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    LOS HROES DEL OLIMPO

    LOS

    DIARIOSSEMIDIS

    RICK RIORDAN

    Traducido por Danthe93 para thesonofneptune.blogspot.com

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    A la escuela Winston de San Antonio, un lugar seguro para los semidioses

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    ndice

    Carta del Campamento Mestizo El diario de Luke Castellan

    Los peligros de la casa de Hal

    Griegos y romanos RESPUESTA AL MENSAJE CODIFICADO

    Percy Jackson y el bculo de Hermes Entrevista con George y Martha, las serpientes de Hermes Escape de la caverna subterrnea Leo Valdez y la bsqueda de Buford El bunker 9

    La profeca Palabras codificadas

    Bsqueda de palabras olmpicas

    Respuestas (Regreso a la mezcla de palabras)

    Nota de Rick Riordan Hijo de la magia Sobre el autor

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    QUERIDO JOVEN SEMIDIS,

    Tu destino espera. Ahora que has descubierto tu verdadero linaje, debes prepararte para un futurodifcil - luchando con monstruos, aventurndote por el mundo y tratando con temperamentales diosesgriegos y romanos. No te envidio.

    Espero que este volumen te ayude en tus viajes. Tuve que pensar un largo y arduo tiempo antes depublicar estas historias, ya que se me entregaron en estricta confidencia. Sin embargo, tu

    supervivencia es lo primero, y este libro te dar una mirada al interior del mundo de los semidioses -informacin que puede mantenerte con vida.

    Comenzaremos con El diario de Luke Castellan. A travs de los aos muchos lectores y campistasen el campamento mestizo me han pedido contarles la historia de los das tempranos de Luke,aventurndose con Thalia y Annabeth antes de que llegaran al campamento. He sido reacio ahacerlo, pues ni a Annabeth ni a Thalia les gusta hablar sobre aquellos tiempos. La nica informacinque tengo es narrada del puo y letra de Luke, en su diario original entregado a m por Quirn. Creoque es el momento, sin embargo, de compartir un poco de la historia de Luke. Puede ayudarnos aentender qu fall en tan prometedor joven semidis. En este extracto descubrirs cmo Thalia yLuke llegaron a Richmond, Virginia, persiguiendo una cabra mgica, cmo fueron casi destruidos enuna casa del terror, y cmo conocieron una joven nia llamada Annabeth.

    Adems he incluido un mapa de la casa de Halcyon Green en Richmond. A pesar del dao descritoen la historia, la casa ha sido reconstruida, lo cual es muy problemtico. Si vas all, s cuidadoso.Podra aun contener tesoros. Pero ms seguramente contiene monstruos y trampas tambin.

    La segunda historia definitivamente me meter en problemas con Hermes. Percy Jackson y elbculo de Hermes describe un embarazoso accidente del dios de los viajeros, el cual l esperabaresolver discretamente con la ayuda de Percy y Annabeth. Cronolgicamente la historia sucedeentre El ltimo Olmpico y El Hroe Perdido, en los das cuando Percy y Annabeth haban apenascomenzado a salir, antes de que Percy desapareciera. Es un buen ejemplo de cmo la rutina diaria

    de un semidis puede ser interrumpida de un momento a otro por una crisis en el Monte Olimpo.Incluso s slo vas a ir a Central Park por un picnic, siempre lleva tu espada! Hermes me haamenazado con correo lento, psimo servicio de internet y una horrible bolsa de valores si publicoesta historia. Espero que slo est mintiendo.

    Siguiendo esa historia, he proporcionado una entrevista con George y Martha, las serpientes deHermes, as como retratos de importantes semidioses que puedes conocer durante tus misiones.Este incluye la primera imagen de Thalia Grace. A ella en verdad no le gusta tener su retratodibujado, pero logramos convencerla slo esta vez.

    La siguiente Leo Valdez y la bsquedade Buford te llevara tras las bambalinas del bunker 9 cuando

    Leo intenta construir su mximo barco volador, ElArgo II(alias la grandiosa mquina de guerra).

    Aprenders que los encuentros con monstruos pueden suceder incluso en los lmites delcampamento mestizo, y en este ejemplo, Leo se mete en algunos potencialmente catastrficosproblemas incluyendo psicticas chicas fiesteras, mesas andantes, y materiales explosivos. Inclusocon la ayuda de Piper y Jason, no es claro si ser capaz de sobrevivir a lo que sucede.

    Incluir tambin un diagrama del bunker 9, aunque debes ser consciente que es slo un bosquejoNadie, ni siquiera Leo, ha descubierto todos los pasajes secretos, los tneles y los cuartos ocultosdel bunker. Slo podemos suponer cun grande y complicado es realmente el lugar.

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    Finalmente la historia ms peligrosa de todas: Hijo de la magia. El tema es tan delicado que yomismo no pude escribirla. No haba una forma que yo pudiera acercarme lo suficiente al jovensemidis Alabaster para entrevistarlo. l me habra reconocido como agente del campamentomestizo y probablemente me habra destruido en el acto. Mi hijo, Haley, sin embargo, fue capaz deganarse el acceso a sus secretos. Haley, quien ahora tiene diecisis, la misma edad de PercyJackson, escribi Hijo de la magia especialmente para este libro, y tengo que decir que logrresponder algunas preguntas que eran un misterio incluso para m. Quin controla la niebla?, y

    cmo? Por qu los monstruos son capaces de sentir semidioses? Qu le paso a los semidiosesque pelearon en el ejrcito de Crono durante la invasin de Manhattan? Todas estas preguntas sontratadas en Hijo de la magia. Encontraras que emite luz en una enteramente nueva yextremadamente peligrosa parte del mundo de Percy Jackson.

    Espero que los Diarios semidis te ayuden a prepararte para tus propias aventuras. Como Annabethdira, el conocimiento es un arma. Te deseo suerte, joven lector. Mantn tu armadura y armas amano. Permanece atento. Y recuerda, no ests solo!

    Atentamente,

    Rick Riordan

    Escriba mayor

    Campamento Mestizo

    Long Island, New York

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    EL DIARIO

    DELUKE CASTELLAN

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    MI NOMBRE ES LUKE.

    Sinceramente, no s si ser capaz de continuar con este diario. Mi vida es una locura. Pero lepromet al viejo que lo intentara. Despus de lo que pas hoy bien, se lo debo.

    Mis manos estn temblando mientras me siento aqu de guardia. No puedo sacar las horriblesimgenes de mi cabeza. Tendr unas pocas horas hasta que las chicas despierten. Quizs siescribo la historia, ser capaz de olvidarla.

    Probablemente deba comenzar con la cabra mgica.

    Por tres das, Thalia y yo habamos estado siguiendo la cabra a travs de Virginia. No estaba seguropor qu. Para m, la cabra no pareca nada especial, pero Thalia estaba ms nerviosa de lo quenunca la haba visto antes. Estaba convencida de que la cabra era alguna clase de seal de su pap,Zeus.

    Si, su pap es un dios griego. Al igual que el mo. Somos semidioses. Si piensas que suena genial,pinsalo de nuevo. Los semidioses son imanes de monstruos. Todos esos desagradables griegosantiguos como las furias y las harpas y las gorgonas todava existen, y ellas pueden sentir hroescomo nosotros a kilmetros de distancia. Por eso, Thalia y yo dedicbamos todo nuestro tiempo aescapar por nuestras vidas. Nuestros sper poderosos padres ni siquiera nos hablaban, muchomenos nos ayudaban. Por qu? S intentara explicarlo, llenara todo este diario, as que proseguir.

    De todas maneras, esta cabra poda aparecer en momentos aleatorios, siempre en la distancia.Donde sea que intentramos atraparla, la cabra podra desaparecer y aparecer ms lejos, como si

    nos estuviera guiando a algn lugar.

    Yo, la habra dejado en paz. Thalia no explicara por qu pensaba que era importante, pero ella y yohabamos estado aventurndonos juntos suficiente tiempo que yo haba aprendido a confiar en su

    juicio. As que seguimos la cabra.

    Temprano en la maana, la seguimos en Richmond. Caminbamos con dificultad a travs de unestrecho puente sobre un lento rio verde, al lado de boscosos parques y cementerios de la guerracivil. Mientras nos acercbamos al centro de la ciudad, nos hacamos camino a travs desomnolientos vecindarios de casas adosadas de ladrillo rojo acuadas muy juntas, con porches decolumnas blancas y pequeos jardines.

    Imagin todo lo habitual de las familias que vivan en esas acogedoras casas. Me pregunte cmosera tener un hogar, saber de dnde vendra mi prxima comida, y no tener que preocuparse porser comido por monstruos cada da. Yo escap cuando slo tena nueve - hace cinco aos.Escasamente recuerdo cmo es dormir en una cama de verdad.

    Despus de caminar otra kilometro, mis pies se sentan como si se estuvieran derritiendo dentro demis zapatos. Yo esperaba que pudiramos encontrar un lugar para descansar, tal vez conseguir algode comida. En cambio, encontramos la cabra.

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    La calle que estbamos siguiendo se comunicaba con un gran parque circular. Majestuosasmansiones de ladrillo rojo daban a la glorieta. En la mitad del crculo, encima de un pedestal demrmol de seis metros, haba un hombre de bronce sentado sobre un caballo. Pastando en la basedel monumento estaba la cabra.

    Escndete! - Thalia me empuj detrs de una fila de rosales.

    Es slo una cabra, dije por la millonsima vez. Por qu -?

    Es especial, Thalia insisti. Uno de los animales sagrados de mi pap. Su nombre es Amaltea

    Ella nunca antes haba mencionado el nombre de la cabra. Me pregunt por qu sonaba tannerviosa.

    Thalia no le teme a muchas cosas. Slo tiene doce, dos aos menor que yo, pero si la vierascaminando por la calle despejaras el camino. Viste botas de cuero negro, jeans negros, y unachaqueta rada de cuero tachonada de botones punk rock. Su cabello es oscuro y picado como el deun animal salvaje. Sus intensos ojos azules te perforan como si estuviera pensando la mejor formade hacerte papilla.

    Cualquier cosa que la asustara, tena que tomarla en serio.

    As que has visto esta cabra antes? pregunt.

    Ella asinti de mala gana con la cabeza. En Los ngeles, la noche que escap de casa. Amaltea megui fuera de la ciudad. Y despus, la noche que t y yo nos conocimos ella me gui hacia ti.

    Mir fijamente a Thalia. Hasta donde yo saba, nuestro encuentro haba sido un accidente.Literalmente nos chocamos el uno contra el otro en una cueva de dragn a las afueras de Charlestony nos unimos para mantenernos con vida.

    Thalia nunca haba mencionado una cabra.Hasta donde saba de su antigua vida en Los ngeles, a Thalia no le gustaba hablar sobre eso. Larespetaba mucho para curiosear. Saba que su mam se haba enamorado de Zeus. EventualmenteZeus la haba botado, como los dioses tienden a hacer. Su mam se puso como una fiera, bebiendoy haciendo cosas alocadas No s los detalles hasta que finalmente Thalia decidi escapar. Enotras palabras, su pasado era muy similar al mo.

    Tom una temblorosa inhalacin. Luke cuando Amaltea aparece, algo importante est por pasaralgopeligroso. Ella es como una advertencia de Zeus, o una gua

    A qu?

    No lo s pero mira Thalia apunto al otro lado de la calle. Esta vez no est desapareciendo.Debemos estar cerca de donde sea que nos este guiando

    Thalia estaba en lo correcto. La cabra slo estaba parada ah, a menos de noventa metros,satisfecha mordisqueando el pasto en la base del monumento.

