manos que curan colores de vida declaración universal de la unesco sobre la diversidad cultural 43...

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Publicado en 2012 por la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago)

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Los términos empleados en esta publicación y la presentación de los datos que en ella aparecen no implican toma alguna de posición de parte de la UNESCO en cuanto al estatuto jurídico de los países, territorios, ciudades o regiones ni respecto de sus autoridades, fronteras o límites.

Las ideas y opiniones expresadas en esta obra son las de los autores y no reflejan nece-sariamente el punto de vista de la UNESCO ni comprometen a la Organización.

Esta publicación se hizo gracias al generoso apoyo del Fondo para el logro de los Obje-tivos de Desarrollo del Milenio de la Cooperación Española.

Diseño : Karin Neckelmann

Impreso en Chile por

} Índice

agradecimientosprólogopalabras de gonzalo rojasla campaña ”mucho chile”

raíces temporalesmireya tapia apariciola pajaritarigor mortis, respeto por un animal en la familiamujer de san pedroyaganes de puerto williamsatrapadores de salpequeños gitanos en talcahuanorosa yagántránsito en el surjacintacuando sale el solawakantuyo (juguemos)tía y abuela

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el diablofernandoraíces étnicas, mirada con historiamúsica ancestral aymaramamita maríapaz-sienteen el tiempopor los días mejoreshermanos alvarado álvarezguitarra huillicheespiga de vidaalmuerzo familiar daniel garrido y su familia al partirfamiliael orgullo de ser quién soyamasando una tortilla de rescoldochakanasiguiendo al pastornguillatúnchoiquela mingael baile de los negros, loramanos que rescatan nuestra identidadlegado ancestral para una futura generaciónde donde viene uno: viaje a las raícesmanos que curancolores de vidadeclaración universal de la unesco sobre la diversidad cultural

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La Oficina Regional de Educación para América Latina agradece a todas y todos los participantes del concurso “De dónde viene uno” por su invaluable contribución.

De igual modo, esta publicación no habría sido posible sin el apoyo y trabajo de Paz Portales, Alfredo Rojas, Gonzalo Pedraza, Mariel Bravo, Gonzalo Rojas-May, Magdalena Vio, Alvaro Alvarez, Andrea Jösch, Beatriz Huidobro y todo el personal de las agencias que son parte del Programa Conjunto de las Naciones Unidas.

Un agradecimiento especial para Andrea Brauweiler, curadora de la exposición “De dónde viene uno”.

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} Prólogo

Esta publicación sistematiza las principales actividades de lacampaña Mucho Chile.

Dicha iniciativa fue diseñada por la Oficina Regional de Educaciónpara América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago) enel marco del Programa Conjunto de Naciones Unidas del FondoEspañol para la Prevención de Conflicto y Construcción de Paz,financiado por la Cooperación Española y contó con el apoyo delPNUD, OPS, FAO y UNICEF.

La campaña fomenta la valoración de la identidad y la diversidadde las culturas originarias, especialmente respecto de sustradiciones, patrimonio, literatura, gastronomía, artesanía, ypromueve su vinculación con el resto de los sectores sociales delpaís.

Dentro de las iniciativas, destacamos el concurso de fotografía “Dedónde viene uno”, que convocó a los interesados a rescatar

el vínculo con los pueblos originarios. Cientos de Chilenosrespondieron enviando una muestra diversa y visualmenteimpactante de la incuestionable vigencia de estos pueblos en elpresente. Resultado de ello, es esta muestra de fotografía itineranteque recorrerá el país.

En este contexto, destacamos la Declaración Universal sobre laDiversidad Cultural de la UNESCO, aprobada en 2001 por todoslos Estados Miembros, que consignó el diálogo intercultural como lamejor garantía de paz y convivencia social.

Esperamos que la campaña Mucho Chile contribuya a revalorar elenorme y profundo acervo cultural de los pueblos indígenas.

Jorge Sequeira

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Voy corriendo en el viento de mi niñez en ese Lebu* tormentoso, y oigo, tan claro, la palabra “relámpago”. - “Relámpago, relámpago” -. Y voy volando en ella, y hasta me enciendo en ella todavía. Las toco, las huelo, las beso a las palabras, las descubro y son mías desde los seis y los siete años; mías como esa veta de carbón que resplandece viva en el patio de mi casa. Es el año 25 y recién aprendo a leer. Tarde, muy tarde. Tres meses veloces en el río del silabario. Pero las palabras arden: se me aparecen con un sonido más allá de todo sentido, con un fulgor y hasta con un peso especialísimo. ¿Me atreveré a pensar que en ese juego se me reveló, ya entonces, lo oscuro y germinante, el largo parentesco entre las cosas?

* Leufü: torrente hondo, en mapuche original. Después, en español, Lebu, capital del viejo Arauco invencible como dijera Ercilla en sus octavas majestuosas. Puerto marítimo y fluvial, maderero, carbonífero y espontáneo en su grisú, con mito y roquerío suboceánico, de mineros y cráteres - mi padre duerme ahí -; de donde viene uno con el silencio aborigen.

Gonzalo Rojas

} Palabras de Gonzalo Rojas

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Es animoso y revitalizador observar la construcción de puentes que generan vías de tránsito para unir entidades como la Unesco, la Fundación Gonzalo Rojas y Radio Universidad de Chile.

Más aun si facilita el levantamiento de proyectos, idearios e intenciones como lo realizado y expresado en la Campaña Mucho Chile que se convirtió en un espacio, como ya se dijo, de promoción del patrimonio material e inmaterial de los pueblos originarios.

Hermosa, dinámica y profesional campaña que ofreció una cercanía sensible y formativa con las lenguas originarias, la gastronomía de aquellos pueblos, las letras indígenas, el arte de la fotografía y la palabra que surge desde esos pueblos color de la tierra.

Para Radio Universidad de Chile fue y será una experiencia dinamizadora en su reafirmada línea editorial que atiende y se entiende de los sucesos y los procesos de los pueblos originarios, que informativamente se preocupa y se ocupa de los derechos humanos, sociales, territoriales, culturales, políticos, institucionales de aquellos pueblos que habitan este territorio hace Siglos.

} La Campaña “Mucho Chile”

Parafraseando el lema de la Universidad Autónoma de México –hay muchos países donde persiste el concepto y la práctica de autonomía universitaria en instituciones públicas y al servicio de sus ciudadanos- de Casa Abierta al Tiempo, digamos que Radio Universidad de Chile es una casa abierta a la sociedad, sin exclusiones.

