciones. En 1929 tuvo prefacio propio.

El pueblo fiel acogi la fiesta con gran jbilo y con masiva participacin de ste en los diversos actos litrgicos.

4. LA EXALTACIN DE LA SANTA CRUZ

En el antiguo calendario romanos existan dos fiestas en honor de la Santa Cruz: la Invencin del 3 de mayo y la Exaltacin del 14 de septiembre. Las fiestas del 14 de septiembre fueron propias de la Iglesia jerosolimitana, como ya nos cuenta Egeria en su diario. La fiesta se extendi progresivamente a toda la cristiandad, sobre todo en las iglesias que tenan algn trozo de la Vera Cruz. Aparece en Roma hacia el s. VII con el Papa Sergio.

Las iglesias galicanas adoptaron la fiesta de la Invencin para el 3 de mayo, aunque fue suspendida litrgicamente por Juan XXIII.

La celebracin actual de la Exaltacin de la Santa Cruz se centra en la misma cruz, a la que glorifica y exalta una liturgia sobria, libre de todo sentimentalismo y completamente impregnada de esperanza y de gozo.

5. CRISTO REY

Po XI, hacindose eco de mltiples peticiones de toda la cristiandad crey oportuno instituit la fiesta de Cristo Rey en 1925 para el ltimo domingo de octubre en el cual se conclua el ciclo litrgico. Esta decisin fue para hacer frente al creciente laicismo del mundo y promover un nuevo orden social. Po Xi juzgaba que la institucin de la fiesta de la realeza de Cristo sera mucho ms eficaz para la formacin del pueblo cristiano que un documento magisterial, debido a su universalidad.

La misa y el oficio que se compusieron para esta fiesta son una proclamacin de la realiza univesal de Cristo frente al laicismo de la poca. Prxima a Todos los Santos, la fiesta se presentaba como el coronamiento de todos los misterio de Cristo y como la anticipacin, en el tiempo, de la realeza eterna.

La liturgia renovada del Vaticano II ha conservado esta fiesta, aunque la ha trasladado al ltimo domingo del ao litrgico, cambindole parcialmente su sentido antilaicista por una ms genrico y universal.

*** El Captulo VI no est presente en el folleto.

Captulo VII

EL CULTO A LOS SANTOS

1. Sntesis histricas del culto litrgico a los santos

A) Culto a los mrtires

Los primeros testimonios del culto a los santos se refiere a la costumbres de celebrar el dies natalis de los mrtires es decir, el aniversario de su martirio, mediante una memoria especial. La primera celebracin martirial estuvo muy ligada a la Eucarista, la cual se celebra cerca de su tumba, pues las reliquias de los mrtires tenan un valor inapreciable para los cristianos.

B) Culto a los santos

A la memoria de los mrtires se aadi despus la de algunos santos. Primero fueron los confesores, es decir, los ascetas del desierto y obispos santos, a quienes se considerara como mrtires indirectos, sobre todo una vez terminaron las persecuciones. Despus se aadieron las vrgenes, pues su lucha por guardar la castidad perfecta era equiparada al martirio. Junto a las vrgenes fueron colocadas las viudas. Finalmente, los obispos fueron considerados como mrtires cuando, sin haber recibido el martirio, cumplieron su ministerio con absoluta responsabilidad y entrega.

El culto de los santos se propag durante los siglos IV-VIII, gracias, en buena medida, a la reparticin y fraccionamiento de las reliquias. Con el triunfo de la reforma gregoriana -finales del siglo XI- una nueva oleada de santos entra en el calendario de la Iglesia Romana, en su mayora Papas y mrtires romanos. Los Papas san Po X y Po XII quisieron remediar esta situacin decretando la revisin del Calendario. Sin embargo, esta revisin slo ha sido posible en 1969, fecha en que se promulg el nuevo Calendario.

C) El culto a los santos en la liturgia actual

Al tratar del culto a los santos, la Constitucin litrgica del Concilio Vaticano II se fij, sobre todo, en tres aspectos: el hecho, su legitimidad y sus lmites. El nuevo Calendario se ha confeccionado segn estos cinco principios:

disminucin del nmero de los santos de devocin.

examen critico de los santos contenidos en el Calendario de 1960.

seleccin de los santos de mayor importancia

revisin del da ms apto para la celebracin.

universalidad respecto a pueblos y tiempo.

De otra parte, nadie como ellos puede repetir el ya no vivo yo, es Cristo quien vive en m; a saber, la ntima comunin entre el hombre y Cristo. Los santos son ejemplos insuperables de la naturaleza de la salvacin obrada por el misterio pascual; modelos perfectos de unin con Cristo; e intercesores perennes y capaces.

Captulo VIII

LAS TMPORAS Y LAS ROGATIVAS

Las Tmporas eran unos das de penitencia al comienzo de cada una, de las estaciones del ao. Su origen es muy incierto San Len Magno tiene varias series de homilas para las tmporas y las considera de origen apostlico.

