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01. Puntuación Nadie puntúa igual, como nadie tiene las mismas huellas dactilares. En este terreno difícilmente pueden darse normas muy estrictas. Quienes quieren usos “científicos” de las comas y demás signos, con toda seguridad se sentirán defraudados ante estas afirmaciones, pero ya se irá viendo que un párrafo puede puntuarse de varias maneras sin que una sea más correcta que las restantes. “En esta cuestión — dice Reyes Coria— no hay propiamente una definición de errores, a no ser dos: el mal empleo de la coma entre el verbo y el sujeto de la oración, y la formulación del diálogo a imitación de lenguas diferentes de la española.” A continuación se irán glosando las normas que la Academia recomienda para usar correctamente los signos de puntuación. La coma Dejando de lado las enumeraciones, donde nadie se equivoca –era temible, audaz, violento, impredecible– y oraciones simples que rematan con una conjunción –admiro en este orden sus virtudes: calidad humana, inteligencia y hermosura–, la Academia prescribe emplearla en los casos siguientes: 1) En el vocativo, el nombre debe llevar detrás de sí una coma cuando aparezca al principio de la frase, y en otros casos la llevará antes y después: ¡Virgen, aplaca a quienes te invocan para ocultar sus crímenes!; Mujer, escúchame; te lo pido, mujer, oye mis ruegos. 2) En una cláusula, se dividen con ella los varios miembros independientes entre sí, vayan o no precedidos de conjunción: Todos mataban, todos compadecían, ninguno sabía detenerse. Es imprescindible usar coma para separar oraciones enlazadas por la conjunción y cuando sin ella pudiera haber confusión: A Javier le gustaba mucho intervenir, y criticar sin bases lo consideraba una agresión. 3) Cuando una oración se interrumpe, bien para citar o para indicar el sujeto o la obra de donde se ha tomado el dato, o bien porque se intercala como de paso otra que aclara, amplía o precisa lo que se está diciendo, las palabras que suspenden momentáneamente el relato principal han de ir entre comas: La verdad, jugaba Merced, es mentirosa; Es del anhelo de creación, contra lo que algunos pudieran figurase, de donde surgen las gramáticas. En cuanto a las frases explicativas y las determinativas, la coma les confiere un sentido y su ausencia otro muy distinto: Los obreros, que votaron por la huelga, fueron reprimidos. Aquí se explica, no se determina. En cambio, si se eliminan las comas se determina cuáles obreros (los que votaron por la huelga) fueron reprimidos: Los obreros que votaron por la huelga fueron reprimidos. 4) Cuando se invierte el orden regular de las oraciones de una cláusula, poniendo delante lo que había de ir después, la parte que se anticipa debe llevar tras de sí una coma. La Academia cita a Cervantes (Quijote, I, 37) para ejemplificar: Donde interviene conocerse las personas, tengo para mí, aunque simple y pecador, que no hay encantamiento alguno. El orden regular sería: No hay encantamiento alguno donde interviene conocerse las personas. Sin embargo, las transposiciones de elementos breves en que no se pierde claridad no requieren coma alguna. 5) Este signo indica también la elisión de un verbo que se sobreentiende: Murió mi madre en 1965; mi padre, en 1970. Al respecto debe resaltarse que en los encabezados de los diarios suelen sustituirse por comas los verbos ser y estar: Bush, contra toda cordura; El gobierno neoliberal, repudiado. En realidad esas comas son superfluas, según Martínez Amador, y debían limitarse a los casos en que su omisión condujese a anfibologías. Empero, la Gramática de la Academia señala que en sentencias o proverbios la coma suple al verbo ser: el mejor camino, el recto. Habría que añadir otros dos usos. El primero es que debe emplearse coma luego de frases como a saber, en cambio, en efecto, en fin, es decir, esto es, no obstante, o sea, por consiguiente, por tanto, sin embargo, etc. El segundo es que si estas frases van en medio de otros elementos irán precedidas y seguidas de comas. La norma es de aplicación general, pero muchas veces puede prescindirse de una de estas comas, y aun de las dos, sin que se cause confusión alguna. Como normas negativas convendrá recordar las siguientes: 1) No se usa coma antes de la conjunción ni: ni tú ni yo; ni Juan ni Antonio ni Luis pintan, dibujan ni escriben, ejemplifica la Gramática de la Real Academia Española. 2) No debe colocarse entre verbo y sujeto, aunque este conste de varias palabras: Los índices de precios al consumidor fueron alterados otra vez. Recuérdese, por último, que si se colocan las comas a la ligera, pueden hacer que digamos una cosa por otra: La señora, de usted espera el fallo. La señora de usted, espera el fallo. El punto seguido

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01. PuntuaciónNadie puntúa igual, como nadie tiene las mismas huellas dactilares. En este terreno difícilmente pueden darse normas muy estrictas. Quienes quieren usos “científicos” de las comas y demás signos, con toda seguridad se sentirán defraudados ante estas afirmaciones, pero ya se irá viendo que un párrafo puede puntuarse de varias maneras sin que una sea más correcta que las restantes. “En esta cuestión —dice Reyes Coria— no hay propiamente una definición de errores, a no ser dos: el mal empleo de la coma entre el verbo y el sujeto de la oración, y la formulación del diálogo a imitación de lenguas diferentes de la española.”A continuación se irán glosando las normas que la Academia recomienda para usar correctamente los signos de puntuación. La comaDejando de lado las enumeraciones, donde nadie se equivoca –era temible, audaz, violento, impredecible– y oraciones simples que rematan con una conjunción –admiro en este orden sus virtudes: calidad humana, inteligencia y hermosura–, la Academia prescribe emplearla en los casos siguientes:1) En el vocativo, el nombre debe llevar detrás de sí una coma cuando aparezca al principio de la frase, y en otros casos la llevará antes y después: ¡Virgen, aplaca a quienes te invocan para ocultar sus crímenes!; Mujer, escúchame; te lo pido, mujer, oye mis ruegos.2) En una cláusula, se dividen con ella los varios miembros independientes entre sí, vayan o no precedidos de conjunción: Todos mataban, todos compadecían, ninguno sabía detenerse.Es imprescindible usar coma para separar oraciones enlazadas por la conjunción y cuando sin ella pudiera haber confusión: A Javier le gustaba mucho intervenir, y criticar sin bases lo consideraba una agresión.3) Cuando una oración se interrumpe, bien para citar o para indicar el sujeto o la obra de donde se ha tomado el dato, o bien porque se intercala como de paso otra que aclara, amplía o precisa lo que se está diciendo, las palabras que suspenden momentáneamente el relato principal han de ir entre comas: La verdad, jugaba Merced, es mentirosa; Es del anhelo de creación, contra lo que algunos pudieran figurase, de donde surgen las gramáticas.En cuanto a las frases explicativas y las determinativas, la coma les confiere un sentido y su ausencia otro muy distinto: Los obreros, que votaron por la huelga, fueron reprimidos. Aquí se explica, no se determina. En cambio, si se eliminan las comas se determina cuáles obreros (los que votaron por la huelga) fueron reprimidos: Los obreros que votaron por la huelga fueron reprimidos.4) Cuando se invierte el orden regular de las oraciones de una cláusula, poniendo delante lo que había de ir después, la parte que se anticipa debe llevar tras de sí una coma. La Academia cita a Cervantes (Quijote, I, 37) para ejemplificar: Donde interviene conocerse las personas, tengo para mí, aunque simple y pecador, que no hay encantamiento alguno. El orden regular sería: No hay encantamiento alguno donde interviene conocerse las personas. Sin embargo, las transposiciones de elementos breves en que no se pierde claridad no requieren coma alguna.5) Este signo indica también la elisión de un verbo que se sobreentiende: Murió mi madre en 1965; mi padre, en 1970. Al respecto debe resaltarse que en los encabezados de los diarios suelen sustituirse por comas los verbos ser y estar: Bush, contra toda cordura; El gobierno neoliberal, repudiado. En realidad esas comas son superfluas, según Martínez Amador, y debían limitarse a los casos en que su omisión condujese a anfibologías. Empero, la Gramática de la Academia señala que en sentencias o proverbios la coma suple al verbo ser: el mejor camino, el recto.Habría que añadir otros dos usos. El primero es que debe emplearse coma luego de frases como a saber, en cambio, en efecto, en fin, es decir, esto es, no obstante, o sea, por consiguiente, por tanto, sin embargo, etc. El segundo es que si estas frases van en medio de otros elementos irán precedidas y seguidas de comas. La norma es de aplicación general, pero muchas veces puede prescindirse de una de estas comas, y aun de las dos, sin que se cause confusión alguna.Como normas negativas convendrá recordar las siguientes:1) No se usa coma antes de la conjunción ni: ni tú ni yo; ni Juan ni Antonio ni Luis pintan, dibujan ni escriben, ejemplifica la Gramática de la Real Academia Española.2) No debe colocarse entre verbo y sujeto, aunque este conste de varias palabras: Los índices de precios al consumidor fueron alterados otra vez.Recuérdese, por último, que si se colocan las comas a la ligera, pueden hacer que digamos una cosa por otra: La señora, de usted espera el fallo. La señora de usted, espera el fallo. El punto seguidoSe pone punto y seguido cuando la frase es redonda, es decir, cuando tiene sentido completo: Los ruidos se reinician. Vuelven los animales a dar señas de vida. Lejos quedaron los desvelos y la pesadila de la lucidez. Canta el bulicio y aleja las tiniebla. Amanece.En las prisas de las redacciones de diarios y revistas se mueven a sus anchas el estilo directo y la frase corta. Se busca la concisión en aras de la claridad. Uno debería formarse en la frase breve antes de soltarse a construir oraciones largas y complejas, llenas de salientes y recovecos. El punto y comaEn la gramática oficial se dan tres usos generales del punto y coma que conviene recordar:1) Llevan este signo los miembros de un periodo cuando constan de más de una oración y, por tanto, incluyen ya alguna o algunas comas. La Academia ofrece el siguiente ejemplo: Vinieron los aquilones de noviembre, glaciales y recios; arrebataron sus hojas a los árboles, levándolas, ya rodando por la tierra, ya volando entre nubes de grueso polvo; se guareció el rabadán en su cabaña, y el labrador en su alquería; la nieve, descendiendo espesa sobre el monte y el vale, borró los caminos, llenó los barrancos.Vale decir que la reglita se aplica también a los párrafos donde se incluyen apartados que se indican con letras o números, excepto el último miembro si lo precede una conjunción, en cuyo caso llevará solo coma. Lo mismo se hará

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cuando se dé una relación de autores que comienza con los apellidos: Borges, Jorge Luis; Fernández, Macedonio; Machado, Antonio, y Torri, Julio.2) En todo periodo de cierta extensión deberá ponerse punto y coma antes de las conjunciones adversativas aunque, mas, pero, sino, etc.: Aprendí a quererla cuando noviembre era veintiuno y los pájaros bebían flores en el cuenco de sus manos; pero nunca me miró. Si la cláusula es corta, basta poner una coma antes de la conjunción: Trabajaba, pero no le rendía; me quería, aunque jamás lo dijo.Sin embargo, hay casos en que las conjunciones adversativas no requieren ir precedidas ni de comas: es grande pero ligera; no una sino mil veces. Octavio Paz, por ejemplo, dice de Juan Soriano: Me deslumbró inmediatamente. Sentí que era un ser venido de muy lejos. No de otro planeta sino de las profundidades del tiempo.3) También han de separarse con punto y coma las oraciones que no se enlazan por medio de alguna conjunción: Trabaja con el barro como si estuviera amándolo, preparando la entrega; lo toma entre sus manos, lo suaviza; trabaja con todos los sentidos puestos en el tacto. Los dos puntosSe usan los dos puntos:1) Cuando una proposición general se explica o comprueba con otras oraciones. Octavio Paz, en el Prólogo al libro Magia de la risa, escribe: El Tajín no es, como Teotihuacán, movimiento petrificado, tiempo detenido: es geometría danzante, ondulación y ritmo. Y líneas más adelante: Los ornamentos del toca-do corroboran esta primera impresión: las vírgulas son estilizaciones del mono, doble o nahual de Xochipili. En el primer ejemplo los dos puntos equivalen a un sino; en el segundo, a un es decir.2) Cuando una oración es consecuencia o resumen de una o varias que la preceden. En el texto citado dice Paz: La razón está a la vista: la creación es un juego. Y: El horror es una experiencia que equivale, en el reino de los sentimientos, a la paradoja y a la antinomia en el espíritu: el dios es una presencia total que es una ausencia sin fondo.3) Para introducir palabras textuales, como se ha hecho aquí infinidad de veces, como ahora mismo: En ese ensayo donde abundan los dos puntos, signo repetido aquí y alá como puertas que dan a un corredor en el que vuelven a abrirse otros dos puntos, Paz lega al juego: “Los dioses son, por esencia, jugadores. Al jugar, crean. Lo que distingue a los dioses de los hombres es que ellos juegan y nosotros trabajamos”.4) Después de frases como Estimada señora, Muy señora mía, etc., con las que se acostumbra empezar una carta. Asimismo, luego de fórmulas parecidas en discursos, desplegados, pronunciamientos, etcétera.5) Para introducir ejemplos, enumeraciones, enlistados y demás. Los puntos suspensivosLas cuartillas de noveles escritores y redactores suelen estar sobrepobladas de puntos suspensivos, con los cuales quiere decirse –por omisión– lo que en realidad no se logra articular. Es más seguro el término preciso que significar callando. Y esto no es sino una invitación al uso, no al abuso. Ciertamente, algunas veces resulta mejor sugerir con puntos suspensivos, dejar abierta una enumeración o introducir una pausa antes de terminar un vocablo en forma inesperada o de dar un giro sorprendente a la frase.Se usan los puntos suspensivos, en general, en cinco casos:1) En citas textuales, cuando se omite un fragmento que se juzga innecesario transcribir. Cuan-do los puntos suspensivos forman parte del texto que se cita no los debe preceder espacio alguno, pero sí cuando los introduce quien transcribe. Hay editoriales que prefieren, en el segundo caso, ponerlos entre paréntesis, y las más los encierran entre corchetes, aunque algunas reservan estos usos a obras muy especializadas o eruditas.2) Cuando no basta la pausa que pueden representar la coma, el punto y coma o el punto y seguido.3) Cuando deliberadamente se deja sin terminar una frase cuyo sentido, se espera, completará mejor cada uno de los lectores.4) Para dejar inacabada una enumeración que al desplegarse con los puntos suspensivos se antoja inacabable.5) Para terminar de modo inesperado una palabra o frase interrumpidas.

02. Otros signos ortográficosLa rayaSe emplea en los casos siguientes:1) Cuando se interrumpe momentáneamente un enunciado para intercalar una frase aclaratoria cuyo sentido no se aparta mucho de la oración principal: Elena me miró largamente y –tal vez en contra de su voluntad– pronunció palabras que le venían de lejos.No cierra la raya cuando la frase parentética va al final de un párrafo.2) Cuando en cuadros o enlistados se desea evitar la repetición de un vocablo o de una unidad.Grupo 1: 47 hectáreasGrupo 2: 56 —Grupo 3: 29 —También se emplea para indicar la falta de datos, aunque muchos prefieren el uso de la abreviatura s.d. (sin datos).

3) Por supuesto, para representar la resta en fórmulas, ecuaciones, etc.: a – b = c.Indica asimismo grados bajo cero, depresiones bajo el nivel del mar, y sustituye a la expresión antes de Cristo: –13ºC, –25 metros, –247.4) En los sumarios, para dividir los puntos o secciones de un capítulo.5) En los diálogos, en general, para indicar las intervenciones de un interlocutor. Si el inciso explicativo queda al final de lo expresado por el interlocutor, el guión abre pero no cierra. Cuando la intervención de un personaje o interlocutor es muy extensa, es decir, cuando comprende varios párrafos, el primero se indica con signo menos, y del segundo en adelante se emplean comillas de seguir o de seguimiento, que son las de cierre.Finalmente, cuando los diálogos son muy breves pueden intercalarse dentro del párrafo. Guión o guión cortoA más de servir para dividir las palabras a fin de línea, se emplea para unir las partes de un vocablo compuesto cuyo sentido suele denotar oposición o con-tradicción: las relaciones mexicano-norteamericanas, la guerra anglo-argentina; contraste o complementaridad: Instituto Mexicano-Cubano, acuerdo nicaragüense-norteamericano.Puesto entre dos cifras sustituye a la preposición a: véanse las páginas 40-57; consúltense los capítulos I-VI.

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De ningún modo debe emplearse este signo para separar los componentes de gentilicios que constituyen una realidad geográfica, histórica o política permanente: hispanoamericano, francocanadiense, angloamericano.Tampoco debe emplearse para separar los adjetivos que forman compuestos que se usan comúnmente: socioeconómico, fisicoquímico, etcétera.No debe separar los prefijos con que se componen locuciones de formación reciente pero que se emplean como voces simples: seudoprofeta, inframundo, superdotado, etcétera. Las comillasEn general, se utiliza este signo para señalar citas breves en un texto, lo mismo que para indicar sentidos irónicos, destacar neologismos o palabras y frases de doble sentido.También se entrecomillan los títulos de artículos en periódicos y revistas, de capítulos de libros, de conferencias, etcétera.Muchos escritores ponen entre comillas lo que un personaje piensa y no expresa: “Maldito imbécil”, pensó Juan, pero solo dijo: —Buenos días tenga usted, patrón.Cuando en un entrecomillado hace falta abrir otro se emplearán medias comillas o comillas sencillas, como también se les llama; en los raros casos en que sea preciso abrir un tercer entrecomillado, se usarán comillas angulares o bajas, conocidas también como francesas o sargentos.

Las comillas sencillas, dicho sea de paso, sirven también para indicar que una palabra se está usando en su valor conceptual: porque la palabra ‘muerte’ no provoca —ni invoca ni convoca— muerte alguna.Todos saben que, a diferencia del inglés, en español siempre quedan fuera de las comillas la coma, el punto y coma y los dos puntos. Asimismo, que las comillas cierran después del punto cuando abren párrafo o cuando el entrecomillado va después de punto. Pero no hay acuerdo en la colocación del punto y las comillas cuando una cita sigue a los dos puntos: hay quienes piensan que la frase que precede al entrecomillado no termina sino después de la cita; otros opinan lo contrario.Las comillas no deben emplearse en las denominaciones oficiales de compañías, empresas, organismos, institutos, cines, teatros, nombres de congresos o reuniones y entidades similares, pues para distinguirlas bastan las mayúsculas iniciales.Tampoco se entrecomillan los libros de la Biblia: se escriben con mayúscula inicial, en redondas.Ni sirve este signo para destacar ideas; ya se dijo que para este fin conviene emplear las cursivas. Paréntesis y corchetesEn términos generales, paréntesis y corchetes se emplean para encerrar palabras, oraciones y párrafos que se apartan del hilo central de una frase, de un periodo o de un discurso, respectivamente. De ordinario esos incisos aclaran, precisan o amplían lo dicho fuera de los paréntesis.El paréntesis de cierre debe ir siempre antes de coma, punto y coma y dos puntos en una oración principal. Pero el paréntesis cierra después del punto final cuando abre después de punto y cuando abre párrafo.Antes del paréntesis de apertura solo puede haber puntos suspensivos o punto final que cierran la frase anterior; los demás signos de puntuación deben posponerse.El corchete o paréntesis cuadrado suele emplearse para encerrar un párrafo, un periodo o una frase que llevan algún texto entre paréntesis. Asimismo, pueden abrirse paréntesis dentro de otros del mismo tipo (curvos o redondos) cuando los espacios son suficientes para evitar confusiones.También se emplean los corchetes para encerrar intervenciones de un autor dentro de una cita y, con puntos suspensivos en su interior, para indicar omisiones parciales en una transcripción.Agreguemos que dentro de los paréntesis y corchetes pueden emplearse los signos de puntuación necesarios.

