Metodología de Lucas 24: Presentación:

Resurrección, suprevivencia y transparencia. El texto refleja un proceso pedagógico de liberación de la persona y de la socie-

dad sometidas a la ideología dominante, es decir, a unas estructuras socioeconó-micas, políticas y religioso-culturales que las oprimen, esclavizan y alienan.

El proceso arranca de un punto de partida, Emaús (lugar de la huída o dar la es-palda a la realidad) y un punto de llegada, Jerusalén, lugar complejo donde, en medio de las cruces, está emergiendo la resurrección.

En el proceso se ponen en relación y dependencia los dos libros escritos por Dios: el de la Vida, que es el principal, y la Biblia que está siempre en servicio del primero.

El procesoI. LA HISTORIA Y SU TRANSPARENCIA1. Lectura del texto (Lc24, 13-25)2. Breve contextualización

Son Cleofás y María, su esposa; huyen de Emaús con miedo, tristeza, la desespe-ranza que le produce la situación o ideología reinante; se dirigen a Jerusalén, lugar complejo donde abundan las cruces pero también la resurrección; a María ni se la nom-bra porque el socialmente importante es su marido. Van hablando de lo sucedido en los últimos días; posiciones distintas; fue un profeta poderosos en obras y palabras, como Elías o Eliseo, s.IX a C (1 y 2 Re). Es más, bajo la influencia de la ideología judía,

llegaron a creer que era el Mesías nacionalista (no universal) y violento (libera-dor del poder ocupante), esperado por el pueblo; pero su muerte ha derrumbado sus es-peranzas, ni siquiera las noticias recibidas sobre el sepulcro vacío les convencen. Han fracasado confiando en él. Hay algo en sí mismos que les impide reconocer a Jesús: su vinculación al judaísmo (“nuestros jefes”) les impide ver la novedad; la religión se les ha convertido en una ideología. 3. Actualización

Punto de Mira: Campoamor: “En este mundo traidor/ nda es verdad ni mentira, / todo es según el color/ del cristal con que se mira”. Marx: “No se ve lo mismo desde un palacio que dese una cueva.

Texto actual 1: Sabía usted que… (de Papeles CiJ). Sobre el fisco y la fiscalidad1. La política de austeridad del gobierno tiende a recortar empleos en el sector público, porque “no hay dinero”

Suecia tiene casi el triple que España (en sanidad, educación, servicios sociales, ayuda a la dependencia, escuelas de infancia, vivienda social, inspectores de hacienda, etc.).   ¿Cómo lo financian? Con un sistema fiscal justoSi nosotros invirtiéramos la misma proporción se podrían crear unos 5 millones de em-pleos, o sea que desaparecería el paroSe calcula que para crear esos puestos de trabajo harían falta unos 200.000 millones de euros ¿De dónde los sacaríamos?: De una reforma fiscal justa, porque:- No se tributa de acuerdo a los ingresos.- Una gran fortuna española tributa el 20% de lo que paga una gran fortuna sueca. - Las grandes empresas españolas sólo pagan el 10% de sus beneficios- Los multimillonarios que gestionan sus ingresos mediante las SICAV sólo pagan un 1%-  Las transacciones financieras están a la orden del día, sin pagar un impuesto a los    movimientos de capital.-  Las grandes fortunas se refugian en los paraísos fiscales, sin beneficiar al país de ori-gen.2.  El Presidente del Gobierno declaró que la reforma laboral era «contraria a sus deseos pero imprescindible», dado que el déficit se cifraba en 40.000 millones de euros.¿Porqué no se actúa contra el fraude fiscal que se calcula entre 40.000 y 80.000 millo-nes de euros y en cambio se premia a los defraudadores “arrepentidos” con una amnistía fiscal que solo servirá, en el mejor de los casos, para recoger unos  2.500 millones. ¿No se comete una gran injusticia contra los trabajadores honrados que han pagado es-crupulosamente sus impuestos con su trabajo? Riqueza y trabajo mal repartidos3.  El 1% de la población mundial disfruta del 75% de la riqueza. En España el 0,0035 por ciento de la población controla recursos por valor del 80.5 por ciento del PBI. Los cinco directivos mejor pagados de España en 2011, se repartieron  62,7 millones.En contraste la Cruz Roja nos advierte de que en 2011, el 21,8% de la población se si-tuaba por debajo de umbral de la pobreza. ¿Nos parece justa esa diferencia entre ciudadanos que según la carta magna tenemos los mismos derechos?¿Cómo es posible que una democracia permita estas diferencias?4. Con motivo de la famosa burbuja inmobiliaria mucha gente se ha quedado sin casa y está viviendo realquilada, en casa de los padres o incluso durmiendo en la calle.  ¿Es posible esto en un país en el que hay 3’1 millones   de viviendas vacías y sin utilizar, o sea unas diez por cada español sin casa?5. España tiene el gasto social más bajo de la Europa de los 15, a pesar de que nuestro país es casi tan rico como el promedio de los países de la UE (un 94%), sin embargo el gasto social no está proporcionado a su riqueza porque es solamente un 72% de lo que gasta la UE. Si se mantuviera en el 94% (como nuestros ingresos), España gastaría 66.000 millones de euros más en el estado del bienestar.  ¿Por qué tantos recortes sociales en sanidad, educación y servicios asistenciales, si po-dría haber dinero para todo?6. ¿Sabes cuánto invierte el Estado Español en gastos militares?: 15.800 millores ¿Y cuanto dinero mueve la Iglesia Católica española?