La actual legislacin litrgica sobre las Tmporas y las Rogativas deja su regulacin al criterio de las Conferencias Episcopales, que tendrn en cuenta las peculiaridades de cada pueblo. En las Normas Generales sobre el ao litrgico y el calendario de dice lo siguiente: En las Rogativas y en las Cuatro Tmporas del ao la Iglesia suele orar al Seor por las varias necesidades de los hombres, pero ante todo por los frutos de la tierra y los trabajos de los hombres y darle pblicamente las gracias.

Captulo IX

EL CALENDARIO Y EL MARTIROLOGO

En el calendario general se inscribe el ciclo entero de las celebraciones del misterio de la salvacin en el propio del tiempo, y de los santos que tienen importancia universal y, por consiguiente, se celebran obligatoriamente por todos.

1. Sntesis histrica del Calendario

La relacin de fieles que deban celebrarse durante el tiempo dio origen al Calendario. En sentido estricto, ste no aparece hasta el siglo IV. Pero hay datos anteriores sobre algunas conmemoraciones hechas por los cristianos. La primera redaccin puede remontarse al ao 336, ciertamente, no es posterior al ao 354. Uno de esos cmputos lleva por ttulo Depositio episcoporum y el otro Deposotio martyrum, con los hombres y las fechas de las conmemoraciones que se hacan de los obispos y mrtires de Roma.

En los libros litrgicos siempre se aada una lista de las fiestas que haba que celebrar y se hacan los cmputos para la celebracin de la Pascua anual y de las fiestas movibles alrededor de la misma. En el sig. XVI el Papa Gregorio XII hizo una gran reforma del calendario, con lo cual se evitaron errores que venan padecindose.

El Martirologio

Se llama Martirologio al catlogo de los mrtires y santos ordenados segn la fecha de la celebracin de sus fiestas o el traslado de sus reliquias. Como en sus primeras relaciones slo se incluyeron los aniversarios de los mrtires se le llam martirologio. Entre los ms clebres se encuentra el llamado Jeronimiano, por haberse credo que era de san Jernimo.

En la reforma litrgica inspirada en los principios del CV II, se ha revisado seriamente lo referente al Martirologio. Sin embargo, los trabajos de la Comisin especial nombrada para esta nobilsima misin aun no han sido publicados.

Parte cuarta

LAS LITURGIAS DE LAS HORAS

Cuatro son las principales cuestiones que pueden abordarse al estudiar el oficio divino: su desarrollo histrico, los elementos que lo integran, las horas que santifican y los aspectos pastorales que entraa.

Capitulo I

FORMACIN DEL OFICIO DIVINO: VISIN HISTRICA DE CONJUNTO

1. LA ORACIN JUDA

Las primeras comunidades cristianas, siguiendo el ejemplo de Jesucristo y de los apstoles, continuaron con la prctica juda de la oracin, concretamente: las horas que dedicaban a la oracin, la relacin que existia entre las horas de oracin y los sacrificios, y la estructura y los temas de oracin.

A)Las horas de oracin

Por la maana, al medioda y al atardecer, otros mencionan slo dos momentos importantes para la oracin: la maana y la tarde.

B)Las horas de oracin y los sacrificios en el judasmo

Los israelitas se unan a sacrificios mediante la oracin en pblico o en privado.

C) La estructura de la oracin juda

La oracin juda esta compuesta principalmente de cnticos de la escritura y salmos; El Shema, compuesto de Dt. 6,4-8; 11,13-21; Num. 15,37-41 y considerado como el corazn de la oracin juda. Junto a estas oraciones hay que colocar la Tephillah. En su forma posterior se la llamon esr o 18 Bendiciones.

D)Los temas de oracin juda

El tema por excelencia de la oracin juda era Dios con todas sus perfecciones. Surga el tema de la alabanza divina y del templo con signo de la presencia de Dios en medio de su pueblo.

2. INFLUJOS GRECORROMANOS

Los cristianos se extendieron pos el imperio Romano y vivieron al estilo de sus conciudadanos.

A partir del ao 65 aproximadamente, los discpulos de Cristo se desvincularon de las costumbres y ambientes judos.

En el mundo grecorromano la jornada estaba dividida de tres formas; a) da y noche; b) veinticuatro horas; c) ocho horas: cuatro diurnas y cuatro nocturnas. Las cuatro horas diurnas estaban subdivididas en: prima (6-9), tercia (9-12), sexta ( 12-15), nona (15-18).

3. NACIMIENTO Y EVOLUCIN DE LA LITURGIA DE LAS HORAS

El primer documento slido y completo de la liturgia de las horas se encuentra en la regla de San Benito.

A) Periodo anteniceno

La Didache, prescribe el rezo el Padrenuestro tres veces al da. Pero esta obligacin no era conocida ni aceptada por todos; Clemente de Alejandra y tertuliano, se refieren mas bien a la oracin habitual, o a un espritu de oracin.

En la primera carta de San Clemente Romano a los Corintios, el texto no es muy claro, algunos pasajes de las cartas de San Ignacio ofrecen indicios de oraciones cristianas. En el mismo sentido puede ser interpretada la carta de Plenio el joven a Trajano.