Acaso no estorbe decir que resulta una especie de jerarquía entre las comas, los guiones, los paréntesis y los corchetes: [(—, ,—)]. Si en una oración, por ejemplo, se intercala una frase incidental, convendría pensar en la relación que guarda con la principal antes de decidir si se la separa o aleja con comas, con raya o con paréntesis. La distancia del paréntesis es mayor que la del guión y la de este mayor que la de las comas. Otros signos ortográficosAsí sean dos palabras, habrá que decir algo de los signos de interrogación y los de admiración; de la diéresis y del apóstrofo.Hay oraciones y periodos en que se abren y cierran muchas preguntas. En tales casos la puntuación debe colocarse como si no existieran los signos de interrogación, pues el punto de estos puede cerrar una frase, pero no sustituir a una coma o a un punto y coma.Debe recordarse que algunas oraciones participan al mismo tiempo del sentido interrogativo y del admirativo, por lo que pueden abrir con un signo y cerrar con otro: ¿y cómo demonios querías que me enterara, si nunca lo dijiste! El orden de los signos puede invertirse: el sentido será el mismo. En español, a diferencia de lo que ocurre en inglés o en francés, las frases exclamativas e interrogativas deben indicarse con signos de apertura y cierre. No obstante, cuando aparezcan frases o palabras tomadas de otros idiomas, se usarán los signos conforme a las normas del idioma original. Ramos ofrece dos ejemplos: Quo Vadis?; Remember!Respecto de la diéresis o crema, recuérdese que solo tiene dos usos: indicar que la u de güe y güi debe pronunciarse: agüita, jagüey; y, colocada sobre la u de un diptongo, que este debe deshacerse: cü-i-ta, rü-i-nes.Esto último constituye una licencia poética mediante la cual un verso de 10 sílabas, por ejemplo, crece a 11. El recurso va cayendo en desuso.Por último, el apóstrofo (’) indica la omisión de una o más letras: pa’ qué, para qué; ya ’stá, ya está; etc. Los escritores de nuestro tiempo casi han dejado de usar este signo, pues prefieren dejar las palabras incompletas, sin más, o bien, cuando pueden prestarse a confusión, escribirlas en cursivas.

03. Uso correcto de las mayúsculasPocas personas advierten el autoritarismo que rige el uso de mayúsculas y minúsculas.Cuando la cúspide de la pirámide social era ocupada por el monarca absoluto, cuyo poder, según se decía —y tal vez hasta se creyera—, lo había recibido directamente de Dios Padre, los reales documentos se firmaban siempre: Yo el Rey. Y todas las veces que se mencionara al rey debía usarse la mayúscula reverencial. Como el rey ha muerto virtualmente en todo el mundo político, o bien se le ha reducido a entidad decorativa, como en Inglaterra o en España, se acabó la mayúscula. En países como el nuestro, donde la figura presidencial es la del nuevo rey, casi todas las gramáticas

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y manuales de redacción establecen o prescriben que, en uso pronominal (en vez del nombre), la palabra presidente debe escribirse con mayúscula inicial, aunque perdonan la minúscula cuando el vocablo precede al nombre: El presidente Lula anunció el presupuesto para el año venidero; Ante Bush, el Presidente bajó la guardia.Es el uso más extendido. Sin embargo, no puede considerarse error escribir: El presidente de la república siguió al pie de la letra los dictados del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. Tampoco: El papa convalidó la explotación capitalista; ni: El emperador revistó las tropas. De la misma manera, ningún precepto gramatical obliga a poner con mayúscula inicial los adjetivos santa, santo (y su apócope san) y virgen: es la costumbre reverencial, nuevamente, la que dicta las mayúsculas.El predominio católico, instalado por siglos entre los académicos, les ha llevado a prescribir el uso de mayúsculas, asimismo, en los atributos de la divinidad: el Supremo Hacedor, el Omnipotente, etcétera.Una costumbre no es eterna, de modo que, para ser congruentes con el laicismo educativo, habrá que empezar a bajar todas esas palabras, pues aquí el mayusculismo es claro resabio del predominio católico. Y en lo que respecta a los cargos civiles, el mayusculismo no es sino un reflejo directo, en la escritura, de la verticalidad en el manejo del poder; para la gramática, sin embargo, debe ser lo mismo profesor que presidente, obispo que papa. Uso correctoHechas estas advertencias, se procederá a enunciar las normas para el empleo de las mayúsculas. Se escribirán con mayúscula inicial:1) La primera palabra de un escrito y, en general, de todo párrafo, así como la que va después de cada punto. Hay libertad para empezar con mayúscula o con baja luego de dos puntos, pero se preferirá la versal cuando después del signo se incluya una cita completa, por ejemplo, o una oración completa e independiente de la anterior.2) Todos los nombres propios, apellidos y sobrenombres: Michoacán, Fernando, Pulido, el Púas.3) Los sustantivos y adjetivos que constituyen el nombre de una institución: el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares, la Secretaría de Gobernación, la Dirección de Averiguaciones Previas.4) Los nombres propios de ciudades, accidentes geográficos, calles, plazas, regiones geográficas, etc. Cabe hacer notar que la mayúscula solo irá en el nombre propio: río Bravo, cuenca de México, cale de Plateros, el Petén guatemalteco, el golfo Pérsico, el mar Caribe. Los accidentes geográficos se escriben con mayúscula inicial cuando forman un binomio indivisible con el nombre propiamente dicho: el Mar Negro, por ejemplo, pues sí decimos el Caribe, el Atlántico, pero no el Negro, el Rojo.5) Los títulos de obras artísticas, sean literarias, plásticas, musicales, cinematográficas: Dormir en tierra, Águila o sol, Desafinado, Los albañiles, El acorazado Potiomkin, Destino de amor, Alguna vez el tiempo.6) Los nombres de los astros, planetas y constelaciones: la Tierra, Alfa Centauro, el Sol, la Luna. Aclaremos, respecto de estos últimos, que sus manifestaciones se escriben con baja: me abrigó un rayo de luna; el sol acariciaba sus cabellos y los vestía de luz.7) Oriente y Occidente cuando designan la división geopolítica del planeta.8) Los puntos cardinales: el Norte estaba representado por el águila. Pero van con baja cuando denotan dirección o situación geográfica: hacia el sur; al norte de México, al oeste de Nicaragua, al este de tu cuerpo.9) Cuando se emplean como adjetivos van con minúscula: África occidental; Alemania oriental, cuyo nombre oficial, antes de la reunificación, era República Democrática Alemana.10) La palabra Estado cuando se refiere a un país o a la entidad política, pero no cuando se aplica a una de las divisiones internas del mismo: intervino el Estado en el conflicto; iremos al estado de Veracruz. Cuando se pluraliza Estado, va con baja: los estados de la Unión Europea.11) El vocablo Iglesia cuando se refiere a la institución, pero no cuando se emplea como sinónimo de templo: la Iglesia católica se quedó también con la iglesia de la Santa Veracruz.12) Las abreviaturas de los tratamientos: Sr. D. Juan, Revmo. e Ilmo. Téngase presente, sin embargo, que en la mayoría de las editoriales se prefiere desatar esos nombres y ponerlos con minúscula: usted, señor, don. Ahora bien, pueden escribirse con mayúscula (uso potestativo):13) Los atributos divinos, títulos y nombres de dignidad: Sumo Creador, Dios Hijo, Sumo Pontífice, Duque de Otranto, Marqués del Vale.14) Además de los nombres de dignidad, pueden ir con mayúscula inicial, en documentos oficiales, los que expresan poder público o cargos importantes: Poder Ejecutivo, Senador de la República.Antes de pasar al empleo de las minúsculas, debe decirse que cuando un autor desee resaltar una palabra, una frase, puede subrayarlas en el original para que se compongan en cursivas, pero nunca escribirlas en mayúsculas: pensar en grande no es pensar en mayúsculas, ni usar versales transforma en verso la prosa (buena o mala).Debe observarse también que las palabras que empiezan con ch o l y deban comenzar con mayúscula, llevarán en versal solo la primera de estas letras compuestas: Chaco, Llano Largo. Uso incorrectoComenzarán con minúscula:1) Los nombres de los meses, de los días de la semana, de las estaciones (y épocas) del año y de las notas musicales.2) Los nombres de las fiestas, sean civiles o religiosas: día de la bandera, viernes santo, día de muertos. Este punto ha suscitado siempre muchas controversias.3) Los nombres genéricos de entidades: partido, congreso, asamblea, iglesia, liga. Sin embargo, se escribirán con mayúscula inicial cuando formen parte del nombre de una institución determinada: Partido Revolucionario de los Trabajadores, Congreso de la Unión, Liga de Comunidades Agrarias.4) Los títulos y nombres de dignidad o cargo, profesión u oficio: presidente, banquero, papa, rey, filósofo, obispo, laudero.

5) Las palabras revolución, república, gobierno, monarquía, etc., solas o seguidas de adjetivo.6) Los nombres de idiomas, ciencias, oficios, artes y disciplinas académicas: español, historia, ebanistería, pintura, ciencia política.7) Las unidades métricas, no importa que hayan sido tomadas de nombres propios: amperio, fahrenheit.8) Las divisiones de libros y partes complementarias: libro, parte, capítulo, prólogo, cuadro, apéndice, volumen, página, ecuación, unidad, gráfica, sección, nota, etcétera.Ha de aclararse que algunas editoriales usan mayúscula inicial en referencias del tipo véase en el Prólogo; como se vio en la Primera Parte; etcétera.

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9) Los sustantivos derivados de nombres propios: matraz erlenmeyer, hoja de afeitar gilette.Hay cierta resistencia todavía a bajar las mayúsculas de marcas comerciales, como las de autos: Ford, Chevrolet, Volkswagen, pero seguramente con el paso del tiempo ganará la tendencia minusculista. 

04. Escritura de cifras y númerosEscriba en cifras- Las cantidades superiores a diez, excepto si la cantidad inicia párrafo o va después de punto seguido.- Las cifras en los libros técnicos o en aquellos en que se usan muchas expresiones numéricas.- Series que incluyen al mismo tiempo cantidades mayores y menores de treinta.- Las expresiones de tiempo. Escriba en letras- Las cantidades menores de diez.- Las edades de las personas.- Las décadas.- Los números ordinales. Separación de cifras- No utilice puntos ni espacios para separar cifras enteras: 2415, ley 24241.- Separe los decimales con coma: 13,45.- Escriba las cifras de los años juntas, sin punto ni espacio fino: 2004. Sistema Internacional de UnidadesUse sólo los símbolos de unidades aceptados en el Sistema Internacional de Unidades (SI). Las unidades fundamentales de este sistema y sus respectivos símbolos son las siguientes:- Longitud-metro: m- Masa-kilogramo: kg- Tiempo-segundo: s- Corriente eléctrica-ampere: A- Temperatura termodinámica-kelvin: KPara usarlas, tenga en cuenta los siguientes criterios- No use abreviaturas sino los símbolos reconocidos en el Sistema Internacional de Unidades; así, por ejemplo, no use grs. sino g.- No use punto luego de los símbolos de las unidades, sus múltiplos o submúltiplos: kg, dm, mg.- Use el mismo símbolo para el singular y para el plural: 1 kg, 5 kg.

05. Uso de las cursivas, versalitas y negritasAunque el uso de las series de una familia tipográfica varía de una editorial a otra, hay tendencias muy marcadas. A ellas nos referiremos aquí, más con el afán de que los autores normen su criterio que con el propósito de imponer normas pretendidamente absolutas. Uso de las cursivasLas cursivas, itálicas o bastardillas sirven, en términos generales, para destacar o distinguir una letra, un vocablo o una expresión. Hay autores que pretenden conseguir el objetivo descrito mediante el empleo de las comillas, signo que, como se verá, tiene muchos usos, pero no el de hacer resaltar una idea.Se compondrán en cursivas:1) Los títulos de obras artísticas, científicas, literarias, etc.: Las dos Fridas, Trastornando el universo, El otoño del patriarca. Quedan comprendidos, por supuesto, los títulos de libros, periódicos y revistas, así como los nombres de películas, óperas, obras de teatro y musicales, pinturas, esculturas, obras coreográficas y demás: La maja desnuda, La piedad, Pareja en azul.En las obras musicales debe ponerse en cursivas solo el título, por lo que aparecerán en redondas los géneros, formas y otras especificaciones que de ordinario lo preceden (aria, dúo, cuarteto, marcha, cantiga, vals, etc.), a menos que formen parte del mismo: Marcha fúnebre, pero vals Capricho, marcha de Tannhäuser.De los títulos de libros se exceptúan los de la Biblia, el Corán o Alcorán y otros, que se acostumbra escribirlos en redondas. Como excepción puede hacerse lo mismo con títulos de libros o documentos que se citan abundantemente en una obra; sin embargo, en casos así, se recomendaría abreviarlos, o incluso reducirlos a siglas, e incluir al principio del texto una lista de abreviaturas. Si son muchas las veces pero no llegan a la profusión, convendría abreviar el título citando solo la primera o las primeras palabras; así, la Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, quedaría en Teoría general.Cuando el título de un libro queda comprendido en el de otro, no es necesario distinguirlo doblemente: Para leer El capital.2) Las palabras o frases en lenguas extranjeras: “Los capitalistas bendijeron entonces al rabioso defensor del laissez-faire”. Empero, una cita extensa en lengua distinta del español irá entrecomillada y en redondas si es de cinco líneas o menos, o bien, irá sangrada, en tipo menor y en redondas si excede las cinco líneas (más de 300 golpes). Y si uno o varios términos extranjeros se citan profusamente, es preferible ponerlos en cursivas solo la primera vez.3) Los nombres (y números, si los llevan) de barcos, trenes, aviones, naves espaciales, etc.: “Empezaron a trasladarse en el Agualeguas”; “El Soyuz I, con todo y las maravillas que ha hecho, ya no sorprende tanto al hombre”.Aunque algunas editoriales incluyen los nombres de teatros, cines y similares, para estos basta la mayúscula: cine París, teatro Juan Ruiz de Alarcón, sala Carlos Chávez, hotel Nacional.4) Las palabras (tecnicismos, por ejemplo) a que se remite al lector en los vocabularios o glosarios, catálogos, etcétera.5) Las letras (literales) de fórmulas y expresiones matemáticas, lo mismo cuando figuran en el texto que cuando se separan del cuerpo. Otro tanto se hará con números y letras de los incisos, caso en que suelen ir seguidos de medio paréntesis, como aquí se ha venido haciendo. La cursiva debe abarcar también a este signo: a), b), 1), 2).

6) Los nombres que se dan a los animales: Siete Leguas, Solovino, Jolopo.

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7) Las palabras o expresiones que se apartan de su significado original: “Lo encontraron ya bien frío al pobrecito”; “tráiganse unas gordas para empezar”. Asimismo, las palabras o giros populares: “Ese bato no soltó prenda”; “cántala, tararéala si quieres, pero no la chifles”; y los vocablos mal escritos a propósito: “médico meópata”. Cabría aclarar que en un texto –literario o no– en el que abundaran este tipo de vocablos y expresiones chocaría tanta cursiva, por lo que convendría dejarlos en redondas.8) Los apodos o sobrenombres: José Martínez Ruiz, Azorín; Felipe Alvarado, el Nariz. Los apodos se escriben en redondas cuando no acompañan al nombre propio: “Azorín es ejemplo de estilo pulcro”, “Prefiero mil veces al primer Cantinflas”. Otro tanto ocurre con los sobrenombres de reyes, papas y santos: Alfonso X el Sabio, Juana la Loca, Fernando III el Santo.9) Las palabras o frases que se emplean como nombres de ellas mismas: “la palabra palabra, que es a un tiempo abstracción y objeto”.10) Los nombres de las notas musicales; solo el nombre (do, re, fa), no los vocablos sostenido, bemol, becuadro, mayor o menor cuando estos siguen a las notas. Estas palabras irán en cursivas únicamente cuando formen parte del título de la obra: Tocata y fuga en re menor de Johann Sebastian Bach; Misa en do menor de Weber, etc. Otro tanto ocurre con los vocablos andante, alegro, adagio y otros, que han de ponerse en cursivas solo cuando integran el título de la composición: el Adagio de Albinoni.11) Las palabras y expresiones latinas que se usan abundantemente en texto y notas: supra, infra, opere citato, ibidem, loco citato, ad libitum, etc., sea que aparezcan completas o abreviadas.Es preciso aclarar que este criterio cambia, no solo de una editorial a otra, sino incluso dentro de una misma casa editora, que usa todo el aparato crítico en cursivas, por ejemplo, pero deja en redondas per cápita, como expresión latina ya españolizada. Parece válido hacerlo así, pues hay otros vocablos de origen latino que se escriben en redondas y acentuadas conforme a las normas ortográficas del español: hábitat, memorándum, currículum, etcétera.

12) Toda palabra o frase que el autor quiera subrayar. En todo caso, téngase presente que este recurso debe emplearse sin llegar al abuso. Déjese que sea el lector quien juzgue y distinga lo importante.

Uso de las versalitasSu uso es menor que el de las cursivas. Son mayúsculas o versales de la misma altura (o casi igual) que las minúsculas, si bien las de algunas familias rebasan ligeramente ese tamaño.En general, se usan versalitas en los casos siguientes:1) La numeración romana de los siglos. Una razón de estética tipográfica para usar versalitas es que aligeran la plana, sobre todo en obras históricas y similares, donde abundan.2) Las firmas de epígrafes, lemas, versos, documentos en recuadro que ilustran un tema y textos semejantes.3) En títulos de obras que se citan a sí mismas. Las publicaciones periódicas lo hacen con mucha frecuencia, y las más de las veces emplean versales y versalitas, pero en algunas se emplean caracteres pequeños que reproducen fielmente los usados en la primera plana, sean blancos, negros o de otra serie.4) En obras de teatro, los nombres de los personajes.5) En diálogos, cuando el nombre sustituye al signo menos o guión largo.6) En cornisas o titulillos, y en signaturas.7) En subtítulos.8) En siglas.9) Excepcionalmente, en frases o palabras que en el original aparecen en mayúsculas, y donde, según se vio, se preferirán las cursivas. Uso de las negritasDe las series mencionadas en este apartado es la menos usada, pues los rasgos gruesos resultan poco estéticos y fatigan al lector. Suele emplearse la negrita en subtítulos, cabezas, cornisas, folios, encabezamiento de algunos párrafos y, cada vez menos, en incisos.

06. BibliografíaIncluya en la bibliografía los datos de libros, revistas o cualquier otro material pertinente para el tema y cuya lectura recomienda para ampliar, profundizar o tener una visión de los mejores textos del universo bibliográfico referido al tema. La bibliografía incluye tanto los mejores materiales que se usaron directamente en la elaboración de la obra, como otros, de orden general, que se recomiendan —es decir, la bibliografía es una sección distinta de la de notas o referencias bibliográficas y no se limita a repetir las obras ya referenciadas, sino que incluye otras adicionales.La bibliografía puede ser específica, si discrimina sus entradas según los subtemas de la obra o la disciplina; general, si pretende ofrecer el conjunto de textos existentes o más representativos sobre un tema; o comentada, si, además de la referencia del material, incluye un breve comentario sobre sus cualidades y cómo pueden estas responder a necesidades específicas de los lectores.Libro o monografía con un autor- Apellido y nombre del autor.- Título del libro, en cursivas.- Número de edición, excepto la primera.- Lugar de impresión.- Editorial.- Tomo o volumen, si corresponde.- Año de publicación.Zavala, Roberto, El libro y sus orillas, 4.ª edición, México, UNAM, Biblioteca del Editor, 1991. Libro o monografía de dos o más autores- Apellido y nombre de cada uno de los autores, separados por “;” entre los primeros y la conjunción “y” que introduce al último.- Título del libro, en cursivas.- Número de edición, excepto la primera.- Lugar de impresión.- Editorial.- Tomo o volumen, si corresponde.- Año de publicación.

