Mantuanos

download Mantuanos

of 25

Transcript of Mantuanos

  • 7/26/2019 Mantuanos

    1/25

    EL MANTUANO Y EL MANTUANISMO

    EN LA HISTORIA SOCIAL DE VENEZUELA

    El origen y desarrollo de la designacin venezolana de mantua-no llena gran parte de la historia social de Venezuela en Jos siglos x v i n y xix. Tratemos de ver su origen y trayectoria.

    La voz nace en Caracas, sin duda en la primera mitad del siglo X V I I I , como expresin de las profundas diferencias sociales de lapoca, y se prolonga hasta b ien entrado el siglo xix. Hoy slo sepresta a la evocacin histrica.

    El primer testimonio que hemos encontrado de su uso es del 5

    de enero de 1752, en los Documentos relativos a la insurreccin deJuan Francisco de Len (ed. de Caracas, 1949). Ese da se tomdeclaracin, o "confesin", a Matas de Oballe, vecino de Maracay,labrador, a quien acusaban de ser "el principal concitador de losnimos de la gente de Afagua". Oballe haba recibido de un sargento llamado Peraza una carta firmada por el capitn Juan Francisco de Len, pero alguien le haba dicho que la firma no eraautntica (p. 171): " . . . f u e el Confesante y le pregunt a Perazaque de quin era la firma de la carta, pues le haban dicho no erade Len, a que le respondi que Len tena apoderado, y quela firma de la carta era de su apoderado, y que ste era un Man-

    tuano, y los tena a todos de su parte. . . " En la misma declaracinagrega Matas de Oballe (pp. 178-179) :

    . . . que cuando lleg Francisco de Len [hijo de Juan Francisco]a casa del confesante al pueblo de Maracay, movida conversacinsobre el viaje de la Guaira, y dicho el confesante los graves costosque se habran ocasionado a su padre, le respondi dicho Franciscono haban sido ningunos, pues todos los haban suplido los Man-tuanos, y volv indole a reconvenir el confesante que mal se compadeca los suplementos de dichos Mantuanos con el refugio quehaban tomado en las iglesias al tiempo de la marcha para dichaGuaira, a que respondi dicho Francisco Le n que es que aqu lla

    haba sido mxima y disimulo de ellos...

    Mantuanos designa ah a los criollos nobles de Caracas, quehab an apoyado - co n las debidas precauciones- el movimiento de

  • 7/26/2019 Mantuanos

    2/25

    N R F H , X X I V MANIUANO Y ^fANTUANISMO 65

    Juan Francisco de Len contra la Compaa Guipuzcoana, y loabandonaron total mente en el mo me nt o de la rep res in. Era n losdueos de las haciendas ("la oligarqua terr i tor ia l " , dice Gil For-t o u l ) , afectados por el monopolio vizcano. La expulsin de laCompaaa Guipuzcoana ' sa t i s f ac a efectivamente los anhelos detoda la clase mantuana, de todos los hacendados, y aun de todo elsector criol lo, vctima de los interesesmonopolistas de la Compaa.En su marcha de abri l de 1749 sobre Caracas, en que lleg a laPlaza Mayor y se hizo de hecho dueo de la ciudad, Juan Francisco de Len, que era canario, invocaba la representacin de todos

    los vecinos, "Nobles y Plebeyos". E l Cabildo abierto del 22 de abrilde 1749, presidido por los alcaldes ordinarios D. Miguel BlancoUribe y D. Juan Nicols de Ponte y Solrzano, con la presencia del o m s destacado de la nobleza crio lla - e l Ma rqu s de Mijares, elMarqus del Toro, el Marqus de Torrecasa, el Marqus del Vallede S a n t i a g o ,/ y adems los Blanco, los Bo l va r, los Her rer a, losRivas, los Tovar, etc. (en tota l noventa y seis asistentes)- , habaapoyado por unanimidad las demandas que "en nombre de lanobleza y de la plebe" haba presentado el capitn isleo, acampado con su gente en la Plaza Mayor de Caracas. La designacinde mantuano no tiene ah , como se ve, carct er peyorativo. L o

    habr tenido antes?Luego la encontramos en un documento de l 25 de febrero de

    1782. El regidor del Cabildo de Caracas Francisco A. de Arrieta leescribe a Francisco de Mir an da , al que trata habit ualme nte dehermano y amigo (Archivo de Miranda, X V , 71) : "Joseph Mara esel muchacho de las maiores esperanzas en la ciudad, mui amadode todos; si sale a cavallo solo, quando lo encuentran lo acompaan ; hasta el provisor, clrigos, los Mantuanos me lo han pedidomuchas veces". Jos Mara es su hi jo , y el padre se envanece de lasatenciones que con l tienen los mantuanos de Caracas.

    M s adelante, el 3 de mayo de 1793, Francisco de Saavedra, quehab a sido Intendente del Ejrcito y Real Hacienda de Venezuela(1783-1786), y fue el verdadero gestor de la creacin del Real Con

    sulado de Caracas, le escribe desde Madrid a Toms Gonzlez deCarvajal sobre las dificultades para elegir los miembros de l Consulado, pues el Pri or, los Cn sul es, el S nd ic o y los Conciliari os nodeban ser parientes dentro del tercer grado 1 y le dice:

    Es muy difcil combinar la cosa de manera que habiendo deentrar en el Consulado los sujetos distinguidos del pas no resultenalgunos parientes, porque los llamados all Mantuanos estn liga-

    i Vase EDUARDO ARCILA FARAS, El Real Consulado de Caracas, pp. 21

    y 236.

  • 7/26/2019 Mantuanos

    3/25

    66 NGEL ROSENBLAT N R F H , XXIV

    dos con infinitas conexiones a causa de que a manera de los Judosno se casan sino dentro de su tribu.

    Es decir, los inantuanos constituan una especie de casta, contendencias endogmicas : casi todos ellos estaban efectivamente emparentados entre s 2 . En 1796 el Gobernador y Capitn General deVenezuela don Pedro Carbonell envi a Su Majestad un importante Memorial sobre los manejos de l Regente don Antonio LpezQuintana, del Intendente don Esteban Fernndez de Len y delpartido mantuano 3 . Denunciaba: "como si sus miras se diri gies ena la independencia, proporcionan las cosas sobre un pie sospechosoy en que pueden fundarse terribles consecuencias". Los acus dehaber procurado formar un partido en el Ayuntamiento "por unosmedios escandalosos y peligrosos, como fomentar abiertamente ladivisin entre espaoles europeos y criollos, declarndose protectores de stos en las apariencias y seducindolos con utilidades ybeneficios a favor de la Patria, para conseguir a su convenienciaafaccionarlos, cuyo nmero proyectaron aumentar incitando a losque aqu se llaman mantuanos, por medio del presbtero doctorJuan J o s Ignacio Moreno y don Antonio Fernndez de Len, a

    entrar en los oficios de regidores que ha mucho tiempo que estnvacantes. . . " Sin embargo - agregaba- "no les salieron las cosas tanbien como las haban dispuesto, a causa de haberse rematado dosoficios por sujetos no mantuanos". Entonces - r e l a t a b a - intentar on fuesen electos para alcaldes ordinarios don An to ni o Fernn dezde Len y el Marqus del Toro, y explicaba:

    Muchas fueron las diligencias que hicieron el doctor Morenoy los regidores nuevos del partido mantuano para conseguir estaeleccin, con la esperanza de las promesas del Intendente, que losha seducido y puesto en movimiento ofrecindoles vanamente poner

    2 Ha y que t ener en cuenta que el Real Consulado fue un poderoso ins

    t r u m e n t o d e poder po l t ico y econmico de la clase m a n t u a n a . Vase , adems

    de la o b r a ya ci tada en la nota anterior, los Documentos del Real Consulado

    de Caracas. I n t r o d . de E . Ar c i la Far a s , s e lecc in de I . Lea l , Caracas, 1964.

    Compl emen ta ba as el poder de l Cab i ldo . CARLOS SISO,La formacin del pueblo

    venezolano, M ad r i d, 1953, t. 2, p. 252, dice que de sp u s de 1810 la clase mantua

    na de Caracas m a n t u v o l a s u p r e m a c a sobre toda l a p rov inc ia , a un q ue se mani

    festaron celos de ciudades como Coro y Marac aibo. E n general , l a clase man

    tua n a pas a un primer plano, con tendencia al m a n d o de la provincia . Se

    c o n s t i t u y entonces l a o l igarqua loca l o prov inc ia l . T o d o s igu i en mano s de

    pocas f ami l ia s . Ci ta el te s t imoni o de An to ni o Nico l s Br ice o : siete miembros

    de la Tunta de Caracas es taban unidos por v nculos de c o nsang u in id ad y afi

    nidad; la de T r u j i l l o estaba f o r m a d a casi to ta lmente p or la fami l ia B r ic eo(ibid, p . 256) .

    s Reproducido en MARIO BRICEO IRACORRI, Casa-Len y su tiempo, 4 ed.,Caracas, 1954, pp. 73-80.

  • 7/26/2019 Mantuanos

    4/25

    N R F H , XXIVMANTUANO Y MANTUANISMO 67

    el Cabildo en el pie antiguo, en que los europeos no tenanin f lu jo . . .

    Otras noticias encontramos despus en H u m b o l d t * :

    Como desde el reinado de Carlos V han pasado de la metrpolia las colonias el espritu de corporacin y los rencores municipales,gustan en Cuman y en otras ciudades comerciales de Tierra Firmede exagerar las pretensiones nobil iar ias de las m s ilustres familiasde Caracas, designadas con el nombre de Mantuanas.

    Se ve que la designacin estaba reservada a las familias noblesde Caracas. Pero en realidad tambin en las ciudades del interiorse haba constitu ido, como en Caracas, una especie de clase hidalga, o de aristocracia ms rnenos cerrada, que constitua la capasuperior de los blancos criollos, forma da por descendientes deconquis tadores , de altos fun cio nario s o de viejos pobladores quehaban desempeado papel imp ort an te en la vida colonial. En susmanos estaba, en casi todas partes, el gobierno munic ipal y la propiedad de tierras, hatos, haciendas, esclavos. El mismo Humboldt ,al pasar en revista la estructura de la poblacin colonial ( l ib . IV ,

    cap. 12), caracterizaba a los mantuanos - s i n darles ese n o m b r e -como "un corto nmero de familias que, en cada comuna, sea porsu opulencia hereditaria, sea por su muy antiguo establecimientoen las colonias, ejercen una verdadera aristocracia munic ipa l " , celosa de sus privil egi os, condecoraciones y ttulos, que no quer an deningn modo co mpa rti r con los d e m s 5 .

