Los días en que mi rostro podía dejarse acariciar por el aire y mi piel caía en la tentación del...

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Cuento ambiental. Por: María Camila Salinas Castillo. Asignatura: “Física y Química”. Docente: Rocío López. Grado: 9°c. Institución Educativa Fe Y Alegría Nueva Generación. Bello-2014. El inicio de una nueva era.

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Cuento ambiental.

Por:

María Camila Salinas Castillo.

Asignatura: “Física y Química”.

Docente: Rocío López.

Grado: 9°c.

Institución Educativa Fe Y Alegría Nueva Generación.

Bello-2014.

El inicio

de una nueva era.

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Los días en que mi rostro podía dejarse acariciar por el aire y mi piel caía en la tentación del agua, los recuerdo muy bien, también recuerdo como este lujo se me fue reduciendo a nada, hasta el punto en que hoy tengo que pelear por una gota de agua, un centímetro de vegetación y una

pequeña criatura viva en lo que hoy podemos llamar, irónicamente, Tierra.

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No me di cuenta en que instante de mi vida los recursos se acabaron, ni mucho menos desde cuando estoy plantado en esta base, luchando día a día por conseguir algo de naturaleza en este desierto, antiguamente el país con más número de especies en el planeta, llamado Colombia. Mi piel es protegida por una armadura, con el fin

de que los rayos del sol no afecten las pocas células que aún están con vida; todo el tiempo uso una máscara de gas para que los tóxicos no invadan mi sistema respiratorio y solo me alimento de comidas enlatadas, las cuales reducen en gran medida mi salud, sin embargo, es la única fuente de energía que consigo en la jornada.

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No sé nada de mi familia, desde que mis padres me dejaron en la puerta de este horrible infierno, comúnmente llamado ejército, creo que en el fondo de su alma su tristeza era enorme, debido a que estaban sorteando mi futuro, pero no mostraron un solo gesto de dolor, tal vez porque mi vida era la única a salvo en ese momento ya que

las suyas se encontraban expuestas a un terrible peligro. En este punto de mi vida tengo la esperanza de que estén vivos, puesto a que en esa época no se encontraban graves de salud.No quiero mencionar la realidad de la actualidad, porque esta me parece ya prevista en un pasado

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en el que nos advertían continuamente las consecuencias de no cuidar el ambiente.Hoy me estoy preparando para la lucha y deseo no contar con la misma suerte de mis compañeros que se encontraban en Madagascar, ya que ellos fueron consumidos por una enorme grieta de casi

1 km de diámetro. Esta mañana mientras reunía todo el armamento, mi general me llamó y me contó que yo debía ser trasladado a una base de Rusia, en la cual se adelantaban varios estudios a cerca de una zona que posiblemente no se encontraba contaminada y de la cual se podían sacar muestras y reproducir

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a gran escala plantaciones para recuperar la vida; esta noticia no fue muy extraña, ya que en la academia pude terminar mis estudios de “Química”, los cuales seguramente son vitales en dicho proyecto. Rápidamente recogí todas mis pertenencias y me incorpore en la aeronave; durante todo el viaje retomé los

conocimientos que tenia plasmado en mi libreta de notas, del mismo modo analicé la situación ya mencionada e intente comprender como esa idea podía desarrollarse y ser efectiva; confieso que una alegría invadió mi corazón y casi pude imaginar un futuro reconstruido en el cual la vida no fuera tan paupérrima.

