Textos de Brauner y Burns de su obra: “Educación y Filosofía”.

1) La educación como manifestación. la educación se puede describir por analogía con el crecimiento y el desarrollo de las flores donde las latentes potencialidades de las semillas se realizan en el esplendor manifiesto de la flor madura. Analógicamente el niño es la simiente en la que yacen en estado de latencia las potencialidades aun no realizadas , el maestro es el jardinero cuyo tierno y amante cuidado ayudará a desarrollar esas promesas escondidas y la educación es el proceso de jardinería, de la enseñanza por la cual dichas capacidades ocultas se harán visibles a través de la juiciosa elección y aplicación de químicos apropiados.

2) La educación como adquisición. El educando puede ser comparado con una esponja que sólo absorbe las partes del medio externo al que está expuesto. Mientras la capacidad de absorción del niño esponja puede estar limitada por su constitución interna, la calidad y cantidad del material absorbido no dependen tanto de las condiciones internas como de las externas. en efecto, la esponja puede absorber igualmente vino agrio como agua pura y el niño puede asimilar hechos triviales o ficción lo mismo que el elixir más nutritivo. El niño esponja no sólo recibe sino que también retiene y aunque siempre haya que esperar un drenaje natural en función de la calidad de la esponja y una cierta evaporación- en función del clima- el niño puede descargar más material absorbido si dadas casi las mismas condiciones el maestro lo estruja. El cerebro del niño, lo mismo que la esponja nunca queda completamente seco, pues vive en un mundo que incesantemente lo está embebiendo con gotas o con ooas de información.

3) La educación como transacción.

Puede describirse por analogía con la escultura de una piedra. el artista y su material trabajan juntos para crear una forma que sea orgánicamente consecuencia de la naturaleza del material y expresivamente consecuencia de las habilidades del artista.Dadas la plasticidad y la resistencia de la naturaleza humana, el maestro artista trabaja tanto sobre su material como con él. En la medida que el material se avenga a los talentos del escultor y en la medida en que el artífice comprenda la naturaleza y los límites de sus medios y su material, el proceso cooperativo de la enseñanza culmina en la transformación del material humano que lo convierte de tosco y áspero a trabajado y pulido.