La Montaña, 21 de agosto de 2016.

“Mi madre”

Mis queridas semillas,

Cuando era pequeña mi madre me decía: “Pon la mesa Rosita” o “Friega los platos” y Servidora siempre contestaba “¿Otra vez? ya lo hice ayer”, “Bueno, pero cada día comes ¿verdad?”, “Síii”, “Pues entonces cada día hay que hacerlo”, “Es que estoy cansada, es que no me gusta”. “Bueno, pues mañana no comerás y no te daré la merienda con chocolate”. La miraba y me callaba y pensaba: “¡Uy! no quiero perderme el chocolate, ni la fruta, ni las galletas”, entonces fregaba los platos, ponía la mesa o barría la cocina.

También me decía: “Haz tu cama Rosita” ¿Y sabéis cómo la hacía? “Bautizada”, ¿Sabéis qué quiere decir bautizada? Solo estirar las

sábanas alisar el edredón y ya está, entonces pasaba mi madre y decía: “No has hecho tu cama”, “¡Síii”, “No, mira ven”, la deshacía completamente y me enseñaba a hacerla, primero la sábana de abajo, después la de arriba, el edredón, las

almohadas. Me daba vergüenza porque había dicho una mentira, no era hacer la cama era semblante, para mí era hacer ya el trabajo, estaba ayudando a mi madre, en realidad ella tenía que hacerlo después porque yo pensaba más en jugar, en mis amigas, que en lo que tenía que hacer.

Me mandaba también a comprar, me daba la lista de compras, sí que me gustaba, pero a veces cuando venía con los dos brazos cargados ¡uy! Ya no podía más y me quejaba.

Y llegó un día, donde mi madre se sentó a mi lado y me dijo: “Ahora es el momento de que yo te ayude”, la miré “¿En qué mamá?”, “En explicarte lo que es la vida”, “¿Y qué es la vida?”, “Ahora crecer, lo que se dice de un niño ser mayor, abrir los ojos y ver la humanidad como es y llamar las cosas por su nombre, no todo es de color de rosa, pero tampoco es negro, no todo es trabajo y sacrificio, pero tampoco todo es alegría y risas”.

Y empezó a darme las gracias, “Has sido muy útil” cada vez abría más los ojos mirándola, “Has sido de una gran utilidad cuando hacías tu habitación, cuando lavabas los platos, cuando ibas a la compra ¡Gracias por esa ayuda que ha sido de gran utilidad!”.

Por la primera vez me sentí adulta, por la primera vez me sentí como si fuera ya mayor, había subido de categoría ¿Pero sabéis por qué mis queridas semillas, mis amadas semillas? Porque había sido útil ¡Había ayudado! Había aportado un granito de arena tan pequeño y tan común que todo el mundo hace, pero que Servidora desconocía la palabra útil, no podéis imaginaros jóvenes brillantes, hermosísimos, lo útil que podéis ser en vuestra casa, si comprendierais que haciendo vuestra habitación, poniendo en orden vuestra ropa, vuestra madre tiene menos trabajo, menos problemas y más tiempo para ella.

Que si le ayudáis trabajando de camarero o en un almacén o de vendedor, ¡hay mil trabajos para jóvenes! se sentirá muy

orgullosa de vosotros y vuestro padre dirá es útil, es muy importante, mi hijo y mi hija son útiles, lo que están haciendo es una gran ayuda porque están ya tomando el

vuelo para independizarse, pero también para querer ser mayores.

Tomar responsabilidades y darse cuenta el sacrificio que tenemos nosotros los padres que trabajamos y damos toda nuestra vida para ellos.

También es útil a veces llevar a vuestros hijos a especialistas porque no están bien, psicológicamente tienen un problema o bien de droga, de alcohol o ludópata, de juegos; hoy en día la televisión invita cada vez más a los jóvenes a jugar ¿Qué saben ellos del póker, si aún no han aprendido la vida? Tener cuidado jóvenes, el juego es una enfermedad, no comprendéis el sufrimiento de vuestros padres, el dolor de que una vez que estáis en esa enfermedad no podéis salir.

En mi época era la ignorancia, no cometíamos estos errores, por ignorantes, porque no sabíamos, hoy en día sabéis demasiado, pero os falta como siempre dice Servidora la base, la base es la tierra es saber de

dónde vienen esas patatas fritas que os coméis en comida rápida, de dónde viene el tomate, de dónde viene el pan.

Ser útil es aceptar que vuestros padres os lleven a especialistas a doctores o a centros para que os ayuden.