Orgenes, en su obra Contra Celso, dice que quienes dan culto al Dios del universo y viven conforme a su evangelio, noche y da hacen uso con fervor y reverencia de las oraciones que tiene prescritas. La oracin por excelencia ha de entenderse evidentemente, del padrenuestro.

Hacia mediados del siglo III San Cipriano, exhorta a la oracin nocturna, tambin insiste en la oracin de los grupos ternarios del tercia, sexta, nona.

Los cnones de Hiplito, hacia el ao 500, procedentes de la traditio Apostlicadel siglo III, hablan de oraciones especiales y momentos determinados. Las actas de los Mrtires, son considerados apcrifas en muchas de sus partes.

B) Desde el siglo IV al VII

la oracin clerical y la monstica

a) El oficio clerical

Constaba de dos horas: la maana y la de la tarde. San Epifanio nos asegura que la iglesia universal se celebraba asiduamente las alabanzas y oraciones matutinas y vespertinas. Lo mismo afirma San Ilario de Poitiers (367), San Ambrosio, atestigua la misma practica y San Agustn en frica. Los sacramentarios Romanos a partir del Leoniano o Veronense, del siglo V, contiene textos litrgicos para las oraciones matutinas y vespertinas.

b) El oficio monacal

Durante los siglos III y IV hubo una verdadera floracin de Cristianos comprometidos con una ascesis peculiar, que viva retirada para dedicarse mejor a la oracin.

Primero una oracin en cada una de las veinticuatro horas. Segundo: una oracin en cada uno de los ocho omentos del da. Tercero: era igual que el anterior, pero con la diferencia de que slo asistan en comn a la oracin de la maana y de la tarde, las dems horas las rezaban en privado.

c) El oficio clerical con el monasterio

En la antigua liturgia hispana los monjes acudan a rezar el oficio con los clrigos, pero en sus monasterios tenan otras oraciones. Etaria hace una detallada descripcin de este hecho. Los monjes por motivos disciplinares haban introducido la hora de prima entre Laudes y Tercia.

d) El oficio romano-benedictino de los siglos VIII-IX

Podramos aadir el conocido himno Phos Hilarion (S.I-II) y el testimonio de San Atanasio, quien, al hablar de la oracin de la maana, atestigua que se dice el salmo 92 que siempre se ha tenido y se tiene en Laudes-, el Benedicite y el Gloria in Excelsis Deo que, en occidente, paso al formulario de la misa.

Es necesario esperar al oficio romano-benedictino para encontrarnos con documentos completos sobre su estructura, partes y gran nmero de formulas concretas.

Los autores de la poca hacen notar los puntos de convergencia entre el oficio romano y el benedictino. Para la celebracin completa de la liturgia de las horas se utilizaban estos diez libros: la Biblia, el Psalterium, el Martyrologium, el Hymnarium, el Antiphonarium, el Lectionarium, el Passionarium, el Homiliarium, el Collectarium y el Capitularium.

e) El Breviario de la curia Romana (Siglo X-XV)

se designa con el nombre de Breviario de la cura Romana a una forma del oficio Divino que siguiendo la lnea tradicional, va modificndose segn las nuevas necesidades de la iglesia, a partir, sobre todo, del siglo X. Se da como fecha de su plena elaboracin el pontificado de Inocencio III (1198-1216). La nota externa ms destacable es que los diez libros que se necesitaban para el Oficio se compendian en uno solo: de ah el nombre de breviarie, breviaris o breviarium.

Tenia la ventaja de que se encontraba en un solo volumen todo lo que cada uno tena que decir, como y cundo. Pero al mismo tiempo se haba empobrecido, pues los textos se haban reducido al mnimo indispensable, favorecindose en gran media la monotona, por la repeticin de los mismos textos.

Por otra parte, se concedi gran importancia a la hagiografa, mientras que los acontecimientos de la historia de la salvacin quedaron un poco eclipsados.

f) Intentos de reforma del Breviario antes de Trento

La situacin calamitosa de la iglesia durante el Siglo XIV, poca de la llamada cautividad de Avignon, dejo sus huellas en la celebracin de la liturgia.

Se crearon grupos para que revisasen todos los libros destinados al culto y los corrigiesen. Otros propusieron dar una nueva disposicin a las horas cannicas. Surgieron cuatro intentos, ms o menos logrados, de reforma del breviario antes de Trento: el del cannigo holands Rodolfo, el de ciertos humanistas, el de Quinez y el de los teatinos.

a) La reforma del Holands Rodolfo

Las novedades introducidas por los franciscanos en la liturgia de las Horas. Era el origen y la causa del la decadencia reinante. Peda un retorno a la tradicin romano-galicana de la poca carolingia o seguir el oficio de San Juan de Letran de Roma.

b) La reforma de ciertos humanistas

Un grupo de humanistas, insisti en que el principal defecto del Breviario radicaba en la lengua en que estaba redactado, imposible de armonizar con su refinada cultura. Algunos. para no corromper su buen gusto, algunos, comenzaron a recitar el oficio en Griego y los salmos y otros elementos en hebreo.

c) La reforma de Quinez

El tercer proyecto de reforma fue el del cardenal de la Santa Cruz de Jerusaln, Fr. Francisco de Quinez. Por encargo expreso de clemente VII. La aceptacin de este Breviario fue, en general, grande. Algunos telogos declararon innecesaria una serie de licencias del Papa y muchos se aprovecharon de esta opinin, con lo cual el Breviario del Romano con las correcciones por Paulo IV. El nico proyecto de reformas que tuvo verdadera importancia y del que podran haberse aprovechado no pocas cosas, fue desechado despus de unos aos de esplndido fulgor.

d) La reforma de los teatinos

Los fundadores de los primeros clrigos regulares, conocidos luego con el nombre de leatinos, Pedro Carafa y san Cayetano de Tien, proyectaron una reforma del Breviario para uso de la nueva congregacin religiosa fundada por ellos.

