Manny, un buen camarada.

Durante siete años trabaje en una constructora, ahí tuve el gusto de hacer buenos amigos: Manuel, Humberto, Carlos, mi tío Rudy (quien además de tío fue compañero de trabajo),Raúl, Lety, Libia, Sandra, Yolanda y algunos más, fueron anos muy pintorescos, sin duda el personaje más interesante y polémico de la empresa fue Manuel Mendoza Lugo, quien además era misterioso y complicado era Contador, con un don para descubrir malversaciones y desviaciones de fondos, un Torquemada de la Contabilidad.

Un día de tantos apareció en el piso donde nos encontrábamos los del Departamento Técnico, venia de una de las filiales de la empresa, había sido cambiado a la nuestra debido a que había “pisado callos’ y para evitar problemas simplemente lo cambiaron, fue debidamente liquidado, era el mes de Septiembre, menciono por un suceso posterior en esta historia.

Alto y muy delgado, cabello lacio y largo, estilo de fines de los sesentas, marcas de acné y acné en el rostro, vestido con un conjunto de mezclilla a la moda levi’s. Jamás lo confundirían con Adonis, no era precisamente atractivo, al poco tiempo de haber llegado le fue encontrado parecido con dos personajes de tiras cómicas, con “Pitoloco” de Bolaños, y con “Avelino Pilongano” de Gabriel Vargas, las aportaciones correspondieron a Humberto (“El Hombre de la Horchatita”) y a Carlos (‘Bigote deGato” , “puños mortales”), ya que como en cualquier empresa grande y folclórica los apodos son muy socorridos.

Se acerco a mi sonriendo y tendiendo la mano, no sabía quién era y extrañado pensé: -“y a este, ¿que jabón lo patrocina?”, ahí comenzó una amistad que duraría muchos anos…

Su primera Inquisición fue revisar lo que el Arquitecto Mercado estaba construyendo, Mercado era un buen arquitecto, con muy buen gusto para su trabajo, sin embargo para su vestir era un hibrido de “Cholo”,”pachuco” y”soul brother” (en su vestimenta había más colores que en una vomitada de borracho), era muy divertido, su religión era ser “rabo verde” de tiempo completo, y esto

dio pie a muchas situaciones cómicas, que sumados a la labor y personalidad de Manuel hicieron mis días en esta empresa harto divertidos.

Su jefe inmediato era mi tío Rudy, siempre elegante, bien parecido y con sentido del humor, también se hicieron amigos.

Alguna vez alguien que se quejaba de él, lo llamo “Manny”, desde ese día lo llame así, y así se le quedaría el apelativo.

Todos los días comíamos juntos, en lugares económicos, había unos tacos que atraían moscas que era un portento, como el local no tenia nombre lo bautizamos como “Flyland”, en verdad riquísimos tacos al carbón, tal vez las moscas tenían la misma opinión…, como tenía una amplia cultura general siempre tuvimos de que platicar, jamás platicaba de su historia personal, francamente todos supimos muy poco de el, y por meras casualidades. Ganaba un buen sueldo y nunca tenía mucho dinero en la bolsa, ¿Qué le hacía al dinero?, no era ni alcohólico ni drogadicto, no tenia mujeres, muchas hipótesis surgieron: que era gay y su hombre lo explotaba, que era ludópata, que alguien lo extorsionaba, para cualquier hipótesis no existía manera de corroborarla o de desmentirla completamente, hasta que era extraterrestre se llego a decir (por su fealdad y bromeando).

Nunca permitía que alguien lo acompañara a su casa, solo que lo acercaran cuando le daban ”aventón”, ¿Por qué tanto misterio?

Como en toda empresa, en esta también existían lambiscones/zánganos/rateros, Manny el Inquisidor, era odiado por más de uno, constantemente era atacado y vilipendiado, pero fue inútil, permaneció en esta empresa hasta el fin de sus días, 30 anos, para ser preciso. Naturalmente los que no tenía “cola que les pisaran” nunca tuvieron problemas con él, pese a ser así de obvio los lambiscones no se daban cuenta que se evidenciaban al atacarlo.

Y naturalmente que todos querían saber acerca de la vida ‘secreta’ de Manny, con los anos nos pudimos dar cuenta que tenia madre, y esto porque un día que viajábamos en metro nos encontramos a una señora que lo llamo “hijo” y el la llamo “mama”, bueno, ya supe que no era extraterrestre…

Un día platicando con el padre de mi amigo Roberto, quien también era Contador, me escucho hablar de el, y al escuchar su nombre completo lo identifico como el hijo de un Contador que él conocía, bueno… ya sabía que tenía padre, que no había sido producto de la partenogénesis…era terrícola..

