Memorias 2001

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Memorias del CLP

Publicaci6n del Centro para la Libertad de Prensa en Puerto Rico ubicado en la Universidad del Sagrado Coraz6n, Santurce, P.R. '

Segunda edici6n: 2002 © 2002 Centro para la Libertad de Prensa en Puerto Rico

Permitida la reproducci6n con la autorizaci6n del CLP. Se requiere que se indique la procedencia del texto al momento

de la divulgaci6n.

Grupo de trabajo:

Editora en Jefe: Meriemil Rodriguez Asistentes Administrativas: Anilda Quinones

Estudiante de comunicaci6n: Jorge Velazquez, programa Estudio y Trabajo USC

Edici6n: Luis A. Vi !lares Portada: Rosalisse Rodriguez Nieves

Disefio y empla.naje: Rosalisse Rodriguez Nieves Asesor de disefio: Victor Maldonado, END

Casa impresora: AGP

Centro para la Libertad de Pre.nsa en Puerto Rico Universidad del Sagrado Coraz6n

P.O. Box 12383 San Juan, Puerto Rico 00914-0383

Telefono (787) 728-1515, extension 2330 Fax (787) 728-5345 6 (787)706-1536

e-mai l [email protected]

Centro para la Libertad d e Pr ensa Puerto Rico

fndice

Centro para Ia Libertad de Prensa en Puerto Rico (CLP) ... ... . . 6 CLP Datos en ingles . . .... .... .. ...... .. . .. ........... 11 Junta Asesora . ... .. . ... . .. . ..... ...... ... .. .. ... . . . . 15 Agradecimientos y colaboradores ... .... .. ... . ... .. . .... . 19 Mensaje de Dr. Jose Jaime Rivera ..... .... . .. ......... .. . 26 Mensaje Luis Alberto Ferre Rangel .. . . . .. .. ...... . ...... . 29 !ntroducci6n

Meriemil Rodriguez . . .... ..... . .. .... .. . ... .. .. . ... 33 ronologia de actividades ... . . .... .. . .... . . . . .. . ... .... 36

Tres foros publicos del CLP 200 I .... . . . .. . ... . . .. . ...... 50 3 de mayo, Dia Mundial de Ia Libertad de Prensa

Blanca Rosales Valencia . .. ... . .. . . . ... .. .. .... . . ... 54 Daisy Sanchez Collazo .. . . ...... .... .... .. .... ... .. 67

umbre 2001 La libertad de prensa en Puerto Rico Mayra Montero . . .... . ..... .... ...... ... ..... ..... 76 Lcdo. Luis Mariano Villaronga . . .. .. ... . ... . . ..... .. . 84

Segundo Aniversario del CLP Libertad de prensa en nuestros genes : Una necesidad humana

Leonard R. Sussman . ....... .. . . ... ..... . ... . ... . . 105 Press Freedom in Our Genes: A Human Need Leonard R. Sussman ... ..... . . . . .. . ... . ... ... .. . .. . . . 126 El gen puertorriquefio de Ia libertad de prensa

Carmen Sara Garcia .. . .. .. ..... . ...... ....... .. . . . 143 Freedom in our Genes

Sherman Wildman . .. ...... . . . ...... . .. .. .... . . . . . 147 Pi lares de Ia Libertad de Prensa . .. . . .. .. . .. .. . . . . . . .. .. . 149 Apendice de Difamaci6n .... . . ........... .. .. . ... .. . . . 150 lntroducci6n

Meriemil Rodriguez .... . . . ... ... . . .. ..... .. . . . ... . 152 Parte I Anotaciones sobre el delito de difamaci6n

Lcdo. Luis Mariano Villaronga . . .. ... . .... . ...... . . . 155 Apuntes sobre el delito de difamaci6n

Lcdo. Edualdo Baez Galib . .. . ..... . ....... . ..... .. . 166 Ponencia del Overseas Press Club de Puerto Rico

Sandra Rodriguez Cotto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 177

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Ponencia de Ia Asociaci6n de Periodistas de Puerto Rico Leila Andreu Cuevas ... ...... .... .... .... .... ..... 207

(,Debe o no existir el delito de difamaci6n? Lcdo. Eduardo Villanueva Mufioz ........ . ........... 212

Parte II llostigamiento legal amenaza Ia libertad de prensa

Joel Simon .. .. . . .............. ..... ............. 220 Legal harassment threatens freedom of the press

Joel Simon ....... . ... ................ .. .... ..... 235 El caso de Colombia

Ana Maria Duran Carrasquillo ............ .... ....... 249 La libertad es una, pero multiple en sus manifestaciones

Lcdo. Eudaldo Baez Galib .... .... ...... .. ... . . ... .. 262

Foto El Nuevo Dia I Luis Ramos

Durante la firma de documentos de incorporaci6n del Centro para la Libertad de Prensa, aparecen el Dr. jose Jaime Rivera, Presidente de la Universidad del Sagrado Coraz6n y Copresidente del Centro para la Libertad de Prensa; Meriemil Rodriguez, Directora Ejecutiva del Centro; Luis Alberto Ferre Rangel, Director del peri6dico El Nuevo Dia y Copresidente del Centro; y Lcdo. Etienne Totti.

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Centro para la Libertad de Prensa en Puerto Rico ( CLP)

Datos

Fue establecido el 18 de mayo de 1999 por El Nuevo Dia (END), el peri6dico mas importante de Puerto Rico, y la Universidad del Sagrado Coraz6n (USC), una universi­dad cat6lica privada en San Juan. Desde entonces, el CLP ha auspiciado docenas de foros publicos y otras activi­dades con oradores invitados de renombre local e intema­cional expertos en asuntos concemientes a Ia libertad de prensa.

• Objetivos: Servir como centro de investigaci6n para estudiantes, academicos, periodistas y otros estudiosos del tema de la libertad de prensa; servir como un foro para Ia discusi6n de asuntos relacionados con Ia libertad de pren­sa· servir como observador de los asuntos relacionados

' con Ia libertad de prensa que se esten ventilando en los tri-bunates estatales y en el federal y la Legislatura de Puerto Rico.

• Misi6n: Fortalecer la base democnitica de nuestra sociedad por medio de programas educativos sobre el dcrccho a la libertad de prensa.

opresidentes del CLP y de la Junta Asesora: Luis Alberto Ferre Rangel, Director de El Nuevo Dia, y Jose Jaime Rivera, Ph.D., Presidente de la Universidad del Sagrado oraz6n.

• Directora Ejecutiva: Meriemil Rodriguez, periodista de El Nuevo Dia seleccionada para organizar y dirigir el Centro para la Libertad de Prensa. Ha trabajado en peri6-dicos importantes de Puerto Rico y los Estados Unidos, ensefi6 periodismo en la Universidad de Houston, Texas, y es ex alumna de la Universidad del Estado de Iowa en Ames y de la Escuela Graduada de Periodismo de la Universidad de Columbia en Nueva York.

• Junta Asesora del CLP: Consiste de un coordinador cscogido de entre los miembros de la Junta que incluye los presidentes de las tres asociaciones de periodistas mas importantes de Puerto Rico - Overseas Press Club of Puerto Rico (OPC), Asociaci6n de Periodistas de Puerto Rico (Asppro) y la Asociaci6n de Fotoperiodistas de Puerto Rico - el director regional de la Asociaci6n de l'criodistas Hispanos (NAHJ por sus siglas en ingles), los d i recto res de noticias de una estaci6n de radio y de una 1 •lcvisora, el director de la Escuela de Comunicaci6n l' t'tblica de la Universidad de Puerto Rico, la directora del 1 k partamento de Comunicaci6n de la Universidad del . ': tgrado Coraz6n, un profesor de derecho constitucio~al, 1111 ex presidente del Colegio de Abogados de Puerto Rtco, 1111 representante de una organizaci6n comunitaria y un IIII L' mbro honoraria ex presidente de la Corte Suprema de l'llL'rto Rico y experto en derecho constitucional.

H Nuevo Dia: Es una empresa que pertenece al Grupo l l' l rl:- Rangel yes el diario mas importante de Puerto Rico, , o 11 una circulaci6n de mas de 204,000 cjemplares de lilll l'S u sabado y 242,000 ejemplares los domingos. El ' i111po J<erre Rangel tambien publica el peri6dico Primera llnl il (circulaci6n 114,000 ejemplares de luncs a sabado),

• , duciio de Ia imprenta comercial Advanced Graphics,

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H

Printing Inc., del portal interactive zonai.com y las publi­caciones endi.com y consalud.com, los peri6dicos regionales El Norte y El Horizonte, Ia compa:fiia de reci­claje de papel de peri6dico Pronatura, y la compa:fiia de telemercadeo El Dia Directo.

• Universidad del Sagrado Coraz6n: Es la instituci6n educativa mas antigua de Puerto Rico. Tiene sus raices en el Colegio del Sagrado Coraz6n de Santurce, una escuela a nivel elemental y secundario para ni:fias que fue fundada por Ia orden de las Religiosas del Sagrado Coraz6n. En 1971 pas6 a ser una universidad coeducacional. La misi6n de la Universidad del Sagrado Coraz6n es educar personas en Ia libertad intelectual y la conciencia moral, dispuestas a participar en la construcci6n de una sociedad puertor­rique:fia mas autenticamente cristiana: una comunidad so­lidaria en la justicia y la paz. Con este apostolado como norte, Ia instituci6n ofrece al estudiante un proyecto academico t'mico, una experiencia innovadora en la que el salon de clases es el mundo, en un ambiente de vida comu­nitaria y en el cual la persona y los valores cristianos son cl centro. La Universidad del Sagrado Coraz6n tiene una rnatricula de aproximadamente 5,000 estudiantes, mas de 160 acuerdos de intercambio estudiantil y participa en cinco consorcios academicos.

Foto El Nuevo Dia I Luis Ramos

Melody Pefta Pons fue una de las estudiantes de comunica­ciones de la Universidad del Sagrado Coraz6n que form6 parte del equipo que produjo dos anuncios para la campafta de servicio publico del Centro para la Libertad de Prensa.

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Foto El Nuevo Dia I Luis Ramos

Un nutrido grupo de estudiantes, profesores, publico general y periodistas se dio cita en la sala del Museo de Arte Contemponineo de la Universidad del Sagrado Coraz6n para la presentaci6n de la campafta de anuncios de servicio publico del Centro para la Libertad de Prensa Puerto Rico.

CENTER FOR THE FREEDOM OF THE PRESS

IN PUERTO RICO ( CFP)

FACT SHEET

Established on May 18, 1999, by El Nuevo Dia (END), I he most important newspaper in Puerto Rico, and the University of the Sacred Heart (USH), a private universi­ty in San Juan. Since its founding, the CFP has sponsored dozens of public forums and other events featuring tl·nowned local and international experts and scholars on 1'\sues concerning a free press in Puerto Rico and abroad.

( ,oals: to serve as a research center for students, aca­tll•mics, journalists and others in related disciplines; to

1'1 ve as a forum to discuss freedom of the press issues in 1'11 ·rto Rico; and to monitor state and federal courts and 1 II • Puerto Rico Legislature regarding such issues.

• f\11\sion: To strengthen the democratic foundation of our '" ll' IY through educational programs about the right to a

l11 ,. pr ss.

< o presidents of the CFP and its Advisory Board: Luis IIH 110 Ferre-Rangel, Editor of El Nuevo Dia, and Jo e

ltlttH· Rivera, PhD, President and EO or acred I teart I !111 ·1 :-·d ly.

,., ,live Director: Meri •mi l Rodri 'll •z: a senior , l'lllll'l l·dilor on special assi 'lllll ·nt ol' El Nuevo Dia to

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I ,

organize and direct the CFP, has worked in major metro­politan dailies in Puerto Rico and in the States, taught journalism at the University of Houston and is an alumna oflowa State University, Ames, Iowa, and of the Graduate School of Journalism at Columbia University in New York.

• CFP Advisory Board: Composed of a board coordinator, the presidents of the three major local press organizations - Overseas Press Club of Puerto Rico (OPC), Puerto Rico Journalists Association (Asppro ), and Puerto Rico Photojournalists Association - , the regional director of the National Association of Hispanic Journalists (NAHJ), the news directors of a local radio station and a TV station; the director of the University of Puerto Rico School of Public Communication, the director of Sacred Heart University's Department of Communication; a professor in constitu­tional law from the University ofPuerto Rico Law School, a former president of the Puerto Rico Bar Association, and an honorary member who is a former Chief Justice of the Puerto Rico Supreme Court and constitutional scholar.

• El Nuevo Dia: a family-owned newspaper, with a circu­lation of more than 204,000 daily and 249,000 on Sunday. The Ferre-Rangel Group also publishes the newspaper Primera Hora (100,000 circulation Monday to Saturday); and owns the commercial printing company Advanced ,raphics Printing; the electronic platform zonai.com and

th publications endi.com and consalud.com; the regional papers El Norte y El Horizonte; the newspaper recycling company Pronatura; and El Dia Directo, a telemarketing ·ompany.

• University of the Sacred Heart: Founded in 1880 as an elementary school for girls, it became a co-educational private university in 1971 and is governed by a 24-mem­ber lay board of trustees that appoints a president as its chief executive officer; it enrolls about 5,000 students and has student-exchange agreements with 160 U.S. and for­eign universities and is part of five academic consortiums.

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Foto El Nuevo Dia, Luis Ramos

La Junta Asesora del Centro para la Libertad de Prensa en Puerto Rico (CLP) celebr6 su primera reunion del 2001 el viernes 19 de enero en su sede, la Universidad del Sagrado Coraz6n. Luis Alberto Ferre Rangel, izquierda, Copresidente del Centro para la Libertad de Prensa y Director de El Nuevo Dia; Lcdo. Luis Mariano Villaronga, Coordinador de la Junta Asesora y Decano Asociado de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico; Enrique "Kike" Cruz, Vicepresidente y Director de Noticias de Televicentero, Canal 4; Maria Teresa Martinez Diez, directora del Departamento de Comunicaci6n de la Universidad del Sagrado Coraz6n; Normando Valentin, Director de Noticias de la Super Kadena; Meriemil Rodriguez, Directora Ejecutiva del CLP; jose Rodriguez, Presidente de la Asociaci6n de Fotoperiodistas; Vicente Pierantoni, Presidente de la Asociaci6n de Peri6dicos Regionales y Presidente de El Oriental, Inc.; Leila Adreu Cuevas, Presidenta de la Asociaci6n de Periodistas de Puerto Rico (/\ ppro) y Eva Llorens, Presidenta del Overseas Press Club de Puerto Rico (OPC). Faltan en la foto el Dr. Jose Jaime Rivera,

oprcsidente del CLP y Presidente de la Universidad del Sagrado oraz6n, y el Lcdo. Harry Anduze.

Centro para la Libertad de Prensa en Puerto Rico (CLP)

Junta Asesora

• ]ose]aime Rivera, Ph.D. Presidente, Universidad del Sagrado Coraz6n Copresidente del Centro para la Libertad de Prensa en Puerto Rico President, Sacred Heart University

o-president Center for the Freedom of the Press m Puerto Rico

I uis Alberto Ferre-Rangel l>ircctor, El Nuevo Dia < 'opresidente, Centro para la Libertad de Prensa en l'ucrto Rico hlitor, El Nuevo Dia 1 'u president, Center for the Freedom of the Press m l'unto Rico (CFP)

'' 1 kmil Rodriguez lltlt ' ·tora Ejecutiva, Centro para la Libertad de Prensa

11 I 'uL·rlo Rico I d11llora Jefe, El Nuevo Dia t , 11 t i vc i rector, Center for the Freedom of the Press

11 l'1n Ito Rico 111111 W1 iter, El Nuevo Dia

.In lrr/' Mlltiano Villaronga 1 111111, .Junta de Sindicos de la Universidad de

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Coordinador, Junta Asesora Centro para Ia Libertad de Prensa Secretary, Board of Trustees, University of Puerto Rico Coordinator Advisory Board, Center for the Freedom of the Press in Puerto Rico

• Omaya Sosa Pascual Presidenta, Club Ultramarine de Prensa de Puerto Rico Reportera, El Nuevo Dia President, Overseas Press Club of Puerto Rico (OPC) Reporter El Nuevo Dia

• Daisy Sanchez Presidenta, Asociacion de Periodistas de Puerto Rico (Asppro) Reportera, Univision Puerto Rico President, Puerto Rico Journalists Association Reporter Univision Puerto Rico

• jose Rodriguez Presidente, Asociacion de Fotografos de Puerto Rico Fotoperiodista, El Nuevo Dia President, Photojournalists Association of Puerto Rico Photojournalist, El Nuevo Dia

• Ivan Roman Jefe, Oficina de Puerto Rico, Corresponsal, The Orlando Sentinel Delegado, Region 1, Asociacion Nacional de Periodistas I lispanos (NAHJ)

hief, Puerto Rico Bureau, Correspondent, The Orlando entinel

Delegate, Region 1, National Association of Hispanic Journalists, NAHJ)

• Claudio Alvarez-Dunn J efe de Redaccion, Primera Hora Delegado Alterno, Region 1, Asociacion Nacional de Periodistas Hispanos (NAHJ) News Editor, Primera Hora Alternate Delegate, Region 1, National Association of Hispanic Journalists, NAHJ)

• Vicente Pierantoni Presidente, Asociacion de Periodicos Regionales Presidente, El Oriental, Inc. President, Regional Newspapers Association President, El Oriental, Inc.

• Luis Penchi I >ircctor de Noticias, Radio Puerto Rico News Director, Radio Puerto Rico

• l•111ique "Kike" Cruz I >trcclor de Noticias, Televicentro - Canal 4 ~kws Director, Televicentro - Channel4

/,,fo. I larry Anduze I Jlr ·s idcnte, Colegio de Abogados I u ull:~d de Derecho Eugenio Maria de Hostos I nttll ·r President, Puerto Rico Bar Association

It ttther, Eugenio Maria de Hostos Law Faculty

I I ' ' 11 ( .olon, Ph.D. I 11'' 1 1111. 1\scucla de Comunicacion, Universidad de Puerto I 1 11 Hl· ' IIlio de Rio Piedras '''' 1 1111 , S ·hool of Communication, University of l ' 111 1111 l{t co, Rio Piedras Campus

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• Carmen Sara Garcia Directora, Departamento de Comunicaci6n, Universidad del Sagrado Coraz6n Director, Department of Communication, Sacred Heart University

• Lcdo. jose Trias Monge Ex Presidente, Tribunal Supremo de Puerto Rico Bufete Trias, Melendez & Garay Former Chief Justice, Puerto Rico Supreme Court Law Offices Trias, Melendez & Garay

Tambien han formado parte de la Junta Asesora del Centro para la Libertad de Prensa: Lcdo. Juan Marchand Quintero, Maria Teresa Martinez, ex Directora del Departamento de Comunicaci6n del USC; Linda Hernandez, Presidenta de la Corporaci6n de Puerto Rico para la Difusi6n de la Cultura; Sandra Rodriguez Cotto, ex Presidenta, Overseas Press Club de Puerto Rico (OPC) y periodista de El Nuevo Dia; Leila Andreu Cuevas, ex Presidenta, Asociaci6n de Periodistas de Puerto Rico (Asppro); Normando Valentin, ex Director de Noticias, La Supercadena; Hiram Collazo, ex Director de Noticias, WKAQ - Radio Reloj; y Eva Llorens, ex Presidenta del Overseas Press Club de Puerto Rico (OPC) y periodista de The San Juan Star.

Agradecimientos

El Centro para la Libertad de Prensa en Puerto Rico (CLP) agradece la colaboraci6n a nivel local e intema­cional que sigue recibiendo de las asociaciones de perio­distas y otras instituciones privadas civicas y culturales que abogan por la libertad de prensa y de expresi6n. Continua el apoyo de la Universidad del Sagrado Coraz6n (USC), en cuyo recinto esta la sede del CLP en el Edificio I ~a rat Sur y del peri6dico El Nuevo Dia fortalecido por la labor de sus co-presidentes, directora ejecutiva y junta .tsesora multidiciplinaria. Gracias una vez mas a la oficina 11 • relaciones publicas de la USC, dirigida por Maria I ' ugcnia Madrid y su equipo de trabajo, y al departamento dl· eomunicaci6n, su directora y facultad. Las actividades 1 h·l C 'LP, se siguen filmando y/o grabando para uso futuro. I h·r-~camos agradecer los servicios del Centro de Medios •I• Ia USC, Ced-Tee y TeleSagrado le dedicamos una men­' 1111 1 especial a Luis Ramos, fotoperiodista de El Nuevo 111 1, y a otros compafieros periodistas. Agradecemos la I d 1111 i ncansable de Anilda Quinones, ayudante adminis­'' 111va y de Jorge Velazquez, estudiante de comunica-

hllll'N ·n la USC.

1 ' il ll' mcncionar una vez mas que el Centro para la I d" 1 Lui de Prensa es el Centro de todos, al igual que la I I II. ul de prensa es la libertad de todos.

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Foto El Nuevo Dia I Luis Ramos

"La libertad de prensa y la privacidad" fue el tema de un panel de discusi6n coauspiciado por el Centro para la Libertad de Prensa y la libreria CastleBooks. Los panelistas fueron ellicenciado Antonio J. Bennazar Zequeira, izquierda, presidente de la Comisi6n de Derechos Civiles de Puerto Rico; Leila Andreu Cuevas, entonces presidenta de la Asociaci6n de Periodistas de Puerto Rico (Asppro); Luz Celeste Monge, profesora de la Escuela de Comunicaci6n de la Universidad de Puerto Rico; y Oscar Serrano, reportero de Primera Hora.

Foto El Nuevo Dia I Luis Ramos

I I s ic6logo industrial Edgardo Morales ofreci6 un foro I Iller sobre "Tecnicas de la entrevista", coauspiciado por el t t' lll ro para la Libertad de Prensa y el Overseas Press Club dt Puerto Rico en la Universidad del Sagrado Coraz6n.

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Instituciones que colaboran con el Centro para la

Libertad de Prensa

• Academia San Jorge • Asociaci6n de Fotoperiodistas de Puerto Rico • Asociaci6n Mundial de Peri6dicos (WAN por sus siglas

en ingles) y Foro Mundial de Directores www.wanpres.org

• Asociaci6n Nacional de Periodistas Hispanos, Region 1 (NAHJ por sus siglas en ingles) www.nahj.org

• Asociaci6n de Periodistas de Puerto Rico (Asppro) • Asociaci6n de Peri6dicos Regionales de Puerto Rico • Asociaci6n de Comunicadores Independientes • Capitulo de Puerto Rico de la UNESCO • Centro Intemacional para Periodistas (ICJ por sus siglas

en ingles) www.ijnet.org • Centro Latinoamericano de Periodismo (Celap) • Colegio de Abogados de Puerto Rico • Colegio San Jose de Calazans • Comite Mundial de la Libertad de Prensa www.wpfc.org • Comite para Proteger a Periodistas (CPJ por sus siglas

en ingles) www.cpj.org • El Oriental Inc. • Escuela de Comunicaci6n, Universidad de Puerto Rico,

Recinto de Rio Piedras y al Centro de Investigaciones • Escuela de Derecho, Universidad de Puerto Rico • Facultad de Derecho, Universidad Interamericana de

Puetio Rico • Freedom Forum y First Amendement Center • Freedom House

• Fundaci6n Intemacional de Mujeres en los Medios de Comunicaci6n (IWMF por sus siglas en ingles) www.iwmf.org

• Las Fotodivas • Libreria CastleBooks • Libreria Borders • Overseas Press Club de Puerto Rico (OPC) • Periodistas Sin Fronteras www.rsf.fr • Red Intemacional de Noticias sobre la Liberdad de

Expresi6n (IFEX) www.ifex.org • Sociedad Interamericana de Prensa (SIP)

www.s1p1apa.org Society of Professional Journalists (SPJ) www.spj.org l'uller de Fotoperiodismo

• l Jniversidad Central de Bayam6n l Jniversidad Interamericana de Puerto Rico www.inter.edu I l11iversidad del Sagrado Coraz6n www.sagrado.edu I l11iversidad de Puerto Rico, Recinto de Humacao

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Mensajes Foto El Nuevo Dia I Luis Ramos

I I 1 • 11tro para la Libertad de Prensa en Puerto Rico (ClP), 1111 ,, til' rn la Universidad del Sagrado Coraz6n (USH), 1l luo .,u segundo aniversario el 8 de noviembre con un

l11 11 l'llhlko que tuvo como orador invitado al experto en 1 1111111 1 .u ion internacional leonard R. Sussman de 1 1 oln111 I louse en Nueva York. El tema de la actividad fue

I ltTdmn in our Genes: A Human Need", basado en Itt lll•1n til Sus man. En la foto, los Copresidentes del

111111 1'·"'11 Ia Libertad de Prensa - luis Alberto Ferre I qtdt·1·da, Director de El Nuevo Dia, y el doctor

Hlvrm, Presidente de la Universidad del Sagrado tonvnsan con Sussman antes de comenzar el

1, 111 o Emilio S. Belaval.

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2.6

Dr. Jose Jaime Rivera

Copresidente del Centro de Libertad de Prensa y Presidente de la Universidad

del Sagrado Coraz6n

El segundo aniversario del Centro para la Libertad de Prensa en Puerto Rico (CLP) constituye una conmemo­raci6n muy especial para el rol de la prensa en nuestra democracia.

Como copresidente del CLP y presidente de la Universidad del Sagrado Coraz6n, me siento muy honra­do de que esta instituci6n sea la sede de tan trascendental Centro y de que, junto al copresidente Luis Alberto Ferre Rangel, podamos trabajar en pos del fortalecimiento del periodismo en Puerto Rico.

En los pasados dos afios el CLP llev6 a cabo una inten­sa agenda de trabajo, dirigida magistralmente por la Directora Ejecutiva, Meriemil Rodriguez, quien, con su vision y enorme dedicaci6n, ha logrado una exitosa proyecci6n locale intemacional del Centro. Ese trabajo se aprecia en el variado programa de actividades que se ha ofrecido en diferentes universidades publicas y privadas Y en importantes organizaciones profesionales de Puerto Rico y el exterior.

Otro logro significative esta constituido en el lanza­miento de la campafia de servicio publico, la cual ha per­mitido que el pueblo y un gran numero de periodistas

puertorriquefios e intemacionales conozcan las situaciones que ponen enjuego la libertad de la prensa en Puerto Rico. I )e igual importancia se considera el acercamiento al almi­rante Kevin Green, de la Marina de Estados Unidos, < 'omando Sur, con el prop6sito de mejorar el acceso a la prensa local para la cobertura de Vieques.

Por otra parte, nos honr6 la visita de los distinguidos 111.110distas internacionales Joel Simon, director del c 11111ite para Proteger Periodistas (CPJ); Blanca Rosales

.1k•ncia, periodista peruana, ganadora del Premio de tll'ltlia en el Periodismo de la Fundaci6n Internacional

I· Mujcres en los Medios de Comunicaci6n (IWMF); I 1111:1rd Sussman, director ejecutivo honorario y experto

11 'o11H111icaci6n intemacional del Freedom House, en 11 1 York; y Ana Maria Duran, de Colombia. A nivel d 1 ontamos con Ia valiosa participaci6n de los presi-

1111 til' Ia Asociaci6n de Periodistas de Puerto Rico 1'1'111) y cl Overseas Press Club de Puerto Rico (OPC) I d lll't'l or regional de la National Association of 1 lllll Journalists (NAHJ), al igual que de los periodis­

pi l'lllantes de la gran rnayoria de los rnedios impre-1 ' I li6nicos.

11111. o intercarnbio de experiencias nos ayudan a 111 11 , I primer principio de la Declaraci6n de d1 111 1 " No hay personas ni sociedades libres sin I I I pi ·si6n y de prensa. El ejercicio de esta no

1111, 11'11l de las autoridades; es un derecho inalie-1 I pill hlo".

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H

Foto El Nuevo Dia I Luis Ramos

Luis Alberto Ferre Rangel, copresidente del Centro para la Libertad de Prensa, junto a la periodista peruana Blanca Rosales Valencia, oradora invitada para el 3 de mayo del 2001, Dia Mundial de la Libertad de Prensa. Los rodean el Lcdo. Antonio ]. Fern6s, la periodista Daisy Sanchez Collazo y el Lcdo. Luis Mariano Negron Portillo, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad lnteramericana de Puerto Rico.

Luis Alberto Ferre Rangel Director de El Nuevo Dia y Copresidente

del Centro de Libertad de Prensa

1 ~ 1 Centro de Libertad de Prensa alcanza su segundo a:fio , 11111pliendo una ambiciosa agenda. Fiel a su primer pre­'' plo - servir como foro publico para el debate sabre la Ill" II ad y responsabilidad de la prensa- en el a:fio 2001 el 1 I P cclebr6 decenas de actividades grandes y peque:fias 1 '' sirvieron para seguir aglutinando el diverso publico 1111 IH .. ' Imente asiste a estos eventos, atraer nuevas simpa­

y seguir abriendo puertas a di<ilogos construe-

I 1111 '•x ito tambien abrimos puertas mas alla de Puerto •' invitamos a periodistas del extranjero y de Estados

111 "' pnra discutir las condiciones en que la prensa libre 'l''-1 no tan libre se desarrolla en las Americas. De

1 td.ll intcres fue la visita de la periodista peruana 1 1 l w.;alcs Valencia durante la celebraci6n del Dia 1 It d dl' Ia Libertad de Prensa el 3 de mayo de 2001.

11 I ''!'ltndo aniversario del CLP, celebrado el 8 de 1 11111 dl•l 2001, el orador invitado, Leonard Sussman,

1 1111 dl•l Freedom House en Nueva York y autor de I 1 'dntll in Our Genes: A Human Need" comparti6 1 1 d1 Ia ·obertura y la libertad de prensa luego de p11 11 11mistas en Washington y Nueva York.

111 till\' 1 d ·I CLP fue nuestro intento de establecer 1111 I 1 Mnrina de los Estados Unidos para per- 29

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Foto El Nuevo Dia I Luis Ra

0 0 eriemil Rodriguez, directora ejecutiva del

~:~~;~~:t~a ~ibertad de Prenosa ( CLP) '{;~~:e~~:d~~p~:i sidentes Jose Jaime RiverAla,bpresidFentee_ dReangel director de El

d C - y Luis erto err , Sagra 0 orazon, Nuevo Diao

32

Meriemil Rodriguez Directora Ejecutiva

on este cuademo, el Centro para la Libertad de Prensa 11 Puerto Rico (CLP) conmemora su segundo aniversario

reafirma el compromiso de continuar ese dialogo ltHnenzado en 1999 sobre la importancia y la responsabi­lldad que conlleva tener una prensa libre y que los perio­·11 las realicen un trabajo de excelencia para que el pueblo lltlllt' sus decisioneso

I .ts ponencias representan el sentir de los oradores invi-1d11 y panelistas que participaron en las actividades aus­

llt 1 ulns por el CLP en el 2001, cuyos temas principales I "' .111 Ia libertad de prensa en el Peru, mujeres periodis­

" 1 icsgo, libertad de prensa en Puerto Rico y libertad 1111 nsa como una necesidad human a, entre otroso

I tt 1 . las Mcmorias del Centro para la Libertad de 11 t I'll Pu ·•to Rico 2001 hemos incluido un apendice It pont'lll'ias presentadas por periodistas y juristas en 1 •111 pt'1hlicos obre la difamaci6n criminal. El CLP lllltllllll' lllt• que Ia difamaci6n no debe ser un acto 11 tl v qttt l'Sitl bien atendida en el C6digo Civil de

1 • I 1 ' " t ' llll In:-; lcyes de libeloo

111 llt,tltth 1!'1 sobrc este tema Joel Simon, uno de tttvitad , subdirector del Comite para

1 1 l11 l'1 ttodistas, con base en Nueva York: I 1111 11 11 , 1111 sblo en Las Americas, sino en todo

I I 1(11 It It VI ' S d. di f'amaci6n no solo violan las I I tl 1 1 ul dt• ptt•nsu con agradas en las consti-

33

Page 17: Memorias 2001

Centro para la Libertad de Prensa en Puerto Rico (CLP)

Universidad del Sagrado Coraz6n Centro de Medios II, Edificio Barat

Santurce, Puerto Rico

Cronologia 20011 Calendario de Actividades

2001 Enero • 19 - Reunion de la junta Asesora del CLP -Presentaci6n de tres nuevos miembros de la Junta Asesora - licenciado Luis Mariano Villaronga, decano asociado de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico (sustituye allicenciado Juan Marchand Quintero); Enrique "Kike" Cruz, vicepresidente y director de noticias de Televicentro, Canal 4 (sustituye a Linda Hernandez, vicepresidenta y directora de noticias de TeleOnce ), Eva Llorens, presidenta del Overseas Press Club de Rico (OPC) (sustituye a Sandra Rodriguez Cotto, presidenta del OPC). Salon de Conferencias, Oficina de Presidente, USC.

Febrero International Center for journalists (ICF]), Was · D.C. - Participaci6n en un documental sobre la libertad prensa. Se envi6 material del caso de El Nuevo Dia y

cntro para la Libertad de Prensa.

• 16 - Programa radial "Pensando Derecho" del Col d' Abogados - Tema: el foro sobre difamaci6n crimi

\(l

dl'l 21 d~ febre~o. Participaron Meriemil Rodriguez, el I l do. Lms Manano Villaronga, coordinador de la Junta

L'sora del CLP, y Ana Maria Duran, periodista colom­ltt.tll:l. Anfitriona Lcda. Luz Delia Rodriguez.

'I Firma de documentos de incorporaci6n del Centro I'"" /(I Libertad de Prensa- Oficina del copresidente Luis

IIH1Io Ferre Rangel, director de El Nuevo Dia. Asisti6 ' lus6 Jaime Rivera, Copresidente del CLP y Presidente

I 1 I J n iversidad del Sagrado Coraz6n.

I ••/ 'Debe o no existir la difamaci6n criminal Parte 2" -11ln1 1 nvitado: Joel Simon, Subdirector del Co mite para ·I· I'll Pcriodistas (CPJ), con sede en Nueva York I I 111 s Mariano Villaronga (moderador). Lcdo. Jaim~

I tl , Prcsidente, Colegio de Abogados, anfitri6n. I 111 dt• A hogados ( asistencia: 100 personas).

fl lr eli(/ tour" - Con Joel Simon, Subdirector del p 11 o1 Protcger Periodistas.

1 1111/r tt'llcia "Conociendo la libertad de Prensa"­!ltd I oddgucz, Directora Ejecutiva CLP. Colegio

I •h < 'n lazans, Carolina (asistencia: 40 personas).

Maribel Cuervo de Paredes, Directora 1111u Lntinoamericano de Periodismo (Celap),

I Ill < '1111 1 f'C o Latinoamericano de Periodismo "' 111:1 o en Ciudad de Panama. Se le organi­

' ttltt d · visita a los medios y la acompafia I I ttd tl 'Ill!., l>ircctora Ejecutiva del CLP.

37

Page 18: Memorias 2001

Marzo Jurado - Meriemil Rodriguez, Directora Ejecutiva del CLP, sirve de jurado para la Asociacion de Periodistas Hispanos de Chicago (CNAHJ), premios para la prensa en espafiol, articulos de interes hurnano.Contacto: Marilia Gutierrez, Chicago Tribune

lH

• 3 - Presentaci6n - Por Meriemil Rodriguez, Directora Ejecutiva del CLP, a estudiantes del programa "Desarrolla tu Ingenio", Consorcio Caguas-Cayey. Centro Neurodigital de Caguas, una biblioteca electronica. Contacto: Elizabeth Figueroa. (asistencia: 40 estudiantes).

• 8- Entrevista- Telenoticias a las 12, TeleOnce, entre­vista a Meriemil Rodriguez, Directora Ejecutiva del CLP, sobre el foro sobre libertad de prensa, Marzo Mes de la Comunicacion. Departamento de Comunicacion, Colegio Universitario de Hurnacao, UPR.

• 13 - Panel z,Podemos creer en los periodistas? Participantes: Meriemil Rodriguez, Directora Ej del CLP, Luis Guardiola de Telemundo, Mariliana de TeleOnce, Claudio Alvarez-Dunn de Primera Gloria Soltero del Canal 6. Auspiciado por la clase relaciones publicas de la profesora Edalis Ferrer. Patio la Galeria de Arte USC. Yasmin Velez, estudiante to.

• 26 - Conferencia "Conociendo la libertad de prensa" Meriemil Rodriguez, Directora Ejecutiva del CL Academia San Jorge en Santurce. Sra. Elena Morell, oric tadora, Bruni Rodriguez, secretaria. (asistencia: 40 diantes).

29 - Foro publico "Periodismo y Democracia"- Recinto • h I Iurnacao UPR. Panel: Profesor Maximiliano Duefias, pt riodista Aidse Maldonado Norat de Radio Puerto Rico,

1.1 1ali Monserrate Cerpa de El Oriental. Moderadora: ~h-1 icmil Rodriguez, Directora Ejecutiva del CLP.

hril I Audiencia Publica - Comision de lo Juridico,

llllilra de Representantes. Representante Charlie It 11u'111dez, presidente. Meriemil Rodriguez, Directora

1 '11tiva del CLP, acompafia a Eva Llorens, Presidenta I I IPC, a una vista para enrnendar la ley que cerro los 1• 11dicntes de los casos de familia.

c .'onferencia "Conociendo la libertad de prensa" -,k• periodismo del profesor Danny Rodriguez,

lll.uncnto de Comunicacion USC por Meriemil 1 l'lll'l:, Directora Ejecutiva del CLP.

l'wgrama radial "Periodismo y Democracia" -• """ (>PC, Supercadena. Proyecto conjunto del CLP

I 11tm de Investigacion y Politica Publica de la It 11111 1\iblioteca Rafael Hernandez Colon. Introduccion,

11111 I odriguez, Directora Ejecutiva del CLP.

'lt~dhltt peru.ana- Blanca Rosales Valencia, pe­l" IIHIIJa, Premio Periodistico de Valentia, 1998,

lt11dn1 :t invitada para el Dia Mundial de la I I 111 ' llS\1 .

11/ltr tlr /11 tic prensa - Campafia de servicio publi­'"''' P•"•' In Libcrtad de Prensa y la Universidad In t '111" t'Hl producida por los estudiantes de la

39

Page 19: Memorias 2001

10

clase de la profesora Sonia Fritz, Departamento de omunicacion USC. Productora, Adriana Eslava Cadena;

portavoz, Melody Pefia Pont; narracion, Enrique "Kike" Cruz, Director de Noticias Televicentro, Canal 4; musica­lizacion y post produccion, Walter Santaliz y Karaya. Basada en los principios 1 y 6 de la Declaracion de Chapultepec. Museo de Arte Contemponineo, USC.(asis­tencia: 118 personas)

Cena - Blanca Rosales Valencia; Copresidentes y Junta Asesora del CLP; Dra. Sylvia Alvarez Curbelo, coordi­nadora Centro de Investigaciones de la Escuela de Comunicacion, UPR; Daisy Sanchez de Univision Puerto Rico, oradora local, Dia Mundial de la Libertad de Prensa. Restaurante YerbaBuena.

• 3 - Exhibici6n de fotos "Libertad de Prensa: el lente de las mujeres fotoperiodistas de Puerto Rico" - 40 fotos de Ia coleccion de la Asociacion de Fotoperiodistas de Puerto Rico y de las Fotodivas, Taller de Fotoperiodismo, Puerta de Tierra. Saludos del Lcdo. Manuel J. Fernos, ~..,u·n· .. ..., ..

de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, .... "'.~"'''"• Rosales Valencia, Laura Magruder, Jose Rodrigu Presidente de la Asociacion de Fotoperiodistas. ( cia: 30 personas).

Foro publico "Libertad de Prensa: mujeres periodistas riesgo"- Panel: Blanca Rosales Valencia, periodista na, Premio Periodistico de Valentia, 1998, IWMF; Da Sanchez, periodista de Univision Puerto Rico. Luis Alberto Fere Rangel, Director de El Nuevo Dia

opresidente del CLP. Bienvenida y saludos, Lcdo. Man J'crnos, Presidente de la Universidad Interamericana, Luis Mariano Negron Portillo, Decano Facultad Dcr cho, UfA, Hato Rey (asistencia: 100 personas).

' 16-18- III Congreso de Periodismo Latinoamericano de lrt .elap - Ciudad de Panama. Asistio Meriemil I tHiriguez, Directora Ejecutiva del CLP y 10 periodistas · nlllunicadores de Puerto Rico.

1 H Programa radial "Periodismo y Democracia" -ul1o Universidad. Proyecto conjunto del CLP y el

·111m de Investigacion y Politica Publica de la Fundacion II d 1oleca Rafael Hernandez Colon.

I IIIlO

I Vicques - Carta de los Copresidentes del CLP al 1111 1111 • Kevin Green, Comandante del Comando Sur de I Ill 1 ;:as N a vales de los Estados Unidos, expresando la

• 11 11pa ·ion del Centro sobre cobertura y acceso de la " 1 1 11 Vieques.

\In flies - Comite de Vieques de la JuntaAsesora del 'I' 11 o1 discutir Ia carta enviada por los Copresidentes al 1 1111 · I ·vin Green, Comandante del Comando Sur de

11 1 · Navales de los Estados Unidos.

\ il'tfiiCS Los Copresidentes del Centro para la td •h Pr ·nsa- Dr. Jose Jaime Rivera, Presidente de

1 1d.ul del Sagrado Corazon, y Luis Alberto Ferre I >ttt•c tor de El Nuevo Dia - y Meriemil

" 1 I )II\' ·tora Ejecutiva del CLP, se reunen con el I '' 111 Green, Comandante del Comando Sur de

1 1 1 h It 1s I ~stados Unidos, y su equipo de trabajo, 11 I • ·• l.t tenicnte comandante Katherine Goode.

1 d 1111 di{llogo con miras a que el CLP, como lttl11 lilt.ll y con mucha seriedad, pueda ayudar a

11111 1 I .tl' 'l'SO y linalice el impasse entre Ia pren­lt ~ lltlll:ll'll Ia cobcrturadeVieques. Enespera

41

Page 20: Memorias 2001

I,

de una respuesta a carta enviada al comandante Green I uego de Ia relUlion con los Copresidentes delineando una lista de altemativas de cobertura.

• 11 - Vieques - Carta enviada al almirante Green, Comandante de las Fuerzas Navales, Comando Sur, fir­mada por la Directora Ejecutiva del CLP, respondiendo a los temas discutidos en la reunion del 11 de junio. Temas: cobertua total, acceso igual, opciones de acceso (total, total con escolta, con escolta), "pools" de prensa, "press briefings", "backgrounders", comunicados.

• 20-23 - Convenci6n - Asociacion Nacional de Periodistas Hispanos (NAHJ, por sus siglas en ingles) Phoenix, Arizona. Asiste Meriemil Rodriguez, Directora Ejecutiva del Centro para la Libertad de Prensa.