    Yo no era experto en animales de corral, pero Amaltea luca muy extraa ahora que estbamoscerca. Tena cuernos en espiral como un carnero, pero las ubres hinchadas de una oveja joven. Y su

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    lanudo pelaje gris brillaba? Espirales de luz parecan aferrarse a ella como una nube de nen,hacindola lucir borrosa y fantasmal.

    Un par de carros giraron alrededor de la rotonda, pero nadie pareca notar la cabra radioactiva. Esono me sorprendi. Hay alguna clase de camuflaje mgico que impide a los mortales ver la verdaderaapariencia de los monstruos y los dioses. Thalia y yo no estbamos seguros de cmo esta fuerza erallamada o cmo trabajaba, pero era muy poderosa. Los mortales podran ver la cabra como unsimple perro callejero, o no podran verla en absoluto.

    Thalia agarr mi mueca. Vamos. Intentemos hablarle

    Primero nos escondemos de la cabra, dije. Ahora, quieres hablarle?

    Thalia me sac de los rosales y me jal a la mitad de la calle. No protest. Cuando a Thalia se lemete una idea en la cabeza, slo tienes que aceptarla. Ella siempre consigue lo que quiere.

    Adems, yo no poda dejarla ir sin m. Thalia haba salvado mi vida docenas de veces. Ella es minica amiga. Antes de que nos conociramos, yo haba viajado por aos solo, en solitario ymiserable. De vez en cuando me haca amigo de un mortal, pero siempre que les contaba la verdad

    sobre m, ellos no entendan. Les confesara que era el hijo de Hermes, el mensajero inmortal con lassandalias aladas. Les explicara que los monstruos y los dioses griegos eran reales y estaban muyvivos en el mundo moderno. Mis amigos mortales diran, Eso es tan genial, deseara ser unsemidis! Como si fuera alguna clase de juego. Siempre terminaba yndome.

    Pero Thalia entenda. Ella era como yo. Ahora que la haba encontrado, estaba determinado aquedarme con ella. Si ella quera seguir una cabra mgica incandescente, entonces lo haremos,incluso si tengo un mal presentimiento sobre eso.

    Nos acercamos a la estatua. La cabra no nos presto atencin. Ella mastic un poco de pasto, luegotopet sus cuernos contra la base de mrmol de la estatua. Una placa de bronce deca: Robert E.

    Lee. Yo no saba mucho de historia, pero estaba muy seguro que Lee era un general que perdi unaguerra. Eso no me pareci un buen augurio.

    Thalia se arrodill al lado de la cabra. Amaltea?

    La cabra gir. Tena tristes ojos mbar y un collar de bronce alrededor del cuello. Luz blanca borrosahumeaba alrededor de su cuerpo, pero lo que realmente llam mi atencin fueron sus ubres. Cadapezn estaba marcado con letras griegas, como tatuajes. Poda leer un poco de griego antiguo eraalguna clase de habilidad natural de los semidioses, creo. Los pezones decan: nctar, leche, agua,Pepsi,presione aqu para hielo, y gaseosa diettica. O quizs le mal. Eso espero.

    Thalia mir la cabra a los ojos. Amaltea, qu quieres que haga? Mi pap te envi?

    La cabra me mir. Pareca un poco ofendida, como si yo estuviera inmiscuyndome en unaconversacin privada.

    Retroced un paso, resistiendo el impulso de agarrar mi arma. Oh, por cierto, mi arma era un palo degolf. Adelante rete. Yo sola tener una espada de bronce celestial, el cual es mortal para losmonstruos, pero la espada se derriti en acido (larga historia). Ahora todo lo que tengo es un hierronueve que llevaba en mi espalda. No exactamente pico. Si la cabra nos atacara en comando,estara en problemas.

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    Aclar mi garganta. Um, Thalia, ests segura de que esta cabra es de tu pap?

    Es inmortal, Thalia dijo. Cuando Zeus era un beb, su mam Rea lo escondi en una cueva -

    Pues Crono quera comrselo? He odo esa historia en algn lugar, cmo el antiguo rey de losTitanes engulla sus propios hijos.

    Thalia asinti con la cabeza. As que esta cabra, Amaltea, cuid al beb Zeus en su cuna. Ella lo

    amamant

    Con gaseosa? Pregunt.

    Thalia frunci el ceo. Qu?

    Lee las ubres, dije. La cabra tiene cinco sabores ms un dispensador de hielo

    Blaaaah, dijo Amaltea.

    Thalia le dio palmaditas en la cabeza a la cabra. Est bien, l no quiso insultarte. Por qu nosguiaste hasta aqu, Amaltea? A dnde quieres que vaya?

    La cabra topet su cabeza contra el monumento. Desde arriba vino el sonido de metal chirriando.Mire hacia arriba y vi al general Lee de bronce mover su brazo derecho.

    Casi me escond detrs de la cabra. Thalia y yo habamos peleado antes con varias estatuas que semovan. Eran llamados autmatas, y eran malas noticias. No estaba ansioso por enfrentarme aRobert E. Lee con un hierro nueve.

    Afortunadamente, la estatua no atac. l simplemente apunt al otro lado de la calle.

    Le di a Thalia una mirada nerviosa.Qu sucede?

    Thalia asinti con la cabeza en la direccin que la estatua estaba apuntando.

    Al otro lado de la rotonda haba una mansin de ladrillo rojo cubierta de hiedra. A cada lado, enormesrboles de roble chorreados de musgo espaol. Las ventanas de la casa estaban cerradas yoscuras. Separadas columnas blancas flanqueaban el porche delantero. La puerta estaba pintadanegro pizarra. Incluso en una brillante maana soleada, el lugar luca sombro y escalofriante comouna casa embrujada de Lo que el viento se llev.

    Mi boca se senta seca.La cabra quiere que vayamos all?

    Blaah Amaltea baj su cabeza como asintiendo.

    Thalia toc los cuernos curvos de la cabra. Gracias Amaltea, co - confo en ti

    No estaba seguro por qu, considerando cun asustada Thalia pareca.

    La cabra me molestaba, y no slo porque expendiera productos Pepsi. Algo estaba fastidindome enel fondo de mi mente. Pens que oira otra historia de la cabra de Zeus, algo sobre eseincandescente pelaj

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    De repente la niebla se hizo ms densa y aument alrededor de Amaltea. Una nube de tormentaminiatura la envolvi. Relmpagos titilaron a travs de la nube. Cuando la niebla se disolvi, la cabrahaba desaparecido.

    Ni siquiera haba conseguido probar el dispensador de hielo.

    Mir al otro lado de la calle a la deteriorada casa. Los rboles cubiertos de musgo a ambos ladosparecan garras, esperando para sujetarnos.

    Ests segura de esto? Le pregunte a Thalia.

    Ella gir hacia m. Amaltea me gua a cosas buenas. La ltima vez que apareci, me gui hacia ti

    El cumplido me calent como una taza de chocolate caliente. Soy un tonto de esa manera. Thaliapuede mostrar esos ojos azules, darme una palabra amable, y puede conseguir que haga ms omenos cualquier cosa. Pero no poda evitar preguntarme: De vuelta a Charleston, la cabra la habaguiado a m, o slo la haba guiado a la cueva del dragn?

    Espir. Est bien. Mansin espeluznante, all vamos

    La aldaba de latn tena la forma de la cara de Medusa, lo cual no era una buena seal. Las tablasdel suelo del porche crujieron bajo nuestros pies. Las contraventanas estaban desmoronndose,pero el vidrio estaba mugriento y cubierto al otro lado con cortinas oscuras, as que no podamos verdentro.

    Thalia llam a la puerta.

    No abrieron.

    Ella sacudi el pomo, pero pareca cerrado. Yo estaba esperando que ella decidiera rendirse. Encambio me mir expectante. Puedes hacer lo tuyo?

    Apret mis dientes. Odio hacer lo mo

    A pesar que nunca he conocido a mi pap y en verdad no quiero, comparto algunos de sus talentos.Junto con ser el mensajero de los dioses, Hermes es el dios de los comerciantes Lo cual explicapor qu soy bueno con el dinero y los viajeros, lo cual explica por qu el estpido divino dej a mi

    mam y nunca regres. Tambin es el dios de los ladrones. Ha robado cosas como oh, los bueyesde Apolo, mujeres, buenas ideas, billeteras, la cordura de mi mam, y mi oportunidad de una vidadecente.

    Lo siento, son amargo?

    De todos modos, por ser mi pap la divinidad de los robos, he tenido algunas habilidades que no megusta revelar.

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    Puse mi mano sobre la cerradura de pestillo de la puerta. Me concentr, sintiendo los pernos internosque controlaban el pasador. Con un clic, el cerrojo se desliz. La cerradura en el pomo fue inclusoms fcil. Le di unos golpecitos, la gir, y la puerta se abri.

    Eso es tan genial, Thalia murmur, aunque me haba visto hacerlo docenas de veces.

    La entrada irradiaba un maligno olor agrio, como el aliento de un hombre muerto. Thalia entr conpaso firme de todas formas. Yo no tena muchas opciones excepto seguirla.

    Dentro haba un saln de baile pasado de moda. Arriba en lo alto una lmpara de araa brillaba conchucheras de bronce celestial puntas de flecha, pedazos de armaduras, y mangos rotos deespadas Todo arrojando un enfermizo brillo amarillo por el cuarto. Dos vestbulos llevaban a laizquierda y a la derecha. Una escalera envolva la pared trasera. Pesadas cortinas bloqueaban lasventanas.

    El lugar debi ser impresionante una vez, pero ahora estaba destrozado. El piso de mrmolajedrezado estaba cubierto de lodo y material crujiente muerto, que yo esperaba slo fuera salsa detomate. En una esquina, un sof haba sido destripado. Varias sillas de caoba haban sido reducidasa astillas. En la base de las escaleras haba sido colocada una pila de latas, trapos, y huesos

    huesos de tamao humano.

    Thalia sac su arma de su cinturn. El cilindro de metal pareca una lata de gas de defensa personal,pero cuando la movi rpidamente, se expandi hasta que estaba sosteniendo una lanza de tamaoestndar con punta de bronce celestial. Yo agarr mi palo de golf, el cual no estaba ni cerca de sertan genial.

    Comenc a decir, Tal vez esto no es una buena

    La puerta se cerr de un portazo detrs de nosotros.

    Embest contra el pomo y lo jal. No hubo suerte. Presion mi mano sobre la cerradura y dese que

    se abriera. Esta vez no pas nada.

    Alguna clase de magia, dije. Estamos atrapados

    Thalia corri a la ventana ms cercana. Trat de abrir las cortinas, pero la pesada tela negra seenvolvi en sus manos.

    Luke! ella grit.

    Las cortinas se licuaron en lminas de aceitoso fango como lenguas gigantes negras. Ellasrebosaron sus brazos y cubrieron su lanza. Sent como si mi corazn estuviera tratando de salrseme

    por la boca, cargu contra las cortinas y las golpe con mi palo de golf.El rebosar se estremeci y volvi a ser tela el suficiente tiempo para liberar a Thalia. Su lanza hizo unruido estrepitoso en el suelo.

    La arrastr cuando las cortinas volvieron a rebosar y trataron de atraparla. Las lminas de lodoazotaron el aire. Afortunadamente, ellas parecan ancladas a las barras para colgar cortinas.Despus de unos pocos intentos fallidos ms por atraparnos, el rebosar se apacigu y volvieron aser cortinas.

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    Thalia temblaba en mis brazos. Su lanza yaca cerca, echando humo como si hubiera sido baadaen acido.

    Ella levant sus manos. Estaban humeantes y ampolladas. Su cara palideci como si fuera a tenerun shock.

    Resiste! La baj al suelo y hurgu en mi mochila. Resiste, Thalia. Lo tengo

    Finalmente encontr mi botella de nctar. La bebida de los dioses puede curar heridas, pero labotella estaba casi vaca. Vert lo que quedaba en las manos de Thalia. El vapor se disip. Lasampollas se desvanecieron.

