Los señores del aire: Telépolis y el tercer entorno

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Javier Echeverría Los señores del aire: Telépolis y el tercer entorno ::Breve excursus sobre Ortega y la sobrenaturaleza:: Javier Echeverría En su Meditación de la técnica, Ortega y Gasset afirmó que “el hombre, merced a su don técnico, hace que se encuentre siempre en su derredor lo que ha menester—crea, pues, una circunstancia nueva más favorable, segrega, por decirlo así, una sobrenaturaleza adaptando la naturaleza a sus necesidades” 1 . Y a continuación advertía: “la técnica es lo contrario de la adaptación del sujeto al medio, puesto que es la adaptación del medio al sujeto. Ya esto bastaría para hacernos sospechar que se trata de un movimiento en dirección inversa a todos los biológicos”. 2 Retomaremos esta propuesta orteguiana desde nuestra propia perspectiva en este libro, sin entrar a fondo en el análisis del ser humano en tanto ser técnico ni en las relaciones entre biología y tecnología. Los varones y las mujeres han sido capaces de imaginar un medio ambiente más favorable para ellos y ellas que E1 3 , y por eso construyeron las diversas modalidades del segundo entorno, del que nos ocuparemos en el apartado siguiente. Aunque aparentemente hemos partido de una tesis evolucionista, conviene aclarar que nuestra postura no es naturalista o naturalizadora, sino más bien artificialista, si se nos permite la expresión. El ser humano no es pasivo con respecto a las determinaciones que le impone el entorno natural, incluido su cuerpo, y ni siquiera lo es en relación a las propiedades topológicas, métricas y temporales antes apuntadas. Puesto que las palabras «determinación» y «determinismo» suelen suscitar alarma, diremos que el ser humano también determina el medio ambiente, y a veces en alto grado. Por eso nuestra postura es codeterminista, o interdeterminista, como se prefiera. En el fondo, la tesis central de 1 J . Ortega y Gasset, Meditación de la técnica, en Obras Completas, V (R evista del occidente, Madrid, 1970), p. 326. 2 Ibid. 3 Se refiere al primer entorno, que es la adaptación del hombre al medio ambiente natulral.

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Javier Echeverría Los señores del aire: Telépolis y el tercer entorno

::Breve excursus sobre Ortega y la sobrenaturaleza::Javier Echeverría

En su Meditación de la técnica, Ortega y Gasset afirmó que “elhombre, merced a su don técnico, hace que se encuentre siempre ensu derredor lo que ha menester—crea, pues, una circunstancia nuevamás favorable, segrega, por decirlo así, una sobrenaturalezaadaptando la naturaleza a sus necesidades” 1. Y a continuaciónadvertía: “la técnica es lo contrario de la adaptación del sujeto almedio, puesto que es la adaptación del medio al sujeto. Ya estobastaría para hacernos sospechar que se trata de un movimiento endirección inversa a todos los biológicos”.2

Retomaremos esta propuesta orteguiana desde nuestra propiaperspectiva en este libro, sin entrar a fondo en el análisis del serhumano en tanto ser técnico ni en las relaciones entre biología ytecnología. Los varones y las mujeres han sido capaces de imaginar unmedio ambiente más favorable para ellos y ellas que E13, y por esoconstruyeron las diversas modalidades del segundo entorno, del quenos ocuparemos en el apartado siguiente. Aunque aparentementehemos partido de una tesis evolucionista, conviene aclarar que nuestrapostura no es naturalista o naturalizadora, sino más bien artificialista,si se nos permite la expresión. El ser humano no es pasivo conrespecto a las determinaciones que le impone el entorno natural,incluido su cuerpo, y ni siquiera lo es en relación a las propiedadestopológicas, métricas y temporales antes apuntadas. Puesto que laspalabras «determinación» y «determinismo» suelen suscitar alarma,diremos que el ser humano también determina el medio ambiente, y aveces en alto grado. Por eso nuestra postura es codeterminista, ointerdeterminista, como se prefiera. En el fondo, la tesis central de 1 J . Ortega y Gasset, Meditación de la técnica, en Obras Completas, V(R evista del occidente, Madrid, 1970), p. 326.2 Ibid.3 Se refiere al primer entorno, que es la adaptación del hombre al medio ambiente natulral.

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este libro consiste en mostrar que algunas tecnologías modernas (lastelecomunicaciones, la informática, etc.) permiten generar un tercerentorno (E3) con propiedades topológicas, métricas, físicas y socialesdistintas a las de E1. Veremos también que esta transformación delespacio social ya está anticipada por algunas formas técnicas delSegundo entorno (E2).

Pero antes de pasar a ello, es preciso afirmar la necesidad del serhumano de adaptarse también a esos entornos artificiales (osobrenaturalezas), y no sólo al entorno natural. La existencia demedios artificiales nos lleva a matizar la noción excesivamentesimplificadora de «adaptación al medio natural»; veremos que haymuchas modalidades de adaptacion a medios artificiales. Por esocerraremos este breve excursus resumiendo las principales tesis deOrtega, para tenerlas como referente y poder matizar nuestra propiapostura a partir de ellas.

Primera tesis de Ortega: una de las especificidades del hombre enel mundo natural consiste en no adaptarse al entorno, sino enconfrontarse negativamente con él: “esta reacción contra su contorno,este no resignarse contentándose con lo que el mundo es, es loespecífico del hombre”.4 Frente a las concepciones naturalistasingenuas, que insisten en pensar al hombre como un producto de laevolución natural y de la adaptación al medio, Ortega tuvo claro que elhombre transforma el entorno para adecuarlo a sus necesidades. El serhumano no sólo es un producto de la adaptación al medio, sino queinteractúa con ese medio, modificándolo en función de sus propiasnecesidades. Para ello recurre a la técnica, y por eso los actos técnicos“no son aquellos en que el hombre procura satisfacer directamente lasnecesidades que la circunstancia o naturaleza le hace sentir, sinoprecisamente aquellos que llevan a reformar esa circunstanciaeliminando en lo posible de ella esas necesidades, suprimiendo omenguando el azar y el esfuerzo que exige satisfacerlas”.5 ParaOrtega, el hombre es el ser técruco por antonomasia, y en ello radicauna de sus notas diferenciales con respecto a los animales: “unhombre sin técnica, es decir, sin reacción contra el medio, no es unhombre”.6 Tesis ésta que podríamos glosar así: el hombre en estadonatural no es un hombre, es simplemente un mono desnudo. Latendencia a transformar el entorno, incluido el propio cuerpo, es unode los componentes constitutivos del ser humano. Por eso, además delpirimer entorno, se fueron generando diversas modalidades de entornourbano (E2). Y por el mismo impulso se está generando en estas

4 Ibid.5 Ibid., p. 326.6 Ibid.

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décadas de finales de siglo un tercer entorno (E3), al que, a falta demejores calificativos, denominaremos entorno telemático, o entornoelectrónico, o entorno digital. No hablaremos, en cambio, de entornovirtual, porque el tercer entorno es una realidad social, o tiende a serlocada vez más.