Este trabajo se acepto en el concilio de Trento como fundamento para la nueva disposicin del Oficio Divino, aunque no tuvo aceptacin fuera del mbito de los teatinos.

g) Reforma de Concilio de Trento. Breviario de San Po V

Al concilio de Trento se llevaron muchas propuestas de reforma del Breviario. No podemos deducir el concepto el concepto que se tenia de la liturgia, de los fieles y del ministerio de los clrigos, pues el concilio aporta otros datos que rectifican y completan estos datos.

Cerca de medio ao transcurri entre propuesta y el comienzo del tratamiento en profundidad de la reforma del Breviario en el concilio de Trento.

El 3 de Junio de 1564, San Carlos Borromeo escribi a Delfino manifestndole que se trabajaba con gran intensidad en la reforma del Breviario y del Misal; pero a la muerte de Po IV an no haban concluido los trabajos de revisin. Su sucesor, San Po V, confirmo la comisin existente y aadi algunos miembros para potenciarla. La comisin trabajo tan afanosamente que la reforma del Breviario estaba terminada a finales de 1556.

San Po V, lo promulgo con la Bula Quod a nobis, el 9 de Julio de 1568; llevaba el titulo siguiente Brviarium Romanum ex Decreto Sacrosanti Concilii Tridentini restitutum, Pio V P.M. iussu editum, Romae MDLXVIII, apud Paulum Manutim. La Bula deca que todas las iglesias deban adoptar el nuevo Breviario en el plazo de seis meses, excepto las que tenan un Breviario particular con una antigedad, al menos de doscientos aos.

h) Modificaciones posteriores al Breviario de San Po V

El Breviario de San Po V no quedo como algo intocable sino que sufri algunas modificaciones. La primera de ellas se hizo para adaptar el Breviario al nuevo calendario promulgado por el Papa Gregorio XIII (1572-1585), el cual entro en vigor en 1585.

Sixto V (1585-1590) reinserto en el Breviario varias fiestas suprimidas por San Po V, Urbano VIII (1623-1644) hizo nuevas modificaciones. La principal se refiere a los himnos, los cuales fueron corregidos en su mtrica y estilo. Clemente X (1669-1676), introdujo algunas modificacin. La ms importante consisti en aumentar las fiestas del calendario y su categora litrgica. Benedicto XIV (1740-1785), tuvo grandes deseos de realizar una amplia reforma del Breviario; para ello creo una comisin especial, de la que fue secretario o presidente en funciones Monseor Valenti, promotor de la fe.

Po IX, creo una comisin, presidida por Monseor Capalti, para que estudiase las posibilidades de una reforma de la Liturgia de las Horas. Los obispos siguieron insistiendo en la necesidad de una revisin de Breviario y encontraron una ocasin propicia en la celebracin del Concilio Vaticano I. En el se presentaron cuatro proyecto.

El proyecto francs, pona el acento en las lecturas apcrifas que aun se encontraban en el Breviario. El proyecto alemn, hacia notar que en el Breviario Romano haba elementos que no estn en armona ni con la crtica histrica ni con la exgesis bblicas. El proyecto canadiense peda cambios mas importantes aduciendo argumentos mas consistentes. Entre ellos, volver a la simplicidad de la primitiva iglesia. Finalmente, el proyecto italiano, sugera una revisin ms critica de las lecturas hagiogrficas y patrsticas.

i) Reforma de San Po X

El 1 de Noviembre de 1911 san Po X promulg un nuevo Breviario, por la constitucin apostlica Divino afflatu, acabando as con una situacin insostenible. En efecto, el oficio dominical o ferial se rezaba durante todo el ao menos de veinte veces, debido a las innumerables fiestas de santos. La situacin se agravo cuando Len XIII, por un decreto del 5 de julio de 1883, concedi la facultad de rezar oficios votivos, segn el criterio de cada cual, en todas las ferias del ao, exceptuando solamente las de cenizas, tiempo de pasin y desde el 17 al 24 de Diciembre.

Los fines principales perseguidos por San Po X al reformar el breviario pueden reducirse a cuatro: Asegurar la recitacin normal de todo el salterio durante la semana, procurar que la lectura continuada de la sagrada escritura no se interrumpiese, disponer el santoral de modo que se lograsen los dos fines anteriores, abreviar el oficio

j) Reforma de Po XII

el pontificado de Po XII ha sido uno de los ms fecundos de la Iglesia, cre una comisin especial dentro de la congregacin de ritos para que planificara una reforma litrgica completa.