Siempre recordaré aquella mirada de esa señora, tan maravillosa, tan justa y recta en sus decisiones, en la educación que nos dio, que explicaba el por qué y el cómo.

Vosotros tenéis que recordar que es muy útil tener una ayuda, por pequeña que sea hacer una ayuda en casa, no digáis que estáis cansados, no digáis que os duelen los pies, la espalda, los brazos, las manos ¿Habéis pensado que a vuestros padres también les duelen? Y no se quejan porque tienen que continuar a trabajar y pagaros los estudios y daros de comer.

¡No os quejéis! Porque en seguida os enfadáis, vuestra solución siempre es una puerta de salida, “voy a tomarme una cerveza”, “voy a hacer sexo” o “voy a fumarme un porro”, por favor pensar a ver si podéis se útiles, dar una mano en casa, dar una mano a un hermana o hermano que ya esté casado o que sea independiente, ¿Por qué no a una abuelita? Pero siempre con la alegría, pensar que mañana seréis abuelos si llegáis, que no lo creo que lleguéis, vuestra duración de vida es muy corta, ya habéis vivido muy rápido, no duraréis como vuestros abuelos, ellos son sanos.

Mis semillas a vuestros nietos enseñarles lo que es arreglar una planta, quitar las malas hierbas del jardín y también enseñarles a hacer la

cocina, a planchar, lo agradecerán mañana, a vuestros hijos los habéis mimado y les habéis dado lo que no habéis tenido ustedes y por eso son unos déspotas y encima no lo reconocen. “Jardinera eres muy dura, pues tengo

unos hijos maravillosos que nos adoran a sus padres” ¡Felicidades padres! Pero no todos lo pueden decir, defiendo mucho a los jóvenes, pero antes a los padres, ellos dieron la vida y nunca lo dicen.

Útil, “he puesto un clavo en la pared y puedo poner mi cuadro preferido, he sido útil y he ayudado” ¿Sabéis lo que quiere decir inútil? Es

lo contrario de útil, si os llaman inútil quiere decir algo que no sirve y lo que no sirve se deja en un rincón apartado, sin vida para siempre.

Así que no os enfadéis y antes que os lo pidan ayudarles, ir a limpiar el carro o la máquina de vuestra madre, de vuestro padre, limpiárselo vosotros mismos y veréis que estarán contentos y felices y lo agradecerán, habréis hecho un gesto muy útil, ir a comprar el pan o el diario, buscar unas flores también lo agradecerán. No olvidéis de escribir en un papelito para decirles “Te quiero” y lo dejáis en la nevera, en la cocina, en algún lugar de pasaje o en la puerta de la entrada.

Seáis útiles, si no lo hacéis, ya sabéis os pondremos u os pondrán en el montón de lo que se olvida que es inútil, no sirve para nada.

Hoy doy las Gracias y procuro recordar esa palabra porque todo es útil en esta vida, todo, todo, a veces un alambre muy usado que me encuentro andando en mis paseos, un ganchito, un botón, lo recojo todo y siempre hay un día que lo necesito y como lo he encontrado, lo utilizo.

Tengo una amiga porque me ha dicho: “Hoy soy feliz y he pedido a Buda de Aceptar, aceptarlo todo” qué verdad dice esa amiga, Aceptar es querer avanzar, es querer elevarse y sacar nuestra alma de la cárcel y liberarla, Aceptar es utilizar la fuerza de lo que te mandan.

Me explico: los artes marciales nunca se hacen para matar, ni hacer daño, ni vengar, la venganza no existe en los artes marciales en ninguno, es utilizar la fuerza del otro, si aceptáis lo que habéis elegido veréis que podréis vencerlo más fácilmente. Si no lo aceptáis lucharéis contra una fuerza más grande. Aunque a veces no comprendamos por qué nos sucede y por qué nos pasa, siempre hay una razón. Si lo aceptáis lo comprenderéis.

Mis semillas amadas, estaba hablando con ustedes al recordarme de aquella gran señora y que me costaba aceptar la verdad y escucharla, porque no era lo que yo quería oír, pero tenía razón, como todas vuestras madres y padres, mañana lo comprenderéis, estoy segura.

Hoy os doy todo mi amor y os digo ¡Qué feliz soy de tener tantos amigos! ¡De tener tantas estrellas! ¡De ver estas semillas siempre vivas y siempre llenas de amor!

Con todo mi amor,Vuestra Jardinera.