Los Procesos de Evaluación y su Repercusión en la ...
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UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL
EDUCACIÓN JALISCO
"Los Procesos de Evaluación y su Repercusión
en la Personalidad de los Alumnos"
MARIA DEL SOCORRO RAMOS ALVARADO
Tesina (ensayo) presentada para obtener el título de
Licenciado en Educación Básica
CD. GUZMAN, MPIO. DE ZAPOTLÁN EL GRANDE, JALISCO; ENERO DE 1999
DEDICATORIAS
A mi Esposo Tomás
Y a mis hijos Edgar Tomás
y Erick Josué, por su comprensión.
A los Maestros que me asesoraron
en la elaboración de este
trabajo todo mi agradecimiento
A la U. P. N. por
permitirme la culminación
de esta carrera.
INDICE
I. Introducción
II. Desarrollo
2.1 Planeación de la evaluación
2.2 Trascendencia de la evaluación
2.3 Corrientes de interpretación de evaluación.,
2.3.1 Teoría conservadora o tradicionalista.
2.3.2 Teoría modernista o reformista.
2.3.3 Teoría crítica o transformadora
2.3.4 Medición del rendimiento.
2.4 La evaluación en la escuela primaria.
2.5 La evaluación en la formación y la personalidad del alumno.
III. CONCLUSIONES.
ANEXOS.
BIBLIOGRAFIA.
I. INTRODUCCION
En el campo educativo, la vida escolar está caracterizada por grandes
transformaciones, como cambios de planes de estudio, programas y métodos de enseñanza,
pero sobre todo se ha hecho énfasis en la preparación de los maestros, concursos de
capacitación, para elevar la calidad de la educación, la evaluación es sin duda el
protagonista más importante en lo que se refiere al proceso enseñanza aprendizaje. Por lo
que es necesario que el maestro realice verdaderas innovaciones, dentro de su labor como
docente, para crear condiciones indispensables para una auténtica formación integral en los
alumnos.
Por eso el propósito fundamental de esta trabajo es hacer del conocimiento y crear
conciencia principalmente en el maestro, y la inquietud por relacionarse de una manera más
eficiente y real con los procesos o procedimientos de evaluación y de esta manera iniciar un
camino que nos lleve a superar baches que existen en la práctica docente, pero sobre todo
cuando éstos repercuten desfavorablemente en la personalidad y formación de nuestros
queridos alumnos.
Nace en mí una preocupación, de elaborar este ensayo y reconocer a la evaluación
dentro del área pedagógica, en la práctica docente y en el proceso enseñanza-aprendizaje
con una visión general de la vida cotidiana dentro de la labor escolar, que realizamos todos
los días, evaluando diferentes actividades de los temas que llevamos a cabo al tenerla como
base en la toma de decisiones y del papel que juega como parte integral de dicho proceso
que adquiera un sentido educativo, también lo hago, como justificación de la insuficiente
experiencia e información que requiere este tema, tratando de adquirir la mayor
preparación, hasta lograr metas importantes para que los resultados de mi práctica como
docente se conviertan en un medio de innovación pedagógica.
Se ha señalado que la mayoría de los profesores nos limitamos a medir el aprendizaje
obedeciendo a una constante presión administrativa en demanda de calificaciones sin llegar
a interpretar mediciones y sin desprender de ella los juicios que lleven a la adopción de
medidas prácticas y justas para la superación del proceso enseñanza-aprendizaje, por lo que
resulta difícil hablar de evaluación, sobre todo cuando nos referimos a una evaluación
continua, cualitativa y formativa, ya que ésta se analiza como parte integral de todo proceso
de enseñanza-aprendizaje y no sólo como resultado final.
Si pensamos en la evaluación en este sentido supone que se lleve a cabo desde el
inicio del proceso para la enseñanza de los conocimientos que se abordan de los diferentes
temas que tengan una planeación y un seguimiento para que con una real evaluación se
construya el conocimiento bien elaborado y se busquen estrategias para mejorar los errores
de los alumnos y maestros, entonces lograremos superar las dificultades y obtendremos
mejores resultados en beneficio de nuestros alumnos.
Este ensayo se encuentra distribuido de la siguiente forma: el tema de este trabajo; el
índice, la introducción como primer capítulo; la planeación de la evaluación donde hago
mención de la necesidad que tenemos los docentes en realizar una planeación de los
aprendizajes, y que esta sea diagnóstica, formativa y sumaria que la evaluación tiene en la
formación de la personalidad de los alumnos, sobre todo cuando repercuten
desfavorablemente, también se menciona las diferentes teorías como la tradicional o
conservadora, la modernizante y la crítica, se hace mención de los diferentes instrumentos
de evaluación que se utilizan dentro de la práctica.
Así mismo están las conclusiones que a mi punto de vista son las síntesis o
recomendaciones a que se llegó con la elaboración de este trabajo. Encontraremos también
un anexo sobre el acuerdo 200, en el que están establecidas las normas sobre la evaluación
del aprendizaje en educación primaria, secundaria y normal.
Por último se encuentra la Bibliografía que indican las fuentes que sirvieron como
base para la elaboración de este ensayo.
II. DESARROLLO
Uno de los problemas fundamentales que los profesores encontramos, dentro del
proceso enseñanza-aprendizaje es la evaluación, es, sin duda, parte fundamental de la labor
educativa, tanto para la toma de decisiones del maestro y la formación de la personalidad
del alumno.