Es así que contribuiremos siempre al encuentro y reencuentro, al conocimiento y reconocimiento entre diversidad de actores y protagonistas de esta sociedad, de este país, de este territorio.

En ello hay afinidad con dimensiones claves como las planteadas por la Unesco en cuanto a la consideración de identidad cultural, convivencia pluralista e inclusión social.

Y hay continuidad en los espacios comunicacionales y de las letras a la obra de creadores gigantes como Gonzalo Rojas que hicieron sus trazos firmemente asimilados a los pueblos de la América y las jornadas de emancipación.

Y es que abordar, asimilar, comprender todo lo que concierne a los pueblos originarios no debe ser un acto formal, demagógico, paternalista, turístico, esporádico, sino comprometido, real, profundo, sincero, constante donde la inclusión signifique respeto, aceptación, comprensión, derechos, convivencia.

Parece que es aplicable aquel pensamiento del Benemérito de las Américas, de origen zapoteca, Benito Juárez, cuando habló de que “el respeto al derecho ajeno es la paz”.

La Campaña Mucho Chile, con su colorido y dinamismo, con su palabra y su profundidad, contribuye a ello, al derecho y al respeto de los pueblos originarios, a sentirlos parte de nuestra tierra, de nuestra cultura y de nuestra historia y a aportar, siempre, a la paz sustentada en el muto respeto profundo de quienes convivimos, debemos convivir, en este espacio del planeta.

Hugo Guzmán. Editor General Radio Universidad de Chile11

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Acá podemos ver a Rayén Maripillán junto a su abuela, Hilda Carrera. Manuel, el papá de Rayén, es de origen indígena y hace 10 años atrás en la linda ciudad de Temuco se conocieron con Patricia, su mamá. Ella, a diferencia de Manuel, no es indígena, por el contrario, pertenece a una familia proveniente de España; ambos pertenecen a familias muy tradicionales y debido a eso cuando se conocieron en la universidad y comenzaron su relación amorosa, sufrieron la oposición de sus padres. Pero a pesar de los constantes reproches y críticas de ambas familias, una vez que se titularon de la universidad en Temuco, se casan. Manuel con Patricia pasaron tiempos muy difíciles ya que no contaban con el apoyo de sus padres, y Manuel no encontraba trabajo en lo que estudió. Meses después, Patricia le cuenta a Manuel que tiene dos meses de embarazo; es una agradable sorpresa para los dos, a pesar de estar con problemas económicos saben que saldrán adelante. Luego

de 6 meses y medio llega a sus vidas Rayén, una dulce y tierna niña. Manuel afortunadamente encuentra un trabajo estable en Concepción y ambos se mudan a esa ciudad. Las cosas empiezan a andar mejor para ellos y también entre ambas familias a causa del nacimiento de Rayén. Ella es el símbolo de la fraternidad entre ambas culturas, es el producto del amor de dos personas que dejaron de lado los prejuicios y las diferencias. Concepto fotográfico basado en hechos reales.

} Raíces temporales

Aníbal Pablo Barra Maldonado (1980), Concepción • 1er Premio

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Mireya Tapia Aparicio, con su hijo Francisco Sellao Tapia y su sobrina Francisca Hernández Sellao. Mireya nació en Cobquecura y comenzó a trabajar a los cinco años, “prestada” por su padre a familias vecinas para ayudarles en la casa a cambio de ropa, que luego su madrastra usaba para vestir a sus hermanastros. Desde entonces trabaja como asesora del hogar. Tiene 48 años y cinco hijos de su marido mapuche. Francisco es el menor. Esta fotografía fue tomada en el aniversario de la población Lo Hermida en Santiago de Chile, donde ella reside con sus hijos.

} Mireya Tapia Aparicio

Patricia García Villarroel (1946), Santiago • 2do Premio

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Una “pajarita” es lo que la Ñata, mi abuelita, me muestra en el nido que forma con sus manos. Muy luego aprendí a tomar los pajaritos, a alimentar cuidadosamente las crías, y a reconocerlos hasta por el ruido que hacían sus alas al volar. A pesar de lo gastada de la foto, veo asomar la típica cabeza de una tortolita cuyana. No tengo dudas. La Ñata, Laura Cisternas Carrasco, nacida y criada en Contulmo, se fue a Concepción a estudiar cuando tenía nueve años. Terminó yendo a la escuela nocturna, porque de día trabajaba como obrera en una fábrica de sombreros. Crió a sus hijos en la ciudad, pero todos tuvieron la fortuna de mantener el contacto con sus raíces campesinas de Contulmo, encarnadas en mi bisabuelo Profirio, el padre de la “Laurita”. Con la misma ternura que la Ñata hace 40 años me acercaba la pequeña tortolita, también me invitaba a compartir sus historias del bisabuelo y la bisabuela en Contulmo, de una vez que vieron un puma, de cuando veían las candelillas que guardaban

los entierros, de cuando el bisabuelo enterró un cuchillo en una manta para atrapar a un “tue-tué”. Y las historias de los “indios”, las de Elicura, a los que mi bisabuelo vendía ruedas de carreta y sus héroes: Caupolicán y especialmente Galvarino, que siguió peleando por sus tierras a pesar de que le habían cortado los brazos. La Ñata dice “indio” (palabra usada con desprecio por la mayoría) con orgullo y con una seguridad que heredamos sus nietos. De hecho, desde el momento de la foto y hasta los seis o siete años me tuvo convencida de que era “nieta de Caupolicán y sobrina de Galvarino”. Fue su manera de comenzar a explicarme una verdad que, intuyo, sus padres optaron por no difundir demasiado. Una verdad expresada en una frase que definió mis raíces, y las del pueblo chileno: “yo soy india, mírame”.