Casi lo mismo que los gastos militares: 15.092 millones de euros, entre el IRPF, sub-venciones del estado, lo que recogen las ONGs, y el cepillo de las iglesias ¿No sería conveniente que los recortes llegaran por igual a los gastos militares y a la riqueza que mueve   la Iglesia española?

4 Cuestionamientos: ¿Es la realidad como nos la cuentan?¿Qué realidad nos encubren? ¿Cuáles son tus sospechas o certidumbres?

II. PALABRA QUE ILUMINA LA REALIDAD O PRÁCTICA DE LOS OÍDOS1. Lectura del texto (Lc 24, 25-27)2. Contextualización

Los dos oídos bien abiertos a la Vida (realidad) y a la Palabra (que ilumina); la Palabra puede ser la Biblia y también nuestros textos actuales; tienen que hablar de la realidad en la que vivimos, que nos preocupa o alegra (la tierra, el pobre, la mujer, la violencia, las migraciones, etc.); la Palabra es una herramienta al servicio de la Vida: primero la Vida, luego la Palabra.

La Palabra en sus dos funciones más expresivas: denuncia y anuncio. Denuncia la incredulidad de “los Cleofás” por estar vinculados a la ideología oficial que presenta un Mesías nacionalista y triunfador: es la consideración de pueblo ele-gido, el particularismo judío contrario al plan de Dios; pueblo separado y con hegemonía sobre el resto. Esta ideología oprime a los débiles. Anuncia desde los profetas el Mesías siervo (Isaías), rechazado por la sociedad injusta, pero que trae el verdadero plan de Dios: la salvación desde el pueblo oprimido, desde aba-jo.

3. Actualización La HOAC y la JOC ante la nueva reforma laboral 17 febrero 2012 Comunicado conjunto.

La Juventud Obrera Cristiana y la Hermandad Obrera de Acción Católica, como parte de la Iglesia en el mundo obrero y del trabajo, ofrecemos esta reflexión ante la aprobación por el Consejo de Ministros de una nueva reforma laboral.

Nos encontramos con la 16ª reforma del mercado de trabajo en democracia. Hasta ahora las sucesivas reformas laborales llevadas a cabo por los gobiernos, de uno u otro signo político, bajo el pretexto de modernizar y flexibilizar dicho mercado laboral, han transformando la concepción y función del trabajo asalariado en nuestra sociedad y están socavando los derechos de las personas trabajadoras y de sus familias.

Estas reformas siempre se han presentado como una necesidad para combatir el desempleo, pero sólo han conseguido: - incrementar el empleo temporal, especialmente para los jóvenes; - diversificar las modalidades de contratación a la carta; - abaratar el coste del despido; - reducir el crecimiento de los salarios;

- devaluar lo público (servicios sociales, educación y sanidad).