Durante el pontificado de Juan XXIII, no se hizo en realidad ninguna reforma del Breviario.

k) Reforma del Concilio Vaticano II

Un eximio liturgista, Dom Lamberto Beaudin, al ser preguntado sobre las cuestiones que a su juicio deba abordar la asamblea conciliar, afirmo: en el concilio no hay por que hablar tanto de dogma o moral.... por encima de todo esto e incluso por encima del magisterio est el poder sacerdotal de la iglesia, que santifica a los fieles. Lo hace por medio de su oracin y de su liturgia.

El 17 de abril de1961, ante la presencia de Juan XXIII, Mons Jose Pascher, profesor de la universidad de Munich, expuso las lneas generales del proyecto de reforma de oficio divino. El debate sobre el oficio divino comenz el 17 de noviembre de 1962, en la 14 congregacin general del concilio, con la intervencin de cinco cardenales. Los observadores y enmiendas conciliares fueron numerosas. En la votacin del 22 de noviembre fueron aprobadas plenamente las propuestas de la comisin y definitivamente terminado el capitulo sobre el oficio divino.

El contenido del capitulo sobre el oficio divino es el siguiente: principio sobre la naturaleza del oficio divino, finalidad de la reforma, criterio para las reformas de las horas, oficio y espiritualidad sacerdotal, reforma de los elementos del oficio, oficio y estados de perfeccin, cualidades de la celebracin el oficio, lengua del oficio, participacin de los fieles. Pablo VI creo el Concilium de la liturgia.

l) El libro de la liturgia de las horas promulgado por Pablo VI

a)Elaboracin

La liturgia de las horas es la reforma ms completa y perfecta de cuantas han existido en la historia del ofiicio divino, en ella ha trabajado afanosamente una comision de especialistas bajo la direccin de Mons. Aime-George Martimort, subdividida en varios grupos, a cuya cabeza haba un responsable con carcter de relator.

La comisin necesito 8 aos para iluminar su trabajo. Al fin de los mismos, Pablo VI promulgo, por medio de la constitucin apostlica Laudis Canticum, de 1 de noviembre de 1970, la liturgia Horarun, cuya primera edicin tpica fue realizada por la polglota vaticana.

b) Caractersticas

las caractersticas importantes de la Liturgia Horarum son las siguientes: el cambio terminolgico, la reduccin del nmero de horas, el cambio de fisonoma de los anteriores Maitines, la importancia concedida a lo Lades y a las Vsperas, as como algunos cambios introducidos en ellos, la flexibilidd de las horas menores y el carcter conclusivo de las completas.

Cambio terminolgico. El destinado al oficio divino, ha dejado de llamarse breviario, pasando a designarse liturgia de las horas.

Disminucin del numero de horas. Las horas han quedado reducidas a siete.

Cambio introducidos en maitines. Se ha convertido en un oficio de lectura

Importancia de Lades y Vsperas. Lades y Vsperas han pasado a ser los quicios de la oracin eclesial.

Flexibilidad de las horas menores. Dejando a criterio de cada uno la eleccin de la hora mas apropiada en cada circunstancia, la hora intermedia se ha convertido en una oracin breve entre Lades y Vsperas.

Nueva fisonoma de completas. Se ha adaptado la hora de completas, que tiene como finalidad ser la oracin inmediata al descanso nocturno, incluso cuando este comienza despus de media noche.

Ahora corresponde a cuantos se sirven de ese tesoro, para continuar en el tiempo la alabanza inaugurada por Jess, descubriendo, saboreando y convertirlo en vida.

Capitulo II

Los elementos de la liturgia de las horas

1. Los Salmos

A. Historia de los Salmos

a) Origen y naturaleza del salterio

Psalmos (griego) significa pulsar las cuerdas del Psalterion, instrumento como el arpa o tambin canto acompaado por un instrumento de cuerdas. LXX traduccin de mizmor que significa canto acompaado de un instrumento de cuerda. Estos himnos tenan un fin religioso; de ah que muchos de ellos fueron compuestos para el culto.

El conjunto de esos cantos se llam Salterio; se fue constituyendo de colecciones menores hasta llegar a los 150 salmos conocidos.

b) Autores de los salmos

Suele admitirse que David fue el autor de los salmos; pero se conoce muy poco sobre la cuestin de los autores de los salmos. Los ttulos que aparecen en los salmos parecen indicar algo sobre su autor, lo que nos lleva a dividirlos en colecciones parciales.

c) Divisin del Salterio

Cinco libros, en analoga al Pentateuco: I. Sl 1 41; II. Sl 42 72; III. Sl 73 89; IV. Sl 90 106; V. Sl 107 150 (especie de doxologa).