• 22 - Panel "Reading Between the Bombs" ("Leyendo entre las bombas") - sobre cobertura noticiosa de la con­troversia entre Vieques y la Marina en los diaries de los Estados Unidos y en Puerto Rico. Panelistas: Juan Gonzalez, columnista New York Daily News; Lcda. Maria Echaveste, subsecretaria de la presidencia de Bill Clinton; periodista Ivan Roman, jefe del buro de San Juan de The Orlando Sentinel. Moderadora: Meriemil Rodriguez, Directora Ejecutiva CLP. Video "Vieques" preparado por los estudiantes de la Seccion de Verano, profesora Sonia Fritz, productora; edicion y produccion Jose Rodriguez, JR Productions, y Meriemil Rodriguez; pietaje Canal 4 y TeleOnce; minientrevistas a Leila Andreu Cuevas, presi­dcnta de la Asppro, Luis Alberto Ferre Rangel, director de El Nuevo Dia, y Linda Hernandez, Presidenta de Ia 'orporacion para la Difusion de la Cultura WIPR-TV

I adio , por Ivan Roman, Claudio Alvarez-Dunn

t\ kricrnil Rodriguez. Coauspiciado por el Centro para Ia I 1h ·rtad de Prensa y la Region 1 de la Asociacion I J 1cional de Periodistas Hispanos (NAHJ). (asistencia: 40 111 1 on as)

Conferencia- "Conociendo la libertad de prensa". raduada de Etica, Escuela de Comunicacion,

de Puerto Rico, profesora Luz Celeste

l'wgrama "Expreso de la Noche"- Canal 30, entre­' 1 1 M ·riernil Rodriguez, Directora Ejecutiva del CLP. 111 l•,' tado de la libertad de prensa en Puerto Rico.

l'togtama "A Buena Hora" - llQ-Radio, entrevista 111 111il Rodriguez, Directora Ejecutiva CLP.

I ''""" ' l.cda. Luz Delia Rodriguez. Tema: el CLP y su 1 It I'' :'1 ·ti ca del periodismo y la libertad de prensa, llt u 11111 <k I foro publico de la Semana de la Prensa "El

1 d l.t lrhcrtad de prensa en Puerto Rico" y trayecto-

'''"'' lll'il de Meriemil Rodriguez.

'' ' /"' ' arta del almirante Green, con fecha del 1 "'" , ont~:stando carta del 12 de junio enviada con I It I llt l'l'lora Ejecutiva del CLP con informacion

n ,, In prcnsa. Temas: cobertura total, acceso 1•11 11 ,, local c intemacional, opciones de acce­

llllt' llflgs", "backgrounders", conferencias de :rdos.

c 'omit6 de Vieques de la Junta Asesora p.u ,, di s ·ut ir Ia carta del almirante Green

43

Page 21: Memorias 2001

II

• 29 de julio al 4 de agosto - Semana de la Prensa­oordinada y auspiciada por la Asociacion de Periodistas

de Puerto Rico (Asppro)

Agosto • 1- Foro publico Semana de la Prensa "Cumbre: la liber­tad de prensa en Puerto Rico" - Panel: Escritora y colum­nista Mayra Montero, oradora invitada; Lcdo. Luis Mariano Villaronga, coordinador de la Junta Asesora del CLP y Decano Asociado Escuela de Derecho, UPR, resumen juridico; Leila Andreu Cuevas, Presidenta de la Asppro; y Eva Llorens, Presidenta del OPC; comentarios. Moderador: Luis Alberto Ferre Rangel, Director de END y Copresidente del CLP. Taller de Fotoperiodismo, Puerta de Tierra, San Juan. Coauspician el CLP, la Asppro, el OPC y el Taller de Fotoperiodismo.

• 2- Foro publico "La prensa ante Vieques"- Mesa redon­da con varios periodistas envueltos en la cobertura de Vieques, representantes de grupos comunitarios, de Ia Comision de Derechos Civiles de Puerto Rico y otros. Auspiciado por la Asppro como parte de la Semana de Ia Prensa. Presentacion del video sobre Vieques producido por el CLP para el panel celebrado el 22 de junio en Ia convencion de la NAHJ en Phoenix, Arizona.

• 22 - Vieques - Comite de Vieques de la Junta Asesora del CLP se reline con el almirante Kevin Green y su equipo sobre acceso de prensa a Vieques. Base Roosevelt Roads, Ceiba. Asistieron los Copresidentes; la Directorn Ejecutiva; el Lcdo. Luis Mariano Villaronga, coordinador de Ia Junta Asesora; I van Roman, corresponsal dd Orlando Sentinel; Claudio Alvarez-Dunn, Jefe d Noticias, Primera Hora; y Eva Llorens, Presidenta del

1 II'<'. Excusados Kike Cruz, Director de Noticias de 11 ld )nee; Jose Rodriguez, Presidente de la Asociacion de llllllp~riodistas; Hiram Collazo, Director de Noticias de I 1d1o Reloj; y Daisy Sanchez, Presidenta de la Asppro y

11ndista de TeleOnce.

,amite de Vieques del CLP - Discute las opciones 1 , ntadas en la reunion y decide lo que es aceptable, q Itt a discusion. Temas: acceso igual para prensa local,

1111t.d ~ intemacional; acceso con escolta de la Marina; 1 "1d 1 ·1 ns y fotoperiodistas de prensa escrita y television,

I 1 t1 que de radio, deben tener acceso igual; borrar o nil•ll "' las caras de los oficiales de seguridad en las

' td~os durante los arrestos; no identificar a los ofi­th ,' L' 'Uridad que participan en los arrestos (como se tilt Ia DEAy FBI); hacer unos ensayos con la pren-

1 1 Hit, SL' redacte el sistema de acceso para ver como 11 , sugirieron "press briefings" y "backgrounders" 1 '1111 durante las maniobras y que los comunicados

11 pmlan a los periodistas en Vieques, ademas de I , 1 las rcdacciones de los medios; los "pools"

1 1111 los y ser seleccionados por los periodistas en

tlllttc•

11 '1'"/t/lc o "Tecnicas de la entrevista"- por el Dr. l11t.th :. sicologo organizacional. Conjuntamente

" l'rrss lub de Puerto Rico. Universidad tlt,tii'Ht (usi tencia: 40 personas).

'"''t'" }1111111 1\\csora Centro para la Libertad de I 1ult l~'ltl'l., Prcsidente de la Asociacion de

1 1 , pnn · n Ia reunion el problema de 11 111 11 1 11 t.•l 'l't ihunal Federal. Se tienen que

45

Page 22: Memorias 2001

lh

subir a un arbol para tomar las fotos. Se le sugirio que escribiera una carta al juez presidente Hector Laffitte solicitando una reunion, dan dole 10 dias para responder; una segunda carta dando1e otros cinco dias si no responde. Enrique "Kike" Cruz representaria al CLP de concretarse la reunion. Salon de Conferencias, Oficina del Presidente, USC.

• ll - Vieques - CLP envia carta al almirante Kevin Green, de la Marina de los Estados Unidos, con la pro­puesta para la cobertura de vieques.

• 19 - Vieques - Lt. Com. Katherine Goode informa por telefono que estan redactando una carta en respuesta a la propuesta del CLP sobre acceso de la prensa en Vieques, enviada el 11 de septiembre al almirante Green.

• 22 - Tertulia "La Libertad de prensa y la privacidad" -San Patricio Plaza. Panel: Oscar Serrano, Primera Hora; Lcdo. A.J. Bennazar, Presidente, Comision de Derechos Civiles de Puerto Rico; Prof. Luz Celeste Monge, Escuela de Comunicacion, Universidad de Puerto Rico; Leila Andreu Cuevas, ex Presidenta de la Asociacion de Periodistas de Puerto Rico (Asppro ). Moderadora: Merie­mil Rodriguez, Directora Ejecutiva del CLP. Libreria Castle Books, San Patricio Plaza, Guaynabo.

• 24- Vieques- Se reanudan las maniobras, seglin la prensa.

• 25 - Vieques - Almirante Kevin Green, Comandante de las Fuerzas Navales del Comando Sur, envia carta con contrapropuesta al CLP en respuesta a la carta del 11 d scpticmbre.

' h t ubre H Comite de Vieques, junta Asesora del CLP- Recibe

• 11111:1 de Ia carta del 25 de septiembre del almirante Kevin 1 111 t n para comentarios.

•• i ·mbre r .ena- Copresidentes, Junta Asesora del CLP y pan-

It '"" locales cenan con Leonard Sussman, autor dellibro '1• , l•reedom in Our Genes: A Human Need" y orador

11 ll.ulo al foro publico del segundo aniversario del CLP. I !•l.tlunal, Guaynabo.

Foro publico Segundo Aniversario CLP - Orador tltdn Leonard Sussman, autor de "Press Freedom in

11 I i1•nc : A Human Need", ex director de Freedom •n Nueva York, experto internacional en los

l111 escribe el informe anual del estado global de la I 11 td de prensa para el World Press Freedom

111111111 ··que publico su libro. Fue secretario de prensa 11l n mador de Puerto Rico Regford Tugwell y orga­lt prtmera Oficina de Puerto Rico en Nueva York I l'ohernador Jesus T. Piiiero. Panel local: Sherman

ll11t11t, presidente de Radio WOSO, y Carmen Sara 1 I >trectora del Departamento de Comunicacion de

"' ' 1 idad del Sagrado Corazon. Moderador: Luis 1111 l•crre-Rangel, Director de El Nuevo Dia y

rd1 nte del CLP. Teatro Emilio S. Belava1, 1 1d rd Sagrado Corazon (asistencia 200 personas).

• l11tidad- Se recibe carta del semanario Claridad 111 icitan al CLP que se exprese sobre lo que ellos 1111a violacion a la libertad de prensa por parte

ill• 1110 para con ellos al no pautar anuncios en el

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Page 23: Memorias 2001

IH

Diciembre • 4 - Reunion - Se reline la Junta Asesora del CLP, Salon de Conferencias, Oficina del Presidente, USC.

• 6 - Claridad - Se envia carta al semanario Claridad relacionada con un asunto sobre libertad de prensa sobre el cual se comunicaron con el CLP.

• 7 - Vieques - CLP envia carta al almirante Kevin Green relacionada con las conversaciones sobre la cobertura de Vieques entre el CLP y la Marina.

Publicaciones Punto y Coma, revista publicada por el Centro de

Investigaci6n Academica de Ia Universidad del Sagrado Coraz6n. Ensayo sobre la libertad de prensa y el trabajo del Centro para la Libertad de Prensa en Puerto Rico, escrito por al Directora Ejecutiva Meriernil Rodriguez.

Meinorias

Page 24: Memorias 2001

Memorias de tres actividades cumbres del Centro para la

Libertad de Prensa 2001

• Dia Mundial de Ia Libertad de Prensa 3 de mayo

• Cumbre 2001 "La Libertad de Prensa en Puerto Rico" 1 de agosto

• Segundo aniversario del Centro para la Libertad de Prensa, Foro Publico "Press Freedom in our Genes: A Human Need" 8 de noviembre

Dia Mundial de la I ·bertad de Prensa

3 de Inayo

Page 25: Memorias 2001

Foto El Nuevo Dia I Luis Ramos

Las fotoperiodistas Alina Luciano y Laura Magruder com­parten sus impresiones sobre la exhibici6n de fotos "Libertad de Prensa: Ellente de las mujeres fotoperiodistas de Puerto Rico", celebrada en el Taller de Fotoperiodismo en San Juan con motivo del Dia Mundial de la Libertad de Prensa.

Foto El Nuevo Dia I Luis Ramos

lttdi .lllll' del Taller de Fotoperiodismo cortan la cinta que h .. I 1 1 hibici6n de fotos del3 de mayo 2001, Dia Mundial

It lth,·rtad de Prensa. Observan Jose Rodriguez, izquier-1'" ch·ntc de la Asociaci6n de Fotoperiodistas; el Lcdo.

11111 I j , F(•rn6s, presidente de Ia Universidad Interame­"'' cit Puerto Rico; la fotoperiodista Laura Magruder;

I t IIIII nodnguez, directora ejecutiva del Centro para la II 11 ttl ch Prensa; la periodista peruana Blanca Rosales

I• '" I 1 ot.Hlma invitada; y otros compaiieros del Taller.

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Page 26: Memorias 2001

Mujer y periodista, (riesgo o ventaja?

Testimonios de valor

Blanca Rosales Valencia

Fue un "shock" terrible ver su rostro quemado por el fuego del acido muriatico. La otra mitad, esa que fue sal­vada de la maldad, lucia sonrosada, angelical. Con efecto leta! y devastador, el acido quem6 a su paso ojo y oido derechos. Tambien sus brazos lucian los costurones del ataque cobarde.

Ella, Anna Zarkova, una periodista bulgara que cubre la fuente policial en un diario de su pais, mantuvo firme su campaiia anticorrupci6n en medio de las mas duras y rei­teradas amenazas de la mafia, a la que ella iba descu­briendo estrechamente vinculada al gobiemo.

La respuesta artera fue enviarle un sicario que la embosc6 en plena calle. Aprovechandose del momento y el anonimato arroj6 el acido sobre la periodista.

La conoci en la premiaci6n de la International Women's Media Foundation en 1998. Su esposo la acompaiiaba con el amor de siempre. En Bulgaria habian quedado sus dos hijos pequeiios.

Su discurso al recibir el premio no repar6 en ningun momento en los daiios fisicos que habla recibido, ni sus palabras mostraban sed de venganza. Todo el tiempo el d •sco que fluia en sus intervenciones era volver a su

'.'dacci6n, seguir destapando la corrupci6n y lograr que f 1 nalmente Bulgaria, avanzara por el camino de la demo­l racia plena.

Fue excepcional conocerla y compartir con ella las mociones de la premiaci6n y los dias que siguieron.

No fue, sin embargo, la unica mujer y periodista excep­' tonal que conoci en esa ocasi6n. Tengo el orgullo de hdhcr compartido esa prerniaci6n con una mujer como ' '!Iris Anyahu. Ella recibi6 el premio en 1995, pero en esa il'l'ha estaba presa en las mazmorras de las carceles politi-

'~ de ~igeria. Su delito: denunciar a una compaiiia que ' onlammaba los hermosos lagos nigerianos.

l'ude conversar con ella todo el tiempo en un largo viaje 11 trcn. Me sente a su lado, sintiendo que estorbaba por el

l11l'o silenc~o ~~e parece envolverla. Luego descubri que I l.'Oraza mvlSlble es producto de los aiios en las maz-

1•11 •1ras de la dictadura nigeriana, que por suerte lleg6 a su II II

I· majestuosa, alta y elegante, como una princesa de ltllltl. Parece no perder nunca la compostura y el buen 11111 Le pregunte c6mo habia soportado el encierro de 11llns aiios. Me dijo que no se habia vuelto loca porque • 111 que los guardias de seguridad le consiguieran papel ltptt. . Escribiendo, me dijo, lograba caminar libre por las II• de Nigeria, visitar a rnis hijos y ami esposo, reco-

1 1 ' on Ia imaginaci6n los caminos de Ia libertad. Si los qilt~ll'S lograran alglin dia entender que mientras Ia

1111 siga libre, las carceles contra los presos de concien-' ' 1 {t n tan inutiles como querer encadenar a un ruiseiior

1 1 ldas se abririan de inmediato. '

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Page 27: Memorias 2001

La he vuelto a ver. Estudia en la universidad, tiene planes de abrir una revista de ecologia en su pais. Como no podia ser de otra manera, mantiene entusiasta la lucha por la protecci6n del medio ambiente. El contexte politico tan cambiante en Africa parece no preocuparle. Existen ideales mayores que no ceden ante el temor.

Ambas mujeres me acompafiaron en el podium para recibir el premio ese dia. Creo que no existe mayor honor que haberlas acompailado y compartido con elias la dis­tinci6n que nos otorg6 la International Women's Media Foundation.

A partir de entonces he reflexionado sobre la moti­vaci6n de la lucha en la que parece que estamos enfrasca­dos todo el tiempo los periodistas. Esa pasi6n desbordada por ideales. Esa tenacidad incomprensible para muchos en pos de justicia, libertad, verdad, igualdad.

Ya no es solo el riesgo del corresponsal de guerra, con­vencional o no convencional, que cae abatido entre dos fuegos mientras busca capturar la esencia de la sinraz6n que siempre acompafia a una guerra. Ahora, la mayor can­tidad de victimas en el periodismo surge del enfrentamien­to contra una plaga que amenaza con crecer y multipli­carse en el nuevo milenio. La corrupci6n es el cancer de la sociedad actual y las y los periodistas estan librando una guerra sin cuartel contra un enemigo poderoso y muy, pero muy nco.

~ I dinero deja huellas, siempre existe una fuente dis­pucsta a levantar el velo del misterio de un acto ilegal, un documento puede ser reproducido por manos an6nimas. Y •I y Ia pcriodista va tras la pista acumulando notas, datos

·ueltos, testimonies, basta que el rompecabezas queda urmado y las pruebas son irrefutables.

Los editores conocemos de la tenacidad de nuestros 'ompafieros de trabajo cuando tienen la convicci6n de haber atrapado al pez gordo y esperan que su investi­l'itci6n se publique. Apelaran a todos los recursos para 'llnvencemos, seran nuestra pesadilla hasta que logren su 11hjctivo.

Recuerdo bien haber sido abordada los primeros meses d1 1998 por un notable periodista de investigaci6n de La 11,•publica, diario en el que trabajaba, con un material que l111 !a sensacional: un plan de los servicios de inteligencia I' 11 a amedrentar a los periodistas y medios de comuni-

ll'h)n peruanos.

111 nombre del plan era Bermuda, nombre insospechable ll''' sonaba mas bien a vacaciones. El texto del docu­

w 1110 original tenia el tipico formate militar: por la pre­. 111 • y en aras de la seguridad nacional, se dispone lllltpla e, en el termino de la distancia ... etc., etc.

I 11 pcligroso del contenido era el objetivo: detectar fil­l '' lone de informaciones de seguridad que estan siendo I lllt.adas a los hombres de prensa, publicaciones que I llll'stigian a las gloriosas fuerzas armadas. Hay que I 1 Ill r ahora esta amenaza latente, detener a como de ' 11 Por todo ello se autoriza la intercepci6n telef6nica,

1 1 II'L'O, reglaje y todas las acciones tendientes a impon-1, .tllloridad.

1 illl' ·staba publicando la prensa en ese memento? 1 Iones irregulares de compras de armamento-chatarra.

57

Page 28: Memorias 2001

Yarias denuncias de corrupcion que implicaban directa­mente a los hombres fuertes del regimen de Fujimori, acusaciones de vinculos con el narcotnifico de Vladimiro Montesinos, el intocable asesor presidencial.

Publicamos el material de investigacion en primera plana. En el Plan Bermuda tambien se incluian ataques fisicos contra algunos periodistas incomodos al regimen por fisgones y metomentodos. La respuesta del gobierno no se hizo esperar: mentira, falsedad, invento de periodis­tas enemigos del regimen.

Primero fue un atentado contra una planta retransmiso­ra de un canal de TV que transmitia un programa inde­pendiente de investigacion periodistica independiente.

Luego vivimos un corto periodo de violencia. Primero fue un periodista golpeado en un extrafio incidente callc jero. Unos hombres bajaron de un vehiculo y sin razon aparente lo golpearon hasta dejarlo sangrante en medio d la calle. Otro parlamentario opositor y vinculado a organi zaciones de DDHH perdio su auto en un robo. Lo extraiio es que el carro en vez de ser comercializado, fue quemado hasta dejarlo en unos cuantos fierros retorcidos.

Mi secuestro en tambien extrafias circunstancias com pleto lo que parecia el cuadro de amedrentamiento deli neado en el plan militar.

Pocas semanas despues, el director del programa ind pendiente de TV cuya planta retransmisora sufrio el all' tado, denuncio haber desbaratado un plan para matarlo. I agcnte de inteligencia encargada de seguirlo se le acerc<·, I · salvo Ia vida. Ella fue salvajemente golpeada y ha

dulo todo el control sicomotor. Actualmente es una refu­'l.lda politica en Suecia y se apresta a retornar al pais.

I .a supuesta denunciante del Plan Bermuda tambien fue 1. ll't:tada. Mariela Barreto, otra agente de inteligencia que tl p.trccer entregaba informacion a los periodistas, fue sal­'ll 111cnte descuartizada. Su cabeza jamas ha aparecido.

I I rompecabezas calzaba. Fujimori y Montesinos ini­' 111111 cse afio un plan mas audaz que los anteriores. Todo I l11wro robado a las areas fiscales, el dinero producto del

'· 111 t:Hico que engrosaba sus cuentas en Suiza, las ••IIIII'S coimas que se embolsicaban los jefes militares

111111prar armamento innecesario y de mala calidad, 1 ' 110 bastarles.

lu11 1 q uerian cinco afios mas en el poder. La I IIIIi 1611 peruana SOlO autoriza un periodo, el habia ViO­

l t•ul 1 las leyes para que lo reeligieran, ahora le costa­l'" 11< k rsc del cargo. Buscaba la tercera eleccion.

1 11 .1 l'll cl bolsillo a los militares, los empresarios y tllt111t · de otras tiendas que habian emigrado al ofi­

' I o,· pcriodistas eran impredecibles, ingober­'' 111pr · lc aguaban la pelicula al jefe de Estado.

111 tha una caceria para capturar a un alto jefe te-l ', 111 k·1 n Luminoso, no faltaba por ahi un perio­•IIHulll qu ·de cubria que el jefe senderista habia 111111 lin y dctcnido por un ciudadano comun y fl" In 11trc •6 a las autoridades. La gloria de la I ''""'hahn por el incomodo testigo.

t.ulo 111 •ndia a los darnnificados por las lotus qu • sc publicaban en un medio de

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prcnsa que se preciaba de no ser "geisha" daban cuenta de como se retiraban todos los regalos que se entregaron una vcz que el presidente de la Republica se alejaba de la zona de desastre.

Entonces no quedaba mas que convencer a los propie­tarios. Los medios de comunicacion eran, pues, el proxi­mo objetivo.

Un nuevo plan se puso en marcha. Se investigaron los procesos judiciales que mantenian los propietarios de medios de comunicacion, se reabrieron procesos que ya hablan caducado, se envio a los cobradores de impuestos a revisar cada documento hasta detectar cualquier irregu­laridad para utilizarla como argumento de intervencion, se le quito Ia nacionalidad peruana a un empresario de TV para robarle su canal y finalmente se busco la debilidad por el dinero u otras aficiones. Cada escena compromete­dora era cuidadosamente filmada y archivada en las ofici­nas del servicio de inteligencia, para abrir paso al chantaje.

Y asi fue como durante 1999 y con solo un par de medios de prensa y un canal de cable independientes, sc anuncio Ia tercera postulacion de Fujimori. Las elecciones fueron en el 2000. El triunfo, sin embargo, estuvo siemprc en riesgo, pese a que en la cancha jugaron con 2 1 jugadores, los competidores tenian los ojos vendados, ellos controlaban al referi y ademas eran los duefios de Ia pelota.

Una vez que estallo el primer escandalo con el video en cl que se observa al asesor presidencial pagando miles de dolares a un parlamentario opositor para que integre Ia hancada oficialista, el castillo de naipes construido por cl

l11jirnorismo empezo a desmoronarse a enorme ve locidad. l11do concluyo con la cobarde huida del ex mandatario a l.tp6n y la fuga cinematografica del superasesor, hoy pll'll'ugo de la justicia y acusado por una veintena de deli­It! · que lo hundirian en la carcel por los siglos de los siglos.

U Peru se detuvo a un milimetro del abismo. La reser­' moral de los dem6cratas que no decayeron durante los

11\m; mas duros de la dictadura logro abrirse paso en un 11 ti S corroido por la inmoralidad y la corrupci6n.

I .n prensa independiente contribuye actualmente en este 11111 ·eso de reconstrucci6n nacional que en primer lugar ,, q11icre conocer la Verdad, para evitar que se repita una ,, las historias politicas mas bochomosas de los ultimos

I 111pOS.

No podemos negar que el dafio es incalculable. Y no II thlarnos solo de dinero. Hablamos de generaciones que It 111 aprendido de los malos ejemplos de "yo hago lo que pll ro, cuando quiero y como quiero", hablamos de una

11 l! 'atura de democracia, hablamos del pisoteo de los I 11 l'ltos fundamentales de las personas, hablamos de Ia t!lttltllacion de un pueblo sojuzgado por una mafia que

lut a manos llenas.

I I pueblo peruano transita hacia el Estado de Derecho. '''"HI Ia legalidad a paso Iento. Reaprendemos el sig­

Illi 11do de la palabra democracia. Le damos contenido "' .ttncnte al terrnino libertad de prensa. Llenamos nues­

pul mones de los aires de libertad.

111 ·mbargo, no podremos avanzar sino miramos hacia 1 1 y analizamos donde nos equivocamos como pais. Es

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h

I tiempo de hacer justicia a tanto hombre y mujer pe­ruanas vejados y sometidos al escamio de Ia mafia que se apoderaba de la prensa, de los escafios politicos, y de todo espacio publico existente.

Actualmente hay aproximadamente 190 personas procesadas por fiscales y jueces independientes, 3 7 proce­sos penales en desarrollo y 3 7 personas que se encuentran detenidas hoy por disposici6n de esos jueces desvincula­dos del poder politico.

De ellas, algunos son propietarios de medias de comu­nicaci6n, fundamentalmente de TV El resto de duefios de la mayoria de canales de sefial abierta se encuentra en cali­dad de fugado o a la espera de recibir un trato benigno, por colaboraci6n con la justicia.

Las imagenes de un pequefio video siguen provocando estragos en la clase politica, empresarial y militar perua nas. Finalmente, un instrumento de comunicaci6n audio visual sirvi6 para derrotar a una de las mas cobardes e incs crupulosas dictaduras de esa parte del continente.

Mientras todo ello ocurre, conocemos que Ia libertad prensa no sera jamas un regalo, sino un terreno a conqu tar y a mantener. Las mujeres y los hombres de prensa enfrentamos a nuevas retos. Hay que devolver credibi dad a los medias, tan venidos a menos, despues de ha servido tan servilmente al regimen fujimorista.

Hay que retomar el rol de los periodistas en terminos i ndependencia y ape go a Ia verdad.

I lay que enfrentar decididamente ala corrupci6n que se 111 1 I' ll a ceder terrenos o devolver privilegios obtenidos por I hujo de Ia mesa.

111111 0 con los retos sobrevienen nuevamente los peli­'' ' Las mujeres y hombres de prensa que siguen la pista I I 1 mafia que oper6 con el narcotrafico y los vendedores

· d1·s de armas conocen que la lucha sera dura.

N11 lro compromiso es construir una cultura de trans­Ill 1:1 y de verdad, que reemplace ala cultura del secre-11 tulsedad que nos domino.

1 u lr o compromiso es construir un Estado en el que 1 ' '" 1 111dadano este fuera del imperio de la ley. Nuestro

11 ' '' 1111so como periodistas es apoyar en este proceso, 11 1.111 y transparencia. Y evitar como sociedad civi­qtr l' olro periodista en algun lugar de la tierra sufra

1 nnl ra su vida o su libertad.

III IJi tll'S y hombres de prensa conmemoramos este 1 11 ll" ·ordando a nuestros compafieros asesinados,

It 11 Ill· ·ho prisioneros. Elevamos nuestras ora-"'' It viclimas y sus familiares y nos comprome­"' h' vn I )res que die ron origen a esta conmemo­

lllllld 1 II II ace 10 afios, nuestros colegas african as 111 1111111 ·sto de Windhoek basado en tres princi-

111111 nl nl ·s: dcmocracia, libertad y prensa libre.

'" 1 lu1 , rdo insuficiente para que se generalicen 1111td llll l' tll os bas icos de una sociedad mejor.

!Hill 11rrlloll t:S de personas estan privadas del I nll11 rrrt .ll i {l ll y c a situaci6n nos debe com­

Ill l1 11 pu1 lmlnl ·ccr cstos valores democrati-

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cos en todos los confines del planeta. Compromise con la libertad, compromise con la justicia, compromise con el futuro. Es esta nuestra tarea impostergable. Muchas gracias.

Blanca Mirtha Rosales Valencia, periodista peruana, se ha desem­peiiado profesionalmente en diversos peri6dicos y revistas del Peru como escritora, y ha ocupado altos cargos directivos en distintos medios de comunicaci6n. Tambien ha dirigido talleres de adies­tramiento para periodistas. Durante el gobierno del presidente Alberto Fujimori, fue secuestrada y detenida. Ha recibido numerosos reconocimientos y premios por su destacada labor porIa defensa de Ia

verdad, Ia integridad y Ia libertad de prensa.

Foto El Nuevo Dia I Luis Ramos

Ill IIH"a Rosales Valencia, periodista peruana, invitada del ' ' 111 ro para la Libertad de Prensa en Puerto Rico, ofrece su I"'"' ncia conmemorativa del 3 de mayo Dia Mundial de la I lu t tad de Prensa en el Teatro de la Facultad de Derecho .1, 1.1 Universidad Interamericana de Puerto Rico. Junto a lit ntan Luis Alberto Ferre Rangel, Director de El Nuevo

I'' t Copresidente del CLP; y la periodista Daisy Sanchez '1lll n de Univisi6n Puerto Rico.

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Foto El Nuevo Dia I Luis Ramos

El Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana de Puerto Rico, Lcdo. Luis Mariano Negron Portillo, izquierda, comparte su satisfacci6n con el progra­ma conmemorativo del 3 de mayo 200 l, Dia Mundial de la Libertad de Prensa, con Luis Alberto Ferre Rangel, Director de El Nuevo Dia y copresidente del CLP, y el Lcdo. Manuel]. Fern6s, presidente de la UIA.

Daisy Sanchez Collazo

l<'n primer lugar, quiero agradecer la gentil invitaci6n p11 me cursaran los organizadores de esta actividad y • .tltar la importancia de conmemorar una efemeride 111110 cl Dia Mundial de Ia Libertad de Prensa, que nos It 1 1 ta a los y las periodistas puertorriqueiias, en el inmen-

' 1 l'ucrzo internacional de defender los valores y princi­'' t d~l ejercicio libre del periodismo.

It · saludos a los, y las distinguidas, personalidades que •lttponcn la mesa presidencial, en especial a la colega

I I 1111 n Rosales Valencia, nuestra invitada de honor y 11 11 nos inspira con su pnictica insobornable de la pro-

I I lt ' IIHl que nos ocupa es el de "Mujeres periodistas en It

I llllngino, - tengo la fuerte impresi6n- que mi pre-1 1 1 hoy aqui se debe a que en 1991 entreviste a I • t '' t < >j cda Rios, ya entonces - y hasta el sol de hoy -

I" ndl·ntista fugitivo, lider de la organizaci6n Los

111 11 aquella entrevista- que con los aiios y la expe-l 1 11 umulada, les confieso, hubiese hecho mucho

111 • llcv6 a las puertas de la carcel de Hartford, I Ill II t

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La narraci6n extensa sobre mis experiencias durante todo ese agobiante proceso las consigne en el libro "Cita con la injusticia", que muchos de ustedes conoceran.

La persecuci6n, el acoso, la incertidumbre ... las dudas y los momentos mas intensos de mi vida, los pude plas­mar, pasados cinco aiios, en ese libro, que fue una especie de liberaci6n de fantasmas que me acosaban.

Diez aiios despues de aquellos eventos les puedo afir­mar, sin temor; con la misma convicci6n, corroborada por una decada de crecimiento profesional, que hoy haria exactamente lo mismo, me pondria, como dijo el fenecido Luis Rechani Agrait, "de parte de la libertad de prensa" aunque pusiera en riesgo mi libertad individual.

He revivido mil veces esos momentos, y les juro, que cada vez me reafirmo en que obre bien, sin pensar en heroismos, ni protagonismos, ni tan siquiera en escribir mi experiencia . . . Sencillamente, opte por actuar como me dictaba mi conciencia, mi sentido de justicia, y lo que creo que debe ser un periodista.

En ese tortuoso proceso, ademas de mi convicci6n ... s dieron varios factores decisivos: el apoyo, comprensi6 compromiso y valentia de parte del gerente general de I empresa, Bill Murphy, y de Linda Hernandez, on1rAnr>•

Directora de Noticias del noticiario para el que aun labo

Esto es muy importante en lo que respecta allibre ej cicio del periodismo. Sin unjefe, o jefa, que nos 1'-'''IJa!u"'

que nos estimule y que nos aliente en nuestro trabajo, pcriodismo enflaquece. Podemos tener toda la disn<)SH~I()r d ·I mundo, pero sin el respaldo de la empresa para la q

IIH lrnhnjamos, somos Quijotes embistiendo molinos.

l>c igual forma, sino contamos con el apoyo del p(tbli­o a quienes nos debemos - y para quienes escribimos o

11 111smitimos- entonces si que nuestros esfuerzos palide­,•tian.

~ 11 cxperiencia, en el caso de la entrevista a Ojeda tam­Ill 11 demuestra que ese trabajo, ese riesgo, ... fue impor­lltlil', porque, de aquel momento a esta fecha otros com-1' llllros, tanto de radio como de television, lo han entre-

' I tdo, y no ha habido asomo de represalia.

I ttlonces, aquella postura que para algunos - incluso ·I pas - les parecia una testarudez de mi parte, sirvi6 1 1 .dgo. Se ampli6 el marco de la libertad de prensa y los lltHIIstas y nuestros receptores ganamos.

I I lrnhajo del periodista esta lleno de riesgos por defini­" h:lamos en riesgo cuando cubrimos, o reportamos,

1 111111~ en riesgo cuando escribimos y estamos en el per­'"' nil' ricsgo de perder nuestros empleos, silo que hace­

llll t'S del agrado de nuestros jefes.

11lnnccs, Ia libertad de prensa, que hoy celebramos el 1111ndinl de su defensa, es un campo minado para la

111 1 " · cl periodista, que se debate dia a dia entre 1'111 torno empleada con una linea editorial- de la que 1 p.111fcipe en su elaboraci6n- ... y su misi6n como

I 11111,11 de Ia informacion.

11 11 1 1oncs es mas facil cubrir una situaci6n de vio­l qlll' ·scribir o transmitir, de acuerdo a las condi­

'1'" It• impone a un periodista la empresa para la

I It " I

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hugcnio Maria de Hostos, periodista y fil6sofo puerto­rriqucfio de comienzos del siglo pasado, nos advirti6 sobre los peligros del periodismo:

"El periodismo instituido por el afan de lucro, es tam­bien una lecci6n continua de inmoralidad de sentimiento y voluntad; inmoraliza los sentimientos publicos, porque cs una predicaci6n incesante en pro de todos los exitos y escamio frecuente de todos los sentimientos generosos, desmoraliza la voluntad social, porque de continuo I· solicitan a desarrollar su actividad en el sentido de lo bienes fisicos y a permanecer inerte ante los males de sociedad."

No hay peor riesgo para una o un periodista que la aut censura y la censura previa.

Podemos vivir y sobrevivir los peores persecuci6n, el hostigamiento, los insultos de las turba. Pero no poder escribir o transrnitir algo que sabemos q es noticia ... Que de antemano nos adviertan que no l:

mos autorizados a desarrollar, investigar o profundizar, es peor que un empuj6n o una detenci6n. Porque SL' 1

tende arrestar nuestro intelecto, nuestra fibra de period1

Por ejemplo, durante los recientes sucesos en ViL't todos sabiamos que ahi estaba la noticia. Que era 111 tante, pertinente, relevante y de trascendencia, para tro pais y para el mundo, lo que iba a acontecer en l1 Nena.

Algunos medios decidieron - antes de los Hl'll

mientos - limitar los espacios de la cobertura noll Alii donde estaria la noticia, no iban a estar los p 'I

I 1 , no ya amenazados a ser arrestados por las autoridades I dL·rales, sino que pendia sobre ellos la guillotina de Ia

111 11bordinaci6n" a una orden de la gerencia. Esto lo 11 d1 11aron buena parte de medios por consideraciones

"''omicas, otros por consideraciones ideol6gicas, y 11" por miedo, y todos pusieron en riesgo los principios I I 1" 110dismo.

1 ll1storias de los desobedientes civiles en Vieques, I 11111 t i vamente fueron los protagonistas de la historia, •IIIH L'mos hoy porque ellos las narraron en conferen-1 IIIUISa, luego de acontecidos los sucesos ... ni un

lltlthsta estuvo alli, para presenciar y atestiguar el llllll'lliO, donde TODOS sabiamos que se generaba

Ill• 1,1 m:ls importante, ocurrida en nuestro pais en 111111 •urado siglo no tuvo ni a un solo periodista

1 """ 111 atcstiguar. La cubierta periodistica lleg6 11 1, l1si ·u y mental que nos impusieron.

11 111on11aci6n es un derecho y un bien publi­j,, lo~ soc icdad delegan su prestaci6n en los

qm· sc lcs reconoce y protege a su vez, el I , I !lwrtndcs: Ia libertad de empresa y la I'' 11111 < 'omo informar es un oficio, y noun I" t1111h.'las no pueden asurnir esta tarea sin

""" o~hllidadcs. Pero esa responsabilidad 1111 I I lj'L' II •ja etica que legal, por lo que

lj 11tul1 1.1 llSIIIllirla.

I.IIH le ri sgo que corre una perio-1 I pl·li •ro de convertirse en una

1 1 n 'n l'lllprcsarial de los medios

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Los riesgos a los que una se expone como mujer perio­di ta, en el ejercicio pleno de la profesi6n, son mas que bienvenidos, si estos nos libran de ser meros escribanos, apuntadores de lo que sucede dia a dia, espectadores de una obra en la que no tenemos otro rol que contar lo que nos contaron.

El gran riesgo que enfrentamos es seguir siendo registro de catastrofes cotidianas, con su inmediatez desmemoria­da; asustamos al primer disparo, o rendir la etica del perio­dismo a las presiones politicas y/o empresariales.

Por eso creo que el mejor homenaje que podemo. rendirle aqui a los y las colegas que han sido asesinados o reprimidos en el mundo es hacer el compromise d defender y elevar el ejercicio del periodismo a la mi 111

categoria que la libertad de prensa, y que este Dia Mlmdial de Libertad de Prensa se convierta tambien en el Dia d I libre ejercicio del periodismo.

Daisy Sanchez Collazo es una periodista puertorriquefia de Univ de Puerto Rico. Ha ocupado diversos cargos directivos ctt Asociaci6n de Periodistas de Puerto Rico (Asp pro), de la cual actualmente Ia Presidenta. Su labor ha sido premiada tanto ptu Asppro como por el Overseas Press Club de Puerto Rico. Es egr~ de Ia Universidad de Puerto Rico, Recinto de Rio Piedras. En 1 9<J Instituto de Literatura Puertorriquefia del Ateneo le concedi(l menci6n de honor a su libro Cita con la injusticia. En esta oht.t periodista recrea los dramaticos momentos de La entrevista qnt hiciera en 1991 a dos miembros fugitivos del grupo clandestino I Macheteros - Filiberto Ojeda y Luis Colon Osorio - y el calvario lc sigui6 por las autoridades federates exigirle la entrega del a11d11 video original, a lo que se neg6. Un juez federal de Hartford, <

rcconoci6 el derecho del periodista a hacer ese tipo de entrevi 111

conscrvar el material de trabajo.

Cu1nbre 2001 libertad de prensa

Puerto Rico" 1 de agosto

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Foto El Nuevo Dia I Luis RamO\

El fotoperiodista Ismael Fernandez de Ia bienvenida al publico reunido en el Taller de Fotoperiodismo con motivo de Ia Cumbre 2001 "Libertad de prensa en Puerto Rico". Lo observan e1 Lcdo. Luis Mariano Villaronga, coordinador de la junta Asesora del Centro para la Libertad de Pren a ( CLP) y experto en derecho constitucional, Luis Alberto Ferre Rangel, director de El Nuevo Dia y copresidente dd CLP, y la periodista Mayra Montero, oradora invitada de Ia actividad.

Foto El Nuevo Dia I Luis Ramos

1 " 111111 ido y diverso grupo de personas se di6 cita para 111 1!,11• un analisis sobre la libertad de prensa en Puerto

1 " , on motivo de la Cumbre 2001 auspiciada por e1 111 "' para la Libertad de Prensa conjuntamente con el 1 1 , 1 Press Club de Puerto Rico (OPC), Ia Asociaci6n I'• tlodi<>las de Puerto Rico (Asppro) y e1 Taller de 'I" 1 udismo, Iugar donde de celebr6 la actividad.

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Libertad de Prensa

Mayra Montero

l!~ f~ntasma recorre las redacciones de periodicos y not1c1anos: el fantasma del entretenimiento.

Cuando digo entretenimiento, no me refiero, por supuesto, al espectaculo, aunque tampoco Io excluyo.

Poco antes de escribir estas breves reflexiones, lei una e~tr~vista ~~e se le hizo en dias pasados at profesor y pe nod1sta Ph1hp Meyer, quien como ustedes saben, abogn por el llamado periodismo de precision.

Mi estilo periodistico esta quiza en las antipodas d ·I periodismo que propene Meyer. Sin embargo, no me h 1

quedado mas remedio que quitarme el sombrero ante est hombre, cuando sefiala que los periodistas tenemos qu ser ~ada dia mas agudos, cada dia mas firmes y conk tatanos, porque de lo contrario "el periodismo acabar muriendo, ya que esta siendo invadido por las relacion publicas, el entretenimiento y la publicidad".

"Conforme el periodismo se acerca mas al entrckll miento", ha recalcado Meyer, "la presion para contar llll tiras es mayor".

Ustedes se preguntaran si esto tiene que ver con Ia l

sura y la libertad de prensa en este pais. Y yo les ten •o qa contestar que una de las grandes presiones que es11111 ·n frentando los periodistas en el Puerto Rico de hoy, v lo tanto, una de las mas notables posibilidades de cc11

1'1'' i ·ne del afan de entretener, del afan por complacer y I• p ·rtar una gran simpatia, o tal vez todo lo contrario, 1111 por complacer provocando el cheque, y entretenien-1 1 '111nnces a partir de la confrontacion, que eso tambien

lllll . Meyer propene el periodismo de precision como 11 d11to ala gran disyuntiva que enfrentan los periodistas

1 111 111 f'ormar minuciosa y responsablemente, o sucumbir I"· In'> f'uegos de artificio de otras disciplinas que podran , 11111 rcspetables y necesarias, pero que nada tienen que

1111 nosotros.

'11111n que tan peligrosos como los ataques frontales a 1111 111hros de la prensa, ataques que a menudo

11111 de gobiemos, estamentos militares, o grupos 1111 l.l s, pueden ser los intentos por imponemos una

1 1 1 cs que se le puede llamar asi) que socava los 11111 d ·I periodismo serio, del periodismo que real­

Ill Ia pcna ejercer. A los que nos atacan abierta-1,, podcmos identificar, denunciar, combatir. Pero

1 1 lllll'llaza de la que casi nadie habla, que es la pre­jt llll' ll ·iona Meyer, y que a veces nos obliga a

l1 11 1111a ccnsura que se activa automaticamente I no, otros mismos, en cuanto empezamos a

IIIII III '•sa es infinitamente mas dificil defender-It lll ,llll'ra en que sacrificamos nuestro lenguaje,

I• 1 , IIIICStra manera de percibir al mundo y 1 , ·n aras de un estilo mas ligero y com­

It 1 1111 ·normisimo riesgo. El riesgo que bien ~ I l ' l de entregarle nuestra profesion al

o1 In publicidad o a las relaciones publicas.

I 1 1 IlL'S man i festaciones cae la sensibleria, t ul1 I" ' o rcporteros sensibleros, han existido

isl ido y existen los periodistas apo-

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calfpticos, morbosos, o sangrientos. Hay profesionales que dentro de estas categorias han sabido hacer de la sen­sibleria, del apocalipsis y del morbo, un gran estilo. Un estilo que nos puede o no gustar, pero en el que han halla­do su lenguaje, y en el que expresan su etica de la infor­macion y su perspectiva, cosas que les podemos criticar, pero que hay que respetar y que no merecen ser cen­suradas.