    Vas a estar bien, dije. Slo descansa

    No - no podemos Su voz era temblorosa, pero logr levantarse. Ella mir las cortinas con unamezcla de miedo y asco. Si todas las ventanas son como esas, y la puerta est cerrada -

    Encontraremos otra salida, promet.

    Este no pareca el momento para recordarle que nosotros no habramos estado aqusi no fuera por

    la estpida cabra.

    Consider nuestras opciones: una escalera haca arriba, o dos vestbulos oscuros. Entorn el pasillode la izquierda. Pude distinguir un par de pequeas luces rojas brillando cerca al suelo. Quizsluces nocturnas para nios?

    Entonces las luces se movieron. Oscilaron arriba y abajo, hacindose ms brillantes y cercanas. Ungruido hizo que se me pusieran los pelos de punta.

    Thalia hizo un sonido ahogado. Um, Luke

    Ella apunt al otro vestbulo. Otro par de brillantes ojos rojos nos miraron desde las sombras. Deambos vestbulos vena un extrao sonido hueco clack, clack, clack, como alguien tocandocastauelas de hueso.

    Las escaleras lucen muy bien, dije.

    Como en respuesta, la voz de un hombre grit desde algn lugar encima de nosotros: Si, poraqu

    Quin eres? grit.

    Dense prisa, la voz nos rega, pero no sonaba emocionado.

    A mi derecha, la misma voz retumb, Dense prisa. Clack, clack, clack.

    Mir de nuevo. La voz pareca haber venido de la cosa en el vestbulo la cosa con los ojosbrillantes. Pero cmo podra una voz venir desde dos lugares diferentes?

    Entonces la misma voz nos llam desde el vestbulo de la izquierda. Dense prisa. Clack, clack,clack.

    Ya me haba enfrentado antes con algunas escalofriantes cosas perros que escupen fuego,escorpiones venenosos y dragones sin mencionar un par de aceitosas cortinas negras comedorasde hombres. Pero algo sobre esas voces retumbando a m alrededor, esos brillantes ojos avanzando

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    de ambas direcciones, y los raros sonidos repiqueteando me hacan sentir como un ciervo rodeadode lobos. Cada musculo de mi cuerpo se tens. Mis instintos decan, corre.

    Tom la mano de Thalia y fuimos corriendo a las escaleras.

    Luke

    Vamos!

    Si es otra trampa

    No tenemos eleccin

    Salt las escaleras, arrastrando a Thalia conmigo. Saba que ella tena razn. Podramos estarcorriendo directo a nuestras muertes, pero tambin saba que tenamos que escapar de esas cosasque estaban abajo.

    Tena miedo de mirar atrs, pero poda or las criaturas acercarse gruendo como linces,golpeando a travs del piso de mrmol con un sonido como cascos de caballo. Qu Hades eran?

    En lo alto de las escaleras, nos zambullimos en otro pasillo. Dbilmente titilaban candelabros depared haciendo lucir las puertas a lo largo de ambos lados parecer bailar. Salt sobre una pila dehuesos, accidentalmente pateando un crneo humano.

    En algn lugar delante de nosotros, la voz del hombre grit, Por aqu! Son ms urgido que antes.La ltima puerta a la izquierda! Dense prisa!

    Detrs de nosotros las criaturas repitieron sus palabras: A la izquierda! Dense prisa!

    Tal vez las criaturas slo estaban imitando como loros. O tal vez la voz en frente de nosotros tambinperteneca a un monstruo. Aun as algo en el tono del hombre se sinti real. Son solo y miserable,como un rehn.

    Tenemos que ayudarlo, Thalia declar, como si hubiera ledo mis pensamientos.

    Si, asent.

    Embestimos haca delante. El corredor se hizo ms deteriorado papel de colgadura descascaradocomo corteza de rbol, candelabros hechos aicos. La alfombra estaba rasgada en tiras y cubiertacon huesos. Luz se filtraba de la parte inferior de la ltima puerta a la izquierda.

    Detrs de nosotros, el golpeteo de cascos se hizo ms fuerte.

    Alcanzamos la puerta y me lanc contra ella, pero se abri por s sola. Thalia y yo camos dentro,

    plantando nuestras caras en la alfombra.

    La puerta se cerr de un portazo.

    Fuera las criaturas grueron de frustracin y pelearon contra las paredes.

    Hola, dijo la voz de hombre, mucho ms cerca ahora. Lo siento mucho

    Mi cabeza estaba dando vueltas. Pens que lo haba odo a mi izquierda, pero cuando levant lamirada, l estaba parado justo en frente de nosotros.

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    l vesta botas de piel de serpiente y un traje veteado verde y marrn que podra estar hecho delmismo material. Era alto y cadavrico, con cabello gris de punta tan salvaje como el de Thalia.Pareca un Einstein muy viejo, enfermizo, vestido a la moda.

    Sus hombros cayeron. Sus tristes ojos verdes estaban subrayados con bolsas. Pudo ser guapo unavez, pero la piel de su cara estaba suelta como si hubiera sido parcialmente desinflado.

    Su cuarto estaba organizado como un apartamento de un solo piso. A diferencia del resto de la casa,

    estaba en aceptable forma. Contra la pared del fondo, haba una cama doble, un escritorio con unacomputadora, una ventana cubierta con cortinas oscuras como las de abajo. Junto a la paredderecha se encontraba un estante para libros, una pequea cocina, y dos entradas una daba albao, la otra a un gran armario.

    Thalia dijo, Um, Luke

    Ella apunt a nuestra izquierda.

    Mi corazn casi estall dentro de mi caja torcica.

    El lado izquierdo del cuarto tena una fila de barrotes de hierro como una celda. Dentro estaba la mshorripilante exhibicin de zoolgico que haya visto nunca. El piso de grava estaba cubierto de huesosy pedazos de armadura, y merodeando de ac para all haba un monstruo con cuerpo de len ypelaje rojo ladrillo. En vez de garras tena cascos como un caballo, y su cola azotaba como un ltigo.Su cabeza era una mezcla de caballo y lobo con orejas puntiagudas, un hocico alargado, y labiosnegros que lucan inquietantemente humanos.

    El monstruo gru. Por un segundo pens que estaba llevando uno de esos protectores bucales quelos boxeadores usan. En vez de dientes, tena dos solidas lminas de hueso con forma de herradura.

    Cuando abri su boca, las lminas de hueso hicieron el chirriante clack, clack, clackque haba odoabajo.

    El monstruo fij sus brillantes ojos rojos en m. Saliva gote desde sus extraos caballetes huesudos.Quera correr, pero no haba a dnde ir. Poda aun or las otras criaturas por lo menos dos de ellas

    gruendo fuera en el vestbulo.

    Thalia me ayud a ponerme de pie. Agarr su mano y encar al hombre.

    Quin eres? exig. Qu es esa cosa en la jaula?

    El viejo hizo una mueca. Su expresin estaba tan llena de miseria que pens que podra llorar. Abrisu boca, pero cuando habl, las palabras no venan de l.

    Como algn horrendo acto de ventriloquia, el monstruo habl por l, en la voz del viejo: Soy HalcyonGreen. Estoy terriblemente apenado, pero ustedes estn en la jaula. Ustedes han sido atrados aqupara morir

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    semidioses. Fue la forma de Apolo de recordarme, para siempre, que mi voz slo guiara a otros a superdicin.

    Un sabor a cobre por el enfado llen mi boca. Ya saba que los dioses podan ser crueles. Miholgazn pap me haba ignorado por catorce aos. Pero la maldicin de Halcyon Green erasimplemente mala. Era malvola.

    Debiste defenderte, dije. No merecas esto. Escapa. Mata los monstruos. Te ayudaremos

    l tiene razn, Thalia dijo. l es Luke, por cierto. Soy Thalia. Hemos luchado contra un montn demonstruos. Tiene que haber algo que podamos hacer, Halcyon

    Llmenme Hal, la leucrota dijo. El viejo neg con la cabeza sin nimo. Ustedes no entienden. Noson los primeros en venir aqu. Me temo que todos los semidioses sienten que hay esperanzacuando llegan por primera vez. A veces intento ayudarlos. Nunca funciona. Las ventanas estasprotegidas por mortales cortinas

    Ya me di cuenta, Thalia murmur.

    y la puerta est fuertemente hechizada. Los dejar entrar, pero no salir

    Ya lo veremos. Gir y presion mi mano en la cerradura. Me concentr hasta que el sudor chorrepor mi cuello, pero nada pas. Mis poderes eran intiles.

    Se los dije, la leucrota dijo amargamente. Ninguno de nosotros puede irse. Luchar con losmonstruos no sirve de nada. No pueden ser heridos por ningn metal conocido por hombre o dios

    Para probar su punto, el viejo apart un lado de su chaqueta de piel de serpiente, revelando unadaga en su cinturn. Desenvain la hoja de bronce celestial que luca malvada y se acerc a la celdadel monstruo.

    La leucrota le gru. Hal punz entre los barrotes con su cuchillo, justo en la cabeza del monstruo.Normalmente, el bronce celestial desintegrara un monstruo de un golpe. La hoja simplemente reboten el hocico del monstruo, sin dejar marca. La leucrota golpe sus cascos en los barrotes, y Hal sealej.

    Ven? el monstruo habl por Hal.

    As que slo te rendiste? Thalia reclam. Le ayudas a los monstruos a atraernos y esperas quenos maten?

    Hal envain su daga. Lo siento mucho, querida, pero tengo pocas opciones. Tambin estoyatrapado aqu. Si no coopero, los monstruos me dejan morir de hambre. Los monstruos habran

    podido matarlos en el momento que entraron a la casa, pero me usaron para atraerlos al piso dearriba. Me permitieron su compaa por un rato. Mitig mi soledad. Y entonces bien, a losmonstruos les gusta comer al atardecer. Hoy, ser a las 7:03. Le hizo gestos a un reloj digital en suescritorio, el cual marcaba las 10:34 am. Despus de que se hayan ido, sub-subsistir concualquiera de las raciones que lleven

    Mir hambriento mi mochila, y un escalofro recorri mi espalda.

    Eres tan malo como los monstruos, dije.

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    El viejo hizo una mueca de dolor. No me importo mucho si her sus sentimientos. En mi mochila tenados barras de Snickers, un sndwich de jamn, una cantimplora llena de agua, y una botella vacapara nctar. No quera que me mataran por eso.

    Tienen razn de odiarme, la leucrota dijo en la voz de Hal, pero no puedo salvarlos. Al ocaso, esasbarras se levantaran. Los monstruos se los llevaran a la fuerza y los mataran. No hay escapatoria

    Dentro del recinto del monstruo. Un panel cuadrado en el muro del fondo rechin al abrirse. No haba

    notado el panel antes, pero deba llevar a otro cuarto. Dos leucrotas ms acecharon en la jaula. Lostres fijaron sus brillantes ojos en m, sus bocas de lminas huesudas se abrieron con anticipacin.

    Me pregunt cmo los monstruos coman con tan extraas bocas. Como si respondiera a mipregunta, una leucrota recogi un pedazo de armadura en su boca. La pechera de bronce celestialluca lo suficientemente gruesa para detener la estocada de una lanza, pero la leucrota lo sujet conla fuerza de un alicate de presin e hizo un hueco con forma de herradura en el metal.

    Como ven, dijo otra leucrota en la voz de Hal, los monstruos son increblemente fuertes

    Mis piernas se sentan como de espagueti. Los dedos de Thalia se clavaron en mi brazo.

    Hazlos ir, ella suplic. Hal, puedes hacer que se vayan?