Los maestros alguna vez nos hemos formulado preguntas como:
¿Cuándo evalúo a los alumnos? ¿Realmente los estoy evaluando? ¿Soy justo con los
alumnos cuando asigno una calificación, sea esta aprobatoria o reprobatoria? ¿Es válida la
manera como evaluó los aprendizajes de los alumnos?
En este momento me pongo a pensar en todas esas interrogantes y reflexiono,
cuestionándome si una calificación otorgada, es justa o injusta viendo la enorme necesidad
de revisar si los procesos de evaluación y de los instrumentos que los docentes utilizamos
son adecuados; haciendo también una consideración a los diferentes enfoques pedagógicos
y a las diversas teorías que sobre evaluación hay, ya que la mayoría de las veces no las
conocemos y muchos menos las hemos tomado en cuenta.
Desde los primeros planes de estudio para la preparación profesional del maestro, el
tema de evaluación del aprendizaje es causa de grandes polémicas en el ámbito educativo
ya que no hay una postura o un enfoque determinado que se pueda denominar única; aún
cuando el actual plan y programa de estudios de educación primaria fue introducido en
1993, no es tarea fácil entender los principios que fundamentan los cambios, y más
complicado resulta llevarlos a la práctica.
2.1. Planeación de la evaluación
Para realizar una planeación es necesario revisar el programa, los contenidos y los
objetivos de todo lo que se va a poner en consideración ya que a partir de la valoración que
se haga al realizar lo planeado, se podrá emitir los juicios de valor fundamentales y así
recuperar el vínculo entre el plan de estudios y lo que el maestro determina con la
congruencia que guardan los elementos del programa y los niveles de cumplimiento de los
objetivos y metas propuestas. La planeación de la evaluación, es importante y útil porque
nos orienta y sitúa en el mundo de las particularidades que la evaluación puede y debe
asumir, según sirva a unos u otros propósitos, y aunque no soluciona de forma mecánica o
automática cada problema, da la pauta para asociar lógicamente momentos con intenciones,
instrucciones, recursos y manejos de resultados. Se puede clasificar la evaluación según el
momento en que se utilice, así tenemos tres tipos: la evaluación diagnóstica, la evaluación
formativa y la evaluación sumaria.
Se habla de evaluación diagnóstica la que sirve para explorar el estado inicial del
alumno, su propósito es tomar decisiones pertinentes para hacer el proceso educativo más
viable, evitando fórmulas y caminos inadecuados, para identificar la realidad particular de
los alumnos que participarán en el hecho educativo, comparando la realidad pretendida en
los objetivos y los requisitos o condiciones que su logro demanda. Se realiza al iniciar una
tarea, sea este todo un plan de estudio, un curso o una porción de tiempo, los resultados se
toman en cuenta según las condiciones iniciales del alumnado y la información que se
deriva es valiosa para quien la administra y planea los cursos puede ser importante hacerla
llegar a los alumnos para que estos estén conscientes de su estado de conocimientos en que
se encuentran y así tomar las medidas que sean necesarias para su aprendizaje.
La evaluación formativa es el conjunto de actividades probatorias y apreciaciones
mediante las cuales juzgamos y controlamos el avance mismo del proceso educativo,
examinando sistemáticamente los resultados de la enseñanza; su propósito es tomar
decisiones y alternativas de acción y dirección que se van presentando conforme avanza el
proceso enseñanza-aprendizaje. Se realiza durante el hecho educativo en cualquiera de los
puntos de desarrollo del mismo proceso, el manejo de la enseñanza y el aprendizaje se ve
condicionado por las características del rendimiento constatado, que dará la pauta para
seleccionar alternativas de acción inmediata.
Este tipo de evaluación se recomienda que se realice de manera continúa, ya sea al
finalizar una actividad o un tema determinado. De esta forma el docente tendrá la
oportunidad de diseñar y efectuar una retroalimentación para los alumnos que él considere
necesario, pudiendo realizarse también con todo el grupo, tomándose a la vez, como una
reafirmación de contenidos.
Esta información es valiosa tanto al profesor como al alumno, que debe de conocer no
sólo la calificación de sus resultados sino también el por qué de ésta.
Es la evaluación sumaria la etapa en la cual medimos y juzgamos el aprendizaje, con
el fin de certificarlo para determinar promociones, su propósito es tomar las decisiones que
conduzcan a la asignación de una calificación totalizadora a cada alumno, su momento es al
finalizar el curso o año escolar.
El manejo de resultados se convierte en las puntuaciones para las calificaciones que
describen el nivel individual de logro, en relación con el total de objetivos pretendidos con
el hecho educativo o con el programa.
Así pues, si tomamos en cuenta estos tres momentos de la evaluación, trataremos de
resolver este problema conceptual que implica una inquietud en nuestra labor como
docentes, aún cuando todos los días llevamos a cabo tareas que a su término, tienen como
finalidad evaluar. Consideramos que los profesores necesitamos contar con la información
suficiente sobre todos los aspectos que involucramos o tomaremos como base para evaluar
ya que esta tarea está presente en diferentes ámbitos de la vida humana, sobre todo en
nuestras actividades que están expuestas a una evaluación, pero su aprovechamiento está
limitado por el mismo término o concepto ya que los docentes interpretamos a nuestra
manera y como tal se ha convertido en un problema de manejo de los instrumentos de
evaluación.
Lo más importante en el uso de instrumentos de evaluación, es darle la oportunidad al
alumno de que se desenvuelva, ya sea de manera oral o escrita por medio de ensayos,
escenificaciones, debates, lluvia de ideas, trabajos en equipos, elaboración de maquetas,
entre otros. Además de proporcionar más facilidad al alumno para manifestar su
aprendizaje le animan a desarrollarse de manera más completa.