En definitiva, han profundizado en el trabajo precario y en el empobrecimiento de las familias trabajadoras. Un ejemplo lo tenemos en los años de crecimiento económico anteriores a la actual crisis: aún creándose riqueza y empleo, estos no sirvieron para disminuir la pobreza en nuestro país.

Ninguna reforma ha estado orientada hacia la expansión de un empleo decente como Benedicto XVI reclama en la encíclica Caritas in veritate. Los derechos que emanan de un trabajo a la altura del ser humano no pueden estar subordinados a las exigencias económicas. Es la economía la que debe orientarse a las necesidades de las personas y de sus familias; es el ser humano el 2 centro de la actividad económica y laboral. El respeto a la dignidad del trabajo, vinculado a la dignidad de la persona, es y debe ser el criterio central de una economía orientada por “una ética amiga de la persona”. (Benedicto XVI, Caritas in veritate, 45) Esta nueva reforma es otra agresión al trabajo humano como principio de vida. Creemos que una reforma laboral que pretende ser completa y marcar un antes y un después en las relaciones laborales, no puede hacerse sin el suficiente consenso social entre las personas trabajadoras y el colectivo empresarial. Y tendría, además, que responder a las necesidades de las familias trabajadoras y no a las exigencias impuestas por los mercados financieros, las grandes empresas, las instituciones comunitarias y los organismos económicos internacionales.

Esta reforma laboral es una vuelta de tuerca más para flexibilizar el mercado de trabajo: - Quiebra el derecho constitucional a la negociación colectiva y a la capacidad organizativa de los trabajadores –no existe negociación real de los trabajadores en el ámbito de la empresa cuando el 95% del tejido productivo español está compuesto por empresas de menos de 50 trabajadores. Este Real Decreto contempla la fractura de la cohesión social al habilitar la “caducidad” de los convenios colectivos desincentivando cualquier negociación entre las partes.

- Facilita y abarata la expulsión del mercado de trabajo: quita trabas al despido por causas económicas; rebaja la indemnización del improcedente (pasando a 33 días por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades) y elimina la autorización administrativa para poder llevar a cabo los expedientes de regulación de empleo. Los contratos indefinidos con esta nueva regulación tampoco tendrán, como los temporales, condición de estabilidad.

- Abre el camino para ajustar los salarios a la productividad. Con esta reforma, los salarios de los trabajadores más débiles van a depender de la voluntad unilateral del empresario.

- Dificulta, cuando no impide o precariza, el empleo juvenil. Más del 80% del empleo destruido por la crisis corresponde a empleo juvenil. El nuevo contrato de trabajo indefinido, especialmente para jóvenes (también para desempleados de larga duración), dirigido a las empresas de menos de 50 trabajadores, se puede convertir, más que indefinido, en un contrato temporal sin causa justificada. Estas nuevas modalidades de contratación y regulación ponen en serio peligro, aún más, la estabilidad presente y futura de la mayor parte de la juventud.

No compartimos la individualización de las relaciones laborales que propone esta reforma. Recordamos a nuestros gobernantes que el trabajo es una experiencia comunitaria y que una de las funciones de la empresa, según la Doctrina Social de la Iglesia, es favorecer la comunitariedad. Todo lo que suponga la individualización, dar prioridad a los intereses personales frente a los colectivos, significa romper la vocación a la comunión del ser humano.

No es lícito eliminar derechos y protección de las personas trabajadoras con el argumento de combatir el desempleo y de reducir la temporalidad, cuando han sido las políticas económicas de los últimos gobiernos las que han provocado que haya un tejido productivo tan débil y un empleo tan precario.

No podemos seguir flexibilizando las relaciones laborales sin garantizar la seguridad de una vida digna para las personas trabajadoras y sus familias. Y esta reforma se lleva a cabo en un contexto de quiebra del Estado de Bienestar, de reducción del Sector Público y de recortes de los servicios y prestaciones sociales sin precedentes.