    El viejo frunci el cejo. El primer monstruo dijo: Si hago eso, no podremos hablar

    El segundo monstruo sigui en la misma voz: Adems, cualquier intento de escape en que puedanpensar, alguien ms ya lo ha intentado

    El tercer monstruo dijo: No sirven de nada las charlas en privado

    Thalia camin de un lado a otro, tan inquieta como los monstruos. Saben lo que estamos diciendo?Quiero decir, slo hablan, o entienden las palabras?

    La primera leucrota hizo un gemido agudo. Entonces imit la voz de Thalia: entienden laspalabras?

    Mi estomago se revolvi. El monstruo haba imitado perfectamente a Thalia. Si hubiera odo esa vozen la oscuridad, pidiendo ayuda, habra corrido directo a ella.

    El segundo monstruo habl por Hal: Las criaturas son inteligentes, de la forma que los perros soninteligentes. Comprenden emociones y unas pocas frases simples. Pueden atraer su presa gritandocosas como ayuda! pero no estoy seguro de cunto realmente del habla humana entienden. Noimporta. No pueden engaarlos

    Hazlos ir, dije. Tienes una computadora. Escribe lo que quieras decir. Si vamos a morir al ocaso,no quiero que esas cosas me estn mirando fijamente todo el da

    Hal titube. Luego gir a los monstruos y los mir fijamente en silencio. Despus de unos pocosmomentos, las leucrotas grueron. Salieron del recinto y el panel posterior se cerr detrs de ellos.

    Hal me mir. Extendi sus manos como disculpndose, o haciendo una pregunta.

    Luke, Thalia dijo ansiosamente, tienes un plan?

    Todava no, admit. Pero mejor que se nos ocurra uno para el atardecer

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    Era una sensacin extraa, esperar morir. Normalmente cuando Thalia y yo pelebamos conmonstruos, tenamos como dos segundos para inventar un plan. La amenaza era inmediata.

    Vivamos o moramos instantneamente. Ahora llevbamos todo el da atrapados en un cuarto sinnada que hacer, sabiendo que al atardecer las barras de la jaula se levantaran y seramospisoteados hasta la muerte y destrozados por monstruos que no pueden ser asesinados con ningnarma. Entonces Halcyon Green comera mis barras de Snickers.

    La incertidumbre era casi peor que un ataque.

    Parte de mi estaba tentado a dejar al viejo inconsciente con mi palo de golf y darlo como alimento asus cortinas. Entonces al menos no le ayudara a los monstruos a atraer ms semidioses a susmuertes. Pero no poda conseguir hacerlo. Hal era tan frgil y pattico. Adems, su maldicin no erasu culpa. Haba estado atrapado en este cuarto por dcadas, forzado a depender de los monstruos

    por su voz y su supervivencia, forzado a ver otros semidioses morir, todo porque haba salvado lavida de una chica. Qu clase de justicia era esa?

    Todava estaba enfadado con Hal por atraernos aqu, pero entenda porque l haba perdido laesperanza despus de tantos aos. Si alguien mereca un palo de golf en medio de la cabeza, era

    Apolo y todos los otros holgazanes paps dioses olmpicos, de hecho.

    Hicimos inventario del apartamento prisin de Hal. Los estantes para libros estaban llenos de tododesde historia antigua hasta novelas de suspenso.

    Sintanse libres de leer lo que quieran, Hal escribi en su computadora. Slo por favor mi diario no,es personal.

    Puso su mano como proteccin sobre un estropeado libro de cuero verde al lado de su teclado.

    No hay problema, dije. Dud que algn libro nos ayudara, y no poda imaginar que Hal pudieratener algo interesante sobre qu escribir en su diario, estando metido en este cuarto la mayora de suvida.

    Nos mostr el navegador de internet de la computadora. Magnifico. Podramos ordenar pizza y ver alos monstruos comerse el repartidor. No muy til. Supuse que podramos haber enviado un correoelectrnico a alguien pidiendo ayuda, excepto que no tenamos a quien contactar, y nunca habausado correo electrnico. Thalia y yo ni siquiera llevbamos celulares. Descubrimos de la manera

    difcil que cuando los semidioses usan tecnologa, atraen a los monstruos como la sangre atrae a lostiburones.

    Pasamos al bao. Estaba muy limpio considerando cunto tiempo Hal haba vivido aqu. Tena dosmudas ms de ropas de piel de serpiente, aparentemente slo lavadas a mano, colgando de la barrapor encima de la tina. Su botiqun estaba lleno de suministros recogidos de la basura artculos detocador, medicinas, cepillos de dientes, cosas de primeros auxilios, ambrosia y nctar. Intent nopensar de dnde todo esto haba venido mientras esculcaba pero no vi nada que pudiera vencer laleucrota.

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    Thalia cerr de un portazo un cajn con frustracin. No entiendo! Por qu Amaltea me trajo aqu?Los otros semidioses vinieron aqu por la cabra?

    Hal frunci el ceo. Nos hizo seas para que lo siguiramos de vuelta a su computadora. Se encorvsobre el teclado y escribi: Cul cabra?

    No vi ninguna razn para mantenerlo en secreto. Le cont como habamos seguido la brillante cabraexpendedora de Pepsi de Zeus a Richmond, y cmo nos haba sealado esta casa.

    Hal luca desconcertado. Escribi: He odo de Amaltea, pero no s por qu los traera aqu. Los otrossemidioses fueron atrados a la mansin por el tesoro. Supuse que ustedes tambin.

    Tesoro? Thalia pregunt.

    Hal se levant y nos mostr su armario vestidor. Estaba lleno de ms suministros recogidos dedesafortunados semidioses chaquetas mucho ms pequeas que Hal, algunas antorchas pasadasde moda de madera y resina, pedazos de armaduras abolladas, y unas cuantas espadas de broncecelestial que estaban torcidas y rotas. Una perdida. Yo necesitaba otra espada.

    Hal reorden las cajas de libros, zapatos, unos cuantos lingotes de oro, y una pequea cesta dediamantes en la que no pareca interesado, desenterr una caja fuerte cuadrada de metal de mediometro de fondo e hizo un gesto en ella como: Ta-ra.

    Puedes abrirla? pregunt.

    Hal neg con la cabeza.

    Sabes qu hay dentro? Thalia pregunt.

    De nuevo Hal neg con la cabeza.

    Tiene trampas, adivin.

    Hal asinti con la cabeza enfticamente, luego pas un dedo de un lado al otro por su cuello.

    Me arrodill al lado de la caja fuerte. No la toqu, pero mantuve mis manos cerca a la cerradura decombinacin. Sent en mis dedos un hormigueo con calor como si la caja fuera un horno caliente. Meconcentr hasta que pude sentir los mecanismos dentro. No me gust lo que encontr.

    Estacosa es un problema, murmur. Sea lo que sea que este dentro debe ser importante

    Thalia se arrodill a mi lado. Luke, es por esto que estamos aqu. Su voz estaba llena de emocin.Zeus quera que encontrara esto

    La mir escptico. No saba cmo ella poda tener tal fe en su pap. Zeus no la haba tratado nadamejor de lo que Hermes me haba tratado. Adems, un montn de semidioses haban sido tradosaqu. Todos ellos estaban muertos.

    Sin embargo, ella fij sus intensos ojos azules en m, y yo saba que esta era otra ocasin en queThalia se saldra con la suya.

    Suspir. Vas a pedirme que lo abra, no?

    Puedes?

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    Me mord el labio. Quizs la prxima vez que me asocie con alguien, deba escoger alguien que nome guste tanto. Simplemente no poda decirle no a Thalia.

    Han tratado de abrir esto antes, advert. Hay una maldicin en la manija. Supongo que quien latoque arde en una pila de cenizas

    Levante la mirada haca Hal. Su cara se volvi tan gris como su cabello. Tome eso comoconfirmacin.

    Puedes evitar la maldicin? Thalia me pregunt.

    Eso creo, dije. Pero es la segunda trampa por la que estoy preocupado

    La segunda trampa? ella pregunt.

    Nadie ha logrado desencadenar la combinacin, dije. S que es por qu hay un bote de venenolisto para romperse tan pronto como alcanzas el tercer nmero. Nunca ha sido activado

    A juzgar por los ojos abiertos como platos de Hal, esas eran noticias nuevas para l.

    Puedo intentar inhabilitarlo, dije, pero si lo echo a perder, todo el apartamento va a llenarse congas. Moriremos

    Thalia pas saliva. Confi en ti. Slo no lo eches a perder

    Me volv haca el viejo. Quizs podras esconderte en la tina. Ponte algunas toallas mojadas sobretu cara. Podra protegerte

    Hal se movi inquieto. La tela de piel de serpiente de su traje onde como si estuviera vivo, tratandode digerir algo desagradable. Las emociones recorrieron su cara miedo, duda, pero principalmentepena. Supongo que no poda soportar la idea de encogerse de miedo en una tina mientras doschicos arriesgaban sus vidas. O tal vez quedaba un poco de espritu semidis en l despus de todo.Hizo gestos en la caja fuerte como:Adelante.

    Toqu la cerradura de combinacin. Me concentr tan fuerte que sent como si estuviera levantandouna pesa de quinientas libras. Mi pulso se aceler. Un hilo de sudor escurri por mi nariz. Finalmentesent el mecanismo girar. El metal cruji, los interruptores chasquearon, y los cerrojos saltaron.Cuidadosamente evitando la manija, forc con la punta de mis dedos la puerta para abrirla y extrajeun vial intacto de lquido verde.

    Hal espir.

    Thalia me bes en la mejilla, lo cual probablemente no debi haber hecho mientras yo sostena un

    tubo de mortal veneno.

    Eres tanbueno, ella dijo.

    Eso hizo valer el riesgo? S, mucho.

    Estudi la caja fuerte y algo de mi entusiasmo se desvaneci. Eso es todo?

    Thalia estir su brazo y sac un brazalete.

    No pareca mucho, slo una hilera de eslabones plateados pulidos.

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    Thalia la pas alrededor de su mueca y cerr el pestillo. Nada pas.

    Ella puso mala cara. Debi haceralgo. Si Zeus me envi aqu

    Hal hizo palmas con las manos para obtener nuestra atencin. De repente sus ojos parecan casi tanlocos como su cabello. Gesticul salvajemente, pero yo no tena idea de lo que trataba de decir.Finalmente l dio patadas en el suelo por frustracin con su bota de piel de serpiente y nos llev dede vuelta al cuarto principal.

    Se sent en su computadora y empez a escribir. Mir el reloj en su escritorio. Tal vez el tiempopasaba ms rpido en la casa, o tal vez el tiempo slo vuela cuando ests esperando morir, pero yaera pasado el medio da. Nuestro da estaba medio terminado.

    Hal nos mostro la novela corta que haba escrito: Son los nicos!! De hecho tienen el tesoro!! Nopuedo creerlo!! Esa caja fuerte haba sido sellada desde antes que yo naciera!! Apolo me dijo quemi maldicin terminara cuando el dueo del tesoro lo reclamara!! Si eres el dueo

    Haba ms, con muchos ms signos de exclamacin, pero antes de que pudiera terminar de leer,Thalia dijo, Espera. Nunca haba visto este brazalete. Cmo puedo ser la duea? Y si se supone

    que tu maldicin ahora est terminada, eso significa que los monstruos se han ido?

    Un clack, clack, clackdesde el vestbulo respondi la pregunta.

    Frunc el cejo a Hal. Tienes de vuelta tu voz?

    Abri su boca, pero ningn sonido sali. Sus hombros cayeron.

    Quizs Apolo quiso decir que te rescataremos, Thalia dijo.

    Hal escribi una nueva oracin: o quizs muera hoy.

    Gracias,Seor Alentador, dije. Pens quepodaspredecir el futuro, No sabes que pasara?

