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Treintaycincopretendientes.Unaprincesa.UnanuevaSelecciónhacomenzado.
LaprincesaEadlynha crecido escuchando interminables anécdotas sobre cómo se conocieron suspadres.Haceveinteaños,AmericaSingerentróenlaSelecciónyconquistóelcorazóndelpríncipeMaxon,yvivieronfelicesparasiempre.Eadlyncreequeestahistoriaesdemasiadoromántica,ynotieneningúninterésentratarderepetirla.Sifueraporella,nosecasaríanunca.Perolavidadeunaprincesanoesenteramentesuya,yEadlynnopuedeescapardesupropiaSelección,sinimportarcuánfervientementeseopongaysabiendoqueestanoserácomoelapasionadocuentodehadasquevivieronsuspadres…Empezará la competición,yEadlyndescubriráquealcanzar la felicidadnoes tan imposiblecomoellapensaba.
KieraCass
LaHerederaLaSelección-4
ePubr1.0Titivi l lus 11.06.15
Títulooriginal:TheHeirKieraCass,2015Traducción:MaríaAnguloFernández
Editordigital:TitivillusePubbaser1.2
AJimyJennieCass,porunmontónderazones,
perosobretodoporcrearCallaway.
Capítulo1
Noeracapazdeaguantarlarespiracióndurantesieteminutosseguidos.Dehecho,nopodíallegarniauno.Enciertaocasión,tratédecorrerunkilómetroymedioensieteminutos,despuésdeenterarmedequealgunosatletaslohacíanencuatro,peroamediocaminountremendopinchazoenelabdomenmeparalizóy,porsupuesto,noalcancémiobjetivo.
Sin embargo, sí hubo algo que conseguí hacer en siete minutos y que muchos tildarían deimpresionante:meconvertíenreina.
En siete insignificantesminutos, vencí ami hermanoAhren, que acababade nacer, así que eltronoquesupuestamente ibaaocuparél fuemío.Dehabernacidounageneraciónantes,nohabríaimportado.Ahreneraelvarónysoloporesodeberíahabersidoelheredero.
Mamáypapásenegabanaaceptarqueasuprimervástagoseledespojaradeuntítuloporculpadeundesafortunadoperoalavezhermosopardepechos.Yesefueelmotivoporelquecambiaronlaley.Elpueblolocelebróportodoloalto,yyo,pocoapoco,fuiformándomeparaserlapróximasoberanadeIlléa.
Sinembargo,nadieentendíaquesusintentosparahacerquemividafueramásjustaeran,enmiopinión,muyinjustos.
Intentabanoquejarmedemasiadoporque,enelfondo,sabíaqueeraunaafortunada.Perohabíadías,avecesinclusomeses,enquesentíaqueelpesoconelquecargabaerademasiadoparaunasolapersona.
Echéunaojeadaalperiódicoyleíquesehabíaproducidootrodisturbio,estavezenZuni.Veinteañosatrás,elmismodíaenquepapáfueproclamadorey,tomóunadecisión:disolverlascastas.Yconello,elviejosistemasocialfuedesapareciendodeformagradual.Todavíameseguíapareciendodisparatadoquehubieraexistidounaépocaenquelagentevivierasegúnesasetiquetastanrestrictivasyarbitrarias.MamáeraunaCinco;papá,unUno.Mecostabacreerlo,yaqueapenashabíaindiciosevidentesdetalesdivisiones.¿CómosesuponíaquesabríasiestabacaminandojuntoaunSeisoalladodeunTres?¿Yquéimportanciatenía?
Cuandopapádecretólaeliminacióndelascastas,loshabitantesdetodoslosrinconesdelpaíssemostrarondeacuerdo.
MipadrealbergabalaesperanzadequeloscambiosqueentonceshabíaintroducidoenIlléasenotaríanpasadaunageneración,esdecir,ahora.
Pero,adecirverdad,esonoestabaocurriendo,yesenuevoproblemaeratansolounamuestradelmalestarylainquietuddenuestrapoblación.
—Café,alteza—anuncióNeena,ydejólatazasobrelamesa.—Gracias.Puedesllevartelosplatos.Decidí leer el artículo de principio a fin. En esta ocasión habían incendiado un restaurante
porqueelpropietariosehabíanegadoaascenderaunodesusempleados.Pretendíanquenombrarachefauncamarero.Eltrabajadoraseguróquesujefelehabíaprometidoelascenso,peroestejamás
cumplióconsupalabra.Yelcamareroestabaconvencidodequetodoeraporsupasadofamiliar.Trasmirar la fotografíadel restaurante carbonizado, lo cierto eraqueno sabía enquébando
posicionarme.Elpropietarioteníatodoelderechoaascenderoadespediraquienquisiera,peroeltrabajadortambiénteníaderechoaquenoleconsiderarancomoalgoque,entérminostécnicos,yanoexistía.
Cerréelperiódico,lodejéaunladoycogílatazadecafé.Apapáleibaaafectarmuchísimo.Seguroque a estas alturas ya le estabadandovueltas al asunto, tratandode encontrar unmododecompensar a los afectados.Elproblema radicaba enque, aunque solucionáramosunproblema,nodisponíamos de las armas necesarias para frenar todos los casos de discriminación por casta.Realizar un seguimiento exhaustivo de cada caso era demasiado complicado, ya que sucedían conmásfrecuenciadelodeseado.
Meacabéelcaféyabríelarmariodeparenpar.Yaibasiendohoradeempezareldía.—Neena—llamé—,¿sabesdóndeestáelvestidodecolorciruela?¿Elquetieneunfajín?Entornólosojosconungestodeconcentraciónyseacercóparaecharmeunamano.Neena era relativamente nueva en palacio. Tan solo llevaba seis meses trabajando para mí,
despuésdequemiúltimadoncellacayeraenferma.Apesardequesehabíarecuperado,lociertoeraqueNeenasiempreseadelantabaamisnecesidadesymeresultabamuyagradabletenerlacerca,asíquedecidímantenerlaconmigo.Tambiénlaadmirabaporqueteníamuybuenojoparalamoda.
Neenasequedóobservandomiinmensovestidor.—Quizádeberíamosreorganizarlaropa.—Sitienestiempo,adelante.Noesunproyectoquedespiertemiinterés.—Claro,porquesoyyoquienseleccionoycolocotodasuropa—bromeó.—¡Hasdadoenelclavo!Setomabamihumorconfilosofía,yesomegustaba.Sepusoarebuscarentre la infinidadde
vestidosypantalonesqueabarrotabanelarmario.—Megustacómotehaspeinadohoy—observé.—Gracias.Todaslasdoncellasllevabangorro,pero,aunasí,Neenaselasarreglabaparasercreativacon
sus peinados. A veces lucía una cabellera rizada envidiable y otras se recogía todo el pelo en unmoño precioso. Ese día se había hecho unas trenzas que después había enrollado alrededor de lacabeza.Mefascinabaquesiempreencontraraunamaneradedarleuntoquepersonalasuuniforme.
—¡Ah!Aquíestá.Neenasacóelvestido,con lafaldahasta la rodilla,ymelomostró.Parasersincera,elcolor
resaltabasutezoscura.—¡Genial!¿Sabesdóndeestáelblazergris?¿Eldemangatrescuartos?Memiródetenidamente,concaradepóquer.—Reorganizaréelarmario,decidido.Soltéunarisita.—Mientraslobuscas,empezaréavestirme.Mepuseelvestido,mecepilléelpeloymepreparéparaenfrentarmeaunnuevodíacomoel
futurorostrodelamonarquía.Elmodelitoeralobastantefemeninocomoparadulcificarmiimagen,perolobastanteatrevido
comoparaquemetomaranenserio.Cadadíameesforzabamásparaconseguireseequilibrio.Clavélamiradaenelespejoymedirigíamipropioreflejo.—Eres Eadlyn Schreave. Según la línea sucesoria, serás la próxima gobernante de este país.
Además,seráslaprimerareinaquelohacesola.NadiesobrelafazdelaTierra—medije—esmáspoderosoquetú.
Papáyaestabaensudespacho,conelceñofruncidoyelgestotorcidoporlasnoticias.Salvoenlosojos,nomeparecíaennadaaél.Niamamátampoco,todoseadicho.
Había heredado todos mis rasgos, cabello oscuro, cara ovalada y una piel ligeramentebronceada,demiabuela.Enelpasillodelcuartopisohabíaunretratosuyo,deldíadesucoronación.Cuandoeraniña,solíaestudiarelcuadroeimaginarenquémepareceríaaellacuandocreciera.Ajuzgarporlafecha,miabueladebíadetenermásomenosmimismaedadcuandolaretrataron.Y,aunquenoéramoscomodosgotasdeagua,avecessentíaqueyoerasueco.
Atravesélaestanciaylediunbesoamipadreenlamejilla.—Buenosdías.—Buenosdías.¿Hasleídolosperiódicos?—preguntó.—Sí.Almenosestaveznohamuertonadie.—YdoygraciasaDiosporello.Esos sucesos eran los peores. Cada vez que me enteraba de que alguien había muerto o
desaparecido en una revuelta, seme encogía el corazón.Leer que algunos jóvenes habíanmuertoasesinados tan solo por mudarse a un vecindario mejor, o que algunas mujeres sufrían ataquesviolentosportratardeconseguirunempleoque,enelpasado,hubierasidoinalcanzableporlacastaalaquepertenecían,meparecíaterrible.
Aveces,lapolicíaaveriguabaelmotivoylapersonaqueseescondíantrasloscrímenesenunperiquete,pero,amenudo,nostopábamosconvariosdedosacusatoriosquenoapuntabananingunarespuestaconcluyente.Aquellasinjusticiasmedejabanexhausta,ysabíaquepapálopasabapeor.
—No lo entiendo—murmuró. Se quitó las gafas de lectura y se frotó las sienes—. Queríaneliminar el sistema de castas. Invertimos tiempo y esfuerzos para erradicarlo y para que todospudieranadaptarse.Yahoraestánquemandoedificiosenteros.
—¿Hay algún modo de regularlo? ¿Podríamos crear una junta que supervisara este tipo deagravios?—propuse, y eché otro vistazo a la fotografía. En la esquina se veía al joven hijo delpropietariodelrestaurante,quellorabadesconsolado:lohabíaperdidotodo.
Enelfondosabíaquelasquejasnotardaríanenllegar,perotambiéneraconscientedequepapánosoportabaquedarsedebrazoscruzadosynohacernadaalrespecto.
Memiró.—¿Esoharíastú?Esbocéunasonrisa.—No,yolepediríaconsejoamipadre.Soltóunsuspiro.—Esa no siempre será una opción, Eadlyn. Debes ser fuerte, decidida. ¿Qué solución
propondríasparaesteincidenteenparticular?Vacilé.—No creo que la haya. No tenemos forma de demostrar que el camarero no consiguió el
ascensoporlacastaalaquepertenecíasufamiliaenelpasado.Loúnicoquepodemoshaceresabriruna investigaciónparaaveriguarquiénprovocóel incendio.Esafamiliahaperdidosunegocio,suúnica fuente de ingresos. Alguien debe asumir la responsabilidad. Un incendio provocado exigejusticia.
Sacudiólacabeza.—Creoquetienesrazón.Megustaríaayudarlos.Pero,ademásdeeso,deberíamosencontrarun
mododeevitarquealgoasívolvieraaocurrir.Losdisturbioscadavezsonmásincontrolables,yesomeasusta.
Papátiróelperiódicoalapapelera,selevantóycaminóhaciaelventanal.Susandaresdenotabansuestrés,suangustia.Aveces,sulaborleproporcionabagrandesalegrías,comocomprobarquelas
escuelas que él mismo había ayudado a construir mejoraban día a día, o ver cómo ciertascomunidadesprosperabanenaquelambientelibredeguerraqueél,comorey,habíapropiciado.Sinembargo,esasvisitascadavezeranmenosfrecuentes.Lamayoríadelosdíasparecíapreocupadoporelestadodelpaís;siemprequeseacercabanlosperiodistas,fingíaunasonrisaconlaesperanzadequesuademántransmitieratranquilidadatodalasociedad.Mamátratabadeayudarle,pero,alfinaldeldía,eldestinodelpaísdependíasolodeél.Y,algúndía,loharíademí.
Apesardeserunapreocupaciónegoístayvanidosa,noqueríaquemecrecierancanasantesdetiempo.
—Apuntaesto,Eadlyn.RecuérdamequedeboescribiralgobernadorHarpen,deZuni.Ah,y,porfavor,anotaquelacartadebeestardirigidaaJoshuaHarpen,noasupadre.Cadadosportresolvidoquefueélquienganólasúltimaselecciones.
Escribítodassusinstruccionesconesacaligrafíacursivayelegantequeapapátantolegustaba.Cuandoeraniña,siempreinsistíaenlaimportanciadetenerunabonitacaligrafía.
Estaba orgullosa de mí misma, pero, cuando miré a mi padre, la sonrisa se me borró deinmediato.Estaba rascándose la frente, estrujándose los sesospara encontrar una solución a todosesosproblemas.
—¿Papá?Segiróy,deformacasiinstintiva,cuadróloshombros,comosisevieraobligadoaaparentar
fortalezainclusodelantedesupropiahija.—¿Porquécreesqueocurrenestascosas?Elpaísnosiemprefueasí.Arqueólascejas.—Desde luego que no—murmuró—.Al principio, todos parecían satisfechos. Cada vez que
eliminábamosunanuevacasta,eraunafiesta.Losdisturbiossonmuyrecientes.Empezaronencuantoretiramostodaslasetiquetasdeformaoficial.Apartirdeentonces,aumentaronlosincidentes.
Fijólamiradaenlaventana.—Sinembargo,laspersonasquesecriaronenelantiguosistemadecastasdebenserconscientes
decuántohamejoradolasociedad.Entérminoscomparativos,esmásfácilcasarse…,oconseguirunempleo. La economía familiar ya no está limitada a una única profesión. Y, en lo referente a laeducación, tienenmás opciones. Sin embargo, los que han nacido en esta nueva era, sin ningunaetiqueta,vanendireccióncontraria…Supongoquenosabenquémáshacer.
Memiróyencogióloshombros.—Necesito tiempo —farfulló—. Debo poner el sistema en modo «pausa», arreglar ciertos
asuntosy,después,pulsarel«play»denuevo.Nopudeevitarfijarmeencómoarrugabalafrente.—Papá,creoqueesoesimposible.Serioentredientes.—Yalohemoshechoantes.Todavíarecuerdo…Depronto, algo en sumirada cambió.Meobservódurante unos segundos, como si estuviera
haciéndomeunapregunta,perosinarticularpalabra.—¿Papá?—Dime.—¿Estásbien?Parpadeóvariasveces.—Sí, cariño. Estoy bien. ¿Por qué no empiezas a trabajar en esos recortes de presupuesto?
Comentaremostussugerenciasporlatarde.Ahoranecesitocharlarcontumadre.—Porsupuesto.Noteníauntalentonaturalparalasmatemáticas,porloqueteníaqueinvertirmuchashoraspara
elaborarpropuestasde recortesdepresupuestooplanes financieros.Peromenegabaen rotundoaquealgunode losconsejerosdepapámeecharaunamanoconsucalculadoramágicaehicieraeltrabajo por mí. Aunque tuviera que trabajar día y noche en ello, siempre procuraba entregar untrabajoexcelente.
AAhren,encambio,lasmatemáticasseledabandemaravilla,peronuncaleobligabanaasistirareunionessobrepresupuestos,recalificacionesosaludpública.Porsieteestúpidosminutos,selibródeesosengorrosysefuederositas.
Papámediounapalmaditaenlaespaldaantesdeirsedeldespacho.Tardémásdelohabitualencentrarmeenaquelbailedenúmeros.Nopodíadejardepensarenlopreocupadoyangustiadoquehabíavistoapapá.Algúndía,esaresponsabilidadrecaeríaenmí.
Capítulo2
Despuésdevariashorastrabajandoenelinformepresupuestario,decidíquemerecíaundescanso,asíquemeretiréamihabitacióndispuestaapedirleaNeenaquemedieraunmasajeenlasmanos.Me encantaba poder disfrutar de esos pequeños lujos durante el día. Trajes y vestidos hechos amedida,postresexóticosquepodíadegustarunjuevescualquierayunsinfíndecosaspreciosaseranalgunasdelasventajas;yesosdetalleseran,sinlugaradudas,lomejordemitrabajo.
Mihabitaciónteníavistasalosjardines.Amedidaquepasabaeldía,laluzquesefiltrabaporlosventanales iba cambiando.Ahora la estancia de techos altos estaba iluminada por una luz cálida ypreciosadecolormiel.MeconcentréenesacalideztanespecialyenlosdedosdeNeena.
—Elcasoesquelecambióelrostroderepente.Enciertomodo,fuecomosi,porunmomento,desaparecieraporcompleto.
Intentabaexplicarleelextrañocomportamientoquehabíatenidopapáesamismamañana,perome costaba una barbaridad encontrar las palabras para hacerlo. Ni siquiera sabía si había podidohablarconmamá,yaquenovolvióaaparecerporeldespacho.
—¿Creequeestáenfermo?Últimamenteparececansado—dijoNeena,mientrashacíamagiaconsusmanos.
—¿Tú crees?—pregunté. Cansado no era la palabra exacta—. Lo más probable es que estéestresado.¿Cómonoestarlocontodaslasdecisionesquedebetomar?
—Y algún día será usted quien se ocupe de eso—comentó con unamezcla de preocupacióngenuinaydiversiónjuguetona.
—Loquesignificaquenecesitaréeldobledemasajes.—Quiénsabe—dijo—.Quizádentrodeunosañosquieraprobaralgonuevo.Torcíelgesto.—¿Yaquétededicarías?Dudoqueencuentresunempleomejorqueeste.Alguienllamóalapuerta,asíquenopudoresponder.Melevanté,meajustéelblazerparaestar
máspresentableyasentíconlacabezaaNeena,indicándolequepodíaabrirlapuerta.Mamáapareciótraslapuerta,conunasonrisadeorejaaorejayconpapáenlaretaguardia.Las
cosas siempre funcionaban así. En los eventos estatales o cenas importantes, mamá siempre secolocabajuntoapapá,oinclusodetrásdeél.Perocuandoestabanenpalaciocomomaridoymujer,ynocomoreyyreina,eraélquienlaseguíaatodaspartes.
—Hola,mamá—saludé,ylediunabrazo.Mamámeretiróunmechóndetrásdelaorejaymeregalóotrasonrisa.—Megustacómotequedaesteconjunto.Diunpasoatrásymealisélafaldadelvestidoconlasmanos.—Laspulserassonelcomplementoideal,¿nocrees?Soltóunasrisitas.—Veoquetefijasenlosdetalles,excelente.
Muydevezencuando,mamámedejabaescogeralgunasjoyasyzapatosparasucolección,perolociertoeraqueaellano leparecía tandivertidocomoamí.Noconsideraba lamodacomoalgobásicopararesaltarsubelleza,aunque,ensucaso,nolonecesitaba.Preferíaunestiloclásico,yesomegustaba.
MamásevolvióytocóelhombrodeNeena.—Tepuedes retirar—dijo envozbaja, y casi de inmediatoNeenahizouna reverencia y nos
dejóasolas.—¿Algoandamal?—pregunté.—No,cielo.Tansoloqueríamoshablarenprivado—respondiópapá,yme invitóa sentarme
juntoalamesa.—Senoshapresentadounaoportunidadynosgustaríacomentarlacontigo.—¿Oportunidad?¿Nosvamosdeviaje?—Adorabaviajar—.Porfavor,decidmequenosvamos
alaplaya.¿Podemosirsololosseis?—Noexactamente.Nopodemoshacerlasmaletas,porqueesperamosvisita—explicómamá.—¡Oh!¡Compañía!¿Quiénviene?Intercambiaronunamiradacómplice,ymamátomólasriendasdelaconversación.—Ya sabes que la situación ahora mismo es bastante inestable, frágil. El pueblo se muestra
inquieto,insatisfecho,ynosabemosquémáshacerpararelajarlastensiones.Suspiré.—Losé.—Estamosbuscandolamaneradelevantarlamoraldelagente—añadiópapá.Meaniméal instante.Levantar lamoralera sinónimodecelebración.Yyoerade lasqueme
apuntabaatodaslasfiestas.—¿Qué tenéis in mente? —pregunté mientras, en mi cabeza, ya estaba diseñando un nuevo
vestidoparalaocasión,peropreferícentrarmeyposponereldiseñoparamástarde.Ahoramismodebíaprestartodamiatenciónamispadres.
—Bueno —empezó papá—, el público siempre responde bien a las noticias positivasrelacionadasconnuestrafamilia.Cuandotumadreyyonoscasamosfueunadelasmejoresépocasdel país. ¿Recuerdas cuántas fiestas se organizaron en la calle cuando se enteraron de que Ostenestabaencamino?
Sonreí.YoteníaochoañoscuandoOstennació;jamásolvidaríacuántoemocionóelanuncioalpueblo.Desdemihabitaciónoíamúsicadecelebraciónhastaelamanecer.
—Fuemaravilloso.—La verdad es que sí. Ahora, el pueblo tiene los ojos puestos en ti. No tardarás mucho en
convertirteenreina.—Papáhizounabrevepausa—.Consideramosquequizáteapeteceríahaceralgopúblicamente,algoqueseainteresanteparalagente,perotambiénbeneficiosoparati.
Entrecerrélosojos.Noentendíaelrumboqueestabatomandolaconversación.—Soytodaoídos.Mamáseaclarólagarganta.—Sabesque,enelpasado,lasprincesassecasabanconpríncipesdeotrospaísesparaconsolidar
lasrelacionesinternacionales.—Tehasdadocuentadequehasutilizadountiempoverbalenpasado,¿verdad?Ellaserio,peroamínomehizoniunapizcadegracia.—Sí.—Perfecto, porque el príncipe Nathaniel parece un muerto viviente, el príncipe Hector baila
fatal, y si el príncipe de la Federación Alemana no aprende a seguir una higiene personal másrigurosaantesdelafiestadeNavidad,nodeberíamosinvitarle.
Mamáseacariciólassienes,frustrada.—Eadlyn,siemprehassidomuyquisquillosa.Papáseencogiódehombros.—Esonotieneporquéseralgomalo—apuntó,ymiródereojoamamá.Fruncíelceño.—¿Dequédiablosestáishablando?—Yaconoceslahistoriadecómonosconocimostumadreyyo—empezópapá.Puselosojosenblanco.—Comotodoelmundo.Vuestrahistoriaescomouncuentodehadas.Al oír esa comparación, los dos suavizaron el gesto y no pudieron ocultar una sonrisa. Se
mirarony,deformacasiinstintiva,seacercaronunoscentímetros.Papásemordióellabio.—Perdonad.Vuestrahijaestádelante,¿osimporta?Amamáselesonrojaronlasmejillas;papáseaclarólagargantaantesdeproseguir.—El proceso de la Selección fue todo un éxito en nuestro caso.Y, aunquemis padres tenían
ciertasdesavenencias,lociertoesquetambiénlesfuncionó.Asíque…esperábamosque…—vaciló,ymemiróalosojos.
Fui lentaynopillé la indirectaenseguida.Sabíaenquéconsistía laSelección,pero jamás,enningunaocasión,senoshabíaofrecidotalopción,niamishermanosniamí.
—No.Mamáalzólasmanosenunintentodeadvertirme.—Tansoloescúchanos…—¿UnaSelección?—exclamé—.¡Esdelocos!—Eadlyn,estássiendomuyirracional.Lefulminéconlamirada.—Meprometisteis,mejurasteis,quenuncameobligaríaisacasarmeconalguienparaestablecer
alianzas.¿Noesesoloquemeestáispidiendoahora?—Atiendearazones,porfavor—rogó.—¡No!—grité—.Nopiensohacerlo.—Cálmate,cariño.—Nomehablesasí.¡Nosoyunacría!Mamásuspiró.—Peroestásactuandocomotal.—¡Mequeréisarruinarlavida!Mepasélosdedosporelpeloyrespiréhondovariasveces.Necesitabapensarconclaridad.Eso
nopodíaestarocurriendo.Ymenosamí.—Esunagranoportunidad—insistiópapá.—¡Estáisintentandoencadenarmeaundesconocido!—Yatedijequeesdemasiadocabezota—lesusurrómamáapapá.—Mepreguntodequiénlohabráheredado—replicóconunasonrisasocarrona.—¡Nohabléisdemícomosinoestuvieraescuchándoos!—Losiento—sedisculpópapá—.Peroconsidéralo,porfavor.—¿YAhren?¿Porquénolohaceél?—Ahrennoseráelfuturoreydelpaís.Además,tieneaCamille.LaprincesaCamilleeralaherederadeltronodeFrancia.Unosañosatrás,hizounacaídadeojos
amihermanoyélseenamoróperdidamente.—¡Entoncesorganizasuboda!—supliqué.—Camille será nombrada reina a su tiempo, y ella, al igual que tú, tendrá que pedirle
matrimonioasupareja.SiAhrenpudieraescoger,selopropondríamos;perolascosasnosonasí.—¿YquéhaydeKaden?¿Nopodéisconvencerleaél?Mamáseriosingraciaalguna.—¡Tienecatorceaños!Notenemostantotiempo.Elpueblonecesitaalgoqueleentusiasme,ylo
necesitaya.—Melanzóunamiradacasiasesina—.Y,parasersinceros,¿nocreesqueyavasiendohoradequebusquesaalguienquegobierneatulado?
Papáasintió.—Esverdad.Noesunalaborquedeberíasdesempeñarsola.—¡Peroyonoquierocasarme!—protesté—.Por favor,nomeobliguéis ahacerlo.Acabode
cumplirlosdieciocho.—Lamismaedadqueyoteníacuandomecasécontupadre—sentenciómamá.—Noestoypreparada—añadí—.Noquierounmarido.Osloruego,nomehagáisesto.Mamáalargóelbrazoymeacariciólamano.—Nadie te obligará a hacer nada que no quieras, pero deberías sacrificarte por tu pueblo y
ofrecerlesunregalo.—¿Terefieresafingirunasonrisacuandoloquequieroesllorar?Mamáarrugóelceño.—Esoformapartedenuestrotrabajo.Lamirédetenidamente,exigiéndoleensilenciounamejorrespuesta.—Eadlyn,¿porquénotetomasunosdíasparapensártelo?—propusopapácontonocalmado—.
Soyconscientedequeteestamospidiendomucho.—¿Acasotengootraopción?Papácogióaireymeditólarespuesta.—Enrealidad,cariño,tienestreintaycincoopciones.Melevantédelasilladeunbrincoyseñalélapuertaconundedo.—¡Fuera!—ordené—.¡Fueradeaquí!Y,sinmediarpalabra,salierondemihabitación.¿Acasonomeconocían?¿Paraquémehabíanpreparado?EraEadlynSchreave.Nadiesobrela
fazdelaTierraeramáspoderosoqueyo.Sicreíanquemeibaarendirsinluchar,estabanmuyequivocados.
Capítulo3
Decidícenarenmihabitación.Nomeapetecíaveranadiedemifamilia.Estabafuriosacontodosellos;conmispadresporserlaparejafeliz,conAhrenpornohabercumplidolamayoríadeedadantesqueyo,yconKadenyOstenporsertodavíaunoscríos.
Neenaseinclinóparallenarmelacopa.—¿Creequetendráqueclaudicar,alteza?—Encontraréunmododelibrarmedeeso.—¿Porquénoleshadichoqueestabaenamoradadealguien?Meneélacabezayclavéeltenedorenelsalmón.—Insultéalosmejorescandidatosensusnarices.Dejóunabandejitaconbombonesenelcentrodelamesa.Meadivinóelpensamiento.Preferíael
chocolateantesqueelsalmónconguarnicióndecaviar.—¿Yunguardiadeseguridad?Lamayoríadelascriadascaenrendidasasuspies—sugiriócon
unasonrisilla.Mezampéunbombón.—Quizáellasseconformenconeso.Peroyonoestoytannecesitada.Susonrisasedesvanecióenseguida.De inmediatomepercaté de que la había ofendido, pero era la pura y cruda realidad.Nome
resignaría a casarme con cualquiera, y mucho menos con un guardia de seguridad. Además, noqueríaperdereltiempopensandoeneso.Necesitabaencontrarunasoluciónrápidaalproblema.
—Nomemalinterpretes,Neena.Peroelpuebloesperaciertascosasdemí.—Desdeluego.—Yaheacabado.Puedesirte.Dejaréelcarritoenelpasillo.Asintióconlacabezaysemarchósinpronunciarniunapalabra.Picoteé algunos bombones, pero no quise comer nada más. Me puse el pijama, dispuesta a
meterme en la cama.En aquel instante no podíamantener una charla razonable conmis padres, yNeenanomecomprendía.Necesitabahablarde ese temacon laúnicapersonaque compartiríamipuntodevista,lapersonaque,aveces,sentíaqueeramimediamitad:Ahren.
—¿Estásocupado?—preguntéalabrirlapuerta.Estaba sentado frente a su escritorio, escribiendo. Tenía su cabellera rubia algo alborotada
despuésdeunlargodíadetrabajoyunamiradacansada.Eraclavaditoapapádejoven,locualmeponíalospelosdepunta.
Todavíallevabaeltrajedelacena,aunquesehabíaquitadolachaquetaylacorbata.—Llamaantesdeentrar,porelamordeDios.—Losé,losé,peroesunaemergencia.—Entoncesbuscaaunguardia—espetó,yvolvióacentrarseenlospapelesqueabarrotabanla
mesa.
—Noereselprimeroquelosugiere—murmuréparamí—.Habloenserio,Ahren,necesitotuayuda.
Memiróporencimadelhombroeintuíqueacabaríaporrendirse.Derepente,empujóunasillaquehabíaasulado,invitándomeasentarme.
—Pasaamidespacho.Mesentéyresoplé.—¿Aquiénescribes?Recogió todos los papeles y los apiló sobre la carta que estaba redactando, para impedirme
verla.—ACamille.—Sabesquepuedesllamarlaporteléfono,¿verdad?Éldibujóunaampliasonrisa.—Oh,yloharé.Perotambiénleenviarélacarta.—Es absurdo. ¿Se puede saber qué tienes que contarle como para emplear una carta y una
llamadatelefónica?Ladeólacabeza.—Para tu información, lacartay la llamada tienenpropósitosmuydistintos.El teléfonosirve
paraponernosaldíayexplicarnoscosasmássuperficiales.Encambio,en lascartasescribocosasquenosiempredigoenvozalta.
—Oh,¿deveras?—dije,ymeinclinésobreelescritorioparabuscarlacartaencuestión.Pero,antesdequepudieraacercarmeaella,Ahrenmeagarróporlamuñeca.—Temataré—juró.—Bien—contesté—,así túseráselherederoy tendrásquesometertea laSelección, loque te
obligaráadespedirtedetuqueridayamadaCamille.Mihermanoarrugólafrente.—¿Qué?Medejécaersobrelasilla.—Mamáypapánecesitanlevantarelánimodelagente,asíquehandecidido,porelbiendeIlléa,
porsupuesto—dijeconfingidopatriotismo—,quedebopasarporlaSelección.Esperabaquemihermanosehorrorizara.Quizásinclusoapoyaríasumanoenmihombrocomo
gestodeconsuelo.PeroAhrenechólacabezahaciaatrásyempezóareírseacarcajadas.—¡Ahren!Él continuó desternillándose de risa, golpeándose la rodilla y balanceándose hacia delante y
atrás.—Vasaarrugarteeltraje—leadvertí,perosolosirvióparaqueserieratodavíamás—.Madre
mía,¡paraya!¿Quésesuponequedebohacer?—¡Ni que yo lo supiera!No puedo creer que nuestros padres piensen que eso funcionará—
añadiótodavíaconunasonrisa.—¿Aquéterefieres?Seencogiódehombros.—No sé. Desde siempre creí que, si alguna vez te casabas, sería más adelante. Y, la verdad,
pensabaquetodoslohabíanasumido.—¿Yquésignificaesoexactamente?Esegestoamableyfamiliarque,enrealidad,habíavenidoabuscarporfinllegó.Mecogiódela
manoy,contonocariñoso,dijo:—Vamos,Eady.Túsiemprehassidomuyindependiente.Poresoeresperfectaparaserreina.Te
gusta tener la sartén por el mango, hacer las cosas a tu manera. Y por eso nunca creí que te
emparejaríasconalguienhastadespuésdehabergobernadoelpaísduranteunosaños.—Nomehandadoesaopción,laverdad—balbuceé,ybajélacabeza.Ahrenhizounmohín.—Pobreprincesita.¿Esquenoquieresdirigirelmundo?Leapartélamanoconbrusquedad.—Sieteminutos…yhabríassidotú.Enesecaso,mededicaríaagarabatearcartasdeamor,en
lugardeocuparmedetodoeseestúpidopapeleofinanciero.¡YencimaesaestúpidaSelección!¿Notedascuentadeloespantosoqueesesto?
—¿Se puede saber cómo te han embaucado para hacerlo? Por lo que tenía entendido, eseprocesofueeliminado.
Puselosojosenblancootravez.—Ni siquiera me han pedido mi opinión. Y eso es lo peor de todo. Papá se enfrenta a la
oposición pública y pretende distraer a los ciudadanos—expliqué, y negué con la cabeza—. Lascosas se están poniendomuy feas,Ahren.La gente destroza hogares, negocios. Incluso ha habidomuertos.Papánoestámuysegurodedóndesurgeesainsatisfacción,perosospechaquesetratadegentejoven,denuestraedad.Creequeelpuebloquecreciósincastasestáprovocandolamayoríadelosdisturbios.
Hizounamueca.—Peroesonotienesentido.¿Cómoesposiblequecrecerenunpaíssinrestriccionesseaalgo
negativo?Hiceunapausaparameditarlarespuesta.¿Cómoexplicaralgoquetansolointuíamos?—Bueno, yo crecí con la certeza de que, algún día, sería reina. Nunca me ofrecieron una
alternativa. Tú, en cambio, creciste sabiendo que tenías varias opciones. Podías hacer la carreramilitar,sernombradoembajador,viajardeaquíparaallá.Pero¿ysiesanofueralaverdad?¿Ysi,enrealidad,nohastenidotodasesasoportunidades?
—Ajá—murmuró—.Entonces,¿notienenlasmismasoportunidadeslaborales?—Nilaborales,niacadémicas,nieconómicas.Heoídoquehayquienprohíbeasushijoscasarse
porlacastaalaquepertenecían.Estáocurriendoloquepapájamáscreyóquepodríasuceder,yescasiincontrolable.¿Sepuedeobligaralagenteaserjustaysensata?
—¿Yesoesloquepapáestáintentandoarreglar?—preguntócontonoescéptico.—Sí,yyosoylacortinadehumoquepretendeutilizarparadesviarsuatención,almenoshasta
queseleocurraunplan.Serioporlobajo.—Esocuadramás.Quede lanochea lamañana te conviertasenuna romanticonano tepega
nada.Inclinélacabezadenuevo.—Déjalo ya,Ahren. Elmatrimonio nome interesa.Además, ¿qué importa?Haymujeres que
puedenpermitirseellujodeseguirsiendosolteras.—Peronadieesperaqueesasmujeresdenaluzaunheredero.Lesoltéunbofetóncariñoso.—¡Ayúdame!¿Quéhago?Me levantó la barbilla ymemiró directamente a los ojos.ConAhren no había secretos: nos
conocíamostantoque,aligualquepodíaleercualquieremociónensusojos,éladivinóqueestabaaterrorizada.Noestabamolestanienfadada.Tampocoofendidaodisgustada.
Estabaasustada.Muchosesperabandemíquefuerareina,quesostuvieraelpesodemillonesdepersonassobre
mi espalda. En eso consistíami trabajo. Podía tachar tareas de una lista, delegar. Pero lo queme
estabanexigiendoahoraeraalgomuchomáspersonal,unpedazodemividaque,enteoría,debíasersolomío,peroque,alparecer,noloera.
Susonrisajuguetonasedesvaneció.Ahrenacercósusillaalamía.—Si loquepretenden esdistraer al pueblo, quizádeberías sugerir otras…posibilidades.Una
posible boda no es la única opción. Ahora bien, dicho esto, si mamá y papá han llegado a estaconclusión,esporquehandescartadocualquierotraopción.
Enterrélacaraentremismanos.Noqueríaconfesarlequehabíaintentadoofrecerleaélcomouna alternativa, ni que había propuesto a Kaden como posible candidato. Algo me decía que mihermanollevabarazón,quelaSelecciónerasuúltimaesperanza.
—Seamossinceros,Eady.Seráslaprimerachicaquesesienteenesetronoporderechopropio.Ylagentetienemuchasesperanzaspuestasenti.
—Lodicescomosinolosupiera.—Pero—continuó—esotambiénteotorgaunpoderdenegociacióninmenso.Levantélacabeza,algoconfundida.—¿Quéquieresdecir?—Siesverdadquenecesitanquehagaseso,negocia.Mereacomodéenlasillayempecéadarlevueltasaesaidea,aquépodíapediracambio.Debía
dehaberalgúnmodorápidodepasarporello,sinnisiquieraacabarconunapeticiónformal.¡Sinunapeticióndematrimonio!Si me adelantaba a los acontecimientos, lo más seguro era que convenciera a papá de casi
cualquiercosa,siempreycuandoélconsiguierasuridículaSelección.—¡Negociar!—murmuré.—Esomismo.Mepuseenpie,cogíaAhrenporlasorejasyleplantéunbesoenlafrente.—¡Eresmihéroe!Nopudoocultarunasonrisa.—Atuservicio,mireina.Mereíyleempujéconternura.—Gracias,Ahren.—A trabajar se ha dicho—dijo, yme acompañó hasta la puerta, aunque sospechaba que, en
realidad,estabamásimpacienteyentusiasmadoporacabarsucartadeamorqueporqueyoelaboraraunplan.
Salí disparada hacia mi habitación. Necesitaba pensar, volcar todas mis ideas. Al doblar laesquina,choquéconalguienymecaídebrucessobrelaalfombra.
—¡Au!—mequejé.CuandolevantélamiradaviaKileWoodwork,elhijodelaseñoritaMarlee.LosaposentosdeKileydelrestodelafamiliaWoodworkestabanenelmismopisoquelosde
nuestra familia, unhonor excepcional.O irritante, dependiendode la relaciónqueunomantuvieraconlosWoodwork.
—¿Teimporta?—lesolté.—Noerayoquiencorríaporelpasillo—respondióélmientrasrecogíaunoslibrosdelsuelo—.
Unodebemirarpordóndeva.—Uncaballeroofreceríasumanoahoramismo—lerecordé.Unosmechonesdecabellosedeslizaronsobresusojos.Necesitabadesesperadamenteuncorte
depelo…yafeitarse.Además,lacamisaleibademasiadogrande.Nosabíaquémeavergonzabamás:si él por parecer un tipo desaliñado y descuidado, o si mi propia familia por estar obligada acodearseconundesastrecomoese.
Lo quemásme fastidiaba del asunto era que él no siempre iba hecho un desastre. ¿Tanto lecostabapasarseuncepilloporelpelo?
—Eadlyn,túnuncamehasconsideradouncaballero.—Cierto—murmuré.Meincorporésinsuayudaymesacudíelvestido.Porsuerte,durantelosúltimosseismeses,mehabíalibradodelaapasionantecompañíadeKile.
Se había mudado a Fennley para realizar un curso intensivo…, o algo así; su madre lamentó suausencia desde el mismo día en que se marchó. No sabía qué había estado estudiando y, a decirverdad,meimportababienpoco.Peroahorahabíavueltoysupresenciaeraotrofactorestresantedeunalistaquenoparabadecrecer.
—¿Yquéasuntoempujaríaaunadamacomotúacorrerdeesemodoporlospasillos?—Asuntosqueunmentecatocomotúnolograríacomprender.Serio.—Claro,porquesoyunsimplón.Esunmilagroqueseacapazdeducharmesolito.Estuveapuntodepreguntarlesirealmenteseduchaba,pues,porsuaspecto,habríajuradoque
eraalérgicoaljabón.—Esperoquealgunodeesoslibrosseaunmanualbásicosobreprotocolo.Necesitasunrepaso,
enserio.—Todavíanoeresreina,Eadlyn.Quenosetesubanloshumosalacabeza—dijo,ysemarchó.Mepusefuriosa.¿Quéqueríadecirconeso?Decidí dejarlo pasar. Ahora mismo tenía problemas mucho más importantes que la falta de
modales de Kile. No podía perder el tiempo discutiendo por nimiedades ni preocupándome porasuntosquenopusieranengravepeligrolaSelección.
Capítulo4
—Quierodejarbienclaro—dijedespuésdetomarasientoeneldespachodepapá—quenotengoningúndeseodecasarme.
Élasintióconlacabeza.—Entiendoquenoquierascasartehoymismo,peronoolvidesquealgúndíadeberáshacerlo,
Eadlyn.Estásobligadaacontinuarlaestirpereal.Odiabaquemipadrehablaraasídemi futuro;porsuculpaconsiderabaelamor,el sexoy la
descendencia comoobligaciones con las quedebía cumplir para que el país siguiera adelante.Asípues,laperspectivanoeraenabsolutoatractiva.
¿Acaso esos no eran los verdaderos placeres de la vida? ¿Lo más valioso? Deseché esedesasosiegoymecentréenelasuntoqueteníaentremanos.
—Soyconscientedeello.Yestoydeacuerdoenqueesimportante—respondícondiplomacia—.Perorespóndemeaesto:durantetuSelección,¿enningúnmomentotepreocupóquenohubieranadiequeencajaracontigo?¿Nodudastedelverdaderomotivoquellevóaesaschicasapresentarse?
Esbozóunatímidasonrisa.—Todoslosdías.Inclusocuandodormía.Relatóunpuñadodeanécdotasbastantedifusassobreunachica tandócilysumisaqueapenas
podía soportarla, y sobre otra jovencita que había intentado manipular el proceso en variasocasiones.No recordaba lamayoría de los nombres, ni todos los detalles, pero nome importaba.Nuncamegustóimaginarmeapapáenamorándosedeotramujerquenofueramamá.
—¿Y no crees que, al ser la primeramujer en ocupar el trono, deberíamos establecer…unaseriedenormasparaaquelquegobierneamilado?
Élladeólacabeza.—Continúa.—Supongo,yesperonoequivocarme,quesellevaacabounestudioexhaustivoyrigurosode
loscandidatosparacerciorarnosdequeunpsicópatanosecueleenpalacio,¿verdad?—Desdeluego—contestó,ymeregalóunasonrisaparatranquilizarme.—Aunasí,nomefiaríadenadieparahacerestetrabajoconmigo.Yporeso—inspiréhondo—
doymibrazoa torcer.Estoydispuestaapasarporesta ridiculezsiempreycuando túcumplasconunaspromesassinimportancia.
—Noesningunaridiculez.Lahistorianosdemuestraqueesunéxitoasegurado.Pero,porfavor,cariño,dimecuálessontuscondiciones.
—Primero, quiero que los participantes tengan plena libertad para abandonar la Selección.Detestaría que alguien se sintiera obligado a seguir si yo o la vida que les espera a mi lado enpalacio,lesimportamosuncomino.
—Enesoestamoscompletamentedeacuerdo—dijoconcontundencia.Aunquelasensaciónfuequehabíatocadounpuntosensible.
—Excelente.Y,aunquesédeantemanoqueestonotevaagustarnadadenada,tepidoque,sialfinal no logro encontrar a alguien que encaje conmigo, suspendamos la Selección.Ni príncipe niboda.
—¡Ah!—exclamó.Seinclinósobreelescritorioymeseñalóconundedoacusador—.Siaceptoesacondición,daráscalabazasatodoslospretendienteselprimerdía.¡Nisiquieralointentarás!
Mequedécallada,pensando.—¿Y si te garantizo un tiempo?Alargaré la Selección durante unos tresmeses, por ejemplo.
Después,sopesarémisopcionesduranteotrostresmeses,comomínimo.Luego,sinoheencontradoalapersonaidónea,todoslosconcursantespodránirse.
Sepasólamanoporlabocayserevolvióenlasilla.—Eadlyn,sabesloimportantequeesesto,¿verdad?—Claro que sí —respondí de inmediato; era un tema muy serio. Presentía que cualquier
movimientoenfalsopodíacambiarelrumbodemividaparasiempre.—Tienesquehaceresto,yhacerlobien.Porelbiendetodos.Nuestrasvidas,lasdetodanuestra
familia,estánalserviciodelpueblo.Apartélamirada.Medabalasensacióndequemamá,papáyyorepresentábamoslatrinidaddel
sacrificio,mientrasqueelrestodelmundopodíahacerloquelevinieraengana.—Notedecepcionaré—prometí—.Haz loquedebashacer.Organízate,encuentraelmodode
apaciguaranuestropueblo;teofrezcovariosmesesdedistracciónparaidearunbuenplan.Desviólamiradahaciaeltecho.—¿Tresmeses?¿Ymejurasquelointentarás?Alcélamanoderecha.—Tienesmipalabra.Inclusofirmaréuncontratosiquieres,peronopuedoprometertequeme
enamoraré.—Yoentulugarnoestaríatansegura—añadióporexperiencia.Sinembargo,yonoeranimipadrenimimadre.Pormuchoqueinsistieranenelromanticismo
delasituación,solopodíapensarenlostreintaycincochicosgritones,repulsivosymalolientesqueestabanapuntodeinvadirmicasa.Yesonoteníanadademágico.
—Tratohecho.Melevanté;lospiesprácticamentemebailabansolos.—¿Deveras?—¿Deveras?Extendílamanoysellémifuturoconunsoloapretón.—Gracias,papá.Salídeldespachoantesdequeélpudierapercatarsedemisonrisa.Micabezayahabíaempezado
a funcionar; necesitaba idear diversas fórmulas para conseguir que la mayoría de los chicosdecidiera irseporvoluntadpropia.Podíaadoptarunaactitudamenazanteo intimidatoria,o inclusoconvertirelpalacioenunlugarhostilydespreciable.Tambiéncontabaconunarmasecreta,Osten,elmástraviesodetodosloshermanos.Nomecostaríapersuadirleparaquemeayudara.
Admirabaqueunmuchachoquenohubieracrecidoenpalaciotuvieraelcorajenecesariocomoparaafrontareldesafíodeserelpróximopríncipedelpaís.
Sinembargo,noibaadejarquenadiemeencadenaradeporvidahastaqueestuvierapreparada,ypensabaencargarmeyomismadequeesospobresincautossupieranmuybienquélesesperaba…
Intentabanmantenerelestudiofrío,pero,cuandoencendíanlasluces,lasalaseconvertíaenunhorno.YademuypequeñaaprendíaelegirunavestimentauntantovaporosayligeraparaelReport.
Por talmotivo, esa nocheme había decantado por un vestido queme dejaba los hombros al aire.Lucíaunestiloclásico,comosiempre,peropocoabrigado,puesnoqueríasufrirungolpedecalordelantedetodoelmundo.
—Haselegidoelvestidoperfecto—observómamá,ypasóeldedoporencimadelosplieguesdelasmangas—.Estáspreciosa.
—Gracias.Tútambién.Esbozóunasonrisaymealisóelvestido.—Gracias,cariño.Séquetodoesteasuntotehaabrumadounpoco,perocréeme:laSelección
nosbeneficiaráatodos,empezandoporti.Pasasmuchotiemposolayelmatrimonioesalgoque,undíauotro,tehabríasplanteado…
—Ylagentesepondrácomolocadecontenta.Yalosé.Traté de disimular lo triste que estaba. En términos técnicos, las familias reales actuales no
subastabanasushijas,alassucesorasdelacorona,aunque…paramíesonoeramuydistinto.¿Porquémimadrenoloentendía?
Mamádejódeadmirarelvestidoymemiróalosojos.Fueentoncescuandomedicuentadequetambiénestabaapenada.
—Séquecreesqueestáshaciendoungransacrificio;esciertoquecuandouno llevaunavidadedicadaasupueblodebehacercosasnoporplacer,sinoporobligación.—Hizounapausa—.Peroasífuecomoencontréatupadreyamismejoresamigas.GraciasalaSelecciónaprendíasermásfuerte. Me he enterado del acuerdo al que has llegado con papá; si al final del proceso, no hasconocido a nadie especial, no pondré objeciones, lo prometo. Pero, por favor, disfruta de laexperiencia.Supérate,aprendealgo.Eintentanoodiarnosporhabértelopedido.
—Noosodio.—Cuantotelopropusimos,notegustónada—dijoconunasonrisa—.¿Meequivoco?—Tengodieciochoaños.Estoygenéticamenteprogramadaparadiscutirconmispadres.—Unabuenadiscusiónmerecelapenasi,alfinal,noolvidascuántotequiero.Laabracé.—Yotambiéntequiero,mamá.Teloprometo.El abrazo apenas duró un suspiro. Se apartó para arreglarme el vestido y asegurarse de que
estuvieraimpecable;luegofueabuscarapapá.MesentéjuntoaAhren,quien,alverme,arqueólascejasenungestocómico.
—Quéguapaestás,hermanita.Deaquíalaltar.Merecogíunpocolafalday,conelegancia,mesenté.—Unapalabramásyteafeitarélacabezamientrasduermes.—Yotambiéntequiero.Intentécontenerlarisa,peromeresultóimposible.Meconocíademasiadobien.Laestanciasefuellenandopocoapoco.LaseñoritaLucyestabasola,yaqueelgeneralLeger
estaba haciendo su rondahabitual, y el señor y la señoraWoodwork se acomodarondetrás de lascámaras,juntoconKileyJosie,sushijos.SabíaquemamáapreciabamuchísimoalaseñoritaMarlee,asíquepreferíguardarmeloquepensabadesushijos.KilenoeratanestiradoyodiosocomoJosie,pero,entodoslosañosquellevabaviviendoenpalacio,jamáshabíamosmantenidounaconversacióninteresante.Aunque podría serme de gran ayuda: si algún día sufría insomnio, le contrataría parasentarsealospiesdemicamayhablarme.Problemasolucionado.YJosie…Noteníapalabrasparadescribirlomezquinaqueeraesachica.
Losconsejerosdepapáentraronenfila indiaylesaludaronconunacordialreverencia.Enelgabinete de papá solo había unamujer, la señoritaBryceMannor. Era una persona encantadora ymenuda. Me sorprendía que alguien tan modesto y recatado lograra sobrevivir en aquel circo
político. Nunca le había oído alzar la voz ni la había visto enfadarse, pero la gente siempre leprestaba atención.Amí, en cambio, los hombres nome escuchaban, amenos que diera un golpesobrelamesa.
Supresenciadespertómicuriosidad.¿Quépasaríasi,unavezproclamadareina,decidieraquetodoelconsejoestuvieraformadopormujeres?
Podríaserunexperimentointeresante.Losconsejerosexplicaronlasúltimasnoticiasylasdecisionesquesehabíantomado.Alacabar,
Gavrilsegiróhaciamí.GavrilFadayesiempreseengominabalacabelleraplateadahaciaatrás,peromeparecíaguapo.
Llevabamesesinsinuandoquequeríajubilarse,peroalgomedecíaque,cuandoescucharaloqueibaaanunciar,sequedaríarondandoporpalaciountiempomás.
—Estanoche,Illéa,acabaremoselprogramaconunagrannoticia.Yquiénmejorparadarlaquenuestrafuturareina,labellísimaprincesaEadlynSchreave.
Hizoungestountantopomposoysolemnehaciamí.Deinmediato,dibujéunaampliasonrisaymeencaminéhaciaelescenarioalfombrado,rodeadadeaplausosdecortesía.
Gavrilmesaludóconunabrazomuycastoyunbesoencadamejilla.—PrincesaEadlyn,bienvenida.—Gracias,Gavril.—DeboconfesarquemeparecequefueayercuandoanunciéquesuhermanoAhrenysualteza
habíannacido.¡Nopuedocreerqueyahayanpasadodieciochoaños!—Tienes razón: los añosnopasanenvano—comenté,y regaléunamirada llenadecariñoa
todamifamilia.—Estáapuntodehacerhistoria.Creoquetodoelpaísestáimpacienteporsaberquéharádentro
deunosaños,cuandoseareina.—Nomecabelamenordudadequeserántiemposapasionantes,peronosésiquieroesperar
tantotiempoparahacerhistoria—añadíy,conademánbromista,leasestéunsuavecodazo,aloqueélrespondióconungestodramáticountantoexagerado.
—¿Porquénonoscuentaquétieneinmente,alteza?Cuadréloshombros,erguílaespalda,medirigíalacámaraCysonreí.—A lo largode los últimos años, Illéa ha pasadopormuchos cambios.Dehecho, durante el
reinadodemispadres,todoshemospresenciadolacasiextincióndelasfuerzasrebeldes,y,aunquetodavía se producen ciertas hostilidades, el sistema de castas ya no divide a nuestro pueblo conlímitesimaginarios.Estamosviviendounaeradelibertadextraordinariaynossentimosansiososporveranuestranacióncreceryprosperarcomonuncaanteslohahecho.
Nomeolvidédesonreírnidehablarconclaridadyfluidez.Hacíayamuchosañosquerecibíaclases para aprender a dirigirme al gran público. A decir verdad, había desarrollado una buenatécnica.Asípues,durantemidiscurso,noignoréningúndetalle,porinsignificantequefuera.
—Yesoesfabuloso…Peromegustaríarecalcarqueacabodecumplirlamayoríadeedad—proseguí,y los invitadosyconsejerosqueconformabanelpúblicose rieron—.Tengoqueadmitirquemeresultaunpocoaburridopasarlamayorpartedeldíaencerradaenundespachoconmipadre.Sinánimodeofender,majestad—añadí,ymevolvíhaciapapá.
—Tranquila—respondióél.—Yporellohe tomadounadecisión.Hallegadoelmomentodecambiaresarutina.Pretendo
encontraraalguienconquiennosolocompartirestetrabajotanexigente,sinoqueseauncompañerodevida.Y,paraello,esperoqueIlléameconcedamideseomásanhelado:tenerunaSelección.
Losconsejerospresentesahogaronungritoyempezaronacuchichear.Mepercatédelacaradeasombrodel personal depalacio.Era evidente que la únicapersonaque estaba al corriente de esa
decisióneraGavril,locualmesorprendiómucho.—Mañanamismo, los candidatos elegibles de Illéa recibirán una carta. Tendrán dos semanas
paradecidirsiquierencompetirpormimano.Soyplenamenteconscientedequenosadentramosenunterritorioinexplorado.NuncaantessehacelebradounaSelecciónmasculina.Sinembargo,aunquetengo tres hermanos, estoy impaciente por conocer al próximo príncipe de Illéa. Y albergo laesperanzadequetodoelpaíslocelebreconmigo.
Hiceunapequeñareverenciaymeretiréamiasiento.Papáymamámesonreíanconorgullo.Aunquenoesperabaotrareacción,sentíaquelasangresemehabíahelado.Teníaelpresentimientode que había olvidado algo, que la red que había tendido para sostenerme, en realidad, tenía unagujero.
Peronohabíanadaquepudierahacer.Acababadelanzarmealabismo.
Capítulo5
Sabíaqueenpalaciotrabajabaunarsenaldeempleados,perohabríajuradoque,hastaesedía,habíapermanecidoocultoenalgúntipodeescondrijo.EncuantoanunciéesaSeleccióntaninesperada,lospasillos se llenaron de las doncellas y los mayordomos de siempre, pero también de decenas depersonasquejamáshabíavisto.
Mitrabajodiario,quebásicamenteconsistíaenleerinformesyasistirainfinidaddereuniones,cambiódeformaradical,puestoque,delanochealamañana,meconvertíenelcentrodeatencióndetodaslaspreparacionesdelaSelección.
—Estaesunpelínmenoscara,alteza,peroesincreíblementecómodayencajaríaalaperfecciónconladecoraciónactual—anuncióeltipoquehabíaextendidounagigantescamuestradetelasobrelasdosopcionesprevias.
Acariciélatela;meencantabapalparlatexturadelaropa,aunqueeseretalnoestabadestinadoaconfeccionarningúntraje.
—Noacabodeentenderelporquédetodoesto—confesé.Aquelhombre,unodelosdecoradoresdepalacio,apretóloslabios.—Sehainsinuadoquealgunasdelashabitacionesdeinvitadossonalgofemeninas,porloque
suspretendientessesentiránmáscómodosconalgoasí—contestó,ydesplegóotraopción—.Unasimplecolchapuedecambiarporcompletounahabitación—aseguró.
—De acuerdo—dije. Seguía pensando que era innecesario dar tantas vueltas a la elección deunassábanas—.Pero¿deboseryoquientomeestasdecisiones?
Esbozóunaamablesonrisa.—EstaSelección,alteza,llevarásusellopersonal.Aunquenoseaustedquienelijalosdetalles,la
gentepensaráquesí.Detodosmodos,necesitamossuvistobuenoparatodo.Observé las distintas telas;me agobiaba un poco pensar que todas esas nimiedades estúpidas
dependíanúnicamentedemí.—Esta—dije,ymedecantéporlaopciónmáseconómica.Eradecolorverdeoscuro,másque
aceptableparaunaestanciadetresmeses.—Sabia elección, alteza —me felicitó el decorador—. Y ahora pasemos al siguiente paso.
Cambiar los cuadros.—Diounapalmaday,de repente, empezaronadesfilarvariasdoncellas concuadros.
Suspiré:todaunatardeperdida.Aldíasiguiente,aprimerahoradelamañana,meconvocaronenelsalón.Mamámeacompañó,
peropapánopodíadescuidarsutrabajo.Untipo,queasumíqueeraelchefprincipaldelascocinas,hizounareverencia,aunquesutripón
leimpedíainclinarsedemasiado.Teníalacaramásbienroja,aunquenoestabasudando,loquemehizopensarquetantosañosenlacocinalehabíancocidounpoco.
—Graciasporvenir,majestad,alteza.Elpersonaldecocinallevadíaynochetrabajandoenla
elaboracióndeunacenaperfectapara laprimeranochede loscandidatosenpalacio.Pretendemosservirsieteplatos,obviamente.
—¡Desdeluego!—respondiómamá.Elchefsonrió.—Comoesnatural,nosgustaríaqueaprobaraiselmenúfinal.Gruñí paramis adentros.Una cena de siete platos se alargaría almenos seis horas, desde el
primersorbodelcócteldebienvenidahastaelúltimobocadodechocolate.¿Cuántotardaríamosenprobarlasdistintasopcionesdecadaplato?
Alfinalduróochohoras,nadamásynadamenos.Tuveelestómagorevueltoduranteelrestodeldía,asíque,cuandosemeacercóuntipoapedirmelaselecciónmusicalparalaprimeracena,nomeentusiasmé.
Lospasillosdepalacioseconvirtieronencallejuelasconcurridas.Encadarincónsecelebrabanreunionesespontáneasparaadelantarpreparativos.
Sobreviví lomejor que pude a todo ese sinfín de decisiones, hasta que un día papáme pillódesprevenidaenmitaddelpasillo.
—Nos hemos planteado diseñar una habitación especial para los seleccionados. ¿Qué teparecería…?
—¡Basta!—exclamé,exasperada—.Medaigual.Notengonilamásremotaideadecómoeselespacioperfectoparaun jovendehoyendía,asíque tesugieroquese lopreguntesaalguiencontestosterona.Simenecesitan,estaréeneljardín.
Papá se percató de que estaba a punto de perder los estribos, así que me dejó marchar sindiscutir.Memoríaportomarmeunrespiro.
Decidíponermeelbikiniytomarunpocoelsolenlapartemásalejadadeljardín,justoenellindero del bosque. Siempre había querido tener una piscina, y ahoramás que nunca. Ya demuypequeña solía salirme con la mía, pero nunca conseguí que papá incluyera una piscina en elpresupuestodepalacio.Perocuandofueramío,esoseríaloprimeroquepediría.
Dibujé un par de bocetos de vestidos en una libreta, para intentar relajarme. A medida quepasabanlosminutos,elsolmeibacalentandolapielyeltrazorápidodellápizsefuemezclandoconelsonidodelashojas, loqueprovocabauntonososegadoyencantador.Añorabalapazque,hastaentonces, había reinado en mi vida. Tres meses, pensé. Tres meses, y luego todo volverá a lanormalidad.
Depronto,unarisaagudaestropeólaquietuddeljardín.—Josie—murmuré.Megiréyviqueveníahaciamí.Estabaconunadesusamigas,unachicadeclasealtaconquien
habíahechobuenasmigasporque,ensuopinión,lacompañíaenpalacioerainsuficiente.Cerrélalibreta,puesnoqueríacompartirmisdiseñosconellasymetumbébocaarriba.—Será una experiencia positiva para todos—dijo Josie—. La verdad es que aquí no tengo
oportunidaddehablarconmuchoschicos;ahora,almenos,podréconoceraalguno.Así,eldíaenqueseorganicemiboda,habréaprendidoaentablarconversación.
Puselosojosenblanco.Sihubieratenidolamásmínimailusiónporconoceraesosmuchachos,mehabríamolestadomuchísimoqueJosiecreyeraquehabíanvenidoporella.Eratantípicodeesachica.Josiesiempresecreíaelombligodelmundo.Ylaideadequeseconsideraratanimportantecomoparaquesubodatuvieraqueorganizarseensunombremeparecíacómica.Podíacasarseconcualquiermuchachodelacalleyanadieleimportaría.
—OjalápuedaveniravisitartedurantelaSelección—respondiósuamiga—.¡Serátandivertido!—¡Por supuesto, Shannon! Ya me encargaré de que todas mis amigas vengan de visita. Tú
tambiénpodrássacarprovechodelasituación.
Quéconsideradoporsuparteeraofrecermicasaymiagendaa todassusamiguitas.Respiréhondo.Necesitabacentrarmeyrelajarme.
—¡Eadlyn!—gritóJosiealverme.Solté un gruñido y levanté la mano con la esperanza de que el silencio bastara para que
adivinaranquenomeapetecíatenercompañía.—¿EstásemocionadaporlaSelección?—chilló.Noqueríaponermeagritarcomounaverdulera,asíqueoptéporel silencio.PeroJosieysu
amiganosedieronporvencidasyseacercaronhastamí,tapándomeelsolporcompleto.—¿Nomehasoído,Eadlyn?¿NoestáslocadealegríaporlaSelección?Josienuncahabíabrilladoporsusbuenosmodales.—Claroquesí.—¡Yotambién!Estoydeseandotenercompañía.—Peronoserástúquientengacompañía—recalqué—.Esoschicosseránmisinvitados.Inclinólacabeza,comosiloqueacababadedecirfueraunaobviedad.—¡Yalosé!Perolaideadequehayamásgenterondandoporpalaciometieneeufórica.—Josie,¿cuántosañostienes?—Quince—respondióorgullosa.—Esoimaginaba.Estoyseguradequeconesaedad,siquisieras,podríassaliryconoceragente
portupropiacuenta.Sonrió.—Creoqueno.Esonoseríaapropiado.Noqueríaenzarzarmeenesadiscusiónotravez.Yoeralaúnicapersonaentodoelpaísqueno
podíahacerlasmaletasysalirdepalaciosinavisar.Antesinclusodequepudieraplantearlaidea,seactivabaunprotocoloqueincluíadeclaracionesyundesplieguedeseguridadexhaustivo.
Además, debía ser muy cuidadosa con la compañía que elegía. No podía dejarme ver concualquiera. No solo podían tomar una fotografía poco favorecedora, sino que además ladocumentarían, la guardarían y la sacarían a la luz en todos losmedios de comunicación cuandoquisierancriticarme.Nopodíapermitirmeellujodedespistarme.Debíadetenerlospiessiempreenlatierrayevitarcualquiercosa,opersona,quepudieraempañarmiimagen,lademifamiliaoladetodalanación.
Josieeraunaplebeyay,comotal,noteníatalesrestricciones.Sinembargo,ellaactuabacomosilastuviera.—Bueno,almenoshoytienescompañía.Sinoosimporta,megustaríadescansar.—Desdeluego,alteza—susurrósuamiga,ybajólacabeza.Alfinyalcabo,nolohizotanmal.—¡Nosvemosenlacena!—sedespidióJosiecontonodemasiadoentusiasta.Intenté serenarme, pero seguía oyendo la voz de pito de Josie a lo lejos. Al final,me harté,
recogílatoallaymisesbozos,ymemetíencasa.Sinopodíadisfrutardeunosmomentosdecalmaahífuera,lomejorseríaaprovecharloquequedabadetarde.
DespuésdeeseratitoexpuestaalbrillantesoldeAngeles,entrarenpalaciofuecomometermeen la boca del lobo. Tuve que esperar unos instantes a que mis ojos se ajustaran a la oscuridad.Parpadeévariasveceshastareconoceralapersonaqueveníahaciamíatodaprisa.EraOsten.
Meentregóunpardelibretas.—Escóndelasentuhabitación,¿vale?Y,sialguientepregunta,nomehasvisto.Y se esfumó. Solté un suspiro exasperado, a sabiendas de que intentar comprender lo que
acababadeocurrirseríaabsurdo.Avecesnosoportabalapresiónalaqueestabasometidaporserlahermanamayor, pero, por el amor de Dios, menos mal que fui yo y no Osten. Cada vez que leimaginabaaltimóndelbarcomeentrabadolordecabeza.
Hojeé las libretas; no pude resistir la tentación. ¿Qué estaría tramando esta vez?No tardé enaveriguarquelaslibretasnoeransuyas,sinodeJosie.Reconocísucaligrafíainfantildeinmediatoy,aunquelaletranolahubieratraicionado,lohabríaadivinadoporloscorazonesquehabíadibujadocon su nombre y el de Ahren escritos en el interior. Las páginas del final delataban que estabaenamoradadeloscuatromiembrosdeChoosingYesterday,unabandademúsicamuyfamosa,yenlaúltima confesaba que se había prendadode un actor. Por lo visto, Josie caía rendida a los pies decualquieraconunpocodecarisma.
Dejé las libretasenelsuelo, juntoa laspuertasquedabanal jardín.Fuese loquefuese loqueOstenhubieraplaneado, sindudaalgunanoseríamásdivertidoquevera Josie topándoseconsuspropiosdiariosalvolverapalacio.Sevolveríalocapensandoencómohabríanllegadohastaallíyenquémanoshabríancaído.
Alguienquefanfarroneabatantoporestartancercadelafamiliarealdeberíahaberaprendidounaodosleccionessobrediscreciónaestasalturas.
Cuando entré en mi habitación, Neena ya estaba preparada. Enseguida cogió la toalla paraponerla a lavar.Me puse cualquier cosa; no estaba de humor para ponermi armario patas arriba.Cuandomesentéparaarreglarmeelpelo,mefijéenlapiladearchivosquehabíasobreelescritorio.
