Macarena Ruiz

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Arte, Individuo y Sociedad 2009, vol. 21 143 ISSN: 1130-0531 Paisaje y jardín en el siglo XXI. El retorno al placer de los sentidos Landscape and Garden in the XXIst century. Return to the senses of pleasure ESPERANZA MACARENA RUIZ GÓMEZ C.E.S Felipe II de Aranjuez [email protected] Recibido: 5 de Noviembre de 2008 Aprobado: 18 de Diciembre de 2008 Resumen: Nos encontramos en un momento en el que el hombre, ha retomado el amor por la naturaleza, el paisaje y los jardines, en el que artistas y creadores han encontrado “otra vez” su fuente de inspiración. El paisaje, está vinculado a la historia de las culturas, colaborando a un mejor conocimiento de la condición humana, de sus momentos y cambios. Palabras clave: Pintura de Paisaje, Naturaleza y Jardín. Ruiz, M. 2009: Paisaje y jardín en el siglo XXI. El retorno al placer de los sentidos. Arte, Individuo y Sociedad, 21: 143-150 Summary: We are in a while in that the man, has revive the love by nature, landscapes and gardens, in which artists and creators have found “again” their source of inspiration. The landscape is tie to the history of the cultures, collaborating to a better knowledge of the human condition, of its moments and changes. Key words: Landscape Painting, Nature and Garden. Ruiz, M. 2009: Paisaje y jardín en el siglo XXI. El retorno al placer de los sentidos. Arte, Individuo y Sociedad, 21: 143-150

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  • Arte, Individuo y Sociedad2009, vol. 21 143

    ISSN: 1130-0531

    Paisaje y jardn en el siglo XXI.El retorno al placer de los sentidos

    Landscape and Garden in the XXIst century.Return to the senses of pleasure

    ESPERANZA MACARENA RUIZ GMEZC.E.S Felipe II de Aranjuez

    [email protected]

    Recibido: 5 de Noviembre de 2008Aprobado: 18 de Diciembre de 2008

    Resumen:Nos encontramos en un momento en el que el hombre, ha retomado el amor por la naturaleza, el

    paisaje y los jardines, en el que artistas y creadores han encontrado otra vez su fuente de inspiracin. El paisaje, est vinculado a la historia de las culturas, colaborando a un mejor conocimiento de la condicin humana, de sus momentos y cambios.

    Palabras clave: Pintura de Paisaje, Naturaleza y Jardn.

    Ruiz, M. 2009: Paisaje y jardn en el siglo XXI. El retorno al placer de los sentidos. Arte, Individuo y Sociedad, 21: 143-150

    Summary:We are in a while in that the man, has revive the love by nature, landscapes and gardens, in

    which artists and creators have found again their source of inspiration. The landscape is tie to the history of the cultures, collaborating to a better knowledge of the human condition, of its moments and changes.

    Key words: Landscape Painting, Nature and Garden.

    Ruiz, M. 2009: Paisaje y jardn en el siglo XXI. El retorno al placer de los sentidos. Arte, Individuo y Sociedad, 21: 143-150

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    Esperanza Macarena Ruiz Gmez Paisaje y jardn en la pintura ...

    Paisaje y jardn en el siglo XXI. El retorno al placer de los sentidos

    El los ltimos aos, ha aumentado el inters y la sensibilizacin hacia la naturaleza, el paisaje, el jardn y las representaciones plsticas que tienen como tema principal estos elementos. Ya no son trminos obsoletos, que antes nos avergonzaba mencionar segn en qu crculo nos encontrsemos.