Segunda tesis de Ortega: la sobrenaturaleza surge adaptando lanaturaleza a las necesidades del hombre. Ortega analiza primero lasnecesidades más primarias (alimentarse, dormir, caminar, etc.),partiendo de la tesis de que “vivir, perdurar, es la necesidad de lasnecesidades”7, pero rápidamente mejora esta tesis, al subrayar que “elempeño del hormbre por vivir, por estar en el mundo, es inseparablede su empeño de estar bien”.8 A partir de lo cual concluye que: “elbienestar y no el estar es la necesidad fundamental para el hombre, lanecesidad de las necesidades”.9 El hombre no se limita a estar en elmundo adaptándose al mismo tal y como éste es, para lo cualconviene saber cómo es el mundo. Esta perspectiva naturalista resultainsuficiente porque el hombre intenta estar bien en el mundo, y paraello ha de transformar el entorno en función de lo que considera buenopara él. Diremos que el artificio tiende siempre a mejorar el entornocon respecto a los seres humanos, aunque a veces lo empeore. Ortegalo expresa en los términos siguientes:

El hombre no tiene empeño alguno por estar en el mundo. En lo quetiene empeño es en estar bien. Sólo esto le parece necesario y todo lo demáses necesidad sólo en la medida en que haga posible el bienestar. Por lotanto, para el hombre sólo es necesario lo objetivamente superfluo. Esto sejuzgará paradójico, pero es la pura verdad. Las necesidades biológicamenteobjetivas no son, por sí, necesidades para él. Cuando se encuentra atenido aellas se niega a satisfacerlas y prefiere sucumbir.10

Como puede verse, esta tercera tesis de Ortega es la más radical:“el hombre es un animal para el cual sólo lo superfluo es necesario”.11

Pongan ustedes «telemático» o «digital» en lugar de sulperfluo, e iránentendiendo el sentido de este excursus orteguiano. Dicho en nuestrospropios términos: las necesidades del hombre no sólo son naturales,sino ante todo artificiales, “y esto es esencial para entender la técnica.La técnica es la producción de lo superfluo, hoy y en la épocapaleolítica”.12

7 Ibid., p. 327.8 Ibid., p. 328.9 Ibid.10 Ibid., p. 23811 Ibid., p. 32912 Ibid., p. 329.

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De todas estas citas de Ortega podemos inferir una cuarta tesis,particularmente relevante para la filosofía de la tecnología.Precisamente porque un ser humano siempre vive en un medio total oparcialmente artificializado, sus necesidades no sólo quedan definidaspor su tendencia a adaptarse a ese medio, sino también por suimpulso a transformarlo, con el fin de que el entorno satisfaga unaserie de valores que definen y concretan esa noción de bienestar encada circunstancia concreta. El hombre no sólo modifica el medionatural para adaptarlo a sus necesidades, sino que también transformalos medios artificializados, plasmando en ellos nuevos deseos que,algunos casos, llegarán a convertirse en necesidades. No sólo lanaturaleza y la necesidad están mediatizadas por la artificialidad:también los deseos y las intenciones se van cargando de artificialidad.Así es como podemos explicarnos que en las sociedades desarrolladasse generen continuamente nuevas formas de objetivación del deseo (losuperfluo), algunas de las cuales pueden convertirse en auténticasnecesidades para muchas personas, y en particular para lasorganizaciones y entidades colectivas.

Podríamos resumir lo anterior formulando la cuarta tesisorteguiana así: el hombre transforma iterativamente el entorno.Suponiendo que en algún momento hubiera estado en medioexclusivamente natural, y recordando que entonces no era hombre,sino simio, el ser humano transformó ese entorno, llegando a unacierta artificialización del mismo, que definía nuevas necesidades,específicamente humanas. Ulteriormente, dicho entorno siguió siendotransformado por el esfuerzo humano, produciéndose un grado mayorde artificialidad. Y así sucesivamente, hasta llegar a los entornosurbanos y telemáticos actuales, en los cuales se siguen generandonuevas necesidades, que son las que tratan de satisfacer diversosartefactos tecnológicos. Lo importante es que el artificio no sólo secontrapone a lo natural, sino ante todo a un artificio previo, que setrata de mejorar, o que simplemente se deja de lado.

Decir que este proceso de artificialización es iterativo no implicaafirmar que sea lineal. Por eso no basta con hablar de un progresoacumulativo en el caso de la tecnología. Parafraseando a Kuhn,podríamos decir que, aunque haya etapas de progreso acumulativo enla historia de la tecnología, también hay momentos de cambiorevolucionario. Muchos de los grandes progresos tecnológicos hanquedado arrumbados por la historia precisamente porque las formastécnicas han cambiado.

En términos más generales, y aunque aquí no vayamos a definirlas nociones de forma social ni de forma humana, diremos que en todo

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el entorno humano hay una o varias formas sociales que lo conformancomo ámbito de necesidades, valores y de deseos, y por tanto comoespacio posible para un proceso de humanización y socialización. Latécnica y la tecnología son dos ejemplos relevantes de formas sociales,que adoptan diversas modalidades a lo largo de la historia. Paranosotros, lo importante es señalar que esas formas de socialización,incluidas las técnicas, están cargadas de valores, de intenciones y deproyectos, y que dichos valores no son reducibles al valor único de lasupervivencia, que suele ser considerado como predominante en losmodelos naturalistas y evolucionistas. Aunque la supervivencia es unanecesidad vital, no es una necesidad propiamente humana, comoseñala Ortega. La supervivencia y la reproductibilidad no tienen porqué ser los valores dominantes en las sociedades humanas avanzadas,por mucho que los sociobiólogos intenten naturalizar al hombre,reduciéndolo a sus genes.

El segundo entorno

Tras este paréntesis sobre la idea de sobrenaturaleza en Ortega,que ayudará a comprender el sentido de las páginas siguientes,retomemos el hilo de nuestro discurso, distinguiendo un nuevoentorno, esta vez social, al que inexorablemente debe adaptarse el serhumano si pretende lograr algún tipo de bienestar.

