PROLOGO

No constituyó una excepción e! Servicio Nacional de Crédito Agrícola co el tras-torno y desorganización que durante nuestra pasada guerra de Liberación hubieron desufrir todas las entidades de carácter similar: las dificultades surgidas por ésta y otrascausas, que más adelante se expondrán, exigieron simultanear durante el pasado ejer-cicio económico de 1941 las actividades propias del Servicio en período normal con otras.a las que en muchos casos hubo que dar carácter preferente , encaminadas a restablecerla contabilidad, esclarecer operaciones realizadas antes y durante el Glorioso Alzamien-to y facilitar un verdadero saneanziento de los capitales administrados. ,•11 describirlosas y otras en la presente Memoria, adquiere ésta un significado en cierto modo dis-tinto a las de años anteriores pos- cuanto, además de reseñar el normal desenvolvi-miento del Servicio en 1941, se pretende en ella fijar, con la mayor claridad y exactitudposibles, ht situación actual del mismo en forma que permita ser tomada como puntode partida para una nueva etapa.

¡'aro exponer el origen y la índole de aquellas dificultades, y justificar el objetoprincipalmente perseguido en esta Memoria, es imprescindible hacer un breve resumenhistórico de la actuación del Servicio Nacional de Crédito .4grícola.

Creado por Real Decreto-Ley de 24 de marzo de 1925, como consecuencia y nece-sidad de las exigencias crediticias de la agricultura española, minada por !a usura enpueblos y aldeas y falta del apoyo estatal para atender a aquéllas, fumé dotado de uncapital inicial de ro millones de pesetas, y de los medios personales y materiales pro-porcionados al mismo y al carácter de "ensayo" que en un principio se le dió.

Poco tiempo tardaron cn sentirse la insuficiencia de aquellos medios y la eficaciacon que el HUCT-0 Organismo respondía a la misión que le fué encomendada: efectiva-mente, apenas había transcurrido el primer año de su actuación cuando el Gobiernoiniciaba la aprobación de una larga serie de Decretos, mediante los cuales fueron pues-tas sucesivamente a disposición del Servicio Nacional de Crédito Agrícola diversas su-mas, que alcanzaron la cifra de 140 millones de pesetas, en calidad de "Anticipas rein-tegrables del Tesoro", destinadas a atender necesidades de varios sectores de la riquezaagrícola, como fueron el vino, aceite, arroz, lana, cebada, uva, etc., etc., y ordenando, porúltima, la operación de mayor volumen entre todas ollas, la Regulación del Mercado

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de Trigos de los años 1034 y 35, que dió lugar a la Concesión de cerca de veinte milpréstamos, en los que se invirtieron más de 90 millones de pesetas. Y es oportuno con-signar aquí que, alternando con aquellos Decretos, otros muchos, que pasan de cincuen-ta, disponían las transferencias del remanente u reintegros de unos conceptos a otros,lo que añadido a la rápida circulación del dinero, aumentó extraordinariamente la di-versidad de los tipos de préstamos y el número de operaciones realizadas.

No cesaron aquí las tareas encomendadas al Servicio Nacional de Crédito Agrí-cola: durante su peregrinación por la zona no liberada siguió operando y, una vez ago-tadas sus disponibilidades, las autoridades marxistas le abrieron cuentas de créditocuyos resultados aparecen reflejados en la contabilidad aclual, con cargo a las corres-pondientes partidas; por último, a raíz de iniciar su actuación en zona nacional, enBurgos, para atender a necesidades de la agricultura en tiempo de guerra y a la re-construcción de las zonas liberadas, por el Instituto Nacional de Colonización y porel Servicio Nacional del Trigo fueron puestos a su disposición 8 y so millones de pe-

setas respectivamente.Si rápido fué este incremento de los capitales disponibles, que rebasó los 170 'ni-

!Iones de pesetas, en relación con el propio e inicial del Servicio de lo millones, 71111-

(110 más acentuado fué el que sufrieron el volumen y número de operaciones realizadas,a causa de la rotación de aquéllos,invertidos en su mayoría en préstamos a corto plazo,y de la acumulación de intereses. Por otra parte, y en evidente desproporción can aque-llos incrementos, permanecían casi invariables los medios personales y materiales utili-zados, el propio Organismo en suma, siendo insuficientes en inuchas ocasiones para lle-var a cabo con toda la perfección que hubiera sido de desear, éste cúmulo de activida-des que iban pesando sobre él.