2.2. Trascendencia de la evaluación
Sabemos que el proceso enseñanza-aprendizaje inicia desde el momento de la
planeación con la formulación de los objetivos, continúa con el estudio de los contenidos
que deberán ser evaluados ya sea al final o durante el desarrollo de los trabajos.
Veamos pues la importancia y la trascendencia que la evaluación tiene en la práctica
docente y sobre todo en los alumnos quienes son el estímulo en nuestro trabajo. La
evaluación por sí sola, es una parte importante del mencionado proceso y éste como tal
puede significar una enseñanza y un aprendizaje, si el maestro al realizarla lo hace con
justicia y honestidad, aplicando los instrumentos más adecuados en relación con los
objetivos que los alumnos hayan preparado conscientemente. Al participar en dicho proceso
el alumno se da cuenta de cuánto sabe y le satisface confrontar sus conocimientos con el
instrumento que se aplique.
Algunos puntos para orientar la práctica docente, respecto a los procesos de
evaluación y su trascendencia en los alumnos y en su personalidad y la manera como
influyen favorable o desfavorablemente se incluyen en tres momentos: uno la preparación
de los instrumentos, éstos deben realizarse de acuerdo con los contenidos que realmente
hayan trabajado no con la valorización que el maestro hace, sobre todo con las materias de
educación tecnológica, educación artística y educación física que se evalúan sin haberse
realizado ni conocimientos ni evaluación o porque al maestro no le gusta, sin embargo,
¿cómo se evalúa y aún más si no se trabaja? ¿Por qué unos alumnos obtienen mejores
calificaciones que otros? ¿Sólo se le asigna al alumno porque la boleta de calificación lo
marca?
Dos, la aplicación de la prueba deberá ser en una atmósfera de tranquilidad y respeto,
eliminando cualquier situación que dañe el natural flujo de respuestas, o el desarrollo de
actividades, según el caso que el instrumento requiera.
Tres, la interpretación de resultados que deberá ser, lo más objetiva posible
eliminando interpretaciones subjetivas.
Si reflexionamos acerca de los medios de que nos valemos para medir y evaluar el
aprovechamiento, será más válidos en tanto nos informen de manera efectiva sobre el logro
de los objetivos específicamente bien determinados para el curso y no sobre otros asuntos o
temas, por más que estén relacionados con el proceso educativo.
Los juicios o valores consecuentes a la evaluación deben trascender de la mera
especulación y manejo teórico llegándose hasta el planteamiento de medidas prácticas que
de alguna manera tiendan a la optimización de resultados.
Tradicionalmente, se ha concebido y practicado la evaluación escolar como una
actividad terminal del proceso enseñanza-aprendizaje, se le ha adjudicado una posición
estática e intrascendente que ha cumplido preponderantemente el papel de auxiliar en la
tarea administrativa de las instituciones educativas, señalan la necesidad de sustituir el
actual concepto de calificación por una evaluación pedagógica.
La evaluación es necesaria si el complejo proceso de la educación ha de ser
administrada de manera eficiente y económica.
"Taba señala que todo puede ser evaluado.
Chadwik dice la evaluación puede practicarse de diversos niveles y por
especialistas de diferentes categorías y de esos niveles; el individual, el
programa o componente, la institución y el sistema, aunque todos sus
planteamientos mantengan continuidad e influencia en un momento dado"1.
1 U. P. N. Criterios de Evaluación, 1982. p. 27-28.
Un gran número de autores equiparan la evaluación con la calificación, así también lo
consideran muchos maestros, esto sucede cuando el docente utiliza como instrumento de
evaluación la prueba objetiva y la calificación resultante la pasa directamente a la boleta del
alumno, sin tomar en cuenta otros aspectos a evaluar.
La manera más común de concebir la evaluación en el contexto de la práctica
educativa, es el hecho de identificarla como la medición de los conocimientos o de lo que
se esté midiendo, pensando que esto obedece a la carencia de una explicación teórica del
tantas veces ya mencionado discurso de la evaluación.
2.3. Corrientes de la interpretación de la evaluación
El proceso enseñanza-aprendizaje, tiene su razón de ser, su sentido, en tanto que hay
un currículo, una institución escolar y una sociedad, que le plantean exigencias y
limitaciones, por esto es que para explicarnos un proceso evaluativo, se hace necesario
establecer, el tipo de relación que cada teoría pedagógica privilegia en el proceso educativo
que responde no sólo a un planteamiento teórico, sino un proyecto del hombre educación y
sociedad, que requieran ser evaluados.
En este sentido se intentará rastrear los conceptos de aprendizaje, hombre y educación
que sustentan cada teoría de la evaluación y la pedagogía en general. En este ensayo, es
necesario comentar sobre algunas teorías de interpretación de la evaluación para tener
antecedentes y analizar si se ha producido alguna evolución. Existen valiosos aportes
pedagógicos, relacionados con los procesos de evaluación en la escuela primaria, que
pueden servir para sustentarla teóricamente y así poder avanzar en este aspecto.
2.3.1. Teoría conservadora o tradicionalista
Tiene como concepción en la educación, los conocimientos, conductas, valores, que
un grupo elitista mantiene sobre los suyos en una relación personal, desde el profesor, que
pretende a base de orden, normas estrictas y otros mecanismos desarrollar la voluntad, la
memoria y la lógica motivados por el temor y como un ejemplo se puede mencionar la
prueba objetiva.
