LOS 91 AÑOS DE SERVICIO DEL "ENRIQUE MAYNES"

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LA ISLA Y LOS BARCOS Los 91 años de servido del "Enrique Maynes" Es el viejo "Sagunto", Trasmediteraánea Las siluetas de un frigorífico sueco y un pesquero japonés, con corte de auténtico "whale catcher" enmarcaban en perspectiva la só- lida y maciza del *1Enri¡que May- nes". De las chimeneas de los dos primeros escapaba el leve y rít- mico aliento de los dieseis; en la del veterano carguero esipañol, un negro penacho ponía su nota anti- igua mientras que—en agudo con- traste—del "mambrú" brotaba .¿o de blanco vapor. El ayer y el hoy de la mar se enfrentaban y desde las proas los escobenes ponían su mirar inqui- sitivo. El sueco daba al aire una estampa gallarda y marinera, co- ronando su blandura con azul chi- menea de moderno corte; el pe- queño japonés, de casco verde y con valiente arrufo, escondía la negra chimenea tras el alto puente y se envolvía en la capa sonora del ajetreado trasbordo. El pequeño carguero español lucía sus palos y chimenea en can- delero sobre el negro casco; este, de branque recto, se remataba en toldiüa y popa que, del más puro estilo "whale back", daban fe de sus muchos años. Los extranjeros mostraban sus cascos limpios de remaches y con uniformidad que solo se quebraba en la línea, apenas apreciable, don- de la electricidad soldé. En el ve- terano, la trabazón laboriosa del Por Juan Antonio PAuRON ALBORNOZ Sobre fondo de montañas y ciudad, destaca la estampa antigua del "Enrique Maynes' 1 » (Foto del autor), planchaje saltaba a la vista, así que perdió en 1880 con la entrega como un pasado mejor que se re* j —también por Eeadhead—del "Já- f lejaba en portillos cegados de ca-' tiva" Abarco de muy similares carac- marotes que fueron, Los primeros años del" Sagunto " La segunda mitad del pasado de viento y luz; el vapor de acom- siglo fue pródiga en realidades pasado latir de máquinas fue ru- marineras por lo qote al Mediterrá- bricando por los mares, con el tra- neo español respecta. Aún suenan w firme de su negro penacho, él nombres y ecos de nombres de ar- s fin de la velera navegación. madores—Pucho!, Dómine, Jover, L^ actividades navieras de don Sister, Taya, etc^ue implaron Juan José sister cuMnartm en la e hicieron realidad el logro de fio- fundación de la Valenciana de Na- tas modernas que desplazasen al vegación; esta, en 1875 ordenó a lento ve ero. Había que lograr una i os astilleros J. Readhead, de rapidez y segundad que no garan- Soutll SMeldSj la CÍHls tr U ccíón del tizaban las blancas velas repletas actua l «Enrique Maynes". Llamá- base entonces "Sagunto" y con su máquina de dos cilindros lograba una ináxima de diez nudos, muy i estimable para aquella época. El casco, de hierro, se susbdivi- día en tres bodegas para carga y contaba además con acomodación para 22 pasajeros en primera y 25 en segunda. Durante unios años fue el "flag sh%>" de la Valenciana, categoría teristicas. Amibos aparecen como difumina- dos en las descripciones marineras y portuarias de Blasco, Miró e in- cluso Azorín; eran el orgullo de la bandera blanca con cruz azul que gados de años— volvieron a Cana- rias. El "Sagunto" continuó sus servi- cios sin que su sólido casco y "Gobernador Chacón". económica "compound" mereciesen el relevo que a otros iba llegando. Durante la guerra civil, acoderado a un nmielle de su Valencia de matrícula, se le abrió una via de agua durante un bombardeo; adri- zado, se fue hundiendo lentamente hasta que tocó fondo—dio con la quilla en el marisco, que diría un viejo roncóte—y quedó su cuibierta principal a ras del agua. En 1939 fue rápidamente puesto a flote, reparado y vuelto a la mar; entonces, en su 64 aniversario, ini- ció con el "Aragón" la línea Se- villa-Canarias. El "Aragón", ¡pese a sus años se defendía megor que el pequeño y viejo "Sagunto"; sin embargo, la jperra había comenza- do de nuevo en Eiuropa y la flota mercante española no tenía posibi» lidad de reponer las pérdidas su- fridas en el trienio de lucha. Los "Ciudades" relevaron a la ¡pareja y mientras el "Aragón" marchaba a modernizar, el "Sa- gimto" arrumbó a Santa Isabel de Fernando Poo; las aguas del golto de Biafra comentaron a ser reco- rridas por el veterano correo con cuyo sólido casco no se atrevieron las peligrosas y traicioneras rom- pientes. Las costas que dieron