—LaseñoritaBryceloshadejadoparausted—explicóNeena.Mirédereojolascarpetas.Nopodíaenfadarmeporque,enrealidad,eraelúnicotrabajoserio
quemehabíanencargadoentodalasemana.—Meocuparé de eso después—prometí, aunque en el fondo sabía que no lo haría.Quizá le
echaraunvistazoaldíasiguiente.Esedíaqueríadedicármelosoloamí.Opté por un recogido sencillo, me retoqué el maquillaje un par de veces y salí en busca de
mamá.Meapetecíaestarconellay,másimportanteaún,confiabaenquenomepediríaqueescogieramueblesocomida.
LaencontrésolaenlaSaladelasMujeres.Laplacaquecolgabajuntoalapuertaasegurabaqueaquellaestancia,enrealidad,sehabíabautizadocomoBibliotecaNewsome,peronuncahabíaoídoanadie referirse a ella como tal, salvo a mamá en ciertas ocasiones. Era un espacio donde solíancongregarselasmujeres,porloquelaetiquetaoriginalmeparecíamásadecuada.
Supequemamáestabaallíinclusoantesdeabrirlapuerta,puesalguienestabatocandoelpiano,y su formadehacerlo era inconfundible.Amamá le encantabanarrar lahistoriadecómopapá lehizocomprar cuatropianosnuevos, cadaunoconcaracterísticasdistintas,despuésdecasarse.Losrepartieron por todo el palacio. Uno estaba en su habitación; otro, en los aposentos de papá; untercero,aquí;yelúltimo,enunsalóndelcuartopisoqueapenasseutilizaba.Envidiabalafacilidadconquémovíalasmanosporencimadelasteclas.Todavíarecordabaeldíaenquemedijoqueeltiempo acabaría por robarle la destreza. Entonces solo podría pulsar una o dos teclas al mismotiempo.Hastaelmomento,lehabíaganadolabatallaaltiempo.
Intenténohacerruido,peromeoyónadamásentrar.—Hola,cariño—dijo,yapartólosdedosdelteclado—.Ven,siéntateaquí,conmigo.—Nopretendíainterrumpirte—medisculpé,yatravesélahabitaciónparasentarmeenelbanco.—Nolohashecho.Necesitabadesconectar.Ahoramesientomuchomejor.—¿Algoandamal?Sonrióalgodistraídaymeacariciólaespalda.—No.Eldíaadíaenpalaciodesgasta,yalosabes.—Séaquéterefieres—comenté,yacariciélasteclasdelpiano,perosinpulsarninguna.—Cadadíame levantopensandoqueya lohevisto todo,quehe aprendido todo lonecesario
para ser reina. Pero luego todo cambia. Hay… Da lo mismo, no quiero abrumarte con mispreocupaciones,yahastenidobastanteporhoy.Hablemosdeotracosa.
LecostóDiosyayudaesbozarunasonrisay,aunquemeapetecíasaberquéasuntolepreocupabatanto—porque,alfinal,todosesosproblemastambiénmeafectabanamí—,llevabarazón.Esedíanopodríalidiarconello.
Y,alparecer,ellatampoco.—¿Alguna vez te has arrepentido?—pregunté.A pesar de sus esfuerzos,mimadre no logró
ocultarsutristeza—.DeentrarenlaSelecciónyacabarsiendoreina,quierodecir.Agradecí que, en lugar de responder sí o no de inmediato, se tomara unos segundos para
meditarlapregunta.—Nomearrepientodehabermecasadocon tupadre.No tenegaréque,aveces,mepregunto
quévidahabríatenidosinohubieraentradoenlaSelección,osihubieraperdido.Creoquehabríasalidoadelante.Noseríainfeliz,perotampocoseríaconscientedequémáspodríahaberconseguido.Reconozcoqueelcaminoquemellevóhastatupadrefueduro,sobretodoporque,enunprincipio,meopuseaello.
—¿Teopusiste?Ellanegóconlacabeza.—EntrarenlaSelecciónnofueideamía.Mequedéboquiabierta.Mamájamásmelohabíadicho.—Yentonces,¿dequiénfue?—Esonoimporta—seapresuróadecir—.Poresoentiendotusreservas.Creoqueelprocesote
enseñaráaspectosdetimismaquedesconoces.Confíaenmí.—Me resultaríamuchomás fácil confiar en ti si hiciera esto por voluntad propia, y no para
darosapapáyatiunosmesesdepazenelpaís.Laspalabrassalierondemibocamásafiladasdeloquepretendía.Mamárespiróhondo.—Séquecreesqueesunactoegoísta,peroalgúndíanosdaráslarazón.Encuestióndeaños,el
bienestardelpaísdependeráúnicamentedeti,yentoncestedaráscuentadehastadóndeerescapazdellegarparaevitarquesedesmorone.NuncapenséquevolveríamosacelebrarotraSelección,perolosplanespuedencambiarsiasíloexigelasituación.
—Puesestasituaciónmeestáexigiendodemasiado—solté.—Uno,vigilaeltono—advirtió—.Ydos,túsolotefijasenunapartedeltrabajo,lapartequete
incumbe,ypunto.Noimaginaslapresiónqueestásoportandotupadre.Permanecíahísentada,ensilencio.Queríahuirdeallí.Sino legustabami tono,¿porquéme
presionabatanto?—Eadlyn—empezócontonoconciliador—,séquequizánoeselmomentomásoportunopara
esto.Pero,conelcorazónenlamano,tardeotempranotehabríadadountoquedeatención.—¿Aquéterefieres?—Enciertomodo,medalasensacióndequeestásdesconectadadetupropiopueblo.Séquete
preocupanlasexigenciasqueconllevaserreina,peroyavasiendohoradequetambiénvaloreslasnecesidadesdelosdemás.
—¿Ycreesquenolohago?—repliqué.¿Acasonosabíaloquehabíaestadohaciendodurantetodoeldía?
Ellaapretólamandíbula.—No,cielo.Nuncaloanteponesatupropiacomodidad.Deseabagritarle,aellayapapá.Eraevidenteque,aveces,merefugiabaenmihabitación;podía
pasarmehorasenlabañeraoacompañarlacenaconunacopitadevino.Esospequeñoscaprichosnome parecían en absoluto exagerados, teniendo en cuenta el sacrificio queme estaban obligando ahacer.
—Mesorprendequeveastantosdefectosenmí—sentencié.Despuésmelevanté,dispuestaamarcharmedelasala.—Eadlyn,yonohedichoeso.—Lo has insinuado. No pasa nada—murmuré, y empecé a caminar hacia la puerta. Aquella
acusaciónmeenfurecióhastalímitesinsospechados.—Eadlyn,cariño,loúnicoquequeremosesqueteconviertasenunagranreina,esoestodo—
suplicó.—Yloseré—respondí,conunpieyaenelpasillo—.Y,pordescontado,nonecesitoqueningún
tipomeenseñeahacereltrabajo.Tratédecalmarmeantesdecerrarlapuerta.Sentíaquetodoelmundoestabaenmicontra,queel
mismísimo universo había preparado una conspiración para hundirme…Y entonces oí a alguienllorar.
—¿Estássegura?PoreltonodevozsospechéquesetratabadelgeneralLeger.—He hablado con ella esta misma mañana. Ha decidido quedárselo—respondió la señorita
Lucy,convozentrecortada.—¿Lehasdichoquepodríamosdarleaesebebétodoloquepudieranecesitar?¿Quetenemos
más dinero del que seremos capaces de gastar en toda una vida? ¿Que lo querríamosincondicionalmente?—bisbiseóelgeneral.
—Esoymás—insistiólaseñoritaLucy—.Sabíaquelasprobabilidadesdequeelbebénacieracontrastornosmentaleseranaltas.Leprometíquelaayudaríamosentodo,quelamismísimareinaseaseguraríadequenolefaltaradenada.Mecontestóqueyahabíahabladoconsufamilia,queestabandispuestosaayudarlayquejamáshabíaconsideradolaopcióndeentregaralbebé.Tansolovalorólaadopciónporquecreyóqueestaríasola.Pidiódisculpas,comosiconesoarreglaraalgo.
LaseñoritaLucyestaballorando.Meacerquéconsigilohacialaesquinadelpasilloparaseguirlaconversación.
—Losientomucho,Lucy.—Notienesporquésentirlo.Noesculpatuya—respondióconvozamableyvaliente—.Creo
queha llegadoelmomentodeaceptarlo.Añosde tratamientos, infinidaddeabortosnaturales, tresadopcionesfrustradas…Necesitamospasarpágina.
SeprodujounlargosilencioantesdequeelgeneralLegervolvierahablar.—Sicreesqueesoeslomejor.—Sí—dijoellacondecisión,y luegovolvióa rompera llorar—.Nopuedocreerquenunca
serémadre.Unsegundomástarde,oíqueelsonidodelllantoquedabaamortiguado.Sumaridolasostenía
entresusbrazos,consolándolalomejorquepodía.DurantetodosestosañoshabíacreídoquelosLegereranunaparejaquehabíanelegidonotener
descendencia.LosproblemasdeLucyjamáshabíansalidoarelucirenningunaconversación;adecirverdad,cuandoéramosniños,siempreparecíadispuestaajugarconnosotrosenlugardeenviarnosafreírespárragos.Poresonuncasospechéqueestuvierasufriendounacircunstanciatandesafortunada.
¿Teníamimadrerazón?¿Noeratanobservadoranisolidariacomocreía?LaseñoritaLucyeraunadelaspersonasquemásapreciabaenelmundo.¿Nodeberíahabersidocapazdepercatarmedelotristequeestaba?
Capítulo6
Eneldespachohabíandejadotreintaycincocestasdistintas,repletasdelosdatospersonalesdediezmil personas distintas. Los sobres estaban bien sellados para así proteger el anonimato de loscaballeros. Traté de aparentar emoción por el bien de las cámaras, pero sentía que, en cualquiermomento,vomitaríaenalgunadeaquellascestas.
Seríaunabuenaformadereducirelnúmerodepretendientes.Papáapoyóunamanosobremihombro.—Deacuerdo,Eady.Ahoraacércateacadacestaycogeunsobre.Estaréatulado.Amedidaque
losvayasescogiendo,dámelos.LosabriremosenelReportdeestanoche,envivoyendirecto.Asídefácil.
Paraseralgotansencillo,meestabaresultandosobrecogedor.DesdeelmismomomentoenqueanunciamoslaSelección,mesentíaabrumada,asíquenodeberíahabermesorprendido.
Me coloqué bien mi tiara preferida y me atusé la falda del vestido gris iridiscente. Queríacerciorarmedequeestabaradiante.Alobservarmi reflejoantesdebajaralsalón,deboreconocerquelamuchachaquememirabameintimidó.
—Así pues, ¿elijo cada sobre? —murmuré, confiando en que las cámaras no estuvierangrabandoenesemomento.
Élmededicóunaminúsculasonrisayhablóenvozbaja:—Esunprivilegioqueyonotuve.Adelante,cariño.—¿Quéquieresdecir?—Luego.Ahora,ve—susurróy,conlamano,meinvitóaentrarenaquelsalónabarrotadode
pilasypilasdeinscripciones.Cogí aliento. Podía hacerlo. Las expectativas de la gente me traían sin cuidado; yo había
elaboradounplan.Unplanapruebadebombas.Saldríadeeseaprietoilesa.Unpuñadodemesesnoeranada.Ydespués,nuevamente,podríacentrarmeenlalabordeconvertirmeenreina.Ysola.
Entonces,¿porquémeestabaahogando?«Cierraelpico»,pensé.MeaproximéalaprimeracestaencuyaetiquetaleíquetodoslosparticipanteserandeClermont.
Saquéunsobre,losflashesdelascámarasmecegaronylaspocaspersonasqueestabanenelsalónaplaudieron.Mamá abrazó a Ahren, emocionada; me hizo unamueca sin que nadiemás se dieracuenta.LaseñoritaMarleesuspiróaliviada.FueentoncescuandoreparéenquelaseñoritaLucynoestaba.Osten tampoco había venido, lo cual no fue ninguna sorpresa.Kaden sí había aparecido yobservabaaquelparipéconinterés.
Utilicé una técnica distinta con cada cesta.Deuna, escogí el sobre de la parte superior.En lasiguiente enterré el brazo y pesqué otro sobre. Los testigos se entusiasmaron cuando llegué aCarolina, la provincia donde mamá había crecido; cogí dos sobres, los sostuve durante unossegundosyluegodevolvíunoalazarasucorrespondientecesta.
Entregué laúltima inscripciónamipadrey,actoseguido, recibíotraavalanchadeaplausosyflashes. Fingí una sonrisa de felicidad antes de que los reporteros se escabulleran de la sala pararedactarsusartículos.AhrenyKadenabandonaronlaestanciaentrebromas,ymamásedespidióconunbesoenlafrenteantesdeirse.Papáyyoempezamosahablar,aunquenoteníamuchoquedecir.
—Lohashechodefábula—mefelicitócuandonosquedamosasolas.Suasombroeragenuino—. Hablo en serio. Entiendo mejor que nadie que esto puede ser estresante, pero has estadomaravillosa.
—¿Ycómolosabes?—cuestioné,yapoyélasmanossobrelascaderas—.¿Cómolosabessinofuistetúquienescogiólasinscripciones?
Éltragósaliva.—Ya conoces, a grandes rasgos, la historia de cómo conocí a tu madre. Sin embargo, hay
detallesquehemospreferidoguardarenuncajón.Tecuentoestoporquecreoqueteayudaráadartecuentadelasuertequetienes.
Asentí,aunquenosabíaquédireccióntomaríalaconversación.Élrespiróprofundo.—MiSelecciónnofueunafarsa,peronoestuvolejosdeserlo.Mipadreseencargódeelegira
dedo a todas las participantes; seleccionó a jovencitas con quienes se podían establecer alianzaspolíticas, familias influyentesoconunencantonaturalcapacesdehacerque todoelpaísbesaraelsuelopordondeandaban.ElreysabíaquelaSeleccióndebíaservariadaparaparecerlegítima,asíque añadió tresCincosparadisimular.LasCincos se consideraban candidatasque eranparahacerbulto,quecaeríanenseguida,peroasílagentenosospecharíaquetodoeraunapantomima.
Mequedédepiedra.—¿Mamá?—Se suponía que debía descartarla casi de inmediato. Te seré sincero. Mi padre trató de
persuadirme por todos los medios para que la eliminara enseguida. Y fíjate en ella ahora.—Depronto,suexpresióncambió—.Aunquejamáslohubieraimaginado,elpueblolaadoracomoreina,inclusomásqueamimadre.Hadadoaluzacuatrohijosfuertes,hermososeinteligentes.Hesidofelizgraciasaella.
Deformadistraída,jugueteóconlossobres.—Nosésieldestinoexisteono.Pero,aveces,aquelloquellevasañosanhelandoapareceporla
puerta, decidido a eludirte, a huir de ti.Y, sin embargo, al final te das cuenta de que siempre hayalguienparati.
Hastaentoncesjamáshabíatenidomotivosparadudardelahistoriadeamordemispadres.Perodespuésdeoíramipadreconfesarquemamánisiquieraeraunaopción,yamimadrerevelarquenopretendía entrar a formar parte de la Selección, me pregunté cómo se las habían ingeniado paraencontrarseelunoalotro.
Porlaexpresióndemipadre,intuíquenisiquieraélseexplicabacómosehabíanenamorado.—Lovasahacermuybien—dijoconorgullo.—¿Yquétehacepensareso?—Eresclavaditaa tumadre…ya lamía.Eresunachicadecidida.Y,más importante todavía,
detestaselfracaso.Séqueestofuncionará,amenosquetúloimpidas.Estuve a punto de contárselo, de confesarle que había llenado páginas enteras con ideas para
ahuyentaratodosesoschicos.Habíadadoenelclavo:noqueríafracasar.Pero,paramí,elfracasosignificabapermitirqueotrapersonadirigieramivida.
—Estoyseguradequetodosaldrábien—dije,conunapizcadearrepentimientoenmivoz.Papámeacariciólamejillaconlosdedos.—Comosiempre.
Capítulo7
Cuando entré en el estudio, me di cuenta de que el plató había sufrido algunos cambios.Normalmente,Ahrenyyoéramoslosúnicosquenossentábamosfrentealacámara,juntoanuestrospadres,peroesanocheKadenyOstentambiénestabansobreelescenario.
Losoficialesdepapásehabíanapiñadoalotroladodelcuadrilátero;elcentroestabareservadoaunrecipientecontodoslossobresquehabíaseleccionadoesamismatarde.Juntoaél,uncuencovacíoenelquedebíadepositar las inscripcionesdespuésdeabrir lossobres.Leer losnombresenvozaltaeraunatradición.Noqueríameterlapata,asíquemepropusehacerloconmuchacautela;queríadarlaimpresióndequecontrolabalasituación.Yesomegustaba.
Tras las cámaras se habían acomodado otrosmiembros del personal de palacio.Distinguí algeneral Leger; besó a la señorita Lucy en la frente y después le susurró algo al oído. Ya habíanpasadovariosdíasdesdeaquellaconversaciónqueoíaescondidasenmitaddelpasillo,peroseguíasintiéndome fatal por ella.No semeocurría nadiemejor que losLeger para ser padres.Por otrolado,losSchreavehabíandemostradoserlaspersonasmásdiestrasparasolucionarproblemas.
Estabaperdida.Noteníanilamásremotaideadecómoayudarlos.LaseñoritaMarleeinstabaaJosieacallarsedeunavezportodas,seguramenteporquesereíade
unchistequeellamismahabíasoltadoyquecarecíadegracia.Nuncaentenderíacómoalguientanmaravillosohabíapodidotraeralmundoagentetandespreciable.¿Mitiarafavorita?¿Laquellevabapuesta?Puesbien,nosiemprefuemifavorita.Josietorciólaprimeratiaradelaquemeenamoréyperdiódospiedraspreciosasdelasegunda.Nadielehabíadadopermisoniparaacercarseaellas.Ymuchomenosparatocarlas.
AsuladoestabaKile.Estabaleyendounlibroporque,cómono,todoloquepasabaennuestropaíserademasiadoaburridoparaél.Quéingrato.
Levantólavistadellibroymepillóobservándole.Hizounamuecayvolvióapegarlosojosenlapágina.¿Paraquéhabíavenido?
—¿Cómo estás?—preguntómamá, que apareció de repente ami lado.Despuésme rodeó elhombroconelbrazo.
—Bien.Dibujóunasonrisa.—Esimposiblequeestésbien.Estoesaterrador.—Bueno,puesyaquelodices,sí,síloes.Todoundetalleobligarmeapasarporestecalvario.Serioporlobajoparaversisemehabíapasadoelenfado.—Cariño,nocreoquetengastantosdefectos—susurró—.Tusvirtudessoninfinitasy,algúndía,
sabráscuántosesufreporloshijos.Mepreocupoporti,inclusomásqueportushermanos.Noeresunachicacualquiera,Eadlyn.Ereslachica.Ysoloquierolomejorparati.
Nosupequécontestar.Loúltimoquequeríaeraponermeadiscutirenmitaddelescenario.Ellaseguíaabrazándome,asíqueledevolvíelgestoyellamebesóenlacabeza.
—Mesientomuyincómoda—admití.—No olvides cómo se deben de estar sintiendo esos muchachos. Para ellos, esto también es
importantísimo.Elpaísosloagradecerá.Meconcentréenlarespiraciónparanodelatarme.Tresmeses.Lalibertad.Pancomido.—Estoymuyorgullosadeti—murmuró,ymediounúltimoachuchón—.Buenasuerte.Sefueasaludarapapá.Ahrenaprovechóesemomentoparaacercarseamí.—Nopuedocreerqueestoestéocurriendodeverdad—comentóconemoción—.Memuerode
ganasportenercompañía.—¿Quépasa?¿Kilenoessuficienteparati?—espeté.MiréaKiledenuevo.Seguíaconlanarizmetidaenaqueldichosolibro.—NoséquétienescontraKile.Esuntipomuylisto.—¿Esuneufemismodeaburrido?—¡No!Peromeapetececonoceragentedistinta.—Pues a mí no —farfullé. Me crucé de brazos, en parte por impotencia, en parte para
protegerme.—Oh,vamos,hermanita.Estoserámuydivertido—meanimó.Escudriñótodalasalaysusurró
—:Estoyimpacienteporverquéhasplaneadoparaesospobresdiablos.Tratédeaguantarlarisa.Nadiemeconocíamejorquemihermano.Cogióunodelossobresymediounsuavegolpecitoenlanariz.—Yahoraprepárate.Sidominaselidioma,estaparteteresultarábastantefácil.—Erescomoundolordemuelas—murmuré,yleasestéungolpeenelbrazo—,perotequiero.—Losé.Notepreocupes.Loharásgenial.Nosindicaronqueocupáramosnuestrosasientos,asíqueAhrendejóelsobreenellugarquele
correspondía,mecogiódelamanoymeacompañóhastamisitio.Lascámarasempezaronafilmar.Papá inauguró el Report del día anunciando un posible acuerdo comercial con Nueva Asia.Trabajábamoscodoconcodoconesepaís,por loquemecostaba imaginarque,antaño,habíamosestadoenguerra.Mencionólasleyesdeinmigraciónytodossusconsejeroshicieronsusdiscursos,incluidalaseñoritaBryce.Aquellosminutosmeparecieroneternosalavezqueefímeros.
Cuando Gavril pronunció mi nombre, tardé unos segundos en recordar qué debía hacerexactamente.Sinembargo,melevanté,crucéelescenarioymecoloquédelantedelmicrófono.
Esbocéunatímidasonrisaymirédirectamenteacámara.SabíaqueesanochetodaIlléaestabasentadafrenteasutelevisor.
—Estoy convencida de que todos estáis tan emocionados como yo, así que por qué no nossaltamoselprotocoloyvamosalgrano.Damasycaballeros,aquíestánlostreintaycincojóvenesinvitadosaparticiparenestarevolucionariaSelección.
Metílamanoenelrecipienteyextrajeelprimersobre.—DesdeLikely—leí,ehiceunapausamientrasloabría—,elseñorMacKendrickShepard.Mostré la fotografía del joven candidato y todos los presentes aplaudieron. Deposité el
contenidodelsobreenelrecipientevacíoycogíotrosobre.—YprocedentedeZuni…,elseñorWinslowFields.Trascadanombrequepronunciaba,lasalaestallabaenaplausos.HoldenMessenger.KesleyTimber.HaleGarner.EdwinBishop.Alfinal,cuandoalcancéelúltimosobredelrecipiente,creíhaberabiertoalmenosuncentenar
de ellos.Me dolían lasmejillas de tanto sonreír. Esperaba quemamáno se llevara una decepcióncuandoledijeraquepreferíacenarasolasenmihabitación.Enmiopinión,eralomínimoquememerecía.
—¡Ah!YdesdeAngeles—anuncié; rasguéelsobreysaqué laúltima inscripción.Estavezmi
sonrisanofuecapazdeocultarmidesasosiego,ytodoelmundosepercatódeello—,elseñorKileWoodwork.
Lasreaccionesnosehicieronesperar.Variosgritosahogados,unpuñadodecarcajadas…,perolaquemásmeimpactófueladelpropioKile.Dejócaerellibroalsuelo.
Apenaspodíarespirar.—Puesbien,esoestodo.Mañanalosconsejerosiniciarántodoslospreparativosparaformara
estostreintaycincocandidatosparalaaventuraquelesespera.Y,dentrodemenosdeunasemana,seinstalaránenpalacio.Hastaentonces,mimássinceraenhorabuena.
Empecéaaplaudirytodalasalamesiguió.Regreséamiasientoytratédedisimularlomolestaqueestaba.
VerelnombredeKileescritoenlasolicitudnodeberíahabermeafectadotanto.Alfinyalcabo,ningunodeesoschicosteníaposibilidadesdeganar.Perohabíaalgoquenoencajaba.
EncuantoGavrilcerrólatransmisión,muchosfueronlosqueentraronencólera.MamáypapásedirigieronhacialosWoodworkdeinmediato.Decidíunirmeaellosparaaclararelasunto.Josie,quenoparabadereírsecomounaboba,mepisabalostalones.
—¡Yonohesido!—insistióKile.Encuantolemiréalosojos,adivinéqueestabatanfuriosocomoyo.—¿Quéimportaeso?—dijomamá—.Todoaquelquehayacumplidolamayoríadeedadpuede
ponersunombreenlainscripción.Papáasintióconlacabeza.—Escierto.Y,aunquereconozcoquelasituaciónesuntantoextraña,notienenadadeilegal.—Peroyonoquieroformarpartedeesto—lesuplicóKileapapá.—¿Quiénescribiótunombre?—pregunté.Kilesacudiólacabeza.—Nolosé.Tienequeserunerror.¿Porquéibaainscribirmesinisiquieraquierocompetir?Mamá miró al general Leger y, por un instante, creí que estaban sonriéndose. Me negaba a
creerlo,puesaquellasituaciónnoeraparanadadivertida.—¡Perdonad!—protesté—.Estoesinaceptable.¿Nadiepiensahaceralgoalrespecto?—Escogeaotrocandidato—sugirióKile.ElgeneralLegernegóconlacabeza.—Eadlynanunciótunombredelantedetodoelpaís.TúereselcandidatodeAngeles.—Esverdad—coincidiópapá—.Alleerlosnombrespúblicamente,yaesoficial.Nopodemos
encontrarteunsustituto.Kilepusolosojosenblanco,algoquehacíamuyamenudo,porcierto.—Bueno,Eadlynpuedeeliminarmeelprimerdía.—¿Yenviarteadónde?—cuestioné—.Túvivesaquí.Ahrenserioporlobajo.—Perdón—murmuróalpercatarsedemimiradaasesina.—Esonosentaríabienalrestodelosparticipantes.—Échame—propusoKile.—Porenésimavez,Kile,¡noteirásdeaquí!—gritólaseñoritaMarlee.Eralaprimeravezquelaoíautilizaruntonotanestricto.Sellevóunamanoalasienyelseñor
Cartertratódeconsolarla.Lesusurróaloídoalgoquenofuicapazdecomprender.—¿Prefieresvivirenotro lugar?—pregunté incrédula—.¿Acasounpalacionoes lobastante
buenoparati?—Noesmío—dijo,alzandoeltonodevoz—.Y,francamente,yanolosoportomás.Estoyharto
delasnormas,hartodesentirmeunhuéspedenestacasa.Y,sobretodo,estoyhartodetuactitudde
niñamalcriadayconsentida.Resolléy,actoseguido,laseñoritaMarleelesoltóunacollejaasuhijo.—¡Discúlpate!—ordenó.Kileapretólamandíbulayclavólamiradaenelsuelo.Mecrucédebrazos,indignada.Noestaba
dispuesta a permitir que se fuera de rositas. Me debía una disculpa. Y pensaba obtenerla por lasbuenasoporlasmalas.
Alfinal,trassacudirlacabeza,murmuróun«losiento»apenascomprensible.Miréhaciaotrolado.Podíahaberseesforzadounpocomás.—Seguiremos adelante según lo planeado—sentenciópapá—.Esto es unaSelección, y todos
conocemoselproceso.Setratadeelegir.Hoyporhoy,Kileesunodelospretendientes.Desdeluego,Eadlynloharíamuchopeor.
«Gracias, papá». Comprobé la expresión de Kile. Seguía con la mirada pegada en el suelo;estabaavergonzadoyenfadado.
—Yahoradeberíamoscomeralgoycelebrarlo.Hoyesundíamuyespecial.—Tienesrazón—añadióelgeneralLeger—.Cenemosjuntos.—Estoycansada—dije,ymedimediavuelta—.Estaréenmihabitación.Nisiquieraesperéaquemedieranpermiso.Nodebíanadaanadie.Habíahechotodoloqueme
habíanpedido.
Capítulo8
Duranteelfindesemanaevitétodacompañía,pero,porlovisto,anadieleimportó,nisiquieraamamá.Unavezanunciadoslosnombres,laSelecciónyaeraunarealidad.Sabíaqueseacercabandíasdesoledadabsoluta,yesomeentristecía.
El lunes antes de que aterrizaran los candidatos en palacio, por fin me reencontré con lahumanidad.Hice de tripas corazón y entré en la Sala de lasMujeres.La señoritaLucy estaba ahí;igualquesiempre,alegreysonriente.Mehabríaencantadopoderayudarla.Obviamente,uncachorronoeraunbebé,peroregalarleunamascotaeralaúnicaideaquesemehabíaocurrido.
MamáconversabaconlaseñoritaMarlee;encuantocrucéelumbral,lasdosmesaludaronymeinvitaronaunirmeaellas.
MesentéylaseñoritaMarleemecogiódelamano.—Quiero explicarme. La razón por la que Kile quiere marcharse no eres tú. Lleva mucho
tiempo sopesando la idea demudarse y, con el corazón en lamano, pensé que pasar un trimestrefueradecasabastaríaparaquitarleesaideadelacabeza.Nosoportaríavivirlejosdeél.
—Tarde o temprano, él tomará una decisión y no te quedará más opción que aceptarla —aconsejómamá, locualmeparecióhastagracioso teniendoencuentaqueellaeraquienpretendíacasarasupropiahijaconuncompletodesconocido.
—Peronoloentiendo.Josie,encambio,nuncasehaplanteadoirse.Puselosojosenblanco.Desdeluegoqueno.—Pero ¿qué puedes hacer? No puedes obligarle a quedarse aquí —insistió mamá. Después
sirvióunatazadetéyladejófrenteamí.—Yahecontratadoaotrotutor.Tienemuchísimaexperiencia.Kileaprenderámásdeélquede
unlibro.Asíganaréunpocodetiempo.Noquieroperderlaesperanza…La tíaMay apareció de repente en la sala; parecía recién sacadade una revista demoda.Salí
disparadahaciaellaylediunabrazodeoso.—Alteza—saludó.—Cierraelpico.Soltóunacarcajada,meagarróporloshombrosymemiródirectamentealosojos.—QuierosaberlotodosobrelaSelección.¿Cómoestás?Mefijéenlasfotografías.Algunosson
bastantemonos.¿Yatehasenamorado?—Quéva—respondíconunarisotada.—Bueno,dalesunosdías.LatíaMayeraasí.Cadavezqueveníaapalacio teníaunnuevoamor.Puestoquenuncahabía
sentado la cabeza para formar una familia, solía tratarnos, a los cuatro hermanos y a nuestrosprimos,AstrayLeo,comosi fuéramossushijos.Y,adecirverdad,susvisitashacíanquevivirenpalaciofueramuchomásemocionante.
—¿Cuántotiempoestarásporaquí?—preguntómamá.
LatíaMaymecogiólamanoy,juntas,cruzamoslaestancia.—Memarchoeljueves.Ahoguéungrito.—Ya lo sé. ¡Me voy a perder lomás divertido!—Lloriqueó haciendo pucheros—. Pero Leo
tieneunpartidoelviernesporla tardeyelrecitaldedanzadeAstraeselsábado.Lesprometíqueestaría allí. Está haciendo grandes progresos—le comentó amamá—. Se nota que es hija de unaartista.
Compartieronunasonrisa.—Ojalápudieraasistir—selamentómamá.—¿Yporquénovamos?—sugerí,ycogíunasgalletitasparaacompañarelté.LatíaMaymemiróperpleja.—Eresconscientedequeeste findesemana tienesplanes,¿verdad?¿Grandesplanes?¿Planes
quetecambiaránlavida?Meencogídehombros.—Nomepreocupaperdérmelos.—Eadlyn—mereprendiómamá.—¡Losiento!Peroesqueestoesagobiante.Prefierolascosastalycomoestánahora.—¿Dóndeestánlasfotografías?—preguntóMay.—Enmihabitación, sobre el escritorio.Llevodías tratandodememorizar los nombres, pero
todavíanomelosheaprendido.Mayalzólamanoyllamóaunadelasdoncellas.—Querida,¿teimportaríasubiraldormitoriodelaprincesaytraernoslosformulariosdelos
candidatosalaSelección?Estánensuescritorio.Ladoncellasonrióehizounareverencia.Presentíaque,encuantolostuvieraentrelasmanos,
caeríaenlatentaciónylesecharíaunvistazo.Mamáseinclinóhaciasuhermana.—Permítemequeterecuerdeunpardecosas.Uno,esosformulariossonconfidenciales;y,dos,
aunquenolofueran,lesdoblaslaedad.Marleeyyonosechamosareír,mientrasquelaseñoritaLucyse limitóasonreír.Eramucho
másindulgenteconlatíaMayquenosotras.—No le tomenelpelo—protestó la señoritaLucy—.Estoyconvencidadeque lohacecon la
mejorintención.—Gracias,Lucy.Nolohagopormí,¡sinoporEadlyn!—juró—.Entretodaslaayudaremosa
adelantarunpocoeltrabajo.—No es así como funciona —se quejó mamá, y dio un sorbo a su té con cierto aire de
superioridad.LaseñoritaMarleesoltóunatremendayruidosacarcajada.—¡Miraquiénhabla!¿Acasodebemosrefrescartelamemoria?—¿Qué? —pregunté, atónita. ¿Cuántos detalles de su historia de amor habían omitido mis
padres?—.¿Aquéserefiere?Mamádejólatazasobrelamesitaylevantóunamanoparadefenderse.—La noche antes de que empezara la Selección, me topé con tu padre por accidente y, para
vuestrainformación—dijo,aunquemiróalaseñoritaMarlee—,podríanhabermeechadoporello.Noesprecisamentelaprimeraimpresiónquepretendíacausar.
Mequedéhelada.—Mamá,¿puedesabersecuántasnormastesaltastealatorera?Miróhaciaeltechoyguiñóunojo,comosiestuvieracontándolasmentalmente.
—Deacuerdo,¿sabéisqué?,miradlasfotografíascuantoqueráis.Merindo.Mi tía sonrió con satisfacción. Intenté grabar aquel gesto enmimemoria: con una elegancia
innata, ladeó la cabeza y, de pronto, percibí un brillo embaucador en sus ojos. Todo en ella eraglamuroso,natural.Adorabaaaquellamujer,elamorquedespertabaenmíeraparecidoalquesentíapormimadre.SibienJosie,micompañeradejuegosdurantemiinfanciayadolescencia,habíasidounverdaderoincordio,elcírculodeamistadesdemamánoteníaprecio.Sinlugaradudas,eranlasmujeresmásmaravillosasdelmundo.
La doncella regresó con la pila de formularios y fotografías, y las dejó sobre la mesa. LaseñoritaMarlee no esperó ni dos segundos a coger un primer puñado de solicitudes, lo cual mesorprendióbastante.LasegundaenecharunvistazoaloscandidatosfuelatíaMay;aunquemamánoseatrevióa tocarniunasolafotografía,síasomólacabezaporencimadelhombrode laseñoritaMarlee para conocer a los muchachos. Al principio, la señorita Lucy hizo como si no sintieracuriosidadalguna,peroalfinaltambiénacabóconunapiladepapelessobreelregazo.
—Ah,estepromete—comentólatíaMay,ymemostróunafotografía.Contemplé al joven de mirada penetrante y oscura, de tez de ébano. Tenía el pelo rapado y
mostrabaunasonrisabrillante.—BadenTrains,diecinueveaños,deSumner.—Esguapo—dijomamácondemasiadoentusiasmo.—Bueno, a la vista está—añadióMay—. Y con un apellido como Trains, apuesto a que su
familiaesdeSevens.Segúnloquediceaquí,estáestudiandoprimerodePublicidad.Esosignificaqueél,oalguiendesufamilia,esdeideasfijas.
—Cierto—coincidiólaseñoritaMarlee—.Todaunahazaña.Apartéunpardeformulariosparaecharunvistazo.—Ybien,¿cómoestás?—preguntólatíaMay—.¿Yaestátodolisto?—Esocreo—murmuré,yleíporencimaunadelassolicitudes.Escaneétodalainformaciónen
buscadealgoquepudieraresultarmeremotamenteinteresante.Peronoencontrénadaquellamaramiatención—.Alprincipio,lagenteestabamuyalborotada,albordedeunataquedenervios.Penséquenuncaacabaría.Porloquetengoentendido,lashabitacionesdeloscandidatosyaestándispuestas,loscocinerosyahanelaboradocadamenú.Sinomeequivoco,ahoraquelalistayaesoficial,mañanamismosereservaránlosviajes.
—Seteveemocionadísima—bromeóMay,ymediounsuavegolpecitoconelcodo.Suspiréyluegolancéunamiradaacusatoriaamamá.—Supongoquetambiénestaréisalcorrientedequetodoesteasuntonohasidoideamía.—¿Quéquieredecir,querida?—preguntólaseñoritaLucy.Dejósupiladesolicitudessobreel
regazoymemiróconsternada.—Pordescontado,todostenemoslosdedoscruzados;queremosqueEadlynencuentreaalguien
especial, a un chico quemerezca la pena—empezómamá con perspicacia—. Pero, mientras esoocurre,aprovecharemosestosmesesparaelaborarunplanquecalmeelmalestardelapoblaciónporlaeliminacióndecastas.
—¡Ames!—exclamóMay—.¿Tuhijaesunseñuelo?—¡No!—Sí—mascullé.LatíaMaymeacariciólaespaldaparaconsolarme;saberqueestabaahímetranquilizaba.—Tarde o temprano habríamos tenido que buscar el pretendiente adecuado. Además, la
Selección no es vinculante. Eadlyn llegó a un acuerdo conMaxon: si no se enamora, adiós muybuenas al proceso.Dicho esto, Eadlyn, comomiembro de la familia real, está cumpliendo con sucometido, creando un poco de… diversión. Así se calmarán un poco los ánimos y nosotros
podremostantearelterreno.Ymeatrevoadecirqueyaestáfuncionando.—¿Ah,sí?—pregunté.—¿Nohasleídolosperiódicos?Tehasconvertidoenlaestrelladelpaís.Losmedioslocalesya
hanempezandoaentrevistarasuscandidatos,ymuchassonlasprovinciasqueyahanorganizadounafiestaconlaesperanzadequesupretendienteseaelelegido.Lasrevistashancomenzadoahacersusapuestasconlosfavoritos.Anocheviunreportajeenlatelevisiónsobrejovencitasquehanformadoclubsdefansyllevancamisetasconlosnombresdesuspretendientespredilectos.TodoelpaístienelosojospuestosenlaSelección.
—Esverdad—confirmólaseñoritaMarlee—.QueKileviveenpalacioyahadejadodeserunsecreto.
—¿Tambiénsehanenteradodequenotieneintenciónalgunadeparticipar?—pregunté,aunquesonémásirritadadeloquepretendía.
LaseñoritaMarleenoteníalaculpadeaquelladebacle.—No—contestóentrerisas—.Puedesestartranquila,noesporti.Ledevolvílasonrisa.—Marlee,yahasoídoamamá.Notienedequépreocuparse.TantoKilecomoyosabemosde
sobraquenoestamoshechoselunoparaelotro.Además,existelaposibilidaddequepuedalibrarmede este enredo sin un prometido.—Un cien por cien de posibilidades para sermás exacta—.Nosufras,nomeromperáelcorazón—contesté.Yamehabíaacostumbradoalaideadetenerunmontóndechicosdispuestosapedirmimano—.Noestoymolesta.
—PerotúmismahasdichoquelaSelecciónsehaconvertidoenelfocodeatención—recordóMay,algoalarmada—.¿Creesquedurarámucho?
—Creoquemantendráalagenteocupadaeltiemposuficientecomoparaqueelmalestarylasprotestasquecopantodaslasportadaspasenaunsegundoplanoynosotrosencontremosunmododeabordarlosproblemassivuelvenasurgir—respondiómamáconseguridad.
—Cuandovuelvanasurgir—corregí—.Puedequemividalesentretengaunrato,perotenporseguroque,enalgúnmomento,volveránacentrarseensupropiavida.
Mirédereojolasfotografías;compadecíaaesosmuchachos.Estabancondenadosaperderynisospechabanqueformabanpartedeunteatromontadoparadistraeralpúblico.
—Quéraro—observéalleerunadelassolicitudes—.Nopretendoparecercrítica,perofijaosenesto.Heencontradotresfaltasdeortografíaenelformulario.
Mamámeloarrebatódelasmanos.—Quizáestabanervioso.—Oesunidiota—propuse.Mayserioentredientes.—No seas tan dura, cariño. Ellos también deben de estar asustados.—Mamáme devolvió el
formularioylosujetéconunclipalafotografíadeuntipoconcaradeinocenteyunacabellerarubiaderizossalvajes.
—Unsegundo,¿estásasustada?—preguntólatíaMayconlavozentrecortada.—No,desdeluegoqueno.Relajólaexpresiónyvolvióaadoptareseademánbelloydespreocupado.—Noconciboquealgopuedadartemiedo.—Meguiñóunojo.Metranquilizabasaberquealmenosunadelasdoslocreyera.
Capítulo9
Cuandomeenterédequehabíanempezadoallegarapalacio,huidespavoridaamisaposentosymepuse a garabatear bocetos en el balcón, a la luz del sol. Demasiadas risas escandalosas y saludosexcesivamenteentusiastas.Mepreguntécuántotiempoduraríaesacamaradería.Despuésdetodo,setrataba de una competición. Tomé una nota mental de inmediato: «añadir “encontrar formas deenemistarles”amilistadeobjetivos».
—Creoquedeberíamosdarmásvolumenalpelo,Neena.Hoyquieroparecerunachicamadura.—Excelenteelección,alteza—comentómientrasmearreglabalasuñas—.¿Algunaideaparael
vestidodeestanoche?—Hepensadoenunvestidodegala.Negro,apoderser.Soltóunarisita.—¿Intentaasustarlos?Nopudecontenerlasonrisa.—Solounpoquito.Ambasnosreímos.Mealegrédetenerlaamilado.Seavecinabansemanasdifícilesenlasque
necesitaríasusmensajesreconfortantes.Después de secarme el pelo, lo trenzó y lo sujetó con horquillas formando una especie de
coronaparaque así la tiara destacara todavíamás.Conseguí encontrar el vestidonegroquehabíalucidoenlaúltimafiestadeAñoNuevo.Erauntrajedeencajepreciosoquemarcabamisiluetahastalarodilla.Apartirdeahí,latelaeramásvaporosaycaíahastaelsuelo.Teníalaespaldadescubierta,formandounóvalo,ymangasmurciélagoquemerozabanloshombros.Paraserhonesta,elvestidoeramásbonitoaplenaluzdeldíaquealaluzdelasvelas.
Elrelojmarcólauna,horadebajar lasescaleras.HabíamosconvertidounadelasbibliotecasdelcuartopisoenunSalóndeHombres,demodoquelosseleccionadospudieranreunirseyrelajarsedurante suestancia enpalacio.Era,másomenos,delmismo tamañoque laSalade lasMujeresyteníavariossofásysillonesdondesentarse,infinidaddelibrosydostelevisores.
Ahoramismomedirigíaaesazonadepalacio.Habíamosacordadoquelospretendientesiríanentrandodeuno enunoparapresentarseyquedespués los escoltaríanhasta elSalóndeHombresparaasípoderconocerseentreellos.Advertíungrupitodegenteal fondodelpasilloentreelquereconocíamispadresyalgeneralLeger,ymeencaminéhaciaellos.Tratédequenadienotaraqueteníalosnerviosaflordepiel.Alverme,papásequedóestupefactoymamásellevóunamanoalaboca.
—Eadlyn…, pareces tanmayor—exclamómamá. Suspiró y luegome acarició lamejilla, elhombroyelcabello.Todoestabaenorden.
—Seguramenteporquelosoy.Asintióensilencioyselellenaronlosojosdelágrimas.—Estásdivina.Enmiopinión,nuncaparecíunareina,perotú…estásperfecta.
—Déjaloya,mamá.Elpuebloteadora.Vosotrostrajisteislapazalpaís.Yonohehechonadaenabsoluto.
Mealzólabarbillaconundedo.—Todavía.Peroeresdemasiadolistaytercacomoparanoconseguirnada.Yantesdequepudierareplicar,papáseacercóanosotrasynosinterrumpió.—¿Preparada?—Sí—contesté, y me puse seria. Aquel no había sido el discursito motivacional que había
imaginado—.Notengointencióndeeliminaraningúncandidato,almenosporahora.Enmiopinión,todoelmundomereceunaoportunidad.
Papáesbozóunasonrisa.—Muysabioportuparte.Cogíaire.—Deacuerdo.Empecemos.—¿Prefieresquenosquedemosotedejamossola?—preguntómamá.Sopeséambasopciones.—Podéisiros.—Comodesees—murmurópapá—.ElgeneralLegeryvariosguardias estaránvigilando las
puertas. Si necesitas algo, cualquier cosa, no dudes en decirlo. Queremos que pases un díamaravilloso.
—Gracias,papá.—No—susurró,ymeestrechóentresusbrazos—.Graciasati.Después, ofreció el brazo a mamá y se marcharon. Tan solo mirando sus andares intuí que
estabandichosos,felices.—Alteza—dijoelgeneralLegerenvozbaja.Algirarme,viqueestabasonriente—.¿Nerviosa?Neguéconlacabeza,enparteparaconvencermeamímisma.—Queentreelprimero.Inclinó la cabeza y luego lanzó una mirada a un mayordomo que había frente a una de las
puertasdelsalón.Derepente,dedetrásdeunaestanteríarepletadelibros,surgióunchico.Comprobóque se había colocado bien los gemelos, estiró los puños de la camisa y se acercó a mí. Eradelgaduchoymásbienbajito,peroteníacaradesimpático.
Sedetuvofrenteamíehizounareverencia.—FoxWesley,alteza.Ladeélacabezaamododesaludo.—Unplacer.Respiróhondoantesdecontinuar.—Quéhermosa.—Esomehandicho.Yapuedesretirarte—añadí,yleseñaléelSalóndeHombresconlamano.Foxarrugóelentrecejoantesdevolverainclinarseysemarchó.Unsegundomástarde,aparecióotromuchachoantemí.Este,enlugardeunareverencia,optó
porbajarlacabeza.—Garner,alteza.—Bienvenido.—Muchas gracias por habernos invitado a su casa, alteza. Espero demostrarle que soy
merecedordesumanodíatrasdía.Inclinélacabeza,mostrandoasímicuriosidad.—¿Deveras?¿Ycómopiensashacerlohoy?Sonrió.
—Puesbien,hoymegustaríacontarlequeprovengodeunafamiliaexcelente.MipadresolíaserunDos.
—¿Esoestodo?Aquelcomentarionobastóparadisuadirleycontinuó:—Enmiopinión,esbastanteimpactante.—NotanimpactantecomotenerunpadrequesolíaserunUno.Creíqueseibaadesmayar.—Puedesirte.Estavezsíhizounareverenciaysedispusoamarcharse.Trasvariospasos,miróatrás.—Sientohaberlaofendido,alteza.Parecíatantristeyarrepentidoqueapuntoestuvededecirlequenolohabíahecho,peroesono
formabapartedemiplandeldía.Antemídesfilóunsinfíndejóvenesindignosdeserrecordados.Yahabíaconocidoalamitadde
mispretendientescuandoKileseplantóantemí.Porunavezensuvidasehabíapeinadodetalformaquepodíaverlelosojos.
—Alteza—saludó.—Caballero,túpuedesllamarme«incordioreal».Élserioentredientes.—Ybien,¿cómotehantratado?Tumadremehacontadoquevariosperiódicoshandesvelado
quevivesenpalacio.Sacudiólacabeza,asombradoportalrevelación.—Creíque,aldescubrirlo,esepuñadodecabezasdechorlitomedaríaunapalizamemorable,
peroresultaquelamayoríadeellosmeconsideranunrecursonecesario.—¿Cómo?—Suponen que ya lo sé todo sobre ti. Se han pasado toda la mañana bombardeándome a
preguntas.—¿Ysepuedesaberquéleshascontado?Kiledibujóunasonrisadesuperioridad.—Queeresunencanto,porsupuesto.—Sí,claro—contesté.Obviamente,nolecreí—.Puedesseguir…—Porcierto,queríapedirtedisculpasotravez.Porhabertellamadomalcriadayconsentida.Encogíloshombros.—Estabasenfadado.Asintió,aceptandoasíesaexcusa.—Pero,aunasí,fuiinjusto.Aver,nomemalinterpretes,teconsiderounaprincesamuymimada
—recalcó—, pero eres fuerte. Vas a ser reina y, aunque he sido testigo de muchos cambios ydecisionestomadasenpalacio,lociertoesquenuncahecargadoconelpesodetutrabajosobremishombros.Asíquenosoynadieparajuzgarte.
Suspiré.Locorrecto,yeducado,habríasidoagradecerleelgesto,asíque,muyamipesar,hicegalademieducación.
—Gracias.—Denada.Seprodujounsilencioincómodo.—Bueno…,elSalóndeHombresestáporahí—dije,yseñaléunapuerta.—Muybien.Hastaluego,supongo.Alvolverse,mepercatédequellevabaunalibretaescondidatraslaespaldayesbocéunasonrisa.
Graciasaesecambioradical,que,porcierto,lehacíafalta,habíamejoradosuaspecto,peroseguía
siendounamolestaratadebiblioteca.Elcandidatoqueapareciódespuéseratodolocontrario.Se había peinado el cabello color caramelo hacia atrás y caminaba con las manos en los
bolsillos,comosillevaratodalavidapaseandoporlossalonesdepalacio.Susandaresmedejaronsinpalabras.¿Quiénhabíavenidoaconoceraquién?
—Majestad—saludóconvozdeseda,alavezquerealizabaunaelegantereverencia.—Alteza—lecorregí.—No,no.PuedellamarmeEan.Ydibujóunasonrisasocarrona.—Quéchistetanmalo—dijetrassoltarunacarcajada.—Eraunriesgoquedebíacorrer.Compitocontratreintaycuatropretendientesmás.¿Cómo,si
no,ibaaconseguirquemerecordara?Teníaunamiradaprofunda;denohabermecodeadocontantospolíticosalolargodemivida,
habríacaídorendidaasuspies.—Encantadadeconocerle,señor.—Lomismodigo,alteza.Esperovolverlaavermuypronto.AEan le siguióunchicoque apenas articulaba laspalabrasy aquienmecostóDiosy ayuda
entenderloquedecía.Otromepreguntócuándorecibiríaelchequeconeldinero.Hubounoquesudódetalmaneraque, trasdespedirme, tuvequepediraunmayordomoquemetrajeraunatoallaparasecarme la mano. Y cómo olvidar al descarado queme estuvomirando el pecho durante toda laentrevista.Fueunaprocesióndedesastres.
ElgeneralLegerentróenelsalón.—Porsihaperdidolacuenta,esteeselúltimo.Echélacabezahaciaatrás,aliviada.—Gracias.¡PorelamordeDios!—Nocreoquesuspadrespretendanpedirleunexhaustivo informedecadacandidato,pero le
aconsejoquevayaaverloscuandoacabe.Lelancéunamiradaasesina.—Siinsistes.Serioporlobajo.—Tengapacienciaconellos.Supadreestáenunasituaciónmuydelicadaahoramismo.—¿Élestáenunasituacióndelicada?¿Acasonohasvistoaltipoquesudaba?—¿Yleculpa?Alteza,esustedlaprincesa.Siquisiera,podríacondenarloamuerte.ElgeneralLegerteníalosojosverdesdeunpillo.Eraunodeesoshombresque,amedidaque
pasabaeltiempo,sevolvíamásatractivo.Ylosabíadebuenatintaporque,enunaocasión,laseñoritaLucymemostróunafotografíadesuboda.Aquelhombreeracomoelvino,mejorabaconlosaños.A veces, cuando estaba cansado o hacía mal tiempo, cojeaba un poco, pero eso no le impedíamoversedeunladoparaotro.Quizáfueraporquesabíacuántoleamabasuesposa,perolociertoeraqueelgeneraltransmitíaseguridad.Sinosehubieraposicionadodelladodepapáymamá,lehabríapedidoconsejoparaconseguirqueesoschicossuplicaranvolveracasa.Habíaalgoensumiradaquemehacíapensarqueélsabríacómohacerlo.
—Algunos de esos chicosme hacen sentir incómoda—confesé. Tanta palabrería barata, esasmiradas lascivas. Aunque había crecido sabiendo que era especial, no me gustaba que me vierancomountrofeo.
Suexpresiónsevolviócompasiva.—Esunasituaciónuntantoextraña,yalosé.Peronuncadebequedarseasolasconalguienque
desprecia; tiene todo el derecho a echar a uno de esosmuchachos, no tiene ni que inventarse un
motivo.Además,nielmásestúpidodetodosellosseatreveríaahacerledaño.Créame:sialguienlepusieraunamanoencima,yomismomeencargaríadequenovolvieraacaminarnuncamás.
Meguiñóunojoydespuésindicóasusguardiasquetrajeranalúltimoparticipante.Elhechodenoveraunapersona,sinoados,meconfundióunpoco.Elprimeroibavestidocon
trajeycorbata,peroelsegundotansolosehabíapuestounacamisa.Caminabaconlosojosclavadosenelsuelo,aunosmetrospordetrásdesucompañero.Elprimerosededicóaregalarmetodotipodesonrisas.Dabalasensacióndequealguienhabíaintentadodomaraquellasalvajecabellera,peroeramásqueevidentequenolohabíaconseguido.
—Hola,alteza—saludóconunacentoquenologréidentificar—.¿Cómoestá?Confundidaperoalavezdesarmadaporaquellabonitasonrisa,respondí:—Bien.Hasidoundíamuylargo.Seguroqueparavosotrostambién.Asuespalda, elotromuchacho se inclinóhaciadelanteymurmuróalgoqueno fui capazde
comprender.Elprimeroasintió.—Ah,sí,sí,pero…eesunplacerconocertú—dijo.Utilizabalasmanosmientrashablaba,como
silosgestosleayudaranaexpresarsemejor.Me eché hacia delante, pues apenas le entendía. Pensé que, si me acercaba un poco, captaría
mejorelacento.—¿Perdón?Elchicoquesehabíamantenidoensegundoplanoporfinhablóaltoyclaro.—Dicequeesunplacerconocerla.Entornélosojos,aúndesconcertada.—MeellamoHenri—sepresentóyrealizóunareverencia.Ajuzgarporsuexpresión,adiviné
que,apesardehabersepreparadolapresentación,habíaolvidadodecirlaalentrar.Noqueríasergrosera,asíqueasentíconlacabeza.—Hola,Henri.Aloírsunombreseleiluminóelrostro.Despuéssequedóensilenciomirandoalcaballeroque
seguíadetrásdeél.—Lo siento, pero no he podido evitar fijarme en tu acento—dije con tono amistoso—. ¿De
dóndevienes?—Umm…Swend…—empezó,yluegosevolvióhaciasuacompañante.EsteasintióconlacabezaycontinuóennombredeHenri.—ElseñorHenrinacióenSwendway.Poresotieneunacentofinlandésmuymarcado.—Ah—contesté—.¿Yentiendeelinglés?Henriintercedió.—Inglés,no,no.—Aunque,porlovisto,noseavergonzabadeello.Dehecho,parecíadivertirle.—¿Ycómosesuponequevamosaconocernos?ElintérpretesegiróhaciaHenri.—Mitensaattuntemaantoisensa?Henriseñalóaltraductorconeldedo.—Atravésdemí,oesoparece.—Deacuerdo.Bien.Vaya.No estaba preparada para eso. ¿Habría sido desconsiderado pormi parte echarle de buenas a
primeras? Interactuar con cada uno de los candidatos ya era raro de por sí.No estaba dispuesta aincluiraunatercerapersonaenelproceso.
En ese instante, la solicituddeHenrimevino a la cabeza.Por esohabía escritopalabras conerroresortográficos.
—Gracias.Paramítambiénesunplacerconocerte,Henri.Sonrióalreconocersunombreysentíquesobrabanlaspalabras.Nofuicapazdeenviarleasu
casa.—ElSalóndeHombresestájustoahí.Henriseinclinómientrassuintérpretebalbuceabalasindicacionesysemarcharonjuntos.—GeneralLeger—llamé,yhundílacaraenmismanos.—Sí,alteza.—Dileapapáquelepondréalcorrientedentrodeunahora.Ahoranecesitodespejarmeunpoco.
Capítulo10
Sobrevivimosalprimerdía,alaprimeracenayalaprimeranochesinincidentes.Lascámarasyahabíanempezadoarodarenelcomedorylosoperariosbostezabandeaburrimiento.Noledirigílapalabraanadiedelgrupo.Hasta lospropioscandidatosestaban tannerviososquenoseatrevíanacharlarentreellos.
Intuí lo que papá podía estar pensando: «¡Esto es soporífero! ¡Nadie querrá ver esto! Si noconseguimosdistraerlesniunsegundo,¿cómovamosahacerlodurantetresmeses?».
Memiró de reojo varias veces, rogándomeque hiciera algo, cualquier cosa, para alegrar unpocoelambiente.Teníasentimientosencontrados.Porunlado,noqueríafallarle,perosimostrabaunápicedecordialidad,sentaríaunmalprecedente.Queríaquetodosellossupieranquenopensababailarleselagua.
Tratédeconvencermedequenoteníadequépreocuparme.Porlamañana,todocambiaría.
Al día siguiente, todos los chicos se pusieron sus mejores galas, listos para el desfile. Unejércitodeguardiasymayordomospululabanporeljardínprincipalesperandoansiososelmomentodeabrirlaspuertas.
Papáestabamuyorgullosodemiingeniosaidea,que,dichoseadepaso,habíasidomimayorcontribucióna laSelecciónhastaelmomento.Creíque sería interesantehacerunpequeñodesfile,algoquejamásantessehabíahecho.Estabaseguradequeseríalacomidilladurantealmenosunpardedías.
—Buenosdías,alteza—saludóunodelosmuchachos.MeacordédeEanalinstante.Despuésdesucuriosapresentación,noeradeextrañarquefuerael
primeroendirigirseamí.—Buenosdías—respondí,sindejardecaminar,sinnisiquieraaminorarelpaso.Tampocomedetuvecuandoviaotroshacerreverenciasantemíodecirminombre.Tansolo
parécuandounodelosguardias,elencargadodeliderarelproceso,seacercóamilado.—Esunavueltamuycorta,alteza.Aunosquincekilómetrosporhora,calculoquetardaremos
entreveintey treintaminutos.Losguardias estánmarcando la rutapara asegurarnos,pero todoelmundoestáemocionadísimo.Serádivertido.
Entrelacélasmanoscongestocalmado.—Gracias, oficial. No sabe cuánto valoro el trabajo que estás haciendo para que esto salga
adelante.Élapretóloslabiosenunintentodedisimularunasonrisadesatisfacción.—Estoyasudisposición,alteza.Sediomediavuelta, dispuesto amarcharse, pero lepedí que sequedara.El oficial estaba tan
contento de que le necesitara que hinchó el pecho. Eché un fugaz vistazo a aquella plaga dehombrecitos.Todavíanodabacréditoaquehubieratantos.
Advertí lamelena desgreñada deHenri y no pude evitar sonreír. Estaba junto a un grupo dechicos, escuchando atentamente lo que decían y asintiendo, aunque habría jurado que no estabaentendiendo ni una sola palabra.No vi a su intérprete por ningún lado yme pregunté siHenri lehabríadadoeldíalibre.
Escudriñéal restode lospretendientes…ypor finencontréaunoquesí sabíacómo luciruntraje.Noeramodelo,obviamente,peroentendíaquelacosturaeratodounarteyhabíaordenadoasumayordomo arreglarle el traje para que le quedara como un guante. Tampoco me pasarondesapercibidossuszapatosbicolor.GraciasaDios,recordésunombre.
—Cuandomesubaahí,megustaríateneralseñorGarneraunladoyalseñorJaakoppialotro,porfavor.
—Porsupuesto,alteza.Meocuparédeello.Me giré y observé la carroza. Habían aprovechado la estructura de una de las carrozas de
Navidad y la habían adornado con millones de flores veraniegas. Simbolizaba la festividad, labelleza.Elperfumede las flores impregnabaelairey,cuandorespiréhondo,aquelaromadulceylimpiocalmótodosmisnervios.
Al otro lado de losmuros de palacio se oían los gritos de aquellos que se habían agolpadoalrededordepalacioparapresenciarlotodo.Despuésdehoy,olvidaríancualquiererrorquehubieracometidolanocheantes.
—De acuerdo, caballeros.—La voz del general Leger retumbó en el jardín—. Necesito queformenunafilasiguiendoelcamino.Después,iránsubiendounoauno.
Mamáestabaen lapartedeatrás,escoltadaporpapá.Habíacogidounascuantas floresquesehabíancaídodelacarrozaporculpadelvientoyselashabíacolocadoentreelpelo.Cuandoélsacólacámarayselevantó,lemiróconabsolutaadmiración.Papárodeóalgrupoyempezóadispararfotografías.Retratóa loschicos, tomóunparde instantáneasde la fuentey,cómono, tambiénmefotografióamí.
—¡Papá!—murmuré,untantoabochornada.—Alteza—interrumpióelgeneralLeger,yapoyóunamanosobremiespalda—.Serálaúltima
ensubir.MehancomentadoquequiereaHenriyaHaleasulado,¿esesocierto?—Sí.—Buena elección. Son dos chicos educados. De acuerdo, estaremos listos dentro de un
momento.Se acercó amimadre y le comunicó algo. Ella pareció incomodarse, pero el general Leger
empezó amover lasmanos para intentar tranquilizarla. Desdemi posición,me costómuchomásinterpretarlareaccióndepapá.Olainformaciónnolehabíamolestadoenabsoluto,olodisimulabamuybien.
Loscandidatosdesaparecieronporunaescalerillaescondida.Estabahistéricaynopodíadejardecaminardeunladoparaotro.Depronto,entreeltumultodeguardiasyhuéspedes,apoyadosobreel muro, advertí al intérprete de Henri. Ahí estaba, de brazos cruzados, contemplando la escenamientrassemordíalasuñas.Sacudílacabezaytratédeconcentrarme.
—Nohagaseso—empecé.Pretendíaserfirme,sinresultardesagradable—.Noquerrásquelascámarastepillenconlosdedosenlaboca,¿verdad?
Deinmediato,bajólamano.—Perdón,alteza.—¿Nosubirásahí?—preguntérefiriéndomealagigantescacarroza.Élsonrió.—No, alteza. Creo que Henri puede saludar con la mano a la multitud sin necesidad de un
intérprete.—Sinembargo,presentíaquetodavíaseguíanervioso.
—Estaráamilado—informé—.Meencargarédequesepaquéestápasando.Elintérpretedejóescaparunsuspirodealivio.—Bueno,entoncesno tengoporquépreocuparme.Yélestarámásqueencantado.Nodejade
hablardeusted.Mereí.—Apenaslleváisaquíundía.Yaselepasará.—Permítamequelodude.Estáanonadadoconusted;contodo,enrealidad.Laexperienciayaes
todounmundoparaél.Sufamiliahatenidoquetrabajarmuyduroparallegarhastaaquí,yahoraélseencuentraenunlugardondepuederobarleunsegundodesutiempo…Sesientecomounniñoconzapatosnuevos.
AlcélamiradaybusquéaHenri.Estabaarreglándoselacorbata,esperándomeenlacarroza.—¿Esoesloquetehadicho?—Noconestaspalabras.Esconscientedeloafortunadoqueesysolovevirtudesenusted.La
verdadesquenocalla.Dibujé una sonrisa triste. Me habría gustado que él mismo me hubiera dicho todo eso en
persona.—¿TútambiénnacisteenSwendway?Élnegóconlacabeza.—No. Fui la primera generación que nació en Illéa. Pero mis padres han querido mantener
nuestrascostumbres,asíquevivimosenunapequeñacomunidadrodeadosdegentesdeSwendway,enKent.
—¿ComoHenri?—Sí. Cada vez son más habituales. Cuando Henri fue seleccionado, su familia publicó un
anuncio en el que solicitaban los servicios de un intérprete con experiencia, así que envié elcurrículo,voléhastaSotayahoratengountrabajonuevo.
—¿AsíqueconocesaHenridesde…?—Haceunasemana.Perohemospasadolamayorpartedeltiempojuntosy,adecirverdad,nos
llevamostanbienquemedalasensacióndequeleconozcodetodalavida—explicó.HablabaconmuchocariñodeHenri,casicomosifueraunhermano.
—Quégrosera…,nisiquierasécómotellamas.Seinclinó.—SoyErik.—¿Erik?—Sí.—Ah.Esperabaalgodistinto.Encogióloshombros.—Bueno,esaeslatraducciónmásfiel.—¿Alteza?—dijoelgeneralLeger.Habíallegadomiturno.—Nolequitaréojodeencima—prometí,ymeescabullíhacialacarroza.Laescalerarepresentabatodoundesafío.Llevabaunostaconesdeagujaaltísimosy,parasubir
cadapeldaño, teníaqueremangarunpoco la faldadelvestidoconunamano.Asíqueno tuvemásremedio que ir ascendiendo escalón a escalón. Lograr esa hazaña sin ayuda me hizo sentir muyorgullosademímisma.
Comprobéqueseguíaimpecableantesdetomarasiento.Henrisegiróhaciamídeinmediato.—Holahoy, alteza—saludóconuna sonrisadeorejaaoreja.Labrisa lealborotabaaquellos
rizosdorados.Poséunamanosobresuhombro.
—Buenosdías,Henri.PuedesllamarmeEadlyn.Torcióelgesto,untantoconfundido.—¿DecirleEadlyn?—Sí.Alzóelpulgar,asíqueasumíquelohabíaentendido.Nomehabíaequivocadoalelegirlecomo
acompañante.Apenashabíatardadounossegundosensacarmeunasonrisa.MequedédetrásdeHenriybusquéentrelamuchedumbreaErik.Cuandoleavisté,lehiceungestoconlabarbilla.Élsonrióysecolocóunamanosobreelcorazón,comosiesolehubieraaliviado.
DespuésmedirigíaHale.—¿Quétalestáshoy?—Bien—respondióuntantoindeciso—.Alteza,queríavolverapedirleperdónporlodeayer.