El segundo entorno (E2) ya no es natural, sino cultural y social, ypuede ser denominado entorno urbano. Sus formas canónicas son lospueblos y las ciudades en las que viven la mayoría de los sereshumanos. En esos espacios urbanos se han desarrollado diversasformas sociales (como la vestimenta, la familia, la persona, elindividuo, el mercado, el taller, la empresa, la industria, el dinero, losbancos, las escuelas, los cementerios, la escritura, la ciencia, lasmáquinas, el derecho, la ciudad, la nación, el estado, las iglesias,etc.), instituyéndose diversas formas de poder (religioso, militar,político, económico, etc.), que no se trata de analizar aquí. Eldesarrollo del segundo entorno no implica la desaparición del primero,pero sí su modificación, a veces muy profunda. Diversos conflictos ytensiones se suscitan entre las formas sociales provenientes del primery del segundo entorno, surgiendo continuamente formas mixtas queintentan integrar y resolver esas tensiones y conflictos. De hechoalgunas de las formas sociales que hemos considerado comocaracterísticas de E2 ya existían en E1 (por ejemplo la familia), perono como formas específicas, sino subordinadas a otras formas sociales,como el clan o la tribu. La sociedad industrial, con sus grandesciudades, metrópolis y megalópolis es la forma más desarrollada delsegundo entorno. En una gran urbe, en efecto, se integran una gran

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pluralidad de formas humanas, que apenas si llegan a despuntar en unpueblo, en una aldea o en una casa perdida en la montaña. Así comoel primer entorno se caracteriza por su capacidad para integrar unamultitud de formas de vida animal y vegetal, el segundo entorno sedistingue por su aptitud para el despliegue y la expansión de diversasformas humanas. Tanto los escenarios de E1 como los de E2 admitengrados de complejidad. En general, podemos considerar que esosescenarios están más desarrollados si la diversidad y pluralidad deformas que integran es mayor. Otro tanto diremos de las formashumanas del tercer entorno, aplicando el principio general devaloración formal enunciado en Telépolis: “Una forma humana espreferible a otra cuando es capaz de integrar mayor pluralidad dediferencias”.13

¿Qué sucede con la forma canónica del primer entorno, el cuerpo,cuando está ubicado en el segundo entorno? Mírense ustedes en unespejo y tendrán una respuesta a esta pregunta. En los actualesescenarios de E2 es fácil que un cuerpo esté vestido, lavado, arregladoy médicamente controlado. Varias fotografías de su cara estaráninsertas en diversos documentos y archivos, identificándolo con unnombre propio y una serie de datos personales. Independientementede las diferencias culturales y de las opciones personales, siemprepodemos distinguir entre el cuerpo natural de E1 y ese mismo cuerpoen E2. En el segundo entorno el cuerpo está recubierto por unasobrenaturaleza (la ropa, los zapatos, el sombrero, los tatuajes, elmaquillaje, los pendientes, las gafas, la dentadura postiza, etc.), queha sido producida gracias a la técnica y a la industria, que son formasde producción del segundo entorno. Sobre ese cuerpo gravitan unaserie de formas humanas que lo convierten en persona: su nombrepropio, su lugar de nacimiento y residencia, la lengua que habla, lacasa donde habita, etc. Ese recubrimiento artificial, social y personaldel cuerpo está Influido por una pluralidad de códigos sociales quedeterminan otras tantas imágenes canónicas del cuerpo, en función delas diversas culturas y épocas históricas. El segundo entorno actúasobre la frontera del cuerpo natural, recubriéndolo y marcándolo consímbolos culturales y sociales, pero también incide sobre el interior (lamente, el cerebro) induciendo mecanismos de intelección y deexpresión tan poderosos como las lenguas, las costumbres, la música,los números y los signos en general. A pesar de ello, E2 se manifiestaante todo en el mundo exterior, por medio de las diversasconstrucciones que conforman las casas, las ciudades y los pueblos.Para no alargarnos, diremos que el mono desnudo es un cuerpo en E1,

13 J. Echeverría, Telépolis, p. 131.

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mientras que Adán y Eva expulsados del Paraíso ya están(potencialmente) en E2. No en vano su hijo Caín fundó la primeraciudad de la que queda una referencia histórica. Y diremos tambiénque la distinción entre el cuerpo de E1 y de E2 es universal, sinperjuicio de que las representaciones de ambos varíen enormementeen función de las personas, las regiones y las épocas.

Dicho esto, demos ahora un paso más, marcando distancias conlas tesis evolucionistas de las que partimos. Salvo excepciones, ypensando en el mundo contemporáneo, cabe afirmar que los procesosde adaptación al segundo entorno ocupan mucho más tiempo yrequieren más esfuerzo que los de integración en el primer entorno, enbuena medida porque la sociedad y la familia ya han previsto buenaparte de las dificultades que puede tener un recién nacido parasobrevivir en E1. Sobrevivir en E2 plantea grandes dificultades paracada individuo, y no digamos alcanzar un cierto nivel de bienestar.Para lograrlo hay que desarrollar gran cantidad de técnicas yhabilidades, que ya no son de E1, sino de E2. Pongamos a RobinsonCrusoe (o a Godzilla) en Nueva York y tendremos una buenailustración de las múltiples dificultades que tiene un cuerpo naturalpara adaptarse al segundo entorno. E2 incluye muchas formas desobrenaturaleza, por decirlo en los términos de Ortega. La másnotable, quizá, es el parque natural, que es una entidad del segundoentorno que intenta reconstruir las condiciones auténticas del primero,como si la naturaleza fuera de verdad, sin ninguna sobrenaturalezasuperpuesta.

A pesar de sus grandes diferencias, el primer y el segundoentorno tienen entre sí algunos rasgos y propiedades comunes. Aquídestacaremos aquellas que sirven para distinguir al tercer entorno delos otros dos, centrándonos exclusivamente en las propiedades queson relevantes desde la perspectiva de la interacción entre los sereshumanos, conforme al enfoque de esta obra. Matizando las tesis deotros autores que se han ocupado de temas similares (aunque noutilicen la denominación de «tercer entorno»), diremos de antemanoque, de las veinte propiedades que vamos a resaltar, las másimportantes son topológicas (recintos con interior, frontera y exterior)y métricas (dependencia de la vecindad y proximidad, tanto espacialcomo temporal). Las primeras permiten la proliferación de formasespaciales del tipo «recintos», «comarcas», «territorios», «países»,etc., en cuyo marco tienen cabida y desarrollo otras muchas formashumanas. Las segundas posibilitan una serie de formas deinterrelación (por ejemplo perceptivas, y en general corporales)basadas en la corta distancia espacial y temporal entre los agentes.Salvo algunas excepciones, que también señalaremos, lasinterrelaciones entre los seres humanos, y entre ellos y su entorno,

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están basadas en la vecindad y en la cercanía. De hecho, el propiotérmino «entorno» conlleva esta significación. Por entorno entendemosaquello que está alrededor de nuestro cuerpo, de nuestra vista, o, engeneral, de las diversas implementaciones que se hayan creado paraexpandir nuestro espacio inmediato. En este sentido, diremos que lasteletecnologías posibilitan la construcción de un tercer entornoestructuralmente distinto a E1 y E2.