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García Lira, Carolina; Chávez Toledo, Omar, y López Arroyo, Consuelo, Los secretos de la entrevista, 2.ª edición, Barcelona, Siglo XXI, 1999. Capítulo de libro escrito por un autor diferente al de la obra- Autor, empezando por sus apellidos.- Título del capítulo, entre comillas.- “En:”.- Autor, empezando por sus apellidos.- Título, en cursivas.- Lugar de impresión.- Editorial.- Año de publicación.- Páginas específicas del capítulo.Domínguez, Carlos, “El problema demográfico”, en: Rodríguez, Manuel, El sentido de país, México, Ediciones Rumbo, 1997, pp. 78-109. Enciclopedia como obra completa- Editor (ed.) / compilador (comp.), empezando por sus apellidos.- Título, en cursivas.- Volumen.- Lugar de impresión.- Editorial.- Año de publicación.- Número de edición, si corresponde.Martínez, Julio (ed.), Enciclopedia del fútbol, Volumen II, México, Ediciones ANFP, 2000. Diccionario como obra completa- Editor (ed.), comenzando por sus apellidos.- Título, en cursivas.- Volumen, si es el caso.- Lugar de impresión.- Editorial.- Año de publicación.- Número de edición, si corresponde.Losada, Alberto (ed.), Diccionario de autores latinos, México, Sapientia, 1998. Revista como un todo- Título de la revista, en cursivas.- Lugar de publicación.- Año, acompañado de números romanos, relativos al año de inicio de la publicación.- Número de la revista.- Periodo: según la frecuencia de publicación con respecto a un año.Papeles del viento, México, año IV, número 4, 2000. Artículo de revista- Nombre del autor, empezando por sus apellidos.- Título del artículo, entre comillas.- “En:”.- Nombre de la revista, en cursivas.- Lugar de publicación.- Año de antigüedad (con números romanos).- Número de la revista.- Periodo que barca la publicación (generalmente, dentro de un año).- Número de páginas específicas del artículo.Landauro Marín, Antonio, “Vanguardias artísticas”, en: Papeles del viento, México, año IV, número 4, 2000, pp. 51-61. Artículos de periódicos con indicación de autor- Nombre del autor, empezando por sus apellidos.- Título del artículo, entre comillas.- “En:”.- Nombre del periódico, en cursivas.- Título del suplemento, si corresponde, en cursiva.- Lugar de publicación: ciudad y país.- Fecha: día, mes y año.- Páginas y sección (si es el caso) donde se encuentra el artículo.Gálvez, Arsenio, “La hora de la verdad”, en: ABC, Actualidad, Madrid, España, 15 de mayo de 1995, pp. 6-7. Artículos de periódicos sin indicación de autor- Título del artículo, entre comillas.- “En:”.- Título del periódico, cursivas.- Título del suplemento, si corresponde en cursiva.- Lugar de publicación: ciudad y país.- Fecha: día, mes y año.- Páginas específicas del artículo y sección, si es el caso.“Mujeres desamparadas”, en: Doble Jornada, La Jornada, México, 20 de mayo de 2000, p. 7. Trabajos presentados en congresos

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- Autor o autores, empezando por los apellidos.- Título de la contribución, entre comillas.- “En:”.- Nombre de la reunión, en cursivas.- Subtítulo de la reunión, si lo tiene, en cursiva.- Ciudad y país de la reunión.- Días, mes y año de la reunión.- Título del documento que reúne todos los trabajos, entre comillas.- Lugar, editorial y año.- Volumen, si corresponde.- Páginas específicas de la contribución.Silva, Roberto, “Reflexiones sobre el fundamento del conocimiento humano”, en: Primeros Encuentros de Filosofía Latinoamericana, Diálogo entre la filosofía y la ciencia, Zacatecas, México, 15-20 de mayo de 2000. “Actas”, México, Universidad de Zacatecas, 2000, pp. 123-145. Cita bíblica- Libro abreviado.- Número del capítulo.- Número de versículos.Lc. 4, 2-5 (lo que significa: Lucas, capítulo 4, versículos 2 al 5. Las abreviaturas de los libros bíblicos se encuentran indicadas en las primeras páginas de la Biblia). Ley- Nombre o número de ley y denominación oficial si la tiene.- Título de la publicación en que aparece oficialmente, en cursivas.- Lugar de publicación.- Fecha (día, mes y año).Ley de apropiación de bienes, Diario Oficial de la Federación, México, 5 de octubre de 2001. Video- Título, en cursivas.- Indicación del tipo de material (entre corchetes [ ]).- Autores principales (productor, director, etcétera).- Número de la edición (excepto la primera).- Lugar de publicación.- Editorial o casa productora.- Fecha de publicación.- Cantidad de videocasetes.- Sistema de video (VHS, BETA o UMATIC).- Duración en minutos.- Sonoro o mudo (son. / mudo).- Blanco y negro o color (byn / col.).- Ancho de la cinta en pulgadas (1/2, ¾, etcétera).- Material complementario.De volcanes y ríos [videograbación], Claudia Ornelas y Francisco Márquez, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Departamento de Medios, 1982. 1 videocasete (VHS), 25 min., son., col., ½ pulg. Película- Título de la obra, en cursivas.- Indicación del tipo de material (entre corchetes [ ]).- Autores principales (productor, director, etcétera).- Número de la edición (excepto la primera).- Lugar de publicación.- Editorial o casa productora.- Fecha de publicación.- Cantidad de carretes de película.- Duración en minutos.- Sonoro o mudo (son. / mudo).- Blanco y negro o color (byn / col.)- Ancho de la cinta en milímetros (mm.).- Material complementario.Amores de otros rumbos [película], Juan Machado, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Filmoteca, 1974, 1 carrete, 12 min., son., col., 16 mm. Casete de audio- Autor.- Título de la obra, en cursivas.- Indicaciones del tipo de material (entre corchetes [ ]).- Número de edición (excepto la primera).- Lugar de publicación.- Editorial o casa grabadora.- Fecha de la publicación.- Cantidad de casetes.- Duración en minutos.- Monofónico o estereofónico.- Material complementario.Jaime Sabines, Poemas [grabación], México, Universidad Nacional Autónoma de México, Departamento de Medios, 1980, 8 casetes son., 480 min., estéreo. 

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Mapa- Título del mapa y autor o autores (ya sea una institución o una persona).- Número de edición (excepto la primera).- Datos matemáticos (escala, proyecciones, etcétera).- Lugar de publicación.- Editor.- Año de publicación.- Número de mapas, color, dimensión.Parque Nacional Pico de Orizaba (Veracruz), Instituto Nacional de Geografía e Informática. Escala 1.250.000. Proyección con forma cónica Lambert. México, INEGI, 1993, 1 mapa, col., 0.67 x 0.54 cm. Plano- Título del plano y autor o autores (ya sea una institución o una persona).- Número de edición (excepto la primera).- Datos matemáticos (escala, proyecciones, etcétera).- Lugar de publicación.- Editor.- Año de publicación.- Número de planos, dimensión, color (cuando lo tiene).Zacualpan, Jalisco; Levantamiento planimétrico desde Puente Manuel Rodríguez hasta puente la Máquina, Jalisco (México), Dirección de Obras Públicas - Dirección de Planeamiento y Urbanismo, Departamento de Estudios de Transporte Urbano. Escala 1: 1.000, México, MOPT, 1990, 1 plano, 1.93 x 0.62 cm. Revista electrónica- Autor.- Artículo (entre comillas).- Título (en letra cursiva).- Tipo de medio [entre corchetes].- Edición.- Lugar de publicación.- Editor.- Fecha de publicación.- Fecha de consulta.- Disponibilidad y acceso (requerido para documentos en línea).- Número internacional normalizado (ISSN).Fuentes, Manuel, “Para entender a Miguel de Cervantes”, Revista de Estudios Literarios Espéculo [en línea], España, Universidad Complutense de Madrid, 1990, fecha de consulta: 17 de marzo de 2001. Publicación cuatrimestral. Disponible en: http://www.ucm.es/ info/especulo/. ISSN: 1139-3637. Página web- Título de la página web- Editor- Fecha de publicación- Disponibilidad y accesoBibliotecas, Universidad de Colima, 5 de septiembre de 1998, http://www.ucol.mx/ servicios/bibliotecas/

Acentuación

Por –y para– su acentuación las palabras se dividen en agudas, graves y esdrújulas.Palabras agudasLas palabras agudas de más de una sílaba terminadas en vocal deben acentuarse: protestaré, café, arará. No se acentúan si terminan en consonante: nadar, virtud, Israel, carcaj. Pero llevarán acento si acaban en n o s después de vocal: audición, vendrás.

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Palabras gravesLas voces graves terminadas en vocal no se acentúan: mixto, cobre, tarjeta, pero sí llevan tilde cuando acaban en consonante: mártir, núbil, pómez. Si terminan en n o s sin ir precedidas de otra consonante, no se acentúan: origen, margen, himen, volumen, virgen, tesis, sintaxis. Se exceptúan fórceps, bíceps, tríceps, cuadríceps.

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Palabras esdrújulasTodas las palabras esdrújulas se acentúan: mírala, déjalo, México, córrele. A menudo se acentúan como esdrújulas, erróneamente, las siguientes palabras: decalitro, estratosfera, hectolitro, ionosfera, litosfera, nematodo.En los términos compuestos de dos palabras esdrújulas, o bien de una esdrújula y una palabra llana o una aguda, solo se acentuará el segundo elemento si es llevado como palabra aislada: decimoséptimo, cefalorraquídeo, corticosterona.

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DiptongoSe pone acento para deshacer un diptongo: continúa, saúco, alíe.

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Casos especiales de acentuaciónAun lleva acento cuando equivale a todavía: aún eres joven; pero no cuando significa hasta, también, incluso, siquiera: aun su recuerdo le molesta; trajo a los hijos, a la esposa y aun a la amante; aun regalado me sales caro.

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De acuerdo con la Real Academia, los infinitivos terminados en -aír, -eír y -oír vuelven a acentuarse (nótese que también hay normas –como la moda– pendulares): desvaír, freír, desoír.Acerca de los verbos terminados en -uar, “la orientación coincidente parece estar en la consonante anterior a la u, y no en el número total de sílabas”, dice Alcalá-Zamora en su obra Dudas y temas gramaticales, y sigue diciendo que abren o deshacen el diptongo los verbos con d como graduar; con l como evaluar; con n como atenuar, continuar, insinuar; con s como acensuar, censuar, y con t como acentuar, actuar, conceptuar, desconceptuar, desvirtuar, fluctuar, perpetuar, puntuar, redituar, usufructuar, formando gradúan, evalúan, insinúan, fluctúan, etcétera.Influyen para mantener el diptongo la c y la g: aguar, amortiguar, apaciguar, averiguar, desaguar, evacuar, menguar, promiscuar, formando averiguan, evacuan, licuan, adecuan. Sin embargo, la fuerza del uso obligó a los académicos a considerar igualmente correctas las formas adecúo, licúo, evacúo, etcétera.Cuando una palabra terminada en vocal vaya seguida del sufijo itis, se acentuará la primerai: ileítis, angiítis, osteítis, uveítis; pero no si termina en consonante: artritis, poliomielitis, taxidermitis, dermatitis.

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MonosílabosNo se acentúan los monosílabos fue, fui, vio, dio, vi, ti..., porque solo hay una manera de pronunciarlos. Bulmaro Reyes Coria advierte correctamente que muchas veces se confunden con monosílabos las siguientes palabras: fió, frió, rió, que en realidad son bisílabos agudos y deben acentuarse.Se exceptúan de la norma sobre los monosílabos aquellos que pueden dar lugar a confusión, como el, artículo, y él, pronombre; mi, tu, pronombres posesivos, y mí, tú, pronombres personales; de, preposición, y dé, conjugación del verbo dar; mas, conjunción adversativa que significa pero, y más, adverbio de comparación; te, pronombre, y té, sustantivo; si, condicional, y sí, afirmativo o forma reflexiva del pronombre personal (volvió en sí); se, pronombre personal, y sé, conjugación del verbo saber.Cabe recordar que dé conserva el acento en los compuestos con enclítico: déme, dése, dénos; denos, sin acento, es plural: en descomposición daría den nos, “den (ustedes) a nosotros”. 

ArribaInterrogativos y adverbiosOtras palabras que suelen suscitar dudas al momento de escribir son las siguientes:Como. Se acentúa cuando significa de qué modo o manera, del modo o manera que, o idea de encarecimiento en buen o mal sentido: quiero saber cómo lo has hecho; me dijo cómo debía comportarme; ¡cómo se burló de él! No se acentúa en sentido comparativo ni cuando denota idea de igualdad: es rápido como una gacela; se encontró con dos como clérigos o como estudiantes.Cual. En frases de sentido interrogativo o dubitativo, y admirativo, debe acentuarse: ¿cuál de los dos es mejor?; no es posible averiguar cuál será el resultado. También se acentúa cuando se emplea como pronombre indeterminado para referirse, sin nombrarlas ni determinarlas, a personas o cosas: todos contribuyeron, cuál más, cuál menos, al buen resultado. No se acentúa cuando es pronombre relativo con artículo determinado: observé entonces al rector, el cual no sabía qué hacer.Cuanto. Se acentúa cuando es adverbio de cantidad, lo mismo que cuando significa en qué grado o manera, hasta qué punto, qué cantidad: no te imaginas cuánto sufría; ¿cuánto me quieres?; ¡cuánto tardas! No se acentúa cuando va antepuesto a otros adverbios ni en correspondencia con tanto. Tampoco cuando se emplea en frases de sentido comparativo ni si denota equivalencia o igualdad: cuanto más crecía más tarugo se volvía; vales tanto cuanto tienes.Cuando. En muchas gramáticas se dice, sin más, que debe acentuarse cuando va entre signos de admiración o de interrogación, pero no siempre ocurre así: ¿Cuándo terminará la huelga?, ¿cuando intervenga el presidente? Se acentúa más bien cuando participa del sentido interrogativo o admirativo: ¿cuándo me lo dará...?, ¡cuándo se acabará la deuda!Donde. Debe acentuarse cuando significa en qué lugar, o en el lugar en que: ¿dónde estabas?; nunca sé dónde te escondes. Se le agrega una a cuando tiene sentido de dirección: ¿le dijiste a dónde ibas? Pero no se acentúa cuando se emplea con verbos que denoten reposo o permanencia en un lugar: vive donde siempre; déjalo donde lo encontraste.Mas. Se acentúa cundo es adverbio de comparación: más caro que ayer; es más amorosa que yo. También cuando es adverbio de cantidad: una más y estoy completo. No se acentúa si es conjunción adversativa equivalente a pero: protestó, mas su propio partido lo calló.Que. Se acentúa cuando denota calidad o cantidad, y equivale a cuál, cuán o cuánto: ¿qué mujer vendrá?; qué bien se te ve esta camisa; nadie sabe qué trae entre manos. No se acentúa si es pronombre relativo: no vino el que fía; no escuché lo que dijiste. En frases interrogativas o admirativas puede acentuarse o no acentuarse, según se refiera a una u otra de las acepciones expuestas: ¿que qué?Porque, por que, por qué, porqué. José G. Moreno de Alba dedica una de sus Minucias del lenguaje a explicar tres de estas formas de unir la preposición por y el que. “Para formular una pregunta —explica— se usa por qué, que viene a ser un sintagma constituido por preposición más pronombre interrogativo que debe ir acentuado y por tanto se trata, ortográficamente, de dos palabras: ¿por qué no has venido? El sentido admirativo es semejante: ¡por qué no te largas de una vez!”La respuesta a una pregunta —agrega el académico— “se introduce por medio de una conjunción subordinante causal, que consiste en una sola palabra gráfica sin acento ortográfico y con acento prosódico en la primera sílaba (porque): ¿Por qué no has venido? Porque no he podido”.Existe asimismo la forma porqué, “una sola palabra aguda, con acento ortográfico en la é. Se trata de un sustantivo masculino que equivale a causa, razón o motivo, como dice el diccionario”. De modo que ha de escribirse: Ignoro el porqué de tu ausencia, donde porqué resulta sinónimo de causa.Quien. Se acentúa cuando al interrogativo quién responden los demostrativos este, ese, aquel: ¿quién lo dijo? No se acentúa si es pronombre relativo: fue él quien lo delató.

ArribaExcepciones a las reglas en generalAhora bien, las normas de acentuación suelen quebrantarse con cierta regularidad. A esto se debe que algunas editoriales se esfuercen por localizar los errores más comunes, agruparlos, ordenarlos e imprimirlos o reproducirlos de algún modo para que hagan las veces de advertencia a los autores y a los correctores que se inician. Por lo general se agregan criterios editoriales sobre términos que pueden acentuarse de dos maneras, a fin de que autores y correctores los unifiquen en lo posible. Con el mismo afán se incluyen los comentarios siguientes.No se acentúan los diptongos formados por dos vocales débiles en que la tónica es la segunda: -uito(a), -uido(a), -uista, -uible, tales como fortuito(a), jesuita, distribuido(a), huida, altruista, atribuible, etcétera.