Es evidente que los mecanismos de la interiorización de la autoridad y disciplina se
aseguran a través de la figura del docente, en tanto represente la legalidad escolar y social.
El papel del docente es como informador ya que impone al alumno un papel de receptor
pasivo, cuya función es repetir en un examen de temas, de complementación o de desarrollo
lo que el maestro trató en clase.
En esta práctica se apela comúnmente a la capacidad de memorización que el alumno
joven tiene, en tanto más apegado esté su discurso al del maestro más calificación obtendrá
y esto se vuelve la meta cada fin de curso; de hecho no se explican los criterios de
evaluación sino que para la misma asignación de calificación el maestro con su experiencia
valora desde su personal opinión al alumno y claro está que en esta corriente el único sujeto
activo es el maestro y hay que enfatizar que aquí la evaluación está fundamentada como
concepción empirista de la práctica docente y del conocimiento del alumno.
2.3.2. Teoría modernista o reformista
Esta teoría trata de desarrollar las capacidades naturales del individuo, considerando
al maestro, como el apoyador o facilitador del alumno; todo de acuerdo a las necesidades e
intereses del mismo. La concepción de la educación en esta teoría es de transmisión cultural
de los mayores a los menores en una relación social que permite el ascenso del individuo a
través de su eficiencia.
El aprendizaje establece conexión de estímulo-respuesta según el ambiente y el papel
del maestro, es estimular o reforzar, depende de los estímulos a alcanzar.
Podemos notar en esta teoría que se define como un proceso sistemático de
delineamiento, obtención y elaboración de información útil para juzgar posibilidades de
decisión, el maestro tiene por tarea diseñar modelos que incluyan distintas etapas que se
evalúan por separado.
La eficiencia y seguridad de que realmente se esté evaluando dependen en gran
medida de la aplicación de un modelo adecuado. Por aprendizaje la teoría modernizante
entiende la modificación de la conducta observable a partir de determinados estímulos en
situaciones específicas, conducta que aparece fragmentada en las áreas afectivas,
psicomotora y cognoscitiva.
A partir de esta definición resulta comprensible, que los instrumentos de evaluación
cubren un valor privilegiado ya que de su confiabilidad dependerá una medición válida; así
también se definen en función del dominio de evaluar.
2.3.3. Teoría crítica o transformadora
Aquí el enfoque liberador, crítico o transformador es predominante, tomando en
cuenta que además de preparar la fuerza de trabajo y ser consumida por el capital la
educación puede ser un instrumento que la clase dominada puede utilizar para su
superación, comprometiéndose socialmente.
Así pues la evaluación no se limita a una neutralidad, entendida como resultado de
una opinión objetiva, sino que necesita constituirse en un planteamiento analítico, crítico y
propositivo.
La revisión epistemológica del proceso de enseñanza-aprendizaje, la reflexión y las
interacciones humanas que se dan colateralmente a los procesos de aprendizaje, los tipos de
vínculos que se entre cruzan en la situación grupal y en cualquier situación social, significa
que se debe considerar importante incorporar la participación de los alumnos en la
evaluación, se busca en esta perspectiva romper el estereotipo de observador-observado,
enseñante-aprendiz, informador-receptor; pasando a ser el maestro un sujeto participante en
igualdad con el alumno.
2.3.4. Medición del rendimiento
La cuantificación por lo general encierra dos operaciones: uno lo que desea medir,
dos la construcción de una escala que sea útil.
Por lo que en caso de identificar características como la inteligencia, la comprensión
de la lectura o la capacidad aritmética y lograr una medición óptima, es necesario recurrir a
dos definiciones: la conceptual y la operacional.
"La descripción conceptual se indica en términos generales por el rasgo
que se desea medir.
La medición operacional, indica comprensión de lo que se mide y
específicamente cómo se midió"...2
Esta última teoría, de la medición del rendimiento es la que presente aportes más
útiles en cuanto al problema que menciono pues se refiere a cómo puede realizarse la
medición del aprendizaje, buscando ser lo más objetivo posible.
"Haciendo una selección de los conceptos fundamentales, tenemos que la
medición es la asignación de números y propiedades a los fenómenos en los
que van involucrados la objetividad y la subjetividad.
2 HIDALGO, Alfredo. Antología Evaluación del Aprendizaje. P. 32.
Las propiedades físicas siempre son objetivas, dependen del objeto que las
posee, permiten compararlas con unidades de medición constante y
significativas,
Las propiedades no físicas son subjetivas, aquí la medición depende del
sujeto que haga dicha medición, pues la hace de acuerdo a su criterio.
La evaluación supone dos operaciones: la de obtener los datos objetivos y la
de interpretarlos"...3
Como hemos visto, la tarea de evaluar el rendimiento escolar del alumno tiene gran
trascendencia en el trabajo de profesor, por las implicaciones que posee y las consecuencias
a que da lugar, para llevarla a cabo debe servirse de todos los recursos a su alcance, siempre
y cuando su empleo no redunde en entorpecimiento o alteración del desarrollo del proceso
enseñanza-aprendizaje y de la personalidad del educando.
2.4. La evaluación en la escuela primaria
Es común que la palabra evaluación remita a una situación escolar en la cual se
califica el desempeño académico del alumno con una escala que se pretenda indicar el
grado de conocimiento adquirido por el estudiante, durante el tiempo determinado, sin
embargo, la evaluación es un término más amplio, donde se determina la medida en que se
alcanzan los objetivos, propósitos o metas que se pretendan en el proceso enseñanza-
aprendizaje, además también se refiere a la valoración que se realiza de alguna conducta,
acto o suceso.