Luz María Zúñiga Vega (1965), Concepción • 3er Premio

} La pajarita

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Puede ser considerado justo para el animal, siempre que se aplique con un mínimo de fases de miedo y excitación, siempre que no sea doloroso. Obliga a un aturdimiento previo, sin repercusión sobre la salubridad de las carnes y despojos, en el cual se mantiene hasta el sacrificio para evitarle el sufrimiento. La historia muestra el sacrificio de un animal con el motivo de alimentación o celebración de un ser querido en el Pueblo Mapuche, con el objetivo de entregar lo mejor a sus pares, conversándole y explicándole al animal que será parte de la familia y que no acabará y siempre quedará en la memoria de la familia. De hecho, mi abuelo se sacó una foto para acordarse de este intrépido animal. En mis recuerdos este cerdito cada vez que me pillaba en el patio me lanzaba tan lejos como podía, como si fuera un toro que carneaba a su presa. En una de estas tantas voladuras por los cielos me enterré un clavo en la pierna; hasta ahora tengo

la cicatriz de este cerdito. La instancia es el orgullo del abuelo, que sienta a sus nietos en sus piernas, como si nos arrimáramos a un buen árbol frondoso y grueso como un Pellín araucano o más bien una Araucaria llena de sabiduría ancestral, que traspasa el don de querer a nuestra tierra y protegerla. Marichiweu!

} Rigor mortis, el respeto por un animal en la familia mapuche

José Luis Calfucura Meliñir (1973), Santiago • 1a Mención Honrosa

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Me encontraba en la localidad de San Pedro de Atacama, a donde había concurrido buscando fotografiar gente típica de Chile y en plena plaza me encuentro con esta mujer maravillosa. Después de vencer su resistencia a ser fotografiada, logro saber que vive en los alrededores de San Pedro, que es de una familia muy humilde y que su nombre es Virginia Rodríguez Mamani. Su tez seca y muy morena refleja el duro clima de nuestro desierto y su expresión pícara e ingenua su pureza de alma, casi no contaminada por la vida del mundo moderno.

} Mujer de San Pedro

Carlos Ignacio Busta García (1945), Santiago • 2a Mención Honrosa

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En esta foto aparece la nieta de la última yagana de sangre pura que existió en Puerto Williams, mostrando una foto de sus antepasados. La foto fue tomada en Villa Ukika, Puerto Williams, Isla Navarino.

} Yaganes Puerto Williams

Julián Simón Montoni Martínez (1972), Santiago • 3a Mención Honrosa

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La extracción en forma artesanal de la sal de mar se ha transformado en una forma de vida para los campesinos de las localidades de Pichilemu y Bucalemu, ubicadas en la Sexta Región de Chile, costumbre que se mantiene desde tiempos prehispánicos. Durante meses, tras largas y agotadoras faenas diarias de acuartelamiento del agua marina, los trabajadores de la sal atrapan este regalo de la naturaleza. El proceso culmina con la evaporación total de las aguas, dejando a la vista una blanca y hermosa capa de este preciado tesoro.

} Atrapadores de sal

Anselmo Córdova Rodríguez (1957), Santiago • 4ta Mención Honrosa

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Un día en noviembre de 2006, cruzando Talcahuano después de la reunión anual de la Federación Chilena de Fotografía, a la vera del camino vimos una carpa de circo muy colorida y gente alrededor. Al detenernos, se nos acercaron estos dos pequeños gitanos y nos bailaron.

Sus expresiones reflejan la dramática situación en la que sobreviven. Ellos también son chilenos y su vida es precaria, sin muchas oportunidades.

} Pequeños gitanos en Talcahuano

Clara Pimstein Clota (1939), Santiago

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Esta señora fue la última yagana de sangre pura, y yo tuve la suerte de fotografiarla en Villa Ukika, Pto. Williams, en el sur de Chile. Ella falleció dos años después de retratarla. No supimos cuidar a los últimos personajes de una de las razas que forman parte de nuestras raíces. Se perdieron su lengua y sus costumbres, y hoy solo quedan algunos familiares de sangre mestiza. Esta fotografía es uno de los mayores logros en mi vida de fotógrafo. Viví 12 años en Magallanes, los más lindos y felices de mi vida.

} Rosa Yagán

Daniel Narciso López Lantadilla (1939), Santiago

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“Tengo un material frágil, lleno de sabor, de personas transitando entre el esfuerzo y la sabiduría, ojitos de campo mirando de reojo a la cámara... con la esquina de la boca inclinada levemente hacia arriba. Me han llenado de todo lo que sale del horno de barro”. Así describí por mail a mi padre para contarle de un proyecto en el que debía recoger algunos testimonios de gente mapuche. Realmente las expresiones cuentan más que las palabras. Ella es Juanita Queupumil, mapuche, vive en Temuco, Quepe para ser más exacta. Se dedica a la artesanía textil en los espacios que le deja el día, cuando ha alimentado a sus hijos, a los pollos, a los chanchos, entre otras actividades propias de la tierra, que es su escenario cotidiano.

} Tránsito en el sur

Gabriela O’Ryan (1974), Santiago

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Jacinta: mujer sabia, que pertenece a mi comunidad mapuche urbana en el centro ceremonial de Cerro Navia, transmisora de la cultura y el saber de mi pueblo, junto a tantas otras, luchan por preservar las raíces en ciudades a las que han llegado. Hoy, sus nietos son interculturalidad viviente.

} Jacinta

Pedro Alberto Tranamil Pailanca (1978), Santiago

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Esta foto la tomé en un viaje al alto Bío Bío. Ella es parte de una comunidad de familias jóvenes pehuenches que viven del rubro apícola. Son familias con muy pocas oportunidades de trabajo y de mucho esfuerzo. Viven a mucha distancia del centro de la ciudad y pasan la mitad del año con más de dos metros de nieve sobre el suelo, quedando atrapados en sus casas por todo el invierno. Se les hace difícil mantener cultivos y animales por las condiciones climáticas adversas. A pesar de todo, prefieren vivir con el resto de la comunidad y convivir con el fuerte temperamento de su tierra.

} Cuando sale el sol

Alfredo Méndez Etchepare (1967), Santiago

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Cony y Sandra, dos hermanas que juegan con sus muñecas el día de Navidad en su casa de Chucauco, camino de Villarrica a Freire. Dos niñas que en sí mismas llevan la cultura mapuche y chilena. Su padre es el wingka, su madre es de la gente de la tierra, Pincheira Nahuelhual son los apellidos de estas niñas que juntan estas dos culturas. Sus rostros, ojos y sonrisas nos comunican esa felicidad ancestral de sus raíces. Aunque sus ropas y las muñecas que tienen no son de las tradiciones mapuches, aún mantienen viva su lengua. Su abuela, que llamamos cariñosamente mamita, les enseña conversando con ellas en mapudungun, para que siga siendo una lengua viva. Lo que me une con esta familia es que mis padres son compadres y amigos con ellos, con Sandra y Héctor, los padres de esta hermosa familia que siempre nos han acogido y nos han dado su amistad.