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En las palabras que pueden ser graves o esdrújulas se preferirá la forma llana, que es la más usual. Así, se escribirá telegrama, policiaco, poliglota, intervalo, omoplato, pentagrama, exegeta, alveolo, cantiga, olimpiada, gladiolo; y no telégrama, policíaco, políglota, intérvalo, omóplato, pentágrama, exégeta, alvéolo, cántiga, olimpíada, gladíolo.Las voces compuestas se acentúan en el segundo de sus componentes, si éste lo lleva como término aislado: decimoséptimo, asimismo, electroacústico. Se exceptúan de esta norma los adverbios terminados en -mente, que conservan el acento del primer componente: ágilmente, comúnmente, solamente.Las versales deben acentuarse siempre que lo requieran, con independencia de si figuran entre mayúsculas o son mayúscula inicial de un nombre: ACENTUACIÓN, África. Bulmaro Reyes Coria ofrece ejemplos de probables y posibles confusiones que se evitan acentuando las mayúsculas: MAMA, MAMÁ; INGLES, INGLÉS; CÓMPUTO, COMPUTO, COMPUTÓ; AMO, AMÓ; MÉNDIGO, MENDIGO, MENDIGÓ.Todas las esdrújulas y sobresdrújulas deben acentuarse: cíclope, mírame, recuérdamelo.La palabra solo, tanto cuando es adverbio y equivale a solamente (Solo llevaba un par de monedas en el bolsillo) como cuando es adjetivo (No me gusta estar solo), así como los demostrativos este, ese y aquel, con sus femeninos y plurales, funcionen como pronombres (Este es tonto; Quiero aquella) o como determinantes (aquellos tipos, la chica esa), no deben llevar tilde según las reglas generales de acentuación, bien por tratarse de palabras llanas terminadas en vocal o en -s, bien, en el caso de aquel, por ser aguda y acabar en consonante distinta de n o s.Y ya que estamos en esto, recalquemos que los neutros nunca llevan acento: esto, eso, aquello.Las palabras que, quien, cual, cuan, cuando, cuanto(a) y sus plurales deben acentuarse cuando se empleen con énfasis o con función o tono exclamativo o interrogativo, aun cuando no lleven los signos ortográficos correspondientes.En los diptongos se acentúa la vocal fuerte cuando la palabra deba ir naturalmente acentuada: diálogo, investiguéis; empero, el acento recaerá sobre la vocal débil cuando deba disolverse el diptongo, si así lo pide el acento prosódico: Raúl, país, oído, creíble, búho, rehúso.Los triptongos deberán acentuarse cuando el acento recaiga en una de las vocales débiles: seríais, contaríais.Se acentuarán las palabras graves que al añadírseles el enclítico se conviertan en esdrújulas: entrégame, escríbase. Conservarán el acento las que originalmente lo llevan y que se vuelven llanas cuando se les agrega el enclítico: cortejélas: las cortejé; encargóse: se encargó.Los términos y nombres extranjeros castellanizados deben acentuarse conforme a las normas regulares del español: álbum, currículum, déficit, estándar; hábitat, ibídem, ídem, memorándum, París, pássim, samurái, suéter; etc. Conviene decir sobre ibidem, idem, passim y las demás del aparato crítico, que muchas editoriales prefieren usarlas en cursivas (en latín).Hay palabras que pueden agruparse en series con el propósito de unificar la acentuación:1) Serie en -cefalia. Todas sin acento: braquicefalia, dolicocefalia, hidrocefalia, etcétera.2) Serie en -fagia. Todas ellas son graves: aerofagia, antropofagia, disfagia, etcétera.3) Serie en -iasis. Todas graves: elefantiasis, midriasis, etcétera.4) Serie en -odia. Todas graves, excepto melodía: monodia, palinodia, rapsodia, salmodia, etcétera.5) Serie en -opía. Todas llevan acento ortográfico en la í: miopía, nictalopía, etcétera.6) Serie en -osis. Predomina la forma grave, aunque a veces también se acepta la forma esdrújula (osmosis y ósmosis, por ejemplo): clorosis, endosmosis, neurosis, etcétera.7) Serie en -scopia. No llevan acento: colposcopia, espectroscopia, laringoscopia, microscopia, telescopia, etcétera.Por último, ha de señalarse que los verbos -iar –comerciar, conferenciar, diferenciar, espaciar, escanciar y financiar– suelen conjugarse mal, deshaciendo el diptongo de la última sílaba: yo financío, tú financías, él financía, que yo financíe, que tú financíes, que él financíe; financía tú. La conjugación correcta debe conservar el diptongo final: financio, financias, financia, que yo financie, que tú financies, que él financie; financia tú.Cerremos este apartado recordando que en este tiempo nuestro, tan de maquila y modernidad, las faltas de ortografía pueden evitarse con relativa facilidad. En los días en que vivimos, casi basta con hacer que la computadora personal memorice el DRAE en su entrega más reciente o tener a un lado el Diccionario de la Academia o algún otro buen diccionario.En todo caso, cabe insistir en que la ortografía tiene su importancia, pero siempre será más grave la falta de claridad en la expresión. Una frase oscura, un discurso en desorden o sin hilván; un lenguaje pobre o rebuscado; un estilo opaco, pero también la escritura deslumbrante por exceso de fulgores, pesada por tantas liviandades y pesadeces; en pocas palabras, una redacción inadecuada ensombrece más el acto de comunicarse que todos los deslices ortográficos.

 Aquí van: 1. Lo primero: conoser vien la hortografia.2. Cuide la concordancia, el cual son necesaria para que usted no caigan en aquello errores.3. Ponga comas puntos signos de interrogación o dos puntos rayas siempre que corresponda si no poco se entienden las relaciones entre las palabras la jerarquía entre las ideas. Y cuando, use los signos de: puntuación, póngalos; correctamente!.4. Lo mejor es esquivar la reiteración de sonidos en la oración. La proposición es buscar una opción que no rime con lo dicho con antelación.5. Evite las repeticiones, evitando así repetir y repetir lo que ya ha repetido reiteradamente.6. Trate de ser claro; no use hieráticos, herméticos o errabundos gongorismos que puedan jibarizar las más enaltecidas ideas.7. Imaginando, creando, planificando, un escritor no debe aparecer equivocándose, abusando de los gerundios. Tratando siempre, sobre todo, de no estar empezando una frase con uno.8. Correcto para ser en la construcción, caer evite en trasposiciones.9. Tome el toro por las astas, haga de tripas corazón y no caiga en refranes comunes. Calavera no chilla.10. ¡Voto al chápiro!... creo a pies juntillas que deben evitarse las antiguallas que obscurecen el texto.11. Si algún lugar es inadecuado en la frase para poner colgado un verbo, el final de un párrafo lo es.12. ¡¡¡Por el amor de Dios!!!!, no abuse de las exclamaciones. NI de las Mayúsculas. Recuerde, además, que la cantidad de puntos suspensivos es siempre fija....... (¡solo tres!)13. Pone cuidado en las conjugaciones cuando escribáis.

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14. No utilice nunca doble negación.15. Evite usar el adjetivo "mismo" como si fuera un pronombre; el mismo está para otra cosa.16. Aunque se usen poco, es importante emplear los apóstrofo's correctamente.17. No olvide poner las tildes que correspondan. Mas aun cuando es importante conocer cual es la significacion de una palabra, en caso de que haya una opcion con tilde y sin ella.18. Procure "no poner" comillas "innecesariamente". No es un recurso para "resaltar" sino para "mencionar" una "voz ajena" al texto.19. Procurar nunca los infinitivos separar demasiado.20. Y con respecto a frases fragmentadas No son las 20 normas definitivas para pasar a ser escritor, aunque eso no quita que lo que sugieren pueda tenerse en cuenta con algún provecho. Queda la pregunta: ¿habrá consejos que de verdad sirvan para aprender a escribir mejo

01. Qué es una tesis doctoral y para qué sirve

Una tesis de doctorado es un trabajo de una extensión media que varía entre las cien y las cuatrocientas páginas, en el cual el estudiante trata un problema referente a los estudios en que quiere doctorarse.Por lo general, la tesis propiamente dicha se reserva para una especie de superlaurea, el doctorado, al cual solo acceden aquellos que quieren perfeccionarse y especializarse como investigadores científicos.

La tesis es siempre tesis de PhD, tesis doctoral, y constituye un trabajo original de investigación con el cual el aspirante ha de demostrar que es un estudioso capaz de hacer avanzar la disciplina a que se dedica.

 Cuando se habla de “originalidad”, especialmente en humanidades, no se trata de invenciones revolucionarias, como el descubrimiento de la escisión del átomo o la teoría de la relatividad; también puede haber descubrimientos modestos, y se considera “científico” incluso un nuevo modo de leer y comprender un texto clásico, una reorganización y relectura de estudios precedentes que lleva a madurar y sistematizar ideas que vagaban dispersas por otros textos variados, o el análisis de una problemática y sus posibles soluciones desde lo social, lo jurídico, lo psicológico. En cualquier caso, el estudioso ha de producir un trabajo que, teóricamente, los demás estudiosos del ramo no deberían ignorar, pues dice algo nuevo.

2. Elección del tema

a. ¿Tesis monográfica o tesis panorámica?La primera tentación del doctorando es hacer una tesis que hable de muchas cosas. Si se interesa por el derecho penal, su primer impulso será hacer una tesis titulada “El derecho penal hoy”. 

A modo de síntesis, recuérdese este principio fundamental: cuanto más se restringe el campo mejor se trabaja y se va más seguro.

Una tesis monográfica es preferible a una tesis panorámica. Es mejor que la tesis se asemeje más a un ensayo que a una historia o una enciclopedia. Siendo necesario restringir el tema, optará por “Derecho penal y garantismo constitucional”.b. ¿Tesis histórica o tesis teórica?Una tesis teórica es una tesis que se propone afrontar un problema abstracto que ha podido ser, o no, objeto de otras reflexiones: la naturaleza de la voluntad humana, el concepto de libertad, la noción de rol social.En manos de un doctorando con una experiencia científica limitada, estos temas pueden dar origen a dos soluciones:En la tesis “panorámica” se trata el tema elegido pero se limitan algunos elementos; por ejemplo, el concepto de rol social pero en una serie de autores. La tesis historiográfica no trata los temas desde la abstracción, sino que analiza el problema del ser, la noción de libertad o el concepto de acción social desde miradas o cortes específicos; así, “El in dubio pro reo en la jurisprudencia de la Corte Suprema”, “La noción de libertad en Kant” o “El concepto de acción social en Parsons”.

Si tiene ideas originales, estas emergen también en la confrontación con las ideas de un autor o una institución específica: se pueden decir muchas cosas nuevas sobre la libertad estudiando el modo en que otros han hablado de ella.

 c. ¿Temas clásicos o temas contemporáneos?Hay que decir cuanto antes que el tema contemporáneo es siempre más difícil: normalmente se encuentra una bibliografía más reducida, aunque los textos son todos fáciles de encontrar.Es indudable que el autor clásico impone una lectura más fatigosa, una investigación bibliográfica más atenta (aunque los títulos estén menos dispersos y existan catálogos bibliográficos ya completos), pero si se entiende la tesis como la ocasión de aprender a construir una investigación, el autor clásico plantea más problemas de destreza.

Un único consejo: trabaje sobre un tema contemporáneo como si fuera un clásico, y sobre un clásico como si fuera un contemporáneo.

 d. ¿Tesis científica o tesis política?Una investigación es científica cuando cumple los siguientes requisitos:1) La investigación versa sobre un objeto reconocible y definido de tal modo que también sea reconocible por los demás. 2) La investigación tiene que exponer de este objeto cosas que todavía no han sido dichas, o bien revisar con una óptica diferente cosas que ya han sido expuestas. 3) La investigación tiene que ser útil a los demás, y es útil si añade algo a lo que la comunidad ya sabía. La importancia científica es proporcional al grado de indispensabilidad que presenta la contribución. 

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4) La investigación debe suministrar elementos para la verificación y la refutación de las hipótesis que presenta, y por tanto tiene que suministrar los elementos necesarios para su seguimiento público. Un procedimiento científico nunca hace perder tiempo a los demás: trabajar siguiendo el surco de una hipótesis científica para descubrir que hay que refutarla es hacer algo útil bajo el impulso de una propuesta precedente.

No hay oposición entre tesis científica y tesis política. Puede decirse que todo trabajo científico, en tanto contribuye al desarrollo de los conocimientos de los demás, tiene siempre un valor político positivo. Toda empresa política con posibilidades de éxito ha de tener una base de seriedad científica.

 

03. Director de tesis

El director de tesis debe ser un profesional de la carrera que detente el título académico pretendido por el doctorando o uno superior.Los requisitos que deberá reunir el director de tesis son establecidos por la casa de estudios que recepciona la solicitud de grado, y generalmente se trata de un profesor titular, protitular o adjunto que pertenece a la institución en cuestión.Serán funciones del director de tesis:

Asesorar al alumno en la elaboración del plan de tesisOrientar al alumno acerca de las concepciones epistemológicas y los instrumentos de investigación más adecuados y oportunos en orden al objeto específico de la investigación y la elaboración de la tesisEvaluar periódicamente el desarrollo de la tesis

 Como es posible que el director de tesis tenga a su cargo más de un tesista simultáneamente, es conveniente planificar con anticipación cada una de las reuniones, el plan de trabajo, el material que se le presentará para revisión y todas aquellas consultas que deseen hacerse.Independientemente de la relación que puede unir al tesista con su director de tesis, no debe abusarse de la generosidad intelectual de éste y pretender convertirlo en una suerte de coautor de “nuestro” trabajo.Teniendo en cuenta la disponibilidad de su director de tesis, coordine reuniones cortas, de una o dos horas de duración, pero con la mayor regularidad posible. Esto le permitirá aprovechar mejor el tiempo y avanzar más rápido en el desarrollo de la tesis, a fin de tener siempre algo que presentarle. Es conveniente recuperar aquellas reuniones que no puedan realizarse.Trate siempre de ir adelantado con respecto a lo que vayan resolviendo en esas reuniones. Si tiene vistos uno o dos apartados más podrá prevenir a su director de las temáticas que está preparando y probablemente reciba ayuda en la búsqueda de material complementario.

04. Organización del trabajo

Una de las primeras cosas que se hay que hacer para empezar a trabajar con una tesis es escribir el título, la introducción y el índice.

Escribir cuanto antes el índice como hipótesis de trabajo sirve para definir el ámbito de la tesis. Este plan asumirá la forma de un índice provisional.

 De esta forma, el propio doctorando determina lo que quiere hacer. El plan de trabajo comprende el título, el índice y la introducción. Un buen título ya es un proyecto.El esbozo de introducción debe ser un somero comentario analítico del índice: “Con este trabajo nos proponemos demostrar (tal tesis). En el primer capítulo intentaremos establecer (tal punto); en el segundo afrontaremos (tal otro problema). Y en la conclusión intentaremos demostrar (esto) y (aquello). Téngase presente que nos hemos señalado ciertos límites precisos, que son (este) y (aquel). En tales límites seguiremos el siguiente método...”. Y así sucesivamente. 

Esta introducción ficticia (ficticia porque será reelaborada antes de acabar la tesis) tiene una función, y es permitir fijar la idea a lo largo de una línea directriz que no será cambiada a menos que se lleve a cabo una reestructuración consciente del índice. De este modo, podrá controlar más eficazmente impulsos y desviaciones.

 Esta introducción sirve además para exponer al director de tesis qué se quiere hacer, y sobre todo para comprobar si tenemos las ideas ordenadas.Tras haber elaborado el esqueleto de la tesis habremos de proponernos etapas de trabajo correspondientes a otros tantos capítulos del índice.El momento de la redacción supondrá una gran conmoción. Hay que intentar escribir cuanto antes, y se puede empezar escribiendo las propias hipótesis de trabajo.Hasta que no estemos capacitados para escribir un índice y una introducción no estaremos seguros de qué se trata nuestra tesis, lo que significa que todavía no tenemos ideas claras sobre lo que intentaremos demostrar.

La introducción y el índice habrán que ser continuamente reescritos según avance el trabajo. Si no fuera así, ello significaría que toda la investigación efectuada no ha proporcionado ninguna idea nueva.

 La introducción sirve también para establecer cuál será el centro de la tesis y cuál su periferia.Una tesis bien organizada debe tener referencias internas. Cuando estas no figuran, significa que cada capítulo sigue adelante por cuenta propia como si todo lo dicho en los capítulos precedentes no contase. Desde luego, es indudable que hay tipos de tesis (por ejemplo, las compilaciones de documentos) que pueden proceder también así, pero aunque sea en el momento de las conclusiones, las referencias internas se hacen necesarias. Un índice-hipótesis bien construido permite manipular las referencias internas sin tener que buscar en hojas y papeles dónde se trataba el asunto relacionado.

No nos obstinemos por empezar por el primer capítulo. Si estamos más preparados

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y documentados sobre los últimos capítulos, empecemos por allí, con la confianza de quien ha puesto a punto los capítulos precedentes. Naturalmente, tendremos un punto de referencia: el índice como hipótesis que nos guiará desde el principio.

 

05. Búsqueda de material

a. La accesibilidad de las fuentesUna tesis estudia un objeto valiéndose de determinados instrumentos. Muchas veces, el objeto es un libro y los instrumentos son otros libros. Tal es el caso de una tesis, supongamos, sobre “El pensamiento económico de Adam Smith”, en la cual el objeto está constituido por los libros de Adam Smith, mientras que los instrumentos son otros libros sobre Adam Smith. En tal caso diremos que los escritos de Adam Smith constituyen las fuentes primarias y los libros sobre Adam Smith constituyen las fuentes secundarias o la literatura crítica. Naturalmente, si el tema fuera “Las fuentes del pensamiento económico de Adam Smith”, las fuentes primarias serían los libros o escritos en que se inspiró Smith.  

En realidad, las fuentes de un autor pueden haber sido también acontecimientos históricos (ciertas discusiones acaecidas en su tiempo sobre ciertos fenómenos concretos), pero estos acontecimientos siempre son accesibles en forma de material escrito, esto es, de otros textos.

Por el contrario, en ciertos casos el objeto es un fenómeno real: tales los casos de tesis sobre los movimientos migratorios internos en la Italia actual, sobre el comportamiento de un grupo de niños minusválidos o sobre las opiniones del público respecto de un programa televisivo del momento. En estos casos, las fuentes no existen todavía en forma de textos escritos, pero deben convertirse en los textos que se incluirán en la tesis a modo de documentos: serán datos estadísticos, transcripciones de entrevistas, fotografías o incluso documentación audiovisual. En cuanto a la literatura crítica, las cosas no difieren mucho. Si no son libros o artículos de revistas, serán artículos de diarios o documentos variados.La distinción entre las fuentes y la literatura crítica ha de tenerse presente, pues con frecuencia la literatura crítica reproduce parte de las fuentes, pero —como veremos en el parágrafo siguiente— estas son fuentes de segunda mano.

Todo esto significa que es muy importante definir cuanto antes el verdadero objeto de la tesis a fin de poder plantear desde el principio el problema de la accesibilidad de las fuentes.

 Por lo general, se acepta un tema si hay posibilidad de acceder a las fuentes, y se ha de saber (1) dónde son accesibles, (2) si son fácilmente asequibles, y (3) si estoy capacitado para manejarlas. b. Fuentes de primera y segunda manoCuando se trabaja con libros, una fuente de primera mano es una edición original o una edición crítica de la obra en cuestión.

Una traducción no es una fuente: es un medio para llegar de modo limitado a algo que está más allá de nuestro alcance.

Una antología no es una fuente: puede ser útil como primera aproximación, pero si hago una tesis sobre un autor, se supone que veré en él algo que otros no han visto, y una antología solo me da lo que ha visto otro.

Los informes elaborados por otros autores, aunque estén formados por citas amplísimas, no son una fuente: son, como máximo, fuentes de segunda mano.

Puede decirse, entonces, que dentro de los límites fijados al objeto de nuestra investigación, las fuentes han de ser siempre de primera mano. Lo único que no puedo hacer es citar a un autor a través de las citas hechas por otro. De todos modos, no hay que caer en la neurosis de la primera mano.

 

06. Estructura

a. El título de la tesis debe demostrar claramente el tema que se abordó. Debe ser breve, claro y preciso y, sobre todo, estar relacionado con el o los objetivos principales del trabajo. El título se presenta en una portada donde debe aparecer en este orden: a) nombre de la universidad; b) nombre de la escuela, facultad o dependencia; c) título; d) mención de que se trata de una tesis; e) grado al que aspira; f) nombre del autor, y g) lugar, mes y año de presentación. Generalmente se redacta “Tesis para obtener el título/grado de…”.b. Posterior al título se presenta una dedicatoria en formato libre. Después, es recomendable presentar los agradecimientos, donde reconocemos el apoyo de todas las instituciones y personas que facilitaron y estimularon el trabajo de investigación en cualquiera de sus fases.c. En el siguiente apartado se recomienda presentar un resumen, lo más sintético posible, que mencione el problema abordado y los principales resultados y conclusiones.d. El cuerpo de la tesis lo conforman los siguientes rubros: “Introducción”, “Objetivos e hipótesis”, “Métodos”, “Desarrollo” y “Conclusiones”. Adicionalmente, y por fuera de este cuerpo principal, se presentan “Bibliografía citada” y “Apéndice”.e. En la Introducción se presentan: a) el marco teórico; b) los antecedentes, y c) la justificación del trabajo. La justificación del trabajo muchas veces está implícita en la “Introducción”; sin embargo, resulta muy interesante poner a prueba nuestra capacidad para justificar nuestro trabajo explícitamente. Gran parte de la justificación se basa en la novedad de la pregunta, del enfoque, o la ausencia de conocimientos sobre el tema. Asimismo, el trabajo se puede justificar por la importancia de los conocimientos generados para las ciencias aplicadas.

