Marcelo Díaz - Laspada

22
LASPADA | Marcelo Díaz Goles Rosas Colección suplementario

description

Hace ya dos décadas, Marcelo Díaz formó parte del grupo Poetas Mateístas, que llegó a sacar una antología (Antología Puesta al sol, 1990), pero también se dedicaba a grafitear la ciudad o a cubrir paredones, tal como lo hicieron con la revista mural Cornucopia. En 1998 sacó su primer libro de poemas, "Berreta" (Libros de Tierra Firme). Allí, Díaz comienza a intervenir claramente sobre los relatos y los objetos de la "cultura popular". Hace poco él mismo me decía: "Lo berreta es lo mismo que los nuevos ricos veneran como objetos kitsch, pero comprado en un todo x 2 $". Entendido: lo berreta tiene que ver con la pobreza también, con los márgenes del mercado, con lo que ya no tiene aura. Lo berreta no es un objeto de culto, porque los poemas de Díaz parecieran decir que no es lo mismo posar de kitsch que de grasa. Una cosa (diría Díaz) es coleccionar pequeños fetiches almodovarianos y otra haber nacido rodeado de ellos. Porque lo berreta tiene que ver con una identidad y con una historia.

Transcript of Marcelo Díaz - Laspada

LASPADA | Marcelo Díaz

Goles Rosas Colección suplementario

2

LASPADA | Marcelo Díaz

3

Primera edición: El Calamar, Bahía Blanca, 2004

4

Prólogo o precalentamiento Estos poemas empezaron a tomar forma alrededor de mayo de

2003. Por ese entonces la hinchada de Olimpo colgaba un par

de banderas que llamaban la atención; una que decía BIELSA,

LASPADA TAMBIÉN ES ARGENTINO, y otra que invitaba EL

18 VOTE LASPADA PRESIDENTE. Aclaro: no simpatizo

particularmente con Olimpo, es más, su sola mención me

produce una leve urticaria; de modo que decidí adoptar una

prescindente curiosidad científica respecto al tema. Me hice

varias preguntas, si bien todas podían concentrarse en una

sola, la que representaba el enigma mayor: ¿por qué la

hinchada aurinegra consagraba como ídolo a ese pelado

gigantesco, medio robótico, no precisamente dotado para el

jogo bonito?

Una tarde le hice un somero planteo de mis dudas a un amigo

simpatizante de Olimpo; le expuse, intentando ser sutil pero

claro, que Laspada era medio matungo, que pelota que

agarraba la ponía en órbita, que no era precisamente dúctil en

el trato del balón, y que qué papel pretendían hacer en primera

con jugadores así. Mi amigo, visiblemente ofendido, me

devolvió la pregunta con fervor fundamentalista: "¿Y qué

querés que haga, jueguito en el área? El pelado cuando la

tiene que reventar, la revienta, cuando tiene que bajar a

alguien, lo baja; y punto." Y punto. Say no more. La retaguardia

es así. Cuando te cascotean el rancho hay que reventarla a

donde sea. Laspada era de pronto una especie de Leónidas

5

espartano-bahiense que se bancaba solo una lluvia mortal de

pelotas envenenadas sobre el área y las iba despachando con

violencia a todos los rincones del universo. Al final del partido

me lo imaginaba encarando a la hinchada rival, esa que vivaba

jugadores valuados en cientos de miles de dólares, con las dos

manos aferradas a sus contenedores naturales de reserva

anímica, gritándoles ¡LAS TERMÓPILAS!

Ni jogo bonito, ni magia, ni fútbol galáctico: épica. Laspada

tenía estatura épica.

Me fascinó el hecho de que una multitud ya no con hambre de

gloria sino trepada a la esperanza más realista de no perder,

que hacía un culto del aguante, adoptara como símbolo a

alguien como Laspada cuyo mayor mérito era sudar, sudar,

sudar y no bajar nunca los brazos. "Ya terminó el partido y el

tipo sigue corriendo", me dicen con admiración. Entonces

escribí estos poemas.

Marcelo Díaz

Bahía Blanca, Febrero 2004

6

Sabemos en que año llegaremos a la luna, pero ignoramos cuándo, de

qué manera, hecho por quién, con cuál

de las dos piernas y en cuál de los arcos se convertirá el gol del partido

de fútbol anunciado para hoy.