muerte a los "Príncipes de Astu- rias" y "Teide", nada pudieron con la vejez poderosa y el "Sagunto" vuelve a España relevado por el Nueva etapa de vida Habían cambiado ya las condicio- Allí, sobre la máquina para a-uxi- nes en que se desenvolvió la flota liar a las anclas, se mantuvo el ve- distinguía la matrícula de Valen- { mercante nacional; los astilleros, terano hasta que ipudo proseguir iban renovando paulatinamente el su viaje ante la admirada simpatía tonelaje y el ¡menos rentable iba de sus comipañeros en el forzado cía. En 1885 Sister ordena de nuevo a Readhead y el resultado es el "Grao", edición corregida y au- mentada de sus hermanos anterio- res. El Mediterráneo enmarca las ac- tividades de los tres vapores que, en constante ir y venir, recorren sus aguas; las actividades de Sister aumentan y entonces, en pleno 1902, adquiere a la Forwood su "Wazzan" empleado, hasta aquella fecha en el servicio frutero de Canarias. Rebautizado "Cabañal" se incor- pora a la nota de la Valenciana y, siete años más tarde, otro For- wood-—el "Orotava" esta vez—pa- sa a la naviera de Sister con el nnievo nombre de "Villarreal". La Compañía de Vapores Correos de África En 1910 la Valenciana de Nave- ¡¡aquellos años decisivos; tampoco gacion se fusiona con otras y crea cedió cuando, en pleno 1916, se da Afp£í Í-J? 0 ?*. COrr K? S , dC r 1 paso más y la Transmediterrá- Africa; el 'Sagunto" cambia los'nea actual viene al mundo de las colores de su chimenea por el ne- , actividades marineras, grp de la mieva propietaria cuyas j Una vez más cambia el "Sagun- imciales campaban en blanco sabré jto" los distintivos de su chimenea ,1a redondez suave del humeante!, adopta el negro con franja roja i°•' *- j , l de ^«eUos primeros años de. la la iconografía de la época ¡ Transmediterránea; no por ello se ¡eos en guerra. La flota numerosa 1 f res ? ^ característica estampa i de la naviera participó en el es- sigue siendo habitual en s¡us puer- 1 fuerzo de toda la nación durante tos de escala. El " Sagunto " en la Trssmediterránea A finales de la década del veinte la Transmediterránea comienza la renovación de su heredada flota; los astilleros de la Unión Naval de Levante van lanzando nuevas unidades mientras que en otros extranjeros—Krupp y Monfalcone —toman forma nuevos "liners". El "Sagunto", el vietjo "flag ship" de la Valenciana, ve cómo sus más jóvenes compañeros de flota—"Grao" y "Játiva"—termi- nan sus vidas marineras en 1931; uno se desguazó en Málaga y otro en Vigo mientras que, por una de esas jugadas del Destino, los vie- jos "Cabañal" y "Villarreal"—car- quedando relegado al cabotaje. La Transmediterránea comienza a disponer de sus veteranos y tras los "Generalife", "Torras y Bagés" y "Jacinto Verdaguer" correspon- de el turno al "Sagunto"; éste arría el gallardete que sirve de contraseña a la naviera que lo po- ne en venta y pasa a sestear, en espera de un futuro incierto y francamente pesimista dada su mucha edad. Con 77 años de mar vuelve en 1952 a navegar el "Sagunto" con e! nomibre que actualmente lleva y bajo la nueba contraseña de la fir- ma valenciana Merelo-Barbera; re- gresa a sus lares el viejo carguero que, desde este reseñado último cambio, se ha mantenido en servi- cio constante. Solo en dos ocasio- nes ha saltado sai nombre al grito mudo de la prensa y, sobre todo, de la inglesa tan apasionada de la mar y los barcos; en 1954, en via- je a Belfast, fue sorprendido por un furioso temsporal que lo obligó a buscar refugio en Moelfre Bay. fondeadero. En febrero de 1955 salió de Sa- bles d'Olonne para Mantíhester pe- ro sufrió averías en los guardianes del timón y tuvo que regresar a puerto a remolque del "Abeille 28"; una vez estas reparadas, par- tió de nuevo y arribó a su destino donde le visitó el célebre cronista naval Henderson que—bajo el tí- tulo de "Iron Octogenarian"—le dedicó sentida crónica en la pren- sa de Liverpool. Desde entonces han transcurrido 14 años que parece no pesan sobre las férreas cuadernas; éstas sopor- tan ya 91 de mar pero conservan la solidez, lo mismo que la vieja "compound" que le ha traído y lle- vado en miles de sing'aduras. Henderson opinaba que podría al- canzar el siglo; a la vista del tra to cuidadoso que recibe bien pue de realizarse tal pronóstico, errai* lando así al "Galicia" que no fue al desguace hasta haber cumplido centuria larga.