Ahora bien, tampoco es cuestion de que a todos los pc­riodistas se nos imponga el estilo sensiblero, y que llegu • el memento en que los que quieren ejercer un periodismo de precision, un periodismo critico, o incluso un period is mo caustico, se censuren a si mismos para no ser objeto d seiialamientos, marginacion o desconfianzas.

Como lectora voraz de periodicos, noto muy a menud un desbalance, y esto tambien vale para los noticiarios d television. Nos volcamos en adjetivos y halagos, ciegos d inocencia, de temura y de credulidad. A menudo leo not 1

periodisticas que rezuman la candidez y el comadreo d las notas de un antiguo periodico de provincia, y curioso es que algtmas de ellas estan frrmadas por peru distas que considero profesionales de vasta expericm1 Entonces me pregunto: z,cuando tiraron la toalla, cu{n perdieron su escuela, su sentido critico, su nocion 1

equilibria y del balance noticioso? En sintesis, z,cu(tn comenzaron a hacer concesiones empujados por a pre del entretenimiento?

Hasta que se demuestre lo contrario, o sea, hasta 'I alguien me diga que detras de ellos hay un jefe de ll'l

cion, o un jefe de seccion obligandolos a escribir lo •scribcn, yo tengo que pensar que en su fuero i111 1

11 1hlla un diminuto y despiadado censor. Y quiero insistir 11 que esa es la peor censura. Porque contra Ia otra

1 If .tmos, recibimos insultos, perdemos el empleo,. Y ·IIIII 1s capaces hasta de pasar hambre. z,Pe~~ como rests-

1 nmo denunciar, cuando lo que se debthta es nuestra 1 q11.t capacidad contestataria, y ~oc? . a poco nos l"l' 1 •imos en un maniqueismo penod1st1c? ~o~de ~o 1 11 ,1 cs bueno sin fisuras, y lo malo es dmbohco sm 1 1111 matiz?

111h ·rto Eco dijo et otro dia que la prensa en general se olvicndo histerica. Y hoy, que estamos aqui reu­q11c no hay intrusos entre nosotros, que todos somos

11 11 las metidos en el ajo, me gustaria ~reguntar~es~ , 1 L'll ustedes que Humberto Eco tlene razon.

l1111ln con el corazon en la mano, z,no les parece que 1 1 11 111 mos tiempos, y en lo tocante a ciertos temas,

1do un chininin histericos? Y quien dice histericos, 111dll6n condescendientes, obsequiosos, sumisos.

.j, 1 ndido siempre, a capay espada, elllamado pe­llltl lrll'rario, que a menudo algunos teoricos o~onen

1 1111 1110 de precision. Mas aun, estoy conven~td~ de 11 1 una contradiccion real entre ser un penod1sta

111 1 pcriodista de los que recurren a las tacticas de 111 I' ·r ) 6se no es el tema de esta charla. Mal que

, los que ejercemos el periodismo literario Y 1 dntl • cmocion, amenidad, pasion a la nota pe-

1.1 v •rdad es que tenemos que coincidir con " q11c no cstan los tiempos para juegos floridos, Y

q111 , ·spccta ala noticia diaria, hay que perder 1 1111 l'lllretener, a no hacer publicidad Y a n~

111 It , elaciones publicas. Esto no quiere decu 1l11d1 •Ius no volvamos groseros o beligerantes,

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HO

porque esa, como bien sabemos y tenemos montones de ejemplos ala mano (en la prensa, la radio y la television), es otra forma del ardid publicitario, otra trampa del entretenimiento. Yo pediria, quiza, un poco mas de frial­dad, de suspicacia, de mirada visceral y fina, que traspasc la historia como un autentico estilete. Yo pediria con­cision, mesura y una tremenda, incuestionable libertad.

La libertad de prensa, como ustedes bien saben, no cs escribir todo lo que queremos, o todo lo que se nos ocurrc, o todo lo que pensamos. En los periodicos hay montoncs de colaboradores que escriben cuanto disparate les vienc a Ia mente, y se los publican. Pero la libertad de prensa c. otra cosa. Es, por ejemplo, la posibilidad absoluta de cues tionar, de profundizar y de procesar una noticia con total honestidad. Libertad de prensa es, desde el punto de vist del lector, recibir esa informacion organizada, bien escrr ta, sin flecos, fiofierias ni patemalismos. Y esto puede ha cerse en todas las secciones del periodico o del noticia ru1 porque existe la erronea impresion, de que cuando salinu de la noticias de corte politico, de las policiacas, o de finanzas, ya nos podemos entregar a la bachata rosa. me pregunto, por ejemplo, por que no puedo aspirar a I una noticia de espectaculos, una entrevista a una cantant la resefia de un show de la naturaleza que sea, que no una noticia, una entrevista, o una resefia complacicn11 lo que es peor, como sucede a veces, insoportablc111 ·u cortes ana.

Subrayo, con mucho enfasis, que tampoco los IH r dicos son regimientos. Y que hay espacio para todo Iugar para Ia levedad, para la frivolidad, para el l'lu incluso para la pasadita de mano. Pero eso debe St' ll

parte, un parentesis del periodismo que ejercemos, y 11

turtica, nola politica regidora de la informacion que recibe I pais y que en ultima instancia, esta destinada a formar

"prni6n.

( 'uando un gobiemo viene y retira anuncios para que no 1 l'lliCn a su cupula, nos revolvemos, denunciamos, n .11nos el pecho como debe ser. Cuando, como bien dice l Yt'r, el entretenimiento, la publicidad, las relaciones

p11hl1t'tlS, empiezan a empujar con sus coditos para ver I 1 1.1 d6nde les permitimos llegar, es dificil revolverse, I 111111ciar y sacar el pecho, porque luchamos contra un

11 111 intangible, sutil, sin nombre o con cientos de nom­p ·ro a la vez an6nimo.

, " 1111 creo mucho en actos de contricion durante se­ll t de Ia prensa, semanas de la mujer, o dia de los 1 11111,. Yo creo que cualquier dia y cualquier semana 1 I' rlt•ctos para recordarles a los profesionales de la

1 l,t, en efianzas de los grandes periodistas de siem-1 In, profundos, aguerridos sabuesos de toda la vida. 1 lr l.tH a veces despiadados, es verdad, pero elegantes,

pondcrados. Ellos nunca concibieron las redac­' 111110 un Iugar para hacerle el juego tactico y llll al cntretenimiento. Eran muchachos duros y

llltthi6n debemos serlo.

tllll .lll ,llllcnte tampoco vivimos en un pais donde td l l.t. son secuestrados, o amenazados de muerte, 1 l' dpr l'as, o les envian cartas con explosives. Si

1 1 1 n ·urriendo aqui, pues logicamente mi dis-1 ' 11 1" .· ido otro. A lo sumo, hay gentes, grupos,

11 1 qllt' obstaculizan la labor informativa, y que " , I <k·h •r de denunciar. Pero por esta vez, yo

·haria hacia un problema poco discuti-

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do, y bacia una "presion", como la llama Meyer, que se pcrfila como implacable censora en los aiios venideros.

Para resumir, quisiera recordar esta noche a un perio­dista que tuvo muy claro durante toda su vida, una vida que termino de mala manera en el Mar de la China, emU era su postura ante las presiones del mundo. Me refiero al frances Albert Londres. Cada vez que a Londres le recor­daban que su presencia en un lugar no era deseable, el contestaba, muy ofendido, que jamas habia tenido la menor pretension de que lo encontraran deseable. Y citaba al general frances que durante la Primera Guerra Mundial, se reunio en el frente belga con los periodistas, entre los que se encontraba el propio Londres, y les dijo:

"Sefiores: se que las personas de su oficio estan muchas veces don de no deberian estar", hizo una pausa: "Por eso leemos los periodicos".

A lo que yo afiado que los periodistas no solo tienen cl deber de estar donde no deberian, sino el deber de conta1 lo que otros no quieren que se cuente; a lo que no les con viene, o lo que perjudica a sus propositos, cuando esto. van en contra del bien comtin.

Tenemos, por ultimo, el derecho a ser mordaccs y

escepticos. Y el deber de escribir sin changuerias, cada v · mas rotundos e insumisos.

Antes de que el periodismo muera, coma vatil'111 Meyer; antes de que nos volvamos totalmente histerirn como apunta Eco; y antes de que caigamos en el juc •u1111

del deseo, que barruntaba Londres, tenemos que reaf11 marnos en la seriedad (y ojo, seriedad no quierc d1·1 t

olhurrimiento 0 adustez); darle trascendencia a lo que es ll':tlmente trascendental para el pais y para el mundo del , wd formamos parte.

1\1 resto son fantasmas; espectros que nos distraen. Y 11 1 110rden que aunque no lo parezca, ese tipo de distrac­' 11111 c tambien una forma de opresion politica, una forma dt 1• ·n ura que nosotros, desde nuestra humilde trinchera

11 L1s computadoras, con una linea, con una sola palabra, , 1 • ·a con una pequefiita y fiera observacion, tenemos 1111 combatir y desenrnascarar.

1 , 111 Montero es escritora, periodista y colwnnista. Colabora en El 1 ,, I >Ia. Estudi6 periodismo en Mexico. Trabaj6 como correspon-1 11 m6rica Central y el Caribe. Se considera una escritora puer­" "till tl a pues es aqui don de ha transcurrido Ia mayor parte de su I t , 11 •nde se ha desarrollado como escritora. Es autora de cuentos,

It , tr6nicas, columnas y reportajes. Sus novelas han sido tra-Il 11 varios idiomas.

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LA LIBERTAD DE PRENSA: COMENTARIOS SOBRE LA

JURISPRUDENCIA RECIENTE, 1999-2001

Luis M. Villaronga

Congress shall make no law ... abridging the freedom of speech, or of the press ....

U.S. Constitution Amendment I

Nose aprobani ley alguna que restrinja la libertad de palabra o de prensa .... Constituci6n Estado Libre Asociado

de Puerto Rico, Articulo II, § 4

Concurro con el Centro para Ja Libertad de Prensa en Puerto Rico (CLP) de que la Semana de Ja Prensa es una ocasion apropiada para pasar revista de Ja jurisprudencia reciente sobre el importante derecho de libertad de prensa protcgido tanto por Ia Con ·titucion de Puerto Rico como por Ia de los Estados Unidos. De pues de todo, impor­tantes contornos de csta libcrtad sc fraguan mediante la li­tigacion constitucional. I lace poco mas de un afto, el Lcdo. Juan R. Marchand Quintero, antiguo miembro de la Junta Ascsora del 'LP, realizo una exposicion extensa sobre el derecho a Ia libertad de prensa en Puerto Rico y discutio la jurisprudencia mas significativa que existia

sobre el tema hasta la fecha de su presentacion. En esta ocasion toea considerar varias decisiones emitidas el pasado afto y medio que atienden importantes aspectos de la libertad, de prensa.

Como es comun en este campo, las decisiones no son numerosas. Sin embargo, a pesar de lo limitado de su numero ( escasamente alcanzan a cinco) la mayoria de elias sienta o reitera normas importantes. Desafortunada­mente, no todas las decisiones son favorables a la prensa o a los periodistas y algunas expresan seria preocupacion con la labor de Ia prensa. En fin, se trata de un conjunto de decisiones de resultados mixtos, sujetos a condiciones y limitaciones, aunque mayormente favorables a la libertad de prensa.

Dos de las decisiones mas significativas tienen que ver directamente con la labor cotidiana de los periodistas de obtener ("newsgathering") y publicar la noticia. Una de las dos, Bartnicki, es la primera decision sobre libertad de prensa del Tribunal Supremo de los Estados Unidos en mas de una decada y favorece a la prensa y a los periodis­tas. La otra, Maldonado-Norat, una decision del Tribunal Federal de Puerto Rico, tiene el efecto de impedir a los periodistas entrar a hacer su trabajo en los predios que controla la Marina de Guerra de los Estados Unidos en Vieques.

Otras dos decisiones en el periodo bajo consideracion favorecen a la prensa. En el caso de El Nuevo Dia, el Tribunal Federal de Apelaciones para el Primer Circuito deja sentado con claridad meridiana que el gobierno no puede usar fondos publicos para castigar y coaccionar ala prensa. En el segundo, nuestro Tribunal Supremo reitera el derecho de la prensa a estar libre de censura previa.

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La ultima, una decision desl'uvorable para Ia prensa del Tribunal Supremo de Puerto Rico, esclarcce Ia doctrina prevaleciente en casos de lib ·lo porIa publicacion de ima­genes. Adcmas el Trihunnl ~.:xpr •sa su sentir sobre la obligacion de Ia premw de actuar responsablemente.

Veamos ahora los asp~.:etos m{u; significativos de esta jurisprudenc ia.

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La publicnci6n de inlormacion de interes publico se sobrepon · n Ia intimidad Bartnicki v. Vopper es sin lugar a dudas In dL'Cisi6n maS importante de todas las que rcvisamos. P1 im~.:ro , cs una decision favorable ala prensa, Ia primcra en casi I 0 a no . Segundo, es una decision fun­dam ntmla en Ia Primcra Enmienda de la Constitucion red ·ral. I ~ n consccuencia, establece el piso de proteccion del cualno pucden bajar las decisiones de los tribunales de Pu ·rto Rico. Tercero, Ia decision abre una brecha en las burrcras ·statutarias c tablecidas para proteger la intimi­dad de ·omuni ·acioncs a traves de telefonos inalambricos, celular ·s, bipers, e-mails y ellnternet.

En •s ·nci:1 (y sujeto a limitaciones que veremos) el Tribunal Supr ·mo sostien que no se le puede imponer responsabi I idad a una cstacion de radio ni al periodista radial por huh •r publi ·ado cl contenido de una comuni­cacion privada ntr' usuarios de telefonos celulares que fue intcrceptadu ilcgalmentc por una persona ajena al perio­dista y a Ia ·misorn radial. Los hechos que dieron base al ca ·o son sl.!ncillos.

En medio d' una ncgociacion colectiva muy conten­ciosa entre una union de maestros y una junta escolar, el representante de Ia union en las negociaciones hizo una

L.

extensa llamada desde su telefono celular al presidente de la union para discutir el estado de las negociaciones. Una persona no identificada intercepto y grabo esta conver­sacion. En una parte de ella se escucha al presidente de la union decir que si la junta escolar insiste en un aumento muy bajo, habria que ir y "volarle los balcones de los ho­gares" de los miembros de la junta.

Posteriormente, un lider de la comunidad opuesto a los reclamos de la union encontro la grabacion en su aparta­do. Se la hizo escuchar a los miembros de la junta escolar y, posteriormente, se la hizo llegar a un periodista radial, quien la publico a traves de su emisora. Mas tarde, otras emisoras, asi como algunas televisoras, tambien transmi­tieron la grabacion. El presidente de la union y el nego­ciador presentaron sendas acciones civiles en dafios contra los periodistas y contra el lider de la comunidad. Funda­mentaron su accion en estatutos federales y estatales que prohiben la publicacion de comunicaciones privadas. Los periodistas antepusieron como defensa su derecho de li­bertad de prensa. Eventualmente el caso llego al Tribunal Supremo federal.

La controversia ante el Tribunal era si la aplicacion de los referidos estatutos en las circunstancias del caso viola­ba Ia Primera Enmienda. El Tribunal fue muy circunspec­to en la expresion de la controversia, delimitando asi el alcance de su decision. Especificamente, el Tribunal expreso la controversia asi:

"Simply put, the issue here is this: "Where the punished publisher of information has obtained the information in question in a manner lawful in itself but from a source who has obtained it unlawfully, may the government

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punish the ensuing publication of that information based on the defect in a chain'?"

El Tribunal hizo claro que atcndcria Ia impugnacion de la constitucionalidad d · los rcfcridos cstatutos partiendo de varias prcmisas, a sabcr: I) La intercepcion de lacon­versacion l'uc intcn ·ional y, en consecuencia, ilegal; 2) Como minimo los pcriodistas "tenian razon para saber" que Ia inten;cp ·i<.'m era ilcgal; 3) Por lo tanto, la publi­caci6n del contenido de Ia conversacion interceptada vio­laba Ia I ·y l'cderal y las leyes estatales. Tambien sefialo el Tribunal que las leye · en cuestion eran neutrales respecto al contenido de Ia informacion cuya publicacion pro­hibian.

J\dem{ts advirti{) que para fines de su decision daba por cicrtos los siguicntcs hechos: Primero, los periodistas no jugaron ning{tn papcl en la intercepcion ilegal. De hecho, nunca supieron quicn hizo Ia intercepcion. Segundo, el acceso a Ia informacion en Ia grabacion se obtuvo legal­mente, a pesar de que Ia informacion en si fue intercepta­da ilegalmentc por otro. Tercero, y de suma importancia, el sujeto de Ia conversaci6n era un asunto de interes publico ("public cone ·rn").

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Sobrc esas hascs, cl Tribunal upremo en tma decision 6-3, fall6 a favor de los periodistas y resolvio que estaban amparados por Ia Prirnera Enmicnda. El Tribunal sefialo que, como regia general, Ia accion del estado dirigida a castigar por Ia publicaci6n de informacion veridica muy rara vez puede satisf~tccr los cstandares constitucionales. Expreso el Tribunal que en reiteradas ocasiones ha sostenido que cuando un pcriodico obtiene informacion veridica legalmentc sobre un asunto de importancia pu-

L.

blica, el Estado no puede castigar la publicacion de Ia misma, excepto por necesidades del mas alto rango.

El Tribunal rechazo los dos fundamentos alegados por los reclamantes para sostener la constitucionalidad de la ley. El primero de ellos- el interes del Estado en desalen­tar las intercepciones - no convencio a ninguno de los magistrados, ni siquiera a los disidentes. Sin embargo, el Tribunal advirtio que su decision no aplicaba a sanciones penales dirigidas a castigar a quienes obtienen la informa­cion ilegalmente. Esta es una advertencia importante para la prensa y los periodistas.

El segundo fundamento - la proteccion de la intirnidad de las comunicaciones privadas - requirio mayor pon­deracion. El Tribunal acepto que la garantia de intimidad es un elemento importante para asegurar ellibre intercam­bio de ideas y de informacion. Ademas, reconocio que el miedo a la publicacion de lo dicho constituye un elemen­to que podria tener el efecto de congelar Ia comunicacion privada ("chilling effect"), particularmente aquella de na­turaleza critica o creativa. En consecuencia, el Tribunal resolvio que era necesario contrapesar los intereses en cuestion.

Al asi hacerlo, el Tribunal concluyo que la proteccion de la libertad de prensa tenia mas peso que la proteccion de la intimidad. Las leyes en cuestion eran contrarias a los propositos centrales de la Primera Enmienda, porque imponian sanciones por la publicacion de informacion veridica sobre asuntos de importancia publica. Por tal razon, la intimidad tenia que ceder a la publicacion. El Tribunal insiste en que su decision esta enmarcada en el principio general establecido de que la expresion sobre

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cuestiones pttblicas esta protegida por Ia Primera Enmienda y el prorundo cotTtpromiso que existe de que el debate sobre 6slas sea abierto, r busto y sin inhibiciones. Sefiala el Tribunal que en cste compromise se basan las decisioncs que soslienen que ni el error de hecho ni el con­tenido difltmatorio ni una combinacion de ambos, son suficientes para dejar dcsamparada la critica de la conduc­ta oficial. Por lo tanto, cl Tribunal concluye que la inter­venci6n de Ia conducta ilcgal de una persona ajena noes sufici0nte para acabar con Ia proteccion que brinda la Primera Enmienda a Ia discusion de asuntos de interes p(tblico.

Es merH.:stcr senalar que en su opinion concurrente el juez Breyer, quien junto con la juez O'Connor afiadieron dos volos a Ia mayoria, hizo hincapie en dos elementos como determinantes: 1) Que los periodistas radiates actua­ron legalmcnte previo ala publicacion de la conversacion grabmla ilega lmente y 2) que se trataba de informacion de un intcr '•s p(tblico inusitado.

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. i bien •s cierto que Ia decision en Bartnicki no es un triunl'o incondicional para Ia libertad de prensa, no deja de er cierto de que se I rata de una victoria. Ciertamente es un

paso en Ia direcci6n correcta para comenzar a crear un ordenamicnto quc le brinde mayor proteccion ala prensa y a los pcriodistas en su importante labor de obtener la noticia.

La inac esibilidml clcl foro no publico La decision del Tribunal Federal de Puerto Rico en el

caso de United States v. Maldonado-Norat, constituye otra aplicacion ma , de Ia doctrina del llamado "foro no pu­blico". Esta es una doctrina cuyo proposito es permitir al

L.

estado o a entidades privadas restringir e incluso prohibir el acceso a ciertos lugares o a la informacion que hay en ellos. En esas situaciones a la prensa se le trata como a cualquier otra persona particular sin proteccion constitu­cional. La doctrina, aunque necesaria, es desafortunada porque es facilmente manipulable.

Debo suponer que el caso de Maldonado-Norat es conocido de todos. Se trata de un grupo de periodistas que entraron en los terrenos que la Marina de Guerra de los Estados Unidos controla en Vieques con el proposito de obtener las noticias de lo que alli acontecia con personas que habian entrado en dichos terrenos para protestar la presencia y las actividades de la Marina de Guerra en esa isla. Los periodistas fueron arrestados y acusados de entrar ilegalmente en los referidos terrenos. Los periodistas acu­sados opusieron como defensa la libertad de prensa. Alegaron que no estaban entrando ilegalmente con el fin de protestar, sino legalmente con el fin de realizar su labor. El Tribunal Federal de Distrito deneg6 el argumento de los acusados. En una opinion a todas luces hostil a los argu­mentos de los periodistas y de razonamiento estrefiido, el Tribunal califico el argumento como un intento de con­struir una libertad de prensa para violar la ley. Una vez bautizado el argumento de los periodistas con tal mote, la decision resultaba facil. Es decir, el Tribunal hizo uso de la doctrina que sostiene que la Primera Enmienda no inmuniza la conducta criminal.

Ademas, el Tribunal trata de enmarcar el caso bajo la doctrina que sostiene que la Primera Enmienda no garan­tiza a la prensa un derecho constitucional a tener un acce­so especial a informacion que no esta disponible al pu­blico en general. Sin embargo, el Tribunal no aplica el cri-

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terio de balance o contrapeso de intercses que se suele uti­lizar en estos casos y que fue uti I izado en el propio caso de Branzburg que cita cl Tribunal. La (mica razon por la cualla informuci6n lc cstaba vcdada al publico era por la voluntad del cstado. No obstante, cl Tribunal no entra a considcrar si Ia prohibicion cstablccida era razonable o no, o si Ia misma era neccsaria para adelantar propositos gubernam •ntales significativos.

De he ·ho, los casos que cita el Tribunal para apoyar su dccisi6n prescntan situaciones en que los tribunates apli­caron ul rclcrido criteria de balance de intereses. En di hos casos los rcclamos de la prensa fueron rechazados prim;ipalmcntc porque la informacion a la cual la prensa qucriu t •ncr acccso de una manera particular, ya estaba disponihl · pnra ella en otras formas, un poco menos con­vcnicntcs.

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Es posi hl · que si cl Tribunal hubiera utilizado el crite­rio d · halan ·c de intercses habria llegado al mismo resul­tado, pl'IO ·stimo que habria establecido un precedente m{ts sat is I;, ·torio . Especial mente porque le habria reque­rido u lu Marina d • Cluerra justificar su politica de man­tenor en s · ·rcto lo que acontccia con los desobedientes civiles y, en ·onsccucnciu , ventilar en la opinion publica cste asunto. Es~ tipo de discusion de asuntos de interes p(tblico cs prccisnm •nt · de lo que se trata la libertad de prensa .

En fin , si le apuntamos una a favor de la libertad de prensa en Bartnicki , aqui hay que apuntarle una a sus ene­migos.

La prensa enfrenta la coercion economica del gobicrno En el caso de El Nuevo Dia, la defensa de la libertad de prensa la asume el principal periodico de Puerto Rico al verse acosado por las acciones coercitivas de la adminis­tracion del gobernador Rossello. Si no se tratara de algo tan serio y amenazante para nuestras libertades, la con­ducta del gobierno que da base a la litigacion parece ser algo sacado de una novela barata. De un dia para otro 18 agencias del gobierno que rutinariamente habian estado anunciandose en el periodico cancelaron sus contratos casi simultaneamente. Luego, en una tentativa de negociacion, el gobierno ofrecio volverse a anunciar en el periodico a cambio de editoriales favorables a ciertas iniciativas gubernamentales. Obviamente, el gobierno castigo primero y luego trato de comprar a precio de quemazon la integri­dad editorial de un periodico. El Nuevo Dia inicio una reclamacion por violacion de derechos civiles contra los funcionarios que acordaron este atropello, comenzando con el entonces gobernador Rossello.

Como defensa a la reclamacion de dafios en su contra, los funcionarios pretendieron refugiarse en la doctrina de inmunidad condicionada. Esta doctrina sirve para amparar a funcionarios publicos de reclamaciones en su contra en situaciones en que el derecho reclamado por la parte demandante no estaba claramente establecido. El uso de esa defensa en este caso es peregrina y absurda.

El Tribunal de Apelaciones para el Primer Circuito asi se lo hizo saber a los demandados al confirmar una decision interlocutoria del Tribunal de Distrito que habia rechazado la defensa. En una certera opinion el Tribunal resolvio que:

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"II would seem obvious that using government funds to punish political speech by members of the press and to att~:mpl to coerce commentary favorable to the govem­nwnt would run afoul of the First Amendment".

AI parecer, esta decision fue suficiente para romperle el cspinazo a la voluntad combativa de los funcionarios demandados, y posteriormente el caso fue transado por las partes. La decision permanece como precedente y adver­tencia a futuros gobiemos.

Clarinada contra la censura previa de la prensa El caso de Perez V da. de Muniz v. Criado Amunategui

no debe ocuparnos mucho tiempo. La decision aplica prin­cipios conocidos prohibiendo la censura previa contra la prensa. Su importancia es simbolica. Considero que se trata de una clarinada del Tribunal Supremo para advertir que esta en una posicion vigilante para prohibir desmanes judiciales contra estos importantes medios de expresion.

El caso llama la atencion porque el Tribunal esta resolviendo una controversia que llevaba cerca de quince anos sometida a su consideracion. La controversia en este caso data de 1984 cuando el periodico La Cronica, una publicacion de circulacion limitada, publico en varias oca­siones fotografias del cadaver de Pedro Muniz Varela, el esposo de la demandante. El Sr. Muniz Varela fue asesina­do en 1979 y las fotografias publicadas fueron tomadas durante la autopsia de su cadaver. Al parecer el periodico obtuvo las fotografias ilegalmente.

A raiz de las publicaciones la demandante presento demanda de dafios y perjuicios e injunction contra el pe­riodico y otras personas. Luego de diversos tramites el

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Tribunal Superior emitio orden de injunction permanente contra el periodico y otras personas relacionadas con este segun fuera solicitado. Los demandados recurrieron ai Tribunal Supremo. Este deja sin efecto el injunction y devuel:e el caso al Tribunal de Primera Instancia para que se contmue la accion de danos.

El Tribunal expresa que la cuestion constitucional ante su consideracion es "decidir si un tribunal puede prohibir­le a la prensa, mediante injunction, publicar ciertas fotografias por considerar que violentan el derecho a la intim~dad de algunas personas. El Tribunal responde en la negatlva:

Entendemos que el derecho a la intimidad - aunque abarcador y relevante, e.g. a la hora de conceder compen­~aci.on por danos producidos por una publicacion -, no JUStlfica la imposicion de censura previa, maxima mani­festacion de la violacion a la libertad de prensa.

~1 Tribunal fundamenta su decision sefialando que tanto baJo ~a ~onstitucion de Puerto Rico como bajo la Constltucwn federal la libertad de prensa es un derecho fundamental. Tanto una serie de casos del Tribunal Supremo federal como la decision del propio Tribunal en !\ponte Martinez v. Lugo, han rechazado y desacreditado ~?nsistentemente las tentativas de censura previa, espe­~:wlmente las que se han pretendido llevar a cabo mediante mjunctions. Expresa el Tribunal:

"No cabe duda que las fotografias en el caso de autos l' uya publicacion fue prohibida por el Tribunal de instan~ l 111 , ciertamente contienen imagenes desagradables, •,mlcscas, morbosas e impactantes a nuestra sensibilidad

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humana. No obstante, en Ia medida en que el injunction implica una censura permanente, conflige con nuestra misi6n de preservar Ia libertad de prensa. Mas alla de nucstra rcacci6n y rechazo al u o insensible de este tipo de fotogralia, cstamos compclidos a aplicar las normas de dcrccho antes c bozadas y eliminar cualquier remedio judicial que ticnda a socavar las bases de este derecho constitucional. "El precio de la libertad es la etema vigi­lancia". Aponte Martinez v. Lugo, supra.

Por otro lado, el Tribunal explica que su decision en Colt'>n v. Romero Barcelo no es aplicable porque en este <.:aso, di stinto a Colon, se trata de una publicacion hecha en el ej ·rcicio de Ia libertad de prensa. En Colon el Tribunal hab[a advertido a esta excepcion ala causa de accion que alii rc<.:onoce bajo el derecho de intimidad. No obstante, adviertc que la parte demandante tiene la opcion de ser indemnizada en dafios y perjuicios al amparo del Art. 1802 del C6digo Civil, si en su dia ella prueba los elementos de una causa de accion bajo dicho articulo. "Esa accion podr!u constituir un di ua ivo de Ia conducta que a traves del injunction sc pretcndia detener".

El jucz Fustcr Bcrlingcri cmitio una opinion disidente en Ia qu ' argumcnta que en este caso no existe realmente una <.:ucsti6n de I ibertad de prensa. Su opinion llama la atenci6n porquc scgun el magistrado la censura previa dcpendc del contenido de lo que se censure. Segun la di identc:

Es evidentc que no tcnemos ante nos la situacion tipica u ordinaria de ccnsura previa a Ia que hemos aludido en nue tra jurisprudcncia y que la mayoria cita en su opinion. Ello, por varias razoncs. En primer lugar, con el injunction

en cuestion no se pretendia prohibir la discusion de asun­to o tema alguno. No se perseguia evitar de modo alguno la publicaci6n de infom1acion de interes publico ni la divulgacion de ideas. No se buscaba siquiera vedar la pu­blicacion de fotografias corrientes de Mufiiz Varela. Solo se pretendia prohibir el continuado uso de unas fotografias muy particulares, obtenidas ilicitamente, en las cuales solo aparece el macabro semblante de un cadaver desfigurado por heridas lacerantes y por las cicatrices que resultaron de la autopsia".

La opinion disidente no cita fundamento alguno para sustentar su posicion, la cual considero de poco valor per­suasive. Me parece contrario a principios basicos de la li­bertad de expresion el sugerir que una publicacion puede suprimirse a base de su contenido. La opinion disidente tambien sorprende porque su autor es el mismo magistra­do que suscribio la opinion del Tribunal en el caso de Empresas. La disonancia entre ambas opiniones no tiene explicacion aparente.

La imagen libelosa El Tribunal Supremo utiliza el caso de Perez Rosado v. El Vocero, para esclarecer la doctrina prevaleciente en casos de libelo por la publicacion de imagenes. El Tribunal tam­bien se expresa sobre valor probatorio que debe darsele a una nota aclaratoria publicada por un periodico donde rec­tifica un error cometido en la publicacion.

El periodico El Vocero publico una noticia que informa­ba sobre la confiscacion realizada por la Policia de diver­sas propiedades inmuebles que se alegaba eran propiedad de los cabecillas del Cartel de Cali y que habian sido adquiridas con dineros del narcotrafico. Junto al referido

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articulo, y C()mO ilustracion al mismo, se publicaron dos fotos. Una foto mostraba una de las residencias confis­cadas, micntras que la otra correspondia al rostro del supucsto propietario. A este ultimo se le identificaba en la nota al calce como "Ramiro Herrera, jefe del Cartel de Cali en Nueva York". En realidad, la fotografia publicada corrcspondia a la imagen del comerciante Carlos Perez Ro ado, quien hasta ese memento era una figura privada y nunca habia aparecido en medic de comunicacion alguno. Al dia siguiente, y en atencion a una peticion que hiciera el sefior Perez Rosado a traves de su abogada, El Vocero publico una nota en la que aclaro el error cometido.

Como sabemos, en Puerto Rico, para que prospere una accion de libelo en el caso de una figura privada es nece­sario que la persona difamada alegue y pruebe en esencia tres requisites: (1) que la informacion es difamatoria y falsa; (2) que la publicacion se hizo de forma negligente y (3) que se le causaron dafios reales. Ademas, esta firme­mente establecido que en cases de figuras privadas, la accion de libelo es una basada en negligencia, y no en malicia real, que es el quantum de prueba exigido a la figura publica.

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En los procedimientos ante el Tribunal Superior la parte demandante solicito, sin exito, que se adjudicara a su favor el segundo de los elementos antes indicados uti­lizando como prueba de ello la nota aclaratoria publicada por el periodico. El Tribunal Supremo estuvo de acuerdo con el Tribunal de instancia en que la referida nota no constituye prueba de negligencia de parte del periodico. El Tribunal sefiala que:

"Ciertamente en la nota aclaratoria El Vocero admite que cometio un error en la identificacion de la foto en contro­versia. Ello, sin embargo, no es lo mismo que admitir que medio negligencia en la comision del referido error. Sobre todo en cases de libelo, en los que se requiere prueba de ciertos elementos especificos para demostrar negligencia en la publicacion. Dicha nota resulta pertinente y admisi­ble solo para probar que se cometio un error en la identi­ficacion, no constituye prueba de que El Vocero incurrio en negligencia".

El Tribunal Supremo, sin embargo, no estuvo de acuer­do con la decision del Tribunal de instancia de que la con­trovertida publicacion no era difamatoria y que procedia sentencia sumaria a favor del periodico. El Tribunal esti­ma que tan solo de mirar la noticia publicada, "resulta evi­dente que la yuxtaposicion de la foto del rostro del sefior Perez Rosado con un articulo y nota al calce que lo describe como un narcotraficante cabeza del Cartel de Cali tiene el resultado practice de imputarle la comision de un delito a su imagen". El Tribunal concluye que elvin­cular la imagen del demandante a la comision de delitos tan repudiados por la sociedad como lo son el narcotrafi­co y el lavado de dinero, no solo resulta libeloso per se, sino que pudo haber puesto en riesgo su seguridad per­sonal y la de su familia. El razonarniento del Tribunal es el siguiente:

"Resulta insostenible la alegacion por parte del periodi­co de que la reputacion del sefior Perez Rosado no se vio afectada por la publicacion de su foto como ilustracion de un articulo sobre un narcotraficante de las altas esferas de uno de los carteles de drogas mas grandes y temidos del mundo. Aunque la foto y el articulo examinados de forma

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ind ·pcndicntc no resultan difamatorios, vistos en conjun­to, como de hccho fueron publicados, por asociacion, se le imputa a Ia imagen del sefior Perez Rosado la comision de llll dclilo grave como lo es el trasiego de drogas. Este Tribunal ha reconocido este tipo de difamacion contex­tual dcsde Pueblo v. Prensa Insular, 69 D.P.R. 683 (1949). En aquella ocasion determinamos que una caricatura de unos jugadores de balompie que se ponian de acuerdo para realizar una jugada mientras le daban la espalda al balon del interes publico, "considerada conjuntamente con los articulos publicados", resultaba libelosa.

Aunque el juez Corrada del Rio argumenta en su opinion disidente que la publicacion en este caso no era ni difamatoria ni libelosa de su faz, estimo que el publico en Puerto Rico concurre con la posicion del Tribunal. Estimo, ademas, que el Tribunal expresa lo que entiendo seria el sentir de muchos en Puerto Rico cuando advierte que: Con relacion a aquellas noticias con alto potencial de ser difamatorias, los medios deben ejercer un grado mayor de diligencia y sopesar los intereses en conflicto. Un error, por descuido o negligencia, puede destruir reputaciones o hasta poner vidas en grave peligro, como ocurrio en el caso de autos. La razonabilidad del proceso de publicacion y cotejo de veracidad para noticias con impacto difamato­rio se determinara conforme a las circunstancias particu­lares de cada caso y a la luz de los criterios de negligencia antes esbozados. El balance de los intereses constitu­cionales en conflicto no puede arrojar otro resultado.

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Considero que este caso es el otro lado de la moneda del caso de Perez V da. de Mufiiz que discuti previamente. Si bien en aquel caso el Tribunal dio una clarinada en contra de la censura previa de la prensa cuando publica informa-

cion que no es difamatoria, en este hace una advertencia a la prensa sobre el cuidado que debe ejercer en el ejercicio de su derecho constitucional. Ambos casos pareccn encaminados a mantener equilibrio doctrinal en esta area del Derecho Constitucional. Al seiialar la necesidad de actuar responsablemente y de forma consistente con los mejores principios y tradiciones del periodismo, el Tribunal esta dejando saber que no mirani con buenos ojos publicaciones que se desvien de estos. Expresa el Tribunal: "Es innegable que la prensa, ademas de ofrecer un servicio indispensable, ostenta un poder inconmensu­rable. Este poder lleva aparejado una gran responsabilidad y debe ejercerse de forma consciente." Vistos ambos casos en conjunto, considero que el Tribunallogra su cometido.

Luis Mariano Villaronga, ex-Decano Asociado de Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Ricos es tam bien coordinador de Ia Junta Asesora del CLP. Ademas de su peritaje en derecho constitucional, es experto en jurisdicci6n federal, seguros y derechos civiles. Graduado de Columbia College en Nueva York, obtuvo su juris doctor en Ia Universidad de Harvard y una maestria en economia aplicada en Ia Universidad de Pensilvania en Filadelfia.

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Segundo aniversario del Centro para la Libertad de Prensa

"Press Freedom in our Genes:

a Human need"

8 de noviembre

Foto El Nuevo Dia I Luis Ramos

Leonard R. Sussman, orador invitado, para la celebraci6n del segundo aniversario del Centro para la Libertad de Prensa en Puerto Rico (CLP), habl6 sobre un tema que lo apasiona "Press Freedom in Our Genes", sobre el cual escribi6 un libro. A su lado estan Meriemil Rodriguez, directora ejecutiva del Centro para la Libertad de Prensa, y los copresidentes del CLP, doctor Jose Jaime Rivera, presi­dente de la Universidad del Sagrado Coraz6n, y Luis Alberto Ferre Rangel, director de El Nuevo Dia.

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Foto El Nuevo Dia I Luis Ramos

Seney Mella do, una joven periodista radial, acompaftada de su mama Rafaela Gonzalez Roig, cambia impresiones con dona Luisita Rangel de Ferre durante el foro publico que conmemor6 el segundo aniversario del Centro para la Libertad de Prensa en Puerto Rico, celebrado en el Teatro Emilio S. Belaval de la Universidad del Sagrado Coraz6n,

sede del CLP.

La libertad de prensa en nuestros genes"

Una necesidad humana

Leonard R. Sussman

Para mi, volver a Puerto Rico es como regresar a casa. Me acompafian muchos recuerdos, algunos tristes, otros mas agradables. El4 de diciembre de 1941, mi barco par­ti6 del muelle en Wall Street - en un dia frio, nublado y sombrio - rumbo a Puerto Rico. Pero mi 11egada a la isla se retras6 dos dias. Mientras navegabamos hacia el sur, aviones japoneses bombardearon a Estados Unidos. Comenz6 la Segunda Guerra Mundial. Se temia que el Canal de Panama fuera atacado despues. Nuestro barco cambi6 de curso. Llegamos a San Juan, pero una red de submarinos evit6 que atracaramos hasta la manana del 9 de diciembre.

Cada noche Puerto Rico quedaba a oscuras. Habia tropas por todas partes. Los barcos con alimentos dejaron de llegar a la isla porque eran hundidos en la ruta. En seis meses, los anaqueles se vaciaron. El hambre no se veia muy distante. Pocos autos privados se movian, y quedaban pocos autobuses con llantas. Las calles estaban llenas de personas que se veian forzadas a recorrer a pie largas dis­tancias.

Vengo ahora a Puerto Rico - casi exactamente 60 afios despues - desde un nuevo terror, el de Nueva York. Mi oficina de Freedom House en Wall Street queda en el piso 26, con vista al muelle del que parti hace seis decadas. Y

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apenas a scis cuadras yace la gigantesca pinimide de con­creto y acero incinerados, como un sarcofago del antiguo Egipto, cl ccmenterio donde casi 6,000 personas inocentes encontraron Ia muerte hace ocho semanas.

Yo cstaba apenas a 300 yardas del complejo del World Trade Center momentos despues de que el primer avion se cstrellara contra la torre. Me apresure a caminar hacia mi cdificio, situado junto al rio. La enorme nube negra y los fragmentos de papel y tela ya oscurecian el cielo y cubrian las calles con cenizas.

Dos guerras, con 60 aiios de separacion[l]. Y ahara vuelvo a Puerto Rico para compartir seis decadas de refle­xiones. Sabre el periodismo que he vista - el buena y el malo - y la conexion entre el periodista y el gobiemo, en tiempos buenos y malos.

Pero primero, deben conocer mi premisa basica. El titu­lo de mi libra Ia establece: Libettad de prensa en nuestros genes: una necesidad humana (Press Freedom in Our Genes: A Human Need). En aiios recientes se han hecho asombrosos estudios del genoma humano: las decenas de miles de genes, minusculas hebras que determinan aspec­tos de la anatomia, salud fisica y predisposicion emocional de cada persona. Estos estudios del ADN ya estan ayu­dando a los investigadores de crimenes. Algunos reos que se enfrentaban a la pena de muerte han sido liberados, luego de que pruebas de ADN han determinado clara­mente su inocencia.

Es posible considerar que algun dia, tambien, el ADN revele en el genoma humano el impulso ancestral en pos de la libertad individual. En todas las grandes religiones,

la libertad humana es una aspiracion fundamental; para algunas religiones, si la libertad individual no se pucdc alcanzar en esta vida, si puede lograrse en una vida despues de la muerte. Sin importar como se defina teologi­camente, la libertad siempre ha sido un objetivo primor­dial de los humanos.

Mas aun, afirmo que la libertad de los medias noticiosos esta intimamente vinculada a la libertad humana, puesto que la prensa es representante del pueblo. Desde el comienzo de la historia escrita- hace cinco milenios- la lucha por la libertad ha distinguido al ser humano. La teoria de la evolucion de Darwin conecto a todos los seres vivientes. Los invertebrados se transformaron en vertebra­dos, y animales con cerebros pequeiios en ganadores del premia Pulitzer. Cada uno de nosotros tiene ese vestigia en los genes: el impulso natural de despojarse de amarres fisicos, de liberarse de restricciones mentales extemas, de ser libre para pensar y expresarse. Un dia que quizas llegue pronto, ese gene especial - aunque todavia resulte metaforico - ha de favorecer la libertad de informacion. En pocas palabras, la libertad de prensa esta en nuestros genes.

Pero es importante que recuerden esto: a la par de los esfuerzos del ser humano para hablar o escribir libremente - ya sea mediante seiiales de humo o utilizando el papiro, la piedra, la imprenta, la television, los satelites, la Internet y la comunicacion oral de persona a persona- han surgido restricciones a la libertad.

Las restricciones han sido impuestas por censores como el Estado, la iglesia, las elites, los propietarios y - no menos importante - los profesionales de la prensa que practican la autocensura.

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apenas a seis cuadras yace la gigantesca pinimide de con­creto y accro incinerados, como un sarc6fago del antiguo Egipto, cl ccmenterio donde casi 6,000 personas inocentes encontraron Ia muerte hace ocho semanas.