Pongamos un ejemplo típico de interacción corporal en el primer ySegundo entorno: la pelea, y en general la pugna violenta entrepersonas. De la lucha cuerpo a cuerpo, basada en el contacto físico(primer entorno), se ha pasado poco a poco a la lucha a distancia,aumentando por medio de las armas el alcance de las acciones deataque o defensa. Tirar piedras implica aumentar el radio de acciónviolenta en E1, pero la espada, la honda, la lanza, el arco, la catapulta,la pistola, el arcabuz, el cañón y el misil son muestras más ilustrativasde la tesis que defendemos: el ser humano ha intentado actuarviolentamente incrementando cada vez más la distancia entre él y suobjetivo. Y lo que se ha dicho de las acciones bélicas en referencia alespacio, puede decirse de las bellas artes en relación al espacio y altiempo: algunas técnicas del segundo entorno, como la escritura, laimprenta, la prensa, el grabado, la pintura, la escultura o laarquitectura, han abierto posibilidades de acción cultural quetrascienden las fronteras de la contemporaneidad o de la época en quecada cual vive. Habiendo surgido en el segundo entorno, estas formassociales son precedentes del tercer entorno, en el que, por otra parte,están hallando una nueva expresión (escritura, libro, arte o periodismoelectrónico).

El segundo entorno está profundamente imbricado en el primero,aunque difiera de él. E2 es artificial, pero se construye con materialesprocedentes de la naturaleza y conforme a las propiedades de dichosrecursos naturales. Por eso, la obtención, acumulación y control de lasmaterias primas han tenido una importancia económica fundamental alo largo de la historia. La madera, la piedra, el hierro, el ladrillo, elcristal, el cemento, el metal y el acero han sido los materiales que,manufacturados conforme a diversas técnicas, han posibilitado laconstrucción de casas, pueblos y ciudades, que son la modalidad desobrenaturaleza más determinante de la vida cotidiana de los sereshumanos. La materia la proporciona el primer entorno. La forma, losartesanos, los oficios, los arquitectos, los urbanistas y los ingenierosde caminos, canales ypuertos. El segundo entorno es una mixtura de naturaleza y artificio, adiferencia del tercero, cuyo nivel de artificialidad es mucho mayor,desligándose casi por completo de su origen natural. Los relés, lostransistores, los chips y la fibra óptica son «materiales» básicos para la

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construcción de E3. Difícilmente pueden ser considerados comomaterias primas. En todo caso serían formas primas, a partir de lascuales se construyen otras formas más complejas. Ello no equivale adecir, sin embargo, que el tercer entorno es inmaterial. Comorecalcaremos a lo largo de esta primera parte, las propiedadesdiferenciales de E3 con respecto a E2 y E1 son graduales, por muchoque, incluido yo mismo, tendamos a considerarlas como diferenciascualitativas. Ni la distinción entre los tres entornos ni las veintepropiedades que vamos a usar para discernirlos tratan de proponeruna compartimentación estanca Los límites entre E1 y E2 y losinterfaces entre E3 y los otros dos entornos son porosos, difusos. Aunasí, esas distinciones nos parecen pertinentes y clarificadoras. Por esoson la base teórica desde la que se elabora esta obra.

La expansión del segundo entorno por todo el planeta compendiala historia humana, a diferencia de la prehistoria, caracterizada por ellargo proceso de adaptación del ser humano a la naturaleza. Desdeeste punto de vista, la emergencia del tercer entorno supone una graninflexión, porque no solo modifica la categoría de espacio, sinotambién la de tiempo. Además, la materialidad propia de los dosprimeros entornos pierde relevancia en el tercer entorno, comomuchos teóricos de la información han afirmado.14 El funcionamientodel tercer entorno es informacional, más que material. Pero eso nobasta para definirlo. Aparte de sus características físicas ymatemáticas, el tercer entorno tiene una serie de especificidades entanto espacio social, y no sólo como espacio físico o matemático. Enlugar de distinguir E3 de E1 y E2 por su carácter informacional,electrónico, digital o global, como muchos autores hacen, aquísubrayaremos su estructura espacio-temporal, que depende ante todode sus propiedades métricas y topológicas, pero también de algunaspropiedades físicas y sociales muy generales. Al afirmar que lasteletecnologías posibilitan la construcción de un nuevo espacio social,que difiere del entorno urbano y del entorno natural, se plantea unproblema inmediato: ¿es posible que ese entorno tecnológico llegue aser un espacio adecuado, e incluso satisfactorio para el ser humano?Como veremos en la parte final de este libro, se trata de investigarcómo es posible humanizar el tercer entorno, del mismo modo que elser humano ha intentado humanizar, con mayor o menor éxito, losotros dos. 14 Negroponte, por ejemplo, contrapone el mundo material de átomos al mundo informacional debits, o mundo digital. Esta distinción es pertinente, aunque, a nuestro modo de ver, no es más queuna de las transformaciones suscitadas por la emergencia del tercer entorno. Por otra parte,Negroponte no se atiene al principio de gradualidad en las distinciones, que para nosotros es unaregla metodológica básica para el análisis conceptual.

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El tercer entorno

En este apartado nos limitaremos a hacer una primera descripciónde E3, que irá siendo completada a lo largo de esta obra. Obvio esdecir que, tratándose de un nuevo espacio social en fase deconstrucción, todas las consideraciones que siguen habrán de sermatizadas y mejoradas conforme ese proceso de construcción avance.Esta nueva forma de sobrenaturaleza depende en gran medida de unaserie de innovaciones tecnológicas. Conforme surjan nuevos avancestecnocientíficos, las propiedades del tercer entorno se iránmodificando, por ser un espacio básicamente artificial. Aun así,algunas de las características de E3 que vamos a comentar sonestructurales, e indican el rumbo que puede tomar el desarrollo deltercer entorno.

Hecha la salvedad anterior, digamos que, en su estadio actual, E3está posibilitado por una serie de tecnologías, entre las cualesmencionaremos siete: el teléfono, la radio, la televisión, el dineroelectrónico, las redes telemáticas, los multimedia y el hipertexto. Laconstrucción y el funcionamiento de cada uno de esos artefactospresupone numerosos conocimientos científicos y tecnológicos(electricidad, electrónica, informática, transistorización, digitalización,óptica, compresión, criptología, etc.), motivo por el cual convienesubrayar que la construcción del tercer entorno solo ha comenzado aser posible para los seres humanos tras numerosos avances técnicos ycientíficos. El tercer entorno es uno de los resultados de latecnociencia, y por ello ha emergido en aquellos países que habíanlogrado un mayor avance tecnocientífico: sobre todo en los EstadosUnidos de América, en donde se descubrieron, o cuando menos seimplementaron y difundieron la mayoría de esos avancestecnocientíficos. Las siete tecnologías mencionadas presuponen otrasmuchas para su buen funcionamiento, de modo que, aunque aquí noscentraremos en esos siete cánones tecnológicos del tercer entorno, enrealidad estamos ante un sistema tecnológico muy complejo, quenosotros sintetizamos en esos siete artefactos.

Para tener una primera aproximación a lo que es el tercer entornoretomaremos las consideraciones que hicimos en I.1 sobre laestructura sensorial del ser humano. Empezaremos por el teléfono, porser una tecnología muy característica de E3, aunque hasta hace pocosólo haya sido un artefacto unisensorial.