    Esa "aristocracia m u n i c i p a l " se remo nt a al siglo x v i . En todala legislacin de Indias hay una constante preocupacin por losdescendientes de los conquistadores. En igualdad de circunstancias,tenan siempre preferencia sobre los peninsulares. Una serie de cdulas reales, leyes y ordenanzas 6 ordenaban que los virreyes, presi

    dentes, oidores y dems min is tro s no mb ra ra n para los oficios deju sti cia, gobierno y administracin de la Real Flacienda, en comisiones y negocios, o en encomiendas, a personas benemritas. LaReal Cdula del 12 de diciembre de 1619, reiterando una anterior,se hace eco de la reclamacin de que vir reyes, presidentes, oidores,

    4 Viaje a las regiones equinocciales del nuevo conti nente, t rad . de L. Alva-rado , Caracas, 1942. V a s e l i b. I V , cap. 13.

    o H u m b o l d t h a b a vis i tado la haci enda de Mo cu nd o, de la f a m i l i a T o r o ,en la que 230 esclavos cu l t i va ba n 77 parcelas de c a a ; la hacienda de Cura,del Conde de Tovar; la casa d e l M a r q u s d e l T o r o , en Guacara, y una canti

    dad de haciendas de Aragua y del Tuy.o RICHARD KONETZKE,Coleccin de documentos para la historia de la for

    macin social de Hispanoamrica, 1493-1810, t. 1, C.S.I.C., M a d r i d , 1953,n m e r o s 74, 148, 169, 173, 329, 357.

  • 7/26/2019 Mantuanos

    5/25

    68 NGEL ROSENBLAT N R FH , XXIV

    gobernadores, corregidores, etc., han llevado allegados, criados yfamiliares suyos para ocuparlos y enriquecerlos. Y manda que "entodos los dichos oficios, provisiones y encomiendas sean antepuestoslos naturales de las Ind ias, hijo s y nietos de los conquis tadores deellas, y lo mi sm o sea dich o en favor de los pobladores natura lesoriginarios de los reinos y provincias, los cuales, como hijos patrimoniales, deben y han de ser antepuestos a todos los dems. . ." Envarias ocasiones los llama benemritos.

    En tod o el siglo x v i los pri mer os conquis tadores y pobladores

    aspiraron a crear seoros hereditarios (de ah el tesn con que defendieron sus encomiendas) y revivieron a su favor los viejos fueros municipales, que les concedan derechos y privi legi os. Los cabildos, constituidos por ellos, fueron el centro de la vida colonial, y aveces el poder nico. Sus herederos, amparados en las leyes de laRecopilacin, pre sum ier on de ser "hijo sdal go y personas noblesde linaje y solar conocido", lo mismo que los hidalgos y caballeros de la Pennsula . T e n a n la pretensin de corresponderles todoslos oficios de la repbl ica y un sentimi ento de superio rida d sobrelos funcionarios enviados por la metrpoli , a los que considerabanmuchas veces advenedizos, y especialmente sobre los mercaderes

    peninsulares. El poder real se fraccionaba en Amr ica en una sumade poderes municipales (no fue esto propiamente el "feudalismo"hispanoamericano?). El Cabildo de Caracas a sumi muchas vecesla autoridad sobre todo el territorio, en casos de acefala, y hastalleg a destituir gobernadores. A ello alude el padre Blas Terrero,un criollo de Caracas, nac ido en 1735 y mu er to en 1802 (fue capelln de Santa R o sa l a ) , que era enemigo de la Compaa Guipuz-coana, pero no tena mucha simpata por los mantuanos. En suTeatro de Venezuela y Caracas (teatro equiva le ah a 'relacin sucinta de los funcionarios civiles y eclesist icos ') , escrito entre 1787y 1800, al hablar de don Lope Carri l lo y Andrade, que tom pose

    sin del gobierno el ao 1728, dice en la edicin de Caracas, 1926(p . 146):

    Cerciorado ya Su Majestad de la insolente arrogancia con queel fantico mantuanismo, endiosado de sus alcaldas, trataba a losgobernadores que apeaban, para resumir en ellos el gobierno, hacindolos sufrir en semejantes ocasiones las irrupciones ms indignase indecorosas al honor y al nacimiento, resuelve por su Real Cdula,capaz de sepultar en la confusin y la vergenza a los hombres msinsensatos, abrogar como abroga a los abusivos alcaldes las facultades concernientes al asunto, que con sinceridad se le haban

    franqueado por la Real Cdula de 18 de septiembre de 1676, nombrando para este efecto un Teniente de Gobernador y Auditor deGuerra, en quien recayesen, por ausencia o enfermedad de los gobernadores, todas las funciones del gobierno...

  • 7/26/2019 Mantuanos

    6/25

    N R F H , XXIV MANTUANO Y MANTUANISMO 69

    Vuelve a aludir despectivamente a los mantuanos al hablar delgobernador don Jos Solano Bote, que tom posesin de su cargoen 1763. Era capitn de la Real Armada, y mostr excesivo fervorpor la organizacin de las milicias, a las que incorpor a todos lossectores de la po bl ac i n (p. 164) : " E l endiosado mantuanismo sigueal mulatismo [sic]; pero por ahora ms de cumplimiento y razn deestado que por emulacin. A imitacin de la capital, sigue la provincia, sacrificando hasta al labrador a sus inmensas reclutas".

    "E l endiosado mantuanismo" o "la insolente arrogancia" del

    " fant ico mantuanismo" parecen indicar que no tena del todorazn Humboldt cuando crea que el progreso de la ilustracin yla revolucin que se operaba en las costumbres estaba haciendodesaparecer poco a poco las ofensivas distinciones entre los blancosy surgir entre ellos un sentimiento de igualdad. El blanco o espaol (tamb in el americano se llamaba espaol) tena la hege mon apoltica, econmica y social. Formaba el ncleo gobernante y poseacasi toda la riqueza (haba tambin caciques ricos). En las ciudades tena la categora de vecino, a veces equivalente de encomendero, que implicaba el derecho de tener casa, caballo, armas, participar del gobierno c ivi l y de la mi l ic ia y de los beneficios de la

    instruccin y la cultura. Se distingua por la vestimenta, el usufructo de los cargos pblicos y el rechazo de las labores serviles.Ninguna de sus prerrogativas tena exclusividad absoluta, y se distingua en realidad por la suma de ellas.

    Hay que tener en cuenta que el concepto mismo de blanco noimplic absoluta pureza de sangre en ningn momento de la historia de Amrica. El mestizo cruzado con espaol se l lamaba castizo; el castizo con espaol ya era espaol. Es decir , era blanco elque tena 1/8 de sangre indgena. De modo anlogo, el cruce demulato con blanco daba cuartern; de cua rter n y blanco, quintern; de qui nte rn y blanco, blanco. Es decir, era blanco el quetena 1/16 de sangre negra. Estamos, pues, bastante lejos de una concepcin racista extrema.

    Adems, la designacin de blanco fue siempre muy flexible.H u m b o l d t observaba a principios del xix:

    En las misiones todo hombre de color que no era francamentenegro como un africano, o cobrizo como un indio, se dice espaol;pertenece a la gente de razn, y esta razn que, hay que confesar,es a veces arrogante y perezosa, persuade a los blancos, y a los quelo creen ser, que la labranza de la tierra es cosa de esclavos.

    Y en otro pasaje: "Nos sorprendi ver en la Esmeralda muchos

    zambos y mulatos y otras gentes de color que, por vani dad , se llaman espaoles y se creen blancos porque no son tan rojizos comolos indios".

  • 7/26/2019 Mantuanos

    7/25

    70 ANGEL ROSENBLAT N R F H , XXIV

    En el Apure encontr Humboldt a un blanco de este ti po : eramoreno negruzco y andaba casi desnudo; a su mujer la llamabadoa Isabela, a su hija doa Manuela, aunque ambas andabantambin casi desnudas; deca "nosotros, caballeros blancos", y felicitaba a Humboldt por haber cado entre "gente blanca y detrato"; segua con inters las noticias de Madrid.

    Era muy apetecida la designacin de blanco: " T o d o blanco escaballero" lleg a decirse en jas Indias. Adems, las Reales Cdulasde "gracias al sacar", como veremos, facilitaban la compra de la

    codiciada categora de blanco por cierta cantidad de reales de velln \

    i Blanco ha conservado en gran parte de Amrica un valor econmico ysocial. E n Maria de Jorge Isaacs (Emec, 1943, p. 136) , E fra n ofrece u ncaballo a T r n s i t o para que vaya al pueblo, y ella contesta: -"Si en la prov i n c i a solamente lo s blancos andaban a cabal lo no es as, padre? S, y losque no son blancos, cuando va est vieios. Quin te ha dicho que no eresblanca? p r e g u n t a T r n s i t o - , v blanca como pocas. Las qu e yo di go sonlas gentes ricas, las seoras" . Lo 'mismo hemos t enido ocas in de observar en1947 en los L lanos de Venezuela. En Cunaviche , por eje mpl o, en las fiestasde Na vi da d y A o Nue vo, ha b a u n baile de los blancos y u n bai le de losnegros. En los dos haba negros y blancos, y sobre todo t ipos intermed ios ,pero uno era de los ricos Clos amos o eente Dri nc in ah v el ot ro de los

    pobres (gente subordinada , peones, servicio domstico, etc.) . En Doa Brbara, d e R m u l o Gallegos, el blancaje era " la reunin de los dueos de hatosoue asisten n los rodeos sin tomar Darte en los trabaios v slo nara v ie i la rsus intereses a la hora del reparto del ganado recog ido" (eran unos veintepropietarios 1 Blancos son los ricos los amos indepen dientem ente de l co lorE n El llanero en la Cattal de Dan ie l Mend o z a que creo qu e es de 1859

    Palmarote l lega ante u n a casa y l lama - " - D n d e es t n l os blancos de aqu?No hay qu ien choque el t r a n q u e r o ? " - L o s hldiicos cr3.il los dueos de casaLa opos ic in entre blancas v mujeres campesinas se da tambin en Peonade R o m e r o G a r c a (1890) Y ei i El sargento Felipe de Gonzalo P i c n Febres