Esta reforma rompe el débil equilibrio conquistado históricamente entre capital-trabajo, alejándose del principio siempre defendido por la Iglesia de la prioridad del trabajo frente al capital. Además, supone un nuevo golpe al Derecho Laboral limitando su capacidad de frenar la creciente mercantilización y “cosificación” del trabajo humano. Consideramos que este gobierno ha aprovechado el estado de quietud y miedo de la mayor parte de la ciudadanía, para eliminar viejas conquistas laborales y aspiraciones conseguidas tras muchas luchas de tantas personas a lo largo de la historia. Los retos actuales que atraviesa la economía española requieren medidas políticas concertadas en el ámbito internacional que subordinen la economía financiera a la economía productiva. Es preciso, como ha pedido insistentemente Benedicto XVI y el Pontificio Consejo Justicia y Paz, una reforma del sistema financiero internacional. Esta reforma supondría avanzar en justicia social y comunión de bienes, redistribuyendo efectivamente la riqueza existente; controlar la economía especulativa y frenar el desmedido afán de lucro, en lugar de eliminar derechos. Este es el camino que puede generar riqueza orientada a la creación de empleo decente y con derechos, y a disminuir la pobreza.

Como Iglesia en el mundo obrero, en las actuales circunstancias, pedimos a las autoridades políticas, a los agentes sociales y económicos, al conjunto de los trabajadores y de la sociedad, y especialmente a los cristianos y cristianas, que caminemos juntos, con la intención de eliminar las causas que han generado esta crisis económica y, al mismo tiempo, superemos las estructuras económicas y sociales injustas que tanto sufrimiento, deshumanización y pobreza están provocando a las personas.

También instamos a los partidos políticos a corregir y reorientar, en el proceso parla-mentario, esta reforma laboral poniendo en el centro de la misma el trabajo decente y con derechos y, al mismo tiempo, animamos a participar en las iniciativas y movili-zaciones que se convoquen por parte de las organizaciones eclesiales, sociales y sin-dicales que ayuden a tomar conciencia y revertir esta situación tan lesiva para las personas trabajadoras y sus familias.

4. Cuestionamientos ¿A qué fuentes de información acudo yo para acercarme al conocimiento de

la realidad? ¿Qué valor tienen para mí los testigos o las fuentes alternativas?

III. ENCUENTRO EN LOS SÍMBOLOS O PRÁCTICA DE LOS OJOS1. Lectura del texto (Lc 24, 28-31)2. Contextualización

El partir el pan nos sitúa ya en la praxis y la praxis nos abre los ojos; la teoría se-ñala y abre camino, la praxis calienta el corazón; la teoría y la praxis ponen en movi-miento los pies y las manos y abren camino a la esperanza.

Este momento no está en relación con la Eucaristía (no da gracias), sino con el episodio de los panes (9, 12-17: los bendice y reparte): es símbolo de la mesa o pan compartido. El significado es que en el don de sí mismo, significado en el pan, está el verdadero Mesías. Contrasta esto con el antagonismo de los discípu-los, símbolo de la sociedad injusta, cuya única solución está en el dinero y en los propios bienes (a cada cual lo suyo), que no se solidarizan con la multitud. La propuesta de Jesús es alternativa y radical: cinco panes + dos peces = totali-dad de lo que dispone la gente que, compartiéndolo, llega para todos. Es la pará-bola del compartir en la sociedad alternativa (versus la privatización de la socie-dad injusta). Entonces “se le abren los ojos” (se liberan de la ideología de la pro-piedad) y le reconocen.

3.Actualización

4. Cuestionamientos ¿En qué gestos descubres tú o experimentas la presencia de Jesús resucita-

do, hoy? En el actual contexto de empobrecimiento y hambruna, ¿qué piensas/sientes

sobre la propiedad privada ilimitada?

IV. ANUNCIO: SABER DESAPARECER PARA QUE EMERJA EL SUJETO COLECTIVO O PRÁCTICA SUBVERSIVA DE PIES Y MA-NOS1. Lectura del texto (Lc 24, 32-35)2. Contextualización

Entonces desaparece, anunciando otra forma de presencia: “La presencia del au-sente”; saber desaparecer (paternalimos y maternalismos que crean dependencia y sumi-sión); practicar la libertad y autonomía, pues todos tenemos “el mismo Espíritu” y se hace presente cuando dos o más “nos reunimos en su nombre”. Se enfrentan más eficaz-mente las “cruces de Jerusalén” cuando se logra un “sujeto plural”, moldeado en liber-tad, solidaridad, participación y pluralidad capaz de recorrer el camino que conduce des-de Emaús a Jerusalén.