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f. En "Objetivos e hipótesis" se especifican las preguntas que se van a resolver, así como las hipótesis o resultados esperados. Es recomendable que los objetivos se dividan en dos: la pregunta central (que es el objetivo general) y las preguntas secundarias (que constituyen los objetivos particulares).g. En “Métodos” se aborda: a) “Sitio de estudio”; b) “Sistema (o especies) de estudio”, y c) “Métodos” (stricto sensu). Aquí se debe mencionar dónde, cuándo y cómo se aplicaron los métodos.h. “Desarrollo” es estrictamente el cuerpo de la tesis, el contenido. Si se pueden distinguir unas pocas secciones, estas podrán iniciarse con carátulas. Esto nos liberará una categoría de subtítulo. La cantidad de capítulos dependerá de la extensión de la tesis, haciendo la salvedad de que más vale una buena estructuración de los temas a tratar que iniciar cada tema en un capítulo diferente.i. En “Conclusiones” se hace un análisis lo más crítico y objetivo posible de los resultados a la luz de nuestras hipótesis o de los resultados que esperábamos, tratando de explicar los porqués de los resultados obtenidos. Aquí es conveniente hacer una autocrítica al método seguido y las limitaciones de nuestro estudio. Es importante distinguir la correlación entre las distintas variables de las relaciones causa-efecto existentes entre ellas, para que las conclusiones sean más cuidadosas.

07. Presentación

La tesis puede consistir en una investigación científica, un diagnóstico o análisis situacional, un diseño de una propuesta de intervención o la evaluación de una intervención o modelo de gestión. En todos los casos, el diseño de una investigación implica una serie de pasos metodológicos que guiarán la comprobación o no de la hipótesis.

La presentación de la tesis en muy importante, ya que introducirá al lector la problemática abordada, que incluso puede serle totalmente extraña. Allí radica el valor de este apartado: introducir, abrir la puerta a una realidad –extraña o no–, pero esa puerta que abrimos debe permitirle al lector entrar; esto es, la presentación debe introducir, exponer, explicitar, justificar y delimitar la temática abordada en la tesis.

 Elección del temaDeberemos exponer la motivación que orientó la selección, fundamentar la necesidad de realizar la investigación y explicar la utilidad de la información que se obtendrá.Formulación del problemaDelimitaremos el período que se someterá a estudio, identificaremos los sujetos afectados por el problema y haremos referencia a las condiciones del contexto.Explicitación de los objetivosDescribiremos para qué se hace la investigación (objetivo general) y enunciaremos las mediciones que se harán y las unidades de análisis (objetivos específicos).Delimitación del marco teórico o referencialDetallaremos los estudios anteriores del problema y sus aportes; explicitaremos los conceptos teóricos que explican el problema planteado, y señalaremos los aspectos teóricos que se relacionan directamente con el problema.Selección de métodos y técnicasFundamentaremos la elección del método, mencionando las técnicas con que se implementará y especificando los instrumentos que se utilizarán para recoger los datos.Recolección de los datosDeterminaremos el espacio geográfico en que se localizan las unidades de análisis, explicitando el tiempo utilizado en la recolección de los datos e intentando una enumeración de todos los criterios empleados para evaluar la objetividad del dato.

08. Bibliografía

Dependiendo de su extensión, la bibliografía puede dividirse en secciones de acuerdo con la temática o si se ha hecho uso de ella solo para determinados capítulos. Sin embargo, es recomendable una sola bibliografía general.

Sus elementos siempre deben seguir un orden alfabético, iniciando con el apellido, el nombre (no es recomendable citar solo las iniciales, a no ser que al autor se lo conozca únicamente por ellas), el nombre de la obra (mejor en cursiva), el lugar de edición (es más útil citar la ciudad, y en caso de homónimas adicionar el país entre paréntesis), la editorial y el año de edición.

Los números de páginas no se citarán en los datos de los libros, pero sí en las notas publicadas en revistas especializadas. Los tomos y volúmenes pueden citarse: a) entre el nombre de la obra y el lugar de edición, o b) entre el año de edición y la/s página/s citada/s. Todos los elementos se separan con comas.Si se trata de dos autores, estos se unen mediante la conjunción “y”. Si son tres o más, se escribe el primero seguido de la expresión et al. Cuando se trata de una antología,compilación o algo parecido, esto se indica después del nombre: Juan Ibáñez Rodríguez (coord.); Laura Escarza Pulido (comp.), Álvaro Zavala Pulido (trad. y ed.).Las obras que publican dos países o dos editoriales deben registrarse como sigue: México/Londres, París/Nueva York; Longman/Harvard University Press. Si la obra pertenece a una colección, el dato se incluye, entre paréntesis, luego de la editorial: México, Fondo de Cultura Económica (Breviarios, 147).Bosch García, Carlos, La técnica de investigación documental, 6ª ed., México, UNAM, 1974.Los capítulos específicos citados de obras colectivas se escriben entre comillas, sin cursiva, entre el nombre de su autor y los datos del director, coordinador o la mención “AA.VV.”.Zepeda Patterson, Jorge, “Limites et possibilités de l’identité territoriale au Mexique”, en J. Revel-Mouroz (coord.),  Pouvoir local, régionalismes, décentralisation: enjeux territoriaux et territorialité en Amérique Latine, París, IHEAL, 1989.Las notas en revistas especializadas se citan entre comillas, sin cursiva, entre el nombre del autor y el nombre de la revista, que puede escribirse en cursiva. A continuación se citan los siguientes datos, si existen: número, volumen, lugar

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de edición, editorial o institución u organismo responsable, año de edición (deberán ponerse los meses o quincenas en publicaciones que sean quincenales, mensuales, semestrales, etcétera) y páginas citadas.Stavenhagen, Rodolfo, “La cuestión étnica: algunos problemas téorico-metodológicos”, Estudios Sociológicos, Nº 28, vol. X, México, El Colegio de México, enero-abril de 1992, pp. 37-56.Las conferencias o ponencias se citan entre comillas, sin cursiva, entre el nombre del autor y la expresión “ponencia presentada en…”, y a continuación se consignan los datos del congreso, seminario o jornada en cuestión, con especial referencia a su fecha exacta de realización.Fernández García, José, “Desestacionalización de ciclos económicos”, ponencia presentada en el III Coloquio de Matemáticas Aplicadas, México, Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, 8-10 de octubre de 2004.Zavala Ruiz, Roberto, “Las malas palabras y el cambio lingüístico”, conferencia dictada en la Feria Nacional del Libro de Querétaro, 12 de octubre de 2004.Las notas publicadas digitalmente en páginas de internet se citan entre comillas, sin cursiva, entre el nombre del autor y la url de la página en cuestión. Es conveniente eliminar el hipervínculo por dos causas: a) la posibilidad de accionar el vínculo por error, y b) el aspecto estético.Cole, Julio H., “Determinantes del crecimiento económico mundial, 1980-1989”,en http://www.eumed.net/celjhc-deter.htm.Las tesis de grado se citan entre comillas, sin cursiva, entre el nombre del autor y la mención “tesis de grado” o “tesis de licenciatura”, lugar de presentación, universidad que otorgó el grado, año de presentación y si fue o no publicada.Pérez, Yolanda, “Las mujeres y su expansión en el mercado laboral”, tesis de doctorado, México, Universidad Autónoma Metropolitana, 2002, inédito.Los artículos en diarios se citan entre comillas, sin cursiva, entre el nombre del autor y el nombre del diario (en cursiva). A continuación se consigna el año de existencia del diario, el lugar y el día exacto de edición (con mención de matutino o vespertino si se publica dos veces al día).Hernández López, Julio, “Política y religión”, La Jornada, Año X, México, 10 de diciembre de 2004. 

09. Redacción

a. ¿A quién se habla?¿A quién se habla cuando se escribe una tesis? ¿Al ponente? ¿A todos los estudiantes o estudiosos que luego tendrán ocasión de consultarla? ¿Al vasto público de los no especialistas? ¿Hay que plantearla como un libro que irá a parar a manos de miles de personas o como una comunicación erudita a una academia científica?Son problemas importantes porque están relacionados no solo con la forma narrativa que daremos a nuestro trabajo, sino también con el nivel de claridad interna que queramos añadir.Decíamos antes que una tesis es un trabajo que, por motivos ocasionales, se dirige únicamente al ponente y demás miembros del tribunal pero que, en realidad, se supone es leído y consultado por muchos otros, incluso por estudiosos no versados directamente en aquella disciplina.Por este motivo, en una tesis de filosofía no será evidentemente necesario empezar explicando qué es la filosofía, ni en una tesis de vulcanología explicar qué son los volcanes, pero inmediatamente por debajo de este nivel de obviedad, siempre estará bien proporcionar al lector todas las informaciones necesarias.Ante todo, se definen los términos que se utilizan, a no ser que se trate de términos aprobados e indiscutidos de la disciplina en cuestión. En una tesis de lógica formal no hace falta definir un término como “implicación” (en cambio en una tesis sobre la implicación estricta de Lewis habrá que definir la diferencia entre la implicación material y la implicación estricta). En una tesis de lingüística no hace falta definir la noción de fonema (en cambio, habrá que hacerlo si el tema de la tesis es la definición del fonema en Jakobson). Sin embargo, si en esta misma tesis de lingüística se usa la palabra “signo”, no estaría de más definirla puesto que se da el caso de que en diferentes autores se refiere a valores diferentes. 

Así pues, como regla general: definir todos los términos técnicos usados como categorías claves de nuestro razonamiento.

b. Cómo se hablaUna vez que se ha decidido a quién se escribe (a la humanidad, no al director de la tesis) es preciso decidir cómo se escribe. 

No escriban períodos largos. Si no se puede evitar, hagámoslo, pero desmenucémoslos después. No tengamos miedo de repetir dos veces el tema, y evitemos el exceso de pronombres o subordinadas. 

Escribir todo lo que pase por nuestra cabeza, pero solo durante la primera redacción. Después notaremos que nos hemos dejado arrastrar por el énfasis que nos ha alejado del centro de nuestro tema. Entonces quitaremos las partes entre paréntesis y las divagaciones y las pondremos en nota o en apéndice.

La tesis sirve para demostrar una hipótesis que hemos elaborado al principio, no para mostrar que lo sabemos todo.

Se puede usar un lenguaje absolutamente referencial o un lenguaje figurado. Por lenguaje referencial se entiende un lenguaje en el que cada cosa es llamada por su nombre más común, reconocido por todos, que no se presta a equívocos. “El aparato de televisión” indica de manera referencial lo mismo que “La caja boba” indica de modo figurado. Este ejemplo muestra que también en una comunicación “cotidiana” se puede utilizar un lenguaje parcialmente figurado. 

De un ensayo crítico, un texto científico, cabe esperar que estén escritos en lenguaje referencial (con todos los términos bien definidos y unívocos), pero también puede resultar útil usar una metáfora, una ironía, una litote.

Ahora bien, las figuras retóricas o se usan o no se usan. Si se usan es porque se supone que nuestro lector está en condiciones de entenderlas y porque se cree que el tema aparece, de esta manera, más incisivo y convincente. En ese caso, no hay de qué avergonzarse y no hay necesidad de explicarlas. 

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Definir siempre un término cuando se introduce por primera vez. Si no podemos definirlo, hay que evitarlo. 

3. ¿Yo o nosotros?¿En la tesis se deben introducir las opiniones personales en primera persona? ¿Se puede decir “yo pienso que...”? Algunos creen que es más honrado hacerlo así en lugar de utilizar el plural mayestático. No es así. 

Se dice “nosotros” porque se supone que aquello que se afirma puede ser compartido por los lectores. Escribir es un acto social: yo escribo a fin de que tú que me lees aceptes aquello que te propongo.

Como máximo se puede intentar evitar los pronombres personales recurriendo a expresiones más impersonales como: “por lo tanto se puede concluir que, luego parece seguro que, al llegar a este punto se podría decir, es posible que, de lo cual se deduce que, al examinar este texto se ve que”, etc. No es necesario decir “el artículo que he citado precedentemente”, tampoco “el artículo que hemos citado precedentemente” cuando basta con escribir “el artículo citado precedentemente”. Pero se puede escribir “el artículo citado precedentemente nos demuestra que”, pues las expresiones de este género no implican ninguna personalización del discurso científico. 

10. Categorías de subtítulos

Los títulos y subtítulos de cada capítulo deben escribirse de acuerdo con su jerarquía. Muchas veces por desconocimiento de las aplicaciones de los procesadores de textos se limitan las propiedades de diseño a mayúscula sostenida, negritas y cursivas. 

Las posibilidades de diseño pueden ampliarse considerablemente introduciendo algunas variantes disponibles: tipografía alternativa, tamaños, color (incluso solo la escala de grises), recuadros, alineación.

No se recomienda utilizar el caracter subrayado ni combinar propiedades (negrita + cursiva + mayúscula). Visualmente “ensucian” el texto y dan sensación de poca prolijidad. 

Existen esquemas típicos, elementales pero muy útiles, sobre todo por lo extensivo de su uso:  

a. Los títulos de los capítulos pueden escribirse en negritas, en mayúsculas y centrados numerados con romanos. Los títulos de los subcapítulos en primer grado se ubican sin sangría, en negritas y con mayúsculas y minúsculas; el texto que sigue debe escribirse en el siguiente renglón. Los subcapítulos en segundo grado van en cursivas, sin negritas, en minúsculas. 

b. Otra opción es citar los subtítulos de primer grado como 1, 2, etcétera; los de segundo grado como 1.1, 1.2, 1.3, 2.1, 2.2, 2.3, etcétera, en tanto que los subtítulos de tercer orden se numerarán como 1.1.1, 1.1.2, 1.1.3, 1.2.1, 1.2.2, 2.1.1, 2.1.2, 2.2.1, 2.2.2, etcétera. Nótese que el primer número denota el capítulo, el segundo el subcapítulo de primer orden y el tercero, el subcapítulo de segundo orden. Se sugiere hacer esfuerzos por evitar subcapítulos de cuarto orden o más pequeños. Los subcapítulos solo tienen sentido cuando hay más de dos dentro del capítulo. 

c. Otro formato consiste en usar sucesivamente dentro de un sistema de numeración: números romanos en mayúscula (I, II, III, IV, etcétera), letras mayúsculas, números arábigos, letras minúsculas y números romanos en minúscula (i, ii, iii, iv, etcétera). 

La bibliografía citada no se numera ya que no es un capítulo en sentido estricto. 

Cualquiera que sea la categorización elegida es muy importante utilizar la paleta de estilos del procesador. Creando estilos propios nos aseguramos: a) que subtítulos de la misma categoría no tendrán formatos diferentes, y b) que el índice que generemos al finalizar la tesis sea el fiel reflejo de la estructuración del contenido, y pueda ser automáticamente actualizado en las siguientes etapas hasta la impresión definitiva.

  

11. Notas a pie de página

a. Cuándo usarlasExiste la opinión bastante extendida de que no solo las tesis sino también los libros con muchas notas son un ejemplo de esnobismo erudito y además un intento de echar una cortina de humo a los ojos del lector. Ciertamente, no hay que descartar que muchos autores utilicen abundantes notas para conferir un tono importante a su elaboración personal, ni que muchos otros amontonen notas de información no esenciales, a veces saqueadas a mansalva de entre la literatura crítica examinada. 

Pero esto no quita para que las notas, cuando son utilizadas en su justa medida, sean necesarias. Cuál es su justa medida no se puede decir, porque depende del tipo de tesis. Pero intentaremos ilustrar los casos en que las notas son necesarias y cómo se ponen.

- Las notas sirven para indicar el origen de las citas. Si las fuentes fueran indicadas en el texto, la lectura de la página sería dificultosa. Naturalmente hay varios modos de anotar las referencias esenciales disminuyendo el número de notas, pero por lo general la nota sirve magníficamente para este fin. Cuando se trata de una nota de referencia bibliográfica está bien ponerla al pie de página o al final del libro o del capítulo, pues así se puede verificar rápidamente de un vistazo

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aquello de que se habla.

- Las notas sirven para añadir a un tema discutido en el texto otras indicaciones bibliográficas de refuerzo: “sobre este tema ver también el libro tal”. 

- Las notas sirven para referencias externas e internas. Tratado un tema, se puede poner en nota un “cfr.” (“confróntese” remite a otro libro o a otro capítulo o párrafo de nuestro propio trabajo). Las referencias internas se pueden también poner en el texto si son esenciales.

- Las notas sirven para introducir una cita de refuerzo que en el texto estorbaría. Hacemos una afirmación en el texto y después, para no perder el hilo, pasamos a la siguiente, pero detrás de la primera remitimos a la nota en que mostramos cómo una conocida autoridad confirma nuestra afirmación.

- Las notas sirven para ampliar las aseveraciones que hemos hecho en el texto: en este sentido son útiles porque nos permiten no apelmazar el texto con observaciones que, por importantes que sean, son periféricas con respecto a nuestro argumento o no hacen más que repetir un punto de vista diferente de lo que ya hemos dicho de un modo esencial.

- Las notas sirven para corregir las afirmaciones del texto. Podemos estar seguros de cuanto afirmamos, pero debemos ser conscientes de que alguien puede no estar de acuerdo. Constituiría una prueba no solo de lealtad científica sino también de espíritu crítico insertar una nota parcialmente reductora.

- Las notas pueden servir para ofrecer la traducción de una cita que era esencial dar en lengua extranjera o la versión original de control de una cita que por exigencias de fluidez del razonamiento resultaba más cómodo dar en traducción.

- Las notas sirven para pagar las deudas. Citar un libro del que se ha extraído una frase es pagar una deuda. Citar un autor de quien se ha empleado una idea o una información es pagar una deuda. No obstante, a veces hay que pagar también deudas menos documentables y suele ser norma de corrección científica advertir, por ejemplo en una nota, de que una serie de ideas originales que estamos exponiendo no habrían surgido sin el estímulo recibido por la lectura de tal obra o por las conversaciones privadas con tal estudioso.

Con todo, diremos que una nota nunca tiene que ser demasiado larga; de lo contrario no se trata de una nota sino de un apéndice, y como tal se incluye y enumera al final del trabajo.

 b. Cómo usarlasLo mismo si se trata de una nota aclaratoria o explicativa que de una bibliográfica, en el texto se coloca como llamada un número en formato índice (superíndice), sin puntuación y sin paréntesis. Por lo general se hace una sola serie para una obra, a menos que las notas sean extensas y abundantes, en cuyo caso se recomenzaría la numeración en cada capítulo.

En las notas a pie de página no se requiere ordenar alfabéticamente, por lo que pueden empezar con el nombre del autor y luego los apellidos, seguidos del nombre de la obra (preferentemente en cursiva), el lugar de edición, la editorial, el año y las páginas citadas; todos los elementos se separan con comas.

Si se trata de dos autores, estos se unen mediante una “y”. Si son tres o más, se escribe el primero seguido de la expresión et al.

Una obra ya citada se sustituye con la locución latina “op. cit.”, abreviatura de opus citatus, “obra citada”. Si enseguida se citan el mismo autor y la misma obra, se les sustituye por la abreviatura “ibid.”, de ibidem, adverbio latino que significa “en el mismo lugar”.