Yo cstaba apenas a 300 yardas del complejo del World Trade Center momentos despues de que el primer avion se cstrcllara contra la torre. Me apresure a caminar hacia mi edificio, situado junto al rio. La enorme nube negra y los fragmentos de papel y tela ya oscurecian el cielo y cubrian las calles con cenizas.

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Dos guerras, con 60 afios de separacion[ 1]. Y ahora vuelvo a Puerto Rico para compartir seis decadas de refle­xiones. Sobre el periodismo que he visto - el bueno y el malo - y la conexion entre el periodista y el gobiemo, en tiempos buenos y malos.

Pero primero, deben conocer mi premisa basica. El titu­lo de mi libro la establece: Libertad de prensa en nuestros genes: una necesidad humana (Press Freedom in Our Genes: A Human Need). En afios recientes se han hecho asombrosos estudios del genoma humano: las decenas de miles de genes, minusculas hebras que determinan aspec­tos de la anatomia, salud fisica y predisposicion emocional de cada persona. Estos estudios del ADN ya estan ayu­dando a los investigadores de crimenes. Algunos reos que se enfrentaban a la pena de muerte han sido liberados, luego de que pruebas de ADN han determinado clara­mente su inocencia.

Es posible considerar que alglin dia, tambien, el ADN revele en el genoma humano el impulso ancestral en pos de la libertad individual. En todas las grandes religiones,

la libertad humana es una aspiracion fundamental; para algunas religiones, si la libertad individual no se pucdc alcanzar en esta vida, si puede lograrse en una vida despues de la muerte. Sin importar como se defina teologi­camente, la libertad siempre ha sido un objetivo primor­dial de los humanos.

Mas aun, afirmo que la libertad de los medios noticiosos esta intimamente vinculada a la libertad humana, puesto que la prensa es representante del pueblo. Desde el comienzo de la historia escrita - hace cinco milenios - la lucha por la libertad ha distinguido al ser humano. La teoria de la evolucion de Darwin conecto a todos los seres vivientes. Los invertebrados se transformaron en vertebra­dos, y animales con cerebros pequefios en ganadores del premio Pulitzer. Cada uno de nosotros tiene ese vestigio en los genes: el impulso natural de despojarse de amarres fisicos, de liberarse de restricciones mentales extemas, de ser libre para pensar y expresarse. Un dia que quizas llegue pronto, ese gene especial - aunque todavia resulte metaforico - ha de favorecer la libertad de informacion. En pocas palabras, la libertad de prensa esta en nuestros genes.

Pero es importante que recuerden esto: a la par de los esfuerzos del ser humano para hablar o escribir libremente - ya sea mediante sefiales de humo o utilizando el papiro, la piedra, la imprenta, la television, los satelites, la Internet y la comunicacion oral de persona a persona - han surgido restricciones a la libertad.

Las restricciones han sido impuestas por censores como cl Estado, la iglesia, las elites, los propietarios y - no menos importante - los profesionales de la prensa que practican la autocensura.

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La lucha entre Ia libcrtad y Ia censura esta presente entre nosotros en cstos momcntos si bien es cierto que en los estados dcmocrMicos sc lc llama "manejo inforrna­tivo". Lucgo de los ataques bclicosos contra dos ciudades estadounidcnscs y con cl connicto belico ya intensificado, cl papel de Ia prcnsa se convierte en un asunto que concicrne urgentemente tanto a los periodistas como al gobicrno.

Existe Ia expectativa natural de que los medios noti­ciosos apoyaran la defensa de la nacion. Sin embargo, en una sociedad democratica, no se debe esperar que la pren­sa ceda su funcion vital de fiscalizadora de los lideres gubernamentales. De hecho, en las decisiones cruciales de vida y muerte a las que se enfrenta elliderato nacional, es esencial tener una prensa alerta e inquisitiva, capaz de informar e interpretar tanto las acciones gubernamentales como las reacciones de los ciudadanos.

Esto plantea el asunto de la responsabilidad de los medios noticiosos. El terrnino "prensa responsable" tiene un significado para los gobiernos que es distinto del que tiene para la prensa. Durante los aiios 70 y 80, se libraron agrios debates sobre el periodismo responsable en la UNESCO- la Organizacion de las Naciones Unidas para la Educacion, la Ciencia y la Cultura - y en la ONU[2]. Paises en desarrollo y el bloque de Ia Union Sovietica demandaban la creacion de "un nuevo orden mundial de informacion y comunicacion".

Decian que con ello se aseguraria que la labor inforrna­tiva fuera balanceada y responsable. Claramente, este esfuerzo de los gobiernos para deterrninar estandares de periodismo a nivel mundial alentaria la censura. Los go-

biernos habrian sido los que establecerian y dictarian las politicas de ese "nuevo orden". Dificilmente seria una rc­ceta para lograr la libertad de prensa o una voz indepen­diente accesible para los ciudadanos de los paises partici­pantes.

Es necesario considerar la responsabilidad del gobierno, particularrnente en tiempos de guerra, para proteger a la ciudadania de los enemigos externos o internos. Y en estos momentos, sin lugar a dudas, Estados Unidos esta en gue­rra. Tiene obvios enemigos externos. Y, como han demostrado los ataques con antrax, los estadounidenses tienen enemigos internos tambien ( aun si estuvieran actuando en nombre de uno u otro pais o grupo terrorista extranjero ).

En este "peligro claro y presente" - frase utilizada en muy limitadas ocasiones por el Tribunal Supremo para restringir la libertad de prensa o los derechos humanos cuando ha habido amenazas violentas contra la nacion -los modelos norrnales de las relaciones entre la prensa y el gobierno en tiempos de paz deben reexaminarse[3].

Esto debe hacerse no solo a la luz de los nuevos peli­gros, sino especialmente en estas circunstancias, a fin de proteger las libertades fundamentales de la prensa, aun si resultan temporalmente alteradas para cumplir con las exi­gencias de los tiempos de guerra.

Este reto esta ahora mismo siendo fuertemente debatido por los periodistas en las salas de redaccion en todo Estados Unidos, por los funcionarios gubernamentales de Washington y Nueva York, y por los defensores de la li­bertad de prensa en Europa y Estados Unidos.

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El debate alude a dos asuntos. En primer lugar, el dere­cho de la prensa a tener acceso oportuno a las acciones militares que se esten realizando; a pianos y fotos de satelite del terreno de combate; al numero de muertes y de lesiones infligidas por fuerzas hostiles y por aquellos que, por error, atentan contra sus propios camaradas, y a ele­mentos especificos de las estrategias a seguir.

En segundo lugar, el derecho de los medios noticiosos, particularmente fotografos y camarografos, de incursionar libremente por los campos de batalla y por las areas donde se estan haciendo preparatives para el combate, asi como tambien por las zonas ya diezmadas por ataques terroris­tas de las cuales atin nose han removido escombros peli­grosos.

Todo lo anterior esta relacionado con algunos asuntos que deben mantenerse en absoluto secreto. Esto es asi porque la divulgacion irresponsable de esta informacion podria obstaculizar algunas operaciones militares y provo­car la muerte de tropas norteamericanas y aliadas. En el caso de Nueva York, la peticion de la prensa de tener amplio y completo acceso al area del World Trade Center podia causar dolor innecesario a las familias de las victi­mas.

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Mediante pruebas de ADN, es posible determinar a cual victima pertenecia el brazo que se encontro ados cuadras del World Trade Center. De hecho, esa y otras partes de cuerpos mas sangrientas y horribles habrian resultado en dramaticas fotos noticiosas. Muchas de estas fotografias existen, pero los editores de medios noticiosos han decidi­do no publicarlas. No obstante, un critico europeo pregun­to si censores gubemamentales prohibieron publicar las

imagenes sangrientas. jCuan morboso, cuan insensible! Tras los ataques terroristas existe, de hecho, un debate sobre la cuestion de balance periodistico, seguridad nacional, libre expresion y patriotismo. Los observadores extranjeros, segun expreso un critico, "cuestionan la obje­tividad e independencia de la prensa y la television de Estados Unidos". Este critico pregunto: "l,Seran [sus coberturas] actos de censura o autocensura?"

l,Se debe considerar que una cobertura no es balancea­da cuando medios norteamericanos informan sobre la abrumadora reaccion del pueblo estadounidense a los ataques del 11 de septiembre? Hubo expresiones unanirnes de horror, amplios reclamos publicos a una respuesta nacional, actos de patriotismo en todo el pais; surgio un espiritu de unidad entre las distintas facciones politicas, los sectores sociales y economicos y personas de todas las edades. La prensa informo de manera completamente apropiada de los mitines de grupos pacifistas en las uni­versidades.

Cuando los medios noticiosos describieron la abru­madora reaccion en todo el pais, hicieron mucho mas que expresar el espiritu patriotico de los periodistas o de los gerentes de las empresas periodisticas. En realidad, lo que hicieron fue informar correctamente. La cobertura no fue balanceada porque el pueblo norteamericano estaba fer­vientemente, ampliamente exigiendo una respuesta nacional - patriotica, si se prefiere - a los horrores en Nueva York y Washington. Los medios sencillamente fueron el canal utilizado por el pueblo para hacer oir sus exigencias.

Evidentemente, la prensa estadounidense a su vcz ha sido blanco de ataque. Esporas de antrax invadieron trl'S

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cadcnas noticiosas de television y varios diarios. La pren­sa ha manejado tales peligros con un apropiado sentido de equilibria y control. Pero algunos periodicos tienen pnic­ticas cuestionables. Un tabloide insiste en publicar titu­lares con frases como "Nuestros hombres" y "Golpeamos el Tali-bum". Este es un tipo de periodismo que dificil­mente podriamos considerar balanceado u objetivo.

Otras criticas sobre los vinculos entre la prensa y el gobierno desde el 11 de septiembre son mas complejas. Cuando Voice of America recibio ordenes del Departamento de Estado de no transmitir una antigua entrevista con un terrorista afgano, el clamor de los medios informativos hizo que el gobierno cambiara su decision. La entrevista se transmitio. Este reves constituyo una prueba clara del poder de la Primera Enmienda aun en tiempos de guerra, y especialmente porque la libertad de prensa recibio el respaldo de un medio semioficial como Voice of America.

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Una prueba mas controvertible de esta libertad involu­cro Al-Jazeera, un canal televisivo por satelite radicado en Qatar. He reportado sobre Al-Jazeera durante dos afios. Sus fondos provienen mayormente de los dirigentes de Qatar. Desde su fundacion, ha sido una espina en el costa­do de los demas gobiernos arabes. En algunos lugares, han tratado de prohibirla, pero la poblacion secretamente sin­toniza Al-Jazeera para escuchar noticias y comentarios que no estan disponibles en sus paises, los cuales imponen censura en los medios. Sintonice Al-Jazeera en Londres el mes pasado cuando presento el controvertible y extenso discurso de Osama bin Laden. El discurso en su totalidad fue una diatriba ingeniosa, modulada con toda calma, revestida de religion y llena de odio contra los esta-

dounidenses y todos los "infieles". Bin Laden bizo un lla­mado para que estos sean eliminados.

Poco despues, el secretario de Estado Colin Powell sc reunio en Washington con el gobernante qatari Sheikh Hamad bin Khalifa al-Thani y lo insto a refrenar la cober­tura noticiosa de Al-Jazeera. Grupos europeos y nortea­mericanos que defienden la libertad de prensa inmediata­mente expresaron "consternacion" y "preocupacion" ante el hecho de que un medio noticioso "independiente" reci­biera una amenaza de censura de parte de un funcionario de Estados Unidos. Este caso fue diferente al de Voice of America cuando transmitio una antigua entrevista con un terrorista. El asunto de Voice of America reflejo la reac­cion automatica de un funcionario, quizas para evitar el reclamo posterior de que los fondos de Estados Unidos se utilizaron impropiamente.

En el caso de la extensa diatriba de bin Laden, indicaron funcionarios de Estados Unidos, su presentacion pudo haber enviado sefiales codificadas y ocultas a operatives para que iniciaran nuevos ataques de terror. Durante la Segunda Guerra Mundial el enemigo utilizo este metodo cuando hacia transmisiones de radio en la que se aludia a asuntos en apariencia inocuos.

Yo era uno de los encargados de escuchar esas transmi­siones aqui en Hato Rey en la oficina de la Comision Federal de Comunicaciones (FCC). Quizas lomas impor­tante en relacion con el discurso de bin Laden fue que el tono y el contenido virulento del texto eran evidentes provocaciones para fomentar el fanatismo y reclutar mas seguidores.

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'omo defensor de la libertad de prensa, comprendo la consternaci6n y preocupaci6n de mis colegas cuando un funcionario estadounidense urge la censura aun para alguien como bin Laden. Concuerdo en que es importan~e que los americanos sepan que esta tratando de lograr bm Laden. Pero esto se puede lograr reportando tales diatribas como noticias, ubicadas en un contexto periodistico apropiado, sin proveer a bin Laden un escenario para men­sajes propagandisticos sin editar.

Criticos europeos han cuestionado el trato dado a los periodistas en la "zona cero", donde ubicaba el World Trade Center. Las victimas "no tienen rostro", se argu­mentaba. Se decia que a los periodistas, en especial los fot6grafos, se les restringia su cobertura. Se les mant:ni_a lejos de las partes de cuerpos, desparramadas por los tetn­cos escombros. Inclusive hasta la semana pasada, los incendios bajo la superficie al:m humeaban, y los olores de piedra, acero y cuerpos humanos incinerados impregna­ban la calle donde ubica mi oficina. En el area del desas­tre, equipos remolcan acero retorcido ~ todo tipo de escombros, sobre un terreno lleno de pehgrosos hoyos Y partes movibles que al:m representan amen_azas . para cualquiera que atraviese la vasta area. La ex1gencm . de algunos periodistas, particularmente editores que trabaJan en el extranjero, de tener acceso ilimitado es una absoluta locura. Este control no se basa en la censura, sino en la necesidad de evitar lesiones o la muerte de los propios

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periodistas.

Finalmente, esta el asunto relacionado con que el Negociado Federal de Investigaciones (FBI) pidi6 a algunos medios informativos, inrnediatamente d~spues de los ataques, que proveyeran copias de conversacwnes po~ Internet que terminaran con "In sha' Ala" (en arabe, "s1

Ala quiere"). Algunos medios accedieron. Otros protes­taron.

En cuanto ala petici6n del FBI de obtener las claves del tratico cibemetico codificado- tener acceso al contenido cifrado, un debate que lleva varios aiios - el tema ahora se ha convertido en una prioridad de la crisis. Cuando hay un peligro claro y presente que involucra la seguridad nacional, ;,se debe congelar, aunque fuera temporalmente, la casi absoluta garantia de la Primera Enrnienda?

Es una interrogante legitima, que merece debatirse entre periodistas y en el gobiemo, y mas adelante en e) Tribunal Supremo federal. Entretanto, seria peligroso concluir que la libertad de prensa de Estados Unidos ha resultado socavada para siempre con el pretexto de una emergencia naciona1 obvia; en efecto, una guerra.

Es importante recordar una lecci6n hist6rica. En otras guerras, se han impuesto restricciones temporales a los medios noticiosos estadounidenses: en ambas Guerras Mundiales, en Corea (no asi en Vietnam), en incursiones recientes en Granada, Panama, el Golfo Persico y los Balcanes. Resulta significativo que cada vez que se restringi6 a los periodistas durante operaciones militares, las encuestas de opinion publica reflejaron un apoyo abru­mador a ]a restricci6n limitada de la prensa.

Antes que comenzara el ataque contra Afganistan el mes pasado, yo habia escrito un discurso bastante dife­rente para esta ocasi6n. Describia los metodos deplorables utilizados por muchos gobiemos en nuestros dias para influir, controlar o prohibir la labor de los periodistas. Por cjemplo, en mas de 100 paises hoy se puede encarcelar a periodistas por "insultar" a funcionarios o instituciorH.:H

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gubernamentales; en otras palabras, porno actuar "respon­sablcmente". Sin importar como se frasee la ley, un estatu­to de insulto se utiliza para reprimir y castigar el discurso politico y la disension, el comentario y la critica editorial, Ia satira y hasta las noticias que el gobierno prefiera ocul­tar. Evidentemente, se trata de una forma de censura (Ruth Waldern, "Insult Laws: An Insult to Press Freedom",

WPFC, 2000).

El Estudio sobre la Libertad de Prensa de Freedom House, que desarrolle durante los pasados 25 aiios, provee un estandar universal parajuzgar toda una gama de abusos contra la libertad de prensa. Nuestro estudio mas reciente refleja que solo el 21% de la poblacion mundial vive en paises con prensa libre[4].

Hoy, en demasiados lugares, los periodistas son intimi­dados por funcionarios gubemamentales o reciben pagos de quienes cubren en sus noticias. El sobomo a los perio­distas es endemico. Rusia es un ejemplo de primer orden. Oligarcas y politicos son los propietarios o controlan los principales periodicos y estaciones televisivas.

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La veracidad en la labor informativa se rinde a la necesidad financiera o politica de un controlador no perio­distico. En muchos paises africanos, dirigentes militares y sus funcionarios determinan quien puede seguir ejercien­do como periodista, y que puede o no escribir. De las 53 naciones africanas, solo seis tienen una prensa libre.

Un periodista responsable provee el contexto y el ba­lance necesarios para cubrir mas alla que un solo lado del tema. En el pasado, a un periodista estadounidense responsable se le exigia "objetividad". Pero el estandar

descendio durante los amargos aiios del macartismo los aiios 50 en Estados Unidos - cuando el extremadamcntc prejuic_ia~o senador (Joseph) McCarthy exploto el est{111 -

dar obJ,et~vo ~e los periodistas para adelantar su agenda demagog1ca sm que la prensa informara en forma balan­ceada o cuestionara los planteamientos del senador. Ahora, el balance - no la objetividad, si alguna vez parecio alcanzable - es el maximo estandar del periodismo.

La tergiv~rsacion de ~a verdad no solo ocurre porque alg~o_s gob1emos la qmeran o provoquen. Los primeros pen_od1cos de Estados Unidos eran organos partidistas estndentes. Diariamente pintaban como demonios a fun­c~~narios en ~1 poder y a su partido, o a lideres de la oposi­cwn, depend1endo de la afiliacion del periodico en parti­cular. No habia intencion de equilibrar las noticias. Cada lector es~o~ia _el periodico afiliado a su partido y esperaba que se mJunara a la oposicion. En muchos paises prevalece un periodismo similar, no menos estridente. La~entabl~me~te, hoy en demasiados lugares ni siquiera ex1ste la d1vers1dad de cobertura periodistica estrafalaria que hubo en los comienzos de la prensa en Estados Unidos.

Hoy, hasta en paises democraticos, existe la tendencia a la concentracion de la propiedad de los medios informa­~i~o~. La concen~ra~ion pauta un retroceso hacia las etapas m1c1ales del penod1smo, antes que la diversidad de con­tenido y la pluralidad de propietarios caracterizaran las sociedades democraticas. La concentracion se da en muchos paises, no solo en Estados Unidos. El mayor con­glomera~o global de comunicaciones, AOL Time Warner, se_ pr?duJo cuando la principal editorial de revistas y cl pnnc1pal propietario de sistemas de television por cable

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rucron comprados por la mayor operadora de redes com­putarizadas nacionales e internacionales. l,Como AOL habria de emplear (algunos dicen explotar) 0 (sin animo peyorativo) integrar el vasto deposito de noticias e infor­macion de Time Warner?

La fusion mas grande en la historia de las comunica­ciones puede verse como la victoria de la tecnologia sobre el contenido. Las noticias e informacion (Time Warner) pasaron a un segundo plano frente al acceso tecnologico (AOL), la percibida primacia de los "efectos" sobre la sus­tancia, que figuraba de antemano en el analisis de Marshall McLuhan sobre el "inventario de efectos" en The Medium is the Message.

En afios recientes, tuve la impresora de noticias de AP en mi oficina. Diariamente el cable contenia noticias y reportajes especiales de muchos paises, historias balan­ceadas, y articulos de contenido mas profundo asi como otros de interes inmediato. Sin embargo, lamentablemente cuando me reunia con editores del diario descubria que pocas de las noticias mundiales de AP que no tenian temas de interes inmediato para Estados Unidos saldrian publi­cadas.

"ELLOS no las quieren", me decian. Sefialaban que el publico estadounidense tiene poco interes en noticias del extranjero. Mi respuesta: existe una diferencia entre QUERER y NECESITAR. Una potencia mundial debe educar a su pueblo para que comprenda el mundo, y prepararse para grandes decisiones sobre politica publica. Hasta el termino "noticias del extranjero" es inapropiado; mas bien seria "noticias internacionales". Nada - para un ciudadano debidamente informado - debe considerarse

1 18 como extranjero, como ajeno a sus intereses.

Afganistan es un ejemplo. Hace unas decadas, en circu­los periodisticos, se escuchaba la palabra "afgani tani -mo". Significaba que habia temas que no merecian cober­tura en los medios noticiosos diarios. Los editores creian que habia poco interes de leer sobre estos temas, hasta que, por supuesto, Afganistan se convirtio en un campo de batalla crucial en la Guerra Fria. Pero inmediatamente despues, el afganistanismo reaparecio. Ya no habia interes en educar al publico para que pudiera ayudar a los afganos a crear una sociedad democratica. Por el contrario, jretirense y olvidense! Hasta que el World Trade Center resulto incinerado. Ahora, de nuevo, Afganistan es noticia. Y los estadounidenses tienen que ponerse al dia. Necesitaban hacerlo antes, quisieran o no.

Concluyo como un optimista realista. Es posible serlo aun en estos tiempos de gran tension e incertidumbre. Hay tendencias hacia conglomerados mas grandes, pero tam­bien hay muchas mas estaciones radiates que antes, muchos mas canales de television que nunca antes, y mas conciencia entre los propietarios de periodicos respecto a que los editores deben disponer de mas libertad para establecer politicas editoriales[5]. Si tan solo las gerencias de television regresaran al concepto de que las noticias y los comentarios son parte del servicio publico, y no solo una fuente de ganancias basada en un sistema de medir audiencia (ratings), el mismo sistema que sofoca la diver­sidad y la costosa cobertura de noticias internacionales. Aun mas optimista, creo que la Internet eventualmente proveera mas diversidad y mayor acceso ala informacion a lin en paises donde prevalece la censura[ 6].

Los periodistas tienen una magnifica oportunidad de emplear todas las nuevas herramientas, rnientras advierten, al examinar la historia de la libertad de prcnsa ,

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que sicmpre hay censores incipientes que buscan limitar csa I i bcrtad. Es necesario vigilarlos.

Notas l. En el barco me encontre con Dave Safer, compaiiero de clase de la facultad de periodismo de la Universidad de Columbia, colega en el World Journal y estimado amigo. Dave me llevo de inmediato al periodico. Comence a escribir aun antes de desempacar. En la sala de redaccion sin luz, compartida con El Mundo, principal rotativo de la isla para entonces, trabajaba desde las 2:30 cada manana basta las 11 a.m. cuando el periodico iba a la prensa. Pese a la preocupacion por la guerra inminente y el reclu­tamiento militar, habia mucho entusiasmo en Puerto Rico hace 60 afios. Habia un periodismo vibrante. Recuerdo a Mike Santin y Eliseo Combas Guerra, los incondicionales de El Mundo, y Angel Ramos, editor jefe de El Mundo y World Journal; a Bill Dorvillier, editor de World Journal que luego gano el Premio Pulitzer en el San Juan Star. Buenos amigos, que ya no estan entre nosotros. Pero el espiritu del periodismo que practicaron sigue vivo, con algunas diferencias, aqui y en todas partes.

12.0

2. Fui un agente activo en esos debates de la UNESCO durante toda la decada. Visite 59 paises para discutir la li­bertad de prensa con gobiernos y con periodistas locales. En los paises en desarrollo, subraye los valores del perio­dismo independiente libre del control o influencias guber­namentales. En estados democraticos, en Occidente y otros lugares, reconoci que en efecto habia serias fallas en Ia labor de reportar noticias globales. Existe la necesidad de cubrir asuntos internacionales con mas regularidad y de manera mas inteligente, cubrir los sucesos sociales y cconomicos en naciones pequeiias, no solo los aspectos

exoticos o los golpes de estado. En pocas palabras, inste a un examen serio de las criticas del flujo de noticias y, a u vez, a rechazar las "curas" inspiradas en la censura que sc promovian para un "nuevo orden".

Lamentablemente, los principales servicios noticiosos transmitieron a nivel mundiallas propuestas de censura, y apenas se oyo sobre los cuestionamientos validos. El "nuevo orden" finalmente fue rechazado por la UNESCO, cuando la propia vida de la organizacion se veia amenaza­da. Estados Unidos se retiro, Gran Bretaiia lo siguio, pero luego retorno. Estados Unidos alin permanece fuera, lo cual reduce considerablemente el presupuesto de la UNESCO. Pero la UNESCO se ha convertido en un pro­ponente principal de la libertad de prensa. Ha celebrado conferencias regionales importantes para apoyar la tiber­tad de prensa en Africa, Asia, Oriente Medio y Latinoamerica. La UNESCO creo el Dia Mundial de la Libertad de Prensa que se celebra el 3 de mayo. Anualmente lo conmemora con eventos internacionales. Cuando los periodistas enfrentan problemas, la UNESCO ahora protesta directamente ante el gobierno censor.

3. Poco despues de la Primera Guerra Mundial, el Tribunal Supremo en el caso Schenck vs. Estados Unidos (3 de marzo de 1919) unanimemente ratifico las condenas por la Ley de Sedicion de 1918. Fue la prim era prueba de la pro­teccion de la libertad de expresion contemplada en la Primera Enmienda. Sucedio en tiempo de guerra. El tribu­nal reconocio que "en muchos lugares y en tiempos nor­males" los acusados habrian estado al amparo de sus dere­chos constitucionales. "El cuestionamiento en cada caso es si las palabras utilizadas se pronunciaron en tales cir­cunstancias y fueron de tal naturaleza como para causar un

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pcligro claro y presente y provocar los males sustanciales que cl Congreso tiene el derecho de evitar".

4. El estudio global sobre la libertad de prensa examina 187 paises. Evaluamos las leyes y la administracion de I eyes que afectan el periodismo, el grado de presion politi­ca que influye en el contenido de las noticias y su analisis, y el grado de restricciones economicas que afectan el con­tenido. Las ]eyes y la administracion deben proveer una separacion clara entre la influencia y el control gubema­mental sobre la prensa y la ejecutoria real de los periodis­tas. Las leyes de prensa deben garantizar la libertad de prensa, no obstaculizarla con artimafias. El codigo civil o criminal tampoco debe utilizarse para restringir la cober­tura ( excepto para proteger claramente a los ciudadanos dellibelo y de aberraciones relacionadas). Examinamos el uso demasiado amplio del poder gubemamental para hostigar, arrestar, encarcelar y hasta asesinar periodistas. No menos vitales para una prensa libre son las presiones politicas sobre los medios noticiosos y las decisiones economicas, como retirar anuncios de periodicos que cri­tican funcionarios, o la aplicacion parcializada de cuotas de importacion de papel de periodico o equipo de trans­mision, o el favoritismo politico en asignaciones de radio y television.

Nuestro estudio mas reciente incluye 72 paises (39% de las naciones) en la categoria de prensa libre. Cerca de 1 ,269 mill ones de personas - a pen as el 21% de la poblacion mundial - viven en paises con libertad de pren­sa. Otras 2,600 millones de personas (43% de la poblacion) viven en 63 paises con una prensa parcial­mente libre. Y otros 2,189 mill ones (36%) viven en 63 paises (33%) con una prensa que evidentemente no es

libre. Por lo tanto, solo 21% de las personas del mundo disfrutan de la prensa libre. Puerto Rico, obviamente, c uno de esos lugares. Aunque aqui, como en Estados Unidos por lo general, existen algunas restricciones a la libertad de prensa. La verdad es que no hay tal cosa como una libertad absoluta para nadie, en ningful Iugar. En reali­dad, no puede haber libertad absoluta para vivir en una sociedad, no importa cuan democratica sea.

5. Hay otros conglomerados de noticias. Viacom afiadi6 Columbia Broadcasting Systems (CBS) a su MTV Networks. Esta conexion llega a millones de televidentes jovenes a nivel nacional e intemacional con noticias y musica. La red de Rupert Murdoch incluye periodicos en Inglaterra, Australia y Estados Unidos, con audiencias masivas en Asia con Star Television. El afio pasado, en una visita a Canada, vi como Israel Asper, qui en ya poseia un principal sistema de la television canadiense, compro 149 periodicos en todo el continente. Para los canadien­ses, esto tiene implicaciones tanto politicas como perio­disticas. Y Random House, la prestigiosa y mayor casa editorial de Estados Unidos, fue adquirida por Bertelsmann AG, el enorme conglomerado aleman. Mas aun, en Estados Unidos esta tendencia continua a grandes pasos: han aumentando las ciudades con solo un periodico y el tamafio de las cadenas de periodicos - Gannett ahora tiene 99 diarios - y el gobierno ha atenuado las restricciones para evitar que un periodico sea el propietario de una estacion radial en la misma ciudad.

6. La Internet, como cada medio de comunicacion que le precedio, no esta exenta del capricho censor. En un estu­dio que realice a principios de este afio, encontre que muchos de los paises mas opresores proveen un poco mas

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de libertad a los usuarios de Internet que a los peri6dicos y medios electr6nicos. Ir6nicamente, algunos de los pai­ses mas democraticos - como Inglaterra, Australia, Francia y Estados Unidos - controlan o intentan controlar cl contenido de los mensajes en Internet. Algunas veces lo hacen en nombre de detener la pornografia, a veces en nombre de la seguridad nacional. No importa cual sea el razonamiento detras de estas medidas, vale la pena que se mantenga un ojo vigilante sobre esta tendencia. Esto es especialmente importante ahora que en Estados Unidos hay nueva legislaci6n que permite utilizar metodos de vi­gilancia mas avanzados para detectar terroristas.

Sin embargo, nunca me he adherido a la teoria de la "pendiente pantanosa". Segtm ella, una vez se comienza el descenso por un determinado camino hay que llegar hasta el final, por mas que se tema este desenlace.

En la pendiente nevada, un esquiador puede detenerse a mitad de camino, o hasta revertir su curso. De igual ma­nera, una politica en el campo de las comunicaciones puede alterarse o suspenderse si va en Ia direcci6n de la censura. En una sociedad con ley civil y judicatura inde­pendiente, con muchos libertarios civiles pendientes de lo que esta pasando, creo que las leyes que promulgan una vigilancia mas estricta pueden ser efectivas para lograr los objetivos que se quieren sin que se violen los derechos civiles de los ciudadanos que no estan en el negocio del terrorismo.

Leonard R. Sussman es un experto en comunicaci6n intemacional del Freedom House de Nueva York, que dirigi6 durante 21 afios. Ha sido profesor de periodismo en New York University y Columbia

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University, de donde se gradu6. Sus escritos se han publieado en los principales peri6dicos y revistas yes autor de varios libros. Durante Ia decada del40 ejerci6 el periodismo en Puerto Rico y fue secretario de prensa del gobemador Rexford Tugwell.

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Press Freedom in Our Genes: A Human Need

Leonard R. Sussman

This is a homecoming for me - with sad as well as happy memories. On December 4, 1941, my ship left the pier at Wall Street - an overcast, cold and foreboding day - to sail for Puerto Rico. But my arrival here was delayed by two days. As we sailed south, Japanese planes bombed the United States. World War II began. There was fear that the Panama Canal would be targeted next. Our ship changed course. We reached San Juan but a submarine net prevented our landing until early on December 9.

Puerto Rico was blacked out completely every night. Troops were everywhere. Food ships, sunk along the way, stopped coming here. In six months, food shelves were empty. Hunger was not far off. Few private cars moved, and few buses were left with tires. Streets were filled with people walking long distances.

I come to you now - almost exactly 60 years later -from a new terror; that in New York. My Freedom House office on Wall Street is on the 26th floor overlooking the pier from which I sailed six decades earlier. And just six blocks away lies the massive pyramid of incinerated con­crete and steel, like an ancient Egyptian sarcophagus, the burial ground where nearly 6,000 innocents met death eight weeks ago.

I was just three hundred yards from the World Trade complex moments after the tower had been struck by the

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first plane. I hurried to my building on the river. The mas­sive black cloud, the slivers of paper and cloth, were already darkening the sky and turning the street ash-white. Two wars - 60 years apart [1]. And now I'm back in Puerto Rico to share six decades of thoughts. About the journalism I have seen - the good and the bad- and the connection between the journalist and the government, in good times and bad.

But first, you should know my basic premise. It is stat­ed in the title of my book, Press Freedom in Our Genes: A Human Need. In recent years there have been startling studies of the human genome - the tens of thousands of genes, miniscule strands that determine aspects of each person's anatomy, physical health and emotional predis­position. These studies of the DNA already assist criminal investigations. Some prisoners facing the death penalty have been freed when DNA tests determined clearly that they were innocent.

It cannot be excluded that one day, too, DNA will reveal the ages-old drive in the human genome for individual freedom. All great religions have human freedom as a fun­damental aspiration; for some religions, if individual free­dom is not achievable in this life, then in an afterlife. However theologically defined, freedom has always been a primary objective of human aspiration.

I further maintain that the freedom of news media is intimately tied to human freedom. For the press is a surro­gate for the people. Since written records began - five mil­lennia back - the struggle for freedom has distinguished the human being. Darwin's evolutionism linked all living things. Invertebrates metamorphosed to vertebrates,

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small-brained animals to Pulitzer Prize-winners. Each of us has that great vestigial mark: the natural urge to shake the body free of physical bonds, free of external mental restrictions, freedom to think and express. One day soon that special gene - even if now metaphorical - would favor freedom of information. In a word, press freedom is in our genes.

But make no mistake: with every new human effort to speak or write freely - whether by smoke signals, papyrus, stone, movable type, television, satellites, the Internet, and always word of mouth - with each format have come restrictors of freedom: the censors - the State, the Church, the elites, the proprietors; and, no less, the self-censors in the press who would avoid even the threat of restriction.

The struggle between freedom and censorship is with us today - even if in democratic states it is called "news ma­nagement." After warlike attacks on American cities and the already heightened conflict, the role of the press becomes an urgent concern - for both journalists and go­vernments. There is the natural expectation that news media will support a nation's defense. Yet, in a democra­tic society, the press should not be expected to yield its vital function as watchdog of governmental leaders. Indeed, in the crucial decisions of life and death facing national leadership, it is essential to have an alert, inqui­sitive press that can report and interpret both governmen­tal actions and citizens' reactions.

This raises the question of the responsibility of the news media. The term a "responsible press" has a vastly diffe­rent meaning to governments than to the press itself. During the 1970s and 1980s, bitter debates over responsi­ble journalism were held in UNESCO - the United

Nations Educational, Scientific and Cultural Organization - and in the UN itself [2]. Developing countries and the Soviet Union's bloc demanded the creation of "a new world information and communication order." They said it would assure that news reporting would be balanced and responsible. Clearly, this effort by governments to deter­mine the standard of journalism worldwide would encour­age censorship. That "new order" would be set by govern­ments, and policed by governments. Hardly a prescription for press freedom or for an independent voice accessible to the people of participating countries.

One must also consider the responsibility of govern­ment, particularly in wartime, to protect all the people from foreign or domestic enemies. For, make no mistake, at this moment the United States is at war. It has obvious foreign enemies. And as the anthrax attacks have demos­trated, Americans have domestic enemies as well (even if they are acting on behalf of one or another foreign state or terror group).

In this "clear and present danger" - the term the U.S. Supreme Court uses sparingly when restricting press free­dom or human rights under incendiary threats to the nation - in this clear and present danger the normal peacetime models of press I government relationships must be re­examined - not only in light of the new dangers, but par­ticularly under such tension to protect fundamental press freedoms, even if they are temporarily altered to meet wartime exigencies [3].

This challenge is being actively debated in newsrooms across the United States, by officials in Washington and New York, and by press-freedom advocates in Europe and the United States.

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The debate turns on two distinct sets of issues: First, the right of the press to have access in timely fashion to mili­tary actions under way; to plans and satellite photos of combat terrain; the extent of deaths and injuries inflicted by friendly and unfriendly forces; and specific elements of strategy being pursued; and, second, the right of the news media, particularly photographers and TV cameras, to roam at will over fields of battle and preparations for ba­ttle, and those areas that have already been decimated by terror strikes but are not yet cleared of dangerous rubble. These issues combine matters of utmost secrecy, the irres­ponsible releasing of which information could seriously hamper friendly operations and could result in the death of friendly troops; or, as in the case of demands for free access to rubble in New York, inflict cruel pain on fami­lies of victims.

The disembodied arm found two blocks from the World Trade Center may be proved by DNA testing to have belonged to a particular victim. That and more bloody, gruesome body parts would, indeed, make dramatic news photos. Many have been photographed, but by editorial decisions none have appeared in print. A European critic asked, however, whether government censors withheld bloody pictures. How morbid, how insensitive!

There is, indeed, a debate after the terrorist attacks over the question of press balance, national security, free speech and patriotism. Foreign observers, said one critic, "question the objectivity and independence of U.S. press and television." He asked, "Are [their coverage] acts of censorship or self-censorship?"

Should it be regarded as unbalanced coverage when

130 U.S. media report the overwhelming response of the

American people to the September 11 attacks? There were unanimous expressions of horror, broad public demands for a n~tional response, and widespread acts of patriotism; a commg together of different political factions diverse social and economic sectors and across all ag; groups. Meetings of pacifist groups on college campuses were appropriately reported. For the news media to describe the ov~rw~elming reaction was far more than expressing jour­nalists or managements' own patriotic spirit. Pure and simple, it was accurate reporting. It was unbalanced because. the American reaction was fervently, broadly demandmg a national -patriotic, if you will - response to the horrors in New York and Washington. The media were simply the people's conduit for such demands.

Clearly, the American press has itself been targeted. Anthrax spores invaded three television news networks and several daily newspapers. The press has handled such dangers with appropriate restraint. But there are question­able practices of some newspapers. One tabloid insists on headlining "our men" and "we hit the Tali-bums" - hard­ly balanced or objective journalism.

Other criticisms of press I government linkages since that day in September are more complex. When the Voice of America was ordered by the State Department to with­hold an old interview with an Afghan terrorist, clamor ~rom ~he news media reversed the official ruling. The mtervtew was broadcast. This reversal was a clear test of t~e Firs.t Amendment's power even in wartime, and espe­Cially smce press freedom was supported for a semi-offi­cial medium such as the VOA.

A more controversial test of this freedom involved the Qatar-basedAl-Jazeera satellite TV channel. I have report­

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ed on Al-Jazeera for two years. It is amply funded by the ruJers of Qatar. Since its founding, it has been a thorn in the side of other Arab governments. In some places, they have tried to ban it but their populations secretly tune in Al-Jazeera for news and comment not available in their censorious countries. I watched Al-Jazeera in London last month when it carried the controversial, lengthy speech by Osama bin Laden. The speech shown in its entirety was a cunning, calmly-modulated, religion-coated, hateful dia­tribe against Americans and all "infidels," and called for their elimination.

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Soon after, Secretary of State Colin Powell met in Washington with Qatari ruler Sheikh Hamad bin K.halifa al-Thani and urged him to rein in Al-Jazeera's news cove­rage. Press-freedom groups in Europe and the United States immediately expressed "dismay" and "concern" that an "independent" news medium was threatened with censorship by an American official. This case was diffe­rent than the VOA's carrying an old interview with a te­rrorist. The VOA matter reflected a traditional knee-jerk reaction by an official, perhaps to avoid the later claim that American funds were misused.

In the case of bin Laden's extended diatribe, said U.S. officials, there could be concealed in his performance coded signals sent to operatives to initiate new terror attacks. That had been done by enemy broadcasters dis­cussing seemingly innocuous matters in World War II. I was an editor of those broadcasts here at Hato Rey at the wartime listening post of the Federal Communications Commission (FCC). Perhaps more important, the virulent tone and content of bin Laden's speech was a clear provo­cation to stimulate and recruit a new cadre of fanatical fo­llowers.

As a press-freedom advocate I understand the dismay and concern of my colleagues when an American official urges outright censorship even for a bin Laden. l agree that it is important for Americans to know what he is attempting. But this can be achieved by reporting such diatribes as news, set in appropriate journalistic context, without giving bin Laden the stage for an unedited propa­gandistic performance.

Questions have been raised by European critics about the treatment of journalists at "ground zero," the former World Trade Center. The victims "have no face," went the charge. Journalists, especially photographers, were said to be restricted in their coverage. They were kept away from body parts, which were strewn throughout the dismal wreckage. As late as last week, the fires beneath the sur­face were still steaming, and the odors of cremated stone, steel and human bodies permeated the street outside my office. The wrecking crews hauling twisted steel and all manner of debris over a landscape of dangerous pits and moving parts still pose a threat to anyone traversing the vast area. The demand by some journalists, particularly editors abroad, for unlimited access is sheer folly. This control is not based on censorship but is a precaution to prevent injury or the death of journalists themselves.

Finally, there is the question of news media being asked by the Federal Bureau of Investigation, immediately after the attacks, to provide computer printouts of Internet con­versations ending with "In sha' Allah" (Arabic for God willing). Some media complied. Some complained. As with the FBI's request to secure the keys to coded com­puter traffic - access to encryption, an issue debated for several years- the matter now became one of crisis prio-

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rities. When there is a clear and present danger involving real national security, should the near-absolute guarantee of the First Amendment be frozen even temporarily? That is a legitimate question, one worthy of debate by journa­lists and by government- not least by the U.S. Supreme Court at some later date. Meanwhile, it would be dange­rous to assume that America's unique freedom ofthe press is being forever undermined on the pretext of a clear national emergency; indeed a fighting war.

A lesson from history is important to recall. In other wars, American news media have been temporarily restricted: in both World Wars, in Korea (but not in Vietnam), in recent incursions in Grenada, Panama, the Persian Gulf and the Balkans. Significantly, whenever journalists were restricted and complained during military operations, public opinion polls overwhelmingly suppor­ted limited restriction of the press.

Before the attack on Afghanistan began last month, I had written quite a different speech for this meeting. I described the deplorable methods used by many govern­ments today to influence, control or ban journalists and their institutions. For example, in more than 100 countries today journalists can be imprisoned for "insulting" go­vernment officials or institutions; in other words, for not acting "responsibly." However the law is worded, an insult law is used to stifle and punish political discourse and dissent, editorial comment and criticism, satire and even news that the government would rather hide from the public. Clearly, a form of censorship. (Ruth Walden, "Insult Laws: An Insult to Press Freedom," WPFC, 2000.)

Our Freedom House Survey of Press Freedom, which I developed over the past 25 years, provides a universal

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standard against which to judge scores of different abuses of press freedom. Our latest survey shows that only 21 percent of the world's population lives in countries with a free press [ 4].

Today, in too many places, journalists are either cowed by officials or are in the pay of those whose news they cover. Bribery of journalists is endemic in many countries. Russia is a prime example. Oligarchs as well as politicians own or control major newspapers and television outlets. Truthfulness in reporting yields to the financial or politi­cal need of the non-journalistic controller. In many African countries, military rulers and their appointees determine who can continue as a journalist, and what he or she can or cannot write. Of 53 African nations, only six have a free press.