} Awakantuyu (juguemos)

July Mariela Monte Arteaga (1982), Villarrica

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Fotografía tomada en un viaje a Temuco, residencia de mi familia paterna. Lugar y familia que conocí a los 12 años de edad, descubriendo ingenuamente mi origen. Desde entonces viajo todos los veranos por un reencuentro familiar, sin embargo, esta fotografía es tomada bajo el contexto de fotógrafa, demostrando y alejando así todo estereotipo de la etnia mapuche, simplemente son ellas, simplemente son mi familia.

} Tía y abuela

Carolina Andrea Manqueo Solar (1982), Santiago

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La fiesta de la Tirana es obra del mestizaje, de la huella que dejó el cristianismo hispano en nuestros pueblos originarios del desierto. Diablos bailando durante horas y horas sin sentir el cansancio, solo por su devoción a la Virgen del Carmen. Son adultos, jóvenes y niños, y esta tradición seguirá por generaciones, como ese pequeño diablo que carga su máscara con orgullo al final de un largo día.

} El diablo

María Pilar Vargas Obreque (1987), Santiago

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Esta fotografía está dentro de un registro visual de un trabajo de etnográfica de dos antropólogos. Es una investigación de los sonidos de la cuenca del Choapa, y los mitos y leyendas del valle del Chalinga. Fernando Contreras, 76 años de edad, agricultor, criador de ganado y artesano de la provincia del Choapa, Región de Coquimbo, Chile. Lleva más de 50 años tejiendo. Aprendió el oficio de artesano en telar observando a su madre, que fue criada por una familia diaguita. Sus trabajos son alforjas, mantas y tejidos de lanas de oveja, guanaco, vicuña y alpaca, teñidos con plantas y cáscaras de bollén, quinchihue, chilca, romero o granada, que les da los colores característicos.

Fernando trabaja el telar horizontal de cuatro palos enterrados, el modelo tradicional del telar diaguita.

} Fernando

Francisco Patricio Vergara Aguilera (1973), Salamanca

Al no tener herederos transmite su sabiduría a quienes quieran aprender de ella.

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Machi mapuche presente en el Te Deum ecuménico con ocasión del Bicentenario de Chile, ocasión en la cual se enfatizó en la importancia de la integración, preservación y respeto por nuestras raíces indígenas como parte de nuestra esencia. Ella, con mirada fija y penetrante, pero a la vez no muy cómoda pues no les gustan las fotografías, en un momento de descuido, en el cual pude lograr la toma. Pude captar el brillo de sus ojos y la sabiduría de sus facciones y el hermoso traje que viste.

} Raíces étnicas, mirada con historia

Francisco Fernando Castillo Donoso (1977), Santiago

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Esta fotografía fue tomada en la comunidad de Cariquima, un pequeño pueblo del norte de Chile ubicado en la comuna de Colchane, en la Región de Tarapacá. Allí, en la altiplanicie andina, donde el viento es dueño, el viento que ha acompañado desde los inicios de la existencia al hombre y la mujer andinos, siendo una dulce manifestación de la Madre Tierra: la expresión de la vida misma, a la que el hombre andino pudo dar forma en el Siku (zampoña), que es un instrumento que nos enseña a vivir simplemente, y en comunidad. Al contrario de la música occidental, la música autóctona originaria andina se vive: no necesita de más cosas para explicarla. Es el arte de los indígenas aymaras del norte, y con esto ellos imitan el baile de las Parinas. Desde luego, es el reflejo de la estrecha relación de la Madre Tierra con los seres humanos, y

los seres vivos entre sí, en conjunto formando un todo. O mejor dicho, formando un “todos”. Todos juntos. ¡Qué hermosa es la voz del viento en el soplo del Sikuri Andino!

} Música ancestral Aymara

Yessenia Berna Ingala Challapa (1989), Alto Hospicio

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La señora de la foto es María Moraga Hueiquimilla, mi abuela materna, aunque para nosotros sus nietos es la “Mamita María”. Elegí esta foto porque creo que realmente representa “de dónde viene uno”. La Mamita María es la última de mi familia que mantiene vivo el apellido “Hueiquimilla” de origen mapuche. Ella es un claro ejemplo de cómo el mestizaje va absorbiendo las etnias, pero algo más impresionante aún es cómo también absorbe a las culturas. En la Mamita María se pueden apreciar claros rasgos étnicos, sin embargo se encuentra completamente ambientada y mimetizada con la sociedad actual. Esto nos da señales de hacia dónde vamos, pero lo más importante, nos recuerda “de dónde viene uno”.

} Mamita María

Patricio Humberto Valenzuela Morán, Concepción

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Kultrún, no importa cuál es el cuero, ¡que suene! Ellos sonaron mestiza y moreno. El desnudo no distingue el encuentro que viene, la espera agota su tiempo. Tomada un día antes del nacimiento de mis sobrinos mellizos. Los amo.

} Paz - siente

Romina Natalia Wamparo Sánchez (1982), Santiago

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Viajando al sur me encontré en el camino, en la localidad de Rucapangue, con cientos de personajes. A través de sus miradas se podía tener un alcance de sus vidas. El esfuerzo, y su sabiduría para tratar con sus pares, fue lo que me cautivó del protagonista de esta imagen, la historia detrás de sus ojos y la soledad en su piel. Aún mantiene su ruca, parte de su hogar que hace años construyó, ahí pasa la mayoría del día, comparte con sus animales y trabaja la tierra que sus antepasados mapuches le dejaron.

} En el tiempo

Tania Francisca Ruiz Lagos (1982), Santiago

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Me senté una tarde en la plaza de la Constitución a esperar que bajara el sol. Al rato en la banca de enfrente se sentaron estos dos abuelitos, llegaron del brazo y se sentaron sin más, solo a conversar, compartir la tarde. En ese momento pensé en cuántas parejas de hoy llegarán a hacer lo mismo cuando tengan la edad de ellos, y mis porcentajes no fueron favorables. Estos son ejemplos reales a seguir por todos nosotros, son parte fundamental de las raíces que no debemos olvidar: el querernos, comunicarnos, darnos el tiempo para seguir conociéndonos, para seguir amándonos.