.•Isi resumida en las precedentes líneas, la evolución sufrida por el Servicio . Nacio-

nal de Crédito Agrícola, en la actualidad dispone éste de un capital propio, de otra for-mado por los Anticipas del Tesoro, y de los capitales cedidos por el Instituto Nacionalde Colonización y el Servicio Nacional del Trigo. Con el primero de ellos, de cuantíareducida en relación con la suma de los otros tres, opera el Servicio según las normasestablecidas por el Decreto de 13 de septiembre de 1034, con cierta autonomía y flexi-bilidad en la concesión de préstamos, que permiten adaptar éstos a varios fines y cir-cunstancias sin ;mis limitaciones que la de sus escasas disponibilidades y la preferenciaque se da a la ayuda económica a colectividades, Sindicatos y Asociaciones Agrícolas.reduciendo la concesión de préstamos individiales a los de garantía hipotecaria exclusi-vamente.

Por el contrario, la concesión de préstamos con cargo a los restantes capitales, ymuy especialmente a los procedentes de los Anticipas de Tesorería y del Instituto Na-cional de Colonización , sólo puede hacerse ajustándose a los fines, condiciones y tiposde interés que concretamente fueron fijados en las correspondientes Disposiciones.dando ello lugar, y esta es la realidad actual, 0 que las normas legales vigentes no per-mitan satisfacer con disponibilidades, en gran parte inactivas, demandas de crédito

para fines o en condiciones distintas de aquéllas antes citadas. Este es el caso, por ejem-plo, de los créditos hipotecarios, que no pueden atenderse con los Anticipas del Tesoro;de los préstamos con garantía _Prendaria, para los que hay fondos disponibles con car-go a dichos Anticipas, pero que actualmente no son solicitados por la fácil venta de losproductos agrícolas, y de los préstamos sobre cosechas pendientes, hoy en suspenso encumplimiento del artículo ce del Decreto de 6 de julio de 1938.

Como consecuencia lógica de lo anteriormente expuesto, aparecen la necesidad deadaptas' a las circunstancias actuales las modalidades de los préstamos, eliminando todasaquellas trabas que merman y dificultan la eficacia del Servicio y la conveniencia derefundir los capitales utilizados, correspondiendo a la Superioridad disponer la cuan-tía y naturaleza de los que deban ser reintegrados a sus respectivas procedencias y de losque hayan de seguir siendo empleados para la concesión de préstamos. Paso previo ybase imprescindible en que fundamentar cualquier Disposición que s-on este objeto sedicte, era perfeccionar la reconstrucción de la contabilidad, completando la dificil y pe-nosa labor que el Servicio inició en Burgos en 1937, y continuó, a raíz de la Liberación,con la recogida y ordenación de los antecedentes y documentos dispersos en la zonaroja: a tal [In han sido encaminadas gran parte de la labor realizada en 1941 y la es-tructura dada a la presente Memoria, que en líneas generales se expone a continuación.

Los balances referentes a lo.'s capitales cedidos por el Servicio Nacional del Trigoy el Instituto Nacional de Colonización, no han presentado grandes dificultades, unase enlazada la contabilidad de los años 1938 al 49, can la que se inició on abril deaquel tíltimo año, corrigiendo la imperfección de la primera, inevitable co,, las premurasde tiempo, escasez de medios y circunstancias excepcionales que concurrieron en aquellapso de tiempo; su comprensión, no requiere ninguna aclaración previa o complemen-taria a las que se hacen sobre los distintos conceptos 0, su lugar correspondiente.

Para establecer el balance de los "Anticipas de Tesorería". hubo que tener en cuen-ta las siguientes consideraciones:

1.0 La compleja contabilidad que este concepto originaba quedó prácticamente inte-rrumpida en 1936; sin embargo, tanto en la zona nacional como en la marxista, se si-guió operando C011 los Anticipas del Tesoro, sin que en la actualidad sea humanamenteposible restablecerla _Partiendo de aquella fecha, ni evitar las consecuencias de esta so-lución de continuidad.