Nopretendía…Levantélamanoparasilenciarle.—No,no.Comosupongoquepodrásimaginar,estoesunpocoestresanteparamí.—Sí.Noquerríaestarensuszapatos.—¡Amímeencantaríaestarenlostuyos!—exclamé,ybajélamirada—.¡Meencantan!—Gracias. ¿Cree que combinan bien con la corbata? Me gusta experimentar, pero no me
convencen.—No.Conjuntanalaperfección.Halesuspiró,contentoporhabercausadounabuenaprimeraysegundaimpresión.—Bueno,fuistetúquienaseguróqueintentaríasganartemimanodíaadía,¿meequivoco?—Tienetodalarazón—contestó,satisfechodequemeacordaradeesedetalle.—¿Ycómopiensashacerlohoy?Élmeditólarespuesta.—Siporunmomentocreequevaaperderelequilibrio,leofrezcomimano.Leprometoqueno
dejaréquesecaiga.—Esomegusta.Sicreesquetehasequivocadodecalzado,tesugieroquetecalcesestostacones.—¡Abrimospuertas!—gritóalguien—.¡Agarraos!Medespedídemamáydepapá,yluegomeaferréalabarraquerodeabalapartesuperiordela
carroza. No era demasiado alta, así que, aunque alguien resbalara y se cayera, seguramente selevantaríaconunparderasguñosyvariosmoratones.Sinembargo,loscincoqueestábamosenlapartedelanteracorríamosel riesgodecaery seratropelladospor lapropiacarroza.HaleyHenripermanecían serios y tranquilos, pero, en cuanto hice mi aparición estelar, casi todos los demáspretendientesempezaronaaplaudiryagritarmepalabrasdeánimo.Burke,pormencionarauno,nodejabadechillar:
—¡Vamos,podemoshacerlo!Aunque,enrealidad,loúnicoquedebíahacereraestarahíysaludaralosespectadoresconla
mano.Encuantoabrieronlaspuertas,elpúblicogritó.Alrodearlaesquina,distinguíelprimersector
de cámaras.Lo estabangrabando todo.Algunosmostraban cartelespara apoyar a su seleccionadofavoritoyotrosondeabanlabanderadeIlléa.
—¡Henri,mira!—dije,yleseñaléuncartelconsunombreescrito.Tardóunosinstantesencomprenderloy,cuandoalfinreconociósunombre,ahogóungrito.—¡Ala!Estaba emocionadísimo. De pronto, me cogió de la mano y la besó. Si cualquier otro
pretendientesehubieraatrevidoahaceralgoasí,mehabríafastidiado,ymucho,peroviniendodeél,elgestomeresultódelomásinocente.
—¡Laqueremos,princesaEadlyn!—gritóalguien,ysaludéconlamano.—¡Largavidaalrey!—¡Quedioslabendiga,princesa!Articulévariasveceslapalabra«gracias».Nomeesperabatantasmuestrasdeapoyo.Mesentía
pletórica.Dehecho,hastaesedía,nuncahabíatenidolaoportunidaddemirarcaraacaraamipueblo,de oír sus voces. Jamás imaginé que nos necesitaran tanto.Desde luego, sabía queme apreciabanporque,alfinyalcabo,algúndíaseríasureina.Pero,hastaentonces,siemprequehabíasalidodepalacio,quieneshabíanacaparadotodaslasmiradashabíansidomamáypapá.Vertantasmuestrasdecariñodedicadasamipersonameconmocionó.Quizásalgúndíamequerríantantocomoapapá.
Eldesfilefueavanzando;lagenteovacionabanuestrosnombresyarrojabafloresalacarroza.Por lo visto, había logradomi cometido: dar un auténtico espectáculo. Aquella exhibición estabayendomejordeloprevisto,hastaquellegamosalúltimotramodelaruta.
Algomegolpeóy,claramente,no fueuna flor.Advertíunacáscaradehuevoyuna tremendamanchaenelvestido.Despuésrecibíelimpactodeuntomate.Yluegoalguienmearrojóunobjetoquenologréidentificar.
Meagachéymecubríconlosbrazos.—¡Necesitamostrabajar!—exclamóalguien.—¡Lascastasnohandesaparecido!Alargué el cuello y vi a un grupode personas que protestaban a la vez que lanzaban comida
podridaalacarroza.Algunosselashabíaningeniadoparaentrarcartelesconmensajesofensivossinquelosguardiassedierancuenta.Otrosmededicabanpalabrasdesagradables,llamándomecosasquejamásmehabríafigurado.
Haleseinclinóamiladoymerodeóelhombro.—Nosepreocupe,latengo.—Noloentiendo—farfullé.Henri se arrodilló e hizo de escudohumano, protegiéndomede cualquier objeto volador que
amenazaraconcaer sobremí.AHale tampoco le temblóelpulsoy seconvirtióenunescolta.Derepente,leoígruñirydoblarsededolorcuandoalgograndeypesadolegolpeó.
Reconocí la voz del general Leger enseguida. Estaba ordenando a los seleccionados que seagacharan. En cuanto todo elmundo estuviera a cubierto, la carroza aceleraría y, probablemente,avanzaríaamásvelocidadde lapermitida.Losespectadoresquesehabíanacercadoadisfrutardeldesfile empezaron a abuchearnos. Les estábamos arrebatando la oportunidad de ver en vivo y endirectoatodoelséquitoreal.
Encuanto la carrozaempezóa rodarpor lagravillade la entradadepalacio,me tranquilicé;cuando el conductor echó el freno, aparté a Hale y me puse de pie de un brinco. Corrí hacia laescalerillaybajéatodaprisa.
—¡Eadlyn!—gritómamá.—Estoybien.Papáestabapálido.—Cariño,¿quéhapasado?—Ojalá lo supiera—contesté, ymemarché echandohumopor las orejas, humillada.Loque
acababa de suceder había sido bochornoso, pero las miradas de pena y lástima que veía a mialrededortodavíamehicieronsentirpeor.
Todas susexpresionesparecíangritar«pobrecita».Detestaba sucompasión inclusomásquealosquecreíanqueaquelloeraaceptable.
Echéacorrerporlospasillosdepalacio,conlacabezagachaylaesperanzadequenadiemedetuviera.Noeramidíadesuerte,desdeluego,porque,encuantolleguéalrellanodelsegundopiso,
metopéconJosie.—¡Ecs!¿Quétehapasado?Nolecontesté.Aceleréaúnmáselpaso.¿Porqué?¿Quéhabíahechoparamerecereso?Neenaestabalimpiandolahabitacióncuandoentré.—¿Señorita?—Ayúdame—gimoteé,yluegorompíallorar.La muchacha vino corriendo y me abrazó con fuerza; sin querer, le manché su prístino e
impolutouniformedecriada.—Ahora, tranquilícese.Entre las dos arreglaremos este desaguisado.Mientras se desviste, iré
preparandoelbaño.—¿Porquéquerríanhacermeesto?—¿Quiénes?—¡Mipropiagente!—respondí,frustrada—.Missúbditos.¿Porqué?Neenatragósaliva.—Nolosé.Mepaséunatoallaporlacara.Semecorriótodoelmaquillajey,derepente,advertíalgoverde
enlamano.Laslágrimasvolvieronabrotar.—Enunossegundoslabañeraestarálista.Neena se escabullóhacia el cuartodebaño;yomequedé ahíquieta, sintiéndome impotentey
desamparada.Sabíaqueelaguase llevaría toda lamugre,elhedordepodredumbrede lasverdurasqueme
habíanarrojado,peronohabíajabónenelmundocapazdeborrareserecuerdo.
Horasmástarde,meacomodéenunadelassillasdelasaladeestardepapá;mehabíaabrigadoconel jerseymássuaveycómodoque tenía.Apesardelcalor, la ropaeramiúnicaarmadura,demodoquellevarvariascapasderopamehacíasentirmássegura.Papáymamásehabíanservidounacopa;el licorera fuerte, sin lugaradudas.Podíacontarcon losdedosdeunamano lasvecesquehabíavistoamispadres tomarseunacopa.Sinembargo,aquel licor tampocoestabacalmandosusnervios.
Ahren llamó a la puerta y entró sin esperar una respuesta. En cuanto cruzamos las miradas,atravesécorriendolasalaymelancéasusbrazos.
—Losientomucho,Eady—susurró,ymediounbeso.—Gracias.—Mealegrodequeestésaquí,Ahren—comentópapá,queestabamirandoalgunasinstantáneas
deldesfilequelosfotógrafoslehabíanentregado.Después,lasdejósobrelosperiódicosdeldía.—Desdeluego—contestómihermano,quemerodeóelhombroconelbrazoymeacompañó
hastamiasiento.Meenrosquécomoungatoyélsecolocójuntoapapá.—Todavía no doy crédito a lo ocurrido—murmuró mamá, y se acercó la copa a la boca.
Titubeóy,alfinal,decidiónotomarotrosorbodelicor.—Yotampoco—farfullé;seguíadolidaporaquelarrebatodeodiodemipropiopueblohacia
mipersona—.¿Quéhehecho?—Nada—asegurómamá,ysesentóamilado—.Estánfuriososconlamonarquía,nocontigo.
Hoy, el único rostro que han visto es el tuyo, y por eso te han atacado. Podríamos haber sidocualquieradelafamilia.
—EstabaconvencidodequeunaSeleccióncalmaríalosánimos.Penséqueestaríanencantadosdepresenciaralgoasí—añadiópapá,conlamiradaaúnclavadaenlasfotografías.
Todosnosquedamosensilencioduranteunosinstantes.Eraevidentequepapáhabíacometidounerrordecálculo.
—Enfin—empezóAhren—.QuizáloestaríansiEadlynnofueralaprotagonista.Todoslemiramosboquiabiertos.—¿Disculpa?—musité.Aquellas palabras tan cruelesme habían llegado al corazón. Estaba a
puntode rompera llorarpor terceravezenundía—.Mamáacabadedecirquepodríahabersidocualquieradelafamilia.¿Porquémeculpasamí?
Apretóloslabiosymiróasualrededor.—Deacuerdo.Hablemosdeestoaltoyclaro.SiEadlynfueraunachicanormal,unajovencita
quenosecrioaprendiendoacontrolarcadaemoción,cadagesto,cadapalabra,esto,probablemente,seríadistinto.Peroabrecualquieradeesosperiódicos—dijo,señalandolamesilla.Papáobedeciósinrechistar—.Nonosengañemos.Muestraunapersonalidaddistante.Mirar lasfotografíasdelacenadeanocheresultahastaincómodo.Fíjatebien:losmirasenfurruñada,comositemolestarasumerapresencia.
—Siestuvierasenmilugar,sabríaslodifícilqueesestoparamí.Ahrenpuso losojosenblanco.Élmejorquenadiesabíaquemi intenciónnoera,nide lejos,
conoceralhombredemivida.Mamáselevantóyechóunvistazoalasfotografías.—Tiene razón. Has levantado un muro entre tú y los pretendientes. Es evidente que no hay
química…niromanticismo.—Escuchadmebien:nopiensohacerunpapel.Meniegoenredondoaactuarcomounapetarda
delantedeungrupodechicosparaentreteneralagente—sentencié,ymecrucédebrazos.Tansolohabíanpasadodosdíasdesdeelpistoletazodesalida,yyaeraundesastre.Supedesde
delprincipioqueno funcionaríay,paracolmo,mesentíahumillada.¿Seatreveríanapedirmequepasaraotravezporunasituacióntanbochornosaporelbiendelamonarquíacuandoeraevidentequenoibaaayudar?
Elsalónvolvióaenmudecer.Ilusademí,porunmomentocreíquehabíaganadolabatalla.—Eadlyn—dijopapá;lemiréeintentéqueaquellamiradasuplicantenomeconmoviera—.Me
prometistetresmeses.Estamossopesandolasdiversasvíasquetenemospararedirigirelpaís,perono podemos centrarnos en apagar un fuego si cada dos por tres aparecen más. Necesito que lointentes.
Enese instante,mepercatédealgoque jamásantesmehabíaplanteado: suedad.Papánoeraviejo,enelsignificadoliteraldelapalabra,peroalolargodesuvidahabíarealizadomásproezasque lamayoría de la gente que le doblaba la edad. Siempre se había sacrificado, pormamá, pornosotros,porsupaís,yestabaagotado.
Agachélacabeza.DebíaencontrarunmododedaraentenderquelaSelecciónmeimportaba,aunquesolofueraporelbiendemipadre.
—Supongoquetienestuscontactosenlaprensa,¿verdad?Élasintió.—Contamosconfotógrafosyperiodistasdeconfianza.—QuehayavariascámarasaprimerahoradelamañanaenelSalóndeHombres.Yomeocupo
deesto.
Capítulo11
Aldíasiguiente,decidínotomareldesayunojuntoamifamiliaparaevitarponermenerviosa.Noquería que nadie se percatara de que la conversación de anoche me había dejado completamentedesarmada; sentía que, con cada respiración, estaba construyendo una especie de armadura a mialrededor.
Neena canturreaba una melodía mientras ordenaba el dormitorio. Era otra de sus virtudes.Cuandomeretiréamisaposentoslanocheanterior,nosolofuedulceycariñosaconmigo,sinoqueademásnohizoningunapreguntanivolvió a sacar el tema.No teníaquepreocuparmepor ellay,justamenteporeso,lapobrenopodíaabandonarelpalacioniunsolodía.¿Yyo?
—Hoyesundíaparallevarpantalones,Neena—dije.Elladejódetatarearlacanción.—¿Negrootravez?—Almenosunpoco.Compartimosunasonrisaybuscóunpardepantalonesnegrosmuyajustadosquecombinécon
unostaconesdeinfarto.Sabíaque,almediodía,yanopodríadarunpaso,peromediolomismo.Mepuse una camisa un tanto vaporosa y un chaleco. Encontré una tiara con piedras preciosas queconjuntabaconlacamisaperfectamente.Yaestabalista.
Toméunadecisión:seguirlospasosdepapá.ÉltambiénhabíavividounaSelección.Elprimerdía,envióaseischicasasucasa.Miplan,paraempezar,eraeliminaraldoble.Pretendíahacerunpocodelimpiezaydespediraloscandidatosalosquejamásbesaría.Enciertomodo,demostraríacuánenseriometomabaelprocesoyqueelresultadomeimportaba.
Recéporqueexistieraunamaneradehacerlosincámarasdelante,peroeranunmalnecesario.Teníaunalistamentalpreparaday,vagamente,sabíaquéibaadecir;perosicometíaalgúnerrorcontodoslosreporterosahídelante,dudabadequepudieraenmendarlo…,loquesignificabaquedebíasaliralaperfección.
Puesto que la Sala de las Mujeres se consideraba propiedad de la reina, todo hombre quequisieraentrarestabaobligadoapedirpermiso.ElSalóndeHombressehabíaimprovisadoporqueasílohabíapedidoyo,y,porlotanto,noexistíatalformalidad.Fueunaentradatriunfal:empujélaspuertasdoblesyunaráfagadevientomealborotóelcabello.
Todos los candidatosmemiraron, algunos se pusieron de pie al instante, otros dejaron a losreporterosconlosquecharlabanconlapalabraenlaboca.
Pasé junto aPaisleyFisher y le oí tragar saliva.Medetuve, dibujé una sonrisa encantadorayapoyéunamanoensuhombro.
—Yapuedesirte.Miródereojoatodoslosquelerodeaban.—¿Irme?—Sí,irte.Muchasgraciasporhaberparticipado,perotupresenciaenpalacioyanoesnecesaria.
Elmuchachoseresistíaamarcharse,asíquemeacerquéylesusurrélasinstruccionesaloído.—Cuántomás tiempo te quedesmerodeando por aquí,más embarazoso se volverá.Deberías
marcharte.Meapartéy,casiacámaralenta,eljovensefuealejandohacialapuertadelasala,conlosojos
inyectadosensangre.Nolograbaentenderporquésehabíaenojadotanto.Noselohabíadichogritandonilehabía
echadoapatadas.Mefelicitéporhabermelibradodealguientaninfantilytratéderecordarlalista.¿Quiéneraelsiguiente?Ah…,esteselomerecía.
—Blakely,¿verdad?—Sí…,sí—tartamudeó.Seaclarólagarganta,yvolvióahablar—:Sí,alteza.—Cuandonosconocimos,nodejastedemirarmeelpecho.—Sequedópálido.Alparecer,creyó
quehabíasidomuysutilyquenomehabíadadocuenta—.Noteolvidesdemirarmeelculoalirte.Measegurédehablarlelobastantealtocomoparaquelascámarasyelrestodelospretendientes
pudieranoírlo.Consuerte,suhumillaciónserviríaparaquelosdemásaprendieranlalecciónynosecomportaranigual.Blakelybajólacabezaysemarchóconelraboentrelaspiernas.
ContinuéconmidecapitaciónparticularymeparéfrenteaJamal.—Puedesirte.Asulado,Connorempezóasudar.—Ytúpuedesacompañarle.Semiraronuntantoconfundidosydespués,sacudiendolacabeza,semarcharonjuntos.MecrucéconKile.Adiferenciadelosdemás,noesquivómimirada,sinotodolocontrario;me
mirófijamentealosojosymerogóquepusierapuntofinalaesatorturayleexpulsaradeinmediato.Lehabría eliminado si nohubiera sabidoque sumadremehabríamatado (además, le estaría
invitandoadejarelpalacioymudarseaotrositio)yporqueeldíaanterior,duranteeldesfile,habíaleídosunombreenlamayoríadeloscarteles.Kileeraelcandidatodelaciudad,yquizáporesoelpueblosehabíaposicionadoasufavor.Nopodíalibrarmedeél.Almenosporahora.
A su lado, Hale tenía un nudo en la garganta. Recordé cómome había protegido durante elalborotodeldesfile,recibiendolosgolpesdeverduraspodridasqueestabandestinadasamí.
Meacerquéy,envozbaja,ledije:—Muchasgraciasporlodeayer.Fuistemuyvaliente.—Nofuenada—aseguró—.Aunqueeltrajenosehasalvado.Lodijodebroma,paraquitarlehierroalasunto.—Quélástima.Desvié la mirada y seguí mi camino. No creía que las cámaras hubieran grabado la
conversación,peroestabaconvencidadequehabríancaptadonuestrassonrisas.Mepreguntési,araízdeeso,seinventaríantodotipodehistorias.
—Issir—llamé. Iba como siempre: desgarbado y con el pelo engominado hacia atrás—.No.Gracias.
Nisiquieralocuestionó.Sesonrojóyhuyóatodaprisadelsalón.Oí cuchicheos y me pregunté quién sería tan poco cauto como para hablar justo en aquel
momento.MegiréyadvertíalintérpretedeHenri,explicándoleaHenriquéestabasucediendoenelsalón. Elmuchacho parecía inquieto, nervioso, pero, cuando el traductor acabó de hablar, alzó lamiradaymeregalóunasonrisa.Eraunasonrisadivertida,cómica.Dabalasensacióndeque,apesardeestarinmóvil,estuvierajugandoaalgo.
Puf.Habíapensadoacabarconsusufrimientoyenviarleacasa,peroparecíaencantadodeestarahí.Alfinyalcabo,nopodíaeliminaratodoslospretendientes,yHenrierainofensivo.
AlpasarjuntoaNolan,tansolodiuncapirotazoconlamanoparaecharle.BusquéaJamieyle
anunciéqueexigirsushonorarioshabíasidoelmodomásofensivodepresentarse.Diotravueltaporelsalónparacerciorarmedequenomehabíadejadoanadiedelalista.Las
reacciones de los candidatos que se habían salvado de aquella escabechina iban de interesantes aestrafalarias. Holden seguía histérico, como si creyera que la bomba fuera a caerle en cualquiermomento. Jack sonreía de una forma extraña; al parecer, todo aquello le parecía entretenido yemocionante.AlfinalmecrucéconEan,que,enlugardeapartarlamirada,meguiñóunojo.
Mellamólaatenciónqueestuvierasolo,conundiarioencuadernadoencueroyunbolígrafocomoúnicacompañía.Porlovisto,nohabíavenidoaquíahaceramigos.
—Guiñarelojoesungestoaudaz,¿nocrees?—preguntéenvozbaja.—¿Quéprincesanoquerríaaunhombreasuladoquefueraaudaz?Arqueéunaceja.—¿Ynotepreocupaquedarcomounarrogante?—No.Yosoyasí.Ynopretendoocultarnada.Supresenciameintimidabaunpoco,peromegustabaquetuvieralasagallasdesertalycomo
era.Medicuentadequeunacámaranosseguíaparacapturarmiexpresión.Miréhaciaotroladoymeaguantélarisa.SeguíadelanteyañadíaArizona,aBrady,aPaulyyaMacKendrickalalistadedesahuciados.Siloscálculosnomehabíanfallado,habíaeliminadoaonce.
Esperéaquetodoslosdescartadoshubierandesaparecido.Luego,meencaminéhacialapuerta,mevolvíymedirigíaloscandidatosrestantes.
—Si seguís aquí, es porque habéis hecho algo entre nuestra primera reunión y hoy paraimpresionarme o porque, al menos, habéis tenido el sentido común de no ofenderme—anuncié.Algunos sonrieron, probablemente pensando enBlakely, y otros se quedaron pasmados—.Quieropediros a todos que seáis prudentes, porque yome tomo este asuntomuy en serio. Esto no es unjuego,caballeros.Esmivida.
Cerré las puertas y escuché un frenesí de actividad en la sala. Algunos soltaban carcajadasnerviosas,otrossuspirabanaliviadosyhuboalguienquenodejabaderepetirunayotravez:
—Oh,Diosmío.Oh,Diosmío.Lasvocesdelosreporterosseoíansobrelasdemás;losanimabanarelatarsussensacionestras
laprimeraeliminación.Soltéunsuspiróymealejémuysegurademímisma.Habíadadounpasodecisivo.Ahorapodíadormirtranquila,pueslaSelecciónseguíasurumboyyonoibaadefraudarle.
Paracompensareldesastrede laprimeranochey lacompletafaltade interaccióndespuésdeldesfile,invitamosalospretendientesauntéantesdecenarparaqueasípudieranconoceratodoelservicioy,pordescontado,hablarconmigo,suansiadaprometida.Papáymamáestabanallí, juntoconAhren,KadenyOsten.JosieacudióconlosWoodwork,quetratabandenoatosigardemasiadoasu hijo. La señorita Lucy no paraba de pasearse por el salón, tan hermosa y encantadora comosiempre,aunquenocharlóconnadie.Lasmultitudesnoeranlosuyo.
Paralacena,escogíunvestidodegalayunostaconesquemedejaríanlospiesdestrozados.Losnerviosde laexpulsión todavíanohabíandesaparecido,peromealegraba saberquepor finhabíahechoalgoparaayudarapapá.Sinembargo,esaalegríasedesvanecióencuantoAhrenseacercóamíconunamiradadealarma.
—¿Quédiabloshashecho?—preguntócontonoacusatorio.—Nada—juré—. He convocado una eliminación. Quería demostrar a todo el mundo que la
Selecciónmeimporta.Aligualquehizopapá.Ahrensellevólasmanosalacabeza.—¿Esquenohashechonadamásqueleerinformesentodoeldía?
—Puesno—repliqué—.Quizánotehayasdadocuenta,peroeseesmitrabajo.Mihermanoseinclinóybajólavoz.—Lasnoticiastepintancomounaviudanegra.Lesechasteconcaradeengreída.Yexpulsastea
casiunterciodelospretendientes,Eadlyn.Laverdad,noparecequeteimporten,sinoquelosutilizasatuantojo—contestó.Sentíquemequedabasinoxígenoenlospulmones.YAhrenprosiguió—:Dosdeloseliminadoshanpreguntado,delmodomásdiscretoyprudenteimaginable,sieraposiblequeprefirierasalasmujeres.
Soltéungemido.—Ah,yaloentiendo.Parademostrarquemegustanloshombres,¿quétengoquehacer?¿Besar
elsueloporelquepisan?—Noeselmomentoparaponerteenpiedeguerra,Eadlyn.Debessermásamableyatentacon
ellos.—Disculpe,alteza.Ahrenyyonosgiramosalmismotiempo.Eraunareporteraque,ajuzgarporsumiradaysu
sonrisa,estabaalbordedeunataquedehisteria.—Odiointerrumpirle,peromepreguntabasiseríaposiblerealizarunaentrevistaalaprincesa
antesdeentregarmiartículo.—Ladesconocidavolvióa sonreíry,porunmomento, temíquemeengulleraviva,tantoentérminosfiguradoscomoliterales.
—Estaráencantadadehacerlo—respondióAhren.Despuésmebesólafrenteyseesfumó.Depronto,semeaceleróelpulso.Aquellonoentrabaenmisplanes.Perodetodoloqueenese
momentopudieraocurrir,loquemásmeaterrorizabaeraqueelpúblicomevierasudar.—Alteza, hoy ha eliminado a once candidatos. ¿No cree que la expulsión ha sido un poco
drástica?Erguílaespaldaydibujélamásdulcedelassonrisas.—Comprendo que haya quien piense eso —contesté con diplomacia—, pero ha sido una
decisióncrucial.Enmiopinión,noseríajustonisensatopormiparteconoceramuchachosgroserosoirrespetuosos.Albergolaesperanzadeque,alserungrupomásreducido,tendrélaoportunidaddeconoceraesoscaballerosmuchomejor.
Repetí cada palabra en mi cabeza. No había dicho nada que pudiera parecer humillante oincriminatorio.
—Sí,pero¿porquéhasidotansevera?Aalgunostansololesdijo«no»,onisiquieraeso.Traté de disimular mi preocupación. Con el tiempo, aquello quedaría como una anécdota
divertida.—Cuandomipadreesestricto,nadielecritica,asíquenomeparecejustoque,cuandoactúode
formasimilar,semetachedecruel.VoyatomarunadecisiónimportantísimayporesometomolaSelecciónmuyenserio.—Mehabríaencantadogritarle,perorespondíconesetonodevozquetantohabíapracticadoparadarentrevistas.Inclusomelasingeniéparamantenerlasonrisa.
—Unoinclusohalloradodespuésdequeustedsemarchara—informó.—¿Qué?—exclamé;temíaquelareporterasepercataradequemeestabaponiendomáspálida
porsegundos.—Unodelosseleccionadossehaechadoallorardespuésdelaeliminación.¿Creequeesuna
reacciónnormaloque,alsertanseveraconellos,ustedmismalahaprovocado?Traguésaliva,perosabíaquenopodíaquedarmecallada.—Tengo tres hermanos.Todos lloran y le aseguro que las razones no siempre tienenmucho
sentido.Ellaserioporlobajo.
—Entonces,¿nocreehabersidodemasiadoduraconellos?Sabíaperfectamentequépretendía:estabarepitiendolamismapregunta,esperandoasacarmede
miscasillasy,adecirverdad,estabaconsiguiéndolo.—No logro imaginarme cómo debe de ser estar al otro lado del proceso de Selección y ser
eliminadatanpronto.Pero,salvomipadre,nadiedelospresentessabequésesienteestandoenestelado.Quierohacertodoloposibleparaencontraraunmaridonobleyrespetable.Y,siesehombrenopuedeaguantaruncomentariountantosevero,claramentenopodráserpríncipe.¡Confíeenmí!—comenté,yletoquéelbrazo,comosifuerauncotilleo…ounabroma.Ladesarméporcompleto—.Yhablandodepretendientes,esperoquemedisculpe,peronecesitopasartiempoconellos.
Abrió labocaparahacerotrapregunta,perodimediavueltacon lacabezabienalta.Tuveunmomentodeindecisión.Nopodíairdesesperadaalabarraapedirunrefrigerio,nidesahogarme,nitampocosoltartodaslaspalabrotasquesemeestabanocurriendoy,desdeluego,nopodíacorreralosbrazosdepapáymamá.Debíaaparentarnormalidad,asíquediunavueltaporelsalón.Cadavezquemecruzabaconunodemispretendientes,pestañeabaysonreíacomounaboba.
Me llamó la atenciónqueundetalle tan insignificantepudieraprovocar sonrisas.En lugardeevitarme, todos suavizaron sus expresiones. También me fijé en que esos breves instantes deconsideración y ternura estaban borrando los recuerdos de esa misma mañana en el Salón deHombres.Recéporqueelpúblicotambiénolvidaraesahistoriatanrápidocomoellos.
Sospechabaque,deunmomentoaotro,algunodeellossearmaríadevaloryvendríaahablarconmigo.YesapersonaresultóserHale.
—Ybien,pareceserqueestoesunamerienda—dijo,ysecolocóamilado—.¿Quéprefierelaprincesa?
Diounsorboasutazaysonriócontimidez.Haleteníauncarismanaturalyespontáneo,igualquelaseñoritaMarlee,yporesoeramuyfácil
charlarconél.Enaquelmomento,agradecíquefueraélelprimeroenacercarseacharlarconmigo.Eralasegundavezquemerescataba.
—Depende demi estado de ánimo.O delmes. En invierno soy incapaz de disfrutar de un téblanco,porejemplo.Perounténegromesentaríademaravilla.
—Deacuerdo—dijo,yasintióconlacabeza.—Mehadichounpajaritoqueestamañana,traslaexpulsión,alguiensehaechadoallorar.¿Es
esocierto?Haleabriólosojoscomoplatosysoltóunsilbido.—Sí, fueLeeland.Penséque sehabía rotounhueso…oalgoasí.Tardamoscasiunahoraen
tranquilizarle.—¿Quéocurrió?—¿Quéocurrió?¡Usted,alteza!Entrayseponeaeliminaragenteadiestroysiniestro.Supongo
queesunchicotímido,yquelehabrácohibido.Localicé aLeeland de inmediato.Estaba en una esquina, solo. Si de veras estuviera buscando
marido,yalehabríadescartado.Dehecho,mesorprendióquenomehubierarogadoquelepermitieravolveracasa.—Nopretendíasertandespiadada.Haleserio.—Notienequeserdespiadada.Todossabemosquiénes,yquépuedehacer.Ylorespetamos.—Esodíseloaltíoquemepreguntócuándolepagarían—murmuré.ParaesoHalenoteníarespuesta.Mesentículpabledehaberdesviadolaconversaciónhaciaese
tema.—Ybien,¿quétocahoy?—pregunté,yrecuperélacompostura.
—¿Perdón?—¿Cómopiensasdemostrarmehoyquemerecesmimano?Yconunasonrisa,contestó:—Hoy,prometoquejamásleserviréuntéblancoeninvierno.Nomedijoadiósnihizoreverenciaalguna,perosemarchóconaireoptimista.Badensevolvióymemiróporencimadelhombro.Laprimeraimpresiónquemecausónada
teníaqueverconnuestracharladepresentación.Leveíacomoelmuchachoque,segúnla tíaMay,prometía,ymucho.
Era evidente que estaba titubeando; no sabía si acercarse amí y entablar una conversación odarsemediavuelta.Bajélamiraday,pestañeandocomounaadolescentesincerebro,medirigíhaciaél.Actuarasímehacíasentirestúpida,perolociertoesquefuncionó:encuestióndesegundos,Badense plantó frente amí. Por un instante, pensé en la entrevista queme había hecho la reportera;meresultabacurioso,inclusodivertido,quefueraunaexpertaentécnicasparadesarmaraunperiodistaoaunpolítico,pero,cuandosetratabadechicos,nadiemehabíaenseñadonada.
Alparecer,Badenestabaimpacienteporhablarconmigo,perolosdosnosquedamospasmadoscuando,depronto,enaquelprecisoinstante,seacercóotroseleccionado.
—Gunner—saludóBaden—,¿quéteestápareciendolafiesta?—Excelente.Dehecho,hevenidoaagradeceralaanfitrionaquelahayaorganizado.Hasidoun
verdaderoplacerconocerasushermanospequeños.—Oh,madre.¿Quéhanhecho?BadensoltóunacarcajadayGunnertratódeaguantarunataquederisa.—Ostenesmuy…enérgico.Suspiré.—Laculpaesdemispadres.Porlovisto,cuandoyahascriadotreshijosytienesuncuarto,tiras
todoslosvaloresporlaventana.—Peromehacaídobien.Esperoverleporaquí.—No sé si tendrás esa suerte.Esmuyescurridizo.Ni siquiera suniñera, a la que, por cierto,
desprecia,escapazdecontrolarle.Siempreestáarmandoalborotooescondidoenalgunamadrigueradepalacio.
De repente, Baden nos interrumpió. Me pregunté si pretendía coquetear conmigo o parecervaliente.
—¡Quécaráctertancontradictorio!¿Todosensufamiliasonasí?Nomecostó adivinarquépretendíapreguntar en realidad: ¿era la clasede chicaquebuscaba
consuelooqueprovocabaunescándaloporcualquiernimiedad?—Sinduda.Badenasintió.—Esbuenosaberlo.Mecompraréunescudoyunpardebinoculares.Soltéunarisatonta,cosadelaquemearrepentídeinmediato.Semehabíaescapado.Tratédeno
enfadarme,nidisgustarme,porhaberbajadolaguardia.Con suerte, habría sido una escena perfecta para tomar un par de fotos. Hice una breve
reverenciaycontinuéconelpaseo.VislumbréaHenrialotroladodelasala.Eriknoseapartabadeél.Cuandonuestrasmiradasse
cruzaron,nodudóenaproximarseamíconpasodecididoyconunasonrisadeorejaaoreja.—¡Hola! ¡Hyvää iltaa!—exclamó, yme dio un beso en lamejilla, lo que, una vezmás,me
habríasorprendidosihubierasalidodecualquierotropretendiente.—Ledalasbuenasnoches.—Oh,ejem…,¿heevateelah?—murmuré,tratandodereproducirsuspalabras.
Aloírmedestrozarsupropioidioma,seechóareír.—¡Bien,bien!¿Siempreestabatancontento?MegiréhaciaErik.—Sésincero.¿Hasonadomal?Elintérpretenomementiría.—Sientodecirlo,peroniencienañoshubieraadivinadoloquehadicho,alteza—contestócon
tonoamable.Dibujé una sonrisa genuina.Aquella pareja eramodesta y sencilla.Y, teniendo en cuenta que
seguramenteHenrisesentíauntantomarginado,aquellahumildaddecíamuchodeellos.Antesdequepudieraproseguirlaconversación,Josieaparecióamilado.—Unafiestagenial,Eadlyn.TúeresHenri,¿verdad?Hevistotufotografía—dijo,yenseguida
extendiólamanoparasaludarle.Apesardeestaruntantodesorientado,elmuchacholeestrechólamanoeducadamente.—SoyJosie.Eadlynyyosomoscomohermanas—comentóentusiasmada.—Aunquenosomosfamilia—añadí.Erik se apresuró a traducirle aquel intercambio de palabras a Henri, de una forma rápida y
mediosilenciosa,locualdistrajoaJosie.—¿Quiéneres?—preguntó—.Norecuerdohabervistotufotografía.—SoyelintérpretedelseñorHenri.Élsolohablafinlandés.Josie pareció completamente decepcionada. Y entonces caí en la cuenta de que solo se había
inmiscuidoennuestraconversaciónporqueHenrileparecíaatractivo.Sinlugaradudas,parecíamásjoven que el resto de los candidatos, y además tenía un aire despreocupado que encandilaba acualquiera.SeguroqueJosiehabíacreídoqueencajaríamásconellaqueconmigo.
—Ybien…—empezó—,¿cómodemonios…vive?SinconsultarnadaaHenri,Erikcontestó:—Sideverasesprácticamentelahermanadelaprincesa,estoyconvencidodequeenpalaciole
habránproporcionadounaeducaciónbrillante.Y,porlotanto,sabrátanbiencomonosotrosquelasrelaciones entre Illéa y Swendway son fuertes y ancestrales, lo que ha permitido que muchos denuestrosciudadanosseestablezcanaquí,yquehayancreadopequeñascomunidades…,yviceversa.Noesdifícil.
Memordílalengua.HabíapuestoaJosieensulugar.Nopodíaestarmássatisfechaporello.Lamuchachabajólacabeza.—Ah,porsupuesto.Ejem…—balbuceóy,aunquelecostóDiosyayuda,alfinalsedisculpó—:
Perdón.—Losiento—susurréunavezquesehubomarchado—.Notienenadaqueverconvosotrosdos.
Josieeshorrible,simplemente.—Nomehaofendido—contestóErikconhonestidad.Ydespuésempezóahablarenfinlandés
conHenri.Supusequequerríaexplicarleloqueacababadesuceder.—Disculpadme.Tengounacharlapendienteconalguien,peroosveréenlacena—dijey,tras
hacerunareverencia,repasétodoelsalónenbuscadealgúntipoderefugio.Aquella entrevista me había descolocado por completo, pero me sentía orgullosa por haber
recuperadolacomposturadespuésdeldesastre.Sinembargo,Josieteníaeldondesacarmedequicio.Viquemamáestabasolaycasicorríhaciaella;necesitabaunhombrosobreelquellorar.Pero,
enlugarderecibirmeconlosbrazosabiertos,melanzólamismamiradaasesinaqueAhrenmehabíadedicadonadamásentrarenlasala.
—¿Por qué no nos contaste lo que habías planeado hacer?—preguntó en voz baja. Para que
nadiepudierasospechardequéestábamoshablando,noborrólasonrisaqueteníapegadaenlacara.Imitélasonrisaycontesté:—Creíqueseríabuenaidea.Dehecho,papáhizolomismo.—Sí,pero aunaescalamenoryde formaprivada.Leshas avergonzadoenpúblico.Nadie te
admiraráporello.Resoplé.—Losiento.Decorazón.Nomedicuenta.Ellamerodeóconelbrazo.—Nopretendíasertanintransigente.Séqueloestásponiendotododetuparte.Yjustoentoncesseaproximóunfotógrafoparacapturaresemomentocándidodemadreehija
charlando.¿Cuálseríaeltitular?Talvezalgosobrelaseleccionadainstruyendoalaseleccionadora.—¿Quésesuponequedebohacerahora?Escudriñóelsalónparacerciorarsedequenadiepudieraescucharnos.—Tansolo…plantéateunpequeñoromance.Nadaescandaloso,porelamordeDios—añadió
—.Perovercómoteenamoras…Esoesloquerealmentequierepresenciartodoelmundo.—Peronopuedoprovocarlo.Nopuedo…—America,mivida—mellamópapá.Ostensehabíaderramadoelzumosobrelacamisa,asíquemamáfueaayudarleyacambiarle
demuda.Habríaapostadotodosmisahorrosynohabríaperdidoniunsolocéntimo.Loqueacababade
sucedernohabíasidomásqueunintentointencionadoporpartedemihermanoparasalirdeaquellaestancia.
Mequedéinmóvil,sola.Registrélasalaconlamiradatratandodenollamarlaatención.Estabaatestada de demasiados rostros desconocidos. Había demasiados ojos extraños observándome,esperandoquerealizaraalgúnmovimiento.Sihubieradependidodemí,hubierapuestopuntofinalala Selección cuatro horas antes. Inspiré hondo. Tresmeses yme habría ganado la libertad. Podíahacerlo.Noteníaalternativa.
Crucé la sala con paso decidido; sabía con quién debía hablar. Le localicé, me acerqué y lesusurréaloído:
—Nosvemosenmidormitorio.Ochoenpunto,niunminutomás.Noselodigasanadie.
Capítulo12
Laesperasemehizoeterna.Duranteaquellosminutosnopudeparardecaminardeunladoaotrodemihabitación.Enrealidad,Kileeralaúnicapersonaaquienpodíaconfiarleesatarea,perodetestabatenerquepedírselo.Estabapreparadaparaproponerleuntratoirrechazable,perotodavíanoestabaseguradequépodíaofrecerleacambio.Seguroqueélsabríadarmealgunaqueotraidea.
Apenasoíquellamabaalapuerta;lapreguntaqueseintuíaeralasiguiente:¿quéestoyhaciendoaquí?
AbrílapuertayahíestabaKile,máspuntualqueunreloj.—Alteza—saludó,yrealizóunareverenciacómica—.Hevenidoahacerteperderlacabeza.—Ja,ja.Anda,entra.Kileobedecióyexaminócadaunademisestanterías.—Laúltimavezqueestuveentuhabitación,coleccionabasponisdemadera.—Esoyaestásuperado.—¿Ylodeserunatiranamandonatodavíano?—Puesno,igualquetútampocohassuperadoserunainsufribleratadebiblioteca.—¿Esasícomoconquistasatodastuscitas?Sonreíconsuficiencia.—Másomenos.Siéntate.Tengounapropuestaparati.Kileadvirtiólabotelladevinosobrelamesaynodudóenservirseunacopa.—¿Quieresunacopa?Suspiré.—Porfavor.Creoquelosdoslonecesitamos.Élsequedómudo.—Ahorasímehaspuestonervioso.¿Quéquieres?Cogílacopaeintentérecordareldiscursoquemehabíapreparadoparaexplicarlelaideaquese
mehabíaocurrido.—Túsabescómosoy,Kile.Meconocesdesdesiempre.—Cierto.Dehecho,justoayer,enunataquedenostalgia,rebusquéenmimemoriayencontréun
recuerdomuyespecial.Túcorriendoporelpasilloconnadamásqueunpañal.Estabasguapísima.Puselosojosenblancoycontuvelarisa.—Enfin.Creoqueentiendesmipersonalidad,quesabescómosoycuandolascámarasnome
estánenfocando.Éltomóunsorbodevinoyreflexionósobremispalabras.—Tambiénteentiendocuandoteestángrabando,oesocreo,pero,porfavor,continúa.Nunca me había planteado eso, el cómo me habría visto a lo largo de la infancia, de la
adolescencia, tantodentrocomofuerade lapantalla.Delantedeunacámara,habíaalgoenmíquecambiaba,yéltambiénlosabía.
—LaSelección no fue ideamía, pero estoy obligada a invertir todosmis esfuerzos para quesalgabien.Personalmente,piensoqueloestoyhaciendo.Peroelpúblicoesperaveraunajovencitaconmariposasenelestómagoquecaigarendidaalospiesdesuspretendientes.Y,siquieresqueseasincera,nomeveocapazdehacerlo.Nopuedoactuarcomounatonta.
—Bueno,dehecho…—¡Cierraelpico!Sonrióconmaliciaytomóotrosorbodevino.—Erescansino.Noséniporquémemolestoenintentarlo.—No,porfavor,sigue.Noactúescomounatonta.Dejólacopasobrelamesayseinclinóhaciadelante,comoparamostrarsuinterés.Cogíaireybusquédenuevolaspalabrasmásapropiadas.—Quieren ser testigos de un romance, pero no estoy preparada para comportarme así
públicamente,sobretodocuandotodavíanoheconectadoconnadie.Pero,aunasí,tengoquedarlesalgo.
Agachélacabeza,pestañeévariasvecesyluegolemirécontimidez.—¿Algocomoqué?—Unbeso.—¿Unbeso?—Unocasto.Eres el únicopretendiente al que puedopedírselo; tú sabes de antemanoqueno
seríareal,quelascosasnosecomplicarían.Además,estoydispuestaadartealgoacambio.Kilearqueólascejas.—¿Qué?Meencogídehombros.—Enrealidad,loquequieras.Siempreycuandosearazonable.Nopuedoofrecerteunpaís…o
algoparecido.—¿Teimportaríahablarconmimadre?¿Podríasayudarmeaescapardeaquí?—¿Eiradónde,exactamente?—Acualquiersitio—respondióuntantodesesperado—.Mimadre…Noséquédebiódeocurrir
paraquelesjuraratallealtadatuspadres.Ahoraselehametidoentrecejaycejaqueelpalacioesnuestrohogar,quejamásnosmudaremos.¿Sabescuántomecostóconvencerladequemepermitierarealizaresecursoaceleradoyvivirfueradeaquíunatemporada?
»Quieroviajar,quieroconstruir,quierohaceralgomásqueleerlibros.Avecesinclusopiensoqueundíamásencerradoentreestasparedespuedematarme.
—Hecaptadoelmensaje—murmurésinpensar.Erguílaespaldayañadí—:Puedoecharteunamano.Encuantosepresenteunabuenaoportunidad,convenceréatuspadresdequelomejorparatiesabandonarelpalacio.
Sequedócalladounossegundosy,trasvaciarlacopadevino,preguntó:—¿Unbeso?—Solouno.—¿Cuándo?—Estanoche.Habráunfotógrafoesperandoenelpasilloalasnueveenpunto.Esperoqueesté
bienescondidoporquetemoque,sileveo,arruinarémiactuación.Kileasintióconlacabeza.—Deacuerdo.Unbeso.—Gracias.Nosquedamossentados,ensilencio,observandolasmanillasdelreloj.Despuésdetresminutos,
yanolosoportémás.
—¿Aquétereferíasconconstruircosas?Aélseleiluminóelrostro.—Es loqueestudio.Diseñoyarquitectura.Megusta idear estructuras, averiguar cómopuedo
diseñarlasy,aveces,intentoquelasformasseanhermosas.—Eso…suenamuyinteresante,Kile.—Losé—dijo,ydibujólamismasonrisatorcidadesupadre.Mellamólaatenciónqueeltema
leentusiasmaratantísimo—.¿Quieresverlos?—¿Verelqué?—Algunosdemisdiseños.Lostengoenmihabitación.Enmihabitacióndesiempre,claroestá,
noenlaquemehanotorgadocomoseleccionado.Yasabes,estáaquíallado.—Claro—murmuré.Toméunúltimosorbodevinoyleseguí.Elpasilloestabadesierto.Tansoloavistéaunparde
guardias,asíqueKileyyonosescabullimoshaciasudormitorio.Abriólapuerta,encendiólaslucesy…mequedédepiedra.Era…un…absoluto…¡desastre!Lacamaestabadeshecha,habíaunapiladeropaenunaesquinay,sobrelamesitadenoche,un
montóndeplatossucios.—Séloqueestáspensando.¿Cómodiabloslamantienetanimpecable?—Me acabas de leer lamente—dije.No quería que se diera cuenta de que su habitaciónme
repugnaba,asíquetratédedisimular.Almenosnoapestaba.—Hace cuestión de un año le pedí al personal que dejara de limpiarmi dormitorio.Y, desde
entonces,yomeocupodeeso.Pero laSelecciónmepillóalgodesprevenido, asíque ladejé talycomoestaba.
Empezóapatearcosasbajolacamayaordenartodoloqueteníaalalcance.—¿Porquénodejasqueseanellosquienesordenentuscosas?—Soyunadulto.Puedohacerlosolito.Kilenolodijocomounacríticahaciamí,pero,enaquelmomento,lotomécomounataque.—Cambiandodetema,vamosamiestudio.Enlaotrapuntadelahabitación,laparedestabaforradadefotografíasypósteresdetodotipo
deedificios,desderascacieloshastacabañasdebarro.Sobresuescritoriohabíacentenaresdedibujosqueélmismohabíadiseñadoymaquetasconstruidascontrozosdemaderaydemetal.
—¿Has hecho tú todo esto?—pregunté, y, con sumo cuidado, cogí una estructura cuya puntaparecíaretorcerse.
—Sí. El concepto, el diseño. Me encantaría construir edificios de verdad algún día. Estoyestudiando, pero no puedo aprenderlo todo si nome implico e intento hacer algo con lasmanos,¿sabes?
—Kile… —murmuré. Contemplé cada detalle: los colores, las líneas… Y me imaginé lacantidaddetiempoyesfuerzoquehabríadedicadoacadaunodesusdiseños—.Esmaravilloso.
—Sonsolotonteríasquemegustan.—No,para.Nodesmerezcastodoestetrabajo.Yojamáspodríahaceralgoasí.—Claroque sí—respondió.Se agachóy rebuscó enun cajónuna regla con formadeTque
luego colocó sobre uno de sus diseños—. ¿Ves? Es cuestión de observar las líneas y hacer loscálculos.
—Buff,másmatemáticas.Estoyaburridadehacernúmeros.Élsoltóunacarcajada.—Peroestosonmatemáticasdivertidas.—Matemáticasdivertidasesunoxímoron.
Nossentamosenelsofáyhojeamosvarioslibrosdesusarquitectosfavoritos.Comentamossusobras,estudiamossusestilos.Élestabaespecialmenteinteresadoenelmodoenquealgunosjugabanconloselementosquerodeabanlaedificación.
—¡Fíjateenesto!—exclamabacongranentusiasmoalgirarcadapágina.Nopodíacreerquehubiera tardado tantísimosañosendescubrir ese ladode supersonalidad.
Kilesehabíaencerradoenuncaparazónparaaislarsedetodoelmundoporqueelpalaciolehabíaatrapado. Detrás de todos esos libros y comentarios afilados se escondía una persona curiosa,interesantey,aveces,encantadora.
Medabalasensacióndequehabíavividoengañada.SolofaltabaquealguienasomaralacabecitaporelmarcodelapuertayjuraraqueJosieeraunasanta.
Kileechóunvistazoalrelojporpuracasualidad.—Sonlasnueveydiez.—Ah.Deberíamos irnos—dije, aunque loquemásmeapetecíaeraquedarmeenese sofá.La
habitacióndeKile,pormuydesordenadaqueestuviera,eraelrincónmáscómodoenelquejamáshabíaestado.
—Sí—murmuróKile;cerróellibroyvolvióaguardarloenlaestantería.Aunqueelestudioestabatanpatasarribacomoelrestodelaestancia,eraevidentequeKilelo
tratabaconuncuidadomuyespecial.Leesperéjuntoalapuertay,derepente,mepusenerviosa.—Ven—dijo,ymeofreciólamano—.Lacitaestáapuntodeacabar,¿cierto?Entrelacémisdedosconlossuyos.—Gracias.Porenseñarmetutrabajoyporhaceresto.Teprometoquetedevolveréelfavor.—Losé.Abriólapuertayempezamosaavanzarporelpasillo.—¿Cuándocreesquefuelaúltimavezquenosdimoslamano?—pregunté.—Supongoquecuandoéramosniños,enalgúnjuego.—Supongoquesí.Avanzamos hasta mi habitación sin mediar palabra. Al llegar a la puerta, me giré y vi que
tragabasaliva.—¿Nervioso?—susurré.—Qué va —respondió con una sonrisa, pero la voz le traicionó—. Bueno, pues…, buenas
noches.Kilese inclinó, tansolounpuñadodemilímetrosseparabannuestros labios.Por finmebesó.
Fue un beso tierno, largo, apasionado. Cada vez que él separaba los labios, yo aprovechaba paracogeraire,rogandoatodoslosdiosesquevolvieraabesarme.Jamásantesunchicomehabíabesadoasí,ydeseabaquenopararanunca.
Hasta entonces, las oportunidades que había tenido para besar a un chico habían sido muyescasasy,paracolmo,enmomentosapresuradosypocorománticos,comoenunguardarropaotrasunaestatua.Peroestavez,conlatranquilidaddequenadievendríaainterrumpirme…,fuedistinto.
Me dejé llevar, le atraje haciamí y élme acarició lamejilla con lamano que tenía libre. Sehumedecióloslabiosymedioelquesospechabaseríaelúltimobeso.
Seapartó,pero lohizocondelicadeza, rozándome lanarizcon la suya.Estaba tancercaque,cuandohabló,distinguíelaromaavinoensualiento.
—¿Creesqueconesobastará?—Yo…,bueno…,nolosé.—Pueshayqueestarseguros.Y,derepente,volvióabesarme.Esearranquedepasiónmepillótanporsorpresaque,porun
momento,temíqueloshuesossemefueranaderretir.Leacariciéelpelo,lanuca,laespalda,cadapartedesucuerpoqueteníaalalcance.Habríapagadoporpasarmetodalanocheasí,locualjamáshabríaesperadodemímisma.
Seapartóporsegundavez,sindejardemirarmealosojos.¿Éltambiénestabasintiendoquelesubíalatemperaturadetodoelcuerpo?
—Gracias—musité.—Cuandoquieras.Quierodecir…—sacudiólacabeza,riéndosedesímismo—,yasabesloque
quierodecir.—Buenasnoches,Kile.—Buenasnoches,Eadlyn.Me dio un beso inocente en la mejilla y, en un abrir y cerrar de ojos, desapareció por las
escalerasqueconducíanasuhabitacióndecandidato.Observé cómo se marchaba y me repetí varias veces que el únicomotivo por el que estaba
sonriendoasíeraporquelascámarasestabanocultasenalgúnlugar,noporloqueKileWoodworkhabíahecho.
Capítulo13
—Bueno,creoqueheconseguidoentretenera todoelmundoduranteun rato—presumímientraspaseabacogidadelbrazodeAhrenporlosjardinesdepalacio.
—Esoparece—murmuró,ymemiróconunasonrisapícara.Sentí la imperiosanecesidaddepegarle,peromecontuve—.¿Yquétalhaido?
Aquella preguntita colmó el vaso de mi paciencia y esta vez sí que le asesté un golpecitocariñoso.
—¡Seráscerdo!UnaseñoritacomoDiosmandajamáscomparteesosdetallesdesuintimidad.—Claro,¿ysesuponequeunaseñoritacomoDiosmandadejaquelehaganfotosbesandoasu
pretendienteenlaoscuridad?—Encualquiercaso,hafuncionado—contestéencogiéndomedehombros.MisfotografíasconKilesaciaronelhambrevorazdelanación,talycomohabíamosprevisto.
Aunquereconozcoquemeasombródescubrirqueesoeraloque,enrealidad,elpuebloansiabaver;peromientrasestuviesensatisfechos,noimportabatanto.Sinembargo,lasreaccionesanteelfamosobesofueronmuyvariadas:unpuñadoderevistaspublicóqueeraalgobonitoyromántico,pero lamayoríacriticóelhechodequeyotuviesetantasganasderegalarunbesoenunpuntoinicialdelacompetición.
Unadelasrevistassensacionalistasdelpaísinclusomantuvoundebatecondosdesusreporterosmás importantes sobre siyoeraunachica fácilpordarunbesoasí, o sipor el contrario eraunamonería,yaquelosdosnosconocíamosdesdepequeños.Tratédeignorarlo;prontotendríanotrostemasdelosquehablar.
—Heechadounvistazoalaprensadehoy—comenté—.Nohanredactadoniunsoloartículodedicadoaladiscriminacióndelaépocadespuésdelascastas.
—¿Yquéplanestienesparahoy?¿Hacerlloraraloschicosotravez?—Solohasidouno—protestéponiendolosojosenblanco—.Puesnolosé,puedequemetome
eldíalibre.—Ni en broma—espetó Ahren mientras tomábamos otro sendero—. Ayúdame, Eadlyn, por
favor. Si tengo que arrastrarte de los pelos, créeme que lo haré. Asúmelo de una vez. No tieneselección,debesparticiparenlaSelección.
Dejéquemibrazosesoltasedelsuyo.—NomeentraenlacabezaquelaSelecciónfueratandifícilparapapá.—¿Selohaspreguntado?—No, y no me siento capaz. Últimamente, mamá y él han empezado a desvelarme algunos
detalles sobre su historia de amor. Opinan que pueden resultarme útiles. Pero, por algúnmotivo,siemprehanreservadopequeñasanécdotasparasí,ymeparecedesconsideradopreguntar.Además,cualquierotraparejaenlamismasituaciónactuaríadeformadiferente;enrealidad,noquierosabersiapapáleinteresóalguienmásapartedemamá.
—¿Nose tehaceraropensarlo?—preguntóAhren trassentarseenunbancocercano—.¡Otramujerpodríahabersidonuestramadre!
—No—respondíenseguida—.Nosotrossoloexistimosporqueellosseencontraron.Cualquierotracombinaciónnonoshubiesecreado.
—Vasahacerquemeestallelacabeza,Eady.—Losiento,estasituaciónmeestávolviendoloca—admití,yempecéaacariciarlapiedracon
eldedo—.Porunlado,entiendoqueelconceptopuedaresultaratractivo:quemimedianaranjaestéahí fuera, esperándome en algún lugar, y que por casualidad pueda sacar su nombre y nosenamoremos locamente. Pero también está la sensación de ser un trofeo y de estar sometida a unjuiciopermanente.Cuandomiroatodosesosmuchachos,meparecentandiferentesaltipodegenteconlaquemesuelocodear…Creoquenomegusta.Todoestetemameinquieta.
Ahrensequedócalladounmomentoymeditóescrupulosamentelaspalabrasqueibaautilizar,locualmepusonerviosa.
Nosabíasieraalgoentremellizosotansolounvínculoexclusivoentreélyyo,perocuandononos poníamos de acuerdo se notaba casi de forma física. Parecía que una banda elástica estuviesetirandodelosdos.
—Escucha,Eady, sé que quizás esta no haya sido lamejor forma de hacerlo, pero realmentecreoqueesbuenoquetengasaalguienentuvida.LlevomuchotiempoconCamillee,inclusosilodejásemosmañana,yoseríaunamejorpersonagraciasaella.Hayciertascosasqueunonoaprendedesímismohastaqueotrapersonaentraenelrincónmásíntimodesucorazón.
—Pero¿vosotroscómoconseguíseso?Ospasáislamayorpartedeltiemposeparados.—Ellaesmialmagemela.Simplemente,losé—contestóconunasonrisapegadaenlacara.—Yonocreoenlasalmasgemelas—sentenciémirándomeloszapatos—.Porcasualidadesdela
vida, conociste a una princesita francesa. Y eso, por supuesto, porque solo te relacionas con larealezainternacional.Detodaslaschicasquehasconocido,ellaeslaquemástegusta.Tuverdaderaalmagemelapodríaestarordeñandounavacaahoramismoyniteenterarías.
—Siempre eres tan dura con ella…—musitó. Su tono de voz hizo que la banda invisible setensaseaúnmásentrenosotros.
—Solodigoquetienesmásopciones.—Y,mientrastanto,tútienesdecenasdeopcionesdelantedetusnaricesyteniegasatenerlasen
cuenta.—¿Papátehapedidoqueteinvolucresenesto?—resoplé.—¡Claro que no!Deberías vivir esta experiencia con unamentemás abierta. Eres una de las
personasmásprotegidas e inaccesibles del país, pero esono significa quenopuedas derribar esemuroinfranqueablequehanconstruidoatualrededor.Dateelcaprichoypermítetetenerunarelaciónromántica,aunqueseaunavezentuvida.
—Oye,¡yahetenidorelacionesrománticas!—Unafotoenunarevistanocuentacomorelación—replicóuntantoacalorado—.Ytampoco
elhechodeliarteconLeronTroyesenaquelbailedeNavidadenParís.—¿Cómotehasenteradodeeso?—Todoelmundolosabe.—¿Inclusopapáymamá?—Papáno.Bueno,amenosquemamáselohayacontado.Meconstaqueellaestáalcorriente.Tuvequeescondermicarayahogarunlamentoparadisimularmiabsolutahumillación.—Loúnicoquetedigoesqueestopuedeserbuenoparati.Esecomentarioborrótodorastrodevergüenza,quedejósulugaramirabia.—Todosdecíslomismo:puedeserbuenoparati…Pero¿quésignificaeso?Soylista,guapay
fuerte;nonecesitoquenadiemerescate.Ahrenseencogiódehombros.—Puedequeno.Peronosabessialgunodeellosquizásílonecesite.Mequedémirandoelcésped,rumiandoaquelcomentario.—¿Quéestáshaciendo,Ahren?—preguntémeneandolacabeza—.¿Aquésedebeesterepentino
cambiodeactitud?Pensabaquemeapoyaríascontodoesto.Meparecióverundestellodeemociónensusojos,perolocontuvomientrasmerodeabaconsu
brazo.—Yestoycontigo,Eadlyn.Tú,mamáyCamillesois lasmujeresmás importantesdemivida.
Asíque,porfavor,ponteenmilugar.Entiéndeme.Mepreocupatufelicidad.—Soyfeliz,Ahren.Soylaprincesa.Puedotenertodoloquequiera.—Creoqueestásconfundiendocomodidadconfelicidad.Suspalabrasmerecordaronlarecienteconversaciónquehabíamantenidoconmamá.Ahrenmeacaricióelbrazo,selevantóyseatusóeltraje.—LeprometíaKadenque leayudaríacon losdeberesde francés.Túsolopiensaunpocoen
todoesto, ¿deacuerdo?Quizámeequivoque;dehecho,no sería laprimeravez…—puntualizó,yambossonreímos.
Asentíconlacabeza.—Loharé.Meguiñóunojoyañadió:—Tenunacitaoalgoasí.Ydisfrutadelosplaceresdelavida.
MequedéalaspuertasdelSalóndeHombres.Estabahistéricaynodejabadecaminardeunladoaotro,preocupadaporestarperdiendomivalioso tiempo.Despuésde lacharlaconAhren tendríaquehaberidodirectaaldespachoparaponermealdíaconeltrabajoatrasado.Adecirverdad,estabadeseandovolvera lamonotoníadeclasificardocumentos.Perosuspalabras,porencimade lasdecualquierotrapersona,mehicieronreplantearmelascosas.Decidíque,almenos,debíaintentarlo.Ynolimitarmeafingirantelascámaras,comohabíahechohastaahora.
Merepetívariasvecesque,detodasformas,tendríaqueconcertar,comomínimo,unacitacontodosellos.Eralomenosquesemeexigía.Yesonoimplicabaquealfinalmedecantaraporalgunodeloscandidatosylenombrarapríncipeconsorte,desdeluego;tansolocumplíaconlapromesaquelehabíahechoapapáyactuabatalycomoelpuebloesperabademí.
Suspiréyentreguéelsobrealmayordomo.—Venga,adelante.Antesdeentrarenelsalón,hizounareverenciayyomequedéesperandofuera.Había decidido no volver a irrumpir en el Salón de Hombres nunca más. Pretendía que los
candidatosestuvieransiempreatentos,peroenelfondosabíaque,devezencuando,semerecíanunrespiro.Quiénmejorqueyoparasaberlo.
ElmayordomovolvióunmomentodespuésysostuvolapuertaparaqueHalesaliera.Cuandoseacercó,semepasarondoscosasporlacabeza:primeromepreguntéquéhabríapensadoKile,locualmeresultóbastanteraro.YdespuésmeimpactóqueHaleestuvieratandesconcertado;semostrómuycautoyprecavido.Sequedóaunmetrodedistancia,hizounareverenciay,entresusurros,dijo:
—Alteza.—¿PorquénonostuteamoslosdosymellamasEadlyn?—lecontestédandounapalmada.Meparecióverunatisbodesonrisaensusojos.—Eadlyn.
«NohaynadiesobrelafazdelaTierramáspoderosoqueyo».—Mepreguntabasiteapeteceríaquedarconmigodespuésdecenarparatomarelpostre.—¿Asolas?Suspiréyledije:—¿Acasoquieresinvitaraalguienmás?¿Tambiénnecesitasunintérprete?—¡No,claroqueno!—contestóconunasonrisadeorejaaoreja—.Esque…hasidounagrata
sorpresa,esoestodo.—Ah,vale—farfullé.Fueuna respuestamuymediocreanteunaconfesión tandulce,perome
habíapilladoporsorpresa.Hale se quedó ahí de pie, sonriendo y con las manos en los bolsillos. Me costaba bastante
imaginármelocomoaotromásaquienenviaríaacasa.—Bueno, de todas formas me pasaré por tu cuarto unos veinte minutos después de cenar e
iremosaunodelossalonesdelúltimopiso.—Suenagenial,nosvemosestanoche.—Sí,hastaluego—medespedí,ycomencéacaminar.Memolestóunpocodarmecuentadequemeapetecíateneresacita.Sureacciónhabíaresultado
ser bastante tierna. De todas formas, lo peor no fue ese sentimiento que la Selección estabaempezando a generar en mí, sino la mirada triunfante de Hale cuando me pilló girándome paramirarle.
Capítulo14
¿Seríararocambiarmedevestidoentrelacenayelpostre?¿Élpretendíaponerseotrotraje?Durantelaúltimasemanahabíalucidomismejorestiaras,pero¿seríapocoapropiadollevaruncomplementotancaracterísticoparaunacita?
Unacita.Estabamuy lejosdemizonadeconfort.Mesentíavulnerableynoentendíaelporqué.Había
conocidoacentenaresdejóvenesapuestos.Dehecho,habíadisfrutadodeuninterludioespectacularconLeronenlacenadeNavidadyhabíacomidofresasconJamisonAkersdetrásdeunárbolduranteunpícnic.InclusohabíasobrevividoaunacitaconKile,aunque,enrealidad,nisiquierafueunacitacontodaslasletras.
Mehabíanpresentadoalostreintaycincocandidatosseleccionadosy,enningúnmomento,mehabíaexasperado.Nisiquieramehabíatembladoelpulso.Pornomencionarqueayudabaagobernartodounpaís.Asípues,¿porquéunacitaconunchicomeestabaangustiandotanto?
Alfinaldecidíquesí,quemecambiaría.Elegíunvestidoamarilloconlafaldamáslargapordetrásquepordelantey locombinéconuncinturóndecolorazulmarino.Aquelatuendoeramáspropiodeun«salgamosacenar»quedeun«estoylistaparaunafiestaeneljardín».Ah,ymequitélatiara.¿Porquélohabíadudadoenunprincipio?
Memirédearribaabajoenelespejoyrecordéqueeraélquienestabatratandodeconquistarme,ynoalrevés.
Llamarona lapuertayme sobresalté. ¡Todavía tenía cincominutos! ¡Yhabíamosquedadoenqueyoiríaarecogerle!Estabatirandoportierratodamiestrategiadepreparación.Siarruinabamisplanes,leecharíadeallíyvolveríaaempezar.
Sin esperar a que le abriera la puerta, la tía May asomó la cabeza. Detrás de ella vi lainconfundiblesonrisademamá.
—¡TíaMay!—exclamé,ymelancéasusbrazos—.¿Quéestáshaciendoaquí?—Imaginéquenecesitaríasunpocodeapoyo,asíqueaquímetienes.—Yyohevenidoparaañadirunpocomásdeincomodidadatodoelasunto—bromeómamá.Mereíconnerviosismo.—Noestoyacostumbradaaesto.Noséquéhacer.LatíaMayarqueóunaceja.—Segúnlosperiódicos,loestáshaciendodemaravilla.Mesonrojédeinmediato.—Esofuedistinto.Nofueunacitadeverdad.Nosignificónada.—Pero…¿estasí?—preguntócondulzura.Encogíloshombros.—Noeslomismo.—Séquetodoelmundodicelomismo—empezómamá,ymeapartóunmechóndecabello—,
peroelmejorconsejoquepuedodartees:sétúmisma.Eramásfácildecirloquehacerlo,desdeluego.Porque¿quiénerayoenrealidad?Unachicacon
un hermanomellizo.La heredera de un trono.Una de las personasmás poderosas delmundo.Lamayordistraccióndetodounpaís.
Nuncafuiunahijanormal.Unachicanormal.—No te lo tomes demasiado en serio—comentó la tíaMaymientras se arreglaba el pelo—.
Deberíasdisfrutardelacita,pasártelobien.Asentíconlacabeza.—Tiene razón—acordómamá—. No queremos que escojas a tu futuro marido hoymismo.
Tienestiempo,asíqueconocegentenuevaydisfrutaunpoco.Diossabequenosueleshacerlomuyamenudo.
—Cierto.Meresultaextraño.Voyaestarasolasconél.Séquedespuésselocontaráalosdemáspretendientesy,porlotanto,tendremosquecomentarloentelevisión.
—Suena peor de lo que en realidad es. La mayor parte del tiempo es divertido—prometiómamá.
Intenté imaginármela de adolescente, comentando ruborizada sus encuentros románticos conpapá.
—Entonces,¿atinoteimportó?Apretóloslabiosyclavólamiradaeneltechodeldormitorio,sopesandosurespuesta.—Bueno,alprincipiofuecomplicado.Serelcentrodeatenciónmefastidiababastante.Perotú
eres brillante en eso; imagina que estás en una fiesta, o en un acontecimiento social sobre el quedespuésteharánvariaspreguntas.