    (1809) lo s blancos son los muchachos alegres de la ci ud ad vie ha n acudidoa! ha i lp ramnpinn nara rHvprtirsr ron las r rmrharhas Mi blanco mi blanca

    s frecuente tr at am ie mo ca ri oso (vase AURA GMEZ, Lenguaje coloqui al\ )CTi Gzol t t fTo CJU*3.CTS 196Q S S^I ^S ^ 'J_3.mbicri ti en e ese " s ent id o la fi"3se sen-tpnriosn mip SUPIP r l r r i r^p na ra mi p iltnnVn un SP mp7r1p pn nipitos dp trentep r i n c i p a l o de otra clase Filos son Mancos ellos se ent ien den " leua lmenteen el Per blancos son los q u e " m a n d a n . Y en el h a m p a de Guayaqui l blanco(" i "el ipfe pl nn pr nr pi i m n p l n r n l p r m " Con psns mismos vilnrps rlp

    blanco se usaha esnLl T i i r c s J v A n o * n 7 M A D A R , A r A / r ^ , / v / o ^ Ar

    h indias R T e L s A v r s ' l 9 4 5 r> > "FII criollo desde el cJ h W o L a

    7cVrZ'^ZZ,hl en el nom hrP d esLTol^ ZZT r- H n T A nnJ l f n n \ l : t i r a n o s n P s ven a fr -h a an dn en l o s i a X e s W

    3 s e s ri' T r i r T n ^ W e l p T r l P cTn nh a nreZ,Z7T lTnn ve m o r e mr esta 'iL.nV re ^ " 1 Z rlJ nn s oZ

    1P T. lenemle^Ha ^

    , n a l a l n nn J n r i l ' ^ m ' T n f f r n nrnnHH-H elitent T n S i n - He ^ P nZ Z, i n n Tn

    IZlrr PnrtrZ el TTI S ^ i T i q i S n r p ' J

    n i a t m p d e v e c e s " l o e s p a o l e s " m o n t a n u n t e d o l k o sobre u n " pode "

    http://cr3.il/http://cr3.il/http://cr3.il/
  • 7/26/2019 Mantuanos

    8/25

    N RF H, X X I V MANTUANO Y MANTUANISMO 71

    La sociedad colonia] estaba estructurada como un sistema saigeneris de "castas" 8 , que se dist inguan, aunque sin mucha rigidez,por el co lor : los blancos, los indio s, los negros esclavos y libres ylas llamadas "castas de mezcla", es decir, mulatos, zambos y mestizos, con sus variadas combinaciones, a veces englobados en el trm i n o eufemstico de pardos. La Capitana General de Venezuelatena, en las postrimeras del rgimen colonial -nos basamos enlos clculos de H u m b ol d t , a veces con trad ict orio s- alrededor de800,000 habitantes: unos 200,000 espaoles americanos o criollos,que pasaban por blancos, unos 12,000 espaoles europeos, unos

    64,000 negros esclavos, unos 120,000 indio s y algo m s de 400,000pardos9. Los blancos constituan la capa superior, y tenan acceso,

    e nt r a n por la selva abriendo picas i n v e r o s m i l e s y per foran la t i e r r a desdel o alto de torres f ant s t ica s (p . 8 3 ) . Los indio s guaj iros usan a d e m s u nsombrero espaol (p . 8 1 ) , que es u n sombrero corriente , de alas anchas,a dq u i r i do en el comercio local . Y para just i f icar una venganza d icen: Espa

    ol la hace, espaol la paga. Salvador de Madariaga ve en ese anhelo de

    blancura de mestizos y mulatos una de las fuerzas de unidad de las Indias

    hacia E s p a a , su m o n a r q u a , su Iglesia; como fuerza opuesta, la a t r a c c i n de

    l a t ierra , te nd ie nd o a la mezcla, haci a abaj o, " fo rz an do a los tres pueb los af u n d i r sus a lmas ba jo la g i d a del a mor sin ley. . . L a savia de la t ierraamericana se iba elevando por la escala del co lor hasta e l e s p a o l in je r to .

    Esta savia de la t i e r ra l ab o r ab a t a m b i n en pro de la unidad del alma delas Ind ia s" (p . 5 8 8 ) . La Indep ende ncia la expl ica como una cr i si s entre las

    dos fuerzas: el anhelo de blancura y la a t r a c c i n de la t i e r ra ( p . 5 9 1 ) . L o

    m ism o pasaba en todas partes. L o c o n f i r m a n JORGE JUAN y ANTONIO DE ULLOA,

    e n suRelacin histrica, de 1 7 4 8 (t . 3, l i b . V. cap. 5, etc .) . Y las Reflexionessobre el estado actual de Amrica o Cartas del Abate Prat (apud LINCOLN

    MACHADO RIBAS, Movim ientos revoluci onarios en las colonias espaolas de

    Amrica, Buenos Aires , 19 40 , pp . 1 3 1 - 1 3 2 ) : "D ig o s i em pre europeo, y n oespaol, por que entr e nosotros la pal abra espaol es s i n n i m o de blanco y s e

    da igualmente a l c r io l lo a l verdadero europeo y a 'c ual qui er o t r o europeo u

    hom bre b l anc o . S e o r me d i j e r o n un d a a l entrar en mi casa-, u n e spao lcjuc creo Cjiie es f rancs ha venido a preguntar por u s t e d Efec tiva ment e, era

    u n espaol f r a nc s" .

    8 MANUEL GARCA-PELAYO, en su Esquema general de los pri nci pios de

    estratificacin social (hemos consult ado los origi nale s manuscr itos) rechaza el

    t r m i n o de castas para la o r g a n i z a c i n c o l o n i a l , y considera que hay que ha

    blar de "estratos sociales". Claro que la d e s i g n a c i n de castas no tiene en las

    colonias de A m r i c a el valor que a l c a n z en la I n d i a , pero el t r m i n o fu e fre

    cuente en la l e g i s l a c i n c o l o n i a l . De todos modos, esos "es tratos" t e n a n un compo nente t n i c o , y e l t r m i n o se a p l i c sobre todo a "las castas de mezcla".

    9 FRANCISCO DEPONS, Viaje a la parte ori ental de la Tierr a Firme, Caracas,

    1 9 3 0 , p. 62, calculaba que en la C a p i t a n a General de Caracas h a b a , hac ia 1800,7 2 8 . 0 0 0 habitantes : "dos d c i m a s partes de blancos, tres de esclavos,cuatro de manumisos o descendientes de manumisos, y el resto de indios

    (p . 1 3 9 :7 2 .8 0 0 i n d i o s ) . La obra de Depons es de 1806.-FEDERICO BRITO FIGUE-

    ROA, Las in sur recciones de los negros esclavos en la sociedad colon ial venezolana, Caracas, 1 9 6 1 , p. 12 , ha elabor ado u n cuadro h i p o t t i c o de la p o b l a c i n

    d e l p e r o d o 1 8 0 0 - 1 8 1 0 : pardos 4 0 7 . 0 0 0 ; blancos peninsulares y canarios 1 2 . 0 0 0 ;

  • 7/26/2019 Mantuanos

    9/25

    72 NGEL ROSENBLAT N R F H , X X I V

    si n trabas, al sacerdocio, a la mi li ci a, a la universida d, a los cargospblicos.

    Pero es evidente que no todos los blancos eran iguales. Habaen primer lugar la distincin, tan llena de conflictos, entre peninsulares y americanos. Y aun entre los crio llo s, no del todo exentosde cierta proporcin de sangre india o negra, dil ui da a travs de lasgeneraciones, haba una amplia gradacin que iba desde la capareducida de los mantuanos hasta el cuantioso sector de los blancosdel estado llano, una peq uea parte de los cuales haba adquiri dola categora de vecinos, pero la mayora (seguramente los qu e haban cado en la miseria o en los trabajos considerados serviles)eran llamados despectivamente blancos de orilla, mezclados frecuentemente con las "castas" 1 0 .

    No haba igualdad entre los blancos, muchos de los cuales, bienpor su condicin social o por su oficio, se vean en la necesidad deprobar su limpieza de sangre para tener las prerrogativas que lescorrespondan. Juan Victoria Pez, el padre del general Pez, promueve expediente en 1776 para probar que es blanco y limpio desangre, po'rque el alcalde de San Felipe le haba prohibido llevararmas en la silla de montar, como si hubiese sido negro, zambo om u l a t o 1 1 . E l padre de Francisco de Miranda, don Sebastin de

    Miranda, haba sido nombrado por el Capitn General, en 1764,para regir una compaa de milicias de blancos isleos. Se mantena con su familia "en el decente exercicio - d i c e la Real C d u l a -y comercio de una tienda de lienzos de Castilla", hasta que se vio

    blancos criollos 172.727; negros l ibres y manumisos 33.362; esclavos 87.800;negros c imarrones 24.000; i n d i o s t r i b u t a r i o s 75.764; ind ios no t r ibutar ios25.590; i n d i o s n m a d e s 60.000. T o t a l , 898.403 habitantes . Nos atenemos msbien a las cifras globales y a p rox i ma da s de H u m b o l d t . V a s e nuestra Poblacin in dgena y el mestizaje en Amrica t 1, Buenos Aires, 1954, cuadro 2y P P . 193-195.

    ! El rgimen de "castas" se combi n a ba con el sistema estamental de lasociedad es pa ol a de la po ca. En la Orden a n za de Bu en Go bie rn o de 1786( A r c h i v o N a c i o n a l , Caracas,Diversos, L X , 240-241), las penal idades er an dis

    t inta s para lo s nobles y los que no lo eran.

    " A r c h i v o N a c i o n a l , Caracas, Go bie rn o de la Col oni a ("Li mpie za de sangre", t . 10, f. 153) : "I nf or ma ci n dada por don J uan Bitoria de Pez, h i j o leg t imo de don J u a n Jos de Pez y de doa Lu i sa de Mendoza, sobre sulimpieza de sangre. Todos vecinos de la ciudad de San Felipe. Su abuelo eraLuis de Mendoza, natural de la isla de Tenerife . Su padre h a b a sido h i jonatura l de don Gabr ie l Bapti sta de l Ca mpo , havido en una mujer b lanca de

    Val enc ia" . Se le hab a aperci bido q ue no usase pistolas en la silla de mo nt arhasta que probase que era "b l anc o de calidad". Se q ue j a de ser "yo solo elblanco a qu ien como a negro, z a mbo o mulato" se le priva de ese derecho.

    E l 1? de agosto de 1776 el gobernador y c a p i t n genera l lo autoriza y declaraque no se le deba p r o h i b i r el uso de pistolas en la silla de montar y demsarmas l c itas y permitidas . Hay expedientes de limpieza de sangre desde 1609.

  • 7/26/2019 Mantuanos

    10/25

    N R FH , X X I V MANTUANO Y MANTUANISMO 73

    precisado a separarse de ella 1 2 . El Ayu nta mie nto lo acus de usarindebidamente las insignias y prerrogativas de su cargo (bastn yuniforme de c a p i t n ) . Promovi expediente en 1769 para probarque l y su legtima mujer eran gentes bien nacidas, de sangre l i m pia. Carlos I I I , por Real Cdula del 12 de septiembre de 1770,orden al Ayuntamiento: "Impongo perpetuo silencio sobre la indagacin de su calidad y origen, y apercibo con privacin de empleo y otras severas penas a cualquiera mi l i tar y indiv iduo de eseAyuntamiento que por escrito o de palabra no le trate en los mis

    mos trminos que acostumbraba n ant eri orm ent e y le motegen sobre el asunto".