    Hal escribi: No puedo mirar. Es muy peligroso. Puedes ver lo que me pas la ltima vez que intentutilizar mis poderes.

    Claro, refunfu. No corras el riesgo. Podras estropear la buena vida que llevas aqu

    Yo saba que eso era cruel. Pero la cobarda del viejo me molestaba. l haba dejado que los dioseslo usaran como un saco de boxeo por mucho tiempo. Era tiempo que se defendiera, preferiblementeantes de que Thalia y yo nos convirtiramos en la prxima cena de las leucrotas.

    Hal baj su cabeza. Su pecho estaba temblando y me di cuenta que estaba llorando en silencio.

    Thalia me dio una mirada irritada. Est bien, Hal. No nos vamos a rendir. Este brazalete debe ser larespuesta. Tiene que tener un poder especial

    Hal aspir temblorosamente. Gir a su teclado y escribi: Es plata. Incluso si se convierte en unarma, los monstruos no pueden ser heridos por ningn metal.

    Thalia se volvi hacia m con una peticin silenciosa en sus ojos, como: Tu turno de una idea til.

    Estudi el recinto vacio, el panel de metal a travs del cual los monstruos haban salido. Si la puertano abrira otra vez, y la ventana estaba cubierta con cortinas acidas comedoras de hombres,

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    entonces ese panel podra ser nuestra nica salida. No podramos usar armas de metal. Yo tena unvial de veneno, pero si tena razn sobre esa cosa, podra matar a todos en el cuarto tan prontocomo se dispersara. Pas otra docena de ideas por mi cabeza, rpidamente rechazndolas todas.

    Tenemos que encontrar una clase diferente de arma, decid. Hal, prstame tu computadora

    Hal luca dudoso, pero me cedi su asiento.

    Mir fijamente la pantalla. Sinceramente, nunca haba usado mucho las computadoras. Como dije, latecnologa atrae a los monstruos. Pero Hermes era el dios de la comunicacin, los caminos, y elcomercio. Quizs eso significaba que l tena algo de poder sobre el internet. En verdad yo podrausar un resultado del Google divino en este momento.

    Slo una vez, murmur a la pantalla, s un poco tolerante conmigo. Mustrame que hay un ladopositivo en ser tu hijo

    Qu, Luke? Thalia pregunt.

    Nada, dije.

    Abr el navegador de internet y comenc a escribir. Busqu leucrota, esperando encontrar susdebilidades. El internet no tena casi nada sobre ellas, excepto que eran animales legendarios queatraan a sus presas imitando voces humanas.

    Busqu Armas griegas. Encontr algunas estupendas imgenes de espadas, lanzas, y catapultas,pero dud que pudiramos matar monstruos con JPEGs de baja resolucin. Escrib una lista decosas que haban en el cuarto antorchas, bronce celestial, veneno, barras de Snickers, palo de golf

    esperando que alguna clase de frmula mgica para un rayo letal para leucrotas apareciera. Nohubo tal suerte. Escrib aydenme a matar la leucrota. El resultado ms cercano fue aydenme acurar la leucemia.

    La cabeza me palpitaba. No tena ninguna idea de cunto tiempo haba estado buscando hasta quemir el reloj: cuatro de la tarde. Cmo eraposible?

    Mientras tanto, Thalia haba estado tratando de activar su nuevo brazalete, sin suerte. Lo gir, le diogolpecitos, lo agit, se lo puso en el tobillo, lo tir contra la pared, y lo oscil sobre su cabezagritando Zeus! Nada pas.

    Nos miramos uno al otro, y sabamos que los dos nos habamos quedado sin ideas. Pens en lo queHal Green nos haba dicho. Todos los semidioses empiezan llenos de esperanza. Todos ellos tienenideas para escarpar. Todos ellos fracasan.

    No poda dejar que eso pasara. Thalia y yo habamos sobrevivido a mucho para rendirnos ahora.Pero ni por qu mi vida dependiera de ello (y lo digo literalmente) no poda pensar en algo ms queintentar.

    Hal se acerc e hizo seas al teclado.

    Adelante, dije decado.

    Cambiamos lugares.

    Se nos acaba el tiempo, l escribi. Tratare de predecir el futuro.

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    Thalia frunci el ceo. Pens que habas dicho que era muy peligroso

    No importa, Hal escribi. Luke tiene razn. Soy un viejo cobarde, pero Apolo no puede castigarmepeor de lo que ya lo hizo. Tal vez vea algo que los ayude. Thalia, dame tus manos.

    l se volvi hacia ella.

    Thalia dud.

    Fuera del apartamento, las leucrotas grueron y pelearon contra el pasillo. Sonaban hambrientas.

    Thalia puso sus manos en las de Halcyon Green. El viejo cerr sus ojos y se concentr, de la mismaforma que yo lo hago cuando estoy descifrando una cerradura complicada.

    l hizo una mueca de dolor, luego aspir temblorosamente. Levant la vista hacia Thalia con unaexpresin de simpata. l gir hacia el teclado y titube un largo tiempo antes de comenzar a escribir.

    Ests destinada a sobrevivir hoy, Hal escribi.

    Eso- eso es bueno, cierto?Ella pregunt. Por qu luces tan triste?

    Hal mir fijamente el intermitente cursor. l escribi, Un da pronto, te sacrificaras para salvar a tusamigos. Veo que las cosas son difciles de describir. Aos de soledad. Te quedaras alta y quieta,

    viva pero dormida. Cambiaras una vez, y luego cambiaras otra vez. Tu camino ser triste y solitario.Pero algn da encontraras a tu familia otra vez.

    Thalia apret sus puos. Ella comenz a hablar, luego camin de un lado al otro de la habitacin.Finalmente golpe su palma contra el estante para libros. Eso no tiene sentido. Me sacrificare, perovivir. Cambiando?, durmiendo? Llamas a eso futuro? Ni-ni siquiera tengo una familia. Slo mimam, y no hay forma que vuelva con ella

    Hal frunci los labios. Escribi, Lo siento. No controlo lo que veo. Pero no quera decir tu mam.

    Thalia casi retrocede hasta las cortinas. Se recuper justo a tiempo, pero luca mareada, como siacabara de bajarse de una montaa rusa.

    Thalia? pregunt, tan dulce como pude. Sabes de qu habla?

    Ella me dio una mirada acorralada. No entenda por qu pareca tan desconcertada. Yo saba que aella no le gustaba hablar de su antigua vida en L.A., pero ella me haba dicho que era hija nica, ynunca haba mencionado ningn familiar al lado de su mam.

    No es nada, al fin dijo. Olvdalo. Las habilidades de Hal para adivinar el futuro estn fuera de

    prcticaEstoy muy seguro que ni siquiera Thalia se crea eso.

    Hal, dije. tiene que haber ms. Nos dijiste que Thalia sobrevivira. Cmo? Viste algo acerca delbrazalete? O la cabra? Necesitamos algoque nos ayude

    Neg con la cabeza tristemente. l escribi, no vi nada acerca del brazalete. Lo siento. S un pocode Amaltea, la cabra, pero dudo que sea de ayuda. La cabra amamant a Zeus cuando era un beb.Ms tarde, Zeus la mat y us su piel para hacer su escudo La gida

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    Me rasqu la barbilla. Estaba muy seguro que esa era la historia que haba estado tratando derecordar antes sobre la piel de cabra. Pareca importante, aunque no poda explicar por qu.Entonces, Zeus mat a su propia mam cabra. Tpica cosa que un dios hace. Thalia, sabes algosobre el escudo?

    Ella asinti con la cabeza, claramente aliviada de cambiar el tema. Atenea puso la cabeza demedusa en el frente del mismo y tena el objeto completamente cubierto de bronce celestial. Ella yZeus tomaban turnos para usarlo en batalla. l ahuyentara a sus enemigos

    No vi como la informacin podra ayudar. Obviamente, la cabra Amaltea haba vuelto a la vida. Esosucede con un montn de monstruos mitolgicos eventualmente ellos vuelven a formarse desde elpozo del Trtaro. Pero por qu Amaltea nos haba guiado haca aqu?

    Un mal pensamiento se me vino a la cabeza. Si yo hubiera sido despellejado por Zeus,definitivamente no estara interesado en ayudarlo ms. De hecho, tendra una venganza contra loshijos de Zeus.

    Quizs por eso era que Amaltea nos haba trado a la mansin.

    Hal Green me tendi sus manos. Su sombra expresin me dijo que era mi turno para la adivinacindel futuro.

    Una oleada de temor me inund. Despus de or el futuro de Thalia, yo no quera conocer el mo. Ysi ella sobreviva, y yo no? Y si los dos sobrevivimos, pero Thalia se sacrificara para salvarme enalgn lugar ms adelante, como Hal haba mencionado? No podra soportarlo.

    No, Luke, Thalia dijo amargamente. Los dioses tenan razn. Las profecas de Hal no ayudan anadie.

    El viejo parpade sus ojos aguados. Sus manos eran tan frgiles, era difcil creer que l llevara lasangre de un dios inmortal. l nos haba dicho que su maldicin terminara hoy, de una forma u otra.

    l haba predicho que Thalia sobrevivira. Y si l viera algo en mi futuro que pudiera ayudar, yo lointentara.

    Le di mis manos.

    Hal respir hondo y cerr sus ojos. Su chaqueta de piel de serpiente brill como si estuviera tratandode mudar. Me obligu a mantenerme calmado.

    Pude sentir el pulso de Hal en mis dedos uno, dos, tres.

    Sus ojos se abrieron de repente. Jal sus manos y me mir con terror.

    Est bien, dije. Mi lengua se senta como papel de lija. Supongo que no viste nada bueno

    Hal se volvi a su computadora. Mir fijamente la pantalla tanto tiempo que pens que haba entradoen trance.

    Finalmente l escribi, Fuego. Vi fuego.

    Thalia frunci el ceo. Fuego? Quieres decir hoy? Eso nos va a ayudar?

    Hal alz la vista miserablemente. l asinti con la cabeza.

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    Hay ms, insist. Qu fue lo que te asust tanto?

    l evit mis ojos. Reacio escribi, difcil estar seguro. Luke, tambin vi un sacrifico en tu futuro. Unaeleccin. Pero tambin una traicin.

    Esper. Hal no entr en detalles.

    Una traicin, Thalia dijo. Su tono era peligroso. Quieres decir que alguien traiciona a Luke? Pues

    Luke nunca traicionara a nadie

    Hal escribi, Su camino es difcil de ver. Pero si sobrevive hoy, l traicionara

    Thalia agarro el teclado. Basta! Atraes a los semidioses aqu, luego les quitas la esperanza contus horribles predicciones? No me asombra que los otros se rindieran tal como te rendiste. Erespattico!

    La ira se encendi en los ojos de Hal. No pens que el viejo la tuviera dentro de s, ms se levant.Por un momento, cre que l arremetera contra Thalia.

    Adelante, Thalia gru. Intenta golpearme, viejo. Te queda algo de fuego?

    Paren esto! Orden. Hal Green inmediatamente retrocedi. Podra jurar que el viejo estaba ahoraaterrorizado de m, pero yo no quera saber lo que vio en sus visiones.

    Cualquiera que fueran las pesadillas en mi futuro, primero tena que sobrevivir hoy.

    Fuego dije. Mencionaste fuego.

    l asinti con la cabeza, luego extendi las manos para indicar que no tena ms detalles.

    Una idea zumb en la parte de atrs de mi cabeza. Fuego. Armas griegas. Algunas de lasprovisiones que tenamos en el apartamento la lista que yo haba introducido en el buscador,

    esperando una frmula mgica.

    Qu es eso? Thalia pregunt. Conozco esa mirada. Vas por buen camino

    Djame ver el teclado Me sent en frente de la computadora e hice una nueva bsqueda eninternet.