Por lo anterior y por las consideraciones que se pudieran estudiar, la evaluación es
causa de controversia en el desarrollo de la educación, esta se produce cuando el maestro
otorga una calificación al alumno ¿será veraz y justa? ¿Serán bien determinados los juicios,
procesos o instrumentos que el profesor utiliza? Porque evaluar es un hecho cotidiano y
frecuente.
3 CARREÑO, Alfredo. Instrumentos de Medición del Rendimiento Escolar. p. 72-73.
Cuando iniciamos el año escolar y recibimos al alumno, hacemos nuestro diagnóstico
evaluamos según nuestro criterio las condiciones, en que éste llega o se encuentra, si es que
sus calificaciones corresponden a los conocimientos necesarios para el grado que van a
cursar, es ahí donde nos convertimos en críticos, hacemos comentarios y enjuiciamos,
tantos alumnos no saben sumar, éstos no saben leer, etc., se hace hincapié que las
evaluaciones asignadas son superiores a lo que realmente debería corresponderle de
acuerdo a sus niveles de conceptualización, habilidades y conocimientos.
El alumno y su aprendizaje es uno de los problemas educativos fundamentales,
cuando éste realiza una actividad, siente la necesidad de apreciar los esfuerzos para ver si
ha logrado lo que se propuso y si ha sido satisfactorio, continuará con entusiasmo o de lo
contrario para modificar las técnicas, de manera que el maestro al desarrollar su labor
educativa para la sociedad, necesita conocer los resultados de su esfuerzo y su trabajo de
ahí la inquietud de buscar los mejores medios para evaluar los resultados que le permitan
llegar a lo propuesto.
Respecto a los instrumentos que se pueden utilizar al llevar acabo un proceso de
evaluación podemos mencionar los siguientes:
Pruebas objetivas
Son aquellas que para contestarse requieren de un símbolo, una palabra o varias y
como acertadamente lo dice Jesús Velázquez Sánchez.
..."Lo valioso de éstas pruebas es que dan oportunidad de examinar un mayor
contenido programático, son equitativas porque el maestro califica únicamente lo
que el alumno contesta de acuerdo con las respuestas previstas, son económicas en
cuanto a tiempo para su resolución y calificación.
Estas pruebas exigen cuidado en cuanto a su redacción, contenido y forma; claridad,
sencillez y precisión. Sin las cuales no será posible alcanzar los objetivos
propuestos"...4
4 VELAZQUEZ, José de Jesús. Vademécum. Porrúa. México. 1981. p. 63.
Las pruebas objetivas se elaboran por medio de una serie de preguntas que pueden
ser:
De opción múltiple
Cuando el alumno se le presenta una serie de preguntas y cada una tiene para su
solución, tres, cuatro o cinco posibles respuestas, de las cuales el alumno tiene que
seleccionar la verdadera, las otras funcionan como distractores.
De correspondencia
Este tipo de pruebas presentan las preguntas en una columna y las respuestas en otra,
el examen consiste en que el alumno relacione lógicamente la pregunta con respuesta.
De identificación
Este tipo de pruebas se ilustra con dibujos, mapas, diagramas, etc. y consiste en que
el alumno identifique lo que se le pide, aplicando sus conocimientos.
De ordenamiento
Se presenta como una lista desordenada de datos relativos o un proceso determinado
y consiste en que el alumno los ordene lógicamente.
De complementación
Se presentan varias preguntas incompletas relativas al tema o aspecto que el maestro
desea evaluar, y a cada pregunta le falta uno o varios datos...
Pruebas de composición
Estos instrumentos consisten en un número limitado de preguntas que el maestro
elabora para que el alumno las conteste con cierta amplitud, otros autores las llaman de
ensayo.
Pruebas de ejecución
Son aquellas que examinan por medio de un producto acabado o de un proceso;
trabajos manuales, lectura, escritura, composición, dibujos, juegos, deportes modelados,
canto, recitación, etc., en fin son los que no se pueden calificar mediante otro tipo de
pruebas.
Cuando al alumno se le aplica un tipo de examen objetivo ya sea de opción múltiple,
de correspondencia, de ordenamiento, de complementación, pruebas de composición y de
ejecución, si están elaboradas con preguntas de manera arbitraria o confusas haciendo poco
confiable los resultados de dichas pruebas, como también pueden ser un instrumento
improvisante para la medición del aprendizaje, más que beneficiar, son para ahorrar tiempo
y esfuerzo ya que la mayoría de las veces, los alumnos están dominados por una atmósfera
de presión y lo que les importa, es salir del aprieto y no propiamente contestar
correctamente las preguntas o para eludir una serie de amenazas tan dolorosas como el
desagrado, ira del maestro, la vergüenza en público, el ridículo ante los malos resultados,
las bajas calificaciones y las reclamaciones de los padres de familia y hasta la llamada de
atención del director; creando en el niño elementos que refuerzan un comportamiento
desfavorable y una mala conducta, afectando negativamente su personalidad.
Para que los instrumentos de evaluación den resultados positivos es conveniente que
se combinen, para evitar el abuso de las pruebas objetivas; ya que está comprobado que si
el alumno adquiere el aprendizaje de manera activa y con el objeto de estudio de manera
directa, éste deberá ser evaluado con procedimientos similares.