    Como sector preeminente y representativo de los blancos, lescorrespondi a los mantuanos enfrentar se a los pardos, a los quetachaban de tener a lgn ascendiente esclavo. En Caracas, y seguramente tambin en las ciudades del inter ior (hay noti cia s po r lomenos de Coro), se opusieron tenazmente a la Real Cdula del10 de febrero de 1795 y a la del 3 de agosto de 1801 que concedan dispensa de la calidad de pardo o de quintern por una sumade reales de velln (las famosas "gracias al sacar"), y sus representantes en el Cabildo de Caracas pidieron empeosamente que

    se mantuviera la prohibicin del mat r imonio entre blancos y personas de las "castas", y las trabas para el acceso al estado eclesistico y a la instruccin superior. A Juan Ge r m n Roscio, h i jo deitaliano y de mestiza cuarterona, le negaron el acceso al Colegiode Abogados de Caracas. J o s Rafael Revenga, tachado de zambo,estuvo aislado entre sus condiscpulos de la Uni ver si da d de Caracas. Vargas - d i c e ngel G r i s a n t i - estuvo a pu nt o de ser echadode l Seminario T r i d e n t i n o porque no pudo probar la calidad desus abuelos. Dice H u m b ol d t , al caracterizar a la aristocracia municipal criolla: " m s qu ie re n ser priva dos de ciertos derechos, quecompartirlos con los dems ; y aun preferiran una dominacin

    extranjera a la autoridad ejercida por americanos de una casta i n ferior; abominan toda constitucin fundada en la igualdad de derechos; se espantan por sobre todo de la prdida de esas condecoraciones y ttulos que tanto trabajo les ha costado adquir i r , y queforman un a par te esencial de su di cha domst ica" .

    Entre los mantuanos ocupaban el pr imer lugar los pocos condesy marqueses criollos que haban comprado sus t tulos con remesasde cacao 1 3 . El cacao fue la gran riqueza venezolana en los siglos xvn

    12 G I L FORTOUL, Histori a consti tucional de Venezuela, 2 ed., Caracas,1930, t. 1, pp. 73-74.

    13 S e g n V a l l e n i l l a Lanz, de ah les v e n a e l nombre de grandes cacaos.Vase LAUREANO VALLENILLA LANZ, "Los Marqueses de Caracas", en El Nue

    vo Diario, 9 de j u n i o de 1913; Id., "L os Marqu eses y los Condes de Caracas",ibid,, 23 de j u n i o de 1913. T a m b i n en Cesarismo democrtico, Caracas, 1952,

  • 7/26/2019 Mantuanos

    11/25

    74 NGFX ROSENBLAT N R F H , X X I V

    y xvm. El Marqus del Toro y el Conde de San Javier eran losterratenientes ms interesados en el negocio de l cacao, que fue labase de las grandes fortunas de la aristocracia criol la, terratenientey m e r c a n t i l 1 4 . A fines del xvm irrumpe el caf, pero queda la expresin ser un gran cacao o echrselas de gran cacao, ser un personaje importante o presumir de tal.

    Venezuela tena pocos nobles con ttulos: el Marqus de Mi jares, el Marqus del Valle de Santiago, el Marqus del Toro, elConde de San Javier, el Conde de la Granja, el Conde de Tovar,

    el Marqus de la Ribera de Bocon y Masparro (1787). A ellos seagreg el Marqus de Casa Len, un peninsular enri quec ido queen 1799 solicita y obtiene un t tulo - d i c e - "que lo eleve sobre elcomn de los mantuanos de Caracas".

    En los siglos xvn y xvm la Monarqua venda ttulos nobiliarios,para acrecentar la hacienda, construir iglesias, etc. 15 . Dice Arcaya(Estudios de sociologa venezolana, Caracas, 1941, p. 67) qu e laclase mantuana (niega qu e fuera una aristocracia poltica) estabamu y lejos de ser tan rica como se cree.

    De todos modos, les correspondi a los mantuanos un papel deprimer orden en todas las conmociones de la vida colonial. Extin

    guida la Compaa Guipuzcoana, a la que se haban opuesto, losmantuanos adquirieron ms conciencia de su poder. En 1779 entraron en conflicto con el Intendente Abalos, que que ra impon era los vecinos un t r ibuto personal. El Cabildo de Caracas (y luegolos cabildos de l interior) protest porque consideraba que el t r i -buto bajaba a los vecinos al n ivel de los indios tributarios. Delconflicto surgi la creacin del Real Consulado 1 6 , que se instalel 24 de noviembre en la residencia de l Conde de Tovar. El 13 de

    j u l i o de 1797 se descubri la l lamada conspiracin de Gual y Espaa. Manuel Gual haba sido capitn del batalln veterano deCaracas, y Jo s Mar a E sp a a era justicia mayor del pueblo de Macuto. La conspiracin responda a los principios igualitarios de laRevolucin Francesa, y propiciaba la igualdad de blancos, indios,pardos y negros, "hermanos en Jesucristo, iguales por Dios" (laescarapela decuatro colores, blanco, azul, amarillo, encarnado, simp. 49, nota 1 . Vas e ade m s ULISES ROJAS, "Po r qu e l Li be rta do r no fue

    Ma rqu s de Sa n Lui s " , Juan de Castellanos, U n i v e r s i d a d P e d a g g i c a y T ec no

    lg ica de Colomb ia , Tu n j a , 1 (1961) , p p . 107-113.

    w ARCHA FARAS,Comercio entre Venezuela y Mxi co, M xi co , 1950, p. 119;

    t a m b i n e n Economa colonial de Venezuela, p p . 112, 119 ss.

    15 Vase JOS TORRES REVELLO, Crni cas del Buenos Aires colonial, Buenos Aires, 1913, pp. 267-286.

    16 En la ma t r c ula r e l ac io nad a con su creacin estaba representada enp r i m e r lugar toda la clase m a n t u a n a ; de spu s , l a "clase de comerciantes porma yor " , y f ina lme n te " l a clase de mercaderes" ( v a se FEDERICO BRITO FIGUEROA,

    La estructura social y demogrfi ca de Venezuela, p p . 83-84) .

  • 7/26/2019 Mantuanos

    12/25

    N R FH , XXI V MANTUANO Y MANTUANISMO 75

    bolizaba esa u n i n ) . En ella par ti ci pa ro n blancos americanos ypeninsulares (comerciantes, funciona rios, mil ita res , marin os, sacerdotes) y tambin pardos (milicianos, artesanos) y esclavos. A l debelarse la conspiracin, el Cuerpo de Nobles, que constaba de doscompaas , ofreci sus servicios al Capitn General; eran ms desetenta los nobles de Caracas que ofrecan sus vidas y haciendas yproponan armar compaas de milicias a su costa para la defensadel gobierno (los mantuanos se alarmaron sin duda por el carcter

    jacobino del movimiento) . Entre ellos los marqueses del Toro y

    Mijares, los condes de Tovar, de San Javier y de la Granja. El 17 dej u l i o se dirigen al Gobernador y Cap i tn General, y el 4 de agostode 1797 a Su Majestad:

    La Nobleza de la Ciudad de Caracas, junta en cuerpo y postrada humildemente a los reales pies de Vuestra Majestad, dice:que irritado altamente su celo, y de un modo inexplicable, contrael plan de conspiracin descubierto en esta capital el da 13 delpasado mes, y considerando los graves cuidados en que se hallabael Gobierno por esta razn, . . .nos presentamos apresuradamenteal Capitn General, ofreciendo no slo nuestras personas y haciendas, sino tambin formar en el momento compaas armadas anuestra costa para custodia de su persona o cualesquiera otros destinos o funciones que considerase oportunas para la tranquilidadcomn o respeto de la pblica autoridad. El vuestro Capitn General apreci y acept inmediatamente esta oferta, y, a su consecuencia, y en virtud de la lista que formamos, sin incluir a losoficiales que sirven en milicias regladas, aprob y cre dos compaas del cuerpo de Nobles de esta Ciudad.. .

    En realidad, el Gobernador y Cap i tn General don Pedro Car-bonell vea con cierta suspicacia esa ac t i tud de los mantuanos. Porsu parte se dir igi a Su Majestad el 28 de agosto de 1797 para

    relatarle los acontecimientos y condenar, por segunda vez, los manejos del Regente don A n t o n i o Lpez Quintana, del Intendentedon Esteban Fernndez de L e n y del Cabildo; p idi especialmentese separara del Cabildo al M a r qu s d el T o r o " . Y denunciaba:

    . . . abusando de la docilidad de los que lo firmaron, pretendentres o cuatro faccionarios comprometer el nombre de la nobleza deesta ciudad, que suponen formada en cuerpo, sin que conste quautoridad legtima los hubiese congregado, y tal vez sin advertir lasfatales consecuencias que deben temerse de la arbitraria formacinde un cuerpo poltico que no se halla establecido por el gobierno

    R eprod uc i do en Documentos relati vos a la Revolucin de Gual y Espaa, Caracas, 1949, pp. 130-138. La r e p r e s e n t a c i n de la Nobleza al Rey enp p . 96-98.

  • 7/26/2019 Mantuanos

    13/25

    76 NGEL ROSENBLAT N R F H , X X I V

    n i autorizado por las leyes, y ms cuando ningn inters pblicoles movi a ello y s solo elogiar exclusivamente al Regente y sucaudillo y desvanecer si podan los anteriores informes contra stey el Intendente...

    Lo mismo pas en 1806, cuando ll eg la no ti ci a de la expedicin de Miranda. Entre los firmantes figuraban algunos de los quese iba n a con ver tir pr on to en prohombres de la Re vo lu ci n 1 8 . Laproclama que llevaba Miranda y que lanz en Coro el 2 de agostode 1806 trataba de atraerse a los sectores inferiores de la poblacin:"Que los buenos e inocentes indios, as como los bizarros pardos ymorenos libres crean firmemente que somos todos conciudadanos".En su proyectado Gobierno Federal, los Cabildos deban estar integrados por un tercio escogido entre los indios y la gente de coloide la Pro vin cia . U n arg ument o en su contr a era el apoyo de unapotencia extranjera.

