El año de 1957 fue polémica en México ya que valiosos documentos militares fueron saquea-dos del Archivo Histórico Militar de la Se-

cretaría de la Defensa. Siendo lo increíble que fue un hecho cometido por personas que trabajaban en la institución, y no por terceros.

En el año de 1956, se encontraba al cargo de la directiva del Archivo Militar el General Rubén Velázquez De León, el cual terminó su mandato el mes de julio del mismo año, dejando la dirección a cargo del Ge-neral Manuel de Jesús Solís. Pero lo que no se imagina-ban las autoridades, era que algo estaba faltando.

El día 10 de febrero de 1957, el periódico El Sol De Puebla, publicó una no-ticia llamada “Desaparecen Expedientes Del Archivo Mi-litar”, en el que dan a co-nocer la ausencia de 3,644 documentos pertenecientes al Archivo Histórico Militar. Estos documentos contaban con información sumamente relevante para el país, tales como:1. Plan general norteamericano formulado para la invasión de México en 1847.2. 63 folios de la campaña de Texas de 1836 en donde se incluye el plan norteamericano para apo-derarse del territorio nacional y numerosos docu-mentos firmados por Santa Anna.3. 2,644 hojas de decretos, circulantes, dispo-siciones en materia económica y hacendaria, que

eran únicas.4. Parte general que rindió Santa Anna acerca de la captura y fusilamiento de norteamericanos en la batalla del Álamo-Texas.5. Documentos relacionados con la pérdida de la Alta California.6. Más de 100 hojas y complementos sobre la in-vasión norteamericana a Veracruz en 1944.7. Informes confidenciales sobre la intervención

del embajador de EEUU, Henry Lane Wilson, en el derroca-miento del presidente Fran-cisco I. Madero en 1913.8. Documentos personales de militares participantes en el ejército porfirista.

Tal suceso implicaría la realización de un gran es-cándalo entre los grupos mi-litares y la población en sí, ya que, como se puede notar, la información de es-tos expedientes era valio-sa, por lo que el saber en manos de quien estaba era de

suma importancia dado a los “secretos” que se po-dían dar a conocer. Tan grande fue la gravedad del caso, que incluso el gobierno pidió se quedara en secreto la desaparición de estos.

¿Y cómo siendo una organización mi-litar pudieron robarse los archivos?

A pesar del control que llevaban a cabo para el préstamo de estos documentos, el robo de estos fue dándose de manera esporádica, ya que la primera

etapa tuvo lugar un día antes que se hiciera el cambio de Director dentro del Archivo, el 31 de julio de 1956, en donde el paquete de documentos iba en el carro particular del ladrón.

Al día siguiente, se puso en marcha la otra par-te del plan en la que el ladrón daba órdenes a empleados encargados del traslado de documentos, los cuales eran militares, para poder llevar otro paquete pero ahora al Archivo de Cancelados, sin embargo, al ver que se encontraba cerrado, los militares siguieron órdenes y los llevaron a otra dirección.

Cuando Ernesto Higareda Pineda ya se encontraba en posición de Director del Archivo Militar, puso en marcha la orden de recontar y ponerle folios a todos los documentos que se encontraban en el lu-gar, lo que dió como resultado la falta de 3,644 hojas de gran valor. Teniendo esto en cuenta, se levantó una acta informativa en la Procuraduría General, en el cual se fue como “carpetazo” y no

se prosiguió con las averiguaciones. Hasta que..

El 15 de febrero de 1957 salió la noticia en la que mencio-naba que los documentos ro-bados habían sido encontrados en la casa de uno de los tra-bajadores de alto cargo del Archivo. Por otro lado, la Secretaría de Defensa puso una comisión de investigación para que los documentos fue-ran revisados minuciosamente. Un día después del descubri-

miento de documentos, la Procuraduría General de Justicia procedió a las interrogaciones con los directivos y empleados del Archivo Militar, entre ellos el Gral. Rubén Velázquez, el historiador J. González Icossio y el oficinista Andrés Pedroso. Pasados 3 días, se dieron a conocer los resultados de la investigación...

Entonces, ¿quién robó los documentos?

Mediante un comunicado por el Gral. Manuel De Jesús Solís, sub-director del Archivo Militar; se dio a conocer que el Gral. Rubén ocupó su cargo como me-dio para ordenar se mandaran los archivos direc-to a su casa, además de permitir que una persona ajena extranje-ra tomara mi-crofotografías a los documen-tos robados, lo cual se consi-dera como otro delito grave.Dada la orden del Gral. Rubén, no serían realmente 3,644 docu-mentos robados, sino 8,000 hojas cuyo uso, según Rubén, serían para “escribir artículos de carácter histórico”.

