Mantener limpia una de las ciudades más pobladas del mundo no es tarea fácil, pues todos los días se generan aproximadamente 12,500 toneladas de residuos sólidos en el Distrito Federal.

Estos son producidos tanto por la población fija de la ciudad como por los varios millones de personas que entran y salen regularmente del DF para comerciar, ir a trabajar, estudiar o hacer toda clase de actividades.

Poco a poco la basura se ha convertido en un problema prioritario para la ciudad, pues de la gran cantidad que se produce solo el 10% se reutiliza. Para atender esta situación se han dando algunos pasos importantes:

Cierre de tiraderos a cielo abierto para convertirlos en áreas verdesPaso de tiraderos a cielo abierto a rellenos sanitariosSeparación de basuraPromulgación de leyesConstrucción de los llamados Centros Integrales de Reciclamiento y Energía (CIRE)

El problema de la basura en la capital no solo es de los que residen en ella. La población flotante en la ciudad hace que aumente casi en un 50% el número de personas que la ocupan durante el día con respecto a la población residente que pernocta en ella.

A diferencia del campo donde una persona genera alrededor de 0.44 Kg de basura al día, en la ciudad se calcula que una persona genera más del doble. Esto se debe no solo a la concentración demográfica y el consumo material, sino también a que el promedio de desechos generados en el campo sirve como abono o alimento animal. Junto con la basura que produce cada habitante en su casa, en el D.F. debe manejarse la que generan los comercios, hospitales, prestadores de servicios, fábricas y la que se concentra en la vía pública.

Existen regulaciones para mantener el control sobre la basura; por ejemplo los generadores de mas de 50 Kg tienen que pagar una tarifa especial por su recolección. Además aquellos que son peligrosos deben pasar por tratamientos especiales, previo a ser enviados a confinamientos.

La basura depositada en los miles de botes o papeleras que hay en los espacios públicos del D.F. es recolectada por los barrenderos o camiones de basura de dos a siete veces por semana. De entre los varios modelos de papeleras, algunos han sido diseñados para armonizar con el entorno en que se ubican. Para facilitar el reciclaje, se cuenta también con papeleras de botes separados para residuos orgánicos e inorgánicos, así como columnas recolectoras de pilas y celulares.

Además de la labor de los trabajadores de limpia, la recolección de basura se basa en una amplia gama de vehículos «de limpia»

En tiempos de la fundación de la ciudad en la colonia se usaban carretones tirados por mulas, en 1952 aparecieron los primeros vehículos motorizados dedicados a este fin.

Con el tiempo los vehículos se han ido modernizado y ampliando. Actualmente la ciudad cuenta con 2,253 unidades de modelos variados.

Minicargador frontalEste vehículo de poco tamaño y gran poder se utiliza en áreas reducidas pero con una significativa acumulación de residuos que requieren mucha fuerza para ser removidos. El minicargador frontal trabaja en lugares donde hay cascajo. Algunos de estos equipos son usados en la zona de la lagunilla, Tepito y el centro histórico

Otros modelos. Además de los ejemplos ilustrados, la flota de limpia cuenta con otros modelos: carros de volteo y de carga frontal, así como vehículos mini-recolectores, lo que en total suma cerca de 430 unidades

En el servicio de limpia se han introducido gradualmente equipos más modernos para que las labores relacionadas con la basura y la limpieza de las calles sean más eficientes.

Estos nuevos vehículos permiten, entre otras ventajas, trabajar con mayor rapidez, ya que cuentan con herramientas más poderosas de uso rudo, como escobas y equipos de lavado. A su vez ofrecen un mejor aprovechamiento del agua y sus motores son menos contaminantes

La «Gumbuster»: poderosa eliminadora de chicles

Hasta hace poco, la limpieza de chicles en las banquetas era una tarea ardua y representaba serios peligros a la salud debido a la alta toxicidad de los solventes requeridos. Sin embargo, a partir de 2008, se introdujeron nuevos equipos capaces de remover un chicle en sólo 15 segundos. El proceso consta de tres pasos: 1) se rocía un spray de vapor a altas temperaturas; 2) se aplica un químico que elimina totalmente la adherencia del chicle; 3) y se aspira la goma ya disuelta.

A pesar de esta innovación, el costo del procedimiento es muy elevado: 75 centavos por chicle removido, lo que representa tres veces el precio promedio de adquirirlo nuevo.