    El trmino de paisaje es un concepto inventado por el hombre, pues no se trata de un lugar fsico, sino de unas sensaciones a partir de un lugar observado, vivido, que ha tenido distintas LQWHUSUHWDFLRQHVDORODUJRGHODKLVWRULDGHSHQGLHQGRGHOFRQWH[WRFXOWXUDOFLHQWtFR\VRFLDOGHcada poca determinada. Este gnero, ha sido claro testimonio de la relacin del hombre-naturaleza, tomando ms relevancia en los momentos culturales en que el ser humano se siente ms integrado y en comunin con ella, lo que viene a coincidir con otras formas de manifestacin cultural. El paisaje, pues, est vinculado a la historia de las culturas, colaborando a un mejor conocimiento de la condicin humana, de sus momentos y cambios. El paisaje ha sido visto de incontables maneras, porque cada tiempo tiene diferentes tesituras; porque el hombre es tiempo, es el tiempo, el paisaje bien puede revelar cada temporalidad gozada y padecida y, ms todava, la situacin SUREOHPiWLFDGH ODKRUDSUHVHQWHHQTXHHVWDPRVVXPLGRV6XPLGRV\DFWLYRV -RDTXtQGH OD3XHQWH/DOHFFLyQGHOSDLVDMHS(QFLHUWRVPRPHQWRVGHODKLVWRULDODQDWXUDOH]DKDGHMDGRGHVHUREMHWRGHWHPRU\GHVFRQDQ]DHVSDFLRVLPEyOLFRGHORVSRGHUHVPtWLFRVRGHORVHVStULWXVreligiosos, y es cuando el paisaje es accesible al hombre, porque no tienen que arrancar a la tierra VXVIUXWRVSDUDSRGHUFRPHU\SXHGHPLUDUDOFLHORVLQQLQJ~QPLHGR4XL]iVpVWDVHDXQDGHODVcausas de la aparicin del paisaje.

    -RVp6&DUUDOHUR9DOOHGH3HUDOHVleo sobre lienzo, 90x100 cm.

    Nos encontramos en un momento en el que el hombre, ha retomado el amor por la naturaleza, el paisaje y los jardines, en el que artistas y creadores han encontrado otra vez

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    su fuente de inspiracin, bien es justo decir, que ha habido quienes nunca le dieron la espalda y lucharon a ultranza por defender una relacin hombre-naturaleza que nunca ha debido de olvidarse.

    Durante el ltimo siglo la expresin artstica ha abierto mltiples caminos, nuevos medios, lenguajes y materiales; la bsqueda de novedad, no obstante, no aleja al arte de una GHVXVFRQVWDQWHVRULJLQDULDVODUHH[LyQVREUHHOVHQWLGRGHODH[LVWHQFLDGHOVHUKXPDQR8QRGHORVJUDQGHVPLVWHULRVTXHKDSUHRFXSDGRDOKRPEUHGHVGHOD$QWLJHGDGHVVXUHODFLyQcon la naturaleza, siendo la pintura de paisaje un medio de transmitir el concepto de sta, de QHJDUODRGHDFHSWDUODKDFLDODGHOLGDGGHVFULSWLYDRVXLQWHUSUHWDFLyQ

    Desde tiempos remotos ha existido una fuerte tradicin por interrelacionar a la QDWXUDOH]D\HOSDLVDMHFRQHOLQWHULRUGHOVHUKXPDQR'HVGHOD,OtDGD\OD2GLVHDGH+RPHURGRQGHOD1DWXUDOH]DHVHOUHHMRGHORVSHUVRQDMHVKDVWDHO5RPDQWLFLVPRTXHH[DFHUEDODLGHQWLFDFLyQHQWUHHOLQGLYLGXR\HOSDLVDMH(VHO$UWHFRPSOHPHQWRGHOD1DWXUDOH]D\RWURsegundo ser, que por extremo la hermosea y aun pretende excederla en sus obras. Prciase GHKDEHU DxDGLGRRWURPXQGR DUWLFLDO DO SULPHUR6XSOH GH RUGLQDULR ORV GHVFXLGRV GH OD1DWXUDOH]D SHUIHFFLRQiQGROD HQ WRGR TXH VLQ HVWH VRFRUUR GHO DUWLFLR TXHGDUD LQFXOWD \JURVHUD%DOWDVDU*UDFLiQ&ULWLFyQSDUWH,FULVLV9,,,

    Respecto al trmino de paisaje desde un punto de vista etimolgico y haciendo un seguimiento de su origen latino, aparecen algunas palabras como prospectus, amoenis y topia, que los traductores asemejan con nuestro concepto de paisaje; sin embargo, ninguno de HVWRVWpUPLQRVOOHJyDWHQHUHOVLJQLFDGRTXHUHDOPHQWHKDDGTXLULGRODSDODEUDSDLVDMHTXHnosotros utilizamos. En civilizaciones de tan elevado nivel no poda faltar el sentimiento de paisaje, como por ejemplo en esta pintura mural de Pompeya, en donde se aprecia el intento de ambientar la escena introduciendo caracterizaciones del lugar, como plantas, rboles; son obras que podemos considerarlas como el preludio de lo que despus nos llevar a los grandes paisajes panormicos.

