Manuel Belgrano: su influencia, preocupación y ocupación por la Educación en Argentina

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~ Sin que se ilustren los habitantes de un país, o lo que es lo mismo, sin enseñanza, nada podríamos adelantar. En 1796, Belgrano hacía ya dos años que era Secretario del Consulado de Comercio, en el cual citó sus primeras memorias en relación a los tipos de centros educativos que se adecuaban al contexto histórico en el que se hallaban: Una Escuela de Comercio La Escuela de Náutica (creada en 1799) La Academia de Geometría y Dibujo (creada en 1799) Escuelas agrícolas Escuelas de hilanzas de lana y de algodón Enseñanza primaria, gratuita y obligatoria en todo el reino Escuelas para mujeres Dicha memoria fue fundamentada de la siguiente manera:

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~ Sin que se ilustren los habitantes de un país, o lo que es lo mismo, sin enseñanza, nada

podríamos adelantar.

En 1796, Belgrano hacía ya dos años que era Secretario del Consulado de Comercio, en el cual citó sus primeras memorias en relación a los tipos de centros educativos que se adecuaban al contexto histórico en el que se hallaban:

Una Escuela de Comercio

La Escuela de Náutica (creada en 1799)

La Academia de Geometría y Dibujo (creada en 1799)

Escuelas agrícolas

Escuelas de hilanzas de lana y de algodón

Enseñanza primaria, gratuita y obligatoria en todo el reino

Escuelas para mujeres

Dicha memoria fue fundamentada de la siguiente manera:

“Una de las causas a que atribuyo el poco producto de las tierras y el ningún adelantamiento del labrador (...) [es] porque no se mira a la agricultura como un arte que tenga necesidad de estudio, de reflexiones o de reglas.

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No se crea que es ajeno al ministerio eclesiástico el instruir y comunicar las luces sobre el cultivo de las tierras, artes, comercio, etc., pues el mejor medio de socorrer la mendicidad y miseria es prevenirla y atenderla en su origen.

¿Cómo, pues, la pondremos [a la industria] en este estado [de riqueza]? Con unos buenos principios (...) Los buenos principios los adquirirá el artista en una escuela de dibujo que, sin duda, es el alma de las artes.

A estas infelices gentes (por los pobres) que, acostumbradas a vivir en la ociosidad, como llevo expuesto, desde niños, les es muy penoso el trabajo en la edad adulta y [son] o resultan unos salteadores o mendigos; estados seguramente deplorables, que podían cortarse si se les diese auxilio desde la infancia, proporcionándoles una regular educación, que es el principio de donde resultan ya lo bienes ya los males de la sociedad.

Uno de los principales medios que deben aceptar a este fin, son las escuelas gratuitas, donde pudiesen los infelices, [es decir, los pobres] mandar a sus hijos sin tener que pagar cosa alguna por su instrucción: allí se les podría dictar buenas máximas e inspirarles amor al trabajo, pues un pueblo donde no reine éste, decae el comercio y toma lugar la miseria; las artes que producen abundancia que las multiplica después en recompensa, decaen; y todo, en una palabra, desaparece, cuando se abandona la industria, porque se cree no es de utilidad alguna.

Igualmente se deben poner escuelas gratuitas para las niñas, donde se les enseñase doctrina cristiana, a leer, escribir, coser, bordar, etc., y principalmente, inspirándoles amor al trabajo, para separarlas de la ociosidad.

La ciencia del comercio no se reduce a comprar por diez y vender por veinte, sus principios son más dignos. (...) Sea el primero [de los medios de fomento del comercio], una escuela titulada de comercio.

Es forzoso se ponga igualmente, como medio de la protección del comercio, una escuela de náutica, sin cuyos principios nadie pudiese ser patrón de lancha en este río. (...) La utilidad

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y ventaja que proporcionará este establecimiento, aun para los que no quieren seguir la carrera de la navegación, no será bien ponderada jamás, ni yo puedo hacerla ver claramente.”

Las siguientes memorias están relacionadas a por qué fomentar la educación técnica de la época:

16 de junio de 1800. "Utilidad, necesidad y medios de erigir un Aula de Comercio en general, donde se 

enseñe metódicamente y por Maestría, la ciencia del Comercio en todos sus ramos". Hasta la fecha, esta 

memoria no ha podido ser hallada.

14 de junio de 1802. "Establecimiento de fábricas de curtiembre". Ya hemos visto que en esta memoria 

la clave estaba en traer de Europa a maestros curtidores, o en enviar seis estudiantes a capacitarse en 

dicho oficio.

16 de junio de 1806. "Fomento de la Agricultura en Establecimientos de Sociedad y Escuelas de su 

enseñanza". En esta memoria, que ha llegado a nuestros días, Belgrano hacía una defensa de la 

enseñanza de las Matemáticas en todos los ramos del saber, mostrando su relación con la del progreso 

de las maquinarias y ligando el de la agricultura al de éstas.

En su memoria consular de 1802 decía que “sin enseñanza no hay adelantamientos y he clamado siempre por la escuela (...) como medios para la prosperidad del Estado, pero sus fondos adictos a una deuda contraída por este comercio en beneficio del erario, no han prestado margen para que pudiese disponer de ellos.”