Vimos que las capacidades del cuerpo humano para la emisión ycaptación de sonidos están limitadas por la distancia. En cuanto a latransmisión, el límite principal es la barrera del sonido, y resulta

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característico del primer entorno. Los seres humanos desarrollaron enE1 y E2 una serie de instrumentos para aumentar la extensión de suespacio fónico-auditivo (tambores, eco, altavoces, trompetillas,bóvedas, etc.), pero la velocidad de transmisión de las ondas sonorasnunca pudo ser superada por las técnicas clásicas. El teléfono suponeun salto cualitativo porque permite una comunicación bidireccional,simétrica, interactiva y simultánea entre dos interlocutores situados adistancia y porque, además, las redes telefónicas transmiten losimpulsos sonoros a mucha mayor velocidad que el aire. El teléfonogenera una métrica distinta para los actos comunicativos, perotambién un nuevo medio, las redes de cobre, que presentapropiedades «sobrenaturales», en el sentido de que se superan loslímites naturales para la transmisión de estímulos sonoros, y enconcreto la velocidad de transmisión. Los teléfonos digitalesconectados a satélite suponen un paso más en ese avance haciavelocidades de transmisión más próximas a la velocidad de la luz, quehoy por hoy sigue siendo un límite físico insuperable.

En tanto nuevo espacio para la interrelación humana, el teléfonoposibilitó una relación:

—bidireccional: intervienen dos interlocutores que emiten mensajes enambas direcciones.—simétrica: el emisor E y el receptor R pueden intercambiar porcompleto sus papeles, convirtiéndose el receptor en emisor yrecíprocamente.—interactiva: las respuestas de E y R se producen en función de lasemisiones previas de ambos, y este proceso es iterable tantas vecescomo se desee, estableciéndose un diálogo a distancia (telediálogo,teleconversación).—simultánea: dicho intercambio de mensajes tiene lugar en tiemporeal independientemente de la distancia a la que ambos interlocutoresestén situados.—privada (o íntima): aunque se produzca en locutorios públicos, laspersonas que están en el entorno próximo de quien telefonea no oyen(en principio) lo que dice quien está al otro lado del hilo.

Resulta inútil insistir en la enorme difusión que ha tenido elteléfono a lo largo del siglo xx y hasta qué punto ha transformado lasrelaciones entre empresas, instituciones, familiares y amigos. Lacorrespondencia epistolar y el telégrafo supusieron un primer paso endirección hacia las telecomunicaciones, pero esos medios decomunicación no son interactivos ni sincrónicos, aparte de depender dela escritura, que requiere una alfabetización previa. El teléfono, pese alhandicap de transmitir únicamente sonidos, permitió la reproducción

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exacta de uno de los principales recursos comunicativos del serhumano, la palabra, superando los límites métricos y físicos del primery del segundo entorno. Por ello hay que considerarlo como el primergran ejemplo de tecnología del tercer entorno. Conviene recalcar,aunque sea obvio, que el teléfono adoptó una estructura reticular, yaunque inicialmente sus redes fueron centralizadas, la ulteriorautomatización del servicio ha implicado una amplia descentralizaciónde la red. Desde el punto de vista de su estructura topológica ymétrica, el teléfono es el gran precedente de las redes telemáticas,máxime tras la digitalización de la señal (inicialmente analógica) y laaparición de las redes telefónicas sin cable, es decir, vía satélite.

Si nos hemos detenido en recordar hechos de sobra conocidos esporque las redes telefónicas prefiguran la estructura de lo que aquíllamamos «tercer entorno». En lugar de transmitirse a través del aire,como sucede en el entorno natural y urbano, el sonido circula a travésde un medio tecnológico, y por ello el nuevo medio de comunicación esante todo artificial.

Podríamos seguir analizando sucintamente las propiedades decada una de las seis tecnologías que posibilitan la creación del tercerentorno, pero ello ocuparía excesivo espacio escrito. Más interesanteserá comentar algunas de las diferencias entre las cinco primeras(teléfono, radio, televisión, dinero electrónico y redes telemáticas),dejando el estudio del hipertexto para un apartado ulterior. Para ellotomaremos como referente la red Internet, que hoy por hoy es laexpresión más desarrollada del tercer entorno, y estudiaremos algunasde sus propiedades como medio, con el fin de distinguirla de las otrascuatro tecnologías.

Suele decirse que Internet es un nuevo medio de comunicación, yello es muy cierto. Sin embargo, Internet posee otras cualidades«mediáticas», y por ello diremos que esa red es:

1. Un medio de comunicación. De hecho, el libro, la prensa, la radioy la televisión se van integrando en Internet. Pero lo esencial esque también el teléfono puede operar a través de Internet, porlo que no sólo es un medio público de comunicación, sinotambién privado e íntimo.

2. Un medio de información, pero no sólo en el sentido periodístico,sino también como instrumento que transforma las ciencias de ladocumentación, y en general la obtención, procesamiento,recuperación y transmisión de datos, documentos, etc.

3. Un medio de memorización, lo cual es distinto a ser un medio deinformación en el sentido periodístico del término. La posibilidadde almacenar y memorizar todo tipo de mensajes en formato

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digital permite introducir procedimientos automáticos deprocesamiento, organización y recuperación de dichos mensajes,sean éstos de interés público, privado o íntimo. Esta modalidadelectrónica y digital de memoria artificial tiene una importanciaenorme, como iremos mostrando a lo largo de estas páginas, porello es importante distinguir la comunicación y la información dela memorización, aunque haya solapamientos entre ellas.

4. Un medio de producción, como muestra el teletrabajo. La llegadade las empresas a la red y la creación de Intranets estáespecíficamente ligada a la actividad productiva, y no sólo a lapublicitaria. Obviamente, Internet es un medio excelente para laproducción, elaboración, compraventa y distribución deinformación.

5. Un medio de comercio (e intercambio), porque posibilita lacompraventa de numerosos productos, e incluso la distribuciónde mercancías por la propia red. La progresión del comercio enInternet es considerable durante los últimos años, y lasexpectativas de futuro son enormes.

6. Un medio para el ocio y el entretenimiento, como muchoscibernautas saben bien En este sentido, Internet tiene la doblevertiente de la televisión y la radio: por una parte es un mediode información, por otra un entretenimiento. Dada laimportancia que tiene la industria del ocio en las sociedades másdesarrolladas, esta faceta de la red merece una consideraciónespecífica. Si jugamos a la ruleta o a un videojuego colectivo através de Internet, sin duda nos comunicamos y transmitimosinformación, pero hacemos algo mucho más específico: jugar. Sireducimos algunas actividades humanas (jugar, comerciar,guerrear, amarse, etc.) a una pura transmisión de información oa un simple acto comunicativo, estamos sesgando ysimplificando enormemente nuestro análisis.