2.' Los intereses devengados p.or los préstamos concedidos co,, los Anticipas deTesorería, corresponde), al Servicio Nacional de Crédito Agrícola , en parte para aten-der a los gastos y fallidos, y en parte a título de aportaciones para incremento de sucapital, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 3. 0 del Decreto de 13 de septiembrede 1934. La percepción y formalización de dichos intereses sufrió, como la contabilidad,las mismas vicisitudes expuestas en el párrafo anterior.

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3.0 Desde 1936, y especialmente durante el período de guerra, fueron efectuadospor los prestatarios multitud de reintegros que importan varios millones de pesetas,pero a los que no pudo darse la aplicación que les correspondía por desconocerse cuálfuera el préstamo a cu ya amortización se destinaban en cada caso; a . pesar de las eleva-

das sumas que se • ha conseguido localizar e identificar durante la pasada campaña, trasuna copiosa correspondencia con los interesados, y que se detallan en otro lugar deesta Memoria, la procedencia y aplicación de buena parte de aquellos reintegros siguensiendo ignoradas.

4.0 Por el Servicio Nacional de Crédito Agrícola fueron reintegrados al Tesorogran Parte de sus Anticipos, habiendo sido .necesario determinar la cuantía de estos rein-tegros co,, la .mayor exactitud posible, y dishoner al propio tiempo de la debida com-probación.

Teniendo en cuenta las anteriores consideraciones, se procedió a efectuar un mi-nucioso inventario de los pré,stantos subsistentes concedidos con cargo a los -.Intieiposde Tesorería", abriendo una hoja de ciwnta corriente para cada uno de ellos, y practi-cando la liquidación de sus capitales al 31 de diciembre de igy; se han determinadolos reintegros efectuados Por el Servicio Nacional de Crédito Agrícola al Tesoro, unosen cuentas corrientes a disposición de éste y otros por compensación, mediante el Ser-vicio de Retirada de Trigos, y, finalmente, se ha segregado de la cuenta corriente delServicio en el Banco de España, en la que figuran todas aquellas partidas indetermi-nadas descritas en la a." y 3." de las anteriores consideraciones, la diferencia hastacompletar los 140 millones de pesetas a que ascienden los Anticipos de Tesorería, paraser abonada en el Activo del Balance.

Establecidos de esta forma y cosi toda exachitud los Balances de los capitales ce-didos al Servicio Nacional de Crédito Agrícola, se ha procedido con igual criterio a ha-cer el del propio capital, localizando en definitiva en sin sólo concepto (el núm. r delActivo) todas las indeterminaciones existentes, con su contrapartida en el Pasivo (con-cepto 1111111. 24), hIS cuales irán siendo resueltas en lo sucesivo, sin que SU existencia su-

ponga ihn constante entorpecimiento est los distintos capítulos que abarca la Contabi-

lidad.Merece destacarse el hecho de que las cifras así obtenidas, de valor absolutamente

real, SOi, sensiblemente las calculadas a priori, puede decirse que teóricamente, confir-mando ello la certeza de que las pérdidas debidas a extravíos de expedientes o docu-mentaciones durante la pasada guerra, fueron relativamente insignificantes.

Con lo expuesto, quedan suficientemente definidos el alcance y la orientación dadosa la presente 'Memoria y el estado actual del Servicio Nacional de Crédito Agrícola; susituación económica viene reflejada en los Balances, cuyos conceptos son objeto de lasnecesarias aclaraciones en páginas siguientes en las que, al propio tiempo , se resume

labor realizada durante el ejercicio de 194r.

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Finalmente, para terminar estas líneas preliminares de la décimotercera Memoriadel Servicio Nacional de Crédito Agrícola, merece observarse cómo en los preámbulosque .encabesaban las anteriores se comentaban con reiterada insistencia, año tras otro,su progresiva expansión, la eficacia de su labor, la acogida que le dispersaron los agri-cultores y aun los propios Organismos estatales y los incalculables beneficios proporcio-nados a la riqueza agrícola de la Nación. Mirando al pasado, puede hoy afirmarse consobrado futulamento, tras dieciséis años de actuación y experiencia, que del "ensayo"proyectado se pasó rápidamente al Organismo imprescindible para hacer frente a unanecesidad nacional cada vez mayor, más importante y más benefiosa; mirando al por-venir, se presenta un campo ilimitado de posibilidades y exigencias, y dentro de él lle-gará el Servicio Nacional de , Crádito Agrícola hasta donde lo permitan los medios quesean puestos a su alcance.