A responsible journalist provides the necessary context of a report and the balance needed to cover more than a single side of the issue. In years past, "objectivity" was demanded of a responsible American journalist. But that standard was diminished during the bitter years of McCarthyism - the 1950s in the United States - when the highly prejudiced Senator exploited the objective standard of journalists to advance his demagogy with little ba­lanced reporting or questioning by the press. Now, balance - not objectivity, if ever achievable - is the high standard of journalism.

Distortion of truth is not only at the demand of govern­ment. The early newspapers in the United States were stri­dent party organs. They daily demonized ruling officials and their party or the opposition leaders, depending on the commitment of the particular newspaper. There was no

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effort to balance reports. A reader chose his newspaper for its party affiliation and expected the opposition to be reviled. In many countries today, a similar - no less stri­dent- journalism prevails. Unhappily, in too many places today there is not the diversity of outrageous press cove­rage that was reflected even in the early press of the United States.

Today, even in democratic countries there is the steady concentration of ownership of the news media. Concen­tration moves backward in the direction of the early stages of journalism before diversity of content and pluralism of ownership were the hallmarks of democratic societies. Concentration appears in many countries, not only the United States. The largest global communication con­glomerate, AOL Time Warner, resulted from the leading magazine publisher and major owner of cable-TV systems being bought out by the biggest operator of national and international computerized networks. How would the vast news and information storehouse of Time Warner be employed (some say exploited) or (without pejorative) integrated by AOL? The biggest merger in communication history may be seen as the victory of technology over con­tent. News and information (TW) took second place to technological access (AOL); the perceived primacy of "effects" over substance, in Marshall McLuhan's much earlier analysis of the "inventory of effects" in The Medium is the Message.

In recent years, I had the AP news printer in my office. The daily offering included news and features from scores of countries- well-balanced and long-term stories, as well as those with more sensational immediate interest. Sadly, however, when I met with daily news editors I would dis-

cover that few of the AP's world news stories that did not carry themes of immediate U.S. interest would appear in print. I would be told, "THEY don't want them." The American public has little interest in foreign news, ran the argument. My reply: there is a difference between WANT and NEED. A world power must educate its people to understand the world, and prepare itself for great policy decisions. Even the term foreign news is not appropriate; it is, rather, international news. Nothing- for a properly informed citizen- should be spiked as foreign.

Afghanistan is an example. In journalist circles decades ago there was the word: "Afghanistanism." It meant that there are subjects not worth covering in the daily media. Editors believed there was little interest in reading about them - until, of course, Afghanistan became a crucial bat­tleground in the Cold War. But immediately thereafter, Afghanistanism reappeared. There was no further interest in educating the public to assist Afghans in creating a democratic society. Instead, pull away and forget! Until the World Trade Center was incinerated. Now, again, Afghanistan is news. And Americans must catch up. They needed to do so earlier, whether they had wanted to, or not.

I come to my conclusion as a realistic optimist. Even in this time of great stress and uncertainty. There are trends toward bigger conglomerates, but there are also far more radio stations than ever before, far more TV cable chan­nels than ever, and a greater awareness among newspaper proprietors that their editors should have a freer hand to set editorial policies [5]. If only television managements would return to the older concept that news and commen­tary are a public service, and not merely a profit source

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based on a viewer rating system - the system that stifles diversity and costly international news coverage. More optimistically, I believe that the Internet will eventually provide more diversity and greater access to information even in censorious countries [ 6].

Journalists have a magnificent opportunity to employ all the new tools, while learning from the history of press freedom that there are always incipient censors who would limit that freedom. They must be watched.

Notes l. I was met at the ship by Dave Safer, a classmate at Columbia Journalism School, a colleague at the World Journal, and still a valued friend. Dave took me imme­diately to the newspaper. I started writing even before I unpacked a bag. In that blacked-out city room, shared with El Mundo, then the island's leading daily, I worked from 2:30 every morning until the paper went to press at 11:00 a.m. Despite the concern over imminent warfare and the military draft, there was exhilaration in Puerto Rico 60 years ago. There was vibrant journalism. I remember Mike Santin and E. Combas Guerra, Mundo stalwarts, and Angel Ramos, publisher of both El Mundo and the World Journal. Bill Dorvillier, editor of the World Journal who later won a Pulitzer Prize at the Star. Good friends. All gone now. But the spirit of the journalism they practiced lives on, with some major differences, here and every­where.

2. I was an active player in those UNESCO debates throughout the decade. I visited 59 countries to discuss press freedom with governments and with local journa­lists. [n developing countries, I stressed the values ofinde-

1 \H pendent journalism free of governmental influence or con-

trol. In democratic states, in the West and elsewhere, I acknowledged that there were, indeed, serious failures in global news reporting. There is the need to cover interna­tional affairs more regularly and more intelligently, to cover the social and economic developments in small nations, not mainly the exotica or the coups. In brief, I urged serious examination of the criticisms of the major news flows, and, as well, rejection of the censonous "cures" being advanced for a "new order."

Sadly, the censorious proposals were broadcast world­wide by the major news services, and the valid challenges were seldom heard. The "new order" was ultimately rejected by UNESCO when that organization's very life was threatened. The United States withdrew, the British followed but have since returned. The U.S. is still out, seriously reducing UNESCO's budget. But UNESCO has become a major proponent of press freedom. It has held significant regional conferences supporting press freedom in Africa, Asia, the Middle East and Latin America. UNESCO created and annually marks on May 3, with international events, World Press Freedom Day. When journalists are in trouble, UNESCO now protests directly to the censorious government.

3. Shortly after World War I, the Supreme Court in Schenck v. United States (March 3, 1919), unanimously upheld convictions under the 1918 Sedition Act. This was the first test of First Amendment protection of freedom of expression. It came in wartime. The court acknowledged that "in many places and in ordinary times" the defendants would have been within their constitutional rights. "The question in every case is whether the words used are used in such circumstances and are of such a nature as to cause

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a clear and present danger that they will bring about the substantive evils the Congress has a right to prevent."

4. The global survey of press freedom examines 187 coun­tries. We assess the laws and administration of laws affec­ting journalism, the degree of political pressure that influ­ences the content of news reporting and analysis, and the degree of economic restrictions that affect content. Laws and administration should provide clear separation between governmental influence and control of the press, and the actual performance of journalists. Press laws should guarantee press freedom, not hamper it by devious means. Nor should the criminal or civil code be used to restrict coverage (except for clearly defined protection of citizens from libel or related aberrations). We examine the all-too-wide use of government power to harass, anest, imprison and even murder journalists. No less vital to a free press are the political pressures on news media and economic decisions such as withholding of advertising to newspapers that criticize officials, or biased application of import quotas for newsprint or broadcast equipment, or political favoritism in radio I tv spectrum assignment.

Our latest survey lists 72 countries (39% of nations) in the free-press category. Some 1,269 million people- bare­ly 21% of the world's population -live in states with free­dom of the press. Another 2,600 million people (43% of the population) live in 53 countries (28% of nations) with a partly free press. And another 2,189 million (36%) live in 63 countries (33%) with a press that is clearly not free. Thus, only 21% of the world's people enjoy a free press. Puerto Rico, obviously, is one of those places. Though here, as in the United States generally, there are some restraints on press freedom. Truth is, there is no such thing

as absolute freedom for anyone, anywhere. For there never can be absolute freedom for life in a mass society, no matter how democratic.

5. There are other large news conglomerates. Viacom added the Columbia Broadcasting Systems (CBS) to its MTV Networks. This linkage reaches millions of young viewers nationally and internationally with news and music. Rupert Murdoch's network includes newspapers in England, Australia and the United States and Star Television with massive audiences in Asia. Last year, du­ring my visit to Canada, I watched Israel Asper, who already owned a major Canadian television system, pur-

. chase 149 newspapers across the continent. For Canadians, this has political as well as journalistic impli­cations. And Random House, the prestigious and biggest American book publisher, was bought by Bertelsmann AG, the large German conglomerate. Across the United States, moreover, the trend continued apace: cities reduced to having only one newspaper increased, the size of news­paper chains grew - Gannett now has 99 dailies - and the government relaxed restrictions preventing a newspaper from owning a radio station in the same city.

6. The Internet, as every means of communication before it is not free of the censor's whim. In a study I made ear-

' lier this year I found that many of the most oppressive countries are providing somewhat more freedom to users of the Internet than these same rulers allow print and broadcast journalism. Ironically, however, some of the most democratic countries - the United Kingdom, Australia, France and the United States - control or attempt to control the content of messages flowing across the Internet. Sometimes they do this in the name of stop-

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ping pornography, sometimes in the name of national security. Whatever the rationale, the trend deserves watch­ing. Particularly now, with new legislation in the United States to employ more pervasive surveillance to detect ter­rorists.

However, I have never subscribed to the "slippery slope" theory; that is, once you start down a certain path you must end at the most feared terminal. On the snowy slope, a skier can stop in midcourse, or even reverse course. So, too, a policy in the field of communication can be altered or halted if it leads in an oppressive direction. In a society of civil law and an independent judiciary, with many civil libertarians watching, I believe that even stricter surveillance laws can be kept useful for their intended purpose without violating the civil rights of indi­vidual citizens who are not in the terrorist business.

Leonard R. Sussman is senior scholar in international communica­tions for Freedom House in New York, which he directed for 21 years. He has been journalism professor at New York University and Columbia University, where he obtained his master's degree. His wri­tings have been published in the most renowned newspapers and ma­gazines and he is the author of several books. During the 1940s he practiced journalism in Puerto Rico and served as press secretary for Governor Rexford Tugwell.

"El gen puertorriquefto de la libertad de prensa"

Por Carmen Sara Garcia

Felicito al sefior Sussman por su extraordinaria pre­sentacion sabre como la prensa norteamericana ha sostenido su libertad de prensa, aun en momentos de gue­rra declarada, y en momentos algidos de "peligro clara e inminente" (clear and present danger).

Concuerdo con sus expresiones de que a raiz de los aetas terroristas del 11 de septiembre en la ciudad de Nueva York, aun las mismas concepciones de los alcances de la libertad de prensa deben discutirse y deben plantearse nuevas enfoques. A todos nos impresionan y nos hacen reflexionar las discusiones en torno a cuales deben ser los limites, si alguno, de la cobertura de los tra­bajos y los hallazgos en la "Zona Cero", en torno a los ataques con antrax a cadenas televisivas y medias perio­disticos, sabre si es censura o no evitar que la Voz de America transmita entrevistas con terroristas o que el FBI requiera a diversos medias periodisticos capias de conver­saciones por Internet que finalicen con la expresion "In sha' Allah" (Asi lo permita Dios).

Pero sabre todo, concuerdo con la teoria metaforica del sefior Sussman de que los seres humanos tenemos el gen de la libertad de prensa, de la libertad de expresion, que para todos es una necesidad. Su libra Press Freedom in Our Genes: A Human Need evidencia con datos historicos claros como el gen del derecho a la libertad de prensa, de

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informar y de estar informados, ha ido creciendo y desa­rrol landose en medio de batallas en la gran mayoria de los paises del mundo. En algunos, los menos, este gen ya es un adulto; en otros, el gen es un nifio o un adolescente que enfrenta batallas nuevas todos los dias.

Un ejemplo que puedo presentar es Mexico. Hace unos dias, regrese de acompafiar a un grupo de estudiantes de comunicaci6n que realizaron un viaje de estudios a este pais. Y hay un incidente que ocurri6 mientras estabamos alli, que llam6 enormemente mi atenci6n y esta relaciona­do con este mismo asunto de la libertad de Ia lucha porIa libertad de prensa. El dia 19 de octubre fue asesinada en su residencia la activista mexicana por los derechos humanos Digna Ochoa. Como es de su suponer, los dimes y diretes no se hicieron esperar. Lo que me pareci6 muy interesante es que se cuestionaba al presidente Vicente Fox si iba a permitir que la prensa siguiera presentando los diversos angulos del asunto y las diversas manifestaciones en torno al asunto, algunas de las cuales insinuaban la intervenci6n del Gobierno en el incidente. La respuesta del presidente Fox fue que no iba a censurar lo que Ia prensa tuviera que decir. Es un paso adelante para una naci6n que enfrenta una historia de siglos de lucha por Ia democracia y las libertades de los seres humanos.

Y los puertorriquefios y los que habitamos esta isla, pais, naci6n, colonia, protectorado, y hasta continente, ( o como libremente usted quiera llamarle), tambien enfrenta­mos todos los dias nuestras batallas por desarrollar el gen de Ia libertad de prensa.

La lucha de los periodistas puertorriquefios y del pueblo pucrtorriquefio por hacer crecer el gen de la libertad de

prensa ya tiene siglos. Y, contrario a lo que muchos sc empefian en decir, ha librado sus buenas batallas y ha dado sus frutos. Podriamos decir que nuestro gen de Ia libcrtad de prensa es un joven adulto que ha empezado a enfrcntar su prop6sito con responsabilidad, pero al que aun le faltan muchas batallas que enfrentar.

El gen de la libertad de prensa puertorriquefio atm tiene que librar batallas como las siguientes:

1. Ia batalla para entender Ia raz6n de ser del periodismo y poder hacer que el pueblo entienda y respalde esa misi6n democratica

2. la batalla contra el protagonismo periodistico que arropa a algunos periodistas y Jes hace olvidar que lo importante es la informacion y no quien la transmite

3.la batalla, igual que menciona el sefior Sussman, para que los duefios de los medios periodisticos entiendan que tambien hay darle al pueblo "lo que necesita" y no sola­mente "lo que quiere".

4. la batalla por profesionalizar a sus integrantes, fomen­tando el continuo estudio formal e informal de los perio­distas, mediante la lectura, los viajes, los semmanos y otros metodos de adquirir conocimiento.

S.la batalla para que las empresas periodisticas sean medios informativos y no mayormente medios promo­cionales y de consumo

6. Ia batalla para que politicos, lideres gubernamentales, lideres comunitarios y el publico en general entienda que

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116

los periodistas no son propagandistas, y que s1empre "hacen su trabajo"

7. la batalla para impedir que fuerzas politicas y econ6-micas intenten coartar la libertad de prensa mediante Ia supresi6n de los respaldos econ6micos que sostienen las empresas periodisticas en una sociedad democnitica

8.la batalla para que se respete y se resguarde Ia integri­dad emocional y fisica de nuestros periodistas

9. la batalla para que los periodistas puertorriquefios ten­gan el derecho a cubrir los incidentes ocurridos en Puerto Rico con prioridad y sin riesgo a su vida, a su libertad ni al menoscabo de su calidad profesional.

Como en muchos otros paises, nuestro gen de la liber­tad de prensa esta latente. Ha avanzado mucho a lo largo de la historia del periodismo puertorriquefio. Debe aun superar muchos retos y alcanzar muchas metas. Pero existe. Y esta en desarrollo. Los periodistas de sus inicios, los que ahara lo practican y, sabre todo, las nuevas gene­raciones, lograran que nuestro gen madure y llegue a la adultez.

La profesora Carmen Sara Garcia es Directora del Departamento de Comunicaci6n de la Universidad del Sagrado Coraz6n en Santurce, P.R. Es coautora del manual de estilo Periodismo sin gazapos. Tiene una maestria en periodismo de Ia Universidad de Illinois y otra maestria y bachillerato en estudios hispfmicos de Ia Universidad de Puerto Rico.

Comments by Sherman Wildman

It is an honor to be invited to join this panel ... and to be included in a dialogue with the distinguished Mr. Sussman. His work with Freedom House tracking free­dom of the press ... or more accurately, lack of freedom of the press around the world ... is truly heroic. And his recent book, Press Freedom in Our Genes: A Human Need, is truly interesting, educational, entertain­ing ... and in its collection of media history ... very pro­found.

I also want to thank the Center for inviting me to com­ment on Mr. Sussman's speech tonight. If I may say so, Mr. Sussman and I are joining Geraldo Rivera in Afghanistan.

If I may be indulged a bit, I would prefer to expand his theme, press freedom in our genes ... to freedom in our genes. This is evidenced by the incredible heroics of those searching for freedom over the centuries ... over the world. From Cuba ... Santo Domingo ... Israel ... those searching out of Africa.

It is at a certain level of freedom that we realize that freedom of the press is an important tool for sustaining and guaranteeing the greater freedom that is enjoyed. As Mr. Sussman said, "The freedom of news media is inti­mately tied to human freedom, for the press is a surrogate for the people."

1·1!

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Permit me to again expand: The press is merely a reflec­tion of the times, social culture and power structure with­in which it operates.

Compare the journalism of the FDR years to the George W. (Bush) years ...

Compare society during the Eisenhower years to socie­ty during the Clinton years ...

IIH

Compare the American power structure to that of the Saudi Arabian power structure ...

Shennan Wildman is President ofWOSO Radio, the only English-lan­guage station in Puerto Rico. He graduated from the University of Illinois and worked for CBS Radio and TV Network in New York, among other locations. He was a founding partner of San Juan Magazine, and is the author ofThe Best of Puerto Rico.

Pilares de la libertad de prensa

"No se aprobani ley alguna que restrinja la libertad de pa­labra o prensa o el derecho del Pueblo a reunirse en asam­blea pacifica y pedir al gobierno la reparaci6n de agravios". Secci6n 4, Articulo II, Carta de Derechos, Constitu­

ci6n del Estado Libre Asociado de Puerto Rico.

"Congress shall make no law respecting an establishment of religion, or prohibiting the free exercise thereof; or abridging the freedom of speech, or of the press, or the right of the people peaceably to assemble, and to petition the Government for a redress of grievances." Amendment I, to the Constitution of the United States of America.

"No hay personas ni sociedades libres sin libertad de expresi6n y de prensa. El ejercicio de estas no es una con­cesi6n de las autoridades, es un derecho inalienable del pueblo". Primer Principia de la Declaraci6n de Chapulte­pec, la cual promueve la libertad de prensa en las Americas. Fue redactada en la Conferencia Hemisferica convocada par la Sociedad Interamericana de Prensa en marzo de 1994 en el Castillo de Chapultepec, Mexico.

"La libertad de expresi6n, en todas sus formas y mani­festaciones, es un derecho fundamental e inalienable, inherente a todas las personas. Es, ademas, un requisito indispensable para la existencia misma de una sociedad democratica". Primer Principia de la Declaraci6n de Prin­cipios sabre Libertad de Expresi6n, promulgada en 1994 par la Oficina de la Relatoria para la Libertad de Expresi6n de la Organizaci6n de Estados Americanos.

jLibertad de prensa, libertad de todos! I I tJ

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Apendice de Difa1naci6n Criininal

l De be o no exis tir el deli to de difamaci6n?

In dice

Introducci6n Meriemil Rodriguez ....................... 152

Difamaci6n - Parte I Anotaciones sobre el delito de difamaci6n

Lcdo. Luis Mariano Villaronga ............... 155 Apuntes sobre el delito de difamaci6n

Lcdo. Eudaldo Baez Galib .................. 166 Ponencia del Overseas Press Club de Puerto Rico

Sandra Rodriguez Cotto ..... . .... .. ..... .. . 177 Ponencia de la Asociaci6n de Periodistas de Puerto Rico

Leila Andreu Cuevas ..... ... ... . .. . ...... . 207 l,Debe o no existir el delito de difamaci6n?

Lcdo. Eduardo Villanueva Munoz . . . ....... . .212

Difamaci6n - Parte II Hostigamiento legal amenaza la libertad de prensa

Joel Simon ............................. .220 Legal harassment threatens freedom of the press

Joel Simon ............................. .235 El caso de Colombia

Ana Maria Duran Carrasquillo ... .. ... .. . . .. .249 La libertad de prensa es una, pero multiple en sus manifestaciones

Lcdo. Eudaldo Baez Galib .. .. .... ... ..... . . 262

Ill

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I ',.2,

Introducci6n al Apendice sobre la Difamaci6n Criminal

El Centro para la Libertad de Prensa coauspici6 dos foros publicos sobre el tema de la descriminalizaci6n de la difamaci6n en Puerto Rico. Periodistas y juristas se dieron cita el 1 5 de junio de 2000 y el 21 de febrero de 2001 en el Colegio de Abogados para discutir tan importante tema.

Estas dos actividades se llevaron a cabo durante las presidencias del Colegio de Abogados de los licenciados Eduardo Villanueva y Jaime Ruberte, respectivamente. El primer panel de discusi6n fue moderado por el Lcdo. Antonio Garcia Padilla, entonces Decano de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico y ahora Presidente de dicha universidad. Los panelistas fueron los licenciados Villanueva y Luis Mariano Villaronga, exper­to en derecho constitucional; el senador Eudaldo Baez Galib; las periodistas Sandra Rodriguez Cotto, entonces Presidenta del Overseas Press Club de Puerto Rico (OPC), y Leila Andreu Cuevas, entonces Presidenta de la Asociaci6n de Periodistas de Puerto Rico (Asppro ).

El segundo foro publico tuvo como orador invitado al periodista Joel Simon, Subdirector del Comite para Proteger Periodistas (CPJ, por sus siglas en ingles) y el panel de discusi6n estuvo compuesto por el Lcdo. Ruberte y los periodistas Ana Maria Duran de Colombia y Luis Guardiola, de Telemundo, y fue moderado por el Lcdo. Villaronga. El senador Eudaldo Baez Galib no pudo asis­lir al segundo foro publico, pero envi6 su ponencia por ·scrito.

Difainaci6n parte I

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154

Foto El Nuevo Dia I Luis Ramos

El Centro para la Libertad de Prensa en Puerto Rico se une a las voces de los periodistas que claman a nivel mundial que se descriminalice la difamaci6n, incluyendo a Puerto Rico, y celebr6 un primer foro publico sobre este tema el 15 de junio de 2000 en la sede del Colegio de Abogados en Santurce. Meriemil Rodriguez, Directora Ejecutiva del CLP, presenta a los panelistas: Lcdo. Antonio Garcia Padilla, entonces Decano de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico; Lcdo. Luis Mariano Villaronga, experto en derecho constitucional y coordi­nador de la junta Asesora del CLP; senador Eudaldo Baez Galib, Presidente de la Comisi6n de lo Juridico del Senado de Puerto Rico; Sandra Rodriguez Cotto, entonces Presidenta del Overseas Press Club de Puerto Rico; y el Lcdo. Eduardo Villanueva, entonces Presidente del Colegio de Abogados. (No aparece en la foto Leila Andreu Cuevas, entonces Presidenta de la Asociaci6n de Periodistas de Puerto Rico.)

Foro sobre Difamaci6n

Luis M. Villaronga

15 de junio de 2000 Antecedentes:

Agradezco la invitaci6n del Centro para la Libertad de Prensa en Puerto Rico para participar en este foro sobre la difamaci6n criminal.

Se me ha pedido que ponga el tema en perspectiva, poniendo la difamaci6n en su contexto juridico y en su interrelaci6n con principios constitucionales.

Del latin diffamare, es decir "mala fama," la difamaci6n es el acto de desacreditar a alguien, de palabra o por escrito, publicando cosas contra su buena opinion o fama. De ahi que la difamaci6n siempre esta vinculada con la expresi6n o con conducta expresiva o comunicativa, ver­bal, escrita y, aun, simb6lica.

La caricatura Los cuemos clavados en la puerta de la casa del deman­

dante (1589)

Los dafios que resultan de la expreswn difamatoria pueden clarificarse con dafios a los intereses de la persona en sus relaciones con otras personas ("relational inte­rests"). Es decir, una reputaci6n desacreditada puede rcsultar en la perdida del empleo, del ingreso, en Ia soledad y aun del ostracismo.

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1'56

La proteccion contra la difamacion es de origen muy antiguo en el derecho occidental. La expresion difama­toria no ha sido favorecida o no ha sido tan favorecida como la expresion de otro contenido. Las sociedades occi­dentales usualmente han desarrollado dos maneras de pro­teccion:

La accion torticera que provee un remedio en dafios o, en algunos casos, en la supresion de la expresion difama­toria.

La sanci6n penal; la tipificaci6n de la expresi6n difa­matoria como delito

En Puerto Rico ambas formas de sancionar la difa­macion existen, ciertamente desde principios del siglo 20. Hoy nos ocupan los Arts. 118-121 del Codigo Penal de 1974, que establecen el delito de difamacion criminal.

Como sabemos, hoy abona a nuestro interes la enmien­da hecha al Art. 118, aprobada en diciembre de 1999, que aumenta la pena de multa de $500 a un maximo de $5,000 y ademas autoriza la imposicion de la pena de prestacion de servicios en la comunidad.

Cabe notar que el aumento a $5,000 vuelve a establecer la multa maxima que permitia el Codigo Penal del afio 1937.

Tension entre la libertad de expresi6n y las sanciones por difamaci6n

La tension entre la libertad de expresion y las sanciones por la difamacion es inevitable. Se trata de valores en con­flicto:

De una parte valoramos la libertad de exprcsion, cl derecho a informacion y deploramos el efecto paralizantc ("chilling effect") que pueda causarse al ejercicio del dcrc­cho de expresion.

De otra, tenemos preocupaciones legitimas sobre la repu­tacion de las personas en esta sociedad; la reputacion es algo que cada cual valora.

La Constituci6n de Puerto Rico presenta este conflicto: La§ 4 de su Carta de Derechos dispone que nose apro­

bara ley alguna que restrinja la libertad de palabra o de prensa ...

La § 8 dispone que toda persona tiene derecho a prote­ccion de ley contra ataques abusivos a su honra, a su repu­tacion y a su vida privada y familiar.

[No existe disposicion similar en la Constitucion de los Estados Unido.]

Historicamente esta tension ha estado presente. Desde muy temprano se observan medidas para suprimir la expresion que se percibe difamatoria, sobre todo cuando esta se refiere a personas poderosas. Asi en Inglaterra uno de los primero estatutos (1275) sobre el tema, De Scandalum Magnatum, sancionaba la expresion de quienes criticaban al rey y a la nobleza.

La hostilidad entre quienes ostentan el poder politico hacia las expresiones de sus criticos es caracteristica de la historia de las sanciones por difamacion. La historia tiende a repetirse ocasionalmente.

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1'58

Democratizaci6n y libertad No obstante, tambien se observa que la democratizacion

de las sociedades occidentales conduce paulatinamente a una disminucion de las limitaciones a Ia libertad de expre­sion. Ello resulta, entre otras cosas, en una alteracion del balance a favor de la libertad de expresion y en contra de las medidas encarninadas a proteger la reputacion, sobre todo aquellas basadas en la sancion penal.

Como veremos, en los Estados Unidos es donde se da mas claramente este proceso, pero no esta limitado a dicha nacion.

Por ejemplo, en Inglaterra, un pais cuyas sanciones civiles por difamacion son feroces, ha caido en desuso la difamacion criminal como sancion; de hecho, en el caso de los medios de comunicacion sencillamente no se les aplica.

En Estados Unidos ha ocurrido algo similar. Por ejem­plo, cuando el American Law Institute propuso el Codigo Penal Modelo en (1961) [aun antes del caso del New York Times], descarto la difamacion criminal como deli to. Remitio ala persona a las sanciones civiles del derecho de daiios.

En el ambito estatal norteamericano, un estudio reciente demuestra que tan solo cuatro estados mantienen estatutos de difamacion criminal, y aun en estos, los mismos estan en desuso.

New York Times v. Sullivan y su progenie Considero que el progreso que uno observa a favor de la

libertad de expresion es producto de la revolucion que

ocurre en este campo del derecho desde la decision del Tribunal Supremo federal en el famoso caso de New York Times v. Sullivan. 376 U.S. 254 (1964). Esta decision y las muchas otras que se sucedieron establecieron un nuevo estado de derecho que establece el basamento del nuevo balance a favor de la libertad de expresion. Y los cambios recientes en Ia composicion del Tribunal no han alterado este estado de cosas.

Antes que todo, debo observar que las normas sentadas por la jurisprudencia del Tribunal Supremo federal son las que prevalecen y establecen el limite minimo de prote­ccion a Ia libertad de expresion en el campo que nos ocupa. Puerto Rico, al igual que los estados de los Estados Unidos, puede brindar mayor proteccion a Ia libertad de ex presion, pero no puede reducir la proteccion que ofrecen las normas federales.

New York Times y su prole constituyen interpretaciones de la Primera Enmienda a la Constitucion federal que aplica plenamente a Puerto Rico.

Las normas sentadas en la jurisprudencia federal tam­bien prevalecen sobre aquellas en la Constitucion de Puerto Rico que pudieran parecer que autorizan a nuestra Asamblea legislativa a actuar. Por ejemplo, la § 8 de la

arta de Derechos.

La jurisprudencia federal establece un ordenamiento de varios niveles y de cierta sutileza y complejidad para aten­der el balance entre la libertad y la reputacion.

Ademas, debe quedar claro que las normas son aplica­hlcs tanto a las acciones civiles como a las acciones crimi-

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nales. En este aspecto no existe diferencia en cuanto a la protecci6n que ofrece la Primera Enmienda. [Caso Garrison v. Louisiana, 379 U.S. 64 (1964)]

A riesgo de simplificar excesivamente, bosquejemos las normas:

Primero, el caso de los funcionarios publicos y los can­didatos a puestos publicos:

El demandante podni recuperar daiios ( o ser sancionado criminalmente) solo si se prueba que:

• el demandado hizo expresiones de hecho que son falsas

• el demandante actu6 con malicia real ("actual malice")

El termino malicia real es un termino de arte, es decir no se trata de maldad o mala intenci6n. Antes bien quiere decir que:

• el demandado sabia o conocia (subjetivamente) que lo dicho era falso o

• que actu6 con craso menosprecio de la verdad ("reck­less disregard of the truth.")

El demandante tiene todo el peso de la prueba mediante prueba "clara y convincente" en casos civiles o mas alla de duda razonable en los criminales.

Recae sobre el demandante el peso de probar la falsedad de lo dicho y que lo dicho se refiere a hechos y no a opi­niones. El demandado no tiene obligaci6n de probar que lo

160 dicho es cierto.

La mera negligencia es insuficiente para dcmostrar cl "craso menosprecio". Antes bien, debe demostrarsc que el demandando tuvo serias dudas sobre la veracidad de lo publicado. En consecuencia es muy dificil probar la "mali­cia" requerida.

Segundo, el caso de las llamadas "figuras publicas."

A las figuras publicas se les aplican los mismos criterios que a los funcionarios publicos. En consecuencia, en tales casos el problema gira en torno a la determinacion de quien es una figura publica.

La jurisprudencia del Tribual Supremo no es clara en cuanto a esto. Generalmente se clasifican como figuras publicas aquellos que se han lanzado a Ia palestra de una controversia publica o a] que ha alcanzado cierta promi­nencia en nuestra sociedad.

Su status de figura publica cobra fuerza si Ia controver­sia gira en torno a asuntos de interes publico, pero no se limita a ello.

Tercero, personas privadas envueltas en asuntos de interes publico. No se aplica el requisito de malicia, pero d demandante debera probar Ia falsedad de lo dicho y que L'l demandado actu6 negligentemente.

Cuarto, personas privadas envueltas en asuntos priva­dos. Estos son los individuos a quienes los estados pueden ofi·ccer mayor protecci6n.

l ~ n resumen, las normas sentadas por el Tribunal Supremo federal establecen una transacci6n entre los

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162

val ores de la expresion y la reputacion. Le dan mayor peso a aquella expresion que es pertinente al proceso politico y al interes publico, particularmente cuando los que alegan difamacion son funcionarios publicos o figuras publicas.

De otro lado, las normas le dan mas peso a la reputacion en casos de personas que no han entrado voluntariamente en la palestra publica y cuando los asuntos no son de interes publico.

Interrogantes sobre el Articulo ll8 et seq. En Puerto Rico, la litigacion sobre las cuestiones

resueltas por el caso del New York Times y su prole ha estado limitada al ambito civil. Nuestra jurisprudencia en estos casos, en general, se adhiere a lo resuelto por el Tribunal Supremo federal.

En el ambito penal, solo he encontrado un caso resuelto por el Tribunal Supremo de Puerto Rico que data del aiio 1982, Pueblo v. Olivero, 112 D.P.R. 369 (Negron Garcia, J.; Torres Rigual cone.; Diaz Cruz, cone.; Trias, disintio sin op.)). Es una opinon parca y poco util para el tema que nos ocupa, pues trataba de una controversia entre personas privadas. El Tribunal Supremo no enfrento las diversas interrogantes que el Art. 118 etc. presenta a la luz de las doctrinas bosquejadas.

Primero, segun el historial del referido articulo, el rnismo se redacto para conformarlo con las doctrinas de New York Times. Cabe preguntarse si fue exitoso en dicho proposito.

Segundo, el Art. 118 define Ia malicia como uno de los elementos constitutivos de delito. Sin embargo, el termino

no se define y por ende desconocemos si tiene cl mismo significado en el caso de funcionarios y figuras p(lblicas.

Tercero, la tipologia de conductas descritas en eJ articu­lo no es precisa. No esta claro si se refiere a expresioncs de hecho o si incluye opiniones u otros tipos de expresion que no encierran elementos facticos.

Cuarto, no distingue entre diversos tipos de personas afectadas por las expresiones.

Quinto, no establece con claridad quien tiene el peso de Ia prueba. z,Lo tiene el estado totalmente? z,Cual es eJ quantum de prueba?

Sexto, el Art. 119 pone sobre el acusado el peso de pro­bar la verdad como defensa. Ademas le requiere probar una "sana" intencion y unos "fines justificables".

Septimo, el Art. 119, le imp one al acusado el peso de probar la verdad aun en casos de funcionarios pubJicos. ( ruarda silencio en cuanto a los casos de figuras publicas.

Octavo, el Art. 119 contiene un disponiendose que podria entenderse que incorpora el requisite de "malicia r~.:al", pero lo hace de manera confusa y sin explicar su l'Ontenido.

En fin, aun antes de la enmienda de 1999, estimo que el rt. 118 adolece de serias inconsecuencias con las normas

l onstitucionales vigentes. Tales fallas pueden dar base para un serio efecto paralizante si el gobiemo decidiera ltaccr uso del mismo. Si bien es cierto que sus fallas quizas pucden subsanarse mediante la interpretacion judicial,

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164

pero todos sabemos que ese es un proceso lento, costoso y azaroso.

Si a todo lo anterior, afiadimos la reciente actuaci6n de la Asamblea Legislativa de aumentar la pena de multa y afiadir la sanci6n de prestaci6n de servicios en la comu­nidad, la preocupaci6n sobre el verdadero efecto de la medida es real.

Y si a ello, afiadimos que la intenci6n expresada en la Exposici6n de Motives de la Ley claramente explica que su intenci6n es disuadir el que las personas se expresan, especialmente a traves de los multiples medios de comu­nicaci6n, entiendo que es legitime pensar que el efecto de la ley es dar marcha atnis a las conquistas de esta sociedad democnitica en el ambito de la libertad de palabra.

En fin, cabe preguntarse lo que el American Law Institute se pregunt6 Y' contest6 hace cerca de 40 afios al no incorporar la difamaci6n criminal en el C6digo Penal Modelo: (,Que interes tenemos en un Estado social y democratico de derecho, a los inicios del siglo 21, de ocu­pamos de medidas que menoscaban nuestra La libertad de expresi6n, en lugar de enaltecerla? (,No es hora ya de aplicar la clara lecci6n de Brandeis, que el remedio para la expresi6n difamatoria es aun mayor libertad de expresi6n? Mir Puig: "Un Estado social y democratico de Derecho solo debera amparar como bienes juridicos condiciones de la vida social, en la medida en que afecten las posibili­dades de participaci6n de individuos en el sistema social. Y para que dichos bienes juridicos merezcan ser protegi­dos penalmente ... sera precise que tengan una importan­cia fundamental".

Brandeis: "If there be time to expose through discussion the falsehoods and fallacies ... the remedy to be applied is more speech." Whitney v. California. 274 U.S. 357, 377 (1927).

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Apuntes para una ponencia sobre el delito de difamaci6n

Introduccion:

Eudaldo Baez Galib

Senador

15 de junio de 2000

El Codigo Penal espaiiol preveia la "injuria" que luego, con el cambio de soberania y la adopcion del Codigo Penal de California en 1902, quedaba plasmada en dos modalidades, el libelo y la calumnia, donde el delito se cometia mediante escritos, en el primero, y hablado, en el segundo. En la revision de 1937 se mantuvo y fue en 1974, con el nuevo Codigo, que mediante la fusion de ambos delitos se constituye el de difamacion, dispuesto en su Articulo 118.

AI asi fundirse, el legislador toma en consideracion " .. .las ultimas tendencias jurisprudenciales, ... [y] requiere mayor prueba para probar el delito cuando se trate de fun­cionarios publicos o materia revestida de interes publico. (New York Times v. Sullivan, 376 U.S. 254; Garrison v. Louisiana, 379 U.S. 64)".

Mediante Ia Ley Numero 329 de 10 de diciembre del 1999, pasa a ser delito grave. Principios generales a atenderse:

A. " ... el proposito para el cual fue redactado [el Codigo

Penal, es para] disuadir lo mis posible la comi ion de crimenes en Puerto Rico y darle asi a este pueblo una razonable tranquilidad, ala cual tiene perfecto derecho ... "

B. Las funciones basi cas del Codigo son: 1) Controlar Ia conducta peligrosa, 2) Representar un determinado orden moral, 3) Mantener el orden publico y 4) Darle virtualidad a los derechos constitucionales.

C. Informe del P. de laC 927. Sobre el Codigo Penal, 1974

"De rigor es reconocer que una sociedad dinamica y compleja como es la puertorriqueiia es di:ficil, sino imposi­ble, lograr y obtener un consenso unanime sobre las for­mulas mas eficaces y justicieras de como enfrentarse y tratar Ia conducta antisocial delictiva Siempre existiran diferentes opiniones sobre los bienes a tutelarse, la tipifi­~,;acion de tal o cual delito y la pena a imponerse. No obstante, la Comision entiende que existe un consenso rnayoritario comunitario ... "

"Todo Codigo Penal debe ser reflejo diafano y genuino de los valores de la sociedad para la que se legisla ... " " 1 ~ 1 Codigo Penal no puede estar al servicio de minorias dustradas en la sociedad ni obedecer a los caprichos per­'lt>nales o individuates de unos y otros, tiene que ineludi­hlcmente responder al consenso de todos los sectores y de lodos los intereses interpretando la forma mas amplia y 1 oherente posible".

D. Delito malum in se es uno naturalmente maligno wg(m adjudicado por la sensibilidad de una comunidad 1 1vilizada y un delito malum prohibitur es el meramentc l1• 'islado de acuerdo a los estandares de necesidad. El

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168

crimen universal igual que el malum in se existe esencial­mente en todas las sociedades. [ 4]

Seiialamientos particulares 1. Con la Constituci6n del ELA se consagra el "derecho a protecci6n contra ataques abusivos a [la] honra, a [la] reputaci6n y a [la] vida privada o familiar".

2. De ahi emana actual y sustancialmente la protecci6n ofrecida ( difamaci6n).

3. En Estados Unidos el acto de difamar, como delito, "es una ofensa contra la ciudadania activado por el Soberano", y como acci6n civil "es un dafio privado activado por la parte afectada". "De ordinaria la base para una acci6n criminal por [ difamaci6n]... es su efecto injurioso a! pueblo o su tendencia a provocar una violaci6n a lapaz publica y no el dafio ala reputaci6n de la persona [ difama­da]".

4. "La creaci6n de un delito tiene que ser razonablemente necesaria para evitar un mal manifiesto o anticipado".

5. "Se ha sostenido que la Legislatura no tiene poder de convertir un acto inocente en un delito cuando la salud publica, seguridad, tranquilidad y bienestar no son afecta­dos."[6]

6. En Estados Unidos la tendencia a eliminar el delito de difamaci6n descansa en que "usualmente reservamos el derecho penal para comportamiento dafioso que perturba excepcionalmente el sentido de seguridad de la comu­nidad ... Es evidente que la calumnia personal en Estados Unidos no cae en esta [cualificaci6n]. ..

7. "La jurisprudencia norteamericana, estatal o federal , en este campo posee, caracter ilustrativo o persuasivo tan

solo. Nuestra percepci6n de los valores envueltos y cl modo de conciliarlos pueden ser enteramente distintos".

8. El volumen de casas por difamaci6n radicados, para las fechas disponibles, es el siguiente:

1983-84 167 1989-90 177 1994-95 122 1996-97 136

9. Se ha dicho que la difamaci6n es un de lito "moribun­do". Comparese con los siguientes: Incitaci6n a suicidio (Art. 90), Anuncio de medias para producir abortos (Art. 93 ), Lanzar acidos (Art. 97), Duelo (Art. 98), Seducci6n (Art. 101), Bestialismo (Art. 104), Anuncios Obscenos (Art. 116), Bigamia (Art. 123), Incumplimiento de Habeas < 'orpus (Art. 133), Violaci6n de comunicaci6n privada l'S<.:rita (Art. 143), Revelaci6n de secreto profesional (Art. I ~ I), Profanaci6n de cadaveres (Art. 155), Profanaci6n de nbjctos (Art. 156), Enterrar fuera de cementerio (Art. 157) 'r si estos tambien deben ser derogados por desuso.

' nnsideraciones constitucionales • Scgun inicialmente propuesta, la Secci6n 8, Articulo II, Ilia : "Toda persona tiene derecho a protecci6n contra tltques abusivos a su honra, su reputaci6n y su vida pri­.11ln familiar".

' Ni en la proposici6n original de Jaime Benitez ni en las ''' pt<.:iadas por las delegaciones republicanas y socialistas · tlll"llCionaba este derecho, el cual tampoco se reconocia '"' l.t Ley Organica, pero se consider6 vital reconocer estc

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derecho expresamente en la Constitucion y no dejarlo a su creacion fortuita por los tribunales".

• La disposicion fue enmendada para que leyera en la forma actual: "Toda persona tiene derecho a proteccion de ley contra ataques abusivos a su honra, a su reputacion ya su vida privada familiar" . Se adiciona "de ley".

• "La proteccion contra ataques a la honra, reputacion y vida privada constituye tambien un principio que comple­menta, el concepto de la dignidad humana mantenido en esta Constitucion. Se trata de Ia inviolabilidad personal en su forma mas completa y amplia. El honor y la intimidad son valores del individuo que merecen proteccion cabal, no solo frente a los atentados provenientes de otros parti­culares, sino tambien contra ingerencias abusivas de las autoridades. La formula propuesta en la Seccion 8 cubre ambos aspectos. Complementa constitucionalmente lo dispuesto en la Seccion 10 y cubre el campo conocido como el right to privacy particularmente importante en el mundo moderno".

• Sobre "dignidad humana" (Sec. 1, Art. II): "En cuanto fuera menester nuestra organizacion legal queda robuste­cida por la presente disposicion constitucional, a la vez que obligada a ensanchar sus disposiciones para dar plena realizacion a lo aqui dispuesto".

Caso DeJesus Mangual v. Fuentes Agostini et als. (Circulado por el Centro para nuestra atencion.) l. Proposito de Ia demanda: [Es]" ... la expectativa [del periodista] de ira la carcel, o multado en miles de dolares, y la forma en que esa amenaza afecta el disfrute de los derechos de prensa" y " ... el texto de los Articulos 118-121

es inconstitucional..." "El Articulo 118, segun en men­dado, tiene la intencion de amedrentar a los periodi ·tas" .

2. La controversia en una difamacion " ... boils down to a private dispute .. . "

3. Premisas sobre las que se funda: a) "Todo considerado, cl Articulo 118 no es nada menos que la perfecta arma rctaliatoria de politicos descontentos, quienes casi unani­memente se confabularon para producir un 'fuerte' Art iculo 118 a tiempo para el aiio electoral corriente", y b) "La ventaja de radicar cargos criminates contra periodis­las, incluyendo al demandante, en comparacion con Ia ra­di cacion de un caso de difamacion civil, casi garantiza que los periodistas se conviertan en objeto de persecucion por difamacion, seglin contemplado y planificado por una vir­lrra I unanimidad de los legisladores".