    Un artculo apareci inmediatamente.

    Thalia mir detenidamente por encima de mi hombro. Luke, eso sera perfecto! Pero yo crea queesa cosa era slo una leyenda

    No lo s, admit. Si es real, cmo lo hacemos? No hay frmula aqu

    Hal golpe el escritorio con sus nudillos para obtener nuestra atencin. Su cara estaba animada. lapunt a sus estantes para libros.

    Libros de historia antigua, Thalia dijo. Hal tiene razn. Un montn de ellos son realmente viejos.Probablemente tengan informacin que no podra estar en internet

    Los tres corrimos hacia los estantes. Comenzamos a sacar libros. Pronto la biblioteca de Hal parecahaber sido golpeada por un huracn, pero al viejo no pareca importarle. l lanzaba ttulos y hojeaba

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    pginas tan rpido como nosotros. De hecho, sin l, nunca habramos encontrado la respuesta.Despus de un montn de infructuosa bsqueda, l vino corriendo deprisa, dando golpecitos a unapgina de un viejo libro encuadernado en cuero.

    Recorr con la vista la lista de ingredientes, y mi entusiasmo aument. Esta es. La frmula del fuegogriego

    Cmo saba que buscar? Quizs mi pap, Hermes, el dios de los muchos oficios, me estaba

    guiando, ya que l tiene talento con las pociones y la alquimia. Tal vez haba visto la frmula enalgn lugar antes, y buscar en el apartamento haba desencadenado ese recuerdo.

    Todo lo que necesitbamos estaba en este cuarto. Haba visto todos los ingredientes cuandohabamos hurgado las provisiones de los semidioses derrotados: resina de las antorchas viejas, unabotella de nctar divino, alcohol del kit de primeros auxilios de Hal

    De hecho, no debo escribir la frmula completa, ni siquiera en este diario. Si alguien la encontrara yaprendiera el secreto del fuego griego bien, yo no quiero ser responsable de quemar el mundomortal.

    Le hasta el final de la lista. Slo faltaba una cosa.

    Un catalizador. Mir a Thalia. Necesitamos un rayo

    Sus ojos se abrieron. Luke, no puedo. La ltima vez

    Hal nos arrastr a la computadora y escribi, Puedes convocar rayos????

    A veces Thalia confes. Es una cosa de Zeus. Pero no puedo hacerlo adentro. E incluso siestuviramos afuera, tendra problemas controlando su cada. La ltima vez, casi mat a Luke

    Los pelos de mi cuello se me pusieron de punta cuando record ese accidente.

    Ser excelente. Trat de sonar seguro. Preparare la mezcla. Cuando est listo, hay una toma decorriente debajo de la computadora. Puedes llamar un rayo dentro de la casa y arrojarlo a travs delalambrado elctrico

    y prenderle fuego a la casa, Thalia aadi.

    Hal escribi, Lo hars de todas maneras si tienes xito. Entiendes cun peligroso el fuego griegoes?

    Tragu saliva. Si. Es fuego mgico. Lo que toque, se quema. No puedes apagarlo con agua, o unextintor, o cualquier otra cosa. Pero si hacemos suficiente para alguna clase de bomba y se la

    tiramos a las leucrotas

    Se quemaranThalia mir al viejo. Dime por favor que los monstruos no son inmunes al fuego

    Hal frunci el ceo. No lo creo, l escribi. Pero el fuego griego convertir este cuarto en un infierno.Se extender por toda la casa en cuestin de segundos.

    Mir el recinto vacio. De acuerdo al reloj de Hal, tenamos aproximadamente una hora antes delatardecer. Cuando esas barras se levanten y las leucrotas ataquen, tendremos una oportunidad Sipudiramos sorprender a los monstruos con una explosin, y si pudiramos de alguna forma

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    Su bolgrafo se cerni sobre la pgina por un largo tiempo. Creo que finalmente entend por qu fuimaldecido, l escribi.Apolo tena razn. A veces en verdad es mejor dejar el futuro en un misterio.

    Hal, tu padre era un imbcil. No merecas

    Hal le dio golpecitos a la pgina instantneamente. Garabate, Slo promteme que continuaras eldiario. Si hubiera comenzado a anotar mis pensamientos ms temprano en mi vida, podra haberevitado algunos errores estpidos. Y una cosa ms

    Puso el bolgrafo en su diario y desengancho la daga de bronce celestial de su cinturn. Me laofreci.

    No puedo, le dije. Quiero decir, lo aprecio, pero soy ms de espadas. Y adems, t vendrs connosotros. Necesitaras esa arma

    Hal neg con su cabeza y puso la daga en mis manos. Regres a escribir: Esa hoja fue un regalo dela chica que salv. Ella me prometi que siempre protegera a su dueo.

    Hal aspir temblorosamente. l deba saber cuan tremendamente irnico esa promesa sonaba, dadasu maldicin. Escribi, Una daga no tiene el poder o el alcance de una espada, pero puede ser unaexcelente arma en las manos correctas. Me sentir mejor sabiendo que t la tienes.

    Su mirada cruz la ma, y finalmente entend lo que estaba planeando. No, dije. Todos podemossalir bien librados. Hal frunci los labios. l escribi, Los dos sabemos que eso es imposible. Puedocomunicarme con las leucrotas. Soy la eleccin lgica para carnada. T y Thalia esperen en elarmario. Atraer los monstruos al bao. Les comprare unos pocos segundos para que alcancen el

    panel de salida antes de que accione la explosin. Es la nica forma que tengan tiempo.

    No, dije.

    Pero su expresin era sombra y determinada. Ya no pareca un viejo cobarde. Pareca un semidis

    listo para salir a luchar.

    No podra creer que estaba ofreciendo sacrificar su vida por dos chicos que acababa de conocer,especialmente despus que haba sufrido por tantos aos. Y aun as, no necesitaba un bolgrafo ypapel para ver lo que estaba pensando. Esta era su oportunidad de redimirse. l podra hacer unaltima cosa heroica, y su maldicin terminara hoy, tal como Apolo haba predicho.

    Garabate algo y me entrego el diario. La ltima palabra que le:promesa.

    Respir hondo, y cerr el libro. Si. Lo prometo

    Un trueno retumb la casa. Los dos saltamos. Sobre el escritorio de la computadora algo sali

    ZZZAP-OP!Humo blanco sali de la computadora, y un olor a llantas quemadas llen el cuarto.

    Thalia se sent sonriendo. La pared detrs de ella estaba ampollada y ennegrecida. La toma decorriente estaba completamente derretida, pero en sus manos, el tarro de jalea de fuego griegoestaba ahora brillando en verde.

    Alguien orden una bomba mgica? ella pregunt.

    Justo entonces, el reloj registr las 7:03. Los barrotes del recinto empezaron a levantarse, y el panelen el fondo empez a abrirse.

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    Se nos acab el tiempo.

    El viejo estir su mano.Thalia, dije. Dale a Hal el fuego griego

    Ella mir una y otra vez entre nosotros. Pero

    l tiene que. Mi voz son ms spera de lo normal. l va a ayudarnos a escapar

    Mientras caa en cuenta del significado de mis palabras, su cara se palideca. Luke, no

    Los barrotes se haban levantado a medio camino del techo. La trampilla rechin al abrirselentamente. Una pezua roja empuj su paso a travs de la rendija. Dentro del conducto, lasleucrotas grueron y repiquetearon sus mandbulas.

    No hay tiempo, advert. Vamos!

    Hal tom el tarro de fuego de Thalia. l le dio una valiente sonrisa, entonces me asinti con lacabeza. Record la palabra final que l haba escrito:promesa.

    Deslic su diario y su daga en mi mochila. Luego arrastr a Thalia al armario conmigo.

    Una fraccin de segundo ms tarde, omos a las leucrotas irrumpir en el cuarto. Los tres monstruosbufaban y gruan y pisoteaban en medio de los muebles, ansiosos por comer.

    Aqu adentro! la voz de Hal grit. Debi ser uno de los monstruos hablando por l, pero suspalabras sonaban valientes y confiadas. Los tengo encerrados en el bao! Vengan feos perroscallejeros!

    Era extrao or a una leucrota insultarse a s misma, pero la treta pareca funcionar. Las criaturasgaloparon hacia el bao.

    Agarr la mano de Thalia. Ahora

    Saltamos fuera del armario y salimos corriendo a toda velocidad hacia el recinto. Dentro, el panel yaestaba cerrndose. Una de las leucrotas gru de sorpresa y dio la vuelta para seguirnos, ms nome atrev a mirar atrs. Gateamos en la jaula. Arremet contra el panel de salida, le puse una cua

    para que no se cerrara con mi palo de golf.

    Vamos, vamos, vamos! grit.

    Thalia se meti por la placa de metal que comenzaba a doblar el palo de golf.

    Desde el bao, la voz de Hal grit: Saben que es esto, escorias de perros del trtaro? Es su ltimacomida!

    La leucrota se estrell contra m. Gir, grit, cuando su boca huesuda intentaba morder el aire dondemi cara acababa de estar.

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    Logr golpear su hocico, pero era como pegarle a un saco de cemento fresco.

    Luego algo agarr mi brazo. Thalia me entr al conducto. El panel se cerr, partiendo mi palo de golf.

    Nos arrastramos a travs de un conducto de metal hacia otro cuarto y nos atrancamos por la puerta.

    O a Halcyon Green, gritando un grito de batalla: Por Apolo!

    Y la mansin se sacudi con una explosin masiva.Irrumpimos en el vestbulo, el cual ya estaba ardiendo. Las llamas barran con el papel de colgaduray la alfombra echaba vapor. La puerta del dormitorio de Hal haba sido arrancada de sus bisagras, yel fuego estaba saliendo como una avalancha, vaporizando todo a su paso.

    Alcanzamos las escaleras. El humo era tan denso, que no poda ver la base de las escaleras. Nostropezamos y tosimos, el calor abrasaba mis ojos y mis pulmones. Llegamos a la base de lasescaleras, y estaba empezando a pensar que habamos alcanzado la puerta, cuando la leucrotasalt, golpendome acostado boca arriba.

    Deba ser la que nos haba seguido al recinto. Supuse que haba estado muy lejos de la explosin

    para sobrevivir a la onda expansiva inicial y que de alguna forma haba escapado del cuarto, aunqueno pareca haber disfrutado la experiencia. Su pelaje rojo estaba chamuscado. Sus orejaspuntiagudas estaban en llamas, y uno de sus brillantes ojos rojos estaba cerrado por la hinchazn.

    Luke! Thalia grit. Agarr su lanza, la cual haba estado tirada en el suelo del saln de baile todo elda, y clav la punta contra las costillas del monstruo, pero eso slo irrit a la leucrota.

    Le chasque sus mandbulas de placas de hueso a ella, manteniendo una pezua encajada en mipecho. No poda moverme, y saba que la bestia podra aplastar mi pecho aplicando hasta la msligera presin extra.

    Mis ojos picaban por el humo. Apenas poda respirar. Vi a Thalia tratando de pinchar al monstruootra vez, y un destello de metal atrajo mi atencin el brazalete de plata.

    Algo finalmente hizo clic en mi mente: la historia de Amaltea la cabra, quien nos haba guiado aqu.Thalia haba estado destinada a encontrar ese tesoro. Perteneca a los hijos de Zeus.

    Thalia! jade. El escudo! Cmo era que se llamaba?

    Cul escudo? ella grit.

    El escudo de Zeus! de repente lo record. La gida. Thalia, el brazalete tiene una contrasea!

    Fue una suposicin desesperada. Gracias a los dioses o gracias a la mera suerte Thaliaentendi. Le dio golpecitos al brazalete y grit, gida!