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Al llegar a la base, varios comandantes me dieron una introducción al proyecto, del mismo modo me mostraron mi habitación; hasta ahora ha sido el mejor momento de mi vida, ya que por fin estaba cubierto de los rayos del sol y no tenia que utilizar la máscara para respirar; la tecnología de allí era, quizá, la más avanzada de todo el

planeta. Lo primero que hice fue limpiarme y por su puesto comer algo diferente a un enlatado.Me transportaron al laboratorio; para mi sorpresa ya estaban recolectadas las muestras y por ende nuestra labor seria un poco más corta. Me presentaron al equipo de trabajo, encabezado por el reconocido científico

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Arnur Mason y la bióloga Charlotte Casmy, sin mencionar un gran equipo de físicos y geólogos de las mejores universidades de todo el mundo; Rápidamente me comentaron cual sería con exactitud mi trabajo, y por supuesto escuche con total atención: básicamente, tenía el deber de analizar cada una de las muestras e intentar crear una formula que

sirviera de base para conseguir propiedades que participen en la interacción de la materia y así aplicarlos correctamente en todos los seres vivos; me pareció una loca idea, incluso la recibí con algo de humor, sin embargo, no mostré un solo gesto de dicha alegría, por el contrario me inserté más en el tema y demostré una especie

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de interés entusiasta.Aquel día finalizó, y rendido por el viaje, la capacitación y la extenuante caminata por toda la base, caí como una piedra sobre la cama y allí dormí plácidamente hasta la mañana siguiente.Al despertar, me di cuenta de que el desayuno estaba servido sobre mi nochero y junto a él se encontraba una nota que decía:

— Espero que te guste lo que preparé, disfrútalo y te espero en el laboratorio lo más pronto posible.

Att: Charlotte.Me sorprendí, ya que no había entablado una profunda conversación con ella y solo charlamos asuntos referentes al proyecto; confieso que por un instante creí que en ese horrible presente lleno de desolación, podía ocurrir una

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historia de amor; esa loca idea la mantuve presente en mi mente durante un largo período pero se fue desvaneciendo a medida que obteníamos resultados que contribuían a la reconstrucción de nuestro hogar.Cuando por fin comenzó mi trabajo, sentí algo de miedo debido a que no contaba con gran experiencia, no obstante, entregué lo

mejor de mí y apliqué cada uno de los pasos del método científico, ya que estos son vitales en todo avance tecnológico que involucre a las ciencias naturales. El primer espécimen que pude analizar, se encontraba en óptimas condiciones, se trataba de una planta nativa de Brasil , no sé cómo pudo llegar hasta ese lugar, del cual no tengo idea del nombre

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Solo tengo la certeza de saber que es una pequeña localidad de África que se mantuvo resguardada por un gran mural de rocas y que fue descubierto hace tan solo 5 meses. Volviendo a la planta, les comento que pude comprender fácilmente el proceso metabólico que ella sufría y qué agentes se encontraban involucrados en su fotosíntesis, por tal motivo creé una

hipótesis que sirviera de apoyo; así continué durante un extenso tiempo, para ser más exacto, 3 mese y 11 días de trabajo, en los cuales no pude casi descasar pero si mejoré en gran medida mi apariencia física al igual que mí salud. Entre los organismos que estudié, se destacan: una orquídea, varias plumas de guacamayas, cortezas

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de Roble, pétalos de margaritas y una piel de jaguar descompuesta. Lo que más llamó mi atención, fueron varias marcas de objetos corto punzantes en dicha epidermis, ya que en el territorio no se hallaban elementos de ese tipo, por cual se me ocurrió la idea de que podía haber un grupo de seres humanos habitando dicho lugar; esta idea la comprobé

con mis propios ojos, más adelante contaré con detalle como fue.Al terminar los estudios y teniendo ya cada una de las formulas, procedí al siguiente paso, la experimentación, uno de los más vitales para obtener resultados certeros que puedan generar algún impacto en los seres vivos, desde las plantas hasta los animales. Sembramos un gran número de

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Especies y esperamos a que surgieran efecto. Para ello, cortamos un trozo de cada hoja y realizamos una mutación genética en sus células logrando así injertos que se reproducían en un lapso mucho menor. Mientras ocurría dicho proceso, Arnur tomó la decisión de llevarnos a una excursión, con el fin de descubrir si nuestras plantaciones eran similares a las del