Dentro de nuestro sistema, el estado en su papel de organismo rector, transfiere a los
maestros la responsabilidad de la evaluación del aprendizaje de los alumnos, esta
transferencia, se ha iniciado con la posibilidad de orientar el proceso de evaluación, pero
también en las prácticas, se ha obligado a ver que hay problemas de definición y
metodológicas.
En el acuerdo número 200 se establecen los lineamientos que el maestro debe seguir
al evaluar a sus alumnos y sus indicaciones son muy precisas al mencionar sus propósitos,
es aquí donde seguimos una normatividad, que debería ser objetiva en los resultados, en
beneficio del educando, así mismo encontramos prácticas tradicionales o también
evaluación participativa.
Específicamente en la primaria se aplican pruebas objetivas pero se mezclan
elementos subjetivos en las interpretaciones que de ellas se hacen, se toman decisiones y no
se sabe en realidad que aspectos se evalúan, cuales formas, procesos o instrumentos de
evaluación se utilizan para evidenciar la razón que justifique la elección o juicios de valor.
Veamos que en un examen que da como resultado una calificación baja o
insatisfactoria, los alumnos siempre se quejan de que no tienen idea de los criterios con los
que fueron evaluados o de no saber cuáles son las deficiencias de su trabajo, mientras por el
otro lado, los maestros nos encontramos ante la gran limitante de no comprender como
lograron los resultados que presentan los alumnos, de discriminar si son un verdadero
producto de la comprensión si sólo se trata de algún mal resultado de trabajo de otros.
Al parecer, el problema está en que los maestros creemos que es una tarea imposible
conocer los procesos de razonamiento de nuestros alumnos y tal vez, consideramos que es
más difícil aún enseñar a los alumnos a expresar los aprendizajes. En este sentido,
tendemos a realizar una evaluación de resultados que desconoce el tipo de argumentos o
razonamientos que existen detrás.
Si queremos que en nuestras aulas, se elimine el malestar ante las evaluaciones que
otorgamos, y mejor aún que los alumnos comprenden que sus errores no son producto de
los procedimientos de solución que emplean, necesitamos promover estrategias didácticas
que les permitan expresar sus procesos internos y a nosotros conocer la manera en que
piensan y cómo aprenden para facilitar ese proceso.
2.5 La evaluación en la formación y personalidad del alumno
Es importante entender que la manera como una persona es evaluada por otros, no es
casual sino que es consecuencia de unas evaluaciones previas, que este individuo ha
recibido en el transcurso de su historia.
Sin embargo al estudiar cómo los procesos de evaluación en la escuela primaria
repercuten en la personalidad de los alumnos se puede ver una de las fallas del sistema de
evaluación ya que actúa como multiplicador del fracaso escolar, es de carácter arbitrario,
poco fiable; la evaluación o calificación depende de lo que el profesor exige, de sus gustos
y puntos de vista muy personales, etc. Considero inconcebible que en la actualidad,
encontremos maestros que promuevan a un alumno de grado, tomando como única
referencia una medida de conocimientos al finalizar el año escolar, sin antes haber llevado
un seguimiento durante el transcurso del mismo, en aspectos tan importantes que implican
la individualidad del niño, como son los cambios de conducta en el área afectiva y
psicomotriz, no únicamente en el área cognoscitiva.
Siendo la reprobación escolar un problema en la escuela primaria existe la curiosidad
de conocer si los procedimientos de evaluación que utilizan los maestros, influyen en la
forma determinante en la reprobación pues año con año no acreditan el curso
correspondiente de un 15% a un 20% según el medio urbano o rural, provocando en el niño
desaliento, inseguridad, rechazo y en algunos deserción. Esta dificultad que se presenta en
los alumnos, no sólo lo perjudica a él, sino que acarrea un desaliento en los padres de
familia y dificulta la adaptación con los compañeros del próximo grado.
Como consecuencia de lo anterior se produce la injusticia tan perjudicial ante la cual
el alumno se encuentra indefenso, ejemplo desde el preescolar hasta el doctorado, un
alumno que ha trabajado mucho menos que otro, que sabe menos, obtiene mejores
calificaciones y resultados se agrava en ocasiones porque el maestro hace la comparación
en público.
Por lo que cuando la boleta de calificación llega es una confirmación o una decepción
y hace que el niño se sienta orgulloso o avergonzado, los resultados de las pruebas nos
indican, poco de la motivación de un niño, de sus actitudes hacia el éxito y del fracaso de
los criterios impuestos y repudiados por ellos mismos, de sus sentimientos hacia la
autoridad, la competencia, la posición y la condición entre sus compañeros, de sus intereses
particulares, sus resentimientos al aprendizaje y su personalidad.
"Se ha observado, que los mensajes que los padres y los adultos cercanos
envían a los niños principalmente durante la infancia y, en ocasiones, hasta
la adolescencia, influyen de una manera importante en la imagen que un
individuo llega a formarse de sí mismo en etapas posteriores de su vida"5.
Por lo anterior, es fundamental que los maestros tengamos conciencia de la
trascendencia de la evaluación que realizan, la asuma responsablemente por el bien de los
alumnos, en la vida de cada uno de ellos y no sólo en su historial académico.
Las evaluaciones y puntuaciones deben dar lugar a entrevistas por lo menos
complementarse con éstas, para evaluar el progreso del niño en la escuela y en el hogar con
mayor profundidad de lo que solamente le permite una prueba, por lo que al desarrollar
relaciones de colaboración tan esenciales e importantes para los alumnos, tanto padres
como maestros se enfrentan a la tarea de definir sus responsabilidades directas ante la
educación y bienestar de los niños, también deben reconocer los sentimientos con los que
se abordan el uno al otro, sentimientos que a menudo paralizan su común interés.