    Instantneamente el brazalete creci, aplanndose en un ancho disco de metal un escudo conintrincados diseos martillados alrededor de l. En el centro, presionada en el metal como unamscara mortuoria, estaba una cara espantosa de la cual yo habra escapado si hubiera podido.

    Apart la mirada, pero la imagen persistente arda en mi mente cabello de serpientes, ojosdeslumbrantes, y una boca que mostraba colmillos.

    Thalia empuj el escudo hacia la leucrota. El monstruo aull como un cachorro y se retir,liberndome del peso de la pezua. A travs del humo, vi a la aterrorizada leucrota correr directo a

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    Siendo menores fugitivos, Thalia y yo habamos aprendido a desconfiar de la polica y de cualquierotro con autoridad. Los mortales querran interrogarnos, o tal vez ponernos en un reformatorio o enadopcin temporal. No dejaramos que pasara.

    Vamos, le dije a Thalia.

    Corrimos a travs de las calles de Richmond hasta que encontramos un pequeo parque. Noslimpiamos lo mejor que pudimos en los baos pblicos. Luego tratamos de pasar desapercibidos

    hasta bien entrada la noche.

    No hablamos sobre lo que haba pasado. Vagamos en un aturdimiento a travs de los vecindarios ylas reas industriales. No tenamos un plan, ya no haba cabra brillante que seguir. Estbamoscansados hasta los huesos, pero ninguno de nosotros nos sentamos como para dormir odetenernos. Quera alejarme tanto como fuera posible de la mansin en llamas.

    No era la primera vez que escasamente habamos escapado con nuestras vidas, pero nuncahabamos tenido xito a costa de la vida de otro semidis. No poda desprenderme de mi pena.

    Promesa, Halcyon Green haba escrito.

    Lo prometo, Hal, pens.Aprender de tus errores. Si los dioses alguna vez me trataran tan mal, medefender.

    Est bien, s que suena a charla de locos. Pero me estaba sintiendo rencoroso y enojado. Si esohace a los sujetos en el monte Olimpo infelices, se aguantan. Ellos pueden bajar aqu y decrmelo enmi cara.

    Nos detuvimos para descansar cerca de un viejo depsito. En la tenue luz de la luna, pude ver unnombre pintado a un lado del edifico de ladrillos rojos: FUNDICIN RICHMOND. La mayora de lasventanas estaban rotas.

    Thalia tirit. Podramos dirigirnos a nuestro viejo campamento, ella sugiri. En el rio James.Tenemos muchas provisiones all.

    Asent con la cabeza apticamente. Tomara por lo menos un da llegar all, pero era tan buen plancomo cualquiera.

    Divid mi sndwich de jamn con Thalia. Comimos en silencio. La comida saba como a cartn.Haba acabado de tragar el ltimo mordisco cuando o un dbil ping metlico desde un callejncercano. Mis orejas comenzaron a cosquillear. No estbamos solos.

    Alguien est cerca, dije. No un mortal corriente

    Thalia se tens. Cmo puedes estar seguro?

    No tena una respuesta, pero me puse de pie. Saqu la daga de Hal, mayormente por el brillo delbronce celestial. Thalia agarr su lanza y convoc a La gida. Esta vez haba aprendido a no mirar lacara de Medusa, pero su presencia aun hacia que se me erizara la piel. No saba si ese escudo eraLa gida, o una copia hecha para los hroes pero de cualquier forma, irradiaba poder. Entend porqu Amaltea haba querido que Thalia lo reclamara.

    Nos movimos lentamente a lo largo del muro del depsito.

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    Viramos hacia un oscuro callejn que se cerraba en un muelle de carga con un montn de chatarra.

    Seal la plataforma.

    Thalia frunci el ceo. Ella susurr: Ests seguro?

    Asent con la cabeza. Hay algo ah. Lo siento

    Justo entonces hubo un fuerte CLANG. Una lmina de hojalata ondulada se agit en el muelle. Algoalguien estaba debajo.

    Nos movimos lentamente hacia la baha de carga hasta que miramos sobre la pila de metal. Thaliaprepar su lanza. Le hice seas para que se contuviera. Agarr la pieza de metal ondulado y articul,Uno, dos, tres!

    Tan pronto como levant la lmina de hojalata, algo se lanz sobre m una imagen borrosa defranela y cabello rubio. Un martillo pas volando directo a mi cara.

    Las cosas podran haber salido muy mal. Afortunadamente mis reflejos eran buenos por los aos debatallas.

    Grit, Whoa! y esquiv el martillo, entonces agarr la mueca de la niita. El martillo se desliz atravs del pavimento.

    La niita forceje. No poda tener ms de siete aos.

    No ms monstruos! ella grit, patendome en las piernas. Vyanse!

    Est bien! Intent todo lo posible para agarrarla, pero era como agarrar un lince. Thalia luca muyaturdida para moverse. Ella aun tena su lanza y su escudo preparados.

    Thalia, dije, guarda tu escudo! La ests asustando!

    Thalia se descongel. Toc el escudo y se encogi de vuelta en un brazalete. Ella dej caer sulanza.

    Hey, niita, ella dijo, sonando lo ms tierno de lo que nunca la haba odo. Todo est bien. Novamos a lastimarte. Soy Thalia. Este es Luke

    Monstruos! ella gimi.

    No promet. La pobre cosita no estaba luchando tan fuerte, pero estaba tiritando como loca,aterrorizada de nosotros. Pero sabemos sobre los monstruos, dije. Tambin peleamos contra ellos

    La agarr, ahora ms para consolarla que para detenerla. Eventualmente, ella dej de patear. Ellasenta frio. Sus costillas eran huesudas bajo su pijama de franela. Me pregunt cunto tiempo estaniita haba pasado sin comer. Ella era incluso ms joven de lo que yo haba sido cuando escap.

    A pesar de su miedo, ella me mir con sus grandes ojos. Eran deslumbrantemente grises, hermosose inteligentes. Un semidis sin duda. Tuve la sensacin de que era poderosa o lo sera, sisobreviva.

    Son como yo? me pregunt, aun desconfiada, pero tambin sonaba un poco esperanzada.

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    Si promet. Somos vacil, sin estar seguro si ella entenda lo que era, o si alguna vez haba odola palabra semidis. No quera asustarla aun ms. Bien, es difcil de explicar, pero nosotros somoscombatientes de monstruos. Dnde est tu familia?

    La expresin de la niita se volvi severa y enfadada. Su barbilla se estremeci. Mi familia me odia.Ellos no me quieren. Escap

    Mi corazn se sinti como si estuviera hecho pedazos. Ella tena tal dolor en su voz dolor familiar.

    Mir a Thalia, e hicimos una decisin silenciosa all mismo. Cuidaramos de esta nia. Despus de loque haba pasado con Halcyon Green bien, pareca el destino. Habamos visto a un semidis morirpor nosotros. Ahora habamos encontrado esta niita. Era casi como una segunda oportunidad.

    Thalia se arrodill a mi lado. Puso su mano en el hombro de la niita. Cmo te llamas, chiquita?

    Annabeth

    No pude evitar sonrer. Nunca haba odo ese nombre antes, pero era lindo, y pareca quedarle.Bonito nombre, le dije. Te dir algo, Annabeth. Eres muy feroz. No nos vendra mal una guerreracomo t

    Sus ojos se abrieron. No les vendra mal?

    Oh, no, dije seriamente. Luego de repente una idea se me ocurri. Alcanc la daga de Hal y la quitde mi cinturn. Proteger a su dueo, Hal haba dicho. l la haba obtenido de la niita que habasalvado. Ahora el destino nos haba dado la oportunidad de salvar otra niita.

    Te gustara una verdadera arma asesina monstruos? le pregunt. Este es el bronce celestial.Funciona mucho mejor que un martillo

    Annabeth tom la daga y la estudi con asombro. Lo s tena por mucho siete aos. En questaba pensando dndole un arma? Pero ella era un semidis. Tenemos que defendernos. Hrcules

    era slo un beb cuando estrangul dos serpientes en su cuna. Para cuando yo tena nueve, habaluchado por mi vida docenas de veces. Annabeth podra usar un arma.

    Los cuchillos son slo para los luchadores ms valientes y veloces, le dije. Mi voz se entrecort alrecordar a Halcyon Green, y como l haba muerto para salvarnos. No tienen el alcance o el poderde una espada, pero son fciles de ocultar y pueden encontrar puntos dbiles en la armadura de tuenemigo. Hace falta un guerrero inteligente para usar un cuchillo. Tengo la sensacin de que eresmuy inteligente

    Annabeth me sonri, y por ese instante, todos mis problemas parecieron desaparecer. Me sentcomo si hubiera hecho una cosa buena. Me jure a mi mismo que nunca dejara que a esta nia le

    pasara nada.

    Soy inteligente! ella dijo.

    Thalia ro y alborot el cabello de Annabeth. As como as tenamos una nueva compaera.

    Debemos irnos, Annabeth, Thalia dijo. Tenemos una casa segura en el rio James. Teconseguiremos algo de ropa y comida

    La sonrisa de Annabeth flaque. Por un momento, ella tuvo esa mirada salvaje de nuevo en sus ojos.No no van a llevarme de vuelta con mi familia? Me lo prometen?

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    Tragu el nudo en mi garganta. Annabeth era tan joven, pero haba aprendido una dura leccin, justocomo Thalia y yo. Nuestros padres nos haban fallado. Los dioses eran severos y crueles y distantes.Los semidioses slo se tenan uno al otro.

    Puse mi mano en el hombro de Annabeth. Eres parte de nuestra familia ahora. Y te prometo que novoy a fallarte como nuestras familias hicieron. Es un trato?

    Trato! ella dijo alegremente, agarrando su nueva daga.

    Thalia recogi su lanza. Me sonri con aprobacin. Ahora, vamos. No podemos quedarnos pormucho tiempo!

    As que aqu estoy de guardia, escribiendo en el diario de Halcyon Greenmidiario, ahora.

    Estamos acampando en los bosques del sur de Richmond. Maana, seguiremos adelante al rioJames y reabasteceremos nuestras provisiones. Despus de eso no s. Sigo pensando en laspredicciones de Halcyon Green. Un sentimiento de mal augurio pesa en mi pecho. Hay algo oscuroen mi futuro. Puede ser un largo camino, pero se siente una tormenta en el horizonte, sobrecargandoel aire. Slo espero tener la fuerza para cuidar de mis amigas.

    Mirando a Thalia y Annabeth dormidas junto al fuego, estoy asombrado de cun pacificas sus carasestn. Si voy a ser el pap de este grupo, tengo que ser digno de su confianza. Ninguno denosotros ha tenido buena suerte con nuestros paps. Tengo que ser mejor que eso. Puedo tenerslo catorce, pero eso no es una excusa. Tengo que mantener mi nueva familia junta.

    Miro hacia el norte. Imagino cunto tomara llegar a la casa de mi mam en Westport, Connecticut,desde aqu. Me pregunto qu est haciendo mam ahora mismo. Ella estaba en tan mal estado denimo cuando me fui

    Pero no me puedo sentir culpable por dejarla. Tuve que. Si alguna vez conozco a mi pap, vamos atener una conversacin sobre eso.

    Por ahora, slo tendr que sobrevivir da a da. Escribir este diario cuando tenga la oportunidad,aunque dudo que alguna vez alguien lo lea.

    Thalia est despertando. Es su turno de guardia. Wow, mis manos duelen. No haba escrito tantoconstantemente. Debo irme a dormir, y espero no tener sueos.

    Luke Castellan despidindose por ahora.