    Por otra parte, los mantuanos estaban en con fli cto con las autoridades coloniales y con la pobl aci n peninsular, de comerciantes

    i s C u a n d o d e s e m b a r c M i r a n d a , " l o s sujetos decentes" de C o r o se retirar o n a sus haciendas o s iguier on al coma n da n te espaol; ni los pardos quedar o n ; slo se le presentaron do s esclavos. E l C ab i ld o de Caracas, el 13 de mayode 1806, a proposicin del regidor Nicols Anzola , inici una suscripcin paradestruir la expedicin de Miranda y premiar al que le capturase. Se recaudaron, entre los principales criollos , 19.850 pesos, que se d epo s i t a r o n en lascajas reales y luego s e remit ieron a E spaa , "des t inados a gastos de la presente g u er r a " (Noticias de A N D R S F. P O N T E , La Revolucin de Caracas y susproceres, Caracas, 1960, p. 60 ). E l 20 de j u l i o ele 1808 el Ma r qu s del T o r o

    remiti a la R ea l Audienc ia dos cartas que " e l t ra idor Francisco M i r a n d a " l eh a b a enviado a l y al C a b i l d o de Caracas desde Lon dre s (vase Conjuracinde 1808 n 165- Archi vo de Miranda t 20 D D 321-322 323-324"! l o n i a l n oevi t cue 'se le' eni uic iar a o r los acontec imientos de 1808 A u n de so u s de

    1810 la hostilidad de los mantuanos hacia Mira nd a cont inu , y se e x ten dia otros sectores. Bolvar, que lo haba inducido a volver su tie rra nol n ac o mm en e l v ia ip s in d u d a oor nrudenria ' l C u a n d o M i r a n d a l W > la C. aira 1 n r i n r i n os de dic iemb re de 1810 la tu nt a hab a dado or -rfpn HP n up rt n *p 1P rip iaSP rlpQpmha rnr p n r f : n TJnsrin. pl 19 HP rlirpm

    hr r t e n v i 1 au torrzac in de T Tnnra Los f u n e r a r i o s annvadn nnr

    h m a v o r m n e t r a t a d

    e i 3 r J r 7 ^ S o r i e ^ d Patritica en h m e i n n t o a m o r W m an nanosv los ivene s revol ucion ario* de la ori mera hor a actuaban t e n n o sTZ e"edisfTnm7drnorsT?uce7v aun ind ivi duo s del nuebl o ^1/17 ar rra ta s nr ao i i e os no oue r a a Mir an da ero la mocedad innuieta loromo romo ife Los Toro f r a n c i s c o F e r n a n d o v l u n R o d r g u e z d H T o r o Ty su parente la e r an sus enemigos . 'A Soublette le dec a Miranda : " U s ted n ot iene nara m ms aue un defecto v es el de er m a n t u a n o a u n o n e slo a

    medias" . Los confli ctos ent re los ma n tua n os y "M ir an da fue ron u na de lascausas principa les de la. muert e de la Prim era R ep b li ca . (To mam os todosestos datos de PARRA PREZ,Historia de la Primera Repbl ica de Venezuela,Caracas, 1939, t . 1, p. 19; t. 2, p p . 14, 15, 20, et c. ).

  • 7/26/2019 Mantuanos

    14/25

    N R I ' H , X X I V MANTUANO V MANTUANISMO 77

    y funcionarios, a los que trataban de cerrar el acceso al Cabildo(en el remate de los cargos de cabildantes y en la eleccin de alcal

    des y regidores se l ibraron las primeras batallas entre mantuanosy penins ulares). A l debilitarse el poder espaol se s intieron capaces de asumir la hegemona. E n 1808 to ma ron la iniciativa paraconstituir una Junta Suprema Gubernativa, y procuraron atraersea los otros sectores sociales (a los mercaderes espaoles y criollos,y aun a los jefes de las mil ici as de p ard os). Se d i jo que se contaba con el batalln de milicias del Marqus del T o r o , y con 10,000esclavos de los valles de Aragua que apoyaran el movimiento. Pero

    hubo una parcialidad de oficiales y capitanes de varias compaasde pardos que se br indaron a defender con sus vidas al Soberano 1 9 .Las diversas incidencias de esta ten tat iva y las rivalida des entrelos diversos grupos, aun entre los mantuanos mismos, se puedenver en el vo lu me n dedicado a la Conjuracin de 1808 en Caracas20.

    En su lucha contra la dominacin espaola, los mantuanos tuvieron que apoyarse en todos los sectores criollos, aun en los pardos, y les toc, el 19 de abr i l de 1810, ser los promotores de laRevoluc in . E l gru po diri gen te de los mantuanos de Caracas, pormed io del Cabil do (a l se in cor por aro n diputados del pu ebl o ydiputados del clero) tom el poder y se convirti en Ju nt a Suprema

    de las provincias de la Capi t an a . Culminaba as un largo proceso.Vicente de Emparan, el l t imo Capi tn General de Venezuela,in forma al Rey de los acontecimientos del 19 de abr i l : " . . .como

    i C o m o t entat iva de atraerse a los pardos se pueden considerar las palabras de J u a n V i cen te B o l v a r (e l herm ano de S i m n B o l v a r ) , que aspira baa ser ca ud ill o de la plebe, y d e c a : "Los mant uanos que qui ere n en esta c iudadser nobles y poseer u n i n f l u j o p b l i c o , con bastantes mul a to s f o r m a r a n u np u e b l o mu y re sp et ab le " (C . PARRA PREZ, op. cit., t. 1, p. 235).

    20 La r e p r e s e n t a c i n fiscal, firmada el 20 de a b r i l de 1809 por B e r r o yEspejo, considera que el proyecto de c o n s t i t u i r una Junta no era viable enn i n g n estado n i s i t u a c i n (Conjuracin de 1808 en Caracas, Caracas, 1949,

    p p . 230-231), y r e s u m a l a s i t u a c i n : " L a m u l t i t u d de clases que const i tuyenlos pueblos de esta parte de la A m r i c a produce entre los mismos, por sur e p r e s e n t a c i n y existencia p o l t i c a , o b s t c u l o s insuperables para su r e u n i n

    en cuerpo. m u l a s las unas de las otras, j a m s q u e r r a la de los nobles admit i r e n su conc urr enc ia a los del estado l l a n o , n i s tos a l a clase de pardos, n in i n g u n o de ellos a las otras castas, y menos a la de los esclavos. Esta d i fe rencia de colores y condiciones p r o d u c i r a un choque v i o l e n t o con que se dest r u i r a n las partes entre s an-/tes de f o r m a r [u n cuerpo u n i d o ] ; a d e m s , entrelo s e s p a o l e s de este y e l o t r o hemisfer io , l a " i n j u s t a ' r i v a l i d a d , h i j a de neciaspreocupaciones con que se m i r a n , y que aunque ya muy mitigada no l ianacabado de e x t i n g u i r el esfuerzo de las leyes n i el e m p e o del superior gob i e r n o , n i tantas otras razones que co nve nce n la igua ld ad entre los vasallosde una propia N a c i n , p a r t c i p e s respectivamente de unos propios deredios

    y pr iv i leg ios T o d o esto presentaba v p r e s e n t a r en todo tiempo insuperablesdif icu ltades para reunirse en cuerpo v c o n c i l i a r sus voluntades tan opuestaspa rc i a l i da de s ! . . "

  • 7/26/2019 Mantuanos

    15/25

    78NGEL ROSENBI.AT N R F H , XXIV

    muchos de los que en Caracas l laman mantuanos, que son la claseprimera en distincin, estaban posedos del espritu de rebelin,dos veces intentada y desvanecida, y es de la misma, de sus partesy deudos, la oficialidad del cuerpo veterano y de las milicias, fra-guaron la revo luc in. . . " Y luego agregaba, al resear la tumultuosa reu ni n del Cabil do: "los mantuanos revoluci onarios me despojaron del mando, obligndome a que les transfiriese el Cabildo[sic], que hizo cabeza de la rebelin". Y les pronosticaba un por-venir aciago, pues los mulatos y negros eran diez o doce por cadablanco: "Si ya no estn los mantuanos arrepentidos de su desatinada insurreccin, muy poco pueden tardar en arrepentirse; perosiempre ser tarde 2 1 " .

    Tambin Vicente Basadre, Intendente del Ejrcito y Real Ha-cienda, relat los acontecimientos, y cmo a l, al Capitn Generaly a otros altos funcionarios, los llevaron presos y los condujeron ala Guaira:

    . . . cada uno llevbamos siete soldados de caballera, un militarsubalterno y un caballero mantuano de Caracas, sin permitirnos lacomunicacin; a las siete montamos a caballo, el Auditor con direc-cin al Castillo del Gaviln y yo al de San Carlos, acompaado decatorce hombres de Infantera, un Subalterno y un caballero Man-tuano; desde el veinte y dos de abril hasta el primero de mayo, queme tuvieron en el Castillo, se relevaban todos los das a las diezde la maana los caballeros Mantuanos de Caracas que me custodiaban, y me decan que lo mismo se verificaba con los dems pre-sos; dichos Seores Mantuanos no hablaban otra cosa que de suIndependencia y de la alegra que haba causado en toda la pro-vincia.

    La Revolucin fue un proceso complejo, y no lo podemos resum i r aqu. Los mantuanos creyeron que ib an a mantene r la Re p -

    blica en sus manos (se apoderaron de los cabildos, de los rganosde gobierno, de los consejos de guerra, del mando de las milicias, delos tribunales de Justicia) . JOS D O M I N G O D A Z , en sus Recuerdos

    sobre la rebelin de Caracas (1962, pp . 73-74) dice:

    All por la primera vez se vio una revolucin tramada y ejecutada por las personas que ms tenan que perder: por el Mar-qus del Toro y sus hermanos don Fernando y don Jo s Ignacio,familia de las principales, de grandes riquezas, que mereca laprimera estimacin de todos los mandatarios, y que llena de un

    s i La Re la ci n de Emp ar an al Rey, y la ver si n de don Vicent e Basadreque ci tamos des pu s se encue ntran en e l vol um en t i tu l ado El 19 de abrilde 1810 (las citas, p p . 21-22, 23-24, 27, 42, 43, 44), I n s t i t u t o Panamericano deG e o g r a f a e H i s t o r i a , Caracas, 1957.

  • 7/26/2019 Mantuanos

    16/25

    N R F H , XXIV MANTUANO Y MANTUANISMO 79

    orgullo insoportable se crea y se tena por superior a los dems;por don Martn y clon Jos Tovar, jvenes hijos del Conde delmismo nombre e individuos ele la casa ms omilenta de Venezuela;por don Juan Vicente y don Simn de Bolvar, jvenes de la nobleza de Caracas, el primero con 25,000 pesos de renta anual y elsegundo con 20,000; por don Juan Jos y clon Luis de Rivas, jvenes parientes de los Condes de Tovar, y de riquezas mu y considerables; por don Juan Germn Roscio, don Vicente Tejera y donNicols Anzola, abogados que gozaban la estimacin de todos susconciudadanos; por don Lino de Clemente, oficial retirado de la

    Marina espaola y altamente considerado de todos; por don Mariano Montilla, antiguo Guardia de Corps de S. M., y su hermanodon Toms, los jvenes de la moda y los individuos de una casa,la primera en el lujo y esplendor; por don Juan Pablo, don Mauricio y don Ramn Ayala, oficiales del batalln veterano, estimadosuniversalmente por la honradez de su casa y por el lustre de susmayores; y por otros pocos de las mismas o casi iguales circus-tancias.