    Tras esta breve nota sobre el origen del trmino de paisaje en nuestra cultura occidental, nos adentramos en el mundo del jardn, por considerarlo elemento importante en ntima relacin con la naturaleza y por supuesto, con el paisaje y sus representaciones pictricas.

    /D LGHD GH MDUGtQ WDPELpQ KD DFRPSDxDGR D QXHVWUD FXOWXUD GHVGH OD$QWLJHGDGmanifestndose en ella la necesidad humana de relacionarse y conectar con la naturaleza; y este deseo de armona se ha apoyado en numerosas ocasiones simultneamente en la ciencia y en el arte. Jardn es naturaleza, siempre modelada por la mano del hombre, para expresar en ella su espritu, utilizando las diversas tcnicas de la agricultura, la arquitectura, la hidrulica, y la poda ornamental o topiaria tcnica ancestral mediante la cual se crean formas escultricas DSDUWLUGHODYHJHWDFLyQFRQHOQGHKDFHUGHODPELHQWHQDWXUDOXQOXJDUHQGRQGHHOKRPEUHSXHGDYLYLUHQFRQWUDUVH\FRPXQLFDUVHVLHQGRVXVHOHPHQWRVUHHMRGHODLGHDGHOXQLYHUVRdel ser humano segn la poca. El jardn aparece en el momento en el que se intenta unir la satisfaccin del cuerpo con la del alma, en un espacio recogido y en calma rodeado de vida vegetal, a modo de un micro universo al alcance de la mano del hombre.

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    3DLVDMHSLQWXUDPXUDO9LOOD%RVFRWUHFDV3RPSH\DV,

    El hombre comenz a cultivar las plantas silvestres para su alimento hace aproximadamente 7000 aos, pero no es hasta hace 3500, cuando se tiene constancia documental de la existencia del empleo de plantas en los jardines ornamentales para el disfrute de los sentidos.

    Uno de los ms antiguos tratamiento del tema del jardn es el que encontramos en el libro del Gnesis: Luego plant Yahveh Dios un jardn en Edn, al oriente, donde coloc al hombre que haba formado, e hizo brotar del suelo toda clase de rboles deleitosos a la vista y EXHQRVSDUDFRPHU*pQHVLV,,6HWUDWDGHXQDVSRFDVSDODEUDVSHURGLFHQORTXHORVKRPEUHVKDQEXVFDGRGHVGHVLHPSUHHQHOMDUGtQFRPRDXWRQDOL]DGDEHOOH]DGHOD1DWXUDOH]DEste jardn del que habla el Gnesis tiene el doble concepto de belleza y funcionalidad al ser lo bello til y viceversa.

    En su calidad de lugar de placer en el que encontramos paz y serenidad, o de lugar de HVWDV \PDQLIHVWDFLRQHVPXQGDQDV HO MDUGtQ VH FDUDFWHUL]D HQ FXDOTXLHU pSRFD XWLOL]DQGRelementos anlogos que, sin embargo, se usan cada vez de manera diferente y se vuelven a elaborar de acuerdo con distintas exigencias. En su interior jams faltar el agua, o los senderos que lo atraviesan, utilizados para componer una estructura geomtrica y circunscrita en una

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    VHULH GH DUWLFLRV ELHQSDUD H[SUHVDUVH FRQ WRWDO OLEHUWDGKDVWD FRQIXQGLUVH FRQ HO SDLVDMHcircundante. As pues, los cambios en el gusto y en el sentido esttico vienen acompaados de una nueva forma de jardn. Del claustro cerrado, imagen ednica, lugar de paz y de refugio GHORVSHOLJURVH[WHULRUHVHOMDUGtQDFDEDUHHMDQGRHOFRQFHSWRGHOKRPEUHFRPRPHGLGDGHtodas las cosas, hasta llegar a la esplndida celebracin del poder soberano absoluto, fastuosa escenografa que celebra la gloria y el triunfo del mismo.