7. Un medio de interacción. Aquí radica, a nuestro entender, laposibilidad mayor de las redes telemáticas. Aunque cabe hablarde acciones comunicativas, la interacción posible en redes tipoInternet abarca acciones de mayor envergadura: militares,financieras, médicas, educativas, lúdicas, etc. En esta obraconsideraremos que las redes telemáticas son, ante todo,medios de interacción humana, y no simplemente medios deinformación o de comunicación.

Vistas algunas propiedades de las redes telemáticas tipo Internet,retornemos a las restantes tecnologías que posibilitan la construcciónde E3. El dinero electrónico permite teleactuar económicamente(transferencias electrónicas, órdenes bancarias, cobros, pagos,

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ingresos, etc.), pero es limitado en tanto medio de comunicación y deinformación. La televisión y la radio, en cambio, son mediosinformativos, comunicativos y de entretenimiento, pero no soninteractivos, por mucho que la propaganda lo pretenda. Losradioyentes y los televidentes no ocupan un lugar simétrico conrespecto a las emisoras correspondientes. La estructura actual deestos medios de comunicación es vertical y asimétrica,15 lo cualimposibilita una interactividad en el mismo medio. Cuando se buscauna mayor presencia de los usuarios, tanto la prensa como la radio yla televisión recurren a otros medios (cartas, llamadas telefónicas) queson mucho más interactivos que los medios periodísticos. El teléfono,como vimos, es plenamente interactivo, pero su limitación consiste enque sólo transmite mensajes sonoros, como la radio, al menos hastahace pocos años. Otro tanto cabe decir de las redes telemáticasbancarias, por las que se mueve lo que llamamos teledinero, es decir,datos, números, órdenes, transacciones, etc. Internet y la televisión,en cambio, son audiovisuales, o mejor, bisensoriales. A través de lasredes correspondientes pueden transmitirse sincrónicamente mensajesmultimedia, que integran texto, sonido, imágenes y datos.

Desde otro punto de vista, el teléfono y las redes de dineroelectrónico funcionan ante todo en ámbitos privados e íntimos. Encambio, la televisión y la radio valen principalmente para espaciospúblicos, sin perjuicio de que pueda haber asociaciones deradioaficionados que creen redes privadas o que haya circuitosprivados de televisión (por ejemplo para la televigilancia y eltelecontrol y televisıón por cable). La gran ventaja de Internet es que,siendo una tecnología del tercer entorno, vale igual para los ámbitospúblicos que para los privados y los íntimos. Este es uno de losmotivos por los que consideramos que ese tipo de redes representanel máximo desarrollo actual del tercer entorno. Esta última diferenciaproviene, en el fondo, del carácter bidireccional del teléfono y deldinero electrónico, frente al carácter multidireccional de la radio y latelevisión (o de la prensa). Internet también es un mediomultidireccional y por eso el ciberespacıo se revela cada vez máscompetitivo con los medios de comunicación clásicos (prensa, radio y

15 Ello no obsta para que pudiera ser distinta. De hecho, los radioaficionados mantienen redeshorizontales y simétricas, y las redes locales de televisión, así como las videoconferencias, puedensustentar ese mismo tipo de relaciones. Observamos con ello algo importante: las tecnologías nogeneran espacios sociales por sí mismas, puesto que, de hecho, pueden posibilitar espacioscomunicativos de estructura muy distinta. Será imprescindible, por tanto, tener presente que esasestructuras son resultado de acciones humanas, y no sólo de propiedades internas a las nuevastecnologías.

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televisión). Pero Internet también es un medio interactivo, y por eso elteléfono y la banca electrónica tienden a integrarse en la red.

Otra diferencia importante entre todas estas redes tecnológicas(el teléfono, la radio, la televisión, los cajeros automáticos y las redestelemáticas tienen una estructura reticular) proviene de su mayor omenor grado de centralización. Desde la automatización de las redestelefónicas, su descentralización es alta, aunque sigan existiendocentrales telefónicas locales y nacionales. La radio partió de unaestructura centralizada, pero se ha ido descentralizando por medio delas emisoras locales. Aun así, su estructura es básicamentecentralizada, lo mismo que la de la televisión, que en muchos paísessigue siendo un monopolio estatal. El poder político de los medioscentralizados de ámbito público ha sido muy grande durante todo estesiglo (mass media), pero los medios descentralizados han tenido unagran Influencia sobre la vida civil, como muestra el ejemplo delteléfono, y en menor medida la radio y la prensa local. En cuanto a lasredes telemáticas, pueden ser centralizadas (como las redesbancarias, o las redes militares), pero también pueden estarestrictamente descentralizadas, como muestra el ejemplo de Internet.Desde este punto de vista, lo notable ha sido el éxito de Internet.Numerosas grandes empresas, e incluso un país como Francia (con sured Minitel), crearon redes telemáticas centralizadas: todas ellas sehan ido integrando poco a poco en Internet, aun guardando suspropias especificidades. Volveremos ulteriormente sobre esta cuestión,que es «central» (valga la paradoja) para el análisis y la prognosis deltercer entorno.

Una última diferencia atañe a la memoria, cuya importancia sueleser infravalorada. En tanto medio de memorización, el teléfono esefímero, porque lo que se dice por teléfono no queda almacenado en elteléfono mismo, sino a lo sumo en otro medio (bloc de notas,grabación, memoria mental). La radio y la televisión incorporanprogramas pregrabados en sus centros emisores, lo cual supone unamayor incorporación de la memoria al medio (discotecas, videotecas,etc.). Desde el punto de vista de los receptores, también es posiblegrabar los programas en casetes, en vídeos o CD. Aun así, losprogramas no quedan grabados en el mismo medio, sino en otro. Lasredes bancarias e Internet, en cambio, tienen la notable propiedad deque todo cuanto circula por ellas queda o puede quedar grabado en elmismo medio, al menos en principio. Los discos duros de los grandesservidores de Internet, en efecto, forman parte constitutiva de la red yen ellos se memorizan y almacenan automáticamente una grancantidad de datos y mensajes. Esta propiedad, que también poseen ellibro y la prensa (bibliotecas, hemerotecas), tiene muchasconsecuencias políticas, económicas y sociales, como veremos en la

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tercera parte de esta obra.Con todo ello hemos comprobado que las cinco tecnologías que

estamos comentando, el teléfono, la radio, la televisión, el dineroelectrónico y las redes telemáticas, tienen propiedades estructuralescomunes, pero también profundas diferencias entre sí, muchas de lascuales son de grado, y otras cualitativas. En lo que sigue insistiremosen las propiedades que tienen en común, que son las definitorias de loque aquí llamamos tercer entorno. Precisamente porque en elapartado siguiente buscamos lo común, y no las diferencias,prescindiremos de algunas de las diferencias de grado, a pesar de queexisten. Unificando esas cinco tecnologías (más el hipertexto y losmultimedia) en lo que hemos denominado E3, lograremos unadefinición más precisa del tercer entorno si buscamos las notascomunes a las cinco tecnologías mencionadas y oponemos la nuevaentidad, E3, a E1 y E2. Este será el objetivo del apartado siguiente.