Maymiróamamádereojo.—Nopuedecompararseconunbanquetedebienvenida—puntualizó,yluegosedirigióamí—,
perotumadrellevarazón.Dominaslascámaras.Atuedad,aellaseledabadepena.—Gracias,May—contestómamá.—Denada.Mereíentredientes.Eneseinstantedeseétenerunahermana.Laotrahermanademamá,latía
Kenna,habíafallecidoañosatrásporunaenfermedadcardiaca.EltíoJameserauntiposencillo;noquería criar a Astra y a Leo en palacio, a pesar de que se lo habían ofrecido varias veces.Manteníamos el contacto, por supuesto, pero Astra y yo no nos parecíamos en nada. Todavíarecordabacomo si fuera ayer el día enqueKennamurió.Mamá sepasóuna semanametida en lacama,consolandoaMayyalaabuelaSinger.Hacíatiempoquemerondabaunaideaporlacabeza;quizá,paramimadre,perderaunahermanafuecomoperderunapartedesímisma.Sabíaque,sialgolesucedíaaAhren,yomesentiríaigual.
LatíaMaylediounsuavecodazoamamáysesonrieronconcomplicidad.Nuncadiscutíannisepeleabanporcosasimportantes.Alfinal,consiguieronsuobjetivo:calmarmisnervios.
Llevabanrazón.Noeranada.—Lovasabordar—dijomamá—.Túnoconoceselfracaso—añadió.Meguiñóunojoy,de
inmediato,mesentímásvaliente,mássegurademímisma.Comprobélahora.—Deberíairme.Graciasporvenir—dije,yacariciélamanodelatíaMay.—Ningúnproblema.Meestrechóentresusbrazos.Luegoabracéamamá.—Diviértete—murmuró.LatíaMayymamásemarcharonendirecciónopuestaalamía,asíquemealiséelvestidoyme
dirigíhacialaescalera.
Alllegara lahabitacióndeHale,respiréhondoymetoméunosinstantesantesdellamara lapuerta.Él,ynosumayordomo,fuequienmeabriólapuerta.Alparecer,estabaencantadodeverme.
—Estásfantástica—dijo.—Gracias—respondíconunasonrisa—.Tútambién.Sehabíacambiadoderopa,loquemehizosentirmuchomáscómoda.Dehecho,elcambiome
gustó,ymucho.Se había quitado la corbata y se había desabrochado el botón de la camisa. Entre eso y el
chaleco,estaba…,paraquémentir,estabaguapo.Halesemetiólasmanosenlosbolsillos.—Ybien,¿adóndevamos?Señaléelpasillo.—Poraquí,alcuartopiso.Sebalanceóy,untantoindeciso,meofrecióelbrazo.—Túmandas.—Deacuerdo—empecémientrasavanzábamoshacialasescaleras—.Conozcolobásico.Hale
Garner.Diecinueveaños.Belcourt.Losformulariossonconcisosybastantesosos.Asípues,¿cuálestuhistoria?
Élserioporlobajo.—Bueno,soyelmayordelafamilia.—¿Deveras?—Sí.Treshermanos.—Buff,nosabescuántocompadezcoatumadre.Esbozóunasonrisa.—Bueno,aellanoleimporta.Lerecordamosapapá,asíquecuandoalgunodenosotroslevanta
unpocolavozoseríedealgo,ellasuspiraynosdicequesomosclavaditosaél.Noqueríaparecerindiscreta,peroqueríasaberlaverdad.—¿Tuspadresestándivorciados?—pregunté,aunquedudabaqueesefueraelcaso.—No.Élmurió.—Losiento—murmuré.Mesentíaavergonzadaporhaberinvocadosurecuerdo.—Nopasanada.Eraimposiblequelosupieras.—¿Puedopreguntartecuándomurió?—Hará ya unos siete años. Sé que esto te sonará un poco raro, pero a veces envidio a mi
hermanopequeño.Beauteníaseisañoscuandosucedió.Recuerdaapapá,peronotanbiencomoyo,¿entiendes?Ojaláfueramásfácilnoecharletantodemenos.
—Apuestoaqueélteenvidiajustoporlocontrario.Meregalóunasonrisatriste.—Nuncasemehabíaocurrido,laverdad.Empezamos a subir la escalinata principal. Cuando alcanzamos el rellano del cuarto piso,
reanudélaconversación.—¿Aquésededicatumadre?Haletragósaliva.—Ahoramismo trabaja como secretaria en la universidad local.Ella…, bueno, le ha costado
muchoconseguiruntrabajodigno.Peroeste legustay,sinomefalla lamemoria,yallevavariosmeses trabajando allí.Acabo de darme cuenta de que he empezado con un «ahoramismo».Antescambiabadetrabajocomodecamisa,pero,adecirverdad,esteempleoparecebastanteestable.
»Comoyatedijecuandonosconocimos,mipadreeraunDos.Eraunatletadeélite.Duranteunaoperaciónderodilla,seformóuncoáguloquelellegóalcorazón.Mamánohabíatrabajadoniun
solodíaensuvida,porque,entre suspadresy sumarido, tenía lasnecesidadesmásquecubiertas.Cuandoélfalleció,loúnicoquesabíahacereraserlaesposadeunjugadordebaloncesto.
—Oh,no.—Sí.Cuando por fin llegamos al salón, lo agradecí. ¿Cómo lo había logrado papá? ¿Cómo se las
había ingeniado para conocer a fondo a todas las seleccionadas y encontrar a su esposa? Nollevábamosnicincominutosdecita,yyaestabaagotada.
—Vaya—exclamóHale.Lasvistaseranimpresionantes.Desdelossalonesdelcuartopisoquedabanaljardíndelantero,sepodíaapreciarlaciudadque
se extendía más allá de la muralla. Por la noche, Angeles desprendía un resplandor hermoso.Además,habíapedidoquebajaranlaintensidaddelaluzdelsalónparapoderadmirarlapanorámica.
Sehabíadispuestounapequeñamesaenelcentrodelasalaconvariospastelesdistintos.Alladonosesperabaunvinodepostre.Jamáshabíaintentadoorganizarunanocheromántica,pero,paraserlaprimeravez,habíahechounbuentrabajo.
Hale,enungestocaballeroso,meapartólasillaparaquemesentara.—Nosabíaquétegustaba,asíquehepedidovarios.Estossondechocolate,aunqueesobvio—
dijeseñalandolospastelitos—.Yestossondelimón,devainillaydecanela.Elmuchachoobservabaconlabocaabiertatodaslastartasquenoshabíanpreparado.—Escucha, no pretendo parecer maleducado —dijo—, pero, si quieres algo, cógelo ahora,
porquemuchometemoquedevorarétodosestospostres.Soltéunacarcajada.—Puessírvete.Semetióunpastelitodechocolateenteroenlaboca.—Mmmmmmmm.—Pruebaeldecanela.Tecambiarálavida.Estuvimos un buen rato degustando aquellas exquisiteces y preferí dejar su vida personal al
margen, al menos por esa noche. Así que nos trasladamos a territorio seguro; ¡podía hablar depostresdurantehoras!Peroluego,sinprevioaviso,Haleempezóacharlardesuvidadenuevo.
—Mimadretrabajaenlauniversidad,yyo,enunasastreríadelpueblo.—¿Ah,sí?—Sí.La ropa esmidebilidad.Bueno, ahora.Cuandopapá falleció, nopodíamos comprarnos
muchas cosas, así que aprendí a zurcir los rotos de las camisetas demis hermanos, o a bajar eldobladillo de los pantalones para que no se notara que habían crecido.Mamá tenía unmontón devestidos para vender y sacar algo de dinero, así que cogí un par de prendas y las combiné pararegalarle un conjunto nuevo. No era perfecto, desde luego, pero seme daba bien. Gracias a eso,conseguíelempleo.
»Por eso leo y estudio todo lo que Lawrence hace. Es mi jefe. De vez en cuando me dejaencargarmedealgúnproyecto.Supongoqueesoesloqueharéenelfuturo.
Esbocéunasonrisa.—Nomecabelamenordudadequeeresunodeloschicosmásespabiladosdetodoelgrupo.Te
hashechoatimismo.Élsonriócontimidez.—Nomehaquedadomásremedio,laverdad.Mimayordomoesgenial,siempremeayudaaque
todoestéimpecable.Nosésivaloramiestilo,elmodoenquecombinolaropa,peroquieroparecertodouncaballerosinperdermiesencia.Nosésimeexplico.
Asentíconentusiasmomientrasmordisqueabaundeliciosopastelito.—¿Tehacesunaideadelodifícilqueesserprincesacuandotepirranlosvaqueros?
Dejóescaparunarisita.—¡Perotúhasencontradoelequilibrioperfecto!Aver,llenanrevistascontodoslosmodelitos
que luces dentro y fuera de palacio, así que te aseguro que he visto varios. Tienes un estilomuyparticular.
—¿Tú crees? —pregunté, animada. Últimamente, solo me llovían críticas, así que aquelcumplidofuemásquebienvenido.
—¡Por supuesto! —insistió—. Vistes como una princesa, pero con estilo propio. No mesorprenderíasiahorameconfesarasqueereslacabecilladeunamafiademujeres.
Escupíelvinoymanchéelmantel.Haleestallóenunacarcajada.—¡Lo siento mucho!—me apresuré a decir. Las mejillas me quemaban—. Si mamá hubiera
presenciadoesto,meecharíaunsermónmemorable.Halesesecólaslágrimasdelosojosyseinclinósobrelamesa.—¿Deverastedansermones?Entretúyyo,¿nodirigeselpaís?Meencogídehombros.—En realidad, no. Papá se encarga de la mayor parte del trabajo. Él, en cierto modo, me
instruye.—Peroespuraformalidad,¿no?—¿Aquéterefieres?—pregunté.Mispalabrassonaronmásafiladasdeloquepretendíaporque,
derepente,lecambiólaexpresión.—Noqueríacriticarleninadaporelestilo,perohaymuchosqueaseguranqueestácansado.He
oídoamuchosclientesespecularsobrecuándoascenderásaltrono.Bajélamirada.¿Seríaverdadqueelpueblocomentabaquepapáestabaagotado?—Eh—dijoHale,captandodenuevomiatención—.Milperdones.Tansolopretendíaentablar
conversación.Teprometoquenoqueríaofenderte.—Notepreocupes.Essoloquenomeimaginogobernandoelpaíssinpapáamilado.—Mehacegraciaoírtehablardelreycomo«papá».—¡Peroesél!—protesté,ysonreíunavezmás.Halehablabade talmodoquehacíaquetodoparecieramás tranquilo,máspacífico.Yesome
gustaba.—Losé,losé.Deacuerdo,charlemosdeti.Ademásdeserlamujermáspoderosadelplaneta,
¿quéhacesparadivertirte?Mordíotratartaletaparadisimularmisonrisa.—Tesorprenderásaber,oquizáno,quesoyunaapasionadadelamoda.—¿Qué?—contestócontonosarcástico.—Hago bocetos. Es mi pasión. Por otro lado, también comparto algunas aficiones con mis
padres.Séunpocodefotografíaytocoelpiano.Pero,alfinaldeldía,siemprevuelvoamilibreta.Sabíaqueestabasonriendocomounaboba.Aquellaspáginas,repletasdegarabatosdecolores,
eranmirefugio,ellugarmássegurodelmundo,miremansodepaz.—¿Podríaverlos?—¿Qué?—pregunté,ydeinmediatoerguílaespalda.—Tusesbozos.¿Podríaecharlesunvistazoalgúndía?Nadiehabíavistomisbocetos.Tansoloenseñabamisdiseñosa lasdoncellasporobligación,
porqueellaseranlasencargadasdecoserlos.Sinembargo,porcadadibujoqueenseñaba,escondíauna docena, porque, en el fondo, sabía que jamás me pondría esos vestidos. De vez en cuandopensabaenaquellasprendas;todasellasestabanguardadasenmicabezaoencarpetas.Mantenerlasensecretoeraelúnicomododequefueransolomías.
Hale no comprendiómi repentino silencio, ni por quéme agarré a los brazos del sillón. El
hechodequemehicieraesapregunta,asumiendoqueerabienvenidoaesemundo,mehizosentirvulnerable.Esonomegustóunpelo.
—Discúlpame—dije,ymepuseenpie—.Creoquemehepasadoconelvino.—¿Quieresqueteacompañe?—seofreció,ytambiénselevantó.—No,porfavor.Quédate,disfrutadeestosmanjares—respondí,ymedirigíhacialapuertaa
todaprisa.—¡Alteza!—Buenasnoches.—Eadlyn,¡espera!Cuandolleguéalpasillo,echéacorrer.Alcomprobarquenomeseguía,sentíungranalivio.
Capítulo15
Sabíaquenoeraculpamía.Niporasomo.Dehecho,sabíamuybienaquiénseñalarconeldedo:atodoslosqueseapellidabanSchreave.Culpabaamispadrespornosercapacesdecontrolaralpaísyporforzarmeaestasituación.RecriminabaamihermanoAhrenhaberintentadoconvencermedequemetomaraenserioaaquellapandadechicos.
Midestinoeraserlareina.Yunareinapodíasermuchascosas…,exceptovulnerable.LacharlaconHaledelanocheanteriormehizoabrirlosojos.Habíaestadoenlociertodesdeel
principio. Era imposible que pudiera encontrar al hombre de mi vida en tales circunstancias.Meparecíaunverdaderomilagroquealguien,enelpasado,lohubieraconseguido.Abrirseaunpuñadodedesconocidosnopodíaserbuenoparaelalma.
Segundo,sialgúndíacontraíamatrimonio,lasposibilidadesdeconoceraalguienaquienamarincondicional y eternamente me parecían remotas. El amor podía desarmar las defensas decualquiera,yesonoeraalgoquepudierapermitirme.Adorabaamifamiliay,porello,elloseranmidebilidad,sobretodopapáyAhren.Noestabadispuestaaexponermedeesemodo.
Ahrensabíaquesuspalabraspodíaninfluirme,sabíacuántolequería.Yjustamenteporeso,trashuirdespavoridademicita,quiseestrangularlemásquealresto.
Bajéadesayunar.Caminéconpasodecidido,comosinadahubieracambiado.Seguíateniendolasarténporelmango;ungrupodejovencitosestúpidosnoibaaarruinarmelavida.Esamañanamehabíalevantadoconunúnicoobjetivo:ponermealdíaconeltrabajo.
Había tenido demasiadas distracciones en los últimos días y tenía que centrarme. En algúnmomento,papádejócaerquecontrataríaaalguienparaquemeecharaunamanoconeltrabajo,perotodosequedóeneso,enunapromesa.
AhrenyOsten estaban sentados junto amamá.Tomémi asiento, entre papáyKaden.Aunqueestabaalotroextremodelamesa,oíaaOstenmasticar.
—¿Estás bien, hermanita? —me preguntó Kaden, que se estaba comiendo los cereales acucharadas.
—Desdeluego.—Parecesunpocoestresada.—Sielfuturodelpaísestuvieraentusmanos,atitepasaríalomismo—respondí.—Aveces lopienso—dijo,y sepuso serio—.¿Ysiunaplagaasolara Illéay todosvosotros
(papá,mamá,Ahrenytú)cayeraisenfermosymurierais?Entoncesestaríaacargodelpaísytendríaquetomardecisionesyosolito.
Porelrabillodelojoadvertíquepapáseinclinabaligeramentehaciadelanteparaescucharasuhijo.
—Esoesunpocomacabro,Kaden.Élseencogiódehombros.—Mejorprevenirquecurar.
Apoyélabarbillasobreunamanoypregunté:—¿Ycuálseríatuprimeradecisión,reyKaden?—Vacunas,claroestá.Soltéunarisita.—Bienvisto.¿Ydespués?Meditólarespuesta.—Creo que intentaría conocer la opinión del pueblo.Me entrevistaría con gente, a poder ser
sana,paraasíaveriguarquénecesitan.Estoysegurodequelavidasevedistintaahífuera.Papáasintió.—Muyinteligente,Kaden.—Lo sé —murmuró, y volvió a zamparse una cucharada de cereales. Su rey imaginario
desapareciódeinmediato.Quésuerte.Jugueteéconlacomidaqueteníaenelplatomientras,condisimulo,observabaapapádereojo.
Sí,anocheyo tambiénmehabíadadocuentadequeparecíacansado.Perohabíasidoalgopuntual.Eraevidentequelosañosnopasabanenvano,quenecesitabagafasyqueselehabíaarrugadolapiel,peroesonosignificabaqueestuvieraagotado.¿QuésabíaHale?
Miréamialrededor.Loschicosestabancharlandoentreellosenvozbaja.EanconversabaconBaden.Burkesehabíamanchadolacorbata.Conunadiscreciónenvidiabletrató,sinéxitoalguno,deborrarellamparón.TambiénviaHale,ymealegrédequeeneseinstantenoestuvieramirándome.EnelotroextremodelamesaestabanHenriyKile.Eriktraducíalaconversaciónconunapacienciainfinitay,ajuzgarporsusgestos,intuíqueeltemadebíadesermásqueinteresante.
Estabacompletamentecautivada.Duranteunminutotratédeimaginardequéestaríanhablando,perodenada sirvió.ObservéaKileynopudeevitar fijarmeen susmanos.Megustabaver cómogesticulaba con ellas o cogía un tenedor.Con ellas dibujaba.Y,mejor todavía, con ellasmehabíaacariciadolamejillamientrasmebesaba.
Depronto,Kilesepercatódequelosestabavigilandoymesaludóconunasonrisa.AHenrinolepasódesapercibido el gestoy enseguida sevolvióy levantóunamano. Incliné la cabeza con laesperanzadequenadiehubieranotadoquemehabíapuestocomountomate.Deinmediato,HenrisegiróparadecirlealgoaErik,que,asuvez,selotradujoaKile.Estearqueóunacejayasintióconlacabeza. Era fácil de suponer que estaban hablando demí.Me pregunté si Kile habría compartidociertosdetallesdenuestrobeso.
LatíaMayeralaúnicapersonasobrelafazdelaTierraaquienpodíaconfesarleesebesoconpelosyseñalessinqueseescandalizara.Mentiríasidijeraquenohabíarememoradoaquelmomentoenelpasillounascuantasveces.
Ahrenselevantó,diounbesoamamáenlamejillaysedispusoamarcharse.—Ahren,espera.Necesitohablarcontigo—dije,ymepuseenpie.—¿Nosvemosahora,cariño?—preguntópapá.—Subiréaldespachoenseguida.Loprometo.Ahrenmeofrecióelbrazoymeacompañóhastalapuerta.Llamamoslaatencióndetodoslos
presentes.Alládondefuera,meseguíaunaespeciedeenergía.Eraunasensaciónagradable.—¿Dequéquiereshablar?Sinborrarlasonrisa,susurré.—Telodirécuandolleguemosalpasillo.Depronto,élsetambaleó.—Cielosanto.Cuandodoblamoslaesquina,mesoltédelbrazoyleasestéungolpeenelhombro.—¡Ay!
—Anochetuveunacita.Fuehorrible.¡Ytodoportuculpa!Ahrensemasajeóelbrazo.—¿Quéocurrió?¿Seportómalcontigo?—No.—¿Esque…?¿Sepropasó?—dijoenvozbaja.—No—repetí,ymecrucédebrazos.—¿Fuegrosero?¿Irrespetuoso?Resoplé.—Noexactamente,perofue…raro.Exasperado,alzólosbrazosamododerendición.—Bueno,¿yquéesperabas?Situvierasunasegundacitaconél,iríamuchomejor.Esaeslaidea.
Conoceraalguienrequieretiempo…ypaciencia.—¡Peronoquieroquemeconozca!Dehecho,¡meniegoaquetodosesoschicosmeconozcan!Élmemiróconelceñofruncido.—De todas laspersonasdelmundo, siemprecreíque tú serías laúnicaaquiencomprendería
fuese cual fuese la situación. Pensé que sería recíproco. Pero te burlas de mí porque estoyenamorado.Yahora, cuando se te presenta la oportunidadde conocer a alguien especial, te poneshistérica.
Leseñaléconundedoacusatorioypregunté:—¿Nofuistetúquiendijoquetodoestoeraabsurdo?¿Acasonoerastúelquesemoríadeganas
deverlossufrir?Sinomefallalamemoria,losdosestábamosdeacuerdoenqueestoeraunabroma.Yahoraresultaque,delanochealamañana,ereselpresidentedelclubdefansdelaSelección.
Elsilencioquereinabaenelpasilloeraapabullante.EsperabaqueAhrenmerebatieraoquealmenosseexplicara.
—Sientohabertedecepcionado.Perocreoquetuenfadonoesporunasimplecita.Siquieresunconsejo,averiguaquéteasustatanto.
Erguílaespaldaylevantélabarbillatodoloquepude.—SerélapróximareinadeIlléa.Nomeasustaabsolutamentenada.Ahrenretrocedióvariospasos.—Siguerepitiéndoteeso,Eadlyn.Aversiasísolucionaselproblema.Y,sinmediarpalabra,medio laespaldaysemarchó.Sinembargo,no llegómuylejos.Josie
habíainvitadoaunasamigasapalacio.Alverleenmitaddelpasillo,sederritieron.Reconocíaunadeellasdeldíaenquesalía tomarel solal jardín.La recordabaporque fue laúnicaquesehabíadirigidoamíconeducación.
Lasobservédesdeladistancia.Todasbajaronlacabezaylededicaronunasonrisatímida.Ahrenseportócomouncaballero,comosiempre.
—Josiedicequesudominiodelaliteraturaesimpresionante—comentóunadelaschicas.Ahrenapartólamirada.—Exagera.Megusta leer, cierto, y escribodevez en cuando, peronada es lo bastante bueno
comoparacompartirlo.OtradelasamigasdeJosiesemetióenlaconversación.—Permítamequelopongaenduda,alteza.Apuestoaquenuestrotutorestaríaencantadodeque
vinieraadarnosclasealgúndía.Megustaríasabersuopiniónsobrealgunosdeloslibrosquehemosleído.
Josieentrelazóambasmanos.—Ah,sí,porfavor,Ahren.¿Porquénovienesadarnosclase?Todo su séquito se echó a reír. Josie le había llamado por su nombre de pila, algo habitual
porquesehabíacriadoasulado.—Metemoquetengomuchísimotrabajoacumulado.Quizásenotromomento.Quetenganun
díamaravilloso,señoritas.Hizounapequeñareverenciaycontinuósucamino.Nisiquieratuvieronladecenciadeesperara
quesehubieraalejadoparaestallarareírcomounasidiotas.—Estanguapo—opinóuna,queestabaapuntodedesmayarse.Josiesuspiró.—Losé.Es tandulceconmigo.Elotrodíasalimosadarunpaseo juntosy…¿Sabéisquéme
dijo?Quesoyunadelaschicasmáshermosasquehaconocido.Nopudesoportarloniunsegundomás.Salídisparadahaciaellas.—Eresdemasiadopequeñaparaél,Josie.Y,además,tienenovia.Déjalodeunavez.Rodeélaescaleraymedirigíhaciaeldespacho.Sabíaque,sihacíaalgoútil,algoquepudiera
tachardeunalista,mesentiríamuchomejor.—¿Loveis?—oídecira Josie,quenosemolestónienbajar lavoz—.Yaosdijequeesuna
bruja.
Capítulo16
Trabajarnomejorómiestadodeánimo.SeguíamuydesconcertadaporloocurridoenlacitaconHale.Además,cadavezquediscutíaconmihermanomellizo,perdíamiequilibrio.Elplanetadejabade girar sobre su eje. Y, como guinda del pastel, no podía quitarme de la cabeza aquel ridículocomentariodeJosie.
Enmimentesearremolinabanpalabrasajenas,comentarios,dudas,preguntas,eintuíaqueeldíasoloharíaqueempeorar.
—¿Quieressaberalgo?—dijopapá,ylevantólavistadeunadocumentación—.Yotambiénmepreocupéalprincipio.Amedidaqueelgrupodepretendientesvamenguando,todosehacemásfácil.
Sonreí.«Estábien,dejaquepiensequehetenidounflechazo»,medije.—Losiento,papá.—Enabsoluto.¿Quieresquemeocupedetutrabajohoy?¿Necesitastomartelatardelibre?Coloquébienmispapeles.—No,claroqueno.Soyperfectamentecapazdecompaginarambascosas.—Ynomecabelamenorduda,cariño.Yosolo…—LaSelección yame ha robado demasiado tiempo demi trabajo.No quiero desatendermis
obligaciones.Estoybien.Nopretendíasertanbruscaconél.—Deacuerdo—murmuró;seajustólasgafasyreanudósulectura.Yo,pormiparte,tratédehacerlomismo.¿QuéhabíaqueridodecirAhrenconquenoestabaenfadadasoloporlacita?Yosabíamuybien
porquéestabamolesta.¿YenquémomentomehabíamofadodeélporsurelaciónconCamille?Nohablabaconellamucho,enesollevabarazón,perosoloeraporqueapenasteníamoscosasencomún.Perolachicanomecaíamal.
Sacudílacabezaymecentréenelpapeleo.—Notesientasculpableporquererairearteunpoco—insistiópapá—.Podríasirabuscarauno
delosseleccionadosydisfrutardesucompañía.Vuelvedespuésdelalmuerzo.AsítendrásalgoquecomentarenelReport.
Meinvadióunsinfíndeemociones.Meaterrabareconocerque,despuésdemicitaconHale,mesentíademasiadoexpuesta…oqueel apasionadobesoconKilemehabíadejadoaturdida. Intentarcomprender aquellos sentimientos tan opuestos ya era bastante abrumador por sí solo; no queríaañadirunnúmeromásalaecuación.
—Anochetuveunacita,papá.¿Noessuficiente?Sequedópensativo.—Tienesqueempezaraavisarnosdetuscitas.Atodosnosiríabienteneramanolasfotografías
deunpuñadodepretendientes.Y,enmihumildeopinión,deberíasteneralmenosunacitamásantesdelviernes.
—¿Hablasenserio?—lloriqueé.—Planeaalgodivertido.Ydejadeconsiderarlocomountrabajo.—¡Peroesqueloes!—protestéconunacarcajadadeincredulidad.—Tambiénpuedeseragradable,Eadlyn.Daleunaoportunidad—añadió.Memiróporencima
desusgafasy,poruninstante,penséquemeestabadesafiando.—Deacuerdo.Unacita.Estodoloquepiensodarte,abuelo—bromeé.Elcomentariolepareciógracioso.—Abuelo,esomegusta.Papá se centró de nuevo en el trabajo, satisfecho. Yo, en cambio, me quedé ahí sentada,
observándoledesdemiescritorio.Estirabalosbrazoscadadosportres,sefrotabalanucay,apesardequeaqueldíanohabíatareasurgentes,nodejódepasarselosdedosporelpelo,comosiestuvieraintranquilo.
NopodíaquitarmeaHaledelacabeza,asíqueibaaestarvigilándolemuydecerca.
DecidíqueBadenseríamipróximoobjetivo.Quizá la tíaMaysehabíaolidoalgo,porqueelmuchachonosemostrópresuntuoso,nitampocotratódeesconderse.Cuandoalguienlearrebatósumomento de gloria, nomontó ninguna escena.Y, cuandome acerqué a él para pasar un tiempo asolas,centrótodasuatenciónenmí.
—Tocaelpiano,¿verdad?—preguntóBadencuandolepropuseunacita.—¿Porquénometuteas?Ysí.Notanbiencomomimadre,peronosemedamal.—Lomíoeslaguitarra.Quizátúyyopodríamoscomponeralgodemúsicajuntos.Jamássemehabríaocurridotalcosa.Lamúsicapodríacomprometermemenosqueunalarga
conversación,asíqueaceptésinpensármelodosveces.—Claro.ReservarélaSaladelasMujeresparanosotros.—¿Semepermiteentrarahí?—murmuróconciertoescepticismo.—Siestásconmigo,sí.Measegurarédequenovenganadiemás.Mipianofavoritodepalacio
estáahí.¿Necesitasunaguitarra?Élrespondióconunasonrisadesuperioridad.—Quéva.Mehetraídolamía.Baden se pasó una mano por el cabello. Parecía muy relajado. Yo seguía empecinada en
aparentarserunamuchachadistanteeinescrutable,pero,aunasí,habíaungrupitodecandidatosalosquemiactitudnolesachicabaenabsoluto.Badeneraunodeellos.
—¿Quéposibilidadeshaydequelasalaestévacíaahoramismo?—preguntó.Aquelentusiasmomesacóunasonrisa.—Muchísimas,dehecho.Perotengotrabajoquehacer.Bajólacabezayadvertíunamiradatraviesa.—Siempre hay trabajo que hacer.Apuesto a que trabajarías hasta las tres de lamadrugada si
fueranecesario.—Cierto,pero…—Eltrabajoseguiráahícuandoregreses.Juntélasmanosymeditélapropuesta.—Sesuponequenodebosaltarme…Yél,envozbaja,empezóacanturrear:—¡Sáltatelo!¡Sáltatelo!¡Sáltatelo!Camuflé una sonrisa incipiente. Para ser honesta, debería habérselo comunicado a alguien.
Estabaapuntodetenerotroencuentroclandestino…,peroquizámemerecíaunomás.«Lasemana
queviene»,regateéconmigomisma.«DespuésdelReportdehoy,yamepreocuparédelascámaras»,concluí.
—¿Dóndeestátuguitarra?—exclamé,cediendoasíalatentación.—¡Damedosminutos!—respondióél,ysaliócomounabalahaciaelpasillo.Meneélacabezayrecéparaquenolecontaraatodoelmundoquelaprincesaera,enrealidad,
unserpusilánime,manejable.Entré en la Sala de lasMujeres con la esperanza de que estuviera despejada. Pensé que solo
estaríalaseñoritaMarlee,sentadaenunaesquina,leyendo.Ydienelclavo.—Alteza —saludó. Era uno de esos detalles curiosos que siempre me habían llamado la
atención.Muchísimagentemellamabaasí,perocuandolohacíanlasamigasdemamá,sabíaque,encualquiermomento,podíanreferirseamícomoCalabaza,NenaoCariño.Nomeimportaba,peromeextrañaba.
—¿Dóndeestámamá?Cerróellibrodegolpe.—Migraña.Fuiaverlaymeobligóairme.Cualquiersonidoleresultainsoportable.—Ah.Enprincipio,ibaatenerunacita,peroquizáseríamásprudentecomprobarqueestábien.—No—insistió—.Necesitadescansar.Además,tuspadresestaránmásquedichosossisabenque
hasplaneadounacita.Pensé en ello durante unos instantes. Si de veras se encontraba tanmal, quizá lomás sensato
fueraesperarunpoco.—Emm, de acuerdo. Por cierto, ¿te importaría que utilizara este salón?Baden y yo vamos a
componermúsica—expliqué—.Enelsentidoliteraldelapalabra,claroestá.Ellasoltóunarisitayselevantó.—Ningúnproblema.—¿Setehaceraro?—preguntéderepente—.¿ElhechodequeKileformepartedeesto?¿Saber
quevoyatenerunacitaconalguienquenoesél?¿Temolesta?—Reconozco queme quedé de piedra cuando os vi en la portada de todos los periódicos—
comentó,ysacudiólacabeza,comosinolograraimaginarcómohabíaocurridotalcosa.Despuésseacercóamí.Sialguiennoshubieraestadoespiando,habríapensadoqueestábamosrevelándonosungransecreto—.PeroteolvidasdequetuspadresnosonlosúnicosquehanpasadoporunaSelección.
Aquellomecayócomounjarrodeaguafría.Quéidiota.¿Porquénosemehabíaocurrido?—Recuerdoatupadrehaciendomalabaresparaencontrartiempoparatodoelmundo,tratando
decomplaceratodoslosquelerodeabanmientrasbuscabaasumedianaranja.Tusituaciónesaúnmás complicada, porque la Selección implica mucho más que eso. Estás haciendo historia y, almismotiempo,estásintentandocaptarlaatencióndelpueblo.Decirqueestemomentoes«duro»esuneufemismo.
—Llevasrazón—admití.Enesemomento,notéelpesodelaresponsabilidadsobremishombros.—No tengoni lamás remota ideadecómoKiley tú acabasteis…,bueno…,enesa situación,
peronomeasombraríaqueestuvieraenlomásaltodelalista.Encualquiercaso,muchasgracias.Esosíquemepillóporsorpresa.—¿Porqué?Nohehechonada.—Oh, claro que sí —me contradijo—. Estás dando tiempo a tus padres, todo un gesto de
generosidadpor tuparte.Peroyotambiénmeestoybeneficiandodeeso.Nosécuánto tiempomáspodréretenerleaquí.
Alguienllamóalapuerta.Mevolví.
—DebedeserBaden.Apoyóunamanosobremihombro.—Tranquila,quédateaquí.Ahoralehagopasar.—¡Oh!—soltóBadencuandolaseñoritaMarleeleabriólapuerta.Ellaserioporlobajo.—Notepreocupes,yameiba.Laprincesateestáesperando.Badenalargóelcuelloymevioalfondodelasala.Noperdiólasonrisaenningúnmomento.
Entrótriunfante,felizdeestarconmigoyconnadiemás.—¿Esese?—preguntó,yseñalódetrásdemí.Megiréyvielpiano.—Sí.Eltonoesmaravillosoyestahabitacióntieneunaacústicaespectacular.Serpenteóentreaquellaberintodeasientos,conlafundadelaguitarragolpeándolelapiernacon
cadapaso,hastallegaralpiano.Sin preguntar, cogió una silla sin reposabrazos y la arrastró junto a la banqueta.Acaricié las
teclasytoquéunaescalarápida.Badenafinólaguitarra;lamaderaestabaviejayseveíausada.—¿Cuándoaprendisteatocar?—preguntó.—Nolorecuerdo.Mimadresiempremesentabaasuladocuandotocabaelpiano,asíquecreo
queaprendíporimitación.—Siempre he oído que tu madre es una pianista fantástica. Me parece que la oí tocar en la
televisiónunavez,paraunprogramadeNavidad…,oalgoasí.—CadaañodaunconciertoparaNavidad.—¿Essuépocapreferidadelaño?—quisosaber.—Porunlado,sí;porotro,no.Además,casisiempretocacuandoestápreocupadaotriste.—¿Aquéterefieres?—insistiómientrastensabaunacuerda.—Bueno,yasabes—respondí—.Lasvacacionespuedenserestresantes.Me sentía incómoda contando cosas demamá; perdió a su padre y a su hermana durante esa
épocadelaño,pornomencionaraquelhorribleataquequeapuntoestuvodearrebatarleasumarido.—MecuestaimaginarmeunasNavidadestristesaquí.Sifuerapobre,entenderíasuansiedad.—¿Porqué?Sonrióparasí.—Porque ver a tus amigos recibirmontones de regalos cuando tú tienes lasmanos vacías es
muyduro.—Oh.Mellamólaatenciónquesetomaranuestradiferenciasocialcontantafilosofía;muchosotros
sehabríanenfadado,omehabríantildadodeesnob.ExaminéaBadenparaaprendermássobreél.Laguitarraeravieja,peromeresultabaimposiblevalorarsuestadofinancieromientrasllevaralaropaqueelpropiopalaciolehabíaproporcionado.EntoncesrecordéloquelatíaMayhabíacomentadosobresuapellido.
—Estudiasenlauniversidad,¿verdad?—pregunté.Élasintió.—Bueno, mis estudios ahora están en el aire. Algunos de mis profesores se quedaron
descolocadoscuandolesdilanoticia,perolamayoríadeellosmedejaenviarlosproyectosparaasípoderacabarelsemestredesdeaquí.
—Esimpresionante.Encogióloshombros.—Séloquequieroyestoydispuestoahacertodoloqueestéenmimanoparaconseguirlo.
Lemiréconciertacuriosidad.—¿YcómoencajalaSeleccióneneseplan?—Vaya,yaveoquenodaspuntadasinhilo.Unavezmás,nirastrodeira.Casitratabaaquelasuntocomounabroma.—Enmiopinión,esunapreguntajusta—añadí.Empecéa tocarunade lasmelodías clásicasquemamámehabía enseñado.Badenconocía la
canciónynotardóenunirse.Jamásmehabíaparadoapensarencómosonaríaacompañadaporelsonidodeunaguitarra.
Lamúsicaganólabatallaalaconversación.Peronodejamosdecomunicarnos.Élmemirabaalosojosyyoestudiabasusdedos.Nuncaanteshabíatocadoconalguienquenofueramamáy,adecirverdad,estabadisfrutandocomonunca.
Seguimostocandolacanción;apenastuvimosunpardetropiezos.Aunoídopocoafinadoselehabríanpasadoporalto.Sonó laúltimanotayalcé lamirada; la sonrisadeBaden transmitíapurafelicidad.
—Soloconozcounpuñadodeclásicos.LamayoríadeBeethovenyDebussy.—¡Quétalentotienes!Nuncaimaginéqueestascancionespudierantocarseconunaguitarra.—Gracias—murmuróconciertatimidez—.Y,pararesponderalapregunta,estoyaquíporque
quierocasarme.Nohesalidoconmuchaschicas,loreconozco.Asíquecuandosemepresentóestaoportunidad,penséquevalíalapenaintentarlo.¿Quesiestoyenamoradodeti?Hoyporhoy,no.Peromegustaríaaveriguarsi,algúndía,podríaestarlo.
Había algo en su tono de voz que me inspiraba confianza. Parecía un tipo transparente. Suintencióneraencontrarunaparejaestabley,denohabermetidosunombreenelconcurso,jamásmehabríaconocidoenpersona.
—Megustaríahacerteunapromesa,sinoteimporta—seofreció.—¿Quétipodepromesa?Punteóvariascuerdas.—Unapromesasobrenosotros.—Sivasajurarmedevociónincondicional,creoquetodavíaesdemasiadopronto.Badenmeneólacabeza.—No,noeseso.—De acuerdo. Soy toda oídos —dije. De pronto, empezó a tocar una melodía ligeramente
familiar;noeraunclásico,peroconocíaaquellacanción…Sinembargo,nofuicapazdeubicarla.—Losdossabemosque,enelmomentoenquedecidasqueyanosoyunaopciónrazonable,me
enviarás a casa para así poder centrarte en los demás candidatos. Ahí vami promesa: si me doycuenta de que no eres lamujer que estoy buscando, te lo diré.No quiero que ninguno de los dosperdamoseltiempo.
Asentí.—Teloagradezco.—Bien —respondió con tono alegre, y luego empezó a vociferar—: «Y ella entra en la
habitación con esa sonrisa, sonrisa, sonrisa y con esas piernas que a mí me ¡eclipsan, eclipsan,eclipsan!¡Todaslasmiradasdelahabitaciónbuscanunpocodediversión!».
Al fin reconocí aquellabalada.EraunacancióndeChoosingYesterdayque solía cantar en laduchamásvecesdelasqueestabadispuestaaadmitir.
—«Nopuedodejardemirarla,mirarla,mirarla,hastaquesuenaesacanciónyellaempiezaa¡bailarla,bailarla,bailarla!Nopuedoevitarlo,¡esachicaesúnica!».
MeuníaBadenconelpianoy,conunarisitanerviosa,tratédetatarearelestribillo.Depronto,ambos nos pusimos a cantar a pleno pulmón, destrozando por completo la melodía, pero nos lo
estábamospasandotanbienquenisiquieranosmolestamosenafinar.—«Oh,notienemásdediecisieteaños,peroesmadura,túyyosabemosaquémerefiero.Esla
chicamásguapaquejamásheconocido,sí,ellaesmía,ellaesmi,¡ellaesmireina!».SeguíelritmodelacanciónjuntoconBaden,aunque,adecirverdad,durantetodamividasolo
habíatocadopiezasclásicas.—¿Quéhacesenlauniversidad?Deberíasestardegira—comenté.—Ese es mi plan alternativo si lo de ser príncipe no cuaja —respondió. Era un chico tan
cándido,tandeverdad—.Graciasporhaberhechonovillospormí.—Ningúnproblema,perodeberíavolveraltrabajo.—¡Hasidolacitamáscortadelahistoria!—protestó.Meencogídehombros.—Habríasdisfrutadodemástiemposihubierasesperadohastaestanoche.Resopló.—Deacuerdo.Lecciónaprendida.Tapéeltecladoyélguardólaguitarraenlafunda.—¿Porquénolesenseñaslacanciónalosdemás?—propuso—.Apuestoaquenosoncapaces
deaprenderla.—¿Qué?¿Miguitarra?No,no,no.¡Esminiña!—sequejóy,consumaternura,acariciólafunda
desgastada y raída—. Si alguien la rompiera,me daría un infarto.Me la regaló papá, y tuvo queesforzarsemuchoparacomprarla.Lacuidocomosifuerauntesoro.
—Amímepasalomismoconlastiaras.—¡Pffff!—exclamóél,riéndoseabiertamentedemí.—¿Qué?Setapólosojosysacudiólacabeza.—¡Tiaras!—Suspiró—.Todaunaprincesa,¿eh?—¿Creíasqueestetrabajonotienesurecompensa?—Megusta,¿sabes?Queprotejastustiarascomoyomiguitarra.Megustaqueseantutalónde
Aquiles.Empujélapuertaysalimosalpasillo.—Bien.Porquesonpreciosas.Élsonrió.—Graciasporpasaresteratoconmigo.—Graciasati.Hasidounplacer.Depronto,sehizounsilencioincómodo.—¿Nosestrechamoslamano,nosabrazamosoqué?—Puedesbesarmelamano—contesté,yalarguéelbrazo.Badenmetomólamanoenseguida.—Hastalapróxima.Mebesólamano,seinclinóysedirigióhaciasudormitorio.MemarchépensandoenlatíaMay.
Encuantolecontaraloocurrido,estaríaencantadaderecordarmequeyameloadvirtió.
Sabía que sería el focode atencióndelReport.En general, dar discursos o informaciones deúltimahoranomefastidiaba.Perosabíaqueesanocheibaaserdistinta.Porunlado,seríalaprimeravezquemeenfrentabaalpúblicodesdeelaltercadodeldesfiley,porotro,intuíaquequerríansaberalgomásdeKile.
Optéporunvestidorojo.Esecolormedabaconfianza,seguridad.Tambiénmerecogíelpeloen
unmoñoaltoparaparecermásmadura.AvistéalatíaMaypululandoporelfondo.Alverme,meguiñóunojo.Mamáestabaayudandoa
papá a anudarse la corbata.Oí a unodemis hermanospequeños aullar y, al girarme, vi queAlexsujetaba algo afilado en lamano. Se estaba palpando el trasero, como si le doliera. Escudriñé elestudioyencontréaOstenescondidoenunrincón,desternillándosederisa.
Contantagente,elplatóparecíaestardemasiadoabarrotado,loquesolohizoqueaumentaramidesasosiego.Oíminombrey,aunquenofuemásqueunsusurro,mesobresalté.
—Losiento,alteza—sedisculpóErik.—Tranquilo,esqueestoyunpoconerviosa.¿Enquépuedoayudarte?—Nopretendíamolestarla,peronoséaquiénpreguntárselo.¿Dóndedebosentarmeparapoder
traduciraHenrisudiscurso?Sacudílacabeza.—Quédesconsideradopormiparte.Nolohabíapensado.Ven,sígueme.EscoltéaErikhastaeldirectordeescenarioycolocamosaHenrienlaúltimafiladelasgradas.
AErikleasignaronunasientojustodetrásdeél;eraunasientolosuficientebajoparaquenadielevieramientrastraducíaaHenrilosdistintosdiscursos.
Nomemovídesu ladohastaque todos lospresentesocuparonsuscorrespondientesasientos.HenrilevantóelpulgaryErikseacercóamíparadarmelasgracias.
—La próxima vez que me surja una duda, acudiré al director de escenario. No volveré aimportunarla.Perdóneme.
—Nopasanada,deveras.Quieroquelosdosestéiscómodos.Erikinclinólacabezay,conademántímido,sonrió:—Nosepreocupepormicomodidad,alteza.Nosoyunpretendiente.—¡Eadlyn!Eadlyn,¿dóndeestás?—mellamómamá.Megirédeinmediato.—Mamá,aquí.Ellasellevóunamanoalcorazón,comosiestuvieraapuntodedarleunataque.—Noteencontraba.Porunmomentopenséquetehabíasechadoatrás—farfulló.—Cálmate, mamá—respondí, y le sujeté de la mano—. No soy perfecta, pero tampoco una
cobarde.Lasmujeres ibana ser lasprotagonistasdelReport de esa noche.Mamá anunció que algunas
provincias se encargaban de la gestión de los sistemas de ayuda y animó a las demás a seguir elejemplodelastresprovinciasnorteñasqueestabansocorriendoalosindigentes,proporcionándolesun plato caliente de comida y cuatro nociones básicas sobre finanzas y entrevistas laborales. LaseñoritaBryceexplicóunapropuestadeperforaciónqueafectaríaaunabuenapartedeIlléacentral.Beneficiaría a todo el país, pero antes las seis provincias tendrían que aprobar la propuesta porvotación.Ydespués,comoeradeesperar,todaslasmiradasseposaronenloschicos.
Gavril subió al escenario. Era todo un galán y esa noche estaba particularmente elegante.Caminabacomosituvieraundiminutomuelleeneltacóndeloszapatos.EstaeralaquintaSelecciónqueIlléahabíavivido,yélhabíapresenciadotresdeellas.Todossabíamosque,cuandoelprocesoacabara,buscaríaaalguienquelereemplazara.Nopodíaestarmásorgullosodelaúltimatareaquelafamiliareallehabíaencargado.
—Por supuesto, damas y caballeros, dedicaremos varias horas de emisión a los encantadoresjóvenesqueconformanlaSelección.Demomento,¿porquénosaludamosaalgunosdeellos?
Gavril cruzó el escenario enbuscade alguien enparticular.Mepregunté si le habría costadotantocomoamímemorizartodoslosnombres.
—Señor Harrison —empezó, y se detuvo frente a un joven de expresión dulce y cabellera
grasienta.—Buenasnoches—saludóHarrison.Sonrióyadvertíunosdivertidoshoyuelos.—¿Quétaltuexperienciaenpalacio?—Fantástica.SiemprequisevisitarAngeles,asíqueestaraquíescomounsueñohechorealidad.—¿Algúnproblemahastaelmomento?—lepinchóGavril.Harrisonseencogiódehombros.—Mepreocupabaquenosenzarzáramosenpeleasdesdeelalbahastaelanochecer,disputando
lamanode laprincesa—dijo,yme señaló.Esbocéuna sonrisade inmediato,porque sabíaque lacámaraestaríasacandounprimerplanodemicara—.Perolaverdadesquetodoslospretendientessehanportadogenial.
Gavrilpasóelmicrófonoalchicoqueestabaasulado.—¿Yquémedicesdeti?¿Merecuerdastunombre?—Fox. FoxWesley—respondió. Tenía la tez bronceada, pero, a diferencia de mí, no había
nacidoasí.Supusequedebíadepasarmuchotiempoalairelibre—.Parasersincero,yesperonoserelúnicoaquíaquienleestépasandoesto,elgrandesafíoessentarsealamesa.Tenemosmásdedocetenedorescadauno.
Algunosdelospresentessoltaronunarisita.Gavrilasintió:—Lomásinquietantedetodoesdóndepuedenalmacenartantoscubiertos.—Esunalocura—balbuceóeltipoquehabíadetrásdeFox.—Oh,señorIvan,¿verdad?—preguntóGavril,yleacercóelmicro.—Sí,señor.Mealegrodeconocerle.—Lomismodigo.¿Quétaltelasarreglasdurantelascomidas?Ivanalzólasmanos,comosielasuntofueradesumaimportancia.—Ahoramededicoautilizaruntenedorparacadabocado.Losvoydejandoenelcentrodela
mesa,formandounapila.Demomento,funciona.Toda la sala se echó a reír ante aquella respuesta tan ridícula.Gavril se alejó del grupo y se
dirigióalascámaras.—Esmásqueevidentequetenemosaungrupodecandidatoslamardedivertidos.Asíque,¿por
qué no charlamos con la jovencita que ha logrado deshacerse de todas sus rivales? Damas ycaballeros,sualtezareal,laprincesaEadlynSchreave.
—Aporellos—susurróAhrenencuantomelevantédemiasiento.CaminéhastaelcentrodelescenarioyrecibíalqueridoGavrilconunabrazo.
—Siempreesunplacerverla,alteza—dijo,ymeacomodéenelsillónquehabíajustodelantedeél,enelcentrodelescenario.
—Igualmente,Gavril.—Bueno, aquí estamos. Ya hace una semana que se dio el pistoletazo de salida a la primera
Selecciónmasculina.¿Cuálessuvaloración?Ledediquéunasonrisadignadeunpremiocinematográfico.—Creo que está yendo bien. Tengomucho trabajo que hacer, así que podría decirse que está
siendouniniciotranquilo.Gavrilmiróhaciaatrásporencimadelhombro.—Ajuzgarporelnúmerodepretendientes,yonocalificaríaesteiniciocomotranquilo.Pestañeéysoltéunarisatonta.—Sí, tienes razón. Eliminé a casi un tercio de todos los caballeros que fueron invitados a
palacio.Soyunamujerqueconfíaensuinstintoy,entrelapresentacióninicialylainformaciónquemefacilitaronsobreellos,toméunadecisión.
Gavrilinclinólacabeza.
—Alparecer,esusteddelasquesedejaguiarporlacabeza,noporelcorazón.Noqueríaruborizarmedelantedelascámaras,asíquetratédeserenarme,peronomeatrevía
comprobarsimehabíapuestocomountomate.—¿Estássugiriendoquemeenamoredelostreintaycincocandidatosalavez?Élarqueólascejas.—Dichoasí…—Exacto.Solotengouncorazón,yquieroreservarlo.Oígritos ahogados en la sala;mehabía salido con lamía. ¿Cuántas frases cursis tendríaque
memorizardurantelossiguientesmesesparaentreteneralpúblico?Yfueentoncescuandocaíenlacuentadeque,enrealidad,nohabíaplaneadoesaspalabras.Eraloquesentía.Semehabíanescapadosinquerer.
—Porlovisto,avecestambiénsedejaguiarporelcorazón—dijomaliciosamente—.Ytengounafotoquelodemuestra.
Proyectaron una gigantesca fotografía donde se nos veía aKile y amí. El estudio estalló engritosyaplausos.
—¿Podríamosinvitarleabajar?¿DóndeestáelseñorKile?Élselevantódeunbrincodelasientoysesentóamilado.—Estaesunasituaciónmuycuriosaparamí—empezóGavril—.Lesconozcodesdepequeños.Kileserio.—Elotrodíaestabapensandolomismo.Mimadremecontóqueunavezentrégateandoenel
estudio.MecogisteenbrazosydespedisteelReport.Gavrilabriólosojosdeparenpar.—¡Escierto!¡Semehabíaolvidadoporcompleto!MiréaKile.Aquellaanécdotamepareciódivertida.Debiódeocurrirantesdequeyonaciera.—Ybien,porloquereflejanestasfotografías,todoapuntaaquevuestraamistaddeinfanciase
haconvertidoenalgomás,¿ono?Kilememirófijamente,peroyoneguéconlacabeza.Nopensabaser laprimeraencomentar
esainstantánea.Alfinal,éldiosubrazoatorcer.—Te seré sincero. Nunca creímos que pudiéramos ser algo más hasta que nos obligaron a
hacerlo.Nuestrasfamiliassecarcajearondeformaescandalosa.—Aunque reconozco que, si se hubiera cortado el pelo hace años, quizá sí me lo hubiera
planteado—bromeé.Gavrilnodabacréditoaloqueestabasucediendo.—Bueno,todoelmundosemuereporsaberlo:¿cómollegóesebeso?Sabíaque,tardeotemprano,esapreguntallegaría,peroestabamuertadevergüenza.Exponermi
vidaprivadadeesemodoerapeordeloquehabíaimaginado.Porsuerte,Kileseencargódeencauzareltema.—Fuetodaunasorpresa,ycreoquehabloporlosdos.Fueunmomentoespecial,peronohay
queconfiarse.Hecompartidounasemanaconestoschicosysédebuenatintaquemuchospodríanserunpríncipeestupendo.
—¿Enserio?¿Estádeacuerdoconeso,princesa?¿Ha tenidoalgúnotroencuentro románticoestasemana?
LaspalabrasdeGavrilseperdieronporelcamino.Dehecho,nolasoíhastahaberprocesadotodo lo que Kile acababa de decir. ¿Hablaba en serio? ¿No sentía nada en absoluto? ¿O tan solopretendíamantenersuprivacidad?
Aterricédenuevoenlacrudarealidadyasentíconfingidoentusiasmo.—Sí,varios.Gavrilmefulminóconlamirada.—¿Y?—Yhansidomaravillosos.No estaba de humor para chismorreos y, además, las declaraciones deKileme habían hecho
dudardesidebíacompartircadapasoquedabaconelrestodelmundo.—Hmm—murmuróGavril, y se volvió hacia el grupo de seleccionados—.Quizá podremos
sonsacaralgomásde informaciónaestoscaballeros.Kile, regresaa tuasiento,por favor.Ybien,¿quiéneshansidolosafortunados?
Badenfueelprimeroenlevantarlamano,seguidoporHale.—Bajadalescenario,caballeros.Gavril empezó a aplaudir y toda la sala vitoreó a los candidatos. Hale y Baden, un tanto
ruborizados, se levantarony seacercaronal centro.Meconsiderabaunachicabastante inteligente,peronolobastantecomopararogarlesquemantuvieranelpicocerradosinquelospresentesnilascámarasmepillaran.
Y solo entoncesmedi cuentade algo.Kilemehabía leído el pensamiento.Quizáporquenosconocíamosdesdequeéramosunoscríos.
—¿Puedesrecordarmetunombre,porfavor?—preguntóGavril.—HaleGarner—respondió,yseapretóelnudodelacorbata,aunquelociertoeraquelatenía
perfecta.—Ah,sí.Ybien,¿quénospuedesdesvelardetucitaconlaprincesa?HalemeregalóunasonrisauntantocohibidayluegosedirigióaGavril.—Bueno, puedo decir que nuestra princesa es tan lista, atenta y refinada como esperaba.
Bueno…yquetenemosvariascosasencomún.Ambostenemosvarioshermanospequeñosy,parasersincero,megustópoderhablardemitrabajocomosastreconunajoventancoquetaycontantoestilo.Valeunimperio.
Agachélacabezaeintentétomarmeelcumplidoenbroma,perosinbajarlaguardia.—Pero,más allá de eso, esperoquemeperdone, prefiero guardarme los detalles paramí—
añadióHale.Gavrilhizounamueca.—¿Novasacontarnosnada?—Estarádeacuerdoconmigoenqueelamoresunasuntoprivado.Meincomodahablardeesto
sobreunescenario.—Puede que el caballero que tengo ami derecha nos démás información—dijoGavril con
picardíaymirandoalascámaras—.¿Cómotellamabas?—BadenTrains.—¿Yquéhicisteconlaprincesa?—Tocamosmúsica.LaprincesaEadlynhaheredadoeltalentodesumadre.Amamálesalióun«oh»delcorazón.—¿Y?—Yademásesunabailarinaexcelente,inclusosentada.Y,porsialguiennolosabía,laprincesa
estáaldíadelamúsicaactual—añadió.Badensoltóunacarcajada,comootrosmuchos.—¿Y?—presionóGavril.—Ylabeséenlamano…yesperopoderdarlemásbesosenunfuturo.Tierra, trágame. Por algún motivo, que Baden hubiera pedido un beso me provocó más
bochornoquecomentarelmomentodeintimidadconKile.Todoelplatóestallóengritosdeánimoporsegundavez.Y,porsiesofuerapoco,Gavrilno
dejó de añadirmás leña al fuego. Por desgracia para él,mis pretendientes no dieron ningún otrodetalle jugoso.Kileeraelúnicoquepodíahaberdesveladoalgo remotamente interesante,peroyahabíamoscambiadodetema.
—Parecesdecepcionado,Gavril—remarqué.Élhizopucheros.—Alteza, estoy tan emocionadoporustedquequiero saber todo loque está ocurriendo.Y, si
pudiéramospreguntárseloanuestrosespectadores,creoquetodosestaríandeacuerdoconmigo.—Bueno,nohaydequépreocuparse.Mañanaorganizaréunpequeñoguatequeenhonordelos
seleccionados.Todoslosmiembrosdepalacioestáninvitados.LascámarasinmortalizaráneleventoparaqueasítodaIlléapuedasertestigodelprocesodeSelección.
Elplatósepusoaaplaudirdenuevo.Josieestabaprácticamenteflotandodefelicidad.GavrildespachóaHaleyaBaden,quevolvieronasusasientos, juntoconel resto,ydespués
prosiguióconlaentrevista.—¿Yquémáspuedecontarnossobreeseguateque,alteza?—Se celebrará en los jardines. Disfrutaremos del sol y aprovecharemos para conocernos un
pocomás.—Suenamaravilloso.Muyrelajante.—Sí,salvoporunpequeñodetalle—comenté.—¿Ycuáles?—Traslafiestahabráunaeliminación.Losmurmullos y cuchicheos fueron inmediatos. Era consciente de que aquella bomba habría
despertadolacuriosidaddeloschicos.Continuéparaasíacallartodosloscomentarios.—Podríaseruno,podríansertres…Nolosé.Asíque,caballeros—anuncié,ymevolvíhacia
losseleccionados—,venganpreparados.—Quénervios,porfavor.Memueroporsabercómoacabaesto,yestoyconvencidodequeserá
unactofantástico.Unaúltimapreguntaantesdedarporacabadoelprograma.Erguílaespalda.—Dispara.—¿Québuscaenunmarido?¿Québuscaba?Miindependencia.Paz,libertad…ylafelicidadquecreíatenerhastaqueAhren
lacuestionó.Meencogídehombros.—Nocreoquenadiesepaloquebuscahastaqueloencuentra.
Capítulo17
¿CómoeraposiblequeJosiesehubieraatrevidoaponersusmanazasenunademistiaras?Estabadeellahastalacoronilla.Pretendíapasearsedelantedelascámarasconsumejorvestidoymitiara,comosiformarapartedelarealeza,porenésimavezensuvida.
Sonreíaalosinvitadosalpasarporsulado,peronomeparéahablarconnadieenparticular,hasta toparme con Kile. Estaba con Henri, otra vez, tomando té helado mientras se disputaba unpartidodebádminton.Henrimesaludóconunareverencianadamásverme.
—Buenosdíashoy,alteza—dijoconeseacentotanalegre.—Buenosdías,Henri.Kile.—Hola,Eadlyn.Quizáfueranimaginacionesmías,peronotéaKiledistintoy,quizáporprimeravezenmivida,
deseéoírlehablar.Sacudílacabeza;nopodíadespistarme.—Kile,¿teimportaríahablarcontuhermana,porfavor?Sualegríainicialsetransformóenfrustración.—¿Porqué?¿Quéhahechoestavez?—Havueltoacogerotrademistiaras.—Perositienes…¿cuántas?¿Miltiaras?Resoplé.—Esenoeseltema.Esmíaynodeberíacogérmela.Cuandosepavoneaasí,daaentenderque
forma parte de la familia real, y no es así. Es inapropiado. ¿Podrías hablar con ella sobre sucomportamiento?
—¿Cuándomeheconvertidoenlapersonaaquienlepidestodoslosfavores?MiréaHenriyaErik,que,porsupuesto,nosabíannadasobreelacuerdoqueseescondíatras
nuestrobeso.Aprimeravista,noseestabanenterando.—¿Porfavor?—insistíamediavoz.Élsuavizólamiraday,porunsegundo,reconocíalchicoquehabíaconocidoensuhabitación,
alchicodulceeinteresante.—Deacuerdo.Josiesoloquierellamarlaatención.Nocreoquelohayahechoparamolestarte.—Gracias.—Ahoravuelvo.Semarchóconpasodecidido.ErikleexplicóaHenriloqueestabasucediendo.Henriseaclarólagargantaantesdehablar.—¿Quétalestáhoy,alteza?No sabía si responder dirigiéndome a Erik o no…, y al final opté por contestar a Henri
directamente.—Muybien,¿ytú?—Bien, bien—contestó con jovialidad—.Yodisfrutar…, ejem…—Sevolvió y transmitió el
restodelarespuestaasuintérprete.—Creequelafiestaesfabulosa,yestádisfrutandodelacompañía.NosabíasisereferíaaKileoamí,pero,detodasformas,meparecióuncomentarioacertado.—¿CuándotemudastedeSwendway?Henri asintió con la cabeza, como si confirmara que Swendway era su tierra natal, pero sin
contestar la pregunta.Al percatarse de que no había comprendidomis palabras,Erik le tradujo aloídolapregunta.Henriseexplayóconsurespuesta.
—HenriemigróaIlléaelañopasado,trascumplirlosdiecisieteaños.Provienedeunafamiliadecocineros,queesaloquesededica.Cocinaplatostípicosdesupaísy,engeneral,serelacionaconotrosdeSwendwayyporesosolohablafinlandés.Tieneunahermanapequeñaqueestáaprendiendoinglés,perolepareceunidiomamuycomplicado.
—Vaya.Cuántainformación—ledijeaErik.Estehizoungestoconlamano.—Losé.El trabajodeErikdebíade sermuyduro,peroapreciabaque fuera tanmodesto.Y luegome
dirigíaHenri:—Me apetece que pasemos un rato juntos. Pero en algún lugar que nos permita charlarmás
fácilmente.ErikselotradujoaHenri,queasintióconentusiasmo.—¡Sí,sí!Mereíporlobajo.—Hastaentonces.En el jardín estaban todos los seleccionados. El general Leger y la señorita Lucy, que no se
separaronniunmomento,conversabanconungrupodepretendientesjuntoalafuente.Papáestabahaciendosurondadereconocimiento;devezencuando,dabaunapalmaditaenlaespaldadealguieny le saludaba con unmísero «hola».Mamá, en cambio, estaba sentada bajo una sombrilla.Varioscandidatosestabanpululandoasualrededor,locualmeparecíainquietanteyencantadoralavez.
Eraunafiestadeliciosa.Muchosseentreteníancon los juegos, lasmesasestabana rebosardecomiday,bajountoldo,uncuartetodecuerdaanimabaelguateque.Lascámarasrondabanportodoeljardínparanoperderdetalle.Crucélosdedos.Ojaláaquellobastaraparacalmarlosánimos.Nosabíasipapáyahabíatrazadounplanparatranquilizaralpaísdeformapermanente.
Mientrastanto,teníaqueencontrarelmododeeliminaralmenosauncandidatodespuésdehoy,yunarazónlobastantebuenaparaquetodosselocreyeranapiesjuntillas.
Conelsigilodeunfelino,Kileseacercóamí.—Aquítienes—dijo,ymediolatiara.—Peroquévenmisojos.Noesperabaqueselaquitaras.—Mehacostadoconvencerla,dehechohetenidoqueamenazarla:simontabaunnumeritoenla
fiesta,mamánoladejaríaasistiraningunamás.Esohabastadoparaquecediera.Asíquetoma.—Nopuedocogerla—dije,conlasmanosentrelazadas.—Perosimelahaspedido—protestó.—Noquieroque la llevepuesta,pero tampocopuedopasearlapor toda la fiesta.Tengocosas
quehacer.Seestabaenfadando.Sinembargo,megustóque,porunavez,fueraélquienseexasperara,yno
yo.—Ah,muybien.¿Entoncesqué?¿Melatengoquequedaryotodoeldía?—Notodoeldía.Solohastaqueentremosenpalacio.Kilesacudiólacabeza.
—Eresincreíble.—Calla.Disfrutadelafiesta,anda.Peroantes,esperaunmomento,tenemosquehaceralgocon
estacorbata.—¿Quétienedemalomicorbata?—Todo—dije—.Estacorbataeshorrenda.Apuestoaqueconseguiríamoslapazmundialsila
quemáramos.Deshiceelnudoyselaquité.—Muchomejor—comenté,yleentreguéaquelmontóndetela.Despuéslearrebatélatiarayse
lacoloquéenlacabeza—.Tefavorecemuchísimo.Élsonrióconciertachuleríaymemiródivertido.—Ya que me tengo que quedar con tu tiara por ahora, ¿qué te parece si te la devuelvo esta
noche?Podríapasarmeportuhabitación,siquieres—susurró.Kilesemordióellabioyrecordélocarnososysuavesqueeran.
Sabíaleerentrelíneas.—Perfecto—contesté,yrecépornoruborizarme.—¿Sobrelasnueve?—Alasnueve.Kileasintióysemarchó.Entonces, durante el Report, ¡tan solo había sido discreto! Fruncí el ceño, pensativa. Quizá
pretendíamatar el tiempo besándome. O puede que desde que fuera un crío estuviera enamoradohasta los huesos de mí, pero hasta ahora no hubiera reunido el coraje suficiente para dejar detomarmeelpeloydecírmelo.Aunquealomejor…
Eanmepillódesprevenida.—¡Oh!—exclamécuandomecogiódelbrazo.—Parecestriste.Noséquétehadichoesejovencitoparaofenderte,peronoledesmásvueltas.—SeñorEan—saludé.Measombrabaquemipresencianole intimidaraenlomásmínimo—.
¿Enquépuedoayudarte?—Puesenacompañarmeadarunavuelta,desdeluego.Todavíanohetenidolaoportunidadde
charlarcontigoasolas.Bajo la luz del sol, la cabellera de color caramelo deEan cobraba un tono dorado hermoso.
AunquenoteníaelestilopersonaldeHale,eltrajelefavorecíamásquealresto.Habíahombresalosque,sencillamente,nolessentababienuntraje.
—Bueno,ahoraestamosasolas.¿Dequétegustaríacharlar?Sonrióconsuperioridad.—Parasersincero,sientocuriosidad.Siempreteheconsideradounachicamuyindependientey
me sorprendió que quisieras encontrar unmarido tan joven.Basándome en las veces que te habíavistoenelReport,yentodoslosespecialessobretufamilia,creíquetetomaríastutiempo.
Lo sabía.Me hablaba con una calma fuera de lo común. Estaba convencida de que se habíaenteradodequeaquelloerapuroteatro.
—Esverdad.Miplaninicialeraesperar.Peromispadresestántanenamoradosquepenséquemerecíalapenaintentarlo.
Eanmeobservócondetenimiento.—¿Deverascreesquealgunodeloscandidatostenemosloquehacefaltaparasertupareja?Abrílosojoscomoplatos.—¿Tanpocotevaloras?Éldejódecaminarysecolocódelantedemí.—No,peropodríadecirsequetetengoenunpedestal.Ynoteimaginoresignándoteaunavida
enparejaantesdehabervividolatuyapropia.Mecostabacreerquealguienpudiera tener tanta intuición,queundesconocidofueracapazde
leermispensamientos,sobretodoteniendoencuentaladistanciaquesiemprehabíamantenido.¿ConquéinteréshabíaestadoEanobservándometodosestosaños?