    Y ms adelante agregaba, apostrofando a Bol var (pp. 213-215) :

    T y los de tu clase que formaban la nobleza de Venezuela, y

    que erais conocidos con el nombre de Mantuanos, gozabais paracon el populacho una consideracin tan elevada cual jams tuvieron los Grandes de Espaa en la capital del Reino. Pareca, segnlos actos exteriores de humillacin en ste, que erais formados deotra masa, o pertenecientes a otra especie. Vuestras comunicaciones se limitaban a vosotros mismos y a los primeros magistrados, yvuestros enlaces estaban circunscritos a la misma esfera. Conservabais siempre entre vuestras habitaciones aquel aire de dignidady circunspeccin que indicaba una grande elevacin de vuestraclase. Entonces eran puras vuestras costumbres, honesta vuestraeducacin, la virtud formaba su base, el amor al Rey y la obediencia a las leyes eran inspiradas como fundamentos de vuestra socie

    dad, y Venezuela, bajo de estos principios, fue la mansin de lafelicidad. Entonces tambin los jefes de la provincia y los demsmagistrados civiles, militares y eclesisticos os distinguieron de unmodo cual era justo, decoroso y convenien te... Y acercndonos atiempos m s inmediatos al 19 de abril, dime, de quin se compusola numerosa comitiva del Capitn General don Manuel de Guevara Vasconcelos? Fueron otros que los Toros, los Ibarras o, pormejor decir, los Mantuanos} Quines concurr ieron a sus nmero-sos convites? Quines le acompaaban a todas paites? Quin lodirigi sino don Miguel Jos Sanz?

    Los mantuanos mandaban las milicias, legislaban, acaparabanlos cargos pblicos. Pero los pardos i r rumpieron desde el mismo 19de abri l , y godos ( = espaoles peninsulares) y patriotas tuvieronque contemporizar con ellos y tratar de ganrselos. Miranda, acep-

  • 7/26/2019 Mantuanos

    17/25

    80 NGEL ROSENBLAT N R F H , XXIV

    tado a regaadientes por los mantuanos, muchos de los cuales seoponan a su regreso al pas, no supo tampoco ganarse la confianzade los pardos, a los que consideraba "la hez del pueblo". En otrostrminos lo expresaba L A U R E AN O V A L L E N I L L A L A N Z (Cesarismo democrtico, p. 435) : "L a rebel in , que comienza como u n juegode nios, dirigida por las manos finamente enguantadas del Marqus del Toro, viene a terminar sobre una gran charca de sangrey u n inmenso montn de ruinas, como un potro cerril , bajo lamano spera y brutal del llanero Pez. Desde entonces la pirmide

    qued definitivamente invertida". Se haba producido efectivamente una revolucin social, una profunda aglu tina cin de clasessociales, y Pez, que haba sido pen llanero, se convirti en presidente del pas, "el ms rico, adulado, aplaudido y temido". En1814 Bovesacaudilla a los pardos a favor del Rey y declara la guerraa muerte a todos los blancos (con lo cual entenda los blancospatriotas). Uno de los episodios ms dramticos de esa pugna fuela ejecucin del general patriota Piar, el 16 de octubre de 1817,acusado por altos oficiales de querer sublevar a los pardos paraasesinar a todos los blancos. La defensa que hizo de l el TenienteCoronel Fernando Galindo desvirta por completo esa acusacin,

    a nuestro parecer. Pero su actitud representaba la hostilidad de lospardos cont ra los mantuanos, indudablemente peligrosa para eldestino de la Revolucin. Bolvar siempre temi, hasta sus l ti mo saos (Obras, I I , 158, 340, 361, 47 9) , lo que llamaba la pardocracia.

    La guerra de la emancipacin destruy el viejo rgimen de castas y fue igual ita ria . A l discutirse la Independencia, en el primerCongreso, el 5 de j u l i o de 1811, don Felipe Fermn Pal reclamque se legislara previamente sobre la suerte de los pardos, que"confundiendo la Independencia con la licencia, la insubordinaciny el l ibertinaje, pudiesen convertir en dao nuestro los efectos deesta Revolucin". La falta de cohesin entre los patriotas y el tem or

    a los pardos causaron la cada de "la primera Re p bl ic a" .Pero aun consolidada la Revolucin, la designacin de man-

    tuono se con ser v para la gente blanca adinerada o du e a de tierras,y para los descendientes de las viejas familias (familias mantuanos),que siguieron formando en las capitales un a especie de patr icia dointransigente ms o menos endogmico: "los mantuanos, o sea losque se consideran como patricios de Caracas", escribe el mayor holands Van Raders el 13 de diciembre de 1829 (apud PAR RA PREZ ,La Monarqua en la Gran Colombia, M a d r i d , 1957). En 1834-cuenta Val leni l la Lanz, en su Cesarismo democrtico- hub o mantuanos que qu er an excluir de la Sociedad de Amigos del Pas(creada por decreto de Pez el 26 de octubre de 1829) a los pardos,

    y la iniciativa cont con el apoyo de " E l Nacio nal". El ConsejeroLisboa, que lleg a Caracas en 1843 y escribi su Relacin en 1853,

  • 7/26/2019 Mantuanos

    18/25

    N R FH , XXIV MANTUANO Y MANTUANISMO 81

    encontraba modestia y afabilidad en "esos restos de la antigua clasehidalga". Y deca: "temo han de desaparecer en breve sumergidosen el proceloso mar de las ideas republicanas". Cuenta G O N Z L E ZG U I N N (Historia contempornea de Venezuela, Caracas, 1909-1925)qu e el 1 6 de mayo de 1 8 6 1 , al salir los diputados de la Cmara, elpopulacho daba vivas al general Pez e in si diab a a los legisladoresgobiernistas: "Sabs Antonio Pez, hi jo del general, grita que prefiere el pual de la anarqua al mando de los mantuanos".

    En general los mantuanos estaban identificados con la llamada

    "o l igarqua conservadora". Sin embargo, muchos de ellos se habanincorporado en 1 8 4 0 al Partid o Liberal . A N T O N I O L E O C A D I O G U Z -M N (Datos histricos, t. 2, pp. 2 6 5 - 2 6 7 ) dice en 1 8 6 9 que "las trescuartas partes de lo que lleva el nombre de mantuanismo pertenecan a la comunin l ibera l " . Enumera las altas clases que formabanel grupo, y dice: " U n part ido que presidi el ilustre Mart n Tovary en que figuraban tantos hombres connotados y aun ilustres, noramos sino un club de facciosos?" Arcaya, que lo cita en sus Estudios de sociologa venezolana (Caracas, 1 9 4 1 , pp. 8 9 - 9 1 ) , dice quese poda pensar que el Partido l iberal era aristocrtico, pues agrupaba la nobleza de la sangre, el clero y los viejos generales. Y que

    el de Pez, llamado conservador, era el de la democracia o la plebe.La Revolucin Federal ( 1 8 5 9 - 1 8 6 3 ) fue en gran parte un a ex

    plosin contra el mantuanaje, que se consideraba equi val ent e deoligarqua. La lucha adquir i a veces, en algunas regiones, el carcte r de las viejas "guerras de castas" contra los blancos, sobre todolos propietarios, a los que se llamaba tambin godos 2 2 . De ella, consus aspiraciones, sus violencias y sus injusticias, sali una Venezuela con un nuevo sentido de democracia social, sin distincionesde color.

    La designacin de mantuano no ha desaparecido del todo, y seconserva sobre todo en la expresin alardear de mantuano o echrselas de mantuano: "Se las echa de mantuano, pero no es muy cafco n leche que digamos". H i l a r i o Guanipa, en La trepadora, deR m u l o Gallegos, "ha podido invitar a los mantuanos de Cantarra-na, porque con todos se codea y todos lo estiman". Los "mantuanos de Cantarrana" eran los vecinos ricos. En Cantaclaro aparecela mantuana - l a novi a de u n bl an co - contrapuesta a la muchacharstica de Mal Paso, y al hablar de Juan Crisstomo Payara, diceR m u l o Gallegos: "Gente de bien co n tradicin de seoro social,que en lo domst ico como en lo pbl ico daban un raro ejemplointachable, terratenientes y comerciantes que practicaban la probi

    dad como at r ibuto de mantuanismo, por contraposicin a la plebeya

    22Godo d e s i g n p r i m e r o a l e s p a o l penins u lar ; d e s p u s , al realista; f i n a l

    mente, al conservador.

  • 7/26/2019 Mantuanos

    19/25

    8 2 NGEL ROSENBLAT N R F II , XXIV

    y absoluta carencia de hones tida d que, en lo po l ti co como en loprivado, era caract erst ica de los Jaramil los enemigos". Y en Dmaso Velzquez, de Antonio Arraiz , Fernando pensaba en la niaCharito "con su cutis inmaculadamente blanco y sus manos demantuana que nunca t r aba j" . Luis A r t u r o Do m ng ue z lo encuentra en un polo coriano: "Con mi guitarra en la mano / y mimachete l iniero, / me ro del pueblo entero / y de los ricos man-tuanos" (en Archivos Venezolanos de Folklore, 1951, n m. 1) . Estodava frecuente en la lit er at ur a venezolana, como reminiscenciade un uso histrico. RM UL O BE TANC OURT, en Venezuela: Polticay petrleo (Mxico, 1956, p. 82 3) , dic e: " T o d a v a en Venezuela secalifica de mantuano, con ir ni ca int enc in , a quienes conservanpunt i l los de orgu llo racial " .

    Hemos visto sucintamente la trayectoria de la palabra desde elsiglo x v m ; de te ng m on os ahora en el proble ma de su origen . Siempre se ha relacionado mantuano con manto, y la re lacin nos pareceevidente. Pero cmo se ha producido? Mantuano no es pro pia mente un derivado de manto. En la Es pa a del siglo x vi llam abanmanteistas a ciertos estudiantes que lle vab an u n gra n mante o sobrelos hombros, para diferenciarlos de los que usaban beca, que era

    u n embozo de capa. En Amrica Central llaman mantudos a losdisfrazados o enmascarados. Manteistas y mantudos son derivadosnormales de manteo o de manto. Pero mantuano no es morfolgicamente un derivado de manto (no hay en esp ao l u n sufi joformativo -uano), sino de Mantua, la vieja ciu da d de Italia, patriade V i r g i l io . Mantuano es el hab ita nte de Man tu a, y por antonomasia "el Mantuano" es V i r g i l i o ("el cisne mantuano") . Y qutiene que ver los mantuanos de Venezuela con los habitantes deMantua, o con V i rg i l io? Indudablemente nada.