Equipos compactosLa fisionomía del centro Histórico,

conformada por calles con aceras estrechas saturadas de peatones, y la necesidad de mantener su esplendor requieren de detalle en la limpieza de la zona; por ello es necesario el uso de equipos más pequeños que los que se utilizan en el resto de la ciudad.

La mayor parte de los residuos sólidos que se generan en la ciudad de México son inorgánicos: 7,464 toneladas que equivalen al 60% del total. Los componentes tradicionales de este tipo de residuos son latas, plásticos, vidrio, y diversos productos metálicos, los cuales se caracterizan por tener un alto grado de reciclamiento para uso posterior. No obstante el resto tiene una procedencia mixta que muchas veces no pasa por un proceso de reaprovechamiento apto.

En este grupo se considera también al papel y cartón, de origen orgánico, por su grado de reciclamiento.

Por su parte, la basura orgánica está compuesta principalmente por residuos alimenticios y de jardinería; diariamente se producen 4,975 toneladas de este tipo de residuos, lo cual representa un 40% del total de los residuos que deberán tratarse adecuadamente.

Una de las innovaciones más importantes que se ha introducido en el manejo de los residuos sólidos urbanos en la Ciudad de México son los camiones bicompartidos o de caja separada.

En una primera fase se introdujeron 175 camiones, los cuales están equipados con compartimientos independientes codificados por colores.

Están diseñados para dividir, desde el momento inicial de la recolección, los residuos orgánicos e inorgánicos para su transporte y posterior procesamiento. Esto es muy importante, pues la diferenciación de la basura desde el momento de su desecho, y en todo su manejo sucesivo, es fundamental para poder reutilizar los materiales de manera mas rápida y eficiente.

Desde que el camión recolector pasa por la basura a la casa, comercio o empresa, los desechos son transportados a varios lugares para ser separados, transformados, y en algunos casos reutilizados, hasta que llegan al sitio de disposición final. El primer lugar al que llegan son las grandes instalaciones denominadas «estaciones de transferencia», donde los camiones del servicio de limpia vacían la basura recogida en las delegaciones. En estas estaciones los residuos se concentran temporalmente para después ser trasladados, en grandes trailers, a las plantas de selección, donde se separa la basura para su posterior aprovechamiento. A su vez, los elementos orgánicos se canalizan a la planta de composta, y la basura que no pueda ser reciclada termina su ciclo en el relleno sanitario del Bordo Poniente, para su disposición final

Las estaciones de transferencia

Después de pasar por la basura a los domicilios, los camiones recolectores la llevan a la estación de transferencia más cercana a su área de trabajo. En el D.F. hay trece de estas estaciones, cuya finalidad es mejorar la eficiencia del servicio de recolección pues, al no tener que desplazarse hasta el relleno sanitario, reducen la distancia y el tiempo de los traslados de las unidades.

Una vez que los camiones efectuaron su recorrido por las colonias asignadas la basura es depositada en camiones de transferencia, comúnmente conocidos como transfers, que son grandes trailers capaces de cargar hasta 30 toneladas de residuos sólidos. Aquellos se encargan de llevar la basura a las plantas de selección, a las plantas de composta o al Bordo Poniente. La recepción y traslado de los desechos debe realizarse el mismo día.

Plantas de selección

El bordo poniente

Ubicado cerca del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el Bordo Poniente es el sitio a donde llega la basura para terminar la travesía que comenzó con su recolección. El sistema que se emplea para la disposición final de los residuos sólidos es la técnica de relleno sanitario, que consiste en depositar los desechos en el suelo previamente protegido, compactarlos, acomodarlos en forma de celdas hexagonales y cubrirlos con una capa de arcilla.

El bordo se localiza en las inmediaciones del antiguo lago de Texcoco y, aunque está dentro del Estado de México, es operado por el Gobierno del D.F. El relleno abarca 1,000 hectáreas y la vida útil del bordo se ha dividido en cuatro etapas. La primera opero de 1985 hasta 1992, la segunda desde 1988 hasta 1991 y la tercera, desde 1991 hasta 1994. La etapa IV, con una extensión de 375 hectáreas, comenzó a ser utilizada en 1994 y continua en funcionamiento. Desde su creación, se han utilizado 721 hectáreas del bordo poniente.