—Lagentecambia—contesté.Élasintió.—Supongo que sí. Pero si en algún momento te sientes… perdida en esta especie de
competición,estarémásqueencantadodeayudarte.—¿Ycómopiensasayudarmeexactamente?Eanmeacompañóhacialamultitud.—Creoquedejaremosestaconversaciónparaotromomento.Perorecuerdaqueestoyaquípor
ti,alteza.Meatravesóconlamirada;tuvelaimpresióndequeestabaesperandoaquetodosmissecretos
másprohibidossalierandisparadosdemispropiosojos.Cuandoalfinapartólavista,respiréhondovariasvecespararecuperarlacompostura.
—Haceundíaprecioso.Levanté lavistayviaunodemispretendientes.Mequedécon lamenteenblanco.¿Cómose
llamaba?—Sí,laverdadesquesí.¿Teloestáspasandobien?Oh,porfavor.Noteníaniunasolapista.—Mucho—respondió. Su expresión era amable, y su voz, cariñosa—. Acabo de ganar una
partidadecróquet.¿Ustedjuega,alteza?—Unpoco.—¿Cómoibaasalirdeesa?—.¿Ytú?¿Eresungranaficionado?—Quéva.Enrealidad,no.Enelnorte,enWhites,practicamosdeportesdeinvierno.¡Whites!…Peronada,seguíasinacordarme.—Parasersincera,soyunachicamásbiendeinterior.—En ese caso, ¡le encantaráWhites!—exclamó con una gran sonrisa—. Solo salgo de casa
cuandoesestrictamentenecesario.—Perdón.ElchicodeWhitesyyonosvolvimoshaciaelreciénllegado.Porsuerte,estesímesonaba.—Losiento,alteza,peroesperabapoderrobarleunosminutos.—Desde luego,Holden—respondí,y le rodeéelbrazo—.Mehagustadohablarcontigo—le
dijealpretendientedeWhites,quesequedóunpocomustio.—Noeramiintenciónserdescortés—murmuróHoldenunavezquenoshubimosalejado.—Notepreocupes.Caminamos despacio. Él parecía cómodo, como si hubiera paseado cogido de una princesa
docenasdeveces.—Noquieroentretenerla.Tansoloqueríafelicitarla.Mequedéboquiabiertocuandoeliminóa
todosesoschicoslasemanapasada.Mequedédepiedra.—¿Deveras?—¡Absolutamente!Admiroalasmujeresquesabenmuybienloquequieren,ymegustaquesea
tandecidida.MimadretrabajacomojefadelaboratorioenBankston.Sémuybienlodifícilqueleresultagestionarunaempresaasídepequeña,asíquenoquieroni imaginarme lapresióna laquedebedeestarsometida.Peroloestáhaciendobien,yesomegusta.Soloqueríaquelosupiera.
Diunpasoatrás,atónita.—Gracias,Holden.
Élinclinólacabezaysediomediavuelta.Mequedéabsortaenmispensamientos.Aquella situación solo confirmómis sospechas: si aparentaba ser una chica tierna y amable,
nadieme tomaríaenserio.¿Acasosihubieradadopalmaditasenelhombroo repartidoabrazosadiestroysiniestroHoldenmehabríaadmiradotanto?Todoaquelloera…
—¡Ah!Tropecéconalguien,perologrésalvarmedeunridículoespantosograciasaunpardebrazos
fuertes,ademásdeoportunos.—Alteza—dijoHale,sujetándomeporlacintura—.Losiento,notehevisto.Escuchéeldisparadordeunacámarafotográficaydibujéunasonrisa.—Ríete—farfulléentredientes.—¿Eh?—Ayúdameyríete—repetí.Soltéunparderisasbobaliconasy,trasunsegundo,Haletambiénseechóareír.—¿Aquéhavenidoeso?—preguntósinborraraquellaestúpidasonrisadesucara.Mealisélafaldadelvestidoyseloexpliqué.—Losequiposdetelevisiónestánenfocándonos.Echóunvistazoanuestroalrededor.—Para—ordené.—Caramba,¿siempreestástanatentaatodoloqueocurre?Estavezmicarcajadafueauténtica.—Básicamente,sí.Susonrisasedesvaneció.—¿Poresolaotranochetemarchastedeformatanrepentina?Mepuseseriadenuevo.—Perdona.Nomeencontrabadeltodobien.—Primerohuyes,yluegomientes—dijo,ysacudiólacabeza,decepcionado.—No.—Eadlyn—murmuró—.Nofuenadafácilparamí.Teserésincero.Nomegustahablardela
muerte demi padre ni explicar que amimadre le ha costado Dios y ayudamantener un trabajoestable,nitampocoquejarmedelapérdidadeestatussocialdemifamilia.Fuedifícilcompartirtodoesocontigo.Y,justocuandoempezamosahablardeti,medejastetirado.
Yunavezmásnotélaextrañasensacióndeestardesnudafrenteaél.—Tepidodisculpas,Hale,detodocorazón.Élmeestudióelrostro.—Nosésidetodocorazón—comentó,nervioso—,peromegustasdetodosmodos.Aloíreso,lemiréalosojos.Laposibilidaddequepudieraserciertomeencantaba.—Cuando estés preparada para hablar, para hablar de verdad, recuerda que aquíme tienes.A
menos, desde luego, que te vuelvas a poner el disfraz de ninja y me elimines, como hiciste conaquelloschicos.
Mereíconnerviosismo.—Dudoquealgoasívuelvaasuceder.—Esperoqueno.Halesequedómirándomefijamente.Sentíquepodíaatravesarmelapielyobservarmiinterior,
yesonomegustabaenabsoluto.—Mealegrodequenosehayamanchadoelvestido.Habríasidounalástima.Sediomediavueltaparairse,peroleagarrédelbrazo.—Eh.Gracias.PorhabersidotanprudenteenelReport.
Élsonrió.—Algocadadía,¿lorecuerdas?
Capítulo18
—Deacuerdo,alteza,cuandoquiera.Lamaquilladoramediolosúltimosretoquesycorregímiposturamientrasrepasabatodoslos
nombresmentalmente.Asentíconlacabezaylalucecitadeunacámaraseiluminóderojo.Esaeralaseñalinequívocadequelacámaraestabagrabando.
—El guateque ha sido todo un éxito; le habrán dicho que la comida estaba exquisita y estoyconvencido de que se fijó en los impresionantes trajes que lucieron los candidatos. Pero, dígamealgo,¿quiéncreequedeberíaquedareliminado?
»Sí,elseñorKileperdióunápicedehombríaalponersemitiaraynocabedudadequeelseñorHalecasimetiraalsuelo—concluíconunasonrisa—.Pero,despuésdemuchadeliberación,losdosseleccionadosquenosdejaránhoymismosonKesleyTimber,deWhites,yHoldenMessenger,deBankston.
»¿Quétalloestánhaciendovuestrosfavoritos?¿Estáisdeseandoconocermásafondoalrestode los concursantes? ¿Osmorís por saber todavíamás de la Selección?Pues sintonizad elReportcada viernes por la noche para estar a la última de todas las noticias relacionadas con estoscaballeros. Y estad pendientes de nuestros programas especiales dedicados a la Selección, enexclusivaúnicamenteenelcanalpúblico.
Sostuvelasonrisaunossegundosmás.—¡Corten!—ordenó el director—. Excelente. Enmi opinión, la toma ha sido perfecta, pero
grabemosotra,soloporsiacaso.—Claro.¿Cuándoseemitirá?—Esta noche editarán el reportaje, incluida la fiesta de esta tarde; calculo que mañana ya
tendremoselvídeo,asíqueellunespodríaemitirse.Asentí.—Genial.¿Unavezmás?—Sí,alteza,sinoesdemasiadopedir.Respiréhondoyrecitédenuevomidiscurso,adoptandolamismaposedeantes.
A las nueve y diez, oí que alguien llamaba ami puerta. Salté de la camay corrí a abrir.AhíestabaKile,apoyadoenelmarcodelapuertayconmitiaraenlamano.
—Mehadichounpajaritoquehasperdidoesto—dijoenbroma.—Andaentra,tonto.Alentrarenmidormitorio,miróasualrededor,comosicreyeraqueseredecorabalaestanciaa
diario.—¿Ybien?¿Mehasechado?Sonreí.—No,hoyha sidoel turnodeKesleyyHolden.Perono tevayasde la lengua,por favor.No
puedocomunicárselohastaqueemitanlafiestadeljardíndeestatarde.—Ningúnproblema.Detodasformas,ningunodelosdosmedirigelapalabra.—¿Ah,no?—pregunté.Élmeentrególatiara.—Mehanllegadorumores.CreenqueesinjustoqueparticipeenlaSelección.Y,comoerade
esperar,vernosbesándonosentodaslasportadasdelasrevistasnohahechomásqueconsolidaresaopinión.
Coloquélatiarasobrelaestantería,juntoamicolección.—Miactuaciónfuebrillante,¿nocrees?Élserioentredientes.—Ah,porcierto,tehetraídootroregalo.—¡Meencantanlosregalos!—Este loodiarás,confíaen loque tedigo—dijo.Después, semetió lamanoenelbolsilloy
sacóunacorbatahechaunabola—.Imaginéque,sihabíastenidounmaldía,teencantaríaquemarlaeneljardín.Desahógatesilonecesitas,peropágaloconalgoque,almenos,nollore.YnocomohashechoconLeeland.
—Nopretendíahacerlellorar.—No,claroqueno.Esbocéunasonrisaylearrebatéaquelovillodetela.—De hecho,me gusta el regalo. Es unmodo de asegurarme que nadie volverá a llevar esto
jamás.Lemiréporelrabillodelojoyadvertíunatímidasonrisa.Yeneseinstantetodalapresiónse
desvaneció.MeolvidédelaSelección.Éleraunapersonanormalycorriente,igualqueyo.Yloquemásmeapetecíaenesemomentonoeracharlar.
Dejécaerlacorbataalsueloyapoyéunamanoensupecho.—KileWoodwork,¿quieresbesarme?Éldejóescaparunsilbido.—Niunapizcadetimidez,¿eh?—Cállate.¿Síono?Torcióloslabios,comosiestuvierapensándoselo.—Nomeimportaría.—¿Eres consciente de que este beso no significa queme gustas y, ni por asomo, que quiera
casarmecontigo?—GraciasaDios.—Respuestacorrecta.Lerodeéelcuelloconelbrazo,leatrajehaciamíy,deinmediato,notésusbrazosalrededorde
micintura.Fue el bálsamo perfecto para poner punto final a ese día tan largo. Los besos de Kile eran
directosperosuaves.Eraunaformadedesconectardemisproblemasydenopensarennadamás.Nosdesplomamossobrelacama,sinsoltarnosenningúnmomento.—Detodoloquesemepasóporlacabezacuandopronunciaronminombre,jamásmeimaginé
quellegaríaabesarte.—Yyojamásmeimaginéquesetedaríatanbien.—Eh—dijo—.Hepracticadounpoco.Meapoyésobreuncodo.—¿Aquiénbesasteporúltimavez?—Caterina.Cuandolafamiliaitalianavinodevisitaenagosto,justoantesdeirme.
—Laverdadesquenomesorprende.Kileencogióloshombros;noparecíaavergonzado.—¿Quépuedodecir?Yasabescómosonlositalianos:cariñosos.—Cariñosos—repetí,ypuselosojosenblanco—.Claro.Élsoltóunarisillapícara.—¿Ytú?—PregúntaseloaAhren.Porlovisto,todoelmundolosabe.—¿LeronTroyes?—¿Ycómodemoniostehasenterado?Nosquedamostumbadosenlacama,mondándonosderisa.Nosfundimosdenuevoenunlargo
beso.Yo jugueteaba con un botón de su camisamientras él se enroscabamechones demi cabelloentrelosdedos.Sentíqueelmundoanuestroalrededorseesfumaba.Tansoloexistíamosnosotros.
—Nuncatehabíavistoasí—comentó—.Nopenséqueseríatanfácilhacertereír.—Ynoloes.Kilemeestrechóentresusbrazos.—¿Cómoestás?Supongoquetodoestodebedeserunalocuraparati.—No—susurré.—¿Noqué?—No arruines el momento.Me gusta que estés aquí, pero no necesito un hombro en el que
llorar.Asíque,otecallasymebesas,opuedesirte.Seapartóligeramenteysequedócalladounosinstantes.—Losiento.Soloqueríacharlar.—Ypodemoscharlar.Peronodetinidemí.Y,porsupuesto,tampocode«nosotros».—Peromedalasensacióndequetesientesmuysola.¿Cómodemoniospuedescontodoesto?Resoplé,untantoexasperada,ymepusedepie.—Sinecesitoconsejo,habloconmispadres.Sinecesitodesahogarme,acudoaAhren.Túme
estabasayudandoadesconectar,hastaquehasempezadocontodastuspreguntitas.Lecogídelbrazo,tirédeélyleempujéhacialapuerta.—¿Tedascuentadeldañoqueteestáshaciendo?—preguntó.—¿Acasoeres túunmodelodecomportamientomaduro?Noerescapazdedespegartede las
faldasdetumadre.Kile se volvió y me atravesó con la mirada. Estaba furioso, al igual que yo. Sabía que su
reprimendanotardaríaenllegar.Asíhabíamoscrecido,discutiendoportodo.Peroestavezsuavizólaexpresióny,antesdequemedieracuenta,meagarróporlaespaldaymellevóhaciaél.
Noté sus labios acariciando los míos. Le despreciaba, pero también le adoraba. Solo podíapensarenlosmovimientosdesuboca,desulengua,desuslabios.Ensusbrazosmetransformabaenuna chica frágil, vulnerable. La pasión se fue apagando y los besos se volvieron tan tiernos queinclusomehacíancosquillas.
CuandoKileporfinseapartó,continuórozándomelamejilladeformadistraída.—Eresunajovencitaconsentida,enocasionesinclusoodiosa…,peroaquímetienes.Y,trasunúltimobeso,abriólapuertaysemarchó.Mequedéahíplantada,mirandofijamentelapuerta,confundida.¿Porquéseempeñabaenque
confiaraenél cuandoeraevidentequenomesoportaba? ¡Amí tampocomecaíabienél!AvecespodíallegarasertanmaleducadocomosuhermanaJosie.
Abríelarmarioparaponermeelpijamayadvertísuhorripilantecorbatatiradaenelsuelo.Silatirabaahora,estaríahaciendoungranfavoralahumanidad.
Quizá, lapróximavezquevolvieraatenerundíadesastroso, laquemaría.Pero,porahora, la
guardaríaenuncajón.
Alamañanasiguiente,melevantéconlacabezahechaunlío.NolograbaexplicarmelaactituddeKileenmihabitación.¿Cuálhabíasidosupropósito?Hale, trasaquelbombardeodepreguntas,tambiénmehabíahechosentirasí.Erandoschicosque,aprimeravista,noteníannadaencomúnycuya opinión sobre mí era completamente opuesta y, sin embargo, tanto Kile como Hale habíanconseguidoquequisieraalejarmedeellos.
¿Acasotodosloshombreseranasí?¿Esquetodossabíancómodesarmaraunamujer?—¿Neena?—llamé.Mepaséelcepilloporelpeloenun intentodedesenredar losnudos.Advertí la siluetademi
doncellaentreelvaho,conelpijamaquehabíadejadoenelsuelominutosantes.—¿Sí,alteza?—respondió,ymemiróatravésdelespejo.—Me da la sensación de que hace una eternidad que no hablamos de tu novio. ¿Cómo se
llamaba?Esolesacóunasonrisa.—Mark.¿Porquélopregunta?—Amialrededorrevoloteandecenasdechicos.Y,bueno,avecesmepreguntocómoeslavida
enpareja.Ellasacudiólacabeza.—Enamorarte de alguien… y ser correspondido es lo mejor que te puede pasar—contestó.
Debíareconocerquemecontagiósufelicidad—.Nosvamuybien,laverdad.Porfinhaentradoenlauniversidad,ysepasaeldíaestudiando.Mesuelellamarunaodosvecesporsemana.Noesmucho,perolosdostenemoslasagendasbastanteapretadas.
—Yasabesquenecesitounasupervisiónconstante—dije,yleguiñéunojo.—Amén.—¿Aélleimporta?Merefieroaquevivastanlejos,aqueestéssiempretanocupada.Neenaestirólaropaquellevabasobreelbrazo.—No.Lafacultadleexigemuchísimo,asíque,porahora,inclusoesútil.Ladeélacabezayseguípeinándome.—Interesante.¿Quéestudia?—Markesquímico.Casisemesalenlosojosdelasórbitas.—¿Deveras?Encuantoaltrabajo,sepuededecirquesoiscomolanocheyeldía.Ellaarrugólafrente.—Elsistemadecastasdesaparecióhacetiempo,alteza.Ahoratodoelmundopuedecasarsecon
quienleplazca.Mevolvíparamirarladirectamentealacara.—Nomereferíaaeso.Tansolomeintrigaladinámicaquelleváis.Enesteinstante,tútienesmi
ropalimpiasobreelbrazo,y,probablemente,élestécurandounaenfermedad.Sondospapelesmuydistintosenelmundo.
Neenatragósalivaydejócaertodalaropaalsuelo.—Nopienso encargarmede su coladahasta el finde losdías.Yomisma tomé ladecisiónde
veniraquí.Puedoirmecuandoquiera.—¡Neena!—Nomeencuentrobien—espetóconbrusquedad—.Haréquesubaalguienparaquelaayude.Nisiquierahizounareverencia.
—Neena,¡hablabaporhablar!Oíunportazoysalídelcuartodebaño.Measombróquesemarcharacontaldescaroysinpedir
permiso.Nopretendíaofenderla.Solosentíacuriosidady,adecirverdad,esepequeñocomentarionadateníaqueverconloqueenrealidadmehabríagustadoaveriguar.
Unavezqueacabédepeinarme,empecéamaquillarme.Cuandoaparecióladoncellasuplente,ladespaché. Que Neena se hubiera despertado con un humor de perros no significaba que pudieralibrarse de sus tareas. Podía ocuparme de mi imagen, y ella podía ordenar mis aposentos al díasiguiente.
Cogí lassolicitudesde lospretendientesquesehabíansalvadodemiguillotinaparticular.Megustara o no, sabía lo que se esperaba de mí. Lo único que necesitaba era crear situaciones quepudieranparecerlomásrealesposible.
Eanera,sinlugaradudas,cautivador,perosucarismameabrumaba.Nomeveíapreparadaparaestarasolasconél.Edwineratotalmenteinofensivo.BusquéelformulariodeApselparaecharleunvistazo.
No había nada de extraordinario en él. Estuve tentada a echarle y enviarle a casa por ser tandesabrido, pero tras la reacción que provocó la primera eliminación, no lo creí conveniente. Elsiguiente formulario era el de Kile; pasé de largo. Winslow era, y odiaba admitirlo, muy pocoatractivo.Cuántomás lomiraba,másmeacostumbraba a esas faccionesmonstruosas.No teníaunprototipodechico,peroélmehizodudardesiteníaunantiprototipo,porasídecirlo.EIvan…¿eraelcandidatoqueolíaacloro?
Al final de todo aquel papeleo apareció la fotografía de Jack Ranger. En la fiesta le pilléobservándomevariasveces,peronoentablamosconversación,loquemehacíasuponerquetodavíaleintimidaba.¡Bingo!Unacitaconél,adiferenciadeconotros,nomedejaríamalsabordeloca.
Escribíunanota,invitándoleaverunapelículaconmigoesamismanoche.Eraunacitafácil.Notendríamos que cruzar palabra, a menos que fuera necesario. Cuando Jack estuviera rodeado depretendientes, enviaría a unmayordomo a entregarlemi propuesta.Tenía la intención de anunciarmiscitasporcarta.Así,laSelecciónseríamásinteresante.
Desayuné a toda prisa, lista para empezar a trabajar. Examinar aquel sinfín de solicitudes,facturas,presupuestosypropuestasnoeramitareafavorita,peromeentreteníay,además,preferíatenerlamenteocupadaduranteeldía.
Durante lospróximos tresmeses, ibaadedicar todas lasnochesy los finesde semanaaesoschicos.Asíqueelrestodeltiempodebíacentrarmeenmitrabajo.
—Eadlyn, cariño—dijo papá, que se tomó un descanso para tomar un té—.No he tenido laoportunidaddedecírtelo,pero la fiestaenel jardín fue todounéxito.Estamañanahe leídovariascrónicasenlosperiódicos.Hanllenadopáginas,laverdad.
—Yotambiénlosheojeado.Dehecho,unarevistahapublicadounespecial.Lasfotografíassonexcelentes—apunté.
Medesperecé;llevabamuchotiemposentada.Papásonrió.—Tienestodalarazón.Creoquedeberíasorganizaruneventoparecidopronto,algoquereúna
atodoslospretendientesyquelosespectadoresdeseenver.—¿Algoqueincluyaunaeliminaciónposterior?—Sicreesqueservirádealgo.Meacerquéasuescritorioymeservíunatazadeté.—Tiene su punto. La gente mostrará más interés en la Selección si su favorito sigue en el
partido.Sequedópensativounosinstantes.
—Interesante.¿Yasetehaocurridoalgo?—No,perohepensadoque,puestoquesesuponequeestamosbuscandoaunpríncipe,noestaría
mal poner a prueba sus conocimientos. Todo príncipe debe saber de historia o de política, porejemplo.Podríamoshacerlodeunmodolúdico.¿Unconcursoquizá?
Papáseechóareír.—Temeterásalpúblicoenelbolsillo.Toméunsorbodeté.—¿Ves?Tengobuenasideas.Nonecesitounpríncipe.—Eadlyn, podrías dirigir elmundo tú solita si fuese necesario…, pero no se trata de eso—
añadió.—Yaveremos.
Capítulo19
Despuésdelacena,meencaminéhacialahabitacióndeJack.Estabaesperándomejuntoalapuerta,locualmeextrañó.Supusequelosnervioslehabíansuperado.
—Buenasnoches,Jack—saludé.—Alteza—respondióconunaeducadareverencia.—PuedesllamarmeEadlyn,ytutearme.Élsonrió.—Genial.Eadlyn.Seprodujounsilencioun tanto incómodo.Esperéaquemeofrecieraelbrazo,peroelpobre
muchachoestabatanexaltadoquenisiquiera lopensó.Meparecíaqueforzabaunpocolasonrisa,perosusojosdestilabanilusión.Alfinal,merendíyseñalélaescalinata.
—Esporahí.—Súper—dijo,ysemarchó.Caminabavariospasospordelantedemí,aunqueno teníani la
menorideadeadóndeíbamos.—No,Jack.Ahoraalaizquierda—leindiqué.Serpenteamos por los pasillos de palacio; cada dos por tres me veía obligada a decirle por
dóndeteníaqueir,yenningúnmomentomepidiódisculpas.Selimitabaaseguirmisinstrucciones,como si eso fuera de lomás normal. Traté de no tenerle en cuenta ese tropiezo porque ya habíaelaboradounalistadelossiguienteseliminados,ynoqueríaañadirelnombredeJack.
Elpalacioconstabadecuatropisos,perolossótanoseranprofundos.ElReportsegrababaenlaprimera planta inferior. En la cripta también había un almacén inmenso, además de un teatro. Lashabitacionesdel personal yde losguardiasde seguridad también estaban situadas ahí, distribuidasentrelasdosprimerasplantasinferiores.Sinembargo,esosaposentosnoestabanconectadosconelteatro.Y,enlomásprofundo,sehabíaconstruidounbúnkermonstruoso.Tansolohabíapisadoesasalaunpardevecesenmivida:laprimeravezfueduranteunsimulacroytansoloteníatresaños,ylasegundaocurriópocodespués,cuandounosrebeldestratarondeatacarnos.
Me resultaba extrañopensar en ello.Los rebeldes sehabían esfumado, pero todavía teníamosquehacerfrenteagruposdeopositoresquedespreciabanlamonarquía.Enciertomodo,deseabaquelos insurgentes hubieran seguido en pie de guerra. Al menos así podríamos ponerles nombre ysabríamosaquénosestábamosenfrentando.
Sacudílacabezayregreséalpresente.Estabaenmitaddeunacitay,alrecordarlo,meamonesté.Papámehabríaaconsejadoteneruncámaraporahí.Ah,bueno.Lapróximavez.
—Enfin,esperoquetegustenlaspelículas.—¡Puessí!—contestóJackcongranentusiasmo.—Bien. A mí también, pero no siempre puedo escaparme al cine. En palacio solemos tener
acceso a las últimas novedades, aunque las opciones son limitadas. Seguro que encontramos algobueno.
—Fantástico.Suformadeactuarmeparecíarara.Caminabasobreesafinalíneaqueseparabalagroseríayla
buenaeducación.Mepreguntésiseharíaunaideadetodosloserroresqueestabacometiendo.Unmayordomonoshabíapreparadopalomitas.Utilicéelmandoadistanciaparaverellistado
depelículas.—¿QuétepareceOjosqueteacechan?—sugerí.Ladescripciónqueacompañabalaimagende
lacarátuladabaaentenderqueseríaunamezcladeromanceydrama.—Suenabien.¿Creesquehabráescenasdeacción?—Lodudomucho.También tenemosDiamantesnegros.—La fotografía era oscura, siniestra,
conlasiluetadeuntipodeperfilyconunapistolaenlamano.Nunca,bajoningúnconcepto,habríaescogidoesapelícula.
—¡Sí!Tienebuenapinta.—Bueno,haymáspelículas—dije,ytratédevolveralmenúprincipal.—Peroyoquieroveresta.Yaverás,nodamiedo.Y,siteasustas,puedesabrazarteamí.Hice una mueca y me pregunté si había subestimado a Apsel. Los asientos del teatro eran
ampliosymuycómodos.Siqueríaacurrucarme juntoaalguien,nomequedaríamásremedioquelevantarmeyestrujarmeensuasiento,locualnoibaasuceder.Además,antesmuertaquereconocerqueteníamiedo.
Sin embargo, eso no era lo queme preocupaba de la película. Sencillamente creía que verlaseríaunaenormepérdidadetiempo.
Suspiré; aquella situación me estaba sobrepasando. Al parecer, aquel pobre chico no eraconscientedesupatéticayridículaactitud.Dejédedarlevueltasalasuntoylleguéalaconclusiónquedebía comunicarle a papáque, en conjunto, todosmis pretendientes necesitaban, y con carácter deurgencia,unasclasesdeprotocoloyetiqueta.
Empezólapelícula.Enpocaspalabras:elpadredelprotagonistaesasesinadoporeltipomalo.Elprotagonistasepasalavidapersiguiendoaltipomalo,peroeltipomalosiemprelograescaparse.El protagonista se acuesta con la rubia de escándalo. La rubia de escándalo desaparece. Elprotagonistamataal tipomaloy larubiadeescándalovuelveaaparecerenescena.Ah,yexplotanvariascosas.
Jackseloestabapasandobomba,peroyonopodíaestarmásaburrida.Silarubiadeescándalohubieramatadoaalguien,quizálatramamehubierainteresadounpocomás.
Peroalmenosasínoteníamosquehablar.Cuando acabó la película y empezaron a salir los créditos, encendí las luces con elmando a
distancia.—Ybien,¿quétehaparecido?—preguntó,conlosojostodavíabrillantesdelaemoción.—Haestadobien.Aunquehevistopelículasmejores,sinduda.Lehabíaencantado.—¡Perolosefectossonincreíbles!—Ya,perolahistoriaesdemasiadoprevisible.Élentornólosojos.—Amímehagustado.—Puesperfecto.—¿Acasotemolesta?Torcíelgestoanteaquellapregunta.—No.Solosignificaquetienesmalgusto.Seechóareír,perosuscarcajadassonaronmássiniestrasquedivertidas.—Meencantacuandohacesesto.
—¿Hacerelqué?—pregunté.Melevantéydejémiboldepalomitassobreelmostradorparaqueelpersonallorecogiera.
—Llevotodalanocheesperandoaquememuestresunápicedecarácter.—¿Perdón?—Teníalaesperanzadequeteenfadaras,otepusierasdemalhumor—explicó,ytambiéndejó
subolsobreelmostrador—.¿RecuerdaseldíaenqueprácticamentevaciasteelSalóndeHombres?¿Justodespuésdeldesfile?Mepareciógenial.Aver,nomemalinterpretes,noquiero irmeacasa,perosimeecharasagritos,nomequedaríahechopolvo.
Lemirécondetenimiento.—Jack,¿tedascuentadeloqueacabasdedecir?Apenashemoscruzadocuatropalabrasy,enla
primeraconversación,mesueltasquemiirateexcita.¿Nocreesquealomejortehasexcedido?Esbozóunapequeñasonrisa.—Pensé que agradecerías que fuera sincero. Me parece que eres una chica irascible, que se
molestaporcualquiernimiedad,ysoloqueríaquesupierasquenomeimporta.Dehecho,megusta.Jacktratódecogermelamano,peronoledejé.—Puestehasequivocado.Sehaacabadolacita.Buenasnoches.Mesiguióeintentófrenarme.Menegabaareconocerqueestabaaterrorizada.Elfríodelmiedo
habíaempezadoaapoderarsedemí.Jackeramáscorpulentoqueyoy,porlovisto,lasdiscusioneseransupasatiempofavorito.
—No huyas—ordenó con voz de seda—. Solo intento demostrarte que podría ser tu medianaranja,quepodríamosencajaralaperfección—dijo.Meacariciólamejillayfuebajandopocoapoco,hasta llegar al cuello.Se le estabaacelerando la respiracióny sabíaquenopodíaperderunsegundomás.Teníaquehuirdeallíloantesposible.
Lelancéunamiradaasesina.—Yyosolo intentodecirteque, sinoapartas lamano,estarásmuertoantesdeencontrara tu
medianaranja.—Quémorbo—susurróconunasonrisadesuficiencia,comosideverascreyeraqueyoestaba
disfrutandocontodoeso—.Estejuegomeestáencantando.—Suél-ta-me.Jackapartólamano,peroensumiradatodavíaquedabaalgodeemoción.—Melohepasadobien.Repitamospronto.Fuihacialasescalerasyroguéquenomesiguiera.Yentoncesdecidíque,apartirdeesemismo
momento,habríacámarasentodasycadaunadelascitas.Cuandolleguéalprimerpiso,casisinaliento,vislumbréaunpardeagentesycorríhaciaellos
comosielmismísimodemoniomehubieraposeído.—Alteza—exclamóelprimero,ymeabalancésobresusbrazos.—¡Sacadledeaquí!—supliqué,yseñalélasescaleras—.¡Jack!¡Echadlodemicasa!Los guardias salieron disparados para capturarle; me encogí en un rincón, donde me quedé
comopetrificada.—¿Eadlyn?EraAhren.Dejéescaparungritoycorríasusbrazos.—¿Quéhaocurrido?¿Estásherida?—Jack—tartamudeé—.Mehacogidodelbrazo.Mehatocado—expliqué.Sacudí la cabeza e intenté aclarar mis ideas. Todo había ocurrido demasiado rápido. Y fue
entoncescuandocaíenlacuentadequenohabíasidotanrápido.Jack siempreme vigilaba, nunca daba el paso de acercarse amí y, comoun felino, esperaba
sigilosamente su momento. Incluso esa noche, su estrategia había sido muy cautelosa: había
observadomifrustraciónconunaemocióncontenida,disfrutandodelatensiónhastaelmomentodeliberarla.
—Nohadejadodedecirmecosasmuyextrañas,yelmodoenquememiraba…Ahren,nuncahabíapasadotantomiedo.
El alboroto que se oía desde las escaleras nos interrumpió. Los dos guardias estabanforcejeandoconJackparaalcanzarelrellano.Cuandomevio,empezóarugir.
—¡Tehagustado!—insistió—.¡Hasdisfrutadotantocomoyo!Ahrenmesujetóporlacinturay,nicortoniperezoso,meempujóhaciaJack,aunquemiinstinto
megritabaqueecharaacorrerendirecciónopuesta.MihermanomeplantódelantedeJack.—Daleunabuenapaliza,Eadlyn—meordenóAhren.Lemiréun tantoconfundida;penséquese tratabadeunabroma.Perosusojosdestilabanuna
rabiagenuina.Estuve a punto de caer en la tentación. No podía permitirme tomar represalias contra las
personas que me insultaban…, o contra las que criticaban mi vestuario… Ni tampoco podíaretrocedereneltiempoyvolveraldesfileparaamonestaratodoslosquesehabíancomportadomal.Pero,eneseinstante,porunavezenlavida,podíavengarmedealguienquemehabíahechodaño.
YlohabríahechodenoserporlasonrisasocarronaymalvadadeJack;estabadeseandoquelohiciera, como si lo hubiera estado soñando durante días. En su cabeza, los conceptos de sexo yviolenciaestabanestrechamenterelacionados,asíquedarleunosignificabadarleelotro.
—Nopuedo—murmuré.Jackfingióunmohín.—¿Estássegura,cielito?Amínomeimp…Nunca había visto a Ahren darle un puñetazo a alguien.Me asombró tanto como ver a Jack
retorcersededolordespuésdeencajarelgolpe.Ahrengruñóysemirólosnudillos.—¡Quédaño!¡Au,quédaño!—Tellevaremosalhospitaldepalacio—comenté.—Alteza,¿quieresquelellevemosalmédico?Jackapenaspodíacaminarylecostabarespirar.—No.Subidleaunavión,estéconscienteono.
Me acurruqué en la cama deAhren y traté de hacerme un sitio. Tenía aAhren a un lado y aKadenenelotro.Ahrenflexionabalosdedos,amoratadosyrecubiertosdegasasytiritas.
—¿Teduele?—preguntóKaden,másalegrequepreocupado.—Unpoco,perovolveríaahacerlo.Sonreíamihermano,agradecidaportenerleamilado.—Sihubieraestadoahí—dijoKaden—,lehabríaretadoaunduelo.Mereíentredientes.Ahrenlealborotóelcabello.—Losiento,colega,perohapasadotandeprisaquenisiquieralohepensado.Kadensacudiólacabeza.—Tantosañosdeclasesdeesgrimaparanada.—Siemprehassidomejorespadachínqueyo—dijoAhren.Ostenentróeneldormitoriosintansiquierallamaralapuerta,conelteléfonopegadoaloído.—¡Haberpracticadomás!—replicóKaden.Ostenaterrizóenlacamasindejardeparlotearporteléfono.—Sí,sí.Deacuerdo,unmomento—dijo;tapóelauricularymedijo—:Eady,¿dedóndeeraese
talJack?Tratédevisualizarsuformulariodeinscripción.—Paloma,creo.Kadenasintió.—EradePaloma.—Genial —murmuró Osten, y prosiguió con la conversación telefónica—. ¿Lo has oído?
Estamosencontacto.Colgólallamadayguardóelteléfonomóvilenelbolsillo.Todosleestábamosobservandoen
silencio.—Encondicionesnormales intentaría impedir loqueestás tramando,peroestaveznisiquiera
quierosaberlo.—Eslomássensato.Miré ami alrededor, a todosmis hermanos. Se preocupaban pormí, y eran tan listos como
traviesos.Muchasvecesmeenfadabaconellospornosermayoresqueyo,porobligarmeaasumirunpapelquejamáshabíaansiado.Esanoche,quizáporprimeravez,medicuentadequelesqueríadeformaincondicional.Kadenmeestabaayudandoadistraerme,AhrenmehabíadefendidoacapayespadayOsten…,bueno,éltambiénestabaponiendosugranitodearena.
Osten había dejado la puerta entreabierta, así que cuando papá ymamá pasaron por delante,encontraronatodossushijosjuntos,apretujadosenlamismacama.
Mamáparecíafelizdeveratodasufamiliaasalvo,peropapásequedópálido,casiperturbado.—¿Estáistodosbien?—Unpocoasustados—admití.—Yunpocomagullados—añadióAhren.Papátragósaliva,apenado.—Eadlyn, lo siento mucho. No entiendo cómo consiguió colarse y pasar todos nuestros
controles.Creíquelassolicitudesserevisabanconlupa,ynoteníalamenoridea…Nofuecapazdeacabarlafrase;estabaapuntodeecharseallorar.—Estoybien,papá.Élasintió,peronodijonada.Mamádiounpasoalfrenteytomólasriendasdelaconversación.—Nosgustaríaestablecerciertaspautasydirectrices.Apartirdeahora,quizáseríabuenaidea
ponerteunguardapersonalqueteacompañeatodastuscitas;oeso,oestablecercomonormaquedebenserenzonaspúblicas.
—Ocontratarafotógrafos.Creoqueesotambiénserviría—propuse,ymereprendídenuevopornohaberlopensadoantes.
—Unaideaexcelente,cariño.Noqueremosquecorrasningúnpeligro.—Ahora que lo dices —intervino papá, que ya se había recuperado—, ¿cómo quieres que
procedamos con Jack? ¿Encubrimos el asunto y hacemos como si nada? ¿Presentamos cargosformales?Personalmente,meencantaríapartirlelaspiernas,peroladecisiónestáentusmanos.
Sonreí.—Nadadecargos,perotampocoquierotaparelescándalo.Informemosatodoelmundodela
clasedepersonaquees.Esoserácastigosuficiente.—Sabiadecisión—comentóAhren.Papásecruzódebrazosysopesómipropuesta.—Si eso es lo que deseas, adelante. Me han asegurado que ya está de camino a casa, que
podemosdarelasuntoporacabado.—Gracias.
Papárodeóamamáporlacinturaysevolvieron,dispuestosamarcharse.Mamámiródereojoatodossusretoñosantesdeirse.
—Por cierto—dijo papá,mirándonos por encimadel hombro—, aunque entiendopor qué ledejaste ahí tirado sin comprobar si había recuperado el conocimiento, no olvides que, si hubieraperdidolavida,lascosassehabríanpuestomuymuyfeas.
Contuvelarisa,perosabíaquemimiradameestabadelatando.—Deacuerdo.Novolveráaocurrir.Nadieserádesterradodepalaciodemalamanera.—¡Ymáscombatesconespadas!—gritóKaden.Ahrenyyonosechamosareír,peronuestrospadresmenearonlacabeza.—Buenasnoches.Noosquedéisdespiertoshastatarde—avisómamá.Y,aunqueesanohabíasidonuestraintención,alfinalacabamoscharlandohastaaltashorasdela
madrugada.MequedédormidaabrazadaaKaden,conelbrazodeAhrenbajomicabezayconOstenagarradoaunodemispies.
Aldía siguienteme levantéaprimerahorade lamañana,bastantemásprontoque losdemás.Contempléamishermanos,amisprotectores.LaEadlynhermanadeseabaquedarse,perolaEadlynprincesadebíaprepararseparaunnuevodíaenpalacio.
Capítulo20
Por lamañana,mientras tomábamos el desayuno, repasé a cada uno de los pretendientes.Queríaaveriguarsi,entreaquelloschicos,podíahaberunsegundoJack.Nodejabadepensarque,sihubieraprestadomásatencióndurante losprimerosdíasdeconcurso,quizámehabríadadocuentadequeaquelmuchachoeraunpocoraro.
Luegoobservéaloscandidatosquehabíaconocidounpocomásafondo,comoHaleyHenri.AgradecílapresenciadeErikylleguéalaconclusióndequenopodíapermitirqueunsolochicomehicieradudardetodoslosdemás.Y,además,nopodíapermitirmetenermiedo.
Asíquerespiréhondo,recuperélacomposturayrecordéquiénera.Nadieapoyaríaaunareinaconmiedo.
La hora del desayuno estaba a punto de tocar a su fin;me levanté para llamar la atención detodoslospresentes.
—Caballeros, tengounasorpresaparavosotros.Por favor,dentrodequinceminutos, reuníosconmigoenelestudioparaunjueguecito.
Algunos se rieron, otros aplaudieron, pero ninguno sabía la sorpresa que les aguardaba.Mesentíunpococulpable.Abandonéelsalónantesqueelrestoparacerciorarmedequeestabaperfectaparalascámaras.
Poco después, los pretendientes empezaron a llenar el plató. El decorado les dejó un pocoaturdidos. Me senté al frente, como si fuera una maestra de colegio; cada uno de ellos tenía untabureteasignadoy,sobreél,unapizarrablanca,unrotuladoryunaetiquetaenormeconsunombre,clavaditaalaquehabíavistoenalgunosconcursostelevisivos.
—¡Bienvenidos,caballeros!—anuncié—.Porfavor,tomadasiento.Lascámarasyaestabangrabando,capturandolassonrisasnerviosasyexpresionesdeconfusión
delospretendientesmientrasbuscabansutabureteyseponíanlaetiqueta.—Hoy os vamos a someter a un examen sorpresa sobre Illéa. Hablaremos de historia, de
relaciones exteriores y de política doméstica. Si la respuesta es correcta, una de las doncellas—expliqué,yseñaléalasseñoritasdeuniforme—,ospondráunapegatinadoradaenelpecho.Perosiesincorrecta,recibiréisunacruzdecolornegro.
Loschicosserieronporlobajo,ansiososyemocionados,yconlamiradapegadaenlascestasdepegatinas.
—Noos preocupéis, será divertido.Pero estoy segura de que esta informaciónme ayudará adecidir mi próxima eliminación. Equivocarse en la mayoría de respuestas no se traducirá en unaexpulsión automática…, pero estaré muy atenta —bromeé, y les señalé con el dedo—. Primerapregunta—anuncié—.¡Ymuyimportante!¿Cuándoesmicumpleaños?
Oívariascarcajadas;muchoscandidatosagacharonlacabezaygarabatearonsurespuestaenlapizarra.Advertíquealgunosestirabanelcuelloparaintentarleerlafechaqueescribíaelcompañero.
—Deacuerdo,levantadlaspizarras—ordené,ymiréboquiabiertatodaslasfechas.
Kile,porsupuesto,sabíaqueerael16deabrily,aunquemuchoslecopiaronlarespuesta, tansolounpuñadodeellossabíaelañodeminacimiento.
—¿Sabéis qué?Voy a hacer una excepción; todo aquel que haya acertado elmes, recibirá unpuntopositivo.
—¡Deacuerdo!—exclamóFoxconalegría.LodgeyCalvinsedieronunapalmaditaenlaespalda.Lasdoncellascruzaronelescenariocon
lasetiquetas; loschicosqueobtuvieronunacruz sepusierona llorar cómicamente,yaceptaron laetiquetasinenfurruñarse.
—Ahoravieneunapreguntaconmultitudderespuestasposibles.Envuestraopinión,¿quiéneselmayoraliadodeIlléa?
Algunos adivinaron la respuesta correcta: Francia, Italia y Nueva Asia. Henri escribió«Swendway»convariossignosdeexclamación.
La pizarra de Julian tenía varias flechas señalando hacia arriba y la palabra «YO» escrita enmayúsculas.
Leseñalé:—¡Espera,espera,espera!¿Quésignificaeso?—pregunté,tratandodecontenerlarisa.Conunasonrisadeorejaaoreja,élseencogiódehombros.—Sencillamente,creoquepodríaserungranamigo.Sacudílacabeza.—Quéridiculez—espeté,peronosonóareproche.Unadoncellaalzólamano.—Entonces,¿semereceunacruzo…?—Oh,¡unacruz,desdeluego!—aseguré,ytodosloschicossepusieronareír,inclusoJulian.ElpaísfuerebautizadocomoAugustIlléaporeltipoqueayudóapapáaerradicarlasfuerzas
rebeldes; todos conocían los acontecimientos de la CuartaGuerraMundial. Llegamos al final delconcursoymealegródescubrirquelamayoríademispretendientesestabaaldíadenuestrahistoria.
—Aver.¿Quiéntienemásetiquetasdoradas?Lasdoncellasmeayudaronacontar lospuntospositivos, locual fuemuyeficaz,pueshabían
sidoellasquienesloshabíanrepartido.—Haletieneseis.AligualqueRaoulyEan.¡Bravo,caballeros!Aplaudíytodosmesiguieron,hastaquesepercatarondeloqueveníadespués.—Deacuerdo,yahora,¿quiénsehaganadomáscruces?De inmediato, todas las doncellas señalaron un rincón oscuro, donde el pobre Henri estaba
cubiertodepegatinasnegras.—¡Oh,no,Henri!—lamentéconunacarcajada;noqueríaquepensaranquemetomabaeljuego
demasiadoenserio.Adecirverdad,teníalaesperanzadepodereliminaraalguientraselconcurso,perosabíaquela
falta de información de Henri estaba justificada; tan solo llevaba un año viviendo en el país y,además,eramásqueprobablequehubieramalinterpretadoalgunasdelaspreguntas.
—¿Quiénmás?BurkeeIvan…Bueno,tampocoesunacatástrofe.Habíanfalladovariasrespuestas,pero,aunasí,sehabíanganadotrespuntosdoradosmásque
Henri.AlmenoseljuegosirvióparaconfirmarmifaltadeinterésporIvan.—Graciasatodosporhaberparticipado.Guardarétodaestainformacióny,quiénsabe,quizáme
sirva para hacer una criba y eliminar a algunos pretendientes durante las próximas semanas.¡Enhorabuenaporsertaninteligentes!—felicité,ylesdediquéunsonoroaplauso.
Los pretendientes también se felicitaron, dándose palmaditas en la espalda, estrechándose lamano,ypocoapocolascámarassefueronapagando.
—Antesdedespedirnos,caballeros,tengounaúltimapreguntaparavosotros;yestárelacionadaconlahistoriamásrecientedeIlléa,asíquemásosvaleacertarla.
Losnerviosestabanaflordepiel,ytodosempezaronamurmurar,preparándoseparaelreto.—Sisabéislarespuesta,nodudéisengritarla.¿Listos?¿Cuándoseconsideraaceptableponerme
lasmanosencimasinpedirpermiso?Miréacadaunode los seleccionadoscondetenimiento.Semiraronperplejosy sin saberqué
decir.Halefueelúnicovalientequeseatrevióacontestar.—Nunca—contestó.—Respuesta correcta. Os aconsejo que lo tengáis siempre presente. Jack Ranger ha sido
expulsadodepalacio; sehamarchadoconunpuñetazoen lanarizdeAhren,humillado.Sialgunointentatocarmesinmiconsentimiento,serácastigado.¿Haquedadoclaro?
Elestudioquedóensilencio.—Melotomarécomounsí.Memarché,confiadaenquemispalabrashubierancaladohondo.Eljuegohabíaacabado.
Después del almuerzo,me extrañó que papá no estuviera en el despacho.Llegar tarde no eratípicodeél.AsíquecuandolaseñoritaBrycellamóalapuerta,meencontrósola.
—Alteza—saludó—,¿supadretodavíanohallegado?—No.Noséquéasuntoletendráentretenido.—Hmm —murmuró, y echó un vistazo a la pila de papeles que sujetaba entre los brazos,
pensativa—.Necesitohablarconél.Aveces,laseñoritaBryceparecíaunajovencita.Eramayorqueyo,porsupuesto,perotampoco
era de la edad de papá.Era unamujer impredecible.Nome era antipática, nimuchomenos, perosiempremehabíallamadolaatenciónquefueralaúnicamujerconlaquepapáaceptabatrabajar.
—¿Puedoayudarteenalgo?—ofrecí.Bajólamiradaylomeditó.—Noestoyseguradequesupadrequieraqueestainformaciónsedivulguedemasiado,asíque
creoqueno.Losiento.Esbocéunasonrisaeintuíqueestabadiciendolaverdad.—Ningún problema. Señorita Bryce, ¿puedo hacerte una pregunta? Eres una mujer lista y
cariñosa.¿Porquénotehascasadonunca?Ellanopudoocultarunasonrisa.—Estoycasada.¡Conestetrabajo!Significamuchoparamíy,laverdad,prefierocumplirconél
queencontrarunmarido.Puselosojosenblanco.—Amén.—Sé que me entiende. Los únicos hombres que veo a diario son los demás consejeros, y,
sinceramente, nome apeteceríamantener una relación amorosa conningunode ellos.Así quemecentroenmitrabajo,yyaestá.
Asentí.—Ylorespeto.Lamayoríadelagenteasumequeunamujernopuedeserfelizsinunmarido,
sinunoshijos,pero,enmiopinión,parecessatisfechacontuvida.Encogióloshombros.—Aveceslopienso.Quizáalgúndíaadopteuncrío.Creoquelamaternidadestodounhonor.Y
notodoelmundolosabehacer.Aqueltonodeamarguramehizopensarsiseestabarefiriendoasupropiamadre,peropreferí
nohurgarenlaherida.—Losé.Ymesientoafortunadaportenerunamadretanmaravillosa.Ellasuspiró.—Sumadreesunejemplopara todos.Enciertomodo,cuandoeraniña, fuecomounamadre
paramí.Aprendímuchísimodeella.Entrecerrélosojos.—Vaya,nosabíaquellevabastantosañosviviendoenpalacio—musité.Tratéderecordarunaépocaenquenolahubieravistomerodeandoporlospasillosdepalacio.
Aunque lociertoeraque,hastaquenocumplí los treceyempecéacolaborarconpapáenciertosasuntos,nuncamefijéensusconsejeros.Asíque,alomejor,nohabíareparadoensupresencia.
—Sí, alteza. Llevo aquí casi tanto tiempo como usted —contestó entre risas—. El adjetivo«generosos»sequedacortoparadescribirasuspadres.
Dieciochoañoseramucho tiempoparanoperderunpuestode trabajoenpalacio, sobre todocomo consejero. Papá solía relevar a lamayoría del personal de palacio cada cinco u ocho años,basándosesiempreenrecomendacionesyenelánimodelpaís.Entonces,¿quéteníalaseñoritaBryceparaconservarsutrabajodurantetantotiempo?
Estudié a aquellamujer; se retiróunmechóndepelodetrás de la oreja ydibujóuna sonrisa.¿Papásenegabaasubstituirlaporqueeraatractiva?No.Mesentímalporhaberpensadoquepodríasertansuperficialyegoísta.
—Bueno,sientonopoderayudarte.Lediréapapáquehaspasadoporaquí.—Gracias,alteza.Noesurgente,asíquenohayprisa.Quetengaunbuendía.—Tútambién.Semarchó no sin antes despedirse con una elegante reverencia.Mequedémirando la puerta,
meditabunda;sentíacuriosidadporesamujer.Alparecer,meconocíadesdequeeraunaniña,peronuncamehabíapercatadodeello.Mecentrédenuevoenmispapeles.EntrelaSelecciónyeltrabajo,nopodíaentretenermecontonterías,niconlaseñoritaBryce.
Capítulo21
Esanoche,lacenafueagradable.LospretendienteshabíantomadonotayhabíanaprendidodelerrordeJack.Cuandoentré, todosirguieronlaespalday,alpasarpordelantedeellos,nohuboningunoque no asintiera con la cabeza en señal de respeto. Tenía la sensación de que, por fin, habíarecuperadoelcontroldelasituación.
Papá también parecía un pocomás tranquilo, aunque sabía que, en el fondo, seguía inquieto.Ahrenseinclinósobrelamesay,conaireconspiratorio,meguiñóelojo.LoquehabíapasadoconJackhabíasidoterrible,pero,almenos,habíaservidodealgo.
Papámehabíasugeridoqueprobaraaentablarconversaciónconlosseleccionadosdurante lacena,peromeparecíapococortéspormiparte.Además,nomeveíacapazdeponerlesentalaprieto,almenosnodeformanatural.Sabíaque,apesardelosucedido,todalanaciónesperabaquesiguieraconlaSelección.Barajémisopciones…
Deloschicosquequedaban,Eaneraelquemásmeintimidaba.Noporquesospecharaquefueraviolento, sino por esa aura de orgullo y calma que le rodeaba; ni siquiera un terremoto podíadesestabilizarle.
Quizá salir y coquetear con élme ayudaría a dominar elmiedo.Era imposible que fuera taninsensiblecomoparecía.Deberíaorganizarunacitaalairelibreyasegurarmedequehubieraalgúnfotógrafoporahícerca.
Comosimehubieraleídolamente,eneseprecisoinstante,Eanmemiró.Tratédedisimularyfingíestarbromeandoconmihermano.
MefijéenKaden,queestabaleyendounperiódicopordebajodelamesa.—¿Dequévaelartículo?—pregunté.Mi hermano contestó sin apartar lamirada del artículo; al parecer, necesitaba leerlo antes de
acabarlacena.—SobreunactobenéficoqueseestácelebrandoenMidston.Estánrecaudandodineroparaque
unachicapuedamatricularseenunaescueladearte.Tienemuchotalento,peronopuedepermitirselosestudios.Diceque…,espera.Ah,aquíestá:«ProvengodeunafamiliadeTreses.Aunquelascastasyanoexisten,elloscreenqueestudiararteesalgoindigno.SiemprelesrecuerdoquelareinanaciócomounaCinco,yqueesbrillante.Senieganapagarme lamatrícula,yporesopidoayuda,paraperseguirmissueños».Fíjateensuscuadros.Noestánnadamal.
Habíacrecidorodeadadeartey,porlotanto,loapreciabamuchísimo.Aunquesuobranoerademigustopersonal,eraevidentequeteníaungrantalento.
—Sonbuenos.Quéestupidez.Elobjetivodesuprimirlascastaseraquelagentepudieraelegirlibremente la profesión a la que se quería dedicar, pero son muchos los que todavía se sientencoaccionados.Escomosinoquisieranquefuncione.
—Establecerunsistemaquepermitaalgonosignificaquelagenteobedezcasinmás.—Obviamente—contestécontonoglacial,ytoméunsorbodeagua.
—Laclaveesconseguirqueloentiendan.¿Teacuerdasdecuandomamánosmostrabaaquellosviejos librosdehistoriaynosexplicabacómoEstadosUnidoshabía redactadoesepapel…—hizounapausaeintentórecordarelnombre—…laDeclaracióndeIndependencia?Graciasaél,elpueblose ganó la libertad de perseguir la felicidad. Sin embargo, las personas que escribieron esedocumentonopodíandarlafelicidad.
Sonreí.—Eresdemasiadolisto.—Melotomaríacomouncumplido,perolasemanapasadatepillaronbesandoaKile.—Oh,ja,ja,ja—meburlé,yresistílatentacióndearrancarlelalengua.—¿VasacasarteconKile?Casimeatraganto.—¡No!Kadensedesternillóderisaytodosloscomensalessegiraronhacianosotros.—Lo retiro —farfullé mientras me mojaba los labios con agua—. ¡Eres un idiota de
campeonato!Melevantéylediuncapirotazoenlaoreja.—¡Au!—Graciasporapoyarme,Kaden.Eresungranhermano.Élsefrotólaoreja,sindejardesonreír.—Esointento.«CasarmeconKile»,pensé.Estabaapuntodeexplotarareír.Siseguíaactuandocondiscreción,
las posibilidades de que pudiera besarme con él de nuevo eran muy, pero que muy altas… Noobstante,nopodíaimaginarmecasadaconél.
Dehecho,mecostabamuchovermecasadaconalgunodeesoschicos.Enrealidad,nomeimaginabaconunaalianzaeneldedoanular…Aminoré el paso y escudriñé sus rostros. ¿Cómo me sentiría durmiendo junto a Hale? ¿O
dejandoqueBadenmeentregaraunanillodepedida?Traté de visualizar esos momentos, pero no pude. Me acordé de algo que Ahren había
mencionado. Algunos de los seleccionados habían preguntado si cabía la posibilidad de que megustaranlaschicas.Quétontería.Sabíaqueesonoera loquemeimpedíaconectarconunchico…Ahora, por fin, había comprendido cuál era ese obstáculo. No era simplemente el deseo de serindependiente;habíaconstruidounmuroamialrededor,ynosabíamuybienporqué.
Muroono,habíahechounapromesa.CuandolleguéaEan,medetuve.—¿SeñorCabel?Élselevantóehizounareverencia.—Sí,alteza.—¿Montasacaballo?—Sí.—¿Tegustaríadarunpaseoacaballomañana?Aquellapropuestaleiluminólamirada.—Claro.—Excelente.Teveomañanaentonces.
Optéporponermeunvestidoymontaralmáspuroestiloamazona.Noeramiposturafavoritaparamontaracaballo,peroasíledaríauntoquedefeminidadalacita.
Cuandosalídelosestablos,Eanyaestabaesperándomeensillandosucaballo.—¡Ean!—llaméalacercarme.Élalzólacabezaymesaludóconlamano.Erauntipoatractivo,eltipodepersonaqueelpaís
esperabaveramilado.Ningunodesusmovimientoseracasualnidistraído.Decidíqueharíacomoél:aparentarseguridadynodejarquelaansiedadpudierainfluenciarme.
—¿Estáspreparada?—preguntó.Nostuteábamos.—Casi.Solonecesitocogermisilla—comenté,yentréenunadelascasetas.—¿Piensasmontarasívestida?Mevolvídegolpe.—Encomparaciónconlamayoríadeloshombresconpantalones,puedohacermuchomásen
diezminutosquetodosellosdurantetodoundía.Élsoltóunacarcajada.—Nolodudo.Butterscotch estabaal fondodel establo, enunacasetaunpocomásampliaque lasdemás.El
caballodelaprincesamerecíaunpocodeespacioybuenasvistas.Preparéamipreciosayegua,ymereunídenuevoconEan.—Sinoteimporta,primerotomaremosalgunasfotografíaseneljardín.—Ah.No,estábien.Sujetamos las riendas de los caballos y los paseamos alrededor del jardín.Vi a un fotógrafo
agazapadoentrelosarbustos,tomandoinstantáneasdelcieloydelosárboles,matandoeltiempo.Alvernos,vinodirectoanosotros.
—Alteza—saludó,ymeestrechólamano—,soyPeter.Creíqueseríabuenaideateneralgunasfotografíasdeustedesdosjuntos.
—Gracias—comentésindejardeacariciaraButterscotch—.¿Dóndenosponemos?Peterechóunvistazoaljardín.—Puedendejarloscaballosjuntoaunárbolyposardelantedelafuente.Quedaránestupendos.SoltéaButterscotchasabiendasdequenoecharíaacorrer.—Vamos—dijeconvozmelosa,ytomélamanodeEan.Élatólasriendasdesucaballoaunaramaymesiguió.Peternoperdióniunsolosegundo.Ean
me sonrió y yo aparté la mirada con aire tímido. Todo aquel numerito quedó documentado enimágenes.Noscolocamosdelantedelafuente,nossentamosalospiesdeunsaucelloróneinclusotomóunpardefotografíasdelantedeloscaballos.
CuandoPeternosaseguróqueteníasuficientematerialparaelreportaje,apuntoestuvedeagitarlosbrazosparacelebrarlo.
El fotógrafo recogió sus cosas bastante rápido, no sin antes revisar la cámara. Miré a mialrededory,talcomosemehabíaprometido,comprobéquenoestábamossolos.Vislumbrévariosguardias de seguridad patrullando por losmuros de palacio, y a un buen número de trabajadorespululandoporlosjardines,arreglandolossenderosylasflores.
—¡Aquí,Butterscotch!—exclamé.Meaproximéaellay,deinmediato,moviólacola.Eaneratodounexpertoenelartedelahípica;mealegrédequefueratanhábilcomomehabía
hechocreer.—Perdóname, pero esa sesión de fotos ha sido puro teatro—opinóEanmientras trotábamos
haciaellinderodeljardín.—Lo sé.Pero si lespermito capturarmomentos sobreactuados, puedodisfrutardemomentos
másprivadosysincerosconmispretendientes.—Interesante.Entonces,¿esaescenitaconKileerasimuladaoprivada?
Sonreíconunapizcadesoberbia.Vaya,erarápido.—Laúltimavezquehablamos,mediolasensacióndequequeríasdecirmealgo—lerecordé.—Yasíes.Quieroserhonestocontigo,peroparaellonecesitoquetútambiénloseasconmigo.
¿Loserás?Lemiréalosojosytitubeé,puesnoestabaseguradepoderofrecerleloquemeestabapidiendo.
Almenosesedía.—Esodepende.—¿Dequé?—Demuchascosas.Nopretendoabrirmicorazónaalguienqueconozcodesdehaceunparde
semanas.Trotamosensilencioduranteunosminutosmás.—¿Platofavorito?—preguntóconexpresiónsatisfecha.—¿Cuentanlasmimosas?Élserioentredientes.—Claro.¿Quémás…?¿Ellugarmáshermosoenquehayasestado?—Italia.Por lacomida,pero tambiénpor lacompañía.Sivienendevisita,nodejesescapar la
oportunidaddeconoceratodoslosmiembrosdelafamiliareal.Sonmuydivertidos.—Meencantaría.Muybien,¿colorpreferido?—Rojo.—Uncolorpotente.Bien.Eanmediounatreguaydejódeinterrogarme.Continuamosnuestropaseoalrededordepalacio.
Fueunmomentodelicioso.Atravesamoslaentradaprincipalylosjardinerosdejarondetrabajarparasaludarnos con una efusiva reverencia. Ean se aseguró de que no podían oírnos para acercar sucaballoalmío.
—Quizámetolapata,perovoyaintentaradivinaralgunascosassobreti.—Adelante—desafié.Élvaciló.—Espera.Paremosaquí.Enlosjardinesquebordeabanelpalaciotansolohabíaunbancodepiedra,esebancodepiedra.BajédeButterscotchdeunbrincoymeacomodéenaqueldiminutoasientojuntoaEan.—Alteza.—Eadlyn.—Eadlyn—repitió.Notéqueletemblabalamandíbula,mostrandoasíunapequeñagrietaensu
armaduradehierro—.Avecesmedalaimpresióndeque,enrealidad,nodeseabasquesecelebraralaSelección.
Norespondí.—Si de veras ansiabas estemomento, quizá estés algo decepcionada, y ahora te veas en una
situación poco agradable. Lamayoría de lasmujeresmataría por tener docenas de hombres a suenteradisposición,perotúhasoptadoporponermuchadistancia.
Sonreí.—Yatelohedicho.Nosueloabrirmeconquienacabodeconocer.Élnegóconlacabeza.—LlevoviéndoteenelReportmuchísimosaños.Parecesestarporencimadealgoasí.Respiréhondo,sinsaberquédecir.—Quierohacerteunaoferta.Quizánolanecesites,pero,detodosmodos,quieropresentartemi
opción.—¿Yquépodríaofrecerunchicocomotúaunafuturareina?
Recuperóeseademándeseguridaddenuevo.—Unasalida.Tirardelhiloeraarriesgado,peromepicabalacuriosidad.—¿Cómo?—Nuncatepresionaré.Nuncaseréunlastreparati.Nisiquieratepediréquemequieras.Sime
escoges,podrásdisfrutardeunmatrimonio librede las restriccionesconvencionales.Conviértemeenturey,ypodrásreinarlibremente.
Mesacudíelpolvodelvestido.—Nuncaserásrey.Élladeólacabezaenungestocómico.—¿Nosoytutipo?Apartélamirada.—Esonotienenadaquever.Seacualseaelhombrequesecaseconmigo,jamásserárey.Seráel
príncipeconsorte,puestoquenadiepuedeostentaruntítulomayorqueelmío.—Tambiénloaceptaría.Apoyélaespaldaenelbanco.—Porpuracuriosidad,¿quétehallevadoahacermetalpropuesta?Eresunchicocarismáticoy
bastanteguapo.Podríasdisfrutardeunmatrimoniollenodefelicidad,loquemellevaapreguntarmeporquétecomprometeríasconalguienquesabes,acienciacierta,quejamástequerrá.
Asintióconlacabeza.—Unplanteamientomuysensato.Enmiopinión,elamorestásobrevalorado.Nopudecontenerunasonrisa.—Vengodeunafamiliamuynumerosa:seishijos.Heaprendidoavivircon lo justo,perono
quierovivirasíparasiempre.Laoportunidaddellevarunavidacómodajuntoaunamujeragradableesmuchomásdeloquepuedoaspiraraconseguirahífuera.
—¿Agradable?—preguntéarqueandounaceja—.¿Yyaestá?Élserioporlobajo.—Megustas.Nuncaescondes tuformadeser.Desdeluego, la ideadecasarmeconunamujer
poderosa,hermosaylistanomeparecedisparatada.Yo,acambio,teofrezcounmododeterminarlaSelección en caso de que no encuentres el chico perfecto para ti. Con el corazón en lamano, lamayoríadeestostíossonunhazmerreír.Túpuedesdarmealgoquejamáshetenido.
Sopesélaproposición.Hastaelmomento,laSelecciónnohabíacumplidomisexpectativas.Lagenteme había abucheado yme había arrojado comida podrida, se había quejado por la primeraeliminaciónysehabíaatrevidoajuzgarmibesoconKile.Y,aunquetodoesonohubieraocurrido,laverdaderaquelaideadecasarmenomeatraíaenabsoluto.Avecesmepreguntabasielegiríaaunode los candidatos sencillamente para hacer feliz a papá. Cada vez que le miraba a los ojos mepercatabadeloagotadoqueestaba.
Queríaapapá.Perotambiénmequeríaamímisma.Yseguramentetendríaqueconvivirconmigomástiempoqueconél.—Notienesquedarmeunarespuestaahora—comentóEan,obligándomeavolveralarealidad
—.Solodigoque,simenecesitas,aquíestoy.Asentí.—No puedo garantizarte que considere tu oferta —espeté, y me levanté—. Por ahora,
continuemosconelpaseo.HacíatiempoquenodisfrutabadelacompañíadeButterscotch.Seguimostrotandoduranteunbuenratomás,aunqueapenascruzamoscuatropalabras.Encierto
modo, me sentí aliviada por no tener que entablar conversación. Algo me decía que Ean habría
agradecidomi silencio.Mepregunté si una relación así podría durar, o si él, al final, se acabaríacansandodeesetipodevida.
Durante ese tiempo me dediqué a estudiarle. Era guapo, un tanto presuntuoso y sincero. Nocontemplabaqueyopudieracensurarsuseguridadensímismo,loquemehacíaintuirqueélnuncamereprocharíanada.Asípues,podríaestarcasadasin«tenerlasensación»deestarlo…
Afindecuentas,Eanpodíaseruncandidatointeresante.
Capítulo22
Poco después di la cita por terminada. Él no protestó, quizá para demostrarme que podía ser elcompañero dócil y sumiso que yo necesitaba. Era, sin lugar a dudas, una propuesta interesante,aunquetodavíaquedabamuchoprocesopordelantey,portanto,erademasiadoprontoparasabersilaaceptaríaano.
El tiempo pasó volando y, antes de que me diera cuenta, ya era la hora de cenar. Dejé aButterscotchensucasetaycepillélasbotasdemontar.Porsuerte,nolashabíaensuciadodemasiado.