Lugar de procedencia. Una ansiedad se apodero de mí en ese instante, ya que anhelaba mucho conocer esa misteriosa localidad que se encontraba en buen estado, del mismo modo deseaba hallar personas habitando allí, mas que por comprobar mi hipótesis, para descubrir si en está desolación existía aún una población capaz

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Razonar y de entender la importancia que hay oculta en cada uno de los recursos que componen nuestra vida.El viaje inició, para nuestra fortuna la aeronave se encontraba en buen estado y por tal motivo pudimos transportarnos en ella, lamentablemente al llegar al lugar de entrada, tuvimos que utilizar nuevamente la

Máscara porque los alrededores se hallaban cubiertos por una enorme capa de rocas, lo que impedía en gran medida la entrada del vehículo. El sol ardía fuertemente y nuestra piel casi es cauterizada si no es porque Angus, geólogo, nos cubre a tiempo con un traje especial, que además de protegernos nos ofreció una cálida brisa en su interior. Duramos casi una hora entera en

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Cruzar toda el área de piedras, sin embargo nuestra travesía no finalizó allí, ya que hacía falta enfrentarnos con un horrible monstruo, el mural de basura, formado gracias a la ignorancia de los “ecologistas del Estado”, los cuales en vez de realizar un relleno sanitario sustentable, arrojaron en ese espacio inhabitado cuanto desecho tenían en su

Poder, bajándole los ánimos al pueblo y engañándolos con la idea de que la basura desapareció por completo. En fin, vencerlo no fue fácil, pero trabajando en equipo todo salió sin percances. Al internarnos correctamente en el territorio, me despojé de toda la armadura que me cubría y me sentí como un niño en un parque de juegos,

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El cual desea subir y tocar todas las atracciones. La naturaleza era tan pura, que en cierto modo mi cuerpo no aguantaba respirar sin tóxicos, ni mucho menos dejarse seducir por los nutrientes de una fruta recién bajada del árbol. Todas las paredes estaban inundadas por vegetación y aunque el lugar se encontraba sumergido en la tierra,

Un hermoso firmamento adornaba aquél paraíso.Yo no era el único maravillado, Charlotte casi entra en llanto, al descubrir animales que en nuestra realidad ya se encontraban extintos y que ahí se asentaban en numerosas manadas. Además de eso, ella entró en una duda, porque pudo definir que los organismos y la forma de habitar de

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Dichas criaturas era tan primitiva como los dinosaurios, no obstante continuamos nuestro recorrido sin centrarnos tanto en lo científico.Nos dividimos en varios grupos y comenzamos a recorrer detenidamente la localidad, resultó ser mucho más extensa de lo que habían estudiado anteriormente, por ese motivo nos perdimos en la infinidad del bosque,

Quedando comunicados solamente por nuestro dispositivo electrónico de llamada. Al principio no sentí un milímetro de miedo, porque además de ser soldado profesional, tenía experiencia de sobrevivencia en la selva y me encontraba resguardado por mi Beretta 92, la cual me hacía sentir un tanto de seguridad.La confianza se alejó de mí en el instante en

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Que oí al grupo 1, encabezado por Arnur, gritar y rápidamente su equipo ser destruido. Así continuó todo el día, hasta que Charlotte y yo éramos los únicos en el interior de esa nueva tierra.Intentamos arduamente regresar a la salida, pero la suerte no se encontraba de nuestro lado y al final terminamos dando vueltas ; cuando la oscuridad del cielo

Cubrió por completo el valle, el sueño se apoderó de nuestro cuerpos y caímos en la fresca hierba. Al despertar nos hallábamos atados a una estructura de madera, junto a los cuerpos sin vida de todos los compañeros; sentí algo de orgullo al comprobar mi loca idea de que habían seres primitivos, pero al mismo tiempo la angustia y el temor