El reconocimiento produce en ellos un verdadero tsunami: 1. Entienden entonces porqué “estaban en ascuas” (o les ardía el corazón” mien-tras les aclaraba, desde la memoria de los profetas, lo que realmente estaba ocu-rriendo en la historia, preñada de intencionalidad, de promesa, de tensión hacia la liberación -voca, convoca, provoca-). 2. Este descubrimiento les produce tal tensión interior que desemboca en la pala-bra y la acción: se ponen en camino (movimiento de los pies) hacia Jerusalén (lugar de la historia); y encuentran que los Once los reciben con las manos abier-tas se comunican mutuamente la misma experiencia: se ha aparecido también a Simón (el arrepentido, no a Pedro, el obstinado); ellos le cuentan cómo lo reco-nocieron en el gesto de compartir el pan.

3. ActualizaciónLa Humana Tragedia Cárcel de Makala

Catorce de septiembre y, a pesar del desastroso transporte de Kinshasa, ambos estábamos puntuales en el lugar y hora de la cita: ocho de la mañana delante de la entrada principal de la macrocárcel de Makala con una población de 2000 reclusos, la mayoría muy jóvenes. ¿Por qué están aquí? ¿Cuáles son sus pecados?

-Los hay rebeldes, digamos, los nostálgicos del antiguo régimen o mobutistas; los hay disidentes del actual régimen: intelectuales y periodistas, políticos, militares y sindicalistas; hay asesinos y ladrones impulsados muchas veces por una necesidad tan apremiante como el hambre; hay exponentes de todas las miserias humanas que te puedes imaginar. Hasta –y te parecerá grotesco- está aquí encerrado un sedicente rey del Bajo Congo con toda su corte.

Bernardette, Religiosa Dominica del Rosario y riojana, es un personaje muy conocido en Makala. Lleva ya 24 años asistiendo asiduamente a esta “humana tragedia”. - Mueren muchísimos. Algunos ya nos llegan rotos por dentro y por fuera, en condiciones imposibles de aguantar la dureza de un lugar como este. Imagínate los heridos y mutilados de guerra, los enfermos del SIDA... Contamos con un sólo médico y unos treinta enfermeros para atender a toda esta baraúnda de gente. Nos faltan medicamentos y los pocos que llegan de la Cruz Roja generalmente no pasan del pabellón de oficinas. Por desgracia, también los funcionarios son pobres y sus familias se ponen enfermas. El gobierno no tiene presupuesto para estas cosas. Nosotras, bajo cuerda, entregamos bastantes medicinas.

Siguiendo una calle estrecha entre dos pabellones nos vamos topando con muchos se paran como electrizados cuando pasamos nosotros. Sonríen ampliamente y

saludan con evidente cordialidad a Bernardette. Definitivamente esta mujer es muy querida en este maldito lugar.

Entramos en un pabellón muy sombrío: las rejas de hierro aseguradas por grandes cerrojos, la escalera mugrienta que sube a la segunda planta, los reclusos que se agolpan y se empujan ante las rejas pidiéndote ese bolígrafo que asoma en el bolsillo de tu camisa, la libreta de apuntes que llevas en la mano, los pesos que guardas en el monedero, cigarrillos, aspirinas, pan, afecto, una palabra... Y ¡el olor!, ¡ese olor intenso y pegajoso que todo lo penetra hasta el mareo!

- Andrés, acércate un momento: tu expediente está ahora... Antonio, ¿sigues con dolor de cabeza? Toma estas aspirinas. Pedro, estuve con tu mujer: los niños ya están mejor... Justino, ya he solicitado permiso a la dirección para que te lleven al pabellón de los subalimentados...