I (, Por que es amenazante para De Jesus Mangual el \rliculo enmendado?

• "... the complaint gets represented by the district attorney, who is paid with public funds; the com plainant does not have to retain the services of an attorney, as in a civil case ... "

• '' ... there are no depositions or interrogatories before tri al..."

• " ... the complainant does not have to spend money on

• " ... calendars are relatively fast, compared to the civil Htdc .. . "

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• ... the complainant does not have to show falsity; as he must in a civil case ... "

• " ... it is the defendant who must prove truth under Article 119, changing the burden of proof 180 degrees from what prevails on the civil side ... "

• "... if the complainant prevails, he may force the defendant to publish the judgment (Article 121), a remedy which could not be ordered... in a civil suit..."

Datos sobre la Ley Num. 329 de 10 de diciembre de 1999. 1. Resulta del P. del S. 413 de la autoria del suscribiente.

2. Asignado ala Comisi6n de lo Juridico del Senado, esta sefial6 vista publica a la cual acudi6 el Colegio de Abogados, la Comisi6n de Derechos Civiles del ELA y el Departamento de Justicia (citados y excusados fueron la Administraci6n de Tribunates, el Contralor y la Oficina de Gerencia y Presupuesto ).

3. Posturas: a) Colegio de Abogados. "Hoy, que los valores estan

en crisis y el civismo es el gran desconocido, debemos recurrir al peso de la vindicta para preservar el derecho que es segundo unicamente a la vida el honor ... Favorecemos la medida."

b) Secretario de Justicia. "Es importante destacar que el delito de difamaci6n tiene como base constitucional el Articulo II Secci6n 8 de la Constituci6n del Estado Libre Asociado... Consideramos que dada la importancia del principia constitucional recogido en el articulado que

cstablece el delito de difamaci6n, se justifica un au men to en la penalidad dispuesta por dicho delito, como proponc cl P. del S. 413".

c) Comisi6n de Derechos Civiles. "Entiendo que Puerto Rico es un pais con tradici6n de respeto a los derc­chos individuates y con visiones de avanzada promulga­dos por nuestra propia Constituci6n, recomendamos que el Proyecto del Senado 413 se estudie con mucho cuidado. Recordemos que este delito constituye un delicado bal­ance con el derecho a libertad de expresi6n. En aras de proteger ese delicado balance y fortalecer los derechos constitucionales en Puerto Rico, debemos ser muy cuida­dosos al fijar penalidades."

d) Recomendado favorablemente por la Comisi6n de to Juridico del Senado, fue aprobado por unanimidad en dicho cuerpo. Recomendado favorablemente por la < 'omisi6n de lo Juridico Penal de la Camara, fue aprobado , on un voto en contra. El gobemador lo convirti6 en ley.

c) Las vistas publicas fueron anunciadas por el Senado y publicadas en los calendarios del dia y por los medios de , ahles.

. I kbe o no existir el deli to de difamaci6n? I >c los sefialamientos anteriores, que comprenden el

IH' Il samiento legal y legislative en tomo al asunto, pt1dcmos deducir que el delito de difamaci6n en Puerto I 1 ·o tiene caracteristicas diferentes al de los Estados ll11Hios. Esto nos fuerza analizar la tendencia norteameri-• 11m de eliminar el de lito y mantenerlo como una acci6n

11 dai1os ante la sugerencia de que copiemos el patron.

h .; menester atender primero el por que de la solicitud 1•11 l'lltada por sectores de la prensa. Se resume en primer

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Jugar, que la mera existencia del delito es un disuasivo ala Iibertad para ejercer y, en segundo lugar; que de por si el delito rifie con Ia libertad de prensa constitucionalmente protegida mediante Ia Seccion 4, Articulo II.

Sostengo que a diferencia de las jurisdicciones nortea­mericanas, el honor es un asunto protegido constitucional­mente con mandato de atencion par Ia ley. La Seccion 8, Articulo II, es elocuente, no solo por lo que sus palabras expresan, si no por el historial de su aprobacion tanto por la enmienda introducida como por el informe rendido que avala la aprobacion. Alia la razon de ser del delito es para el estado proteger la "paz publica" y no el honor del afec­tado, el cual se deja al juego judicial civil.

Cabe, pues, preguntamos si constitucionalmente es per­misible Ia derogacion del delito sin Ia previa enmienda a la disposicion constitucional. Como tambien cabe pregun­tamos, al amparo de Clave!, supra, silos "valores envuel­tos" son similares a los de Estados Unidos.

Me sospecho que al no existir precedentes ni aclara­ciones educadas sobre el asunto, podemos inferir que el ser difamado genera una actuacion obligatoria del estado en proteccion del honor del difamado, contrario a Estados Unidos donde la intervencion del estado es para mantener el orden y no proteger el honor, lo que se deja en manos del difamado para reclamar economicamente.

En cuanto a los "valores", fuerza nuestro complejo cul­tural y de hecho toda nuestro idiosincrasia, determinar si sobre el esquema moral que descansa el asunto, a) es igual al de alla, b) sino lo es, y c) sino lo es, cambiarlo.

Luego de contestadas estas dos interrogantes, dcbcmos entonces atender los asuntos practicos y procesalcs. Para asi hacerlo resulta excelente como ejemplo el caso De Jesus Mangual supra, donde el demandante enumera todas y cada unas de sus objeciones a los parametros penaJes vis a vis los civiles por encontrarlos amenazantes a su practi­ca del periodismo. Veamos.

Tiene profundo temor porque el denunciante no gastara dinero para iniciar y proseguir el proceso; porque no podra cl imputado realizar descubrimiento de prueba ni gastar dinero en eso; el proceso sera rapido en lo criminal y es preferible ellento de lo civil; el denunciante no tendra que probar falsedad en lo criminal, mientras que si en lo civil; l'l imputado en lo criminal tiene que probar Ia verdad cam­hiandose el peso de Ia prueba de lo civil; y si se determi­n:l que hubo la difamacion, en lo criminal se puede forzar In publicacion de Ia sentencia, mientras que en lo civil no.

Precisamente esos son los elementos que rendirian al dditmado. Contratar un abogado a por lo menos $100 la l1nra por un litigio que podni durar de tres a cinco afios d1•pcndiendo el proceso apelativo. El procedimiento de , h swbrimiento, en manos de una parte con recursos , 1 on6micos, puede constituir un anna punzante a la gar­l ''''ta procesal del difamado.

M i remos entonces la enmienda aprobada convirtiendo I ,k•lito en uno grave. (,Que ofrece la gravedad que no

•dllTia antes el ser menos grave? Mayores garantias al ''"PIItado. Antes, con una mera denuncia ante un magis­'' 1do procesada por un Policia se pasaba a un juicio por ltlhtnllll de derecho. Hoy la determinacion para encausar , h I w 1 :'1 pasar el escrutinio profesional de un fiscal, luego

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un rnagistrado para la determinacion correspondiente, luego una vista preliminar donde debe arrojarse un mini­mo de prueba y donde puede terminarse el proceso medi­ante el examen de Ia "verdad", luego a juicio que puede ser por jurado. Evidentemente una determinacion de cul­pabilidad antes versus ahora recorre una ruta mas tortuosa y de mayores garantias para el imputado.

Asi, pues, de determinarse que "honra", "reputacion" y "vida privada y familiar" no son elementos protegibles por el estado mediante "ley", es de rigor determinarse si el esquema de valor puertorriqueiio puede dispensarlos. Y si puede dispensarlos, entonces si el proceso civil debe ser aplicable solo a periodistas y dueiios de medios sin vio­lentar los principios constitucionales de igualdad o exten­derlos a toda la sociedad y convertir el proceso de recla­macion en uno puramente economico.

Ponencia del Overseas Press Club

(Debe o no existir el delito de difamaci6n criminal?

Sandra D. Rodriguez Cotto, Presidenta

15 de junio de 2000

Buenas noches. Es realmente un honor tener la oportu­nidad de dirigirme a este grupo sobre este tema para traer el punto de vista de uno de los elementos mas importantes en toda esta discusion: Ia prensa.

Ciertamente, Ia Ley 329 del 10 de diciembre de 1999, que convierte en delito grave Ia difamacion implica y apli­ca a la prensa y a los periodistas del pais.

Nos preocupa esta ley porque parece que le quita la pre­suncion de inocencia al periodista que sea acusado de difamacion. Entiendo que hace al periodista culpable de difamar basta que demuestre su inocencia.

Somos nosotros los periodistas, sin duda, los que mas nos exponemos a ser acusados de difamar. Particularmente ~n los ultimos tiempos, esas acusaciones provienen de politicos que se sienten amenazados cuando un periodista dcscubre escandalos en los que estan inmiscuidos y no t icnen reparos en acusar a la prensa de "fabricar noticias", l'omo dijo esta semana el seiior Gobemador, Pedro Rossello, y tambien han repetido algunos miembros de Ia l.cgislatura.

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Lamentablemente, cuando se estaba considerando esta medida, la prensa no fue consultada por la Legislatura. Nunca se escucho nuestro planteamiento sobre la posibi­lidad de que se nos acuse y tengamos que cumplir meses en carcel. Tampoco se nos pregunto nuestra opinion sobre la posibilidad de que nos sean impuestas multas de hasta $5,000 y meses en trabajo comunitario.

El Overseas Press Club nunca fue llamado a opinar al respecto. Se legislo en momentos en que los dos princi­pales partidos politicos estaban en medio de su campafia primarista, poco antes del receso navidefio. Es por eso que decimos que se legislo en cuartos oscuros.

Esta medida es parte de la modalidad en la Legislatura actual de radicar proyectos que tienen que ver con el ejer­cicio del periodismo con el objetivo de acaparar titulares. Es importante sefialar que esa tendencia no es nueva. A lo largo de los 31 aiios desde que se fundo esta organizacion, siempre hemos tenido que combatir los intentos del go­biemo de atentar contra la libertad de prensa.

A esos efectos, durante el pasado primero de mayo, Dia Mundial de la Libertad de Prensa, presentamos el Informe de Legislacion del OPC para el Afio 2000, que titulamos "Libertad de la Prensa en unAiio Eleccionario". El mismo recoge parte de la historia del OPC y las veces que hemos tenido que denunciar los intentos de los distintos fun­cionarios que intentan limitar el trabajo de fiscalizacion de la prensa.

El informe demuestra una tendencia en los ultimos tres afios, donde vemos un aumento en la legislacion radicada que se relaciona con la funcion de la prensa, y a la par,

vemos aumentos en las agresiones fisicas y ataques a perio distas. Copia del mismo esta disponible para ustcdes.

(INFORME DE LEGISLACION)

Ley de Difamaci6n Criminal Sobre la Ley de Difamacion Criminal, tenemos que

decir que el Overseas Press Club recibio informacion sobre el tema por primera vez a raiz de la demanda que radico el periodico El Vocero contra el Secretario de Justicia.

Esto surgio cuando los compafieros periodistas del diario El Vocero, Obed Betancourt y Tomas de Jesus Mangual, fueron acusados de difamacion por una mujer policia porque se publico que ella tenia lazos con narco-1 raficantes. Esa informacion publicada, dicho sea de paso, provino de los propios informes y documentos intemos de In Policia de Puerto Rico. Aun asi, el Secretario de Justicia d · cntonces, Jose Fuentes Agostini, permitio la radicacion d ·I caso contra Betancourt.

En la Asamblea General de esta organizacion, del 30 de tll'lubre de 1999, se aprobo por unanimidad nuestro recha­·o a esta ley. (,Por que? Por varias razones.

I , 1 ~ 1 OPC rechaza el concepto de libelo en su modalidad 1 Jllll inal, porque entendemos quo es un recurso usado por l.ts dictaduras y monarquias para silenciar a sus criticos, tonvirtiendo en crimen el hablar mal de sus gobemantes, '' dl' las actuaciones de oficiales publicos.

' La asamblea del OPC avalo por unanimidad quo Ia ll lll' llaza de pena de seis meses de carcel por "libclo cri -

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minal" tiene un efecto de enfriar Ia libertad de prensa ("chilling effect") e intenta amedrentar a los periodistas.

3. El OPC entendi6, por unanimidad, quo Ia Ley de Difamaci6n Criminal tiene un efecto disuasivo intolerable sobre los periodistas porque el acusado tiene que probar la falsedad de lo publicado. El peso de la prueba, por lo tanto, recae sobre el periodista, contrario de lo que ocurre en la ley civil de libelo.

4. Esta ley afecta primordialmente a los periodistas inde­pendientes y a los que trabajan en los medios noticiosos pequefios que no cuentan con los recursos econ6micos para costear abogados criminalistas expertos en la materia. Por eso, entendemos que podria ser perjudicial para el periodista ya que algunos patronos, para evitarse los altos costos legales, promoverian que el periodista se declare culpable.

5. Nos llam6 poderosamente la atenci6n, a base de la investigaci6n que hicimos el afio pasado, que en los Estados Unidos la situaci6n es distinta. La mayoria de los estados no tiene una ley de ese tipo, en 18 estados fue declarada inconstitucional y fue derogada en otros 14 esta­dos. En California, la Legislatura derog6 la Ley de Difamaci6n Criminal con estas palabras: "La Legislatura encuentra que cada individuo tiene el derecho a expre­sarse, a mofarse y a alentar discusiones controvertibles sin miedo de persecuci6n criminal". Puerto Rico es la unica jurisdicci6n con una ley de este tipo.

6. La asamblea aprob6, por unanimidad, unimos como i nterventores a la demanda del Tribunal Federal que lleva el peri6dico El Vocero contra el Secretario de Justicia para

que se declare la ley inconstitucional. Nos unimos t:omo interventores en el caso en marzo de este afio.

Esas son las seis razones principales por las que en cl OPC nos oponemos a esta Ley de Difamaci6n Criminal. Sin embargo, quisiera mencionar otras 12 razones de peso que fueron expuestas por el Centro de Libertad de Prensa:

1. AI haberse impuesto una multa maxima de $5,000 (antes era de $500), el delito se convierte en grave. Antes era menos grave.

2.. Los delitos graves conllevan la celebraci6n de una vista para causa de arresto, vista preliminar y escogido de un jurado. El proceso es mucho mas costoso y mucho mas largo que un delito menos grave.

~ - AI haberse convertido en un delito grave, debido al aumento de la multa, el termino prescriptive no es ya de ttn afio, sino de cinco afios.

I. No se permite descubrimiento de prueba al periodista .tcusado (tales como deposiciones, interrogatories, etc., que se usan en los casos civiles).

' ni Articulo 118 no requiere una prueba de falsedad por p.trlc del fiscal. Por lo tanto, probar el delito de difamaci6n

' mucho mas facil que establecer un caso civil de dll lunaci6n donde el demandante tiene que probar la I ti s ·dad. (Convierte al periodista en culpable hasta que dt tllltcstre su inocencia).

11 , I AI verdad no es una defensa absoluta, como en los t os civiles de difamaci6n. Hay que probar buenas y jus-

IHI

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tificadas razones para publicar, ademas de la verdad, para usar la defensa de la verdad como eximente.

7. Los calendarios en los casos criminales son mas rapidos que en los civiles; es una ventaja para un querellante acu­dir a la fiscalia, puesto que los calendarios son mas agiles.

8. El abogado del querellante en un caso de difamaci6n criminal es el fiscal. En otras palabras, se enjuicia a la prensa con fondos publicos y al querellante no le cuesta un centavo.

9. Nose ha alterado la imposici6n de publicar la sentencia a costo del querellado, una vez convicto. Eso puede costar miles de d6lares.

10. La defensa de un caso criminal grave requiere conocimientos especializados por abogados criminalistas Eso es una desventaja, al compararse con los casos civiles de difamaci6n, donde los expertos en la materia no tienen necesariamente practica criminal.

11. No existe cubierta de seguro para delitos graves, por lo que hay una presion adicional y un efecto disuasivo sobre el periodista.

12. En resumen, es mas facil prevalecer en un caso cri­minal de difarnaci6n que en un caso civil. El Articulo 118 como esta redactado es unico bajo la Prirnera Enrnienda de la Constituci6n Federal. Ningun estado de los Estados Unidos tiene un articulo de difamaci6n criminal compara­ble al de Puerto Rico. Ninguno ha promulgado estatutos de difamaci6n criminal en los ultimos 35 afios, luego de decidirse el caso de Garrison vs. Louisiana por el Tribunal

Supremo de los Estados Unidos en el1964. Puerto Rico c · unico en insistir en la criminalizaci6n de la difamaci6n .

Si bien es cierto que la prensa se debe al pueblo y coin ­cidimos con la intenci6n del legislador Eudaldo Ba6z Galib, autor de la medida, de ofrecer a los imputados una mayor protecci6n procesal, en el OPC nos opusimos y nos oponemos a esta ley por todo lo expuesto anteriormente.

Informe del Overseas Press Club Afto 2000

INTRODUCCION Desde que en el 1967 se comenz6 a gestar la idea de

organizar a los periodistas en Puerto Rico y a los corres­ponsales extranjeros que trabajaban en la isla. La inten­ci6n primordial era defender la libertad de prensa y de cxpresi6n.

AI crearse oficialmente el Overseas Press Club de Puerto Rico en el1968, esta organizaci6n se ha distingui­do por su defensa de las libertades de prensa y de expre­si6n. Esta defensa, basada en derechos constitucionales, rue establecida como mandato por sus fundadores, todos cllos periodistas de gran experiencia y reputaci6n.

La libertad de prensa y de expresi6n requiere una vigi­lancia constante, objetiva y valiente. El OPC representa y responde a los periodistas y. a los medios de comunicaci6n que se encuentran bajo acecho oficial en el curnplimiento de su deber constitucional de informar al pueblo sobre sus asuntos publicos. Tambien representa a los periodistas que son victimas de personas o sectores que recurren a las agresiones fisicas o verbales como metodo para obstru i r HU labor. I H \

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Este informe recoge los intentos - ya sea por via le­gislativa, gubernamental, economica y hasta el extrema de llegar a las agresiones fisicas - de limitar ellibre ejercicio del periodismo en Puerto Rico en las ultimas tres decadas. El primer informe del OPC fue publicado en el 1971. En el mismo, el OPC investigo alegatos de brutalidad poli­ciaca y los intentos de la Policia para intimidar a varios reporteros en sus funciones. Esta cita recoge los proposi­tos fundamentales a los que el OPC se ha aferrado a traves de los aiios:

"La esencia de este asunto es Ia cuestion de si la prensa puede ejercer sus obligaciones tradicionales y constitu­cionales cuando sus libertades seven amenazadas. La liber­tad de prensa es un pilar fundamental de nuestra democra­cia. Las Constituciones de Puerto Rico y de los Estados Unidos aseveran especificamente esta libertad en sus Cartas de Derechos. Los autores de ambas Constituciones entendieron que si esta libertad es eliminada o alterada, la democracia misma habra de colapsar" (traduccion nuestra).

Ese primer informe fue firmado por Irwin Goodwin, Isabelita Cintron, Ada Nivea Guerra, Frank Ramos y William J. Dorvillier. Este ultimo fue fundador del pe­riodico The San Juan Star y poseedor del unico premio Pulitzer otorgado en Puerto Rico por sus editoriales en defensa de la separacion de la Iglesia y el Estado.

A traves de los aiios, el OPC ha estado a la vanguardia en la defensa de los derechos de los periodistas ante los edictos arbitrarios de los Goliats oficiales. El OPC ha tenido ellamentable deber de tener que criticar a todos los gobiernos de turno y a sus primeros ejecutivos por faltar­le el respeto a los derechos fundamentales de nuestra sociedad.

Como parte de su mandata, el OPC tambien ha dcfcn­dido a los medios de informacion ante la difamacion de las autoridades gubernamentales y ha denunciado mcdidas legislativas que habrian tenido el efecto de controlar Ia prensa.

En el 1980, nuestra organizacion tuvo que deplorar Ia nccion de un periodico, que fue El Nuevo Dia, de obligar a Ia renuncia de dos de SUS editores por presiones politi­cas. El informe que entonces preparo el OPC sobre ese asunto, fue denunciado por el presidente de El Nuevo Dia ante la Sociedad Interamericana de Prensa.

I ronicamente, ese mismo periodico estuvo en la silla del lado opuesto en el 1997 cuando el gobierno actual, por ttlilndato del gobernador Pedro Rossello y en represalias por el periodismo investigativo y fiscalizador que se dL•sarrollo en ese periodico, cancelo toda publicidad ofi­' 1111 y comenzo una campana de persecucion contra los pl•riodistas de ese medio. El OPC se expreso sobre ese , .tso y se unio como "amigos de la corte" a la demanda qttl' El Nuevo Dia entablo en el Tribunal Federal para evi­l.tl que se obligara a dos de los periodistas, Sandra 0. I 1Hiriguez Cotto y Julio Ghigliotty, a revelar sus fuentes. I I <>PC presento un informe sobre ese caso precisamente 1111 • Ia Sociedad Interamericana de Prensa, que vino a l'tiL'rto Rico a investigar el particular. Entre las conclu-''''' ·s del informe se destaca que:

" I a intervencion abusiva del gobierno en la funcion de 11 ptl'llsa, bien sea intelectual o economica, ha propiciado It 1111occnsura. Por ende, la funcion individual del peri­

It Lt sc ha afectado adversamente en vista de que, en ttll1111o1 instancia, el impacto de esa censurapropicia la dis-

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torsion o la supresion de la informacion que el pueblo necesita para formar juicio sobre su gobierno"

En dicho informe tambien se dijo que "existe preocu­pacion genuina en la clase periodistica sobre la conducta que asumen el gobernador Pedro Rossello y algunos jefes de agencias al responder a las preguntas de la prensa, lo cual deja la percepcion publica de que la prensa es enemi­ga del gobierno Que quede claro, que la mision de la pren­sa es hacer preguntas para informar al pueblo".

Ese informe fue firmado por la Presidenta del OPC de entonces, Maria Judith Luciano, y por los miembros del Comite de Libertad de Prensa, los periodistas Yanira Hernandez, Eneid Routte-Gomez y Raul Quinones. Gran parte del trasfondo historico que incluimos en este informe fue recopilado en el 1998 por los periodistas men­cionados anteriormente.

TRASFONDO

El ejercicio del periodismo en Puerto Rico o en cualquier pais democratico, siempre ha sido objeto de ataques, principalmente por los diferentes gobiernos, debido a la esencia misma de la profesion cuya mision fundamental es la fiscalizacion de los asuntos publicos. Por tal razon, los funcionarios intentan frecuentemente coartar el trabajo de fiscalizacion que realiza la prensa.

En Puerto Rico, no son pocos los periodistas que han sido victimas de alglin tipo de atentado contra su derecho de informarle al pueblo sobre los asuntos publicos que sc ventilan a diario en el pais. La trayectoria de las ultimas tres decadas en ese sentido constituye la mejor evidencia de los recurrentes atentados contra la libertad de prensa.

En el1973 el OPC combatio una medida, que habfa sido aprobada tras bastidores por la Legislatura y que supu ·s­tamente garantizaba el acceso a la prensa a informaci6n gubernamental. Sin embargo, una clausula decia que s daba acceso a toda informacion "menos lo que el ejecuti­vo declarara confidencial". Eso lo convertia en una mor­daza para negar informacion. El OPC, presidido entonces por Maggie Bobb, convoco una reunion con el gobernador Rafael Hernandez Colon, quien, y al ver la actitud unida t I · la prensa, acepto vetar la medida.

Desde que en el 1978 se intento regular la confidencia­ltdad de las fuentes de informacion mediante una legis­lo~ r i 6n , hasta la decision en el 1997 del gobernador Pedro I ossello de cancelar los anuncios gubernamentales en el IH'riodico El Nuevo Dia, los atropellos contra la prensa se lt ,tll repetido, administracion tras administracion.

l ~ n el 1995, diecisiete aiios despues de ese intento del 1'> 7H, el diario El Vocero de Puerto Rico demando al ttl onces Secretario de Justicia y a otros dos funcionarios

111 11 pretender tomar represalias contra algunos empleados Ia u agencia que proveyeron informacion relacionada •li t va rios casos de corrupcion que concernian ados de los

lt uu tonarios. Estos oficiales emprendieron una "caceria I· lu ujas" contra esos empleados que ofrecieron la infor-11 11 1!'111 a ese periodico. El Vocero presento el caso judicial I ttttparo del principia del "whistle-blower" o privilegio

ltt.tlll cner en el anonimato las fuentes de informacion.

t 11 111 0 resultado del pleito, el diario El Vocero fue galar­lt ll tdo con el premio "Scripps Howard First Amendment

II d"

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Ironicamente, cuatro aiios mas tarde del premio que recibio El Vocero, en el 1999, el Presidente del Senado, Charlie Rodriguez, presento legislacion para proteger a los detractores o "whistle-blowers" de casos de corrupcion en el gobierno siempre y cuando no acudieran a dar la infor­macion a la prensa. Ese proyecto aun no se ha convertido en ley.

Este es uno de los casos mas recientes que ilustran la trayectoria de las ultimas tres decadas, donde se intenta coartar la libertad de prensa. El OPC hizo un acopio de algunas de las medidas que diferentes gobiernos han intentado establecer con el proposito de socavar la libertad de prensa, y en todas y cada una de elias, esta organizacion expreso su repudio:

1978- Se presento en la Camara de Representantes un proyecto de ley que pretendia conceder a los periodistas el "privilegio" de mantener la confidencialidad de sus fuentes de informacion a la vez que establecia excep­ciones.

1981- En el Senado se presento un proyecto de ley con el supuesto proposito de facilitar el acceso a la informa­cion publica que incluia seis categorias de informacion gubernamental exenta, lo que significaba que quedaban protegidas de poder ser reveladas.

1986 - Se presento un proyecto en la Camara de Representantes que pretendia conceder a los periodistas el derecho (ya incluido en la Constitucion) a la informacion gubernamental e, igualmente, establecia excepciones por razones de seguridad social, publica o de proteccion de los derechos de intimidad.

1987 - Se radica, tambien en la Camara de Represcn­tantes, un proyecto que pretendia convertir en "privilegio" •I deber de los periodistas a mantener la confidencialidad

de sus fuentes de informacion y facilitar la citacion de periodistas por organismos investigativos judiciales. /\demas, se habria tenido el efecto de prevenir la filtracion itnOnima de documentos gubernamentales a la prensa.

1988- Este aiio nose radico legislacion contra la liber­lt~d de prensa.

I 989 - Se presenta legislacion en el Senado con el pmposito de facilitar el acceso de la ciudadania a la infor­tii:H.: ion gubernamental. En realidad, el proyecto restringia • II rho acceso al declarar ciertas materias exentas.

Sc propone un estudio mediante una resolucion en la 1 ,1111ara de Representantes, sobre la viabilidad de enmen­"''' Ia legislacion vigente en materia de difamacion y lilll'IO a los fines de "proveer una proteccion mas amplia a It' 1'11ncionarios publicos en estos casos".

'urge otra medida que reglamentaria el acceso de la · 111dadania a los documentos publicos y estableceria

' l'pciones que las agencias del gobierno podrian invocar 11.1 m~gar informacion.

11190 - La administracion del entonces gobernador 11 ll' l llernandez Colon presenta legislacion para enmen-

1'1 l:t Ley de Procedimiento Administrative Uniforme, •11 tllsposiciones restrictivas al acceso de informacion

111 d tc:t u Ia ciudadania y a la prensa, lesivas a la libertad I I''' nsa y de informacion.

IH<>

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190

1991- Orden ejecutiva del gobemador Rafael Hernandez Colon, conocida como "la mordaza". Proponia reglamen­tar la obtencion de informacion publica. Dicha orden pre­tendia establecer por la via administrativa lo que no se pudo aprobar en la Legislatura. Esta orden quedo sin efec­to por determinacion judicial.

Se crea en la Camara de Representantes una Comision Especial sobre la Libertad de Informacion para estudiar la deseabilidad de aprobar legislacion que enmendara la Ley de Procedimiento Administrative Uniforme y aclarara dis­posiciones relacionadas con la obtencion de informacion y documentos del gobiemo.

1992 - No se aprobo legislacion que restringiera la li­bertad de prensa.

1993 -Orden ejecutiva del gobemador Pedro Rossello para reglamentar la informacion publica.

1996 - El gobemador Rossello crea la Comision Espe­cial para estudiar y recomendar en tomo a la responsabi­lidad del gobiemo de informar al pueblo, cuyo objetivo era el de reglamentar los fondos publicos para los anun­cios oficiales.

1997 - El gobemador Rossello firmo una orden ejecu­tiva estableciendo los criterios para categorias de anuncios gubemamentales a ser publicados en los medios.

El gobiemo cancela sus pautas publicitarias en el pc­riodico El Nuevo Dia tras la publicacion de un articulo de los primeros 100 dias del segundo termino del gobernador Rossello, y tras varias series investigativas sobre cl

Departamento de Hacienda, la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados y la Compafiia Telefonica.

El secretario de prensa del Gobemador, Pedro Rosario Urdaz, le pide a El Nuevo Dia que sustituya a su reportcro, Julio Ghigliotty, por otro que tuviera una mejor relacion eon el Primer Ejecutivo.

Se presenta en la Camara de Representantes un proyec­lo de ley para establecer el derecho ala replica cuando se lratara de expresiones que el afectado considerara difama­lnrias.

Se presenta por tercera ocaswn un proyecto en la I '.'11nara de Representantes para establecer el "privilegio" d1 Ia comunicacion entre el periodista y su fuente de infor­lll.tl'ion. Aunque esta medida aparentaba seguir el loable p1nposito de que los periodistas NO tengan que divulgar

11 f'uentes de informacion, algunos legisladores pre­'' 11dfan establecer varias excepciones, entre elias ellibelo. l .d,•s cxcepciones podrian constituir un disuasivo para las 111~ 11tcs confidenciales que indudablemente facilitan el tra-

qn pcriodistico de investigacion.

1kmas de la informacion documentada, el OPC I ''l' I() testimonies de periodistas que igualrnente drama-1 111111 Ia situacion de la libertad de prensa en el pais l11 111t · cl 1997 y el1998. Esos testimonies fueron inclui-1· 1 11 cl informe que se presento ante la Sociedad l•t l.lllll!ricana de Prensa cuando visito la isla.

I N I ( > DEL 1998-2000

l 1111 llltl' c1 1998 y el 1999 la mayoria de los eventos en I"' l: intento lirnitar la libertad de prensa por lo que

' 191

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el OPC tuvo que intervenir, fueron el resultado de un patron de agresiones fisicas contra periodistas en el cumplimiento de sus funciones .

192

El OPC establecio que la mayoria de las agresiones fisi­cas por parte de rniembros de la Policia y por ciudadanos particulares, seguian el patron de agresiones v~rbal~s que previamente habia establecido el Pri~~r EJ~~utlvo Y algunos funcionarios de la presente admm~str~~10n contra aquellos periodistas que hacian preguntas mclSlvas.

A eso se afiade el hecho de que ha surgido un fenomeno de "politicos analistas" que han tratado de desacreditar la labor de la prensa fiscalizadora, acus{mdonos de favorecer a la oposicion politica. Este tipo de ataques no es nuevo, ya que en otras administraciones tambien. se acuso ~ Ia prensa de favorecer a la oposicion. El partido del gobler­no que este siendo fiscalizado siempre acusa ala prensa de estar en su contra.

Mas adelante, en la Asamblea General del OPC, ce le­brada en octubre del 1999, se anuncio el resultado del primer informe del Comite Especial de Mon~t~reo a Ia. Agresiones a Periodistas. El informe se reahzo en s~p tiembre e incluyo casos reportados al OPC por los peno distas o por los directores y/o abogados de los medio noticiosos. Tambien incluyo las querellas radicadas ante I Policia. El informe incluyo el periodo de junio del 199X septiembre del 1999.

Durante esos 15 meses, se reportaron al OPC 12 ca donde 34 periodistas fueron agredidos fisicamen.te .. ' representa un promedio de 2.8 agresiones a penod1st cada mes.

Practicamente todas las agresiones reportadas ·n l'l informe del OPC resultaron impunes, ya que los casus culminaron con una sentencia, en su modalidad mcnm; grave, a los agresores.

Ese informe fue preparado por un grupo de periodistas nombrado por la presidenta, Sandra Rodriguez Cotto, c 1 ncluia ademas a Denisse Perez, Machi Medina y Meriemil Rodriguez.

omo resultado de este informe, el superintendente de lo1 Policia acordo con el OPC que se ofrecerian talleres a ltiS miembros de ese cuerpo para evitar las agresiones a IH' I iodistas. Tambien acordo que designara a un oficial de ' 11lace para contactar a los periodistas en aquellos eventos d11nde podrian darse situaciones violentas, como en las lllll' lgas o manifestaciones publicas.

I 1 Camara de Representantes tambien comenzo una 111 1 stigacion de las agresiones con el objetivo de tipificar •lltlo delito en su modalidad agravada, las agresiones a

I" 111ulistas. Este caso se explica mas adelante.

l lllltinuacion presentamos algunos de los eventos mas 11 qu11tantes de esos afios en los que se ha intentado limi-

1 It l1hcrtad de prensa yen los que el OPC ha salido en I I '' '" de los periodistas:

1111 , 111bre 1998 - El OPC le exige al Secretario de 1 .1 dt• La Fortaleza, Pedro Rosario Urdaz, que termine tlltlll de hostigamiento contra una reportera del diario "' 'o I) fa , Nilka Estrada. El funcionario hace caso " p ,, o a los pocos meses renuncio.

J9)

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194

El OPC repudia accion del Partido Nuevo Progresista de utilizar, sin autorizacion, la voz y el video de un reportero de Noticentro 4, Luis Guardiola, en un anuncio politico. El PNP cancela los comerciales.

El OPC emite una "voz de alerta" por el aumento de agresiones fisicas contra periodistas como la ocurrida en Toa Alta por simpatizantes del ex alcalde de ese pueblo, Angel "Buzo" Rodriguez.

• Febrero 1999 - El empresario Topy Mammery intenta presionar al Canal 11 y le pide que destituya al reportero Carlos Weber por este hacer reportajes sobre sus negocios. El OPC contacto a Mammery, quien pidio excusas al canal y al reportero.

• Marzo 1999 - El OPC se une como "amigos de la corte'' al pleito del diario El Nuevo Dia contra el gobiemo.

Una mujer policia acusa de libelo, en su modalidad criminal, al reportero Obed Betancourt del periodico El Vocero. Este caso se amplia mas adelante.

• Abril 1999- El OPC censuro una campafia de persecu cion contra el periodista Luis Francisco Ojeda por parte d varias agencias del gobiemo que pretendian acallar su investigaciones, entre estas el Departamento de Hacienda

• Mayo 1999 - El Presidente del Senado, Charlie Rodrl guez, somete el proyecto 1693, conocido como el de In "whistle-blowers" para proteger de las represalias a In empleados publicos que denuncien actos de corrupcit'lll La protecci6n queda eliminada si los empleados hahlu con la prensa. Si el gobiemo determina que Ia qu ·ja

"frivola", podria sentenciar ala carcel al delator (wl11sth• blower"). El OPC se opuso ala medida. La misrna todavw no ha sido aprobada.

• Mayo 1999- El gobiemo negocia un acuerdo con el pc-116dico El Nuevo Dia para evitar que los funcionarios p!'rblicos tuvieran que pagar de sus propios haberes, de .tlir culpables en el caso. El Gobemador firmo una orden

• tccutiva donde se compromete a no discriminar con los 111 •dios noticiosos a base de la informacion publicada y la publ icidad oficial se colocara de acuerdo ala circulacion • • 11 i fi cada o a la difusion de ese medio.

I 1 I senador Eudaldo Baez Galib pi de a Ia Comision de lit 1 •chos Civiles que evalue la situacion de Ia prensa ante 1, • n.:c lamos del OPC y de otras organizaciones. La

''" dsi6n de Derechos Civiles decide no investigar.

l1111 io 1999 - Se establece el Centro para la Libertad de 11 n, del cual el o la Presidenta del OPC sera uno de los

permanentes en su Junta de Directores.

I I I IP interviene con el Director de la Corporacion de t i ll Rico para la Difusi6n Publica, Jorge Insemi, para 11 que evitara que la Directora de Noticias del canal 6

't 1 ·tario de Prensa de La Fortaleza controlaran el I 111do cditorial. El funcionario acepto y a los dos dias, 1 ''' loru de Noticias, Susana Gonzalez, renuncio.

'' lit h• ·ste mes ocurren varios incidentes de agre­' J'lllpos de periodistas mientras cubrian eventos en

111 ·n los puertos de San Juan. En San Juan, los 111 •ron miembros de la Policia. El gobemador

II ' 111 I ilic6 los atropellos a periodistas diciendo que

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198

La Camara de Representantes considera el proyecto 5644 para investigar el aumento en las agresiones que habia sido denunciado por el OPC. · Esta organizacion favorecio una investigacion al respecto, pero pidio pru­dencia a los legisladores para evitar que se legisle contra la libertad de expresion. Tambien el OPC dijo que no favorece ningun privilegio a la prensa por encima del resto de la ciudadania.

Sin el conocimiento de la prensa, se aprueba en ambas camaras legislativas y el gobemador Rossello firmo la Ley 329 del 10 de diciembre de 1999. La misma enmienda el Articulo 118 de la Ley 115, del 197 4, para aumentar la pena de multa dispuesta para el delito de difamacion criminal.

• Esta es Ia misma medida que el OPC queria evitar que se aprobara desde finales del 1999.

• La enmienda aumento las penalidades. Ahora cualquier periodista que sea acusado de difamacion sera san­cionado "con una pena de reclusion por un termino que no excedera los seis ( 6) meses, pena de multa que no excedera de cinco mil dolares ($5,000,) o pena de restitucion, o cualquier combinacion de estas, a dis­crecion del Tribunal. De igual forma, el Tribunal podra imponer la pena de prestacion de servicios en Ia comunidad en Iugar de Ia pena de reclusion".

• Nose especifican categorias y se deja a discrecion del tribunal imponer lo que desee contra la prensa. La enmienda atenta contra todos los periodistas d · Puerto Rico, especialmente aquellos que laboran d manera independiente y en medios noticiosos que no tienen gran solvencia economica.

• El OPC se dispone a radicar un recurso en el tribunal para impugnar la misma.

En lo que va del presente afio 2000, el OPC ha terlldo l.r labor de salir en la defensa de la prensa en varias llLI

·iones, incluyendo ante comisiones legislativas.

La Junta de Directores y el Comite de Libertad <k Prensa hemos visto un aumento en los intentos por legis· l.rr "en cuartos oscuros" , sin consultar con la prensa, para l11 nitar el acceso de periodistas a las fuentes noticiosas.

Por eso podemos citar que en lo que va de afio se han nrnetido varios proyectos de ley que atentan contra la li­

IH rl ad de prensa, ademas de que el patron de agresiones I rras contra periodistas ha seguido en aumento:

h1cro 2000- Agreden y cometen actos lascivos contra It pl' riodista de TeleOnce Liza Lugo, mientras esta cubria 1111 l'VCnto noticioso. El OPC se expresa al respecto. El

1 .11 ~s ta en los tribunates, donde ya se hallo causa contra I tpr ·sor.

I I (>PC presento un informe sobre el estado de la liber­, I • k prensa ante un foro organizado por la Sociedad

111 1 .r 111cricana de Prensa y el Centro de Libertad de ' 11 .r , con motivo de la presentacion de la Declaracion I 1 lr .q)l(ltepec.

- Periodistas de Noticentro 4 y de El 1 11 I >ia fueron agredidos mientras cubrian eventos I 111 us y deportivos.

I 11 l.1 Camara de Representantes se intenta crear un "' 1r1o que podria fabricar "carpetas" contra los perio-

1 1 Rep. Maggie Martinez somete el P. de la C. 1 1111 l l objetivo de establecer una "hemeroteca desti -

Jl)l)

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200

nada a ofrecer informacion de los periodistas, fotoperio­distas y comunicadores". La misma estaria adscrita al Departamento de Educacion. El OPC se opone a dicha medida, que aun no ha sido aprobada.

• Marzo 2000 - Mas de una docena de periodistas de dis­tintos medios noticiosos fueron agredidos por fanaticos politicos mientras cubrian la "Fiesta de la Ciudadania Americana" organizada por el Partido Nuevo Progresista frente al Capitolio. El Presidente de la colectividad, Carlos Pesquera, censuro los ataques y pidio excusas a la prensa y al OPC.

El OPC detecta que en la Camara de Representantes se habia aprobado una legislacion (P. de la C. 2807) que es una nueva "mordaza a las fuentes noticiosas".

·Era para enmendar la Ley del Negociado de Inves­tigaciones Especiales. Como parte de la medida, de Ia autoria del Rep. Anibal Vega Borges, se creaba una "mordaza". Toda informacion del NIE debia mante­nerse confidencial por 30 afios a menos que el Gobemador permitiera su difusion, y a los empleados que dij eran algo a la prensa serian acusados con una pena de carcel.

• El proyecto se legislo de noche y sin consultar a la prensa ni a las organizaciones periodisticas.

• El OPC verifico que se encontraba en el Senado, en Ia Comision de Gobiemo y Asuntos Federales que pre­side el Sen. Kenneth McClintock, a quien le solicito ir a una vista publica.

• Como parte de la ponencia, el OPC demostro que esc proyecto ya habia sido declarado inconstitucional en el 1978 por el Tribunal Supremo en el caso Soto vs. Secretario de Justicia. Por la ponencia del OPC, cl Senado decide enmendar el proyecto.

• Abril 2000 - Cierra el periodico El Mundo.

E1 OPC se une como interventores en la demanda anlt· 1'1 Tribunal Federal para impugnar la Ley de Difamaci6n < 'riminal.

Mayo 2000 - El primero de mayo de 2000, Dia Mundial d1• Ia Libertad de Prensa, el OPC presenta la primera ver­lon de este informe "Libertad de Prensa en un Afio

I h•ccionario".

I 1 I camarografo do TeleOnce, Cesar Figueroa, es atro-1'1 IIndo por miembros de la escolta del Gobemador Pedro I 11 sello. El fotoperiodista quedo inconsciente. El gober­'''dm Rossello rehuso pedir disculpas, resto importancia

l1 Vl'nto, insto a que lo demanden y comparo el incidente 1111 juego de baloncesto "cuando viene alguien a anotar

"' 1:1nasto se le mete alguien en el medio y entonces se I 1 1 pnra atras para que le canten un 'foul"'.

PI OPC censuro la actuacion del Gobemador y busco 1scsoramiento legal para Figueroa. I a j ueza del Centro Judicial de Carolina, Sonia < 'nrdona Perez, no hallo causa contra el miembro de l.t ·scolta que agredio al fotoperiodista.

I I I l'P· Augusto Sanchez radica un nuevo proyecto de I P. de Ia C. 3276, para afiadir un articulo, 142-A, ala II del 22 de julio de 1974, para tipificar como deli­

It 11hstruccion a la funcion periodistica e imponer una 1 1 11 VII penalidad. I I I H1C o opone ala medida. I 1 l'llmienda lee: "Toda persona que a sabiendas e '''' m·ionalmente obstruyere o estorbare a cualquier

111 111hro de la prensa general activa, que se encuentre

201

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en el cumplimiento legitimo de sus funciones, incu­rrira en delito menos grave y, convicta que fuere, sera sancionada con pena de multa que no excedera de los cinco mil ($5,000) dolares" .... El OPC entiende que esta medida podria aplicar incluso a los oficiales de prensa de los politicos que obstruyen e interfieren a sabiendas para ocultar informacion a los periodistas.