} Por los días mejores

Claudio Bernardino Saavedra Vivar (1962), Santiago

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Los hermanos varones de la familia Alvarado-Álvarez en la cosecha del trigo en Puraral, Loncoche, Región de la Araucanía. La cosecha, al ser en la temporada estival, reúne a la familia que se ha dispersado debido a la migración a las ciudades (Santiago, Temuco) de algunos de sus miembros. El trigo, antes sembrado en grandes extensiones, sigue siendo el alimento básico del campo, por lo que se requiere almacenar para todo el año. Las tierras de la familia están situadas junto a comunidades mapuche y la ascendencia indígena se remonta a la segunda generación (abuelo Álvarez Milanca), por lo que el mestizaje mapuche-chileno se traduce en una cultura campesina con más puntos en común que conflictos abiertos. Hoy, sin embargo, para el campesinado pobre es difícil sustentar la actividad agrícola de los tiempos antiguos por la emigración de sus hombres y mujeres jóvenes, la incapacidad de competir con los grandes productores

y la presión de la industria forestal. Muchas familias han tenido que vender sus tierras a empresas forestales que plantan especies exógenas en tierras cultivables, las que secan las napas y vertientes. Es por ello que esta foto tiene un valor: la práctica de cortar el trigo con echona (hoz) antes requería de mingas a las que acudían los vecinos o de un trabajo colectivo familiar, que incluía a los niños (para conducir la yunta de bueyes) y a las mujeres (para llevar los alimentos a la misma era); hoy no se necesitan más de 3 personas para cortar una siembra familiar y toda la actividad cultural y social alrededor de la cosecha se ha reducido.

} Hermanos Alvarado Álvarez

Carlos Adiel Alvarado Acuña (1980), Santiago

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Celebración del We Tripantu, o año nuevo mapuche en las comunidades huilliches de Purranque, donde aún se conserva el auténtico rito de celebración de la nueva salida del sol, luego del día más corto del año.

} Guitarra Huillliche

Ninoska Lamilla Olmedo (1979), Santiago

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La importante actividad agrícola que se dio en la Araucanía a principios del siglo XX, teniendo como epicentro la ciudad de Traiguén, especialmente por la producción de trigo, hizo que esta actividad se expandiera a otros sectores de la región. Es así como el Pueblo Mapuche se suma a esta nueva e importante actividad desde sectores tan alejados como el Valle del Llaima (locación de la fotografía), actualmente comuna de Melipeuco, donde familias completas se dedicaban al cultivo de la espiga.

} Espiga de vida

Edgardo Antonio Miranda Yañez (1966), Melipeuco

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La familia de mi abuela materna durante un almuerzo en la casa ubicada en Santiago, en el actual sector de Pila del Ganso. Les gustaba mucho compartir con los niños y niñas, lo cual no era frecuente en esa época. Esta foto es de 1905, aproximadamente.

} Almuerzo familiar

René Rivera Flores (1952), Concepción

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Daniel, el patriarca de los Garrido, ha expirado en Temuco un día perdido de 1927. Su hija Isabel le sostiene la barbilla, rodeada de familiares y amigos entre los que asoma el rostro mapuche de Antonio Mariman, padre de Juan, un joven mestizo de La Frontera retratado por Mariano Latorre en el cuento “Mariman y el cazador de hombres”. Un joven oficial adormilado por el calor y los zumbidos de los insectos en el galpón que hace de cuartel, es despertado por un subalterno que se cuadra. Han recibido noticias de la presencia de Juan Mariman en la casa de sus padres en las cercanías de Temuco. El oficial organiza un piquete que es liderado en los hechos por el sargento Suárez, hombre curtido en la persecución de fugitivos y en la violencia de la época. Durante la marcha, el joven oficial traza el perfil del sargento que para él encarna una figura tanto más deleznable que la del perseguido. Tras vadear el Cautín, y adentrarse en los lomajes, alcanzan por fin

la vivienda, y parapetados en un bosque contiguo conminan a Juan a entregarse. Lo ven salir desde la casa y alcanzar corriendo un trigal desde donde responde con fuego al fuego que le han brindado. Los ojos de un niño que más tarde será mi padre, ven extinguirse la luz en los ojos del padre que era suyo. Una antigua nota del Diario Austral, fechada en noviembre de 1926, pormenoriza los hechos y da cuenta de la fuga de Daniel Garrido, sindicado también él de cuatrero. Quizás antes de expirar, el patriarca habrá creído que la vida asemeja una ficción, y que no era propio de la crónica, sino de la literatura, exponer motivos que resultaban ser más profundos y vastos que los colores de un día.

} Daniel Garrido y su familia al partir

Pedro Fernando Mariman Quemenado (1957), Temuco

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En el altiplano Chulluncane, don Eugenio Challapa y su familia hablan sobre su historia y su presente. La relación con la tierra y la familia, su defensa de la lengua y la transferencia de abuelos a nietos. Eugenio Challapa, Gertrudis Moscoso, los hijos y sus nietos.

} Familia

Patricia Mateluna Aguilera (1953), Panguipulli

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Durante la marcha junto al Pueblo Mapuche que se realizó este año, me topé con una madre que se esforzaba por mantener en brazos a su pequeña hija, la cual de inmediato captó mi atención por la madura actitud con que sostenía su bandera. Le pedí a la mamá si me autorizaba a sacarle una foto a su niña, y este es el resultado. En los segundos que me paré frente a ella siempre mantuvo su mirada directa, su bandera firme y su madre no cesaba de mantener en alto a la pequeña, quien parecía estar plenamente consciente de lo que portaba en su pecho. Para mí la foto refleja justamente la realidad actual del Pueblo Mapuche: quienes sostienen la lucha por su reivindicación, pero que hoy llevan un movimiento -que si bien es guiado por los más viejos- es fuertemente vivido por los más jóvenes, quienes ya no se avergüenzan de sus orígenes y no temen luchar con convicción y mucha valentía. La expresión de la niña: con su bandera

en alto, su ojos fijos, su pecho elevado y su mano indicando hacia el suelo me hablan de la exigencia de un cambio de conciencia en “un aquí y ahora”, pero con todo el respaldo de lo ancestral y lo mestizo de su sangre.

} El orgullo de ser quién soy

Francisca Alicia Baeza Reyes (1982), Santiago

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La fotografía fue realizada dentro de una ruka, en la localidad de Quelhue, en las proximidades de Pucón, con motivo de una feria artesanal que hace la comunidad mapuche del sector.