Es común que ante la evaluación el alumno está sujeto a sentimiento de confianza, de
afectividad hacia el maestro, al que el alumno quiere y por el contrario sentimientos de
resentimiento e ira, cuando el niño sufre en sus manos por soportar los fracasos, además los
padres hacen una enorme inversión en sus hijos y desean para ellos lo mejor de todo y estos
dependen de las evaluaciones que los maestros hacen.
5 ROSALES, Vega Cecilia. Revista Paidela No. 2. Época 2 Septiembre. 1995. p. 25.
Hay profesores mayores que aun conservan sensaciones de temor y que al momento
reaccionan a la defensiva ante algún reclamo de los padres de familia. Si padres y maestros,
no actúan de común acuerdo en pro de sus mejores intereses, tienen derecho a comprender
lo que sucede con sus hijos en la escuela y los maestros tenemos la responsabilidad de
compartir esa información, sin prejuicios, por la misma razón los maestros, podemos
elaborar mejores planes y evaluaciones para el alumno y conocer los factores que lo afectan
a él y su familia; gran parte de la preparación de los maestros deberá encaminarse hacia lo
afectivo y comunicacional deben ser accesibles, abiertas para que contribuya a lograr un
desarrollo psíquico y académico de los estudiantes, tan frecuentes como cualquiera de ellos
lo considerare necesario.
De esta manera se logrará que el estudiante pueda formarse una imagen de sí mismo
más auténtica y original, que le permitirá valorar sus capacidades y reconocer sus
limitaciones, sin que esto sea causa de que se sobreevalúe o devalúe como persona. Cabe
mencionar el impacto que causa en el alumno, cuando se le ha otorgado una calificación
que no es lo que se merece, en el siguiente año escolar, cuando el profesor se da cuenta que
esa evaluación no es la que le corresponde y se lo hace saber a los alumnos; he notado que
se despierta entonces motivos que impulsan al niño adoptar una actitud pasiva, timidez,
rechazo o agresión hacia sus compañeros y maestros creando también en él un trauma al no
comprender el por que de esa calificación inmerecida y esto puede ser causa de frustración
y mantiene una conducta negativa, que puede repercutir para toda su vida.
Si bien es cierto que la personalidad se forma tanto por los factores genéticos y
sociales, es importante considerar que la evaluación contribuye al desarrollo social y
cognitivo de los estudiantes; la personalidad se expresa a través de conductas por lo que
conducta y personalidad son dos aspectos que se complementan y que los profesores no
debemos de olvidar, si no por el contrario debemos de tener muy en cuenta que el evaluar al
niño o el otorgarle una calificación se deben considerar todos los factores importantes que
aportan evidencia al proceso de evaluación, y que hacen al individuo comportarse de una
manera determinada.
III. CONCLUSIONES
La tarea de evaluar implica una práctica social, compleja, en la que intervienen los
juicios, valores y una concepción ideológica determinada, por lo cual es difícil superar la
subjetividad de los procesos de evaluación y deben ser tan amplias, que permitan considerar
a todos los elementos que la afectan y con la participación de todos los sectores que están
involucrados en dicho proceso.
Esto nos lleva a no plantear modelos únicos para evaluar pues la metodología y
técnicas del objeto que se está evaluando a partir de datos arrojados por la evaluación se
harán o no los ajustes o cambios pertinentes a lo planeado.
Por otro lado la selección de los procesos de evaluación responderá al enfoque y
metodología del que se parta, por lo que la planeación y la evaluación se hace sin la
investigación que los fundamente.
Uno de los elementos que considero importante, es el papel asignado al docente y a
los alumnos, ellos han cumplido la función de información dentro de este proceso de
evaluación, por lo que es pertinente, propiciar en ambos una actitud de compromiso.
De esta manera se podrá aspirar a introducir cambios que repercutan en el desarrollo
real de los alumnos y del sistema educativo nacional uniendo los intereses, institucionales y
los individuales.
En la práctica la propuesta de evaluación del aprendizaje, se reduce a la aplicación e
interpretación de datos recabados por medio de exámenes que aplicamos a los alumnos al
finalizar el programa de estudio la enseñanza o el aprendizaje en la vida del ser humano
nunca termina. Así es como han alcanzado gran difusión las pruebas objetivas que se
elaboran mediante sistema mecanizado, con el cual se hace mínimo el tiempo dedicado al
proceso mismo de la evaluación de aprendizaje como el de la docencia.
Es aquí donde surge el problema de la objetividad y es que la evaluación objetiva se
ve reducida únicamente en la cuantificación, ésta frente a la dificultad que existe para
superar este planteamiento.
Si los maestros conocemos y analizamos los procesos de evaluación que utilizamos
cuando otorgamos una calificación a nuestros alumnos comprenderemos que la evaluación
es un proceso integral del progreso académico del educando que informa sobre
conocimientos, habilidades, intereses, actitudes y hábitos de estudio.
Consideremos que la evaluación no se utilice como un medio de represión o
intimidación porque es material humano con el que trabajamos y está en formación, sino
que entendamos que la evaluación es un proceso integral del progreso académico, que
informa sobre los conocimientos, habilidades, intereses, actitudes y hábitos de estudio que
nos permitirá obtener y procesar evidencias para mejorar el aprendizaje y nuestra forma de
enseñar.