    Detengmonos en otra posibilidad que surge al paso. En latradicin potica espaola fue corriente llamar Mantua a Madrid,

    por una s upo sic in , m s o menos g rat uit a ( se rem ont a al pareceral seudo-Beroso, de 1498), de que en la po ca rom ana se ha b allamado Mantua Carpetanorum, Mantua Carpetana o Mantua Carpetanea 2 3 .

    23 La i d e n t i f i c a c i n Madrid-Mantua es m uy frecu ente en la l i t e r a t u r a esp a o l a . En 1516 Pedro M r t i r publ ica en A l c a l sus tres primeras Dcadas y

    pone como fecha de la dedicatoria al p r n c i p e Carlos: "En Mantua Carpetana,vu l go M a d r i d , a 30 de septi emb re, a o 1516" (y en la D c a d a I I I , l i b . X ,cap. 6, dice: " M a d r i d , que opin amos es Ma nt ua Car pet ana "). E n 1550 seenc u ent r a en J u a n Hu rt ad o de Mend oza (en u n soneto sobre los nombresde M a d r i d , entre e l los Man tua , l l ama da as - d i c e - "p or ser s it io dispuesto

    al n a t u r a l p ron os t i ca r " ; v a s e BRAE, 37 (19 57) , p. 223. Insiste en un a no ta :" e l am pl io suelo y cielo de M a d r i d favorece la p r o n o s t i c a c i n " , p. 224). Luegoe n La Almudena de Lo pe de Vega ( " M a d r i d , que ya en o t r o tiempo fuellamada Mantua"). Otros ejemplos registra CARLOS FERNNDEZ GXMEZ, en su

  • 7/26/2019 Mantuanos

    20/25

    N R F H , X X I V MANTUANO Y MANTUANISMO 83

    Pueden los mantuanos de Venezuela -de s ignac in que aludeen su origen a las nfulas suntuarias de los nobles criollos de Caracas- tener alguna relacin con el uso potico de mantuanos pormadrileos? Nos parece absolutamente imposible. Mantuano conel valor de madrileo no sali nunca de cierta esfera literaria, y nose ve adems cmo poda aplicarse a los nobles criollos, opuestos,como hemos visto, a los peninsulares.

    Hay que pensar en una derivacin humorstica y libre sobremanto, asoc ind olo con los otros usos de esa voz (mantuano 'ma

    drileo' o Mantuano 'natural de Man tua ') . Ho y mismo se le dicea veces al dormiln, aludiendo a que se le pega la manta o cobija:" N o seas mantuano!" (informacin del Dr. Marcos Fa lcn) .

    La asociacin entre manto o manta y mantuano, no es ins lita .De modo anlogo, en Navarra (al menos en Arjona, segn el Vocabulario navarro de Irib arren ) una mantuano es un a paliza o tunda,sin duda como equivalente de manteo o manteamiento 24. N o sabemos qu fundamento puede tener la afirmacin de Ju l io Calcao(El castellano en Venezuela): "Cuando los reyes de Espaa concedan licencia de matrimonio a un noble espaol, si la novia era desangre li mp ia , pon an la clus ula: Po r ser ella lim pi a de sangre y

    no mantuana" . Lo ms probable es que se base en una info rmac infalsa o en una lectura errnea.

    Pero, por qu se iba a hacer u n juego de palabras con mantopara designar a una clase social privilegiada? Es que el manto, o

    Vocabulario completo de Lope de Vega, M a d r i d , 1 9 7 1 . T a m b i n e n l a Gala-

    tea de 'Cerv antes (e l pastor Da m n, "de las mo nt a as de Le n trae su origen,y en la n o m b r a d a M a n t u a Carpetanea f u e c r i a d o " ) . A d e m s , e n u n a seriede p lanos v ie jos . Hasta hubo , a pr inc ip ios de l xvn, una Aca demi a M a n t u a n a .L a Historia de Benzo ni, de 1586 ( l i b . I I , cap, 10) , dice: " D i da cus Gott ierezM a n t u e Carpetane civis ( M a d r i t i u m vu lgo vo ca nt ) " . To da v a e ra f recuenteen la poes a neoc l s ica . En Nico l s Fer nn dez de Morat n , por e j emplo . A f i

    nes del x v m escriba Forner, en las Exequias de la lengua castellana: " E lPadre Manzanares , e l que in spira / blan do acento en los cisnes m a n t u a n o s . . . "Sus cisnes mantuanos eran los poetas mad ri le os , que se ins pir aban a oril las delManzanares . Ecos de ese uso l le ga n hasta l a l i te ra tura de l siglo x i x ( sobrev iv ien la masonera y hasta a lguna refer encia se enc uen tra en 'b a ldo s ) . Tenemoso t r o t e s t i m o n i o i m p o r t a n t e : M a n t u a Carpetana e s Madr id en un poema hechoen la Gua y ra el 30 de agosto de 1908 por Seba st i n Garc a Franco.

    24 Asoc iac i n an l oga se ha produ cido tam bi n en otras lenguas: En port u g u s mantuana es la mu je r de ma l a nota , de malas costumbres: " urnama n tua n a q u e anda met ida con homem casado" (Grande enciclopedia portuguesa e br asilea), por alu s in s in duda al manto o disfraz con que a vecesiba cubierta o disimulada. Y es curioso que tambin en ingls se haya usadomantua con el valo r de 'ma nto' (manlna silk), de l f rancs mantean y asocia

    cin con rnantua (Oxfor d English dictionary); t o d a v a aparece en los diccionarios manuales (The American college dictionary, e tc . ) , como des ignac inde un t ipo de manta. Lo us Walter Scott: "A new mantua o f g enu ine French

    s i l k " (W ebster dictionary of the English language, ed . 1864).

  • 7/26/2019 Mantuanos

    21/25

    84 NGEL ROSENBLAT NR F H , X X I V

    el derecho de usar manto, era un privilegio de esa clase. Desde lalejana Edad Media las autoridades de toda Europa se empearonen dictar ordenanzas y leyes contra el lujo externo, en parte pararestringirlo, pero sobre todo para mant ener visibles las diferenciassociales, y que los de abajo no vistieran mejor que los de arriba.Ciertos artculos de moda, ciertos peinados, ciertas pieles, sedaso encajes y los bordados de oro y plata, estaban prohibidos a lasclases inferiores 2 5 . U n ejempl o entre mi l : en 1751, en Dresde, doscriadas fueron duramente castigadas por haberse atrevido a entrarcon miriaque en una iglesia, cosa que slo podan hacer las seo

    ras 2 6

    . Durante siglos se suceden por todos los pases las llamadasleyes suntuarias. De ah surgi, tardamente, por un lado la libreay por el otro el uniforme mil i tar.

    En Amrica las distinciones de clase del rgimen colonial impl icaron en seguida distinciones en la vestimenta. Una real cdulade l 11 de febrero de 1571 (Recopilacin de Leyes de Indias, l i b . V I I ,t tulo V, ley 28) prescr ib a :

    Ninguna negra libre o esclava, ni mulata, traiga oro, perlasn iseda; pero si l a negra o mulata libre fuere casada con espaol,pueda traer unos zarcillos de oro con perlas y una gargantilla, y

    en la saya u n ribete de terciopelo, y no puedan traer ni traiganmantos de burato ni de otra tela, salvo mantellinas que lleguenp o c o m sabajo de la cintura, pena de que se les quiten y pierdanlas joyas de oro, vestidos de seda y mantos que trajeren.

    Ya se ve que e l ma nt o de las seor as caracterizaba a una clasesocial. En la Es pa a medieval e l man to hab a sido caractersticade caballeros y de nobles (se usaban mantos forrados de armio,seda, etc.), y de ah la vieja expresin gente de manto para designaral seoro. Un romance annimo del siglo xvu relata las bodasde lCid:

    23 En el A r c h i v o Nacional de Caracas,Diversos, X L V, 177, hay un "Testi

    m o n i o de las diligencias obradas en v i r t u d de la orden del Teniente JusticiaM a y o r de la ciudad de Coro para que las zambas y mulatas cesen en el usode alfombras y petates " (S. Ana de Coro, 24 de j u l i o de 1774). El Ayu nt am i e n t o de Mrida prohibi a los que no fueran blancos "usar guantes, qu i tasol o paraguas, tapete o alfombra y palos con viro las de pl at a" (JUANBESSON,Historia del Estado Zulia, 1943, p. 28 7) . Parece te st im oni o de 1777.

    26La moda. Historia del tr aje en Europa desde los orgenes del cristianis

    mo hasta nuestros das, po r MAX V O N BOEIIN, t. 4 (siglo x v m ) , Barcelona ,

    1928, p. 176. En la a ldea sa jona de Dennschtz dos aldeanas fu er o n procesadasp o r l levar mi ri a qu e. En cambio, las criadas de Pa r s ya lo ll eva ban e n 1720hasta para ir al mercado. En la Nuev a E sp a a hub o tamb i n limita ciones en

    la vestimenta y el l u j o , a u n para los espaoles, a fin de evitar la ostentaciny el derroche; vase la Premtica de los vestidos en las Dcadas de A n t o n i o deH e r r e r a (D c ad a I I I , l i b . V , cap. 2 ) .

  • 7/26/2019 Mantuanos

    22/25

    N R FH , X X I V MANTUANO Y MANTUANISMO 85

    Ms atrs viene Timenatrabndola el Rey la mano,con la Reina su madrina,y con la gente de manto 2 1 .

    Cuando Don Quijote llega al palacio de los Duques, dos hermosas doncellas se le acercan y echan sobre sus hombros "un granmanto de finsima escarlata" ( I I , 31 ). Ya no era prenda de usocotidiano, y slo la conservaban -dice Covarrubias- las rdenesmilitares. Pero haba pasado al uso de las seoras, que se cubran

    con l la. cabeza al salir a la calle. Cuando la duea Dolorida suspira, gime y l lora ante l, Don Quijote hace que se descubra y quite "el man to de sobre la faz lloro sa" ( I I , 52 ). E l Diccionario deAutoridades describa ese manto: "Cierta especie de velo u cobertura que se hace regularmente de seda, con que las mujeres secubren para salir de casa, el cual baja desde la cabeza hasta lacintura, donde se ata con una cinta". . . Las pragmticas de Madrid,en 1586-1588 -dice Ameza prohibieron que las mujeres anduviesen embozadas en sus mantos (Queveclo escribi con ese motivosu romance satrico, "Confesin que hacen los mantos de sus culpas". Pero no surtieron efecto, y las tapadas dieron todava tema

    al teatro de Caldern. Para evitar confusiones embarazosas, las Ordenanzas de Sevilla del siglo xvi obligaban a las mujeres pblicasque anduviesen por la ciudad a cubrirse con mantos neoros doblados. Por eso se las ll amaba las ll am a hoy , dice RodrguezMarn damas de medio manto.