} Amasando una tortilla de rescoldo

Jorge Iván Moisés Castillo (1981), Concepción

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La constelación de la Cruz del Sur es el símbolo más importante de los pueblos indígenas de la zona andina. El nombre con el que más se conoce esta constelación es el de “Chakana”, en cuyo centro se podía observar la Quilla, es decir, la madre luna. Chakana viene de las palabras quechuas “chaka” (puente, unión) y “hanan” (alto, arriba, grande) y quiere decir “lo que une con lo que está arriba, con lo que es más grande”. Al sur del continente, los mapuches también la veneran y la conocen como “Choike”. En esta foto mi ojo captura la preparación de la ceremonia de la Chakana, que diversos grupos de Tinkus de la región realizan el día de la Cruz Andina o Cruz de Mayo, agradeciendo y danzando por nuestros ancestros y nuestra tierra. Mi mano ofrenda hojitas de coca a la constelación de la Cruz del Sur.

} Chakana

Alejandra Cecilia Díaz Roco (1969), Valparaíso

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Este momento fue capturado en la Isla de Caguach ubicada frente a Achao, en el mar interior del archipiélago de Chiloé. Es conmovedor cómo nos transporta a un paraje bíblico donde se siente el milagro de Jesús moviendo a las masas, independiente de las creencias del espectador. Vemos un mar de gente diversa, unida por un propósito. La pequeña población se multiplica por diez cada año el 30 de agosto, así como el tercer domingo de enero, donde llegan miles de fieles a participar de la procesión del Nazareno de Caguach, rito comunal que data de principios del siglo XVIII. Muchos señalan que esta imagen fue llevada a la isla desde España para unir en torno a ella a los habitantes de las islas de Apiao, Alao, Chaulinex y Tac. Actualmente es la memoria del pueblo y el lazo entre generaciones de distintas latitudes del mundo. Es importante mencionar que hay otros rituales que preceden a la peregrinación, como la procesión

de banderas de los representantes de estas islas, que las enarbolan junto al emblema nacional. Además, para la fiesta los patronos de cada isla traen sus propias imágenes de vírgenes y santos locales, los que colocan en la iglesia para luego pasearlos en la procesión acompañando al Nazareno, con la banda sonora de pasacalles que son entonados con guitarras, bombos y acordeones.

} Siguiendo al pastor

Ernes Christopher Hillmer Martínez (1975), Puerto Montt

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El Nguillatún es una ceremonia religiosa y tradicional del Pueblo Mapuche, en la que elevan sus pedidos al Dios Nguenechén, benefactor de su pueblo. La fiesta o “rogativa” (en la que ruegan por la prosperidad, por las lluvias y las buenas pasturas) se realiza anualmente, al final del verano y dura tres días llenos de música, baile y emoción.

} Nguillatún

Juan Antonio Correa Calfin (1976), Santiago

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Este baile se realiza en el Niguillatún y forma parte de la rogativa. Los bailarines antes de comenzar a bailar, imitando la iniciación del vuelo del Queltehue, realizan una carrera con pasos cortos y ligeros alrededor del Rehue, quedando cerca de él y frente a la comunidad. La cabeza la mueven a los lados, derecha e izquierda, adelante y atrás con un movimiento firme y cortante muy similar al que realiza el queltehue cuando está parado sobre la tierra. Los brazos extendidos a los lados a la altura de los hombros, los suben y los bajan, cruzándolos por delante y volviéndolos a abrir a los costados. El paso lo realizan con uno o dos saltos en un pie, a veces suave y otras con fuerza, como azotando el suelo. Las manos toman las puntas de la manta que los bailarines llevan sobre los hombros y que ayuda para simbolizar con los brazos el movimiento de las alas de los

pájaros. El tronco, durante la carrera está levemente inclinado hacia delante; durante el baile se hacen inclinaciones a derecha e izquierda y flexiones leves o profundas según el sentir de los bailarines. La coreografía no está predeterminada, los desplazamientos son realizados en el momento y aunque están bailando simultáneamente no hay mayor comunicación ni enlace entre ellos.

} Choique

Marcelo David Quintoman Marcial (1985), Santiago

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Esta foto muestra el momento justo de la llegada de la casa donde vivió el escritor Francisco Coloane a la costanera de la localidad de Quemchi, para ser donada a la biblioteca de la localidad y darle un uso cultural, abierto al público. La casa se encontraba localizada en un sector interior de Quemchi, Chiloé, por lo que debió moverse por tierra y al día siguiente se trasladó también en minga por el mar hacia la costanera. Esta ha sido una de las mingas más grandes que he presenciado, fue un tremendo trabajo que realizó la comunidad ya que la casa era grande, tuvo que sortear muchos obstáculos, resistió tiraduras de bueyes, cruzó las corrientes de los canales y aguantó el clima hostil de la región. Lo importante de la minga es que son trabajos ancestrales de cooperación entre familias del mundo rural, en distintos ámbitos, mover casas, juntar alimentos para un

vecino, ayudar a construir una casa destruida, etc. Lo que me gusta de la minga es que es un sistema operacional que puede sortear los avances del tiempo y la tecnología del desarrollo económico y social en tiempos de crisis globales.

} La minga

Natalia Carolina Castro Padilla (1978), Puerto Montt

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En la localidad de Lora, Región del Maule, se realiza desde tiempos ancestrales El Baile de los Negros, tradición donde se funde la religiosidad milenaria de nuestro continente con los aportes de la religión cristiana llegada hace cinco siglos con los españoles. Hoy podemos decir que es en estas tradiciones donde el espíritu de la cultura autónoma americana resiste el paso de los siglos. En la imagen, dos encuerados custodian la Virgen del Rosario durante la celebración.

} El baile de los negros, Lora

Camilo Carrasco Zamora (1964), Santiago

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Soy chilena, por lo tanto soy mestiza, y como artesana llevo nuestra cultura en mi alma y mis manos rescatan la identidad de nuestros pueblos originarios.

} Manos que rescatan nuestra identidad

Adda Miranda (1944), Santiago

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Desde sus inicios, el Pueblo Williche (Gente del Sur) se dedicó a la recolección de mariscos y algas marinas, actividad que perdura aún en nuestros tiempos y que muchos de nosotros hemos enseñado a nuestros hijos e hijas. Nuestro Chaw Antü (Padre Sol), Ñuke Alen (Madre Luna) y Ñuke Tuwe (Madre Tierra) nos han bendecido ancestralmente a través de nuestras formas de vida y tradiciones. Gracias por permitir expresar nuestro sentimiento a través de esta imagen de incalculable valor desde las aguas de Quilo. Fue aquí donde se descubrió un asentamiento humano de hace 6.000 años, que nos permitió conocer nuestros antepasados a partir de nuestra identidad, la misma que enseñamos a las futuras generaciones para mantener viva la actividad de mariscar y recolectar algas.