El alcalde de Guayama, Hector Guy Colon, agredio al fotografo del periodico Primera Hora, Larry Gonzalez, cuando este captaba la forma en que el ejecutivo munici­pal reaccionaba al ver que un puente ubicado en el barrio Barrancas de ese pueblo, colapso por segunda vez.

Arrestan y agraden al fotoperiodista de El Nuevo Dia, Freddy Toledo, mientras cubria la entrada de manifes­tantes al Campamento Garcia de la Marina en Vieques. Fue agredido por personal de la Marina y luego acusado de agresion.

202

Arrestan a varios periodistas y fotoperiodistas qu entraron al area restringida de Vieques para cubrir las inci· dencias de un grupo de manifestantes. Las autoridadc federales les confiscaron el material (videos) y lc devolvieron copias. Entre los arrestados figuraban perio distas de TeleOnce, El Nuevo Dia, Primera Hora y Th San Juan Star.

• Junio 2000 - La Rep. Maggie Martinez radica el P. de C. 833 para prohibir el discrimen contra las mujeres en noticiarios de television por razon de su apariencia fisi

Sucede un incidente de agresion entre el fotoperiod' de El Nuevo Dia, Angel Vazquez, y el jefe de la es(.;

del gobernador Pedro Rossello, coronel Pablo R 1 1

durante una actividad del Partido Nuevo Progrcsi."lll 11

Fajardo. Ambos alegan que fueron agredidos. Vazqu ., arrestado y posteriormente un juez de primera instatH 1 1

l'llcontro causa probable en su contra por agresion.

El gobernador Pedro Rossello acusa a la prensa de lit hricar incidentes y agresiones. El OPC gestiona reuniom:s 'on La Fortaleza para discutir la situacion con los perio d1 stas.

I ( lNCLUSIONES

I I OPC concluye que es altamente preocupante el tllllll'llto en las agresiones fisicas y la marcada intencion "" parte del gobiemo de limitar el poder de la prensa 111 dtante legislacion.

ttl:sar de que la presente legislatura prometio que no t ll·gislar "de noche" y en "cuartos oscuros" cada vez ,,. t rata de algo relacionado a la prensa, eso es pre­

lltlltttc lo que hace. Por eso es que el OPC y los perio-1 t 1 ll•ncmos que estar en vigilancia constante para evi-

l I''" Sl' Irate de coartar la libertad de prensa y de expre-1 I ·ta organizacion esta sumamente preocupada y

11 11 d.u Ia voz de alerta ante el aumento de legislaciones ttl.t que tienen quo ver con la prensa:

,/, · Difamaci6n Criminal - Las enmiendas apro­llllstituyen un atentado ala labor de la prensa. El

d Lt mcdida, Sen. Eudaldo Baez Galib radico en I I del S. 3362 para recomendar alternativas e

' ~'~ rccomendaciones sobre el concepto de l'll esa Ley de Difamacion Criminal.

2<H

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204

2. P. del 5. 1693 ("Whistle-blowers") -del Presidente del Senado, Charlie Rodriguez, para proteger a los delatores de actos de corrupcion, siempre y cuando no dieran infor­macion a la prensa. Ademas, pueden ir a la carcel si el gobiemo determina que su informacion es "frivola". No ha sido aprobada.

3.Agresiones a periodistas - Existe la intencion de enmendar el Codigo Penal para tipificar como delito, en su modalidad agravada, las agresiones a periodistas. Hay tres proyectos similares, uno presentado en la Camara por el Rep. Victor Garcia San Inocencio, y dos por los senadores Mercedes Otero de Ramos y Quique Melendez. Ninguno ha sido aprobado.

4. investigaci6n cameral sobre las agresiones a la prensa -El Rep. Augusto Sanchez radica el P. de laC. 5644 para investigar el aumento en las agresiones. Ese informe le­gislativo repite practicamente palabra por palabra el Informe del Comite Especial de Monitoreo a las Agresiones a Periodistas quo presento el OPC.

5. Nueva "ley de mordaza" - En el Senado se intenta someter el P. del S. 1882 del Presidente, Charlie Rodriguez. El OPC denuncio el intento y el senador retir(l la medida.

6. Fabricaci6n de "carpetas" de periodistas - La Rep. Maggie Martinez somete el P. de laC. 3074 para crear una hemeroteca en el Departamento de Educacion para guardar informacion de periodistas y fotoperiodistas. Fl OPC so opone a dicha medida, que alin no ha sido aprobada

! . Mordaza a lasfuentes noticiosas- El OPC dct ·eta q11o

· l' aprobo el P. de la C. 2807 para enmendar Ia Ley <kl N ·gociado de Investigaciones Especiales y mantcncr Ia 111f'ormacion confidencial por 30 afios. El funcionario qu(• '" de a la prensa, ira preso. El OPC so opone y en cl \·nado demostro que ese proyecto ya habia sido declara­

d,, inconstitucional en el1978 por el Tribunal Supremo en • I l'HSO Soto vs. Secretario de Justicia. El Senado decide

11111cndar el proyecto.

11 l >bstrucci6n a la Junci6n periodistica - El OPC se •111 111c al proyecto del Rep. Augusto Sanchez (P. de la C. '/ll) para tipificar como delito menos grave la obstruc­

"'" a Ia funcion periodistica porque entendemos quo es 1111\; •cneral, innecesaria y demuestra que no se hizo un 111 dt , 1s ponderado sobre sus implicaciones.

I, \t rimen por apariencia fisica- El OPC so opone a 1 1 111u.lida de la Rep Maggie Martinez (P. de la C. 833)

11 1 p10hibir el discrimen contra las mujeres en los noti­lllt' de television por razon de su apariencia fisica.

Ill· 111kmos quo se ofrece un privilegio para un sector pu 11o de Ia prensa.

I 11 1.1 lllCdida en que al nivel oficial se obstruya ellibre 1 1 tl11 111 formaci on y se intente impedir ellibre ejercicio I I" 11odismo, tendremos una prensa censurada y un

l11 dl•sinformado. El resultado neto seria una crasa l1 11111 :tl derecho del pueblo a ser informado. 1 1 1111' 11 ·ccsita I a prensa para poder to mar una decision I 11 '"" :d momenta de elegir sus lideres y como estos

1 1111duccn los asuntos publicos.

20'5

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En Puerto Rico, como en cualquier otro pais democni­tico, la funci6n informativa es esencial. El periodista es el puente principal entre la ciudadania y su gobiemo.

El periodista le lleva al pueblo la informacion que tiene derecho a saber. Es tambien el representante de ese pueblo ante las autoridades. Es su voz.

Aprobado hoy, domingo 30 de abril de 2000.

Sandra D. Rodriguez Cotto Presidenta del Overseas Press Club

Comite de Libertad de Prensa: Lorelei Albanese

Maggie Bobb Raul Quinones

Eneid Routte-G6mez Sandra D. Rodriguez Cotto

Sandra D. Rodriguez Cotto, entonces Presidenta del Overseas Press Club de Puerto Rico (OPC), es periodista de El Nuevo Dia, trabajo con el semanario de negocios Caribbean Business y Ia revista Buena Salud (hoy Buena Vida). Es graduada de Ia Universidad de Rutgers en Nueva Jersey, donde se desempeii6 como editora I reportera de The Daily Targum y Black Voice I Carta Boricua. Cubri6 Ia visita a Cuba del Papa Juan Pablo II. Colabora con el proyecto de Ia Peninsula de Cantera. Esta terminando su maestria en periodismo en Ia Escuela de Comunicaci6n Publica de Ia UPR.

Foro 15 de junio 2000 Leila Andreu Cuevas

Presidenta Asociaci6n de Periodistas de

Puerto Rico

Me han invitado a contestar, a nombre de la Asociaci6n dt• Periodistas de Puerto Rico, si se debe o no eliminar la lllamaci6n como delito en nuestro C6digo Penal. Esta

1111 •unta, que toma por sorpresa ala mayoria de mis cole­' • rcalmente surge de la aprobaci6n de una enmienda a

It ll'y que la elev6 a delito grave.

I' ·sc a que el senador proponente de dicha enmienda, lttdttldo Baez Galib, presente esta noche, tiene su razon­

llllt tlto para justificar dicho cambio basado en unos prin­tptn:-o de derecho, mi preocupaci6n surge al ver que se 111 'tl1b por unanimidad de los presentes en el Senado y por

1 l.t totalidad de los representantes en la Camara. Rara l'tllOS tanta unidad en nuestra Asamblea Legislativa,

'plo para la aprobaci6n de resoluciones de cumpleafios lu .ttttcs, y mas raro aun es ver un proyecto de la minoria ttllltll'lltaria convertido en ley con tanta diligencia.

I II}'O que admitir que el olfato desarrollado en la h 11 111 a de varias Asambleas Legislativas, y de la politi-

1111 ltncc dudar instintivamente. No porque se haya th ulo sin mi conocimiento, porque creo que si la pren-1 • l percat6 que esta legislaci6n fue a vistas publicas

1111 l11 \')en el calendarlo de 6rdenes especiales del dia I 1 IH tniciclos, realmente nosotros fallamos.

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'

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Mi preocupacion mas bien es que casi 80 politicos se pusieron de acuerdo sin discusion para algo que tiene que ver con la divulgacion de informacion. No obstante, la pregunta aqui es si se debe o no eliminar totalmente el delito de difamacion. Para responder esto es preciso ubicar la discusion en el contexto hemisferico.

Precisamente, hace unos dias, el 8 y 9 de junio, se reunio un grupo de periodistas, abogados y academicos de las Americas en Buenos Aires para una conferencia auspi­ciada por el Comite para la Proteccion de Periodistas y la organizacion Periodistas de Argentina, con el financia­miento de la Fundacion Tinker. La reunion tenia el pro­posito de hacer un llamado a la revocacion de las leyes de difamacion criminal bajo el precepto de que ningun perio­dista debe ser procesado criminalmente por lo que pu­blica, transmite o expresa.

La Declaracion de Buenos Aires aprobada por esta con­ferencia promete defender a los periodistas que sean enjui­ciados por hacer su trabajo y felicito al gobierno d • Argentina por sus esfuerzos de descriminalizar Ia difamacion en casos de funcionarios publicos.

Actualmente en Latinoamerica existen leyes que impo nen largas sentencias de carcel por "insultar" a un fun cionario publico, sin que la "verdad" se pueda invoca como defensa. Muchos de los estatutos en efecto provccn mayor proteccion al funcionarlo publico que a un ciu dadano privado y no dejan espacio para los errores sit intencion hechos al reportar de buena fe .

En esta conferencia que menciono, los periodistas y lc abogados detallaron como se utilizan esas leyes pa

intimidar u hostigar a los periodistas que critican n ltut cionarios publicos.

Un ejemplo de esto es la famosa ley de "desacato", qlll'

no es lo mismo que lo que nosotros en Puerto Rico cnt ·n demos por el termino.

La legislacion que se esta evaluando en Argentina, para d~ criminalizar ellibelo, afiadira estandares conocidos de 111 alicia, segun fueron articulados por primera vez por el l'ti bunal Supremo de Estados Unidos en 1964, en el ahora l11 moso caso de New York Times Co. vs. Sullivan. Este • .t si establecio que el demandante debe, no solo probar !jil L' Ia informacion publicada es falsa, sino tambien que el 11 In periodista que la publico sabia o debia saber que era I ll su a Ia hora de publicarla.

I' 11 esta conferencia que menciono, ademas se plan teo 1111 las !eyes que penalizan las expresiones dirigidas a

II II H' tonarios publicos son incompatibles con la •t ii V ·ncion Americana de Derechos Humanos.

I ti iL' nderan, a base de esta vision, que no se pretende !1111 11 1: tr totalmente el delito de difamacion, sino su apli­,, 11111 (con estatutos diferentes a los nuestros) a periodis­

tjll l di eminen informacion sobre funcionarios electos pll ltlt l'OS.

td 0:1 ac larar que la difamacion historicamente se 1 .1 Ia vil calumnia difundida oralmente y el libelo

ltttd•t l' cscribe.

1 't Htocc que la publicacion en imprenta de mentiras 1111 dniio mas perdurero que la calurnnia hablada.

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llO

La mayoria de los casos judiciales que se ventilan actualmente, segtm rnis consultas, son de libelo, y parece que son mucho mas en los Estados Unidos que en Puerto Rico.

La palabra importante en estos casos es "malicia"; que la informacion haya sido publicada de forma "maliciosa" o malintencionada, con conocimiento de su falsedad.

En ese sentido, una persona que ejerce el periodismo de forma responsable y etica, no tiene nada que temer. Tarnpoco la persona que expresa simplemente su opinion, aunque sea negativa, de otra persona.

En realidad esta aparente controversia no lo es para los que estamos conscientes de lo que estamos haciendo. Quiza esta mas en la mente de los politicos que quieran sentirse mejor con una legislacion que de Ia apariencia de estar atajando un problema que no tenemos o que se esta "adecentando" el debate publico, que tampoco va a mejo­rar con una ley.

La preocupacion legislativa con el nivel del debate publico, segun he visto en algunas exposiciones de motivos de medidas que han sido sometidas en los ultimos meses, me parece que esta atacando Ia fiebre en la sabana. No pongo Ia pica en Flandes cuando digo que todos sabc­mos que el nivel del debate publico ha degenerado por Ia interaccion de los propios politicos y otros funcionarios.

Asi que, s1 esa es la intencion de la nueva ley, 1111

cumplira su proposito. Si es lade intimidar a los periodi, tas, tampoco. Pero tampoco creo que sea detrimental par 1

a~uellos ciudadanos, que no sean figuras publicas ni pt•n 1,

dtstas Y que puedan reclamar ser victimas de difamacibn.

I l'i ~a A. An~eu Cuevas fue Presidenta de Ia Asociaci6n de Periodistas ill' I ~erto Rico (Asppro) durante cuatro afios. Ha sido corresponsal del I )111r1~-La Pren~~ de Nueva York en Puerto Rico y corresponsal de Ia i)'l' llCla de nottc1as Notimex. Trabaj6 como reportera 1 editora para l'11' 11sa Asociada en San Juan, y para Ia Agencia Espanola de Noticias I I 1:. Tiene un bachillerato en ciencias sociales de Ia Universidad de 1'111' 110 Rico, Recinto de Rio Piedras.

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iDebe o no existir el delito de difamaci6n?

Lcdo. Eduardo Villanueva Munoz

Saludos, compafieros y compafieras que nos visitan en la noche de hoy, distinguidos miembros de la mesa presi­dencial, compatriotas todos.

El Colegio de Abogados de Puerto Rico se siente hon­rado de que el Centro de Libertad de Prensa haya escogi­do a esta instituci6n para celebrar este foro, relacionado con el delito de difamaci6n y su efecto sobre la libertad de prensa. Ello reafirma la tradici6n de nuestro colegio en defensa de las libertades fundamentales de nuestro pueblo. Debo explicar antes de elaborar sobre el tema propuesto lo que se ha dicho respecto al apoyo del Colegio de Abogados al proyecto de ley que convirti6 el delito de difamaci6n en un delito grave.

Ello ocurri6 bajo la presidencia del querido amigo Lcdo. Manuel F. Arraiza. La intenci6n legislativa procla­mada en el proyecto era que este contribuia a fortalecer la protecci6n del Estado a la reputaci6n y la honra. Por con­siderar que el prop6sito era encomiable y que el proyecto era claro, el distinguido compafiero, Lcdo. Manuel F. Arraiza lo endos6. Su amilisis fue breve y conciso y no pretendi6 entrar en la consideraci6n de los efectos que el de lito pudiera tener sobre la libertad de prensa. Durante mi incumbencia como Presidente del Colegio de Abogados, este servidor ha desarrollado una filosofia general que ha

xpuesto consistentemente todas las veces que <.:Oiltl 111.1

proyectos de ley encaminados a crear nuevos dclito~ 11umentar la severidad de las penas de los ya existent ·s.

El Estado, siempre que pretende tutelar un valor socinl comunicar el mensaje a la ciudadania de que es nccc.

. ario eliminar o reducir la conducta que atenta contra dcterminado valor social, tiende a crear nuevos delitos o aumentar las penas a los que ya tutelan el valor social 1dcntificado. Creo que es una tendencia lesiva ala libertad dl!l hombre y al principia general de que un gobiemo d •mocratico, respetuoso de la dignidad del ser humano, d ·be crear leyes que tiendan a la rehabilitaci6n, ademas tkl castigo y la disuasi6n. El resultado de la tendencia punitiva es que ha aumentado geometricamente la poblaci6n carcelaria con escasos y dudosos resultados ubre la incidencia de conducta criminal. En la decada del

IW habia cerca de 6,000 reclusos yen la del 90 ascendi6 a I (1 ,000 reclusos sin que ello haya significado una reduc­' 11'>n significativa en la criminalidad.

I ~s por eso que consistentemente hemos propuesto a los h 'i sladores que sean mas creativos y que legislen para 'fl'ar remedios civiles que seanjustos, rapidos y econ6mi­' tiS con el prop6sito de tutelar eficientemente y con justi­' 1a los valores sociales que es esencial que preservemos.

HI delito de difamaci6n (grave) es un buen ejemplo de Itt que venimos explicando en este escrito. Si se crea un jlltll'cdimiento sumario, similar al del desahucio o la ley ·I Ill' protege querellas laborales, la persona que demanda 11.11 a proteger su reputaci6n y su honra podria tener un I' Ill •dio mas eficaz que el que Obtendria a traVeS del prO-

t o penal. El senador Baez Galib, autor del proyecto que

21 \

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convirti6 en grave el delito de difamaci6n, ha expresado en privado que consideraria un remedio similar al que hoy propongo. Creo que se puede eliminar el delito y crear un remedio civil que consiste en un proceso que otorgue 20 dias para contestar la demanda, 30 dias luego de la con­testaci6n para descubrir prueba, 20 dias mas para celebrar la conferencia con antelaci6n al juicio, que es el proceso para anunciar testigos, prueba documental, identificar controversias y pautar el derecho aplicable al juicio. Dicho sea de paso, un juez activo e informado puede participar eficientemente en esta etapa para propiciar una transa­cci6n entre las partes. La idea de un proceso agil y senci­llo como este es evitar que un demandado poderoso pueda rendir por cansancio y por lo costoso de un proceso largo al demandante, e inhibir posibles reclamaciones merito­rias en caso de difamaci6n que justifiquen un remedio urgente. De no haber transacci6n, el juez debera conceder 30 dias mas para cualquier prueba que falte por descubrir, y en ninglin caso el juicio debera de exceder de seis meses desde que se realice el emplazamiento del demandado.

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De otra parte, para acentuar la importancia que el Estado otorga a la protecci6n de la honra y la reputaci6n del ciudadano, la compensaci6n a otorgarse en ningun caso sera menos de $5,000 y la penalidad por una defensa que se determine temeraria sera tambien de $5,000, para un minimo de $10,000 en compensaci6n por los dafios y honorarios de abogado.

Un proceso como el descrito puede ser una protecci6n adecuada y justa del valor inestimable que es la protecci6n de la honra. Las distinciones entre lo que es figura publi cay lo que nolo es, asi como los criterios de malicia real culpa, negligencia y otros elementos relativos ala verdad,

versus la libertad de prensa, libertad de informaci(llt L'l .1djctivo de una sociedad pluralista abierta al debate :tSl'

l'llran que este remedio no limite ni constrifia Ia fuJH.: H'>II tkl periodista responsable.

Por los fundamentos antes expuestos, no tendriamos ll'paro a que se elimine el delito de difamaci6n si se legis-1 tlil un remedio civil, justo, rapido y econ6mico como cl tjlll' hemos propuesto.

luehas gracias.

I I I nlo. Eduardo Villanueva Muiioz era el entonces Presidente del 1 11l1 •io de Abogados de Puerto Rico.

21')

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Difa1naci6n parte II Foto El Nuevo Dia I Luis Ra1110.\

l11d Simon, Subdirector del Comite para Proteger a los I'• riodistas con sede en Nueva York y orador invitado al ltuo publico "Debe o no existir la difamaci6n criminal, I' II II' n II, intercambia ideas sobre el tema con los panelis-11 I uis Guardiola, periodista de Telemundo y Ana Maria lltu ,m, periodista colombiana. El foro se celebr6 el 21 de 1, h1n0 de 2001, en la sede del Colegio de Abogados, en

IIHIIIlar.

IT

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Vista de los asistentes al foro "Debe o no existir la difamaci6n criminal, Parte II", celebrado en la sede del Colegio de Abogados en Miramar, el2l de febrero de 2001. El foro fue auspiciado por el Centro para la Libertad de Prensa (CLP), la Universidad del Sagrado Coraz6n, El Nuevo Dia y el Colegio de Abogados.

Foto El Nuevo Dia I Luis Rauw'

1'1 doctor Jose Jaime Rivera, Presidente de la Universidad dl'l Sagrado Coraz6n y Copresidente del Centro para la I hcrtad de Prensa, se dirige a los presentes al foro, "Debe 11 no existir la difamaci6n criminal, Parte II", celebrado el J I de febrero de 2001, en la sede del Colegio de Abogados, • 11 Miramar. A su lado, Meriemil Rodriguez, Directora I l•'t utiva del Centro; Joel Simon, izquierda, el orador prin­• I pal y Subdirector del Comite para Proteger a los I'• 1 iodistas con sede en Nueva York; Luis Alberto Ferre 11 tuge'l, Director de El Nuevo Dia y Copresidente del CLP; lo du. Jaime Ruberte, entonces Presidente del Colegio de

h11g;1dos; la periodista colombiana Ana Maria Duran; el I" 1l11dista de Telemundo, Luis Guardiola; y el Lcdo. Luis

1111.1110 Villaronga, entonces Decano Asociado de la I • 111la de Derecho de Ia UPR.

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COMITE PARA LA PROTECCION DE

PERIODISTAS

joel Simon, subdirector

Nota: Presentada el miercoles, 21 de febrero de 2001, en el foro · ' • • [? P te II" publico ";,Debe o no existir Ia difamacwn crtmma. ar •

con el coauspicio del Centro para Ia Libertad de Prensa e~ Puerto Rico, el Colegio de Abogados de Puerto Rico, Ia Universtdad del Sagrado Corazon y El Nuevo Dia.

Esta semana, el Comite para la Proteccion de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en ingles) dio los toqurs finales a su informe anual sobre las condiciones de la II bertad de prensa alrededor del mundo, Ataques a la prcn sa en el 2000. El informe contiene mas de 600 caso d violaciones ala libertad de prensa en mas de 120 pais. El informe se presentara en su totalidad en Washington, D.C., el 19 de marzo, pero quisiera darles un adelanh sobre algunos de nuestros hallazgos.

A finales del 2000, 81 periodistas se encontraban

prision en distintas partes del ~un~o. Veinti~o~ en C!.'"' 14 en Turquia, ocho en Birmama, s1ete en Et10p1a Y scI. I

Iran.

Pero en las Americas, desde Canada hasta Chile, tres periodistas se encontraban tras las rejas, todo Cuba. Uno de ellos, Jesus Joel Diaz Hernandez, fut· I rado el 17 de enero luego de cumplir dos afios de una ten cia de cuatro afios por "peligrosidad".

Solo tres periodistas se encontraban en prision en lod.1 1\uropa a finales del afio pasado, todos en Uzbekist{lll, ·n t•l Asia Central.

;,Que podemos concluir de estas cifras? Que los paiscs • h•mocniticos no encarcelan a los periodistas por lo que

rriben. Esta es una pnictica que al presente se limita a 1 1'1 rnenes autocniticos que son inmunes a las criticas

111h'rnacionales.

I >ttrante afios, el CPJ ha sostenido que nunca se debe 111 1rcelar a los periodistas por lo que escriben, transmiten · p11hlican. En ultima instancia, esperamos que las leyes ••1111'11 Ia difamacion criminal, que en esencia son anti­r 111m·rc'lticas debido a que reprimen el debate publico y •li11111alizan la critica de funcionarios publicos, se elimi­" 1 11 todo el mundo. Aunque ese dia parece estar muy

h •mos enfocado nuestra atencion en las Americas, nd1 , con excepcion de Cuba, ya no se acostumbra

111 ·lur a los periodistas. Nuestra campafia a favor de la 111111 Irion de la difamacion criminal en las Americas se II .ulo a cabo con el apoyo de la Fundacion Tinker en

1 'ork.

1, IIIIOH de ustedes tal vez esten familiarizados con el II• para Ia Proteccion de Periodistas, y si es asi, 1 • 'I Ill' me disculpen mientras les hablo un poco sobre

1111 11ci6n y sobre como emprendimos este proyecto I h Ill II'.

fundado en 1981 por un grupo de corre­l 'lndounidenses en el extranjero, a quienes les

d1.1 que sus colegas alrededor del mundo estuvie­n ataques violentos, encarcelamiento y cen-

221

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sura. El caso especifico que condujo ala creaci6n del CPJ involucra a un periodista paraguayo de nombre Alcibiades Gonzales Delvalle, a quien le informaron mientras se encontraba de visita en Estados Unidos que enfrentaba un arresto inminente si regresaba a Paraguay debido a unos articulos que habia escrito y en los que criticaba al poderoso Alfredo Stroessner. El periodista estaba decidido a regresar a casa, asi que pidi6 a otros periodistas esta­dounidenses que armaran un escandalo a nivel mundial si llegaban a arrestarlo. Lo arrestaron y, a la larga, las protes­tas ayudaron a lograr su liberaci6n.

A traves de los aiios se ha desarrollado y refinado esta estrategia, pero el principia sigue siendo el mismo. Lo que hace el CPJ es utilizar el poder del periodismo para Hamar la atenci6n intemacional sobre abusos contra nuestros colegas. Nuestra intenci6n es asegurar que todos los perio­distas alrededor del mundo tengan la libertad de ejercer su profesi6n sin temor a represalias.

Al presente, nuestra oficina se compone de 20 personas, divididas en cinco programas regionales. Cuando nos enteramos de un abuso, lo primero que hacemos es tratar de documentarlo y descubrir, 1, si la persona era un perio­dista, Y 2, si el ataque se deriva de su trabajo profesional. Si podemos contestar afirmativamente ambas preguntas, enviamos una seiial de alerta a los medios intemacionales y domesticos y alertamos a los legisladores y gobiemos de todo el mundo. Por lo general, esto es suficiente para poner freno al abuso, pero de no ser asi, contamos con toda una serie de medidas que podemos poner en practica, desde enviar cartas de protesta a las autoridades respon­sables hasta organizar una delegaci6n de prominencia o montar una campaiia intemacional. El CPJ no acepta

dinero del gobiemo, se mantiene en su totalidad con fon­dos de fundaciones y donativos de individuos y corpora­ciones.

En los aiios posteriores ala fundaci6n del CPJ, nuestro 11bjetivo principal en America Latina fue defender a los p •riodistas contra ataques violentos. Los gobiemos mih-1 1rcs del Cono Sur se valieron del terror auspiciado por el l'Stado para reprimir los reportajes criticos. A los periodis­Lis de America Latina los asesinaban impunemente .Hk!mas de ser blanco frecuente de narcotraficantes e~ c 'olombia y, aunque en menor grado, en Mexico.

Durante el 2000, siete periodistas fueron asesinados en \ 1116rica Latina mientras ejercian su profesi6n, tres en

I 'olombia y uno en Haiti, Brasil, Guatemala y Uruguay.

1\unque es una cifra intolerablemente alta, los ataques lolcntos contra la prensa en America Latina ciertamentc 1 han reducido en la ultima decada. Esto se debe, en

I'• II tc, a una mayor conciencia sobre asuntos de libertad de ptl'llsa, tanto en los paises individuates como en la comu­lttdnd intemacional. Durante la ultima decada, los enemi­''' · de la libertad de prensa han adoptado un enfoque mas I titS( icad0 en el que dependen ffiaS de la presion legal y

1"'111 ica: procesar a periodistas bajo cargos de difamaci6n • lltllinal o tratar de privar de anuncios publicitarios al pe­' h ulico que los critica. El hostigamiento legal se ha con-

' 1 t tdo en la principal amenaza a la libertad de prensa en I hl·misferio.

I h sde Argentina hasta Mexico, tanto funcionarios IIIH' Inamentales como figuras de poder utilizan una va­

l • d 1d de I eyes anacr6nicas contra la prensa para repri m i r

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los reportajes criticos. En algunos casos, estas leyes son vestigios de regimenes militares que buscaban desarrollar un marco legal para legitimar sus politicas represivas. A pesar de que muchas sociedades se han vuelto mas democraticas, estas leyes permanecen vigentes y proveen un mecanismo facil mediante el cual los funcionarios gubemamentales y otras personas hacen uso del poder del estado para enjuiciar a los periodistas que los critican.

Aunque los periodistas raramente son condenados uti­lizando estos estatutos, con frecuencia los detienen por periodos breves hasta que pueden prestar fianza. El aiio pasado detuvieron por corto tiempo a periodistas en Panama, Mexico, Peru y Bolivia. Aun en los casos en que el periodista no es encarcelado, la batalla contra cargos criminales es larga y costosa. Esto, de por si, tiene un efec­to escalofriante en el reportaje critico.

Consideren el caso de Alejandra Matus en Chile. En abril de 1999, Matus, una j oven reportera investigati va, publico un libro sobre la judicatura chilena titulado El libro negro de la justicia chilena. El magistrado del Tribunal Supremo Servando Jordan radico de inmediato una demanda contra Matus bajo el Articulo 6 (B) de la Ley de Seguridad del Estado, que establece como delito crim­inal contra el orden publico insultar a un alto oficial del Gobiemo. Se confisco toda la edicion impresa dellibro de Matus y la reportera se vio obligada a huir a Argentina para evitar un arresto inminente. Mas tarde se le concedib asilo politico en Estados Unidos. Aunque su libro atin esta prohibido, el caso esta pendiente ante la Comisi6n Interamericana de Derechos Humanos en Washington, D.C.

Claramente, leyes como la Ley de Seguridad del I •.:-.1 ul" de Chile inhiben el trabajo de la prensa independicllll' por consiguiente, son incompatibles con un sisll'111.1 democratico de gobiemo.

Por fortuna, los periodistas de America estan luchando ·ontra estas restricciones. El esfuerzo mas dramatico estu­vo dirigido por el periodista investigativo Horacio Vcrbitsky en Argentina. En 1992, Verbitsky fue acusad de insultar a un juez del Tribunal Supremo bajo la ley de dcsacato de Argentina. Verbitsky apelo el caso a Ia < 'omision Interamericana de Derechos Humanos. En una 11:solucion negociada en 1993, Argentina accedio a derog­ur Ia ley de desacato y pidio ala comision su opinion sobrc 1 las leyes de desacato violan Ia Convencion Americana obre Derechos Humanos. Mas tarde, la comision deter­

''' ino que esto era asi y recomend6 que todos los paises q11C tenian este tipo de ley en vigor debieran eliminarlas. I Ia ·ta el momento, solo dos paises latinoamericanos han ' 11 mplido: Argentina y Paraguay.

;\unque los periodistas latinoamericanos han luchan a d1nrio contra las acusaciones criminales, fue el enjuici ­llt dento de dos periodistas de The New York Times en l{:xico lo que atrajo la atencion intemacional sobre cl

1 11 nto. En 1997, los reporteros Sam Dillon y Craig Pycs d, The New York Times publicaron un articulo investiga-11 \ o que vinculaba con el narcotratico a dos gobemadorcs II H•xicanos influyentes: Jorge Carrillo Olea de Morelo y

l. 1ni lo Fabio Beltrones de Sonora. El articulo se basaba " '" ormente en fuentes de Ia Agencia Federal Antidrogas I Ill ~ ;\, por sus siglas en ingles) e incluia las negaciones de h1 gobemadores. No obstante, tanto Carrillo Olea como II ll rones radicaron cargos de difamacion criminal contr:~

) I

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Dillon y Pyes y la Oficina del Procurador General de la Republica de Mexico inici6 una investigaci6n.

Bajo la Ley de Imprenta de 1917, la difamaci6n es un crimen castigable en Mexico con hasta 18 meses de prisi6n. La verdad, por lo general, no es una defensa, y los funcionarios publicos tienen derecho a un nivel de protec­ci6n mayor que los ciudadanos comunes. El Gobiemo mexicano trat6 de presentar el asunto como una disputa privada entre los gobemadores y los periodistas, pero debido a que la difamaci6n se define como un delito fe­deral, fue el estado mismo el que llev6 a cabo el proceso judicial a nombre de los demandantes. Pyes no se encon­traba en Mexico cuando se radicaron los cargos, pero Dillon fue citado a testificar en varias ocasiones ante las autoridades federates . Mientras los abogados en Ciudad de Mexico y Nueva York batallaban contra las acusaciones, el caso se convirti6 en una verguenza internacional para el Gobierno mexicano.

Bajo la ley mexicana, no se puede enjuiciar a una per­sona en Mexico por una acci6n que no sea un crimen en el pais en el que se cometi6. AI anunciar su decision de aban­donar el caso, los fiscales citaron esta oscura ley para decir que la difamaci6n no es un crimen en el estado de Nueva York. Es importante sefialar que un periodista puerto­rriquefio podria ser enjuiciado en Mexico, ya que la difamaci6n es un delito criminal aqui. Sin embargo, la cantidad de casos de difamaci6n criminal contra periodis­tas mexicanos ha disminuido en afios recientes.

Motivado por el creciente reconocimiento del peligro que representan las !eyes de difamaci6n criminal en America Latina, el CPJ gir6 su atenci6n hacia Panama,

donde los periodistas libraban una batalla contra una can 11dad de impugnaciones legales bajo las notorias "leyes de 111ordaza" del pais. Tengo entendido que el editor de La p, en sa, Gustavo Gorriti, se ha dirigido a este foro, por lo qm: supongo que algunos de ustedes estan familiarizados • ' 111 los problemas que enfrentan los periodistas en l'.tnama. El ex presidente Emesto Perez Balladares utiliz6

111 1 frecuencia las leyes de mordaza, que establecian como dl I ito la critica a funcionarios publicos, permitian la cen-

111 a previa y daban al gobiemo la autoridad para cerrar 111 muiamente las publicaciones, para reprimir las criticas

' ,,nt ra su administraci6n. Es probable que los procesos 1, pa les hayan inhibido a algunos periodistas, pero a un uslo terrible para el prestigio intemacional de Panama.

I las acciones judiciales recibieron amplia cobertura y ill l'I'O n altamente denunciadas.

lin septiembre de 1999, cuando la presidenta Mireya l•1scoso sustituy6 a Perez Balladares, el CPJ envi6 una

1, kgaci6n para reunirse con ella e instarla a derogar las I Vl'S de mordaza. La Presidenta ha cumplido en parte, tras It IIIl a r una legislaci6n que elimin6 la censura previa, pero It kyes de difamaci6n criminal todavia estan vigentes en 1'1111:una y varios periodistas enfrentaron nuevas acciones ptdl l'iales el afio pasado.

l•n cnero de 1999, la Asociaci6n de Periodistas, funda­lt por Verbitsky, present6 una petici6n a la Comisi6n 11111 americana de Derechos Humanos en la que aleg6 que

I t ! 'orte Suprema de Argentina habia violado tanto leyes '" hlnales como intemacionales en tres fallos distintos •ht l' casos que involucraban acusaciones bajo las leyes

I dtlhmaci6n criminal del pais.

21.7

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Una vez mas, Verbitsky propuso una resolucion negoci­ada con el gobiemo de Menem. Sorpresivamente, el Gobiemo accedio a los terminos de Verbitsky y se com­prometio a trabajar para derogar la ley de difamacion criminal de Argentina y promover la introduccion de nor­mas de "malicia real". Bajo las normas de "malicia real", articuladas por primera vez en 1964 por el Tribunal Supremo de Estados Unidos en el caso The New York Times V. Sullivan, los demandantes deben probar no solo que la informacion publicada es falsa, sino que los perio­distas sabian o debian haber tenido conocimiento sobre su falsedad al momento de su publicacion.

Con Argentina dispuesta a revocar su ley de difamacion criminal, periodistas, abogados y academicos prominentes de todas partes de las Americas se reunieron del 8 al 9 de junio en Buenos Aires, Argentina, en una conferencia aus­piciada por el CP 1 y la Asociacion de Periodistas. Los par­ticipantes hicieron un llamado a la derogacion de las leycs de difamacion criminal y se reafirmaron en que los perio­distas nunca deben ser "enjuiciados criminalmente por lo que publican, transmiten o expresan".

Desafortunadamente, poco despues de celebrarse I l conferencia la prensa Argentina revelo un escandalo d sobomos en el que se vieron implicados varios senadorcs Digo desafortunadamente, porque estos eran algunos d los senadores que se habian comprometido a apoyar I proyecto de ley para descriminalizar la difamacibn Molestos con la prensa, los senadores retiraron su apoyo el proyecto fue archivado. Aun tenemos la esperanza d que el clima politico vuelva a cambiar y que vuelva a rmh carse el proyecto.

Aunque el engavetamiento del proyertu 1 Argentina fue un reves considerable, Ia 1 l lnteramericana sobre Principios de Libertad dt• 1 p t·mitida en octubre fue una victoria sign i fil "' 1 1

I >eclaracion reafirma que todas las naciom·... d, mericas se rigen por el Articulo 13 de la COli\ II

mericana sobre Derechos Humanos, el cual garnnt 1 1 I d •recho a "buscar, recibir y difundir informacioncs t' 111 1 dt• toda indole, sin consideracion de fronteras, ya sea 111 II 111 nte, por escrito o en forma impresa o artistica, o pn1 '11alquier otro procedimiento de su eleccion". El arlit Iii" l'llala que "La proteccion de la reputacion debe esl.11 1,1rantizada solo a traves de sanciones civiles, en los caso, · 11 que la persona ofendida sea un funcionario publico o IH 'Isonas publica o particular que se haya involucrado vol 11111ariamente en asuntos de interes publico. Ademas, en

los casos, debe probarse que en la difusion de las noti-1 1s el comunicador tuvo la intencion de infligir dafio o

1 11111 pleno conocimiento de que se estaba difundiendo ~ttl tri as falsas o se condujo con manifiesta negligencia en It lu'1squeda de la verdad o falsedad de las mismas".

I TE UN CONSENSO emergente, no solo en las 111\'ricas, sino en todo el mundo, de que las leyes de

itiiiiHICion criminal no solo violan las garantias de liber­td dt• prensa consagradas en las constituciones politica I It 1 nayoria de los paises, sino tam bien las convenciones

11 1tados intemacionales, tales como el Articulo 19 de la • l.1racion Universal de Derechos Humanos y el 1 'tdo 13 de la Convencion Americana sobre Derechos

1111que las leyes de difamacion criminal permanecen ttlt•s en casi todos los paises de las Americas y Jo

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periodistas continuan enfrentando procesos judiciales, arrestos y hostigamiento bajo estos estatutos, ahora son raras las condenas que Bevan a sentencias en prision. Esto se debe a que tales acciones estarian sujetas a severas criticas por parte de la comunidad intemacional y serian, por ende, politicamente costosas.

Debido a la imposibilidad politica de condenar a perio­distas por difamacion criminal, el CPJ ha exhortado a los funcionarios gubemamentales, quienes tienen un intercs legitirno en proteger sus reputaciones contra el libelo malicioso, para que promuevan la elirninacion de las leycs de difamacion criminal y traten de sustituirlas con san­ciones civiles. No hay interes inherente del estado en con­trolar o limitar la expresion. Por ende, la difamacion deb atacarse como corresponde en un foro civil y considerars como una disputa entre individuos en la que la unica fun cion del estado es servir de mediador a traves del sistem l judicial. En nuestra opinion, un sistema de reparacion civil es el unico mecanismo que puede garantizar y proteger lu reputaciones de individuos contra ellibelo y la difamacibn sin transgredir el derecho mas fundamental de la sociedad el derecho a la libre expresion.

De hecho, para conservar la libertad de expresion y I libertad de prensa, no solo es necesario descriminalizar In delitos de difamacion, sino que tienen que estableccr ciertas protecciones basicas.

l) Como he reiterado, la difamacion nunca debe consid rarse como un delito criminal y los periodistas nu de ben enfrentar el riesgo de ir a prision por lo que escri o publican. La criminalizacion de la difamacion no st tiene un efecto escalofriante sobre la prensa que inhih

intercambio saludable de opiniones e ideas t' 11 11 el funcionamiento de un sistema politico rt·pr sino que tambien hace legitimo un peJigrosu cstado en controlar la expresion.

2) Es precisamente debido a que el funcionamicrtln dt 1111,

dcmocracia depende de este tipo de debate anillladn q11 los funcionarios gubemamentales y otras figuras pt'rhl~t 1

dcben tener menos protecciones que los ciudadartn romunes. Los que aspiran al servicio publico deben enkrt• d r y aceptar que sus acciones, opiniones y condul'l 1 t•staran sujetos a escrutinio y critica y que sus po i ·iorrl . rk prominencia y poder Ies brindan la oportunidad dl' rt•sponder a estas criticas involucrando al publico a trav6s dt• comunicados, conferencias de prensa y medios por cl ' li lo. Los ciudadanos privados no tienen esta posibilidad, por lo que deben contar con mayores protecciones contra l.r di famacion.

I l La opinion, incluso la opinion caustica, debe estar com­l' l,•tnmente protegida contra la posibilidad de una deman­tl t rivil. Asimismo, no es suficiente permitir la "verdad"

111 110 defensa. En cambio, a un demandante que entable 1111.1 demanda civil debe exigirsele que demuestre que el t" 1rodista publico un hecho falso malicioso a conciencia o 11 t 11 1'1 con total indiferencia hacia la verdad o falsedad del llll lt•ria l publicado. El periodismo no trata sobre verdad "' nl11ta, sino sobre una busqueda de la verdad de buena I l ';rr·n preservar el interes de la sociedad en un flujo libre I trdormacion se deben proteger los errores que se come-'' dt• buena fe al informar sobre areas de interes publico

I llrrno contra dernandas civiles.

2 I

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232

4) Todas las demandas civiles de ben basarse en dafios reales y no en dafios percibidos. Esta es, en efecto, la diferencia entre "honor" y "reputacion". Por lo general, el honor se entiende como la forma en que nos percibimos, mientras que la reputacion se entiende como la forma en que otros nos perciben. El honor es un concepto altamente subjetivo. Por ejemplo, un politico podria alegar que se puso en entredicho su honor al publicar informacion erronea sobre que el procedia de una familia pobre. Pero seria mas dificil, aunque no deja de ser posible, demostrar que se afecto su reputacion por dicho informe. Esto podria lograrse llamando testigos a declarar que su opinion sobre el politico cambio cuando leyeron el articulo en particular. Por desgracia, el concepto de honor predomina en America Latina sobre el concepto de reputacion. De hecho, algunas constituciones nacionales incluyen el honor entre los derechos humanos fundamentales que pro­tege la constitucion.

EN GENERAL, EL CPJ no asume casos en Estados Unidos. Esto no se debe a que no se cometan abusos con­tra la libertad de prensa en Estados Unidos, sino a qw: como nuestro enfasis es mas bien de caracter interna­cional, nuestros recursos son lirnitados, y hay muchos gru­pos eficaces en Estados Unidos que se dedican a la defen sa de la libertad de prensa en el pais.