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    DIOSES GRIEGOS CARACTERSTICAS DIOSES ROMANOSLa patrona del amor y la bellezaDios de la msica, la profeca, la

    medicina, la poesa (ama los haikus!), y lainvestigacin intelectual

    Un amor por la violencia hace a este diosde la guerra un temible vengadorHermana de Zeus, se le atribuye

    ensearle al hombre a cultivarEl dios del vino quien ama las fiestas, pero

    es en cierto modo grun. En su formaromana, se vuelve ms disciplinado y

    belicosoNacida del caos, esta Madre tierra es

    cualquier cosa menos maternal para losOlmpicos!

    Uno de los tres grandes, es el dios de lariqueza y la muerte, y el rey del

    inframundoUna hija de los titanes, esta diosa es a

    menudo vista como la patrona de la magiaDios del fuego y patrn de los artesanos,

    sus fraguas eran asociadas con terremotosy volcanes

    Como esposa de Zeus, es la reina de losdioses, y una poderosa diosa por derecho

    propioEl viaja a todas partes como el dios de loscaminos, velocidad, mensajeros, comercio,

    viajes, ladrones, comerciantes yrepartidores de correo

    Ella ama los arcoris y se mantiene

    ocupada transmitiendo mensajes de y paralos dioses, semidioses y hasta los titanesEstas dos deidades representan el pasodel tiempo personificado por la edad en

    Grecia, por las entradas ycomienzos/finales en Roma

    El nico dios en esta lista con cuernos (esun stiro), es el patrn de la naturaleza

    salvaje y protector de los rebaos ymanadas

    Dios del mar, los terremotos, el agua dulce,y los caballos tambin, el pap de Percy

    Jackson Poderoso y orgulloso, es el rey de los

    dioses y se le asoci con la ley, la justiciay la moralidad.

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    SOLUCIN

    DIOSES GRIEGOS CARACTERSTICAS DIOSES ROMANOS(3) Afrodita La patrona del amor y la belleza (G) Venus(14) Apolo Dios de la msica, la profeca, la

    medicina, la poesa (ama los haikus!), y lainvestigacin intelectual

    (H) Apolo

    (8) Ares Un amor por la violencia hace a este dios

    de la guerra un temible vengador

    (N) Marte

    (7) Demter Hermana de Zeus, se le atribuyeensearle al hombre a cultivar

    (E) Ceres

    (12) Dionisio El dios del vino quien ama las fiestas, peroes en cierto modo grun. En su formaromana, se vuelve ms disciplinado y

    belicoso

    (F) Baco

    (10) Gea Nacida del caos, esta Madre tierra escualquier cosa menos maternal para los

    Olmpicos!

    (M) Terra

    (13) Hades Uno de los tres grandes, es el dios de lariqueza y la muerte, y el rey del

    inframundo

    (O) Plutn

    (16) Hcate Una hija de los titanes, esta diosa es amenudo vista como la patrona de la magia

    (P) Trivia

    (1) Hefestos Dios del fuego y patrn de los artesanos,sus fraguas eran asociadas con terremotos

    y volcanes

    (C) Vulcano

    (9) Hera Como esposa de Zeus, es la reina de losdioses, y una poderosa diosa por derecho

    propio

    (D) Juno

    (5) Hermes El viaja a todas partes como el dios de loscaminos, velocidad, mensajeros, comercio,

    viajes, ladrones, comerciantes y

    repartidores de correo

    (I) Mercurio

    (15) Iris Ella ama los arcoris y se mantieneocupada transmitiendo mensajes de y paralos dioses, semidioses y hasta los titanes

    (J) Arco

    (2) Cronos Estas dos deidades representan el pasodel tiempo personificado por la edad en

    Grecia, por las entradas ycomienzos/finales en Roma

    (K) Jano

    (11) Pan El nico dios en esta lista con cuernos (esun stiro), es el patrn de la naturaleza

    salvaje y protector de los rebaos ymanadas

    (B) Fauno

    (4) Poseidn Dios del mar, los terremotos, el agua dulce,y los caballos tambin, el pap de Percy

    Jackson

    (L) Neptuno

    (6) Zeus Poderoso y orgulloso, es el rey de losdioses y se le asoci con la ley, la justicia

    y la moralidad.

    (A) Jpiter

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    RESPUESTA AL MENSAJE CODIFICADO

    Camp Half-Blood

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    PERCY JACKSONY ELBCULO DE HERMES

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    ANNABETH Y YO NOS ESTBAMOS RELAJNDO en Great Lawn en Central Park cuando ellame embosc con una pregunta.

    Lo olvidaste, no?

    Entr en modo de alerta roja. Es fcil alarmarse cuando eres un novio nuevo. Claro, haba peleadocontra monstruos con Annabeth por aos. Juntos nos hemos enfrentado a la ira de los dioses.Hemos batallado Titanes y calmadamente encarado la muerte una docena de veces. Pero ahora queestamos saliendo, un fruncido de cejas de ella y yo entro en pnico. Qu haba hecho mal?

    Mentalmente repas la lista del picnic: Manta cmoda? Comprobado. La pizza favorita deAnnabeth con aceitunas extras? Comprobado. Tofi de chocolate de La Maison du Chocolat?Comprobado. Agua con gas helada con una rodajita de limn? Comprobado. Armas en caso de unrepentino Apocalipsis mitolgico griego? Comprobado.

    Entonces qu haba olvidado?

    Estuve tentado (brevemente) a hacerle creer que saba. Dos cosas me detuvieron. Primero, noquera mentirle a Annabeth. Segundo, ella era muy inteligente. Lo vera directo a travs de m.

    As que hice lo que hago mejor. La mir sin expresin y actu tonto.

    Annabeth puso los ojos en blanco. Percy, hoy es dieciocho de Septiembre. Qu pas exactamentehace un mes?

    Fue mi cumpleaos, dije.

    Eso era verdad: Dieciocho de agosto. Pero a juzgar por la expresin de Annabeth, esa no era larespuesta que ella haba estado esperando.

    No le ayud a mi concentracin que Annabeth luciera tan bien hoy. Estaba vistiendo su habitual

    camiseta anaranjada del campamento y bermudas, pero sus bronceados brazos y piernas parecanbrillar a la luz del sol. Su cabello rubio se extenda sobre sus hombros. Alrededor de su cuellocolgaba una cuerda de cuero con cuentas de colores de nuestro campamento de entrenamiento desemidioses - El campamento mestizo. Sus ojos grises tormenta estaban deslumbrantes comosiempre. Slo dese que su mirada furiosa no estuviera dirigida a m.

    Intent pensar. Hace un mes habamos derrotado al Titn Crono. Era a eso a lo que ella se refera?Entonces Annabeth dej mis prioridades en claro.

    Nuestro primer beso, Cerebro de Alga, ella dijo. Es nuestro aniversario de un mes .

    Bien s! pens: La gente celebra ese tipo de cosas? Tengo que recordar cumpleaos,vacaciones y todos los aniversarios?

    Trat de conseguir una sonrisa. Es por eso qu estamos teniendo este gran picnic, cierto?

    Ella meti sus piernas debajo de ella. Percy amo los picnics. En serio. Pero prometiste llevarme auna cena especial esta noche. Recuerdas? No es que exactamente lo esperara, pero dijiste quetenas algo planeado. As que?

    Poda or esperanza en su voz, pero tambin duda. Ella estaba esperando que admitiera lo obvio: Lohaba olvidado. Estaba frito. Era el novio animal atropellado.

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    Slo porque lo olvid, no deberas tomarlo como seal de que no me importa Annabeth. En serio, elltimo mes con ella haba sido increble. Era el semidis ms afortunado de todos los tiempos.

    Pero una cena especial cundo lo haba mencionado? Quizs lo dije despus de que Annabethme besara, lo que de algn modo me haba llevado a la confusin. Quizs un dios griego se habadisfrazado de m y le hizo esa promesa como broma. O quizs slo era un novio horrible.

    Hora de confesar. Aclar mi garganta. Bien

    Un repentino rayo de luz me hizo pestaear, como si alguien hubiera enseado un espejo en mi cara.Mir alrededor y vi una camioneta marrn de repartos parqueada en la mitad de Great Lawn dondelos carros no son permitidos. Rotulado en un lado estaban las palabras:

    HERNIAS ERES

    Esperen lo siento. Soy dislxico. Entorn los ojos y decid que probablemente le:

    HERMES EXPRESS

    Oh, bien, murmur. Tenemos correo

    Qu? Annabeth pregunt.

    Seal a la camioneta. El conductor estaba saliendo. Vesta un uniforme de camisa y pantaln a larodilla marrones a juego con medias negras elegantes y zapatos de futbol. Su rizado cabelloentrecano quedaba por fuera de los bordes de su cachucha marrn. Luca como un tipo alrededor delos treinta, pero saba por experiencia que de hecho estaba alrededor de los cinco mil.

    Hermes. Mensajero de los dioses. Amigo personal, repartidor de misiones heroicas, y frecuentecausa de migraas.

    Luca disgustado. Permaneca dndole golpecitos a sus bolsillos y retorca sus manos. O habaperdido algo importante o haba tomado muchos cafs expresos en el Starbucks Monte Olimpo.Finalmente me divis y me hizo seas, Ven aqu!

    Eso podra haber significado muchas cosas. Si estaba entregando un mensaje en persona de losdioses, eran malas noticias. Si quera algo de m, eran tambin malas noticias. Pero viendo como mehaba salvado de darle explicaciones a Annabeth, yo estaba muy aliviado para preocuparme.

    Que mal. Trat de sonar arrepentido, como si mi trasero acabara de ser sacado del asador. Sermejor que veamos que quiere.

    Cmo saludas a un dios? Si hay una gua de etiqueta para eso, no la he ledo. Nunca estoy segurosi debo dar la mano, arrodillarme, o hacer una reverencia y gritar, No somos dignos!

    Conoca a Hermes mejor que a la mayora de los Olmpicos. A travs de los aos, me haba ayudadovarias veces. Desafortunadamente tambin el verano pasado luch con su hijo semidis Luke, quienhaba sido corrompido por el Titn Crono, en un mortal combate Smack-down por el destino del

  • 7/27/2019 Los Diarios semidis

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    mundo. La muerte de Luke no haba sido enteramente mi culpa, pero todava estropeaba mi relacincon Hermes.

    Decid comenzar simple. Hola

    Hermes ech un vistazo al parque como si tuviera miedo de ser visto. No s por qu se tom lamolestia. Los dioses usualmente son invisibles para los mortales. Nadie ms en Great Lawn estabaprestando atencin a la furgoneta de repartos.

    Hermes mir a Annabeth, luego de vuelta a m. No saba que la chica estara aqu. Tendr que jurarmantener la boca cerrada.

    Annabeth cruz los brazos. La chica puede orte. Y antes de jurar algo, quizs debas decirnos quepasa.

    No creo que nunca haya visto a un dios lucir tan nervioso. Hermes meti un rizo de cabello grisdetrs de su oreja. Le dio golpecitos otra vez a su bolsillo. Sus manos no parecan saber qu hacer.

    Se reclin y baj la voz. Lo digo en serio, chica. Si una palabra llega a Atenea, nunca parar deburlarse de m. Ella ya piensa que es mucho ms lista que yo

    Lo es, Annabeth dijo. Claro, ella es prejuiciosa. Atenea es su mam.

    Hermes la mir. Promtanlo. Antes de que explique el problema, los dos deben prometerme guardarsilencio.

    De repente ca en cuenta. Dnde est tu bculo?

    El ojo de Hermes se movi nerviosamente. Pareca que estaba a punto de llorar.

    Oh, dioses, Annabeth dijo. Perdistetu bculo?

    No lo perd! Hermes dijo bruscamente. Fue robado. Y no estaba pidiendo tuayuda, chica!

    Bien, ella dijo. Resuelve tu propio problema. Vamos, Percy. Salgamos de aqu

    Hermes gru. Me di cuenta que podra que tener detener una pelea entre un dios inmortal y minovia, y no quera estar en ningn bando