Dante Panzeri

Todo lo que sé sobre la moral y las

obligaciones de los hombres se lo debo

al fútbol.

Albert Camus

8

LASPADA WAR MACHINE

El Pelado Laspada es como un tanque

de guerra cuando irrumpe

en el área rival, como un tanque

inmóvil inflamable si a lo lejos

ve venir un atacante, como un manso

tanque australiano una vez

concluido el cotejo, cuando el sol

refracta en su pelada y hace

un arco iris por cada

gota

de sudor.

9

EL PRIMER TRABAJADOR

El Pelado Laspada es el abanderado

de los jugadores humildes;

día tras día,

semana tras semana,

mes tras mes y los noventa

minutos completos que dura el cotejo,

el Pelado Laspada roe con tenacidad

el hueso de su torpeza:

marca / rasca / muerde / traba /

se pela el ukelele contra el verde,

la suda y con un shot

ajustado y potente envía

el esférico a Puerto Belgrano,

donde los marines del Almirante Rojas

lo ven venir en llamas y creen

que se trata de un ataque terrorista

de la izquierda apátrida y peronista argentina.

10

DIGRESIÓN FUNDAMENTALISTA Vicente Federico Massot piensa

que todas las izquierdas son

apátridas y subversivas,

debido al consumo excesivo de drogas,

una educación libertina y tendenciosa

sin rigor ni disciplina,

y la adhesión a sectas

y cultos satánicos; pero más que nada piensa

que la izquierda peronista argentina

es más apátrida y subversiva

que ninguna, porque es bien nuestra

como el churrasco, el mate y

el dulce de leche, y no nos olvidemos

del tango ¡qué carajo! ¡Viva la Patria!

Entonemos con respeto las estrofas

del Himno Nacional Argentino:

Oíd, mortales...

11

SIMILITUD & DIFERENCIA El Pelado Laspada no es

pequeño, peludo y suave.

12

FÁBULA ORIENTAL El Pelado Laspada sueña que es Maradona

y cuando despierta no sabe

si es el Pelado Laspada soñando ser Maradona

o si es Maradona que flashea

ser el Pelado Laspada.

13

CINCO POR UNO NO VA A QUEDAR NINGUNO El Pelado Laspada bajó cinco

monos del tinglado ferroviario

con certeros despejes del área.

Cinco: dos de Loma Paraguaya,

uno del Noroeste, dos más

del Barrio Gris, de los que se trepan

a los galpones del ferrocarril

Bahía Blanca Noroeste

para ver el partido sin pagar

y ahí hacen equilibrio

y cuando pueden

festejan.

Cinco se vió caer desde el tinglado,

aunque se duda si atribuir

los caídos a Laspada, o qué.

Cuatro, seguro, pero el quinto

hay quien dice se cae solo

después del gol, en el éxtasis

supremo del festejo y al parecer,

también, bajo el devastador efecto

de un tinto berreta.

El score entonces queda así:

Pelado Laspada ------------------------ 4

14

Termidor Tinto Tetra Brick ----------- 1

GAME OVER

Hasta la victoria siempre.

15

LASPADA MIRA FÚTBOL EUROPEO POR ESPN Y SOSPECHA QUE EL ESPECTÁCULO ES LA AFIRMACIÓN DE LA APARIENCIA Indumentaria deportiva en poliamida aireada,

de colores vivos, diseñada por un grupo selecto

de jóvenes estetas atentos a las últimas

tendencias de la moda, y según líneas

trazadas tras sesiones y sesiones y sesiones

de cálculo y planificación por los equipos

de marketing de las empresas multinacionales

del deporte, que pretenden hacer del jugador

no un trabajador de la pelota, sino un héroe

dotado del brillo satinado de los comics,

un mutante con superpoderes, un personaje

de video juego, ninja de Nintendo, caballero

medieval intergaláctico, alguien

que ni transpira, y si lo hace es con gotas

de sudor redondas , cristalinas y simétricas,

según observa el ojo milimétrico de Laspada,

habituado a calcular con precisión

la trayectoria del esférico, o en su defecto

a ubicar con rapidez el tobillo del rival;