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Artículo de Juan Antonio Padrón Albornoz, periódico El Día, sección "La isla y los barcos",

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LA ISLA Y LOS BARCOS

Los 91 años de servido del "Enrique Maynes"Es el viejo "Sagunto", Trasmediteraánea

Las siluetas de un frigoríficosueco y un pesquero japonés, concorte de auténtico "whale catcher"enmarcaban en perspectiva la só-lida y maciza del *1Enri¡que May-nes". De las chimeneas de los dosprimeros escapaba el leve y rít-mico aliento de los dieseis; en ladel veterano carguero esipañol, unnegro penacho ponía su nota anti-igua mientras que—en agudo con-traste—del "mambrú" brotaba

.¿o de blanco vapor.El ayer y el hoy de la mar se

enfrentaban y desde las proas losescobenes ponían su mirar inqui-sitivo. El sueco daba al aire unaestampa gallarda y marinera, co-ronando su blandura con azul chi-menea de moderno corte; el pe-queño japonés, de casco verde ycon valiente arrufo, escondía lanegra chimenea tras el alto puentey se envolvía en la capa sonoradel ajetreado trasbordo.

El pequeño carguero españollucía sus palos y chimenea en can-delero sobre el negro casco; este,de branque recto, se remataba entoldiüa y popa que, del más puroestilo "whale back", daban fe desus muchos años.

Los extranjeros mostraban suscascos limpios de remaches y conuniformidad que solo se quebrabaen la línea, apenas apreciable, don-de la electricidad soldé. En el ve-terano, la trabazón laboriosa del

Por Juan Antonio PAuRON ALBORNOZ

Sobre fondo de montañas y ciudad, destaca la estampa antigua del "Enrique Maynes'1» (Foto del autor),

planchaje saltaba a la vista, así que perdió en 1880 con la entregacomo un pasado mejor que se re* j —también por Eeadhead—del "Já-f le jaba en portillos cegados de ca-' tiva" Abarco de muy similares carac-marotes que fueron,

Los primeros años del" Sagunto "La segunda mitad del pasado de viento y luz; el vapor de acom-

siglo fue pródiga en realidades pasado latir de máquinas fue ru-marineras por lo qote al Mediterrá- bricando por los mares, con el tra-neo español respecta. Aún suenan w firme de su negro penacho, élnombres y ecos de nombres de ar-s fin de la velera navegación.madores—Pucho!, Dómine, Jover, L^ actividades navieras de donSister, Taya, etc^ue implaron Juan José sister cuMnartm en la

e hicieron realidad el logro de fio- fundación de la Valenciana de Na-tas modernas que desplazasen al vegación; esta, en 1875 ordenó alento ve ero. Había que lograr una ios astilleros J. Readhead, derapidez y segundad que no garan- Soutll SMeldSj la CÍHlstrUccíón deltizaban las blancas velas repletas actual «Enrique Maynes". Llamá-

base entonces "Sagunto" y con sumáquina de dos cilindros lograbauna ináxima de diez nudos, muy

i estimable para aquella época.El casco, de hierro, se susbdivi-

día en tres bodegas para carga ycontaba además con acomodaciónpara 22 pasajeros en primera y 25en segunda.

Durante unios años fue el "flagsh%>" de la Valenciana, categoría

teristicas.Amibos aparecen como difumina-

dos en las descripciones marinerasy portuarias de Blasco, Miró e in-cluso Azorín; eran el orgullo de labandera blanca con cruz azul que

gados de años— volvieron a Cana-rias.

El "Sagunto" continuó sus servi-cios sin que su sólido casco y "Gobernador Chacón".

económica "compound" mereciesenel relevo que a otros iba llegando.Durante la guerra civil, acoderadoa un nmielle de su Valencia dematrícula, se le abrió una via deagua durante un bombardeo; adri-zado, se fue hundiendo lentamentehasta que tocó fondo—dio con laquilla en el marisco, que diría unviejo roncóte—y quedó su cuibiertaprincipal a ras del agua.

En 1939 fue rápidamente puestoa flote, reparado y vuelto a la mar;entonces, en su 64 aniversario, ini-ció con el "Aragón" la línea Se-villa-Canarias. El "Aragón", ¡pese asus años se defendía megor que elpequeño y viejo "Sagunto"; sinembargo, la jperra había comenza-do de nuevo en Eiuropa y la flotamercante española no tenía posibi»lidad de reponer las pérdidas su-fridas en el trienio de lucha.