Ahora bien, si la nota siguiente remite al mismo autor, la misma obra y hasta las mismas páginas, se utiliza la palabra latina idem, pronombre que significa “lo mismo” o “el mismo”. Con ese mismo sentido se emplea “ loc. cit.”, abreviatura de locus citatus, “lugar citado”.

c. Formas de citarExisten muchas formas de citar la bibliografía en las notas a pie de página. No hay una sola forma correcta, pero es importantísimo cumplir taxativamente dos reglas: a) citar todos los datos, y b) utilizar una única forma (seguir siempre un mismo criterio de cita). No obstante, con el fin de orientar al lector, consignamos a continuación uno de los criterios más extendidos.Los libros se citan en cursiva, entre el apellido del autor y el lugar de edición.Carlos Bosh García, La técnica de investigación documental, 6ª ed., México, UNAM, 1974, p. 15.Los capítulos específicos citados de obras colectivas se escriben entre comillas, sin cursiva, entre el apellido de su autor y los datos del director, coordinador o la mención “AA.VV.”.Jorge Zepeda Patterson, “Limites et possibilités de l’identité territoriale au Mexique”, en J. Revel-Mouroz (coord.), Pouvoir local, régionalismes, décentralisation: enjeux territoriaux et territorialité en Amérique Latine, París, IHEAL, 1989, p. 36.Las notas en revistas especializadas se citan entre comillas, sin cursiva, entre el apellido del autor y el nombre de la revista, que puede escribirse en cursiva. A continuación se citan los siguientes datos, si existen: número, volumen, lugar de edición, editorial o institución u organismo responsable, año de edición (deberán ponerse los meses o quincenas en publicaciones que sean quincenales, mensuales, semestrales, etcétera) y páginas citadas.Rodolfo Stavenhagen, “La cuestión étnica: algunos problemas téorico-metodológicos”, Estudios Sociológicos, Nº 28, vol. X, México, El Colegio de México, enero-abril de 1992, pp. 37-56.Las conferencias o ponencias se citan entre comillas, sin cursiva, entre el apellido del autor y la expresión “ponencia presentada en…”, y a continuación se consignan los datos del congreso, seminario o jornada en cuestión, con especial referencia a su fecha exacta de realización.José Fernández García, “Desestacionalización de ciclos económicos”, ponencia presentada en el III Coloquio de Matemáticas Aplicadas, México, Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, 8-10 de octubre de 2004.Roberto Zavala Ruiz, “Las malas palabras y el cambio lingüístico”, conferencia dictada en la Feria Nacional del Libro de Querétaro, 12 de octubre de 2004.

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Las notas publicadas digitalmente en páginas de internet se citan entre comillas, sin cursiva, entre el apellido del autor y la url de la página en cuestión. Es conveniente eliminar el hipervínculo por dos causas: a) la posibilidad de accionar el vínculo por error, y b) el aspecto estético.Julio H. Cole, “Determinantes del crecimiento económico mundial, 1980-1989”,en http://www.eumed.net/celjhc-deter.htm.Las tesis de grado se citan entre comillas, sin cursiva, entre el apellido del autor y la mención “tesis de grado” o “tesis de licenciatura”, lugar de presentación, universidad que otorgó el grado, año de presentación y si fue o no publicada.Yolanda Pérez, “Las mujeres y su expansión en el mercado laboral”, tesis de doctorado, México, Universidad Autónoma Metropolitana, 2002, inédito.Los artículos en diarios se citan entre comillas, sin cursiva, entre el apellido del autor y el nombre del diario (en cursiva). A continuación se consigna el año de existencia del diario, el lugar y el día exacto de edición (con mención de matutino o vespertino si se publica dos veces al día).Julio Hernández López, “Política y religión”, La Jornada, Año X, México, 10 de diciembre de 2004. 

12. Citas

Normalmente en una tesis se citan muchos textos de otros: el texto objeto de vuestro trabajo, las fuentes primarias, la literatura crítica y las fuentes secundarias.Así pues, las citas son prácticamente de dos tipos: (a) se cita un texto que después se interpreta y (b) se cita un texto en apoyo de la interpretación personal.Es difícil decir si se debe citar con abundancia o con parquedad. Depende del tipo de tesis. Un análisis crítico de un escritor requiere obviamente que grandes fragmentos de su obra sean transcriptos y analizados. En otros casos, las citas pueden ser una manifestación de desidia en cuanto que el candidato no quiere o no es capaz de resumir una serie cualquiera de datos y prefiere dejar que se lo haga otro.Por lo tanto, damos diez reglas para las citas.a. Los fragmentos objeto de análisis interpretativo se citan con una amplitud razonable.b. Los textos de literatura crítica se citan solo cuando con su autoridad corroboran o confirman una afirmación nuestra. 

Estas dos reglas implican algunos corolarios obvios. En primer lugar, si el texto es importante pero demasiado largo, es mejor transcribirlo en toda su extensión en apéndice y citar, a lo largo de los capítulos, únicamente períodos breves. En segundo lugar, al citar literatura crítica debemos estar seguros de que las citas aporten algo nuevo o confirmen lo que ya habéis dicho con autoridad.

 c. La cita supone que se comparte la idea del autor citado, a menos que el fragmento vaya precedido o seguido de expresiones críticas.d. En cada cita deben figurar claramente reconocibles el autor y la fuente impresa o manuscrita.e. Las citas de las fuentes primarias se hacen normalmente refiriéndose a la edición crítica o a la edición más acreditada.f. Cuando se estudia un autor extranjero, las citas deben ir en la lengua original. Esta regla es taxativa si se trata de obras literarias. En tales casos puede ser más o menos útil poner detrás entre paréntesis o en nota la traducción.Puede ocurrir que se hable de un autor extranjero, que este autor sea poeta o narrador, pero que sus textos sean examinados no tanto por su estilo como por las ideas filosóficas que contienen. En estos casos también se puede, si las citas son muchas y continuas, partir de una buena traducción para hacer más fluido el razonamiento, insertando únicamente breves fragmentos del original cuando se quiere subrayar el uso revelador de cierto término.g. El envío al autor y a la obra tiene que ser claro.h. Cuando una cita no supera las dos o tres líneas se puede insertar dentro del párrafo entre comillas dobles. Cuando, al contrario, la cita es más larga, es mejor ponerla a un espacio y con mayor margen (si la tesis está escrita a tres espacios, entonces la cita puede ir a dos espacios). En este caso no son necesarias las comillas, pues tiene que quedar claro que todos los fragmentos con mayor margen y a un espacio son citas, y hay que tener cuidado de no usar el mismo sistema para nuestras observaciones o disquisiciones secundarias (que figurarán en nota). Este método es muy cómodo porque inmediatamente pone ante los ojos los textos citados, permite saltárselos cuando se hace una lectura transversal, detenerse exclusivamente en ellos cuando el lector se interesa más por los textos citados que por nuestro comentario y, por último, permite localizarlos inmediatamente cuando es necesario para una consulta.i. Las citas tienen que ser fieles. Primero, hay que transcribir las palabras tal y como son (y a tal fin, siempre está bien, después de redactar la tesis, cotejar las citas con el original, porque al copiarlas a mano o a máquina se puede haber incurrido en errores u omisiones). Segundo, no se puede eliminar parte del texto sin señalarlo: esta señal de elipsis se efectúa mediante la inserción de tres puntos suspensivos que corresponden a la parte omitida. Tercero, no se debe interpolar; todos nuestros comentarios, aclaraciones, especificaciones, tienen que aparecer entre paréntesis cuadrados o corchetes. Incluso los subrayados que no son del autor sino nuestros, tienen que ser señalados. 

Si el autor que citáis, aunque digno de mención, incurre en un error patente de estilo o información, tenéis que respetar su error pero señalárselo al lector al menos con unos corchetes de este tipo: [sic].

 j. Citar es como aportar testigos en un juicio. Tenéis que estar siempre en condiciones de encontrar los testimonios y de demostrar que son aceptables. Por eso la referencia tiene que ser exacta y puntual (no se cita a un autor sin decir qué libro y qué página) y verificable por todos. Entonces, ¿qué habrá que hacer si una información o un juicio importante provienen de una comunicación personal, de una carta o de un manuscrito? Se puede perfectamente citar una frase poniendo en la nota una de estas expresiones:- Comunicación personal del autor (6 de junio de 1975).- Carta personal del autor (6 de junio de 1975).- Declaraciones registradas el 6 de junio de 1975.- C. Smith, Le fonti dell'Edda di Snorri, manuscrito.- C. Smith, Comunicación al XII Congreso de Fisioterapia, manuscrito (en vías de publicación por el editor Mouton, La Haya).

13. Advertencias, trampas y costumbres

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Son innumerables los artificios que se usan en un trabajo científico e innumerables las trampas en que podemos caer. Dentro de los límites de este breve parágrafo, nos limitaremos a proporcionar, sin orden fijo, una serie de advertencias que solo servirán para tomar conciencia de la cantidad de peligros que descubriremos por nuestra cuenta.a. No proporcionar referencias y fuentes de nociones de conocimiento universal. A nadie se le ocurriría escribir “Napoleón que, como dice Ludwig, murió en Santa Elena”, pero a menudo se cometen ingenuidades de este tipo.b. No atribuir a un autor una idea que él transcribe como idea de otro. No solo porque da la impresión de habernos servido inconscientemente de una fuente de segunda mano, sino también porque el autor ha podido retranscribir la idea sin por ello aceptarla.c. Citar con prudencia a un autor antiguo de fuentes extranjeras. Culturas diferentes llaman de diferente manera a los mismos personajes.d. Decidir de antemano cómo componer los adjetivos de los nombres propios extranjeros. Si escribimos “voltairiano” tendremos que escribir también “rimbaudiano”. Si escribimos “volteriano”, escribiremos “rimbodiano”. Hay simplificaciones consentidas como “nitcheano” para evitar “nietzscheano”.e. Prestar atención a las falsas traducciones. “Enlightened” en inglés no significa iluminado, sino ilustrado. No hagan equivalencias fáciles entre términos de lenguas diferentes. El “rinascimento”, en italiano, cubre un período diferente del español, pues no incluye autores del XVII. Términos como “mannerism” o “Manierisrnu” son engañosos, y no se refieren a lo que la historia del arte llama, en España e Italia, “manierismo”.f. Agradecer. Es una buena costumbre si alguien, aparte del ponente, nos ha ayudado con consejos, préstamo de libros raros o ayudas de otro tipo, insertar al principio o al final de la tesis una nota de agradecimiento. Sirve también para mostrar que nos hemos preocupado de consultar a gente de aquí y de allá. 

14. Apéndice

Hay tesis en que resultan indispensables el o los apéndices.Una tesis de derecho que discuta una ley o un corpus jurídico habrá de llevar estas leyes en apéndice (si no forman parte de los códigos de uso común y al alcance de cualquiera).La publicación de un material dado en apéndice nos evitará largas y aburridas citas en el texto y nos permitirá rápidos envíos.Figurarán en apéndice cuadros, diagramas y datos estadísticos, a no ser que se trate de rápidos ejemplos que puedan insertarse en el texto.

En general, debemos poner en el apéndice todos los datos y documentos que complicarían el texto haciendo difícil su lectura.

01. Viabilidad de la publicación

Antes de comenzar a escribir, le proponemos que medite sobre estas pautas a fin de poder establecer la viabilidad de publicación de un proyecto.- ¿Tiene conocimiento amplio sobre el tema y a disposición la documentación necesaria para el desarrollo de la obra?- ¿Conoce con claridad qué es lo que quiere escribir, los formatos y géneros que se van a emplear en la publicación?- ¿Conoce el objetivo que persigue y la manera como lo alcanzará con la publicación?- ¿Se ha percatado de que un texto puede escribirse empleando diversos recursos retóricos, donde se puede definir, narrar, explicar, etcétera?- ¿Conoce el estilo de escritura que mejor se corresponde con el público al que piensa dirigirse, el lector de la publicación?La falta de estilo o, peor aún, el empleo de estilos disfrazados es contraproducente para la correcta intelección del texto. En este sentido, el uso excesivo de tecnicismos, palabras extrañas, párrafos demasiado largos, primacía de ideas secundarias sobre las primarias, repetición y redundancia, entre otros factores, generan opacidad comunicativa en el texto. Si no hay comunicación con el lector ni entendimiento por su parte, la obra no será viable.

El autor debe conocer los vacíos que existen sobre el tema. No tendría lógica, por ejemplo, escribir sobre un tema que ha sido exhaustivamente desarrollado por autores a nivel nacional e internacional y que, en términos de mercado, corresponda a libros que se consiguen en cualquier librería. Es necesario evaluar el tipo de aportes que el autor logra realizar con la publicación y equipararlos con los existentes.

 

02. Realización del libro

Uno de los aspectos que más prevalecen en el proceso de realización de una obra es su estructura. Una sólida y adecuada estructura es la que posibilita que los contenidos fluyan, se interrelacionen entre sí, para dar significado y facilitar la comunicación con el lector.Debe existir un guión o esquema que logre la articulación y coherencia, y con ello la estructura de la obra.Identificar plenamente el género en el cual se inscribe la obra y hacer que su redacción corresponda con lo que se pretende (ensayo, manual, texto científico, entre otros).

Escribir es comunicar; para ello es importante la adecuada utilización de los párrafos. El párrafo se constituye en una herramienta que permite, de manera eficaz, realizar un tránsito entre lo que se piensa y lo que se escribe. Es el vehículo que está por encima de algo tan específico como la oración, pero debajo de algo tan global como un capítulo o el texto en general.

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03. Redacción

Las diferentes partes de un buen escrito deben estar relacionadas entre sí, con el fin de que el lector siga de manera adecuada el hilo conductor de una idea.- Se recomienda emplear el lenguaje con claridad, sencillez y concisión; usando la palabra exacta, propia y adecuada. Recuérdese que elegante no es sinónimo de rebuscado.- El empleo de los adjetivos debe ser lo más exacto posible. No abusar de ellos, es decir, si un sustantivo necesita un adjetivo, no debe cargarlo con dos.- No abusar de los adverbios (sobre todo los terminados en mente) ni de las locuciones adverbiales (en efecto, por otra parte, además, en realidad, en definitiva). Colocarlos cerca del verbo al que se refieren, permite hacer más clara la exposición.- Narrar los hechos sin hacer demasiadas ponderaciones o elogios. Los hechos narrados limpiamente convencen más.- No abusar de las llamadas conjunciones parasitarias ya que alargan o entorpecen el ritmo de la frase (que, pero, aunque, sin embargo, etcétera).- Para la puntuación no hay reglas, pero recuérdese que es la respiración de la frase y que mal puntuada puede dejar muchas dudas o confusiones.- Evitar vocablos rebuscados y hacer aclaraciones al significado de las voces técnicas cuando se requiera, es decir, cuando el término no sea muy común o de uso común.- Evitar los vicios del lenguaje como son: los barbarismos (pronunciar o escribir mal las palabras o uso impropio de expresiones o palabras tomadas de otras lenguas), solecismos (falta de sintaxis, inexactitud o impureza del idioma), cacofonías (mal sonido), monotonía (efecto de la pobreza de vocabulario), asonancia (identidad de vocales en las terminaciones de dos o tres palabras seguidas), consonancia (identidad de sonidos en la terminación) y frases hechas (restan originalidad al texto).- Cuidar los tiempos verbales. La regla general señala que cuando este se refiera a un solo sujeto, ha de concertar en el número y persona, por ejemplo: su cara, su cuerpo, su boca, son bellísimos. El instante y la eternidad coinciden en ese momento iluminados (el momento). Hay casos que pueden concordar en singular y plural: me inquietaba su temperamento, su ingenio, su carácter o me inquietaban su temperamento, su ingenio, su carácter.- El uso excesivo de palabras para comunicar una idea es un vicio del lenguaje oral que afecta la claridad y la brevedad del texto, aun sabiendo que nadie quiere leer de más. Otro aspecto es saber distinguir los valores de cada tiempo, ya que el uso casi exclusivo de un tiempo (presente) puede ser reflejo de un dominio pobre de la lengua. Cansa igual leer un relato solo en pasado como un texto que sustituye con presentes todos los tiempos.- Evitar los falsos cognados (palabras que, siendo de idiomas distintos, tienen apariencia y significado semejantes) ya que su parecido con palabras de nuestra lengua puede ser engañoso, pues su significado en uno y otro idioma es no solo distinto, sino, en ocasiones, contrario.

04. Presentación a la editorial

Cuando ha terminado de escribir y se dispone a entregar los originales al autor, recuerde que no es el fin de su participación en la confección del libro: todavía no puede desentenderse de él. Esto no significa que siga trabajando en el libro o buscando temas para agregar.

Entregue los originales terminados, sin vacíos que llenar más adelante. Una vez que se inicia el proceso de edición, los cambios muy drásticos pueden ocasionar problemas muy graves que si no se detectan a tiempo pueden llegar hasta el impreso final.

 Presente los originales impresos y en formato digital. Los nombres de los archivos deberán hacer referencia a su contenido y llevar un orden numérico que coincida con la secuencia del documento.No debe presentar los originales en programas de edición, porque su trabajo difícilmente coincidirá con los estándares para imprenta y obligará a deshacer todo lo hecho, con la consiguiente pérdida de tiempo y el retraso en la publicación. El proceso editorial debe ser realizado por especialistas.

05. Partes del libro

Cada cual es dueño de escribir el libro como quiera. Es su obra, el trabajo de su intelecto y su dedicación. Sin embargo, y a título informativo le presentaremos aquí las partes que constituyen el todo que llamamos “libro”, algunas de las cuales no pueden faltar.PortadaTítulo del libro, lo más claro y sintético posible. Deben evitarse los títulos extensos, o en todo caso utilizar un subtítulo.Portadilla o titulilloIncluye los mismos datos que la portada más el nombre del autor/es, director, coordinador, compilador, etcétera.DedicatoriaSi la hay: en tipo de letra cursiva.EpígrafeSi lo hay: en tipo de letra cursiva.ÍndiceEn enumeración vertical, con todos los títulos principales y los subtítulos de segundo y tercer nivel de jerarquía de todas las partes.CuerpoSi la obra es extensa, se recomienda dividirla en partes; cada una de las cuales agrupa un conjunto de capítulos de tema similar.Todos los títulos y subtítulos irán en mayúsculas y minúsculas, pero se distinguirán las distintas jerarquías correspondientes de manera clara.Se puede utilizar la numeración (1, 1.1, 1.1.1, etcétera) al momento de presentar los originales, con la consigna de que los subtítulos no superen la tercera categoría.Notas

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Debemos anotar las opiniones propias o ajenas surjan para ordenarlas rigurosamente sin omitir el autor y la fuente de que se sirve. Eso sí, no debe abusarse del uso de las notas. Deben emplearse solamente las necesarias. Un texto saturado de notas presenta dificultades para su lectura.AnexosSon documentos estadísticos, gráficas, ilustraciones, estudios especiales o notas metodológicas no necesarios para el desarrollo de la obra, pero sí para complementarla o como material específico de consulta y verificación para el investigador interesado. Cada uno de los documentos debe ir en anexos separados, nombrados con letras —Anexo A, Anexo B, etcétera— y con un título descriptivo de su contenido.GlosarioEs un vocabulario de términos dialectales, extraños, técnicos o especializados con su respectiva definición. Se incluye en obras dirigidas a estudiantes o al público general, o cuando por alguna razón el público desconoce un conjunto significativo de términos usados en la obra, o cuando sus definiciones deban ser aprendidas o consultadas para comprender el material.Índice analíticoEs un listado de términos clave, divididos en primarios, secundarios y complementarios, que reflejan fielmente qué conceptos aparecen en la obra, en qué páginas y de qué modo fueron desarrollados o usados; su objetivo es facilitar la lectura y la consulta de conceptos o pasajes específicos del texto, sin necesidad de leerlo completo.