—Buenasnoches—suspiréamicaballo,yleregaléunterróndeazúcarantesdevolveracasa.—¡Eadlyn!—llamóalguienencuantocrucélapuertaprincipaldepalacio.EraKile. Estaba charlando conHenri, Erik, Fox yBurke. Les pidió que le esperaran con un
gestoycruzóelpasillocorriendohastaalcanzarme.—Hola—saludóconsuyatípicasonrisatorcida.Parecíaalgonervioso.—¿Quétalestás?—Bien.Heestadohablandoconalgunosdeloschicos,yqueremoshacerteunaproposición.Suspiré.—¿Otra?—¿Eh?—Nada—dije,ysacudílacabezaparaolvidareseúltimocapítuloeneljardín—.¿Meestabais
esperandoparacomentármelo?—Bueno,sí,peroantesqueríapreguntartealgo.—Claro.Kilehundiólasmanosenlosbolsillos.—¿Todovabienentrenosotros?Estrechélosojos.—Kile,supongoqueeresconscientedequenoeresminovio,¿verdad?Serioenvozbaja.—Sí,claroquesí.Pero,nosé…,meencantóenseñartemisdiseños,reírcontigoy,despuésde
enterarmedeloocurridoconJack,quisepasaraverte,asegurarmedequeestabasbien,perotemíquenoquisierashablardeelloconmigo.Enfin,mepreocupabaquetehubierasmolestadopornohabertedichonada.¿Tedascuentadelocomplicadaqueeres?
—Sueloolvidarlo,perotengolagransuertedequetúmelorecuerdascasiadiario—bromeé.Kileestabainquieto.—Aflojaréunpoco.Pero,hablandoenserio,¿todobien?Semordió el labio inferior y tuve que pellizcarme para evitar soñar con esa boca.Me había
prometidoquemeapoyaríaentodomomento,asíquealbergabalaesperanzadepodervolverabesaresoslabiosotravez.
—Sí,Kile.Todobien.Notepreocupestanto.
—Deacuerdo.Acompáñame.Presientoquetevaagustarestaidea.Nos dimos media vuelta y nos dirigimos hacia el grupito de pretendientes que estaba
esperándonos.Henrimebesólamanodeinmediato.—Buenosdíashoy—saludó,sacándomeunasonrisa.—Hola,Henri.Burke,Fox.Buenosdías,Erik.—Alteza—empezóBurke—.Quizánuestrasugerenciaestéunpocofueradetono,perocreemos
quelaSelecciónesunprocesomuyexigenteyarduo.Soltéunarisa.—Noteimaginashastaquépunto.Foxesbozóunasonrisa.—Debedeserunalocura:tenerqueocuparsedeltrabajoademásdeencontrartiempoparacitas
individualesconlospretendientesyparaorganizarfiestas.Pareceagotador.—Asíque senoshaocurridouna idea—anuncióKile—.¿Qué tal siplaneáramosalgo todos
juntosparaestasemana?Eraunaideabrillante.—¡Sí!—exclamé—.Seríafantástico.¿Enquéhabíaispensado?—Podríamos cocinar algo juntos—respondió Burke, que estaba loco de contento. No podía
negarme,aunquenoeraloquemásmeapetecíahacerconellos.—¿Cocinar?—repetíconunafalsasonrisapegadaenlacara.—Vamos—animóKile—.Serádivertido.Resoplé.—Deacuerdo.Cocinar.¿Quéosparecemañanaporlatarde?—¡Genial!—gritóFoxenseguida,comosilepreocuparaquepudieracambiardeopinión.—Bien.Jueves,alasseisenpuntodelatarde.Podemosquedarenelvestíbuloyluegoiralas
cocinas todos juntos.—Aquelloestabadestinadoaserunapesadilla—.Simedisculpáis, tengoquearreglarmeparalacena.
Subíamisaposentosatodaprisa;dudabadequeesacitapudierasalirbien.—Neena—llaméalentrarenmihabitación.—¿Sí,señorita?—¿Podríasllenarlabañera?Necesitounbañoantesdecenar.—Desdeluego.Medescalcé,dejandolasbotastiradasporelsuelo,ymequitéelvestido.Apartededaryrecibir
órdenes,apenashabíamoshabladoúltimamente.Y,aunquemecostabaadmitirlo,meestabaafectandomuchísimo. Mi dormitorio era mi refugio, el lugar donde podía descansar, dibujar bocetos yesconderme delmundo.Neena formaba parte de ese pequeñomundo, y el hecho de que estuvieraenfadadaconmigomehacíasentirmal.
EntréenelcuartodebañoymealegréalverqueNeenahabíaañadidobolsitasdelavandaenlabañerasinhabérselopedido.
—Neena,mehasadivinadoelpensamiento.—Gracias—murmurócontimidez.Memovíaconprudencia,puesloúltimoquequeríaeravolveraenojarla.—¿HastenidonoticiasdeMarkenestosúltimosdías?Ellanopudoocultarunasonrisa.—Sí,justoayer.—¿Qué estudiaba?—pregunté, y me sumergí en aquella bañera de agua templada. Me sentí
mejorcasideinmediato.—Química.Bioquímica,enconcreto—respondió,ybajó lamirada—.Admitoquecuandome
habladeltemautilizamuchaspalabrasquenoentiendo,peropillolaideageneral.—Nopretendía insinuarqueeres estúpida,Neena.Solo sentía curiosidad.Nopenséquepodía
darlugaraequívoco.Bioquímica.Aloírlapalabrasemeencendióunabombillita.Neenasuspiróyarrojómássobrecitosdelavandaalabañera.—Puesnohasonadoasí.—Ahora me codeo con chicos de distintos estratos sociales. A veces no soporto estar en la
mismasalaqueellos.Poresomeintrigabasabercómooslasarreglabaisparaencontrarpuntosencomún,apesardetenertrabajostandiferentes.
Neenasacudiólacabeza.—Con esfuerzo. Pero no es algo que se pueda explicar tan fácil. Hay personas que están
destinadasaestarjuntas.Metumbéenlabañera.Sinohabíaunaexplicación,¿porquéinquietarme?Recordéunavezmás
la oferta de Ean y pensé en la preocupación que había mostrado Kile. También repasé todas laspreguntasdeHale.Mecostabacreercómosehabían torcido lascosas.Yani siquieraentendíamispropiossentimientos.Sabíaqueansiabamiindependencia,ylasimpleideadequeunhombrepudieraintentarhacermitrabajomeparecíainaceptable.Peroluegorecordélascanasdepapá,cadavezmásnumerosas,ymepreguntéhastadóndeseríacapazdellegarparafacilitarlelavida.
Era extraño.Básicamente, todos los candidatospodían ser unaopción factible a la horade laverdad. Y cada uno de ellos podía poner mi mundo patas arriba, lo cual no me gustaba nada enabsoluto. Quería ser la dueña de mi propia vida. Quizá por eso había construido ese muroinfranqueableamialrededor,porquemeaterrorizabaquealguienpudieraatravesarloyarrebatarmeelcontrol.
Sinembargo,almismotiempo,esecontrolpodíaserunamerailusión.Sirechazabaatodoslosseleccionados,¿algunavezconoceríaaunchicoquemehicieraolvidarmedelcontrol?¿Aquiénseloentregaríaporpropiavoluntad?
Meparecíaimposibley,sinduda,noeraunacuestiónquemehubieseplanteadovariassemanasatrás.
Nopodíapermitirmeellujodebajarlaguardia,ymejurénohacerlo.Sinembargo,dudabaquepudieraignorarmuchomástiempocómomehacíansentiresoschicos.
Capítulo23
Estabahechaunmanojodenervios.Habíallegadopuntualalacitaenelvestíbulodelpalacio.Noestaba segura de lo queme había puesto, ¿qué solía llevar la gente para cocinar?No sabía cómoaparentarsertodaunaexpertaenlacocina,nicómodividirlaatenciónentreloscuatropretendientes.
Y,aunqueestabaseguradequetenerunfotógraforevoloteandoanuestroalrededorseríabuenotantoporlapublicidadcomoporlaseguridadpersonal,laideadequealguiendocumentaraesacitanolograbatranquilizarme.
Meatuséunpocoelpeloymeestirélacamisa.Habíaoptadoporunadecolorlisa,porsimemanchaba. El reloj dejaba claro que los chicos llegaban con cuatro minutos de retraso. Estabaempezandoaimpacientarme.
Justocuandoestabaapuntodeenviaraunmayordomoabuscarlos,escuchéelecodesusvocesporelpasillo.Kilefueelprimeroendoblarlaesquina.Burkeibaasulado;enseguidacomprendísuestrategia.Burkepretendíahacerbuenasmigasconelsupuestolíderdelequipo.FoxapareciójuntoaHenri,ambosmuysonrientes.Y,aunospocosmetros, lesseguíaErik,con lasmanosentrelazadasdetrásdelaespalda.Erikeraimprescindible,perointuíaquesesentíaunpocofueradelugar,pueseraelúnicodelgrupoquenoformabapartedelaSelección.
Kilesefrotólasmanos.—¿Preparadaparacomer?—Paracomer,sí.¿Paracocinar?Yaveremos—respondíeintentéocultarmipreocupacióntras
unasonrisa,perocreoqueKilelosospechaba.—Entonces,¿esciertoqueosconocéisdesdequeeraisniños?—preguntóBurke.Fuetanbruscoeinesperadoquenosupequéresponder.—Confíaenmí.Lahasconocidoensumejormomento—contestóKileconsumanaturalidad,y
lediounsuavecodazoenlascostillas.—Es verdad —confirmé—. Tal y como ha dicho Kile en el Report: hasta ahora, nunca le
considerécomounposiblenovio.Esdelafamilia.Todosseecharonareíryfueentoncescuandoreparéenqueeracompletamentecierto.Odiaba
queJosiefueradiciendoporahíqueeracomomihermana,perolociertoeraqueconocíamásaloshermanosWoodworkqueamispropiosprimos.
—Lacocinaestáporaquí—dije,yseñaléelcomedor—.Yaheinformadoalpersonaldequelesocuparemoslacocina,asíque,¡manosalaobra!
Kilenosetragóaquelentusiasmo,peronohizoningúncomentarioalrespecto.Nosdirigimoshaciaelcomedoryrodeamosunapareddivisoria.Juntoa laescalerahabíaun
gigantesco montaplatos que el personal utilizaba para subir bandejas de comida a los pisossuperioresyqueconducíahastalacocinaprincipal.Burkenotardóenalcanzarmeparaofrecermesubrazoyasíayudarmeadescenderlaescalinata.
—¿Quéleapetececocinarestanoche?—preguntó.
Me quedé atónita. Ojalá no se hubiera dado cuenta. Esperaba que alguien se encargara deproponerlasideas.
—Ah,cualquiercosamevabien—dije.—Hagamosvariosplatos—sugirióKile—.Unaperitivo,unplatoprincipalyunpostre.—Esosuenabien—apuntóFox.Erik,quehastaentoncesnohabíamusitadopalabra,asomólacabeza.—Henriyyonosencargamosdelpostre,siosparecebien.—Perfecto—respondióKile.Ajuzgarporelaromaquesalíadelacocina,supusequeestabanpreparandolacenaoficialpara
elrestodelpalacio.Nologrédistinguircadaingredienteentrelosoloresqueflotabanenelaire,perosínotéunsuaveoloraajo.Semeocurrióotromotivomásparaaborreceresacita:tendríaquecenarmástardedelohabitual.
Trasunaspuertasdoblesseextendíaunasegundacocinadetechobajo.Porahípululabanunasdiezpersonas,todasconelpelorecogido,obienocultobajoungorro.Pelabanverduras,removíanenormescazuelasyrepasabanlosaliñosylassalsas.
Peseaqueloscocinerostodavíanohabíanacabadodeprepararelmenúdelacena,tuvieroneldetalledecedernoslamitaddelespacio.
Untipoconunaltísimogorrodechefseacercóanosotros.—Alteza.¿Tendréissuficienteespacio?—Desdeluego,muchasgracias.Yentonceslerecordé.Eraelmismococineroque,semanasatrás,mehabíapresentadosusideas
paralaprimeracenaconjunta.Aqueldíaestabatanenfadadaqueamamánolequedómásremedioqueencargarseelladelaelección.Dehecho,nisiquieraledilesgracias.
Alvertodoeltrabajoquecomportabaunasolacena,mesentíavergonzada.—¿Missäpidäthiivaa?—preguntóHenriconsumaeducación.MiréaErik.—Perdóneme,señor,pero¿dóndeguardáislalevadura?FoxyBurkenopudieron contener la risa.Recordé algoqueErikmehabía confesadoyque,
además,estabaescritotoscamenteensusolicitud:eracocineroprofesional.ElchefhizoseñasconlasmanosyHenriysuintérpretelesiguieron.Eraevidentequenuestro
chef estaba emocionadísimo por compartir su territorio con alguien con amplia experiencia. Losdemáschicos…nolehicierontantagracia.
—Deacuerdo,pues…veamosquéhayenlanevera—decidióFox,que,conademánvacilante,seencaminóhaciaunadelasgigantescasneveras.
Eché un vistazo a los recipientes, perfectamente ordenados; distintas carnes con suscorrespondientesetiquetas,cuatroclasesdistintasdeleche,unsinfíndesalsasyvariosaperitivosquehabíanpreparadoconantelación.Mesentíinútil.
Oíunchasquidoymevolví.Lafotógrafaacababadellegar.—¡Actuadcomosinoestuvieraaquí!—murmuró.Kilecogiólamantequilla.—Siempresenecesitamantequilla—aseguró.Asentí.—Esbuenosaberlo.Burkesefijóenunacosararaquehabíasobrelaencimera.Segiróhaciaelchef:—¿Quées?—Pastafilo.Puedesprepararunadecenadeplatosconella.Derriteunpocodeesamantequilla,
yahoratetraigoalgunasrecetas.
Kilememiróporelrabillodelojo.—¿Ves?—¿Cómoorganizamoslosequiposdetrabajo?—preguntóBurkeconlaesperanzadequeyole
suplicaratrabajarconél.—¿Piedra,papel,tijera?—propusoFox.—Meparecejusto—dijoKile.Fox y Kile fueron los primeros en enfrentarse y, aunque nadie lo dijo en voz alta, todos
supusimosquelosperdedoresformaríanunequipopropio.Kile venció tanto a Fox como a Burke. Fox se lo tomó con filosofía, pero Burke tenía mal
perderynosemolestóniendisimularlo.Losdosescogieronunaperitivo:espárragosenrolladosenuna loncha deprosciutto y todo envuelto en pasta filo.Kile y yo observábamos detenidamente unpollo,tratandodeaveriguarquéhacerconél.
—Ybien,¿cuáleselprimerpaso?—pregunté.—Cociné varios platos con pollo cuando estuve en Fennley, pero necesito una receta como
mínimo.Esoslibrosnosdaránalgunaidea.Nosacercamosalaestantería,queestaballenaarebosardelibrosdecocina.Lamayoríatenía
marcasendiversaspáginas,ytambiénhabíavariaspilasdetarjetitasconmejorasparacadaplato.Mientras Kile hojeaba un libro, empecé a juguetear con los frascos de especias. La cocina
guardabaciertoparecidoconunlaboratoriocientífico,peroconcomida.Abríalgunosfrascosparadisfrutardesuaromaytextura.
—Hueleesto—murmuré.—¿Quées?—Azafrán.Hueledelicioso,¿nocrees?Kileesbozóunasonrisayfuedirectoalíndicedellibroquesostenía.—¡Ajá!—exclamó,ybuscóunapáginaenparticular—.Polloalazafrán.¿Teapeteceintentarlo?—Claro—dije,orgullosademigrancontribución.—Deacuerdo.Polloalazafrán…Loprimeroesprecalentarelhorno.Mequedéahíplantada,observandoimpávidatodoslosbotonesylasruedecillas.Loshornosque
solíatenerlagentedeapienoeranasí,desdeluego;medabalasensacióndeque,sipulsabaelbotónequivocado,aquelmonstruoindustriallanzaríaunsatélite.
Pensamosquesiesperábamoslosuficiente,elcachivacheacabaríapordarnoslasinstruccionesnecesarias.
—¿Necesitamosmásmantequilla?—pregunté.—Cállate,Eadlyn.Elchefpasópornuestroladoybalbuceó:—Ruedecilladelaizquierda,cientocincuentagrados.Kileobedecióyencendióelhorno,aparentandosaberloqueestabahaciendo.MiréaFoxyaBurkedereojo.Burkehabíaadoptadoelpapeldelíderygritabaórdenestodoel
tiempo.Alparecer,aFoxnoleimportaba,yaquesereíayletomabaelpelo,perosinofenderle.Losdossevolvieronvariasvecesparacomprobarquéhacíamos;cuandonuestrasmiradassecruzaban,Burke me guiñaba el ojo. Al otro extremo de la cocina, Erik y Henri trabajaban tranquilos y ensilencio;ErikhacíalomínimoysoloayudabaaHenricuandoesteselopedía.
Henri se había arremangado la camisa y tenía los pantalones manchados de harina; no semolestóensacudírselos,locualmegustó.Eriktambiéneraunpocomanazas,perotampocoparecíaimportarletenerharinaportodoslados.
Kileestabaabsortoenellibrodecocina.—Ahoravuelvo.
—Vale—musitó.Trasdarunpardepasos,leoíllamaralchefenvozbaja.—Tienemuybuenapinta,chicos—dije,ymecoloquéalladodeFox.—Gracias.Laverdadesqueestodecocinaresmuyrelajante.Encasanosuelococinar,ymucho
menosalgoparecidoaesto.Perotengomuchasganasdeaprender—confesóFox,aquienlasmanosletemblabanunpoco.
—Seráelmejorespárragoquejamáshayaprobado—prometióBurke.—Nopuedoesperar—contesté,ymedirigíhaciaelextremodelaencimera.Eriklevantólavistaymesaludóconunasonrisa.—Alteza.¿Quétalvasuplato?—Fatal,paraquéengañaros—admití.ÉlserioentredientesyleexplicóaHenrielpaupérrimoestadodelplatoprincipal.Teníalasmanoscubiertasdeunamasapegajosa;viunoscuencosconcanelayazúcar,esperando
sumomento.—Peroelpostrepromete.¿Tútambiéncocinas,Erik?—Oh, pero no profesionalmente. Vivo solo, así que tengo que cocinar por obligación. Me
encantalacomidatradicionaldenuestratierranatal.Estepostreesunodemisfavoritos.EriksegiróhaciaHenriy,apesardenoentenderunasolapalabra,intuíqueestabanhablandode
comida,porqueaHenriseleiluminóelrostro.—¡Ah,sí!Henriacabadeacordarsedelasopaquetomasiemprequeestáenfermo.Esmuytípica
deSwendwayyllevapatatasypescado.Oh,consolopensarloyaechodemenosamimadre.Sonreíytratédeimaginármelos:Erikensucocina,soloycocinandolasrecetasdesumadre,y
Henri,entrelosfogonesdeunrestaurante,presumiendodesudominiodelosplatosfamiliares.Mepreocupaba que Erik se sintiera como un paria. Se esforzaba por mantenerse al margen de losseleccionados;vestíadiferente,siempresequedabaen laretaguardiadelgrupoe inclusocaminabacon labarbillabaja.Peroalverleahí, interactuandoconHenri—untipo tanagradablequemeeraimposibleecharle—,agradecíqueestuvieraenpalacio.Había traídounpedacitodesuhogarhastaaquí.
Decidídejarlestrabajarenpazyregreséamirincón.Enmiausencia,Kilehabíacogidovariosingredientes.Estabatroceandoundientedeajosobreunatablademadera;teníaasuladouncuencorepletodealgoqueparecíayogur.
—Aquíestás—dijo—.Deacuerdo,machacalashebrasdeazafránydespuésañádelasalcuenco.Tras un momento de incertidumbre, cogí un mortero diminuto que asumí que servía para
machacarazafrányempecéapresionar.Fueextraño,peromesentísatisfecha.Kileseencargódecasitodo el trabajo: bañar el pollo con lamezcla deyogur ymeterlo en el horno.Losdemás equiposseguíanelaborandosusplatosy,alfinal,elpostrefueelprimeroensalir,seguidoporelaperitivo.Elplatoprincipal,delquenosocupábamosnosotros,fueelúltimoenestarlisto.
Alservirelpollo,Kileyyonosdimoscuentadequedeberíamoshaberpensadoenalgoparaacompañarelplato,peroyaerademasiadotarde,asíquedecidimosutilizarelrollitodeespárragocomoguarnición.Todosnosreímosdenuestrafaltadeprevisión.
Loscinconossentamosenelextremodeaquellamesainfinita.YoestabaatrapadaentreBurkeyKile, conHenri justo enfrente.Fox, en cambio,prefiriópresidir lamesa.Erik sehabía alejadounpoco,peroeraevidentequedisfrutabadelacompañía.
Y,adecirverdad,yotambién.Cocinarmeponíadelosnerviosporquenoteníanilamásremotaideadehacerlo.Nosabíacortarlosingredientesnisaltearunasverduras.Además,odiabaelfracasooquedarcomounaestúpida.Perolamayoríadenosotroscarecíadeexperiencia,asíque,enlugardevolversealgoestresante,seconvirtióenunjuegodivertido.Alfinalacabósiendounadelascenas
mástranquilasydicharacherasdemivida.Ni cubertería de plata ni asientos asignados; y, puesto que toda la vajilla de porcelana estaba
utilizándose, optamos por servir la cena en platos sencillos que parecían del siglo pasado.Nomeexplicabacómopodíanseguirahí,asíquesupusequeseríaporrazonessentimentales.
—Bueno, ya que los espárragos iban a ser el aperitivo, creo que deberíamos degustarlosprimero—sugirióKile.
—Vale—comentóBurke,quepinchóelespárragoylediounmordisco.Todoshicimoslomismo,aunquelasopinionesfuerondiferentes.Henriasintióconaprobación,
pero,desdemipuntodevista,aquelrollitodeespárragoeranauseabundo.AjuzgarporlamuecaqueFoxtratódedisimular,adivinéqueelsuyoeraigualdeasqueroso.
—Esto…eslopeorqueheprobadoentodamivida—balbuceó,tratandodetragarseelbocado.—¡El mío está bueno!—replicó Burke un tanto a la defensiva—. Quizá es porque no estás
acostumbradoacomerplatosdetanbuenacalidad.Foxagachólacabeza.Fueentoncescuandodedujealgoquejamásmehabríafigurado:Foxera
pobre.—¿Puedoprobarunbocadodetuplato?—lesusurréaHenriehiceungestoconlasmanos.No
necesitólaayudadeErikparaentendermipregunta,yesomealegró.—¿Perdona? —respondió Fox en voz baja. Fingí no oírle; el espárrago de Henri estaba
delicioso—.¿Yquiéndicequenoesporqueeresmalcocinero?—Bueno,sihubieratenidounmejorcompañero—espetóBurke.—¡Eh,eh,eh!—intercedióKile—.Esimposiblequevuestroplatosepapeorqueelnuestro.Mereíentredientesenun intentoderomperaquellarepentina tensión.LarabiadeBurkecasi
podíapalparseyrecéporrecuperarlacomodidaddelinicio.—De acuerdo—dije tras un suspiro—.Creo que lo primero que debemos hacer es cortar el
polloporlamitadparaasegurarnosdequenoestécrudo.Osjuroquenopretendomataranadie.—¿Dudasdemí?—preguntóKile,ofendido.—¡Porsupuesto!Conciertomiedo,probéunbocado…ymegustó.Noestabacrudo;dehecho,laspartesqueKile
nohabíacubiertodeyogurestabanunpocosecas.¡Perosepodíacomer!Teniendoencuentaquesolohabíacolaboradoenunapartedeltrabajo,quizámeexcedíalcelebrarmivictoria.
Cenamos y compartimos los rollitos de espárrago que sabían mejor, aunque sabía que losretortijonesnotardaríanenllegar.
—¡Estoylistaparaelpostre!—exclamécuandohubeacabado.Henrisoltóunarisitayfuealotroextremodelarepisa,dondeseestabaenfriandoelpostre.Con
suma cautela y utilizando tan solo las puntas de los dedos, colocó todos los pastelitos sobre unabandejadeporcelana.
—Es korvapuusti —anunció. Después me cogió de la mano y entonó un discurso muyimportante;lebrillabanlosojos.Enesemomentohubierapagadoporpoderentendersuidioma.
Cuandoacabó,Eriksonrióysevolvióhaciamí.—KorvapuustiesunadelasrecetasfavoritasdeHenri.Leencantaprepararlaydegustarla.Dice
quesinoesdesuagrado,alteza,puedeenviarleacasaestamismanoche,puestoqueestáconvencidodequesurelaciónnosobreviviríasinoseenamoradeesteplato.
Foxsedesternillóderisaalvermicaradeasombro,peroHenriasintió,confirmandoasíloquesuintérpretehabíadicho.
Respiréhondoycogíunodeesosdelicadospastelitos.—Vamosallá.Enseguidadistinguílacanela.Tambiénnotéunligerosaborapomelo…,perosabíaquenoera
eso.Eraunpostredulzón,peronadaempalagoso; sin embargo,másqueuna receta fantástica, eraobvioqueloquesucedíaeraqueaquelpostrelohabíapreparadounchef fantástico.Henrisehabíaentregadoalmáximo.Ysabíaque,enparte,lohabíahechopormí…,perosobretodoporélmismo:nopodíapermitirsecocinaralgoquenofueraincreíble.
Henrimehabíadeslumbrado.—Esperfecto,Henri.Losdemáschicossemetieronelpostreenteroenlabocayemitieronungruñidodesatisfacción.—Mimadresemoriríaporprobarlo.¡Esmuygolosa!—dije.Kilepusolosojoscomoplatos.Sabíaqueamamálospostreslavolvíanloca.—Estáexquisito,Henri.Habéishechounbuentrabajo.Tútambién,Erik.Elintérpretenegóconlacabeza.—Apenasheayudado.—¿Estabaamañado?—preguntóderepenteBurke,conlabocatodavíallena.Todoslemiramos
un tantoconfusos—.Aver,amísemeocurre la idea,Henrinosconvenceparaparticiparyacabadejándonosenevidencia.
Empezóaponerserojoy,unavezmás,elambientevolvióatensarse.Foxlediounasuavepalmaditaenelhombro.—Cálmate,tío.Noesmásqueunrollitodecanela.Yactoseguido,Burkecogióelpastelitoyloarrojócontralapared.—¡Lohabríahechomuchomejorsinohubierasmetidolapatatantasveces!Foxhizounamueca.—Eh,erastúelqueestabaahíparloteandosobreloatractivaqueeraenlugardevigilar…Pero Fox no pudo finalizar la frase: Burke le asestó un puñetazo en la nariz. Me quedé
petrificada.Foxarremetiócontraély,cuandoBurkequisodevolverleelgolpe,meempujóymetiróalsuelo.
—¡Basta!—exclamóKile, que saltó por encima demí para sujetar aBurke.Henri empezó agritarleaFoxenfinlandés.
TraselincidenteconJack,sentíelimpulsodelevantarmeydevolverleelguantazo.Nadieibaahacermedañoeirsederositas.Y,lohabríaintentado,denoserporunacosa.
Erik,elsilenciosoobservador,sedeslizóporencimadelamesayaterrizóamilado.—Venga—murmuró.No me gustaba obedecer órdenes, la verdad, pero lo dijo tan angustiado que le seguí sin
rechistar.
Capítulo24
Erikmecondujorápidamentehacialasescalerasyluegohaciaelcomedor.Todoelpalacioestabadisfrutandodelacena,asíqueenlasalahabíabastantebullicio.
—¿Eadlyn?—llamópapáalverme,peroErikme instóa seguircorriendo;nosécómo,peroadivinóquenosoportaríaquedarmeahí.Tansoloparócuandoalcanzamoselpasillo.
—Perdón,oficial.Variosseleccionadossehanenzarzadoenunapeleaenlacocina.Hanllegadoalasmanosyestoysegurodequeiráamás.
—Gracias—respondióelguardia,quehizoungestoadosdesuscompañerosysaliódisparadohacialasescaleras.
Meabracélacintura,entreasustadayfuriosa.Consumacaballerosidad,Erikapoyóunamanoenmiespaldaymeguioporellaberintodepasadizos.Oíquemispadresmellamaban,peroenesemomentonomeveíacapazderespondersuspreguntas.
Aminoróelpasoy,envozbaja,mepreguntó:—¿Adóndequieresir?—Amihabitación.—Tesigo.Enningúnmomentometocó,salvoporunaligeracariciaenlaespaldaenunaocasión,loque
mehizodarmecuentadequehabíamantenido lamanoapocoscentímetrosdemiespalda todoeltiempo,porsiacaso.EmpujélapuertademihabitaciónyviaNeenadentro,sacandobrilloalamesademaderaconunvaporizadorconaromadelimón.
—¿Señorita?Alcéunamano.—Quizálesientebienunatazadeté—propusoErik.Neenaasintióysaliódeldormitorio.Mesentéalospiesdelacamaeinspiréhondo.Eriksequedóahídepie,tranquiloyensilencio.—Nuncahabíapresenciadoalgoasí—confesé.Searrodillófrenteamí,paraestaramimisma
altura—. Mi padre jamás me ha puesto la mano encima, y siempre nos ha enseñado a buscarsolucionespacíficasanuestrasdiferencias.Kileyyodejamosdepelearnosantesinclusodeaprenderahablar.
Alrecordarlosemeescapóunasonrisa.—AhíabajoherevividoelepisodioconJack.Burkemeha tiradoalsuelo.Estavezpretendía
hacérselopagar,peroentonceshecaídoenlacuentadequenotengoniideadecómohacerlo.Erikesbozóunasonrisa.—Henri siempre dice que cuando uno está furioso, lamirada cobra lamisma fuerza que un
puñetazo.Noeresvulnerable.Agachélacabezaypenséentodaslasvecesquemehabíarepetidounayotravezquenohabía
nadieenelmundotanpoderosocomoyo.Yhabíapartedeverdadenello.PerosiJackmehubiera
acorraladoenunrincónoBurkemehubieraamenazadoconsuspuñosdeacero, lacoronanomehabríaservidodenada.Podíacastigar,desdeluego,peronopodíaprevenir.
—Unaagresión,deunhombreodeunamujer,esunaseñaldedebilidad.Laspersonascapacesderesolverunproblemamediantelapalabrasemerecentodosmisrespetos—declaró.Mefijéquesusojoshabíanviajadoaotraépoca—.Quizáporesolalenguaestanimportanteparamí.Mipadresiempresolíadecir:«Eikko,laspalabrassonarmas.Sontodoloquenecesitas».
—¿Ayco?—pregunté.Esbozóunasonrisa,untantoavergonzado.—E-I-K-K-O.Comoyaledije,Erikeslomásparecidoeninglés.—Megusta.Deveras.Centrósuatencióndenuevoenmí;sefijóenmisbrazos.—¿Estáherida?—Ah…,bueno,creoqueno—dije.Medolíaunpocoeltrompazo,peronadaimportante—.No
puedocreerlorápidoquehapasado.—Nopretendojustificaraningunodeellos,hasidounactoinaceptable,perolesoigohablar,y
estánestresados.Todosquierenimpresionarla,peronotienenlamásremotaideadecómohacerlo.Algunos traman sabotear a otros pretendientes sin que los pillen. Un puñado de pretendientesaprovechacadaminutodesutiempolibreparahacerejercicioyasíserfísicamentesuperioresalosdemás.Sesientenmuypresionados,yquizáporesemotivoBurkehaexplotado.Peroesonodisculpasucomportamiento.
—Lamentoquetengasquepasarportodoeso.Élencogióloshombros.—Nopasanada.NosuelodespegarmedeHenri,quehahechobuenasmigasconKile,ytambién
conHale.Me gusta su compañía. No piense que quiero influir en su decisión final, perome danmuchaconfianza.
Sonreí.—Creoquellevasrazón.Aunque todavía nomehabía reunido a solas con todos los candidatos, sabía queHale era un
buenchico.Yestanoche,alveraHenritanemocionadoconsupostre,conesapartedesuvida,pudevislumbrar al hombre que se escondía tras esa mirada tan penetrante. Y Kile…, en fin, no podíadescribiraKile,peroeramejorcompañerodeloquejamáshabríaimaginado.
—¿Te importaría decirle aHenri demi parte que el postre estabamaravilloso? Sé cuánto leimportasutrabajo,yadmirolapasiónquelepone.
—Loharéencantado.Extendílamanoyéllaaceptó.—Muchísimasgracias.Estanochetehasjugadoelcuellopormí,ynosabescuántoagradezco
queestuvierasahí.—Eslomenosquepodíahacer.Ladeélacabezayloobservé.Notéquealgoacababadeocurrir,peronopudeidentificarelqué.Sin conocerme, Erik había acertado en todas sus decisiones. Impidió que empeorara una
situación ya de por sí peligrosa, se ocupó de que no perdiera el control de mis emociones ypermanecióamilado,escuchandomispreocupacionesydándomesabiosconsejos.Teníaadecenasdepersonasamiservicio,dispuestasahacertodoloquelespidiera.
Meresultógraciosoque,asulado,nohubieranecesitadollamaranadie.—Noloolvidaré,Eikko.Nunca.Aloírsunombreoriginal,advertíunatímidasonrisaymeapretólamanoligeramente.RecordélaimpresiónquetuvetrasmiprimeracitaconHale.Aldespedirmedeél,sentíqueme
habíaarrancadovariascapasdepielyhabíaconocidoamiverdaderayo.Enestaocasión,mevialotro ladode la barrera: olvidé el rango social quenos separabay el protocolodepalacio y vi elcorazóndeunapersona.
Yelsuyoerahermoso.Neenaregresóconunabandejaentremanos.Erikseparósumanodelamía.—¿Estábien,señorita?—Sí,Neena—contesté,ymepuseenpie—.Unospretendientessehanpeleadoenlacocina,pero
Erikmeha sacadode ahí sanay salva.Estoy seguradeque losguardiasmeexplicarán enseguidacómohaacabado.Hastaentonces,todoloquenecesitoestranquilizarme.
—Una infusión le sentará demaravilla. Le he preparado una camomila; ahora le traigo algocómodo—dijo.Yasí,sinmás,meplanificólanoche,cosaqueagradecímuchísimo.
Me volví hacia Erik, que estaba junto a la puerta. Realizó una pomposa reverencia antes dedespedirse.
—Buenasnoches,alteza.—Buenasnoches.Sedesvanecióenunabrirycerrardeojos.Neenameacercólainfusión.Loquemeextrañófue
notenerlasmanosfrías.
Unahoramástarde,mereuníconmamáypapáeneldespacho,paradiscutirsobrelosucedido.—El señor Fox está bastante magullado —informó un guardia—. El señor Henri trató de
disuadir al señor Burke, pero le fue imposible. Tanto el señor Henri como el señor Kile tienenarañazosymoratonesentodoelcuerpoporhaberintentadosepararlos.
—¿Podríassermásespecífico?—pregunté.—ElseñorHenritieneuncardenalenormeenelpechoyuncorteenunaceja.ElseñorKileha
acabadoconel labiopartidoy, aunquenopresentamás cicatrices, tiene el cuerpoentumecidoportratardeconteneralseñorBurke.
—¡Deja de llamarlo «señor»!—ordenó papá—. Burke se marcha de palacio, ¡ahora mismo!¡Foxcorrerálamismasuerte!
—Maxon,piénsalobien.Foxnohahechonada—intercediómamá—.Estoydeacuerdoenquehasidoinapropiado,peronotomesladecisiónporEadlyn.
—¡No!—gritó—.OrganizamoslaSelecciónparacomplaceranuestropueblo,paraquenuestrahijatuvieralaoportunidaddeserfeliz,comonosotros.Y,desdequeempezóelproceso,¡yalahanasaltadoendosocasiones!¡Nopiensopermitirqueesetipodemonstruosmerodeenpormicasa!
Finalizósudiscursoconuntremendopuñetazosobrelamesa;unatazadetéalsuelo.Mequedédepiedra.
—Papá,para—supliquécontemoraempeorartodavíamáslascosas.Me miró por encima del hombro, como si no se hubiera dado cuenta de que mamá y yo
seguíamosenlahabitación.Suavizólaexpresióndeinmediatoydespuésbajólacabeza.Cogióalientoyseaflojólacorbata.Despuéssedirigióalguardia:—Quiero que estudiéis concienzuda y meticulosamente a cada uno de los seleccionados.
Hacedlocondiscreción,porfavor.Tenéispermisoparautilizartodoslosmediosquenecesitéis.Sialgúncandidatoarmóunfollónosemetióenunapelea,aunquefueraenlaguardería,loquierofueradepalacio.
Recuperólacalmaysesentóalladodemamá.—Burkeseva,ynoesnegociable.—¿YquéhaydeFox?—preguntómamá—.Alparecer,noinstigóladiscusión.
Papásacudiólacabeza.—Nolosé.LaideadequeFoxsequede,apesardehaberestadoinvolucradoenunapelea,no
meparecejusta.Mamáapoyólacabezasobreelhombrodesumarido.—Cariño, no olvides que, durante nuestra Selección, yo también me metí en una tremenda
discusión,yfuistetúquiénpermitióquemequedara.Imagínatecómohabríancambiadolascosassihubierasdecididolocontrario.
—Mamá,¿tepeleasteconotraaspirante?—pregunté,perpleja.—Asíes—confirmópapá.Mamádibujóunasonrisita.—Dehecho,sueloacordarmedeesachica.Resultóserencantadora.—Deacuerdo—dijo,yresopló—.Foxpuedequedarse,perosolosiEadlyncreequepodríaser
felizasulado.Posaronsusmiradasenmí.Mesentíaabrumada;seguroquemicaramedelataba.Megiréhaciaelguardia.—Graciasporlainformación.EscoltadaBurkehastalaspuertasdepalacioydecidleaFoxque
hablaréconélenbreve.Ahora,puedesretirarte.Cuandosaliódeldespacho,melevantédelasillaytratédeordenarmispensamientos.—Nopienso hacer ninguna pregunta sobre esa pelea, pero, pormás que lo intento, no logro
entenderporquémehabéisocultadotantosdetallessobrevuestraSeleccióndurantetodamivida,yahora,derepente,mecontáiseste tipodeanécdotas.Yjustodespuésdehaberpasadoporalgoquevivisteisenvuestrapropiapiel.
Sesintieronculpables.—Mamáteconocióantesdeloprevisto—acusé,yseñaléapapáconeldedo—.Tupadreeligió
atodastuscandidatas…Hubierasidotodoundetalleportupartehabermedadounpardeconsejossobrecómoevitarunapelea.
Mecrucédebrazos,cansada.—Te prometí tres meses, y eso es lo que voy a darte —dije, ignorando su mirada de
preocupación—.Concertarécitas,dejaréquelaprensatomefotografíasentodomomentoparaquelosperiódicospuedan llenar suspáginasyhablarédemis avancesdurante elReport. Pero, por lovisto,losdospensáisque,simeimplicoenesto,meenamorarécomoporartedemagia.
Mequedéahídepie,sacudiendolacabeza.—Peroesonovaapasar.Almenos,noamí.—Podría—susurrómamáconsumaternura.—Séqueosestoydecepcionando,peronoesloquequiero.Loschicossonsimpáticos,pero…
algunosme incomodanunpoco,ynosésiseráncapacesdesoportar lapresióndeestecargo.Nopiensocomprometermeporunsimpletitularenlosperiódicos.
Papáselevantódelasilla.—Eadlyn,nosotrostampocoqueremosesoparati.—Entonces,porfavor—yalcélasmanosamododeescudo—,dejaddepresionarmeparaque
meenamore;nisiquieraheelegidoaloscandidatos.Entrelacélasmanos.—La Selección está siendo una experiencia traumática. Me han arrojado fruta podrida en
público,mehanjuzgadoporunbeso.Unodelospretendientesmetocócontramipropiavoluntadyotro me arrojó al suelo. Gracias a todo el esfuerzo que estoy invirtiendo en este proceso, losperiódicosestánhaciendosuagosto,humillándomecadadosportres.
Mispadressemiraronalgointranquilos.
—Cuandoosprometí que ayudaría a distraer a la gente, nopenséquepodría llegar a ser tandegradante.
—Cariño, nunca quisimos hacerte daño —murmuró mamá, compungida, como a punto deecharseallorar.
—Losé.Ynoestoyenfadada.Tansoloquieromilibertad.Y,siestoesloquedebohacerparaconseguirla, lo haré. ¿Queréis un pasatiempo? Yo os lo daré. Pero, por favor, no pongáis tantasexpectativasenmí.Noquierofallarosotravez.
Capítulo25
LlaméalapuertadeFoxconlaesperanzadequeestuvierasumidoenunprofundosueñoynomeoyera.Habíasidounanocheagotadora;loúnicoquequeríaerametermeenlacamayescondermebajolassábanas.
Pero, por supuesto, sumayordomoparticular abrió la puerta.Nohizo falta que el lacayomeanunciara.Foxmevio.
El guardia no había exagerado al decir que había salidomalherido de la pelea. Tenía un ojohinchadoymediacarateñidadedistintastonalidadesdemorado.Tambiénadvertíunvendajeenuncostadodelacabezayalrededordelosnudillosdelamanoderecha.
—¡Eadlyn!—exclamó,yselevantódelacamadeunbrinco.Deinmediato,hizounamuecadedolorysepalpólascostillas—.Losiento.Alteza.
—Puedes retirarte—lemurmuré almayordomo,ymeacerquéaFox—.Siéntate—lepedí—.¿Nodeberíasestarenelhospital?
Sacudiólacabezayvolvióaacomodarseenlacama.—Mehandadolamedicaciónquedeboseguiryhemosconsideradoquedescansaríamejoren
mihabitación.—¿Cómoestás?—pregunté,aunqueeraevidentequeeldolordebíadeserinsoportable.—¿Apartedelasmagulladuras?—respondió—.Humillado.—¿Teimporta?—dije,yseñaléelotroladodelacama.—Claroqueno.Mesentéenelbordedelacama,sinsabercómoempezar.Noqueríaexpulsarleyenviarleacasa
enesemomento,enparteporcaridad.Antesdereunirmeconpapá,decidíecharunúltimovistazoalas inscripciones de Burke y Fox. Descubrí que Fox me había dado muchas pistas sobre su vidafamiliarenelformularioquepresentó.Porunacuestióndeconveniencia,siemprebuscabainteresesmutuosotemasdelosquecharlar,asíque,ensucaso,habíadescuidadodetallesmuyimportantes.
VivíaenClermontytrabajabacomosocorristaenlaplaya,loqueexplicabaesatezbronceadayla cabellera rubia. Intuí que el sueldo no le llegaba paramantener al resto de su familia, aunquetampocolohabíadejadomuyclaroenelpapel.Sumadrenovivíaencasa,peronologréaveriguarsihabíafallecidooseguíaviva.Supadrepadecíaunaenfermedadterminal,demodoquedudabadequepudieracontribuiralaeconomíadoméstica.
Esmás,si lehubieraprestadolamásmínimaatención,mehabríapercatadodeque,desdequeestabaenpalacioycomíacomoeradebido,selehabíansuavizadoaquellospómulostanafilados.Enlafotografíaparecíauncadáver.
Queríaquesequedara,quesiguierarecibiendosuestipendio.Dehecho,inclusodeseéque,antesdeirse,robaraloselementosdecorativosdesuhabitaciónparapodervenderlosensupueblo.
Sinembargo,pedirlequepermanecieraenlaSeleccióneraalimentarsuilusión.—Escuche—empezó—,sidebosereliminadodelproceso, loentiendo.Noquiero irme,pero
conozco las normas.Es solo que…noquieromarcharme con la sensaciónde que la princesameconsideraunchicocomoBurkeoJack.Nomerecuerdecomoalguiendespreciable,¿deacuerdo?
—Noloharé.Teloprometo.Foxapartólamiradayesbozóunasonrisallenadetristeza.—Nohetenidolaoportunidaddedecirle,alteza,todoloquepienso.Meencantaríaaprendera
ganarmealpúblicoasumanera.Esimpresionante.Nuncaolvidarécómolebrillanlosojoscuandogastaunabroma.
—¿Ah,sí?Espera,¿yogastobromas?Élserioentredientes.—Sí. Son comentarios muy sutiles, pero su mirada siempre la delata. Y creo que le encanta
tomarnoselpelo.Comoduranteelconcursodepreguntasdelotrodía.Sonreí.—Fuedivertido.Yestanoche,salvoelfinal,tambiénhasidoinolvidable.—Siemprerecordarélacaraquepusocuandomordióeseespárrago.Apretéloslabios,convencidadequeaéllehabíadisgustadotantocomoamí.Enciertomodo,
mecautivóelhechodeque,apesarde todoelesfuerzo invertido,Foxnosemostraraofendidoomolesto.Loúnicoqueledolíaylepreocupabaeraquelerecordaracomoundonnadiedesalmadoyviolento.
—Fox,voyahacertealgunaspreguntas.Necesitoqueseassinceroconmigo.Si,porloquefuera,creyeraqueestásmintiendo,seacabó.Tendrásunahorapararecogertuscosaseirte.
Selehizounnudoenlagargantay,derepente,lecambiólacara.—Tienemipalabra.Asentí.Lecreía.—Deacuerdo.¿Quépuedescontarmedetupadre?Dejóescaparunsuspiro;noesperabaquelaconversaciónfueraatomareserumbo.—Bueno,estáenfermo,aunquesupongoqueesoyalosabe.Tienecáncer,perolollevabastante
bien. Ahora mismo solo puede trabajar media jornada porque necesita muchas horas de sueño.Cuandocayóenfermo,mimadrenosabandonó,demodoque…Enrealidad,preferiríanohablardeella.
—Estábien.Clavólamiradaenelsueloyprosiguió:—Tengounhermanoyunahermana;nodejandepensarenmamáporqueestánconvencidosde
quealgúndíaregresará,peroyoséqueesonovaaocurrir.Dehecho,siseatrevieraavolver,memarcharía.
—Notienesquehablardeella,Fox,deveras.—Losiento.Cuandovineaquí,penséquelopeorseríaladistancia,peroestabaequivocado.Lo
queverdaderamentemeparteelalmaesverlaconsufamilia—admitió,yserascólacabeza—.Suspadressiguenenamorados, sushermanos lamirancomosi fuerasuparaíso terrenalparticular.Laenvidio.Mifamiliaylasuyasondospolosopuestos.
Apoyéunamanoensuespalda.—No somos perfectos, créeme.Y, por cómo hablas de él, intuyo quemantienes una relación
muyespecialcontupadre.—Laverdadesquesí—susurró,ymemiróporelrabillodelojo—.Nopretendíaponermeasí.
Nosuelohablardemifamilia.—Nopasanada.Tengootraspreguntas.Seincorporóy,alhacerlo,sedoblegódedolor.Apartélamanoyentrecerrélosojos.—Meacabodedarcuentadequequizánosealomásoportunoahoramismo.
Foxdibujóunasonrisa.—Adelante.—Deacuerdo…¿Vinisteaquípormíoparaalejartedeellos?Foxsequedócalladounossegundos.—Ambascosas.Adoroamipadre.Esunpilarfundamentalenmivida.Nomeimportacuidarde
él, lo juro. Pero es un trabajo muy fatigoso. Reconozco que la estancia aquí ha sido como unasvacaciones.Creoquemishermanosempiezanavalorar todo loquehagopor la familia,yesomereconforta.Yluego,bueno,luegoestáusted,alteza—dijomeneandolacabeza—.Yovivoaldía,conlojusto.Vengodeunafamiliadesestructurada.Nohacefaltasermuyastutoparadarsecuentadequesoydelmontón—añadió,yluegosellevóunamanoalpecho;derepente,leasaltólatimidez—.Perollevoobservándolatodamivida.Siemprehecreídoqueesunachicaingeniosa,ademásdebella.Nosésitengolamásmínimaposibilidaddequeestemosjuntos…,peroteníaqueintentarlo.Penséque,siveníaapalacioylaconocíaenpersona,encontraríaelmododedemostrarquevalgolapena.Yentonces, torpedemí,meenzarzoenunapelea—murmuró,y se encogiódehombros—.Asíquepuedoimaginarmecómoacabalahistoria.
Odiabaoíresavozdedecepción.Noqueríaquemeafectaraporquesabíaque,sidejabaqueFoxmeconociera,aquellonoacabaríabien.Nolograbaexplicarmeporqué,peroestabaseguradequesialgunodemispretendientescruzabaesafinalíneadeintimidad,seríauncompletodesastre.Entonces,¿porqué—porqué—nopodíaimpedirlo?
—Tengootrapregunta.—Adelante—respondiódándoseporvencido.—¿Cómoestrabajarenlaplayatodoeldía?Nopudocontenerlasonrisa.—Esmaravilloso. El océano tiene algo queme fascina. A vecesme da la sensación de que,
dependiendodeldía,tieneunhumordistinto.Haydíasenqueelaguaestátranquilaypareceunabalsadeaceite;otros,sevuelvesalvaje.YnosabecuántoagradecíqueenAngelessiemprehicieracalor.Delocontrario,creoquenolohabríasoportado.
—Amítambiénmeencantaeltiempoquehaceaquí,aunquenosueloiralaplaya.Mispadresnosongrandesamantesdelmar; sivoyconAhren,al finalsiempreacabamosrodeadosdegentequenosatosiga.Esunincordio,laverdad.
Mediounsuaveempujónconelhombro.—SialgunavezvieneaClermont,búsqueme.Puedealquilarunaplayaprivadaynadar,ytomar
elsoltodoloqueleapetezca.Suspirécomosiestuvierasoñando.—Suenaperfecto.—Habloenserio.Eslomínimoquepuedohacer.MiréaFox,queparecíanorendirse.—Tepropongountrato.Siconsiguesser,pordeciralgo,unodelostresfinalistas,podríamos
viajarhastaallí,alquilarunaplayay,¿porquéno?,conoceratupadre.Supoleerentrelíneasysequedóestupefacto.—¿Notengoquehacerlasmaletas?—Loquehapasadoestanochenohasidoculpatuya.Yvaloroquehayassidosinceroalhablar
detusmotivaciones.Ybien,¿quéteparecesitequedasunpocomásyvemoscómova?—¿Dóndetengoquefirmar?—Perfecto,entonces—dije,ymepuseenpie.Sentíun torbellinodeemocionesdistintas.Fox
siempreme había parecido el típico chico guapo, sinmás. Pero ahora, tras esa conversación,memoríadeganasdeverloporpalacio—.Perdóname,perotengoqueirmepitando.Todavíamequedan
asuntosporatender,cosasquenopuedenesperaramañana.—Me lo imagino —respondió, y me acompañó hasta la puerta—. Gracias, alteza, por esta
oportunidad.—Esloquequerías,¿verdad?—lerecordéconunasonrisa—.YtutéameyllámameEadlyn,por
favor.Élesbozóunagransonrisaymecogiódelamano.Medioelmásdelicadodelosbesos.—Buenasnoches,Eadlyn.Ygraciasunavezmás.Asentíymeescabullídesuhabitaciónatodaprisa.Eseeraunodelosasuntosquerequeríami
atención…,perosabíaqueporlamañanahabríaunmillónmás.
Lafotógrafahabíahechountrabajoexcepcional;habíalogradomimetizarsealaperfecciónconlacocinay,adecirverdad,nisiquieramefijéensiseguíaahícuandoestallóladiscusión.BurkeyFoxcolmabanlasportadasdetodoslosperiódicos;lostitularespregonabanquesehabíaexpulsadoal primerode ellos; al segundo se le había perdonado.Por suerte, había otras fotografías.Enunaaparecía yo, junto aKile,moliendo el azafrán; en otra, estaba junto aErik, que parecía traducirlealgo a Henri. Pero todas esas instantáneas quedaban eclipsadas por la cara de rabia de Burke alabalanzarsesobreFox.
Traté de evitar mirar esa foto; me centré en las otras. Las arranqué para guardarlas ydocumentarlas. Sin embargo, intuía que acabarían tiradas en el mismo cajón donde estaba lahorripilantecorbatadeKile.
Fui a desayunar y sentí el peso de todas las miradas sobre mis espaldas. En circunstanciasnormales, esonomehabría supuestounproblema.Pero loscandidatosestaban locosporconocertodos los detalles de la pelea y mis padres no dejaban de observarme con preocupación. Aquelsilenciotácitoacabóporabrumarme.
Me pregunté si la noche anterior había hablado demasiado, o si había sonado demasiadoamenazante.HabíaprocuradoexplicarloagotadoraehirientequeestabaresultandolaSelecciónynoculparles por ello. Sin embargo, aunquehubiera preferido no participar, sabía que había hecho locorrecto.LospuñosdeBurkehabíanensombrecidocualquierotranoticiadelpaís,almenosduranteesedía.
—¿Quéhaocurrido?—preguntóKadenenvozbaja.—Nada.—Mentirosa.Papáymamáestánhechospolvo.Losmirédereojo.Papánodejabademasajearselassienes;mamáestabajugandoconlacomida
queteníasobreelplato,intentandodisimularsutristeza.Suspiré.—Soncosasdeadultos.Noloentenderías.Kadenpusolosojosenblanco.—Nomehablesasí,Eadlyn.Tengocatorceaños,nocuatro.Leolosperiódicosadiarioypresto
atenciónatodoslosReport.Hablomásidiomasquetúyestudioinfinidaddetemasdistintossinquenadiemeobligueahacerlo.Noactúescomosifuerasmejorqueyo.Soyunpríncipe.
Suspirédenuevo.—Sí,peroyoseréreina—corregí,ytoméunsorbodecafé.Loquemenosmeapetecíaenaquel
momentoeradiscutirconmihermano.—Algúndía,tunombreapareceráenloslibrosdehistoria.Seguramente,losniñosdediezaños
notendránmásremedioquememorizarloparaunexamenydespuésseolvidarándetiparasiempre.Tienes un trabajo, como cualquier otra persona delmundo, así que deja de comportarte como si
fuerasmejorqueelrestodelplaneta.Medejósinpalabras.¿EsoeraloqueKadenpensabademí?¿Esaeralaopiniónquemipropiopuebloteníademí?Esedíamehabíapropuestoserfuerte,demostraramispadresqueibaaseguiradelanteconel
proceso y dar a entender a los candidatos que incidentes como el del día anterior no podíanromperme.Sinembargo,laspalabrasdemihermanoKadenecharonportierratodosmispropósitosymehicieronsentirvulnerable.
Me levanté dispuesta a marcharme. Elaboré una lista mental del material que necesitaba deldespacho,pues,derepente,semehabíanquitadolasganasdetrabajarahí.
—Hola,Eadlyn,espérame.EraKile,quecorríadetrásdemíintentandoalcanzarme.Nisiquieralehabíavistoalentrarenel
comedor a primera hora de lamañana. Tenía el labio ligeramente hinchado, pero, por lo demás,parecíaestarsanoysalvo.
—¿Estásbien?—preguntó.Asentíconlacabeza…yluegorecapacité.—Laverdad,nolosé.Apoyólasmanossobremishombros.—Todoestábien.Estabatanagobiada,tanhastiada,quesolofuicapazdeverunavíadeescape:sinprevioaviso,le
besé.Enelfondo,sabíaque,duranteesosmomentos,elmundodejaríadegirar.—¡Au!—gritó,yretrocedió.—¡Losiento!Yosolo…YentoncesKilemesujetóporlacinturaymellevóhastalahabitaciónmáscercana.Cerródeun
portazoymeempujóhacialapared.Mebesóconpasión,conintensidad.Porlovisto,ellabionoledolíatantocomoparecía.
—¿Dequévatodoesto?—jadeó.—Noquieropensar.Bésame.Sinmediarpalabra,Kilemeatrajohaciasíysusmanosseperdieronentremicabello.Leagarré
delacamisayleestrechéentremisbrazos.Y funcionó.Mientras balanceábamos nuestros cuerpos, todo a nuestro alrededor se detuvo y
todasmispreocupacionessedesvanecieron.Suslabiosmebesabanlamejilla,elcuello.Pocoapoco,losbesos fueroncambiando.Sevolvieronmás salvajes,másexigentes.Perdí laconcentraciónporcompleto.Y,sinpensármelodosveces,ledesabrochélacamisa.Sinapartarseniuncentímetro,Kilesoltóunacarcajadamaliciosa.
—Deacuerdo,siempezamosaquitarnoslaropa,quizádebamosmeternosenundormitorio.Ynoestaríamalquesupierascuálesmisegundonombre.
—¿EsAshton?¿Arthur?MesuenaqueempiezaporA.—Frío,frío.Suspiréybajélosbrazos.—Deacuerdo.Élseseparó,perosinsoltarmelacintura,ymesonrióconsuficiencia.—¿Estásbien?Lodeanochefueespantoso.—No lovivenir.Fueel espárrago…Burke lediounpuñetazoaesepobremuchachoporun
míseroespárrago.Kileserio.—¿Ves?Poresotúteencargastedelamantequilla.—Oh, túy tuestúpidamantequilla—protesté,y leacariciéelpecho—.Sientomucho lode tu
labio.¿Teduelealgomás?—Elestómago.Mientraslesujetaba,mediovarioscodazos,perolociertoesquepensabaque
seríapeor.AHenriledebededolermuchoelojo.Menosmalquenolegolpeóuncentímetromásabajo.
Hiceunmohínalimaginarhastaquépuntosehabríanpodidotorcerlascosas.—Kile,siestuvierasenmilugar,¿leshabríasechadodeunapatadaalosdos?—CreoqueinclusoHenriyyohabríamospendidodeunhilo—contestó.—Perovosotrosdostratasteisdepararlapelea.Éllevantóundedo.—Cierto.Túlosabesporqueestuvisteahíylopresenciastetodo.Perolosdemáscandidatoshan
leído losperiódicos.Todas las fotografíasdana entenderque todosestábamos involucradosen ladiscusión.
—Entonces,alverqueFox,Henriytúoshabéisquedadoaquícreenqueoshabéissalidoconlavuestra,¿meequivoco?
—Ynosoloeso,tambiéncreenqueotrospodríanhabersezafadodelaexpulsión.—Este día no hacemás que empeorar—farfullé.Me pasé los dedos por el pelo y apoyé la
espaldaenlapared.—¿Tanmalbeso?MeechéareíryrecordélaúltimanocheenqueKilevinoavermeamidormitorio.Meextrañó
muchísimo que quisiera charlar conmigo. Pero ¿por qué pensaba en eso ahora?Durante todo esetiempo,podríahabertenidounanuevaperspectiva.
—¿Porquéantesapenasnosdirigíamoslapalabra?Hablarcontigoestanfácil.Élseencogiódehombros.—Túereslaquemandaaquí.¿Quécrees?Apartélamiradaporquemeavergonzabareconocerlo.—Creo que, en cierto modo, te reprochaba tener una hermana como Josie. Esa constante
imitaciónmeponedelosnervios.—Yyocreoqueterecriminabatenerquevivirenpalacio.Séqueesculpademispadres,node
lostuyos,perodesdequeanunciaronqueseríaslafuturareina,teacusédetodasmismiserias.—Teentiendo.—YséquenosoportasaJosie.Peropiensaqueparaellaesmuyduroestarsiempreatusombra.NoqueríaañadiraJosiealacadavezmáslargalistadecosasquemehacíansentirculpable.Me
recoloquélaropa;centrarmeenmitrabajomeayudaríaadistraerme.—Hagamosalgounodeestosdías.Nadadecitas.Pasemosunbuenratojuntos.Esolesacóunasonrisadeorejaaoreja.—Meencantaría.Seabotonólacamisay,derepente,semesonrojaronlasmejillas.¿Cómohabíapodidoperderel
control?—Y, escucha —dijo—, no permitas que todo esto te desanime. Tú eres mucho más que la
Selección.—Gracias,Kile—susurréy,antesdeirme,lediunbesoenlamejilla.Recordéeldíaenqueleísunombreenlapapeleta.Mepusefuriosaporquesentíque,encierto
modo, alguien me había tendido una trampa. Ahora me daba igual averiguar o no por qué suformulariohabíaacabadoahí;tansolomealegrabadequehubierasidoasí.
Yesperabaqueélsintieralomismo.
Capítulo26
Laentrevistadeesanocheibaasertodounreto.Sí,lasfotografíasjuntoaEanerandepostal,ysí,los vídeos del concurso de preguntas habían cautivado a los espectadores, pero sospechaba queGavrilpudierasentirseobligadoapreguntarmesobre lasrecientesexpulsionesdeJackyBurkeenlugardecentrarseenloscandidatosqueseguíanenpalacio.
Sinembargo,loquemásmeangustiabaeraquenosabíaquéinformaciónpodíarevelarycuáldebíaocultar.Papáhabíapuestoenmarchatodoundispositivodeseguridad,asíque,amenosquelosguardias se movieran a la velocidad del rayo, esa semana no tendría ninguna cita…, lo quesignificaba que, en elReport de la semana siguiente, no tendría nada interesante que contar. Estanoche debía marcar un antes y un después, pero no estaba segura de cómo hacerlo. Tenía laimpresióndequealgonoencajaba,dequemefaltabaunapiezadelrompecabezasparaqueaquellopudierafuncionardeunavezportodas.
Enmiopinión,eldesastrenoeratanabsoluto,yaquehabíatenidolaoportunidaddeconocerunpoco más a Kile, Henri, Hale y Fox. Sin embargo, a ojos del público, la Selección se estabadesmoronandopormomentos.
Esedía,preferínoleerlosperiódicos.Aunasí,recordélasportadasdeldíadeldesfile:entodasaparecía una princesa asustada y vulnerable. Tampoco lograba quitarme de la cabeza a todas esaspersonasquemeseñalabanconeldedomientrasseburlabandemí.Estasemanahabíamosexpulsadoadoscandidatospormalaconductaperosumarchasolohabíaservidoparaeclipsartodoslosgestosrománticos.
Aquelloteníamuy,peroquemuymalapinta.Meencerréenmihabitaciónyempecéahacerunbocetoparaorganizarmis ideas.Teníaque
haberunmododedarlelavueltaalaSelecciónysacaralgobuenodeella.El lápiz bailaba sobre el papel; cada vez que trazaba una línea, resolvía un dilema. Lo más
sensatoseríanocomentarnadasobrelascitasquehabíatenidoesasemana,pues,sidescribíauna,notendríamásremedioquehablardetodas,ynoqueríarecordarotravezelepisodioconJack.
Quizás,en lugardeexplicar losacontecimientosde la semana,podíaexplicar loquesabíademis candidatos.A todos los admiraba por algo; si fingía estar enamorada de todos sus talentos yvirtudes,elpúblicocreeríaqueestabaconfundida,quetodavíanoteníaniideadeaquiénelegir.LaSelecciónnoestabaviniéndoseabajo;sencillamente,lasopcioneserandemasiadobuenas.
Cuandoporfintramélaestrategia,medicuentadequehabíadibujadoundiseñoprecioso:unvestido palabra de honor, muy ajustado y un pelín corto, pero encima había dibujado una faldaabombadaparaqueparecieramás recatado.Utilicéuncolorborgoñapara el vestidoyunmarróndoradoparalafalda,loqueledabaunaireotoñaldelicioso.
Yapodíaimaginarmeelpeinadoqueluciríaconesevestido.Inclusosabíaquéjoyasresaltaríanmásconelmodelo.
Sinembargo,cuántomásmirabaelboceto,másmedabacuentadequeeramásapropiadopara
unaestrelladelaalfombrarojaqueparaunaprincesa.Eraunvestidomaravilloso,peromepreocupabaloquepudieraopinarlagente.Ahora,másque
nunca,suscríticaseranfundamentalesparamí.—¡Oh,señorita!—exclamóNeenaalvislumbrareldibujo.—¿Tegusta?—Eselvestidomásglamurosoquehevistoenmivida.Observéeltraje.—¿CreesquepodríaponermealgoasíparaelReport?Hizounamueca,comosiacabaradehacerleunapreguntaobvia.—Esunvestidoque la tapadepies a cabeza.Amenosquepretenda cubrirlodediamantesde
imitación,noveoporquéno.Acariciéelboceto.—¿Quieresquemepongaconello?—seofrecióNeenaconunapizcadeemociónenlavoz.—Dehecho, ¿te importaríaque te acompañara al taller?Meencantaría echarteunamanocon
este.Loquieroparaestamismanoche.—Desdeluegoquesí—contestóNeena.Cerrélalibretaylaseguíporelpasillo;nuncahabíaestadotanilusionada.Aquellamaratóndepatronesycosturasmereció lapena.Cuandoentréenelplató, loprimero
queviesaJosie,queenseguidasepusoverdedeenvidia.Mehabíacalzadounoszapatosde tacóndorados.Neenamehabíaonduladoelpelo.Mesentíalamujermásbelladeluniverso.Lasmiradasdedescaro de los seleccionados confirmaron que esa noche estaba despampanante. Me quedé tansorprendidaquetuvequedarleslaespaldaparacontenerlasonrisa.
Y fue entonces cuando noté que algo andaba mal. Se respiraba una tensión extraña en elambiente,másfuertequeelorgulloconelquelucíamivestidoolaadmiraciónquetransmitíanlospretendientes.Sentíunescalofrío.
Miréamialrededorenbuscadepistas.Papáymamásehabíanretiradoaunaesquinaparapasardesapercibidos.Advertíquemipadreteníaunacejaarqueada;además,mimadrehaciaunosgestosmuy poco típicos de ella. Ahí estaba pasando algo. Pero no sabía si debía hablar con ellos.Llevábamosunpardedíassindirigirnoslapalabra.¿Eraelmomentoderetomarlarelación?
—Eh—saludóBaden,quelogróacercarsehastamí.—Hola.—Perdona,¿teheasustado?Recuperélacompostura.—No,tranquilo.Estabapensandoenotracosa.¿Puedohaceralgoporti?—Bueno…,quería invitarteacenaroapasarunratoasolasestasemana.¿Quétepareceotra
jamsession?—propuso,ysepusoatocarunaguitarrainvisiblemientrassemordíaellabioinferior.—Todoundetalleportuparte,perolatradicióndictaquesoyyoquienproponelascitas.Encogióloshombros.—¿Y?¿Nopreparasteislafamosacenaenlacocinaporqueellostelopropusieron?Entornélosojosehicememoria.—Técnicamente,sí.—Entonces,comonomecrieenunpalacionopuedoinvitarte,peroKilesí.—Te aseguro que Kile no recibe ningún trato de favor pormi parte, sinomás bien todo lo
contrario—respondíconunasonrisa,yrememorétodosesosañosdemalascaras.Badenoptóporelsilencio,perosuexpresióneradeincredulidad.—Ya,claro.Me quedé estupefacta; Baden se dio media vuelta, con las manos en los bolsillos, y paso
decidido.¿Habíadichoalgoofensivo?Tansolohabíaqueridosersincera.Y,enrealidad,tampocolehabíarechazado.
Tratéde restar importanciaaldesairedeBadenymeconcentréparacumplirconmi labordehoy: ser una chica encantadora y refinada e intentar convencer a todo elmundode queme estabaenamorando.