Los "Ciudades" relevaron a la¡pareja y mientras el "Aragón"marchaba a modernizar, el "Sa-gimto" arrumbó a Santa Isabel deFernando Poo; las aguas del goltode Biafra comentaron a ser reco-rridas por el veterano correo concuyo sólido casco no se atrevieronlas peligrosas y traicioneras rom-pientes. Las costas que dieronmuerte a los "Príncipes de Astu-rias" y "Teide", nada pudieron conla vejez poderosa y el "Sagunto"vuelve a España relevado por el

Nueva etapa de vidaHabían cambiado ya las condicio- Allí, sobre la máquina para a-uxi-

nes en que se desenvolvió la flota liar a las anclas, se mantuvo el ve-distinguía la matrícula de Valen- {mercante nacional; los astilleros, terano hasta que ipudo proseguir

iban renovando paulatinamente el su viaje ante la admirada simpatíatonelaje y el ¡menos rentable iba de sus comipañeros en el forzado

cía.En 1885 Sister ordena de nuevo

a Readhead y el resultado es el"Grao", edición corregida y au-mentada de sus hermanos anterio-res.

El Mediterráneo enmarca las ac-tividades de los tres vapores que,en constante ir y venir, recorrensus aguas; las actividades de Sisteraumentan y entonces, en pleno1902, adquiere a la Forwood su"Wazzan" empleado, hasta aquellafecha en el servicio frutero deCanarias.

Rebautizado "Cabañal" se incor-pora a la nota de la Valencianay, siete años más tarde, otro For-wood-—el "Orotava" esta vez—pa-sa a la naviera de Sister con elnnievo nombre de "Villarreal".

La Compañía de Vapores Correos de ÁfricaEn 1910 la Valenciana de Nave- ¡¡aquellos años decisivos; tampoco

gacion se fusiona con otras y crea cedió cuando, en pleno 1916, se da

Afp£í Í-J?0?*. COrrK?S ,dC r1 paso más y la Transmediterrá-Africa; el 'Sagunto" cambia los'nea actual viene al mundo de lascolores de su chimenea por el ne- , actividades marineras,grp de la mieva propietaria cuyas j Una vez más cambia el "Sagun-imciales campaban en blanco sabré jto" los distintivos de su chimenea

,1a redondez suave del humeante!, adopta el negro con franja rojai ° • ' *- j , lde ^«eUos primeros años de. lala iconografía de la época ¡ Transmediterránea; no por ello se

¡eos en guerra. La flota numerosa 1fres ? ^ característica estampai de la naviera participó en el es- sigue siendo habitual en s¡us puer-1 fuerzo de toda la nación durante tos de escala.

El " Sagunto " en la TrssmediterráneaA finales de la década del veinte

la Transmediterránea comienza larenovación de su heredada flota;los astilleros de la Unión Navalde Levante van lanzando nuevasunidades mientras que en otrosextranjeros—Krupp y Monfalcone—toman forma nuevos "liners".

El "Sagunto", el vietjo "flag

ship" de la Valenciana, ve cómosus más jóvenes compañeros deflota—"Grao" y "Játiva"—termi-nan sus vidas marineras en 1931;uno se desguazó en Málaga y otroen Vigo mientras que, por una deesas jugadas del Destino, los vie-jos "Cabañal" y "Villarreal"—car-

quedando relegado al cabotaje.La Transmediterránea comienza

a disponer de sus veteranos y traslos "Generalife", "Torras y Bagés"y "Jacinto Verdaguer" correspon-de el turno al "Sagunto"; éstearría el gallardete que sirve decontraseña a la naviera que lo po-ne en venta y pasa a sestear, enespera de un futuro incierto yfrancamente pesimista dada sumucha edad.

Con 77 años de mar vuelve en1952 a navegar el "Sagunto" cone! nomibre que actualmente lleva ybajo la nueba contraseña de la fir-ma valenciana Merelo-Barbera; re-gresa a sus lares el viejo cargueroque, desde este reseñado últimocambio, se ha mantenido en servi-cio constante. Solo en dos ocasio-nes ha saltado sai nombre al gritomudo de la prensa y, sobre todo,de la inglesa tan apasionada de lamar y los barcos; en 1954, en via-je a Belfast, fue sorprendido porun furioso temsporal que lo obligóa buscar refugio en Moelfre Bay.

fondeadero.En febrero de 1955 salió de Sa-

bles d'Olonne para Mantíhester pe-ro sufrió averías en los guardianesdel timón y tuvo que regresar apuerto a remolque del "Abeille28"; una vez estas reparadas, par-tió de nuevo y arribó a su destinodonde le visitó el célebre cronistanaval Henderson que—bajo el tí-tulo de "Iron Octogenarian"—lededicó sentida crónica en la pren-sa de Liverpool.

Desde entonces han transcurrido14 años que parece no pesan sobrelas férreas cuadernas; éstas sopor-tan ya 91 de mar pero conservanla solidez, lo mismo que la vieja"compound" que le ha traído y lle-vado en miles de sing'aduras.Henderson opinaba que podría al-canzar el siglo; a la vista del trato cuidadoso que recibe bien puede realizarse tal pronóstico, errai*lando así al "Galicia" que no fueal desguace hasta haber cumplidocenturia larga.