06. Proceso de edición

En el momento en el que Ud. entrega los originales comienza el proceso de edición. Muchos suponen que se arma el libro y se lo manda a imprenta, pero no es así.La tarea de edición conlleva un proceso de varias etapas, y por ello es importante que si desea tener el libro para alguna fecha en particular, se lo haga saber inmediatamente a su editor para que este evalúe la factibilidad.De todas maneras piense en lo siguiente: siempre saldrá en mejores condiciones un libro que ha cumplido todas las etapas de edición que uno que pasó “directamente a imprenta”.Una editorial de prestigio no aceptará imprimir publicaciones sin revisarlas, ni siquiera cuando sean segundas o posteriores ediciones.a. Limpieza de originalesLos originales se limpian con el corrector ortográfico de Word, que es un proceso útil pero insuficiente. Además se eliminarán dobles espacios, tabuladores, mayúscula sostenida y, en caso de ser posible, se unificarán abreviaturas.Si el autor se quedó con alguna duda sobre el empleo de una expresión, o si decide cambiar la forma en que abrevió algún término específico (por ejemplo, CCiv. o CC –Código Civil), hágalo saber al editor a fin de que unifique su uso en esta etapa.b. Primera correcciónUna vez que el texto se ha limpiado en el procesador de texto, se exporta al programa de edición que utilice la editorial. Cuando el texto está completamente “formado”, con los subtítulos y las notas a pie de página, los correspondientes cabezales y los estilos definidos, se imprime y se le da al corrector para que realice una corrección profunda.Esta corrección comprende ortografía, gramática, redacción, estilo, puntuación, coherencia y uniformación. Es una corrección profesional, y por ende un paso ineludible.c. Pruebas de galeraUna vez terminada la corrección se le envían al autor las correcciones para que las revise. Si la corrección está muy sucia (con demasiadas marcas y correcciones obvias) es conveniente pasar las correcciones y entregar algo más limpio, con las marcas para consultar las dudas o alternativas para el texto.El autor revisará las correcciones y tachará las que considere incorrectas o superfluas.Es una etapa de corrección, no de reescritura. No es conveniente agregar demasiado texto, notas y mucho menos mover de lugar, a no ser que sea estrictamente necesario. En ese caso, considere que los tiempos vuelven a empezar, quizá no desde el principio, pero no puede pretender que se respeten los plazos originales.d. Lectura de revisiónSi la revisación del autor viene “complicada” (con muchas marcas y movilización de texto) pasar las correcciones puede requerir una nueva revisión por parte de este. Si no es así, comienza la última etapa de producción editorial.Una vez pasadas estas correcciones se genera el índice y se revisa la formación del texto, que será la definitiva.La lectura de formación busca que no hayan quedado huérfanas (líneas finales de párrafo que quedan al comienzo de una página), viudas (líneas iniciales de párrafo que quedan al final de una página), callejones (efecto visual que se origina cuando dos o más sílabas iguales se encuentran al comienzo o al final de dos líneas consecutivas) o colas (terminaciones de palabras con contenido propio que en la división silábica quedan en la línea inferior), además de las correcciones obvias: que no haya títulos al final de una página, que las notas queden en la página correcta, que todas las páginas con texto lleven cabezales, los datos de la página legal, entre otros.e. Armado de cuadernillos e impresión de originalesCon el texto definitivamente formado se maquetan los cuadernillos para impresión y se imprimen los originales que se van a la imprenta. Si se imprimen en máster o vegetales con impresora láser, deberán revisarse las impresiones a fin de verificar la fijación y el secado de la tinta.

Llevan el nombre de "ensayos" escritos relativos a muy diversos campos: historia, ciencia, filosofía, política, etcétera.

El ensayo es un tipo de prosa que brevemente analiza, interpreta o evalúa un tema.

 Además de la temática, existen otros rasgos que se presentan muy diferenciados entre los textos llamados ensayos: la extensión oscila entre algunas pocas páginas y una centena de ellas; la rigurosidad de los planteamientos va desde un análisis impresionista hasta un detallado marco conceptual; el vehículo de comunicación puede ser desde el periódico hasta el voluminoso libro, pasando por la conferencia o el trabajo de graduación.Otro de los rasgos de la mayoría de los textos denominados ensayos es presentarse como aproximaciones, como esbozos iniciales.

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Lo cierto es que esta clase de material, a pesar de la tradicional modestia de los autores, constituye uno de los principales recursos de la cultura moderna. Por su medio es que se debaten las ideas más influyentes, se conocen los últimos aportes de la ciencia, se forma opinión, se produce discrepancia productiva. 

Hay que tener en cuenta que un ensayo suele juzgarse de acuerdo con tres criterios:1. Un contenido relevante y bien documentado.2. Un argumento apropiado y bien organizado.3. El uso correcto e idiomático del lenguaje.

 El concepto más generallizado de ensayo considera que "el ensayo es literatura de ideas". Esto significa que a la preocupación estética y la creación de recursos expresivos se suma un afán utilitario: el planteamiento y debate de temas de interés actual.Una de las más concretas definiciones es la atribuida a J. Ortega y Gasset: "El ensayo es la ciencia sin la prueba explícita". Con esto se subraya que no es un discurso irresponsable, sino un texto que obvia el aparato teórico y la aridez de las fórmulas y cuadros con el fin de aumentar la lecturabilidad y la capacidad explicativa.

02. Comparación con otros géneros

En cuanto a la extensión o el tema, el ensayo puede parecerse a la monografía o artículo científico. No obstante, si se considera que este último es el informe del proceso integrar de una investigación científica, lo cual implica dar cuenta de teorías, procedimientos y fuentes de una manera prolija, puede notarse una gran diferencia. No obstante, los alcances de los procesos de investigación científica reportados en artículos pueden ser indagados, analizados, contrastados, profundizados, en ensayos.

Los trabajos teóricos, metódicamente dirigidos, que se realizan en el área de la filosofía, el derecho y la filología, tal vez por carecer de un aparato metodológico visible a simple vista (fórmulas, cuadros, gráficos) y no haberse estatuido una estructura lógica convencional como en las ciencias básicas (introducción, procedimientos, resultados, discusión), no suelen llamarse artículos científicos y se acostumbra denominarlos genéricamente "ensayos". En realidad se trata de un tipo de escritos al cual bien le cabe el nombre de "artículo de humanidades".

 Otro de los escritos muy cercano al ensayo es el artículo periodístico. Algunos autores consideran este tipo de textos como una de sus variantes, aunque con la advertencia que sus temas son con frecuencia efímeros, temporales.En los diarios contemporáneos coexisten las materiales absolutamente intranscendentes y los verdaderos ensayos, es decir, piezas que sobrevivirán por su mensaje.

03. Ventajas

Uno de los rasgos del ensayo que ya se ha venido comentando es su agilidad. Esto quiere decir su sencillez productiva, su capacidad de comunicar en forma directa. Como no hay por que evidenciar el proceso de investigación seguido no es necesario subdividir detalladamente el escrito; en vista de que no se leen los ensayos para conocer datos sino implicaciones de estos, se ahorran las citas bibliográficas; por cuanto valen más las ideas que sus representaciones, no son necesarios las fórmulas, los cuadros y los gráficos. Claro, estas no son prohibiciones: la libertad del género permite incluirlas ocasionalmente. 

La brevedad puede declararse una virtud del ensayo. No obstante hay largos ensayos suficientemente virtuosos. La corta extensión permite publicarlos con mayor facilidad, obtener mayor número de lectores, producir un efecto más directo, escribirlos más rápidamente y con la adecuada oportunidad.

 El intercambio, tanto entre ensayista y lector como entre ensayista y diferentes autores, es otro de los rasgos propios del género. El escritor se dirige a un público, especializado o no, para quien interpreta un tema. Esto significa presentarle, lógicamente orquestadas por la suya, las opiniones de quienes se han ocupado del tema.Un corolario de la función de intercambio que tiene el ensayo es el carácter persuasivo. Así como la "ciencia pura" –expresada por medio de artículos científicos– reivindica su objetividad, su desinterés en convencer por otro procedimiento que no sean los hechos, el ensayo se usa para impulsar ciertas ideas para convencer de ciertas posiciones con respecto a los hechos. Para cumplir este carácter, en el ensayo se ordenarán los datos y los conceptos de manera que resulte evidente una tesis.

04. Contenidos

Como se ha visto el ensayo trata de cualquier tema. La diferencia con respecto a la expresión científica convencional y con la literatura propiamente dicha es la particularidad de ese tratamiento.El primer rasgo que al respecto debe observarse es la función ideológica. Son múltiples las definiciones de ideología; en las ciencias sociales predomina una visión negativa de este rasgo: falsa conciencia, visión interesada, deformación, limitación. Un concepto de ideología que podría ser aceptado en forma general es el de concepción de la realidad desde una perspectiva particular. Si se considera que esta perspectiva es la del escritor, podría inferirse que no es la de la ciencia, la cual es una práctica que no tiene por qué coincidir con la de individuos en particular. Por ello es que se suele oponer ideología a ciencia. Efectivamente, el ensayo es ideológico en la medida que no se ciñe a la ciencia sino que busca transcenderla o antecederla.Por otra parte, la función ideológica se manifiesta en el texto como un afán que tiene el escritor de persuadir con respecto a su manera de ver las cosas.La ideología no consiste en las ideas específicas sino en los procedimientos mediante los cuales se analizan los hechos. Una categoría de análisis es un criterio que se aplicará para juzgar un fenómeno.

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Con mayor razón, el ensayo propiamente dicho es una manifestación ideológica. Con respecto a este fenómeno, lo que se propone no es suprimir en el ensayo la visión particular de los hechos sino, cuando menos, hacerla explícita y dejar entrever los fundamentos del análisis.Asociado a la función ideológica del ensayo, esto es a las categorías de análisis que lo sustentan, está el  sistema de pensamiento, los procedimientos intelectuales con los que se discurre. El ensayista va planteando su posición con respecto al tema mediante una serie de proposiciones que llevan un orden.Uno de los órdenes es el inductivo, palabra que no se usa en el sentido estricto que tiene en filosofía.Se trata de que el ensayista vaya acumulando pruebas de lo que quiere evidenciar y, al final, enuncie la idea demostrada.El otro orden básico es el deductivo, término que tampoco se usa tan específicamente como en filosofía, pero que sirve para denominar el razonamiento que va desde afirmaciones generales a afirmaciones particulares. En este caso, el ensayista plantea conceptos de aceptación más o menos generalizada y empieza a desprender de ellos implicaciones.Los órdenes inductivo y deductivo no siempre se aprecian bien a nivel de párrafo, sino que se manifiestan con mayor claridad en segmentos mayores. Por otra parte, ambos pueden coexistir en el mismo trabajo.La posibilidad de ordenar inductiva o deductivamente el ensayo parte del análisis detallado del tema sobre el que se reflexiona ensayísticamente.

05. Preparación

Las siguientes son algunas recomendaciones, derivadas de la observación de la buena práctica, para la preparación de ensayos. No pueden dirigirse al escritor profesional, ni al experimentado investigador, quienes, por un lado pueden crear sus propias estrategias y, por otro, tienen necesidades muy particulares. Se dedican, pues, al estudiante que debe preparar ensayos para efectos de evaluación, y tal vez, al que quiera explorar las posibilidades del género para comunicar de manera diferente sus contenidos.a. Establecimiento de la intenciónEn cualquier trabajo de redacción se parte de una clara determinación de su propósito. Este requisito permite saber si lo que se requiere es un ensayo u otro tipo de escrito; también ayuda a concretar el enfoque que debe darse, el nivel, los recursos por aplicar, etc. Es muy corriente que el escritor deslice en los primeros párrafos de su escrito la intención.En los textos más breves, ensayos periodísticos o de carácter más literario, no es tan frecuente que la intención se haga explícita. No obstante es imprescindible que quien se dispone a preparar uno lo haga como primer paso.b. Investigación bibliográficaUn segundo paso en el proceso de producción de un ensayo es investigar los contenidos que se desea desarrollar. La bibliografía es la base de esta labor. El objetivo es ampliar criterio, contrastar con posiciones ajenas, conocer los antecedentes de la discusión al respecto. No obstante, no se busca una fundamentación de los criterios.Las ideas derivadas de la bibliografía pueden ser muy importantes pero es necesario que lo sean aún más las del propio ensayista. Por tanto, la revisión que se haga debe realizarse en función de un planteamiento base e ir incorporando, para ilustrar, contrastar o comparar, las ideas de otros autores.c. Elaboración del diseñoEn literatura se denomina diseño a la disposición que el autor decide darle a la información del texto. Es realmente el producto de su creatividad. Diseño del ensayo podría ser, por ejemplo, la decisión de empezar por un planteamiento general para incluir, posteriormente, los argumentos; presentar detallados antecedentes y pasar luego a una rápida resolución: desarrollar, una por una las partes del planteamiento; etc.La forma en que el escritor disponga sus ideas en el texto puede ser muy personal. Por tal razón podría resultar innecesaria para muchas personas una sugerencia al respecto. No obstante, para efectos didácticos, es posible proponer una guía.Esta guía puede derivarse de la forma de organización del discurso clásico, manifestación por excelencia del afán persuasivo del lenguaje, así como del periodismo moderno, expresión por parte del sentido práctico contemporáneo.Con gran frecuencia, el papel de captar la atención del lector se realiza por medio de una cita textual.Esto es lo que se denomina un epígrafe, y se ubica, resaltado, en la parte superior del escrito, después del título.- Proposición. En el discurso clásico esta es una breve mención de la tesis general que se pretende impulsar. Ese recurso suele presentarse en los primeros párrafos del ensayo.- División. Un procedimiento que en el discurso y en el texto relativamente extenso ayuda mucho, es enumerar los asuntos que se tratarán.La división o mención de los puntos por tratar predispone a la comprensión y permite seguir el hilo expositivo.- Desarrollo. Cada uno de los puntos propuestos para el ensayo se desarrollará en el orden que convenga.- Recapitulación. Debe disponerse un espacio para repasar los aspectos fundamentales del desarrollo del ensayo. Esto puede hacerse dentro de un apartado que se llame "conclusión" o no, pero debe estar al final del trabajo con el fin de atar los cabos sueltos. d. Elaboración del esquemaUna vez establecido el diseño, valga decir que la forma de organización general del ensayo, es conveniente preparar un esquema de redacción.Bajo cada uno de los grandes asuntos (motivación, proposición, división, desarrollo, recapitulación) pueden irse apuntando las ideas que allí se considerarán. De paso, cabe estudiar la posibilidad de introducir algún tipo de subdivisión del escrito mediante títulos. No obstante, en los textos relativamente breves no se suele incluir ningún tipo de separaciones.Dentro de cada apartado propuesto puede pensarse en algún tipo de ordenamiento de las ideas: presentarlas cronológicamente, en orden causa-efecto, de manera comparativa, etcétera.El esquema es una herramienta imprescindible para la generación de un texto amplio. El tiempo invertido en su perfeccionamiento y desarrollo se va a recuperar con creces en el proceso de redacción.e. RedacciónCon base en el esquema preparado y todas las felices improvisaciones que surjan, se inicia la redacción.Lo normal es que se requieran varios borradores sucesivos. El resultado, de acuerdo con un generalizado precepto de redacción, puede guardarse algunos días entre una versión y otra.No es de extrañar que resulte necesario hacer grandes correcciones, modificaciones del orden, supresiones, ampliaciones, etc. Conviene aceptarlas con resignación y estar en capacidad de renunciar a amplios fragmentos otrora considerados perfectos, o tener que redactar nuevo material para ampliar un asunto.

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Le recomiendo que, en los inicios del proceso, no se preocupe por lograr un vocabulario idóneo ni pierda el tiempo con el diccionario. Eso corresponde a una etapa posterior. Cuando no logre encontrar la palabra adecuada, escriba la que más se le aproxime y subráyela, o no se moleste por utilizar una palabra en español y déjela en su propio idioma.f. Ordenes de la informaciónEl orden es el criterio con que se clasifica la información en un texto. En los escritos de carácter práctico, los órdenes más corrientes en el ensayo son tres: cronológico, causa-efecto, comparativo.Se denomina orden cronológico al que permite distribuir la información según el criterio del tiempo.Esta forma de organizar la información domina la referencia de hechos históricos, los procesos de elaboración o transformación de productos, etcétera.El orden cronológico se caracteriza por una serie de nexos que ayudan a reforzarlo: inicialmente, posteriormente, luego, finalmente, de inmediato, después, con posterioridad, con anterioridad, al principio, seguimiento, al final.Por otra parte, lleva el nombre de orden comparativo el procedimiento de relacionar la información según semejanzas y diferencias. Es una manifestación típica de todos los razonamientos de contraste.El orden comparativo se refuerza en el texto por medio de enlaces como los siguientes: por otra parte, más bien, contrariamente, a diferencia de, no obstante, sin embargo, en contraposición, en cambio, etcétera.Por otra parte, se llama causa-efecto una manera de ordenar un texto en el que se mencionan las razones y las consecuencias de una situación.El orden causa-efecto se evidencia, entre otros, por medio de los siguientes enlaces: por tanto, en consecuencia, debido a ello, por esto, como resultado de ello.El uso de enlaces en la redacción ayuda a ilustrar mejor las relaciones entre las ideas; no obstante, es necesario tratar con mesura este recurso para no recargar el texto.g. Recursos retóricosLa retórica es la técnica del bien decir, de dar al lenguaje eficacia para deleitar, persuadir o conmover.Se le asocia generalmente con la oratoria, por ser este arte pionero en la preocupación de utilizar todos los medios posibles para lograr su efecto persuasivo. El ensayo, por ser una forma de literatura en la que sobresale el afán de convencer, tiene a la retórica como uno de sus medios principales.Los recursos retóricos se clasifican dos grandes campos:Figuras de dicción y Figuras de significación. Las figuras de dicción, por adornar el texto en su nivel fónico o sea su sonido, tienen papel fundamental en la poesía. En cambio, las figuras de significación, que son las que permiten resaltar una idea, aunque desempeñan importante papel en los otros géneros literarios, poseen participación especial en el ensayo. A continuación se tratan algunas de estas figuras que pueden aplicarse en el ensayo.Sentencia. Es la exposición breve y enérgica de una enseñanza profunda.Gradación. Se colocan las ideas en forma ascendente o descendente.Paradoja. Reúne ideas al parecer contradictorias para poner más de relieve la profundidad del pensamiento.Antítesis. Contrapone unos pensamientos a otros, unas palabras a otras para que resalte más la idea principal.Interrogación. Expresa el efecto en forma de una pregunta cuya respuesta no se ignora.Hipérbole. Exagera una verdad para inculcarla con más fuerza.Prosopopeya. Da vida a los seres inanimados.En el ensayo las figuras retóricas deben usarse con mesura y plena justificación. Es necesario que estén al servicio de las ideas fundamentales que se quieren impulsar.h. Estilo del ensayoEl ensayo es un género moderno. Es por tanto un producto en el que se refleja el sentido práctico contemporáneo. En consecuencia, su lenguaje debe ser directo pero sin perder elegancia; su forma demanda sencillez aunque con cuidado de la rigurosidad; su contenido exige información precisa, pero rechaza el detallismo superficial.El ensayista dirá lo que tenga que decir y callará lo innecesario. Planeará meticulosamente su planteamiento y lo expresará en el mínimo de palabras posible.Le corresponderá garantizar su escrito contra la retórica innecesaria, la vaguedad, la repetición, la inconsistencia. Con ese fin debe planear, investigar, ejecutar y revisar su producto.