Papápasópormiladoy,consumadiscreción,leagarréporelbrazo.—¿Quéocurre?Élsacudiólacabezaymediounasuavepalmaditaenlamano.—Nada,cariño.AquellamentirameimpactómásqueeldesdénquehabíamostradoBaden.Lagentepululabapor
todo el estudio, dando órdenes, comprobando libretas de notas.Oí a Josie reírse, pero alguien lamandócallardeinmediato.Loscandidatoscuchicheabanentresí,quizámásaltodelonormal.BadensehabíasentadoalladodeHenri.Estabaenfurruñadoeignorabaatodoelmundo.Apoyélasmanosenelestómagoytratédecalmarme.
Junto a Henri, entre bambalinas, advertí unamano queme saludaba. Era Erik. Estaba, comosiempre, en segunda fila, esperando a que se apagaran las luces para tomar su asiento.Cuando sepercatódequehabíallamadomiatención,levantóambospulgares;sinembargo,porlaexpresióndesurostro,nosupediscernirsieraunaseñaldeánimoounapregunta.Encogíloshombrosyélapretóloslabiosantesdearticular laspalabras«losiento».Ledediquéunasonrisa, locualnofuelomásapropiado dadas las circunstancias, pero era la único que podía hacer. Erik meneó la cabeza;sorprendentemente, me sentí consolada. Al menos había alguien que parecía entender cómo mesentía.
Respiréhondoytomémiasiento,entremamáyAhren.—Algoandamal—lemurmuréamihermano.—Losé.—¿Sabesdequésetrata?—Sí.—¿Melodirás?—Después.Resoplé.¿Cómosesuponíaqueibaaaguantarahísentadaconesabombaenlacabeza?Anunciarontodaslasactualizacionesypapádiounbrevediscurso,aunquenooíniunadesus
palabras.Solomefijéensuexpresiónangustiada:algolepreocupaba.En unmomento dado,Gavril se colocó en el centro del escenario y declaró que tenía varias
preguntas para los seleccionados. Todos se ajustaron las corbatas y los puños de la camisa,preparándoseparaloqueseavecinaba.
—Entonces,veamos…¿SeñorIvan?Ivan,queestabasentadoenprimerafila,alzólamanoyGavrilsedirigióhaciaél.—¿QuéteestápareciendolaSelecciónhastahoy?Eljovenserioporlobajo.—Bien,perocreoque,silograraquelaprincesameconcedieraunacitaasolas,estaríamucho
mejor—contestó,ymeguiñóunojo.Mepusecomountomate.—Supongoquealaprincesalecuestaunabarbaridadhacerunhuecoensuapretadaagendapara
todossuspretendientes—replicóGavrilcongentileza.—¡Porsupuesto!Nomequejo.Todavíanoheperdidolaesperanza—añadiócontonojocoso.—Enfin,quizásestanochetengaslaoportunidaddeconvencerasualtezarealparaquetedeuna
cita. Cuéntanos: en tu opinión, de las funciones que debería desempeñar el futuro príncipe, ¿cuál
consideraslamásimportante?Ivansepusoserio.—Nolosé.Creoqueserunbuencompañeroesimportante.Porsutrabajo,laprincesaEadlynse
veobligadaacodearseconmuchísimaspersonas.Y,justoporeso,seríagenialquemevieracomoalguien conquienmerece la pena compartirmuchosmomentos.Aunque solo sea, no sé, por puradiversión.
Fingíunasonrisa.«Túentrasenelsacodelasrelacionesporobligación,cariño».—Interesante—comentóGavril—.¿QuéopinaelseñorGunner?AlladodelcorpulentoIvan,Gunnerparecíapocacosa.Cuadróloshombrosparanoparecertan
enjuto,peronosirviódenada.—Creo que el futuro príncipe debería estar disponible siempre.Ustedmismo hamencionado
que laprincesaestámuyocupada,asíque,enmiopinión, lagentedesuentornodeberíaayudarla.Desdeluego,nopuedohacermeunaideadecómodebedeserlavidaenpalacio,peroesimportanteempezarapensarencómopuedecambiarmivida…ymisprioridades.
Gavril le miró con aprobación y, de repente, papá se puso a aplaudir, seguido de todos lospresentes.Yotambiénaplaudí,peronoestabaconvencida.
Era una pregunta importante y no me gustó que las respuestas se tomaran como un puroentretenimiento.
—Kile, llevas toda la vida viviendo en palacio—dijoGavril, y se dirigió de nuevo hacia elcentrodelescenario—.¿Cómocreesquecambiaríatudíaadíasi,porcasualidad,fueraselelegido?
—Tendríaquecuidarmuchomásmihigiene,esoestáclaro.—¡Pfffft!—solté,ymecubrílaboca.Estabaabochornadaynopodíaparardereír.—¡Oh!Alparecernoereselúnicoquelopiensa.Detrás de Kile, Henri se estaba desternillando de risa. No había pillado el chascarrillo de
inmediato,peroencuantoErikselotradujo,explotóareír.Gavrilenseguidalelocalizóyseacercóaél.
—EresHenri,¿verdad?Élasintió,perosumiradaledelataba.Estabaaterrado.—¿Quépiensasdetodoesto?¿Cuáleslafunciónmásimportantedeunfuturopríncipe?Tratódedisimularelmiedoyladeóligeramentelacabezaparaoírlatraducción.Alcomprender
lapregunta,asintió.—Ah,ah,sí.Elpríncipeeeeedeberíaestandoparaprincesaaaaa…Ejem…Mepuseenpieporquenopodíasoportarloniunsegundomás.—¿Henri? —llamé. Todos me miraron un tanto atónitos y le indiqué que se levantara y se
reunieraconmigoenelcentrodelplató.Élcomprendióelgestoalaprimera—.¿Erik?Tútambién.Henriesperóaquesuintérpretesalieradedetrásdelescenario.Erikparecíanervioso;noestaba
acostumbradoaserelcentrodeatención.Henrilesusurróalgoaloídoparatranquilizarle;lostres,conGavrilalacabeza,llegaronamilado.
EntrelacémibrazoconeldeHenri.Eriksequedóenlaretaguardia,convirtiéndose,denuevo,enunasombrainvisible.
—Gavril, Henri creció en Swendway. Su lenguamaterna es el finlandés; por eso necesita untraductor—aclaré,yseñaléaErik,queasintióligeramenteconlacabezayluegodiounpasoatrás—.EstoyseguradequeaHenrileencantaríaresponderatupregunta,peroseríamuchomásfácilsiErikdejaradeescondersetraslatarima.
HenridibujóunasonrisayErikletradujoelmensaje.Alargóelbrazoymeacariciólamano;ungestoque,paramiasombro,meagradó.
Se tomó unos segundos para meditar la respuesta. Estaba rumiando qué palabras escoger y,
aunque la cuestión le hubiera descolocadounpoco, al hablar lo hizo de forma serena y prudente.Cuandoacabó,todaslasmiradassefijaronenErik.
—Asegura que el futuro príncipe debería ser consciente de que no solo debe cumplir unafunción,sinovarias:marido,asesor,amigoyunlargoetcétera.Deberíaestarpreparadoparaestudiarytrabajardíaynoche,comosualteza,ysaberque,tardeotemprano,tendráquedejarsuorgullodeladoparaservirasupueblo—declaróErik,ysecolocólasmanosdetrásdelaespalda.MepercatédequeestabarepasandolasúltimaspalabrasdeHenri—.Y,segúnHenri, tambiéndeberíacomprenderquelaprincesasoportaunacargamuypesadayque,enocasiones,tansolodebeserunpayaso.
MereíentredientescuandoadvertílaenormesonrisadeHenri.Todoslospresentesestallaronenaplausosyaprovechéelmomentoparaponermedepuntillasysusurrarlealoído:
—Bien,bien.AHenriseleiluminóelrostro.—¿Bien,bien?Asentíconlacabeza.—Alteza,queelseñorHenrinocomprendanuestroidiomadebedeserunagrancomplicación
enelprocesodelaSelección—comentóGavril——.¿Cómopuedecomunicarseconél?—Ahoramismo,graciasadoscosas:pacienciayErik.Elpúblicoseechóareír.—Pero¿cómopodríafuncionaralgoasí?Enalgúnmomento,algotendríaquecambiar.Fue laprimeravezenmividaque, enmitaddeunReport, deseécoger la sillay lanzárselaa
GavrilFadaye.—Sí,seguramentetienesrazón,perohaycosasmuchísimopeoresqueunabarreralingüística.—¿Podríasdarnosalgunosejemplos?Sin articular palabra, indiqué a Henri y a Erik que volvieran a sus asientos. Al ver con qué
rapidezErik atravesaba el escenario, tuve que contenerme para no soltar una carcajada.Henrimeregalóunasonrisallenadecariño,yesomesirvióparainspirarme.
—Bueno,yaquelapreguntahavenidoporHenri,déjamequeleutilicecomoejemplo.Esciertoquenoscuestacomunicarnos,peroesunapersonaextraordinaria, amableyeducada.Por suparte,JackyBurkehablabanmi idiomaconperfecta fluidezy se comportaron como seresmezquinosydesagradecidos.
—Sí,todoshemosleídoenlosperiódicosloquepasóconBurkey,simepermitedecirlo,mealegrodequesalieraintactadeaquellahorriblepelea.
¿Ilesa?Desdeluego.¿Intacta?Esoeracuestionable,peronoquiseprofundizareneltema.—Sí, pero Burke es la excepción, no la norma. Podría presumir de la mayoría de mis
pretendientes.—¿Ah,sí?¡Pueshazlo,porfavor!Esbocéunasonrisaymirédereojoaloschicos.—ElseñorHaletieneungustoincreíbleytrabajaenunasastrería.Nomeextrañaríaveratodas
lasmujeresdeIlléaluciendosusdiseñosalgúndía.—¡Meencantaesevestido!—exclamódesdelagrada.—¡Lohehechoyo!—contesté,incapazdecontenerloorgullosaquemesentía.—Espuraperfección.—¿Loves?—dije,dirigiéndomedenuevoaGavril—.Ya tehedichoque teníabuengusto—
añadí,ymedi lavuelta—.Yahecomentadoenalgunaocasiónel talentomusicaldelseñorBaden,desdeluego,peromerecelapenavolverarepetirlo.Tieneundonparalamúsica.
Badenasintióy,aunqueseguíauntantoenojadoconmigo,tuvoladeferenciadedisimularlo.—Durante estos días también he descubierto que el señorHenri es un cocinero estupendo.Y
créeme cuando digo que no es fácil impresionarme; como tú bien sabes, los chefs de palacio notienenrivalenelmundo.Confíaenmí,Gavril.Sisupieraslasexquisitecesqueprepara,lepediríasderodillasquetecocinaraalgo.
Elestudiosellenódecarcajadasy,porelrabillodelojo,vislumbréapapáenunmonitor.Estabalamardecontento.
—ElseñorFox…,aver,muypocagentevaloraestavirtud,peroélescapazdesacarlomejordecadasituación.LaSelecciónpuedeserestresante;sinembargo,élsiempresemuestraoptimistayalegre.Esunplacertenerlecerca.
Miré a Fox con sumo cariño; a pesar del vendaje que le cubría parte de la cabeza y del ojoamoratado,nosuponíaningunaamenaza.Dehecho,mealegrédehaberpermitidoquesequedaraenpalacio.
—¿Alguienmás?—preguntóGavril,yescudriñéatodoslospretendientes.Sí,habíaunomás.—AmuchagentelecuestacreerqueapenasconozcoalseñorKileporquehemosvividobajoel
mismotechodesdequenacimos,peroesverdad.GraciasalaSelección,hetenidolaoportunidaddeconocerle de verdad. He descubierto que es un arquitecto prometedor. Si algún díame veo en laobligacióndeconstruirunsegundopalacio,nodudaréencontratarleaél.
Ante la idea de que dos amigos de la infancia pudieran enamorarse, a muchos de losespectadoresselesenterneciólamirada.
—Aunque confirmo sus palabras: necesita una ayudita en el tema de la higiene —añadí,provocandounsinfíndecarcajadas.
—Por lo que cuenta, alteza, entre nuestros candidatos hay jóvenes maravillosos —resumióGavril,ylesdedicóunaplauso.
—Desdeluego.—Puestoqueestárodeadadetantoscaballerosdecuento,déjemequelepreguntealgo:¿alguno
delosseleccionadosleharobadounpedacitodesucorazón?Empecéajuguetearconunmechóndecabello.—Nosé.—¡Uy,uy,uy!Mereícomounatonta,conlamiradaclavadaenelsuelo.Esonopodíaestarpasándomeamí.—¿Quizásalguienqueacabademencionar?—¡Oh,porelamordeDios,Gavril!—exclamé,ylediungolpecitoenelbrazo.El presentador soltó una risita, como lamayoría del público.Me abaniqué con lamano para
sofocarelcalor.—Reconozco que me cuesta una barbaridad hablar de estos temas en público, pero espero
podertecontaralgomásenunfuturo.—Quénoticiatanmaravillosa,alteza.TodosloshabitantesdeIlléa,yyoentreellos,ledeseamos
todalasuertedelmundo.—Gracias—susurréy,enunactodemodestia,agachélacabeza.Porcasualidad,atisbéapapá.Suexpresióneradeescepticismo,peromediolasensacióndeque
quería creerse loqueacababadeoír.Fueuna sensaciónagridulce;porun lado,dudabadequemiestrategia pudiera funcionar; por otro, me alegraba que aquellamínima posibilidad aliviara amipadre.
Porahora,yahabíatenidosuficiente.
Capítulo27
—Nopintabien.MetumbéenlacamadeAhrenymehiceunovillo.Élsequedósentadoalospiesdelacama,
dispuestoacontarmetodoloquemamáypapánohabíanqueridodesvelarme.—Escúpelodeunavez.Éltragósaliva.—Porlovisto,haempezadoenlasprovinciasmáspobres.Noseestánrebelando,comocuando
papáymamáeranniños…,perosíqueseestánsublevando.—¿Ycuálesladiferenciaexactamente?—Pretenden acabar con la monarquía. La disolución de las castas no ha servido de nada y
muchoscreenqueanosotrosnosimportaunrábano.—¿Deverdad?—pregunté,atónita—.Papáseestádejandolapielparaencontrarunasolución.
¡Yyotengocitasadiarioconunmontóndedesconocidos!¡Ytodo,porellos!—Losé.Porcierto,no tengoni lamásremota ideadecómose teocurrió lodehoy,peroha
sidoespectacular.Arqueéunacejayaceptéelcumplido.Sinembargo,empezabaadudardesitodoloquehabía
pasadoduranteelReporthabíasidoplaneado,auténticooespontáneo.—Pero,entonces,¿quésesuponequedebemoshacer?¿Actuardeporvida?—¡Ajá!—memofé—.Lodicescomosihubierastenidoqueactuaralgunavez.Deesosiempre
meheencargadoyoy,adecirverdad,estoyharta.—Podríamos abdicar—sugirió—. ¿Y qué ocurriría después? ¿Quién tomaría las riendas del
país?Ysioptamosporaferrarnosaltrono,¿creesqueacabaránporecharnos?—¿Losvescapacesdellegaraeseextremo?—preguntéconunnudoenelestómago.—Nolosé,Eady—respondióconlamiradaperdida—.Lagente,cuandotienehambre,oestá
agotada,oviveenlapobrezamásextrema,notienelímites.—Peronopodemosalimentar a todoelmundo.Ni tampocohacerque todosganenelmismo
sueldo.¿Quéesperanquehagamos?—Nada —respondió con un suspiro—. Solo quieren más. Y no los culpo, la verdad. Están
desconcertados.Creenquesusvidasdependendenosotros,peroseequivocan.—Dependendesímismos.—Exacto.Nos quedamos en silencio un buen rato, rumiando nuestro futuro. Si el pueblo seguía
rebelándose, sabía que yo sufriría más que el resto de la familia, que mi figura quedaría enentredicho. No lograba comprender qué empujaba a la gente a hacer este tipo de cosas, pero losGobiernos cambiaban. Los reinos pasaban por mejores o peores momentos. Aparecían nuevasideologíasquearrasabancontodaslasdemás.
¿Seríancapacesdearrojarmealosleones?
Meestremecí.—Yamehantiradocomidapodrida—murmullé.—¿Qué?—He sido tan estúpida—contesté meneando la cabeza—. He crecido creyendo que Illéa me
adoraba…, pero no es así, nome quieren.Cuando papá ymamá abdiquen, no habrá nada que lesimpidalibrarsedemí.
Eraterrible.Desdebienpequeña,todoshabíantratadodeocultármelo.Ahorayasabíaquetodoeramentira.
Ahrenparecíapreocupado.Esperabaquemecontradijera,peronopudo.—Nopuedesobligarlosaquetequieran,Eadlyn.—Nosoy tanencantadoracomo tú,ni tan ingeniosacomoKaden,ni tampoco tan revoltosay
adorablecomoOsten.Nohaynadadeespecialenmí.Sinquerersediouncabezazocontraelcabecerodelacama.—Eadlyn, estásdebroma, ¿verdad?Eres laprimeramujerqueheredaráel trono.Y, solopor
eso,yaeresdiferente.Tansolodebesaprenderautilizaresoatufavoryrecordarlesquiéneres.«SoyEadlynSchreave,ynadiesobrelafazdelaTierraesmáspoderosoqueyo».—Dudoque,sirealmentemeconocieran,mequisieran.—Sivasaponertealloriquearcomounaniña,tendréquedarteunabuenatunda.—Sabesquesaldríasperdiendo.Tedaríaunapaliza.—Llevasamenazándomeconesodesdequeteníamosseisaños.—Eldíallegará.Hazmecaso.Ahrensoltóunarisita.—No te preocupes,Eady.Las posibilidades de que el pueblo se organice para derrocarte son
ínfimas. Están desahogándose, eso es todo. Cuando logren deshacerse de ese viejo y anticuadosistemadecastas,todovolveráalanormalidad,hazmecaso.
Asentí con la cabeza. Quizás estaba atormentándome por nada, pero seguía oyendo losdesagradablesgritosquemededicaronduranteeldesfileynolograbaolvidarloscomentariosquesuscitómibesoconKile.Sabíaquenoera laprimerani laúltimavezquesalíaa la luz la ideadeabolirlamonarquía.
—Nolescuentesapapáyamamáquesétodoesto,¿deacuerdo?—Siinsistes.Melevantédelacamaylediunbesoenlamejilla.Sentícompasiónporlaschicasquenotenían
hermanoscomoAhren.—Hastamañana.—Intentadormirunpoco—contestóconunagransonrisa.Salídesudormitorioconlaclara intencióndeencerrarmeenelmío.Peromientrasavanzaba
porelpasillo,mepercatédequemerugíaelestómago.Mivisitaalascocinasmedejóunbuensabordeboca.Recordéhabervistoalgodefrutayunaampliavariedaddequesosenlanevera.Eratardeyelpersonalhacíahorasquesehabíaacostado,asíquebajélasescalerascorriendo.
Mi lógica me falló; la cocina no estaba desierta. Había un puñado de jóvenes trabajando adestajo: mientras unos estiraban una masa con el rodillo, otros cortaban verduras. Me quedéobservando aquella escena durante unos momentos, embelesada por la eficiencia con la quetrabajaban. A pesar de la hora que era, todos parecían despiertos y contentos. Charlaban con suscompañeros;cadadosportres,alguiensoltabaunabromaqueprovocabalasrisasdelosdemás.
Loqueestabapresenciandomeresultótaninteresantequetardévariosminutosenpercatarmedeesos rizos rubiosquesemeneabanenunade lasesquinasde lahabitación.Henrihabíacolgado lacamisaenunganchoy tenía la camiseta interiormanchadadeharina.Caminécon sigilo,pero, en
cuantoelpersonalme reconoció,dejó loqueestabahaciendopara realizaruna reverencia, loquealertóaHenridemipresencia.
Alverme,tratódesacudirselaharina,perolefueimposible.Seretiróunoscuantostirabuzonesymededicólamejordesussonrisas,comosiempre.
—¿NoestáErik?—Éldormir.—¿Yquéhacesdespiertoaestashoras?Henribizqueólosojosytratódedescifrarmipregunta.—Umm.Losiento.¿Yococinar?Asentí.—¿Puedococinaryotambién?Élmeseñalóunmontóndemanzanasyunabolademasaquereposabasobrelaencimera.—¿Túquerer?¿Túcocinar?—Sí.Merepasódepiesacabezaysequedópensativo.Luegocogiósuelegantecamisa,melacolocó
alrededordelascaderasyanudólasmangasamiespalda.Undelantal.Acababadeconfeccionarmeundelantal.
Sonreíparamisadentros.Despuésde todo,noeramásqueunvestidodecóctelque,contodaprobabilidad, no volvería a ponerme jamás. Sin embargo, nuestro vocabulario no nos permitíadiscutirsobrealgoasí.
Henricogióunamanzanaylapeló.Quedóunaespiralperfecta.Despuésdejólafrutasobrelaencimeraytomóuncuchillodistinto.
—Pidäveitsi näin —dijo, y me señaló el modo en que sujetaba el mango del cuchillo—.Pidäomenahuolellisesti—añadió.
Encogiólosdedosdelamanoquelequedabalibremientrassosteníalamanzana.Ytrasesabrevedemostración,empezóacortarlaenláminasmuyfinas.A pesar demi inexperiencia en la cocina,me fijé en que apenas tenía que hacer fuerza para
cortarlamanzana.Yentoncescomprendíporquéhabíaencogidolosdedos,paraprotegerlos.—Tú—ordenó,ymeofrecióelcuchillo.—Deacuerdo.¿Así?—pregunté,ydoblélosdedos,talycomoélhabíahecho.—Bien,bien.No conseguí cortar lamanzana con lamisma agilidad queHenri y las láminas no eran ni la
mitaddeuniformesquelassuyas,pero,ajuzgarporcómomemiraba,cualquierahabríapensadoqueestabaelaborandounplatoexquisito.
Henriseencargódelamasa:añadióunpocodecanelayazúcaryencendióunadelasfreidorasquehabíaenelfondodelacocina.
Me pregunté si, en su casa, él se ocupaba de todos los postres o si, simplemente, le chiflabaprepararlos.Ayudéarellenarlamasademanzanay,aunqueelaceitehirviendomeaterrorizaba,metraguéelmiedoysumergíunodelossaquitos.Chillécuandoelaceiteempezóachisporrotearportodalacocina.Henrisecontuvoyapenasseburlódemí;todoundetalleporsuparte.
Finalmente, Henri colocó los saquitos de manzana en una bandeja. Para entonces, ya estabamuriéndome de hambre e impaciente. Pero mantuve la compostura y esperé a que dispusiera labandejadelantedemí.Meinvitóaprobarunoconungesto,asíque,sinmásdilaciones,cogíunodeesospastelitosfritosylediunbocado.
Fuecomosubiralséptimocielo.Aqueldulceestabainclusomásbuenoquelosrollitosdecanelaquepreparóelotrodía.
—¡Oh,quérico!—exclamémientrassaboreabaelpostre.
Tras una carcajada, el experto no dudó en probar el resultado. Parecía satisfecho, aunque, ajuzgarporsumirada,algohabíafallado.
Enmiopinión,elpostreeraperfecto.—¿Cómosellaman?—¿Eh?—Umm,¿nombre?—dije,señalandolospasteles.—Ah,omenalörtsy.—¿Ohmenalortsii?—¡Bien!—¿Seguro?—Bien.Sonreíparamisadentros.AldíasiguientebuscaríaaKadenparaexplicarlequeyadominabalos
nombresdevariospostresfinlandeses.Me comí dos saquitos más; reconozco que, al acabar el segundo, sentí un ligero ardor de
estómago.LuegoHenripasólabandejaalrestodelpersonaldecocinaparaquesaborearanaquellaexquisitez.Todos le felicitarony lededicaronvarioselogios.Sentíunapunzadade rabiaaldarmecuenta de que Henri apenas entendía nada de lo que le estaban diciendo: «Delicioso. Un postremagistral.Laperfecciónhechapastel».
Enciertomodo,intuíaquesiHenricomprendieranuestroidioma,leshabríadichoqueestabansiendomuygenerosos.Aunque tampoco lo sabía a ciencia cierta.Esa eramipercepción, pero, enrealidad,noestabasegura.
«Y—merecordéunavezmás—noquieresestarlo».Habíamomentosenquemeolvidabadeesoymedejaballevarporlasituación.Henriacabósurondaporlascocinasyregresóconlabandejavacía,salvoporalgunasmigas.
Lesonreícontimidez.—Deberíairmeadormir.—¿Túdormir?—Sí.—Bien,bien.—Ejem.¿Estanoche?¿EnelReport?—pregunté,tratandodeutilizarpalabrassencillas.Élasintió.—Report,sí.Apoyéunamanoensupecho.—Hasestadomuydulce.—¿Dulce?Mmmm,¿azúcar?Nopudecontenerlarisa.—Sí.Comoelazúcar.Henrimeenvolviólamanoconlasuya.Bajomipalmanotabaellatidodesucorazón.Memiró
fijamente y, poco a poco, su sonrisa fue desapareciendo.Me apretó lamano conmás fuerza paraalargaresemomento.
Advertíqueestabapensando;quizáestaba repasando todoelvocabularioquehabíaaprendidoduranteestosdíasparadarconlaspalabrasmásadecuadas…
Perosequedócallado.QueríadecirleaHenriquesabíaloquesentíapormí.Mehabíadadocuentadequeleimportaba
por cómo me miraba, por cómo me sonreía. Y, aunque me había empeñado en lo contrario, éltambién significaba algo para mí. Solo había un modo de expresar ese sentimiento, aunque mepreocupabaqueluegopudieraarrepentirmedeello.
Acorté la distancia que nos separaba y le acaricié la mejilla. Él me seguía mirando condetenimiento, comosi acabaradedescubrir algovalioso, algomágicoquequizá jamásvolviera aver.Entrecerrélosojos,invitándoleabesarme.
Henriestabaasustado.Lopresentía.Leaterrorizabatocarme,abrazarme,hacerunmovimientoenfalso.Quizáfueraporqueyoeraunaprincesa,oporquenuncasehabíaencontradoenesatesitura,peroaquelbesofuevulnerable.
Yjustamenteporesomegustómuchomás.Alargué el beso porque quería decirle, sin utilizar palabras, que se tranquilizara, que podía
abrazarme.Al fin, tras unos momentos de vacilación, Henri respondió. Me sostuvo como si fuera una
figurita de cristal. Sus besos seguían siendo delicados, pero esta vez, en lugar de transmitirme sumiedo,metratóconveneración.Sentíuncariñocasidemasiadohermosocomoparaserreal.
Me aparté. El besome había dejado un pocomareada. Lemiré yme percaté de que parecíadolido,perotambiénapreciéunapequeñasonrisa.
—Deberíairme—murmuré.Élasintióconlacabeza.—Buenasnoches.—Buenasnoches.Memarchélentamentey,cuandomeasegurédequenopodíaverme,echéacorrer.Enmicabeza
sehabíaarremolinadounsinfíndepensamientosquenolograbacomprender.¿PorquémemolestótantoqueGavrileligieraaHenri?¿PorquédecidímanteneraFoxenpalaciosilasnormasdictabanque debía marcharse? ¿Por qué no podía quitarme a Kile—¡Kile, por el amor de Dios!— de lacabeza?
¿Yporquémeaterrabatantohacermeesaspreguntas?Cuandolleguéamihabitación,metiréenlacama.Estabadesorientada.Yestabafuriosa;furiosa
conGavrilporhabermeobligadoahablardeltema,pornosercapazdemantenerunaconversaciónnormalconHenri,pornopodercomunicarmeconélyporloincómodoquedebíadesentirseErikcadadía.Y, aunque la situaciónmeexasperaba, enel fondo sabíaque, siquería contarle a alguienalgopersonal,seguramenteseríaaHenri.Asuladomesentíaasalvo;sabíaqueeraunchicolisto,yadmirabalapasiónqueleponíaalascosasquehacía.Henrieraunbuenchico.
Peronohablabaniunapalabradefinlandés.Yesonoerabueno.Frustrada,diunpardevueltasenlacama;derepente,notéquealgosemeclavabaenlaespalda.
EraelnudodelacamisadeHenri.Seguíallevándolapuesta.Desatéelnudoy,aunquesabíaqueeraunaridiculez,mellevélacamisaalanariz.Porsupuesto.
Porsupuestoqueolíaacanela,amielyavainilla.Olíaarepostería.Eseestúpidopastelerofinlandésconsusestúpidasespecias.¡Meestabavolviendounanecia!Seconfirmaronmissospechas;siemprehabíacreídoqueelamortevolvíamásvulnerable;por
esoenamorarseeraunterribleerror.Además,nadiesobrelafazdelaTierraeramáspoderosoqueyo.
Capítulo28
Duranteeldesayunomepercatédevariascosas.Primero,Henriseencargódeponerasuintérpreteal día de los últimos acontecimientos. Erik no dejaba de lanzarme miraditas mientras trataba decalmarelentusiasmodeHenri.Este,porsulado,estabaeufórico,exultante.YesquesehabíaganadoeltítulodeserelsegundopretendientedelaSelecciónenrecibirunbeso.
Kile,queestabajustoenfrentedeHenri,parecíaaturdido.Sospechabaquehabíaocurridoalgo,pero no sabía suficiente finlandés como para comprender la conversación. A una velocidad detortuga,ibametiéndosecucharadasdecerealesenlabocaparaevitarinterrumpirlos.
TambiénmefijéenBaden,quehizomilmaniobrasparallamarmiatención.Mesaludóconlamanoyseñalólapuerta.Articulélapalabra«luego»eintentéquesufaltadeprotocolonomeirritaraenlomásmínimo.
Sinembargo,lospeoresfueronpapáymamá.Memirabandereojoycuchicheabanentreellos.Nisiquieratuvieronladecenciademostrardiscreción.Nomecostóadivinarquéeraloquesetraíanentremanos:pretendíanaveriguarquésabíaacercadelosdisturbios.
Meaclarélagarganta.—Ybien,¿quéosparecíanoche?Papádibujóunasonrisa.—Quedé impresionado, Eadlyn. Pese a la semana tan ajetreada y abrumadora que tuviste, te
mostraste serena, tranquila. Fue maravilloso verte tan generosa con Henri. Me alegra saber quealgunosdeloscandidatoste…resultanatractivos.Esomedaesperanzas.
—Yaveremoscómoacabatodoesto—espeté—.Teprometítresmeses,ycreoqueesjustoloquetardaréentomarunadecisión.
—Séaquéterefieres—comentó,comosilehubieraninvadidomilesderecuerdos—.Gracias.—Denada—suspiré.Observéaquellasonrisatiernaymelancólica.LaSelecciónhabíasido,y
seguíasiendo,algomuyimportanteparaél—.Sipasadoslostresmeses,nohayningúncompromisoalavista,¿tehabréfallado?
—No, cielo. No me fallarás —respondió, pero hubo algo en su tono de voz que no meconvencióy,derepente,mepreocupé.
Suponiendoqueeseplazodetresmeseshubieravencidoyyosiguierasiendounamujersoltera,¿qué sucedería?ElGobiernono solo intentaba resolver la confusióncreadapor la eliminacióndecastas,sinoquetambiénpretendíasofocarunarebeliónabierta,asíquetresmesesnobastaríanparalograrlo.Dehecho,lasdosúltimassemanashabíanpasadovolando.
LaSelecciónnoseríasuficienteparaarreglarlosproblemasdelpaís.Y entonces comprendí por qué se empeñaban tanto en ocultarme cualquier información que
pudiera inquietarme: si pensaba que la Selección sería inútil, ¿para qué continuar? Y, si decidíadejarlesenlaestacada,yanolesquedaríanada.
—Notepreocupes,papá—dije,yleacariciélamano—.Todosaldrábien.
Élmecogiódelamanoylaapretó.—Estoysegurodequetienesrazón,cariño—respondió.Respiróhondoytomóunsorbodecafé
—.Ah,queríacomentartealgo.Hemosrevisadotodoslosantecedentesdeloschicos.SihubiéramosrealizadounpardellamadasantesdelaSelección,habríamossabidoqueaBurkelecuestacontrolarsu ira y que, en una ocasión, a Jack le denunció una compañera de clase por comportamientoinapropiado.TambiénhemosaveriguadoqueEanpasalamayorpartedeltiemposolo.Nocreoqueseaunmotivodepesoparaexpulsarleya,peronodeberíamosquitarleelojodeencima.
—Dehecho,Eanmehaparecidountipobastantegeneroso.—¿Oh?—Sí. Ya he notado que es un chico un poco solitario, aunque no sé por qué; es muy buen
conversador.PapádejólatazadecaféencimadelamesaymiróaEan.—Quéraro.—¿Alguienmásporquiendebapreocuparme?—pregunté;noqueríaquepapáseobsesionara
conEan.Solitarionoerasinónimodeproblemáticooalborotador.—Hayunocuyoexpedienteacadémicodejamuchoquedesear,peronadaescandaloso.—Deacuerdo.Lopeoryahapasado—añadíconciertooptimismo.—Esoespero,aunquehecontratadoaunequipoespecialparaquecontinúeinvestigando.Nofui
tanprecavidocomodebía,ylosientomucho—confesó.—Miremos el ladopositivode esto.Si nohayningún lunáticomás, podría concertar algunas
citasyasíteneralgodequehablarelviernes.Mipadreserioentredientes.—Cierto. Quizá deberías verte con los pretendientes que apenas conoces. Tendrás tiempo de
quedarcontodosellos,teloprometo.Repaséatodosmiscandidatos.—Puedequeestasemananomeveasmuchoporeldespacho.Élsacudiólacabeza.—Ningúnproblema.Conócelos.Confíoenquepuedasencontraraalguienespecial,aunqueati
teparezcaabsurdo.—Permítemequeterecuerdeque,cuandomepropusistelaSelección,esenoeraelobjetivo.—Dalomismo.—Peroesquesonmuchísimos.¿Hayalgunoquetedémalaespina?Papárepasóalosseleccionadosunoauno.—Dehecho…—murmuróy,conlosojosentornados,buscóaunoenparticular.—Ese.Eldelacamisaverde.—¿Ycabellooscuro?—Sí.—SellamaJulian.¿Quétienedemalo?—Puedequeparezcaunatrivialidad,peroanoche,mientrasalababasalosdemáscandidatos,no
sonrióenningúnmomento,nisiquieraaplaudió.Noeslaactitudmásadecuada.Sinopuedesoportarqueunpuñadode chicos le hagan sombraduranteunosdías, ¿cómoaguantarávivir en la sombraduranteelrestodesuvida?
Llevabaañospreguntándomesimipadreerasinceroalasegurarqueseríaunalíderestupenda.Menudapérdidadetiempo.Mipadreconfiabaciegamenteenmí.
—Y esto también puede parecer otra trivialidad, pero creo que vuestros hijos no seríanmuyguapos.
—¡Papá!—grité,loqueprovocóunpequeñorevuelo.
Avergonzada,mecubrílacaraconlasmanosypapáseechóareíracarcajadas.—¡Deberíastenerloencuenta!—Deacuerdo.Mevoy.Muchasgracias.Ojaláhubierapodidodesaparecerdelcomedorsinmás.Crucéelsalónlomásrápidoquepude,
pero sin perder mi feminidad. Cuando doblé la esquina, salí disparada como un rayo hacia misaposentos.Meencerréenmihabitaciónydecidímirartodaslassolicitudesconlupa.Tratédebuscaralgoquedespertarami interés,mientusiasmo.Alver la fotografíadeJulian,hiceunapausa.Papáteníarazón.Dabaigualcómocombinarasunariz,miboca,mislabiososusmejillas;enmicabeza,todaslasvariacioneseranhorrendas.
Peropocoimportaba.Le enviaría a casa tarde o temprano, aunque quizá esperaría a tener varias citas para que se
marcharaacompañado.Todaslaseliminacionesensolitariohabíansidodesastrosas.Porahora,debíatrazar un plan. Diez citas. Ese era mi objetivo hasta el próximo Report. Y, además, tres de ellasdeberíanaparecerenlosperiódicos.¿Cómoibaaconseguirlo?
MamáestabaenlaSaladelasMujeresconlaseñoritaLucy.Estabanreunidasconunaalcaldesa.Puestoquelasmujeresnosolíanocuparesetipodecargos,a laspocasquehabíalasconocíamuybien.MillaWarren,alcaldesadeCalgary,habíavenidoahonrarnosconsupresencia.Miagendadeldíanohabíaprevistoningunavisitaoficial,peronotuveelección.Hiceunareverenciaparaanunciarqueestabaahíysaludarlas.
—¡Alteza!—exclamólaseñoraWarren,yselevantóparadarmelabienvenidaconunapomposareverencia—.Esunverdaderoplacerverla,¡ymásenestemomentotanemocionante!
—Nosalegramuchotenerlaporaquí.Porfavor,siéntese.—¿Cómoestás,Eadlyn?—preguntómamá.—Bien.Luegomegustaríahacerleunpardepreguntas—añadíenvozbaja.—¿Necesitaunosconsejossobrechicos?—bromeólaSra.Warren,ymeguiñóelojo.MamáylaseñoritaLucylerieronlagracia,peroyomelimitéasonreír.Yluegorecapacité:aquellamujerdeberíasaberlaverdad.—Créame,laSelecciónnoesloqueseimagina.Arqueólascejas,atónita.—Porfavor,¡regálemeundíacontreintaycincohombrespeleándosepormí!—Paraserhonesta,esmásbienunasuntodetrabajo—prometí—.Leponemosmuchaemoción,
perolociertoesqueestodoundesafío.—Yolocorroboro—intercediómamá—.Daigualenquéladodelprocesoestés;esmuyduro.
Haydíasquesetehaceneternosyaburridos,yotrosenlosqueapenastienestiempoderespirar—explicó—.Mecansoconsolopensarlo.
Mamá reposó la cabeza sobre lamano ymemiró de reojo. Percibí algo en ella, en aquellamiradamaternal e indulgente, que me hizo sentir apoyada y comprendida. Sin embargo, tambiénvislumbréunápicedeinquietud,unrastrodelestrésqueesamismamañanahabíaabrumadoapapá.Depronto,parpadeóycentrótodasuatenciónenlaseñoraWarren.
—Ybien,Milla,segúnloquetengoentendido,lascosasvanmuybienporCalgary.—Ah,sí.Bueno,esquesomosmuytranquilos.Por lo visto, la alcaldesa tan solo había venido a socializar un poco, así que me quedé ahí
sentada,manteniendounaposturaperfecta,hastaquedecidiómarcharse.Ytodograciasamí,porquehabía pasado una nota a una doncella pidiéndole que entrara en la sala y le dijera amamá que lanecesitabanconurgencia.
EncuantolaseñoraWarrensalióporlapuerta,mamáseestiróelvestido.—Déjameiraverquéhasucedido.—Relájate,hesidoyo—confesé,ymeestudiélasuñas.Necesitabaunamanicuraurgente.MamáylaseñoritaLucymeobservabanfijamente.—Quería tenerunaconversacióncontigo,yellanodejabadeparlotear,asíqueheconcertado
unacita.Oalgoparecido—comenté,yesbocéunasonrisainsolente.Mamásacudiólacabeza.—Eadlyn,avecespuedesserunpocomanipuladora—dijo,ysuspiró—.Yavecesestodauna
suerte.Uf,nocreoquehubierapodidoaguantarlamuchomás.Lastresnospusimosareírconcomplicidad.—Me siento un poco culpable—declarómamá—.No salemucho, y para ella esmuy difícil
desempeñarsutrabajosola.Peronomehagustadoelmodoenquesehadirigidoati.Hiceunamueca.—Lashaypeores.—Cierto—murmuró—.¿Dequéqueríashablarme?MiréalaseñoritaLucyporelrabillodelojo.—Desdeluego—susurró,respondiendoasíamipeticióntácita—.Simenecesitan,andarépor
aquí.Mebesóenlafrentey,trasunareverencia,nosdejóasolas.Fueungestomuycariñosoporsu
parte.—Estanbuenaconmigo—dije—.Yconmishermanostambién.Avecesmedalasensaciónde
quetengodosmadres.Sonreíymamáasintió.—Megustamanteneralagentequequierocercademí;laverdadesquehacuidadodetidesde
elmomentoenquevinistealmundo.—Ojaláhubierapodidotenerhijos—lamenté.—Amí tambiénme habría gustado—confesómamá—.Supongo que, a estas alturas, todo el
mundo sabe que lo ha intentado por todos losmedios, pero no ha funcionado.Haría todo lo queestuvieraenmimanoparaayudarla.
—¿Lohasintentado?MedabalaimpresióndequenohabíanadaquelosSchreavenopudieranconseguir.Mamápestañeóvariasveces;estabaalbordedelaslágrimas.—Nodeberíacontarteestoporqueesprivado.Perosí,hehechotodoloposible.Inclusolleguéa
ofrecerme como vientre de alquiler, para que así pudiera tener un bebé —confesó, y apretó lamandíbula—.Fueelúnicomomentoenmividaenquemereproché,e inclusomearrepentídeserreina.Alparecer,micuerponomepertenece,asíquehaycosasquenosemepermitenhacer.
—¿Quiénlodice?—Todoelmundo,Eadlyn.Noesalgomuy tradicional,ynuestrosconsejerospensaronqueel
pueblode Illéano locomprendería. Inclusohuboquienaseguróque todobebéquecrecieraenmivientredeberíaserincluidoenlalíneadesucesiónaltrono.Eraridículo,asíquetuvequeretirarmioferta.
Me quedé en silencio durante unos instantes, observando a mi madre; todavía no se habíarecuperadodeundisgustodehacíavariosaños,unpesarque,además,eradeotrapersona.
—¿Cómolohaces?—¿Elqué?—Nuncamedejas indiferente. ¿Cómoesposibleque todavíahayahistoriasde tuvidaqueno
conozca?Medalasensacióndequesiemprehassidounamujerentregadaalosdemás.
Ellasonrió.—Cuandoestásrodeadadegentea laqueadoras,dar tubrazoa torcer,resignarteodartepor
vencidanosepercibecomounsacrificio.Haypersonasporlasquedaríamividasinpensármelodosveces.SinolvidaralpueblodeIlléa,nuestrossúbditos,porlosque,enciertosentido,tambiéndimivida.
Bajólacabezaysearreglóelvestido,aunqueestabaperfecto.—Estoyconvencidadequehaygenteporlaquemorirías,perotodavíanolosabes.Algúndíate
daráscuentadeello,yaverás.Por un momento, temí que no fuéramos familia. Las personas a las que mamá podía estar
refiriéndose—papá,Ahren,laseñoritaLucy,latíaMay—tambiéneranunpilarmuyimportanteenmivida,yprecisamenteporesonecesitabaquemeayudaran,ynoalrevés.
—Detodasformas—resumió—,¿dequéqueríashablarme?—Ah, sí.Bueno, ahora que papá se ha cerciorado de que los candidatos que quedan no están
chiflados,hedecididocentrarmeenlascitas—contesté,ymeinclinéhaciadelante—.Necesitoideassencillas,peroque,enpantalla,seveanmagníficas.
—Oh—suspiró,yclavólamiradaeneltecho,pensativa—.Nosésipodréecharteunamanoconesetema.CasitodaslascitasquetuvecontupadredurantelaSelecciónfueronpaseosporeljardín.
—¿Deveras?¿Cómoesposiblequeosenamorarais?¡Quéaburrimiento!Mamásoltóunacarcajada.—Bueno, era la oportunidad perfecta para charlar. O para discutir, claro. Siempre que nos
quedábamosasolas,hacíamoslounoolootro.Entornélosojos.—¿Ospeleabais?—Todo…el…tiempo—respondió,yluegodibujóunasonrisa.—Enserio,cuantasmáscosasmeexplicassobre tuSelección,menososentiendo.Nisiquiera
puedoimaginartediscutiendoconpapá.—Lo sé. Tuvimos que trabajar muchos aspectos de nuestra relación para conseguir que
funcionara,perolaverdadesquefueunasuerteconocernos;porfinambosencontramosaalguienquenosapreciaba,queerasinceroconnosotros,quenosfelicitabacuandolomerecíamos,peroquetambiénnosamonestabaoreprendíacuandonosequivocábamos.
Nomenegabaacompartirmividaconalguienquefuerasinceroconmigo—dadoelcasodequealgúndíadecidieracasarme—,pero,siunchicoqueríaconquistarme,debíaaprenderamedirsuspalabras.Delocontrario,noduraríauntelediario.
—Deacuerdo,citas—dijo,yvolvióaacomodarseensuasiento,meditabunda—.Nuncasemehadadobienel tiroconarco,perosialgunode tuspretendientesesunexpertoenesearte, lacitapodríaserunéxito.
—Creoquepuedohacerlo.Oh,yyahemontadoacaballo,asíquedescartemosesaopción.—Vale. Y cocinar tampoco—añadió. Sonrió, dándome a entender que no podía creerse que
hubierapermitidoesacita.—Peroacabósiendoundesastre.—Bueno,¡KileyHenrilohicieronfenomenal!YFoxtampocolohizotanmal.—Esverdad—corregí.Y, de repente, recordé esemomento enque cociné a solas conHenri.
Nadiesehabíaenteradodeesacita.—Cariño,creoque,enlugardebuscarunacitatanllamativayvistosa,deberíasprobaralgomás
sencillo.Tomaunté,paseaporlosjardines.Unacenaounalmuerzoenbuenacompañíasiempresonbienvenidos;peronopuedescomerdiezvecesaldía.Enmiopinión,lascitasmássimplessonmásbonitasquelasostentosas.
Habíatratadodeevitarcualquierencuentroquepudieraserdemasiadopersonal.Peroesetipodecitastransmitíancercanía,algoqueelpúblicoansiaba.Quizámimadrellevabarazón.Sielaborabaunalistacontemasypreguntassuperficiales,reduciríaelriesgodequelacitasevolvierademasiadoíntima.
—Gracias,mamá.Creoqueloprobaré.—Denada,cariño.Yasabesqueaquímetienes.—Losé—murmurémientrasjugueteabaconelvestido—.Séqueestosdíashesidopeorqueun
dolordemuelas,ylosiento.Mamáalargóelbrazoymecogiódelamano.—Eadlyn,estássometidaamuchoestrés.Tecomprendemos.Y,amenosquetetransformesen
unaasesinaquedescuartizaasusvíctimasconunhacha,siempretequerré.Meechéareír.—¿Unaasesinaquedescuartizaasusvíctimasconunhacha?¿Eseestulímite?—Bueno…,tequerríadetodasformas—dijo,ymeguiñóelojo—.Anda,vete.Sipiensastener
tantascitasestasemana,deberíasorganizarte.Asentíy,porrazonesqueaúnnologrocomprender,medeslicéymesentéensuregazo.—¡Uuuf!—sequejóencuantonotómipesosobrelasrodillas.—Tequiero,mamá.Ellameabrazóporlacintura.—Yotambiéntequiero.Másdeloqueimaginas.Lediunbesoenlamejillaymelevantédeunsalto.Penséenlasemanaquemeesperabaydeseé
que mi plan calmara los ánimos. Sin embargo, en cuanto salí al pasillo, desapareció mi alegría.Badenestabaahí,esperándome.
Capítulo29
Badenirguiólaespaldayseacercóamí.Elsoldemediodíasecolabaporlasventanas,asíqueelpalacio estaba sumido en una luz cálida que teñía todas las habitaciones de un dorado precioso.Inclusosutezoscuraparecíamásclarabajoaquelresplandor.
—¿Mepersigues?—preguntéconciertaironía.Sinembargo,almirarlealosojos,medicuentadequenoestabaparabromas.—Nosabíacómodarcontigo.Eresmuydifícildeencontrar.Mecrucédebrazos.—Yaveoqueestásmolesto.¿Porquénomedicesquéocurreylosolucionamosdeunavezpor
todas?Badenhizounamueca,disconformeconmioferta.—Quieroirme.Fuecomodarmedebrucescontraunapared.—¿Perdón?—Lodeanochefuevergonzoso.Tepedíunacita,ytúmerechazaste.Levantéunamano.—Si no me falla la memoria, en ningún momento dije que no. De hecho, no me dejaste ni
contestarte.—¿Acasoibasaaceptar?—preguntóconescepticismo.Alcélasmanosyluegolasdejécaer.—Puesnolosé,porquedegolpeyporrazotepusistedemorrosyluegotemarchastesinmás.—¿Deveraspiensasdarmeleccionesdecomportamiento?Ahoguéungrito.¿Cómoseatrevíaahablarmeasí?Meacerquéaély,apesardeponermedepuntillas,asuladoparecíaenana.—Sabesquepuedocastigartepordirigirteamíenesostérminos,¿verdad?—¿Ahora pretendes intimidarme? Primero me rechazas, luego me utilizas como un títere
duranteelReport…Yhoymehepasadotodalamañanabuscándoteporelpalacio.Fuistetúquienmeprometióquenosveríamosduranteeldesayuno.
—¡Noestássolo!¡Soisveintecandidatos!¡Tengomuchotrabajoquehacer!¿Cómopuedessertanegocéntrico?
Losojosestabanapuntodesalírseledelasórbitas.—¿Yo?¿Egocéntrico?—repitióseñalándoseelpecho.Intentéprotegermicorazón;noqueríaqueesechicomehicieradaño.—¿Sabes?, eras uno de mis favoritos. Quería conocerte, mantenerte en la Selección durante
variassemanasmás.Mifamiliateadoraba,ysabesquesientoadmiraciónportutalento.—No necesito la aprobación de tu familia. Durante una hora, fuiste encantadora conmigo.
Después,desaparecisteyempezasteaactuarcomosinohubieraocurridonada.Tengoelderechoyla
libertaddeirme,yestoylisto.—¡Entoncesvete!Medimediavuelta.Noteníaporquésoportareso.Desdeelpasillo,élmelanzóunaúltimapuñalada:—¡Todosmisamigosmeloadvirtieron!¡Medijeronqueestabaloco!¡Teníantodalarazón!Seguíavanzando,sinmiraratrás.—¡Eresprepotente!¡Yegoísta!¿Enquéestaríapensando?Dobléunaesquinaalazar;obviamente,noeraelcaminomáscortoamihabitación,peromedio
lomismo.Seguíadelante,conlabarbillabienaltayconesaexpresiónvalientequetantasveceshabíapracticado.NadiepodíaimaginarsecuántomehabíadolidoladespedidadeBaden.
Trasunlargorodeo,porfinlleguéaltercerpiso.Empecéallorarencuantopuseunpieenelrellano;nofuicapazdemantenerlacomposturaniunsegundomás.LaspalabrasdeBadenseguíanretumbando enmi cabeza; me abracé la cintura yme doblé de dolor porque notaba un pinchazohorribleenelestómago.
Antes de que los pretendientes desembarcaran en palacio, había elaborado una lista con ideaspara librarme de ellos. Planeé varias estrategias para ofenderlos, para que se enfadaran; habíapensadoqueasímediríancosasparecidasalasqueBadenmehabíasoltado…Sinembargo,teníalasensacióndequenohabíahechonadaparaprovocarle.
Y, aun así, las dijo. ¿Qué pasaba conmigo? ¿Por qué me habían dado calabazas, por ser yomisma?
Consufrasededespedidahabíaconseguidoloquesehabíapropuesto.Hacíaunmes,cuandoleílos nombres de los seleccionados, creí que tenía un millón de posibilidades. Pero ¿cuántosmuchachosdeIlléanohabíanparticipadoporquemedespreciaban?
¿Lagentemeconsiderabaunaniñamimadaymalcriada?¿Egoísta?MepreguntéquépartedelaSelecciónestabadeleitandomásalpúblico:¿losmomentostiernosyrománticosolosmomentosenqueparecíaunapatéticafracasada?
Respiré hondo y decidí resguardarme en mis aposentos. Erik estaba esperándome junto a lapuerta,asíquemehabíavistosollozar.
Mesequélaslágrimasparadisimularquehabíaestadollorando,peronopudeocultaraquellosojoshinchadosolarojezdelasmejillas.ElhechodequeErikmevieraeneseestadotanlamentablemedoliótantocomolaspalabrasdeBaden,peroelúnicomododerestarleimportanciaeraaparentartotalnormalidad.
Alacercarmeaélmepercatédequemeobservabacontristeza.—Quizánohevenidoenelmejormomento—dijoconunápicedesarcasmo.Sonreí.—¿Porquélodices?—respondítambiénentonojocoso—.Perosipuedoayudarteenalgo,por
favor,dímelo.Loharéencantada.Eriksequedópensativo.—Quería hablarle sobre Henri. ¡Pero él no sabe nada! —añadió—. Él vendría a verla
personalmente si pudiera desenvolverse en su idioma. Pero le da vergüenza—reconoció—.Él…,bueno,mecontólodelbeso.
Asentí.—Nomesorprende.—Teme haber cruzado una línea. Según su versión, él la estaba abrazando y quizá no debió
hacerlo,perolohizo,yentonces…Sacudílacabeza.—Talycomoloestáscontando,parecemuchopeordeloquefue.Él…Nosotros…—farfullé
—.Intentamoscomunicarnosy,cuandonosquedamossinpalabras,enfin,nosbesamos.Poralgúnmotivo,meabochornabaadmitirlodelantedeErik,aunqueeraconscientedequeya
sabíatodalahistoria.—Entonces,¿novaaexpulsarlo?Abrílosojoscomoplatosyapuntoestuvedeecharmeareír.Enningúnmomentosemehabía
pasadotalcosaporlacabeza.—No.Esunadelaspersonasmásamablesytiernasqueconozco.Noestoy,enabsoluto,molesta
conél.Erikasintió.—¿SeríainapropiadoqueletransmitierasuopiniónaHenri?—Desdeluegoqueno—respondí.Mesequélosojosdenuevo,aunqueestavezdejéunrastrode
lápiznegroportodalaojera—.Buf.—¿Estábien,alteza?—preguntóErikconternuray,afortunadamente,sincompasión.Meapetecía contarle todo loocurrido,peroconfesarlemispenas rozaba lo inapropiado.Una
cosa era hablarle sobre Henri; otra muy distinta explicarle mis reparos y temores respecto a losdemáscandidatos.
—Loestoy.Oloestaré.Notepreocupespormí;cuidadeHenriyvelaporél.Notéunligerocambioensuexpresión.—Hagotodoloquepuedo.Leobservéduranteunosinstantes.—IntuyoqueHenriestádeseandovolverarepetirlo,¿verdad?Eriknegóconlacabeza.—Noseequivoque,alteza.Éllaquiere.Tras ladespedidadeBaden,queme rompióelcorazón,noconcebíaquealgoasípudiera ser
posible,peroErikmeloconfirmó:—Habladeustedsinparar.Cadamañana,enelSalóndeHombres,letraduzcolibrosdeciencias
políticasporquesehaempeñadoenentender lasdiferenciasentre lamonarquíaabsolutaque reinaaquíylamonarquíaconstitucionalconlaquecrecióenSwendway.Incluso…—Erikhizounapausapara reírse entre dientes—. Incluso estudia los andares y el ademán de sus hermanos. Quiere sermerecedordesumano,alteza.
Tragué saliva. Me sentía un poco abrumada. Traté de dibujar una sonrisa para encubrir misverdaderossentimientos.
—Peronisiquierapuedehablarconmigo.—Losé—respondióconsolemnidad—.Yporesomeasombra…—¿Elqué?Seacariciólabarbillauntantodubitativo.—Aprenderunalenguaextranjerasiempreesmásfácilcuandoseesunniño.Cualquierapuede
intentar aprenderla demayor, por supuesto, pero el acento siempre le delatará. AHenri le cuestaretenerelvocabularioy, al ritmoqueva, tardaráañosen sercapazdemantenerunaconversaciónbásica. Por no mencionar los matices que puede tomar un idioma, como la jerga y loscoloquialismos.¿Entiendeloquesignificaeso?
Que no lograría comunicarme con Henri durante quién sabe cuánto tiempo. Que, con todaprobabilidad,cuandoacabaralaSelección,apenasnosconoceríamos.
—Sí,loentiendo.—Trespalabrasquesentícomounmazazo,queretumbaronenelpasilloyquemeaplastaroncomoaunamosca.
—Creíaquedebíasaberlo.Alteza,yosoloqueríaquefueraconscientedecómopuedeavanzarlarelaciónsiustedtambiénsientealgoporél.
—Gracias—susurré.—¿Y?—preguntóderepente—.¿Sientealgoporél?Aquellapreguntamecayócomounjarrodeaguafría.—Conelcorazónenlamano,Erik,noséloquesiento.—Eh—murmuró, y apoyó unamano sobremi hombro—.Lo siento.Ha sido un comentario
inapropiado.Noesasuntomíoyesevidentequenoestáteniendounbuendía.Québobo.Mesorbílanariz.—No.Tansoloestássiendounbuenamigo.TantodeHenricomomío.Nopasanada.Élentrelazólasmanostraslaespalda.—Bueno,esquelosoy,¿onolosabía?—¿Eh?Eriksuspiróy,depronto,selesonrojaronlasmejillas.—Suamigo.Sinecesitauno.Fueunaofertamuysencillay,sinembargo,muygenerosa.—Nosemeocurrenadiemejor.Élsonriósatisfecho,peronodijonada.Siempredisfrutabadeesosmomentosdesilenciocon
Erik.Pasadosunosinstantes,seaclarólagarganta.—Estoysegurodequetienemuchotrabajoporhacer,peronomegustaríadejarlasolasiestá
triste.—No.Dehecho,loprefiero.Mededicóunasonrisauntantocohibida.—Siesloquedesea—musitó,yseinclinóantemí—.Esperoquesudíamejore.—Yalohahecho—prometí,ylerodeéparapoderentrarenmidormitorio.—¿Señorita?—llamóNeenaencuantoabrílapuerta.Debíadetenerunaspectoterrible.—Hola,Neena.—¿Estábien?—No,pero lo estaré. ¿Puedespasarme los formulariosde laSelección, por favor?Tengoun
montóndetrabajo.AunqueNeena se quedó un poco desconcertada, obedeció sin rechistar. Además del papeleo,
tambiénmetrajounacajitadepañuelos.—Gracias.Penséquelopeoryahabíapasado,pero,cuandovilasfotografíasdelospretendientes,nopude
contenerlaslágrimas.Dudédetodos.¿Quiénseguiríaconcursando,luchandopormimano,apesardeodiarme?
—Neena,¿podríastraermepapelenblanco?Encuestióndesegundosteníaunatazadetéyunalibretasobreelescritorio.Eraunadoncella
maravillosa,laverdad.Intentéorganizarmelasemana.EnelformulariodeApseldecíaquetocabaelpiano,asíqueal
díasiguientepor lamañanamereuniríaconélpara tocaralgúndueto;aprimerahorade la tarde,daríaunpaseopor los jardinesconTavish.El lunes tomaríael téconGunnery luegosaldríaconHarrisonadarunavuelta;algúnfotógraforetrataríaelmomento.Apapáleencantaríalaidea.
Acabédeelaboraraquelminuciosohorarioydejélapiladepapelesaunlado.Sincruzarunasolapalabra,Neenaempezóaprepararmeunbaño.Meacabéel téydejélatazasobrelamesaquehabíaalladodelatetera,paraqueluegonotuvieraquebuscarlaportodalahabitación.
Elcuartodebañoestabaenvueltoenunanubedevaho.Meplantédelantedelespejoyempecéa
quitarmetodaslashorquillasdelcabello.LapresenciadeNeenasiempreeracomounbálsamoparamí.Despuésdeaquelbañotanrelajante,casihabíalogradolibrarmedelasduraspalabrasdeBaden.
—¿Quierehablardeltema?—preguntóNeenaenvozbaja,yempezóacepillarmeelpelo.—Nohaymuchoquedecir.Lagenteseguiráarrojándomecomidapodrida,lanzándomepalabras
hirientes,asíque,siquierosobrevivir,tendréqueaprenderasermásfuerte.Seleescapóunsuspirodedesaprobación.Atravésdelreflejo,observéqueteníaunaexpresión
afligida.—¿Qué?Neenadejódepeinarmeymemirócompungida.—Pormuycomplicadosqueseanmisproblemas,nuncaloscambiaríaporlossuyos.Losiento.Erguílaespalda.—Nolosientas,Neena.Nacíconestacruz,esteesmidestino.—Peroesinjusto,¿nocree?Elhechodequeyanovivamossegúnunsistemadecastassignifica
quenadienaceconundestinomarcado,niconunacruz.¿Acasoesonolaincluyeausted?—Esoparece.
PocoimportóqueApselfueraunpianistaimpecable,otodosloselogiosqueleregalé.Tampocosirvió de nada que las fotografías que tomaron de Tavish paseando ami lado en el jardín fueranpropias de una revista demoda.A pesar del trabajo y los esfuerzos que dediqué a aquellas citas,ningunaaparecióenlostitularesdellunesporlamañana.
Sobrelasinstantáneasdemiscitas,lahistoriaquesenarrabaeracompletamentedistinta.«¡ES TRABAJO!», exclamaba el titular que acompañaba una fotografía en que aparecía yo
bostezando. Por lo visto, una «fuente de primera mano» había compartido con los medios decomunicaciónmiopiniónsobreelprocesodelaSelección,asegurandoqueera«másbienunasuntodetrabajo»yque«leponemosmuchaemoción».Solodeseabaunacosa:mataraMillaWarren.
Aunquetampocopodíaculparla.ElhechodequeBadenhubierasacadoalaluzquelaSeleccióneraunparipénoesquehubieraayudadoennada.
Según su descripción, yo era una chica fría, hipócrita y distante. Reveló nuestro único yencantadormomentoasolasyaseguróque,apartirdeentonces,mehabíaalejadodeél.Yesafuelagotaquecolmóelvaso.Repitióvariasvecesquenoeracapazdequedarseenpalacioycontribuiraesamentira.SabíaquelehabíanpagadounacantidadexorbitadadedineroporaquellasdeclaracioneseintuíaqueaBadenlepreocupaba,ymucho,ladeudaacadémicaquehabíaacumuladoalolargodelosúltimosaños.Aunque,porotrolado,estabaconvencidadequetambiénlohabríahechogratis.
Compararesasnoticiasconmiscitasdefindesemanaeraabsurdo,yaquehabíaneclipsadoporcompleto cualquiermomento romántico.Había sidouna total pérdidade tiempoy, peor aun, papáestabasufriendotodaslasconsecuencias.Yahabíanpasadovariassemanasytodavíanoselehabíaocurridoningunaideapararedirigirelproblemadelascastasniparacalmaralosalborotadoresqueexigíanelfindelamonarquía.
Noestabalograndoningunodemiscometidos.Despuésdedesayunardecidí aislarme enmihabitación.Echéunvistazo amisplanesdel día.
¿Merecíalapenaacudiralascitas?¿Habíaalgúnmododemejorarlaperspectiva?Oíquealguienllamabaalapuerta.Alvolverme,advertílasiluetadeKile.Sinpensármelodos
veces,melancéasusbrazos.—Eh—murmuró,ymeestrechóconfuerza.—Noséquéhacer.Lascosasnohacenmásqueempeorar.Élseapartóunpocoymemiróalosojos.
—Algunospretendientes están confundidos.No saben si los estás utilizando,Eadlyn—dijo, yluegocontinuóenvozbaja,paraqueNeenanopudieraoírle—.Séquenuestroprimerbesofueunapantomima.Sésincera,¿todoesunapantomima?Siloes,debesserhonestaydecirlo.
Leobservésinpestañear.¿Cómopodíahaberestadotanciega?NuncacreíqueKilepudieraserunchicotanlisto,divertido,guapoycariñoso.Noqueríamantenerunaconversaciónentresusurros,así que le pedí a Neena que nos dejara a solas. Cuando cerró la puerta, volví a centrarme enmirespuesta.
—Esmuycomplicado,Kile.—Soyunapersonainteligente.Explícamelo.Estabasereno,asíquesuspalabrassonaronmáscomounainvitaciónquecomounaexigencia.—Simelohubieraspreguntadoeldíaantesdequelospretendientesllegaranapalacio,tehabría
dichoquetodoerapuroteatro.Peroyanoloes,almenosparamí—dije.Había intentado por todos losmedios que las citas nome afectaran y, de hecho,me aterraba
romper esas distancias. En ese momento, Kile estaba a punto de salir de mi zona de confort yadentrarseenmimundomásíntimo.Nosabíacómoreaccionaríasicruzabaesalínea.
—Túmeimportas—confesé—.Muchosmeimportáis—corregí—.¿Sicreoquevoyaacabarcasándomeconunodevosotros?Nopuedoasegurarlo—murmuré,encogiendoloshombros.
—Esonotienesentido.Esunacuestióndeblancoonegro.—Noseastaninjusto.Cuandooístetunombre,¿queríasparticipar?¿Diríaslomismoahora?Nomepercatédelotensoqueestabahastaquesoltóunsuspiroycerrólosojos.—Deacuerdo.Esopuedoentenderlo.—Estassemanashansidomásdifícilesdeloquepensaba.Dehecho,hanresultadodesastrosas.
Aunqueseaunachica,nosemedamuybienexpresarmisemociones,asíqueavecesmuchosasumenquealgonomeimporta,cuando,enrealidad,síquemeimporta.Megustaguardarmeciertascosasparamí.Séquenoesbueno,perosoyasí.
Kilellevabamuchosañosviviendoenpalacioysabíaqueestabadiciendolaverdad.—Eadlyn,tienesquetomarcartasenelasuntoyhaceralgunadeclaraciónalaprensa—insistió
sinpestañear.Memasajeélassienes.—Nosésiesbuenaidea.¿Ysimetolapata?Élmedioungolpecitoenelestómago,algoquenohacíadesdequeéramoscríos.—Sésincera.Esonuncafalla.Aquelloconfirmótodasmispreocupaciones.Admitirquemehabíaencariñadodemuchosdelos
candidatosyqueesoeralomásimportantequeteníaahoramismoentremanossignificabarevelarelpuntodepartidadeesaSelecciónenparticular.Ytalycomoibanlascosas,conesaconfesiónnomeganaríasusimpatía.
Depronto,Kilesegiróymeseñalóelescritorio.—Ven.Sentémonosunminuto.Meacomodéasuladoyapartéalgunosbocetosdevestidosenlosquehabíaestadotrabajando
últimamente.—Sonimpresionantes,Eadlyn—destacó.Dibujéunatímidasonrisa.—Gracias,peronosonmásquecuatrogarabatos.—Nohagaseso—dijo—.Nodesmerezcastutrabajo.Recordéesaspalabrasymetranquilicé.Kilecogióunpuñadodelápicesyempezóahacerunesbozopropio.—¿Quéestásdibujando?—preguntétrasdistinguirunascajaspequeñas.
—Unaideaquellevotiempoqueriendoprobar.Heestadoleyendomuchísimosartículossobrelasprovinciasmáspobresdelpaís.Ahoramismo,sumayorproblemaeslavivienda.
—¿Porelboomindustrial?—Sí—murmuró,ycontinuótrazandolíneasprácticamenteperfectas.Papáhabíahechotodoloqueestabaensumanoparafomentarelcrecimientoindustrialenlas
provinciasmásagrícolas.Si loqueproducíaunazonapodíafabricarseallímismo, todoelmundosaldríaganando.Peroencuantoempezólaindustrialización,muchagentesetrasladóaesaszonas,apesardequenohabíaviviendasparaalojaratodoslosreciénllegados.
