Mariano Nava Contreras

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MARIANO NAVA CONTRERAS | EL UNIVERSAL viernes 13 de febrero de 2015 12:00 AM La relación entre los viajes y el conocimiento está atestiguada en los inicios mismos de nuestra literatura. La Odisea, el poema que canta las aventuras de ese héroe tan moderno que es Odiseo, comienza así: "Dime, Musa, de aquel hombre ingenioso que tanto anduvo errante después de tomar el sagrado recinto de Troya. Muchas fueron las ciudades que vio y conoció el pensamiento de sus hombres, y muchas las penas que sufrió vagando por el mar". Tal vez el viejo Homero al componer estos versos pensaba un poco en sí mismo, pues los rapsodas eran una especie de trovadores nómadas que iban de ciudad en ciudad cantando sus poemas, pero también conociendo y viviendo para después volcar sus experiencias en nuevos poemas. Sin embargo, viajar y aprender no era solo cosa de poetas. Hasta nosotros han llegado las noticias de los viajes de Pitágoras al sur de Italia, así como de las andanzas de otros filósofos como Tales de Mileto o Epicuro, y sabemos que el historiador Heródoto conoció Egipto y el Asia menor, recopilando material para sus historias. Solón, uno de los Siete Sabios, viajó por el mundo antiguo conociendo sus ciudades y sus formas políticas antes de dar a Atenas su famosa Constitución. También dicen que Platón estuvo en Egipto formándose con sus sabios maestros, pero lo que sí es seguro es que fue dos veces a Sicilia para tratar de implantar las ideas de su ya famosa República. Por su parte Aristóteles, que había nacido en un pueblito de Macedonia, estuvo en Atenas por veinte años estudiando en la Academia de Platón junto a decenas de discípulos venidos de toda Grecia. También la célebre Biblioteca de Alejandría atrajo durante

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viajar y aprender no era solo cosa de poetas.

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MARIANO NAVA CONTRERAS|EL UNIVERSALviernes 13 de febrero de 201512:00 AMLa relacin entre los viajes y el conocimiento est atestiguada en los inicios mismos de nuestra literatura. LaOdisea, el poema que canta las aventuras de ese hroe tan moderno que es Odiseo, comienza as: "Dime, Musa, de aquel hombre ingenioso que tanto anduvo errante despus de tomar el sagrado recinto de Troya. Muchas fueron las ciudades que vio y conoci el pensamiento de sus hombres, y muchas las penas que sufri vagando por el mar". Tal vez el viejo Homero al componer estos versos pensaba un poco en s mismo, pues los rapsodas eran una especie de trovadores nmadas que iban de ciudad en ciudad cantando sus poemas, pero tambin conociendo y viviendo para despus volcar sus experiencias en nuevos poemas.

Sin embargo, viajar y aprender no era solo cosa de poetas. Hasta nosotros han llegado las noticias de los viajes de Pitgoras al sur de Italia, as como de las andanzas de otros filsofos como Tales de Mileto o Epicuro, y sabemos que el historiador Herdoto conoci Egipto y el Asia menor, recopilando material para sus historias. Soln, uno de los Siete Sabios, viaj por el mundo antiguo conociendo sus ciudades y sus formas polticas antes de dar a Atenas su famosa Constitucin. Tambin dicen que Platn estuvo en Egipto formndose con sus sabios maestros, pero lo que s es seguro es que fue dos veces a Sicilia para tratar de implantar las ideas de su ya famosaRepblica. Por su parte Aristteles, que haba nacido en un pueblito de Macedonia, estuvo en Atenas por veinte aos estudiando en la Academia de Platn junto a decenas de discpulos venidos de toda Grecia. Tambin la clebre Biblioteca de Alejandra atrajo durante siglos a jvenes estudiosos de todo el Mediterrneo. Ms tarde, entre los romanos, el hbito de viajar a Atenas a formarse era frecuente. Cicern, que estudi en Roma con los mejores abogados y oradores, march a los veintisiete aos a completar sus estudios en Atenas y Rodas. Plutarco, nacido en Beocia, y Horacio, que naci al sur de Italia, estudiaron tambin en Atenas. Se sabe que Sneca, que naci en Crdoba, se form en Roma y Alejandra, como Virgilio, que naci en un pueblito de Lombarda, y tambin Ovidio, oriundo de Abruzzo. Es as que los viajes son una especie de constante en la vida de estos sabios que parten en busca no solo de conocimientos y de informacin, sino de nuevas experiencias, de crecimiento personal. Y sin intercambio de saberes, lo sabemos, son imposibles el progreso y la civilizacin.

El caso de Venezuela no es excepcin sino todo lo contrario. Nuestro pas ha sido desde siempre un lugar abierto a los conocimientos venidos de otras partes del mundo, y muchos de nuestros literatos, humanistas y cientficos ms grandes han viajado a estudiar para despus volver y aplicar lo aprendido. Nuestro mayor humanista, Andrs Bello, parti de Caracas con una slida formacin, pero no escribi sus obras ms importantes sino despus de muchos aos de estudio en la British Library de Londres. Lo mismo diremos de otros como Simn Rodrguez, notable andariego; Manuel Daz Rodrguez, que vivi en Pars y Viena, o Teresa de la Parra, que pas su juventud en Valencia de Espaa y despus vivi en Pars. Otros grandes nombres de nuestras letras, como Mariano Picn Salas, que estudi en Chile; Jos Rafael Pocaterra, que vivi en Nueva York y Montreal; Arturo Uslar Pietri, que vivi en Pars, o Francisco Herrera Luque, que estudi en Salamanca, confirman lo dicho. El mismo Bolvar estuvo dos veces en Europa, la primera de las cuales fue mandado a estudiar. Sin embargo, el viajero venezolano ms ilustre, aquel que vio y conoci, como en los versos de laOdisea, las ciudades y el pensamiento de los principales hombres de su poca, fue Francisco de Miranda. En su increble periplo por Amrica, Europa y frica que dur 39 aos, Miranda supo acumular las experiencias y los conocimientos necesarios antes de iniciar su empresa americana.

A finales del siglo XX venezolano esta tradicin se convirti en poltica de Estado, y nuestro pas lleg a encabezar las estadsticas en nmero de doctores y posgraduados en el continente, para envidia de Latinoamrica. Sin embargo, esta tendencia prcticamente desapareci en los ltimos aos, y hoy en da estudiar en el extranjero resulta prcticamente imposible para un venezolano. Tal vez producto de un prejuicio surgido del tabaratismo mayamero de los 70's y los 80's, hoy en da en Venezuela se considera que todo aquel que va a viajar al exterior lo hace exclusivamente por razones de placer. Es decir, que ni el Gobierno ni la sociedad contemplan la posibilidad de que alguien quiera instruirse afuera, ni mucho menos quiera volver en las actuales circunstancias a aplicar los conocimientos adquiridos. La relacin, pues, entre los viajes y el conocimiento est hoy negada para los venezolanos, y con ella toda esperanza de superar el aislamiento y el atraso.

@MarianoNava