    El manto de las seoras v ino a Amrica. En Lima se asoci conla saya, y acompa a las tapadas desde el siglo xvi hasta mediadosdel xix. Fray A n t o n i o Vzquez de Espinosa, en su Compendio ydescripcin de las Indias Occidentales, escrito hacia 1628, dice queen la Asuncin del Paraguay haba 650 vecinos espaoles y "11,000

    mujeres de manto, como se tom por fe y te st imon io de los padrones de los curas el ao de 1627". Sus cifras son siempre exageradas: era demasiado 11,000 mujeres de manto para slo 650 vecinos,o sea cabezas de familia. De todos modos nos testimonia el uso demujeres de manto como una designacin empleada ya en los padrones eclesisticos.

    La vestimenta era clasificadora, y en algunas partes de Amrica se conservan todava hoy distinciones ms o menos rgidas (Red-f ield las ha estudiado en Yucatn) . En los cuadros de mestizajedel siglo x v i n aparece la espaola (as se lla maba a la blanca, aunque fuese americana) ataviada con u n ma nt o negro que le cubra

    la cabeza y le llegaba hasta ms abajo de la c intura; poda arrebo-

    27Romancero general de RIVADENEYRA, t . 10, n m . 740, p. 487; Romancesescogidos, C o l l . P u b l i e sous la d i recc in de E. M r i m e , Paris.

  • 7/26/2019 Mantuanos

    23/25

    8G NGEL ROSENBLAT N R FH , XXIV

    zar en l las manos y cerselo al cuerpo. Las mulatas competana veces en el l u j o del manto, pero lo usaban blanco. Un ingls,Thomas Gage, qu e pas por la ciudad de Mxico hacia 1630,describe con cierto deleite la vestimenta de lu jo de las mulatas:

    Cuando salen, se ponen un manto blanco de linn o batistacon festn de encaje ancho, que algunas se echan sobre la cabeza,y tan amplio que les cae hasta la mitad del cuerpo por detrs, demodo que se les vea cintura y cintas, y las dos puntas por delantellegan casi hasta el suelo; otras se echan estos mantos slo a la

    espalda y van fanfarroneando con ellos sobre el hombro izquierdoa fin de mover mejor el brazo derecho, enseando la manga anchaal andar.

    Ese lu jo no careca de riesgos. Cuenta Concolorcorvo, en suLazarillo, de 17 73 , las impre sione s de su pago por Crdoba , la tra-dicionalista ciudad argentina:

    No permiten a los esclavos, y aun a los libres que tengan mezcla de negro, usen otra ropa que la que se trabaja en el pas, quees bastantemente grosera. Me contaron que recientemente se habaaparecido en Crdoba cierta mulati l la muy adornada, a quien en

    viaron a decir las seoras se vistiese segn su calidad, y, no habiendohecho caso de esta reconvencin, la dejaron descuidar, y, llamndola una de ellas a su casa con otro pretexto, hizo que sus criadasla desnudasen, azotasen, quemasen a su vista las galas y le vistiesenlas que correspondan por su nacimiento, y sin embargo de que ala mulata no le faltaban protectores, se desapareci, por que no serepitiese la tragedia.

    De aquella Crdoba colonial trae algunas noticias ms JOSL U I S L A N U Z A (Morenada, Buenos Aires, 19 67 , p . 3 5 ) . Una mulata se haba casado con el espaol Juan Bruno, y parece que loshumos de ella escandalizaron a la "nobleza" de la ciudad, y tuvo

    que intervenir el Cabildo:

    La nobleza de esta ciudad -dice un acta del Cabildo, de 1746-le requiri, as de hombres como de seoras, para que se le mandase al dicho Bruno que no saliese la dicha su mujer a la iglesia,ni a la calle con manto ni vestuario de seda, n i alfombra. .. , porser este vestuario divisa de la nobleza, y ser esta mulata criada enlas esquinas de la plaza como su familia materna y hermanas, yque, de no hacerlo as, resultara gran perjuicio al gobierno de larepblica y se originaran varios escndalos, pues pasara la noblezaa hacer su demostracin con la dicha mulata. ..

    Y luego agrega el mismo J o s Luis Lanuza:

    Parece que no bast el apercibimiento del Cabi ldo . Eugenia uotras mulati llas con tinuaron escandalizando a la ciudad, vistindose

  • 7/26/2019 Mantuanos

    24/25

    N R F H , X X I V MANTUANO Y MANTUANISMO 87

    de seda y hacindose acompaar por una criadita que llevaba laalfombra a la iglesia. La solemne corporacin se vio obligada a insistir - e l 5 de marzo de 1750- en sus amonestaciones. Que lasmulatas, indias, mestizas n i negras se atrevieran a vestir sda n icambray, ni a lucir encajes, ni zarcillos de oro o coral, porque seles quitaran los vestidos. Y si reincidan se las castigara pblicamente con cincuentaazotes.

    A mediados del siglo xvm pasan por Cartagena de Indias JorgeJuan y A n t o n i o de Ul loa. Hablan de las "castas" y describen la vest imenta femenina:

    Aquellas que legtimamente no son blancas se ponen sobre laspolleras una basquia de tafetn de distinto color (pero nuncanegro), la cual est toda picada para que se vea la de abajo, ycubren la cabeza con una como mitra de un lienzo blanco, fino ymuy lleno de encajes, el cual, quedando tieso a fuerza de almidn,forma arriba una punta, que es la que corresponde a la frente:llmanle el paito, y nunca salen fuera de las casas sin l y unamantilla terciada sobre el hombro. Las seoras y dems mujeresblancas se visten a esta moda de noche, y el traje les sienta mejorque el suyo.

    Un a Ordenanza de la Real A ud ien cia de Nueva Espaa , deMxico , 14 de abri l de 1612, conf ir ma nd o la Ordenanza del Virrey,del 3 de j u n i o de 1598, ordenaba: . . ." qu e ni ng un a negra n i mu lata, l ibre ni cautiva, pueda traer ni traiga ninguna joya de oro nipla ta, n i perlas n i vestidos de seda de Castilla, ni mantos de seda,n i pasamanos de oro ni de plata, so pena de cien azotes y de perd i m i e n t o de los tales vestidos, joyas, perlas y lo dems. . ."

    La sociedad, y sobre todo la sociedad femenina, era ms rgidaque las leyes de la metrpoli y que los funcionarios coloniales.Cuenta Arcaya que el gobernador Ricardos dispuso que el verdugosaliese cierto da por las calles de Caracas vestido de gala y conpeluca, que era una de las prendas que los nobles de la poca pretendan como exclusivas, para burlarse de las demandas de unaseora sobre la calidad de sus hijos . A p ri nci pio s del siglo xi xobservaba Depons en Caracas (Viaje, 393) : " E l tra je de las mu jeres, ricas o pobres [al i r a la igles ia], pr in ci pa lm en te de las blancas,ha de ser rigurosamente negro. Consiste en ba squia y manto negros. Slo a las esclavas se les pe rm it e el uso de mantos blancos".Y continuaba: "Los mantos de gasa descubren los rasgos y frescuras de la mu je r. . . Este traje, meramente religioso, pues se usa

    de modo exclusivo para asistir a los oficios divinos, hecho en sedao ter ciope lo, y adornad o con ricas blondas, cuesta a menudo decuatrocientos a ochocientos pesos fuertes".

    Es evidente que el uso del manto como prenda de distincin de

  • 7/26/2019 Mantuanos

    25/25

    88 NGEL ROSENBLAT N R F H , XXIV

    aquellas seoras dio el nombre a toda su clase social: los mantua-nos. Con la Revolucin, el manto no desapareci del todo, perodescendi de categora. La moda, que marcha al comps de lasrevoluciones, lo releg a las seoras de edad, conservadoras de lavenerable tradicin. El Consejero Lisboa, en 1853, deca que todava era general en Bogot y Quito, y frecuente en Lima. ArstidesRojas vea an seoras de manto en Caracas a mediados de l siglopasado. En Pobre negro, de R mul o Gallegos, que es una reconstruccin de la poca de la guerra federal, la vieja esclava de los

    Alcorta se arrebujaba con un mantn de pao negro y largos flecos,"de los que haban sido privilegio de las amas". En los Andes venezolanos las seoras ancianas conservan el manto negro con flecospara sus lutos Y toda v a hoy en famili as tradicionales de Caracaslas personas ancianas recuerdan una expresin con que se motejabaa las seoras de ciertas nfulas: "Esa es doa Mara ponte elmanto! "

    En el Per, donde tuvo su grandeza, se transform en manta.Todava la describa Juan de Arona (Diccionario de peruanismos,Lima, 1883) : la manta es la mi ta d del traje de la li me a , y lashay de espumilla, recamadas o floreadas de magnficas labores chi

    nescas, la ori l la guarnecida por una cenefa de tul negro que caesobre la cara, constituyendo un disfraz. La compara con el mantode las chilenas (menos lujoso), la manta de las cubanas y la mantilla e s p a o l a 2 8 . De todos modos, decay bastante, y hoy es deseda negra, con crespn o gasa, prenda de viejas, negras y seorasde luto. Me dice la doctora Martha Hildebrandt que hoy se llamamujer de manta a la de cond ici n social modesta.

    Desde la mantuana de l siglo x v i n hasta la mujer de manta dehoy, qu vendaval de sacudidas sociales, de revoluciones, de modas! No se puede asegurar que haya desaparecido del todo el man-

    tuanismo social. Pero, eso s, y es un signo induda ble de nuestrapoca: se ha producido una relativa igualacin de la vestimenta.

    N G E L ROSENBLAT

    I n s t i t u t o de F i l o log a "A nd r Be l lo " ,

    Univers idad Centra l de Venezuela.

    2 ABELARDO M . GAMARRA, el c ost umb ris ta per u ano , en Lima al comenzar

    el siglo xx (B ib l io teca Peruana de Cultura , pp . 1 2 9 - 1 3 2 ) , dedica un art culoa lamanta: "La manta se despide, se va, como ya se ha ido la capa".