—Meheinformadounpocosobreelcostedelossuministrosy,simiscálculosnomefallan,creoqueseríaviableconstruirestaspequeñascabañas.Entérminosbásicos,soncubículosfamiliaresybastanteasequibles.Llevovariassemanasjugandoconestaidea.Sipudieraexplicarleeldiseñoaalguien,quizápodríanimplementarse.
Eché una ojeada a aquella diminuta estructura, del mismo tamaño que mi cuarto de baño yadosadaaotracajaidéntica.Cadaunateníaunapuertayunaventanalateral.Sobreeltejadoadvertíuntubodestinadoarecogerelaguadelluviaqueluegoseacumulabaenuncuboquehabíafrentealapuerta. También había pensado en los conductos de ventilación y, justo en la parte frontal, habíadiseñadounpequeñotoldoparadisfrutardeunpocodesombra.
—Perosonmicroscópicas.—Paraunsintechoserácomovivirenunamansión.Exhalé.Kilellevabarazón.—Esimposiblequehayasuficienteespacioparauncuartodebaño.—Sí,perolamayoríadelostrabajadoresutilizalasinstalacionesdelafábrica.Esoesloquehe
leído.Estaschozasseríancomounalbergue;asílagentepodríadescansarmejor,nocaeríaenfermatanamenudo…,atodosnosgustatenernuestropropiohogar,porpequeñoquesea.
ObservéaKile.Teníalosojospegadosenelpapelyseguíaañadiendodetallesalboceto.Sabíaque aquello le había tocado la fibra sensible; él siempre había añorado tener un hogar que leperteneciera.Consumadelicadeza,dejóelpapelsobrelapilademisdiseños.
—Noestanemocionantecomounvestidodenoche,peroesloúnicoquesédibujar—concluyóconunarisa.
—Ylohacesdemaravilla.—Eh.Solopretendíadistraerteunpoco.Noséquémáspuedohacerporti.Meacerquéaélylecogídelamano.—Elhechodequeestésaquíessuficiente.Enlugardeofuscarmeyponermedemorros,debería
elaborarunplandeacción.—¿Teapetecehablardeello?Encogíloshombros.—Quizá,peroantesdeberíacomentarloconmipadre.Kiledebiódepensarqueeraunaestúpida,peronosabíaloqueestabasucediendo.Y,aunquese
olieraalgo,eramuydifícildecomprender.—Graciasporhabervenidoaverme,Kile.Tedebouna.—Medebesdos.Todavíaestoyesperandoaquetengasesacharlaconmimadre—puntualizó,y
meguiñóelojo.Porsuerte,nosonóareproche.Nohabíaolvidadolapromesaquelehicey,adecirverdad,habíatenidomásdeunaoportunidad
de sacar el tema con la señorita Marlee. El problema ahora no era ella, sino yo. No queríaimaginarmeelpalaciosinKile.
—Desdeluego.Lotengoinmente.
Mesoltóotrogolpecitoenelestómagoymereícomounatonta.—Losé.—Voyahablarconmispadresahoramismo.Necesitosolucionarestetema.—Deacuerdo.—Merodeólacinturaconelbrazoymeacompañóhastalapuerta.Cuando llegamos a las escaleras, nuestros caminos se separaron. Fui directa al despacho, un
tantonerviosaporcómomerecibiríapapáalentrar.Antesdecruzarelumbral,meaclarélagarganta.Éllevantólanarizdeunmontóndepapelesy
enseguidalosrecogióylosguardóenuncajón,bajollave,paraevitarquepudieraverlos.—Hola,cielo.PenséqueestasemanatecentraríasúnicamenteenlaSelección.—Bueno,esaeralaintención,perosemehaocurridoquequizápodríaecharteunamano.Papáparecíaalicaído.—Todavíanomeexplicocómohapodidoocurrir,Eadlyn.Losiento.—Yosoyquiendeberíapedirdisculpas.Badenexagerólascosas,peronoesunembustero.No
hadichoningunamentira.Yreconozcoquesoltéesascosasdelantedelaalcaldesa.TansolodijequelaSelecciónsuponíamuchotrabajo.Pregúntaseloamamá;ellatambiénestabaallí.Mispalabrassemalinterpretaron.
—Yahehabladoconella,cariño,ynoestoyenfadado.PeronoentiendoquéhallevadoaMillaahaceralgoasí.Medalasensacióndequesomoselblancodetodaslascríticas…—murmuró.Abriólaboca,dispuestoadeciralgomás,peroestabatanperplejo,tanconfusoporlainsatisfaccióndesupropiopueblo,quenosupopordóndeempezar.
—Lo estoy poniendo todo de mi parte, papá, pero no es suficiente. He pensado que quizádeberíamosprobaralgodistinto.
Élseencogiódehombros.—Estoydispuestoacasicualquiercosa.—Desviemos la atención. Ahora mismo, la gente ha perdido la confianza en mí, así que
invitemos a Camille a pasar unos días a palacio. Ahren está perdidamente enamorado de ella y,además,domina losmediosdecomunicación.Laadoran,nonosengañemos.Despuéspodríadecirque tenerles revoloteando por aquíme hamarcado yme ha hecho recapacitar. Y, a partir de ahí,podemosretomarlaSeleccióneintentarqueesahistoriadeamordépasoaotra.
Papáteníalosojosclavadosensuescritorio.—Nosédedóndesacasesasideas,Eadlyn,perosonbrillantes.YcreoqueaAhrenleencantará
lapropuesta.Déjamehacerunpardellamadasparaversipuedeviajarhastaaquí,antesdehacerlooficial,¿deacuerdo?
—Porsupuesto.—Tambiénquieroqueorganicesunafiestaensuhonor.Simepermiteslaindiscreción,deberías
intentarconocerlamás.Comosinotuvierabastantespreocupaciones.—Mepondréconelloenseguida.Papálevantóelteléfonoyvolvíamihabitación.Albergabalaesperanzadequeaquellobastara
paraencauzarlascosas.
Capítulo30
Dosdíasdespués,estabaenlapistadeaterrizaje,juntoamihermano,queestabahechounmanojodenervios.Sosteníaungigantescoramodefloresentresusmanos.
—¿Porquénuncameregalasramosasí?—Porquenopretendoimpresionarte.—Eres peor que los candidatos —dije, sacudiendo la cabeza—. Será la próxima reina de
Francia.Noesfácilsorprenderachicascomonosotras.—Losé—murmuró.Seleveíatanfelizqueparecíaidiota—.Supongoquetengosuerte.La escalerilla del aviónno tardó endescender.Primerobajarondosguardias de seguridady,
después, Camille. Era una jovencita esbelta y grácil de cabellera rubia; su expresión transmitíaserenidadyemoción.Jamáslahabíavistoconunatuendoindiscretooinapropiado,yesoquehabíavistoinfinidaddefotografíassuyaspublicadasenrevistassensacionalistas.
Habíaunprotocoloqueseguir,desdeluego,peroAhrenyCamilleselosaltaronalatoreraalfundirseenuntiernoabrazo.Éllaestrechóentresusbrazosmientraslebesabacadacentímetrodelrostro.El ramodefloresquedódestrozado.Camillese reíayAhrenseguíaacribillándolaabesos.Mesentíunpocofueradelugar,peroesperéaquepararanantesdesaludarla.
—¡Te he echado tanto de menos!—exclamó ella. Su acento francés hacía que cada palabrasonaracomounasorpresa.
—Tengotantascosasqueenseñarte.Lepedíamispadresquereservaranunasuitesoloparati,asísiemprequevengastendráslamejorhabitacióndepalacio.
—¡Oh,Ahren!¡Erestangenerosoconmigo!Élsediolavuelta,conunasonrisadeorejaaorejay,derepente,recordóqueyoseguíaallí.—Estoysegurodequenotehasolvidadodemihermana.Nossaludamosconunareverencia.Aquellachicaeralapersonificacióndelaelegancia.—Alteza,mealegrodevolveraverte.Hetraídoalgunosregalosparati.—¿Paramí?—Sí.Ven,dejaque tecuenteunsecreto—murmuró,y se inclinóhaciadelante—.Tesentarán
comounguante,yaloverás.Aquellanoticiameanimóenseguida.—¡Maravilloso! Quizá pueda estrenar algo hoymismo. Te he preparado una fiesta para esta
noche.Camilleahogóungritoysellevólasmanosalpecho.—¿Enmihonor?—preguntó,ydesviósusojosazuleshaciasuprometido—.¿Deveras?—Deveras.Ahrenestabairreconocible.MirabaaCamillecomosilavenerara,comosiestuvierapreparado
parasacrificarcualquiercosasiesocomplacíaasuamada.—Tufamiliametratamuybien.Vamos.Estoydeseandoveratumadre.
Devueltaapalacio,tratédeseguirlaconversación,peroAhrenoptóporhablarenfrancésparaque Camille se sintieramás cómoda y, puesto que yome había decantado por el español, nomeestaba enterando de nada. Llegamos a casa y, como era de esperar, mamá, papá, Kaden y Ostenestaban esperándonos a los pies de la escalinata principal. Detrás de las columnas, y claramentequeriendopasardesapercibidos,advertílapresenciadevariosfotógrafos.
Ahrenfueelprimeroenapearsedelcoche.Comobuencaballero,sehizoaunladoyofreciósumano para ayudar a Camille. Sin embargo, cuando busqué su mano para bajar del vehículo, mepercatédequehabíapreferidoacompañarasuamada.Alveramimadre,laprincesaselanzóasusbrazos.
Mamá, papá y Kaden hablaban un francés impecable y le dieron una cálida bienvenida. MeacerquéaOsten,elculoinquietodelafamilia.Estabaimpacienteporhaceralgunadesustravesuras.
—¿Quéhastramadoparahoy?—Nohepensadoennada.—Veabuscaralosseleccionadosyhazlespreguntasraras.Ymantenmeinformada.Élseechóareírmaliciosamenteysemarchócorriendo.—¿Adóndevatandeprisa?—preguntópapáenvozbaja.—Aningúnlado.—Entremos—dijomamá—.Deberías dormir un poco antes de esta noche. Eadlyn lleva días
organizandoestafiesta;serámaravillosa.
Habíapensadoentodo.Habríamúsicaendirecto,perfectaparabailarenpareja,yloscocineroshabían elaboradouna suerte de fusióngastronómica,mezclando recetas de Illéa y deFrancia.Losreposteroshabíanpreparadoaquellosdeliciosos saquitosdemanzanacon losqueHenrinoshabíadeleitado.Memoríadeganasdequelosviera.
Mamá estaba radiante, como siempre, y papá no parecía tan agotado como en las últimassemanas.Josiesesentíacomopezenelaguay,alverla,mealegróque,porunavezensuvida,nomehubiera robado una tiara. Kaden era como un pequeño embajador; se paseaba por el salónestrechandolamanoatodoelmundo.
Mepeguécomouna lapaa laparejafeliz; resultabacautivadora laparqueextenuante.AhrenmirabaaCamillecomosigraciasaellasalieraelsolcadamañana.Erabonitoverleasí,hechizadoporaquella jovencita.Yesohizoquemedieracuentadequenuncanadiemehabíamiradodeesemodo.
EstabacelosadeCamille.Noporhaberseganadoelamordemihermano—unadelaspersonasmásfirmesdelmundo—,sinoporquehacíaquetodofuerafácil.¿Quéhabíahecholareinafrancesaparaeducarlaasí?Camilleeraunachicadelicadaydulce,pero,almismotiempo,nadieseatreveríaapisotearla. Estaba al día de los asuntos internacionales y sabía que su pueblo la adoraba. El añopasado,eneldíadesucumpleaños, lascallesse llenarondefiestas improvisadasensuhonor.Lascelebracionesdurarontresdías.¡Tresdías!
Consideraba que había recibido una buena educación, lo que me llevó a una conclusión: nopodíaseguirechandolaculpademisdefectosacómomehabíaneducado.Laculpaerasolomía.
Aldarmecuentadeeso,meapartéunpocodeAhrenydeCamille,porqueestarcercadeesachicasolomehacíasentirpeor.
Sinembargo,antesdequepudieradarotropaso,Eanseplantódelantedemíymeofreciósubrazo.
—Dichososlosojos.Menudatontería.
—Teveocadadía—respondí,peroentrelacémibrazoconelsuyodetodasformas.—Peroapenaspodemoshablar.¿Quétalestás?—Genial.¿Cómonoestarlo?Voycorriendocomounalocadeunapuntaaotradepalaciopara
poderdisfrutardeunmomentoasolasconvosotrosparaqueluegomeacusendequetodoestoesunmontaje.Y,porsi fuerapoco,mihermanosehaenamoradode lachicaperfecta.Séque,enalgúnmomento,melorobaráyselollevará.
—¿Telorobará?Asentí.—Cuando se casen, después de que sumadre dé el visto bueno a la boda y tras un tedioso y
eternocompromisoparapoderplanear loqueserá labodamás lujosade lahistoria,Ahren tendráquemudarseaFrancia.
—Hmm—masculló.Luego,mellevóhastalapistadebaileymerodeólacintura—.Nopuedohacer nada respecto a tu hermano, pero si acabamudándose al país vecino, recuerda que siemprepodráscontarconalguien.
—¿Yconese«alguien»noestarásrefiriéndoteati,verdad?—bromeé,yempecéabalancearmealritmodelamúsica.
—Porsupuesto—respondió—.Miofertasigueenpie.—Noloheolvidado.Miréamialrededor;elsalónestabaabarrotadodepersonasdeprestigioyconocidas,peroesoa
Eannoparecíaamedrentarle,sinomásbientodolocontrario.Seleveíacómodo;cualquierahabríajurado que se había criado en un palacio. Desde su llegada, mostraba una elegancia y unadesenvolturaquepocagentetenía.Denohabersabidosusorígenes,hastayomismahabríapuestolamanoenelfuegodequepertenecíaaalgunacortereal.
—Aunqueloquediganlosperiódicosseacierto,note tortures.Esoscríosnolomerecen.Yopuedoserelmaridoperfecto.Seré fiel,amableyunbuenasistente. Jamás teexigiréquemeames.Estaratuladoesloúnicoquenecesitoparaserfeliz.
Mecostabaentendersumotivaciónporque,enciertomodo,sabíaquepodíaaspiraraunavidamásplacentera.
—Muchasgraciasportuoferta.Perotodavíanomeherendido.Eanladeólacabeza,conciertatimidez,ysonrió.—Ah,puesyocreíaquesí.—¿Yporqué?—respondíconsumismaactituddesabelotodo.—Porquesigoaquí.Y,sideverasesperabasencontrarelamorenlaSelección,noentiendopor
quémemantienestodavíaporaquí.Antetalosadía,dejédebailaryapartélasmanosdesushombros.—Podríamandarteacasaahoramismo,ylosabes.—Peronoloharás—sentencióconaquellapícarasonrisa—.Túsabesquepuedodarteloque
necesitas,y,además,ereslaúnicapersonaquepuededarmeloqueyonecesito.—¿Yquées?—Comodidad.Comodidadacambiode libertad—resumió,yseencogiódehombros—.Creo
queesuntratojusto—susurró,einclinólacabeza—.Hastamañana,alteza.NopodíasoportarqueEanfueramáscalculadorqueyo.Unascuantassemanaslehabíanbastado
para adivinar qué quería y cuán lejos estaba dispuesta a llegar para conseguirlo. Esome irritabasobremanera.
Advertíunapuertalateralamiderecha,asíquemedeslicéalpasillo.Necesitabaunmomentoasolas.Mefrotélasmejillasporquemedolíandetantosonreír.Ahífueracorríaunasuavebrisaquemeayudabaapensarconmásclaridad.
—¿Alteza?Erikaparecióporelpasillo;nunca lehabíavisto tanelegante.Sehabíapeinadodeunaforma
distinta y, a decir verdad, le favorecía. Parecía más alto, más imponente. Me quedé boquiabierta.Estabamuy,peroquemuyguapo.
—Hoytehasarregladomucho—lefelicitéeintentédisimularmiasombro.—Ah—susurró,ybajólamirada—.Noqueríameterlapata.—Pueshasdadoenelclavo—insistí,ymeacerquéaél.—¿Túcrees?Halemehaaconsejadoqueutilicecorbatasmásestrechas.Mereíporlobajo.—Bueno,Haletieneundonconelestilo;estásestupendo.Eriknocabíaensídecontento.—Ybien,¿estádisfrutandodelafiesta?Porelrabillodelojoechéunvistazoalsalóndebaile.—Estásiendounéxito,¿nocrees?Unacomidaexquisita,unamúsicaexcelente,unmontónde
invitados…,quizásealamejorfiestaquejamáshayaorganizado.—Muydiplomática—añadió.MevolvíhaciaErikysonreí.—Medalasensacióndequeestanocheestoycompitiendo.—¿Contraquién?—preguntó,atónito.—ContraCamille,claro.Volví a asomarme al salón e intenté esconderme tras las puertas para que nadie me pillara
espiando.Erik se colocó ami lado y los dos observamos aCamille y aAhren, que se deslizabandelicadamentedeunladoaotrodelapistadebaile.
—Esridículo.—Notemolestes.Ellaencarnalaperfecciónqueyopretendoalcanzar—musité.Eralaprimera
vezqueadmitíaalgoasídelantedealguien.Eriksiemprese las ingeniabaparaque le revelaraesetipodeconfidencias.
—Pero¿porquéseempeñaenimitarla?Hadeserustedmisma,alteza:esoserásuficiente.Megiréconbrusquedad;nodabacréditoaloqueacababadeoír.Nuncapodíabajarlaguardia,
siempreteníaquedarmásdemí;seryomismanoerasuficiente.LaspalabrasdeErikmerompieronlosesquemas.Estabaapuntodeecharmeallorarybusqué
sumano,talycomohabíahechoenmidormitorionohacíatantotiempo.—Me alegro muchísimo de haberte conocido. Da lo mismo cómo acabe todo esto; siempre
estaréagradecidadequenuestroscaminossehayancruzado.Nopudocontenerlasonrisa.—Nuncaencontrarélaspalabrasparaexpresarelprivilegioquehasidoconocerla.Sihubieraseguidoelprotocoloalpiedelaletra,deberíahaberleestrechadolamano,peronos
quedamosahídepie,conectadosensilencioduranteunosinstantes.—¿Teinscribiste?—preguntédeformasúbita—.AlaSelección,quierodecir.Élsonrióynegóconlacabeza.—No.—¿Yporquéno?Sequedómeditabundounossegundos.—Por…Porserquiensoy.—EresEikko.Sequedópasmadoaloírmellamarleporsunombredepila.—Sí,soyEikko.Peroapenasmeconoce.
—ConozcoaEikkotanbiencomoélconoceaEadlyn.Y,permítemequetediga,quetútambiéneressuficiente—añadíconsarcasmo.
Notéquemeacariciabalapalmadelamano.Fueungestodelicado,casiimperceptible.Ambosestábamos haciéndonos la misma pregunta: ¿qué habría ocurrido si su nombre hubiera estado enaquellascestas?Quizásahoraseríaunodelospretendientes,opuedequelasuertenohubierajugadoasufavor…Eraimposiblepredecirsielriesgohabríamerecidolapena.
—Deberíavolveralafiesta—murmuré.—Porsupuesto.Hastapronto.Meconcentréenmantenerunaposturarígida,perográcila lavez, locual resultabamásfácil
subida en aquellos tacones queCamilleme había regalado.Entré en el salón y saludé a todos losinvitadosconuna inclinacióndecabeza.Podríahabermeparadounadecenadeveces,peropreferícontinuarybuscaraHenri.
—Hola—saludó.Esasemanahabíapensadoenélunmontóndeveces,pero,entreorganizarlafiesta,valorarlos
dañosdelasúltimasdeclaracionesyelcúmulodecitas,nohabíatenidoniunminutoparahablarconél.Parecíaunpocoansioso,aunqueconfiabaenqueEriklehubieraexplicadotodoloquelehabíaconfesado.Pero,aunasí,necesitabahablarconél,yasolas.
—¿Estásbien?—pregunté.Asintióconlacabeza.—¿Bien?Asentí.Resopló,aliviado.Porfinselibródeaquellaexpresióndeansiedadyrecuperóeloptimismoque
lecaracterizaba.Intentépensarentodoslosdesacuerdosymalentendidosylleguéalaconclusióndequeeraimposibleresolverlosconmenosdecincopalabras.Sinembargo,conHenricompartíaunacomplicidadespecialynonecesitabamáspalabrasparasaberquetemíahabermeofendido.
QuizásErikestuvieraequivocadoypodíacomunicarmeconHenriperfectamente.—¿Bailamos?—leinvité,señalandolapista.—¡Porfavor!Con esos tacones de infarto era casi tan alta como él. Y, aunque no era un buen bailarín,
compensabasufaltadedestrezaconsuentusiasmo.Mediovariasvueltaseinclusohicimosalgunapirueta.Estabasiendoelmejorbailedemivida.Y,de repente,advertí lapresenciadeErik.EstabajustodetrásdeHenri.
Quizálemalinterpreté,peroaquellasonrisatímidadesprendíaciertatristeza.
Capítulo31
Camille acaparó todas las portadas de los periódicos y de las revistas del corazón que solíanequipararnos a estrellas de cine y cantantes.Y en todas salía espectacular. Su presencia bastó paraanimar el ambiente de la Sala de lasMujeres. La tíaMay vino de visita únicamente para ver a laprincesafrancesa.
Sabía por qué no soportaba a Josie.Era una jovencita consentida e infantil que hacía todo loposibleporparecerseamí,asíque,cuandoellarondabacerca,siempreteníaqueestaralerta.PeroconCamille eramás complicado.Eraperfecta, peronopresumíade ello.Así quepormuchoquedesearaodiarla,nopodía,puesesomeharíaquedaralaalturadelbetún.
—¿Cómoestátumadre?—lepreguntómamáaCamille.Ajuzgarporeltonoqueutilizó,intuíquesehabíasentidoobligadaapreguntarporlareinaDaphne.Alparecer,erauntemadelicado.
Mamá le ofreció una taza de té que Camille aceptó encantada. Tardó unos segundos enresponder.
—Muybien.Leenvíarecuerdos.—Últimamentesalemuchoenlasrevistas.Yentodaslasfotografíasse lavemuycontenta—
prosiguiómamá.Apoyólasmanosensuregazoysonrióconcordialidad.Aquellosonómássinceroqueloanterior.
—Yloestá—acordóCamille—.Noséquélehapasado,peronuncahaestadomásradiante.Meencantaverlaasídefeliz.
Alhablardesumadre,suexpresiónsevolviómástierna,másdulce.Yesomehizopensarencómoseríalavidaenelpalaciofrancés.
—Ybien—irrumpióJosie,ysecruzódepiernasconungestodramático—.¿Oiremoscampanasdebodapronto?
Camillesesonrojóyapartólamirada.Todasnosechamosareír.—Quizá—contestó—.SéqueAhreneselelegido,peronoqueremosapresurarnos.Preferimos
esperaralmomentoapropiado.LaseñoritaMarleesuspiró.—Ysupongoqueahora,enelpuntomásálgidodelaSelección,noloes.—¡Claro que no! —exclamó Camille, y apoyó una mano sobre mi regazo—. ¡Nunca le
arrebataríaesemomentotanespecialaunaamiga!LaseñoritaMarleeylaseñoritaLucysepusieronaaplaudir.—Loquemerecuerda…—continuóCamille—.Eadlyn,todavíanomehascontadonada.¿Qué
tallospretendientes?Soltéunarisita.—Metraenmuchosquebraderosdecabeza.—Ah,para—bromeómamá.—¡Por favor,nomecuentesnadadeKile! ¡Ecs!—protestó Josie,queno tardóen recibiruna
palmaditaenlapiernacomoreprimenda.—¡Tienesqueponermealdía!—insistiólatíaMay—.Meheperdidounmontóndecosas.¡He
leídoquehubounapelea!—Asíes—dije,ypuselosojosenblanco—.Laverdadesquetodavíalesestoyconociendo—
admití—.Hayunpuñadoquedestacasobrelosdemás,perolascosascambiancadadía,asíquemecuestaelegirunfavorito.
—¿Elegir? —repitió Camille con tono triste—. El amor no se elige. ¿No hay ningúnpretendientequetehayarobadoelcorazón?¿Alguienenquiennopuedesdejardepensar?
Encuantoformulósupregunta,unnombremevinoalacabeza.Elmerohechodequealguienpudieracumplirtalesrequisitosmedejótanasombradaquenisiquierapudeasimilarquiénera.
Meobliguéacentrarmeenlaconversación.—Supongoquenosoytanromántica.—Esoesevidente—murmuróJosieentredientes.ObienCamillenolaoyó,obienprefirióignorarla.—Estoy convencida de que encontrarás a un marido maravilloso. ¡Estoy impaciente por
conocerle!Laconversacióntomóotrorumboymelimitéaescucharensilencio.Nosabíasiquedarmecon
ellastodoeldíaositrabajarunpoco.Alparecer,últimamentenohabíahechomásquemeterlapataynopretendíaañadirotratorpezaamilistadeerrores.
Megustaban las charlas de chicas, peronecesitaba undescanso.Medisculpéy salí al pasillo.Quinceminutos.Me prometí que, pasado ese tiempo, regresaría a la Sala de lasMujeres llena deenergíayoptimismo.
Porcasualidad,viaHale.Sedirigíahacialosjardinesyarrastrabauncarritorepletodegarrafasdeagua.Alverme,dibujóunasonrisaenorme.
—¿Adóndevas?—preguntó.—Aningunaparte,enrealidad.Estabatomándomeunrespiro,esoestodo.—Algunoschicosestamosjugandoalbéisboleneljardín,porsiteapetecevenir.Measoméporlaventanaycomprobéquehabíaunosochochicostratandodebatearlapelota.—¿Dedóndehansacadotodoelmaterial?—Osten.Desdeluego.Ostenteníadetodo.Todossehabíandescalzadoysehabíanenrolladoelbajode
lospantalones.—Nuncahejugadoalbéisbol—admití.—Razóndemásparaapuntarte.—¿Sabesjugar?—Semedamásbienhacerdepitcherquedebateador,peromedefiendobastantebien.Puedo
enseñarte—propusoHale.Sabíaque,sisalíaaljardín,mecuidaríaentodomomento.—Deacuerdo.Peropiensaquenodaréniuna.Soyunpocopatosa.—¿Desdecuándoerespatosa?—bromeó,ymeacompañóhastalapuerta.Kile también estaba ahí, junto a Apsel, Tavish yHarrison. Vi a Alex y, aunqueme negaba a
admitirlo,desdequeMilla sehabía idode la lenguaconciertosperiodistas,habíaestado tentadaaenviarleaCalgary.Dehecho,todavíameloestabaplanteando.
HenriestabahaciendoflexionesjuntoaLindey,deformainstintiva,busquéaErik.Enseguidaleencontré;estabasentadoenunodelosbancosdepiedra.
—¡Alteza!—llamóEdwin—.¿Havenidoaverelpartido?—No,señor.Quierojugar.Lamayoríadeloschicosmevitoreóyaplaudió,aunquedudabaquealgunodeellosmequisiera
ensuequipo.—De acuerdo, de acuerdo—grité, alzando los brazos—.Recordad que tengo que volver ahí
dentrodeunosminutosyqueeslaprimeravezquejuegoalbéisbol.Peromeapeteceprobarloantesdevolveraltrabajo.
—¡Serápancomido!—aseguróTavish—.Quíteseloszapatos,alteza.Losdejaréalladodelosmíos.
Mequitélostaconesyselosentreguécomosideuntesorosetratara.—Vaya,cómopesan.¿Debedecostarhastalevantarlospies?—Hacefaltatenerunaspiernasfuertes.Élsoltóunascarcajadasysemarchóconmiszapatosenlamano.—Deacuerdo,empezaráEadlyn—decidióKile.Entérminosgenerales,conocíalasnormasdeljuego.Tresintentos,cuatrobases.Peroencuanto
alamecánica,estabaperdida.Hale se colocó en el centro del diamante y empezó a practicar sus lanzamientos con Apsel.
Raoul,queseríaelreceptor,aparecióamisespaldas.—Esto es lo que tiene que hacer—dijo. Tenía un acento español bastante marcado, pero le
agradecíquemeexplicara ladinámicadel juegodeuna formafácilyclara—.Sehadeagarrarelbate por aquí… y por aquí.—Me hizo una pequeña demostración y sujetó el bate por la base—.Separeligeramentelaspiernasynomuevaelpiededelante,¿deacuerdo?
—Deacuerdo.—Yobservelabola,alteza.—Observarlabola…,vale.Raoulmeentregóelbate.Pesabamuchomásdeloqueparecía.—Buenasuerte.—Gracias.MecoloquésobreaquellabaseimprovisadaeintentéhacertodoloqueRaoulmehabíaindicado.
Puesto que Hale era el pitcher, asumí que estábamos en equipos distintos. Aunque, al verme ahíplantada,nopudocontenerlasonrisa.
—Telalanzarésuave,¿vale?Asentí.Éllanzólabolayfallé.Lomismoocurriólasegundavez.Nosémuybienquépasólatercera,
peroacabégirandocomounapeonza.Hale se echó a reír, al igual que Raoul. Aunque en otras circunstancias me hubiera sentido
abochornada,melotoméabroma.—¡Eadlyn!¡Eadlyn!Reconocí la voz demimadre de inmediato.Los ventanales de laSala de lasMujeres estaban
abiertos de par en par. Todo el mundo estaba mirándome. Mamá no tardaría en ordenarme quevolvieradentro.
—¡Aporellos!—chilló—.¡Bateaconfuerza!LatíaMaynodejabademoverlosbrazos.—¡Vamos,Eady!Elrestodelaschicastambiénsepusoagritaryaaplaudir.Soltéunacarcajadaymevolvíhacia
Hale.Élasintióconlacabeza.Agarréelbateconfuerzaymepreparé.Porfinlogrébatearlabola.Laenviéhacialaizquierda.Chilléenloquecida,dejécaerelbate,me
arremanguélafaldadelvestidoysalídisparadahacialaprimerabase.
—¡Corre,Eady,corre!—animóKile.ViaHenricorrerdetrásdelapelota,asíquedecidíintentaralcanzarlasegundabase,sinquitarle
elojodeencima.Noibaalograrlo,asíquemepropulséhaciadelanteyaterricésobrelabase.¡Lohabíaconseguido!Todoelpúblicoestallóenvítores.Nohabíaganado,peromesentímuysatisfecha.Depronto,
Edwinmelevantódelsueloymeabrazóconfuerza.Unminutodespués,mamá,Josieylasdemásmujeressalieronal jardín.Todassequitaronlos
zapatosyexigieronserlassiguientesenbatear.Alguiendebiódeavisarapapáyamishermanosdeaquelpartidoespontáneo.Kadenaprovechó
la ocasión para demostrar el gran atleta que era. Mis padres prefirieron quedarse como merosespectadores.Losseleccionadosseanimabanlosunosalosotros,dándosepalmaditasenlaespalda.Ahren,alverasuamadaeneljardín,seescabullóhaciaella,cubriéndoladebesos.
—¡Vamos,Henri!—gritécuandoviquecogíaelbate.Eriksedeslizóamiladoparacontemplarelespectáculo.A ambos nos dio un poco de reparo empezar a saltar por el jardín, así que, sin perder la
dignidad,chocamoslospuños.—¿Noesgenial?—dije—.Meencantaquepuedajugarsintenerquepreocuparseporelidioma.—Amítambién—acordóErik—.¡Nopuedocreerquehayabateadoesabola,alteza!Meechéareír.—¡Losé!Hamerecidolapenamancharmeelvestido.—Todalarazón.¿Hayalgodeloquenoseacapaz?—preguntódivertido.—Unmontóndecosas—respondí,yrepasétodamilistadedefectos.—¿Porejemplo?—Umm…¿Hablarfinlandés?Erikserio.—Deacuerdo.Solounacosa.Sepuedeperdonar.—¿Ytú?Élmiróasualrededor.—Noseríacapazdegobernarunpaís.—Créeme,siyoheaprendidoahacerlo,todoelmundopuede.Mamávinocorriendoymeabrazóporlaespalda.—Quéideatanmaravillosa.—Seleshaocurridoaloschicos—expliqué—.Hasidopuracasualidad.Mehaninvitadoporque
mehanvistosolaenelpasillo.Depronto,viquepapásecolocabasobrelabase.—¡Ánimo,papá!Éllevantólamanoysaludóasuqueridaesposa.Mamásacudiólacabeza.—Nolovaaconseguir—murmuró.Ytalcomomamáhabíapredicho,papáfalló laprimerabola.Leaplaudimosde todasformas,
celebrandoqueelpartidoseguíavivo,aunquenadiehubieraconseguidounacarrera.Durante ese breve instante solo se respiró felicidad. Estaba rodeada de mi familia, de mis
amigos; todos estábamos disfrutando del partido, del sol, de las bromas. Mi madre volvió aabrazarme,mebesó en la cabezaymeaseguróque estabamuyorgullosade cómohabíabateado.Osten no dejaba de correr en círculo, arrasando con todo lo que encontraba en su camino yprovocando las risas de todos los presentes. Josie se había apropiado de una camisa de lospretendientes y la llevaba desabrochada sobre el vestido. A pesar de que parecía una auténticaestúpida,selaveíafeliz.
Eracomounaburbujadepuraalegría.Nohabíacámaraspululandoporeljardínparacapturarelmomento,nireporterosquepudieran
describiraquellafelicidadalmundoentero.Y,poralgúnmotivo,esohizoquefueraaúnmásespecial.
Capítulo32
Noqueríaqueesaburbujaexplotara;así,podríaolvidarmedetodoslosproblemasquehostigabanamifamilia.Perolapaznoperdurómuchotiempo.Durantelacena,algunosdelospretendientesquese habían perdido el partido de béisbol empezaron a quejarse, ya que consideraban que alguiendebería haberlos avisado. Sostenían que era injusto que un puñado de sus compañeros hubieranpodidopasaruntiempoasolasconmigo,asíquereclamabanunacitagrupalparaellos.
Eligieron a Winslow como representante, así que él fue el encargado de transmitirme sudescuerdo.Sepresentóantemíconcaradecorderodegolladoymecomunicólasquejasdelgrupo.Esperóaquesalieradelcomedorparapoderhablarconmigo.
—Tansolopedimosunacitagrupalparaequilibrarlabalanza.Memasajeélassientes.—Técnicamentenofueunacita.Nadieloplaneó,ymifamiliatambiénestuvoahí,incluidosmis
hermanospequeños.—Loentendemosy,siaceptaelofrecimiento,alteza,estamosdispuestosaorganizarlacita.Suspiré,frustrada.—¿Cuántagenteseríamos?—Tansoloocho.Eansemantienealmargen.Sonreíparamisadentros.Porsupuesto,Eannoqueríaqueselerelacionaraconungrupitode
chicosquesearrastrabaporunosminutitosconmigo.Esomellevóapreguntarmesideberíatenderleuna emboscada y pillarle a solas para dejarle cuatro cosas bien claras. Aunque, por otro lado,sospechabaqueesehabíasidosuplandesdeelprincipio.
—Vosotrosorganizadlacita,yyoyameencargarédeencontrarunhueco.Winslowsonrió.—Muchasgracias,alteza.—Pero—meapresuréaañadir—,porfavor,coméntalesatuscompañerosqueestaspataletasno
mejoran la opinión que tengo sobre vosotros. De hecho, lo considero un comportamiento algoinfantil.Asíqueosaconsejoquepreparéislamejorcitadelahistoria.
Medimediavuelta,nosinantesadvertirlaexpresióndeterrorenelrostrodeWinslow.Dos meses más. Podía hacerlo. Había tenido altibajos, pero presentía que lo peor ya había
pasado. Después del partido, ya no me sentía tan intimidada por los chicos. De hecho, estabaconvencidadequedaríaapapáeltiempoquenecesitaba.
Deloquenoestabatanseguraeradequéhacerconmicorazón.SubílasescalerashastaeltercerpisoyviqueAhrensalíadesuhabitación.Sehabíacambiado
detraje;supusequedebíadeiravisitaraCamilleasunuevasuite.—¿Algunavezdejasdesonreír?—pregunté.Meparecíaincreíbleestarasítantosdíasseguidos.—No,siellaestáporaquí—dijo,yseestiróelchalecodeltraje—.¿Estoybien?—Claroquesí.EstoyseguradequeCamille teveguapodecualquier forma.Está locapor ti,
Ahren.Élsuspiró.—Esocreo.Yesoespero.En cierto modo, Ahren ya había volado del nido. En su mente, estaba en París, cubriendo a
Camilledebesosydiscutiendoelnombredesushijos.Sentíqueestabaapuntodeabandonarme…ynoestabapreparada.
Traguésalivaymearmédevalorparadecirloquellevabamuchotiemporumiandoyquenuncamehabíaatrevidoaconfesarle.
—Ahren,Camilleesfantástica.Nopuedonegarlo.Peroquizánosealachicaperfectaparati.Susonrisasedesvaneció.—¿Aquéterefieres?—Quizá deberías considerar otras opciones.Haymuchísimas chicas solteras en Illéa que has
ignoradoporcompleto.Esunasuntomuydelicado,ynodeberíasprecipitarte.PiensaquesiundíaCamille y tú rompierais vuestro matrimonio y decidierais divorciaros, pondríais en peligro lasalianzasentrelosdospaíses.
Ahrenmeobservabasinpestañear.—Eadlyn, sé que tienes tus reservas respecto al amor, pero sé muy bien lo que siento por
Camille.Queatiteasuste…—¡Noestoyasustada!—grité—.Tansolopretendoayudarte.Tequieromásqueanadieenel
mundo.Haríacualquiercosaporti,ypensabaqueeraalgorecíproco.Aquelcomentariolellegóalalma.—Sabesquesí.—Entoncespiénsalo,porfavor.Esloúnicoquetepido.Asintió.Sepasólosdedosporlaboca,porlasmejillas,preocupado,nervioso…,casiperdido.Derepente,memiró,mededicóunapequeñasonrisayextendiólosbrazos, invitándomeasía
abrazarle.Me sostuvo entre sus brazos durante un buen rato, como si necesitara ese abrazo comoaguademayo.
—Tequiero,Eady.—Yyoati.Mediounbesoenlacabeza,yluegosemarchóalahabitacióndeCamille.Neenaestabaesperándome,conelcamisónpreparado.—¿Algúnplanparaestanoche?¿Oprefierevestirseparameterseenlacama?—Cama—respondí—.Perovasaalucinarcuandotecuentelaúltima.Leexpliquéquealgunoscandidatosmehabíanpropuestounacitaengrupo,sinolvidareldetalle
dequeEanhabíapreferidomantenersealmargen.—Chicolisto—comentómidoncella.—Losé.Creoquesehaganadounacitaespecialporello.—¿Unacitarealounacitadedespecho?Mereí.—Niidea.Puf,¿quésesuponequedebohacerconesoschicos?—¡Echarlosatodos!¡Ajá!Heencontradootrotrozodecéspedenelvestido—dijo,ymemostró
unpuñadodebriznasantesdetirarlasalapapelera.—Elpartidohasido tandivertido—dije—.Nuncaolvidaré lacaraquepusomamácuandose
asomóporelventanalymeanimóabatear.¡Penséqueibaaregañarme!—Ojaláhubierapodidoestarahí.—Neena,notienesquequedarteencerradaenmihabitacióntodoeldía.Siempreestáimpolutay
notardotantotiempoenvestirmeporlamañana.Deberíasacompañarmealossitiosyconoceralgo
másdepalacio.Ellaencogióloshombros.—Quizá.Perodistinguíunanotadeentusiasmoensuvoz.Meplanteélaposibilidaddeformarlaparaque
pudieraviajar conmigo.MeencantaríaqueNeenapudiera acompañarmeenmipróximoviaje.Sinembargo, hacía semanas había dejado caer que, tarde o temprano, dejaría el palacio, así que nomerecíalapena.Sabíaquenopodíamanteneraunadoncellaparasiempre,peromeaterrabapensarqueundíaNeenanoestaríaamilado.
Aldíasiguiente,cuandobajéadesayunar,mellamólaatenciónqueAhrennoestuvieraahí.Mepreocupabaquesehubieraenfadadoconmigo.Nosoportabadiscutirconél.Eramihermanomellizo,ycompartíamosalgoespecial,algoinexplicable.
TardéunpocomásendarmecuentadequeCamilletampocoestaba.Solopodíanhaberocurridodos cosas: o Ahren había recuperado la cordura y le había dicho que quería considerar otrasopciones y, por tanto, estaban evitando encontrarse…, o habían pasado la noche juntos y todavíaseguíanenlacama.
Mepreguntéquéopinaríapapásobreeso.Y entonces me fijé en que varios de mis pretendientes tampoco habían bajado a desayunar.
Quizás Ahren y Camille no estuvieran retozando bajo las sábanas. A lo mejor todos se habíancontagiado de algún virus estomacal. Sí, sería eso. Era más probable… y bastante menosemocionante.
Alsalirdelcomedor,me topéconLeelandycon Ivan,queestabanesperándome.Losdosmesaludaronconunagranreverencia.
—Alteza—murmuróIvan—,serequieresupresenciaenelGranSalón.Leesperalamejorcitadesuvida.
Sonreíconciertasuperioridad.—¿Ah,deveras?Leelandserioporlobajo.—Hemosestadotrabajandoenellatodalanoche.Nohemospegadoojo.Asíque,porfavor,no
nosdigaqueestáocupada,alteza.Comprobélahoraenelrelojdelapared.—Tengounahora,másomenos.Ivanparecióanimarse.—Esoesmuchotiempo.Vamos—dijo.Losdosmeofrecieronelbrazo.AceptéylespermitíquemeescoltaranhastaelGranSalón.En la pareddel fondohabíandispuesto unpequeño escenario quehabían cubierto con lo que
parecíanserlosmantelesdeNavidad.Enelcentrodelescenariovilosfocosquesolíamosutilizarenlas fiestas. En cuanto cruzamos el umbral, todos los candidatos se quedaron en silencio y secolocaronenfilaindia.
Meguiaronhaciaelúnicosillónquehabíafrentealescenario.Toméasiento,untantocuriosayconfusa.
Winslowextendiólosbrazosdeparenpar.—BienvenidaalprimerespectáculodevariedadesdelaSelección,protagonizadoporunpuñado
deperdedoresquecompitenporllamarlaatencióndelaprincesa.Mereíacarcajadas.Calvinaparecióderepenteysesentóanteelpiano;empezóatocarunacancióndejazzy,acto
seguido,todosabandonaronelescenario,salvoWinslow.Hizo una pomposa reverencia y, cuando se levantó, esbozó una amplia sonrisa ymostró tres
pelotasdesemillas.Yempezóahacermalabares.Eraunnumeritotanabsurdoquenopudecontenerlarisa.Winslowsehizoaunladoyalguien,desdebambalinas,lelanzóunacuartapelota.Seguidadeuna quinta y una sexta. Se las apañó bastante bien durante dos segundos; después, todas sedesplomaronsobreelsuelo,menosuna,quelegolpeólacabeza.
Todoslamentamosaquelfinal,peroleaplaudimosporelesfuerzo.Lodge apareció con un arco y varias flechas, y deslizó una especie de tronco recubierto de
globos. Empezó a lanzar flechas; cuando un globo estallaba, se producía una lluvia de purpurina.Durantetodoesetiempo,Calvinnodejódetocarelpiano.Ibaalternandolascanciones,tratandodeencontrarlamejormelodíaparacadaacto.
Foxfueelsiguienteensubiralescenario.Mecostócreerquesehubieradejadoenredar,peroahí estaba.Sepuso apintar.Estaba seguradequeOstendibujabamejoresmonigotesque él, pero,puestoqueelespectáculoconsistíaenresaltarsuscualidadesdeunaformadivertidaoenmostrarsusflaquezas en forma de parodia, al final resultó ser algo gracioso.Me habría encantado robarle elretratoquehabíahechodemí:unacabezaenformadehuevoconunasondasmarronesquehacíanlasvecesdemicabello.Mehabíanretratadounmillóndeveces…,perojamásdeunaformatandulce.
Leelandcantó.Julianbailóconunhula-hoop.Ivanestuvounmontóndetiempososteniendounapelotadefútbolsobrelapuntadelpie.Gunnerleyóunpoema.
—QueridaprincesaEadlyn,nohaypalabraquerimeconsunombrey,aunquenosenfadamosmuchoconsualteza,laquerremoseterna.
Medesternilléderisa,aligualquelamayoríadeloscandidatos.Para el número final, los ocho pretendientes se reunieron en el escenario para bailar.Bueno,
para intentar bailar. En realidad, se dedicaron amover los brazos y amenear las caderas, aunquehubomomentosenqueinclusoyomeruboricé.Estabaimpresionada.Habíanorganizadotodoaquelshowenunanoche.Ytodoparaentretenermey,enciertomodo,pedirmeperdón.
Habíasidotodoundetalleporsuparte.Aplaudíhastaelfinal.Mepusodepieparahacerlo.—Deacuerdo,deberíavolveral trabajo…Pero¿qué talsinos tomamosalgoycharlamosun
rato?Atodoslesparecióunaideaestupenda,asíquemandétraeralgodeté,aguayrefrescos.Nonosmolestamosencolocarlasmesasensulugaryoptamosporsentarnosenelsuelo.Debía
reconocerque,aveces,esosplastaspodíanserunverdaderoencanto.
Ahren tampocovino a cenar.Me fijé en todos los candidatos, en los invitados…Mamá llegóunosminutostarde,peronohabíarastrodemihermano.
Papáseacercóymesusurróaloído:—¿DóndeestáAhren?Encogíloshombrosypinchéuntrozodepolloconeltenedor.—Nolosé.Nolehevistoentodoeldía.—Noesalgopropiodeél.Echéunvistazoalamesadondeestabansentadoslosdiecinueveseleccionados.Kilemeguiñó
un ojo y Henri me saludó con la mano. Cada vez que miraba a Gunner, recordaba aquel poemaridículoymeechabaareír.Foxasintióconlacabezacuandocruzamoslasmiradas.AlveraRaouldesperezarse,mevinoalamemorialadelicadezaconquemehabíatratadoalenseñarmeaagarrarelbate.
Oh,no.Había ocurrido. Aunque había candidatos con los que aún no había compartido momentos a
solas, todos, a su manera, habían logrado hechizarme. Sabía que algunos se habían ganado unpedacito de mi temeroso corazón, pero ¿cómo era posible que me hubiera encariñado de losdiecinueve?
Sentíunafuerteopresiónenelpecho.Alfinal,acabaríaechandodemenosaesapandadechicosgritonesyestrafalarios.Yesque,aunquepormilagrodivinoacabaraencontrandoalamordemividaentreellos,nopodíaquedarmecontodos.
Penséenlopreocupadaquehabíaestadosemanasatrás.Meapenabaperderlatranquilidadqueserespirabaencasa.Derepente,Gavrilentróenelcomedor,conunodelosreporterosquehabíamoscontratadoparaelReport.
Sedetuvofrentealamesaprincipalymiróapapá.—Sientomolestarte,majestad.—Enabsoluto.¿Quéocurre?Gavrilmiróasualrededor.—Esunasuntoprivado.¿Puedoacercarme?PapáasintióyGavrillemurmuróalgoaloído.Lareaccióndemipadrenosehizoesperar:entornólosojosconunaexpresiónincrédula.—¿Casado?—preguntó en voz baja, pero mamá y yo lo escuchamos. Se apartó para poder
miraraGavrilalosojos.—Su madre les ha dado el consentimiento. Ya está hecho… y de forma legal. Ahren se ha
marchado.Mequedépetrificada.Encuantosalídemiestupor,salícorriendodelcomedor.—No,no,no—farfullémientrassubíalospeldañosdedosendos.Primero comprobé la habitación deAhren.Nada. Estaba en perfecto orden.No había indicio
alguno de que hubiera hecho lasmaletas o de que se hubiera ido de forma apresurada.Y lomásimportantedetodo:nohabíarastrodemihermano.
DespuésmedirigíhacialasuitedeCamille.Confiesoqueeldíaantesmeasoméyvilasmaletasabiertasdeparenpar, con todos losmodelitosquehabía traídodesdeFranciabienexpuestos.Lasmaletasseguíanenlahabitación,aexcepcióndelasmáspequeñas.Peroningunaseñaldelaprincesafrancesa.
Meapoyéenlapareddelpasillo;estabatanconmocionadaqueapenaspodíaentenderquéhabíapasado.Ahrensehabíaido.Sehabíafugadoconsuamadaymehabíaabandonadoamisuerte.
Estabaaturdidayeraincapazdepensarconclaridad.¿Quédebíahacer?¿Rogarlequevolviera?Gavrilmencionóalgo sobreque era legal. ¿Qué significaba eso? ¿Había algúnmododedeshaceraquellío?
Elmundosemevinoencima.¿CómoibaaseguirconmividasinAhrenamilado?Derepente,aparecíenmidormitorio,aunquenorecuerdohabercaminadohastaallí.Neename
entregóunsobre.—Haceunamediahora,elmayordomodeAhrenmehadadoesto.Learranquéelpapeldelasmanos.
Eadlyn:Supongoque tehabrásenteradode lanoticiaantesde leerestacarta,pero,aunasí,
déjame explicarme. Me he marchado a Francia, junto a Camille y, aunque estamospendientesdelaaprobacióndesuspadres,pretendocasarmeconelladeinmediato.Siento
habermeidosintiytepidoperdónporhaberteexcluidodelquesiemprepenséqueseríaeldíamásfelizdemivida.Peronohetenidootraopción.
Despuésdelaconversaciónquemantuvimosanoche,porfinlosúltimosañoscobraronsentido. Siempre asumí que despreciabas a Camille porque las dos estabais en la mismasituación.Soisdoschicas jóvenesyhermosasque,enbreve,heredaréisun trono.Pero lasdosmanejáisesasituacióndeunaformabiendistinta.Ellaesextrovertida,ytú,encambio,prefieresmantener las distancias.Camille ejerce su poder con humildad, y tú proteges eltuyoconunaespadaafilada.Odiosertandirectoycontundente,perointuyoquetútambiéntehabíasdadocuentadeesto.Aunque,nomegustadecirlo.
Sinembargo,esenoeselmotivoporelquedespreciasaCamille.Notegustaporquesabesqueeslaúnicapersonaenelmundocapazdesepararnos.
Nosabescuántomedueledeciresto,Eadlyn.Siemprehecreídoenti.Soytuhermanoyporesotengoencuentatusconsejos,tusideas.Perotambiénséque,silohago,algúndíaacabarásporconvencermeylodejarétodoporti.
Así que antes de que me pidas que te entregue mi vida, he decidido entregársela aCamille.
Ojalá un día encuentres el amor, Eadlyn. Deseo que conozcas ese amor temerario,insensatoeimplacablequeteconsumepordentro.Quizásentoncesmecomprendas.Esperoquealgúndíalohagas.
SolohayunacosaquepuedemancillarmifelicidadconCamille:quenomeperdonesy,porlotanto,quenuestroscaminosseseparenparasiempre.Nopodríasoportarlo.
Todavía nomehe ido y ya te echodemenos.Nopuedo imaginarmi vida sin ti.Porfavor,encuentraelmododeperdonarmeyrecuerdaquetequiero.Quizánodelmodoenquetegustaría,perotequiero.
Yparademostrartemiapoyoincondicional,noquierodespedirmesindecirtealgoquepuedesertedegranayudaenlospróximosmeses.
Másprovinciasdelasqueimaginassehanunidoalaprotestacontralamonarquía.Nosontodas,perosílamayoría.Aunquemeduelemuchísimodecirteesto,merecessaberlo.Elpaíspretendeacabarconlamonarquíaporqueodiaaunaúnicapersona:ati.
Nologroentenderporqué;quizáseaporqueeresjoven,porqueeresunamujeropormotivos que no imaginamos, pero tu pueblo está preocupado. Papá está envejeciendo amarchasforzadas.Estásufriendounapresiónterrible,apesardetodosloséxitoslogrados.LosciudadanosdeIlléacreenquenotardarásenascenderaltrono,ynoestánpreparados.
Odiodecirtetodoesto,perocreoqueyalosospechabas.Sinotelohecontadoantesesporque no quería que te obsesionaras o que te culparas. Pero estoy convencido de quepuedes hacerles cambiar de opinión. No seas tan estricta con quienes te rodean, Eadlyn.Puedes ser valiente sin dejar de ser femenina.Puedes dirigir un país y que te gusten lasflores.Y,lomásimportante,puedesserreinayesposa.
Teponesunacorazaynopermitesquelagenteteconozcatanbiencomoyo.Peroséque,alfinal,esoschicoscaptaránundestellodeloqueseescondeentuinterior.Quizámeequivoco,peroporsiestaeslaúltimavezquehablamos,eseesmiconsejo.
Esperoquepuedasperdonarme.Tuhermano,tumellizo,tuotramitad,
AHREN
Capítulo33
Releí aquella carta de despedida varias veces. Me había abandonado. Me había dejado por ella.Cuandoporfindigerísuspalabras,sentíunarabiasalvajee incontrolable.Cogí loprimeroqueviquepudieraromperseyloarrojécontralaparedcontodasmisfuerzas.
OíqueNeenaahogabaungritocuandoelcristalsehizoañicos,yesomedevolvióalarealidad.Habíaolvidadoporcompletoqueellatambiénestabaahí.
Entrejadeos,logrébalbucear:—Losiento.—Yomeencargo.—Noqueríaasustarte.Esque…sehaido.Ahrensehamarchado.—¿Qué?—SehafugadoconCamille—leaclaré,ymepasélosdedosporelcabello.Lanoticiamehabía
dejado trastornada—.No logro entender cómo la reinadeFranciaha autorizadoalgoasí, pero esevidentequelohahecho.ElmismoGavrilhacomentadoquehasidounabodalegal.
—¿Yquéquieredecireso?Traguésaliva.—PuestoqueCamilleeslaherederaaltronodeFranciayAhrenyaessupríncipeconsorte,su
obligaciónesvivirenFrancia.Illéayanoesmásqueelpaísenelquenació.—¿Suspadreslosaben?Asentíconlacabeza.—Aunquenosésitambiénleshaescritounacarta.Deberíairaverlos.Neenaseacercóparaarreglarmeelpeloyatusarmeelvestido.Tambiénmepasóunpañuelopor
elrostroparalimpiarcualquierimperfección.—Ahora.Asíescomomifuturareinadeberíaestar.Nopudecontenerme,ylaabracé.—Erestanbuenaconmigo,Neena.—Chis.Vayaabuscarasuspadres.Lanecesitan.Me sequé las lágrimas que amenazaban con caer.Bajé al vestíbulo y llamé a la puerta de los
aposentosdepapá,quesolíacompartirconmamá.Nadierespondió,pero,aunasí,mearriesguéyasomélacabeza.—¿Papá?—llamé,ymeadentréenaquelgigantescosalón.Hacíamuchísimotiempoquenoentrabaahí,quizádesdequeeraniña;nolograbarecordarsi
siemprehabíatenidoaquelaspecto.Medabalasensacióndequemamáhabíatenidoalgoqueverenladecoración.Lasparedesestabanpintadasencolorescálidosyhabíalibrosportodaspartes.Sieseerasurefugioparticular,¿porquénoloreconocía?
Pulular por ese salón sin papá nimamámehacía sentir comouna intrusa, así que decidí darmedia vuelta e irme. Pero hubo algo que me detuvo: detrás de mí advertí varias fotografías
enmarcadasquecubríantodaunapared.Enunaaparecíanmispadresamiedad;élconuntrajeeleganteyunfajín;ellaconunvestidode
colorcremaexquisito.Eraeldíadesubodayteníanlacaramanchadadenatadelpastel.Enotraviamamá,cubiertaensudor,ycondosbebésentre losbrazos.Papá lebesaba la frentey reparéen lalágrimaquesedeslizabaporsumejilla.Tambiénhabíainstantáneasmáscándidas,llenasdebesosysonrisas,quehabíanreveladoenblancoynegroparahacerlasparecermásclásicas.
En aquelmomento,me percaté de dos cosas.No reconocía ami padre en aquella habitaciónporquenoerasuya.Lahabíatransformadoenunsantuariodedicadoamamá,omejordicho,enunsantuariodedicadoalprofundoamorqueseprofesaban.
Los veía a diario, pero me chocó observar todas las imágenes que, con toda probabilidad,miraban cada noche antes de irse a dormir. Estaban hechos el uno para el otro. A pesar de losobstáculos,lesgustabarecordarlo.
Tambiénme sirvió para darme cuenta de por quéAhren se había desentendido demí…y detodosnosotros:poramor.Si conseguíaencontrarunamorcomoeldemispadres, su fugaestaríamásquejustificada.
DebíaencontraramispadresycontarlesloqueAhrendecíaensucarta.Ellosentenderíanmejorquenadiequélehabíaempujadoairse.Sindudaalguna,locomprenderíanmejorqueyo.
Nolesencontréenelcomedor,nieneldespachodepapá,nitampocoenlosaposentosdemamá.Dehecho,lospasillosestabandesiertos,locualnoerahabitualaesashoras.Noviniunsologuardiadeseguridad.
—¿Hola?—llamécuandolleguéalvestíbulo—.¿Hola?Porfin,dosguardiasdoblaronlaesquinayvinieroncorriendohaciamí.—GraciasaDios—dijouno—.Avisaalreydequelahemosencontrado.Elsegundoguardiasaliódisparadocomounaflecha.Elotrorespiróprofundoyseacercóamí.—Debeacompañarmealhospital,alteza.Sumadrehasufridouninfarto.Cadapalabrasonócomounbombazoenmicabeza.Sentíquesemenublabalamente.Nosabía
quédecirniquéhacer,peronecesitabaverla.Apesardellevarunostaconesdeaguja,echéacorrerlomásrápidoquepude.
Solopodíapensarenunacosa:enlasvecesquemehabíaequivocadoyenlogroseraquehabíasido con ella cuando había querido salirme con lamía. Estaba segura de quemamá sabía que laquería,peronecesitabadecírselounavezmás.
Delantedelapuertadelhospital,latíaMayestabasentadajuntoalaseñoritaMarlee.Teníalosojos cerrados y farfullaba algo, como si estuviera rezando.Osten, por suerte, no estaba allí, peroKadensí.Estabahaciéndoseelvaliente,perointuíaque,encualquiermomento,romperíaallorar.Laseñorita Bryce también había venido. No podía estarse quieta y caminaba de un lado al otro delpasillo.Sinembargo,elmásaterrorizadodetodoserapapá.
SehabíaaferradoalgeneralLeger,comosisuvidadependieradeello:leagarrabadelamangadeluniforme.Llorabadesconsoladamente.Nuncahabíaoídounsonidoquetransmitieratantodolor.Yesperabanovolveraoírlonunca.
—Nopuedoperderla.Nolosé…No…ElgeneralLegerlecogióporloshombros.—Nopiensesenesoahora.Debemosconfiarenquesevaarecuperar.Ypiensaentushijos.Papáasintió,peronoseveíacapaz.—¿Papá?—llaméconvoztemblorosa.Élsegiróyabriólosbrazos.Melancésobreélyleabracécontodasmisfuerzas.Porunavezen
mivida,dejémiorgullodeladoyrompíallorar.—¿Quéhaocurrido?
—Nolosé,cariño.Creoquelamarchadetuhermanohasidodemasiadoparaella.Ensufamiliahayantecedentesdeproblemascardiacos…Llevavariosmesesansiosa.—Depronto,suvozcambióycaíen lacuentadequeyanoestabahablandoconmigo—.Deberíahaberlaobligadoadescansar.Últimamenteleexigíademasiado.Hatenidoqueaguantarmucho…ytodopormí.
ElgeneralLegerlesacudióelbrazo.—Yasabeslotestarudaquees—dijocontonoamable—.¿Deverascreesquehabríapermitido
quenolaincluyerasentodostusasuntos?Losdoscompartieronunasonrisallenadetristeza.Papáagachólacabeza.—Deacuerdo,ahoratocaesperar.Elgenerallesoltó.—Debovolveracasa.LediréaLucyqueostraigaropalimpia.Llamaréasumadre,siesque
todavíanolohashecho.Papásuspiró.—Nisiquieralohepensado.—Yomeencargo.Estarédevueltadentrodeunahora.Paraloquenecesites,aquímetienes.PapáabrazóalgeneralLegerunaúltimavez.—Muchasgracias.Mealejédeaquellaimprovisadasaladeesperaymeacerquéalapuerta.Mepreguntésipodía
percibirqueestabacerca.Estabafuriosa.Contodoelmundo…ytambiénconmigomisma.Silagentenolahubieraatosigadotanto…Noestabapreparadaparaperderamimadre.
Seguíapensandoquenopodíavivirlavidaporyparalosdemás,yqueelamor,alfinyalcabo,conllevabaunascadenasinquebrantables.Pero,porDios,necesitabaesascadenasmásquenadaenelmundo.NomeveíacapazdesoportarelpesodelaausenciadeAhren,eldelaspreocupacionesdepapáy,másimportantetodavía,eldelavidademimadre,queenesosmomentospendíadeunhilo.Esascosasnomeconvertíanenunamujerdébil;memanteníanviva.Asíquedecidíquenohuiríadeellasnuncamás.
Oívariaspisadasymedilavuelta.Alveralosdiecinueveseleccionadosdoblarlaesquina,mequedésinpalabras,emocionada.
Kilefueelprimeroenhablar.—Hemosvenidoarezar.Los ojos se me llenaron de lágrimas. Los candidatos se fueron dispersando, algunos se
quedaronenunaesquinayotrossesentaronenlosbancos.Todosbajaronlacabezayempezaronamurmurar oraciones. Esos chicos habían puesto mi vida patas arriba… y no podía estarles másagradecida.
Hale no dejaba demorderse los nudillos ymovía el pie con nerviosismo. Ean, como era deesperar,niseinmutó.Secruzódebrazos,sumidoensuspensamientos.Henri,quesehabíasentadoenun banco, estaba inclinado hacia delante, los rizos le tapaban los ojos.Me alegré al ver que Eriktambiénhabíavenido,apesardenoestarobligado.
Kile buscó a sumadre y se fundieron en un tierno abrazo.Aquella tragedia también le habíaconmocionado.Porextrañoquepudieraparecer,aquellaternuramehizosentirmásfuerte.
Observé a Kile y al resto de los pretendientes. Todos se habían ganado un pedacito de micorazón… Luego miré a papá. Tenía la cara roja de tanto llorar: su traje estaba completamentearrugado.Cadapartedesucuerpodejabaveresaangustia,eseterrorporperderasuesposa.
Papáhabíaestadoenmilugary,deeso,nohacíatantotiempo.Poraquelentonces,mamánoeramás que otra chica que debía conocer antes de decidir su futuro. Y, sin embargo, a pesar de losimpedimentosydelosaños,seguíanenamoradoshastaloshuesos.
Yeseamorerapalpable;seveíaen lahabitaciónquecompartían,encómosepreocupabaneluno por el otro, en cómo coqueteaban incluso después de tanto tiempo casados. Si un mes atrásalguien me hubiera dicho que tendría esa posibilidad, le habría ignorado y tomado por lunático.¿Ahora? Bueno, no me parecía una idea tan descabellada. No esperaba encontrar el amor quecompartíanmis padres, o lo queAhren sentía porCamille. Pero…quizá podía conocer a alguienespecial. Una persona que deseara besarme incluso cuando tuviera un resfriado o que estuvieradispuesta a darme unmasaje después de un largo día de reuniones.A lomejor podía encontrar aalguienquenomeasustara,aquienpudieraabrirlelaspuertasdemialma.Peroesoyaseríapedirdemasiado.
Detodosmodos,ahoranopodíapermitirmeellujodeecharmeatrás.Pormipropiobienyporeldemifamilia,teníaqueacabarlaSelección.
Y,cuandolohiciera,tendríaunanilloeneldedo.
Agradecimientos
Graciasati,porserunapersonatanmaravillosa,pero,sobretodo,porhabercompradouncuartolibrocuandocreíasquesolohabríatres.
GraciasaCallaway,portodo,peroenespecialporencargartedelosplatosydelasmatemáticas.GraciasaGuydenyaZuzu,porserlosniñosmásfabulososdelmundoentero,perosobretodo
porabrazarmecuandosabéisquenohetenidounbuendía.Graciasamamá,apapáyaJody,portodovuestroapoyo,pero,sobretodo,porserunosbichos
raros,comoyo.GraciasaMimi,PapayChris,poranimarmeentodomomento,y,enespecial,porcuidardelos
niñosdurantelasvacacionesdeNavidadparaqueyopudieradormir.GraciasaElana,porserunagentetanincreíble,yporconvencermedequesialguienintentara
ridiculizarme,túteencargaríasdedarlesunapaliza.GraciasaErika,porserunaeditoracontantotalento,pero,sobretodo,pordejarquetellamara
unasdieciochovecesalasemanaynoquejarte.GraciasaOlivia,aChristina,aKara,aStephanie,aErin,Alison,Jonyatropecientaspersonas
másdeHarperTeenporser tanencantadoras,y,enespecial,porhacermelavidamásfácil,aunquenuncahemostenidolaoportunidaddevernoscaraacara.
Gracias aDios, por serDios, pero, sobre todo, por haber creado unmundo en el que cosascomolosgatitosconpajaritasonunarealidad.
Ygraciasatodoelmundoaquienheolvidado—sindudadebendesermuchísimaspersonas—porquesoyunpocodespistada,pero,sobretodo,porqueestoyagotadayestoytecleandoestoconlosojoscerrados.
¡Osquieroatodos!
KIERACASS(EEUU,1981).NacióycrecióenCarolinadelSur.Segraduópor launiversidaddeRadfordenHistoriayenlaactualidadviveenBlacksburg,Virginia,consufamilia.KieraCassesconocidaporsuslibrosdedicadosalaliteraturaparajóvenesadultos,principalmenteporlasnovelasdelaserieLaSelección.También autopublicó la novela de fantasía The Siren (2009), que todavía no ha sido traducida alcastellano.Ensutiempolibrelegustaleer,bailar,hacervideosycomergrandescantidadesdepastel.
TableofContentsLaHerederaCapítulo1Capítulo2Capítulo3Capítulo4Capítulo5Capítulo6Capítulo7Capítulo8Capítulo9Capítulo10Capítulo11Capítulo12Capítulo13Capítulo14Capítulo15Capítulo16Capítulo17Capítulo18Capítulo19Capítulo20Capítulo21Capítulo22Capítulo23Capítulo24Capítulo25Capítulo26Capítulo27Capítulo28Capítulo29Capítulo30Capítulo31Capítulo32Capítulo33AgradecimientosAutora