Debemos tener en cuenta que la personalidad de los alumnos, se forma de acuerdo
con los aportes del medio familiar, escolar y social y al evaluar a un alumno estamos
contribuyendo en la formación de su personalidad y su repercusión negativa puede ser
frustrante no solamente para su permanencia en la escuela sino a futuro en su desempeño
como ciudadanos.
Si tomamos en cuenta que existen diferencias en las capacidades sociales efectivas e
intelectuales de los alumnos, es importante que los maestros apliquemos un criterio que esté
acorde con las características que cada niño presenta y demos una atención individual
basados en la comprensión integral de su personalidad. Considerando también las
variaciones que el desarrollo del niño presenta, deberíamos de atender más al interés,
perseverancia y dedicación que el alumno pone a sus trabajos, que al de dominar sus
conocimientos.
ANEXO
ACUERDO NUMERO 200 POR EL QUE SE ESTABLECEN NORMAS DE
EVALUACION DEL APRENDIZAJE EN EDUCACION PRIMARIA,
SECUNDARIA Y NORMAL
Al margen un sello con el Escudo Nacional, que dice: Estados Unidos Mexicanos:
Secretaría de Educación Pública.
JOSE ANGEL PESCADOR OSUNA, Secretario de Educación Pública, con
fundamento en los artículos 38 fracción 1 inciso a) de la Ley Orgánica de la Administración
Pública Federal; 12 fracción I, 47 fracción IV, 50 de la Ley General de Educación, y 50
fracción I, del Reglamento interior de la Secretaría de Educación Pública y
C O N S I D E R A N D O
Que de conformidad con la Ley General de Educación, la evaluación de los
educandos comprenderá la medición en lo individual de los conocimientos, las habilidades,
las destrezas y, en general, de logro de los propósitos establecidos en los planes y
programas de estudio.
Que en este contexto, una evaluación permanente y sistemática posibilita la
adecuación de los procedimientos educativos, aporta más y mejores elementos para decidir
la promoción de los educandos, coadyuva al diseño y actualización de planes y programas
y, en general, conduce a una mejor planeación en el sistema educativo nacional, y.
Que la evaluación permitirá al docente orientar a los alumnos durante su proceso de
aprendizaje y, además asignar calificaciones parciales y finales conforme a su
aprovechamiento en relación con los propósitos de los programas de estudio, he tenido a
bien dictar el siguiente:
ACUERDO NUMERO 200 POR EL QUE SE ESTABLECEN NORMAS DE
EVALUACION DEL APRENDIZAJE EN EDUCACION PRIMARIA, SECUNDARIAY
NORMAL
ARTICULO 1°. Es obligación de los establecimientos públicos federales, estatales y
municipales, así como de los particulares con autorización, que imparten educación
primaria, secundaria y normal, en todas sus modalidades, evaluar el aprendizaje de los
educandos/entendiendo este como la adquisición de conocimientos y el desarrollo de
habilidades, así como la formación de actitudes, hábitos y valores señalados en los
programas vigentes.
ARTI CULO 2°. La evaluación del aprendizaje se realizara a lo largo del proceso
educativo con procedimientos pedagógicos adecuados.
ARTI CULO 3°. La evaluación permanente del aprendizaje conducirá a tomar
decisiones pedagógicas oportunas para asegurar la eficiencia de la enseñanza y del
aprendizaje.
ARTICULO 4 ° La asignación de calificaciones será congruente con las evaluaciones
del aprovechamiento alcanzado por el educando respecto a los propósitos de los programas
de aprendizaje.
ARTICULO 5°. La escala oficial de calificaciones será numérica y se asignará en
números enteros del 5 al lO.
ARTICULO 6°. El educando aprobará una asignatura cuando obtenga un promedio
mínimo de 6.
ARTICULO 7°. Las calificaciones parciales se asignarán en cinco momentos del año
lectivo al final de los meses de octubre, diciembre, febrero, abril y en la última quincena del
año escolar.
El conocimiento de las calificaciones parciales por parte de los padres de familia, no
limita el derecho de éstos a informarse sobre el aprovechamiento escolar de sus hijos en el
momento que lo deseen.
ARTICULO 8°. La calificación de cada asignatura será el promedio de las
calificaciones parciales.
ARTICULO 9°. Las actividades de desarrollo: educación física, educación artística y
educación tecnológica se calificarán numéricamente, considerando la regularidad en la
asistencia, el interés y la disposición para el trabajo individual, de grupo y de relación con
la comunidad mostradas por el alumno.
ARTI CULO 10°. Los directivos de las instituciones educativas comunicarán las
calificaciones parciales a los educandos y a los padres de familia o tutores y promoverán la
comunicación permanente entre éstos y los docentes, para atender las necesidades que la
evaluación del proceso educativo determine.
ARTICULO 11°. La promoción de grado, acreditación de estudios y regularización
de los educandos se realizará conforme a las disposiciones que en ejercicio de sus
facultades emita la Secretaría de Educación Pública.
T R A N S I T O R I O S
PRIMERO. El presente Acuerdo entrará en vigor al día siguiente de su publicación y
será aplicable a partir del ciclo escolar 1994-1995.
SEGUNDO. Se derogan el acuerdo 165 y las demás disposiciones administrativas
emanadas de la Secretaría de Educación Pública que se opongan a lo propuesto en este
instrumento.
SUFRAGIO EFECTIVO. NO REELECCION
México, D. F., A de agosto de 1994
El Secretario de Educación Pública
José Ángel Pescador Osuna
Rúbrica
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