Una prueba de la existencia de colecciones parciales en el salterio son los duplicados (p. ej. Sl 14 y 53; 40, 14-18 y 70; 57, 8-12, 50, 8-14 y 108), como tambin las desigualdad de la utilizacin de los nombres para designar a Dios: Yahv y Elohim, dependiendo de la tradicin del salmo (Yahvista o Elohista).

d) Carcter potico de los salmos

Los salmos son poesas hebreas, por lo tanto tienen diferencias sustanciales a la poesa latina o de las lenguas romances. Para ellos el paralelismo es una especie de rima, no de la palabra, sino del pensamiento; ms que un regalo para el odo es un deleite de la inteligencia (p. ej. Sl 113, 104). El paralelismo puede ser: sinnimo, cuando se repite el mismo pensamiento con formulaciones distintas; antittico, cuando se contrasta un pensamiento con el pensamiento contrario; y sinttico, cuando el segundo miembro desarrolla y complementa el sentido del primero. Este paralelismos se expresa por lo general en dsticos, pero tambin en trsticos, tetrsticos y diversas estrofas. Hay todava otras formas poticas: el alfabetismo, que consiste en comenzar cada verso con una letra del alfabeto hebreo; la anfora, que es la repeticin de una o ms palabras al principio del verso; y la epfora, que es la repeticin de una o ms palabras al final del verso. Otro elemento muy utilizado es el estribillo.

e) Carcter litrgico de los salmos

Tomaron su carcter litrgico en los sacrificios del Templo y en el servicio divino de las sinagogas; incluso algunos salmos traen indicaciones litrgicas.

f) Aspecto musical de los salmos

Algunos se compusieron para ser habitualmente cantados y, por eso, traen ciertas indicaciones que se refieren: a los instrumentos (binegnot = instrumentos de cuerda; nehilot = flautas; al haggitit = arpa o gaita), al modo musical (en octava, con el arpa de ocho cuerdas, para voces de soprano), a las melodas (con la tonadaa de No destruyas Sl 57, 58, 59, 75). Otro indicativo musical es la palabra selah, que puede significar elevacin de voz, pausa o interludio.

g) Texto hebreo de los salmos y versiones

Es un texto que ha sido frecuentemente retocado y glosado para adaptarlos a circunstancias diferentes; adems, ha sido copiado por muchas veces, por eso la enorme cantidad de pasajes defectuosos. La primera versin del texto fue la de los LXX (s. II a.C.); como versiones primarias suelen mencionarse tambin la siriaca (pesitto), la de Aquila, Smmaco y Teodocin y, finalmente la que hizo San Jernimo iuxta hebraeos sobre un texto idntico al masortico. Las dems versiones son secundarias. En el s. IV el nmero de versiones latinas era grandsimo y el papa San Dmaso encomend a San Jernimo la revisin y traduccin, naciendo el Salterio Romano. Pero San Jernimo no qued conforme y emprendi una nueva traduccin, conocida como el Salterio Galicano. En 1941, Pio XII encomend al Pontificio Instituto Bblico la preparacin de una nueva versin de los salmos para el Breviario y en 1945 autoriz el uso del nuevo Salterio en el Culto Divino. Luego, con el Concilio Vaticano II se emprendi una nueva revisin que ha resultado en la Liturgia de las Horas promulgada por Pablo VI.

h) Carcter y contenido de los salmos

Son cantos sagrados que, como una sntesis religioso-histrica, tenan la misin de transfigurar la liturgia sacrificial por medio de la poesa y de la msica, con la finalidad de hacer ms interior y espiritual la ley mosaica y el culto religioso. Segn su carcter literario, podemos distinguir: himnos, con sentido potico y de alabanza (Sl 28, 67, 92, 109); cantos espirituales, cuyo objetivo es la relacin ntima y confiada del alma con Dios (Sl 22, 83, 130); poesa didasclica, alabanza a la virtud con instruccin e invitacin al ejercicio de la misma (Sl 1, 127, 18 b, 118, 36, 72, 77, 105) ; simple plegaria salmdica, expresin de adoracin, alabanza, accin de gracias, penitencia, etc. Con relacin al contenido, tenemos: salmos mesinicos (2, 15, 21, 44, 71, 109); salmos imprecatorios (Sl 36), salmos graduales (Hallel Sl 112 117); salmos penitenciales (Sl 6, 31, 37, 50, 101, 129, 142).

i) Los salmos, Palabra de Dios

El Salterio es de inspiracin divina y, por lo mismo, forma parte de la Sagrada Escritura, cuyos libros han sido escritos bajo inspiracin del Espritu Santo y tienen como autor a Dios. Como lo afirma San Agustn: Para que Dios fuese dignamente alabado por el hombre, se alab a S mismo; y porque l se dign alabarse, por eso encontr el hombre manera de alabarlo en la recitacin de los salmos.