según observa en los vertiginosos spots publicitarios

de Nike en ESPN, en los que megaestrellas

como el tibio Zidane, el brazuca cagón

Roberto Carlos, el reconchetísimo Bekham, y demás

16

garcas de la élite europea, reflexiona

el analítico Laspada, saltan

como monos enjaulados, saltan

para un costado, saltan para atrás,

saltan para adelante, le pegan

con el canto de la oreja izquierda, le dan

de refilón con una ceja

a medio levantar, la llevan

con la nariz como si fueran focas,

hacen piruetas que ni en pedo

harían en un partido, con el único objetivo

de halagar, captar, e inducir al derroche

a un público anestesiado por el confort,

que si bien, concede Laspada,

tiene toda la guita, de fútbol,

lo que se dice fútbol, verdaderamente

fútbol, no entiende

un carajo

ni le importa.

17

LASPADA SE QUIEBRA PERO NO SE DOBLA La hinchada cuelga un trapo

que reclama:

BIELSA, LASPADA

TAMBIEN ES ARGENTINO

y al rato otro trapo

que propone:

EL 18 VOTE

LASPADA PRESIDENTE

Ahora que Laspada, héroe caído,

reposa en cama, encanulado

al suero de la resignación,

la hinchada es un jardín

de flores mustias,

la sombra del descenso

cruza su frente pálida,

y no hay ni un viento

de banderas que la agite,

no more heroes in this world;

“ cagamos “ dice uno en voz muy baja

y el resto asiente silencioso, sin llegar

a mesarse los cabellos, con leves

18

temblequeos de mentón.

19

LAS PALABRAS DE LA TRIBU

En la noticia deportiva

la maquinaria editorial

de la prensa fascista

marca el uso correcto de la lengua:

donde el héroe de las canchas

declara que “pusimos huevos”

el cronista suprime: “pusimos h...”

y glosa, eleva: “con enjundia”,

“con coraje impar”, “con el empeño

que reclamaba la parcialidad”.

Conmovedora resulta entonces

la imagen de esos gentlemen

que a su equipo de tal modo exhortan:

“pongan empeño que hoy sin duda

ha de ser nuestra la victoria”.

El procedimiento exhibe

una política de la escritura

que en el caso del periódico fascista

es una política de estado:

supresión del elemento indeseado

y su reemplazo por piezas funcionales

a la normativa vigente

según criterios irreductos

de elevación y embellecimiento;

así, el periodista deportivo devenido

arbiter linguorum, sumo sacerdote

20

de la escritura sanitaria,

sacrifica ante el altar de la pureza

los huevos del zaguero

y acompaña el ritual con un puñado

de vaguedades altisonantes

a manera de oración.

21

Hace ya dos décadas, Marcelo Díaz formó parte del grupo Poetas Mateístas, que llegó a sacar una antología (Antología Puesta al sol, 1990), pero también se dedicaba a grafitear la ciudad o a cubrir paredones, tal como lo hicieron con la revista mural Cornucopia. En 1998 sacó su primer libro de poemas, "Berreta" (Libros de Tierra Firme). Allí, Díaz comienza a intervenir claramente sobre los relatos y los objetos de la "cultura popular". Hace poco él mismo me decía: "Lo berreta es lo mismo que los nuevos ricos veneran como objetos kitsch, pero comprado en un todo x 2 $". Entendido: lo berreta tiene que ver con la pobreza también, con los márgenes del mercado, con lo que ya no tiene aura. Lo berreta no es un objeto de culto, porque los poemas de Díaz parecieran decir que no es lo mismo posar de kitsch que de grasa. Una cosa (diría Díaz) es coleccionar pequeños fetiches almodovarianos y otra haber nacido rodeado de ellos. Porque lo berreta tiene que ver con una identidad y con una historia. El que habla en los poemas de Díaz no defiende "lo berreta" como estética. Marca su presencia y lo reinstala. Por eso el gesto es político, como en "Diesel 6002" (VOX, 2001) que convierte la crónica policial en una historia de amor escrita bajo la presión dramática del barroco. Que sitúa la demencia amorosa de una loca escapada del Moyano en el lugar que ya le ha dado la literatura, el de los grandes relatos sociales y políticos, e incluso de clase.

ANA PORRÚA

Goles Rosas pirateado en mdp