    Dentro de las representaciones pictricas, durante muchos siglos, el jardn ha estado en gran medida relegado al fondo del cuadro, tomando el papel secundario de las representaciones. Este microcosmos, sin embargo, goza de vida propia, de una vida hecha de smbolos y de VLJQLFDGRVGRQGHVHUHHMDQORVJXVWRV\HOVHQWLGRHVWpWLFRGHODVpSRFDVKLVWyULFDVTXHVHhan sucedido a lo largo de los siglos.

    Las distintas manifestaciones histricas del arte de los jardines pueden considerarse como testimonios de los modos de ver y de juzgar el paisaje natural, constituyendo una parte notable de la historia del paisaje; y lo mismo puede decirse de las representaciones o descripciones de vergeles que se encuentran en la pintura de todos los tiempos, en la medida en que enuncian una idea del jardn que es tambin una idea del paisaje.

    Despus de haber esbozado estos conceptos acerca de la relacin paisaje-jardn con la vida del hombre en distintas pocas y su vinculacin con los cambios en el pensamiento del ser humano, pasamos a hablar de su vigencia dentro del arte actual.

    Como mencionaba al principio de este texto, hubo una poca, la dcada de los 70 del siglo XX, en que citar la palabra paisaje o jardn, era sinnimo de obsoleto, melanclico, desfasado, pero paradjicamente, por los movimientos de la historia, el panorama empez a cambiar, y comenz un auge en todas las disciplinas relacionadas con la Naturaleza, gracias a la colaboracin de Instituciones y algunos artistas que han promovido y promueven este gnero a ultranza.

    Como ejemplo de esta labor es obligado nombrar por su gran raigambre en la difusin de la pintura de paisaje, los cursos de Pintores Pensionados en la residencia de Segovia que tienen su origen en la Ctedra de Paisaje que la Academia de Bellas Artes de San Fernando de 0DGULGLQVWLWX\yHQFRPRSDUWHGHODHQVHxDQ]DRFLDOGHVXVSURJUDPDVSHGDJyJLFRVen arte.

    Entre los primeros profesores que impartieron y dirigieron esta asignatura en la ctedra se encuentran pintores tan prestigiosos como: Jenaro Prez Villaamil, Fernando Ferrant, Carlos De Haes que fue Catedrtico de Pintura de Paisaje en 1857 y form a numerosos pintores de la segunda PLWDGGHOVLJORGHVWDFDQGRHQWUHVXVGLVFtSXORV$XUHOLDQRGH%HUXHWH\'DUtRGH5HJR\RV2FXSDURQtambin esta ctedra insignes pintores como Antonio Muoz Degrain en 1895, Joaqun Sorolla que fue profesor en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando en la disciplina de Colorido y Composicin y de Paisaje, Eduardo Martnez Vzquez nombrado por oposicin en 1942, a quien le sucedi su hijo Rafael Martnez Daz y el ltimo Catedrtico de Paisaje aunque en los nuevos planes, la asignatura no conste como tal- es Jos Snchez-Carralero, quien adems de ser gran defensor de

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    este gnero practicndolo, fue durante muchos aos Director de los Cursos de Paisaje de El Paular del 3DODFLRGH4XLQWDQDUGH6HJRYLD\GHRWUDVEHFDVFRPRODVGH&KHIFKRXHQ&DFDEHORV\6RXWRPDLRUadems viene promoviendo desde hace ms de tres dcadas numerosos cursos a lo largo de toda la geografa espaola impulsando este gnero.

    Joaqun Sorolla, Jardines del Alczar de Sevilla en Invierno, 1908Coleccin Pons-Sorolla

    Rafael Martnez Daz, Paisaje Castellano, 1977.leo sobre lienzo, 33,5x41 cm

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    De entre los pintores pensionados en esta beca, mencionar a aquellos primeros como Lucio Muoz, Jos Beulas, Manuel Alcorlo, Alberto Datas, Cristbal Toral, artistas consolidados en el mundo del arte, y de entre una generacin ms joven que pisan fuerte en el panorama actual, defendiendo con su obra el paisaje destacar a Jorge Bayo, Mara Jos Castao, Beln Elorrieta, Carmela Santamara, etc.