El 23 de febrero, se acusa al Gral. Rubén como principal culpable. Aunque claro está, que nece-sitó de varias manos para poder adueñarse de los documentos. Su cuñado, el oficinista Andrés Pedro-so, es acusado de complicidad.

Anastasio Villarino Ceceña fue sustituido de su cargo de directivo del Archivo Histórico por An-

drés Pedroso, acto que fue autorizado por el Gral. Rubén dado a las sospechas que tenía sobre Villa-rino que indicaban que conocía los actos ilícitos que estos cometían. Quitando al coronel del cargo sería más fácil el acceso y sustracción de los do-cumentos militares.

Y ¿qué pasó con los documentos?

Por si el robo era poco, mientras estaba la direc-ción de Rubén García, había personas extranjeras que se hacían pasar por empleados del Archivo Mi-litar, a manera de poder tomarle microfotografías a los documentos valiosos. Posteriormente, ya que la dirección de García acabó, fue la misma per-sona, encargada de robar los archivos, quien le daba la facilidad a George Hammond, director de la biblioteca de una Universidad de California, a poder conseguir las microfotografías de 178,000 documentos.

Hay que aclarar que estos actos ilícitos se reali-zaban bajo un costo negociado, el cual trataba de 0.40 centavos en moneda nacional por cada microfo-tografía, lo que da un total aproximado de 70 mil pesos como ganancia total.

¿Final feliz...?

“Cuatro millones de masones y que la persona que se atreva a sentenciar y no a absolver al general Rubén, se las verá con uno, cualquiera de noso-tros”. Mensaje de la logia masónica al procurador de justicia militar, Joaquín Zapata Vela.

A partir del 27 de febrero, el Gral. Rubén y An-drés Pedroso fueron parte de diversas noticias en

las que se informaba del posible castigo final a sus delitos.

El 16 de marzo, Anastacio Villarino fue recluta-do por el Ministerio Público en el proceso penal, abriendo paso en contra de los actores del robo de documentos.Tras una basta investigación y resultados obteni-dos por Guillermo Liceaga, agente del Ministerio Público adscrito a la Procuraduría de la Justicia

Militar, y las declaraciones tomadas del co-ronel Villari-no, el General Solís, el resto de personas in-volucradas, se llegó a la de-ducción de que el General Ru-

bén García fue la persona responsable del acto del robo de los documentos valiosos desde que estuvo al mando de la dirección del Archivo General Mi-litar. Como consecuencia a esto, se le amenazó de no tener permitido volver a ocupar algún puesto oficial que implicara confianza, alguna función ad-ministrativa ni el mando de fuerzas.

El 9 de abril de 1957, se dio a conocer la última noticia de los acusados, en la cual se espera la última palabra de sentencia de parte del Ministe-rio Público, así como la orden al Estado Mayor de la Secretaría de Defensa para finalmente mandar a prisión a los acusados.

*Artículos extraídos del periódico “El Sol de Puebla”, tomos Enero-Febero y Marzo-Abril de 1957

SOBRE LAS AUTORAS

Alumnas de quinto semestre del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, Katya Vera y

Evelyn Díaz, quienes fueron las creadoras de este

artículo como resultado de la realización del Servicio Social dentro del Archivo

General del Estado de Puebla. Esta experiencia brindó

la oportunidad de conocer más sobre la historia de

Puebla, el país y el mundo en general dentro del año 1955 y 1957, ya que también se contribuyó con la tarea de

extraer noticias importantes para Puebla de los años ya

mencionados.

Datos Curiosos

26/02/1957 RUBÉN G. VELÁZQUEZ CULPA DE LO QUE LE PASA AL CONQUISTADOR HERNÁN CORTÉS

Rubén intenta salvarse diciendo que es víctima de “cier-tos elementos de la colonia española”, que según él “se encuentran molestos” por cómo ha escrito artículos con-

tra el conquistador Hernán Cortés.

11/03/1957 EL SUBDIRECTOR DEL ARCHIVO APORTA PRUEBASEl subdirector del Archivo Militar, el Gral. Manuel De Jesús Solís, dio su declaración ante el agente del Mi-nisterio Público Militar, sin embargo, debido a un error de la procuraduría militar, que colocó equivocadamente las hojas de papel carbón, el Gral. Solís no terminó de

rendir su declaración.