06. Organización

Un ensayo consta de tres partes fundamentales: introducción, nudo o cuerpo, y conclusión. a. IntroducciónLa introducción le indica al lector: el propósito del escritor, el acercamiento al tema y la organización que seguirá el ensayo. Vamos a ver cómo se logra algo tan aparentemente complejo.El primer paso de la introducción consiste en generar ideas pero ¡cuidado!: se trata de generar ideas sobre una pregunta concreta y no sobre un tema muy amplio. Por lo tanto, habrá que limitar el tema y enfocarlo, es decir, organizarlo de acuerdo con una cierta perspectiva y mediante una serie de preguntas que el escritor se hace a sí mismo.Al enfocar el tema es posible elaborar la tesis: una frase que consiste en la respuesta a una pregunta de enfoque. Ahora bien, para llamar la atención del lector esa tesis puede hacer uso de las siguientes estrategias:- Sorpresa: cuando manifiesta el hecho más notable o imprevisto del ensayo.- Confirmación: cuando se basa en la información que el lector ya conoce a fin de que le sea más fácil aceptar el resto de la argumentación.- Contradicción: cuando empieza con una idea común y aceptada por una mayoría, para seguidamente demostrar que es errónea y corregirla.- Suspenso: cuando se presentan los datos poco a poco dejando abierta la pregunta clave, tal vez planteándosela al lector.b. Nudo o cuerpoEn el nudo/cuerpo tiene lugar el desarrollo de los aspectos que se indicaron en la introducción. Por lo general, cada aspecto mencionado en la tesis ocupará un párrafo del ensayo. Ahora bien, la organización del nudo/cuerpo variará algo según se escoja una u otra estrategia de argumentación.Es una sección muy importante del ensayo pues demuestra la capacidad de organización y argumentación del escritor. Así pues, son cruciales en esta sección, el uso adecuado de transiciones y el buen manejo de la lógica.Existen diferentes estrategias de organización del nudo/cuerpo, con frecuencia, se utilizan varias de ellas en el mismo ensayo. El ensayo académico no suele hacer uso de la descripción ni de la narración sino de la exposición, es decir,

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incluye una declaración general (tesis) y la evidencia específica para apoyarla. Ahora bien, dependiendo del propósito, el escritor utilizará una u otra estrategia de argumentación:- El análisis. Consiste en la descripción de partes o componentes de una entidad. Es una técnica propia del estudio de la literatura. Así pues, el análisis de una novela incluiría los personajes, el argumento, el punto de vista y demás elementos que componen la novela.- Comparación y contraste. Sirve para señalar semejanzas y diferencias entre dos o más conjuntos o entidades.- Definición. Aclaración de un término o concepto que el lector puede desconocer. Los diferentes modos de definir incluyen: la situación de un concepto dentro de una clase, la ilustración por medio de ejemplos, el uso de sinónimos y la etimología.- Clasificación. Se parece mucho al análisis pero en vez de preguntarse por las partes de que se compone la totalidad se pregunta por las diferentes clases de la entidad. Por ejemplo, la novela picaresca se podría estudiar como una clase dentro de la novela en general en tanto que es un subgrupo o género.- La causa y el efecto. Examina un objeto o fenómeno y busca sus orígenes y consecuencias.c. La conclusiónLa conclusión es el último párrafo del ensayo y debe recoger (o recapitular) las ideas que se presentaron en la tesis, en la introducción.En la conclusión se invierte la fórmula de la introducción: se empieza con un breve resumen del ensayo y se termina con una frase bien pensada que llame la atención del lector sobre el punto clave del artículo. Esta última frase debe reflejar bien el enfoque del ensayo y a menudo servir para situar la idea central dentro de un contexto más amplio. 

07. Título

El título de un artículo es de especial importancia y debe ser cuidadosamente analizado por los autores o autoras de una publicación. Para resaltar esta importancia es conveniente analizar el hecho de que el título será leído por gran cantidad de personas, en especial a través de los índices internacionales impresos y electrónicos. De estos muchos lectores y lectoras, solo unas pocas personas leerán el artículo completo. 

Si un título está bien estructurado, mayor impacto tendrá en la comunidad científica y tecnológica porque más investigadores accederán al artículo.

 Se debe recordar también que la calidad de los servicios de los Indices Internacionales depende de la precisión y exactitud del título, ya que muchos de dichos servicios incluyen solo el título y los nombres de los autores de los artículos. 

Un buen título debe identificar el contenido, el tema y el propósito del artículo y debe orientar al lector y la búsqueda en bases de datos computarizadas. En el título se debe evitar usar términos que solo entienden los expertos, abreviaturas, citas a la literatura, fórmulas químicas, y nombres comerciales de insumos.

 Usualmente, los autores tienden a alargar los títulos, a veces en forma innecesaria. Las partes"sobrantes" de un título corresponden casi siempre a palabras que una vez eliminadas no reducen el contenido ni el alcance del título. Usualmente, muchas de dichas palabras aparecen al comienzo del título: “Investigación sobre ... “, “Observaciones sobre ...”, “Estudios sobre ...”.

08. Después de escribir

Una vez terminado el ensayo debe revisarlo. Tenga en cuenta que esta revisión consiste en dos pasos fundamentales:- En la primera revisión debe observar el contenido y la organización del ensayo, ver si comunica su propósito al lector y si hay cohesión entre las partes.- En la segunda revisión debe fijarse en los aspectos gramaticales. Entre ellos, prestará atención a los signos de puntuación, la acentuación, la concordancia entre género y número, la ortografía de las palabras que dude (este es el momento de usar el diccionario), y los aspectos de gramática, especialmente los que se hayan dado en clase hasta el momento de esa tarea y aquellos con los que suela tener dificultad.Una recomendación general que ayuda a mejorar la presentación de un artículo, y que puede inclinar la opinión de un buen evaluador, es pedir a un colega revisar la versión final del manuscrito. El autor que da forma final al manuscrito usualmente pasa por alto detalles que para otros pueden ser obvios.El impacto de un artículo y el prestigio de los autores pueden ser dañados si los experimentos, métodos o teorías no son reproducibles, y peor si al reproducirlos no se obtienen los resultados informados en el artículo

01. Concepto

Una ponencia es un informe o propuesta sobre un tema concreto que se somete a examen y resolución en un congreso, seminario o jornada especializada de una determinada rama de la ciencia.En un primer momento, la ponencia está destinada solo a colegas que comparten intereses y conocimientos sobre el área específica de la ciencia, y es por ello que su confección posee características especiales.A continuación presentamos algunas sugerencias que creemos serán útiles para la redacción de un artículo o ponencia.Ellas enumeran los principales puntos a incluir en la redacción de la introducción, las conclusiones y el capítulo donde se explicita la metodología. Respecto de este último punto, hemos seleccionado las propuestas metodológicas más utilizadas en ciencias sociales: estudios por encuesta, estudios de caso y análisis cualitativo de entrevista y observación. Cada uno de estos puntos contiene los elementos básicos a incluir en la redacción del capítulo/sección/anexo metodológico del artículo y la presentación del análisis en el marco de cada una de estas propuestas.

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Lo más importante: la ponencia debe cubrir, y no solo tocar tangencialmente, el o alguno de los temas específicos del congreso o de alguna de sus comisiones o paneles (no es la oportunidad para dar a conocer alguna teoría existencialista que podamos tener).

 En cuanto a su extensión, solo debe seguirse una simple regla (la mayoría de las veces obviada in/conscientemente): respetar el mínimo y máximo de páginas establecido por el reglamento emitido por la entidad organizadora, así como también cualquier otra propiedad de formato que se pudieran establecer.Un buen trabajo es aquel que sigue las pautas establecidas, que cumple las reglas. Si pensamos que el tema desbordará el límite establecido para su extensión, debemos acotar, estrechar todavía más su especificación (“El derecho de daños en Argentina” seguramente es un buen título para un libro, pero sin duda supera extensamente las posibilidades de la ponencia. En cambio, “El derecho de daños en la doctrina de la Corte Suprema. Evolución” define mucho más el objeto de nuestra temática).

Lo segundo más importante: respétese la fecha límite para la entrega de la ponencia. Quizá una ponencia se pueda entregar al día siguiente del cierre, o incluso horas antes de que inicie el congreso, pero ello no hablará muy bien de su responsabilidad como profesional.

 

02. Clases

Las ponencias pueden ser de tres tipos:a. Informes de estudios empíricosConsisten en informes de investigaciones originales y propias que reflejan el estado actual del proceso de investigación. Comprenden los siguientes apartados:- Introducción (desarrollo del problema y objetivos)- Método (descripción del método utilizado)- Resultados (exposición de resultados encontrados)- Discusión (interpretación de las implicaciones de los resultados)b. Trabajos teórico-especulativosConsisten en análisis críticos de materiales o trabajos publicados que organizan, integran y evalúan paradigmas conceptuales y enfoques teóricos relacionados con los ejes temáticos.Abarcan los siguientes aspectos:- Definición y clarificación del problema- Resumen de investigaciones previas para informar del proceso de investigación o estado de la cuestión.- Identificación de relaciones, contradicciones, brechas o inconsistencias sobre el tema en estudio.- Sugerencia acerca de los próximos pasos para resolver el problema.c. Trabajos descriptivosConstituyen una descripción sistemática de hechos y situaciones observadas, como procedimientos metodológicos, experiencias realizadas o casos alrededor de una idea, programas académicos o un problema específico.Comprenden los siguientes apartados:- Introducción (definición del objeto o problema en estudio)- Desarrollo (descripción sistemática del objeto o problema)- Conclusiones (impresiones finales acerca del objeto o problema)

03. Pautas básicas para la redacción

Una ponencia se debe comenzar con el objetivo o propósito de la ponencia, o hacerlo en el segundo párrafo a más tardar.Debe contener un resumen acerca de las orientaciones o enfoques desde los cuales se aborda el tema. A veces puede ser el campo disciplinar y otras una teoría específica.Es importante sintetizar los procedimientos utilizados para llevar a cabo el estudio. En la investigación científica puede describirse someramente la metodología.

Según el destino del trabajo, puede ser ubicado institucionalmente y señalar los principales antecedentes, y puede escribirse una breve referencia a la organización de la presentación del trabajo.

 La longitud de nuestra introducción depende de la extensión del trabajo. Si el total son veinte páginas, la introducción no puede tener más de dos.Algunas cuestiones a incluir en los primeros párrafos:- Una estadística o dato revelador.- Cuestionar algún supuesto o idea muy generalizada.- Relatar una escena o anécdota reveladora.- Transcribir un párrafo de un autor muy conocido.- Apelar a la atención de sus lectores (Ustedes se preguntarán...; La gente cada vez cuestiona más...).- Usar una analogía o comparación (La familia es un tapiz que con el paso del tiempo se valoriza...; Cuando constatamos que en veinte años de democracia algunos problemas sociales como la pobreza se han agudizado...).

a. Consejos útiles para la redacción de ponencias basados en encuestasLas ponencias basadas en encuestas debe tener secciones bien diferencias en las que se organice la información que se le brindará al lector:En el capítulo o sección metodológica se consignarán los siguientes datos:- Descripción de la población (o universo) y su ubicación espacio-temporal.

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- Especificación de las unidades que componen ese universo, los criterios de selección y el tipo de muestra utilizada (aleatoria, intencional, etc.).- Descripción del cuestionario, referencia a los pre-tests.- Cuestiones vinculadas a la medición si se usan escalas o tests situacionales o instrumentos de medición más complejos.- Modelo de análisis: consiste en las variables estudiadas y cómo se vinculan entre sí, se deduce del marco teórico.- Mención de las técnicas de análisis estadístico a utilizar.El resto de la ponencia contendrá el desarrollo del análisis de los datos de encuestas, y allí se deberá:- Establecer el núcleo/s del análisis y sus complementarios.- Separar en títulos o subtítulos los diversos ejes temáticos. Cada subtítulo o parte debe tener unidad en sí mismo, con la siguiente estructura: presentación, desarrollo del análisis (cuadros y gráficos), pequeño cierre del capítulo (reservar conclusiones más detalladas para el capítulo final).- Una vez escrito cada capítulo o parte, hacer referencias cruzadas entre ellos.- Hacer un resumen de las conclusiones que se infieren del análisis y buscar bibliografía de otros estudios similares. Repasar la que se había usado en el marco teórico e integrarla al análisis de los datos. Se puede comparar señalando similitudes y diferencias dentro de nuestros propios datos.- Cuando un punto o subtítulo es muy largo, subdividirlo a su vez con subtítulos de menor categoría. No dejar subtítulos con muy poco texto (ni tampoco con mucho).- Intercale gráficos y cuadros que sean de fácil lectura; deje las tablas más complejas por su tamaño y cantidad de información para un anexo. No describa celda por celda; encuentre una o dos frases descriptivas y señale el número de cuadro o gráfico. Destaque mencionando los números y los datos más reveladores.- Seleccione los cuadros y/o gráficos a intercalar. No apabulle al lector. Verifique que estén bien titulados y diagramados. Cuando reproduce o usa datos de otras fuentes, no se olvide de mencionarlo debajo del cuadro. Tenga en cuenta que, en general, las magnitudes y frecuencias (porcentajes, tablas, etc.) pueden figurar en un cuadro, gráfico de barras o circulares; las asociaciones pueden hacerlo en un cuadro o en un gráfico que muestra los puntos en un diagrama; y el cambio en el tiempo puede graficarse con curvas.- Siga un simple esquema de presentación de su análisis: i. descripción de lo que es, hay o hizo; ii. formulación de regularidades estadísticas, comparaciones, contrastes, diferencias; iii. interpretación de los contenidos históricos (es grande, es similar o diferente a..., es relevante, etc.); iv. inferencia de los contenidos o implicaciones teóricas.

b. Consejos útiles para la redacción de ponencias basados en estudios de casosSi la ponencia está basada en estudios de casos pueden seguirse las siguientes pautas:- Descripción en general de la metodología: mencionar los múltiples métodos utilizados y la coherencia entre ellos.- Descripción del/los casos, su naturaleza (personas, organizaciones, con rasgos específicos; ejemplo: migrantes) y su ubicación espacio-temporal.- Explicitación de los criterios de selección de los casos. Justificar por qué es válido su estudio y qué clase de situación o problema representa.- Definición de las razones para realizar un estudio de caso/s; que podrían ser: conocer en profundidad; dificultad o poca relevancia de un estudio por encuesta; existencia de situaciones especiales (una patota, personas internadas en un hospital psiquiátrico); describir una organización exitosa (una escuela); explorar un universo poco estudiado; evaluar en profundidad un programa social.- Descripción de la estrategia para acceder al caso; uso de informantes clave, dificultades y limitaciones.- Descripción de las diversas estrategias para recoger datos, o la clase de datos recogidos. Número de visitas, entrevistas (guía general), material documental, observaciones. A quiénes se entrevista además de aquel o aquellos directamente implicados en el caso estudiado.

c. Consejos útiles para la redacción de ponencias basadas en análisis cualitativo de entrevistas y observacionesEste tipo de ponencia generalmente comienza planteando cuestiones epistemológicas que encuadran al estudio en alguna corriente de pensamiento o escuela teórico-metodológica.Aquí podrían destacarse las diferencias con los enfoques cuantitativistas del mismo tema, a menos que se desee darle más espacio y tratarlo por separado.- Si se desea destacar la orientación teórico-metodológica de la investigación, se puede dedicar un párrafo. Estos temas se discuten en el plano de las diversas teorías que sustentan objetivos de investigación que se investigan con métodos apropiados (los que se suelen usar) a ellas.- Describir los métodos utilizados destacando al inicio el espacio-tiempo en que se llevó a cabo la investigación. Cada uno de los tipos de estudio destaca diferentes cuestiones. La mejor estrategia es realizar un esquema analítico usando como modelo un texto de metodología y, a continuación, contestar cada punto, uno a uno, con nuestro propio estudio. Tal vez sea necesario redactarlo de nuevo para darle una secuencia más fluida. Por ejemplo, si realizamos un estudio que requirió llevar a cabo entrevistas es necesario incluir: cómo se seleccionaron los casos a entrevistar (el procedimiento para la elaboración de la guía de entrevista, con algún detalle sobre ella), la descripción del trabajo de campo (los procedimientos utilizados para analizar los datos –cómo se los sistematiza, vínculos entre sí, tipologías–), qué limitaciones tiene el estudio. Por ejemplo: la memoria de sucesos pasados, el temor de la gente, el pudor. Sin embargo, también explicitar cuánto aporta el estudio a esa comprensión. A veces se pueden poner estos temas al inicio en la introducción y retomarlos en profundidad en las conclusiones.- En cuanto al contenido del análisis de entrevistas la variedad de enfoques teóricos y estrategias metodológicas de la investigación cualitativa es muy grande.La mejor manera de abordar la presentación de los datos es dividir los ejes temáticos en conjuntos con una cierta unidad (como hacemos con los datos que provienen de encuestas). Por unidad queremos decir que el contenido del subtítulo trata un tema, una cuestión y sus nexos con otras cuestiones, pero no es una sopa de temas.- En artículos y ponencias las diversas secciones y puntos tienen que seguir una línea argumental que puede no ser totalmente secuencial, pero tal que finalmente, con el agregado de nexos, se pueda ver el hilo conductor.- El análisis temático es una estrategia de análisis ampliamente utilizada en diseños cualitativos. El mismo consiste en analizar cada una de las entrevistas como un todo, realizando una codificación de los contenidos de las mismas.- En la incorporación al texto de transcripciones de testimonios, discursos, respuestas a entrevistas individuales o grupales, se pueden usar varias estrategias. Aquellos trabajos basados en el análisis temático de datos deben: a) individualizar la ubicación del párrafo o palabras transcriptas con un número, la página, el discurso o la entrevista; b) no incorporar transcripciones muy largas. Acortarlas intercalando párrafos aclaratorios, los cuales van en letra común,

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mientras las transcripciones generalmente van en bastardilla, y c) incluir conclusiones del investigador, inferir constantes, sistematicidad, significados que emergen del propio análisis. Estos emergentes tienen contenido conceptual. Aquí se vuelve a la bibliografía teórica e incluso se la amplía sobre los temas nuevos que aparecieron en los datos.

04. Conclusiones

La conclusión de nuestra ponencia debe comenzar con un resumen de las principales conclusiones de los diversos puntos o capítulos y rescatar el núcleo principal del estudio.

Debemos hilvanar las conexiones entre las diversas partes (o las más importantes) para mostrar la existencia de un hilo conductor a lo largo del escrito.

 En los trabajos más académicos conviene destacar cuál es la contribución del estudio a refinar/especificar/ampliar la/s teorías utilizadas a lo largo del análisis.En algunas ocasiones corresponde señalar la contribución al conocimiento de esa realidad o comunidad, país, conjunto humano.Si se desea, se puede reflexionar sobre todo el proceso de investigación y de uno/a mismo/a en ese contexto. Se pueden sugerir también nuevas líneas de investigación.

05. Requisitos de presentación

Para que un trabajo sea considerado elegible por la comisión a cargo deberá cumplir con los requerimientos de fondo (temática) y forma (extensión y formato) que el reglamento establezca. Si alguna de las pautas dadas resulta confusa o inédita, consulte con la organización todas las dudas que puedan presentarse (muchas veces una mala redacción o una coma mal puesta puede generar que se dedique mucho tiempo a la confección de un trabajo que ignore las características que tomará en cuenta por el comité evaluador, y pueden incluso desestimarlo).

Respétense los detalles formales, especialmente la extensión del trabajo, los márgenes, el interlineado, el tipo y tamaño de la letra.

 El trabajo debe garantizar la calidad del estilo y lenguaje. Normalmente cada trabajo será valorado por la comisión con base en los criterios de rigurosidad científica y académica, aportes al conocimiento, estructura y coherencia del texto y estilo y lenguaje.El trabajo debe presentarse antes de la fecha límite establecida para su recepción, y debe ser la versión definitiva. Las fechas límites son siempre establecidas por una buena razón, y si el congreso publicará un libro de ponencias que se entregarán durante las jornadas, o si conformará el material digitalmente para entregarlo allí, o si un pequeño comité evaluador debe revisar decenas de trabajos, el suyo puede quedar afuera.