} Legado ancestral para una futura generación

César Luis Niman Hueicha (1965), Chiloé

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Mi hermano se adentra en esta fortaleza indígena de más de 800 años que los atacameños construyeron para defenderse de otros pueblos sudamericanos en el siglo XII. A tres kilómetros de San Pedro de Atacama, el pukara de Quitor es una puerta de entrada a la pregunta de dónde viene uno. El testimonio vivo de un pueblo que nos antecede, y la historia que nos explica nuestras raíces. En el desierto, mi hermano viaja al centro de esa cosmovisión, de esa riqueza étnica y cultural que se proyecta en el tiempo, y nos entrega claves de quiénes somos y de dónde venimos.

} De donde viene uno: viaje a las raíces

Paulette Nicole Desormeaux Parra (1979), Santiago

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Fotografía capturada en la comuna de Cerro Navia en prácticas de medicina mapuche en la consulta de la machi.

} Manos que curan

Karin Victoria Pozo Abarca (1978), Santiago

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Mi viaje a San Pedro de Atacama de seguro traería sorpresas y cosas maravillosas. Pero nada más profundo que visitar el pueblo Machuca. Ubicado a 4.000 metros de altura, prácticamente despoblado debido a la emigración a pueblos aledaños. Increíble lugar para visitar y tomar conciencia de nuestros pueblos originarios. Población estimada: 19 personas.

} Colores de vida

Juan Esteban Morales Montt (1983), Santiago

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La Conferencia General

Reafirmando su adhesión a la plena realización de los derechos humanos y de las libertades fundamentales proclamadas en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en otros instrumentos universalmente reconocidos, como los dos Pactos Internacionales de 1966 relativos uno a los derechos civiles y políticos y el otro a los derechos económicos, sociales y culturales, Recordando que en el Preámbulo de la Constitución de la UNESCO se afirma “(...) que la amplia difusión de la cultura y la educación de la humanidad para la justicia, la libertad y la paz son indispensables a la dignidad del hombre y constituyen un deber sagrado que todas las naciones han de cumplir con un espíritu de responsabilidad y de ayuda mutua”, Recordando también su Artículo primero que asigna a la UNESCO, entre otros objetivos, el de recomendar “los acuerdos internacionales que estime convenientes para facilitar la libre circulación de las ideas por medio de la palabra y de la imagen”, Refiriéndose a las disposiciones relativas a la diversidad cultural y al ejercicio de los derechos culturales que figuran en los instrumentos internacionales promulgados por la UNESCO,1

} Declaración universal de la UNESCO sobre la diversidad cultural

Reafirmando que la cultura debe ser considerada como el conjunto de los rasgos distintivos espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o a un grupo social y que abarca, además de las artes y las letras, los modos de vida, la manera de vivir juntos, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias2 , Constatando que la cultura se encuentra en el centro de los debates contemporáneos sobre la identidad, la cohesión social y el desarrollo de una economía fundada en el saber, Afirmando que el respeto de la diversidad de las culturas, la tolerancia, el diálogo y la cooperación,

en un clima de confianza y de entendimiento mutuos, están entre los mejores garantes de la paz y de la seguridad internacionales, Aspirando a una mayor solidaridad fundada en el reconocimiento de la diversidad cultural, en la conciencia de la unidad del género humano y en el desarrollo de los intercambios culturales, Considerando que el proceso de mundialización, facilitado por la rápida evolución de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, pese a constituir un reto para la diversidad cultural, crea las condiciones de un diálogo renovado entre las culturas y las civilizaciones, Consciente del mandato específico que se ha dado a la UNESCO, en el seno del sistema de las Naciones Unidas, consistente en asegurar la preservación y la promoción de la fecunda diversidad de las culturas, Proclama los principios siguientes y aprueba la presente Declaración:

IDENTIDAD, DIVERSIDAD Y PLURALISMO

Artículo 1 } La diversidad cultural, patrimonio común de la humanidad

1. Entre los cuales figuran, en particular, el Acuerdo de Florencia de 1950 y su Protocolo de Nairobi de 1976, la Convención Universal sobre Derechos de Autor de 1952, la Declaración de los Principios de Cooperación Cultural Internacional de 1966, la Convención sobre las Medidas que Deben Adoptarse para Prohibir e impedir la Importación, la Exportación y la Transferencia de Propiedad Ilícita de Bienes Culturales de 1970, la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural de 1972, la Declaración de la UNESCO sobre la Raza y los Prejuicios Raciales de 1978, la Recomendación relativa a la condición del artista de 1980 y la Recomendación sobre la salvaguardia de la cultura tradicional y popular de 1989.

2. Definición conforme a las conclusiones de la Conferencia Mundial sobre las Políticas Culturales (MONDIACULT, México, 1982), de la Comisión Mundial de Cultura y Desarrollo (Nuestra Diversidad Creativa, 1995) y de la Conferencia Intergubernamental sobre Políticas Culturales para el Desarrollo (Estocolmo, 1998).

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La cultura adquiere formas diversas a través del tiempo y del espacio. Esta diversidad se manifiesta en la originalidad y la pluralidad de las identidades que caracterizan los grupos y las sociedades que componen la humanidad. Fuente de intercambios, de innovación y de creatividad, la diversidad cultural es, para el género humano, tan necesaria como la diversidad biológica para los organismos vivos. En este sentido, constituye el patrimonio común de la humanidad y debe ser reconocida y consolidada en beneficio de las generaciones presentes y futuras.

Artículo 2 } De la diversidad cultural al pluralismo cultural

En nuestras sociedades cada vez más diversificadas, resulta indispensable garantizar una interacción armoniosa y una voluntad de convivir de personas y grupos con identidades culturales a un tiempo plurales, variadas y dinámicas. Las políticas que favorecen la inclusión y la participación de todos los ciudadanos garantizan la cohesión social, la vitalidad de la sociedad civil y la paz. Definido de esta manera, el pluralismo cultural constituye la respuesta política al hecho de la diversidad cultural. Inseparable de su contexto democrático,

el pluralismo cultural es propicio a los intercambios culturales y al desarrollo de las capacidades creadoras que alimentan la vida pública.