B) Uso del Salterio en la Iglesia

Cristo, los Apstoles y los primeros ncleos cristianos estaban familiarizados con el canto de los salmos en el culto judo. Es cierto que ellos emplearon himnos y cnticos de composicin humana, pero utilizaron principalmente los salmos de la Escritura Sagrada. Por lo tanto, queda claro que los salmos se cantaron en la Iglesia desde las primeras comunidades cristianas.

a) Interpretacin cristiana de los salmos

La Iglesia primitiva comenz a ver en los salmos al mismo Cristo y su obra salvfica: en l se cumplen la ley de Moiss, las profecas y los salmos. Los cristianos buscan en los salmos, ante todo, a Cristo e intentan descubrir los anuncios profticos de su Pasin y de su Resurreccin, pues estn persuadidos de que los acontecimientos de la Pascua constituyen el cumplimiento de los orculos de los salmos. La Iglesia, por su parte, se une a su Seor en la oracin que l dirige al Padre. En el NT los salmos han recibido un incremento interno mayor con la revelacin explcita del Dios uno y trino, de la redencin por Cristo, de la filiacin divina, de la fundacin de la Iglesia, etc.

b) Ttulos de los salmos

En la Liturgia de las Horas promulgada por Pablo VI, cada uno de los salmos va precedido de un ttulo acerca de su sentido e importancia para la vida del creyente.

c) Oraciones slmicas

Son compuestas con las ideas principales del salmo, interpretado en sentido cristiano, para ser recitadas al final de cada uno; son muy antiguas en la vida de la Iglesia. Se conocen tres series: la africana (s. V), que tiene un carcter teolgico muy marcado y es tributaria del pensamiento agustiniano; la espaola (s. VII), cuyo acento es la aplicacin personal, moral o espiritual, de los misterios salvficos; la romana (s. VI), que tiene inters en invocar a Cristo e invita a descubrir los sentimiento de su alma en los salmos.

d) Diversas formas de salmoda

Salmoda responsorial, que procede del culto sinagogal, en donde el salmista desarrolla meldicamente el texto del salmo y el pueblo responde en ciertos momentos con una breve aclamacin; salmoda antifonada, constituida por dos coros que se responden mutuamente en la ejecucin simblica; salmoda directa, que consiste la recitacin de los salmos ininterrumpidamente.

e) Distribucin de los salmos en el Oficio

En la Liturgia de las Horas se han repartido los salmos en un ciclo de 4 semanas; as quedan omitidos muy pocos salmos, mientras que otros, insignes por su tradicin, se repiten con mayor frecuencia y se reservan a los Laudes de la maana, a las Vsperas y Completas salmos adecuados a las respectivas Horas. Para el domingo se usan aquellos salmos que conforme a la tradicin expresan de un modo ms adecuado el misterio pascual. A los viernes se han asignados salmos penitenciales o de Pasin. Para Adviento, Navidad, Cuaresma y Pascua se reservan los salmos 77, 104 y 105, que manifiestan con especial claridad la historia de la salvacin del AT. Se omiten los salmos 57, 82 y 108, en los que predomina el carcter imprecatorio; asimismo se han pasado por alto algunos versos de ciertos salmos. Los salmos demasiado largos se distribuyen a los lardo de varios das dentro de la misma Hora (el Sl 118 est dividido en 22 das en la Hora intermedia). El ciclo de las cuatro semanas se relaciona de tal modo con el ao litrgico que en la primera semana comienza el primer domingo de Adviento, la primera semana per Nahum, el primer domingo de Cuaresma y el primer domingo de Pascua. En las solemnidades y en las fiestas, en el triduo pascual, octavas de Pascua y Navidad, se usan salmos propios, respaldados por la tradicin y cuya oportunidad se aclara mediante una antfona.

2. Los cnticos

Son tomados de otros libros de la Sagrada Escritura. Normalmente estos cnticos se tomaban del AT; del NT slo el Benedictus, el Magnificat y, ms tarde, el Nunc dimittis; luego se han insertando otros que forman parte del cuerpo de la salmodia y estn tomados de las Cartas o del Apocalipsis. Se fueron aadiendo tambin otros cnticos a fin de que cada uno de los das feriales de las cuatro semanas tenga su propio cntico. Los cnticos y los salmos terminan siempre con una doxologa trinitaria.

3. Las antfonas

Originalmente era un modo ms de salmodiar, despus pas a ser el estribillo, uso que evolucion con el tiempo, porque esta praxis que daba mucha variedad al Oficio, pero que lo haca demasiado prolongado, se fue acortando hasta imponerse la costumbre de repetirlo slo al principio y al final del salmo. Hay distintas clases de antfonas: salmdicas, que proceden de un texto del mismo salmo al que acompaan; las evanglicas, que se inspiran o se toman literalmente de los evangelios; las histricas, que reflejan algn episodio especial de la vida del santo que se celebra, o bien sacadas de las Actas de los mrtires; las independientes, cuyo inters es teolgico y eucolgico. Las antfonas ayudan a poner de manifiesto el gnero literario del salmo, lo transforman en oracin personal, iluminan mejor alguna frase digna de atencin, proporcionan a un determinado salmo cierta tonalidad peculiar en ciertas circunstancias y contribuyen en gran medida a poner de manifiesto la interpretacin tipolgica o festiva y pueden hacer agradable y variada la recitacin de los salmos.

4. Las lecturas

Su uso es tan antiguo como la misma Iglesia; como lo afirma Hiplito: Si hay reunin en la Iglesia para la Palabra de Dios, acudan todos con solicitud En los das en los que no existe reunin en la Iglesia, tome la Escritura para leerla. Que el sol naciente vea por la maana la Escritura sobre tus rodillas.