No obstante, quisiera comentar sobre el estatuto d • difamacion criminal de Puerto Rico, el cual considem como una amenaza potencial tanto para los periodistas d la isla como para los esfuerzos que se realizan para elimi nar estas leyes onerosas del resto del hemisferio.

No soy abogado, y tampoco soy experto en asunlo, dl• Puerto Rico. De hecho, este es mi primera visita a Ia Isla ,

l ~ stoy familiarizado con un documento legal qul.! Sl.' ·ometio al Tribunal Federal de Distrito en el que s<: 1111pugnaba la constitucionalidad de la ley de difamaci6n 1riminal. Basado en rni entendimiento de los precedentes ll•gales, no me cabe duda de que la ley es inconstitucional.

l ~ n mi opinion, el debate noes sobre cuan larga debe ser 1.1 scntencia, si se debe sustituir el tiempo en prision con el '1 vicio comunitario o si la difamacion debe considerarse

• tllllO un crimen o como un delito menos grave. Estos ll )'lltnentos no van al punto: la difamacion no debe ser un I linen debido a que una vez que se hace legitimo el

1!1il'r6s del estado en regular la expresion entonces es rela-11 ,uncnte facil para la legislatura aumentar las penali­, l11l •s, como hemos visto recientemente.

\ pcsar de que la impugnacion constitucional me lleva 1 '' 11cr Ia esperanza de que ningun periodista puerto­''ltilll.'ilo se enfrentara a un proceso legal bajo esta ley, I Indo al papel especial que juega Puerto Rico en la inter-

• 1 11'111 de America del Sur, el Caribe y America del Norte · l1 l11do ala vitalidad y la influencia de la prensa de la isla

11 lnda America Latina, creo que la mera existencia de la I IHHiria tener un efecto perjudicial sobre los periodistas

\ 1116rica Latina. Ciertamente, los gobiemos de la lltll a los que se ha puesto bajo presion para que refor-11 liS !eyes de difamacion criminal pueden poner como 11 .1 Ia existencia de dicha ley en Puerto Rico. Esto

lilllil cl argumento de que las leyes de difamacion cri-1 1 d iolan las directrices intemacionales.

23)

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234

Aunque entiendo que el debate ha enfocado de una manera bastante razonable en el impacto que tendni la ley de difamaci6n criminal sobre los periodistas de la isla, mi experiencia al trabajar con este asunto en el resto de America Latina sugiere que vale la pena expandir los ter­minos del debate. La pregunta que me acecha es: (,Que impacto podria tener la existencia de una ley de difamaci6n criminal en Puerto Rico sobre los periodistas de Argentina, Chile, Mexico y Panama que buscan revocar las leyes represivas y anacr6nicas en esos paises? Espero que esta pregunta se incorpore en discusiones futuras. Muchas gracias por la oportunidad de discutir este asunto con ustedes. Espero sus comentarios y preguntas.

COMMITTEE FOR Till • PROTECTION OF

JOURNALISTS

By Joel Simon, Deputy Director

Note: Presented February 21, 2001, at the Public Forum: "Sitoultl Criminal Defamation Exist? Part II" co-sponsored by the Center/ill' the Freedom of the Press in Puerto Rico, the Puerto Rico /Jur

Association, Sacred Heart University and El Nuevo Dia.

This week, the Committee to Protect Journalists put the finishing touches on its annual report on press freedom conditions around the world, Attacks on the Press in 2000. The report contains more than 600 cases of press freedom violations in more than 120 countries. The full report will be presented on March 19 in Washington, D.C., but I'd like to give you a sneak preview of some of our findings . At the end of the 2000, 81 journalists were in jail around the world. Twenty-two in China, 14 in Turkey, eight in Burma, seven in Ethiopia and six in Iran.

But in all of the Americas, from Canada to Chile, only three journalists were in jail - all of them in Cuba. One of them, Jesus Joel Diaz Hernandez, was released on January 17 after serving two years of a four-year sentence for "dangerousness."

fn all of Europe only three journalists were in jail at the l nd of last year - all of them in the Central Asian country nf' Uzbekistan.

2 \')

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What can we conclude from these numbers? That dem­ocratic countries do not jail journalists for what they write. It is a practice that today is largely confmed to autocratic regimes that are impervious to international criticism.

CP J has long held that journalists should never be jailed for what they write, broadcast or publish. We ultimately hope that criminal defamation laws, which at their heart are antidemocratic because they stifle public debate and criminalize criticism of public officials, will be eliminated around the world. While that day seems to be a long way off, we have focused our attention on the Americas where

' outside of Cuba, journalists are no longer routinely jailed. Our campaign for the elimination of the criminal defama­tion in the Americas has been carried out with support from the Tinker Foundation in New York.

SOME OF YOU may be familiar with the Committee to Protect Journalists, and if you are, I hope you '11 indulge me while I tell you a little bit about the organization, and how we took on this particular project.

CPJ was founded in 1981 by a group ofU.S foreign cor­respondents who were concerned that their colleagues around the world were subjected to violent attacks, impris­onment and censorship. The specific case that led to the creation of CPJ involved a Paraguayan journalist named Alcibiades Gonzales Delvalle who had been informed while visiting the United States that he faced imminent arrest if he returned to Paraguay because of articles he had written criticizing strongman Alfredo Stroessner. The journalist was determined to go home, and so asked jour­nalists in the United States to create a global ruckus if he were in fact arrested. He was arrested, and the protests did

236 eventually help secure his release.

Over the years, this strategy has been dl'\\ 1111u d 111 d refined, but the principle remains the sanll' Wh 11 c 1 1

does is to use the power of journalism to f'o ·11. IIIII 111 1

tional attention on abuses against our collcagu~s w , 1 to ensure that all journalists around the world an· t 11 T '"

carry out their profession without fear of reprisal.

Toda~, our office is made up of 20 people, divid ·d 111 111

five regwnal programs. When we learn of an abus ·, Wl'

first seek to document it and discover 1) whether or not thl· person is a journalist, and 2) whether or not the attack stems for his or her professional work. If we are able to answer both questions in the affirmative, we send out an alert to the international and domestic media and alert policy-makers and governments around the w;rld. Often this is enough to stem the abuse, but if it's not, we have ~ whole series of measures we can apply - from sending pro~est letters to the responsible authorities, to organizing a high-profile delegation, to mounting an international campaign .. CPJ accepts no government money; it is sup­ported entrrely through foundation grants, and donation from individuals and corporations.

I~ the ye~rs after CPJ was founded, our primary goal in Latm Arnenca was to defend journalists against violent attack. Military governments in the Southern Cone used sta~e-s~onsored terror to suppress critical reporting; jour­nahsts m Central America were murdered with impunity; and drug traffickers in Colombia, and to a lesser extent, Mexico often targeted the press.

During 2000, seven journalists were killed in Latin America while carrying out their work - three in Colombia, and one each in Haiti, Brazil, Guatemala and Uruguay.

2l7

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238

While that is an intolerably high number, violent attacks against the press in Latin America have certainly declined in the last decade. This is partly a function of the increased awareness of press freedom issues, both within individual countries and among the international community. In the last decade, the enemies of press freedom have become more sophisticated in their approach, relying more on legal and political pressure - prosecuting journalists on criminal defamation charges or seeking to deprive a criti­cal newspaper of advertising. Legal harassment has become the primary threat to press freedom in the hemi­sphere.

From Argentina to Mexico, an array of anachronistic press laws is being used by government officials or po­werful figures to suppress critical reporting. In some cases, laws there are vestiges of military regimes that sought to develop a legal framework to legitimate their repressive policies. Even as many societies have become more democratic, these laws remain on the books, provi­ding an easy mechanism for government officials and others to employ the power of the state to prosecute jour­nalists who criticize them.

While journalists are rarely convicted under these sta­tutes, they are frequently detained for short periods until they can raise bail. Last year, journalists were jailed briefly in Panama, Mexico, Peru and Bolivia. Even in cases where the journalists are not imprisoned, fighting the criminal prosecutions can be extremely time consu­ming and costly. This, in itself, can have a significant chi­lling effect on critical reporting.

Consider the case of Alejandra Matu, 111 c 1111 1 1999, Matus, a young investigative rep<H 11, pulll1 expose on the Chileanjudiciary called Till· 1111 1 1 Chilean Justice. Supreme Court Justice S ., .111• I., immediately filed suit against Matus under I\ 1 t 11 h tl the Chile's State Security Law, which makl' 1t 1 , 1

against public order to insult a high govcnHIH'IIt 11111 d The entire press run of Matus' book was conlisrilh d 111 1 facing imminent arrest, Matus was forced to lk~L' < 'l11l 1 1

Argentina. She was later granted political asyhun 111 th United States. While her book remains banned, llll' l ,

currently pending before the Inter-America Colllllll on Human Rights, in Washington, D.C.

Clearly, laws like Chile's State Security Law inhibit the work of independent press and are therefore incompatibk• with a democratic system of government.

Latin American journalists, fortunately, are fighting back against these restrictions. The most dramatic effort has been led by investigative journalist Horacia Verbitsky in Argentina. In 1992 Verbitsky was convicted of insulting a Supreme Court justice under Argentina's desacato law. Verbitsky appealed the case to the Inter-American Commission on Human Rights. In a negotiated settlement in 1993, Argentina agreed to repeal its desacato law and to ask the commission for an advisory opinion on whether desacato laws violate the American Convention of Human Rights. The commission later determined that they did, and recommended that all countries that had such laws on the book remove them. So far only two countries in Latin American have complied - Argentina and Paraguay.

2}9

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240

While Latin American journalists have been battling criminal prosecutions every day, it took the prosecution of two New York Times journalists in Mexico to focus inter­national attention on the issue. In 1997, New York Times reporters Sam Dillon and Craig Pyes published an inves­tigative story linking two powerful Mexican governors -Jorge Carrillo Olea of Morelos and Manlio Fabio Beltrones of Sonora - to the drug trade. The article was based largely on sources within the DEA and included denials from the governors. Nevertheless, both Carrillo Olea and Beltrones filed criminal defamation charges against Dillon and Pyes and the Mexican Attorney General's Office (Procurador General de la Republica) began an investigation.

Under Mexico's 1917 Ley de Imprenta, defamation is a crime punishable by up to 18 months in prison, truth is ge nerally not a defense, and public officials are entitled to a higher level of protection than average citizens. The Mexican government sought to portray the matter as a pri­vate dispute between the governors and the journalists, but because defamation is defined a federal offense it was the state itself, on behalf of the plaintiffs, that carried out the prosecution. Pyes was not in Mexico when the charges were filed, but Dillon was summoned to testify several times before federal authorities. As lawyers in Mexico City and New York battled the charges, the case became an interna­tional embarrassment for the Mexican government.

Under Mexican law a person cannot be prosecuted in Mexico for an action that is not a crime in the country in which it was committed. In announcing their decision to drop the case, prosecutors cited this obscure law in noting that defamation is not a crime in New York State. It i

important to note that a Puerto Rican jo11111 dt prosecuted in Mexico under the law sinn· d I 1

criminal offense here. However, the tllltnh 1

defamation cases against Mexican journalt 1

recent years.

Buoyed by the growing recognition ofthe d1111 ,, 1 1 by criminal defamation laws in Latin Amcnra ( I' I turned its attention to Panama where journalists" 1

tling an array of legal challenges under tlwt llllllll

notorious "gag laws" I understand that La Prl'tl. .1 , d11 1

Gustavo Gorriti has addressed this forum, so I n ""' some of you are familiar with the problems faced h I''"' nalists in Panama. Former President Ernesto I'' 1

Balladares frequently used the country's gag laws witt• It criminalized criticism of public officials, permitted p11111

censorship, and gave the government the authority to :Oil II II

marily shut publications - to stifle criticism of his adn11 nistration. The prosecutions may have inhibited sontl journalists, but at a terrible cost to Panama's internatiotlill prestige. The prosecutions were widely covered and wHk ly denounced.

In September 1999, when President Mireya Moscoso succeeded Perez Balladares, CPJ sent a delegation to me ·1

with her and to urge her to repeal the gag laws. She has partially complied, signing legislation that eliminated prior censorship, but criminal defamation laws remain on the books in Panama and last year journalists faced renewed prosecutions.

In January 1999 the press association that Verbitsky founded, la Asociaci6n de Periodistas, lodged a petition with the Inter-American Commission on Human Rights

2.11

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242

(IACHR) alleging that the Argentine Supreme Court had violated both domestic and international law in three sepa­rate rulings on cases involving prosecutions under the country's criminal defamation laws.

Once again Verbitsky proposed a negotiated settlement with the Menem government. Surprisingly, the govern­ment agreed to Verbitsky's terms, pledging to work for the repeal of Argentina's criminal defamation law and pro­mote the introduction of "actual malice" standard. Under the "actual malice" standard, first articulated by the U.S. Supreme Court in the 1964 case New York Times Co. v. Sullivan, plaintiffs must prove not only that the published information is false but also that the journalists knew or should have known it was false at the time of publication. With Argentina set to repeal its criminal defamation law, prominent journalists, lawyers, and academics from throughout the Americas, gathered on June 8-9 in Buenos Aires, Argentina, at a conference hosted by CP J and Periodistas. The participants called for the repeal of cri­minal-defamation laws and affirmed that journalists should never be "criminally prosecuted for what they pu­blish, transmit, or express."

Unfortunately, soon after the conference was held the Argentine press broke a bribery scandal in which several senators were implicated. I say unfortunately, because these were some of the same senators who had pledged to support the bill decriminalizing defamation. Angry at the press, the senators withdrew their support and the bill was shelved. We remain hopeful that the political climate will once again change and the bill will be reintroduced.

While the shelving of the Argentine p1 (

something of a setback, the Inter-American I h 1 l11 111 111 ,

Principles of Freedom of Expression iss u ·d 111 1 '' 1 l1 1

was a significant victory. The Declaration ll'HIIIIIII 11111

all nations in the Americas are bound by Art1rl · I I 1tl !111

American Convention of Human Rights, whi ·h l'll 11 111

tees the right "to seek, receive and impart inforn1alion o111d

ideas, regardless of borders and by any means or l'UIIIIIIII

nication". It notes that, "The protection of a per on's ll'jlll

tation should only be guaranteed through civil sanctio11. 111

those cases in which the person offended is a publit: ulll· cial, a public person or a private person who has v luntu rily become involved in matters of public interest. In add1 lion, in these cases, it must be proven that in disseminat ing the news, the social communicator had the spcci fie intent to inflict harm, was fully aware that false news was disseminated, or acted with gross negligence in efforts to determine the truth or falsity of such news."

[La protecci6n a la reputaci6n debe estar garantizada s6lo a traves de sanciones civiles, en los casos en que Ia persona ofendida sea un funcionario publico o persona publica o particular que se haya involucrado voluntaria­lllente en asuntos de interes publico. Ademas, en estos l ' ll 'os, debe probarse que en la difusi6n de las noticias el rornunicador tuvo intenci6n de infligir dafio o pleno l'onocimiento de que se estaba difundiendo noticias falsas n sc condujo con manifiesta negligencia en la busqueda de l.1 verdad o falsedad de las mismas.]

'I HERE IS AN emerging consensus - not just in the mericas, but throughout the world - that criminal

d1 litmation laws violate not only the press freedom gua­llllltces enshrined in most countries' political constitu-

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244

tions, but also international conventions and treaties, such as Article 19 of the Universal Declaration of Human Rights, and Article 13 of the American Convention on Human Rights.

While criminal defamation laws remain on the books in nearly every country in the Americas, and journalists con­tinue to be prosecuted, detained and harassed under these statutes, convictions resulting in jail sentences are now rare. This is because such action would be subject to strong condemnation from the international community, and would thereby be politically costly.

Because of the political impossibility of convicting a journalist of criminal defamation, CPJ has urged govern­ment officials, who have a legitimate interest in protecting their reputations from malicious libel, to push for the elim­ination of criminal defamation laws and seek to replace them with civil sanctions. There is no inherent state inte­rest in controlling or limiting speech; thus defamation should properly be addressed in a civil forum and treated as a dispute between indi~iduals in which the state's sole legitimate function is to mediate through the judicial sys­tem. A regiment of civil redress is, in our view, the only mechanism which can guarantee and protect the reputa­tions of individuals against libel and slander without infringing on the most basic right of any society, the right to freedom of expression.

In fact, in order for freedom of expression and the of the press to be preserved, defamation offenses not only need to be decriminalized, but certain other basic protections need to be placed.

1) As I've reiterated, defamation should Ill • 1 h • 1

nal offense and journalists should ncv r l:u • til 11

jail for what they write or publish. 'r llll llr.llr 111 11

defamation not only has a chilling effect o11 1111 I" thereby inhibiting the robust exchange of vi ·w . . 111d rd• essential to the functioning of a representalrw pulrtr system, but it is also legitimates a dangerous stat · 1111 1

in controlling speech.

2) It is precisely because the functioning of a demotr oil

depends on this sort of lively debate that government ullr cials and other public figures should have fewer proll'l

tions than average citizens. Those who seek publics ·rvll must understand and accept that their actions, views :1111 I behavior will be subject to scrutiny and criticism, and tlwt their positions of prominence and power affords them 11 1

the opportunity to respond to such criticism by engagin • the public through statements, press conferences and I hl· like. Private citizens have no such possibility, so they must have greater protections against defamation.

3) Opinion- even caustic opinion- must be fully protc<.:t ed from the possibility of civil claims. Furthermore, it 1 s not sufficient to allow "truth" as a defense; rather, a plain tiffbringing a civil suit should be required to prove that :1 journalist either knowingly published a malicious f~tiSl'

hood or acted with utter disregard for the truth of falsity of

the published material. Journalism is not about the absolute truth, but rather about a good faith pursuit of th · truth. Errors made in good faith while reporting on areas of legitimate public interest must be protected against ci vi I ·laims in order for society's interest in a free flow ofinf'or mation to be preserved.

Page 122: Memorias 2001

246

4) All civil claims must be based on actual damages rather than perceived damages. This is in effect that difference between "honor" and "reputation." Honor is generally understood to mean the way that we perceive ourselves, while reputation is understood to mean the way that others perceive us. Honor is a highly subjective concept - for example a politician could claim that his honor was impugned by an erroneous report that he had come from a poor family. But it would be more difficult - though still possible -to demonstrate that his reputation was damaged by such a report. This could be done by calling witnesses to testify that their opinion of the politician was dimin­ished when they read the particular article. Unfortunately, the concept of honor rather than reputation predominates throughout Latin America. In fact, some national constitu­tions include honor among the basic human rights protect­ed by national constitutions.

IN GENERAL CPJ does not take up cases in the United States. This is not because there are no press freedom abuses in the United States, but rather because our empha­sis is international, our resources are limited, and there are many highly effective groups in the United States dedicat­ed to the defense of press freedom in this country.

But I would like to comment on Puerto Rico's criminal defamation statute, which I believe is not only a potential threat to journalists on the island but also to efforts to eliminate such onerous laws from the rest of the hemis­phere.

I am not a lawyer, nor I am an expert on Puerto Rico -in fact, this is my first trip here. I am familiar with a legal brief that has been submitted to the U.S. District Court for

Puerto Rico challenging the constitutionality or th • cr irnr · nal defamation law. Based on my understandin' ol tiH legal precedents, I have no doubt that the law is Llll ·onNII

tutional, In my mind, the debate is not over how lonp thl· sentence should be, whether community service should h · substituted for jail time, or whether defamation should hl· a misdemeanor or a felony. These arguments miss til· point; defamation should not be a crime because once the state's interest in regulating speech is legitimated then it is a relatively simply matter for the legislature to increas · the penalties - as we have recently seen.

While the constitutional challenge leads me to hope that no Puerto Rican journalist will ever be prosecuted under this law, because of the special role of the Puerto Rico at the intersection of the South America, the Caribbean and North America, and because of the vitality and influence of the island's press throughout Latin America, I believe that mere existence of the law could have a deleterious effect on Latin American journalists. Certainly govern­ments throughout the region who are under pressure to reform their own criminal defamation laws can point to the existence of such a law in Puerto Rico. It undermines the argument that criminal defamation laws violate inter­national standards.

While I understand that the debate quite reasonably has focused on the impact that the criminal defamation law will have on journalists on the island, my own experience working on this issue in the rest of Latin America suggests that it is worthwhile to expand the terms of the debate. The question in my mind is: What impact could the existence of a criminal defamation law in Puerto Rico have on jour­nalists in Argentina, Chile, Mexico, and Panama who are

247

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seeking to overturn repressive and anachronistic laws in those countries? I hope this question will be incorporated into future discussions.

Thank you very much for the opportunity to discuss this issue with you. I look forward to your comments and questions.

Ana Maria Duran I .u (Colombia)

Nota: Presentado por Ana Maria Duran Ptll"l'tlt•,, '''""''' • 1

social de Colombia, el 21 de febrero de 200 I t'll ,., /111 ,, /'' /II 111

";,Debe o no existir el de/ito de difamacion? Pm•ft• II" I 1 I' , sentacion de Duran rejleja el estado de Ia Ley de Pn'""'' ,., a esafecha.

INTRODUCCION

Hablar de Colombia muchas veces es como hahl:u d1 un gran amor. Un amor de esos llenos de buenos r ·cm·r dos, pero tambien lleno de momentos amargos. Esc cs uno de los casos en los que los sentimientos se dividen, lo cunl lo hace aun mas apasionante.

Hoy sin embargo el tema nos lleva a lo concreto. A lo legal. Y de antemano pido disculpas por los momentos en que Ia pasi6n salga a flote y me aleje del campo juridico, el cual por cierto no domino en lo mas minimo.

Colombia es uno de los paises de America que desdc hace ya muchos afios cuenta con una Ley de Prensa. Ley de Prensa que muchas veces considero innecesaria. 'n especial cuando el afio pasado contamos 11 asesinatos de periodistas. 11, imaginense. Casi uno por mes. Y eso sin contar a los que se encuentran amenazados o en exilio for­zoso. No en vano es considerado junto a Rusia uno de lo paises mas peligrosos para ejercer esta profesi6n.

Quiero primero que todo dejar en claro que no me opon­'0 a las leyes. Considero que, como diriamos en mi pals, I icnen tanto de largo como de ancho. En otras palabras,

24()

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250

que en determinado momento, como todo en la vida, nos puede resultar favorable y en otros desfavorables. Unas veces esta de nuestro lado y nos protege y otras en contra y nos ataca.

Muy bien, ahora, antes de iniciar quiero agradecer a Jairo Lanao, abogado de la Sociedad Interamericana de Prensa, quien generosamente me documento con una de sus investigaciones, la cual de la mano con el libro La Libertad de Prensa y la Ley, tambien de su autoria, fueron la base para extraer la informacion que a continuacion pre­sento.

Ley de Prensa en Colombia

Marco Constitucional

-Ley de Prensa (Ley 29 de 1944)

- Muchos de sus Articulos ya se encuentran derogados por normas especiales.

LA CONSTITUCION DE 1991

- Articulo 20 "Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir informacion veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicacion. Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garan­tiza el derecho a la rectificacion en condiciones de equidad. No habra censura".

- Articulo 73 "La actividad periodistica gozara de protec­cion para garantizar su libertad e independencia profe­sional".

-Articulo 74 "Todas las per onas ti~:lll'll d1 ·11 1 l111 1

der documentos publicos salvo los casos qth· 1 1 tl•l• ley. El secreto profesional es inviolabl •" .

-De la misma forma, el Articulo 15 delicndt Ia 111111111d ul personal y familiar de todos los individuos y su hurn 1111111

bre ... " ... el Estado debe respetarlos y haccrlos r 'SJll'lill ..

" y el Articulo 21 garantiza el derecho a Ia horlla d 11 1

que la ley sefialara la forma de su proteccion.

Estructura judicial

- No existe un tribunal especial, por lo que las accion ·s que tienen que ver con los actos de los medios de comu­nicacion se ejecutan ante un juez del Circuito, sin especi­ficar si es Penal o Civil, lo que significa que puede hacer c indistintamente, con segunda instancia ante los Tribunates del Distrito Judicial.

- Existe la posibilidad de interponer el recurso de Apelaci6n.

Delitos relacionados con el contenido de la informacion

- El C6digo Penal ( expedido por el Decreto 1 00 de 1980) dejo sin vigencia las normas penales contenidas en la Ley de Prensa.

-De esta forma desaparece la DIFAMACI6N como tal del Codigo Penal. Sin embargo ...

- Quedan la CALUMNIA y la INJURIA consideradas como delitos que pueden cometerse en el ejercicio del periodismo.

251

Page 125: Memorias 2001

- INJURIA: (seglin el Articulo 313 del C6digo Penal) Es el delito que se comete haciendo a una persona imputa­ciones deshonrosas. Se castiga con pena de prisi6n de uno a tres afios.

Requisites para que se estructire el delito de injuria:

l . Que una persona impute a otra conocida o determinable un hecho deshonroso.

2. Que el imputador tenga conocimiento del caracter deshonroso de este hecho.

3. Que el caracter deshonroso del hecho imputado dane 0

menoscabe la honra de aquella persona. 4. Que el imputador tenga conocimiento de que el hecho

atribuido tiene esa capacidad de dafiar o menoscabar la honra de la persona.

252

- CALUMNIA: (segun el Articulo 314 del C6digo Penal) Es el delito que se comete cuando se imputa falsamente a otra persona un hecho punible. Se castiga con prisi6n de uno a cuatro afios.

Requisites para que se configure el delito de calumnia:

l. La atribuci6n de un hecho delictuoso a persona deter minada o determinable.

2. Que el hecho delictuoso atribuido sea falso. 3. Que el autor tenga conocimiento de esa falsedad. 4 . Que el autor tenga la voluntad y conciencia de efectuar

la imputaci6n.

Injuria y calumnias indirectas: (segun el Articulo 315 del C6digo Penal) Los delitos que se cometen por pub­licar, reproducir o repetir una calumnia o injuria imputada

por otro, o cuando se hagan imputaciones de modo imper­so-nal o con las expresiones "se dice, se asegura" t1 otra semejante, y las sujetas a las penas establecidas en los ante-riores Articulos.

-QUE LOS AGRAVA: (seglin el Articulo 316 del C6digo Penal) Los hace circunstancia especial de aumento de pena el hecho de que el ilicito se realice utilizando un medio de comunicaci6n social o de divulgaci6n colectiva, o en reunion publica.

- QUE LOS EXIME DE CULPABILIDAD: (seglin el Articulo 317 del C6digo Penal) El probar Ia veracidad de las imputaciones, estableciendo como excepci6n que en la calumnia no se admitira prueba cuando el hecho punible imputado haya sido objeto de sentencia absolutoria o cesaci6n de procedimiento, siempre y cuando estas d~ci­siones no sean consecuencia de prescripci6n de Ia acci6n.

De la misma forma establece como excepci6n a Ia prue­ba de la veracidad en el delito de injuria cuando los hecbos imputados se refieren a la vida sexual, conyugal 0 de familia, o a Ia victima de los delitos contra la libertad y el pudor sexuales.

- COMO SE SOLUCIONA: (segun el Articulo 318 del C6digo Penal)

I. RETRACTACION: . No habra luga_r a punibilidad si el autor de las imputa­

l' lones que const1tuyen los delitos de calumnia e injuria se ll...' lracta antes de proferir sentencia de primera o (mica lll slancia, siempre y cuando se obtenga el consentimiento tk• l ofcndido, y que la retractaci6n se realice en el rnismo

Z:.53

Page 126: Memorias 2001

254

medio y con las mismas caracteristicas con que se realizo la imputacion.

2. IMPROSEGUIBILIDAD: No podni iniciarse accion penal si la retractacion o rec­

tificacion se realiza antes de la formulacion de la denun­cia. Aqui no es necesario el consentimiento del ofendido.

Vale la pena comentar que, mediante un fallo de la Corte Constitucional de 1992, se concluyo que en caso de conflicto entre el derecho ala intimidad sobre el derecho a la informacion, prevalece el primero porque es una con­secuencia necesaria de la consagracion de la dignidad humana como principia fundamental y valor esencial. Solo puede ser limitado el derecho ala intimidad, en sal­vaguarda de un verdadero interes general que responda a los presupuestos establecidos en la Constitucion.

Otras restricciones (ejemplos de CENSURA PREVIA)

- (Articulo 300 y 304 del Codigo del Menor) Esta pro­hibido publicar, realizar transmisiones que atenten contra la integridad moral, siquica y fisica de los menores. Tampoco se podra publicar o transmitir informaciones que inciten a la violencia, hagan apologia del delito, o con­tengan descripciones morbosas o pornograficas.

- Tampoco se podra entrevistar, dar su nombre, divulgar datos de identificacion o que conduzcan a ella. Igual pro­hibicion se aplica a los casos en que los menores son vic­timas o infractores de un delito.

- (Articulo 31 Codigo de Procedimiento Penal) Reserva penal de la etapa de investigacion.

- (Ley 182 de 1995) Las prohibiciones y medidas cjcrci­das en virtud de su potestad de vigilancia sobre cl con­tenido de la programacion a cargo de la Comision Nacional de Television con elfin de proteger los derechos de la familia y los nifios.

- (Decreto 2110 de 1992) Prohibicion de publicar infor­maciones contenidas en los documentos, mensajes, graba­ciones, fotografias y material clasificado de la Direccion General de Inteligencia del Departamento Administrative de Seguridad.

- (Estatuto de Fronteras) Prohibicion de to mar imagenes de las zonas fronterizas que las Fuerzas Armadas consi­deren que poseen valor tactico estrategico.

- (Ley 104 de 1993, de Orden Publico) Prohibicion de publicar informacion que este cobijada por la reserva en poder del Fondo de Garantias de Instituciones Financieras.

- (Decreto 1812 de 1992 y 1905 de 1995) Prohibiciones relativas a los medios de radiodifusion sonora o audiovi­sual que fijaron pautas en materia de la divulgacion de noticias e informaciones relacionadas con grupos guerri­lleros, grupos narcotraficantes y terroristas.

- Tambien se prohibio la identificacion de testigos de inci­dentes relacionados con actos de terrorismo secuestro

' ' rebelion o narcotrafico por cualquier medio masivo de comunicacion.

- (Ley Estatutaria de los Estados de Excepcion Ley 137 de 1994) Permite la censura mediante los estados de excepcion.

255

Page 127: Memorias 2001

256

Derecho de rectificaci6n o respuesta:

LA RECTIFICACION tiene diferentes enfoques: (infor­maciones inexactas o erroneas)

1. RELACIONADO CON EL SUJETO AFECTADO en su derecho, para quien la rectificacion constituye el restablecimiento de la verdad sobre lo que se ha informa­do a traves del medio de comunicacion y, por const­guiente, el restablecimiento del derecho violado.

2. COMO RESTABLECIMIENTO DE LA VERDAD Y DEL DERECHO DE LOS RECEPTORES .DE LA INFORMACI6N de recibir informacion veraz e impar­cial.

3. COMO RECONOCIMIENTO DEL MEDIO DE SU EQUIVOCACI6N y por consiguiente el restablecimiento de su credibilidad.

Dentro de los panimetros seiialados por la Corte Constitucional, la rectificacion debe ser un acto de cons­treiiimiento en el que el medio de comunicacion reconoz­ca su equivocacion.

Condiciones de la rectificaci6n:

(segUn. Articulo 20 de la Constitucion Nacional) La rec­tificacion para que pueda restablecer la verdad y los dere­chos violados debera hacerse en condiciones de equidad.

En lineas generales, el termino EQUIDAD implica que la rectificacion se haga en fom1a gratuita, oportuna, en el misrno medio, y con caracteristicas similares a la inforrna-

cwn que motiva la rectificacion. (UBICACI6N, DESPLIEGUE, TITULACI6N, TIPO DE LETRA, etc.)

La Corte Constitucional desconoce hasta ahora la forma como La Ley de Prensa del 44 regula la rectificacion, ya que solo la ubica en el contexto del reconocimiento del medio de haber cometido un error y la posterior publi­cacion de la comunicacion que envie al medio el ofendido.

La recrificaci6n y la acci6n de tutela:

ACCION DE TUTELA: (Articulo.86 de la Constitucion Nacional)

Es una accion que le permite a toda persona reclamar ante los jueces mediante procedimiento preferente y sumario, la proteccion inmediata de sus derechos constitu­cionales fundamentales en cualquier momento que estos resulten vulnerados o amenazados.

La ley establecera los casos en los que Ia Accion de Tutela procede.

- Como consecuencia de la creacion de la Accion de Tutela, la Accion de Tutela por rectificacion de informa­ciones inexactas o erroneas se ha convertido en un mecan­ismo de serios cuestionamientos.

- Ante el exceso de Acciones de Tutela que se presentaron recien se expidio el Decreto 2591, la Corte Constitucional profundizo en el tema del derecho a la informacion y Ia libertad de expresion, haciendo claridad en puntos especi­ficos como:

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*La tutela procede solo en el caso de informaciones inex­actas y no procede en frente a las opiniones . . . "Es un imposible pedir que se rectifique un pensamiento u opinion, porque solo es posible rectificar lo falso o parcial, mas no las apreciaciones subjetivas que sobre los hechos permitan las manifestaciones del pensamiento y opiniones . . . " respecto de opiniones y pensamientos, solo caben las denuncias penales por calumnia e injuria .. . " (sentencia de marzo de 1993 de la Corte Constitucional).

* Los jueces no pueden redactar las rectificaciones.

Inconvenientes del derecho de rectificaci6n ante la libertad de informacion:

- La rectificacion es un derecho que a traves de la Tutela, se convierte en un mecanismo obligatorio por lo sefialado en el Articulo 52 del Decreto-Ley de 1991 que posibilita la aplicacion de seis meses de arresto por desacato. Se han presentado arrestos a directores de medios por incumplir las rectificaciones o cumplir mal.

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- El incumplimiento de una rectificacion es de respon­sabilidad del director del medio.

- En razon del proceso preferente y sumario previsto en la Carta Politica para la Tutela para las rectificaciones, estas se de ben resolver en 10 dias, 48 horas para cumplir con el fallo, tres dias para impugnar el fallo, 20 para fallar en la segunda ins tan cia, y 10 dias para enviarlo a la Corte Constitucional y esta tiene tres meses para decidir de

fondo.

- El plazo inicial de cumplir con el fallo dentro de 48 horas no permite que haya una decision del tribunal ante el cual se apela ( el plazo para impugnar es de tres dias ). Esta inmediatez podria seriamente limitar el aporte de las prue­bas para el esclarecimiento de los hechos objeto de la rec­tificacion .

- Se han presentado varios casos en que se rectificaron informaciones que luego fueron confirmadas como ciertas obligando ala prensa a corregir algo que no era err6neo. Esto viola claramente la libertad de prensa.

- Ha ocurrido que las rectificaciones han sido redactadas por parte de los jueces, imponiendoles a los medios el texto que han de publicar. En esos casos tambien se ha violado la libertad de prensa. En otros casos se ha obliga­do al medio a hacer aparecer como suyo el texto de la aclaracion cuando no era asi.

DERECHO DE REPLICA: (Articulo 112 de la Constitu­cion Politica)

Preve que los partidos y movimientos politicos que no participen en el Gobiemo tendran el derecho de replica en los medios de comunicacion social del Estado frente a ter­giversaciones graves y evidentes o ataques publicos pro­feridos por altos funcionarios oficiales. Parece que no hay derecho de replica para personas diferentes a las sefia­ladas.

Esta es a grandes rasgos la legislacion colombiana con respecto ala libertad de prensa y los delitos de calumnia e mJuna.

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Nos encontramos con que la Corte Constitucional inter­preta la responsabilidad social de los medics como el compromise de informar 'veraz e imparcialmente a la comunidad sobre los acontecimientos de la vida nacional e internacional.

Sin embargo, el ejercicio del periodismo, y mas exacta­mente la libertad de prensa puede verse vulnerado como derecho fundamental en virtud de una determinacion caprichosa de un funcionario judicial de lo que se puede entender como una informacion veraz e imparcial, ya que estos son elementos demasiado subjetivos para erigirlos en un estandar de responsabilidad social.

Es asi como se ve claramente el peligro de que la responsabilidad civil periodistica sea tomada como pre­texto para regular o censurar la prensa. De esta forma se violaria el derecho de toda persona de recibir oportuna­mente informacion especial cuando se trata de temas de interes publico como la conducta y la gestion de fun­cionarios oficiales.

Teniendo en cuenta que nuestra etica periodistica nos inculca el compromise con el respeto por el buen nombre o la honra de toda persona, y ejerciendo nuestra profesion a cabalidad y con transparencia, es necesario que la pren­sa goce de cierta flexibilidad respecto a la exactitud de la informacion debido a la naturaleza de su labor.

Termine pues mi intervencion con dos citas:

La primera de Andres Pastrana Arango, Presidente de Ia Republica, abogado y periodista.

"Una prensa libre es como una casa transparente, donde lo bueno, pero tambien lo malo, salta a lavista del publico".

La segunda de nuestro celebre maestro Dario Echandia al referirse al imperio de la libertad de prensa en nuestra vida democratica.

"Entre los males y abuses que de tal libertad pueden resultar (y de los cuales tradicionalmente han sido victi­mas los mandataries colombianos, aun mas rectos) y el daiio que causaria la represion o censura a la expresion del pensamiento o la critica a las actividades del Gobierno, es preferible como mal menor el extreme de la libertad aun cuando pongan a prueba hasta el maximo limite la pacien­cia de los funcionarios ( ... )"

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PONENCIA

Senador Eudaldo Baez Galib

El 2 de enero de 1952, dia 40 de Sesi6n de la Convenci6n Constituyente, y mientras se discutia la Carta de Derechos, el constituyente Gonzalez Blanes propuso que la oraci6n "la dignidad del ser humano es inviolable", se enmendara para que dijera, "asi como la libertad de pensamiento y conciencia son inviolables." Expres6 que "la libertad de pensamiento es a/go mas que la libertad de expresi6n y la libertad de prensa."

La oposici6n del constituyente Jaime Benitez nose dej6 esperar. Dijo: "seria implicar te6ricamente que esta incompleta la expresi6n 'dignidad del ser humano'; que a esto le falta algo; que podni haber dignidad del ser humano sin libertad de pensamiento y sin libertad de con­ciencia".

En ese momento qued6 tallada en nuestra carta magna el principia rector que a todos nos acompafia: que el ser humano y su dignidad constituyen la raz6n de ser y la jus­tificaci6n de la organizaci6n politica.

Asi que cuando Chapultepec explica que la libertad es una, pero a la vez multiple en sus manifestaciones, y que pertenece a los seres humanos, no al poder, como que reconocemos ese pensamiento. Y nos suena igual de familiar la convicci6n alii consignada de que "sin libertad no hay orden, estabilidad y justicia, todo fundado en Ia expresi6n libre que solo puede ejercitarse si hay libertad de prensa".

Hasta ahi el campo filos6fico y el norte que los hombres de buena voluntad seifialan. Sin embargo, cuan tortuosa es la practica.

Por un lado, cada sector social redacta e impulsa su "li­bertad de prensa". Para el financiero, es una que le permite incrementar su capital. Para el politico, es aquella que le permita obtener o mantener el poder. Para el grupo de interes, es la preeminencia de su interes.

Por otro lado, estan los intereses comerciales y/o ideo-16gicos de la empresa publicitaria. Y aun por otro, el interes de quien recopila los eventos.

Cuando chocan los de un !ado y los de otro, se inyecta entonces la concepcion "togada" que intenta devolver al camino neutro, no necesariamente al filos6fico, la contro­versia.

Hasta hoy, esencialmente, los principios rectores han predominado. No se si como consecuencia de la Hamada libre empresa, o como consecuencia de las introspecciones honestas de todas las partes, o como resultado inevitable de una sociedad que en alguna forma se acostumbr6 en un momento dado a que existe justicia con su consiguiente equidad. Pero aun en los momentos mas algidos, "la dig­nidad del ser humano" ha predominado.

Se que las percepciones implican lo contrario. Esto es asi cuando uno juzga exclusivamente por los estandares deseados y metas perfectas. Pero cuando uno se inyecta y se convierte en parte del mundo, en las tierras mas alia de Punta Arenas en Mayagiiez o la Yayi en Vieques, com­prende que el trafico de letras con ideas fluyen, sea con mayor o menor dificultad, en nuestra sociedad.

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Alguien ha dicho que la perfeccion es solo para los angeles. Me sospecho que no somos una reunion de ange­les. Por lo que dentro de la imperfeccion habida, ocurren, mas que caidas, resbalones. No podemos negar que algu­nas de las partes que mencionara al principia intentaran hacer valer su percepcion, agilmente, en algunos momen­tos. El politico la suya, el gobierno la suya, la empresa la suya.

Puerto Rico atraviesa por una etapa de profunda con­fusion. El trastoque de valores nos lleva a un peligroso laberinto donde marchamos delicadamente sobre el filo de una navaja. Aunque todas las sociedades en todas las epocas poseen sus dosis de oportunismo, corrupcion, incomprension, injusticia, y usted continue el listado, la nuestra es demasiado alta. Vivir en rejas, temer cruzar una luz verde, no saber si lo que se dice es verdad, pagar por servicios que no sirven, ser esclavo de la incompetencia institucionalizada, destruye cualquier espiritu. Terreno fertilisimo para la opresion del estado y/o aprovechamien­to del mercado.

He ahi el gran reto de una prensa libre. Remar a puerto seguro en aguas agitadas. No permitir que la deses­peracion de unos lleve a los extremos, ni la dejadez de otros a la inercia. Entre la tesis del oportunismo y la antite­sis de la reaccion, esta la sintesis de Chapultepec.

Por mi parte, he intentado darle vida a unos de sus propositos. El lograrse un campo legislative que apuntale los principios rectores. Como consecuencia de la contro­versia El Nuevo Dia - Gobemador, la ruta trazada por la toga, despunto en mandato ejecutivo. El pliego transac­cional se convirtio en orden ejecutiva. Con el fin de per-

petuar las soluciones, y no los problemas,_ plasm6 en proyecto de legislacion, ya radicado: Ia prop1a o1·dcn del seiior gobernador.

Las luchas sociales de la nacion puertorriqueiia no son diferentes a las de otras naciones. Pero cada nacion las sufre dentro de sus particulares problemas. Las nuestras las enmarcamos dentro de nuestro problema de estatus politico. A este se responsabiliza desde como rompen las olas hasta la mismisima idiosincrasia de cada cual. Donde las sociedades se dividen por castas religiosas, sociales o economicas, aqui aiiadimos la politica. Sin embargo, Chapultepec nos intenta liberar de la ultima. Nos ve como lo que somos. Una sociedad distinta y diferente _de~ resto del mundo. Una nacion. Un ente donde sus pecuhandades son localistas, pero su integridad es universal.

La inclusion de Puerto Rico a traves de su Gobemador, forma di stinta y aparte de las otras sociedades, incluyendo los l-<.,stados Unidos, nos demuestra que en el mundo del n ujo de letras inteligentes, somos nuestra propia plum~,

mu.:st ra propia prensa y componemos nuestra prop1a pr inH.' I"<I plana.

Si ( 'laro que hay problemas entre las partes. Claro que ha y exrcsos y desaciertos. Claro que en ocasiones se l o1neten injusticias por las partes. Claro que todos breg­.tlnos a diario con la burundanga Paleciana. Pero con todo y ·so, y yo como sujeto de noticias (en ocasiones dolorosas), no cambio los lapices de nuestros periodistas. , \• los juego al resto del mundo.

1 1 1 11 m lor Eudaldo Baez Galib preside Ia Comisi6n de lo Juridico del , u.ulo de Puerto Rico.

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