Artículo 3 } La diversidad cultural factor de desarrollo La diversidad cultural amplía las posibilidades de elección que se brindan a todos; es una de las fuentes del desarrollo, entendido no solamente en términos de crecimiento económico, sino también como medio de acceso a una existencia intelectual, afectiva, moral y espiritual satisfactoria.

DIVERSIDAD CULTURAL Y DERECHOS HUMANOS

Artículo 4 } Los derechos humanos, garantes de la diversidad cultural

La defensa de la diversidad cultural es un imperativo ético, inseparable del respeto de la dignidad de la persona humana. Supone el compromiso de respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales, en particular los derechos de las personas que pertenecen a minorías y los de los pueblos autóctonos. Nadie puede

invocar la diversidad cultural para vulnerar los derechos humanos garantizados por el derecho internacional, ni para limitar su alcance.

Artículo 5 } Los derechos culturales, marco propicio de la diversi-dad cultural

Los derechos culturales son parte integrante de los derechos humanos, que son universales, indisociables e interdependientes. El desarrollo de una diversidad creativa exige la plena realización de los derechos culturales, tal como los define el Artículo 27 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y los Artículos 13 y 15 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Toda persona debe, así, poder expresarse, crear y difundir sus obras en la lengua que desee y en particular en su lengua materna; toda persona tiene derecho a una educación y una formación de calidad que respete plenamente su identidad cultural; toda persona debe poder participar en la vida cultural que elija y ejercer sus propias prácticas culturales, dentro de los límites que impone el respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales.

Artículo 6 } Hacia la diversidad cultural accesible a todosAl tiempo que se garantiza la libre circulación de las ideas mediante la palabra y la imagen, hay que procurar que todas las culturas puedan expresarse y darse a conocer. La libertad de expresión, el pluralismo de los medios de comunicación, el multilingüismo, la igualdad de acceso a las expresiones artísticas, al saber científico y tecnológico —comprendida su forma electrónica— y la posibilidad, para todas las culturas, de estar presentes en los medios de expresión y de difusión, son los garantes de la diversidad cultural.

DIVERSIDAD CULTURAL Y CREATIVIDAD

Artículo 7 } El patrimonio cultural, fuente de la creatividad

Toda creación tiene sus orígenes en las tradiciones culturales pero se desarrolla plenamente en contacto con otras. Esta es la razón por la cual el patrimonio, en todas sus formas, debe ser preservado, valorizado y transmitido a las generaciones futuras como testimonio de la experiencia y de las aspiraciones humanas, con el fin de nutrir d

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la creatividad en toda su diversidad e instaurar un verdadero diálogo entre las culturas.

Artículo 8 } Los bienes y servicios culturales, mercancías distintas de las demás

Frente a los cambios económicos y tecnológicos actuales, que abren vastas perspectivas para la creación y la innovación, se debe prestar una atención particular a la diversidad de la oferta creativa, a la justa consideración de los derechos de los autores y de los artistas, así como al carácter específico de los bienes y servicios culturales que, en la medida en que son portadores de identidad, de valores y sentido, no deben ser considerados como mercancías o bienes de consumo como los demás.

Artículo 9 } Las políticas culturales, catalizadoras de la creatividad

Las políticas culturales, en tanto que garantizan la libre circulación de las ideas y las obras, deben crear condiciones propicias para la producción y difusión de bienes y servicios culturales diversificados, gracias a industrias culturales que dispongan de medios para

desarrollarse en los planos local y mundial. Cada Estado debe, respetando sus obligaciones internacionales, definir su política cultural y aplicarla, utilizando para ello los medios de acción que juzgue más adecuados, ya se trate de apoyos concretos o de marcos reglamentarios apropiados.

DIVERSIDAD CULTURAL Y SOLIDARIDAD INTERNACIONAL

Artículo 10 } Reforzar las capacidades de creación y de difusión a escala mundial

Ante los desequilibrios que se producen actualmente en los flujos e intercambios de bienes culturales a escala mundial, es necesario reforzar la cooperación y la solidaridad internacionales destinadas a permitir que todos los países en transición, establezcan industrias culturales viables y competitivas en los planos nacional e internacional.

Artículo 11 } Establecer relaciones de asociación entre el sector público, el sector privado y la sociedad civil

Las fuerzas del mercado por sí solas no pueden garantizar la

preservación y promoción de la diversidad cultural, condición de un desarrollo humano sostenible. Desde este punto de vista, conviene fortalecer la función primordial de las políticas públicas, en asociación con el sector privado y la sociedad civil.

Artículo 12 } La función de la UNESCO

La UNESCO, por su mandato y sus funciones tiene la responsabilidad de:

a } promover la consideración de los principios enunciados en la presente Declaración en las estrategias de desarrollo elaboradas en el seno de las diversas entidades intergubernamentales;

b } constituir un instrumento de referencia y de concertación entre los Estados, los organismos internacionales gubernamentales y no gubernamentales, la sociedad civil y el sector privado para la elaboración conjunta de conceptos, objetivos y políticas a favor de la diversidad cultural;

c } proseguir su acción normativa, de sensibilización y de desarrollo de capacidades en los ámbitos relacionados con la presente Declaración

que corresponden a sus esferas de competencia;

d } facilitar la aplicación de un Plan de Acción.

Septiembre 2002

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La Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe construyó una campaña para cumplir con los acuerdos del Consejo del Programa Conjunto de Naciones Unidas del Fondo “Prevención de Conflicto y Construcción de Paz” de la Cooperación Española.

Esta campaña es Mucho Chile, un esfuerzo por contribuir a la revaloración y difusión del patrimonio material e inma-terial de los pueblos originarios chilenos. Entre las diversas acciones que comprende la campaña está la exposición fotográfica “De dónde viene uno”, que busca contribuir a que se reconozca la pluralidad de las etnias que dan origen al pueblo chileno, valorándolas con respeto, así como generar un espacio de reflexión acerca de la realidad de los pueblos originarios existentes en Chile, y su vínculo con la sociedad chilena en su conjunto.

Programa de trabajo conjuntoPREVENCIÓN DE CONFLICTO Y CONSTRUCCIÓN DE LA PAZNACIONES UNIDAS