A Manny y a mi tío Rudy les asignaron la entonces incipiente área de computación, de aquellas de tarjetas… para un inquisidor como Manny la computación le vino como una escoba con turbinas a una bruja…

Requirieron capturistas, una de las que llego lo enloqueció de amor, ella tenía 18 años, el tenia 38, mozuela de no malos bigotes, simpática, sexy, muy detallada en su arreglo…

La única dificultad que tuve con Manny fue por esta chica, hasta un tiempo me dejo de hablar, mi tío Rudy nos llamo a ambos y dijo con propiedad:

-“Señor Mendoza: No sea payaso!, usted y Jorge son amigos”

El asunto se arreglo y volvimos a hablarnos, naturalmente la conclusión de toda la empresa es que Manny no era gay…

Muy poco a poco se iban despejando las incógnitas que lo rodeaban.

Gracias a esta chica supimos que Manny vivía en un cuarto que le rentaba a la tía de ella, y que por esto se había enterado acerca del trabajo como capturista, ya sabíamos donde vivía…, también nos enteramos que cuando se descuidaba la tía Manny, directo de la cazuela o el sartén , engullía lo que fuera comestible aunque se quemara la lengua, pero… ¿Qué le hacía al dinero?

En una de tantas durante el trabajo, al sacar de su petaca algo, unos zapatos de niño pequeño se le cayeron, se turbo y sin pedirle explicación nos dijo que eran de su hija, no supimos mas, tan solo pudimos deducir que la madre de la criatura se quedaba con la mayoría de lo que ganaba el, por eso vivía tan austeramente, a la fecha esta incógnita continua vigente…

Manny siempre espero que nuestro patrón le cumpliera promesas monetarias que le había hecho, como a tantos otros lo dejo esperando, prometer no empobrece…

Cuando deje la empresa mantuve contacto con Manny, le escribía por lo menos una vez por mes, desgraciadamente para el mi correo y mi persona eran non gratos para su patrón (mi padre) debido a nuestro rompimiento total, y lo que yo le escribía era primero abierto y revisado, cosa que yo imaginaba y jugaba con la mente de su patrón, el cual encolerizaba con la llegada y lectura de las misiva, las cuales incluían caricaturas dibujadas por un servidor, en aquellos años las fotocopiaba y enviaba a nuestro circulo social, también las faxeaba, el Internet me vino a facilitar su difusión.

Cabe aclarar que Manny nunca me contesto las misivas por temor a su patrón

-“Señor Mendoza: no es posible que usted no le haya contestado a Jorge y el siga escribiéndole, usted le pasa información, si lo llego a cachar lo despido”

Y con las misivas jugaba con la mente del patrón, por mi trabajo tenia que pasar a eso de las once de la mañana frente a la oficina de la constructora, pasaba en metro, por un instante veía los autos estacionados y sabia quienes habian llegado, y la hora a la que llegaban, simplemente mencionaba esto y el patrón mandaba a un office boy a que revisara si no los espiaba desde algún lugar cercano, después escribia

-“Ya los vi revisando si no estoy por ahí…”- y el patrón se volvia loco y les gritaba a todos

-“İAlguien le pasa información a Jorge!”

En una de tantas escribí que no necesitaba que me pasaran información, que con micrófonos direccionales la podía obtener. Pues revisaron la oficina, estacionamientos, coches estacionados en las inmediaciones, desate la paranoia…

Vi a una amiga que trabajo en esta empresa y que seguía en contacto con los empleados, quienes no sabían que ella mantenía contacto conmigo me entreaba de estas ridiculeces.

Manny evito que atropellaran a un niño, pero el mismo auto lo proyecto en el aire y el golpe le dejo muchas secuelas, sobre todo en la tiroides, subió de peso de manera grotesca, un año antes de su deceso desafío a los dioses y vino a Cuautla a verme, vino con un primo muy cercano a mí, nos dio mucho gusto vernos y platicar, me corroboro acerca del ambiente de paranoia y ridiculeces de su patrón. Fue su despedida para mí, falleció a causa de las complicaciones que ya sufría.

Fue un magnifico camarada, pienso que no nada más yo opino esto, en otro escrito narro acerca de su relación con Humberto, el me comunico acerca de su fallecimiento,

No supe quien o quienes se hicieron cargo de sus restos, o de las exequias, no creo que a él le preocupara tampoco este aspecto, solo que alguien se hiciera cargo de su perro.