Propiedades diferenciales de E3 con respecto a E1 y E2

Aunque el entorno natural y el entorno urbano son muy diferentesentre sí, ambos poseen una serie de propiedades comunes, que sondistintas en el caso del tercer entorno. Analizando siempre los tresentornos como espacios para la interrelación humana, y dejando delado otros aspectos que también tienen interés,16 distinguiremosveinte diferencias estructurales entre E3 y los dos primeros entornos,algunas de las cuales son matemáticas (las dos primeras), otras físicas(las propiedades 3 a 12), otras epistémicas (las propiedades 13 a 16)y otras sociales, como las cuatro últimas. La tesis central de esta obraconsiste en afirmar que estas últimas propiedades dependen en granmedida de las primeras, que son las que definen la estructura espacialde E3, y en particular su estructura con respecto a las interrelacioneshumanas y sociales. Veámoslas una por una a título general, porque alo largo de estas páginas volveremos una y otra vez sobre estas veintepropiedades.

16 Autores como Antonio Rodríguez de las Heras abordan el espacio digital desde una perspectivaontológica distinta a la nuestra. Rodríguez de las Heras se interesa por las propiedades de losobjetos en el espacio digital, como él lo llama, y no por el espacio digital como ámbito derelaciones entre personas y agentes, que es la perspectiva de este libro. Su perspectiva de análisistiene gran interés, y es complementaria a la de esta obra. Véase su libro Navegar en la información(Fundesco, Madrid, 1990).

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Proximalidad versus distalidad

Para tener sensaciones o para poder intervenir en El y E2, unagente A tiene que estar situado a corta distancia del objeto O quellama su atención. Si A manipula (o percibe) el objeto O con ayuda deunos instrumentos I, esos utensilios también han de estar a cortadistancia de A. Esta proximidad o vecindad entre A, O e I define lo queaquí denominamos proximalidad.17 Esta propiedad vale asimismo paralas interacciones, y en concreto para las interacciones comunicativas,en las que el objeto O es otro agente, B.18

Ejemplos de acciones proximales en el primer entorno haymuchísimos: cazar, pescar, arar, cosechar, coger fruta de un árbol,pastorear, andar, tejer,acariciarse, besarse, pegarse, hablar, percibir,etc. Y en el segundo entorno también: manipular herramientas ymáquinas, lanzar objetos, operar con instrumentos, leer, escribir,comprar y vender, trabajar, jugar, andar en bıcicleta, conducir uncoche, intervenir en un mitin o en un espectáculo, votar, etc. Todasestas actividades, así como otras muchas que podríamos mencionar,sólo son posibles si A, O e I están próximos entre sí. La inmensamayoría de las actividades que hacemos en E1 y en E2 sonproximales. Por supuesto, unas acciones son más proximales queotras, por ejemplo las que requieren contacto físico. La proximalidadadmite grados, como la mayoría de las propiedades que vamos adistinguir. Numerosos inventos técnicos han ampliado el radio deacción de los seres humanos: el microscopio y el telescopio ilustranbien esta tendencia a ampliar la capacidad natural de percibir de laspersonas, como la palanca y la polea aumentan su capacidad deactuar. Algunas invenciones, como la imprenta, han posibilitadoacciones como la de publicar, que genera relaciones a gran distanciaentre personas. Cuando leemos un libro impreso, estamos accediendoa los pensamientos elaborados por otra persona a mucha distanciafísica y temporal. En este sentido, la imprenta, el libro y la prensa sonprecedentes del tercer entorno. Pero las tele-relaciones posibilitadaspor la publicación no son interactivas, debido a que el emisor y elreceptor no están en posición simétrica, y por ello podemosconsiderarlas como anticipos parciales del tercer entorno, mas nocomo realizaciones completas del mismo.

17 Tanto este término como su opuesto, distalidad han sido utilizados por Norbert Bilbeny.Véase suobra Revolución en la ética (Anagrama, Barcelona, 1997). Aun tratándose de un anglicismo, quepodría ser reemplazado en muchas ocasiones por el vocablo «proximidad», hemos optado porusarlo para oponerlo a «distalidad».18 La ley mosaica referida a una acción muy específica, la de amar, instituyó esta propiedad enforma de ley: «amarás a tu prójimo como a ti mismo». Esa ley debería ser reformulada para eltercer entorno: «amarás a tu prójimo y a tu lejano como a ti mismo».

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Decir que E1 y E2 son proximales no equivale a afirmar que enellos no haya relaciones ni acciones a distancia. Tanto en el entornonatural como en el urbano hay entidades distales, que inciden adistancia sobre los seres humanos. Los ejemplos más obvios de E1 sonel sol, la luna, las estrellas y los cometas, así como la atmósfera y losmeteoros (el huracán, el rayo, etc.). La mayoría de las culturas handivinizado dichas entidades, atribuyéndoles un carácter sobrenatural.Ello muestra hasta qué punto lo natural está marcado por laproximalidad: en cuanto hay objetos distales que ejercen su influenciasobre las personas, inmediatamente se tiende a ubicarlos en otroespacio, al que genéricamente hemos designado como EO. Los diosesuelen estar situados a distancia infinita cuando son imagina dos en elmundo exterior (en el origen de los tiempos, en otro mundo...), o biendentro de nosotros mismos, en lo más proundo del corazón y de lamente, es decir, a distancia también infinita (pero negativa) de lafrontera que delimita lo interior y lo exterior al cuerpo. En el caso deE2, también hay entidades distales. Valgan únicamente dos ejemplos,uno religioso, el otro político. Las grandes religiones siempre hanubicado a gran distancia algunos lugares sagrados a los cuales debenperegrinar los fieles (La Meca, Santiago de Compostela, los SantosLugares de Jerusalén, los recónditos monasteries tibetanos, etc.).Retirarse del mundo, estar a gran distancia de la ciudad, es una de lasreglas básicas para la meditación y el ayuno. Desde el punto de vistapolítico, el lugar del poder siempre está muy lejano, y hay quetraspasar innumerables umbrales para acceder a él. No insistiré eneste aspecto, que he desarrollado más ampliamente en otra obra.19

Estas entidades distales de E1 y E2 han surgido en todas lasculturas, dando origen a la distinción entre lo inmanente y lotrascendente. Tradicionalmente han sido consideradas como ideas ylas polémicas sobre su existencia han sido constantes a lo largo de lahistoria. Para la tradición platónica esas ideas están ubicadas en unmundo eidético (el cosmos noetós, mucho más auténtico y real que elmundo sensible) para los racionalistas del siglo XVII eran innatas yeternas, es decir, eran imaginadas a distancia infinita del sujeto quelas piensa, porque le son infinitamente internas, constitutivas. Popperdistinguió entre los estados físicos, los estados mentales y «el tercermundo», en el que incluyó los conceptos universales, las ideas, lasinstituciones, etc. Por nuestra parte situaremos todas esasidealizaciones en E0, cuyos objetos son divinidades, arquetipos ytrascendentales en general y entenderemos lo trascendental comoaquello que no está en un entorno proximal, ni en el espacio ni en eltiempo, y tampoco está sujeto a cambio.