    Carmen de la Fundacin Rodrguez Acosta*XLOOHUPR2\DJH]0RQWHUR

    Es obligado tambin hablar de la labor que desempea la Fundacin Rodrguez-Acosta en Granada, que con sus Becas de Paisaje recibe desde hace ms de 40 aos a los alumnos ms destacados de las antes Escuelas Superiores de Bellas Artes, en la actualidad Facultades de Bellas Artes de Espaa, como entre otros muchos pintores Antonio Zarco, Jos Carralero, Antonio Prez Pineda, Joaqun Milln, Mercedes Lara y si me permiten, la que escribe este artculo tambin estuvo becada en el 2000.

    1RSXHGRQDOL]DUHVWHDSDUWDGRGHGLFDGRDODVEHFDVGHSDLVDMHVLQPHQFLRQDURWUDVTXHaunque ms recientes, colaboran a impulsar este gnero, como la Beca de Aylln en Segovia y la Becas de Paisaje Mondariz Balneario.

    En estos ltimos aos, la expresin artstica ha abierto mltiples caminos, incorporando nuevos medios, lenguajes y materiales. La introduccin de los medios tecnolgicos en el lenguaje SOiVWLFRKDVXSXHVWRODUHGHQLFLyQGHFRQFHSWRV(OUHWRUQRDODQDWXUDOH]DKDFRLQFLGLGRFRQun momento de auge de los movimientos ecolgicos, las formas de vida, convirtindose la intervencin en el espacio natural que nos rodea en una actividad habitual, posiblemente como forma de rechazo o complemento hacia el auge e invasin de las nuevas tecnologas.

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    Esperanza Macarena Ruiz Gmez Paisaje y jardn en la pintura ...

    La bsqueda de novedad, sin embargo, no aleja al arte de una de sus misiones originarias: ODUHH[LyQDFHUFDGHOVHQWLGRGHODH[LVWHQFLDKXPDQD\GHOPXQGRGHORYLVLEOH\ORLQYLVLEOH8QRGHORVPLVWHULRVTXHKDFDXVDGRGHVDVRVLHJRDOVHUKXPDQRGHVGHOD$QWLJHGDGHVVXUHODFLyQFRQla naturaleza, siendo la pintura de paisaje un medio de transmitir el concepto de sta, de negarla RGHDFHSWDUODGHFDSWDUODFRQGHOLGDGRGHLQWHUSUHWDUODVHJ~QVXHVWDGRGHiQLPRHVSRUHOORQHFHVDULRXQDUHH[LyQHQHOPRGRGHVHQWLUGHSHUFLELUWRGRORTXHQRVURGHD

    Pasan aos, dcadas, siglos y el paisaje que nos rodea es tomado como elemento de representacin mediante pintura, fotografa, literatura. Es una crnica interna de la situacin del hombre en el mundo. Nos encontramos ante un nuevo Neo-romanticismo, un volver a fundirnos ante la naturaleza, ante su sencillez y complejidad, debiendo asumir su grandeza inconmensurable. Una de las grandes tragedias del hombre moderno y contemporneo ha consistido en la paulatina disociacin de lo humano y lo natural, como si ambos factores pertenecieran a realidades diferentes, capaces de caminar por vas apartadas entre s, es por ello por lo que la sociedad moderna siente melancola por recuperar sus vnculos con la naturaleza.

    Referencias bibliografcasAA.VV.: El paisaje, Comisara General de Exposiciones de la Direccin General de Bellas Artes del Ministerio de Educacin y Ciencia, Ed. Valera, 1969, Madrid..HVVOHU0(OSDLVDMH\VXVRPEUD,GHD%RRNV6$%DUFHORQD.OXFNHUW(KUHQIULHG*UDQGHVMDUGLQHVGH(XURSD'HVGHOD$QWLJHGDGKDVWDQXHVWURVGtDV(GH. F. Ullman, Barcelona, 2007.Maderuelo, Javier: El paisaje: sntesis de un concepto, Abada Editores, 2005, Madrid.