A) Lecturas bblicas

Al principio se ley durante el ao toda la Sagrada Escritura. Luego se escogieron pasajes ms destacados, pero siempre, salvo raras excepciones, segn el sistema de lectura continua. Con los Breviarios particulares se introdujo un orden ms arbitrario. La Liturgia de las Horas contiene una revisin y ordenacin de las lecturas bblicas. Adems, en la celebracin litrgica, la lectura de la Sagrada Escritura siempre va acompaada de la oracin, de modo que la lectura produce frutos ms plenos y a su vez la oracin, sobre todo la de los salmos, es entendida, por medio de las lecturas, de un modo ms profundo y la piedad se vuelve ms intensa. La Liturgia de las Horas se coordina con la Misa, de modo que la lectura de la Escritura en el Oficio complete las lecturas hechas en la Misa ofreciendo as un panorama de toda la historia de la Salvacin. La lectura breve se ha escogido de modo que exprese, e forma concisa y clara, una afirmacin o exhortacin segn la ndole del da litrgico. El criterio seguido en la seleccin de las lecturas breves es el siguiente: en conformidad con la tradicin, se han excluido los Evangelios; en la medida de lo posible se ha mantenido la naturaleza del domingo, y tambin la del viernes y la de las mismas Horas; en Vsperas se indican lecturas slo del NT, pues estn entre dos cnticos del mismo.

B) Lecturas hagiogrficas

Con el nombre de lectura hagiogrfica se designa: el texto de algn Padre o escritor eclesistico que o bien hable directamente del Santo cuya festividad se celebra o que puede aplicrsele rectamente, ya un fragmento de los escritos del Santo en cuestin, ya la narracin de su vida. Se ha cuidado mucho la veracidad histrica y el aprovechamiento espiritual de quienes lean u oigan tales lecturas.

C) Lecturas patrsticas

Son diversos textos tomados de los escritos de los Santos Padres, de los doctores y de otros escritores eclesisticos pertenecientes, ya a la Iglesia Oriental, ya a la Occidental, cuidando no obstante, de conceder el primer lugar a los Santos Padres. La finalidad es la meditacin de la palabra de Dios tal como es entendida por la Iglesia en su tradicin. Porque los escritos de los Santos Padres son testigos preclaros de aquella meditacin de la palabra de Dios, producida a lo largo de los siglos, mediante la cual la Iglesia se afana por conseguir una inteligencia cada vez ms profunda de las Sagradas Escrituras; conduce asimismo a los cristianos al verdadero sentido de los tiempos y de las festividades.

5. Los responsorios

Son frmulas que siguen, como especie de comentario y elemento de distensin, a las lecturas. Hay distintas clases:

A) Los responsorios salmdicos

Constituidos por frases literales de los salmos o formando un centn de frases del mismo salmo o de otros.

B) Los responsorios bblicos extrasalmdicos

Son elaborados segn el modelo de los salmdicos, pero con textos de otros libros de la Sagrada Escritura.

C) Los responsorios histricos

Son frases de las Actas de los mrtires o de la vida de los Santos.

Los responsorios son seleccionados del tesoro tradicional o compuestos de nuevo de forma que arrojen nueva luz para la inteligencia de la lectura que se acaba e hacer, ya sea insertando dicha lectura en la historia de la Salvacin, ya conducindonos desde el AT al NT, ya convirtiendo la lectura en oracin o contemplacin, ya, finalmente, ofreciendo la fruicin variada de sus bellezas poticas.

6. Los himnos

Es un canto; todos los pueblos han admitido los himnos en sus cultos; los mismos libros del NT contienen himnos preciosos de la Iglesia Primitiva. Entre los himngrafos se destacan: en Oriente: San Efrn y San Gregorio Nacianceno; y en Occidente: San Hilario de Poitiers y San Ambrosio. En el CVII se pidi que los himnos se restituyesen a su forma primitiva y se introdujesen otros del repertorio de la Iglesia.

7. Las preces

Con el nombre de preces se designan tanto a las intercesiones de Vsperas como a las invocaciones de los Laudes. Se han editado 1269 frmulas para los das feriales y tiempos privilegiados del ao litrgico, fiestas principales y comn de los Santos. Consta de un elemento precioso de la celebracin de la Liturgia de las Horas, con carcter de intercesin universal y con rico contenido doctrinal y pastoral que aportan a los distintos tiempos y fiestas del ao litrgico. Al final de las preces se inserta la oracin del Padrenuestro.

8. Oraciones feriales

En la distribucin mensual del Salterio, cada da de la semana tiene en Lades y Vsperas oraciones especiales distintas de las de la Misa y adaptadas a esas horas litrgicas. Tambin hay oraciones especiales para las Horas Menores y Completas, diferentes para todos los das de la semana

9. Momentos de silencio

Su finalidad es facilitas la participacin consciente y fructuosa. En la antigedad exista un silencio sagrado despus de cada salmo para reflexionar sobre su contenido.

10 Antfonas mariales al final del Oficio

Los antiguos monasterios tributaron un culto especial a la Madre de Dios e introdujeron en su honor, en lo que respecta al Oficio, ciertas preces votiv