En la segunda planta más salas repletas de literas, el pabellón del SIDA, soy testigo de la ternura de esta mujer para con los enfermos, cuando nos encontramos con un piquete de hombres transportando un enorme balde de comida blanca. Al frente de ellos marchaba otra religiosa del Rosario. una mujer enjuta y delicada, con una edad indecisa y una alegría a flor de piel...-No te extrañes: estamos repartiendo un poco de comida a unos doscientos reclusos desnutridos o infraalimentados. El gobierno les asegura una única “comida” al día. Algunos, los que tienen posibles o tienen la familia cerca, se las ingenian para matar el hambre. A los que vienen de la zona de guerra o son extranjeros o no tienen visitas ni familia cerca, nosotras pretendemos ayudarles. Algunos conservan aún la vida gracias a esta especie de gazpacho (maíz, soja, leche y azúcar) que les servimos diariamente.

Al pasar delante de otro pabellón los cánticos que venían desde final del pasillo y nos sacaron de la densa atmósfera que iba poblando nuestro cerebro. Celdas con toallas colgadas en las puertas donde un grupo de cinco o seis hombres se disputan un pedazo de suelo para dormir, salas repletas de jóvenes llegados de la guerra, desertores, mutilados, enfermos...-Hermano (se dirige al carcelero), dígales a todos los católicos que vamos a hacer una oración allí, al final del pasillo. Que se acerquen los que quieran.

Un tanto sorprendido por la invitación que Bernardette acababa de hacer a todos los católicos, y en un lugar como ese. Se me agolpaban las preguntas: Oye, Bernardette, ¿cómo es esta gente?, ¿cuál es el tipo más común de preso?¿son religiosos los presos?, ¿qué imagen tienen de Dios...?

Ella me explica:-Me he convencido en la cárcel de que el hombre es un ser bueno por naturaleza. Lo he constatado aún entre asesinos y condenados a muerte. Son las circunstancias las que le impiden manifestar la gran bondad que llevan dentro. ¿Que si creen en Dios? Todo congoleño es un gran creyente. Hasta el punto de que su inquebrantable confianza en Dios raya a veces en el fanatismo. Manifiestan en sus oraciones y rezos una fe ilimitada en Dios, casi como los niños en su padre. Y son conscientes de sus fallos para pedirle perdón. Te voy a revelar un secreto mío: Yo he aprendido a rezar en la cárcel, los presos me han enseñado. Mientras yo les daba cursos de Biblia, ellos me enseñaban a rezar. Extraño, ¿no?

Desde todas las celdas y salas estaban saliendo jóvenes y mayores con libros en la mano y se iban agrupando al final del pasillo. Cuando llegamos ya había allí unos cincuenta hombres que nos esperaban y seguían llegando más y más. Bernardete, muy contenta, se dirigió a ellos en lingala, y, la verdad, yo no sé lo que les dijo. Ellos aplaudieron. Luego se dirigió en francés y comenzó una oración muy desde el fondo del alma que todos iban siguiendo con los ojos entornados:- Señor, somos tus hijos, los más pequeños, los que la vida ha maltratado, los que no son queridos, los que estorbamos. No tenemos nada para nadie, a veces nos puede el rencor, nos domina la ira, nos vence la desesperación, se nos quiebra la confianza en nuestros semejantes... Pero tú eres nuestro Dios y nuestra esperanza...

Abrieron los cantorales y se pusieron a cantar un cántico que iba enriqueciéndose con una, dos, tres y cuatro voces. Bernardette les invitó a cogerse las manos y a rezar juntos el Padrenuestro. Luego me invitó a mí a decirles unas palabras. Yo no podía contener la emoción y creo que les dije varias veces la misma frase: ¡Gracias por lo que estáis haciendo esta mañana con conmigo!

Cuando salimos de la cárcel aún le pregunté a Bernardete: ¿Podemos hacer algo desde tan lejos por ellos/as, por vosotras?-Sí, podéis rezar para que no nos falte el ánimo. Podéis ayudarnos moralmente diciéndonos “estamos con vosotros”. Podéis escribirle a ellos (y también a nosotras) alguna carta para demostrarles que no están solos con su muerte y olvidados de toda la humanidad. La cercanía nos alivia y no se olvida nunca.

Evaristo Villar4. Cuestionamientos

Si compartes el análisis de estar viviendo en una sociedad en crisis de huma-nidad y religiosamente bastante secularizada, ¿qué podemos anunciar hoy y aquí las herederas y herederos de Jesús resucitado?

¿Encuentras algún “futuro inédito” del que prender la esperanza?