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recorrió cada rincón de mi cuerpo y salió comoun alma en pena por medio de un espantoso grito, que despertó a Charlotte y atrajo a la comunidad silvestre. Por fortuna no habían rastros de hierbas ni de minerales en nuestras manos, por lo cual nos soltaron y dejaron escapar; en medio de la huida se me pasó por la mente, la idea de que los demás científicos no razonaran aún, y que a

Pesar de que en la actualidad el oro ya no era útil, ellos lo robaran indiscriminadamente para obtener elementos que seguramente no serian de ayuda en nuestro intento de recuperar la vida.No sé con la ayuda de quien logramos escapar, solo sé que perdí meses de mi tiempo en trabajo inservible, ya que con la muerte de todos el

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Proyecto se canceló y tuve que regresar a mi labor de luchar, esta vez únicamente por agua. Extrañaba constantemente a Charlotte, a los desayunos naturales, al aire acondicionado y a los estudios de Química, pero no me desanimé y obtuve la mayor cantidad de agua posible, dejando a un lado millones de muertos y llevando a mi nación a ser

Victoriosa en la tercera guerra mundial. Para lograr eso dure 5 años en combate y por fin cuando el armamento se bajó, regresé a la base general del ejército y continué estudiando, esta vez analicé una plaga de mosquitos que se habían vuelto comunes; obtuve como resultado una información genética extraña, la cual ocasionaba que ellos crecieran

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Velozmente hasta llegar a ser del tamaño de un perro y así transmitir una enfermedad mortífera para el hombre, alrededor de todo el planeta. Algo curioso pasó:Las moléculas de las plantas mutadas anteriormente eran iguales a las de los mosquitos, excepto por sus células somáticas, es decir, mi trabajo era el culpable de la posible

Extinción de la raza humana; con el tiempo desmentí ese ideal, ya que caí en cuenta de que la contaminación la creamos todos y que por ese motivo era que mi proyecto se efectuó, por lo tanto no era el único victimario en algo que no sucedía aún.Le conté a mis superiores y ellos entraron en burla, porque se encerraron únicamente en obtener

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Más agua, dejando a un lado la recuperación de las especies e incluso la preservación de la vida humana. Regresé al análisis, recolecté otro mosquito y lo comparé con el anterior, resultó que mi creencia era cierta, y ya que nadie me escuchaba con atención, me retiré del ejército y como pude regresé al paraíso primitivo de África, con la idea de vivir ahí

Lo bueno era que muy pocos conocían su existencia y ubicación, muchos de ellos ya estaban muertos por lo cual no me encontrarían y lograría convivir con éxito sin ser descubierto.Hoy en día me encuentro vagando en la selva, me alimento de lo que produce el campo y me protejo constantemente de los nativos; hace un rato

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Encontré un periódico con fecha del 2055 lo que me dio a entender que solo ha pasado un año desde mi llegada, según lo que informa, la comunidad se protege entre si en diversos establecimientos con el fin de que los mosquitos no se apoderen de sus vidas. Mí satisfacción fue horrible y mi miedo tenaz, porque ¿quién puede dejar un periódico en ese lugar?

Sí a mi juicio era el único humano razonable que se encontraba ahí, ¿se trataría de Charlotte?.Mi pregunta siguió activa hasta que se respondió por sí sola, cuando mis ojos la descubrieron sentada en un jardín; rápidamente corrí a su lado, mi presencia la asustó pero entró en razón en pocos segundos y me comento la situación

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Que vivían los pocos seres humanos que quedaban, su cantidad era más o menos de 45 mil habitantes, una cifra desalentadora. Ella no mostraba un signo de dolor, dejó de lado el tema y me preguntó:

—¿quieres ser mi compañero de estadía y

mostrarme el lugar?Respondí con humor asertivamente. Y desde entonces nos hacemos compañía, buscando

algo más que una amistad, generando vida sustentable y valorando cada centésima de segundo que pasamos al lado de una naturaleza, virgen en contaminación y experta en aportar beneficios.

Fin.

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