19 Véase J.Echeverría, Sobre el juego, Destino,Barcelona, 1999, segunda edición

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Los autores realistas, como Aristóteles, y en general losmaterialistas han solido afirmar que E0 no existe y que todo lo queexiste está materializado en E1 o es una idealizacion, un constructosocial: es decir, una entidad de E2. Desde la perspectiva queadoptamos en esta obra no es preciso entrar en ese debate. Lo quenos interesa es mostrar las diferencias del tercer entorno con respectoa E0, E1 y E2, independientemente de que E0 esté subsumido o no enlos otros dos entornos. Es importante subrayar que, a diferencia de lasentidades de E0, existan éstas o no, el tercer entorno no estrascendente a los seres humanos, sino completamente inmanente aellos, por ser una construcción social. La distalidad de la que hablamosse distingue netamente de la alteridad 0 de la infinita distancia conrespecto a los seres humanos que caracteriza a las entidadestrascendentes.

Hecha esta aclaración, retornemos a nuestro asunto. La diferenciaprincipal del tercer entorno con respecto a los dos primeros consisteen la distalidad. El teléfono nos permite oír y ser oídos, la televisiónver, el dinero electrónico comprar y hacer transacciones y las redestelemáticas tipo Internet posibilitan todo tipo de intercambiosaudiovisuales, independientemente de la distancia a la que esténsituados los agentes entre sí. En el tercer entorno, los objetos y losinstrumentos también pueden estar muy alejados entre sí. La base dedatos, la película que cargamos en nuestro televisor digital o ennuestro ordenador, el mensaje electrónico que recibimos o el libro queconsultamos ya no tienen por qué estar a nuestro alcance, sobrenuestra mesa, en nuestra estantería.De alguna manera son ubicuos, pero ello no implica trascendenciaalgunaPodemos utilizar un ordenador para nuestros calculus por accesoremoto y muchos otros instrumentos (de observación de media)pueden estar físicamente distantes, y sin embargo a nuestradisposición a través de las redes telemáticas.

La distalidad del tercer entorno es tecnológica y real, noimaginaria ni ideal. El tercer entorno se desarrolla a partir delsegundo, y en último término del primero, hasta el punto de que nohay solución de continuidad entre ellos. Quienes piensen que, en elfondo, todo procede de E0, en donde residen Dios, los ángeles y losarcángeles, o cualquier otro tipo de entidades sobrenaturales,incluyendo las almas de los muertos, preferirán hablar de cuatroentornos, en lugar de tres. Por nuestra parte, nos atendremos a ladistinción entre E1, E2 y E3, dejando de lado el problema de laexistencia de un entorno cero transcendental (inmaterial, eterno, noevolutivo,etc.). Los tres entornos de los que aquí hablamos cambian,se transforman. En ellos hay diversos tipos de entidades (orgánicas e

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inorgánicas, naturales y artificiales, materiales e informacionales)sujetas a procesos de generación y corrupción, por decirlo en terminosaristotélicos. El entorno cero suele ser pensado como un mundo eternoe invariable, y por eso no sera tenido en consideración en este libro.

Recintualidad versus reticularidad

Aunque la palabra «recintualidad» sea infrecuente y parezca poco

elegante,

resulta adecuada para definir la propiedad topológica inherente a casi

todos los escenarios de E1 y E2 en los que los seres humanos actúan y

se interrelacionan. Esos scenarios son recintos con un interior, una

frontera y un exterior. Un agente A actúa sobre O mediante los

instrumentos I en el recinto R, que tiene un interior, un borde y un

exterior. Cabe afirmar que la topología de interiores y exteriores

impregna por completo al primer y al segundo entorno. Tanto si

andamos por el campo como si paseamos por una ciudad,

continuamente traspasamos mojones, cercas, umbrales, límites y

fronteras que separan parcelas, fincas, habitaciones, casas, edificios,

barrios, pueblos, ciudades, regiones y países entre sí. Para ir de casa

al trabajo, salimos de nuestra habitación, salimos de casa, salimos de

nuestra manzana o barrio, atravesamos encrucijadas, parques y

barrios y llegamos finalmente a nuestro recinto laboral, sea éste una

huerta, un barco pesquero, una mina, una fábrica, una oficina, una

tienda, una escuela o un banco. Vivimos y trabajamos en el interior de

recintos, y a lo largo del día iteramos una y otra vez la acción de

traspasar diversos límites o fronteras (puertas, portales, vestíbulos,

atrios, etc.) para ir de un interior a un exterior, y así sucesivamente,

hasta llegar al recinto en donde vayamos a intervenir.

Como ya indicamos, esta topología afecta también al modo deinserción de nuestro cuerpo en el espacio físico de E1 y en el espaciosocial de E2. Por eso resulta constitutiva del mundo en el que actúan y

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sienten los seres humanos. Una de las grandes novedades que aportael tercer entorno consiste en crear un nuevo espacio de interacción einterrelación en base a una topología reticular, no recintual.

Para hablar por teléfono, para ver la televisión, para usar uncajero electrónico o para usar un ordenador por acceso remoto ya noes preciso desplazarse a un local determinado, sino que basta conestar conectado a una red. Las redes eléctricas, telefónicas,televisivas, bancarias y telemáticas posibilitan el funcionamiento deE3, y todas ellas tienen en común su estructura reticular. Si quiero verlos Juegos Olímpicos, puedo desplazarme a la ciudad donde secelebran, pero también puedo contemplarlos desde el tercer entorno:para ello he de estar conectado a la red de televisión que transmiteese acontecimiento deportivo. Y otro tanto ocurre si quiero disponer demi dinero cuando estoy de viaje: en lugar de acudir a una sucursalbancaria o llevar los billetes físicamente conmigo, me basta condisponer de un artilugio electrónico (la tarjeta de teledinero) que meconecte a la red adecuada. El dinero llueve desde E3 a E2 gracias a lasredes electrónicas mantenidas por los bancos. En una estructurareticular, lo importante es tener acceso a alguno de los nodos de lared: a partir de ello, las acciones posibles en la red son factibles,independientemente del lugar geográfico en donde uno esté. Elordenador portátil conectado al telebanco correspondiente expande elbolsillo propio a través de una red, convirtiéndolo en un telebolsillo, yno en una faltriquera con interior, frontera y exterior. Por eso latopología básica del tercer entorno es reticular, no recintual.